Monografia Del Alcoholismo 3-1

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Introducción

El consumo de bebidas alcohólicas está extendido en muchos países del mundo,


afectando a personas de un amplio rango de razas, culturas, y perfiles
sociodemográficos. Se asocia con muchos aspectos de la vida social y cultural,
formando parte de los rituales de celebración festiva y de socialización. A menudo se
concibe como una actividad placentera, con efectos a corto plazo que son valorados
positivamente, como alegría, euforia, relajación, desinhibición y mejora del humor.
Además, en épocas recientes los resultados de algunos estudios han permitido que se
extienda la idea de que el consumo regular de cantidades moderadas disminuye el
riesgo de muerte y enfermedad coronaria. En este contexto, se han levantado muchas
voces recordando que el alcohol no es una mercancía ordinaria, sino un producto
tóxico, que puede producir dependencia y que es uno de los principales factores de
riesgo de mortalidad y morbilidad en la población mundial, estando implicado en más
de 60 problemas de salud diferentes. Tiene un gran impacto sobre la carga global de
enfermedad, incluso después de descontar los efectos beneficiosos sobre la
enfermedad cardiovascular1. Es importante resaltar que las consecuencias negativas
del alcohol aparecen no solo en las personas con dependencia alcohólica o trastorno
por uso de alcohol (TUA) o en los consumidores excesivos sino también en otros
grupos de consumidores y que, a menudo, también las padecen las personas que se
relacionan con ellos y la sociedad en general. Estos efectos para terceras personas,
entre ellos el insuficiente cumplimiento de los roles familiares o laborales2-6, a
menudo no se consideran al evaluar la carga de enfermedad. Además, globalmente el
alcohol genera muchos efectos económicos negativos. La relación entre el consumo y
algunas consecuencias perjudiciales, como las lesiones o algunos cánceres, por
ejemplo, son prácticamente incontestables, pero en otros casos los resultados son
inconsistentes o se sustentan en estudios que generan evidencias de menor calidad.
No hay apenas trabajos experimentales en seres humanos centrados en los daños
sociales y sanitarios del alcohol, por lo que la mayor parte de las evidencias proceden
de estudios observacionales.
Los objetivos de este trabajo son describir los daños sociales y sanitarios relacionados
con el consumo de alcohol y los mecanismos que los generan.
Esto puede ayudar a la población a hacer elecciones adecuadas para reducir los
daños sociales y sanitarios asociados con el consumo de alcohol y a los profesionales,
organizaciones sociales y administraciones públicas a plantear mejores intervenciones
a nivel individual y poblacional para abordar estos problemas.
El alcohol es un líquido incoloro, de olor característico, soluble tanto en agua como en
grasas; se caracteriza por ser una sustancia psicoactiva, depresora del sistema
nervioso central, y con capacidad de causar dependencia.
Se calcula que 1 gramo de alcohol aporta al organismo 7,1 Kcal.; este aporte
energético no se acompaña de un aporte nutritivo como minerales, proteínas o
vitaminas.
El alcohol se ha utilizado ampliamente en muchas culturas durante siglos y en nuestro
país su consumo forma parte de nuestros usos y costumbres: es nuestra droga cultural
por excelencia, hasta el punto de que el hecho de beber es considerado normal ya que
tres cuartas partes de la población española beben de manera esporádica o habitual.
Sin embargo, actualmente se está tomando conciencia de que el alcohol es una droga
más y de que su consumo no es en absoluto inocuo.
De hecho, el consumo de alcohol es uno de los principales factores que se relacionan
con la salud de los individuos y de las poblaciones, ya que las consecuencias de su
consumo abusivo tienen un gran impacto en términos de salud y en términos sociales.
El alcoholismo es una enfermedad que consiste en padecer una fuerte necesidad de
ingerir alcohol, de forma que existe una dependencia física del mismo, manifestada a
través de determinados síntomas de abstinencia cuando no es posible su ingesta. El
alcohólico no tiene control sobre los límites de su consumo y suele ir elevando a lo
largo del tiempo su grado de tolerancia al alcohol.
El alcoholismo constituye uno de los principales problemas de salud a escala mundial.
Las consecuencias negativas que provoca repercuten en el plano biológico,
psicológico y social.
Las definiciones actuales de alcoholismo, no se apartan de la que hizo Magnus H
uss en 1849. Una de las más aceptadas es la del Comité de Expertos de la
Organización Mundial de la Salud (OMS):
El alcoholismo es un trastorno conductual crónico, manifestado por repetidas ingestas
de alcohol, excesivas respecto a normas sociales y dietéticas de la comunidad y que
acaban interfiriendo la salud o las funciones económicas y sociales del bebedor.
Presentación
La Organización Mundial de la Salud define el alcoholismo como la ingestión diaria de
alcohol, si se consume aproximadamente 9,9 litros de alcohol puro per cápita por año,
en la población adulta (de 15 años o más), lo cual coloca al Perú entre los países
latinoamericanos con mayor consumo.
Siendo la enfermedad más frecuentemente progresiva y fatal. Se caracteriza por
presentar en forma continua o periódica: pérdida de control sobre la bebida,
preocupación por la droga alcohol, uso del alcohol a pesar de sus adversas
consecuencias, y distorsiones en el pensamiento, principalmente negación”.
El alcoholismo provoca daño físico, psíquico y social, reduciendo además en 12 años
la expectativa de vida de quienes padecen esta condición morbosa considerada una
enfermedad por los distintos sistemas clasificatorios diagnósticos de la Psiquiatría,
Los estudios psicológicos en alcohólicos suelen priorizar la exploración de diversas
funciones y áreas como la inteligencia, memoria y atención, así como la incidencia de
la psicodinamia de la personalidad a se caracteriza por una dependencia emocional y
a veces orgánica del alcohol, ocasiona al bebedor problemas físicos, mentales,
emocionales, laborales, familiares, económicos y sociales través de distintas técnicas
proyectivas.
El alcoholismo es producido por la combinación de factores fisiológicos, psicológicos y
genéticos.
Índice
I. El Alcoholismo
Enfermedad crónica por la que una persona siente deseo de tomar bebidas
alcohólicas y no puede controlar ese deseo. Una persona con esta enfermedad
también necesita beber mayores cantidades para conseguir el mismo efecto y tiene
síntomas de abstinencia después de interrumpir el consumo de alcohol. El alcoholismo
afecta la salud física y mental, y causa problemas con la familia, los amigos y el
trabajo. El consumo regular de alcohol aumenta el riesgo de contraer varios tipos de
cáncer. También se llama dependencia del alcohol.
El alcoholismo se define, según la OMS, "como cualquier deterioro en el
funcionamiento físico, mental o social de una persona, cuya naturaleza permita inferir
razonablemente que el alcohol es una parte del nexo causal que provoca dicho
trastorno".
Enfermedad crónica por la que una persona siente deseo de tomar bebidas
alcohólicas y no puede controlar ese deseo. Una persona con esta enfermedad
también necesita beber mayores cantidades para conseguir el mismo efecto y tiene
síntomas de abstinencia después de interrumpir el consumo de alcohol. El alcoholismo
afecta la salud física y mental, y causa problemas con la familia, los amigos y el
trabajo. El consumo regular de alcohol aumenta el riesgo de contraer varios tipos de
cáncer. También se llama dependencia del alcohol.

1.1 factores que causan el alcoholismo


Parece haber muchos factores que inducen a la gente a la beber a pesar de las
consecuencias del alcoholismo y, sobre todo, del alcoholismo en jóvenes.
Para conectar con los demás.
Muchas personas necesitan el desinhibidor social para hablar con gente desconocida
o incluso conocida, para bailar, para reírse, etc. Esto incita a que el alcohol se
convierta en un facilitador social de las relaciones por lo que acabamos teniendo dos
reforzadores: la conexión social y el bienestar que provoca el alcohol.
Herencia:
Al parecer existe una predisposición genética a reproducir problemas con la bebida,
aunque esto no justifique el 100% de los casos, ya que como en todo, existen hijos de
padres bebedores que no beben y al revés.

Educación:
Muchos estudios apuntan a que este factor determina más incluso que el genético.
Cuando un hijo ve a sus padres beber a menudo y durante mucho tiempo tienden a
interiorizar que es algo habitual, inofensivo y por lo tanto se reproduce el modelo. Dar
ejemplo.
Como una forma de superar problemas personales: No deja de ser una válvula de
escape para mucha gente. Es una forma de evadir problemas y salir del hábito y
rutinas que mucha gente detesta.
I.1 Signos

Entendemos por alcoholismo el consumo repetido y prolongado de alcohol con


su consecuente intoxicación periódica derivada del mismo. La persona
consumidora acaba desarrollando una elevada tolerancia a la bebida y su
consecuente síndrome de abstinencia. Debido a la naturalidad con la que se
consume alcohol en nuestra sociedad y su presencia normalizada en la mayor
parte de eventos sociales, vitales y celebraciones, los síntomas del alcoholismo
pueden pasar desapercibidos hasta que se encuentran en grado avanzado.
Aun así, hay que tener en cuenta que también se pueden presentar en forma
de consumos desadaptativos desde su inicio. Los problemas derivados pueden
manifestarse a nivel personal, social, económico, psicológico, familiar y laboral.
Como datos objetivos, y para no olvidarnos del impacto real del consumo de
alcohol en nuestra sociedad, podemos decir que cada año tienen lugar 3,3
millones de muertes en el mundo derivadas del alcohol (que representan el
5,9% de las defunciones totales). Fuera de esta mortalidad objetiva, al
consumo del alcohol también trae consigo una gran decadencia personal
además de un exacerbado sufrimiento.

Debido a que la adicción al alcohol suele desarrollarse de forma lenta, es


necesario establecer una serie de signos que nos permitan identificar el
problema de manera precoz (ya sea en un amigo, un familiar, pareja o incluso
en nosotros mismos).
Entre estos síntomas podemos enumerar:

 el consumo de alcohol compulsivo (ingesta rápida para alcanzar “cuanto


antes” el estado de embriaguez buscado).

 aumento de la cantidad necesaria del alcohol para conseguir el mismo


efecto (aumento de la tolerancia) y el beber solo o a escondidas de
nuestros familiares/pareja/ compañeros de trabajo, etc.

 Otra característica a considerar es el síndrome de abstinencia: éste se


produce cuando se retira la sustancia a la que hemos desarrollado
dependencia (en este caso el alcohol).

Puede presentarse a través de:


 temblores,
 sudoración,
 dolor de cabeza,
 ansiedad,
 irritabilidad,
 nauseas/vómitos
 problemas para dormir.
I.2 Síntomas
Los síntomas del alcoholismo, tras muchos estudios y test de alcoholismo
están claros.

a) . Obsesión: La conducta adictiva es, por lo general, apremiante y


obsesiva. Cuando se es adicto a menudo no se puede pensar en otra
cosa que no sea la droga, el modo de conseguirla, la forma de
administrarla, etc. En general, la adicción es vivida como una obsesión
que dirigirá gran parte de su tiempo, su energía y su atención.

El estilo de vida se vuelve monótono y ‘unimodal’: toda gira en torno a la


adicción, y el resto de personas, cosas, intereses, obligaciones, pasa a un
plano secundario.

b) Consecuencias negativas:

Lo que hace que una adicción sea una adicción nociva es que se vuelve en
contra de uno mismo y de los demás. Al principio se obtiene cierta
gratificación aparente, igual que con un hábito. Pero más temprano que
tarde su conducta empieza a tener consecuencias negativas en su vida.

Las conductas adictivas producen placer, alivio y otras compensaciones a


corto plazo, pero provocan dolor, desastre, desolación y multitud de
problemas a medio plazo.

Las consecuencias negativas asociadas a las adicciones afectan a muchos


aspectos diferentes de la vida de una persona. Los más importantes son:

Relaciones: La relación con la familia, amigos o pareja se altera, aparecen


discusiones frecuentes, desinterés sexual, la comunicación se interrumpe,
hay pérdida de confianza, alejamiento, etc.
Trabajo: Cuando una persona tiene una adicción suele restarle tiempo a su
trabajo para buscar la droga o recuperarse de su uso, suele llegar tarde,
hay menor productividad, deterioro de la calidad del trabajo o pérdida del
propio trabajo.
Economía: Al destinar la mayor parte del dinero a comprar las drogas,
apenas queda dinero para otras cosas. Los ahorros se agotan y suele
aparecer el endeudamiento. A veces para poder sufragar los gastos de la
adicción se ve obligado a recurrir a actividades ilegales.
Salud psíquica: Los adictos suelen padecer una amplia gama de trastornos
psicológicos, como estados de ánimo negativos e irritabilidad, actitudes
defensivas, pérdida de autoestima e intensos sentimientos de culpa.
Conducta: Como conseguir y usar la droga se ha vuelto casi más
importante que ninguna otra cosa, los adictos se vuelven egoístas y
egocéntricos: no les importa nadie más que ellos mismos.
Salud Física: La adicción suele conllevar la aparición de multitud de
síntomas físicos incluyendo trastornos del apetito, úlcera, insomnio, fatiga,
más los trastornos físicos y enfermedades provocadas por cada sustancia
en particular.
c) Falta de control:

El rasgo distintivo de la conducta adictiva es que al tratar de controlarla, la


voluntad resulta insuficiente. La sustancia o actividad en cuestión controla a
la persona, en lugar de ser al contrario. La falsa percepción de autocontrol
es uno de los grandes paradigmas para entender las adicciones. Los
drogodependientes creen que pueden controlar la droga: la cantidad, las
dosis, la frecuencia, etc. sin embargo nada hay más equivocado que esta
creencia.

Pensar que uno posee cierta omnipotencia frente a las drogas es una
ingenuidad, y más aún cuando ya existen antecedentes de consumo. Si
para las personas abstemias resulta difícil controlar la ingestión de alcohol,
para las personas que tienen una historia de consumo y/o abuso de alcohol
resulta muy difícil parar, decir no o evitar una situación.

d) Negación:

A medida que los adictos empiezan a acumular problemas (en el trabajo,


hogar, socialmente), inevitablemente comienzan a negar dos cosas:

Que la droga o actividad en cuestión constituya un problema que no


pueden controlar
Que los efectos negativos en sus vidas tengan alguna conexión con el uso
de la droga o actividad.
Como la negación es un proceso mental ficticio, negar la propia adicción o
sus consecuencias significa, literalmente, estar fuera de contacto con la
realidad.

 La negación asume muchas formas:


 Negar terminantemente: ‘No, yo no tengo ningún problema’
 Minimizar: ‘No es tan grave’
 Evitar el tema por completo (ignorarlo, negarse a abordarlo o
desviar la atención a otro tema)
 Culpar a otros: ‘Quién no haría esto en mi situación’
 Racionalizar: ‘Lo mío no es tan grave’, ‘Yo no estoy tan enganchado’

El trastorno asociado al consumo de alcohol puede ser leve, moderado o


grave, según la cantidad de síntomas que manifiestes. Entre los signos y
síntomas, se incluye lo siguiente:

 Ser incapaz de limitar la cantidad de alcohol que bebes


 Tener la intención de reducir la cantidad que bebes o haberlo intentado
sin éxito
 Dedicar mucho tiempo a beber, conseguir alcohol o recuperarse del
consumo de alcohol
 Sentir antojos intensos o ansias de beber alcohol
 Ser incapaz de cumplir obligaciones importantes en el trabajo, la
escuela o el hogar debido al consumo reiterado de alcohol
 Continuar con el consumo de alcohol aun sabiendo que te provoca
problemas físicos, sociales, laborales o interpersonales
 Abandonar o limitar las actividades sociales y laborales y los
pasatiempos para consumir alcohol
 Consumir alcohol en situaciones poco seguras, como al manejar o
nadar
 Desarrollar tolerancia al alcohol, por lo que necesitas tomar más para
sentir el efecto o sientes menos efecto con la misma cantidad
 Tener síntomas de abstinencia, como náuseas, sudoración y temblores,
cuando no bebes, o bien beber para evitar estos síntomas

I.3 Causas

 Hasta el momento no existe una causa común conocida de esta


adicción, aunque varios factores pueden desempeñar un papel
importante en su desarrollo y las evidencias muestran que quien tiene
un padre o una madre con alcoholismo, tiene mayor probabilidad de
adquirir esta enfermedad,
 una puede ser el estrés o los problemas que tiene la persona que lo
ingiere.
 Eso puede deberse, más que al entorno social, familiar o campañas
publicitarias, a la presencia de ciertos genes que podrían aumentar el
riesgo de alcoholismo.
 Algunos otros factores asociados a este padecimiento, son la necesidad
de aliviar la ansiedad.
 conflicto en relaciones interpersonales.
 depresión.
 baja autoestima,
 facilidad para conseguir el alcohol y aceptación social del consumo de
alcohol.
 Los factores genéticos, psicológicos, sociales y ambientales pueden
influir sobre la manera en que el alcohol afecta tu organismo y tu
conducta.

1.3.1 Factores que causan el alcoholismo


Parece haber muchos factores que inducen a la gente a la beber a pesar de las
consecuencias del alcoholismo y, sobre todo, del alcoholismo en jóvenes.
Para conectar con los demás.
Muchas personas necesitan el desinhibidor social para hablar con gente
desconocida o incluso conocida, para bailar, para reírse, etc. Esto incita a que
el alcohol se convierta en un facilitador social de las relaciones por lo que
acabamos teniendo dos reforzadores: la conexión social y el bienestar que
provoca el alcohol.

Herencia:
Al parecer existe una predisposición genética a reproducir problemas con la
bebida, aunque esto no justifique el 100% de los casos, ya que como en todo,
existen hijos de padres bebedores que no beben y al revés.
Educación:
Muchos estudios apuntan a que este factor determina más incluso que el
genético. Cuando un hijo ve a sus padres beber a menudo y durante mucho
tiempo tienden a interiorizar que es algo habitual, inofensivo y por lo tanto se
reproduce el modelo. Dar ejemplo.
Como una forma de superar problemas personales: No deja de ser una
válvula de escape para mucha gente. Es una forma de evadir problemas y salir
del hábito y rutinas que mucha gente detesta.

I.4 Factores de riesgo

El consumo de alcohol puede comenzar en la adolescencia, pero el trastorno


por consumo de alcohol se manifiesta con mayor frecuencia entre los 20 y los
40 años, aunque puede presentarse a cualquier edad.

Estos son algunos factores de riesgo del trastorno por consumo de alcohol:

Consumo constante en el tiempo. El consumo excesivo frecuente durante un


período prolongado o el consumo compulsivo frecuente pueden ocasionar
problemas relacionados con el alcohol o trastorno por consumo de alcohol.

Comenzar a una edad temprana. Las personas que comienzan a beber,


especialmente de manera compulsiva, a una edad temprana tienen un mayor
riesgo de tener trastorno por consumo de alcohol.

Antecedentes familiares. El riesgo de tener trastorno por consumo de alcohol


es mayor en las personas que tienen un padre, madre u otro familiar cercano
con problemas con el alcohol. Esto puede verse influenciado por factores
genéticos.

Depresión y otros problemas de salud mental. Es frecuente que las


personas con trastornos mentales, como ansiedad, depresión, esquizofrenia o
trastorno bipolar, tengan problemas con el alcohol u otras sustancias.

Antecedentes de trauma. Las personas con antecedentes de traumas


emocionales u otro tipo de trauma corren un mayor riesgo de tener trastorno
por consumo de alcohol.

Cirugía bariátrica. Algunos estudios de investigación indican que someterse a


una cirugía bariátrica puede aumentar el riesgo de tener trastorno por consumo
de alcohol o una recaída después de recuperarse de este trastorno.

Factores sociales y culturales. Tener amigos o una pareja que beben con
regularidad podría aumentar el riesgo de tener trastorno por consumo de
alcohol. La manera atractiva en la que a veces el consumo de alcohol se
presenta en los medios de comunicación también puede transmitir el mensaje
de que beber mucho está bien. En el caso de los jóvenes, la influencia de los
padres, compañeros y otros modelos para seguir puede afectar el riesgo.
I.5 Concentración de alcohol de las bebidas mas comunes

En el informe Alcohol y atención primaria de la salud (OMS, 2008), se indica


que la cerveza contendrá entre el 2 % y el 5 % de alcohol puro, los vinos
contendrán entre el 10,5 y el 18,9 %, los licores variaban entre el 24,3 % y el
90 %, y la sidra entre el 1,1 % y el 17 %.

1.4.1 Bebidas alcohólicas:


Se entiende por bebida alcohólica aquella bebida en cuya composición está
presente el etanol en forma natural o adquirida, y cuya concentración sea igual
o superior al 1 por ciento de su volumen y que tiene diferente concentración
dependiendo de su proceso de elaboración.

1.4.2 Tipos de bebidas alcohólicas

1.4.2.1 Fermentadas

Las bebidas fermentadas son las procedentes de frutas o de cereales que, por
acción de ciertas sustancias microscópicas (levaduras), el azúcar que
contienen se convierte en alcohol.

Las bebidas fermentadas más comunes son el vino, la cerveza y la sidra.

El vino es el producto resultante de la fermentación de las uvas frescas o del


mosto. Su contenido alcohólico suele oscilar entre los 10 y los 13 grados.

La cerveza se obtiene a partir de la malta cervecera, procedente de la


transformación de la cebada y otros cereales. Para conseguir el sabor amargo
se le añade lúpulo. Su contenido de alcohol suele oscilar entre los 4-6 grados.

La sidra, procede de las manzanas trituradas y fermentadas. Su contenido en


alcohol suele alcanzar los 5 grados.

Las bebidas destiladas se consiguen eliminando mediante calor, a través de la


destilación, una parte del agua contenida en las bebidas fermentadas.

El principio básico de esta acción reside en que el alcohol se evapora a 78


grados y el agua a 100 grados, por consiguiente, tienen más alcohol que las
bebidas fermentadas, alcanzando los 30-50 grados.

1.4.2.2 destiladas
Las bebidas destiladas son las descriptas generalmente como aguardientes y
licores; sin embargo, la destilación, agrupa a la mayoría de las bebidas
alcohólicas que superen los 20º de carga alcohólica.

 El coñac o brandy, que deriva de destilados del vino criados en vasijas


de roble.
 La ginebra, que resulta de la destilación de macerados de bayas de
enebro y otros cereales.
 El whisky, que se origina de mezcla de cereales (cebada, maíz,
centeno).
 El ron, que se obtiene de la destilación de la melaza fermentada de la
caña de azúcar o de remolacha.
 El vodka, que se obtiene de varios cereales, generalmente centeno y
también de la papa.

I.6 Tipos de alcohólicos

BEBEDOR TIPO ALPHA.


Este tipo de bebedor realiza un consumo exagerado y excesivo con el objetivo
de mitigar los efectos de una enfermedad mental o médica.

BEBEDORES TIPO BETA


En este tipo de bebedores no existe tampoco una verdadera dependencia
alcohólica. Se ven incluidos en esta clasificación los bebedores sociales, que
consumen excesivamente cosa que les puede provocar una lesión somática.

ALCOHOLISMO TIPO GAMMA


Las personas de esta categoría presentan una verdadera adicción,
manifestando una clara pérdida de control ante la bebida, y deseo
desmesurado por acceder a ella, tolerancia al alcohol y adaptación a sus
metabolitos. Dentro de este grupo se encontrarían los sujetos alcohólicos
crónicos.

ALCOHOLISMO TIPO DELTA


Los sujetos incluidos en esta categoría presentan también una adicción al
alcohol, presentando incapacidad para mantener la abstinencia, pero sin
presentar una pérdida de control ante la bebida. Dicho de otro modo, necesitan
beber de forma asidua, pero sin llegar a estar ebrio.

1.7 Trastornos derivados del alcoholismo


El consumo abusivo de alcohol puede provocar problemas graves en la salud física y
mental de los consumidores.
Intoxicación alcohólica
Entre ellos destaca la intoxicación etílica, es causada por la ingestión reciente de una
cantidad elevada de alcohol (o bien consumido con una velocidad excesiva) y se
caracteriza por la presencia de cambios psíquicos y conductuales como agresividad,
euforia, control muscular deficiente, enlentecimiento mental y físico, farfulleo,
alteraciones de memoria, percepción y atención. Puede ir de la simple ebriedad al
coma etílico y la muerte.
Síndrome de abstinencia
Otro de los trastornos relativos al consumo de alcohol es el síndrome de abstinencia.
Este síndrome, que se da ante el cese o interrupción brusca en consumidores
crónicos, suele iniciarse con temblores entre las siete y cuarenta y ocho horas el último
consumo.
Son frecuentes la ansiedad, agitación, temblor, insomnio, náuseas e incluso las
alucinaciones. Las alteraciones de este síndrome dependen en gran medida del
tiempo y cantidad de consumo frecuente, pudiendo presentarse convulsiones y crisis
epilépticas, alucinosis alcohólica o incluso delirium tremens como una de las
manifestaciones más graves de abstinencia.
En el caso del delirium tremens, es muy importante recurrir a ayuda médica con
urgencia, ya que un 20% de los casos son mortales en caso de no acudir al hospital, e
incluso contando con intervención de especialistas, un 5% de las personas mueren.
Este cuadro clínico aparece en 3 fases:

 Primera fase: ansiedad, taquicardia, insomnio y mareos.


 Segunda fase: 24 horas después, los síntomas anteriores se agravan y
aparecen temblores y abundante sudoración.
 Tercera fase: alucinaciones, desorientación, taquicardia, delirios y estupor.
Amnesias inducidas por alcohol
También son conocidos los blackout, o amnesias parciales, que se pueden clasificar
en amnesia dependiente del estado (en que se olvidan acciones realizadas durante la
ebriedad que solo se recuerdan en estado de embriaguez), fragmentaria (amnesia de
lo ocurrido durante la embriaguez con algunos momentos intermedios preservados) o
en bloque (olvido total de lo ocurrido durante la borrachera). El abuso habitual del
alcohol hace que mueran muchas neuronas del hipocampo, y como consecuencia
aparecen problemas a la hora de crear recuerdos sobre lo que ocurre cuando el nivel
de alcohol en sangre es alto. A la vez, los problemas de memoria declarativa pueden
permanecer en el largo plazo.
Trastornos del sueño
Se producen también dificultades de sueño, disminuyéndose el sueño REM e
incrementándose las fases 2 y 3 del sueño no REM para producirse en la segunda
mitad de la noche un repunte del sueño REM que puede despertar al individuo.

Trastornos crónicos
Al margen de estos trastornos de carácter agudo, también pueden presentarse
trastornos crónicos tales como el Síndrome de Wernicke-Korsakoff, alteraciones
cognitivas (pérdida de memoria, disminución de capacidad de juicio y planificación o
deterioro de la atención entre otras) o disfunciones sexuales, de personalidad
(incluyendo celos patológicos en las relaciones de pareja) y otros trastornos
neurológicos y hepáticos.
1.8 Consecuencias: personal, familiar. social y laboral

1.8.1 Consecuencias familiares

Las familias que tienen hábitos de bebida distintos tienen mayores


probabilidades de divorcio, según un estudio del Instituto Noruego de Salud
Pública. Así, el riesgo de divorcio se triplica cuando uno de los miembros de
la pareja bebe en exceso y el otro no. No obstante, si ambos miembros
beben la misma cantidad de alcohol, a pesar de que esta sea elevada, las
probabilidades de divorcio se mantienen bajas.
el alcoholismo siempre ha sido una fuente de conflictos familiares. En este
sentido, en las familias con uno de sus miembros alcohólico se alteran
determinadas situaciones cotidianas. Además, antes de aceptar que existe
una enfermedad, se dan unas etapas que atraviesa la familia de un
alcohólico.

a) Cambios de responsabilidades
Se produce un cambio en los papeles de la estructura familiar, se
desdibujan los roles, tareas y responsabilidades de cada uno y se obliga al
progenitor no alcohólico a asumir las funciones de aquel afectado por la
adicción. En estas familias también se producen dificultades para
establecer rutinas y planes ya que no se puede contar con que la persona
alcohólica este siempre disponible. Esta situación crea incertidumbre e
inseguridad en el resto de los miembros de la familia.

b) Se acaban los momentos de diversión


El ocio familiar también se ve resentido por las actuaciones del alcohólico,
sus indisposiciones o sus comportamientos anómalos. La familia se
encierra en sí misma, restringe su actividad social y se perpetua el
consumo.

c) Problemas de comunicación
La persona con alcoholismo tiene problemas de comunicación, por un lado,
hay un mutismo absoluto sobre este problema frente a la sociedad mientras
que por otro lado el problema puede ser el único tema de conversación
dentro de la familia.

d) Abandono de los hijos


El consumo de alcohol, además, puede llevar al abandono de los hijos. Así,
los niños menores de cinco años son más proclives a sufrir abandonos por
parte de sus progenitores con un problema de adicción, mientras que los
mayores de cinco años son más vulnerables al daño psicológico derivado
de la enfermedad de sus padres.

Las consecuencias en los hijos de padres o madres con un problema de


alcoholismo pueden ser las siguientes:

 Comportamientos antisociales: respuestas agresivas, hiperactividad,


delincuencia y otros problemas de conducta.
 Problemas emocionales y psicosomáticos como asma o eneuresis.

 Dificultades sociales, retraso escolar, dificultad de concentración,


bajo rendimiento escolar y absentismo escolar.

1.8.2 consecuencias personales

Las consecuencias en la salud de esta enfermedad son graves, duraderas


y diversas. Normalmente, éstas aparecen en estadios avanzados -
especialmente aquellas con impacto físico- lo que dota al consumo de
alcohol de una falsa ausencia de peligrosidad. En cualquier caso, a
diferencia de otras enfermedades, esta es sistémica, y sus problemas no
afectan sólo al individuo sino también a las personas de su entorno. Estas
consecuencias pueden clasificarse en orgánicas, psiquiátricas y
psicológicas, familiares y sociales y, finalmente, económicas.

1.8.2.1 Tipos de consecuencias

Orgánicas: El consumo mantenido de alcohol genera riesgo en la salud a


nivel digestivo, cardiovascular y neurológico, pero también se han descrito
alteraciones endocrinas e infecciosas secundarias.

Aparato digestivo: Cuatro son los órganos que más se resienten con el
consumo de alcohol crónico: esófago, estómago, hígado y páncreas. En los
dos primeros, aparte de producir una irritación de la superficie interna -
esofagitis y gastritis - hay una relación directa entre beber alcohol y el
riesgo de desarrollo de cáncer en ambos órganos.
En el caso del hígado inicialmente hay una inflamación tóxica - hepatitis,
que puede evolucionar a cirrosis, por la que el hígado poco a poco va
dejando de funcionar y acabar desarrollando cáncer.
En cuanto al páncreas la evolución de las enfermedades por consumo
alcohólico sería pancreatitis aguda, pancreatitis crónica, fallo orgánico (que
puede condicionar una diabetes secundaria) y aparición de cáncer. Es
importante reseñar que el alcohol, por afectación de la capacidad de
absorción digestiva, puede producir también anemias por falta de vitamina
B12 y ácido fólico.

Cardiovascular: está sobradamente comprobado que el consumo de


alcohol tiene efectos perjudiciales sobre las estructuras cardiovasculares
pudiendo producir problemas y trastornos como aumento de la presión
arterial, deterioro del músculo cardiaco - miocardiopatía -, arritmias e
infartos cerebrales.
Neurológico: A nivel central el consumo mantenido de alcohol es capaz de
producir un deterioro cognitivo que puede desembocar en una demencia y
pérdida de memoria. A nivel periférico se puede producir una polineuropatía
- afectación simultanea de varios nervios -; no está claro si el por el efecto
directo del consumo de alcohol o por los problemas de desnutrición
secundaria que produce. Es un cuadro de instauración lenta que no da la
cara hasta que se encuentra en un estado avanzado. Sus síntomas más
comunes son sensación de hormigueo en pies y manos, debilitamiento de
los músculos y perdida de la sensibilidad. En estadios muy avanzados el
alcohol puede crear problemas en funciones involuntarias como el latido
cardíaco o la respiración.
Otras: La experiencia clínica ha revelado que las personas con un consumo
mayor de alcohol tienen mayor riesgo de adquirir enfermedades infecciosas
como neumonías o tuberculosis. Una última entidad clínica que es
necesario mencionar es el síndrome alcohólico fetal, el cual se da cuando
el consumo de alcohol se realiza durante el embarazo; las principales
enfermedades que pueden afectar al recién nacido son: bajo peso al nacer,
alteraciones neurológicas del desarrollo y malformaciones en el corazón.

Psiquiátricas/psicológicas: El consumo de alcohol puede determinar


aparición de problemas y enfermedades psiquiátricas o empeorar aquellas
que ya estaban presentes en las personas afectadas.

Depresión: el consumo mantenido de alcohol puede inducir trastornos


depresivos graves pero transitorios en un individuo que no tenga
antecedentes previos de depresión. Al cesar el consumo los síntomas
depresivos desaparecen a las 4-5 semanas, aunque puede haber un nuevo
episodio posteriormente; la mejoría de los síntomas es más moderada si
había previamente síntomas depresivos. En ambos casos se recomienda
tratar los síntomas de depresión.
Suicidio: El riesgo de suicidio es mayor en alcohólicos que entre la
población general, especialmente si se trata de varones que consumen
alcohol y que iniciaron el consumo a edades tempranas. El riesgo también
esta incrementado en aquellos casos con enfermedad mental previa.
Otras adicciones: El alcoholismo incrementa el riesgo de que la persona
desarrolle dependencia a otras sustancias psicótropas, especialmente
cocaína, benzodiacepinas y nicotina. Así mismo se ha visto que existe una
marcada relación con la ludopatía.
Enfermedad mental grave y crónica: Más de la tercera parte de las
personas con este tipo de diagnóstico son alcohólicos o también consumen
otras drogas. El mayor desarraigo social hace que estén más expuestos al
consumo de tóxicos; así mismo se existe la teoría de que el paciente con
este tipo de enfermedad, bebe para aliviar parte de los efectos de su
enfermedad o de la medicación que tienen prescrita.

1.8.2.2 Consecuencias sociales


El consumo excesivo de alcohol es una de las causas más frecuentes de
transgresiones sociales como violaciones y riñas, práctica de sexo sin
medios de protección, abandono familiar y laboral. Se vincula
mundialmente con el 50 % de las muertes ocurridas en accidentes de
tránsito y el 30 % de los homicidios y arrestos policiales. Reduce de 10 a 15
años la expectativa de vida y determina el 30 % de las admisiones
psiquiátricas y el 8 % de los ingresos por psicosis. También se ha
responsabilizado con casi la mitad de los condenados por faltas y delitos
tan graves como asesinatos. En este medio se relaciona con la tercera
parte de los hechos delictivos y violentos y entre el 20 y el 25 % de las
muertes por accidentes.
Los alcohólicos tienen, como grupo social, uno de los porcentajes más altos
de separación matrimonial y de divorcio. Sin embargo, en estudios
realizados en el país se ha encontrado que alrededor de la mitad de las
personas que ingieren bebidas alcohólicas logran mantener vínculo marital
por mucho tiempo.
Muchos autores han estudiado la dinámica familiar en el hogar de
procedencia del alcohólico y señalan su coincidencia con la llamada "crisis
familiares no transitorias" (divorcio, enfermedades crónicas o muerte en
uno o ambos padres, hostilidad excesiva, violencia doméstica, pérdida de la
estimación hacia el bebedor, descuido de los hijos, situaciones judiciales,
actos deshonrosos, malas relaciones interpersonales, entre otras). Esta
situación se considera que condiciona un trastorno del aprendizaje en una
población específica de niños que se ha denominado "niños con
incapacidad para aprender" con inteligencia normal, que no presentan el
perfil característico de retraso mental y en los que se invocan un déficit
cognoscitivo específico para el aprendizaje.
Los resultados de otros autores muestran que no existen diferencias
significativas entre los controles y los niños de alcohólicos severos y
antisociales o de alcohólicos deprimidos o de familia con historia positiva de
alcoholismo. Por esta razón, concluyen que el desarrollo mental global no
está asociado con el alcoholismo en los padres. Esto eleva la posibilidad de
que los problemas posteriores en estas áreas puedan reflejar procesos
cognitivos más específicos o el impacto de problemas conductuales y
familiares entre esos niños.
Salvo algunos países de cultura hindú o islámica donde el consumo de
alcohol es menor como consecuencia de tradiciones o influencias
religiosas, alrededor del 70 % de la población, por encima de los 15 años,
ingiere alcohol en determinada cantidad, del 3 al 5 % son dependientes y,
de ellos, el 10 % se convertirán en bebedores problemas en algún
momento de su vida. Actualmente España ocupa el 4to lugar mundial en el
consumo de alcohol después de Francia, Luxemburgo y Alemania. Cada
español consume por término medio 108 litros de alcohol al año, casi el 4 %
de la población española (1 600 000 personas) consume diariamente más
de 100 g. Se considera que existe un incremento de consumo de alcohol de
alrededor del 30 % en los países desarrollados durante los últimos 20 años,
índice muy superior al esperado por el aumento de la población en esta
etapa. En Cuba, el 45,2 % de la población mayor de 15 años consume
bebidas alcohólicas, con un índice de prevalencia de alcoholismo entre el 7
y el 10 %, uno de lo más bajo en Latinoamérica, con predominio en edades
comprendidas entre los 15 y 44 años. Se señala que en los últimos 15 años
el consumo ha aumentado notablemente en nuestro país, que el 90,4 % de
la población inicia la ingestión del tóxico antes de los 25 años y que la
mayoría de los bebedores problema se encuentra entre 25 y 42 años. Se
calcula que el alcoholismo puede incidir hasta en el 40 % en los ingresos de
los servicios de urgencia y que el 2 % de los enfermos que ingresan en los
servicios médicos hospitalarios sufren de una enfermedad causada o
agravada por el abuso de alcohol.

1.8.2.3 Consecuencias laborales


Resulta evidente que, si un trabajador consume alcohol de manera regular,
aunque este consumo se produzca fuera del horario de trabajo, terminará
afectando al entorno laboral.

Así, los síntomas que alertan de un posible abuso de alcohol son las
siguientes:

 Mayor absentismo laboral, retraso en la hora de entrada o salidas


anticipadas.
 Aumento de la conflictividad: cambios repentinos de humor,
comportamientos violentos, etc.
 Disminución de la productividad: el consumo de alcohol afecta de
forma grave al rendimiento del empleado en su puesto de trabajo.
 Más bajas por enfermedad
 Somnolencia
 Problemas familiares
 Problemas económicos
 Deterioro en su higiene personal
 Pequeños hurtos
 Reiterados accidentes laborales: Entre el 15 y el 20% de los
accidentes laborales ocurren en trabajadores que se encuentran
bajo los efectos del alcohol u otras drogas.
 Consecuencias del alcoholismo en el entorno laboral
 Además de los evidentes problemas sociales para el trabajador que
conlleva el abuso de la ingesta de alcohol, puede tener también
consecuencias laborales muy graves.

El Estatuto de los Trabajadores considera la embriaguez un incumplimiento


contractual, estableciendo el marco de actuación de la empresa ante una
situación de este tipo. Teniendo así, como consecuencias, amonestaciones
por escrito, suspensión de empleo y sueldo de hasta 60 días o incluso la
rescisión del contrato, es decir, el despido del trabajador.

Además, si un trabajador se encuentra en estado de embriaguez durante la


jornada laboral y sufre un accidente, se considerará que ha cometido una
imprudencia temeraria y quedará excluido de la prestación por accidente de
trabajo.

Políticas de actuación
Estas políticas deben abarcar desde la información hasta la asistencia a
trabajadores que la necesiten, buscando cambiar las actitudes de éstos
para que tengan presentes las consecuencias de estos abusos.

Programas de prevención
La gran importancia de actuar en los casos de alcoholismo laboral se deriva
de las graves consecuencias que puede suponer para el trabajador el
hecho de presentar embriaguez en el puesto de trabajo. Por ello, los
programas de prevención deberían realizarse en todas las empresas,
independientemente de su tamaño. A pesar de lo que pueda parecer, los
costes derivados del consumo de alcohol en el lugar de trabajo supera
ampliamente los que puedan derivarse de programas de prevención y
apoyo a los empleados.

Por ello, se recomienda establecer programas de prevención, en lugar de


esperar para actuar a que se produzca una crisis provocada por el
consumo de alcohol por parte del trabajador.

Protocolo de actuación
Es importante destacar que la política anti alcohol de la empresa no debe
ser perseguir a los adictos sino contribuir a mejorar sus condiciones de
salud, abordando el problema, en principio desde una perspectiva positiva,
no sancionadora, considerando el despido como última opción.

Se recomiendan las siguientes actuaciones:

 Confrontar al trabajador enfermo por parte de los profesionales


adecuados, como el médico de empresa, técnico de prevención de
riesgos laborales y directivos de la empresa.
 Valorar la predisposición del trabajador al posible tratamiento.
 Documentar las alteraciones en la conducta del trabajador
percibidas por los compañeros o supervisores.
 Citar al trabajador en el servicio de Prevención según el artículo 22
de la Ley 31/95 para realizarle un examen del estado de salud, tras
el cual se emitirá un informe con la correspondiente valoración de
aptitud su puesto de trabajo Siempre teniendo en cuenta su derecho
a la confidencialidad.
 Si el trabajador no acudiese a la citación, se le deberá citar por
escrito para un reconocimiento médico obligatorio, y en el caso de
que tampoco acuda, se le requerirá por vía judicial previa
comunicación a la Dirección de la empresa.
 Tras la evaluación el trabajador será remitido al médico habitual
para ser evaluado de nuevo.
 En el caso de que el trabajador niegue el consumo, se intentará
consultar con sus familiares.
 Se intentará modificar el trabajo de la persona afectada, para que
pueda seguir trabajando en la medida de lo posible.
 En caso de gravedad máxima, se activarán los protocolos de
intervención urgente según marca la ley de Prevención de Riesgos
Laborales.

1.9 Prevención de alcoholismo

La prevención del alcoholismo debe iniciarse en edades tempranas, con


una educación basada en la abstinencia, que debe ser reforzada con el
ejemplo en la familia, así como acciones que fomenten la autoestima y
habilidades sociales, esto con el fin de que en el futuro se pueda soportar la
presión de grupo y la elección de formas sanas de diversión.

El alcohol es quizás la sustancia más icónica y mejor bien vista, a la que le


asocian vínculos culturales, con los cuales se le siguen atribuyendo efectos
positivos por parte de quien lo consume. Es una droga que lleva muchos
años en nuestro país, que conlleva históricamente cientos de problemas
personales, económicos, sanitarios, laborales, políticos y sociales, pero que
al mismo tiempo sigue contando con una buena posición.

La Organización Mundial de la Salud (2010) realizó un informe con unas


estrategias para reducir el uso excesivo de alcohol, entre las que podemos
destacar las siguientes a aplicar en la prevención de los alcohólicos

a) Adoptar medidas políticas integrales con un compromiso a conciencia


para el cumplimiento de las medidas propuestas.

b) Implantar en los servicios de salud programas de prevención y de


tratamiento para la población.

c) Potencializar a la comunidad con planes que se puedan poner en


práctica con el fin de lograr cambios de comportamiento social.

d) Sensibilizar el respeto y la aplicación de las medidas de control de


conductores bajo los efectos del alcohol.

e) Perfeccionamiento de medidas adecuadas de regulación a la venta y


suministro de bebidas alcohólicas, publicación de las leyes y políticas.

f) Atención a la publicidad de bebidas alcohólicas, haciendo un especial


énfasis en el contenido que puede llegar a jóvenes y niños.

g) Alza en los precios de las bebidas alcohólicas como medida para


dificultar el acceso a jóvenes y niños.

h) Apoyar y difundir los programas que ayudan a mitigar los daños que
sufren los consumidores de alcohol.

1.9.1 Medidas ambiental

.
Una de las posiciones más audaces para hacer frente al consumo de
alcohol, estaría centrado en las estrategias de prevención
ambiental (Brotherhood y Sumnall, 2011; Burkhart, 2011) que persiguen
modificar el entorno social, cultural, físico y económico, porque actúan
como conductores en la toma de decisiones individuales de los que viven
en esos entornos, influyendo en su comportamiento de consumo a corto,
medio y largo plazo. Es claro que el lugar donde se vive, su medio
ambiente, marcan una gran parte de los esquemas de comportamiento de
la persona y el grupo, siendo estos comportamientos la referencia para
asumir conductas sociales que se toman como normales y aceptadas
.
Según Brotherhood y Sumnall (2011) las prácticas de tipo ambiental nos
son popularmente aceptadas, de ahí que aplicarlas suele encontrarse con
inconvenientes relacionados a las personas directamente implicadas, de
igual forma en los sectores involucrados. Así que, para lograr superar estos
obstáculos y poderlas ejecutar de forma positiva, debemos considerar
varios elementos:

o Ordenamiento sistemático de las reglas para su entrada en


funcionamiento.
o Medidas bien diseñadas y contundentes.
o Divulgación de la información con anticipación siendo claros
en los objetivos que se buscan alcanzar.
o Adherir a los sectores que se verán más afectados con la
implementación de las nuevas medidas.

Todo cambio genera expectativa, miedos, y resistencia por parte de


algunos o de una mayoría, recurrir a los elementos anteriores nos serán de
gran utilidad para lograr la aceptación paulatina del cambio, junto a unas
pautas que nos permitan asimilarlo positivamente:

• Ir realizando los cambios paulatinamente.

• Estos cambios deben ir acompañados de información suficiente, para que


la población afectada entienda los beneficios, se una y apoye los cambios
desarrollados.

• No se debe ir al extremo, como la prohibición total del alcohol, se deben


es ajustar las normas para contrarrestar el fácil acceso a las bebidas.

• Es importante contar con la participación de los sectores que se verán


más afectados, y lograr con ellos un “acuerdo” en el que no se sientan
perjudicados por la medida, abriendo espacio a que puedan beneficiarse en
otros aspectos.

1.9.2 Medidas sociales y comunitarias

Para el éxito de un cambio social no es suficiente con la implantación de


unas medidas legales, se debe lograr un cambio en la conciencia colectiva;
en nuestro país donde tenemos unas tradiciones heredadas de hace
muchos años, (carnavales, fiestas de pueblos, navidad, etc.) y que están
profundamente ligadas al consumo del alcohol, es una tarea sumamente
difícil lograr estos cambios sin la ayuda de instituciones gubernamentales,
la familia y la escuela; para desarraigar ese concepto de que toda
celebración debe ir ligada al consumo de bebidas alcohólicas.
Conseguir cambiar el pensamiento colectivo es un trabajo a largo plazo,
que requiere la sensibilización de la comunidad, para llegar a generar esa
real conciencia se necesita una participación profunda de las instituciones
antes señaladas, la escuela, la familia, el estado, y llevar a la práctica
estudios de comportamiento en la ciudad, teniendo en cuenta los diferentes
factores de su entorno, lo que permitirá conocer los aspectos que puedan
atacarse a nivel social y colectivo, para consolidar unas costumbres de
comportamiento lejos de la infracción a la leyes, que sea un hábito cumplir
las normas y genere vergüenza antes los ojos de los demás el incurrir en
alguna falta a dichas normas.

1.9.3 Acciones preventivas


De acuerdo a DeJong, Larimer, Wood y Hartman (2009); Londoño y
Vivaccia (2005) existen unos parámetros de mejora que pueden aplicarse
como acciones preventivas hacia el consumo de alcohol en los menores de
edad, dentro de los que puedo citar los siguientes:

 Uso de programas de prevención definidos, dirigidos a la prevención


del consumo del alcohol.

 Motivar a los jóvenes a construir de su propia mano las medidas


preventivas en las cuales puedan participar y se promueva el
fortalecimiento de destrezas.

 Incluir a familiares, padres o responsables en los programas de


prevención, en los cuales se encuentre de manera puntual y
específica su participación y los lineamientos a seguir para su
desarrollo.

 La metodología de prevención utilizada debe ser precisa y efectiva,


la cual debe estar respaldada con datos de fuentes expertas,
desarrollo de acciones lúdicas en grupo, participación dinámica,
juegos de dramatización, entre otras.

 Desarrollar un vínculo entre los diferentes grupos involucrados en las acciones


de prevención, como la familia, escuela, comunidad, con el fin de entre todos
generar esquemas de motivación frente a la disminución de consumo de
alcohol, exteriorizándolo a los más vulnerables, los jóvenes.

En esta época, donde existe un gran auge de tecnología, con variedad de


dispositivos inteligentes, no podemos dejar de lado esta gran herramienta
como mecanismo de difusión de los programas de prevención.
De acuerdo a García del Castillo (2009), algunas de las ventajas que nos
ofrece el uso de las tecnologías de comunicación, son las siguientes:
• El anonimato. Da la facilidad de no tener que arriesgarse a estar en el
escarnio público, poder hacer preguntas sin tapujos, o expresar sus ideales
sin miedo.

• Gran cantidad de información. Todos conocemos la extensa información


que se puede conseguir en la red de manera inmediata.

• La personalización de la información. Permite diseñar la estructura de la


información para dirigirla a un grupo o personas determinadas.

1.10 Atención de enfermería en pacientes alcohólicos

1.11 Tratamiento y rehabilitación


1.11.1 tratamiento
El médico Antonio Cruz Soto considera que el tratamiento del alcoholismo es
muy complejo e implica varios aspectos como:

 El reconocimiento del problema


 La desintoxicación
 Programa de rehabilitación
 Terapias de aversión / repugnancia.

Primera fase
El tratamiento de las personas con una adicción al alcohol empieza por el
reconocimiento del problema. El alcoholismo está asociado con la negación, lo
que permite al paciente creer que no necesita tratamiento; piensa y lo externa a
las personas que lo circundan, que lo puede abandonar cuando lo desee. La
mayoría de las personas con una dependencia del alcohol acceden al
tratamiento bajo presión de otros. Es muy rara la aceptación voluntaria de la
necesidad de tratamiento.

Segunda fase
La desintoxicación es la segunda fase del tratamiento. El alcohol es mantenido
bajo control. Se establece una supervisión. Se recetan tranquilizantes y
sedantes para aliviar y controlar los efectos de la abstinencia. Puede durar de 5
a 7 días. Es necesario el examen médico de otros problemas. Son frecuentes
los problemas del hígado y de la sangre. Es muy importante seguir con una
dieta con suplementos vitamínicos. Pueden aparecer complicaciones
asociadas a los síntomas físicos agudos, como depresión.

Tercera fase
Los programas de rehabilitación están para ayudar a las personas afectadas,
después de la desintoxicación, a mantenerse en la abstinencia del alcohol.
Incluyen diversos consejos, soporte psicológico (los tratamientos psicológicos
que han demostrado eficacia para el tratamiento del alcoholismo, son la terapia
cognitivo conductual, que ayuda al enfermo a cambiar la forma como piensa y
como actúa y la terapia familiar sistemática; la meta de la terapia es ayudarlos
a construir otras vías posibles más favorables al crecimiento y a la vida.
Cuarta fase
También hay terapias de aversión / repugnancia en las
que se utilizan drogas que interfieren con el metabolismo del alcohol y
producen efectos muy desagradables, aun cuando se ingiera una pequeña
cantidad de alcohol en las dos semanas después del tratamiento. Esta terapia
no se utiliza en mujeres embarazadas ni en personas con otras enfermedades.
Debe ser utilizada con consejos de soporte y su efectividad varía en cada caso.

Con la constante duda de cómo se tratan los problemas de alcohol, la gente


suele pensar en los programas de 12 pasos o en 28 días de internación
en un centro de rehabilitación, pero puede serle difícil mencionar
otras opciones. En realidad, hoy existe una variedad de métodos de
tratamientos disponibles gracias a los importantes avances en el campo
durante los últimos 60 años.

Tipos de tratamiento

Tratamientos conductuales
Los tratamientos conductuales apuntan a modificar los comportamientos
de consumo de alcohol a través del asesoramiento. Son conducidos por
profesionales de la salud y están respaldados por estudios que demuestran
que pueden resultar beneficiosos.
También denominados asesoramiento sobre consumo de alcohol, los
tratamientos conductuales implican trabajar con un profesional de la salud para
identificar y ayudar a modificar los comportamientos que lo llevan a beber en
exceso. Los tratamientos conductuales comparten ciertas características, que
pueden incluir:

• desarrollar las aptitudes que necesita para dejar o reducir la bebida


• ayudar a desarrollar un sólido sistema de apoyo social
• establecer objetivos alcanzables
• evitar o lidiar con los las causas que podrían llevarlo a recaer en la bebida

Tipos de tratamientos conductuales


• Terapia cognitiva conductual: puede llevarse a cabo de manera individual
con un terapeuta o en pequeños grupos. Esta forma de terapia se
concentra en identificar las sensaciones y las situaciones (denominadas
“pistas” o “indicios”) que lo llevan a beber en exceso y en manejar el estrés
que puede llevarlo a una recaída. El objetivo es modificar los procesos
de pensamiento que lo llevan al uso indebido del alcohol y desarrollar las
aptitudes necesarias para lidiar con situaciones cotidianas que podrían
desencadenar problemas de consumo de alcohol.
• Terapia de estímulo motivacional: se desarrolla durante un breve período
de tiempo para forjar y reforzar la motivación que le permita modificar su
comportamiento respecto del consumo de alcohol. La terapia se concentra en
identificar los pros y los contras de la búsqueda de tratamiento, en diseñar un
plan para modificar su hábito de consumo de alcohol, en forjar confianza y en
desarrollar las habilidades que precisa para ceñirse al plan.
• Consejería marital y familiar: incorpora a los cónyuges y otros familiares
en el proceso de tratamiento, y puede desempeñar un papel importante
en la reparación y mejora de las relaciones familiares. Los estudios
realizados demuestran que un fuerte apoyo familiar a través de la terapia
de familia aumenta las probabilidades de perseverar en la abstinencia
(detener el consumo de alcohol), en comparación con aquellos pacientes
que reciben asesoramiento individual.
• Intervenciones breves: se trata de sesiones de consejería cortas,
individuales o en pequeños grupos, limitadas en el tiempo. El consejero
provee información acerca de los patrones de consumo de alcohol de la
persona y los riesgos potenciales. Una vez recibida la retroalimentación
personalizada, el asesor trabajará con el cliente para fijar objetivos y
aportar ideas que lo ayuden a hacer el cambio.

En última instancia, el hecho de que elija recibir tratamiento o tal vez sea más
importante que el enfoque que emplee, siempre y cuando el enfoque evite
duras confrontaciones e incorpore la empatía, el apoyo motivacional y ponga el
foco en modificar el comportamiento de consumo de alcohol.

Medicamentos
Actualmente, existen tres medicamentos aprobados en Estados Unidos
para ayudar a las personas a dejar o reducir el consumo de alcohol y prevenir
la recaída. Son prescritos por médicos dedicados a la atención primaria
u otros profesionales de la salud, y pueden aplicarse solos o combinados
con asesoramiento.

Algunos se sorprenden al enterarse de que se comercializan medicamentos


que han sido aprobados para tratar la dependencia del alcohol. Los tipos más
novedosos de estos medicamentos funcionan compensando los cambios
generados por AUD en el cerebro. Ninguno de los medicamentos aprobados es
adictivo y pueden usarse solos o combinados con otro tipo de tratamiento.

Medicamentos actuales

La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en


inglés) ha aprobado tres medicamentos para el tratamiento de la dependencia
del alcohol, y otros están siendo estudiados para determinar si son efectivos.

• Naltrexona: Puede ayudar a reducir el consumo excesivo de alcohol.

• Acamprosato: Facilita la perseverancia en la abstinencia.

• Disulfiram: Bloquea la descomposición (metabolismo) del alcohol por parte


del organismo, al provocar síntomas no placenteros, como náuseas o
enrojecimiento de la piel. Estos efectos no placenteros ayudan a que algunas
personas eviten consumir alcohol mientras toman disulfiram.
Es importante recordar que no todas las personas responderán a los
medicamentos, pero para un subconjunto de individuos pueden ser una
herramienta importante en la recuperación de la dependencia del alcohol.
Los científicos trabajan en el desarrollo de un menú más abundante de
tratamientos farmacológicos que podrían personalizarse según las necesidades
individuales. A medida que vaya teniendo más medicamentos a disposición, la
gente podría probar varios de ellos para descubrir a cuál responde mejor.

Grupos de apoyo mutuo


Alcohólicos Anónimos (AA) y otros programas de doce pasos ofrecen el apoyo
de personas que han vivido experiencias similares a quienes están dejando la
bebida o reduciendo su consumo de alcohol. Combinados con un tratamiento
conducido por profesionales de la salud, los grupos de apoyo mutuo pueden
representar un valioso estrato de apoyo adicional.
Debido al carácter anónimo que caracteriza a los grupos de apoyo mutuo,
resulta difícil a los investigadores determinar sus índices de éxito en relación
con los procedimientos realizados por profesionales de la salud.

Inicio con un médico dedicado a la atención primaria


Para todo aquel que esté considerando un tratamiento, conversar con un
médico dedicado a la atención primaria constituye un primer paso importante:
puede ser una buena fuente de recomendación para tratamiento y medicación.
Un médico dedicado a la atención primaria también podrá:
• evaluar el patrón de consumo de alcohol de un paciente
• ayudar a elaborar un plan de tratamiento
• evaluar la salud general
• determinar si sería apropiado recurrir a medicamentos para tratar el
alcoholismo

1.9.2 Rehabilitación

la rehabilitación de consumo de alcohol es un proceso donde se aplican una


serie de psicoterapias, esto implica un tiempo de aprendizaje y un tiempo de
aplicación de lo aprendido. Está primera fase de aprendizaje se trata de
reconocer motivos que se correlacionan con generadores del consumo e
intentar atenuar o superar los conflictos que coadyuvan al consumo.
Se intenta volver a habilitar al paciente en la vida cotidiana de su entorno
social. La persona que tiene una adicción al alcohol pose una serie de hábitos
adquiridos que así se convierten en su segunda piel. Estos hábitos son el
mentir, el ocultar, el frecuentar personas que también consumen o frecuentar
sitios donde el consumo no tiene una sanción social, etc. Estos hábitos son
hábitos adquiridos a lo largo de años de consumo. Revertirlos es un esfuerzo
doble. Por un lado, está el tomar conciencia por parte del paciente que estos
hábitos han de ser abandonados ya que colaboran en una posible recaída. Por
otro lado, luego de abandonar estos hábitos está la difícil tarea de construir
nuevos modos de relacionarse con uno mismo y con los otros. Estos modos de
relacionase son un proceso socialización que se realiza de manera
imperceptible a lo largo de la infancia, de la adolescencia y parte de la vida
adulta, ahora es el mismo paciente quien ha de crearlos a partir de sus
capacidades y motivaciones para el cambio con la salvedad que ahora es una
persona adulta.

Es un proceso global y continuo de duración limitada y con objetivos


definidos, encaminados a promover y lograr niveles óptimos de independencia
física y las habilidades funcionales de las personas con discapacidades, como
así también su ajuste psicológico, social, vocacional y económico que le
permitan llevar de forma libre e independiente su propia vida. La rehabilitación
es un proceso complejo que resulta de la aplicación integrada de muchos
procedimientos para lograr que el individuo recupere su estado funcional
óptimo, tanto en el hogar como en la comunidad en la medida que lo permitan
la utilización apropiada de todas sus capacidades residuales.
El concepto de rehabilitación por alcoholismo hace referencia al tratamiento de
intervención que se realiza con la finalidad de conseguir la desintoxicación
parcial o total en la persona como consecuencia al consumo de alcohol o
intoxicación. La definición de rehabilitación por alcoholismo, ha sufrido
modificaciones debido a la forma de concebir la enfermedad ya que en la
actualidad, el concepto ofrece una definición más integrativa ya que considera
otros aspectos del individuo, como lo son las emociones y el contexto
psicosocial.

Ventajas de la Rehabilitación
Proporciona el abandono seguro de la adicción bajo un estricto control médico
y psicológico.

El paciente vive en un proceso abstinencia donde la sintomatología no es


dolorosa, es decir, no existe sufrimiento.
Permite recuperar al paciente sus procesos afectivos y cognitivos que se
encuentran alterados.

Lo anterior da como resultado que el adicto tenga una buena disposición a


procesos de psicoterapia debido a que su experiencia en el tratamiento de
desintoxicación fue satisfactoria.

Las técnicas de imagen estructural, como la tomografía cerebral y la


resonancia magnética estructural, han sido utilizadas para detectar cambios en
el volumen tisular de la sustancia gris y blanca, tras el consumo excesivo y
prolongado de alcohol, su relación con el envejecimiento y su reversibilidad con
la abstinencia continuada.
Las técnicas de imagen funcional (PET, SPECT, resonancia magnética
funcional y espectroscópica), permiten relacionar la actividad de algunas
regiones del cerebro con la conducta.

II Conclusiones
 El alcohol no es un producto como cualquier otro. Y aunque muchos lo asocian
al placer y la sociabilidad, las consecuencias perjudiciales que se derivan de su
consumo son diversas y están muy extendidas.
 Los peligros del alcohol son muchos y variados en tipo y grado; algunos se
relacionan con la dosis; pueden derivarse directamente del efecto del alcohol o
ser producto de la interacción con otros factores; la intoxicación es a menudo
un mediador importante de daño; y la dependencia puede exacerbar
significativamente los peligros y provocar exposición prolongada al peligro.
 El consumo de alcohol se percibe como aceptables en la mayoría de las
culturas y puede ser más sencillo implementarlos que las estrategias de
prevención menos aceptadas como el control general del alcohol y medidas de
impuestos. Por lo tanto, las medidas para reducir el daño en la situación de
consumo son un elemento útil en la mezcla de estrategias para la prevención
de problemas relacionados con el alcohol.

 El alcoholismo es una realidad social de trascendencia específica en el


núcleo familiar, ya que el consumo de alcohol está relacionado con todas
las actividades cotidianas en nuestra comunidad y se ha vuelto una
problemática acentuada en los adolescentes, en donde su prevalencia al
consumo en la actualidad, es más temprana y con mayor frecuencia.

 La adolescencia constituye la etapa de marcados cambios en el nivel


bio-psico-social. Estos cambios ocasionan en los adolescentes mayor
grado de descubrir realidades ajenas a sus anteriores etapas, entre ellas
el enfrentamiento con el alcohol, que en primera instancia puede ser
consumido por una manera de experimentación y a la larga convertirse
en una dependencia por la sustancia.

 La familia es el principal factor desencadenante que puede, por una


parte, ayudar a desarrollar la enfermedad en el adolescente, o por otra,
coadyuvar a la recuperación conjunta. El apoyo familiar que se obtenga
para ayudar al adolescente será fundamental, ya que en su seno reposa
el adicto y será punto de partida para empezar con su abstinencia y
cambio a la vida.
 El gobierno está involucrado en el desarrollo del país puesto que tiene
la facilidad de ayudar a la persona a cambiar de idea, con estos
programas de auto ayuda y superación.
 La responsabilidad de la persona alcohólica está en riesgo puesto que
las acciones que este debería tomar no son las adecuadas provocando
un desbalance en su trabajo en su salud e incluso en su familia
 Si bien es cierto el alcohol es un alivio para la persona alcohólica esta
también puede ser su mayor martirio debido a que daña su salud,
siempre y cuando la consuma con frecuencia.

 Los problemas con el alcohol también tienen un impacto muy negativo


en la salud mental. El abuso de alcohol y el alcoholismo pueden
empeorar condiciones existentes como la depresión o provocar nuevos
problemas como la pérdida grave de memoria, la depresión o la
ansiedad.

 Las personas suelen beber alcohol para desinhibirse y volverse más


sociables, pero la verdad es que se trata de un depresor del sistema
nervioso, y por eso pasados los primeros efectos genera
cambios emocionales como la tristeza, la ansiedad o la agresividad.

 En nuestro país la ingesta de alcohol en menores de edad se considera


ilegal, pero si bien es cierto esta bebida se vende en diferentes lugares
sin necesidad de identificación oficial, este comportamiento es
aprobado en nuestra sociedad y permitido por la familia por lo que es
difícil controlar. También es común ver que los jóvenes asisten a sitios
públicos, donde las actividades de esparcimiento en general son
realizadas bajo el marco de consumo del alcohol como elemento para
celebrar y disfrutar.

(Aportar 3 conclusiones cada una)


III SUGERENCIAS Y RECOMENDACIONES
Recomendaciones
Lleve la cuenta de cuántos tragos toma durante la semana en una pequeña tarjeta en
su cartera o en su calendario o en su teléfono.
Sepa cuánto alcohol hay en un trago estándar: una lata o botella de cerveza de 12
onzas o 355 mililitros (mL), una copa de vino de 5 onzas (148 mL), una mezcla de vino
con refresco, o 1 cóctel o 1 trago de licor fuerte.
Cuando esté bebiendo:
Solicite apoyo de personas que pueden estar dispuestas a escuchar y ayudar, como
su cónyuge u otra persona importante o amigos abstemios.
Su lugar de trabajo puede tener un Programa de Asistencia al Empleado (EAP, por sus
siglas en inglés) donde usted puede buscar ayuda sin necesidad de contarle a nadie
en el trabajo sobre su consumo de alcohol.
Evite propiciar que niños, niñas, jóvenes y adolescentes sean quienes se encarguen
de adquirir las bebidas alcohólicas o de servirlas cuando se encuentre en familia, esto
envía un mensaje de aprobación y normalidad sobre el consumo de esta sustancia,
que no es el adecuado.
Evite ingerir bebidas alcohólicas como estrategia para afrontar el estrés, es una
medida desacertada; se sabe que pueden aumentan los síntomas de ansiedad y
angustia, depresión y otros trastornos mentales, además aumenta el riesgo de
violencia doméstica e intrafamiliar.

VI GLOSARIO
VBIBLIOGRAFIA
ANEXO

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