El Origen de Un Perfil Criminal - RLF MMJ
El Origen de Un Perfil Criminal - RLF MMJ
El Origen de Un Perfil Criminal - RLF MMJ
Ensayo
Elaboro:
Licenciatura en Psicología.
Semestre Grupo
9NO 01
Docente:
INTRODUCCIÓN
¿Habrá una respuesta clara para poder dar respuesta a esta incógnita?
Dicho esto, nuestro objetivo principal es, como ya se mencionó, informar y dar
respuesta acerca de los diferentes puntos de vista y posturas sobre el tema
previamente mencionado, así como las características de un perfil criminal, además
cabe señalar que dicha investigación va dirigida al público en general.
Con esto se pretende hacer que el lector aterrice toda la información que tiene o ha
escuchado del tema, provocando que al finalizar la lectura se pueda realizar una
conclusión propia, pero más objetiva de la información presentada.
Aquí podemos ver claramente puntos de vista más neuropsicológicos que van muy
bien formulados para el trabajo desarrollado ya que esto da una explicación más
orgánica y somática al origen del perfil criminal ya que como hemos visto en
psicopatología criminal la psicosis, esquizofrenia, neurosis, trastornos convulsivos,
etcétera, están de cierta manera (aclarando que no todo el tiempo ni en todas las
ocasiones) relacionados con la criminalidad.
TEORÍA DE LOMBROSO
- Criminal nato: Este tipo de delincuente tiene unos rasgos físicos concretos
como un cráneo pequeño, la frente hundida o un abultamiento de la parte
inferior de la cabeza. A nivel psicológico, destaca su carácter impulsivo,
cruel, con falta de sentido moral e insensible.
- Delincuente loco moral: Físicamente, este criminal tiene un cráneo con una
capacidad igual o superior a la normal, pero suele tener una mandíbula
voluminosa. Los rasgos distintivos se encuentran sobre todo a nivel psíquico:
personas antipáticas, egoístas, vanidosas e inteligentes, así como crueles e
indisciplinadas.
Pudiendo observar en esta clasificación los rasgos que creía que tenían tendencia
más a cometer algún acto criminal, o de plano, ya estaba destinado a convertirse en
un criminal. Que si bien, actualmente esta teoría sería desechada inmediatamente,
hay que considerar que anteriormente muchas teorías se basaban en este tipo de
aspectos, recordando un poco en las teorías de la personalidad, se consideraba esto
para saber cómo era una persona. Incluso llegando a considerar su tipo de sangre,
tamaño de la nariz, voz, etc. Algunas características que Lombroso consideraba
para la detección de perfiles criminales son las siguientes:
Este autor nos dice que, básicamente el criminal nacía, pues su teoría era sobre las
características de la persona que lo hacían ser automáticamente un criminal, con
base en la evolución humana que era la clave del estudio para los criminales. Él
decía que los criminales eran seres o personas no evolucionadas, nos daba a
entender entonces que eran personas que se habían quedado atrás en los eslabones
de la evolución y que esta persona se dejaba regir por sus instintos más animales y
por eso no tenía conciencia o más bien no era capaz de determinar si hacía o no
estas acciones, dejándose llevar por la ira, por el enojo o por la frustración sin
pensar que estaba mal o podría ocasionar un daño hacia los demás.
Si bien, dicho autor ha recibido bastantes críticas por parte de diversos colegas y
escuelas con otro enfoque criminal no cabe duda que Lombroso fue uno de los
pioneros para dar respuesta a la pregunta de investigación, aunado a esto, abrió
camino, de igual forma, para investigar sobre la antropología criminal y hoy en día
sus teorías y aportaciones son muy controversiales, sin olvidar que hasta cierto
punto unas cuantas siguen vigentes en la época actual. Además, cabe destacar que
los tipos de categorías que maneja Lombroso en su investigación se pueden ver
reflejadas en ciertas personas, como por ejemplo en Charles Manson sin embargo
como en casi todo, hay excepciones, y un claro ejemplo puede ser Ted Bundy ya
que lejos de tener las categorías que el autor describe para clasificarlo como un
criminal potencial es descrito y expresado como un asesino serial con facciones
visualmente atractivas según expresan ciudadanas de los Estados Unidos de
América.
Por lo que nos queda seguir analizando las demás teorías que existen.
Los estudios genéticos indican que el “gen del guerrero” es mucho más habitual en
hombres que en mujeres. Esto se debe a que las hembras tienen dos cromosomas X,
por lo que, si esta variación se aloja en uno de ellos, es muy probable que se
compense con el gen del cromosoma gemelo. Sin embargo, los varones tienen
únicamente un cromosoma X, por lo que esta mutación no puede ser subsanada.
Más del 20% de los individuos del mundo son portadores de mutaciones de bajo
riesgo de estos genes, sin embargo, uno de los factores que activa dichos genes es
el ambiente familiar, puesto que si es hostil hacia el menor (en lugar de ser un lugar
seguro, armonioso, amoroso y justo) puede encender el gen CDH13 y MAOA.
(Sinic. 2014). Notamos en esta parte que tanto los factores exógenos como los
genéticos están relacionados y que uno puede modificar al otro. Al menos en este
apartado se nos indica como es que el vivir en un ambiente familiar hostil o
armonioso, modificará estos genes, condicionando así nuestra forma de ser en
adelante.
Otros antecedentes que evidencia la predisposición biológica del ser humano hacia
el crimen se encuentran manifestada en las deficiencias glandulares sobre todo en
las glándulas de secreción interna pues estas están íntimamente relacionadas en el
desarrollo del temperamento y por lo tanto del carácter lo cual en algún momento
de la vida puede desencadenar en trastornos instinto- afectivos, y en la actividad
psíquica. (Castellanos, 2013).
Tarín & Navarro (2006), describen que estar expuestos a espacios donde se
observen conductas delictivas, puede ser un factor social de riesgo en el desarrollo
de la conducta criminal, junto con factores socioculturales, ambientales y espacio-
temporales (Shlafer, 2010). Algo que hemos estando viendo con la información
anterior, aunque en este apartado se enfoca más a solo mencionar este factor, ya sea
que estas conductas las veamos en nuestro hogar, escuela, localidad, a nivel
nacional o incluso a nivel mundial.
Las relaciones con sus padres y hermanos son las primeras vinculaciones del niño
con la sociedad (Zambrano- Lizama 2015), realizando en ellas la primera y
fundamental formación para la vida social. Esto indica que las condiciones
generales del sistema social y del individuo en formación siempre está la familia
(Capano & Ubach, 2013), como parte de un transmisor de influencia, formando
parte del proceso de identidad del sujeto. Así que, es importante rescatar la
importancia de la familia, siendo el primer acercamiento a la sociedad, a sus
normas y relaciones.
Así mismo los castigos lesivos con troncos de árboles, cables, machetes, intento de
ahogamiento, electrocución, aislamiento del niño en la oscuridad y desnudo atado a
un árbol, (consistiendo en la incoherencia entre lo que dice, exige y hacen los
padres), falta de regularidad observado a través de tratos diferenciales y la
estimulación agresiva fuera del hogar, poco interés y atención por sus hijos,
divorcio, alcoholismo, drogas o antecedentes familiares con tradiciones delictivas
son algunos ejemplos de alto riesgo para un infante ya que el estar en un ambiente
de crianza de dicha índole los propicia a desarrollar tendencias criminales. Por ello
se asume que la conducta criminal se facilita a partir de la adquisición de actitudes
y normas convenientes para la vida social producto de déficits inadecuados con el
aprendizaje.
Según Aristizabal & Amar (2012) los cuidados inapropiados durante la infancia son
también una de las razones de la criminalidad, debido a que terminan
transformándose en rasgos estables de personalidad con el tiempo. Para estos niños
no hubo una adecuada vigilancia durante su infancia, sin una corrección y sanción
y una formación moral deficiente, lo que generó patrones psicológicos con
tendencia a la delincuencia. Otros factores de la criminalidad están asociados a las
características demográficas, como es el estatus socioeconómico bajo y nivel
educativo bajo, aunque existen criminales de cuello blanco quienes proceden de un
estatus socioeconómico alto y nivel educativo alto (Aristizabal & Amar, 2012).
Según los mencionados autores, muchas veces las personas de bajo nivel
socioeconómico se encuentran con la enorme necesidad de realizar actividades
delictivas y participar en la criminalidad, esto también ocurre con las personas que
tuvieron factores de riesgo emo-socio-ambientales, sin embargo, según el texto
consultado, se puede apreciar que muchas personas con un rango socioeconómico
superior lo hacen por el simple hecho de sentir placer y éxtasis al hacer actividades
ilícitas.
Enrico Ferri hace un gran avance en la criminología moderna por cuanto incorpora
los factores sociales y afirma que a cada delincuente le corresponde una pena
distinta según su “peligrosidad” y que es, además, discípulo y colaborador de
Lombroso clasificando los delincuentes, citado por Fernández (2004) en:
Tomando en cuenta más factores que rodean al individuo al cometer algún crimen.
Postulaba que las penas deben aplicarse solo en razón solamente de la peligrosidad
del delincuente, mientras que la naturaleza y extensión de las mismas serán las
necesarias para neutralizar la peligrosidad, asimismo, la sociología criminal de
Ferri señala que hay factores sociales que llevan a la persona a actuar en contra de
las reglas del bien común (el bien para todos), aunado a esto menciona distintos
factores como lo son la familia, barrio, escuela, sociedad, etcétera, que
dependiendo cómo sea la intervención de los individuos hacia esos puntos, se verá
reflejado y creado un perfil criminal.
Un factos muy importante que debemos tener también en cuenta (además de los
factores biológicos y sociales) son los psicológicos ya que estos igualmente pueden
influir en el individuo en cualquier etapa de su vida (infancia, adolescencia, adultez
o vejez) a cometer actos delictivos y posicionarse en un perfil criminal puesto que
la presencia de problemas en la adaptación al medio ambiente que lo rodea propicia
el desencadenamiento de esta conducta, además, como ya se mencionaron
anteriormente la falta de concentración, escaso autocontrol, hiperactividad, baja
tolerancia a la crítica y a la frustración, nivel de inteligencia bajo e impulsividad y
la falta de empatía tienden a conducir a un individuo a delinquir.
De igual forma, se debe entender que existen múltiples autores con sus múltiples
teorías que proponen distintos tipos de personalidades y cómo se puede llegar a
estas.
CONCLUSIÓN
El tercer factor nos menciona sobre los problemas psicológicos que tiende a tener
un criminal a consecuencia de una nula o poca habilidad de adaptación en la
sociedad y ambiente, puesto que lo mencionado genera conflictos por la falta de
control, empatía, hiperactividad e inevitable agresividad por parte del sujeto.
Por lo tanto, queremos concluir que, con base a las posturas y categorías señaladas
en este ensayo sobre origen criminal, un delincuente / criminal se crea a base de
una serie de factores sociales, genéticos y psicológicos inadecuados y mal
desarrollados, puesto que, afirmamos la presencia de uno o varios factores para que
se desarrolle el perfil criminal en el sujeto y cometa actos atroces y condenados por
la ley jurídica de todo el mundo.
Asimismo, decir que no hay un factor determinante y aplicable para todos los casos
delictivos, sin embargo, se ve presentado mínimo alguno de ellos en el origen del
perfil criminal.
BIBLIOGRAFÍA