8418-Texto Del Artículo-8325-1-10-20220720
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Las recomendaciones generales actuales en las pacientes con mutaciones en la línea germinal
en genes BRCA1 y 2 son comenzar el cribado con resonancia magnética (RM) de mama anual
a partir de los 25 años, junto con mamografía (Mx) anual a partir de los 30 años.
No obstante, la radiación que supone la Mx en pacientes más susceptibles, y la menor
sensibilidad frente a la RM en la detección de cáncer, está abriendo el debate sobre la
reconsideración de nuevos protocolos de cribado. Junto a ello, las diferencias en la
presentación e histología de los tumores en BCRA1 y BCRA2 también abre un debate en
cuanto a desarrollo distinto de las estrategias de prevención para cada subgrupo.
Cada vez son más los estudios que plantean un seguimiento por imagen con RM como única
prueba. El objetivo de esta revisión es conocer los últimos estudios acerca de la RM como
cribado en esta población y conocer si existe suficiente evidencia actual para reformular las
recomendaciones de las principales sociedades.
Revisión del tema
Entre las mujeres, el cáncer de mama es el más diagnosticado y la principal causa de muerte
por cáncer, con una cifra de alrededor de 570.000 muertes por año 1
Los factores de riesgo sólo explican menos de la mitad de los casos, y además en muchos de
ellos son factores de riesgo no modificables. Por ello la prevención primaria no consigue
obtener una reducción significativa en la incidencia.
No obstante las estrategias de prevención secundaria que consisten en los programas de
cribado sí han demostrado reducir las tasas de mortalidad . En concreto, en el Sistema
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Nacional de Salud de España se realiza un programa de cribado a todas las mujeres con
edades entre 50 y 69 años de edad (a excepción de algunas comunidades autónomas en las
que la edad de inicio es a los 45 años) a través de una mamografía cada 2 años .
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Pero hemos de saber que no todos los factores de riesgo tienen el mismo efecto sobre el
desarrollo de cáncer de mama. De esta forma se han establecido tres categorías a modo de
clasificación de las pacientes según el porcentaje de riesgo estimado de padecer cáncer de
mama a lo largo de la vida (tabla 1).
El riesgo bajo hace referencia al riesgo que presenta la población general, en las que se aplica
la estrategia de cribado que hemos comentado. Existen casos de mujeres que presentan
factores asociados que incrementan este porcentaje de riesgo basal, a las que llamamos
“riesgo elevado”. En ellas a su vez distinguimos la categoría “riesgo intermedio” y “riesgo
alto” . Debido a estas diferencias con la poblacional normal, las estrategias de prevención han
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de ser diferentes a la población normal. No obstante definir cuáles son las pacientes de cada
grupo y qué herramientas diagnósticas son las más adecuadas para realizar la prevención
secundaria conlleva una importante controversia en los profesionales especialistas en cáncer
de mama.
¿Cómo saber a que grupo pertenece cada paciente?
Las pacientes de alto riesgo son aquellas que presentan mutaciones genéticas, siendo las
BCRA1 y BCRA2 las más conocidas. La American College of Radiology (ACR), la European
Society of Breast Cancer Specialists (EUSOMA) la European Society of Breast Imaging
(EUSOBI) y la American Cancer Society (ACS) incluyeron en esta categoría otras mutaciones
menos conocidas (PTEN, TP53, STK11, PALP2, ATM…). También incluyeron como pacientes
con alto riesgo definido por modelos matemáticos estadísticos (Gail MH, Claus EB, BRCApro,
Cuzyck, BOADICEA) y aquellas con exposición a radiación torácica a edad inferior a los 30
años. Además en 2018 la ACR añadió a las pacientes con historia persona de cáncer de mama
que presentan mama densa y a las pacientes con diagnóstico de cáncer de mama antes de los
50 años. (Tabla 2)
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Mutaciones BCRA 1 y 2
Riesgo alto por historia familiar en Test BRCApro, Boadicea, Gail MH, Claus EB, Cuzyck1
obtuvo que el número e cánceres de mama detectados en las pacientes de alto riesgo fue de
un 36% sólo con mamografía y de 93% empleando mamografía y resonancia magnética.
Además añadir ecografía en la revisión anual con mamografía y resonancia no aumenta este
porcentaje de detección.
Además esta detección mayor de cáncer de mama tiene impacto en la supervivencia. Garet et
17 al obtuvieron una supervivencia estimada a los 10 años mayor en las pacientes de alto
pacientes, incluyendo el estudio HIBCRIT, y vieron como el uso de ambas técnicas permitía
una detección de cánceres de menor tamaño y con axila clínicamente negativa a la detección.
Revisión del tema
En primer lugar, aunque hasta hace poco se ha considerado este grupo como único, la forma
diferente de presentación del cáncer entre los dos tipos de mutación BCRA hace que se deba
establecer distintas estrategias de cribado. Algunas de las diferencias entre las dos
mutaciones son :19
- Los tumores BCRA 1 presentan una edad de presentación algo inferior: 58% de cánceres
detectados en menores de 40 años, frente a 50 % detectado en BCRA2.
- Los tumores BCRA 1 son más invasivos, con un tamaño mayor de 2 cm en el momento del
diagnóstico.
- CDIS es más frecuente en BCRA2. un 18% en BCRA 2 frente a un 6.5% en BCRA1.
Estas diferencias van a condicionar por tanto distintas estrategias de cribado dentro de las
pacientes con mutación BCRA.
Revisión del tema
687 mujeres de alto riesgo. En él se obtuvo que tanto la Mx como la ecografía mostraban una
sensibilidad similar, sin un aumento significativo al combinarlas. No obstante, la RM mostró
una sensibilidad mayor, sin aumentar de manera significativa al añadir la Mx o RM. Además
algo más novedoso con respecto a otros estudios fue que la RM mostró mayor sensibilidad
también para la detección de CDIS con respecto a la Mx (6 de 11 CDIS fueron detectados sólo
con MR).
Conclusiones