Vulnerabilidad de Una Adolescente Trans
Vulnerabilidad de Una Adolescente Trans
Vulnerabilidad de Una Adolescente Trans
A propósito de un fallo.
La adolescente manifestó que tanto su familia como algunas personas que trabajan en
las instituciones locales no aceptan su identidad de género y la tratan como varón, aunque ella
se autopercibe mujer.
El fallo trae a colación la normativa aplicable al caso de autos: Ley 26.743 de identidad
de género; la ley 26.485, sobre Protección Integral para prevenir, sancionar y erradicar la
violencia contra las mujeres en los ámbitos en que se desarrollan sus relaciones interpersonales;
la ley 27.499, Ley Micaela de Capacitación obligatoria en Género para todas las personas que
integran los tres poderes del Estado, (adherida por la provincia de Córdoba mediante ley
10.628); ley de violencia familiar, 9283, de la Provincia de Córdoba; y la ley 26.061, de Protección
Integral de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes.
Todas estas leyes quedan comprendidas en la problemática del caso. Por ello,
consideramos que en esta cuestión se han “encontrado” distintas vulnerabilidades: niñez;
violencia familiar; la condición de mujer; y la violencia psicológica por identidad de género.
Como puede observarse, hay un conglomerado de vulnerabilidades en un mismo caso, lo que
resulta más importante todavía para su abordamiento, a la vez que significa destacar un mayor
compromiso en la asunción de las medidas.
En esta lógica, la resolución judicial hizo lugar a varias medidas, comprensivas de los
aspectos involucradas en la presenta causa.
3. Fijar el plazo de 60 días para la duración de estas medidas, las cuales pueden
modificarse antes si cambia la situación familiar.
4. Indicar al progenitor violento que los maltratos y la humillación hacia su hija con
respecto a su identidad de género y a su salud mental, son tipos de violencia familiar y una forma
de discriminación que pueden causar daños muy graves a su integridad.
5. Recordar a las partes que tienen que hacer los tratamientos; sea empezar o
continuarlos cuando se levanten las medidas de aislamiento social, preventivo y obligatorio.
6. Advertir a las personas que integran el juzgado de paz, la comisaría y el equipo técnico
municipal de la localidad, que el derecho de la víctima a recibir un trato digno no es una opción
que depende de la apreciación de cada persona, sino que es una obligación institucional; cuyo
incumplimiento puede acarrear la aplicación de sanciones legales. Por lo tanto, se sugiere la
capacitación de todo el personal de las instituciones, según lo establece la ley “Micaela”.
1
Cfr. Naciones Unidas, Informe de la Oficina de Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los
Derechos Humanos. Discriminación y violencia contra las personas por motivos de orientación sexual e
identidad de género, 4 de mayo de 2015.
2
Conf. Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Violencia contra Personas Lesbianas, Gay,
Bisexuales, Trans e Intersex en América, 12 de noviembre de 2015.
3
Caso Perozo y otros vs. Venezuela, 28 de enero de 2009.
persona objeto de dicha discriminación, independientemente de si dicha persona se auto-
identifica o no con una determinada categoría. Al igual que otras formas de discriminación, la
persona es reducida a la única característica que se le imputa, sin que importen otras
condiciones personales. En discriminar con base en la identidad de género, se entiende no
únicamente con respecto a la identidad real o autopercibida, también se debe entender en
relación a la identidad percibida de forma externa, independientemente que esa percepción
corresponda a la realidad o no. En ese sentido, se debe entender que toda expresión de género
constituye una categoría protegida por la Convención Americana en su artículo 1.1
Aquí tiene importancia el “empalme” con la ley Micaela, porque una de las
problemáticas sociales en esta materia consiste en la valoración social –familiar, social, laboral,
institucional-, que es donde, precisamente, la adolescente resulta afectada.
Por ello, la capacitación establecida por la ley Micaela, como eje fundamental, es
especialmente pertinente en la resolución judicial que estamos analizando, porque –además del
grupo familiar en la que ella estaba inmersa- son las instituciones las que deben,
prioritariamente, capacitarse para abordar esta temática.
De ahí que señalábamos la importancia del fallo, porque en muchos otros casos, se
hubiere limitado a hacer lugar a la exclusión del hogar al agresor, sin abordar la profundidad de
la problemática en cuestión.
Finalmente, debemos destacar que la resolución judicial hace aplicación de la figura del
abogado del niño, consagrada en la CDN, la ley 26.061 y en la ley provincial de Córdoba.
El juez, siguiendo los lineamientos del art. 27 de la ley 26.061, ordena la designación de
abogados del niño para dicha adolescente. Cabe resaltar que la misma es ordenada de oficio, lo
que merece ser destacada, porque la figura de abogado del niño debe ser garantizado por todos
los operadores jurídicos del sistema.
Pensemos que todas estas vulnerabilidades que padece la adolescente no pueden ser
desconocidas ni ignoradas para garantizar, mínimamente, la defensa en juicio y el debido
proceso, lo que significa tener una defensa técnica.
Otro dato interesante, consiste en que el inicio de esta cuestión ha sido por un llamado
telefónico de la víctima, lo que nos permite reflexionar acerca de la importancia de la
información a todo niño, niña y adolescente de saber que puede contar con una defensa técnica,
para asesorarse y ejercer debidamente sus derechos vulnerados, y que en innumerables
situaciones ignora, por no tener dicho asesoramiento.