Tema 13 La Condición Física

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Tema 13: La Condición Física

1. INTRODUCCIÓN.
2. Concepción DE CONDICIÓN FÍSICA
2.1 ORIGEN
2.2 DEFINICIONES
2.3 NIVELES DE CONDICIÓN FÍSICA
2.4 COMPONENTES DE LA CONDICIÓN FÍSICA
3. EVOLUCIÓN DE LAS CORRIENTES
3.1 ÉPOCA PRECIENTÍFICA
3.2 ERA CIENTÍFICA
4. SISTEMAS DE DESARROLLO DE LA CONDICIÓN FÍSICA
4.1 DIFERENCIAS ENTRE SISTEMA Y MÉTODO
4.2 CLASIFICACIÓN DE LOS SISTEMAS Y SUS MÉTODOS
5. CONSIDERACIONES PARA SU APLICACIÓN EN EL MARCO ESCOLAR
5.1 RELACION CON EL CURRICULUM
5.2 PLANTEAMIENTO DIDÁCTICO
5.3 FACTORES
5.4 CONSIDERACIONES DIDÁCTICAS
6. CONCLUSIONES
7. BIBLIOGRAFÍA COMPLEMENTARIA

Sistemas de desarrollo de la CF:

Clasificación

Características

Consideraciones para su aplicación en el marco escolar

1. Introducción

A continuación se va a desarrollar un tema considerado de gran importancia dentro de nuestro


ámbito por su estrecha relación con la salud en términos generales, especialmente en lo que
respecta al riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares (Ortega, 2008), así como su
relación con el rendimiento cognitivo y académico, en particular (Ardoy, 2012 y Pellicer, 2015).

Durante décadas la condición física ha sido considerada, junto con el bloque de juegos y
deportes, como un aspecto prioritario dentro de nuestra especialidad. Dichos contenidos se
ceñían principalmente a aspectos cuantitativos de la materia, es decir, el desarrollo de las
diferentes capacidades físicas de manera sistematizada, realizando un proceso de control de
las mismas a través de test físicos. Poco o nada nos puede aportar este planteamiento. Las
baterías de test estandarizadas (la famosa Eurofit) ha sido y sigue siendo una referencia para la
mayor parte de profesionales, tratando de promover la salud a través de la consecución de
una serie de objetivos establecidos y que, por el contrario, pueden desarrollar una alta
animadversión hacia la práctica deportiva por parte de nuestros alumnos y alumnas.

Nuestra promoción y desarrollo del estado de forma de nuestro alumnado debe estar ligado
principalmente a la salud y, de un modo u otro, la evaluación del mismo debe ser
individualizada, de tal forma que pese a que nos encontramos con amplias dificultades para
realizar una valoración individualizada y rigurosa, debemos incentivar a aquellos alumnos y
alumnas que, a través de un esfuerzo individual, desarrollen sus capacidades físicas dentro de
sus propias limitaciones.

Obesidad, sedentarismo. Estudios recientes sobre estilo de vida de adolescentes. OMS.


Currículo.

Síndrome metabólico: el Síndrome Metabólico no es una enfermedad en sí misma, sino una


asociación de problemas relacionados con la salud causados por la combinación de factores
genéticos y factores asociados al estilo de vida, especialmente la sobrealimentación y la
inactividad física. El exceso de grasa y un estilo de vida sedentario favorece la
insulinoresistencia, aunque algunos individuos están determinados genéticamente a ello. Por
lo tanto, para el diagnóstico de este Síndrome, también denominado X, se establecen una serie
de valores de referencia en cuanto al perímetro abdominal, niveles de glucosa, triglicéridos y
HDL en sangre, y la presión arterial, mediante unos criterios establecidos por la OMS (Rosa,
2013). Son varios los estudios publicados en población prepuberal, puberal y adolescente
(Barja, 2003; Chávez, 2005; Barja, 2009)

Nos encontramos ante una problemática importante, ya que nos encontramos con alumnos
que, a pesar de tener un índice de participación bajo, tienen unos niveles de condición física
altos, debido a componentes genéticos o a la práctica sistematizada de uno o varios deportes a
lo largo de su vida (deporte que probablemente dejen durante la adolescencia) y otros que son
un tanto menos agraciados en el aspecto físico-motriz pero que su nivel de esfuerzo y
motivación es realmente alto. En el momento de evaluar ¿cómo podemos realizar una
valoración que permita medir a todos con la máxima eficacia? debemos decantarnos por una
vida dedicada al deporte, con alumnos que están desmotivados frente a la práctica físico-
deportiva, o premiar a aquellos que, pese a tener un nivel bajo de facultades, consiguen
mejorar a base de esfuerzo.

Por otra parte, tal y como anticipan Márquez y Garatachea (2013) en su obra sobre Actividad
física y Salud, debemos ser conscientes que los avances a nivel tecnológico de nuestra
sociedad ha hecho que el esfuerzo físico requerido por nuestra sociedad en nuestras
actividades cotidianas haya disminuido en gran medida, por lo que debemos compensar ese
exceso de energía generando estilos de vida activos para evitar situaciones de sedentarismo y
obesidad. (desarrollar).

Acorde a los planteamientos de la LOMCE “la educación Física está vinculada a la adquisición
de competencias relacionadas con la salud, a través de acciones que ayuden a la adquisición y
consolidación de hábitos responsables de actividad física regular, así como la adopción de
actitudes críticas hacia prácticas no saludables… fundamentalmente en lo relacionado con las
enfermedades de origen cardiovascular”. Continuando con el RD 1105/2014 la Educación física
puede estructurarse en torno a 5 tipos de situaciones motrices., encuadrándose el desarrollo
de la condición física dentro de las acciones motrices individuales dentro de entornos estables.
Así mismo, tanto en los dos ciclos de la ESO, como en Bachillerato se establecen criterios de
evaluación específicos para el desarrollo de la condición física dentro de sus estándares de
aprendizaje.
2. Concepto de CF

Como en la mayor parte de las definiciones dentro de nuestro ámbito no existe un amplio
consenso en el momento de establecer un significado en términos generales para el término
condición física. Se debe entender dicho término desde el desarrollo del mismo, ligado en
principio al ámbito deportivo, como un instrumento para la mejora del rendimiento deportivo,
mientras que en la última década se ha ligado a la promoción de la salud dentro del concepto
de Deporte para todos.

Proviene de la traducción del término “Physical fitness” y en general hace referencia a la


capacidad para soportar un esfuerzo físico.

De esta forma Clarke (1967) relacionaba la condición física como la capacidad de realizar un
trabajo diario con vigor y efectividad, retardando la aparición de la fatiga y previniendo la
aparición de lesiones, reseñando ya, hace prácticamente 5 décadas, la relación entre salud y
actividad física.

Grosser (1988) evoluciona en la definición de la misma relacionándola directamente con las


diferentes capacidades físicas estableciendo que dicha condición física no es más que la suma
ponderada de todas las CFB necesarias para lograr el rendimiento deportivo, sin obviar tanto la
personalidad del deportista como sus capacidades volitivas.

La OMS (Organización Mundial para la Salud) ha evolucionado en la definición de forma física


como el “estado carente de enfermedad”, pasando por la “capacidad que tiene una persona
de efectuar diferentes trabajos musculares de manera satisfactoria, para, recientemente, ligar
este concepto a la promoción de la salud, estableciendo diferentes indicadores de salud a
través de los niveles de actividad física diaria (el famoso 30 minutos de actividad suave diarios).

Pero, sin duda, en lo que respecta a nuestro ámbito de acción, lo importante es encuadrar el
desarrollo de la condición física dentro del marco escolar, cómo queremos emplear esta
herramienta y de qué forma podemos hacerlo de tal forma que nuestros alumnos se sientan
motivados hacia la práctica activa sin incurrir en discriminaciones innecesarias, minimizando
las inevitables diferencias individuales que existen.

Generelo y Lapetra (1993) ya definieron el acondicionamiento físico como el desarrollo


“intencionado” de las capacidades físicas siendo el resultado obtenido el grado de condición
física. Dentro de esta descripción se ha omitido el término original cualidad física, algo que ha
generado bastante controversia puesto que en un principio se trataba por igual a ambos,
siendo la tendencia actual la de separar lo cualitativo, aspectos técnicos, coordinativos, de
aquellos referidos al desarrollo cuantitativo de las capacidades físicas.

Devís (2001) relaciona directamente la condición física con los test de medición de la misma,
por lo que lo define como un estado de forma física que se obtiene de medir mediante
pruebas o test distintos componentes o cualidades del individuo y que está determinado
genéticamente en alto grado.

En definitiva si hablamos de condición física hablamos de “estar en forma”, si bien se trata de


un término general al que debemos dar mayor especificidad, puesto que no estamos dando
forma a un florero, nuestros alumnos y alumnas deben adquirir un grado de condición física
óptimo, para el cual se deben dar una serie de situaciones entorno a este proceso que no
pueden estar centrados en la adquisición cuantitativa únicamente (incluir aspectos
cognoscitivos, Pellicer).
Aznar y cols. (2006) en su guía para docentes sobre actividad física y salud definen la condición
física como un estado fisiológico de bienestar que proporciona la base para las tareas de la
vida cotidiana, un nivel de protección frente a las enfermedades crónicas y el fundamento para
el desarrollo de actividades deportivas. Esencialmente, el término condición física describe un
conjunto de atributos relativos al rendimiento de la persona en materia de actividad física.

Para finalizar debemos mencionar a Arroyaga (1998) quien tras realizar una revisión
bibliográfica sobre la condición física llega a la conclusión dentro de nuestro ámbito que ha
sido la pauta a seguir en las últimas 2 décadas: debemos entender el desarrollo de la condición
física dentro de nuestra filosofía educativa vinculada al desarrollo de hábitos saludables que
repercutan en una mejora en el estilo de vida de nuestros alumnos y alumnas.

Relacionar condición física, fitness y wellness como términos que están dentro de nuestra
sociedad es clave para llegar con mayor profundidad a nuestros alumnos. Actualmente existe
un boom dentro del mundo del fitness, el cual puede tener repercusiones tanto positivas como
negativas para nuestros alumnos, como todo lo que es tendencia.

Por lo tanto, nuestra labor docente debe estar encaminada a la asimilación de pautas
relacionadas con la actividad física que alejen a nuestros alumnos de hábitos poco saludables,
motivándoles hacia la implantación de estilos de vida donde la práctica de actividad física y
deportes sean coherentes con esa búsqueda de la salud.

Dentro de esta descripción terminológica se hace indispensable para un mayor entendimiento


por parte del alumnado el desglose de lo que entendemos por movimiento y la relación
existente entre sus integrantes; nuestros alumnos y alumnas deben entender que cualquier
posibilidad de movimiento tiene un componente cuantitativo, referido a la condición física y
que entraña, dentro de nuestro ámbito, las 4 capacidades física (fuerza, resistencia, flexibilidad
y velocidad) así como componentes cualitativos, referidos principalmente a aspectos de
coordinación, ritmo, condicionantes espacio-temporales, construyendo diferentes
movimientos que pueden ser englobados dentro de habilidades físicas básicas, tales como
marchar, correr, lanzar, saltar, o habilidades motrices específicas, propias de cada deporte (tiro
a canasta) con sus fundamentos técnicos característicos. Por lo tanto debemos extraer una
serie de factores o componentes de la condición física que sería las siguientes:

- Acondicionamiento físico: desarrollo de la condición física.


- Capacidades coordinativas: técnica.
- Capacidades cognitivo-tácticas: táctica.
- Capacidades psíquicas: del tipo personal, volitivas, cognoscitivas.
- Capacidades morfológicas: con un alto componente genético.
- Condiciones externas: relacionadas con el contexto.
-
3. Evolución de las corrientes.

Dentro de este apartado debemos distinguir entre la evolución del término condición física y el
desarrollo de los diferentes métodos para su desarrollo. Todo ello está estrictamente
relacionado, es decir, las diferentes interpretaciones que se han relacionado con el ámbito de
la condición física, han dado lugar a un desarrollo específico en el perfeccionamiento de los
diferentes sistemas de entrenamiento.

En la época clásica, desde el ámbito competitivo surgían los JJOO, en los que los deportistas
tenían como obligación realizar una preparación de al menos 100 días bajo la supervisión de
un entrenador, según quedó reflejado en el Gimnástico de Filóstrato. Posteriormente, el
acondicionamiento físico estuvo estrechamente relacionado con la preparación para la guerra,
desarrollando métodos de entrenamiento que permitía, tanto a nobles como a soldados,
mantenerse en forma en tiempo de paz o como preparación para la batallas. Ya por entonces
el saber médico recomendaba, en la figura de autores como Galeno, Mercurialis o Méndez,
que se realizara ejercicio físico como mantenimiento de la salud.

Pero no sería hasta bien entrado el Siglo XVIII, e incluso el XIX cuando se comenzaría a
instaurar corrientes que trataban de implantar un sistema de acondicionamiento físico
sistematizado, con la aparición de las escuelas de gimnasia analíticas y, sobre todo, las escuelas
gimnásticas natural, rítmica y deportiva. Autores como Ling, con las premisas de “enderezar y
endurecer”, desarrollaron un sistema de entrenamiento basado en la fuerza con un objetivo
profiláctico, el correcto desarrollo postural de los alumnos a través de sus métodos analíticos.

Por otra parte nos encontramos con el desarrollo de métodos integrales como los Sistemas
Naturales de Hebert, quien fuera precursor de los principios del entrenamiento (continuidad,
progresión, alternancia) dentro de su tratado de acondicionamiento físico general en el que
trabajaba todas la capacidades físicas a todos los niveles.

Si bien, el verdadero desarrollo de los sistemas de desarrollo de la condición física vienen de la


mano del progreso de las disciplinas deportivas, donde los deportistas son conscientes de que
un desarrollo de sus capacidades físicas venía acompañado de una mejora sustancial del
rendimiento, lo que repercute en la implantación de sistemas de entrenamiento tanto para
aquellos deportistas que hacen del deporte su modo de vida, una vertiente profesionalizada de
la que surgen obras como la de Carlos Álvarez de Villar (La preparación física del fútbol basada
en el atletismo) uno de los compendios de preparación física más referenciados en nuestro
país, hasta le implantación de hábitos o estilos de vida activos dentro de la población en
general, con el más que extendido deporte para todos, donde salen y evolucionan corrientes
que casi tienen más tirón que el propio deporte profesional, como es el caso del Running,
Pilates, Yoga, Zumba, y demás prácticas deportivas que, siendo a nivel usuario, empiezan a
mover ingentes cantidades de dinero debido a su gran arraigo dentro de nuestra sociedad.

Todo ello supone una nota positiva dentro de una sociedad en la que la mejora de nuestra
condición física debe compensar el descenso del gasto energético que ha provocado en
nuestra actividad cotidiana el desarrollo tecnológico, tanto en nuestra actividad laboral, como
en la manera de desplazarnos y, por supuesto, en la ocupación de nuestro ocio y tiempo libre
(TV, Internet y Videoconsola, la famosa triple plaga) que ha desarrollado unos índices de
sedentarismo tremendamente elevados en nuestra sociedad, hábitos que se desarrollan desde
edades muy tempranas y que, desde nuestro ámbito debemos tratar de encauzar hacia
prácticas de ocio y estilos de vida en los que la actividad física debe ser parte fundamental,
cara a prevenir enfermedades como la obesidad, hipertensión arterial, infarto de miocardio e,
incluso, algunos tipos de cáncer (buscar referencias) Libro AF y Salud.

El uso del término “fitness” está totalmente implantado en nuestra sociedad. Según Marcos
Becerro podríamos definirlo como la realización de determinados ejercicios físicos para la
consecución o estabilización de la salud. Según esta filosofía, el ejercicio físico es aceptado
como factor preventivo para ciertas enfermedades de la civilización actual,
predominantemente sedentaria, como puede ser las enfermedades cardiovasculares como
hipertensión, infarto de miocardio o hipercolesterolemia, así como la diabetes mellitus y la
obesidad. Se presenta como una pieza de enlace entre las prácticas físicas actuales y futuras,
pretendiendo una mejora de la salud a través del trabajo corporal, es decir, promover la salud
a través de la actividad, primando la individualidad del sujeto a la hora de la práctica.

Por lo tanto nos encontramos con que dicha mejora de la salud viene incentivada por la
mejora de nuestra capacidad cardio-respiratoria, la fuerza, movilidad articular y la composición
corporal.

Se trata de una disciplina ligada a los gimnasios, lo cuáles son los máximos interesados en
promover este tipo de actividad cara a aumentar su cartera de clientes, por lo que, como todas
las modas, tienen un riesgo asociado, y es que en muchos casos esta demanda no la satisfacen
verdaderos profesionales del deporte y tiene una serie de riesgos asociados, como la gran
cantidad de ejercicios actividades y ejercicios que pueden estar contraindicados, actividades
de gran impacto articular cuya carga no está correctamente gestionada, obsesión por estar en
forma a toda costa, culto al cuerpo con las connotaciones negativas y problemas que pueden
surgir en forma de anorexia o vigorexia, que guardan estrecha relación con la nutrición,
surgiendo las “dietas milagro” y la suplementación deportiva.

Esta tendencia dentro de nuestra sociedad que se implantó con mayor éxito en las últimas 2
décadas es una oportunidad inmejorable para enganchar y motivar a nuestros alumnos/as
hacia un estilo de vida activo, y como ya anticipaba J. Devís, alejándonos un tanto del alto
rendimiento deportivo, que para muchos de ellos les queda muy lejano, centrándonos en una
práctica deportiva que busca promover la salud, adoptando una visión crítica hacia
determinadas prácticas que se alejan de este objetivo.

Si bien la evolución del fitness, ha dado lugar al wellnes, corriente que, igual que se trata en
aspectos de etiología de la educación física y el deporte, evoluciona para dar cobertura a
vertientes de nuestro ser que no están cubiertas o son obviadas por el fitness. De esta forma
pasamos del culto al cuerpo y “estar en forma” al hecho de “encontrarnos bien” sin hacer
hincapié en la dualidad cuerpo-mente, si no promoviendo dentro de esta filosofía a nuestro yo
mental, social, así como corporal, todo unificado en determinadas actividades como Yoga,
Pilatas, Reiki, corrientes que no sólo tienen en cuenta vertientes definidas como coporales, si
no nuestra relación con el medio, y cómo determinadas actividades pueden afectar a nuestra
personalidad.

4. Sistemas de desarrollo de la condición física: Clasificación, características,


consideraciones para su aplicación en el ámbito escolar.

La falta de tiempo en nuestra asignatura limita los efectos que nuestra labor docente puedan
ejercer sobre la condición física que nuestros alumnos. Son numerosos los estudios realizados
hasta la fecha que avalan dicha conclusión, como el publicado por la revista Medicina and
Science in sport and Exercise, ya por el año 1998, donde se extraía que se hacía necesaria un
incremento de las horas de actividad física y deportes dentro del ámbito escolar para provocar
los efectos oportunos que tanto pueden beneficiar al alumnado. Si bien ello no debe ser
excusa y nuestra postura ante esta situación debe ser la de incentivar la puesta en marcha de
una vida físicamente activa por parte de nuestros alumnos fuera del aula, emprendiendo una
labor fundamentalmente motivacional cara a la actividad física y deportiva.

4.1 Tipos de desarrollo de la condición física


Dentro de las posibilidades que podemos tener para la mejora de la condición física de
nuestros alumnos y alumnas podemos abordar nuestro acometido, reflejado en nuestro
currículo en todas las etapas educativas, desde varias vertientes, estableciendo formas de
desarrollo de la condición física que van desde el desarrollo integral de la misma
(Acondicionamiento Físico General), formas de entrenamiento globalizadas que se desprenden
de los métodos naturales de Hérbert y que tratan de desarrollar las diferentes capacidades
físicas a diferentes niveles mediante una combinación de la misma dentro de tareas que, para
el alumnado, pueden ser atractivas y motivantes, como puede ser lo que denominamos
entrenamiento total, término acuñado por Weineck, con tintes lúdicos, en forma de estaciones
en las que desarrollamos principalmente la fuerza-resistencia y flexibilidad, pudiendo adoptar
formas de trabajo como las pistas americanas, con ejercicios en los que combinamos las
diferentes capacidades sin descanso, alternando elementos de mayor o mejor exigencia, o
bien las pistas finlandesas, que emplean medios naturales para someter al organismo al
estímulo necesario para su acondicionamiento físico.

Por otro lado, otra de las vertientes para el desarrollo de la condición física está ligado a
métodos de trabajo analíticos (también llamado Acondicionamiento físico Específico o
Especial), en los que se realiza un desarrollo pormenorizado de las diferentes capacidades
físicas. Podemos entender dicha metodología como un tanto árida para el alumnado, si bien
debemos encontrar las estrategias necesarias para no perder la motivación ya que se trata de
un instrumento realmente adecuado para la enseñanza de las diferentes capacidades físicas y
su entendimiento, siguiendo, en líneas generales, las siguientes pautas para su conocimiento y
desarrollo por parte de nuestros alumnos y alumnas.

4.2 Sistemas para el desarrollo de la condición física.

De esta forma surgen los diferentes sistemas de desarrollo de la condición física, las cuales
vienen determinados por los métodos y medios a utilizar:

-Sistema continuo

-Sistema fraccionado

-Sistema competiciones

-Sistema lúdico

Fuerza: se trata de una capacidad que ha recibido, de manera innecesaria, connotaciones


negativas y atribuciones que, si bien no dejaban de ser más que mitos o leyendas, ha cargado
de concepciones negativas a esta capacidad física que resulta básica y fundamental. El
desarrollo muscular durante nuestra etapa educativa, cuando se produce un aumento
significativo de los parámetros de fuerza debido, en gran parte, a un aumento de la masa
muscular y del sistema óseo, resulta de verdadera importancia al tratarse de una fase sensible
a su desarrollo, planteando tareas en las que el porcentaje de carga soportada por el alumno
nunca supere el 80% de su peso corporal (Thomas y Strabino). La contracción del músculo y la
extensión del tendón en su inserción pueden dañar el cartílago de crecimiento de los huesos
situado en la epífisis de los mismos, si bien, empleando cargas por debajo de lo establecido,
provocamos fuerzas de compresión sobre los centros de osificación que estimulan el
crecimiento óseo: Por lo tanto planteamos tareas referidas al ámbito de la fuerza que van
desde:

Fuerza máxima: (Badillo y Gorostiaga, 1996) (Badillo, 2000) (García Manso) (Tous) la cual es
desaconsejable ya que se deben manejar cargas próximas al 100% de la intensidad. Con una
técnica correcta el trabajo de sentadillas, por ejemplo, puede ser muy beneficioso para el
desarrollo de la masa muscular, si bien debemos tener en cuenta que dichos ejercicios pueden
acarrear lesiones a nivel de columna, por lo que no debemos incorporarlo como un trabajo
sistematizado, si no como un complemento a la formación de los alumnos. Dentro de este
sistema de entrenamiento formarían parte las superseries y las pirámides, que se sitúan entre
las 8 y 10 repeticiones con una carga que oscila desde el 80 al 90% del máximo.

Fuerza velocidad: en este caso hablamos de la fuerza explosiva, la potencia, es decir, la


aplicación de fuerza en el menor tiempo posible. De esta forma podemos emprender tareas en
las que la carga no debe ser alta (entorno a 50-60%) y las repeticiones no deben exceder las 10
para mantener el nivel de intensidad alto, puesto que en ese caso no sería fuera velocidad. De
este tipo de métodos podemos extraer los trabajos de multisaltos o pliometría (de los cuales
no debemos abusar debido al alto impacto de los mismos que puede provocar lesiones a nivel
tendinoso-articular acrecentadas por problemas de crecimiento como el Osgood-Slater), así
como tareas de Multilanzamientos.

Fuera resistencia: se trata de la tarea planteada que la bibliografía reseña como ideal para el
acondicionamiento físico en jóvenes (buscar referencias) debido a su bajo impacto así como
seguro como estímulo del crecimiento tanto a nivel óseo como muscular. El método de circuito
(creado por Morgan y Adamson allá por el año 1958) sería el ideal dentro del planteamiento
de una sesión para la mejora de la condición física en jóvenes. Debido a su multitud de
opciones en cuanto al planteamiento de las tareas y ejercicios, la aplicación con base musical,
etc… se puede mantener con facilidad la motivación del alumnado y no sería necesario una
gran inversión en recursos materiales.

Lo que resulta fundamental en el desarrollo de los diferentes ejercicios enfocados a la fuerza


sería, en primer lugar la seguridad, es decir, que los ejercicios no entrañen ningún riesgo para
la salud de nuestros alumnos y que, por otra parte, primemos el conocimiento de la técnica de
los mismos por encima del rendimiento.

Resistencia: es verdaderamente un reto plantear situaciones para la mejora de esta capacidad


física fundamental para nuestra condición física sin caer en el tedio y el aburrimiento. Nuestra
labor fundamental a la hora de plantear actividades para el desarrollo cardiovascular es que
éstas sean motivantes y, fundamentalmente, que cumplan los objetivos dentro de unos límites
establecidos acordes con la situación en términos generales de nuestro alumnado. El abuso del
método continuo ha tenido como consecuencia una repulsa generalizada por la mayor parte
del alumnado hacia este tipo de actividad física. Si bien actualmente el mundo del deporte de
resistencia vive un boom singular. Se ha pasado del footing al running y al trail (que si en
esencia son lo mismo, éstas últimas tienden a realizar carrera de mayor dureza) del triatlón al
Ironman, y de salir a dar un paseo en bici a carrera de gran dureza tanto en carretera como
BTT. Toda esta tendencia ha ejercido una gran influencia en nuestra sociedad, la famosa
búsqueda de los límites humanos está bastante arraigada y el alumnado no es indiferente ya
que carrera populares en gran parte de municipios de nuestra geografía ganan adeptos y, en
consecuencia, popularidad, que hace que se incrementen los niveles de actividad deportiva y
su arraigo social no deja indiferente a nuestros alumnos y alumnas. Nuestra labor no es solo la
de encauzar esa motivación, si no la de hacerles ver desde una visión crítica tales
manifestaciones deportivas, empleando su gran fuerza motivacional en nuestras clases y
sirviendo en gran medida para la mejora de nuestros planteamientos.

Como planteamientos metodológicos nos encontramos, a parte del método continuo ya


mencionado (Navarro, 1998) diferentes variaciones del mismo, como el continuo variable o
continuo intensivo, así como el Fartlek, en el que Herbert plantea que los cambios de ritmo
durante la carrera sean motivados por la orografía del terreno, jugando con las intensidades y
las distancias, como método natural de recorridos por el bosque, método que se hace difícil de
plantear en aquellos contextos escolares que no se encuentren cerca de este tipo de medio.

Otro método, dentro de los continuos, sería el Interválico, planteado por el genial corredor
Emil Zatopek, campeón olímpico en Maratón, quien desarrolló un método continuo basado en
cambios de ritmo en los que se realizaban repeticiones preestablecidas por tiempo o distancia
a mayor intensidad, pero con recuperación incompleta para un mayor desarrollo de la
capacidad aeróbica, aumentando el consumo máximo de oxígeno de manera progresiva (VO2
máx).

Velocidad: se trata de una capacidad física que ha quedado relegada en un segundo plano en
currículos anteriores y que tampoco se refleja en el actual con la representación que merece.
Se trata de una pieza fundamental en el desarrollo de cualquier tarea a nivel deportivo, cuyas
acciones más representativas y fundamentales deben realizarse a grandes velocidades, ya sea
velocidad de tipo gestual, de traslación, aceleraciones, velocidad de reacción o de toma de
decisiones, esta capacidad física resulta de vital importancia en el ámbito deportivo, y sin cada
vez más importantes las voces que se alzan en su defensa, fundamentados en su importancia
dentro del desarrollo del alumnado.

El desarrollo condicional ligado a esta capacidad física siempre ha estado ligada al atletismo
principalmente. A través de un juego de distancias y tiempos de recuperación dentro de un
método fraccionado en repeticiones y series conseguíamos una mejora de nuestra velocidad
de desplazamiento, si bien siempre se ha creído que dicha mejora está limitada por un
condicionante genético.

Por lo tanto durante nuestras sesiones podemos programar actividades relacionadas con la
velocidad de reacción, en la que no sólo nos centremos en el hecho de correr, si no que resulta
fundamental la discriminación de estímulos, el componente nervioso que en ella se observa,
que condiciona una pronta o retardada actuación, además de que ésta sea o no acertada.

No debemos olvidar en nuestros planteamientos el componente cognitivo de la velocidad,


relacionado con la toma de decisiones, las cuales se dan con gran frecuencia en el ámbito
deportivo y que nuestros alumnos y alumnas van a ganar en velocidad y acierto en sus
decisiones conforme aumenten su experiencia en dicho ámbito.

Flexibilidad: esta capacidad física básica siempre ha generado controversia. En un pasado no


muy lejano parecía la más denostada, ya que siempre la hemos dejado al margen de las
demás, incluyéndola en la programación únicamente en algunos ejercicios de calentamiento o
como vuelta a la calma, sin incluirla dentro de las sesiones planteando un desarrollo
sistematizado de la misma. Además los estudios más recientemente publicados no dejan claro
si al mejora de la flexibilidad tiene un aspecto preventivo en cuanto a lesiones se refiere, si esa
ganancia del rango de movimiento articular provocado por técnicas como el Streching de
Andersson o el FNP de Kabat tienen ese efecto profiláctico que se le ha atribuido desde sus
inicios, si podemos realizarlo únicamente al final de la sesión ya que sus efectos sobre el
rendimiento al incluirlos durante el calentamiento no son los deseados provocando una
merma en el mismo con respecto a los estiramientos estáticos, ya que recientemente se ha
adoptado que el estiramiento dinámico en forma de ejercicios balísticos debería ser tenido en
cuenta en la fase inicial de la sesión.

Consideraciones para su aplicación en el ámbito escolar:

En el año 1995 ACSM realiza recomendaciones (3 a 5 días semana 15 a 60 min AF aeróbica.

La actividad física (AF) es fundamental en la infancia y en la adolescencia a fin de promover un


desarrollo saludable. La OMS (2010),recomienda que los niños de 5-17 años deberían
acumular un mínimo de 60 minutos diarios de AF moderada (3 - 6 METs) o vigorosa (> 6 METs)
(Oviedo y cols. 2013)

A rasgos generales y siguiendo el RDEEMM la programación general dentro del ámbito físico
en nuestra asignatura debe regirse por los siguientes contenidos por curso escolar:

Primer ciclo de la ESO (1,2 y 3 curso): la progresión durante el primer ciclo debe ser adecuada,
es decir, debemos finalizar este ciclo realizando calentamientos autónomos, por lo que el
alumnado debe disponer de las herramientas necesarias para ello, tanto las pertenecientes al
marco teórico como aquellas a nivel práctico. Por lo tanto debe conocer terminología
relacionada con la condición física y las capacidades físicas básicas, así como relacionar
aspectos referidos a la carga de entrenamiento, en cuento a intensidad y volumen ser refiere.
De esta forma debe conocer todo lo que éste desarrollo condicional puede repercutir en
términos de salud. De tal forma y tal y como se ha referido a lo largo del tema, el alumno debe
conocer y desarrollar ejercicios para el desarrollo de la fuerza resistencia, en forma de circuitos
en los que durante los primeros cursos será fundamental el conocimiento de la técnica y la
seguridad, pudiendo ser ejercicios situados en el medio natural.

Segundo ciclo de la ESO (4 curso): Los calentamientos deben estar relacionados con la práctica
deportiva posterior, es decir, se desarrollarán calentamientos específicos de manera
autónoma. Así mismo debe ser capaz de realizar ejercicios relacionados con las diferentes
capacidades físicas, distinguirlos y emplearlos dentro de un planteamiento de una sesión para
la mejora de la condición física dentro de un marco saludable.

Bachillerato: se deberán adquirir los conociemientos necesarios para que el alumnos sea capaz
de desarrollar un programa de ejercicios para el desarrollo de un programa de
acondicionamiento físico, poniendo en práctica dicho programa teniendo en cuenta
parámetros como la frecuencia, la intensidad, el tiempo y el tipo de actividad desarrollada. De
tal forma que dicho programa tenga en cuenta medidas previas planteadas como la seguridad
y posturas adecuadas, la relación con la salud y la adecuación a los objetivos planteados.

Podemos hablar de mitos y leyendas en la conclusión.

Bibliografía:

-Tercedor, Actividad física y salud

-Tous, Nuevas tendencias en Fuerza

- Badillo
- Márquez y Garatachea

-Navarro (1998)

- CA Villar

- Pol (2013)

-
Barja, S., Arteaga Ll, A., Acosta, A. M., Hodgson, B., & Isabel, M. (2003). Resistencia insulínica
y otras expresiones del síndrome metabólico en niños obesos chilenos. Revista médica de
Chile, 131(3), 259-268.

Chávez, I. (2005). Obesidad y el síndrome metabólico en niños y adolescentes. Revista de


Endocrinología y Nutrición, 13(3 Supl 1), S45-S46.

Oviedo, G., Sánchez, J., Castro, R., Calvo, M., Sevilla, J. C., Iglesias, A., & Guerra, M. (2013).
Niveles de actividad física en población adolescente: estudio de caso. Retos. Nuevas
tendencias en Educación Física, Deporte y Recreación, (23).

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