Miriam Fernanda Tejada Miranda

Laboratorio Interdisciplinar II
Reporte de Lectura

PSICOLOGÍA DEL ARTE

Una investigación que ha recorrido mucho y en la cual permanece dentro de la

ciencia la misma pregunta, sobre el placer y el goce de la vivencia estética. Haciendo
referencia al primer capítulo, considero que todos hemos atravesado por las perspectivas
del arte, en lo personal me he visto atrapada, en su mayoría, por la perspectiva perceptual,
semántica y estética, y por obvias razones ahora por la clínica.

Me he permitido sentir las emociones que una melodía instrumental me provoca, los
pensamientos que un poema me induce o el simple hecho de deleitarme por una paleta de
colores agradables a la vista en una pintura. Todo esto, a través de mi percepción se
convierte en una imagen visual a la que yo le doy un significado, o sea, la percepción de la
identidad. Incluso en aquel arte que no es de mi total agrado, formaría parte de mi
percepción ya que no hay una no-percepción.

De igual forma, podría ver algo en el que no está del todo plasmado pero es posible
por la imagen estructurada que he creado por mí misma a base de la abstracción del mismo,
siguiendo el supuesto de Arheinm con respecto a la percepción.

Me parece interesante como Vigotsky relacionaba la vivencia estética como una

forma de catarsis, lo cual apoyo en el sentido de que, como ya se vio, las emociones tienen
que verse implicadas y el sentir al otro a través de su creación es a través de tal proceso,
pero cuando es de forma contraria, ya hubo un discurso liberador que ayuda al otro a
contagiarse de los sentimientos expresados en la actividad artística.

Asimismo, algo que me llamo mucho la atención y que no me había percatado pese
a su obviedad es de la creatividad de la cual se enriquece el arte, porque un cielo morado de
pronto es maravilloso porque nunca ha sido procesado por la retina. Y como menciona la
lectura y el motivo por el cual hice tal ejemplo; “El placer que provoca una copia agradable
de la naturaleza no es arte.”
De igual forma, me pareció muy interesante como se hace mención de este reflejo
imaginario del autor en la obra, de lo llamado empatía, porque si bien, aunque el
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significante podría ser diferente al original, hay un conocimiento del autor en su propia
obra sea consciente o no (apegándome más al sentido de la proyección de Freud).

Asimismo, se hace énfasis en la importancia del lenguaje la cual entre muchas de

sus definiciones y aportaciones, concuerdo con la idea de que es el reflejo de la mente
como pensamiento, siendo así un producto social que deviene una dualidad individuo-
sociedad.
Del significado a la elaboración del sentido, me parece interesante la forma en que a
través de la cultura de cada persona se le atribuye un significado y en palabras de Roland
Barthes (1977) con su afirmación: “el mayor regalo que puede hacerle un escritor a un
lector, es ayudarlo a llegar a ser un escritor”.
En mi experiencia personal, comparto este pensamiento ya que solía asistir a cafés
literarios en los cuales después de escuchar un poema o un escrito personal de los
participantes, era curioso comentar al respecto y percibir que cada persona de acuerdo a su
actual vivencia, emociones o sentimientos, interpretan de una forma similar o diferente lo
que se expresó. Siguiendo con tal pensamiento, si bien era cierto, nos dábamos espacios
para escribir y estos inspirados en vivencias o en intensidad de lo previamente compartido.
Donde los limites de pronto se ven invisibles y hay una creación de posibles mundos
metafóricos.
La realidad cotidiana que es comparada con los distintos escenarios que nos
muestran las diversas personas y la comparación que hacemos con el propio, se convierte
de pronto en una realidad supraindividual, que parte de un colectivismo pero permite un
análisis más profundo sobre la significación de nuestra propia realidad y escenario. De
igual forma, se habla de una realidad construida y modificable por los diferentes cambios
que se le atribuye y en la búsqueda de un sentido que siempre debe estar presente.
Relaciono un poco el arte con terapia de forma que se debe perseguir una dirección,
se debe fijar un objetivo. En el caso de la terapia, se busca encaminar a la persona hacia el
develamiento de su propia cura a través de intervenciones hechas por nosotros
(profesionales en la salud mental) que provoquen en la persona un cambio significativo
previamente analizado.
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En el arte es necesario primero saber lo que se quiere hacer y fijarse la meta que uno
se propone, lo cual nos coloca en la premisa de que todo tiene una razón y volvemos a la
necesidad de tener un sentido.
Al hablar de lo imaginario, hablamos de este espacio utópico al que los artistas y
algunos que no lo somos, pero tratamos de seguir tal camino, recurrimos (en mi caso, de
vez en cuando) precisamente para navegar en una fluidez de cosas irreales que permiten
una nueva forma de relacionarnos con el mundo.
Esto hace referencia a lo que menciona la lectura sobre lo imaginario en la
condición denominada como “apetito” que tiende a algo que no esta presente, y es lo que
mencionaba sobre este escape donde de pronto las cosas resultan asequibles en el
imaginario.
Se habla de la subjetividad desde una perspectiva estética donde el imaginario es el
principal protagonista siempre y cuando se vea involucrada la estética que de pauta a una
transformación del juicio propio.
Tal es el caso que como mencionaba Kant respecto a la verdad del arte y su
diferencia con el conocimiento, la obra será valorada por el nivel de placer que produzca en
la persona en el acto de la contemplación, así que sosteniendo lo mencionado, resalta el
hecho de acuerdo a Kant, que no hay objetividad o conocimiento cuando está de por medio
el juicio estético que es regido por el placer, y a lo que Epicuro hacía referencia sobre este
mismo juicio, es que el placer es concebido como “animal”, aunque sea resultado de una
idea estética, meramente una sensación corpórea.
Esto lleva a la pequeña conclusión que hablando en términos estéticos, lo que la
persona puede conocer únicamente es un sentimiento que es mediado por el gusto y el
placer y a su vez estimulado por el imaginario.
De pronto este espacio utópico se ve alejado de la realidad, y es preciso aterrizar y
hacer uso del pensamiento para que dentro de la experiencia de lo bello, se pueda emitir un
juicio concreto a partir de una vivencia.
Algo que considero importante destacar es como la definición de belleza en el arte
de pronto es la contraparte de la concepción que se tiene en la sociedad. La belleza no es
definida por el juicio de las personas, sino la actitud que se tiene como resultado, lo cual es
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acompañado de el gusto y el placer. Mientras la estimulación sea fluctuante, ninguna obra

será considerada fuera de la belleza.
La imaginación supera la naturaleza.

La conciencia sólo puede ser definida a partir de ir más allá del fenómeno, de
trascenderlo al constituirse en conciencia de algo. La conciencia no existe por sí misma,
sino aparece justamente a partir de ese algo que ella no es.
En una imagen los objetos materiales no se ven como percepción, puesto que lo que
se percibe son las cosas. Lo que demuestra que la imagen es una conformación determinada
que tiene la conciencia de darse un objeto, o bien, de tener la conciencia de él.
La imagen proporciona una espontaneidad conservada y debido a esto que otorga a
la imagen y a su posibilidad de darse “de una vez por todas”, es que precisamente ¡puede
ser mucho más rica!, porque contiene formas peculiares de relacionarse con el objeto
imaginado traducido en peculiaridades imaginarias originales.
La conciencia imaginaria, es síntesis, luz difusa que la conciencia desprende por sí
misma en su libre juego, porque es espontánea y como tal, puede unirse a la conciencia
perceptiva o reflexiva. La conciencia imaginaria puede ser creadora de “una nada de ser”
(algo que no tiene registro en el plano de la existencia).
En este mismo supuesto de que la imagen sólo es espontaneidad, como menciona
Sartre, que se produce y conserva al objeto en imagen, entonces se puede saber que aquello
que se coloca como imagen en nuestra conciencia, una vez que es representado en la
realidad se transformaría en una mera percepción del objeto previamente imaginado.
La conciencia afectiva, ligada a la de los sentimientos y la imaginación porque al
tratar de alcanzar al objeto en imagen, siempre contiene una cierta perspectiva emotiva.
Siguiendo la misma línea, una vez analizado los conceptos de percepción e imagen
de acuerdo a Sartre, éste parte de dos principios que son:
a) Toda percepción está acompañada de una reacción afectiva
b) todo sentimiento es sentimiento de alguna cosa, puede decirse que el ve su
objeto de una determinada manera y proyecta en él una cierta cualidad.
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Algo que me llamo mucho la atención, fue esta definición de deseo, donde se coloca
un proceso previo por el cual está la percepción, la creación de la imagen en la conciencia
para después continuar con esta percepción afectiva que se manifiesta en un deseo,
traducido como la posesión de la imagen o al menos el intento por lograrlo, lo que alimenta
tal apetito.
Con respecto al juicio reflexionante me parece interesante la advertencia de Eugenio
Trías sobre lo bueno que es dudar sobre lo que nos produce placer. Como inspirador del
deseo y del amor, por sobre todos los sentimientos de debilidad y odio, Eros prepondera el
amor por la verdad y la belleza. Entonces se coloca a Eros, como la representación de
alcanzar aquello que no se tiene.
Cabe mencionar que se habla de una trascendencia en cuanto a la belleza, ya que
esta no es asequible para la humanidad en el plano existencial y finito hasta que se recurre a
las obras para poder acceder al mundo de las ideas. El saber ocupa un lugar central porque
el conocimiento del "sentido" es la fuerza creadora que todo lo dirige y todo lo ordena. Para
Platón es el dedo que señala el camino hacia el mundo de lo divino.
Me pareció muy interesante la parte en la que se dice que los dioses como aquellos
inmortales que no necesitan nada, porque nada les falta en su inmortalidad, precisan de los
humanos, porque al ser finitos, deben vivir luchando en medio del correr de su tiempo,
porque existen alcanzando el abismo. Este enunciado, en mi pensar puedo de pronto
relacionarlo con esta falta y necesidad que las personas tenemos, en el supuesto de que no
podemos tenerlo todo y que está bien saberse en falta en lo que dure nuestra vida, porque
como dice el dicho “cuando lo queremos no lo tenemos y cuando lo tenemos ya no lo
queremos” entonces en este caso, el llegar a tener todo implicaría poner fin a nuestro
tiempo y existencia.
Asimismo, el poeta advierte que desde esta misma necesidad de encontrar el
carácter del abismo, como consecuencia de nuestra propia finitud, el sentido de la vida no
culmina con la muerte, sino que por principio, se debate para reorientar el papel de su
culminación por medio de la obra de arte misma. Me parece curioso relacionarlo con la
película “Más allá de los sueños” donde la obra de arte es el escenario de la muerte del
protagonista donde no marca un fin, sino un desenlace en la obra misma.
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Ser posible implica escoger el tipo de relación con las cosas y con los seres
humanos que un mortal esté dispuesto a sostener en el mundo, cuya regla del juego,
consiste en protagonizar el sentido mismo de la propia diferencia, para decir de esta
modalidad el sentido de la ausencia de la positividad real.
La historia del arte, relata cuan creativa ha sido la sensibilidad y el talento estético,
de quienes apuntaron sus ideas para imaginar las dimensiones de un mundo donde pudiera
existir la libertad por excelencia.
La referencia que se hace del arte enfocado a la poesía como resultado del camino
de la luz que nos adentra a la oscuridad, en el primer momento me pareció un tanto confuso
ya que después de hablar de tanta belleza y estética en el arte, de pronto me pareció
incoherente hablar de una oscuridad en el arte, sin embargo, comprendí que se habla de la
esencia misma más no de la obra como tal. Ya que como se hacía mención, la poesía
confunde en su multiplicidad la relación entre lo interior y lo exterior, ya que es
fundamento abismático, donde el escenario de lo indecible, soporta la locura de la lucidez.
Es a la vez luz y pensamiento de la luz, pensamiento del pensamiento, nada de nuestra nada
que al salir al alba, se torna silencio y oscuridad.
Entonces me parece ahora totalmente coherente esta luz transformada en belleza
convertida en un abismo de oscuridad traducido a lo que sea que el autor devele en la obra.
Porque como se ha visto a lo largo de la lectura, en el arte no existen los límites en ningún
plano, así que con mayor razón, no los hay para tocar esta parte considerada oscura de la
humanidad.
Por el camino de la belleza, la poesía recibe su más alta dignidad y vuelve a ser lo
que era en un principio: maestra de la humanidad.
Algo que me gusto mucho y que marca realmente una diferencia en la existencia
humana es la transformación que podemos hacer de las cosas y lo cual nos va a diferenciar
de ellas por lo que creemos en las mismas.
De ahí, que nuestra estructura es creativa por excelencia, y por ello afirmarla radica
en que hagamos de esta estructura, un esfuerzo hacia lo in-audito o lo in-nombrado que nos
permite tener la experiencia de ella por encima del tiempo finito o el de los instantes.
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Y para finalizar, hago referencia a que lo bello no es una cosa ni otra, o sea, no es la
persona (artista) ni la obra, sino la relación que se desarrolla en el ser dentro del espacio en

el que habitamos. Nuestra relación con el arte, revela la totalidad como pasión que salva. A
la vez que nos libera, nos condena. Lo mismo que ata, nos extravía. El arte representa el
límite hacia lo absoluto porque a sabiendas de que los humanos no podemos rebasarlo, al
menos intentamos representarlo como los límites de la verdad en la obra.

Referencia Bibliográfica:
Mota, G.. (2011). Imagen, imaginación e imaginario en Sartre. En “Psicología, arte y
ciencia” (pp.115-133). México: Colección. Altos Estudios.