Tema 4 DUE 2022-2023
Tema 4 DUE 2022-2023
Tema 4 DUE 2022-2023
Principios rectores de
s las relaciones entre el Derecho
europeo y los Derechos
nacionales
Sección 2.1. La recepción de las normas de Derecho originario y del acervo común (1).
❖ Por lo tanto, de acuerdo con el modelo constitucional español, la publicación es el acto de recepción formal de los tratados
internacionales que determina la integración de los éstos en el ordenamiento jurídico español, lo que da lugar, tal como disponen
el art. 96.1 CE y el art. 1.5 CC, a la aplicación directa de sus normas.
❖ Los Tratados constitutivos de las CCEE y de la UE y sus modificaciones son tratados internacionales y, como tales, pasaron a
formar parte del ordenamiento jurídico español desde su publicación en el BOE.
❖ Ello requirió, previamente, que todos los Estados miembros prestaran su consentimiento en obligarse por dichos tratados de
conformidad con sus respectivas normas constitucionales, que normalmente exigen también la publicación en sus respectivos
boletines oficiales. En algunos Estados se exige también un referéndum popular de resultado positivo.
CAPÍTULO 2. La recepción del Derecho de la UE en el ordenamiento jurídico español. El principio de
aplicabilidad directa de las normas de Derecho europeo.
Sección 2.1. La recepción de las normas de Derecho originario y del acervo común (2).
❖ El fundamento jurídico para la adhesión de España a las CCEE y, posteriormente, a la UE, con la consiguiente atribución a las
mismas del ejercicio de competencias de titularidad estatal, se encuentra en el inciso primero del art. 93 de la CE de 1978:
Mediante ley orgánica se podrá autorizar la celebración de Tratados por los que se atribuya a una organización o
institución internacional el ejercicio de competencias derivadas de la Constitución.
❖ Por lo tanto, la firma por España del Tratado de adhesión a las CCEE de 12 de junio de 1985, requirió autorización previa de las
Cortes Generales mediante L.O. Esta autorización ha sido también necesaria para la firma y ratificación de los tratados
posteriores (AUE, Tratado de Maastricht, Tratado de Ámsterdam, Tratado de Niza, Tratado de Lisboa). Posteriormente, los
Tratados se publicaron en el BOE de acuerdo con el art. 96.1 de la Constitución.
❖ La adhesión de España a los Tratados constitutivos implicó la aceptación de los Tratados de las CCEE, del Derecho derivado que
adoptaran las Instituciones después de la adhesión y del acervo común = todo el Derecho derivado adoptado con anterioridad
y que estuviera en vigor en el momento de la adhesión, junto con su interpretación por la jurisprudencia de TJUE.
❖ De hecho, como requisito previo a la adhesión, España tuvo que acreditar haber adaptado su ordenamiento jurídico al acervo
común.
❖ Por otro lado, el Acta de Adhesión, anexa al Tratado de adhesión, señaló periodos transitorios en relación a determinadas
materias, y, por lo tanto, la recepción diferida de las normas aplicables a las mismas.
❖ Algunos actos de Derecho derivado se recibieron automáticamente (los actos en vigor de las Instituciones, los acuerdos de los
representantes de los Gobiernos de los Estados miembros y las declaraciones o resoluciones de las Instituciones o de los Estados
miembros). Sin embargo, otros actos, por su naturaleza, precisaron de un acuerdo suplementario (los acuerdos suscritos por la
CEE con terceros Estados o con otras organizaciones internacionales).
CAPÍTULO 2. La recepción del Derecho de la UE en el ordenamiento jurídico español. El principio de
aplicabilidad directa de las normas de Derecho europeo.
❖ La recepción de los actos de las Instituciones adoptados con posterioridad a la adhesión (esto es, los actos jurídicos de la UE que
se enumeran en el Capítulo 2 del Título I de la Sexta Parte del TFUE), se produce a partir de la publicación en español en el DOUE
o de la notificación a sus destinatarios, en los términos previstos actualmente en el art. 297 TFUE, que exige:
▪ La publicación de los actos legislativos en el Diario Oficial de la Unión Europea (DOUE). Estos entrarán en vigor en la fecha
que ellos mismos fijen o, a falta de ella, a los 20 días de su publicación.
▪ En cuanto a los actos no legislativos:
o se exige la publicación en el DOUE de los reglamentos, las directivas que tengan por destinatarios a todos los Estados
miembros, así como las decisiones que no indiquen destinatario. Como en el caso anterior, entrarán en vigor en la
fecha que ellos mismos fijen o, a falta de ella, a los 20 días de su publicación.
o Las demás directivas, así como las decisiones que indiquen un destinatario, se notificarán a sus destinatarios y
surtirán efecto en virtud de dicha notificación.
CAPÍTULO 2. La recepción del Derecho de la UE en el ordenamiento jurídico español. El principio de
aplicabilidad directa de las normas de Derecho europeo.
❖ En el momento de su entrada en vigor, todos sus actos son directamente aplicables en los Estados miembros.
❖ Ni el Derecho derivado de la UE ni los acuerdos internacionales celebrados por la UE necesitan la publicación en el BOE, como
condición para su aplicabilidad interna. La publicación en el DOUE (o, en su caso, la notificación a los destinatarios) satisface los
requisitos de publicidad exigidos por los arts. 9.3 y 96.1 CE y 1.5 CC → la exigibilidad del ordenamiento jurídico de la UE se rige
por sus propias normas.
CAPÍTULO 3. El principio de efecto directo o eficacia directa.
❖ El principio de efecto directo o eficacia directa fue establecido por primera vez en la sentencia Van Gend en Loos (1963): las
normas de la CE/UE pueden desplegar por sí mismas plenitud de efectos jurídicos (derechos y obligaciones) de manera uniforme
en todos los Estados miembros a partir de su entrada en vigor y durante toda la duración de su validez.
❖ El efecto directo es la capacidad que tiene el Derecho de la Unión para crear derechos y obligaciones individuales en la esfera
jurídica de los particulares, sin necesidad de un desarrollo normativo posterior de las normas europeas por parte de los Estados
miembros. Por lo tanto:
▪ Los particulares pueden hacer valer ante los poderes públicos nacionales los derechos que se deriven de las normas de la
UE.
▪ Los poderes públicos deben asegurar el respeto a las obligaciones asumidas por los Estados en los tratados y proteger los
derechos individuales.
❖ La eficacia directa es diferente de la aplicabilidad directa [que implica que una norma no requiere de ningún acto normativo
interno (norma de adaptación o de recepción) para su incorporación al ordenamiento jurídico de los Estados miembros].
CAPÍTULO 3. El principio de efecto directo o eficacia directa.
Sección 3.2. Requisitos para la invocación del efecto directo.
❖ Se desprende de la sentencia Van Gend en Loos (1963) y de la jurisprudencia posterior que, para que una norma de Derecho de
la Unión tenga efecto directo debe reunir los siguientes requisitos:
▪ La norma ha de ser clara y precisa: debe contener una obligación concreta enunciada en términos inequívocos, desprovista
de ambigüedades.
▪ Debe contener un mandato incondicional, lo que supone que no ha de dejar márgenes de apreciación discrecional a las
autoridades públicas o a las Instituciones europeas.
▪ La norma ha de haber entrado en vigor, es decir, ha de haber sido publicada en el DOUE o notificada a sus destinatarios,
según los casos.
▪ En el caso de las directivas, es preciso además que:
o haya expirado el plazo dado a los Estados para su adaptación interna, y
o que exista una ausencia de transposición o que ésta se haya realizado de manera insuficiente o deficiente.
CAPÍTULO 3. El principio de efecto directo o eficacia directa.
Sección 3.3. Tipos de efecto directo.
A) Efecto directo vertical y efecto directo horizontal.
❖ Efecto directo vertical (relaciones de los particulares frente a los poderes públicos) → capacidad del particular (persona física o
jurídica) de reclamar la adjudicación de derechos y obligaciones derivados del Derecho de la UE ante los poderes públicos del
Estado: órganos de la Administración central del Estado, de las CCAA, de los entes locales o de otras entidades públicas o
privadas que ejerzan funciones públicas.
Ej: STJCE Van Gend en Loos (1963). Una empresa neerlandesa compraba productos químicos en Alemania, satisfaciendo unos determinados derechos
aduaneros a su entrada en Holanda. La empresa comprobó que la Administración de Hacienda neerlandesa había aumentado los aranceles, a pesar de
que el TCEE disponía, en su antiguo art. 12 (actualmente derogado), que “los Estados miembros se abstendrán de establecer entre sí nuevos derechos
de aduana de importación y exportación o exacciones de efecto equivalente y de incrementar los que ya estén aplicando en sus relaciones
comerciales” (cláusula stand still). El tribunal neerlandés planteó una cuestión prejudicial ante el TJCE con el fin de dilucidar si un particular puede
hacer valer, basándose en dicho precepto, derechos individuales. En opinión del TJCE, el artículo contiene una obligación de abstención impuesta a los
Estados miembros que despliega efectos jurídicos (derechos y obligaciones) para los particulares. En consecuencia, los particulares pueden hacer valer
ante los poderes públicos nacionales los derechos que se deriven de las normas comunitarias. A su vez, los poderes públicos deben asegurar el respeto
de las obligaciones asumidas por los Estados en los Tratados y proteger los derechos individuales.
❖ Efecto directo horizontal → posibilidad de los particulares de invocar las normas del Derecho de la UE para establecer derechos u
obligaciones frente a otros particulares sin necesidad de un desarrollo normativo de las mismas por los Estados miembros.
Ej: STJCE Defrenne (1975) del TJCE constituye un buen ejemplo del efecto directo de las disposiciones de los Tratados en las relaciones contractuales de
carácter laboral. En ella, el TJCE estimó que el art. 119 TCE (que se corresponde actualmente con el art. 157 TFUE), sobre igualdad de retribución entre
trabajadores masculinos y femeninos por trabajo de igual valor, “se impone, no solamente a la acción de las autoridades públicas, sino que se extiende
igualmente a todos los convenios que tienen como fin regular de manera colectiva el trabajo asalariado, así como a los contratos entre particulares”.
Llegado el caso, los órganos jurisdiccionales nacionales deben proteger los derechos que esa disposición atribuye a los administrados, frente a
discriminaciones establecidas en disposiciones legislativas o convenios colectivos o contratos de trabajo .
B) El efecto directo puede referirse a obligaciones de hacer (acción) o a obligaciones de no hacer (abstención de un
comportamiento).
CAPÍTULO 3. El principio de efecto directo o eficacia directa.
Sección 3.4. Normas de Derecho de la UE con efecto directo.
A) Tratados constitutivos.
❖ El TJUE ha entendido que las disposiciones de los Tratados constitutivos poseen eficacia directa tanto en las
obligaciones de hacer y de no hacer como en las relaciones verticales y horizontales, siempre y cuando la
disposición que se invoca cumpla con los requisitos antes indicados: sea clara y precisa, contenga un mandato
incondicional (es decir, que no requiera que la Comisión Europea o los Estados adopten medidas de ejecución) y
haya entrado en vigor.
❖ Ej. STJCE Van Gend en Loos.
B) Reglamentos.
❖ “El reglamento tendrá un alcance general. Será obligatorio en todos sus elementos y directamente aplicable en
cada Estado miembro” (pár. 2º del art. 288 TFUE).
❖ Para que los reglamentos se aplican los mismos requisitos que para los Tratados constitutivos.
❖ Ej. STJCE asunto Leonesio (1972). Este caso versaba sobre un reglamento comunitario que otorgaba unas primas a los ganaderos por el sacrificio de
vacas lecheras. Los ganaderos invocaron las ayudas. Italia alegó que la aplicación de dicho reglamento estaría subordinada a la adopción previa por el
Parlamento italiano de una ley que acordase los créditos necesarios. Sin embargo, el TJCE entendió que el derecho a las primas nacía del propio
reglamento, cuando se reunían sus condiciones, sin que fuera posible subordinar el ejercicio de ese derecho a otras disposiciones de aplicación no
exigidas por el propio reglamento, de tal manera que los particulares pueden invocarlo sin que les sean oponibles disposiciones o prácticas de
Derecho interno.
CAPÍTULO 3. El principio de efecto directo o eficacia directa.
❖ Para mitigar el efecto de esta jurisprudencia en las relaciones horizontales, a partir de la sentencia Marleasing
(1990), el TJUE ha determinado que todas las autoridades de los Estados están obligadas a hacer todo lo posible
para interpretar el Derecho nacional “a la luz de la letra y la finalidad de la directiva”, para, al efectuar dicha
interpretación, alcanzar el resultado a que se refiere la directiva . Esta interpretación opera como una especie de
sanción contra el Estado por no haber transpuesto la directiva en plazo, o por haberla transpuesto incorrectamente.
❖ Así pues, ante la falta de transposición por parte del Estado, o en caso de transposición incorrecta de una directiva
por parte de los poderes públicos competentes, se traslada a los jueces, que también son órganos del Estado, la
obligación de tomar las medidas necesarias para alcanzar, en el litigio concreto, el resultado querido por la
directiva, tengan o no efecto directo sus disposiciones. De este modo, el juez interno, en nombre del Estado,
deberá hacer todo lo posible para que se respeten las obligaciones adquiridas por el Estado alcanzando los efectos
materiales de la directiva. Es lo que se conoce como “efecto transfusión” o “efecto inclinado”.
CAPÍTULO 4. El principio de autonomía del Derecho de la UE.
❖ En la STJCE Van Gend en Loos (1963): la CE/UE “constituye un nuevo ordenamiento jurídico de Derecho internacional”. En
efecto, el Derecho de la UE es creado a través de tratados internacionales, pero posee rasgos sui generis, que lo configuran como
un Derecho internacional particular. Esto se observa en los siguientes datos:
▪ Carácter constitucional de los Tratados que conforman del Derecho originario. En este sentido, el TJCE indicó que el TCE,
“aunque haya sido celebrado en forma de convenio internacional, no por ello deja de ser la carta constitucional de una
Comunidad de Derecho” (Dictamen 1/91).
▪ Los destinatarios de sus normas son tanto los Estados miembros de la UE como los particulares que se encuentran bajo la
jurisdicción de éstos. El Derecho de la UE crea, por tanto, derechos y obligaciones entre Estados y con respecto a
particulares.
▪ El Derecho de la UE posee sus cauces normativos propios. En particular, esto supone que en la elaboración de sus normas
participan también Instituciones en las que no están representados los Estados (como sucede con la Comisión y el PE). En
cambio, la regla general en Derecho Internacional es que sus normas son elaboradas por los Estados (principalmente a
través de la costumbre internacional y los tratados internacionales).
▪ A diferencia de lo que sucede en Derecho internacional general, en el Derecho de la UE no rige el principio de
reciprocidad entre Estados, lo que supone que el incumplimiento por un Estado miembro de una disposición de Derecho
de la UE no autoriza a los demás Estados miembros a incumplirla.
▪ Además, la UE posee su propio sistema de control jurisdiccional, a través de las vías de recursos ante el TJUE.
CAPÍTULO 4. El principio de autonomía del Derecho de la UE.
Sección 4.2. Autonomía del Derecho de la UE respecto de los Derechos internos de los Estados miembros.
❖ En la sentencia Costa c. ENEL (1964), el TJCE afirmó que el Derecho comunitario es “un ordenamiento jurídico propio”, creado
por los Tratados e “integrado en el sistema jurídico de los Estados miembros”. De este modo, el Derecho de la UE es autónomo
respecto del Derecho interno de los Estados miembros, aunque se integra en los ordenamientos jurídicos nacionales sin perder
su calidad de Derecho de la UE. Esto supone que forma parte integrante del Derecho que se aplica en cada Estado miembros, sin
que se confunda con el Derecho interno, y que no obedece en su formación ni en sus efectos a las normas de los procedimientos
normativos internos. Ello se manifiesta, inter alia:
▪ Existen unos procedimientos específicos de elaboración de las normas de la UE (principalmente el procedimiento
legislativo ordinario, regulado en los arts. 289 y 294 TFUE, así como los procedimientos legislativos especiales).
▪ Primacía del Derecho originario sobre el Derecho derivado.
▪ La entrada en vigor, la publicación y los efectos jurídicos de las normas de la UE se rigen por las normas contenidas en el
Derecho originario de la UE y no por el Derecho interno de los Estados miembros.
▪ Vías específicas de recursos jurisdiccionales.
CAPÍTULO 5. El principio de primacía del Derecho de la UE.
❖ El principio de primacía del Derecho de la UE supone la prevalencia del mismo sobre el Derecho interno de los Estados
miembros en caso de conflicto normativo.
❖ Esto implica que las normas de la UE, ya sean originarias o derivadas, priman sobre cualquier norma nacional,
independientemente de que ésta sea anterior o posterior a la norma de la UE, e independientemente también de su rango legal
interno.
❖ Las normas europeas priman incluso sobre las Constituciones de los Estados miembros. En caso de contradicción entre la
Constitución y una norma de la UE, sería preciso modificar la Constitución.
❖ Ello no implica una subordinación jerárquica del Derecho interno de los Estados al Derecho de la UE → las relaciones entre
ambos ordenamientos jurídicos no son de jerarquía, sino de reparto de competencias. Como estudiamos en el tema 2, los
Estados miembros han atribuido a la UE el ejercicio de ciertas competencias soberanas. En las materias cedidas, prima el
Derecho de la UE sobre el Derecho interno (incluso sobre la Constitución). De aquí se deduce que el Derecho interno no está
subordinado jerárquicamente al Derecho de la UE.
❖ Por este motivo, la ratificación por España del Tratado de Maastricht (1992) requirió la modificación previa de la CE de 1978, en
concreto de su art. 13.2, para garantizar el derecho al sufragio activo y pasivo de los extranjeros en las elecciones municipales,
bajo condición de reciprocidad.
CAPÍTULO 5. El principio de primacía del Derecho de la UE.
Sección 5.2. Efectos.
❖ La primacía del Derecho de la UE obliga a la inaplicación de la norma interna incompatible con el Derecho de la Unión.
▪ En un procedimiento judicial, el juez interno ha de aplicar íntegramente la norma europea e inaplicar toda disposición
contraria a la misma, ya sea anterior o posterior, sin esperar a su previa eliminación por vía legislativa o por cualquier otro
procedimiento constitucional.
▪ Corresponde a los Estados miembros determinar los mecanismos necesarios para eliminar la norma contraria al Derecho
de la UE.
▪ La obligación de excluir e inaplicar la norma interna incompatible no alcanza sólo a los órganos jurisdiccionales, sino
también a todos los poderes públicos y a las relaciones entre los particulares.
❖ La primacía crea una obligación de interpretación conforme.
▪ La primacía del Derecho de la UE sobre el Derecho interno no se tiene que resolver necesariamente con la inaplicación o el
desplazamiento del Derecho interno. Por el contrario, y siempre que ello resulte posible, debe procurarse encontrar la
posibilidad de realizar una interpretación conforme del Derecho interno con el Derecho de la Unión.
❖ El ejercicio por la Comisión Europea de sus poderes de control sobre los Estados miembros.
▪ Ante la eventualidad de la existencia de una norma interna incompatible con una norma europea, recordemos que la
Comisión Europea tiene la posibilidad de interponer un recurso por incumplimiento contra el Estado infractor ante el TJUE
(art. 258 TFUE). Ello puede conllevar la obligación del Estado de abrogar la norma interna incompatible y, eventualmente, la
imposición de sanciones económicas.
CAPÍTULO 6. El principio de autonomía institucional y procedimental en
la aplicación del Derecho de la UE.
Sección 6.1. La aplicación del Derecho de la UE por los Estados miembros: El principio de autonomía
institucional y procedimental.
❖ El art. 4.3 TUE enuncia el principio de cooperación leal entre los Estados y la UE, que comporta un triple deber:
▪ La Unión y los Estados miembros se respetarán y asistirán mutuamente en el cumplimiento de las misiones derivadas de los
Tratados.
▪ Los Estados miembros adoptarán todas las medidas generales o particulares apropiadas para asegurar el cumplimiento de las
obligaciones derivadas de los Tratados o resultantes de los actos de las instituciones de la Unión.
▪ Los Estados miembros ayudarán a la Unión en el cumplimiento de su misión y se abstendrán de toda medida que pueda poner
en peligro la consecución de los objetivos de la Unión.
❖ La aplicación del DUE puede ser de carácter normativo, administrativo y judicial, ya que implica acciones en todos estos niveles.
❖ Las tres funciones de aplicación del DUE (normativa, ejecutiva y judicial) pueden ser realizadas de manera centralizada por las
instituciones de la UE (principalmente por el Consejo, la Comisión y el TJUE) o de manera descentralizada por los órganos de cada
Estado miembro (legislativos, ejecutivos y judiciales)→ fragmentación y dispersión de la aplicación del DUE en múltiples
autoridades, tanto europeas como nacionales.
❖ La aplicación del DUE por los Estados miembros se basa en el principio de autonomía institucional y procedimental: el DUE no
establece el procedimiento o los órganos internos que deben asumir la tarea de asegurar su aplicación. Corresponde a las normas
internas de cada Estado determinar qué instituciones y conforme a qué procedimientos debe aplicarse el DUE.
❖ A la vez, el TJUE ha entendido que el principio de autonomía institucional y procedimental no es absoluto, ya que no puede
desconocer el objetivo último de asegurar la eficacia del Derecho de la Unión. En relación a la aplicación judicial del Derecho de la
UE, el TJUE ha recordado la importancia del derecho de los particulares a la tutela judicial efectiva del Derecho de la Unión.
CAPÍTULO 6. El principio de autonomía institucional y procedimental en la aplicación del Derecho de la UE.
Sección 6.2. La participación de las Comunidades Autónomas en la aplicación del Derecho de la Unión.
❖ En los Estados de estructura político-territorial compleja, como España, la aplicación del DUE puede corresponder tanto a los
órganos centrales del Estado como a los entes inferiores [CCAA, regiones, länder, entidades locales, etc,].
❖ El TC español ha establecido la correspondencia entre la distribución de competencias internas efectuada por la Constitución y
los Estatutos de Autonomía entre el Estado y las CCAA y la determinación de la competencia estatal o autonómica para el
desarrollo normativo y la ejecución administrativa del DUE.
❖ Esta regla no ha evitado el planteamiento de conflictos de competencia ante el TC entre las CCAA y el Estado cuando han
intentado, invocando sus títulos competenciales respectivos, la aplicación normativa o administrativa del Derecho de la Unión.
Los conflictos de competencia se han planteado con frecuencia cuando el Estado ha invocado títulos competenciales
transversales, como el comercio exterior o la ordenación general de la economía, para fundamentar su competencia en la
aplicación del Derecho de la Unión. Con carácter general, el TC ha optado por una interpretación restrictiva de estos títulos.
❖ En numerosas materias, el desarrollo normativo y la aplicación administrativa del DUE corresponde a las CCAA→ ha dado lugar a
un incumplimiento frecuente por parte de las CCAA del Derecho de la Unión, tanto por acciones como por omisiones, lo que ha
hecho que el España haya sido condenada en varias ocasiones por estos incumplimientos.
❖ Esto se debe a que, desde el punto de vista de la UE, los incumplimientos de las CCAA se atribuyen al Estado: es este quien debe
garantizar en el plano interno, en todo caso, el cumplimiento del Derecho de la Unión, sin que puedan invocar ante el TJUE las
disposiciones de orden interno para justificar la violación del Derecho de la Unión.
❖ A la vez, la Constitución contempla ciertos mecanismos genéricos que permiten a los órganos centrales del Estado garantizar el
cumplimiento del DUE por las CCAA:
▪ El carácter supletorio del Derecho estatal (art. 149.3 CE). Se puede recurrir a esta supletoriedad en caso de que la Comunidad Autónoma
no adopte las normas de ejecución necesarias para la aplicación del Derecho de la Unión.
▪ El control de constitucionalidad y de legalidad de los actos de las CCAA (art. 153 CE).
▪ La armonización legislativa estatal, con respecto a normas de las CCAA en vigor (art. 150.3 CE).
▪ El art. 155 CE, que habilita al Estado a lograr el cumplimiento forzoso del Derecho (incluido el DUE) en el territorio de la CA.
CAPÍTULO 7. El principio de responsabilidad por incumplimiento del Derecho de la UE.
❖ Supone que los Estados miembros responden por los daños causados a los particulares por las violaciones de las normas de
DUE, cualquiera que sea su naturaleza, e independientemente de cuál haya sido el órgano del Estado causante de la violación
que haya causado un daño.
❖ Esta responsabilidad comporta la obligación de reparar los daños causados a los particulares por los actos y omisiones
contrarios al DUE.
❖ Así, en el asunto Francovich y Bonifaci, de 1991, el TJCE consideró que, como la Directiva 80/987, relativa a la protección de los
trabajadores asalariados en caso de insolvencia del empresario, no reunía los requisitos básicos de precisión e incondicionalidad
para producir efecto directo (por la indefinición del obligado a prestar la garantía). Por ello “la reparación a cargo del Estado es
particularmente indispensable” para garantizar la plena eficacia de una norma de la UE .
❖ El derecho de reparación surge por la violación de cualquier norma del ordenamiento jurídico de la UE, siempre que se
cumplan tres requisitos (Francovich):
▪ Que la norma de la UE implique la atribución de derechos a favor de particulares.
▪ Que el contenido de esos derechos pueda ser identificado basándose en las disposiciones de la norma de que se trate.
▪ Que exista una relación de causalidad entre el incumplimiento de la obligación que incumbe al Estado y el daño sufrido
por las personas afectadas.
❖ En la sentencia Factortame III, el TJCE subrayó que la obligación de los Estados miembros de reparar los daños causados a
particulares no se limita a las violaciones de normas no directamente aplicables, sino que se extiende también a las violaciones
de las normas de efecto directo.
❖ En general, el TJUE ha establecido el deber de reparación en los casos de directivas no transpuestas o insuficientemente
transpuestas cuando sus disposiciones no reunían los requisitos del efecto directo, como sucedió en Francovich y Bonifaci y en
Miret Wagner, o bien cuando los reúne, pero se trata de una relación horizontal (sentencia Faccini Dori).