La Biografía
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La Biografía
Tipología[editar]
Las diferencias entre las biografías son de muy distinto sesgo y originan toda una serie de
subgéneros: la biografía autorizada o no autorizada, la vita moralizante grecolatina, la
biografía intelectual, el memorial, las vidas de santos, la semblanza, el retrato, las vidas de
trovadores provenzales, la autobiografía falsa, la biografía ficticia, el currículum, la
biobibliografía, el dossier documental sobre una persona y las prosopografías, repertorios
o diccionarios biográficos más o menos generales o especializados.
La articulación de autoría inversa a la de biografía es la de autobiografía (con subgéneros
tan importantes como las autobiografías de esclavos o las autobiografías de soldados
españoles del Siglo de Oro), las memorias, el diario personal o confesión, el epistolario, el
diario simple o dietario, el libro de viajes, este último ambivalente entre biografía y
autobiografía. Biografía y autobiografía coinciden en ser géneros ensayísticos
memorialísticos.
Una primera distinción, por ejemplo, es legal: la que existe entre la biografía
autorizada (sometida a la supervisión y censura del personaje cuya vida expone), y
la biografía no autorizada (escrita con libertad por su autor y frecuentemente contra los
deseos del biografiado). La biografía autorizada suele estar compuesta por un ghost
writer o "escritor fantasma", por lo general un periodista, cuando el personaje biografiado
no dispone de tiempo o de la habilidad de redactar sus propias memorias, para lo cual
aquel se inspira en conversaciones con el personaje, en cintas magnetofónicas
(magnetófono) grabadas con él o en un borrador o documentos suministrados por él, a los
que da forma de relato en primera persona y, más raramente, en tercera. Por otra parte, el
biógrafo más autorizado, objetivo e imparcial es siempre un historiador profesional.
Otra distinción radica en el autor. Si la escribe el propio personaje que es motivo de la
misma dando cuenta y razón de sí mismo se denomina autobiografía, esto es, es la
biografía escrita por el mismo personaje de quien habla el relato, en primera persona y sin
ayuda exterior. Entre estas, un tipo especial lo constituyen los diarios íntimos que escribe
un autor con el propósito de desahogarse y sin ninguna regularidad cronológica; a este
género pertenecen las Meditaciones del emperador y filósofo Marco Aurelio,
las Confesiones del cristiano san Agustín de Hipona o el Diario íntimo de Unamuno.
Un nuevo criterio de clasificación lo establece el lapso de tiempo que comprende la
biografía. En el caso del género autobiográfico, se habla de memorias si la autobiografía
constituye una reseña de la actividad de una persona también por ella misma pero
solamente durante un lapso determinado de años y no en su totalidad, ya que la intención
de este subgénero es, ante todo, ofrecer un testimonio de ciertos hechos importantes
como observador o partícipe, o hechos a los que asistió el autor pero desde un punto de
vista externo a los mismos y muchas veces sin involucrarse en ellos.
Dentro del género autobiográfico pueden ponerse también, distinguiéndolos de los ya
referidos diarios íntimos, los diarios o dietarios, que recogen los hechos de la vida de una
persona por ella misma con una cierta periodicidad, así como los epistolarios o colecciones
de cartas escritas por un autor que, en su manifestación más completa, pueden incluir
también las que recibió, denominándose entonces al autor epistológrafo y a su
labor epistolografía.
Por otra parte, los libros de viajes suelen contener también abundantes elementos
biográficos o autobiográficos, muchas veces ceñidos a la subjetiva interpretación de los
hechos.
Otro subgénero biográfico es el relato testimonial o memorial, un tipo de informe cuya
tendencia objetiva puede muchas veces contaminarse con lo autobiográfico.
El Cristianismo, siempre atento al subjetivismo a través del procedimiento de la confesión,
y que se inspira en documentos tan biográficos como los Evangelios o los Hechos de los
apóstoles, renovó notablemente el género a través, por ejemplo, de
las Confesiones de San Agustín, pero de un modo tradicional pertenece a la hagiografía o
escritura de tema sacro en el caso de las Actas de los mártires y en especial las vidas de
santos, cuya característica esencial y distintiva consiste en incorporar relación de
los milagros en vida del personaje y también después de su muerte. Pueden citarse al
respecto compilaciones como las Vitae patrum, el Flos sanctorum o La leyenda
dorada de Jacopo della Voragine. Para referenciar a los nobles y sus títulos se recurre
al Almanaque de Gotha (1763-1944), que ha vuelto a imprimirse en Londres desde 1998 (2
vols.) De ámbito más funcional y pragmático, es el género biográfico contemporáneo
del Who's who / Quién es quién, usado para referenciar biografías especializadas en un
determinado oficio o sector de la sociedad moderna.
Por último, también existe la falsa autobiografía, en la que una persona se reinventa a sí
misma de la forma que hubiera deseado ser o no ser (los Comentarios del desengañado
de sí mismo, de Diego Duque de Estrada) o reinventa a otra en primera persona
(Memorias de Adriano, de Marguerite Yourcenar), y la biografía ficticia de personajes que
han existido (por ejemplo, Marcel Schwob y sus Vidas imaginarias) o que no (Max Aub y
su Jusep Torres Campalans o Jorge Luis Borges y su Pierre Menard, autor del Quijote,
entre otros).