Trabajo de Titulación

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UNIVERSIDAD DE CUENCA

Facultad de Psicología

Carrera de Psicología Educativa


Percepciones de estudiantes de Psicología respecto a la teoría y metodología de la
inteligencia emocional

Trabajo de titulación previo a la


obtención del título de
Licenciada en Psicología
Educativa en la especialización
de Educación Básica

Autora:

Ana Lucía Villazhiñay Matute

CI: 0103805438

Directora:

PhD Isis Angélica Pernas Álvarez

CI: 0151640935

Cuenca - Ecuador
01-julio-2019
Universidad de Cuenca

Resumen

La inteligencia emocional adquiere un significado relevante en el ámbito


educativo, justo donde la disposición del alumno está abierta para aprender y el
docente se dispone a enseñar. Este estudio tiene como objetivo general identificar la
percepción de los estudiantes de carreras de Psicología de la Universidad de
Cuenca, sobre concepciones teóricas y metodológicas respecto al constructo
inteligencia emocional. El estudio tiene un enfoque cualitativo, por cuanto, la
información recopilada se sistematizó como lo refirieron los sujetos de la
investigación en correspondencia con las variables exploradas; el alcance es de tipo
exploratorio y un tipo de diseño fenomenológico. Las técnicas empleadas fueron
grupos de discusión y la entrevista semiestructurada; los primeros se formaron por
presidente o representante del curso, además de un hombre y una mujer
seleccionados aleatoriamente y, la entrevista solo con los presidentes del último
ciclo. Los resultados relevantes evidencian que la mayoría de los estudiantes
identifican las emociones con estados afectivos gesticulares verbales y no verbales,
describen cómo se sienten con ellos y con el entorno. La diferencia entre las
carreras está en que, los de clínica tienen un mejor dominio respecto a la teoría y la
metodología, mientras que los de social y educativa evidenciaron menos claridad en
los conocimientos explorados sobre inteligencia emocional. También se evidencia
que este contenido no existe en las materias recibidas. La conclusión general es
que, la percepción de los estudiantes hace evidente que tienen conocimientos
elementales respecto a la teoría y escasos, casi nulos, sobre la metodología del
constructo investigado.

Palabras claves: Inteligencia emocional. Teorías. Modelos. Percepción. Estudiantes


de Psicología.

Ana Lucía Villazhiñay Matute


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Abstract

Emotional intelligence it is of even more relevant meaning in the educational field,


just where the student is disposed and open to learning, and the teacher is ready to
teach. This study offers a general review of the emergence of theories and main
models of emotional intelligence. The general objective is to identify students’
perception of the careers in Psychology at the University of Cuenca, in terms of
theoretical and methodological conceptions regarding the emotional intelligence
construct. The study had a qualitative approach, as the information collected was
systemized as referred to the subjects of the investigation in correspondence with the
explored variables; the scope was of the exploratory type and phenomenological type
design. The techniques used included discussion in focus groups and structured
interviews; the first were formed by the president or the class representative, as well
as a randomly selected man and woman, alternately and the interview was only
between presidents from the last cycle. The relevant results show that most of the
students relate the identification of emotions with gestural verbal and non-verbal
affective states that describe how they feel with themselves and the environment.
The difference between the careers is that, the clinical careers have a better
understanding regarding theory and methodology; while social and educational
careers showed less clarity in the explored knowledge of emotional intelligence. It is
also evident that this content does not exist in the subjects received. The general
conclusion of the work is based on the fact that the students' perception shows that
they have elementary knowledge about the theory and scarce knowledge about the
methodology of the investigated construct.

Keywords: Emotional intelligence. Theories. Models. Perception. Psychology


students

Ana Lucía Villazhiñay Matute


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Índice del Trabajo

Resumen .............................................................................................................................. 2

Abstract ................................................................................................................................ 3

Índice del Trabajo ............................................................................................................... 4

Índice de Tablas .................................................................................................................. 4

Índice de Figuras ................................................................................................................ 4

FUNDAMENTACIÓN TEÓRICA ...................................................................................... 7

PROCESO METODOLÓGICO ....................................................................................... 19

PRESENTACIÓN Y ANÁLISIS DE LOS RESULTADOS ......................................... 24

CONCLUSIONES ............................................................................................................. 33

RECOMENDACIONES.................................................................................................... 34

REFERENCIAS CONSULTADAS .................................................................................... 35

ANEXOS ............................................................................................................................ 39

Índice de Tablas
Tabla 2: ............................................................................................................................... 24
Tabla 1: ............................................................................................................................... 39

Índice de Figuras
Figura 1: Red semántica Emociones............................................................................. 44
Figura 2: Red semántica Teorías Inteligencia Emocional. ......................................... 45
Figura 3: Red Semántica Modelos y Metodologías Inteligencia Emocional. .......... 46
Figura 4: Red Integral Inteligencia Emocional. ............................................................ 47

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FUNDAMENTACIÓN TEÓRICA

Hablar de inteligencia cognitiva, trae a la memoria a aquellos profesores que


vanagloriaban a los estudiantes con un alto rendimiento académico y
menospreciaban a aquellos que no cumplían con el nivel esperado, pero que, en
cambio tenían una buena interacción social. Maestros sin crítica, desinteresados de
los alumnos, a quienes tildaban de estudiantes con falta de inteligencia, no tienen
para ellos ni simpatía ni siquiera respeto, porque su intemperancia de lenguaje les
hace decir delante de estos, cosas como éstas: es un muchacho que nunca servirá
para nada, está mal dotado, no tiene inteligencia. Algunos filósofos parecen haber
dado su apoyo moral a estos veredictos deplorables, afirmando que la inteligencia
de un individuo es una cantidad fija, una cantidad que no puede aumentar (Binet,
1999).

Un siglo después de estos pensamientos de Alfred Binet (1909) seguimos


preocupados por cómo lograr que los alumnos mejoren tanto sus
capacidades intelectuales como su rendimiento académico. Por ello, es
curioso que Binet sea más famoso en nuestras aulas universitarias por
inventar el concepto de Cociente Intelectual (CI) que por sus intentos casi
desesperados por diseñar programas educativos para, diríamos hoy integrar
a los niños con dificultades intelectuales y del aprendizaje. (Fernández-
Berrocal y Ruiz, 2008, p. 424)

Si bien, hoy en día la inteligencia emocional (IE) se relaciona en saber gestionar


adecuadamente las emociones, cabe recordar que en los modelos educativos
tradicionales se brindaba prioridad a los aspectos cognoscitivos centrados en la
enseñanza y aprendizaje de información técnica y científica, pasando a un segundo
plano el bagaje de conocimientos propios de la persona, así como todo lo referente a
los sentimientos y emociones que posee el ser humano; ahora bien, al considerar
que la inteligencia emocional es un concepto relativamente nuevo, se hace
necesario desmembrar estas palabras, para revisar por parte los estudios de la
inteligencia y de la emoción.
En cuanto al término de inteligencia, Spearman en 1927 y Terman en 1975
(citados por Trujillo y Rivas, 2005): “son considerados como la primera generación

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de psicólogos de la inteligencia. Para ellos la inteligencia es una capacidad general,


única para formar conceptos y resolver problemas” (p. 10). Gardner (1994) la definió
como: “la capacidad de resolver problemas, o de crear productos que sean valiosos
en uno o más ambientes culturales” (p. 5). El autor señala que, en el apogeo que la
psicometría y conductismo: “se creía que la inteligencia era una entidad única
hereditaria y que los seres humanos –al comienzo, una tabula rasa– podían ser
capacitados para aprender cualquier cosa, siempre que se presente de modo
apropiado” (p. 10). Por eso es necesario decir que: “no existe, y jamás puede existir,
una sola lista irrefutable y aceptada en forma universal de las inteligencias humanas”
(p. 60).
The Wall Street Journal (1994) en la declaración Ciencia dominante en
inteligencia, firmada por 52 académicos expertos en inteligencia y campos aliados,
mencionaban que la inteligencia es una capacidad mental muy general, refiere a la
capacidad de comprender nuestro entorno; comprende habilidades y destrezas
sociales, pues no estaría basada en la memorización de textos que se aprenden en
la escuela como lo enseñaba la educación tradicional durante mucho tiempo.
Hasta finales de la década de los setenta, las investigaciones acerca de la
inteligencia se centraban específicamente en los aspectos cognitivos, particularidad
fundamentada en: los modelos como el de la estructuración y composición de la
inteligencia, que busca determinar factores medibles para diferenciar a los individuos
mediante comparación; el modelo enfocado en el funcionamiento cognitivo de la
inteligencia, que se enfoca en determinar cuáles son los procesos mentales que
definen las estructuras cognoscitivas y; el modelo enfocado en la comprensión
global del desarrollo de las personas en su contexto social, que relaciona la
cognición y el sentimiento del ser humano como base para el funcionamiento de la
persona en la sociedad (Salmerón, 2002).
De esta forma, se pueden observar dos perspectivas contrapuestas, una
enfocada en la estructura de la inteligencia y en la cognición, y otra que intenta
englobar todos los procesos que se presentan en los contextos humanos.
Trujillo y Rivas (2005) señalan que: “El concepto de inteligencia nació de la
necesidad de responder a la interrogante: ¿Por qué hay personas que se adaptan
mejor que otras a diferentes situaciones de la vida diaria?” (p. 13). Es así que los
autores plantean la existencia de dos suposiciones clásicas acerca de la inteligencia:

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la primera considerada como una capacidad general única, que cualquier persona
posee en mayor o en menor medida y, la segunda afirma que esta puede medirse a
través de instrumentos estandarizados.
Durante mucho tiempo se sobrevaloró al coeficiente intelectual, ya que era
considerado como el indicador de inteligencia de un estudiante y de ahí que, incluso
se decretaba el posterior éxito o fracaso académico y/o profesional de una persona;
es por eso que son importantes los aportes de Gardner (1994), quien describe que
las personas no solo cuentan con un solo tipo de inteligencia, sino que poseen ocho
tipos, mismas que les permiten relacionarse con el mundo que les rodea; él destaca
dos inteligencias que están íntimamente relacionadas con la inteligencia emocional:
la interpersonal e intrapersonal.
Además de la inteligencia y el coeficiente que posee cada cual, como una parte
importante de los procesos cognitivos, los seres humanos poseen otros procesos
que interactúan en unidad dialéctica con el antes mencionado, y de manera
particular una acción o re-acción ante los diferentes eventos vitales, como los son
las emociones.
En cuanto al término de emoción, según Elster (2002) refiere que:

El análisis psicológico de las emociones tiene poco más de cien años de


historia. La expresión de las emociones en los animales y en el hombre, de
Darwin (1872), y ¿Qué es una emoción?, de William James (1884), son los
primeros estudios de las emociones que utilizaron la metodología científica.
(p. 71)

Al tomar los aportes de Darwin en 1872, (citado por Chóliz, 1995) de su libro: La
expresión de las emociones en los animales y en el hombre, este autor defiende la
naturaleza innata de las emociones y que: “existen programas genéticos que
determinan la forma de la respuesta de expresión emocional” (p. 3). De ahí que se
plantea la necesidad de conocer cómo es que posible que ciertas personas se
adapten mejor que otras a las diferentes situaciones que presenta la vida y, el cómo
influyen las emociones en procesos cognitivos como el coeficiente intelectual.
Haciendo hincapié en lo expuesto por Wenger, Jones y Jones en 1962: “Casi todo
el mundo piensa que sabe que es una emoción hasta que intenta definirla. En este

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momento prácticamente nadie afirma poder entenderla” (citado por Chóliz, 2005, p.
3).
A decir de un autor que posee estudios relevantes sobre IE, Goleman (1996): “En
mi opinión, el término emoción se refiere a un sentimiento y a los pensamientos, los
estados biológicos, los estados psicológicos y el tipo de tendencias a la acción que
lo caracterizan (p. 182). Para Extremera y Fernández-Berrocal (2004) las emociones
eran consideradas como elementos que producían perturbaciones en los procesos
cognitivos; no obstante, han asumido un papel esencial, puesto que han pasado a
considerarse fenómenos vitales del ser humano, además de proporcionar
información que puede ser utilizada para solucionar problemas que se presentan en
el diario vivir.
En el mismo orden de ideas, según Bello, Rionda y Rodríguez(2010), las
emociones tienen un papel fundamental en la regulación de la conducta del ser
humano, al ser consideradas como la base para el accionar de los sujetos, ya que
estas guían cuando se trata de enfrentar momentos difíciles y tareas demasiado
importantes, como para dejarlas solo en manos del intelecto. Por último, Mora (como
se citó en Bisquerra, et al., 2012), señala que:

La emoción es ese motor que todos llevamos dentro, esa energía codificada
en ciertos circuitos neuronales localizados en zonas profundas de nuestro
cerebro (en el sistema límbico) que nos mueve y nos empuja a vivir, a querer
estar vivos en interacción constante con el mundo y con nosotros mismos
(…). En el Diccionario de Neurociencia de Mora y Sanguinetti (2004) se
define la emoción como una reacción conductual y subjetiva producida por
una información proveniente del mundo externo o interno (memoria) del
individuo. (p. 14)

Por lo expuesto en los acápites anteriores, se puede plantear que, aunque


inteligencia y emoción son dos términos considerados contrapuestos, se los
consigue tratar de manera integrada.
Considerado esto, se hace necesario abordar este constructo para lo que fue
concebido, a partir de los estudios de Salovey y Mayer en 1990 (citados por
Domínguez, 2004); quienes teniendo como premisa los estudios de la Teoría de las
Inteligencias Múltiples de Gardner de 1993, acuñaron y expusieron por vez primera

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la existencia formal del término de inteligencia emocional, cuyos autores la


conceptualizan como: “La habilidad para controlar emociones y sentimientos propios
y de los otros, discriminar entre ellos y usar esa información para guiar el
pensamiento y las acciones” (p. 49). Consideran que la inteligencia emocional va
más allá de reacciones viscerales y de estados senso-perceptuales; ven a las
mismas, como respuestas organizadas considerando los límites de los subsistemas
psicológicos.
Más tarde, Goleman se llevaría el mérito y divulgación del constructo inteligencia
emocional, con la publicación de su libro Inteligencia Emocional, en el cual Goleman
(1996) realiza una crítica a la educación de aquel momento, señalando que:

Y este es precisamente el problema, porque la inteligencia académica no


ofrece la menor preparación para la multitud de dificultades –o de
oportunidades– a las que debemos enfrentarnos a lo largo de nuestra vida.
No obstante, aunque un elevado CI no constituya la menor garantía de
prosperidad, prestigio ni felicidad, nuestras escuelas y nuestra cultura, en
general siguen insistiendo en el desarrollo de las habilidades académicas en
detrimento de la inteligencia emocional, de ese conjunto de rasgos –que
algunos llaman carácter– que tan decisivo resulta para nuestro destino
personal. (pp. 27-28)

A tal afirmación, Fragoso (2015) señala no estar del todo de acuerdo, ya que
podría llevar a: “pensar que los conocimientos académicos entorpecen el desarrollo
personal de los individuos y que lo único importante en la educación de los futuros
jóvenes profesional son las habilidades emocionales, lo que va en contra de la
formación integral” (p. 114).
Extremera y Fernández-Berrocal, 2004 (como se citó en Fragoso, 2015) aducen
que la aceptación de la propuesta de Goleman, se debe al cansancio provocado por
la sobrevaloración y abuso del coeficiente intelectual, a un desdén de la sociedad
frente a personas que presentan un alto nivel intelectual pero a su vez, una baja
habilidad inter e intrapersonal y, al incorrecto o mal uso en el área educativa de los
resultados obtenidos en los test y evaluaciones del Coeficiente Intelectual, que
siendo realistas, pocas veces auguran el éxito efectivo que los estudiantes tendrán
ya en la vida profesional.

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En fin, para Goleman (1996): “la inteligencia emocional constituye una aptitud
maestra, una facultad que influye profundamente sobre todas nuestras otras
facultades ya sea favoreciéndolas o dificultándolas” (p. 55).
Goleman (2008) reconoce el adeudo con sus predecesores, señalando que:
“Cuando Salovey y Mayer publicaron en 1990, su influyente artículo, nadie podía
haber imaginado el desarrollo que, sólo quince años después, lograría alcanzar el
campo académico que contribuyeron a fundar” (p. 14). Para el autor: “la inteligencia
emocional determina nuestra capacidad para aprender los rudimentos del
autocontrol y similares” (p. 19). Teniendo como conjunto de habilidades: “el
autocontrol, el entusiasmo, la perseverancia y la capacidad para motivarse a uno
mismo” (p. 27). Siendo que la inteligencia emocional es importante “porque
constituye el vínculo entre los sentimientos, el carácter y los impulsos morales (p.
28).
La inteligencia emocional para Extremera y Fernández-Berrocal (2003), tiene su
evolución desde la tendencia iniciada por Thorndike en 1920 e inmortalizada por
grandes psicólogos como Weschsler (1940), Gardner (1983) o Sternberg (1988;
1996), ya que estos investigadores no menospreciaron los aspectos cognitivos, sino
que reconocían el valor esencial de ciertos componentes denominados no
cognitivos, que predecían nuestras habilidades de adaptación y éxito en la vida. A su
vez, Mestre y Guil, 2003 (como se citó en Vallés, 2007) refieren que:

Las personas con un alto Cociente Emocional pueden ser capaces de


procesar adecuadamente la información del mundo afectivo-sentimental. La
percepción en uno mismo y en los demás de esa emocionalidad constituye,
junto con su valoración, conocimiento, vivencia, expresión y modulación
(gestión inteligente de la emocionalidad) las bases de la Inteligencia
Emocional. Los individuos que creen que pueden hacer algo con su estado de
ánimo tienen más posibilidades de sentirse mejor que aquellas personas que
tienden a creen que una vez que uno se siente mal, poco se puede hacer
para superarlo. (pp. 107-108)

Según Bisquerra (como se citó en Bisquerra et al., 2012) de la inteligencia


emocional: “A grandes rasgos podríamos decir que es la habilidad para tomar
conciencia de las propias emociones y de las demás personas y la capacidad para

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regularlas” (p. 8). A decir del autor, tanto la conciencia y regulación emocionales
deben ser consideradas competencias básicas para la vida, ya que la persona que
las ha adquirido está en mejores condiciones para afrontar los retos que plantea la
vida, son elementos esenciales en la construcción del bienestar personal y social.
Las diferentes teorías proclamadas respecto a la inteligencia emocional, cuentan
con modelos que sustentan las metodologías para explorar este constructo. En lo
que respecta a los modelos de inteligencia emocional, si se considera que, en 1990
empieza con la investigación propia del constructo; a lo largo de este tiempo se han
ido elaborando en torno a este tema y, en algunos casos reelaborando diferentes
modelos teóricos de inteligencia emocional, de modo que, estos tienden a ser
complementarios más que contradictorios entre sí, teniendo muchos puntos en
común (Bisquerra et al., 2015). En función del enfoque de sus autores, existen dos
tipos de modelos: los modelos de habilidades y los modelos mixtos.
En cuanto a los modelos de habilidades, según Trujillo y Rivas (2005), refieren en
forma general que estos se centran meramente en el contexto emocional de la
información y el estudio de las capacidades afines con dicho proceso. Para García y
Giménez (2010): “Son los que fundamentan el constructo de inteligencia emocional
en habilidades para el procesamiento de la información emocional” (p. 47); con una
forma de evaluación más objetiva mediante tareas de ejecución que el individuo
debe realizar (Soler, Aparicio, Díaz, Escolano y Rodríguez, (2016). Dentro de este
tipo de modelo, los más relevantes son:
El modelo de Salovey y Mayer, considerado dentro de los de habilidades, ha sido
reformulado en varias ocasiones; desde 1990: “proponen un marco holístico
integrador que se concentre en las contribuciones generales de las emociones a la
personalidad y a la conducta adaptativa” (Bisquerra et al., 2015, p. 53). Para Vallés
(2007): “incluye desde los procesos psicológicos básicos (percepción, razonamiento,
atención) hasta los procesos más complejos de la cognición y emoción” (p. 110).
Según este modelo, la inteligencia emocional incluye tres procesos mentales
implicados en el procesamiento de adaptación a la información afectiva: 1.
Valoración y expresión de las emociones en uno mismo y en los demás, 2.
Regulación emocional en uno mismo y en los demás, 3. Uso de las emociones de
manera adaptativa (Bisquerra et al., 2015).

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Según Fernández-Berrocal y Extremera (2006) el modelo de Mayer y Salovey, ha


basado sus investigaciones en los instrumentos de auto-informe y en los test de
ejecución.
Las medidas de auto-informe, son las más utilizadas por su fácil administración y
la rapidez para obtener puntuaciones; los instrumentos de evaluación más
destacables son: el TMMS Salovey, Mayer, Goldman, Turvey y Palfai, 1995), el SEIS
o ASE (Schutte et al., 1998), el WLEIS (Wong y Law, 2002), MEIA (Tett et al., 2005),
y SREIS (Brackett et al., 2006), de estos los tres más conocidos son el TMMS, el
SEIS o ASE, y el WLEIS; pero el más utilizado en la investigación psicológica y
educativa, tanto en España como en gran parte de Latinoamérica ha sido el TMMS,
en su versión reducida denominada TMMS-24 (Bisquerra, et al., 2015).
En cuanto a la medida de ejecución, Mayer, Salovey y Caruso, para evitar
dificultades inherentes al auto-informe y disponer de una medida más en
consonancia con su modelo de habilidad, han desarrollado el Mayer – Salovey -
Caruso Emotional Intelligence Test (MSCEIT; Mayer, Salovey y Caruso, 2002;
adaptado al castellano por Extremera y Fernández-Berrocal, 2002; Extremera,
Fernández-Berrocal y Salovey, 2006). El MSCEIT v. 2.0 es un instrumento
compuesto por 141 ítems, diseñado para medir los cuatro factores del modelo: 1.
Percibir emociones de manera eficaz, 2. Usar emociones para facilitar el
pensamiento, 3. Comprender las emociones y 4. Manejar emociones. El MSCEIT al
ser propiedad de Mental Health System (MHS), es una prueba más costosa tanto en
términos económicos, de administración y de corrección (Fernández-Berrocal y
Extremera, 2006).
Continuando con el modelo de habilidades, está el Modelo de Extremera y
Fernández-Berrocal de 2001 - TMMS-24, este se basa en el Trait Meta-Mood Scale
(TMMS) de Salovey y Mayer; esta mantiene la misma estructura que la original, ha
sido utilizado en forma empírica en diferentes estudios con estudiantes de nivel
superior, también se ha validado con diferentes poblaciones y ha mostrado utilidad
tanto en contextos escolares como clínicos. El TMMS-24 consta de 24 ítems y
contiene tres dimensiones clave de inteligencia emocional: 1. Percepción emocional,
2. Comprensión de sentimientos y 3. Regulación emocional; con ocho ítems cada
una de ellas (Figueroa, Yacelga, Rosero y García, 2012).

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Por otro lado: “El modelo mixto es una visión muy amplia que concibe la
inteligencia emocional como un compendio de rasgos estables de personalidad,
competencias socio-emocionales, aspectos motivacionales y diversas habilidades
cognitivas”. Según Extremera, Fernández-Berrocal, Mestre y Guil, 2004 (como se
citó en Soler et al., 2016): “Habitualmente utilizan medidas de autoinforme para su
medición (cuestionarios, escalas, e inventarios), mediante las cuales el individuo da
una valoración subjetiva de sus niveles en ciertas habilidades y competencias
afectivas, y que proporcionar una medida de inteligencia emocional percibida” (p.
203).
Fragoso (2015) considera que: “La mayor crítica a estos modelos es que al
contener tantos elementos los resultados de sus instrumentos llegan a ser confusos,
así como los límites entre sus numerosas y complejas variables” (p. 115). Dentro de
este modelo los más representativos son los siguientes.
El modelo de Goleman (1995), quizá el más conocido entre los educadores por
ser holístico y simple, lo que le hace atractivo y confiere el poder de inspirar otros
modelos nuevos o simplemente ideas útiles para diseñar o estructurar
planificaciones educativas, de modo que puede servir como un recurso de ideas
para la educación emocional, sobre todo en adultos; pero desde el punto de vista
científico, apenas cuenta con respaldo empírico (Bisquerra, et al., (2015). Goleman
establece la existencia de un Cociente Emocional (CE) que no se opone al Cociente
Intelectual (CI) clásico, sino que ambos se complementan (García y Giménez, 2010).
Goleman propone cinco dimensiones de la inteligencia emocional: 1.
Autoconciencia, 2. Autorregulación, 3. Motivación, 4. Empatía y 5. Habilidades
sociales (Chamarro y Oberst, 2004).
El modelo de Bar-On (1997), ha sido aplicado en niveles educativos como en
secundaria, escuelas técnicas, universidades; existen diversos estudios de
confiabilidad y validez que han sido llevados a cabo a través de los años (Figueroa
et al., 2012). El Inventario de Cociente Emocional (EQ-i) de Bar-On, fue el primer
instrumento para medir este constructo en adultos, que trata de establecer un
inventario sobre una amplia gama de habilidades emocionales y sociales; este es un
cuestionario auto-informado de 133 ítems que incluye 15 sub-escalas, que se
agrupan en cinco dimensiones de orden superior: 1. interpersonal, 2. intrapersonal,

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3. adaptación, 4. gestión del estrés y 5. estado de ánimo general (Chamarro y


Oberst, 2004).
Bar-On (2010, 2006), formula un modelo denominado ESI (Emotional Social
Intelligence), donde integra las habilidades para configurar su propuesta y la
instrumenta en cinco dimensiones básicas: 1. Intrapersonal, 2. Interpersonal, 3.
Manejo del estrés, 4. Adaptabilidad y 5. Humor (Fragoso, 2015).
Según las últimas publicaciones de Bar-On y Parker (2018) se encuentra el BarOn
EQ-i:YV, Inventario de Inteligencia Emocional de BarOn, que a decir de los autores:
“es una integración del conocimiento teórico, de la investigación empírica y de las
técnicas psicométricas actuales” (Bar-On y Parker, 2018, p. 10). Así mismo: “El
BarOn EQ-i:YV es apropiado para niños, niñas y adolescentes con edades
comprendidas entre los 7 y los 18 años” (p. 11). A diferencia de la versión anterior
(EQ-i de Bar-On), este es el primer instrumento publicado en Estados Unidos para
menores de 18 años, representa un avance en la evaluación y medida de la
inteligencia emocional en este rango de edad, con fines de investigación, educativos
o clínicos; se compone de 60 ítems distribuidos en 4 escalas: 1. Inteligencia
emocional total, 2. Estado de ánimo general, 3. Impresión positiva y, 4.
Inconsistencia. Considerando que este inventario es una medida de autoinforme, su
aplicación no está recomendado en personas que no estén dispuestas a responder
con sinceridad, ni para personas con discapacidades graves.
El modelo EQ-Map de Oriolo y Cooper (2001), se utiliza como un instrumento
para conocer al ser humano de forma integral. Es obtenido a través del estudio del
concepto de inteligencia emocional a partir del análisis psicológico y de las teorías
filosóficas para situarlas en los del conocimiento directo. En su construcción
exponen cinco aptitudes: entorno habitual, conciencia emocional, competencias,
valores y actitudes (Trujillo y Rivas, 2005).
Para Bello et al. (2010): “los estudios de la inteligencia emocional comparten
intereses con otros temas de actualidad, como el buen humor, el optimismo, la
óptima motivación, la resiliencia y la felicidad” (p. 39). Así mismo señalan que la
teoría de la inteligencia emocional: “(…) muestra una perspectiva optimista del ser
humano, el reconocimiento de las capacidades emocionales como recursos de toda
persona que pueden y deben desarrollarse, hace de la educación de la inteligencia
emocional un imperativo actual” (p. 41).

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Algunas investigaciones en este sentido, las cuales evidencian la importancia de


profundizar cada vez más en esta categoría se referencian a continuación:
Un estudio llevado a cabo por Camacho, Ordoñez, Roncancio y Vaca (2017)
realizaron el rastreo de 25 trabajos investigativos en Dialnet, Proquest y Redalyc,
desarrollados a nivel de maestría y doctorado en Argentina, Colombia, España,
México, Perú y Venezuela, entre 2005 y 2015; con el fin de identificar el estado
referente a avances, alcances y límites de la inteligencia emocional como campo de
estudio en el ámbito educativo; tuvo un enfoque cualitativo, con una muestra
representativa de docentes, padres de familia y estudiantes. Los resultados,
muestran que existe influencia de la inteligencia emocional respecto a la convivencia
social, puesto que el grupo de estudio identifica, maneja y exterioriza las emociones
dentro y fuera del contexto educativo. También demuestran percibir y expresar sus
emociones a través del leguaje, factor evidente en la convivencia social.
Páez y Castaño (2015) al realizar un estudio analítico con estudiantes de la
Universidad de Manizales de Colombia, afirman que el rendimiento académico con
la inteligencia emocional, encuentran una relación positiva, postulando que, a mayor
desarrollo de la inteligencia emocional, mayor rendimiento académico de los
estudiantes.
A decir de Bisquerra, 2003 (como se citó en Bello et al., 2010) la educación de la
inteligencia emocional es una innovación educativa dirigida al desarrollo de
capacidades emocionales que contribuyan al bienestar personal; si bien la sociedad
actual ha demostrado un dominio técnico y científico sin precedentes, el ámbito
social no muestra los mismos avances.
Por su parte, Goleman (2017) expresa su descontento con la actual sociedad, ya
que él considera que: “Vivimos en una época en la que el tejido de la sociedad
parece deshacerse a una velocidad cada vez mayor, en la que el egoísmo, la
violencia y la ruindad espiritual parecen corromper la calidad de nuestra vida
comunitaria” (p. 16). Argumentando que la importancia de la inteligencia emocional
gira en torno a la relación que existe entre sentimiento, carácter e instintos morales.
De ahí que considera la existencia de un remedio que sería la forma en que
preparamos a nuestros jóvenes para la vida. “Una solución consiste en tener una
nueva visión de lo que las escuelas pueden hacer para educar al alumno como un
todo, reuniendo mente y corazón en el aula” (p. 18).

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A partir de la identificación del problema científico y su justificación, los aspectos


evidenciados en las diferentes investigaciones y los constructos referidos en la
aproximación teórica, se plantean las siguientes preguntas de investigación ¿Cuál
es la percepción que tienen los estudiantes de Psicología, respecto al origen y las
teorías de la inteligencia emocional? ¿Cuál es la percepción que tienen los
estudiantes de Psicología, respecto a la existencia y la eficiencia de los diferentes
modelos y metodologías para explorar la inteligencia emocional en general y en las
materias recibidas? Las mismas que serán respondidas en el trascurso de la
investigación.
Al respecto, para responder estas interrogantes, sé planteó como objetivo general
identificar la percepción de los estudiantes de las carreras de Psicología de la
Universidad de Cuenca respecto a concepciones teóricas y metodológicas que
respondan al constructo inteligencia emocional. Como objetivos específicos: explorar
la percepción de los estudiantes respecto al origen y teorías de la inteligencia
emocional, indagar la percepción de los estudiantes respecto a la existencia y la
eficiencia de los diferentes modelos y metodologías para investigar la inteligencia
emocional en general y en las materias recibidas en la carrera.

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PROCESO METODOLÓGICO

El trabajo de investigación tuvo un enfoque cualitativo, ya que no se emplearon


procesamientos numéricos, por cuanto, la información recopilada se sistematizó
como lo refirieron los sujetos que decidieron ser parte de la investigación, en
correspondencia con las variables exploradas. El alcance fue de tipo exploratorio
pues es un estudio novedoso, que ayudó a la familiarización con fenómenos
inusuales, que permitirán postular bases para futuras investigaciones y sin
precedentes en la Facultad de Psicología; según las investigaciones cualitativas se
empleó un tipo de diseño fenomenológico.
Categorías y subcategorías
La categoría a investigar fue la inteligencia emocional, según Goleman (2008) son
un conjunto de habilidades, entre las que destacan: autocontrol, entusiasmo,
perseverancia y capacidad para motivarse a uno mismo. “De ahí la importancia de la
inteligencia emocional, porque constituye el vínculo entre los sentimientos, el
carácter y los impulsos morales” (p. 28).
Dentro de esta categoría, se exploraron las siguientes subcategorías:
a. Emociones: Bisquerra, 2000 (como se citó en Bisquerra, 2009) concluye que:
“una emoción es un estado complejo del organismo caracterizado por una excitación
o perturbación que predispone a la acción” (p. 20).
b. Conceptos de inteligencia emocional: en esta categoría se exploraron los
conocimientos que tenían los estudiantes respecto a las teorías y autores de este
constructo.

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c. Modelos, metodología e instrumentos para trabajar la inteligencia emocional:


aquí se exploraron los conocimientos que tenían los estudiantes en relación con los
modelos metodológicos que han existido y existen para trabajar este constructo.
Participantes
Los participantes se seleccionaron entre los 810 estudiantes matriculados en las
tres carreras de la Facultad de Psicología de la Universidad de Cuenca: psicología
clínica, psicología educativa y psicología social, cuyas edades oscilaron entre los 21
y 27 años.
La muestra con la que se trabajó estuvo integrada por 36 participantes o
unidades de análisis. Esta cifra se distribuyó de la siguiente forma: 16 hombres y 20
mujeres de los ciclos profesionalizante y de titulación de las tres carreras; es decir, el
séptimo y octavo ciclo se corresponde con la unidad curricular profesionalizante,
donde ya realizan las prácticas pre-profesionales, existe una familiarización y una
reafirmación vocacional. Y, el noveno y décimo se corresponde con la unidad
curricular de titulación donde comienzan a diseñar y luego desarrollar su trabajo final
de titulación. La caracterización aparece en la Tabla 1 (Anexo 1).
Se empleó el tipo de muestreo no probabilístico por conveniencia, que permitió
seleccionar a los participantes, según criterios preestablecidos por la autora, que
facilitaron la consecución de los objetivos de la investigación. En la tabla 1, se puede
apreciar las características de los participantes:
Como criterios de inclusión se definieron el ser representante estudiantil del curso
según cada carrera (presidente o su representante), estar matriculado en cualquiera
de las tres carreras: Psicología Clínica, Educativa o Social, de la Facultad de
Psicología de la Universidad de Cuenca.
Como criterio de exclusión se tuvo en cuenta a los estudiantes con estado civil
casado, por el cambio de visión ante los eventos vitales y los vínculos que se
establecen con sus parejas; así como los que no dieran su voluntariedad para
participar en la investigación.
Instrumentos
- La técnica grupo de discusión (Anexo 2): “Llamados también “grupos focales” o
“focus group” son un conjunto de personas que tienen características comunes o un
perfil compartido que es relevante para recolectar los datos que nos interesan”
(Katayama, 2014, p. 84). Esta técnica cualitativa permitió explorar las percepciones

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de los estudiantes de las carreras de Psicología respecto al conocimiento que tenían


de la teoría y la metodología existente para trabajar el constructo inteligencia
emocional. Estos grupos se formaron por presidente o representante del curso,
además de un hombre y una mujer seleccionados aleatoriamente.
- También se empleó la técnica de la entrevista semiestructurada (Anexo 3), para
saturar la información que quedó pendiente una vez realizados los grupos de
discusión. Considerando que: “La entrevista cualitativa exige precisamente la libre
manifestación por los sujetos entrevistados de sus intereses informativos (recuerdo
espontáneo), creencias, (expectativas) y deseos (motivaciones conscientes e
inconscientes)” (Balcázar, et al., 2013, p. 60), en consonancia con lo que estos
investigadores refieren, para este estudio se necesita además, conocer si en las
materias que recibieron los estudiantes en las carreras de psicología educativa,
clínica y social, recibieron contenidos referentes a la inteligencia o educación
emocional, en busca de los puntos de saturación, como señal que la recogida de
datos fue completa y que ya no ofrecían nueva información. Teniendo en cuenta la
opinión de Balcázar, et al. (2013), las entrevistas pueden ser estructuradas o
cerradas, a profundidad o abiertas y las semiestructuradas o semiabiertas, estas
últimas son las que interesan en esta investigación, pues le permiten a la autora
cierto grado de flexibilidad auxiliada por una guía de preguntas, respecto al tema de
investigación buscando esta saturación.
Las dos técnicas antes descritas, fueron revisadas por tres expertos, dos de estos
en investigación cualitativa y uno en educación emocional. Primeramente, se les
explicó el propósito y enfoque del estudio. Luego se les solicitó que hicieran la
revisión de las guías de las dos técnicas sobre la base de los siguientes criterios:
cantidad de preguntas, enfoque de las mismas, si eran pertinentes, comprensibles,
útiles y necesarias para el objetivo de la investigación.
Tipo de análisis de la información
Como procedimiento de la información en primera instancia se solicitó
formalmente al Decano de la Facultad de Psicología, por medio de un oficio, la
autorización respectiva para la aplicación de este estudio y para poder trabajar con
los estudiantes previstos. Se estableció un primer y único contacto con los
participantes, donde se les dio a conocer e hizo firmar el consentimiento informado;

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seguidamente se explicó el objetivo del trabajo y, se procedió con la aplicación del


instrumento grupo de discusión.
En consonancia con Katayama (2014) la “Composición interna: Idealmente en
cada grupo de discusión deben estar representadas las diferentes variables
socioestructurales” (p. 85). Por tal razón, se conformaron 12 grupos de discusión,
con tres integrantes cada uno -tres por ciclo de cada carrera- un representante
estudiantil y los otros dos: una mujer y un hombre seleccionados aleatoriamente,
representando a cada uno de los ciclos (de séptimos a décimos).
La duración de la aplicación del instrumento se realizó entre 45 y 60 minutos por
cada grupo de discusión. Se hizo uso de soporte tecnológico que permitió grabar y
filmar las sesiones de trabajo de campo a partir de las técnicas propias de este tipo
de estudio para explorar lo relacionado con la teoría y la metodología de la
inteligencia emocional con la debida autorización de los estudiantes. Ante cualquier
inquietud que se suscitaba durante la aplicación por parte de los participantes de los
ciclos, esta era resuelta por parte de la persona a cargo de la investigación.
Se siguió la metodología que plantea Katayama (2014) donde primero se recopiló
la mayor cantidad de discursos relativos al tema, se efectuó una primera lectura para
tener una imagen general, de ahí, se escribió un memo para tener un registro de las
impresiones y principales temas que se encontraron; se agruparon por temas, se
retroalimentó la clasificación volviendo a revisar las fuentes originales de grabación,
se clasificaron y reagruparon en categorías generales y, en base a lo anterior se
agotó la taxonomía o estructura discursiva subyacente en este objeto de estudio.
Finalizada la aplicación de los grupos de discusión, se procedió a pasar la
información obtenida de los audios y filmaciones a un documento Word. En este
punto, Strauss, 1987 (como se citó en Sánchez y Revuelta, 2005) refiere que:
“Cuando los datos en una investigación se han registrado utilizando medios
audiovisuales, su transcripción es un paso necesario para su interpretación” (p. 370).
A pesar de no tener reglas de trascripción estándar, es necesario transcribir la
cantidad y con la exactitud que requiera la investigación.
Luego, instalado el programa de ATLAS.ti; se pasó la información del documento
Word al programa; Muñoz (2003) refiere que: “ATLAS.ti es una herramienta
informática cuyo objetivo es facilitar el análisis cualitativo de, principalmente,
grandes volúmenes de datos textuales” (p. 2). Antes de trabajar con el ATLAS.ti se

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prepararon los documentos primarios para que puedan ser legibles al programa, se
verificó que fuera la versión final de la información recopilada; luego se salvó el
documento Word con un nombre distinto y se convirtió al formato ASCII, en formato:
solo texto con salto de línea; después de asignarlo a la unidad hermenéutica o
informes que se desearon archivar. Del programa se utilizaron operadores
semánticos, para conformar una estructura jerárquica de relaciones, establecer
relaciones entre los códigos entre la categoría central de este estudio y las
subcategorías, así como las categorías emergentes que surgieron.
Una vez receptada la información bajo los procedimientos descritos, esta fue
procesada, sistematizada en detalle y se evitó la omisión de alguna información
relevante, siguiendo el método interpretativo a través del programa de análisis
cualitativo ATLAS.ti, el cual permitió segmentar datos en unidades de significado,
codificar la información y agruparla según la categoría y subcategorías descritas
anteriormente. Este paso permitió elaborar e integrar conclusiones preliminares del
informe final y los hallazgos obtenidos.
Aspectos éticos
En cumplimiento con los requerimientos éticos según la APA (2016), sexta
edición, para las investigaciones, se contó con el permiso de las autoridades de la
Universidad de Cuenca, en donde se llevaron a cabo los grupos de discusión, se
solicitó a los estudiantes antes de iniciar con la participación en la exploración de la
investigación, su colaboración mediante la lectura y firma del consentimiento
informado (Anexo 4), en donde se detalló que la información obtenida se utilizará
únicamente con fines académicos, respetando la confidencialidad de los datos
proporcionados y resultados obtenidos; los resultados serán socializados con la
institución participante.

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PRESENTACIÓN Y ANÁLISIS DE LOS RESULTADOS

La caracterización de los 36 participantes se detalla en la tabla 1 (Anexo 1). A


partir de la recolección de información obtenida en los grupos de discusión, se
confeccionó una tabla de los códigos que contienen las palabras y contextos claves;
la misma puede ser visualizada en la tabla 2, donde se pueden observar las
categorías y subcategorías fundamentales de este estudio, así como algunas
categorías emergentes.
Tabla 1:
Categorización según contenidos de los grupos de discusión.
Categoría principal Códigos
Emociones EMOC
Categorías emergentes
Identificador de emociones IDEMOC
Estados afectivos EAFEC
Relaciones interpersonales RINTER
Convivencia social CSOCIAL
Categoría principal Códigos
Teorías de la Inteligencia Emocional TIEMOC
Categorías emergentes
Inteligencia emocional INEMOC
Surgimiento teorías inteligencia emocional STIEMOC
Tipos de inteligencia emocional TIEMOC
Habilidades inteligencia emocional HIEMOC
Desarrollo académico inteligencia emocional DAIEMOC
Categoría principal Códigos
Modelos y Metodologías Inteligencia Emocional MYMIEMOC
Categorías emergentes
Conocimiento modelos de inteligencia emocional CMIEMOC
Conocimiento metodología inteligencia emocional CMTIEMOC
Modelos eficaces MEIEMOC
Percepción modelos y metodologías inteligencia
PMMTIEMOC
emocional
Percepción trabajo inteligencia emocional PTIEMOC
Nota: Los códigos hacen referencia a la categoría principal y a las categorías emergentes obtenidas
de la aplicación del instrumento grupo de discusión. Fuente. Elaboración personal: Villazhiñay, 2019.

Como punto de partida de la tabla 2, que comprende las categorías,


subcategorías y categorías emergentes, se seleccionaron los aspectos más
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relevantes obtenidos en los grupos de discusión según la temática abordada, las


cuales se describen a continuación.
Categoría emociones (EMOC)
Los estudiantes afirman que las emociones se pueden identificar a través de las
expresiones faciales, lenguaje corporal, la risa, gesticulaciones.
Creo que se pueden identificar tanto verbal como no verbalmente (E2).
Por las expresiones faciales, es una de las principales formas de identificar las
emociones debido a que las personas siempre miran el rostro de las demás
personas y eso nos permiten identificar porque emoción está travesando esa
persona (E30).
Al respecto, Mora (como se citó en Bisquerra et al., 2012), señala que las
emociones nos mueven o empujan a conseguir o evitar lo que es beneficioso o
dañino para el individuo, son reacciones que ayudan a encontrar la respuesta más
adecuada y útil, sirviendo como lenguaje para comunicarse unos individuos con
otros; las emociones sirven además para almacenar y evocar memorias de una
manera más efectiva, jugando un papel importante en el proceso de razonamiento y
toma de decisiones conscientes de la persona. En fin: “Las emociones se generan
como respuestas a un acontecimiento externo o interno” (Bisquerra, 2009, p. 20).
Al preguntar sobre la relación de las emociones sobre los estados afectivos,
reflexionan los estudiantes entrevistados que, las demostraciones de los
sentimientos, a través de la afectividad reflejan los estados afectivos. Con ello,
Extremera y Fernández-Berrocal (2004), sostienen que las emociones generarán
diversos tipos de estados afectivos en el ser humano, que serán los encargados de
originar diversos estilos de razonamiento en el sujeto.
Porque básicamente están ligadas, de cierta manera tiene una correlación directa
y una persona según como éste afectivamente también es una muestra es
emocional, porque el espectro emocional está bastante ligado (E12).
Claro, las emociones son como pedazos de la vida afectiva, son el proceso por el
cual vivimos o experimentamos nuestra vida afectiva, tanto interna como
externamente, nuestras emociones son nuestras respuestas a estímulos afectivos
(E28).
Es que también podrían estar condicionados estos estados de ánimo, por
ejemplo, en un curso si te reconoce el profesor yo me puedo sentir feliz, pero para

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otra persona no me reconoce o si no me pide mi opinión, eso puede ser para mí, mi
felicidad, entonces creo que también está condicionado por los ambientes (E34).
Se indagó sobre la influencia de la emoción en las relaciones interpersonales,
destacando que el pensamiento de los estudiantes entrevistados, se orienta en la
articulación del sentimiento de una persona para desenvolverse con los demás.
Precisamente creo que también está conectado con la comunicación no verbal y
es una forma también de expresar lo que estamos sintiendo o pensando en ese
momento (E8).
Porque están interrelacionadas en estados afectivos entendiendo que son en
estados de ánimos, no sé está complicado (E36).
Con estos antecedentes, según Bisquerra (2009) se considera que los estados de
ánimo son más vagos e imprecisos que las emociones, estos no tienen una
motivación clara, no necesariamente existe un objeto que la provoque, estos son de
menos intensidad y de más duración que las emociones; siendo que los estados de
ánimo pueden ser calificados como un factor determinante en las relaciones
interpersonales, ya que estos pueden ser difusos o globales.
Por otro lado, se preguntó sobre la convivencia social y las emociones, frente a
ello, los estudiantes entrevistados afirman en su mayoría que, todas son
importantes, pero se enfatiza que la comunicación, la alegría, la tristeza, la ira, son
elementos relevantes al momento que una persona tenga una adecuada convivencia
social.
La red semántica estructurada (Anexo 5, figura 1), con base a la información
proporcionada por los estudiantes en los grupos de discusión, muestra una
asociación con categorías emergentes como, las características que muestran las
personas para mostrar las emociones, las cuales pueden influir intrínsecamente con
los estados afectivos, no obstante, las emociones pueden afectar positiva o
negativamente con las relaciones interpersonales y con ello, la asociación con los
demás y su convivencia.
Categoría teorías de inteligencia emocional (TIEMOC)
Los estudiantes entrevistados entienden que, la inteligencia emocional es
reconocer las propias emociones y tener la voluntad de regularlas y con ello,
establecer una adecuada relación con los demás; reflexionando que es el abordaje
asertivo y adaptativo que asocia las emociones de las personas. Así pues, Páez y

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Castaño (2015) señalan que, la inteligencia emocional no es solamente tomar


conciencia de las emociones que se generan en el ser humano, sino también, tomar
en cuenta que estas tienen una marcada influencia en los pensamientos y en la
manera en la que se produce el procesamiento de la información que ha sido
aprendida por el individuo, tal es el caso de que: “Los alumnos emocionalmente
inteligentes, presentan mayor autoestima, ajuste, bienestar y satisfacción emocional
e interpersonal, calidad de redes interacciónales, apoyo social y menor disposición
para presentar comportamientos disruptivos, agresivos o violentos” (p. 270). Así
mismo, presentan menor grado de ansiedad y depresión, incrementando su
rendimiento escolar al afrontar adecuadamente situaciones de estrés académico.
Es la capacidad de poder relacionarse con otra persona, pero ya no solo en forma
de conversar sino ya tratar de entenderle como dice emocional, entendiendo sus
emociones, sus sentimientos, algo así (E23).
Es la capacidad que uno tiene para ser asertivo en la vida, incluso para poder
diferenciar, lo veo como asertividad; expresar las emociones adecuadas en el
momento correcto, eso (E35).
Con respecto al surgimiento de las teorías de inteligencia emocional, los
estudiantes entrevistados en gran parte desconocen su nacimiento, sin embargo,
relacionan a Goleman, Gardner, Salovey y Meyer.
Fue por medio de Goleman, si no estoy mal, surgió a partir de las inteligencias
tradicionales, aunque ya empezaron a quedar en el pasado, entonces comenzaron a
surgir tanto las inteligencias de Gardner, como las de Goleman, tratando de que se
innove este término (E22).
Sé de Goleman que es un autor que empezó estudiar de esto, pero no era el
principal sólo sacó ese libro (E5).
Para los estudiantes entrevistados, las teorías de inteligencia emocional, se
relacionan con la emoción, ya que la asocian por los autores que las postularon, por
ejemplo, Salovey, Mayer y Goleman. No profundizan en las características que
vinculan a los tipos de teorías, es decir, las respuestas son genéricas.
Yo solo la que planteo Goleman, que es en base a esto de la educación; de que
se debería desarrollar inteligencia emocional a más de inteligencia cognitiva (E21).
Yo no me acuerdo de nada (E26).
Solo la de Goleman, es la básica que estudiamos (E3).

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Couto (2012) refiere que la teoría de la inteligencia emocional de Mayer, Salovey


y Caruso se basa en tres ideas principales: la inteligencia que es la capacidad para
llevar a cabo el razonamiento abstracto; las emociones que son señales para
discernir los significados en las relaciones sociales; y algunas emociones que son
transculturalmente universales.
Al investigar sobre las habilidades de la inteligencia emocional, en un número
considerable los estudiantes entrevistados, respondieron la empatía, la
identificación, la asertividad, y una particular de controlar las emociones propias.
En mi opinión la principal es la empatía y la otra sería la introyección o
introspección (E14).
Creo que una de las principales es la empatía, saber empatizar con las otras
personas (E25).
Así mismo, con respecto a la influencia de las emociones en el desarrollo
académico, la mayoría coincide que incide al momento de establecer
adecuadamente el aprendizaje; es en donde se debe hacer frente a manejar
acertadamente los sentimientos y canalizarlos para superar adversidades, es decir,
el autocontrol.
Yo creo que es muy importante, porque muchas veces aquí en la universidad,
sobre todo en esta época de exámenes existe frustración, estrés, preocupación, irá,
tristeza, rabia, algunas veces euforia, incluso a veces depresión (E10).
De varias formas, primero sería conocerse a uno mismo, entonces si te conoces
bien y conoces cuáles son tus emociones, vas a saber manejarlas en situaciones de
frustración (E6).
Yo pienso también que la inteligencia emocional en el ámbito académico si influye
porque también nos relacionamos (E26).
En la red semántica (Anexo 5, figura 2), resultante del análisis de la categoría de
las teorías de la inteligencia emocional se observa poca fundamentación conceptual
y teórica, básicamente se la relaciona con autores que han postulado teorías
generales, orientando de esta manera la percepción que tienen los estudiantes
entrevistados con relación a los tipos de inteligencia emocional existentes. Las
habilidades que aportan la inteligencia emocional, son causa de estudios
relacionados y evolución de las teorías que se postularon en el siglo pasado.

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Al centrar la categoría teórica de la inteligencia emocional, se evidencia que los


estudiantes la asocian con su definición y el surgimiento de la misma. Las
habilidades, a decir de los estudiantes entrevistados, son la causa de las teorías y su
evolución a través del tiempo, así como, su influencia en el desarrollo académico,
destacando que, se debe abordar las emociones desde la niñez, para aportar de
mejor manera en su desarrollo. Además, la red semántica identifica una vinculación
con los modelos y metodologías de inteligencia emocional.
Categoría modelos y metodologías de inteligencia emocional (MYMIEMOC)
Con relación al conocimiento sobre la inteligencia emocional y la aplicación de
modelos, los estudiantes entrevistados no hicieron énfasis en estos constructos, ya
que hubo cierto grado de desconocimiento, relacionándolos incluso con intervención
sobre dificultades. Las respuestas fueron negativas, sin discriminación de los
participantes de los grupos de discusión, es decir, de los estudiantes de Psicología
Clínica, Educativa y Social.
No (E16).
Ninguna (E15).
Este estudio mismo que hizo (no me acuerdo el autor, parece que es) el clasifica
las emociones (E20).
Siguiendo la misma línea investigativa, se preguntó sobre el conocimiento de
metodologías de inteligencia emocional, observando en los estudiantes una
asociación con la dinámica de la tortuga, con los test de inteligencia múltiple que
hacen relación con lo postulado por Gardner. Adicional, señalaron el psicoanálisis
cognitivo conductual como técnicas de inteligencia emocional.
Los modelos se han clasificado en modelos de habilidades y modelos mixtos; los
modelos de habilidades, según Trujillo y Rivas (2005), se centran exclusivamente en
el contexto emocional de la información y el estudio de las capacidades relacionadas
con dicho procesamiento, como los más sobresalientes están los Modelos de
Salovey y Mayer y; el Modelo de Extremera y Fernández-Berrocal o TMMS-24. Por
su parte, el modelo mixto, es una visión muy amplia que concibe la inteligencia
emocional como un compendio de rasgos estables de personalidad, competencias
socio-emocionales, aspectos motivacionales y diversas habilidades cognitivas,
según Extremera, Fernández-Berrocal, Mestre y Guil, 2004 (como se citó en Soler et

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al., 2016); dentro de este tipo de modelo, los más relevantes son el modelo de
Goleman y el modelo de Bar-On.
Puede ser como un conjunto de varias técnicas de todo lo que conocemos, por
ejemplo, los que estamos en psicología utilizar como que todas las sistémicas,
psicoanálisis, cognitivo conductual (E11).
Test de inteligencias múltiples, en las cuales integra la inteligencia emocional,
entonces trata de medir como el individuo se desarrolla en su contexto y cuál es el
autoconocimiento que tiene de sus propias emociones (E1).
Yo aplique un test de Gardner, pero es uno bajado de internet, pero no sé si es
que sea válido, pero hay un test de Gardner el de inteligencias múltiples (E31).
Adicional, al identificar los modelos y metodología de inteligencia emocional, se
preguntó sobre su eficacia, algunos de los estudiantes no conocían y poco aportaron
sobre su experiencia en la fortaleza de los modelos, no obstante, hubo reflexiones
que separan los ejes temáticos abordados por cada una de las áreas de la
psicología como la clínica, social y educativa.
La emoción es clínica, creo que manejan mucho más los clínicos, nosotros no
tenemos mucho o no es nuestro fuerte, se podría decir (E7).
Bueno, yo considero que son eficaces, pero no en el ámbito en el que nosotros
nos desenvolvemos como psicólogos sociales (E4).
Al consultar sobre la necesidad de conocer los diferentes modelos y metodologías
de inteligencia emocional, la mayoría de estudiantes entrevistados creen que su
importancia radica en la ayuda que le brindará al profesional al ejercer su profesión,
pues desde los puntos de vista personal, educativo y social, tiene relevancia abordar
la inteligencia emocional y su forma de abordarla desde lo interno hacia lo externo.
Como seres humanos necesitamos saber cómo reconocer y controlar nuestras
emociones, porque vivimos en un entorno en donde no podemos actuar por
impulsividad, sino debemos saber controlar lo que hacemos y los que decimos
(E17).
Es importante porque igual culturalmente, históricamente la noción de inteligencia
se ha ido siempre a la parte racional, a la parte matemática, a la lógica a la parte de
esta educación tradicional (E13).
Se indagó sobre la forma de trabajar en la inteligencia emocional, a lo cual, los
estudiantes entrevistados, en su mayoría indicaron que se debería fortalecer el

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trabajo con los niños, con profesionales capacitados en la temática que ayuden a
controlar sus emociones cuando las personas lo necesiten. Actualmente, la
inteligencia emocional como eje vanguardista desde la perspectiva de crecimiento
personal, aporta tanto al área empresarial, como a la convivencia social, pero se
considera absolutamente necesaria su aplicación en el ámbito educativo.
Creo que se debe trabajar desde uno mismo y creo que hay que transformar esa
idea (E27).
Dependería de la etapa de desarrollo en la que se quiera trabajar; es diferente
trabajar con niños en las que el principal trabajo seria esta psicoeducación primero
igualmente los padres un entrenamiento en habilidades o modelos de crianza y con
adultos sería una intervención un poco más clínica un poco más dedicada a evaluar
y a desvendar creencias que estén sesgando dichas emociones (E29).
La estructura de la red semántica integral (Anexo 5, figura 3), muestra las
categorías analizadas en el presente estudio; la lógica establecida, muestra que un
gran número de estudiantes conoce la forma de identificar las emociones, pero, al
profundizar el tema en la asociación en otros ejes como la convivencia social y
relaciones interpersonales, un número de estudiantes considerable no sabía sobre la
temática.
La percepción general sobre la categoría IDEMOC, muestra 85 interacciones con
la asociación de siete subcategorías, las teorías de inteligencia emocional (TIEMOC)
indican 32 criterios sobre la temática, vinculando seis subcategorías; mientras que la
última categoría general (MYMIEMOC) muestra la más baja interacción, seis criterios
y dos vinculaciones. Es decir, la mayor concentración de conocimientos se muestra
en la identificación de las emociones, estados afectivos, relaciones interpersonales y
convivencia social, siendo, los criterios menos distinguidos los aportados en el
conocimiento de modelos y metodologías de inteligencia emocional.
De igual manera, la red semántica integral (Anexo 5, figura 4), muestra las
interacciones de los estudiantes entrevistados, cuando se generó duda o
desconocimiento de la temática, evidenciando su prevalencia en el conocimiento del
surgimiento de las teorías de inteligencia emocional, así como de los modelos que
se emplean. Adicional, se nota 16 interacciones respecto al poco conocimiento de
las metodologías aplicadas en la inteligencia emocional, el resto de categorías

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muestran un bajo nivel de interacciones, es decir, pocos estudiantes, dudaron o no


respondieron a las preguntas establecidas en el cuestionario del grupo de discusión.
La otra técnica de la investigación cualitativa aplicada fue la entrevista
semiestructurada, en la que participaron los tres presidentes de grupos de las tres
carreras del 10mo ciclo (Clínica, educativa y social según la malla anterior, por eso
no se contempla la carrera de psicología del rediseño actual), de estos fueron el E28
(hombre), la E32 (mujer) y el E36 (hombre); con estos informantes se tocaron puntos
para saturar la información que no se obtuvo en los grupos de discusión, como única
intención, como ya se explicó en el proceso metodológico fue explorar si existían
contenidos relacionados con el constructo inteligencia emocional, a lo que los tres
participantes contestaron negativamente, por lo que no se consideró pertinente
realizar otro procedimiento para esta información.

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CONCLUSIONES

Fundamentados en los objetivos que fueron planteados en este trabajo de


investigación y, asentados en los resultados generales, los estudiantes de las
carreras de Psicología de la Universidad de Cuenca, respecto a las concepciones
teóricas y metodológicas que responden al constructo inteligencia emocional, dejan
ver que la percepción en la identificación de las emociones es alta, la mayoría
relaciona aspectos de gesticulación, formas verbales y no verbales que describen a
la persona como se siente hacia sí mismo y el entorno.
Si por una parte, se identificó un número considerable de estudiantes que
relacionan las emociones con los estados afectivos, las relaciones interpersonales y
la convivencia social como un eje articulador que evidencia el adecuado
comportamiento de las personas frente a determinadas emociones, por otra parte,
existieron estudiantes que no respondieron algunas de las inquietudes planteadas, lo
que dejo en evidencia el desconocimiento en algunos grupos participantes; a decir
de ellos mismos, básicamente por la formación y especialización en cada una de las
carreras de Psicología en las que se forman.
Es necesario mencionar que, los estudiantes participantes tienen conocimientos
vagos de las teorías de la inteligencia emocional, dentro de este conocimiento,
tienen mayor noción de la teoría expuesta por Daniel Goleman.
En cuanto al análisis de los modelos y metodologías de la inteligencia emocional,
los estudiantes participantes, mostraron el más bajo de los conocimientos sobre este
eje, todavía más, en la valoración de la eficacia de los mismos. La percepción de los
estudiantes, va desde un contexto macro, en donde su aplicación se relaciona con
una importancia implícita que, contribuiría al profesional a tratar a las personas que
necesiten reconocer sus emociones, más aún, si estas afectan su entorno y
convivencia con la sociedad.
Los tres presidentes de grupos de las tres carreras del 10mo ciclo (Clínica,
educativa y social), en la entrevista semiestructurada, al buscar puntos de saturación
de la información que no se obtuvo en los grupos de discusión, contestaron
negativamente a la existencia de contenidos relacionados con el constructo
inteligencia emocional.

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RECOMENDACIONES

Si bien, la experiencia conseguida en el trascurso de esta investigación no basta


para dejar bases suficientes para futuros trabajos, si puede ser considerada el punto
de partida para que hallen la motivación necesaria y puedan fortalecer futuros
trabajos de investigación, considerando otras categorías y variables de estudio, e
incluso ya no enfocarse en un análisis cualitativo, sino partir de un análisis
cuantitativo, mismo que podría acercar de una manera más objetiva a la percepción
de los estudiantes con respecto a la Inteligencia Emocional.
También es oportuno, poner a consideración de la entidad universitaria el impartir
seminarios, congresos o jornadas en las que se preste valor al constructo
Inteligencia Emocional, como lo han venido haciendo hasta ahora; pero
encaminados a fortalecer el conocimiento que se ha adquirido de los mismos, por
medio de talleres en los que se vincule la teoría con la práctica, que podrían ayudar
a reconocer en uno mismo y en los demás las emociones y sobre todo a manejarlas
de manera asertiva; quizá esto, contribuiría a criterio ambicioso de la autora de esta
investigación, a mejorar el contexto de nuestra sociedad, lo que ayudaría a nivel
individual, educativo, social y por consecuencia a nivel profesional una vez que se
hayan terminado de formar los mismos, dentro de las aulas universitarias.
Finalmente, se anima a considerar los resultados de la presente investigación
realizados con los estudiantes de la Facultad de Psicología, para partir desde una
base que ayude a orientar el fortalecimiento en cuanto a los conocimientos de este
constructo; indistintamente del área de especialización que sigan los estudiantes.

Ana Lucía Villazhiñay Matute


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Ana Lucía Villazhiñay Matute


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ANEXOS

ANEXO 1
Tabla 2:
Características de los participantes
Carrera
# Ciclo Código Sexo Edad
C E S
1 7mo E1 H 23 x
2 7mo E2 M 22 x
3 7mo E3 H 23 x
4 7mo E4 M 23 x
5 7mo E5 M 24 x
6 7mo E6 H 21 x
7 7mo E7 M 21 x
8 7mo E8 H 22 x
9 7mo E9 H 24 x
10 8vo E10 H 21 x
11 8vo E11 M 21 x
12 8vo E12 M 21 x
13 8vo E13 M 22 x
14 8vo E14 H 24 x
15 8vo E15 H 21 x
16 8vo E16 M 21 x
17 8vo E17 M 22 x
18 8vo E18 H 24 x
19 9no E19 M 22 x
20 9no E20 H 23 x
21 9no E21 M 22 x
22 9no E22 M 23 x
23 9no E23 M 27 x
24 9no E24 H 22 x
25 9no E25 M 22 x

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26 9no E26 M 23 x
27 9no E27 H 25 x
28 10mo E28* H 22 x
29 10mo E29 M 23 x
30 10mo E30 H 22 x
31 10mo E31 H 25 x
32 10mo E32* M 24 x
33 10mo E33 M 22 x
34 10mo E34 M 24 x
35 10mo E35 M 26 x
36 10mo E36* H 23 x
Nota: En, hace referencia al código que se le ha asignado a cada participante, según el ciclo al que
pertenezca. C, E, S: hacen referencia a las carreras de Psicología Clínica, Educativa y Social.
Fuente. Elaboración personal: Villazhiñay, 2019, en base a la aplicación de la técnica de los grupos
de discusión. El asterisco destaca a los tres presidentes de los grupos de 10mo ciclo

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ANEXO 2: GUÍA PARA GRUPOS DE DISCUSIÓN

Consigna: soy estudiante de la carrera de Psicología Educativa, estoy realizando


una investigación titulada: Percepciones de estudiantes de Psicología respecto a
la teoría y metodología de la inteligencia emocional, siendo este el trabajo final
de titulación.
A continuación, les formularé una serie de preguntas con respecto a la inteligencia
emocional y su percepción del constructo, por favor respondan de forma honesta;
voy a grabar y filmar la conversación. Agradezco por su gentil colaboración.
Categorías y preguntas a investigar
I. Teoría de la inteligencia emocional.
1. ¿Cómo ustedes identifican las emociones tanto las propias como en los
demás?
2. ¿Cuándo están emocionados/as se afectan también sus estados afectivos;
por qué creen que ocurre esto?
3. ¿Las relaciones interpersonales pueden verse afectadas por las emociones?
4. ¿Qué emociones consideran son vitales gestionar adecuadamente para la
convivencia social?
5. ¿Qué es para ustedes la inteligencia emocional?
6. ¿Qué reflexión les amerita cuando se dice que la inteligencia emocional es
un antídoto contra la violencia?
7. ¿Conocen cómo y a partir de quién surgieron las teorías de la inteligencia
emocional?
8. ¿Qué representantes de las teorías de inteligencia emocional usted conoce?
9. ¿Qué habilidades se presentan en la inteligencia emocional?
10. ¿Consideras que la inteligencia emocional ayudaría en el desarrollo
académico?
II. Modelos y metodología de la inteligencia emocional.
1. ¿Qué modelos de inteligencia emocional conocen?
2. ¿Saben cuáles son sus representantes?
3. ¿Qué metodología para trabajar la IE conoce (técnicas, instrumentos,
métodos, pruebas, test)?
4. ¿Cree que los modelos o instrumentos que se emplean son eficaces?
5. ¿Por qué considera necesario conocer modelos y metodologías de la
inteligencia emocional?
6. ¿Dirigida a qué sujetos y cómo cree que se podría concebir una estrategia de
intervención o acciones concretas para trabajar la inteligencia emocional?

Ana Lucía Villazhiñay Matute


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ANEXO 3: GUÍA PARA ENTREVISTA SEMIESTRUCTURADA

Consigna: soy estudiante de la carrera de psicología educativa, como ya sabes


por haber participado en los grupos de discusión, estoy realizando una investigación
titulada: Percepciones de estudiantes de Psicología respecto a la teoría y
metodología de la inteligencia emocional, siendo este el trabajo final de titulación. A
continuación, te formularé dos preguntas para saturar la información con respecto a
la inteligencia emocional desde tu experiencia como estudiante del 10mo ciclo, ya
que has cursado todos los años de formación. Por favor responde de forma honesta;
con tu consentimiento voy a grabar la conversación. Agradezco por su gentil
colaboración.
Categorías y preguntas a investigar
I. Teoría de la inteligencia emocional.
1. Durante los diez ciclos que ya has transitado por esta carrera, ¿Existe alguna
materia que aborde los temas inteligencia emocional o educación emocional?
II. Modelos y metodología de la inteligencia emocional.
1. Durante los diez ciclos, ¿Existe alguna materia que aborde los modelos y los
instrumentos de inteligencia emocional que responden metodológicamente a
éstos?

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ANEXO 4: CONSENTIMIENTO INFORMADO

Título de la investigación: Percepciones de estudiantes de Psicología respecto a la


teoría y metodología de la inteligencia emocional.
Investigadora responsable: Ana Lucía Villazhiñay Matute
Email(s): ana.villazhinaym@ucuenca.edu.ec

Entiendo que la presente información pretende informarme respecto a mis


derechos como participante en este estudio y sobre las condiciones en que se
realizará, para que el hecho de decidir formar parte de éste, se base en conocer de
manera clara el proceso y que me permita tomar dicha decisión con libertad.
En este momento he sido informado del objetivo general de la investigación que es:
Identificar la percepción de los estudiantes de las carreras de Psicología de la
Universidad de Cuenca respecto a concepciones teóricas y metodológicas que
respondan al constructo inteligencia emocional, de forma que no causarán daños
físicos ni psicológicos. Además, que tengo derecho a conocer todo lo relacionado
con la investigación que implique mi participación, cuyo proceso ha sido avalado y
aprobado por profesionales competentes de la institución a la que pertenecen.
Entiendo que mi identificación en este estudio será de carácter anónimo, con
absoluta confidencialidad en práctica de la ética profesional y que los datos
recabados en ninguna forma podrían ser relacionados con mi persona, en tal sentido
estoy en conocimiento de que el presente documento se almacenará por la persona
responsable por el tiempo que se requiera.
He sido informado(a) de que mi participación en este estudio es completamente
voluntaria y que consiste en responder un proceder metodológico cualitativo, ya sea
de forma individual o junto a un grupo de personas, acordado conjuntamente, con
vistas a proteger mi identidad, expresiones y mi comodidad, de modo que puedo
decidir, en cualquier momento si así fuera, no contestar las preguntas si me siento
incómodo(a) desde cualquier punto de vista. Esta libertad de participar o de
retirarme, no involucra ningún tipo de sanción, ni tener que dar explicación y, que
una eventual no participación o retiro no tendrá repercusión en alguna área de mi
vida u otro contexto.
Además, entiendo que no percibiré beneficio económico por mi participación, será
una participación que aportará, potencialmente, a aumentar el conocimiento
científico de la institución.
Al firmar este documento, autorizo a que la investigadora autora de este estudio,
así como auditores del mismo tendrá acceso a la información. Consiento, además,
que se realicen registros en otros tipos de soporte audiovisual, antes, durante y
después de la intervención, para facilitar el avance del conocimiento científico, si
fuera necesario. La información que se derive de este estudio podrá ser utilizada en
publicaciones, presentaciones en eventos científicos y en futuras investigaciones, en
todos los casos será resguardada la identidad de los participantes.

Firma y fecha del participante: __________________________________________


No. De cédula: ______________________________________________________
Firma y fecha de la investigadora: _______________________________________
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ANEXO 5: FIGURAS

Figura 1: Red semántica Emociones.

Fuente. Elaboración personal: Villazhiñay, 2019

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Figura 2: Red semántica Teorías Inteligencia Emocional.

Fuente. Elaboración personal: Villazhiñay, 2019.

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Figura 3: Red Semántica Modelos y Metodologías Inteligencia Emocional.

Fuente. Elaboración personal: Villazhiñay, 2019.

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Figura 4: Red Integral Inteligencia Emocional.

Fuente. Elaboración personal: Villazhiñay, 2019

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