Biblia y Tradición
Biblia y Tradición
Biblia y Tradición
LA REVELACIÓN
Dios empezó a revelarse (manifestarse) mediante la creación. Todo lo que nos rodea
nos habla de la existencia, del poder y del amor de Dios. Todo lo que vemos,
representa una huella de su presencia.
En realidad lo que se puede conocer de Dios no es un secreto para ellos, pues Dios
mismo se los dio a conocer. Pues, si bien no se puede ver a Dios, podemos, sin
embargo, desde que él hizo el mundo, contemplarlo a través de sus obras y entender
por ellas que él es eterno, poderoso, y que es Dios
(Rom 1,19-20).
Dios habló a nuestros Padres en distintas ocasiones y de muchas maneras por los
profetas.
Ahora, en esta etapa final, nos ha hablado por medio de su hijo (Heb 1,1-2).
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Al mismo tiempo es el Evangelio de Dios, es decir la Buena Noticia que Dios da a la
humanidad.
Es decir, "dejen su manera de pensar y actuar y crean en mí, que soy el Evangelio de
Dios". En realidad, el Evangelio no es un mensaje y nada más; antes que nada es una
persona, Cristo mismo. Por lo tanto, todo lo que Cristo hizo y enseñó es Evangelio, es
decir, Buena Noticia, en cuanto manifiesta el poder y el amor de Dios en nuestro favor.
Yo escribí en mi primer libro todo lo que Jesús hizo y enseñó (Hech 1,1).
Pues bien, ¿Qué hizo Jesús para que su Evangelio llegara a todo el mundo, es decir
para que El mismo se hiciera presente en todo el mundo como Evangelio de Dios,
mediante su Palabra y sus hechos salvadores?
Pero no es así. Para que la salvación, es decir el Evangelio, llegara a todo el mundo,
Jesús no escribió nada. Lo que hizo fue fundar la Iglesia, dirigida por los apóstoles con
Pedro a la cabeza. Esta Iglesia hará presente a Jesús en todo el mundo como
Evangelio de Dios, es decir como Buena Noticia salvadora.
"Dios quiso que todo lo que había revelado para la salvación de todos los pueblos, se
conservara por siempre íntegro y fuera transmitido a todas las edades. Por eso Cristo
nuestro Señor, plenitud de la revelación (cf 2Cor 1,20 y 3,16-4,6), mandó a los
apóstoles predicar a todo el mundo el Evangelio como fuente de toda la verdad
salvadora y de toda norma de conducta" (Dei Verbum, 7).
Vayan y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos. Bautícenlos en el nombre
del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enséñenles a cumplir todo lo que yo les he
encomendado. Yo estoy con ustedes todos los días hasta que se termine este mundo
(Mt 28,19-20).
Vayan por todo el mundo y proclamen la buena nueva a toda la creación (Me
16,15).
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Aquí notamos como Jesús ordenó "predicar", "proclamar", no "escribir" su Evangelio. Y
de hecho todos los apóstoles "predicaron" la buena nueva de Cristo, mientras
solamente algunos escribieron algo muchos años después de haber predicado.
1.- La Tradición
Este mensaje escuchado por boca de Jesús, vivido, elaborado y transmitido oralmente
por los apóstoles, se llama Tradición.
Pues bien, hasta el año 50 de nuestra era, la Tradición fue la única base de la
predicación de los apóstoles y sus ayudantes.
2.- La Biblia
Parte de este mensaje proclamado oralmente fue puesto por escrito por los mismos
apóstoles u otros inspirados por el Espíritu Santo, dando origen al Nuevo Testamento.
Sobre ciertos libros, desde un principio no hubo ninguna duda, como por ejemplo
algunas cartas de San Pablo que pronto fueron consideradas como palabra de Dios a la
par que los libros del Antiguo Testamento (2Pe 3,16).
Pero sobre otros libros hubo ciertas dudas, hasta que los obispos católicos hicieron la
lista completa de los libros inspirados por Dios y los incluyeron, dando origen a lo que
llamamos el Nuevo Testamento (Sínodo Romano: año 382; Concilio de Hipona: año
393; Concilio de Cartago: año 397).
¿Y qué pasó después? Que las sectas aceptaron el Nuevo Testamento, así como salió
de las manos de la Iglesia Católica y rechazaron a la misma Iglesia, considerada como
infiel. Evidentemente se trata de un absurdo. Sería como querer la leche y rechazar la
vaca; querer el coco y rechazar la palmera.
Además si de veras la Iglesia que fundó Cristo se hubiera vuelto infiel ¿qué garantía
tendríamos para afirmar que el Nuevo Testamento es "Palabra de Dios"? Ninguna. En
efecto, la única garantía que tenemos es el hecho que el Nuevo Testamento salió de
aquella única Iglesia que fundó Cristo, Iglesia que es "columna y apoyo de la
verdad" (1Tim 3,15) y que por lo tanto no se puede desviar por ningún motivo. A este
propósito, más adelante tocaré los temas "Basta la Biblia para salvarse" y "Canon
Bíblico", les ruego continuar con la lectura de estas publicaciones para en su momento
leer estos importantes temas.
BIBLIA Y TRADICIÓN
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Así que la Biblia no contiene toda la tradición. Esta es más amplia. Lo afirma el mismo
San Juan:
Jesús hizo muchas otras cosas. Si se escribiera una por una, creo que no habría lugar
en el mundo para tantos libros (Jn 21,25).
Ni todo lo que se escribió se ha conservado, como por ejemplo una carta de San Pablo,
anterior a la primera carta a los Corintios (1Cor 5,9).
Además la misma Biblia hace referencia a la Tradición oral como base de la fe de los
creyentes. En ninguna parte de las Sagradas Escrituras se dice que la Biblia contiene
toda la Revelación o que es suficiente para salvarnos.
San Pablo, para confirmar la fe de los cristianos, no usa solamente la palabra de Dios
escrita, sino recuerda de una manera especial la Tradición o predicación oral, cuyo
contenido viene desde un principio y es el evangelio de Dios.
Todo lo que han aprendido, recibido y oído de mí, todo lo que me han visto hacer,
háganlo (Filip 4,9)
Fíjense bien: No dice San Pablo: "Hagan solamente lo que les escribí". San Pablo habla
en un sentido más amplio, refiriéndose a todo lo que les transmitió.
Lo que aprendiste de mí, confirmado por muchos testigos, confíalo a hombres que
merezcan confianza, capaces de instruir después a otros (2Tim 2,2).
Aquí vemos cómo la tradición oral primitiva sigue transmitiéndose "de viva voz o por
escrito", teniendo la misma importancia las dos formas de transmisión. En realidad, una
vez que se escribió el Nuevo Testamento, no se consideró acabada la Tradición, como
si estuviera contenida completamente en la Escritura. Esta es una idea que surgió entre
los protestantes, unos 1500 años después. La Biblia no dice esto. Si los protestantes
aman la Biblia, ¿por qué no reconocen en ella una enseñanza tan clara acerca del valor
de la Tradición?
TRADICIONES HUMANAS
Los protestantes alegan que Jesús condenó las tradiciones de los hombres (Mc 7,1-14).
Claro. Pero aquí nosotros no estamos hablando de las tradiciones de los hombres, sino
de la Tradición divino-apostólica, es decir del mismo Evangelio, que los apóstoles
recibieron de Jesús, vivieron y trasmitieron; Evangelio que será predicado por la Iglesia
que fundó Cristo hasta el fin del mundo.
Lo que rechazó Jesús, fue la actitud de los judíos que en nombre de "sus" tradiciones
invalidaban la ley de Dios. ¿Qué dice el mandamiento de Dios? "Honrarás a tu padre y
a tu madre" (Lc 18,20). Y ellos "inventaron" una norma que se hizo "tradición". "Si tú
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consagras al templo tus bienes, los puedes disfrutar tranquilamente, mientras vivas y a
tu muerte pasan al templo. Por mientras no estás obligado a socorrer a tus papas, si se
encuentran en alguna necesidad".
Así que, mediante una tradición humana, los judíos hacían inválido un mandamiento
divino. Esto es lo que condena Jesús y nada más. No hay que confundir entre
"tradiciones humanas" y la "Tradición" que viene desde Cristo y los Apóstoles (2Tes
2,15).
"En todas las Iglesias del mundo, se conserva viva la Tradición de los apóstoles, pues
podemos contar a todos y cada uno de sus sucesores hasta nosotros. Como sería largo
enumerar aquí la lista de los obispos que sucesivamente ocuparon las sillas de los
primeros obispos que ordenaron los mismos apóstoles, basta citar la silla de Roma, la
mayor y más antigua de las Iglesias, conocida en todas partes y fundada por San Pedro
y San Pablo. La Tradición de esta sede basta para confundir la soberbia de aquellos
que por su malicia se han apartado de la verdad; pues, ciertamente la preeminencia de
esta Iglesia de Roma es tal, que todas las Iglesias que aún conservan la Tradición
apostólica están en todo de acuerdo con sus enseñanzas".
MAGISTERIO
Los sucesores de los apóstoles son los encargados de entender sin errores el mensaje
recibido y transmitirlo fielmente, por mandato divino y con la asistencia del Espíritu
Santo (Mt 28,20).
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¿Qué se entiende por dogma ?
Por dogma se entiende una verdad propuesta oficialmente por la Iglesia como revelada
por Dios y por lo tanto obligatoria para todos y para siempre. Los dogmas se
"proclaman", no se "inventan", ya que se encuentran precisamente en la Revelación. Al
surgir un problema acerca de una verdad, la Iglesia reflexiona sobre el asunto y "define"
el dogma, aclarando la verdad en cuestión y proponiéndola como obligatoria para todos
y para siempre.
Es importante subrayar que cada grupo religioso tiene "sus" dogmas, es decir verdades
que todos están obligados a creer. Por ejemplo para los adventistas del séptimo día, la
observancia del sábado es un dogma; para los pentecostales, es dogma que el Espíritu
Santo se manifiesta mediante el don de lenguas; para muchos grupos, el "milenarismo"
es un dogma, etc.
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El Magisterio
“Tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia. Y las puertas del
infierno no prevalecerán sobre ella. Lo que ates en la tierra quedará atado en
el Cielo, lo que desates en la tierra quedará desatado en el Cielo.” (Mt 16,18)
En busca de la verdad
John Douglas, antropólogo, es director de la Unidad de Ciencias de la
Arqueología, Antropología y Paleontología que él mismo fundó,
revolucionando estas ramas de la ciencia. Su trabajo consiste nada menos
que en leer el pensamiento de nuestros antepasados muertos hace miles de
años, para lograr un mayor conocimiento de su cultura y costumbres.
Fue entonces cuando Dios fundó la Iglesia sobre un hombre llamado Pedro y
sobre los Apóstoles, y les dio al Espíritu Santo, experto en la Verdad, para
que les ayudara a descubrirla, interpretarla, transmitirla y mantenerla
intacta, sin invenciones o suposiciones erróneas.
Para cumplir este servicio, Cristo les ha dado a los pastores el carisma de
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infalibilidad en cuestiones de fe y de costumbres. Esto significa que, por la
ayuda especial que tienen del Espíritu Santo, el Papa y los obispos en
comunión con él, no pueden equivocarse cuando dicen algo en materia de
fe o de moral. Más adelante explicaremos las diversas modalidades como se
ejerce esta infalibilidad.
Algunos dogmas en los que creemos como verdad revelada por Dios son la
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Inmaculada Concepción de María y la presencia real de Jesucristo en la
Eucaristía.
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no has pensado en lo que significa en tu vida tener un Padre Omnipresente,
Omnipotente… El día que esta verdad se meta en tu corazón, entonces toda
tu vida cambiará.
5. Escuchando y obedeciendo los consejos de los expertos. Es decir,
escuchando la palabra del Papa y los obispos que son los expertos
autorizados por Dios para interpretar la verdad contenida en la Revelación.
La Tradición, la Escritura y el Magisterio de la Iglesia están unidos y ligados,
de tal modo que ninguno puede subsistir sin los otros.
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