Trabajo de Titulación
Trabajo de Titulación
Trabajo de Titulación
Facultad de Psicología
Autora:
CI: 0103805438
Directora:
CI: 0151640935
Cuenca - Ecuador
01-julio-2019
Universidad de Cuenca
Resumen
Abstract
Resumen .............................................................................................................................. 2
Abstract ................................................................................................................................ 3
CONCLUSIONES ............................................................................................................. 33
RECOMENDACIONES.................................................................................................... 34
ANEXOS ............................................................................................................................ 39
Índice de Tablas
Tabla 2: ............................................................................................................................... 24
Tabla 1: ............................................................................................................................... 39
Índice de Figuras
Figura 1: Red semántica Emociones............................................................................. 44
Figura 2: Red semántica Teorías Inteligencia Emocional. ......................................... 45
Figura 3: Red Semántica Modelos y Metodologías Inteligencia Emocional. .......... 46
Figura 4: Red Integral Inteligencia Emocional. ............................................................ 47
FUNDAMENTACIÓN TEÓRICA
la primera considerada como una capacidad general única, que cualquier persona
posee en mayor o en menor medida y, la segunda afirma que esta puede medirse a
través de instrumentos estandarizados.
Durante mucho tiempo se sobrevaloró al coeficiente intelectual, ya que era
considerado como el indicador de inteligencia de un estudiante y de ahí que, incluso
se decretaba el posterior éxito o fracaso académico y/o profesional de una persona;
es por eso que son importantes los aportes de Gardner (1994), quien describe que
las personas no solo cuentan con un solo tipo de inteligencia, sino que poseen ocho
tipos, mismas que les permiten relacionarse con el mundo que les rodea; él destaca
dos inteligencias que están íntimamente relacionadas con la inteligencia emocional:
la interpersonal e intrapersonal.
Además de la inteligencia y el coeficiente que posee cada cual, como una parte
importante de los procesos cognitivos, los seres humanos poseen otros procesos
que interactúan en unidad dialéctica con el antes mencionado, y de manera
particular una acción o re-acción ante los diferentes eventos vitales, como los son
las emociones.
En cuanto al término de emoción, según Elster (2002) refiere que:
Al tomar los aportes de Darwin en 1872, (citado por Chóliz, 1995) de su libro: La
expresión de las emociones en los animales y en el hombre, este autor defiende la
naturaleza innata de las emociones y que: “existen programas genéticos que
determinan la forma de la respuesta de expresión emocional” (p. 3). De ahí que se
plantea la necesidad de conocer cómo es que posible que ciertas personas se
adapten mejor que otras a las diferentes situaciones que presenta la vida y, el cómo
influyen las emociones en procesos cognitivos como el coeficiente intelectual.
Haciendo hincapié en lo expuesto por Wenger, Jones y Jones en 1962: “Casi todo
el mundo piensa que sabe que es una emoción hasta que intenta definirla. En este
momento prácticamente nadie afirma poder entenderla” (citado por Chóliz, 2005, p.
3).
A decir de un autor que posee estudios relevantes sobre IE, Goleman (1996): “En
mi opinión, el término emoción se refiere a un sentimiento y a los pensamientos, los
estados biológicos, los estados psicológicos y el tipo de tendencias a la acción que
lo caracterizan (p. 182). Para Extremera y Fernández-Berrocal (2004) las emociones
eran consideradas como elementos que producían perturbaciones en los procesos
cognitivos; no obstante, han asumido un papel esencial, puesto que han pasado a
considerarse fenómenos vitales del ser humano, además de proporcionar
información que puede ser utilizada para solucionar problemas que se presentan en
el diario vivir.
En el mismo orden de ideas, según Bello, Rionda y Rodríguez(2010), las
emociones tienen un papel fundamental en la regulación de la conducta del ser
humano, al ser consideradas como la base para el accionar de los sujetos, ya que
estas guían cuando se trata de enfrentar momentos difíciles y tareas demasiado
importantes, como para dejarlas solo en manos del intelecto. Por último, Mora (como
se citó en Bisquerra, et al., 2012), señala que:
La emoción es ese motor que todos llevamos dentro, esa energía codificada
en ciertos circuitos neuronales localizados en zonas profundas de nuestro
cerebro (en el sistema límbico) que nos mueve y nos empuja a vivir, a querer
estar vivos en interacción constante con el mundo y con nosotros mismos
(…). En el Diccionario de Neurociencia de Mora y Sanguinetti (2004) se
define la emoción como una reacción conductual y subjetiva producida por
una información proveniente del mundo externo o interno (memoria) del
individuo. (p. 14)
A tal afirmación, Fragoso (2015) señala no estar del todo de acuerdo, ya que
podría llevar a: “pensar que los conocimientos académicos entorpecen el desarrollo
personal de los individuos y que lo único importante en la educación de los futuros
jóvenes profesional son las habilidades emocionales, lo que va en contra de la
formación integral” (p. 114).
Extremera y Fernández-Berrocal, 2004 (como se citó en Fragoso, 2015) aducen
que la aceptación de la propuesta de Goleman, se debe al cansancio provocado por
la sobrevaloración y abuso del coeficiente intelectual, a un desdén de la sociedad
frente a personas que presentan un alto nivel intelectual pero a su vez, una baja
habilidad inter e intrapersonal y, al incorrecto o mal uso en el área educativa de los
resultados obtenidos en los test y evaluaciones del Coeficiente Intelectual, que
siendo realistas, pocas veces auguran el éxito efectivo que los estudiantes tendrán
ya en la vida profesional.
En fin, para Goleman (1996): “la inteligencia emocional constituye una aptitud
maestra, una facultad que influye profundamente sobre todas nuestras otras
facultades ya sea favoreciéndolas o dificultándolas” (p. 55).
Goleman (2008) reconoce el adeudo con sus predecesores, señalando que:
“Cuando Salovey y Mayer publicaron en 1990, su influyente artículo, nadie podía
haber imaginado el desarrollo que, sólo quince años después, lograría alcanzar el
campo académico que contribuyeron a fundar” (p. 14). Para el autor: “la inteligencia
emocional determina nuestra capacidad para aprender los rudimentos del
autocontrol y similares” (p. 19). Teniendo como conjunto de habilidades: “el
autocontrol, el entusiasmo, la perseverancia y la capacidad para motivarse a uno
mismo” (p. 27). Siendo que la inteligencia emocional es importante “porque
constituye el vínculo entre los sentimientos, el carácter y los impulsos morales (p.
28).
La inteligencia emocional para Extremera y Fernández-Berrocal (2003), tiene su
evolución desde la tendencia iniciada por Thorndike en 1920 e inmortalizada por
grandes psicólogos como Weschsler (1940), Gardner (1983) o Sternberg (1988;
1996), ya que estos investigadores no menospreciaron los aspectos cognitivos, sino
que reconocían el valor esencial de ciertos componentes denominados no
cognitivos, que predecían nuestras habilidades de adaptación y éxito en la vida. A su
vez, Mestre y Guil, 2003 (como se citó en Vallés, 2007) refieren que:
regularlas” (p. 8). A decir del autor, tanto la conciencia y regulación emocionales
deben ser consideradas competencias básicas para la vida, ya que la persona que
las ha adquirido está en mejores condiciones para afrontar los retos que plantea la
vida, son elementos esenciales en la construcción del bienestar personal y social.
Las diferentes teorías proclamadas respecto a la inteligencia emocional, cuentan
con modelos que sustentan las metodologías para explorar este constructo. En lo
que respecta a los modelos de inteligencia emocional, si se considera que, en 1990
empieza con la investigación propia del constructo; a lo largo de este tiempo se han
ido elaborando en torno a este tema y, en algunos casos reelaborando diferentes
modelos teóricos de inteligencia emocional, de modo que, estos tienden a ser
complementarios más que contradictorios entre sí, teniendo muchos puntos en
común (Bisquerra et al., 2015). En función del enfoque de sus autores, existen dos
tipos de modelos: los modelos de habilidades y los modelos mixtos.
En cuanto a los modelos de habilidades, según Trujillo y Rivas (2005), refieren en
forma general que estos se centran meramente en el contexto emocional de la
información y el estudio de las capacidades afines con dicho proceso. Para García y
Giménez (2010): “Son los que fundamentan el constructo de inteligencia emocional
en habilidades para el procesamiento de la información emocional” (p. 47); con una
forma de evaluación más objetiva mediante tareas de ejecución que el individuo
debe realizar (Soler, Aparicio, Díaz, Escolano y Rodríguez, (2016). Dentro de este
tipo de modelo, los más relevantes son:
El modelo de Salovey y Mayer, considerado dentro de los de habilidades, ha sido
reformulado en varias ocasiones; desde 1990: “proponen un marco holístico
integrador que se concentre en las contribuciones generales de las emociones a la
personalidad y a la conducta adaptativa” (Bisquerra et al., 2015, p. 53). Para Vallés
(2007): “incluye desde los procesos psicológicos básicos (percepción, razonamiento,
atención) hasta los procesos más complejos de la cognición y emoción” (p. 110).
Según este modelo, la inteligencia emocional incluye tres procesos mentales
implicados en el procesamiento de adaptación a la información afectiva: 1.
Valoración y expresión de las emociones en uno mismo y en los demás, 2.
Regulación emocional en uno mismo y en los demás, 3. Uso de las emociones de
manera adaptativa (Bisquerra et al., 2015).
Por otro lado: “El modelo mixto es una visión muy amplia que concibe la
inteligencia emocional como un compendio de rasgos estables de personalidad,
competencias socio-emocionales, aspectos motivacionales y diversas habilidades
cognitivas”. Según Extremera, Fernández-Berrocal, Mestre y Guil, 2004 (como se
citó en Soler et al., 2016): “Habitualmente utilizan medidas de autoinforme para su
medición (cuestionarios, escalas, e inventarios), mediante las cuales el individuo da
una valoración subjetiva de sus niveles en ciertas habilidades y competencias
afectivas, y que proporcionar una medida de inteligencia emocional percibida” (p.
203).
Fragoso (2015) considera que: “La mayor crítica a estos modelos es que al
contener tantos elementos los resultados de sus instrumentos llegan a ser confusos,
así como los límites entre sus numerosas y complejas variables” (p. 115). Dentro de
este modelo los más representativos son los siguientes.
El modelo de Goleman (1995), quizá el más conocido entre los educadores por
ser holístico y simple, lo que le hace atractivo y confiere el poder de inspirar otros
modelos nuevos o simplemente ideas útiles para diseñar o estructurar
planificaciones educativas, de modo que puede servir como un recurso de ideas
para la educación emocional, sobre todo en adultos; pero desde el punto de vista
científico, apenas cuenta con respaldo empírico (Bisquerra, et al., (2015). Goleman
establece la existencia de un Cociente Emocional (CE) que no se opone al Cociente
Intelectual (CI) clásico, sino que ambos se complementan (García y Giménez, 2010).
Goleman propone cinco dimensiones de la inteligencia emocional: 1.
Autoconciencia, 2. Autorregulación, 3. Motivación, 4. Empatía y 5. Habilidades
sociales (Chamarro y Oberst, 2004).
El modelo de Bar-On (1997), ha sido aplicado en niveles educativos como en
secundaria, escuelas técnicas, universidades; existen diversos estudios de
confiabilidad y validez que han sido llevados a cabo a través de los años (Figueroa
et al., 2012). El Inventario de Cociente Emocional (EQ-i) de Bar-On, fue el primer
instrumento para medir este constructo en adultos, que trata de establecer un
inventario sobre una amplia gama de habilidades emocionales y sociales; este es un
cuestionario auto-informado de 133 ítems que incluye 15 sub-escalas, que se
agrupan en cinco dimensiones de orden superior: 1. interpersonal, 2. intrapersonal,
PROCESO METODOLÓGICO
prepararon los documentos primarios para que puedan ser legibles al programa, se
verificó que fuera la versión final de la información recopilada; luego se salvó el
documento Word con un nombre distinto y se convirtió al formato ASCII, en formato:
solo texto con salto de línea; después de asignarlo a la unidad hermenéutica o
informes que se desearon archivar. Del programa se utilizaron operadores
semánticos, para conformar una estructura jerárquica de relaciones, establecer
relaciones entre los códigos entre la categoría central de este estudio y las
subcategorías, así como las categorías emergentes que surgieron.
Una vez receptada la información bajo los procedimientos descritos, esta fue
procesada, sistematizada en detalle y se evitó la omisión de alguna información
relevante, siguiendo el método interpretativo a través del programa de análisis
cualitativo ATLAS.ti, el cual permitió segmentar datos en unidades de significado,
codificar la información y agruparla según la categoría y subcategorías descritas
anteriormente. Este paso permitió elaborar e integrar conclusiones preliminares del
informe final y los hallazgos obtenidos.
Aspectos éticos
En cumplimiento con los requerimientos éticos según la APA (2016), sexta
edición, para las investigaciones, se contó con el permiso de las autoridades de la
Universidad de Cuenca, en donde se llevaron a cabo los grupos de discusión, se
solicitó a los estudiantes antes de iniciar con la participación en la exploración de la
investigación, su colaboración mediante la lectura y firma del consentimiento
informado (Anexo 4), en donde se detalló que la información obtenida se utilizará
únicamente con fines académicos, respetando la confidencialidad de los datos
proporcionados y resultados obtenidos; los resultados serán socializados con la
institución participante.
otra persona no me reconoce o si no me pide mi opinión, eso puede ser para mí, mi
felicidad, entonces creo que también está condicionado por los ambientes (E34).
Se indagó sobre la influencia de la emoción en las relaciones interpersonales,
destacando que el pensamiento de los estudiantes entrevistados, se orienta en la
articulación del sentimiento de una persona para desenvolverse con los demás.
Precisamente creo que también está conectado con la comunicación no verbal y
es una forma también de expresar lo que estamos sintiendo o pensando en ese
momento (E8).
Porque están interrelacionadas en estados afectivos entendiendo que son en
estados de ánimos, no sé está complicado (E36).
Con estos antecedentes, según Bisquerra (2009) se considera que los estados de
ánimo son más vagos e imprecisos que las emociones, estos no tienen una
motivación clara, no necesariamente existe un objeto que la provoque, estos son de
menos intensidad y de más duración que las emociones; siendo que los estados de
ánimo pueden ser calificados como un factor determinante en las relaciones
interpersonales, ya que estos pueden ser difusos o globales.
Por otro lado, se preguntó sobre la convivencia social y las emociones, frente a
ello, los estudiantes entrevistados afirman en su mayoría que, todas son
importantes, pero se enfatiza que la comunicación, la alegría, la tristeza, la ira, son
elementos relevantes al momento que una persona tenga una adecuada convivencia
social.
La red semántica estructurada (Anexo 5, figura 1), con base a la información
proporcionada por los estudiantes en los grupos de discusión, muestra una
asociación con categorías emergentes como, las características que muestran las
personas para mostrar las emociones, las cuales pueden influir intrínsecamente con
los estados afectivos, no obstante, las emociones pueden afectar positiva o
negativamente con las relaciones interpersonales y con ello, la asociación con los
demás y su convivencia.
Categoría teorías de inteligencia emocional (TIEMOC)
Los estudiantes entrevistados entienden que, la inteligencia emocional es
reconocer las propias emociones y tener la voluntad de regularlas y con ello,
establecer una adecuada relación con los demás; reflexionando que es el abordaje
asertivo y adaptativo que asocia las emociones de las personas. Así pues, Páez y
al., 2016); dentro de este tipo de modelo, los más relevantes son el modelo de
Goleman y el modelo de Bar-On.
Puede ser como un conjunto de varias técnicas de todo lo que conocemos, por
ejemplo, los que estamos en psicología utilizar como que todas las sistémicas,
psicoanálisis, cognitivo conductual (E11).
Test de inteligencias múltiples, en las cuales integra la inteligencia emocional,
entonces trata de medir como el individuo se desarrolla en su contexto y cuál es el
autoconocimiento que tiene de sus propias emociones (E1).
Yo aplique un test de Gardner, pero es uno bajado de internet, pero no sé si es
que sea válido, pero hay un test de Gardner el de inteligencias múltiples (E31).
Adicional, al identificar los modelos y metodología de inteligencia emocional, se
preguntó sobre su eficacia, algunos de los estudiantes no conocían y poco aportaron
sobre su experiencia en la fortaleza de los modelos, no obstante, hubo reflexiones
que separan los ejes temáticos abordados por cada una de las áreas de la
psicología como la clínica, social y educativa.
La emoción es clínica, creo que manejan mucho más los clínicos, nosotros no
tenemos mucho o no es nuestro fuerte, se podría decir (E7).
Bueno, yo considero que son eficaces, pero no en el ámbito en el que nosotros
nos desenvolvemos como psicólogos sociales (E4).
Al consultar sobre la necesidad de conocer los diferentes modelos y metodologías
de inteligencia emocional, la mayoría de estudiantes entrevistados creen que su
importancia radica en la ayuda que le brindará al profesional al ejercer su profesión,
pues desde los puntos de vista personal, educativo y social, tiene relevancia abordar
la inteligencia emocional y su forma de abordarla desde lo interno hacia lo externo.
Como seres humanos necesitamos saber cómo reconocer y controlar nuestras
emociones, porque vivimos en un entorno en donde no podemos actuar por
impulsividad, sino debemos saber controlar lo que hacemos y los que decimos
(E17).
Es importante porque igual culturalmente, históricamente la noción de inteligencia
se ha ido siempre a la parte racional, a la parte matemática, a la lógica a la parte de
esta educación tradicional (E13).
Se indagó sobre la forma de trabajar en la inteligencia emocional, a lo cual, los
estudiantes entrevistados, en su mayoría indicaron que se debería fortalecer el
trabajo con los niños, con profesionales capacitados en la temática que ayuden a
controlar sus emociones cuando las personas lo necesiten. Actualmente, la
inteligencia emocional como eje vanguardista desde la perspectiva de crecimiento
personal, aporta tanto al área empresarial, como a la convivencia social, pero se
considera absolutamente necesaria su aplicación en el ámbito educativo.
Creo que se debe trabajar desde uno mismo y creo que hay que transformar esa
idea (E27).
Dependería de la etapa de desarrollo en la que se quiera trabajar; es diferente
trabajar con niños en las que el principal trabajo seria esta psicoeducación primero
igualmente los padres un entrenamiento en habilidades o modelos de crianza y con
adultos sería una intervención un poco más clínica un poco más dedicada a evaluar
y a desvendar creencias que estén sesgando dichas emociones (E29).
La estructura de la red semántica integral (Anexo 5, figura 3), muestra las
categorías analizadas en el presente estudio; la lógica establecida, muestra que un
gran número de estudiantes conoce la forma de identificar las emociones, pero, al
profundizar el tema en la asociación en otros ejes como la convivencia social y
relaciones interpersonales, un número de estudiantes considerable no sabía sobre la
temática.
La percepción general sobre la categoría IDEMOC, muestra 85 interacciones con
la asociación de siete subcategorías, las teorías de inteligencia emocional (TIEMOC)
indican 32 criterios sobre la temática, vinculando seis subcategorías; mientras que la
última categoría general (MYMIEMOC) muestra la más baja interacción, seis criterios
y dos vinculaciones. Es decir, la mayor concentración de conocimientos se muestra
en la identificación de las emociones, estados afectivos, relaciones interpersonales y
convivencia social, siendo, los criterios menos distinguidos los aportados en el
conocimiento de modelos y metodologías de inteligencia emocional.
De igual manera, la red semántica integral (Anexo 5, figura 4), muestra las
interacciones de los estudiantes entrevistados, cuando se generó duda o
desconocimiento de la temática, evidenciando su prevalencia en el conocimiento del
surgimiento de las teorías de inteligencia emocional, así como de los modelos que
se emplean. Adicional, se nota 16 interacciones respecto al poco conocimiento de
las metodologías aplicadas en la inteligencia emocional, el resto de categorías
CONCLUSIONES
RECOMENDACIONES
REFERENCIAS CONSULTADAS
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cociente intelectual (15a ed.). (E. Mateo, Trad.) México, D.F.: Zeta.
Ana Lucía Villazhiñay Matute
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Universidad de Cuenca
ANEXOS
ANEXO 1
Tabla 2:
Características de los participantes
Carrera
# Ciclo Código Sexo Edad
C E S
1 7mo E1 H 23 x
2 7mo E2 M 22 x
3 7mo E3 H 23 x
4 7mo E4 M 23 x
5 7mo E5 M 24 x
6 7mo E6 H 21 x
7 7mo E7 M 21 x
8 7mo E8 H 22 x
9 7mo E9 H 24 x
10 8vo E10 H 21 x
11 8vo E11 M 21 x
12 8vo E12 M 21 x
13 8vo E13 M 22 x
14 8vo E14 H 24 x
15 8vo E15 H 21 x
16 8vo E16 M 21 x
17 8vo E17 M 22 x
18 8vo E18 H 24 x
19 9no E19 M 22 x
20 9no E20 H 23 x
21 9no E21 M 22 x
22 9no E22 M 23 x
23 9no E23 M 27 x
24 9no E24 H 22 x
25 9no E25 M 22 x
26 9no E26 M 23 x
27 9no E27 H 25 x
28 10mo E28* H 22 x
29 10mo E29 M 23 x
30 10mo E30 H 22 x
31 10mo E31 H 25 x
32 10mo E32* M 24 x
33 10mo E33 M 22 x
34 10mo E34 M 24 x
35 10mo E35 M 26 x
36 10mo E36* H 23 x
Nota: En, hace referencia al código que se le ha asignado a cada participante, según el ciclo al que
pertenezca. C, E, S: hacen referencia a las carreras de Psicología Clínica, Educativa y Social.
Fuente. Elaboración personal: Villazhiñay, 2019, en base a la aplicación de la técnica de los grupos
de discusión. El asterisco destaca a los tres presidentes de los grupos de 10mo ciclo
ANEXO 5: FIGURAS