La música peruana es extremadamente diversa, reflejando las diferentes regiones, culturas e influencias que convergen en el Perú. Se originó de las tradiciones musicales de los pueblos andinos y africanos, e incorporó instrumentos y ritmos europeos tras la conquista española. A lo largo de la historia, los géneros musicales peruanos han evolucionado y fusionado, creando expresiones únicas como el huayno, la marinera y la chicha que representan las diversas regiones y culturas del Perú.
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La música peruana es extremadamente diversa, reflejando las diferentes regiones, culturas e influencias que convergen en el Perú. Se originó de las tradiciones musicales de los pueblos andinos y africanos, e incorporó instrumentos y ritmos europeos tras la conquista española. A lo largo de la historia, los géneros musicales peruanos han evolucionado y fusionado, creando expresiones únicas como el huayno, la marinera y la chicha que representan las diversas regiones y culturas del Perú.
La música peruana es extremadamente diversa, reflejando las diferentes regiones, culturas e influencias que convergen en el Perú. Se originó de las tradiciones musicales de los pueblos andinos y africanos, e incorporó instrumentos y ritmos europeos tras la conquista española. A lo largo de la historia, los géneros musicales peruanos han evolucionado y fusionado, creando expresiones únicas como el huayno, la marinera y la chicha que representan las diversas regiones y culturas del Perú.
La música peruana es extremadamente diversa, reflejando las diferentes regiones, culturas e influencias que convergen en el Perú. Se originó de las tradiciones musicales de los pueblos andinos y africanos, e incorporó instrumentos y ritmos europeos tras la conquista española. A lo largo de la historia, los géneros musicales peruanos han evolucionado y fusionado, creando expresiones únicas como el huayno, la marinera y la chicha que representan las diversas regiones y culturas del Perú.
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DIVERSIDAD MUSICAL DEL PERÚ
La música ha sido una de las primeras expresiones culturales que el ser
humano ha practicado desde tiempos ancestrales, estando siempre relacionada con las diversas manifestaciones de ánimo del hombre. Como expresión de alegría, dolor y religiosidad, la música ha sido y es, una de las manifestaciones más completas y hermosas del espíritu creativo humano.
Durante centurias la música tradicional del Perú se ha mantenido
sin alteraciones. Los músicos nativos siguen utilizando los mismos instrumentos que sus ancestros, a los cuales han ido incorporando otros, de acuerdo a las circunstancias históricas que le ha tocado vivir al Perú. Está música, con todas sus diferencias regionales, sigue viva y es conocida como música andina. Refleja la herencia cultural peruana y es la fuente principal para la creación de diferentes variaciones musicales conocidas como Chuscada, Muliza, Yaraví, Pasacalle, Huaylas, Huayno, etc.
El Huayno, principal expresión musical y bailable en todo el Perú,
es la preferida, gracias a su aceptación y capacidad de venta, de las principales casas de grabación comercial, las cuales hacen excelentes negocios con éste genero musical. Algunos de sus mejores intérpretes gozan del status de estrellas indiscutibles del cantar peruano. Tal fue el caso de Pastorita Huarasina, Flor Pucarina, Picaflor de los Andes, los tres fallecidos, por citar a los antiguos, y de Dina Paúcar, Sonia Morales, los Hermanos Gaitán Castro, entre los ídolos actuales.
Cuando los españoles conquistaron el Perú trajeron dos elementos que
tuvieron decisiva influencia en la música peruana, ellos fueron los instrumentos de cuerda y los esclavos negros. Los instrumentos de cuerda fueron rápidamente aceptados e incorporados a su arte por los músicos andinos, quienes los adaptaron a sus necesidades musicales y, en algunos casos, crearon nuevos instrumentos a partir de ellos. Tal es el caso del charango, una pequeña guitarra capaz de ser llevada bajo el brazo y que produce sonidos agudos o el huacrapucro, especie de corneta de forma circular, construida con cuernos de ganado vacuno, El arpa y el violín han pasado a ser instrumentos indispensables en la ejecución de la música andina. El esclavo negro introdujo nuevos ritmos, y simples pero prácticos instrumentos de percusión, como la quijada de burro, calabazas y zapallos secos, antecesores del, ahora conocidísimo cajón criolla, mostrando de esta forma su ingenio para adaptarse a la dura realidad que le tocó vivir. La influencia negra fue fundamental en la creación de nuevas expresiones musicales como la Mozamala, Agua de Nieve y Resbalado que luego serán las fuentes de origen de la Marinera.
. El hombre andino se vio forzado a mantener su música y danzas
dentro de sus comunidades, es decir, de forma soslayada se le fue prohibido, en su propia tierra, el derecho de expresar y mantener libremente, sus manifestaciones culturales. Por otro lado, la población de la costa, formada mayoritariamente, por negros y criollos, crearon música y danzas diferentes, con influencia española, africana y andina.
Párrafo especial merece la música de la selva, la región geográfica
más grande peruana pero a la vez, la más olvidada. Sin embargo ha logrado crear ciertos géneros típicos como la Pandilla, la Cajada y la Guaracha Típica. La influencia colombiana se deja sentir bastante en el arte musical de esta zona del territorio peruano. Los instrumentos típicos más usados son el tambor, pito y violín. El término de “chunchos” con el que despectivamente se les conoce hace más difícil un acercamiento cultural con el llamado "mundo civilizado”.
Quizá el mejor ejemplo de esto sea la Marinera, danza y música peruana
muy similar a la Cueca chilena o boliviana e incluso de Sin embargo la sapiencia popular, sabia por excelencia, adoptó su ritmo suave y le incorporó lo se llama “salero criollo”, convirtiéndolo en lo se conoce como vals criollo, género costeño que, lamentablemente, va desapareciendo junto a las quintas limeñas, alma de las clases populares de la capital peruana de comienzos del siglo pasado.
La población negra se estableció casi exclusivamente en la capital y
la costa peruana. Lima y los valles costeños necesitaban de sus brazos fuertes y trabajadores. Sin embargo, pese a que su influencia musical fue decisiva en la formación de la música criolla, la propia y genuina música afro peruana no recibió el reconocimiento que merece por sí misma hasta hacen pocos años atrás. Hoy los peruanos gozan escuchando y bailando música de Landó, Festejo y Alcatraz, a las que ven como parte genuina de su cultura. Con ello demuestran que valoran y aceptan la música negra de la misma forma que veneran a San Martín de Porras, el único negro incorporado al largo santoral católico, hacen cuarenta y cinco años. Para los que lo hayan olvidado el santo moreno peruano fue casi contemporáneo de Santa Rosa de Lima ¿Alguien dijo racismo?
A partir de los años sesenta y, a consecuencia de problemas sociales,
políticos y económicos, miles de habitantes de los Andes peruanos se han desplazado a Lima, con la esperanza de encontrar trabajo y mejorar sus condiciones de vida. Como todo inmigrante de primera generación este grupo mantiene sus costumbres y tradiciones culturales además del orgullo de ser “serrano” (nacido en la sierra o los Andes). Los hijos nacidos o criados en Lima ya no quieren ser “serranos”. Todo lo relacionado a la sierra es sinónimo de atraso -cuanto más limeño o, al menos costeño, es mejor- por lo tanto quieren diferenciarse lo más posible de sus raíces culturales y ponerse más a tono con su nuevo hábitat, nace la Chicha, que viene a ser una fusión de la Cumbia colombiana y el humilde Huayno. Como el nombre de Chicha tiene connotaciones andinas y se le vincula con los sectores más pobres a quienes se mira por sobre el hombro, se le cambia el nombre. Ahora se llama técnocumbia, suena más moderno y alejado de lo “serrano”. Sin embargo, con éste milenio está apareciendo una corriente musical diferente, más conciliadora y más de acorde con la realidad cultural peruana, que no reniega de sus orígenes andinos y que, por el contrario, las revalora y exalta. Se le conoce como Novo Andino y tiene, entre sus propulsores, a figuras de la talla de William Luna, Max Castro, Damaris y Yolanda Pinares, por citar algunos, los cuales apuestan por la continuidad de sus raíces culturales y se sienten orgullosos de ellas.
La instrumentación de la música peruana es variada y se identifica
plenamente con el género musical en el cual se utiliza. Muestra además y, con claridad, la diversidad musical de la tierra de los Incas. La clasificación está basada en el origen de los instrumentos:
· Nativos: Quena, flauta hecha de madera, carrizo o hueso.
Zampoña o Siku, grupo de cañas unidas, muy similar a la flauta de Pan.
· Europeos: Guitarra, arpa, violín y mandolina. Además tenemos el
charango, guitarra pequeña adaptada a las necesidades musicales andinas. Africanos: Quijada de burro, cajón criollo.
De lo expuesto se puede apreciar que la expresión musical peruana
es diversa y va cambiando de acuerdo al desarrollo histórico peruano, mostrando dos características fundamentales, primero, la de estar profundamente relacionada al desarrollo social y cultural del Perú y segundo, tener relación directa con sus ancestros culturales, dando razón, de esa forma, al ilustre tradicionalista Ricardo Palma, quien no mintió cuando expresó que en el Perú, quien no tiene de inga tiene de mandinga.