Xoloc
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Códice Xólotl
Volumen 1
Tlalnepantla:
El Bicentenario y su gente.
H. Ayuntamiento de Tlalnepantla de Baz 2009 - 2012
Presidente Municipal Constitucional de Tlalnepantla de Baz
Lic. Arturo Ugalde Meneses
Compilación histórica
Instituto Municipal de la Cultura
Jefe de Unidad de Investigación Histórica
Lic. María de Lourdes León Cernas
Edición
Instituto Municipal de la Cultura
Jefe de Unidad Editorial
Lic. Maribel Soto Díaz
Diseño de portada
Coordinador de la Oficina de Imagen e Innovación Municipal
D.G. Julio Sánchez Cáceres
D.C.G. Josep Matus
La presentación y disposición en conjunto y de cada página del Códice Xólotl, son propiedad del editor.
Queda prohibida la reproducción total o parcial de esta obra, por cualquier medio o procedimiento,
sin para ello contar con la autorización previa, expresa y por escrito del editor. Toda forma de utilización
no autorizada será perseguida con lo establecido en la ley federal del derecho de autor.
El editor.
5
Índice
Presentación..........................................................................................5
Prólogo..................................................................................................7
Resumen histórico del Códice Xólotl ................................................12
Xólotl y su reinado .............................................................................19
Xólotl y su reinado .............................................................................20
Nahuayótl............................................................................................20
Axopal .................................................................................................20
Acatómatl............................................................................................21
Pochotl ................................................................................................21
Aculhua, Chiconcuauh y Tzontecoma...............................................21
Sucesores de Xólotl ............................................................................22
Nopaltzin ............................................................................................23
Tlotzin.................................................................................................24
Quinatzin ............................................................................................24
Xaltocan y Acolhua ............................................................................25
Tezozómoc e Ixtlilxóchitl ...................................................................26
Maxtla .................................................................................................29
Nezahualcóyotl y Chimalpopoca.......................................................29
Los mexicas dominando ....................................................................32
Acamapichtli.......................................................................................32
Plancha 1.............................................................................................34
Plancha 2.............................................................................................36
Plancha 3.............................................................................................38
Plancha 4.............................................................................................40
Plancha 5.............................................................................................42
Plancha 6.............................................................................................44
Plancha 7.............................................................................................46
Plancha 8.............................................................................................48
Plancha 9.............................................................................................50
Plancha 10...........................................................................................52
6
Prólogo
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LINAJE SEGÚN EL CÓDICE XÓLOTL
SIGLO XII-XIV
XÓLOTL FAM. TOLTECAS VASALLOS DE XÓLOTL
Hermanos
Se casó con
Tomiyauh AXOPAL PIXAHUA
COZCACUAUH Y
Hijos Hijos Hijos CHALCHIUHCIHUAZCO
CHICOMETEPATL
IZTACPANTZIN CHALCHIUHTLANETZIN
CIHUAXOCHIL CUETLAXOCHITL MATLACXOCHITL
Se casó con
Se casó con Se casó con
COHUAXOCHITZIN
CHICONCUAH ACULHUA TZONTECOMA
Jefe de los Jefe de los Jefe de los Hijos
Otomíes Tepanecas Acolhuas
TECIHUATZIN XIOXOCHITL TLATNEPANTZIN CHALCHIUICIHUATL
Hijos Se casó con
Hermanos CIHUATETZIN Se casó con
CHICONCOAUH MACUILICOATL Su hijo fue IZCAX
IXMITL
Se casó con
MALINALXOCHITZIN
Hijos
HUETZIN CHICHIMECACIHUATZIN
Hijos
8
Y REYES DEL VALLE CONTINÚA
CONTINÚA
9
LINAJE SEGÚN EL CÓDICE XÓLOTL
CONTINÚA
NAUHYOTL E
IZTACPATZIN
Hija
TOXOCHIPANTZIN
NINETZIN UYALOTL
Se casó con
POCHOTL
Hijos
NOPALTZIN-CUETLAXIHUI
CONTINÚA
10
ACAMAPICHTLI
Y ACOLNAHUACATZIN
Hijo
HUITZILIHUITZIN
Se casó con
TETZIHUATZIN
Hijos
Hija
TLALQUEITL
TOCHINTECUHTLI XIUQUETZALTZIN Se casó con
TOTOQUIHUATZIN
Hijo
CHIMALPOPOCA
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Resumen histórico del Códice Xólotl
12
El códice está hecho en papel indígena (amatl) y cuenta con 10 láminas
que no tienen una secuencia lineal cronológica, aunque los relatos que con-
tiene empiezan a referirse desde 1068 y terminan en 1429. También en cada
plancha, y en casi la mayoría de los glifos, aparecen breves líneas en náhuatl,
de las que se piensa pudieron haber sido agregadas por Alva Ixtlilxóchitl.
Todas y cada una de las láminas nos relatan la historia de Xólotl y su
descendencia, conjugando la escritura alfabética náhuatl con los glifos; co-
mienzan por contar cómo fue la llegada de los chichimecas de Xólotl a Tula,
cómo el pueblo comenzó a entrar en contacto con los pocos habitantes tol-
tecas (que no migraron en “la destrucción de los toltecas” como dice Ixtlil-
xóchitl) y, cómo, poco a poco se fueron legitimando y apropiándose de su
cultura luego de que los chichimecas desposaban a las mujeres toltecas. Estos
matrimonios tenían como fin la consolidación de ambas culturas, además
de las genealogías posteriores a los enlaces y los repartos de tierra tributados
entre los señores.
El ejemplo más evidente de este hecho se observa, según Mariano Veytia:
“Cuando Xólotl buscó esposa para su hijo Nopaltzin y escogió a la nieta del
gran rey tolteca Topiltzin, hija de Pochotl, llamada Azcaxóchitl”.
Los glifos del códice mencionan muchos nombres y lugares impor-
tantes a nivel histórico, como Tenayuca, Texcoco, Xochimilco, Tlatelolco,
Azcapotzalco, Iztapalapa, Tlalnepantla, entre otros. Sin embargo, también
le suma valor a otros lugares aledaños y a los habitantes que no depen-
dieron del linaje de Xólotl, pero que estuvieron en estrecha relación con
él y sus descendientes, como su hijo Nopaltzin (aunque el códice no ase-
gura que Nopaltzin fuera su hijo), su nieto Quinantzin, y otros soberanos
como Techotlalatzin, Ixtlilxóchitl y Nezahualcóyotl.
13
14
De acuerdo con el códice, la historia de nuestra región comienza así:
Hacia finales del siglo XII, un grupo de chichimecas venidos de un
lugar del Norte llamado Amequemecan, liderados por el jefe tribal Xólotl
y por su hijo Nopaltzin, tomaron la difícil decisión de abandonar su sitio
de residencia y partir hacia el Sur, con la finalidad de emprender una
búsqueda exhaustiva de nuevas tierras. Se trataba de terrenos que se ade-
cuaran mejor a sus necesidades y que les brindaran mejores clima y ali-
mento. Es posible que el lugar idóneo para su subsistencia se hallara en
alguna parte del Valle de México, así que sin más, llevando consigo a su
ejército, mujeres y niños, comenzaron la larga y sinuosa procesión.
Luego de dieciocho largos meses de peregrinar, el rey y su tribu por fin
encontraron un lugar cálido y seguro denominado “El Tepenene”, en donde
tomaron un breve descanso para reponerse y continuar el viaje que, poste-
riormente, los llevaría al encuentro de un lugar con pirámides y templos en
completa ruina. El nombre de este lugar era Tula o Tollan, a él llegaron en
el año 1172, o 5 Pedernal, de acuerdo con el calendario indígena.
Aunque las condiciones de Tula no eran malas para instalarse, el pue-
blo sentía que debía seguir explorando y encontrar un lugar mejor para
establecerse. Así que sin rumbo fijo, prosiguieron la caminata. A su paso
se encontraron con Mizquiahualla, y más adelante pasaría algo extraor-
dinario, pues descubrieron Actopan.
Familias Toltecas.
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En Actopan, Xólotl y su gente se maravillaron ante sus cavernas que
eran adecuadas para asentarse. A este sitio se le denominó Xoloque, en
el año 5 Tecpalt.
Fue así que mientras el pueblo se instalaba en Xoloque, Xólotl, pla-
neaba el envío de Acatómatl, uno de sus vasallos, para que siguiera
explorando en las orillas de los lagos y descubriera de dónde provenían
el humo y las señales de habitantes vistos desde lejos.
En efecto, había algunos grupos toltecas (los que abandonaron Tula
o Tollan) en esa región, los cuales andaban dispersos alrededor del valle
(éstos conjuntos, con posterioridad, ayudarían al pueblo de Xólotl a
apropiarse de sus costumbres, que eran mucho más avanzadas).
Así pues, tras indagar por los alrededores, Xólotl activaba sus pasos
junto a su sucesor, Nopaltzin, a los demás familiares y a algunos guerreros
para ver de qué manera abastecían a su grupo de alimento.
Al avanzar en su revisión del lugar, el grupo se encontró con cinco
cerros. De acuerdo con el códice, se hizo una división por grupos que se
CARACTERÍSTICAS CHICHIMECAS
Los chichimecas (“chupadores”), dirigidos por Xólotl, antes de llegar a Tula
tenían una cultura poco desarrollada, aún no conocían la agricultura (eran
cazadores-recolectores), vivían en cuevas y se cubrían con pieles de animales;
no tenían ídolos y se cree que mantenían muchas diferencias sociales con los
toltecas, pero cuando empezaron a establecerse en Tenayuca y entraron en
contacto con los pocos habitantes toltecas que aún moraban en la región, el
sedentarismo produjo entonces una transformación de su forma de vida y de
su convivencia, que el pueblo chichimeca comenzó a adoptar de a poco.
16
Representación de los 5 cerros en el Códice.
fueron instalando en cada uno de éstos, para no perder
de vista las posibilidades de colonización. Los cerros
de que se habla aquí eran el de Zempoallan, Tepepulco,
Oztotl, Tecpatepec, y un cerro con la cabeza de una
mujer que representaba a Tonan (“nuestra madre”).
En este punto, sucedió también que
Nopaltzin, hijo de Xólotl tomó la deci-
sión de seguir explorando el valle por
su cuenta, así que sólo le pidió a su
padre que le diera la mitad de la tribu
para que le acompañara. Sin dudarlo,
Nopaltzin.
17
pueblo a inspeccionar lugares más al Occidente. Así pues, la tierra que
encontraron y de la que hicieron referencia como la “tierra buena y muy
dispuesta para su morada” era Tenayuca Oztopolco (Tenayuca significa
“lugar con muros” o “lugar fortificado”, y Oztopolco, “lugar de muchas
cuevas”).
Después de un tiempo, por fin se reencontraron padre e hijo junto
con los seis vasallos que le acompañaban, éstos eran Acatomatl, Cuau-
hatlapal, Cozcacuauh, Tecpa, Iztaccuauhtli y Iztacmitl. Una vez reunidos
decidieron partir en una nueva búsqueda.
El deslumbrante lugar que descubrieron y del que inmediatamente
tomaron posesión fue la tierra tolteca llamada Tenayuca o Tenoyacan.
En este sitio permanecieron por mucho tiempo, aunque el rey Xólotl, in-
quieto y perspicaz como era, sabía que no debía detenerse, que debía se-
guir descubriendo majestuosidades y conquistarlas para acrecentar su
poderío y dominar el Valle de México. Así que una vez más continuaron
su marcha: por el Poniente de Tenayuca se encontraron y dominaron la
montaña de Xocotlán. Por el Este, recorrieron muchos cerros y montañas
como Itzucan (sobre Culhuacán), Atlixcahuacan y Temalacayocan (Pue-
bla). Por el Norte, siguieron apareciendo más montañas como la de Po-
yauhtécatl (el Cofre de Perote en Veracruz) y la de Xiuhtecuhtitlan.
También pasaron por Zacatlán, Cuauhchinanco (Huauchinango), Toto-
tepec (Tutotepec, todos ellos en Puebla), y manteniendo su errante ca-
minar hacia Metztitlán, Cuaxquetzaloyan, Atotonilco (en el estado de
Hidalgo), y Cahuacan (en el Estado de México), hasta regresar nueva-
mente a Tenayuca, donde justamente en la cumbre del cerro El Tenayo
fue que contemplaron una tierra fértil y un hermoso valle en la “más
acomodada tierra“ y el pueblo se decidió a hacer construcciones cere-
moniales ahí, donde se formaría una capital política que incluiría, hasta
los lugares más alejados hacia el Norte, a Atotonilco (actual estado de
Guanajuato) para conformarse la zona conocida como Chichimecatlalli,
o “heredad de los chichimecas” (según Torquemada*) o “tierra en que
fueron fuertes y numerosos los chichimecas”.
Torquemada, Fray Juan de, Monarquía indiana, Tomo I. 1a ed., Sevilla, 1615. México,
Porrúa, 1986.
18
Xólotl y su reinado
19
Xólotl y su reinado
Nahuayótl
Fue uno de los más importantes vasallos de
Xólotl, tomó por esposa a Iztacpantzin (hija de
Pixahua, otro señor importante que heredó el
trono en el año de 1 Tochtli). De su casamiento
Nahuayótl.
20
Axopal
Se casó con un Señor importante de donde nació su
primer hijo, Chicometecpatl, que más adelante tam-
Axopal.
bién se posesionaría de otros señoríos.
Acatómatl
Quien ayudó a Xólotl a explorar el Valle de México, se
Acatómatl.
casó con una mujer llamada Cohuazanac, y le fue otor-
gado el territorio de Zohuatepec.
Pochotl
Vivió en Cuauhtitenco, lugar cercano a Tula. Se casó con Toxochipantzin
y de dicho matrimonio nacieron cinco niños, entre ellos Achotometl, Az-
taxochitzin (que murió a los 20 años), e Iztactzontzin.
Aculhua.
jefes que venían de tribus migratorias llegadas desde
Michoacán al Valle de México, hombres, según la des-
cripción de “mucha fuerza y opulencia”, (según Torquemada*) que ha-
blaban una lengua diferente y tenían características muy distintas a las
de los chichimecas, con deidades y una religión bien definida.
Los acolhuas llegaron divididos en tres grupos y cada uno tenía su cau-
dillo y su señor. Éstos fueron directamente con Xólotl para que los admitiese
en su señorío y les diera tierras para poblar. A Xólotl le agradaron mucho
estos hombres, así que decidió hacer un pacto de amistad con ellos y darles
territorios a tres de sus hermanos y señores principales, además de sus tres
hijas en matrimonio. Así pues, los nuevos yernos de Xólotl recibieron un
señorío diferente y pueblos más poderosos que Tenayuca.
Xólotl y los acolhuas.
21
En primer lugar, al mayor de los her-
Cuetlaxochitzin y Aculhua
manos llamado Aculhua, casó con la se-
gunda hija de Xólotl, Cuetlaxochitzin, y
en su matrimonio.
tuvieron un hijo de nombre Tezozómoc,
a él, su suegro le obsequió Azcapotzalco
como cabecera de los tepanecas.
A Chiconcuauh le dio Xaltocan,
como cabecera de los otomíes, éste se
casó con Cihuaxóchitl, otra hija de Xólotl, y tuvo con ella tres hijos. Al
más joven, llamado Tzontecoma, le fue otorgado el señorío de Cohuatly-
chan, pero se desconoce el nombre de su esposa.
Con estos hechos, se ponían los cimientos de los centros de poder más
importantes, luego de la caída de Tula y antes del ascenso al poder de la Tri-
ple Alianza (formada por México-Tenochtitlan, Texcoco y Tlacopan).
Luego de años de residir en Tenayuca, Xólotl decidió mudarse a Tex-
coco (que se encontraba al otro lado del lago), dejando a sus allegados al
cuidado de sus territorios. Este cambio de residencia no fue una buena
opción, pues aunque se hizo de fama y poder, también recaían sobre él
fuertes envidias y recelos, a tal grado que incluso intentaron asesinarlo.
Este acontecimiento lo marcó de manera decisiva para retornar a Tena-
yuca, lugar del que no debió salir y en el que moriría, repentinamente,
en 1232 (o 13 Pedernal).
Para finalizar, puede decirse de Xólotl que gracias a él y a sus segui-
dores los chichimecas, los otomíes y los tepanecas (y también algunos
mexicas), Tenayuca se mantuvo como la cuna de las casas reinantes y
pudo conformar lo que fue y es el municipio de Tlalnepantla.
Sucesores de Xólotl
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Enseguida veremos la participación de los personajes más represen-
tativos vinculados con Xólotl, quienes fueron esenciales en la conforma-
ción de nuestra región y en la historia de México.
Nopaltzin
Hijo del gran rey Xólotl, Nopaltzin pasó a la posteridad no sólo por su
nobleza o porque gobernó durante 32 años a su pueblo sin trastornos y
pacíficamente, sino también porque nunca olvidó sus raíces ni su cultura
nómadas, ya que la caza continuó siendo hasta el final de sus días su sus-
tento, aunque no dejó de adecuarse a las nuevas formas de organización
que los nacientes reinos sedentarios le enseñaban, como la agricultura.
Se puede ver un vivo ejemplo de esto, en los campos de cultivo aparecidos
en el vigésimo séptimo año de su reinado en Chalco, Zohuatepec, Tlal-
zallan-Tlallanoztoc, y en otros lugares.
Luego de que Nopaltzin se casara con Azcaxochitzin, hija de Pochotl,
y nieta de Topiltzin de Tula, comenzó a sentir que había llegado el mo-
mento para exigirle a su padre Xólotl (que en ese momento aún gober-
naba grandes provincias del Valle de México, como Tepepulco,
Zempoallan y Tulancingo) que le diera su propio señorío como patri-
monio para sus hijos. Así que, tras viajar a Texcoco, la residencia de su
padre, Nopaltzin consiguió con éxito para su hijo Toxtequihuatzin, los
poblados de Zacatlán y Atecatzin, Tenamitec, y para Tlotzin-Pochotl (su-
cesor al gobierno de Tenoyacan) consiguió Tlatzallan-Tlalanoztoc. Éste
último por ser primogénito de Nopaltzin y heredero al trono, se casó con
Pachxochitzin, nieta de Chalchiuhtlatonae, un importante vasallo, con
quien tuvo seis hijos: Malinalxohitzin, Azcaxochitzin (quien se casó con
el señor de Tlalnepantla), Quinatzin, Nopaltzin-Cuetlaxihui, Tochinte-
cuhtli y Xiuquetzaltzin.
Nopaltzin.
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Tlotzin
Tlotzin se casó con Pachxochitzin, hija de un señor de Chalco llamado
Cuahuatlal, y tuvieron seis hijos: Xiuhquetzal, Tochin, Nopaltzin Cuetla-
chihuitzin, Quinatzin Tlaltecatzin, Malinalxóchitl (quien se casó con Tla-
cotzin, señor de Coatlichan, de donde se desprendió el derecho para
gobernar Acolhuacan), y la sexta fue una mujer de la que se desconoce el
nombre.
En 1270, poco antes de morir Tlotzin, se desataron conflictos internos
en Acolhuacan, donde la capital Coatlichan, fue reclamada por Yacanex,
señor de Tepetlaoxtoc, que pretendía usurpárselo a Huetzin, legítimo he-
redero al trono de Tlotzin.
En 1272, con el ascenso de Quinatzin al poder, el conflicto llegó a su
clímax: Yacanex formó alianza con los señoríos otomíanos de Metztitlan,
Tototepec y Tepepolco (gobernados por Ocotoch, Coacuech y Zacati-
techcochi, respectivamente), mientras que Huetzin era apoyado por sus
tíos, Quinatzin y Nopaltzin, además, intervino en el conflicto, un con-
tingente guiado por el hijo del tlatoani de Cuahuacan, de nombre To-
chinteuctli (no debe confundirse éste con el otro tío de Huetzin).
La batalla final tuvo lugar en cuatro frentes distintos: en Chicuhnauh-
tlan (Chiconautla), defendido por Yacanex y atacado por Tochinteuctli,
quien mató al instigador de la revuelta; en Patlachiuhcan (Pachuca) se
atrincheró Coacuech, y Huetzin rompió el cerco alcanzando la victoria;
en Zoltepec se fortificó Ocotoch, pero fue capturado y muerto por No-
paltzin, quien emocionado persiguió al último reducto de sus enemigos
hasta llegar casi a Tolantzinco, cayendo en una emboscada de la que no
pudo salir con vida, y en Cuaximalco, lugar muy cercano a Tepepolco,
fue arrasado por Quinatzin.
Quinatzin
Hijo de Tlotzin Potlotl, nieto de Nopaltzin,
bisnieto de Xólotl y cuarto rey de los chichi-
mecas de Tenayuca, ascendió al trono proba-
blemente en el año 1298 para gobernar a los
Quinatzin.
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Quinatzin ya no quiso vivir en Tenayuca, por lo que dejó su gobierno
a cargo de su tío Tenancacaltzin; mientras él trasladaba la capital de Te-
nayuca a Texcoco, la cual para ese entonces ya era más cómoda, contaba
con más comodidades y estaba mayormente poblada. Además emprendió
una política de reorganización interna, hizo mejoras en la agricultura, se
emparentó con los acolhuas (de Texcoco), quienes lo ayudaron a formar
una sola nación y a adoptar el gentilicio de “acolhua”. También se en-
frentó a la invasión de los nuevos pueblos como los tlailotlaques y los
chimalpanecas, y combatió contra los de Totoltepec y Metztitlán. Estas
batallas fueron muy duras, ya que participaron la mayoría de los señores
y reyes del Valle de México, quienes defendiéndose con sus armas hacían
historia. Los guerreros que se enfrentaron en esta lucha fueron: Tlacaxi-
maltzin, señor de Chalco, quien peleó por Zayollan; Toxami, señor de
Tlalpiltepec, quien fue en contra de Huaxtepec; mientras Quinantzin
hacía la guerra contra los de Totolapan; Amitzin, de Chalco-Atenco, la
hacía sobre los de Muzquiz y Acatlán, y Mixcohuatl y Acamapichtli, tam-
bién peleaban.
El resultado de estas guerras fue que los señores y reyes del valle lo-
graron extender sus dominios, a costa de muchas vidas.
Por ejemplo, la de Nopaltzin, quien resultó prisionero y asesinado
por los de Tulantzinco. También Tochintecuhtli murió junto con su hijo
Quiauhtzin y su esposa. En Chalco murió Tlacaximaltzin y también se
halló el cadáver de Amitzin, de Chalco-Atenco y, finalmente, Quinatzin,
que murió en el año 8 Calli. Su esposa fue Cuauhcihuatzin y procrearon
a Chicomatzin, Memoxotzin, Matzicotlzin, Tochintecuhtli y Techotlalat-
zin, este último, su sucesor.
Xaltocan y Acolhua
Después de un tiempo en que el tío de
Quinatzin (nieto de Xólotl), de nom-
bre Tenancacaltzin, se ocupara de Te-
nayuca, súbitamente comenzó a ser
alcanzado por el predominio de Xal-
tocan en el valle, quien se apoderó de
Acolhua.
25
Por otro lado, los tepanecas (aquellos que se asentaron en Azcapot-
zalco) comandados por el yerno mayor de Xólotl, Acolhua, empezaron a
alcanzar una fuerza militar muy importante, a tal grado que sustituyeron
a Xaltocan en el dominio, sometiéndolo junto con su pueblo, los otomíes,
en 1395. Fue con este triunfo como los tepanecas se convirtieron en los
principales dirigentes y comenzaron a imponer sus reglas a los demás
pueblos, exigían mayores tributos y despojaban de tierras, alcanzaron así
su máxima supremacía con el segundo señor de Azcapotzalco (continua-
dor de Acolhua), Tezozómoc.
Tezozómoc e Ixtlilxóchitl
Hijo de Azcapotzalco, Tezozómoc le suce-
dió en el trono. De 1409 a 1427 tuvieron
lugar los mejores años de su gobierno. Se
casó con Cauhlchiuhcozcatzin y tuvieron
Tezozómoc.
26
El ejército formado por estos señores
fue muy numeroso y fuerte, se les aliaron,
además, los pueblos de Tlacopan, Coyo-
huacan, Culhuacán, Xochimilco, Cuitlá-
huac, Mixquic, Iztapalapan, Mexicaltzingo
y Huitzilopochco. Mientras crecía el ejér-
cito y las batallas empezaban, Ixtlilxóchitl
mirando el peligro, se hizo acompañar de
sus fieles seguidores como Totzintzin, de
Tepopula; Omaca, de Tlalmanalco; Caca-
Ixtlilxóchitl.
matzin, de Chalco, y Xayacamachantzin, de
Huexotzinco, y de otros generales para en-
cargarse de proteger al pueblo y delimitar
las fronteras para su protección.
A Tochintecuhtli, quien fue nombrado general del ejército, le tocó vi-
gilar los límites hacia Chicuhnauhtlan; y a Ixcontzin, elegido general de
las fuerzas se le asignó aguardar en el frente de Chalco.
Ixtlilxóchitl tenía que apresurarse a darle fuerza a la guerra que se
avecinaba, y con ayuda de los pueblos de Tollantzinco, Zempohualan,
Tepepulco, Tlalanapan (Actopan), Tizayucan, Tepechpan, Tezoyocan, Te-
petlaoxtoc, Chiauhtla, Cohuatlichan, Huexotla y Texcoco, entró en la gue-
rra. Lo primero que hizo fue irrumpir por Xaltepec, Otompan, Axapuxco,
Azquemeca, Temascalapan, Tula, Xilotepec, Citláltepec, Tepozotlán y
Cuauhtitlán. En este último lugar fue donde se encontrarían el guerrero
acolhua con el guerrero tepaneca, aunque no sería la única ocasión. Más
adelante, Tezozómoc con engaño y aguardando con un ejército en el bos-
que, le pidió a Ixtlilxóchitl hacer un juramento frente al pueblo, allá en
Temamantla; pero Ixtlilxóchitl, por principio desconfiado, consultó con
sus vasallos y decidieron que quien iría a la cita fuera su hermano, Aca-
tlotzin, acompañado por su ayo y maestro, Huitzilíhuitl, y por Tequix-
quinahuacatzin, quienes sabían de antemano que Tezozómoc buscaría
darle muerte al tlatoani acolhua, a pesar de lo cual estaban preparados
para hacer el sacrificio por su monarca. Esta buena obra se llevaba a cabo,
mientras Ixtlilxóchitl escapaba, sin embargo, fue atrapado por Tezozó-
moc y sus tropas, en donde le atravesó con una mortal lanza mientras su
27
hijo, Nezahualcóyotl, escondido entre las ramas de un árbol de capulín,
contemplaba su triste muerte.
Mientras que los antiguos pueblos vasallos de Ixtlilxóchitl,
como Chiauhtla, Tezoyocan, Tepechpan, Acolman, Tepetlaoxtoc, Chicuh-
nauhtlan, Teotihuacán y Otumpan eran tomados por los tepanecas y un
general tomaba posesión de un templo antiguo de los toltecas, Nezahual-
cóyotl se escondía en el Cerro de Cuauhyacac con su criado Huitziltetzin,
y el cádaver de Ixtlilxóchitl era recogido por Chichiquil en el año 4 Toch-
tli. Fue el mismo Chichiquil quien le colocó sus insignias reales y quemó
su cuerpo.
En tanto, en el pueblo de Ixtlilxóchitl también acontecía que desde
los cuatro puntos de Texcoco, Tlailotlacan, Chimalpan, Colhuacan y Me-
xicapan, junto con los de Tlaxcalla y Huexotzinco, Ixtapalocan, Zohua-
tepec, Cohuatepec, Cohuatlichan, Huexotla, Tepetlanexco, Tezapan,
Chiauhtla, Tepetlaoxtoc y Xalatzinco los habitantes tuvieron que aban-
donar sus pueblos, huyendo de los tepanecas, a la par que las nuevas tri-
bus se asentaban y hacían sus casas con techos de paja.
En el año 6 Tecpal, luego de que Tezozómoc señalara a su pueblo
como cabecera y lugar donde se recogerían los tributos, con rapidez co-
menzó a hacer repartición de las tierras acolhuas: a Tlacateotzin, señor
de Tlatelolco le fue dada Huexotla, y a Chimalpopoca, Texcoco. Al mismo
tiempo, y tras un largo y terrible sueño, Tezózomoc se dio cuenta que era
conveniente matar al sucesor de Ixtlilxóchitl, Nezahualcóyotl, motivo por
el que hizo prometer a sus hijos, Maxtla, Tlatoca-Tlixpaltzin y Tayatzin
que lo matarían.
Tezozómoc no viviría mucho para ver su sueño hecho realidad, el
viejo rey moriría al amanecer del año 13 Acatl, luego de un reinado de
180 años.
Su cuerpo fue incinerado junto con sus insignias, y su funeral se ce-
lebró el día 4 Movimiento, ante la presencia de Tlacateotzin, Chimalpo-
poca, Nezahualcóyotl, Tzontecochatzin, Maxtla su sucesor, Motecuhzoma
y Tayatzin.
28
Maxtla
Tezozómoc nunca imaginó que su muerte
traería más problemas a su señorío. Mucho
menos que sus hijos Maxtla y Tayatzin se
pelearan por la posesión de su imperio.
Por un lado, Tayatzin se puso de
acuerdo con Chimalpopoca en Tenochti-
Maxtla.
Nezahualcóyotl y Chimalpopoca
Después de que un tío de Nezahualcóyotl
fuera apresado, éste último decidió ir a Az-
Nezahualcóyotl.
capotzalco a pedir merced para su libera-
ción. Así, emprendió su viaje hacia
Tlatelolco al lado de Chichincatl y Tzonte-
cochatzin, mientras en el camino comen-
taron de la muerte del señor de Tenochtitlán.
Al llegar, Nezahualcóyotl se encontró con la sorpresa de que Chimal-
popoca estaba preso y además les pedía algo de comer. Nezahulacóyotl
le brindó lo que traía y también le comentó que Maxtla había sido el trai-
dor que lo había mandado apresar. Después de esto, decidió regresarse
para Texcoco, junto con la noticia de que Chimalpopoca había muerto
en el día 10 Xóchitl, pero no sabía que Maxtla, quien lo odiaba, lo perse-
guía a él y a Tlacateotzin, fue entonces que Nezahualcóyotl y sus acom-
pañantes tuvieron que huir en una canoa, aunque los tepanecas los
alcanzaron en medio de la laguna y los obligaron a regresar a Aztcapot-
zalco, al palacio de Maxtla.
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A su arribo ante Maxtla, Nezahualcóyotl miró una plaza repleta de
gente armada, pero gracias a su inteligencia logró escapar, huyendo hacia
Texcoco nuevamente, junto con su hermano. Sin embargo, nuevamente,
Maxtla ordenó a cuatro generales que matarán a Nezahualcóyotl. Éstos
eran Huehuetlilpic, Xochicalcatl, Ixtlahuehuequeti y Tlalolpizac, los cua-
tro caballeros tepanecas. Llegaron los enviados a Texcoco buscando a Ne-
zahualcóyotl en el palacio de Zilan. Cuando llegaron, Nezahualcóyotl se
encontraba jugando a la pelota con uno de sus criados, llamado Coyo-
huatzin. Éste fue a recibirlos y los condujo a una sala, en donde les ofreció
flores, alimentos y bebidas, en tanto Nezahualcóyotl y Zematzin escapa-
ban por una puerta oculta del palacio.
Cuando Maxtla se enteró de que Nezahualcóyotl había escapado otra
vez, emprendió una exhaustiva búsqueda y dio órdenes para que lo arres-
taran en cuanto lo vieran, prometiendo otorgar al captor grandes dones
y mercedes.
Nezahualcóyotl huyó hasta Cuitláhuac, donde habló con Iztamate-
tlapac. Después bajó a Xochimilco a consultar con Quetzaltecuhtli. En
Culhuacán habló con Quetzalla, luego dio vuelta en Coyohuacan; pos-
teriormente, fue a Xochitepec y a Iztacpantzin.
El señor de Texcoco continuó su viaje por Xiuhtepec, Mixquic, Tepo-
pula, Tlalmanalco, Chalco y Huexotzinco; enseguida llegó a Coatlán a
casa de uno de sus vasallos llamado Tezoma o Tozmatzin, quien le ayudó
a Nezahualcóyotl a escapar de los tepanecas cubriéndolo con mucho
ixtle. Así que una vez más, Nezahualcóyotl continuó su camino, aunque
no se imaginó que de nuevo sus enemigos se acercaban, se escapó enton-
ces con ayuda de una señora que lo cubrió con manojos de chía, y al lle-
gar los tepanecas, la señora les mandó hacia otro rumbo. De allí, el
príncipe Nezahualcóyotl llegó hasta Texcotzinco, donde se quedó una
noche junto a sus vasallos, Xolotecuhli, Huitzilíhuitl, Mitl y Tlatoltzin.
En su huída, Nezahualcóyotl no esperaba que dos de sus seguidores,
Tlatolotzin y Cohuatlitlaltzin, esparcieran el rumor de que iba huyendo
de los tepanecas con rumbo hacia Tlaxcalla, por lo que se vio obligado a
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pedir la ayuda de Toteotzintecuhtli, rey de Chalco, para librarse de sus
enemigos. Fue así como hizo un camino a través de las montañas para
no ser visto. De ahí pasó por Tezcotzinco, luego fue a Metla o Matlao-
metepec, en donde un caballero llamado Teyxpantzin (o Tecpan) lo ali-
mentó. Posteriormente, y ya muy cansado de huir y de esquivar a las
tropas de guerreros que lo perseguían, una vez más, Nezahualcóyotl vio
venir hacia él a unos tepanecas de Tlaxcalla y Huexotzinco, por lo que
con agilidad se escondió entre unos matorrales de saucos junto a una se-
mentera de maíz, para después continuar en otra dirección, hacia Yahua-
liuhcan. De ahí, pasó por más lugares como Cuauhtepec, Calpulalpan,
Temalacatitlan y Xaltalixizapocan, hasta llegar a Ahuatepec, donde per-
maneció por un tiempo, hasta que decidió partir a Texcotzinco, pasando
por Zoltepec y Oztotipac hasta llegar a Huexotla, para de ahí partir, nue-
vamente, a Chiauhtla.
“Mirad; Tlaxcalla, Huexotzinco, Tula y otras partes, vienen sobre
vosotros: el tirano Maxtla se acabará y recobrará el que viene de derecho”.
Mientras que elloshuían hacia la ciudad y desaparecían.
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Los mexicas dominando
Luego de que la Triple Alianza empezara su dominio, los vencedores de-
cidieron restablecer la Excan Tlahtoloayan y comenzaron a tomar pose-
sión de las tierras, Izcóatl, señor o tlatoani de Tenochtitlán comenzó a
incitar a los acolhuas (o texcocanos de Nezahualcóyotl) contra su diri-
gente, con lo que desencadenó una breve guerra de ocho días, en la cual
Nezahualcóyotl resultó vencedor y logró entrar a México-Tenochtitlán,
luego de lo cual decidió perdonar a Izcóatl y a los tenochcas, desaprove-
chando así la oportunidad de tomar el control del centro de México. En
este mismo año, Izcóatl desató una guerra civil contra Tlaltelolco, señorío
al que sometió, a la par que inició su expansión hacia el Sur, en donde
también conquistó Mixquic, Cuauhquechollan, Xochimilco (1432); re-
conquistó Cuitláhuac (1433) y también derrotó a Cuauhnahuac, en 1439.
En 1440, Izcóatl murió, y Nezahualcóyotl decidió apoyar a Ilhuica-
mina Chalchiuhtlatonac como el nuevo tlatoani, quien en su periodo de
gobierno pasó por los altibajos de las Guerras Floridas (debido a la gran
hambruna de 1450-1454), y también encabezó las grandes oleadas de ex-
pansión junto con Nezahualcóyotl, con las cuales llegaron hasta Oaxaca
sometiendo las capitales de Cohuaixtlahuacan (Coixtlahuaca) y Tepoz-
colollan (Teposcolula), en 1461, y la región de Atezcahuacan, en Puebla,
en 1463.
En 1472, a la muerte de Nezahualcóyotl de nueva cuenta los tenoch-
cas tomaron el control de la Triple Alianza, aprovechando que Nezahual-
pilli Acamapichtli (segundo hijo legítimo de Nezahualcóyotl) apenas
contaba con ocho años de edad y le era imposible tomar el mando.
Acamapichtli
Hijo de Huehue Acamapichtli y de Xicomoyahual. Fue rey de Tenochti-
tlán por cincuenta años (murió en el 13 Acatl). La importancia de su rei-
nado radicó en el sometimiento de muchos gobiernos como Teohuacan,
Amaquemecan, Chalco, Xochimilco, Mixquic, Cuitláhuac, pero sobresa-
lió porque junto con Azcapotzalco venció la alianza de Xaltocan-Cuauh-
titlán-Tepotzotlán.
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Acamapichtli.
Acamapichtli se casó con Ilancueitl y tuvieron tres hijos. El primero y el
que sería su sucesor, y maestro de Nezahualcóyotl, fue Huitzilihuitzin*.
Con esta narración terminan los autores de esta original y antigua
historia pintada en el Códice Xólotl, por no haber sucedido más, y lo
subsiguiente, relata otras historias y relaciones.
*Huitzilihuitzin estaba casado con Tetzihuatzin y la línea nos indica que ella fue hija de
Acolnahuacatzin, señor de Tlacopan. Los hijos del matrimonio fueron: Chimalpopoca,
Matlalcihuatzin, Omipaztectzin, Tlatopilia, Zacahuehuetzsin, Itzcoatzin, Temilotzon y Te-
mictzin. Una línea une a Itzcoatzin con una de sus hijas, que se casó con Quetzalla, señor
de Culhuacán, seguido de Chalchiuhtlanetzin y Xuihtlanextzin.
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Plancha 1
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Plancha 10
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Bibliografía
Alva Ixtlilxóchitl, Fernando. Códice Xólotl, editado por Charles E. Dibble.
2ª. Edición, 2 V., UNAM, Instituto de Investigaciones históricas, t. l. 1980.
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Esta publicación es una edición bajo el cuidado de la
Unidad Editorial del Instituto Municipal de la Cultura
de Tlalnepantla, se terminó de imprimir el mes
de julio de 2010, con un tiraje de 1000 ejemplares,
más reposiciones.