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Manual Básico Citricultura Ecológica

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6.

MANUAL BÁSICO DE CITRICULTURA ECOLÓGICA

6. MANUAL BÁSICO DE
CITRICULTURA ECOLÓGICA
Alfons Domínguez Gento,
Ingeniero Técnico Agrícola
Conselleria de Agricultura, Pesca y Alimentación
Generalitat Valenciana

6.1. Introducción. problemática de la citricultura


valenciana actual.

Los cítricos, siendo oriundos de Asia, se cultivan en regiones subtropicales y tropica-


les, considerándose la fruta de mayor producción y comercialización mundial, por
encima de plátanos y manzanas. Este género engloba frutas tan conocidas como
la naranja, la mandarina, el limón, la lima o el pomelo, con reconocidas propieda-
des medicinales y alimenticias, dado su elevado contenido en azúcares, ácido
ascórbico (vitamina C) y cítrico, que le confieren su característico sabor agriculce
tan apreciado tanto en fresco como en zumos o acompañando otros alimentos y
bebidas.

Según datos de la FAO (FAOSTAT), este cultivo se encuentra en plena expansión


mundial, pasando en pocos años de los 95 a los 122 millones de t en 2008, hacién-
dose extensiva tal progresión al territorio español, donde con 6 millones de tonela-
das (2009), destaca el incremento de la mandarina como grupo varietal de mayor
producción en nuestro país (siendo el 2º a nivel mundial en este grupo varietal, tras
China). En cuanto a exportación podemos afirmar que España exporta algo más de
3 millones de toneladas de fruta fresca, encontrándose a la cabeza de la exporta-
ción mundial de cítricos frescos. Según el propio MAPA en el año 2008 España dedi-
caba una superficie a este cultivo de 332.625,61ha, de las cuales más de la mitad
(188.649,71 ha) están situadas en tierras valencianas, con una producción anual
cercana a los 4 millones de toneladas. Andalucía representa, con 83.096,67 ha,
casi el 25% de la superficie total nacional dedicada a este cultivo, observándose
un auge considerable de este cultivo en los últimos años (su superficie de alrededor
de las 50.000 ha, que suponía un 20% del cultivo a nivel estatal).

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GUÍA DE AGRICULTURA ECOLÓGICA DE CÍTRICOS

Tabla 2: Superficies de los países productores de cítricos más importantes a


nivel mundial

(fuente: FAOSTAT, 2009).

Tabla 3: Producciones de los países productores de cítricos más importantes a


nivel mundial

(fuente: FAOSTAT, 2009).

Figura 9: Superficie Total Inscrita en Agricultura Ecológica en España 2008


(fuente: Estadística AE-MARM, 2008).

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6. MANUAL BÁSICO DE CITRICULTURA ECOLÓGICA

Figura 10: Evolución de la Producción Agrícola Ecológica (1991-2008)


(fuente: Estadística AE-MARM, 2008)

Figura 11: Superficie de cítricos ecológicos de las diferentes comunidades


españolas
(fuente: Estadística AE-MARM, 2008).

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GUÍA DE AGRICULTURA ECOLÓGICA DE CÍTRICOS

Tabla 4: Datos básicos de la citricultura ecológica española

(fuente: Estadística AE-MARM, 2001-2008)

Tabla 5: Superficies y Producciones de la Comunitat Valenciana 2008:

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6. MANUAL BÁSICO DE CITRICULTURA ECOLÓGICA

Como puede observarse en los gráficos de evolución, el cultivo de cítricos eco-


lógicos ha tenido un despegue en el Estado Español a partir de 2005, pasando de
900 ha en 2001 a más de 4.000 ha en 2008, con un crecimiento de unas 1000 ha
anuales en los últimos 3 años. Este aumento tan significativo, se debe fundamental-
mente al tirón andaluz, que supone más del 60% de la superficie ecocitrícola espa-
ñola, frente al 20% escaso que supone la citricultura ecológica valenciana dentro
del total de cítricos ecológicos español. Esto no se corresponde al peso comenta-
do de la citricultura valenciana.

En estos momentos, más del 3% de la superficie destinada a este cultivo en


Andalucía proviene de la agricultura ecológica, frente a un 0,46% valenciano y al
1% murciano. La mayor parte de la producción, tanto estatal como de la Comuni-
dad Valenciana, se orienta a los mercados de exportación, fundamentalmente del
entorno de la UE, aunque también en los últimos años, nuestros cítricos han alcan-
zado otros mercados, China, Japón, Corea, EEUU, Rusia, etc.

La evolución experimentada en la exportación ha sido paralela al incremento


de las exigencias en la calidad de los productos siendo ésta una característica muy
clara del mercado de consumo en fresco de frutas y hortalizas.

Es por ello que tenemos que tener en cuenta que la calidad del fruto cítrico
incluye tanto sus características internas (cualidades organolépticas) como externas
(aspectos, apariencia) y bajo este punto de vista, los desórdenes fisiológicos (man-
chas o lesiones en la corteza) representan importantes pérdidas. Las causas que
ocasionan estas alteraciones fisiológicas, están relacionadas con los factores climá-
ticos, intercambios gaseosos, tipos de suelo, ubicación de la explotación, y polución
atmosférica (Arpaia, 1994; Agustí 1999).

Por todo ello debemos tener claro los requerimientos que nos impone el merca-
do exterior en cuanto al concepto de calidad se refiere, debiendo tener presente
varias pautas basadas en exigencias sanitarias y técnicas de cultivo respetuosas
con el medio ambiente y, en el caso de la citricultura ecológica, acordes con la
reglamentación europea

Pese a su importancia mundial, la citricultura española tiene planteados actual-


mente algunos problemas, que van reduciendo la rentabilidad económica y social
del cultivo, tan serios como: el paulatino envejecimiento de los agricultores y su des-
profesionalización; las plagas y enfermedades nuevas o recurrentes; la creciente
dependencia de las empresas agroquímicas; el estancamiento y cambio de hábi-
tos en el consumo; la entrada de empresas productoras a la vez que comercializa-
doras con nuevas transformaciones en un mercado muy complejo; la agrupación
de las grandes distribuciones en pocas manos, en un régimen similar a oligopolios;
la competencia cada vez más intensa de otros países, etc.

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GUÍA DE AGRICULTURA ECOLÓGICA DE CÍTRICOS

Los residuos de fitosanitarios y de abonos químicos que contaminan los alimen-


tos y el entorno (Domínguez Gento y Domínguez, 1999), el empobrecimiento de los
suelos, su erosión y otros impactos negativos sobre el medio ambiente y sobre la
salud de los consumidores2 complican cada vez más la situación, máxime cuando
en Europa cada vez somos vez más exigentes en cuanto a estos aspectos que tam-
bién se han de tener en cuenta al analizar la calidad y la sostenibilidad de la pro-
ducción.

Resulta, pues, evidente la necesidad de nuevos enfoques para resolver los pro-
blemas de la citricultura valenciana, y en ese sentido surge la citricultura ecológi-
ca3. Así, aprovechando los innumerables cambios que afectan a nuestra agricultu-
ra, la apuesta por la citricultura ecológica en nuestro territorio parece imparable,
siendo indispensable para llegar a buen puerto la mejora de las técnicas y de la
transferencia de la información, mediante medios como el presente cuaderno.

La citricultura valenciana no es ajena a los mencionados problemas y presenta


además algunas características específicas, como el minifundismo, que eleva con-
siderablemente los costes de producción, al no poder mecanizar buena parte de
las labores de cultivo y, de forma concreta la citricultura ecológica que convive con
la citricultura convencional, viéndose afectada, entre otros, por los problemas de
deriva de los productos fitosanitarios aplicados en parcelas colindantes.

6.2. Patrones y variedades.

De las 124 especies pertenecientes a la Familia Rutáceas, tan sólo 16 son las que
forman el género Citrus, que junto con las 4 del género Fortunella (Kumquats) son
las especies de cítricos cultivados de interés comercial.

Una clasificación propuesta para las especies comestibles sería la presentada


por Agustí (1999), a partir de diveros autores como Tanaka o Swingle:

- Naranjos dulces, Citrus sinensis (L) Osb.


- Naranjo amargo, Citrus aurantium L.
- Mandarinos, Citrus reticulata Blanco
- Clementinos, Citrus clementina Hort. ex Tanaka (criterio de Tanaka, en Swingle
estarían dentro de los mandarinos)

2 En determinadas zonas citrícolas intensivas, están llegando a límites intolerables, al llegar a encontrar residuos de nitratos
y herbicidas en el agua de consumo humano, en cantidades más de 4 veces superiores a las permitidas por ley.

3 Cada vez que aparezcan los términos “ecológico”, “biológico”, “producto o tratamiento natural”, “sin el empleo de pro-
ductos de síntesis” viene referido al Reglamento (CE) 834/07 del Consejo de 28 de junio de 2007 sobre producción y eti-
quetado de los productos ecológicos y por el que se deroga el Reglamento (CEE) 2092/91, y sus posteriores modificacio-
nes.

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6. MANUAL BÁSICO DE CITRICULTURA ECOLÓGICA

- Satsumas, Citrus unshiu Marc. (criterio de Tanaka, en Swingle estarían dentro de


los mandarinos)
- Pomelos, Citrus paradisi Macf.
- Limoneros, Citrus limón (L) Burm.
- Lima mejicana, Citrus aurantifolia (Christm) Swing.
- Lima de Tahití, Citrus latifolia L.

El cultivo franco4 de cítricos en la actualidad es inexistente, debido a su largo


periodo de juvenilidad, de 5 a 7 años, además de la sensibilidad a diversas enfer-
medades, adaptación a tipologías de tierras, etc. Por ello en la actualidad las plan-
taciones de cítricos están constituidas por árboles que presentan un patrón y un
injerto sobre él, de manera que ambos combinen las mejores cualidades para el
lugar donde sean plantados. De esta forma se evita también la elevada tasa de
hibridación natural, manteniendo las características varietales con bastante fiabili-
dad. Así pues, además de la elección de la variedad es sumamente importante la
elección del patrón. En el cultivo ecológico esta elección es si cabe más relevan-
te, porque la elección del patrón adecuado evitará futuros problemas (como
Phythophtora -gomosis-, clorosis, etc. ), ante los cuales no existen remedios sencillos.

6.2.1. Patrones.

El primer aspecto diferencial entre los patrones más comunes es la profundidad


de raíces y su densidad de sistema radicular. Las plántulas de lima dulce ”Palestina”,
C. volkameriana y C. macrophylla poseen una raíz principal prominente y un gran
vigor. Las de Poncirus trifoliata y las de Citranges tienen un sistema radicular poco
desarrollado y poco compacto. Las de limón rugoso, naranjo amargo y mandarino
Cleopatra tienen un carácter intermedio. Estas características se trasladan sobre las
variedades injertadas. Los patrones con mayor profundidad de raíces toleran mejor
la sequía, pero estas características dependen también del tipo de suelo. Suelos
arcillosos, compactos e impermeables impiden el desarrollo de raíces en profundi-
dad.

No existe el patrón perfecto para un suelo y unas condiciones climáticas, pero


debe elegirse el patrón en función de las condiciones más limitantes del cultivo. Por
ello los compararemos en diversas tablas frente a los factores limitantes más comu-
nes: condiciones del medio, virus y enfermedades

4 El cultivo franco es aquel en el que la variedad que se ha de comercializar se cultiva directamente sobre el suelo, sin
maderas ni raíces intermedias. En cítricos esta técnica fue común hasta mediados del siglo XIX; a partir de esta fecha
empiezan a darse los primeros problemas serios de enfermedades del cuello y suelo, que afectaron a plantas de estaca
de Cidro, limonero o de naranjo dulce (Agustí, 2000), por lo que se abandonó esta pràctica.

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GUÍA DE AGRICULTURA ECOLÓGICA DE CÍTRICOS

Tabla 6: Adaptación de los principales patrones de cítricos frente a


las condiciones del medio
(Norma de Producción Integrada de la C. Valenciana, 2008).

Tabla 7: Adaptación de los principales patrones de cítricos frente a


los principales hongos del suelo y nemátodos
(Norma de Producción Integrada de la C. Valenciana, 2008).

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6. MANUAL BÁSICO DE CITRICULTURA ECOLÓGICA

Tabla 8: Adaptación de los principales patrones de cítricos frente a


las principales virosis y viroides
(Norma de Producción Integrada de la C. Valenciana, 2008).

(1): forman combinaciones tolerantes cuando se injertan con variedades de limonero.

Tras la helada de 1956, que dejó vía libre al virus de la tristeza de los cítricos, y
coincidiendo con la aparición y expansión de las clementinas Oroval (1950) y de
Nules (1953), mutaciones naturales de la Fina, se produjo un cambio a patrones
tolerantes a la tristeza, dejando de usar los habituales hasta ese momento (Soler,
Bono y Buj, 2008). También se buscaron nuevas variedades que estuviesen libres o
limpias del virus. Este fue el inicio del declive del patrón amargo, que tan buenos
resultados había dado.

Por último es importante tener en consideración el comportamiento de los patro-


nes y del desarrollo de los injertos sobre el patrón.

Tabla 9: Comportamiento de los patrones y del desarrollo de los injertos


sobre los mismos
(Forner, 1979).

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GUÍA DE AGRICULTURA ECOLÓGICA DE CÍTRICOS

6.2.2. Variedades.
Aunque no hay gran diferencia en el uso de variedades entre la producción
ecológica y la convencional, no todas ellas tienen igual comportamiento en la citri-
cultura ecológica. Pasamos a describir los principales grupos varietales.

Las variedades de naranjas más importantes en la actualidad son:

- Grupo Navel (identificables por el característico “ombligo”, traducción del


inglés navel): derivadas de la Washington Navel, todas ellas con una alta cali-
dad organoléptica, excelentes para fruta fresca o de mesa. Dentro de las de
primera temporada se encuentran Navelina, Newhall, de recolección a partir
de octubre; en la media temporada están la propia W. Navel, u otras más
modernas como Foios (similar a una Navel) o Fukumoto (temprana, madura
antes que Newhall, de piel más rojiza que las anteriores, y con menor sensibi-
lidad a la clareta, según Soler, Bono y Buj, 2008); las de mayor extensión en
recolección media-tardía son las conocidas Navel Late (con problemas de
vecería y de caída de fruto ya maduro) o la Navel Lane Late (más productiva
y con mayor adherencia del pedúnculo que la anterior), ambas con un pala-
dar inmejorable (para muchos las mejores naranjas de mesa, aunque con alto
contenido en limonina, por lo que el zumo adquiere un sabor amargo si no se
consume de forma rápida); otra interesante por su pulpa roja intensa y buen
paladar es la venezolana Caracara; y, por último, otras originarias de Australia
por mutaciones espontáneas, algo más tardías y novedosas, como Barnfield
Late, Rohde Summer, Powel Summer y Chislett Summer, también de buen
paladar, y con alta presencia de limonina, aunque más fibrosas que las ante-
riores.

- Grupo Blancas (para distinguirlas de las anteriores, de forma más redondeada


y sin ombligo): derivadas de la antigua naranja Blanca Comuna (similares a las
Cadenera, Sucreña, Berna, Imperial o Castellana) con alto contenido en
zumo, menor acidez y un contenido en limonina menor que las anteriores, lo
que las hace mucho más aptas para su consumo como zumo que las del gru-
po Navel. Podemos encontrar en media temporada como la Salustiana o la
Valencia Late, la más tardía de las naranjas (llegando hasta junio de forma
natural) junto a otras variedades más actuales como las sudafricanas Delta
Seedless, Midknight (Soler, Bono y Buj, 2008), de menor contenido en semillas y
limonina o la Barberina.

- Grupo Sanguinas (redondeadas, sin ombligo, más pequeñas que las blancas,
de piel y/o carne rojiza): con alto contenido en zumo y algo más de acidez
que las blancas, mejor para su consumo como zumo. Podemos encontrar en
media temporada como la Sanguina, la Doblefina, la Entrefina o la Saguinelli)

Las variedades de mandarinas más utilizadas son:

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6. MANUAL BÁSICO DE CITRICULTURA ECOLÓGICA

- Grupo Satsumas (generalmente de frutos más grandes y de calidad organo-


léptica menor que las clementinas, aunque los árboles son de una talla menor
que el resto de mandarinos, incluso enanizantes): derivadas de la Satsuma
Owari, de primera temporada, se colorean con facilidad en campo, suelen
ser las primeras en abastecer los mercados ecológicos; cuanto más tempra-
nas, la calidad organoléptica disminuye. Principalmente se cultivan las varie-
dades Okitsu, Clausellina y la propia Satsuma.

- Grupo Clementinas (arbolado más desarrollado que el anterior, de fruto


menor, piel más fina, y calidad organoléptica en general alta): derivan todas
de la variedad Clementina Fina (que a su vez derivaba de la Mandarina
Común, muy aromática, pero con demasiadas semillas, casi desaparecida
en la actualidad); de excelentes calidades organolépticas ha sido considera-
da la reina de las mandarinas, por su sabor, pero su reducido tamaño ha influi-
do hasta el punto de dejar de producirse (es testimonial su presencia en huer-
tos antiguos o con árboles viejos) En la actualidad se han seleccionado cier-
tas variedades de Clementinas, como las tempranas Marisol, Loretina (deriva-
da de la anterior) Oronules (derivada de la Clemenules) Clemenpons, Arrufati-
na, Esbal, Oroval o Beatriz; todas ellas tienen una calidad inversamente propor-
cional a su precocidad. Otras, como la Hernandina, son selecciones naturales
tardías, aunque no han tenido mucho éxito, debido a la calidad inferior a la
Clemenules, y la dificultad de su conducción en campo (con vecería, falta de
vigor, sensibilidad a heladas, etc.).

- Híbridos: en estos momentos también existen diversos cruces y mutaciones


inducidas, buscando variedades tardías de mayor calidad de fruto, no sin cier-
ta problemática asociada, detalladas a continuación.

Dado que el género Citrus, como ya se ha comentado, es muy dado a mutar


y cruzarse entre sí y con otros géneros cercanos, ha sido fácil obtener una serie de
variedades para mejorar ciertos aspectos productivos (precocidad o retraso en la
maduración, tamaño, etc.) algunas con más éxito que otras. Los cruces más usa-
dos son los siguientes:

- Mandarino x Pomelo (C. reticulata x C. paradisi Macf) = Tangelo


- Mandarino x Mandarino = Mandarino
- Mandarino x Naranja = Tangor

Así, tangelos, tangor y algunos mandarinos silvestres o hibridados han servido


para diferentes cruces con los cuales buscar mejoras varietales, aportando tama-
ño, resistencias a enfermedades o climatología, o alargar o acortar los ciclos
comerciales, fundamentalmente en clementinos. Algunos cítricos conocidos como
híbridos provienen de múltiples cruces inducidos o naturales; los más cultivados en
nuestro país hasta ahora han sido:

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GUÍA DE AGRICULTURA ECOLÓGICA DE CÍTRICOS

- Nova o Clemenvilla (Florida) = Clementina fina (Citrus reticulata Blanco) x Tan-


gelo Orlando (C. reticulata x C. paradisi Macf)
- Fortune (California) = Clementina fina x Mandarina Dancy
- Ellendale (Australia) = Tangor natural
- Ortanique (Jamaica) = Tangor natural poco conocido

Otros, como la Kara, híbrido entre M. Satsuma y M. King, de recolección tardía,


son más usados en nuestro país para realizar nuevas hibridaciones que como culti-
vo.

Además de éstos, estudios recientes del Grupo de Material Vegetal del IVIA (Soler,
Bono y Buj, 2008), que también han probado las naranjas tardías ya comentadas,
están poniendo en circulación o a punto de comercializar nuevas variedades híbri-
das de mandarinos conseguidas mediante los cruces de los clementinos Oroval,
Hernandina o Kara, así como otras procedentes de mutaciones naturales e induci-
das; podemos destacar las siguientes:

- Moncada, obtenido del mandarino Oroval x mandarino Kara, aplastada, de


gran tamaño y fácil de pelar, prácticamente sin semillas (una vez irradiado),
de recolección a partir de finales de enero.
- Garbí, originaria de un cruce entre Fortune y Murcott, de maduración tardía
(mediados de marzo, hasta abril), espinoso, buena calidad, aparentemente
sin Alternaria.
- Safor, cruce entre Fortune y M. Kara, madurando desde finales de febrero
manteniéndose en buenas condiciones hasta mediados de abril. De momen-
to, tampoco tiene síntomas de Alternaria.
- Murcott (IVIAMur-18), clon J de la variedad Murcott (tangor procedente de
Brasil). Fruto de tamaño medio, fácil pelado, de excelente calidad, y de bajo
% de semillas una vez irradiado, de recolección entre marzo y abril. Vecero y
arbustivo.
- Nulessin, mutación por irradiación de la Nules, de similares características,
pero con bajo % de semillas y de polinización cruzada.
- Clemenrubí (PRI-23), mutación espontánea de Oronules, buen color y pelado,
pero con tendencia a aparecer abultamientos con yemas múltiples en ramas
y axilas. Hojas y frutos sensibles al golpe de sol, a la mosca de la fruta y con
tendencia al bufado. Muy precoz (mediados de septiembre).
- Prenules; mutación natural de la Oronules, similar en tamaño de fruto, presen-
cia de yemas múltiples en axilas de hojas, de agradable paladar, precoz (a
partir de septiembre, antes incluso que la Clemenrubí), pela fácil, tendencia al
bufado, puede ser compatible con polinizaciones cruzadas y sensible a mos-
ca de la fruta.

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6. MANUAL BÁSICO DE CITRICULTURA ECOLÓGICA

- Cultifort; mutación espontánea de Oronules, precoz (finales de septiembre),


se observan yemas múltiples en axilas de hojas, agradable sabor con mem-
branas coriáceas, compatible con polinizaciones aunque no presenta semi-
llas, tendencia al bufado y sensible a mosca de la fruta.
- Orogros, mutación natural de la Oronules, de recolección entre finales de sep-
tiembre e inicios de octubre; similar a la anterior.
- Basol, también de procedencia natural a partir de Oronules, recolectada a ini-
cios de septiembre, tendencia a frutos en racimo, y por lo demás similar a las
anteriores.

Otras variedades interesantes irradiadas en 2007 (comercializables a partir de


2015-16) son la L-4 y A-13 (híbridos entre Cl. Oroval x M. Kara), tardía a partir de final
de enero, de buena conservación en árbol, aunque pueden polinizarse con otros;
y las Ñ-6, D-19, la C-10, O-23 y Y-25 (híbridos entre Cl. Hernandina x M. Kara), tam-
bién de recolección a partir de finales de enero, con buena calidad sin bufarse
durante largo tiempo, y que se distinguen entre ellos por la ausencia o presencia de
semillas o polinización cruzada. La D-19, como curiosidad, tiene un elevado nº de
frutos con la columnela carnosa.

Algunos viveros tienen también disponibles variedades americanas, procedentes


de la Universidad de California, como Shasta Gold (TDE2, madura a partir de mar-
zo), Tahoe Gold (TDE3, madura a partir de mediados de enero) y Yosemite Gold
(TDE4, madura a partir de mediados de febrero), de colores rojizos o naranja inten-
so, con buenas calidades organolépticas, buena permanencia en árbol y buena
resistencia a Alternaria. O Gold Nugget (híbrido procedente de Wilking x Kincy, de
maduración en febrero, aguantando en árbol hasta mayo, sin semillas, resistencia
elevada a Alternaria y excelente producción y calidad) y Tango (procedente de la
irradiación de Murcott, que ni produce ni induce semillas, madura a partir de febre-
ro, naranja intenso, fácil pelado, y calidad adecuada).

Como resumen, podemos comentar que las mandarinas Clementinas, las


naranjas tardías como Navel-Late y, en especial, algunas variedades híbridas, plan-
tean mayores problemas a la hora de la reconversión y posterior cultivo ecológico.
En Clementinas e híbridos se puede descubrir una mayor sensibilidad a los ácaros,
pulgones y carencias que en naranjos. Las clementinas tienen tendencia al bufado
y al pixat (ver apartado de sanidad), por tanto no deberemos mantenerlas en exce-
so en el árbol tras su madurez. También son problemáticas ciertas variedades con
dificultades en el cuajado. Algunos tipos como Clementinas (Clemenules, Clemen-
tina fina, Hernandina, etc.) o Navel-Late, junto a Navelinas y otras naranjas pueden
convertirse con el paso de los años en variedades veceras. Este problema puede
paliarse con buenas prácticas culturales, tales como podas y rayados, de intensi-
dad y época adecuadas, ciertos fitorreguladores naturales o correctores carencia-
les. Algunas, como la Navel Late tienen tendencia a la caída natural, conservándo-
se poco tiempo en el árbol tras su maduración.

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GUÍA DE AGRICULTURA ECOLÓGICA DE CÍTRICOS

Otra cuestión importante por su actualidad es la mezcla de variedades, debido


a los riesgos de polinización cruzada. Las variedades híbridas del tipo Fortune, Nova
o Ellendalle, no deben situarse cercanos a cultivos de Clementinas, puesto que exis-
te el peligro de que las mandarinas obtenidas lleven numerosas semillas (pinyola-
da), lo cual las infravalora comercialmente (dado que de forma natural son frutos
sin semillas, y los consumidores se han habituado a comerlos de esta forma, des-
echando aquellos que no sean apirenos).

Por último, existen variedades con evidente dificultad técnica de cultivo. Un pro-
blema serio de viabilidad del material vegetal viene dado por su forma de creci-
miento o la sensibilidad a ciertos patógenos. Las variedades extratempranas de
mandarinas (de recolección hacia finales de agosto o inicios de septiembre), como
la Marisol y similares, son extremadamente sensibles a la mosca de la fruta, pudien-
do verse afectada, si no se mantienen niveles bajos de este insecto, hasta el 100%
de la producción. Los tratamientos con trampeo masivo o pulverización al arbola-
do deben ser constantes y caros durante las últimas semanas antes de la recolec-
ción (ver apartado sanitario), lo cual encarece el cultivo. Lo mismo puede suceder
con variedades tardías, del tipo Valencia-Late, aunque al ser naranjas y coexistir con
otras frutas más apetecibles, suelen tener menores afecciones.

Algunas variedades, como la Clemenpons o algunas de la nuevas mutaciones


de la Oronules, pueden tener problemas de abultamientos por excesos brotación
de yemas múltiples, produciendo un colapso del crecimiento en poco tiempo. Para
evitar este daño, se puede realizar un injerto a nivel de maderas intermedias mas
vigorosas del tipo salustianas o navels.

Otra problemática que ha surgido en los últimos años ha sido la fuerte sensibili-
dad a los ataques del hongo Alternaria alternata en algunas variedades como la
Fortune y la Nova, hasta el punto de ser un serio motivo de la sustitución de ésta por
otras variedades. Esta hipersensibilidad es debida a la inducción de la misma en
aquellas variedades cuyo parental próximo sea la Mandarina Dancy, cuestión que
ambas tienen en común, y que puede también aparecer en otros híbridos proce-
dentes de cruces con alguna de éstas.

Por todo ello, dado que el panorama comercial tiende a equilibrar oferta y
demanda con nuevas variedades, como naranjas o mandarinas tardías o extratem-
pranas, y lo costoso que suele ser un cambio varietal, se han de conocer muy bien
las mismas a la hora de realizar una nueva replantación y conversión a ecológico,
teniendo en cuenta los ensayos de resistencia a patógenos realizados, el crecimien-
to y vigor, la compatibilidad con los patrones o el cultivo ecológico, debiendo estar
seguros de que no haya un problema de hongos o de cualquier otra índole asocia-
do a la variedad.

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6. MANUAL BÁSICO DE CITRICULTURA ECOLÓGICA

Tabla 10: Periodo de recolección de las variedades de cítricos recomendadas por


la normativa de Producción Integrada de la Generalitat Valenciana
(Resolución de la C.A.P.A. de 31-07-97).

Bono, R., Soler, J., Buj, A.

Los Viveros autorizados en la Comunidad Valenciana para la producción y ven-


ta de pies y variedades certificadas como libres de virus pueden encontrarse actua-
lizados en la siguiente página web del IVIA:
http://www.ivia.es/redcitricos/pdfviveros.htm

6.3. Suelos y fertilización ecológica en cítricos.

Los cítricos vegetan mejor en terrenos profundos (Loussert, 1992), dado su gran siste-
ma radicular. Tienen más del 50 % de las raíces en los 50 centímetros primeros,
conocida como la barbada, principal responsable de la absorción de agua y de
nutrientes, siendo ahí dónde se suelen situar las micorrizas (simbiosis de hongos y raí-
ces que actúan como una expansión de las mismas, mejorando la absorción de
agua, fósforo o algunos microelementos).

Para un buen desarrollo vegetativo del agrio, son preferibles los suelos francos, ni
ligeros ni pesados, con altos porcentajes de arena (del orden del 50 %), y mezcla
equilibrada entre limos y arcillas del otro 50 %, a la vez que bien drenados, donde
se elimine rápidamente el exceso de agua.

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GUÍA DE AGRICULTURA ECOLÓGICA DE CÍTRICOS

Han de ser fértiles, con porcentajes de materia orgánica entre el 2 y el 3 % en


los 20 primeros centímetros, que tengan buena capacidad de retención de iones y
de agua (con un satisfactorio complejo arcillo-húmico).

Tabla 11: Características de distintos tipos de suelos y su interacción


en el cultivo de cítricos.

Respecto a la fertilización ecológica, hemos de ceñirnos a las materias activas


especificadas en el Reglamento UE. De entrada, los cítricos ecológicos tienen las
mismas necesidades que sus homólogos convencionales; sin embargo, una vez se
ha conseguido restaurar los equilibrios biológicos del suelo, los microorganismos
edáficos facilitan la absorción de nutrientes por vías naturales. A esto hay que aña-
dir el papel que cumplen las micorrizas de los cítricos, que en los huertos ecológi-
cos aparecen a menudo.

Para una adecuada fertilidad de la plantación, se ha de mantener el humus y


los nutrientes en forma orgánica y en niveles adecuados, añadiendo eventualmen-
te complementos naturales. Una cuestión primordial es la recuperación y uso de

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6. MANUAL BÁSICO DE CITRICULTURA ECOLÓGICA

cualquier materia orgánica propia de la finca. Se ha de reutilizar todo tipo de restos


vegetales o animales procedente del cultivo, las hierbas, el seto, ganado asociado,
etc., de forma que se produzca un retorno al ciclo de nutrientes de todo aquello
que sea útil y gratuito (o, al menos, no dependa de fuentes externas al huerto). Así,
podemos aportar casi la mitad de las necesidades en humus y nutrientes con fuen-
tes propias.

A partir de esta premisa, la materia orgánica externa en ecocitricultura se apor-


ta principalmente a base de estiércol5. Habitualmente se aportan entre 10 y 20
toneladas de estiércol por hectárea y año, para conseguir el nivel necesario de
nitrógeno que no aporten otras fuentes, siendo éste el dato más relevante para rea-
lizar en cálculo de la cantidad a aportar. Generalmente se suele incorporar hacia
el final del invierno (al finalizar la cosecha), de manera que los nutrientes estén dis-
ponibles para la planta en los meses siguientes (de floración y cuajado). Una prác-
tica recomendable es la que realizan ciertos ecocitricultores que abonan en dos o
más etapas, echando parte en otoño, parte al final del invierno y parte en primave-
ra o verano. Se ha de evitar la época de lluvias fuertes o torrenciales del clima medi-
terráneo, para evitar que se laven en exceso (sobre todo el N).

Para complementar el abonado orgánico básico se encuentran cada vez con


mayor facilidad otras materias orgánicas complejas, mezclas de materiales orgá-
nicos y/o minerales naturales sólidos o líquidos, con un mayor contenido en nutrien-
tes, y con diferentes propuestas de riquezas NPK. Podemos encontrar entre los mate-
riales más comunes, restos animales de diferentes procedencias mezclados con
estiércoles o restos forestales compostados, restos vegetales diversos, extractos de
algas, subproductos de la industria agroalimentaria, guano, aminoácidos naturales,
etc. Suelen darse con contenidos adecuados para diferentes necesidades de cul-
tivos, y suelen ser de rápida o, al menos, fácil asimilación. Así, por ejemplo, existen
en el mercado compuestos orgánicos autorizados para la agricultura ecológica
con riquezas de 10-3-10, 9-6-1, 8-2-2, 6-7-7, etc. Pueden utilizarse en citricultura
ecológica en épocas de estrés, como la floración, el cuajado, engorde, época de
acumulación de reservas, heladas, etc., o simplemente para rebajar las cantidades
de estiércoles y aumentar el contenido en N de la fertilización de fondo o básica.
Su precio relativo (por kg de nutriente aportado) es bastante competitivo, llegando
a ser inferior al del estiércol, y teniendo la ventaja respecto a aquellos de un menor
contenido en humedad y una dosis de uso menor, con mayor facilidad y bajo cos-
te en su incorporación (en muchas ocasiones, dadas sus características de envasa-
do en seco, peletizado, etc.).
Por otra parte, cabe la posibilidad de utilizar los abonos verdes, cultivos de vege-
tación rápida que se siegan y entierran en el lugar donde han crecido para enrique-

5 Se prohíben, según la normativa de la UE, los estiércoles procedentes de granjas intensivas o los residuos procedentes de
depuradoras o urbanos, debido a que pueden poseer fármacos y tóxicos que pueden afectar negativamente a los micro-
organismos del suelo y a la propia planta.

51
GUÍA DE AGRICULTURA ECOLÓGICA DE CÍTRICOS

cer el suelo, sus efectos favorables son múltiples. Si se mantienen cubiertas de for-
ma permanentemente, se puede llegar a aportar anualmente grandes cantidades
de humus y nutrientes (Domínguez-Gento y Roselló-Oltra, 2000; Domínguez-Gento,
2000b). En la tabla siguiente, a modo de ejemplo, puede observarse como una
veza o una alfalfa aportan más de 100 kg de N netos por ha, si no se cosechan. La
capacidad de fijación mediante las bacterias de Rhizobium se facilita mediante
azufre y calcio y se reduce a través de una fertilización rica en nitrógeno (Augstbur-
ger et al., 2000). Cuando una leguminosa se deja granar (autosembrar) o se siega,
y se cosechan planta o vainas, podemos reducir las aportaciones anteriores, llegan-
do a extraer hasta más de 90% del nitrógeno total acumulado. Se puede así, inclu-
so, pasar de un balance de N positivo a otro negativo.

Tabla 12: Especies más comunes en la zona mediterránea, útiles en cítricos


ecológicos
(a partir de Domínguez Gento, Roselló Oltra y Aguado, 2002).

52
6. MANUAL BÁSICO DE CITRICULTURA ECOLÓGICA

También aportan materia orgánica y nutrientes al suelo los restos de la poda, las
hojas secas, los frutos que caen, los restos de hierbas, etc. En este sentido cabe
mencionar los trabajos realizados por el Departamento de Recursos Naturales del
IVIA (Pomares y Albiach, 2008), que concluyen de la siguiente manera:

- La aportación de los restos de poda al suelo constituye una adición de mate-


ria orgánica que repercute en una mejora de los parámetros físicos, químicos
y biológicos determinantes de la calidad del suelo (Kumar y Goh, 2000), en
una disminución de las necesidades de abono por el cultivo y en una reduc-
ción de la emisiones de CO2 (objetivo del Protocolo de Kyoto).

- El aprovechamiento de los restos de poda es una técnica básica en la pro-


ducción ecológica por los efectos positivos mencionados.

Tabla 13: Adaptación de datos sobre la cantidad de restos de poda (kg/ha de


materia seca) obtenida en parcelas de mandarino y naranjo

(Pomares y Albiach, 2008).

- La cantidad de humus se ha obtenido multiplicando la biomasa por el coefi-


ciente isohúmico 0,15, cuyo resultado es equivalente al aporte de 6 t/ha de
estiércol (Urbano Terrón, 1995)

53
GUÍA DE AGRICULTURA ECOLÓGICA DE CÍTRICOS

Tabla 14: Adaptación de datos sobre la cantidad de nutrientes aportados con los
restos de poda

(Pomares y Albiach, 2008).

En suelos pesados, con problemas de aireación, es más recomendable realizar


la aportación de estiércoles de forma discontinua, para evitar la acumulación de
materia orgánica sin descomponer o de substancias tóxicas derivadas de una mala
descomposición (fermentaciones anaeróbicas), que dañen las raíces. En este tipo
de terrenos, se ha de tener en cuenta que la falta de oxigenación impide la mine-
ralización a buen ritmo de los materiales orgánicos, pudiéndose acumular de forma
peligrosa, si se realizan grandes aportaciones anuales. Es interesante, en este senti-
do, realizar un seguimiento analítico del contenido en MO y nutrientes de la tierra, al
menos cada 3 años, para proceder a una distribución más efectiva y saludable del
estiércol, manteniendo un control sobre las toxinas que pueden causar la falta de
mineralización. Así, es conveniente realizar una estercoladura cada 2 ó 3 años, des-
cansando los años intermedios mediante siembra de abonos verdes o abonos
orgánicos enriquecidos (con menores dosis de materia orgánica a descomponer).

Las experiencias que se están realizando en nuestro territorio demuestran que la


combinación de materias orgánicas ricas en C (cubiertas vegetales, poda, estiérco-
les extensivos con bastante cama, …), junto a otras ricas en N (estiércoles ricos en
N o compost enriquecido con aminoácidos o restos agroalimentarios), dan un
balance de nutrientes más equilibrado para conseguir mantener unos rendimientos
productivos óptimos.

Una vez se tiene un buen nivel de humus estable en el suelo, la fertilidad del mis-
mo y del árbol se pueden mantener en unos niveles adecuados. No obstante, pue-
den existir una serie de problemas nutricionales debido a numerosas circunstancias.

Las carencias más importantes que podemos encontrar en un huerto de cítricos


ecológico son las de nitrógeno, hierro, magnesio o zinc-manganeso. Para evitar
estos inconvenientes, existen algunos complementos que suelen utilizarse en mayor
o menor medida en los cítricos ecológicos.

54
6. MANUAL BÁSICO DE CITRICULTURA ECOLÓGICA

Tabla 15: Principales carencias que pueden presentarse en ecocitricultura


mediterránea, y forma de contrarrestarla
(los porcentajes entre paréntesis indican la riqueza en el elemento aportado;
S.C. = síntoma de carencias)

55
GUÍA DE AGRICULTURA ECOLÓGICA DE CÍTRICOS

- En cuanto a los aportes de nitrógeno hay que tener en cuenta los límites que
la normativa establece en las zonas vulnerables a la contaminación por nitra-
tos de origen agrario (Orden 7-2010 de la Conselleria de Agricultura, Pesca y
Alimentación, por la que se aprueba el Código Valenciano de Buenas Prácti-
cas Agrarias: la cantidad recomendada es en el caso de riego por inundación
de 200 a 250 Unidades Fertilizantes de nitrógeno por hectárea y año, y en el
caso de riego localizado de 180 a 220. Si se aportan abonos orgánicos se
obliga por normativa no aportar al suelo una cantidad de éstos cuyo conteni-
do en nitrógeno supere los 170 kg/ha y año entendiendo que este nitrógeno
se obtiene sobre materia seca del estiércol..

En época de floración también es conveniente vigilar las concentraciones de B


y Mo presentes en el cultivo, también nutrientes imprescindibles.

Se puede recurrir a complementos minerales u órgano-minerales naturales


(ver EcoVademecum de C. de Liñán, 2010, en su versión web, o la recopilación de
Labrador et al., 2004), para llegar a los niveles adecuados de micronutrientes. La
mayoría de los oligoelementos están completamente admitidos en la normativa
ecológica, mientras que los macroelementos han de ser de procedencia y proce-
sado natural. Se pueden encontrar muchos formulados naturales con gran concen-
tración de alguno de los nutrientes (2-0-30, 0-0-33, 0-10-18, 0-30-5, 0-37-0, 0-20-30,
etc.). El uso de estos complementos es conveniente que esté restringido a una
necesidad clara (por carencias, enfermedad o estrés), y muchos de ellos han de ser
autorizados por el organismo de control y certificación (en este caso el CAE-CV),
requisito previo a su uso. No es aconsejable usarlos sistemáticamente, sin conocer

56
6. MANUAL BÁSICO DE CITRICULTURA ECOLÓGICA

el estado carencial del terreno y los árboles, tanto por cuestiones económicas
como ambientales (algunos de estos fertilizantes naturales son bastante solubles y
pueden producir lixiviaciones o interacciones negativas con el entorno).

La mayoría de minerales naturales mencionados es mejor aplicarlos junto con


estiércol o compost, de manera que se produzca una quelatización natural. Así, los
sulfatos de hierro o magnesio, añadidos al montón de estiércol durante 15 o 30 días,
mientras este fermenta, incorpora los metales a la fracción orgánica como un pro-
ceso de quelatización natural, mejorando su asimilación para el cultivo (evitando así
posibles bloqueos en suelos por excesos de cal).

En caso de carencia extrema o debilidad de la plantación, se puede realizar tra-


tamientos con fertilizantes de síntesis a base de oligoelementos (del tipo quelatos,
etc). En todo caso, los productos que se utilicen como complementos deben cum-
plir el Reglamento europeo, tanto en su composición como en el proceso de obten-
ción.

La mecanización de la fertilización orgánica es importante si se desea aumen-


tar la rentabilidad del cultivo. Es interesante emplear estercoladoras de tractor para
extender el compost o estiércoles con mayor rapidez y comodidad. La introducción
del ganado en la finca supondría una gran ventaja, por la posibilidad de control de
hierbas y aportaciones de subproductos orgánicos. Así, los abonos sólidos peletiza-
dos o desecados en polvo, como se ha comentado anteriormente, son más fáci-
les de incorporar mecanizadamente, mediante abonadoras centrífugas, bajando
bastante su coste de aplicación. Mientras que con los nuevos abonos líquidos que
se aplican a través de la red de riego, por fertirrigación, se facilita también el uso de
complementos nutricionales admitidos en AE y abaratan los costes derivados del
mismo.

Desde 2002 se está trabajando con cubiertas vegetales en cítricos ecológicos


valencianos, dentro del Plan Experimental I+D+i en Agricultura Ecológica de la Unió
de Llauradors (línea I+D+i Agraria de la CAPA), en colaboración con la Estació Expe-
rimental Agraria de Carcaixent (IVIA) y la UPV (Domínguez, Raigón, Ballester y Vercher,
2009). En estos estudios se ha podido comprobar cómo se incorpora una gran can-
tidad de materia orgánica en diversas siegas de las coberturas permanentes de
diferentes tipos, pasando en suelos arenosos de contenidos en MO del 0,5% a más
del 1,5%. Este porcentaje se hacía aún mayor si además de cubiertas vegetales se
le aportaban estiércoles o materias orgánicas externas al sistema, llegando a más
del 2%. De algunos resultados de este Plan experimental (de 2002-06 y de 2007-11)
se desprenden las siguientes gráficas:

57
GUÍA DE AGRICULTURA ECOLÓGICA DE CÍTRICOS

Figura 12: biomasa aérea aportada anualmente por las cubiertas vegetales
en una finca de Carcaixent, con 3 siegas realizadas en tierra franco-arenosa,
con goteo.

Figura 13 : Materia orgánica aportada por las cubiertas vegetales estudiadas en


una parcela de cítricos ecológicos de Alzira, en un suelo arenoso y riego por
aspersión.

58
6. MANUAL BÁSICO DE CITRICULTURA ECOLÓGICA

El incremento respecto al cultivo convencional (niveles de los que también par-


tía la parcela ecológica), se produce en los plantones jóvenes exclusivamente por
el uso de cubiertas vegetales durante los 4 primeros años, y restos de poda a partir
de esta fecha, mientras que en los adultos también se le añadió estiércoles y restos
de poda. La media responde a los datos recogidos durante 6 años.
Se puede observar que cada siega de cubiertas vegetales está dándonos entre
20 y 25 t/ha de materia fresca, equivalentes aproximadamente a unas 5-6 t/ha de
materia seca; con un coeficiente de humificación del 5-8% humus, dependiendo
del estado de madurez del abono verde; ésto puede estar produciendo entre 500-
600 kg/ha humus, es decir, lo que aportarían unas 3-4 t/ha de estiércol de oveja. Si
tenemos en cuenta que en nuestros cítricos, en una campaña normal, habitual-
mente se da una media de 3 siegas (en riego por goteo suelen darse de 1 a 3,
mientras que en el riego a manta o con microaspersión pueden llegar a darse entre
3 y 5 siegas), podemos llegar a producir unas 15 a 25 t/ha de materia seca. Con un
coeficiente de humificación entre el 5 y el 8% (según sea más o menos lignificada),
se pueden obtener entre los 750 y los 1250 kg/ha de humus estable (equivalente a
unas 5 a 8 t/ha de estiércol). Esto es, las cubiertas vegetales tienen un coste de man-
tenimiento, pero aportan una cantidad interesante de humus al terreno, lo cual hará
disminuir la cantidad de estiércol a emplear, al menos para el mantenimiento del
humus y la MO en suelos.
También se pudo observar como la alfalfa mantiene o incrementa el N y la K,
mientras que las silvestres los bajan. El Mg aumenta, mientras que la Fe se reduce.
El Ca se mantiene más con cobertura. Tanto MO, actividad microbiana, la CIC, el
Nt, el K, el Ca o el Mg dieron niveles por debajo del mínimo recomendado para los
suelos de los cítricos. Las diferencias son evidentes entre el tipo de cultivo, no sólo
en la MO comentada, sino también en los niveles de actividad biológica o enzimà-
tica en el suelo (300 μg PNF/g y h adultos, 250 plantons o 70 del químico). No exis-
ten casi diferencias en parámetros de hoja, estando en rangos normales todos los
tratamientos, excepto en el caso del Fe y la N (donde todos son deficitarios).

6.3.1. Ejemplo de cálculo de fertilización en cítricos ecológicos.


Las cantidades de fertilizantes anteriormente indicadas son orientativas. Sería
deseable calcular las cantidades de forma más acertada mediante la estimación
de las extracciones del cultivo (nutrientes utilizados para crecer, dar cosecha, man-
tener el humus del suelo, o las pérdidas por volatilización o lixiviados), frente a los
insumos (los propios del ciclo natural de nutrientes, procedentes del humus y los
minerales del suelo, del agua, de los residuos orgánicos como la poda o restos de
cosechas, y de las aportaciones realizadas por el agricultor). Así, podríamos llegar a
cantidades más aproximadas a la realidad, según el tipo de suelo, la edad del
árbol o la cosecha obtenida el año anterior y la del mismo año.
Para realizar el cálculo en condiciones, se deben conocer las necesidades bási-
cas de los cítricos. Posteriormente, se deben realizar analíticas de suelo y hojas,

59
GUÍA DE AGRICULTURA ECOLÓGICA DE CÍTRICOS

como proponen Legaz et al. (1995), para saber el punto de partida de nuestro caso
concreto. También se debe disponer de los datos de cada una de las materias bási-
cas a las que accedemos en nuestro abonado: tipos, su procedencia, contenido
nutricional, ritmo de mineralización o asimilación, etc. Para finalizar, se hará un
balance entre las necesidades y las posibles aportaciones, añadiendo, según el
caso, un pequeño porcentaje de pérdidas (por el lavado, volatilización, degrada-
ción, eficacia riego, etc.), y otro para la restitución de nutrientes al complejo arcillo-
húmico del suelo, como se puede ver a continuación:

BALANCE DE NUTRIENTES =
APORTACIONES – NECESIDADES CULTIVO – (PÉRDIDAS +RESTITUCIÓN)

6.3.2. Necesidades del cultivo de cítricos.


Si atendemos a lo estudiado por Legaz y Primo-Millo (1988), el cultivo de cítricos
puede tener las siguientes extracciones:

Tabla 16: Necesidades nutritivas de los agrios

(Legaz y Primo-Millo, 1988).

En el mismo cuaderno de normas de fertilización se concluía que las necesida-


des de los cítricos en condiciones valencianas eran las siguientes:

Tabla 17: Dosis anuales de abonado

(Legaz y Primo-Millo, 1988).

60
6. MANUAL BÁSICO DE CITRICULTURA ECOLÓGICA

Para establecer las aportaciones, aún se realizaban cálculos en base a los con-
tenidos en nutrientes del suelo, cultivo, agua, etc., aplicando factores correctores
según el estado nutricional de la parcela.

Una vez hizo su aparición en el escenario las consecuencias de los excesos de


abonados nitrogenados, se redactaron los códigos de Buenas prácticas agrarias,
con los topes de N ya comentados:

- Riego por inundación de 200-250 UF N/ha y año


- Riego localizado de 180-220 UF N/ha y año
- Abonos orgánicos <170 kg/ha y año

Así, en una revisión planteada por Quiñones, Martínez-Alcántara, Legaz y Primo-


Millo (2006), para el cálculo de las dosis fertilizantes de cada elemento y correcio-
nes necesarias en riego por goteo, se simplifican estas necesidades en árboles adul-
tos a los siguientes niveles:

A partir de estos datos, se aplican otros factores de corrección, según el conte-


nido nutricional de las hojas.

Si comparamos con otros sistemas de cálculo, vemos que difieren en los aspec-
tos que se tienen en cuenta. Así, Mylavarapu, Hines y Obreza (2008), difieren en las
necesidades totales, según sus plantaciones en Florida, pero también lo hacen en
la forma de obtener los niveles (que calculan a partir de la edad, variedad y rendi-
miento esperado).

Para Julian W. Sauls (2008), los niveles de N en un árbol de 10 años estarían


cubiertos con 150 lbs/acre y año (unos 168,14 kg de N/ha). En uno adulto, las máxi-
mas necesidades serían de 1-1,5 lbs/acre y año.

Un último estudio, muy reciente y de gran aplicación en nuestro territorio, es el


realizado por Hammami, Abdelkader et al. (2009), sobre un programa de manejo
de la fertilización nitrogenada y potásica en mandarina clementina en el clima
mediterráneo (en Túnez). Las conclusiones del estudio fueron que el efecto de las
diferentes dosis de nitrógeno y potasio en fertirriego sobre el estado nutricional del
árbol, rendimiento y calidad del fruto, sobre una plantación de 25 años de edad de
mandarina ‘Clementina’ injertada sobre ‘Naranjo amargo’, bajo condiciones medi-
terráneas semiáridas, ha demostrado que dosis de N y K de fertirrigación de 192 y
200 kg/ha y año, respectivamente, son las tasas de fertilidad óptima.

Dado que las aportaciones en citricultura ecológica se deben realizar teniendo


en cuenta criterios de mínimo impacto, y existiendo a nuestro juicio diversos facto-
res de la fertilidad orgánica aún sin comprender (como el papel de los microorga-

61
GUÍA DE AGRICULTURA ECOLÓGICA DE CÍTRICOS

nismos fijadores de N y otros del suelo, como micorrizas o degradadores de la MO),


se tendrán en cuenta los valores base de menor dosis recomendadas.

Por ello se pueden considerar como máximos los datos de N como base del cál-
culo de abonado, mientras que para las necesidades de P, K, Mg y otros microele-
mentos, se mantendrán los criterios de Quiñones et al. (2006) y Legaz et al. (2006).

Es importante, a su vez, estandarizar los datos de cálculo; para ello, el análisis de


hojas se realizará de la siguiente forma: extracción en parada vegetativa (a partir
del otoño, hasta final de invierno), de forma aleatoria, de cada una de las orienta-
ciones del árbol, de hojas de la brotación de primavera (unas 150 por cada mues-
tra), de 7 a 9 meses de edad, procedentes de ramas terminales sin fruto ni otra bro-
tación posterior. El muestreo del suelo a analizar también se realizará al azar (en zig-
zag, diagonal, etc.), de entre tierras homogéneas (cada tipo de suelo aparente lle-
vará un análisis diferenciado), extrayendo la tierra de los primeros 15-25 cm, tras
haber eliminado la capa superficial (los primeros cms.), a poder ser con una barre-
na extractora de muestras.

6.3.3. Aportaciones en el cultivo de cítricos.


Como segundo punto, se deben tener en cuenta las aportaciones que pode-
mos realizar, mediante análisis de las materias que se tengan a mano, o tablas
como la que se describe a continuación:

Tabla 18: Composición de diversos productos orgánicos


(de Domínguez Vivancos, 1989, Simpson, 1991, Pomares y Albiach, 2008, y CAPA-Código de Buenas
Prácticas Agrarias, 2010).
La riqueza viene expresada en kg. de nutriente por tonelada de producto.

62
6. MANUAL BÁSICO DE CITRICULTURA ECOLÓGICA

1: m.s. = % materia seca sobre el peso total. Todos los valores están calculados sobre el 100 % de materia seca, excepto
los que indiquen el otro %.
2: Ritmo de mineralización: % de materia orgánica que se mineraliza el primer año.
3: Reacción en suelo: básica (B), ácida (A).
4: CaO = % de óxido de calcio que contiene; S = % de azufre que contiene; Fe = mg de hierro/kg que contiene
5: Para usar la sangre u otros subproductos cárnicos como abono en agricultura, deben cumplir los requisitos legales expues-
tos en el Rgto. (CE) nº 1774/2002 del PE y del Consejo.

Otros parámetros a usar serían:

Nitrógeno liberado por la nitrificación del humus, procedente de la materia orgá-


nica en diferentes tipos de tierras (de Domínguez Vivancos, 1989, y Legaz y Primo-
Millo, 1988).

(1) Calculado sobre la base de 15 cm de profundidad en una hectárea de terreno.


Los coeficientes de nitrificación son:
Nitrógeno total (Nt) = 5 % de la materia orgánica (M.O.)
Tierras arenosas = 2-3 % del Nt
Tierras francas = 1,5-2,5 % del Nt
Tierras arcillosas = 1-2 % del Nt
(2) Tierra arenosa o franca-arenosa (donde es difícil alcanzar niveles altos de M.O. por su fácil oxidación).
(3) Tierra franca o franca-limosa.
(4) Tierra arcillosa o franca-arcillosa.
- Suelo tipo arenoso (menos del 10% de arcilla).
- Suelo tipo franco (entre 10-30% de arcilla).
- Suelo tipo arcilloso (más del 30% de arcilla).

63
GUÍA DE AGRICULTURA ECOLÓGICA DE CÍTRICOS

El N del agua de riego podemos medirlo a partir de la fórmula:

Donde:

- [ NO3 –] = Concentración de ión nitrato en el agua de riego (expresada en


ppm ó mg/L).
- Vr = Volumen total del riego, en M3/ha.
- 22,6 = Porcentaje de riqueza en N del ión.
- F = Factor que depende de la eficiencia de riego y considera la pérdida de
agua; puede ser de 0,6-0,7 en riego a manta y de 0,8 a 0,9 en riego localiza-
do (aspersión y goteo).

Lo cual viene a darnos una tabla tipo (según 2 volúmenes de riego):

Tabla 19: Nitrógeno procedente del agua de riego, según la concentración


del ión nitrato en la misma
(Para riegos reales de 4.500 a 6.000 m3/ha y año, y una eficiencia del 70% en riego a manta y del 85%
en localizado, elaboración propia a partir de datos de Legaz y Primo, 1988):

Por otro lado, tenemos los nutrientes aportados por los abonos verdes o por la
poda, ya descritos anteriormente.

Así, podemos partir de un ejemplo concreto:

Cultivo:

- Variedad: Clementina de Nules, sobre Citrange. Vigor medio-alto.


- Edad: 15 años.
- Marco: 5 x 4 (500 árboles/ha ~ 40 árboles/hanegada ).

64
6. MANUAL BÁSICO DE CITRICULTURA ECOLÓGICA

- Cubierta vegetal: festuca + alfalfa (cobertura 90%, al 50% de presencia de


ambas especies).
- Siegas anuales: 3-4

Análisis de hojas:

- Nitrógeno: 2’42 % sobre materia seca (s.m.s.)


- Fósforo: 0’17 %
- Potasio: 0’75 %
- Que como se puede comprobar, son niveles normales.

Suelo:

- Textura: arenosa
- pH: 8’1 (básico)
- Materia orgánica (M.O.): 0,87 %
- Fósforo: 29 ppm
- Potasio: 148 ppm
- Caliza activa: inapreciable.

Riego:

- Tipo: localizado (goteo, con eficiencia del 90%)


- Dosis total = 5.500 m3/ha y año
- Nitratos en agua: 50 mg/l (= ppm)

Materiales fertilizantes externos a la explotación:

- Estiércol maduro, con riqueza NPK de 2, 1, 2, (en % s.m.s.), con un % de m.s.


del 60%, y ritmo de mineralización del 45%.
- Compost enriquecidos de dos tipos:
- Uno de procedencia vegetal+animal, con riqueza de NPK 8,2/5,2/2, 75%
de m.s. y mineralización del 85%.
- Otro de procedencia vegetal, riqueza NPK 6/7/7, 90% de m.s. y mineraliza-
ción del 60%.

Pérdidas por volatilización, lixiviación, etc.: 10%

Las dosis de abonado NPK, se calculan a partir de las necesidades anuales de


Legaz y Primo-Millo (1988), con la fórmula planteada en Quiñones et al. (2006), apli-
cando un F1 del 90% (con un 10% de pérdidas):

Dosis abono = Necesidades anuales (g) x F1 x F2

65
GUÍA DE AGRICULTURA ECOLÓGICA DE CÍTRICOS

A estas dosis habría que añadir los incrementos o reducciones según los niveles
foliares y de rendimiento productivo esperado. Las dosis podemos darlas como un
4:1:3. Con los microelementos se ha de realizar un seguimiento y aportaciones
según las carencias detectadas.

Mantenimiento del humus o MO del suelo:

Para mantener y conseguir subir el nivel de M.O. del terreno, podemos realizar el
cálculo de la cantidad que debemos añadir, tomando como base la fórmula de
la (Consejería de Agricultura y Comercio, Junta de Extremadura, 1992):

Dosis = 100 (M2-M1) h da / K1

Donde:

- M2 = % de materia orgánica considerada normal en suelo


- M1 = % de materia orgánica que tiene en suelo
- h = profundidad del terreno en cm
- da = densidad aparente del terreno
- K1 = coeficiente de isohumificación (Henin) en %

En nuestro caso, podemos aumentar la materia orgánica hasta el valor medio


de un suelo arenoso, al menos en los 15 primeros cm, con lo que:

M1 = 0,87 % M2 = 1’155 % h = 15 cm

La densidad aparente del terreno la obtendremos por la siguiente tabla (Conse-


jería de Agricultura y Comercio, J.E., 1992):

Como valores medios, podemos tomar como coeficiente de isohumificación los


siguientes:

- Estiércol de granja bien descompuesto: 50 %

66
6. MANUAL BÁSICO DE CITRICULTURA ECOLÓGICA

- Estiércol de granja fresco o poco descompuesto: 32’5 %


- Paja: 15-19 %
- Residuos de cultivos leguminosos: 12-18 %
- Abonos verdes: 20-30 %

Así, si utilizamos el estiércol de oveja bien descompuesto para aumentar la


materia orgánica, tenemos:

- Dosis = 100 x (1’155-0’87) x 15 x 1’45 / 50 = 12’40 t/ha

Si en lugar de éste, se cuenta con una cubierta vegetal o abono verde, pode-
mos obtener:

- Dosis de M.F. en cubiertas vegetales silvestres (más lignificadas) = 30,99 t/ha


- Dosis de M.F. en cubiertas vegetales (más tiernas) = 41,33 t/ha

Por otro lado, como aportaciones de humus, podemos tener las siguientes:

- Estiércol oveja maduro (1000 kg/hanegada = 12 t/ha) 1.800,00 kg/ha de


humus
- Cubiertas vegetales silvestres de menor biomasa ~ 630,00 kg/ha de humus ~
4,20 t/ha estiércol
- Cubiertas vegetales sembradas de mayor biomasa ~ 750,00 kg/ha de humus
~ 5,00 t/ha estiércol
- Poda: ~ 900,00 kg/ha de humus ~ 6,00 t/ha estiércol

Dosis a las que se accederían a partir de unas 2-3 siegas anuales. Por tanto, con
la aportación de estiércoles (unos 1.000 Kg/hanegada de estiércol de oveja des-
compuesto) o el mantenimiento de la cubierta vegetal, podemos mantener unos
niveles de materia orgánica y humus en el suelo suficientes en este ejemplo (o inclu-
so aumentar).

Nitrógeno:

En una experiencia llevada a cabo en Córcega, sobre nutrición en la fertilización


orgánica de cítricos ecológicos (Berghman et al., 1999), llegan a conclusiones simi-
lares a las aquí descritas. Ellos establecieron que en el origen de los menores rendi-
mientos de los cítricos ecológicos, respecto a los fertilizados con abonos minerales,
tenía un papel predominante la fertilización nitrogenada.

El estudio incluyó la comparación de la composición mineral de la hoja en la


fertilización orgánica e inorgánica en un suelo característico, pruebas con diferen-
tes productos orgánicos y los cambios en la analítica del suelo en los diferentes
huertos. Determinaron que los bajos rendimientos estaban relacionados con la mala
asimilación de nitrógeno por las raíces, siendo necesario, tal como hemos aconse-
jado en este manual, utilizar dos tipos de materias orgánicas complementarias:

67
GUÍA DE AGRICULTURA ECOLÓGICA DE CÍTRICOS

- Una, rica en nitrógeno, proporcionando una cantidad suficiente de nitratos


para un buen crecimiento y producción.
- La otra rica en carbono orgánico, asegurando una fertilización constante de
nitrógeno durante el período vegetativo.

De esta manera, y contando con las aportaciones totales, se puede generar un


cálculo de la siguiente forma:

1. Aportaciones de N por el humus:

Según la tabla de aportaciones del humus, con el 0,87% de MO en suelo are-


noso, tendríamos:

N aportado por humus del suelo = 20,875 kg de N/ha

2. Aportaciones de N por el agua de riego:

Teniendo en cuenta la dosis de agua, el tipo de riego y los NO3 en agua, incor-
poraremos:

N aportado por agua de riego = (50 ppm x 5.500 m3 x 22,6) x 0,85/100.000 =


52,82 kg. de N/ha

3. Aportaciones de N por la poda:

Al ser una plantación adulta, se puede calcular con las cifras que proponen
Pomares y Albiach (2008), con un rango de variación de 31 a 67 kg de N/ha (que-
dándonos con la más restrictiva, por si acaso):

N aportado por poda = 31 kg de N/ha

Aunque los propios Pomares y Albiach, en su estudio indican que no se han obte-
nido diferencias significativas entre las parcelas con aprovechamiento de restos de
poda frente a los que no se aprovechaban, ni en contenido foliar en nutrientes ni en
producciones. Quizás su aporte es más para el suelo (en humus), que para la plan-
tación, que no puede acceder fácilmente al N si a la vez se está compostando y
mineralizando la materia orgánica de la poda (secuestrando el N). Para el cálculo
final, se recomienda no tenerlo en cuenta.

4. Aportaciones de N por la cubierta vegetal:

Si tenemos un 50% de alfalfa de la cobertura total (cifrada en un 90%), se pue-


de pensar que el 45% cubierto de alfalfa, por tanto, podríamos tener una fijación
de N (si se cuenta a 75-100 kg de N/ha lo que fija la alfalfa con 3 siegas):

N aportado por alfalfa = 75 x 0,45 = 33,75 kg de N/ha

68
6. MANUAL BÁSICO DE CITRICULTURA ECOLÓGICA

5. Aportaciones de N del estiércol:

Si el estiércol es de oveja, bien maduro, de las características descritas, podría-


mos tener liberado el primer año con 1.000 kg de estiércol / hanegada (aprox., las
12,4 t/ha que habíamos previsto en el aporte de MO):

N aportado por estiércol = 12000 x 0,02 x 0,60 x 0,45 = 64,80 kg de N/ha

Esto podría aumentar si aportásemos estiércol todos los años, calculando enton-
ces un ritmo de mineralización o aportación anual del 100% (dado que lo que no
se aporta del mismo año, se aporta de años anteriores). Teniendo en cuenta unas
pérdidas de un 15-20%, llegaríamos a tener una aportación por el estiércol de
115,20 kg de N/ha (lejos de los 170 kg/ha máximos del Código Valenciano Buenas
Práctica Agrarias).

El resto del N, hasta llegar a los 200-240 kg. de N/ha y año necesarios, se podría
añadir de estiércoles o compost enriquecidos, como los que se proponen en el
ejemplo.

Así, hasta ahora tenemos N = 20,875+52,8275+31+33,75+64,80 = 203,25 kg


N/ha

- Dosis a aportar de compost enriquecido (8,2% de N, con un 75% de m.s.) =


(240-203,25)/(0,082*0,75) = 597,5 kg de compost /ha = 49,8 kg de
compost/hanegada

Lo cual aportará el plus de N de fácil mineralización y asimilación.

Si sólo usáramos el compost enriquecido, sin estiércol, se deberían distribuir:

N aportado hasta ahora (sin estiércol, con poda) = 138,45 kg N/ha;

Dosis compost (8,2% N) = 1.651,18 kg de compost /ha = 137,6 kg de


compost/hanegada

Como puede comprobarse, en ningún caso se sobrepasa la dosis máxima


admitida de aportación de N en el Código de BPA.

P (P2O5):

El cálculo de las necesidades y aportaciones de fósforo (en forma de P2O5), al


igual que el K, son más sencillas, dado que hay menos fuentes y ya se han definido
anteriormente algunas de ellas.

La poda puede estar aportando: unos 10 kg de P2O5

El estiércol puede producir (según la cantidad de 12 tm que hemos tenido en


cuenta en el punto anterior):

P2O5 = 12.000 x 1% x 60% x 45% = 32,4 kg P2O5/ha

69
GUÍA DE AGRICULTURA ECOLÓGICA DE CÍTRICOS

Esta aportación subiría a los 70 kg. P2O5/ha si se contabilizasen el P aportado por


el estiércol de anos anteriores (si fuese de la calidad y cantidad del que estamos
contabilizando en este caso).

Además, del compost enriquecido con 5,2% de 597,5 kg P2O5 (sobre la m.s.),
tendremos una aportación de: 19,8 kg P2O5//ha.

Lo cual nos daría unos 60 kg P2O5/ha en total, suficiente para mantener la ferti-
lidad. Si usáramos alguno de los otros compuestos enriquecidos, tendríamos un con-
tenido más rico en P.

K (K2O):

Por último, de los 3 grandes macroelementos, el K es de vital importancia en citri-


cultura, sobre todo para conseguir un buen desarrollo de raíces y una excelente
madurez de frutos.

La poda puede aportar: unos 25-30 kg de K2O/ha.

El estiércol (12 t/ha) aportará: 64,8 kg de K2O/ha.

El compost enriquecido puede llegar a tener unos 7,5 kg de K2O/ha.

Entre todos sumarían unos 100 kg de K2O/ha. Aún nos quedarían unos 60 kg/ha
más (tomando como referencia el cálculo de unos 160 kg/ha).

Así, podemos aportarlos a base de sulfato de K natural, con una riqueza del
52%, soluble, y carente de cloruros (menos recomendables). Esto viene a resultar la
necesidad de aportar unos 115 kg de sulfato de K/ha (unos 10 kg sulfato K/hanega-
da). En este caso puede realizarse la aportación del mineral sólido directamente a
la tierra, o bien disuelto por fertirrigación (5-20 kg/ha por riego y semana), o por vía
foliar (6-7 kg/1.000 litro). Hay que tener en cuenta que, aún siendo naturales, son
sales minerales, con el consiguiente peligro de salinización en el bulbo.

MAGNESIO Y MICROELEMENTOS:

El cálculo de las aportaciones de Mg. (en forma de MgO) se puede hacer de


forma similar a los anteriores, teniendo en cuenta, además de las aportaciones de
poda, estiércoles o compost, la epsonita con un 16% de MgO, bastante fácil de
conseguir.

Con los oligoelementos (Fe, Zn, Mn, B, Mo,…), es mejor seguir la evolución de sus
riquezas foliares, observando carencias y realizando analíticas cada 2-3 años. Se ha
de tener en cuenta que la mayoría de nuestras tierras son caliza y de pH alto (al
igual que las aguas de riego), produciéndose bloqueos de nutrientes metálicos muy
fácilmente; por tanto, la táctica preventiva puede resultar interesante, sobre todo en
procesos de conversión. Cuando avanza el cultivo ecológico, los aportes de MO

70
6. MANUAL BÁSICO DE CITRICULTURA ECOLÓGICA

suelen equilibrar en mayor medida los nutrientes, sobre todo los oligoelementos,
apareciendo un menor nº de carencias. Las aportaciones de Cu, en forma de que-
lato orgánico o de otras formas minerales (teniendo en cuenta la fitotoxicidad de
este elemento), durante la época invernal (de enero a marzo), puede ser recomen-
dable para evitar problemas de hongos como la Antracnosis y el aguado (Herrero,
2009). A partir de marzo, Herrero recomienda aportaciones de Zn, Mn y hierro, que-
latizados, junto a fortificantes como las algas o aminoácidos que refuercen en cua-
jado y las propias defensas de los naranjos, al menos de abril a agosto. El Boro se
puede añadir los meses de abril a junio, en forma de ácido bórico, junto a Mo en
forma de sulfatos.

En la siguiente dirección de web se puede encontrar el vademecum de los pro-


ductos autorizados en producción ecológica: www.terralia.com

6.4. Manejo la biodiversidad. Sanidad vegetal.

Para poder profundizar en la sostenibilidad de los modelos sanitarios vegetales,


debemos asumir que en la naturaleza todos los seres vivos realizan una función
específica y significativa en cada ecosistema, por tanto no se pueden clasificar con
esa visión tan reduccionista en “buenos y malos”, donde habría que eliminar todo
aquel organismo excepto el cultivo. Este enfoque es el que nos ha hecho llegar a
límites intolerables, tanto a niveles comerciales (por devolución de exportaciones, o
por las inversiones inmensas en productos fitosanitarios) como a niveles de riesgos
para la salud (de agricultores y, sobre todo, de consumidores que deben hacer fren-
te al peligro diario de consumir alimentos con residuos peligrosos).

La necesidad de una actuación externa para devolver la sanidad al cultivo será


siempre muy relativa. Existen ecocitricultores que tienden a utilizar las mismas pau-
tas que los convencionales, con distintos productos, mientras que hay otros que,
basándose en la biodiversidad, intentan desarrollar un nuevo planteamiento del pro-
blema mucho más acertado e innovador, puesto que plantea un cambio de acti-
tud como el reflejado en los primeros párrafos más acorde con los principios de la
naturaleza. Se podría decir que, para esta manera de entender el agroecosistema,
las plagas o las enfermedades no existen, sino que son respuestas del conjunto de
los organismos que coexisten en el mismo, a los que habrá que entender y mane-
jar desde la globalidad, y no con tratamientos puntuales.

Así, es indispensable mantener una diversidad biológica lo más alta posible,


dado que las regulaciones de organismos potencialmente dañinos son mayores y
más estables. Las labores y fertilización han de ser vistas dentro de un planteamien-
to global de salud de la plantación. El tratamiento ha de ser la última baza a jugar,
aunque sea con sustancias naturales.

71
GUÍA DE AGRICULTURA ECOLÓGICA DE CÍTRICOS

El mantener una cubierta vegetal durante el otoño-invierno, por ejemplo, impe-


diría el aguado de las naranjas. Que haya plantas con flor por debajo o cercanas
al cultivo mantendrá un abanico amplio de parásitos y depredadores, que encon-
trarán alimento alternativo y zonas de cría en aquellas, y realizarán un control natu-
ral de los insectos no deseados. El aumento de materia orgánica en el suelo ayuda
a desarrollarse a las micorrizas y los hongos antagonistas, que refuerzan la salud de
los árboles. Y así con un sinfín de técnicas que deben ponerse en práctica antes de
llegar a usar los fitosanitarios.

Tabla 20: Prácticas ecológicas recomendables para mantener la sanidad


de los cítricos.

6.4.1. Manejo de la diversidad vegetal.


En ecocitricultura la biodiversidad es un pilar básico para el mantenimiento de
fertilidad y sanidad del cultivo. A la flora arvense y las plantas adventicias no se las
considera “malas hierbas6”, por lo simplista de este concepto, sino simplemente
hierbas silvestres o acompañantes, puesto que aprovechan los espacios libres de
estos huertos y se desarrollan en los nichos ecológicos vacíos, equilibrando el ciclo
de nutrientes y aprovechando mucho mejor la energía solar que llega. Junto a los
abonos verdes o cubiertas vegetales (cultivadas o de las propias arvenses) realizan
funciones benéficas (estimulan la actividad biológica del suelo, mejoran su estruc-
tura, protegen de la erosión, disminuyen la lixiviación de los nutrientes, etc.) pero

6 Las hierbas silvestres que tenemos por debajo de los árboles pueden tener diferentes accepciones, según sean vistas por
nuestros ojos: acompañantes (dado que acompañan al cultivo), invasoras (invaden el huerto), oportunistas (aprovechan
espacios vacíos), arvenses o ruderales (suelen adaptarse a sistemas agrarios), nitrófilas (si están ávidas de N mineral),
adventícias (dado que se desarrollan en zonas donde no es propia o usual su localización), naturales o silvestres (dado que
son las autóctonas o naturalizadas en la zona), espontáneas (que surgen de forma no programada o inducida), etc. En
ningún caso se han de entender como un componente negativo del ecosistema; más bien al contrario, en la mayoría
de los casos su presencia suele ser positiva para el cultivo, dado que aporta información sobre el estado de la tierra, la
nutrición, la humedad, y suele dar pistas sobre la forma de afrontar las labores. Además, pueden aportar nutrientes, recu-
perarlos en profundidad, o servir de refugio a fauna auxiliar que de otra forma abandonaría nuetros naranjales.

72
6. MANUAL BÁSICO DE CITRICULTURA ECOLÓGICA

también plantean ciertos problemas de competencia con el árbol por el agua y los
nutrientes, y dificultan algunos trabajos agrícolas.

Cubierta invernal de “agrets” (Oxa-


lis pes-caprae L) Esta vegetación
colabora en el mullimiento y el man-
tenimiento de la fertilidad del suelo, a
la vez que evita contagios de agua-
do en las naranjas. No obstante, sería
más deseable una flora más variada
en el cultivo.

Las especies que han sufrido una


adaptación a nuestros cultivos, y que
han sido escogidas por su elevada aportación de biomasa y nutrientes, y su buen
crecimiento, son la conocidas como abonos verdes. No son especies silvestres,
dado que se siembran en primavera o en otoño, pero se asemejan por su uso exclu-
sivo como tapiz fertilizante e inhibidor del crecimiento de otras hierbas. Pueden ser
anuales (vezas, hieros, avena, cebada, …), o permanentes (que son aquellas espe-
cies vivaces o perennes que pueden durar mucho más de una o dos campañas,
como algunos tréboles, alfalfa, raygras o festucas). Ambas sirven para impedir el
crecimiento de hierbas anuales silvestres, más agresivas, aportar N (si son legumino-
sas, tal como se explicó en el apartado anterior), o servir de nicho ecológico a ceci-
dómidos, fitoseidos, sírfidos, mariquitas o avispas parásitas. Las silvestres también
pueden cumplir esta última misión, pero serán más competitivas con los nutrientes
y el agua, por lo que si deseamos llegar a un sistema maduro, con hierbas de baja
intensidad (de crecimiento y secuestro de nutrientes o agua), debemos acelerar el
proceso sembrando cubiertas que ya sepamos que nos dan este tipo de creci-
miento.

Como cubiertas sembradas se suelen utilizar mezclas, por ejemplo leguminosas


con gramíneas para obtener mayor cobertura y masa vegetal. Algunos ejemplos
serían:

- Veza (100 kg/ha) + avena (80 kg/ha)


- Veza (60 kg/ha) + guisante (70 kg/ha) + avena (70 kg/ha)
- Trébol blanco (Trifolium repens) (8 kg/ha) + ray-grass inglés (Lolium perenne) (25
kg/ha) ó Festuca (Festuca arundinacea) (40 kg/ha)
- Mielgas (Medicago spp): 10 kg/ha + Lolium rigidum (25 kg/ha) ó Festuca (Fes-
tuca arundinacea) (40 kg/ha)
- Trébol blanco o morado (Trifolium repens, T. pratense, T. subterraneum): 10
kg/ha + Dichondra (20 kg/ha) (para zonas sombreadas)

73
GUÍA DE AGRICULTURA ECOLÓGICA DE CÍTRICOS

Con los laboreos o siegas se puede mantener las adventicias a unos niveles
aceptables, que no debiliten los cítricos ni la cosecha. En general lo aconsejable es
segarlas, de manera que sus partes superiores se deshagan e integren en la capa
superior del suelo. También se suele realizar, en terrenos arcillosos, el laboreo super-
ficial que además de controlar las hierbas aumenta la aireación y la permeabilidad
de estos suelos; debe ser superficial (5 cm) y en sazón para no alterar apenas las
capas del suelo, sus propiedades físico-químicas ni la actividad microbiana. La sie-
ga o el laboreo en verano se llevan a cabo después de cada 1 ó 2 riegos, ya que
las adventicias crecen pronto con el calor, y en el resto de temporadas cada varios
riegos, según su desarrollo.

De los trabajos del Plan Experimental I+D+i en Agricultura Ecológica de la Unió


de Llauradors, ya comentados, podemos extraer algunas conclusiones más. Desta-
ca la alfalfa, con buena cobertura y competencia con las hierbas silvestres (en un
par de años se impantó como una cobertura 100%). De las gramíneas sembradas,
como el ray-grass, dejó paso a gramíneas silvestres, y las mielgas (Medicago spp.)
y los tréboles desaparecieron en alguna de las parcelas (las de textura muy areno-
sa). Entre las silvestres destacaron el Bromus, Hordeum o Echinocloa en invierno, y la
grama (Cynodon dactilon) en verano. No se han encontrado diferencias entre la
alfalfa y la grama. Se observó una menor cantidad media de biomasa en los árbo-
les adultos (inducida por el sombreo de los árboles), que también tuvieron diferen-
tes especies silvestres como coberturas (Mercurialis, Parietaria, Oxalis).

La cubiertas aparentemente más interesantes han sido la alfalfa por los paráme-
tros de fertilización, o las gramíneas y silvestres (Lolium, Cynodon y Bromus), por su
relación son la fauna auxiliar.

- Si segamos, hay una evolución natural de las hierbas anuales más agresivas
hacia las perennes. En un inicio abundan las que resisten a herbicidas o al
laboreo: Malva (Malva sp.), bledos (Chenopodium spp., Amaranthus spp.),
pinet (conyzas), verdolaga (Portulaca oleracea), junça o juncia (Cyperus rotun-
dus), etc.

- Posteriormente, evolucionan hacia especies más estables, en gran parte


perennes, como gramíneas. En invierno e inicio de la primavera, existe más
diversidad de flora espontánea. En verano, la cubierta prácticamente des-
aparece de las zonas donde no se riega.

74
6. MANUAL BÁSICO DE CITRICULTURA ECOLÓGICA

75
GUÍA DE AGRICULTURA ECOLÓGICA DE CÍTRICOS

En cuanto a los costes de desyerbado o manejo de las adventicias, se puede


ver en la tabla siguiente un análisis realizado en una plantación de Navelate ecoló-
gica valenciana (Domínguez Gento, A.; Ballester, R.; Botella, J.; 2007)

Puede observarse que, por hectárea, el control químico es el más barato (sobre
unos 460 €), si se hace con 5 tratamientos totales a la parcela. Mientras que de los
permitidos en agricultura ecológica, el laboreo solo incrementa este coste en un
40%, la siega en un 50% y la siega con previa siembra de abono verde (con dura-
ción de las coberturas sembradas de unos 5 años) lo incrementa en un 90%. No
obstante, hay un incremento producido en la conducción ecológica debida a la
presencia de hierba bajo de las faldas del cultivo y en las acequias de riego, cuan-
do el desherbado debe ser manual o semi-mecanizado (si no se cuenta con ape-
ros adecuados para el tractor). Esta partida se podría y debería reducir, incremen-
tando el marco de plantación en la fila de árboles, o poniendo coberturas plásticas
u orgánicas en los lugares donde el tractor con la desbrozadora o picadora de leña
no pueda pasar.

En otros casos que se han estado siguiendo desde la Estación Experimental


Agraria de Carcaixent, podemos tener incrementos aún superiores si se utiliza un
mayor porcentaje de mano de obra, llegando a superar los 900-1.000 €/ha,

76
6. MANUAL BÁSICO DE CITRICULTURA ECOLÓGICA

Desbrozadora de tractor, con dos discos fijos y uno móvil,


segando una cubierta de veza-avena entre naranjos jóvenes.

Fresno de flor (Fraxinus ornus L) en su ecosistema natural (ladera húmeda de


montaña valenciana) Las especies de barranco o montaña cálida
mediterránea son adecuadas para el agroecosistema de cítricos.

Figura 14: Esquema de setos poliespecíficos,


recomendables en una plantación de cítricos ecológicos.

77
GUÍA DE AGRICULTURA ECOLÓGICA DE CÍTRICOS

Otra asociación interesante que debemos realizar en un huerto ecológico de


cítricos son los setos vivos. Estos sirven como frontera natural, aislando de contami-
nantes ambientales (a veces demasiado cercanos y numerosos). También servirán
de refugio y alimento a la fauna auxiliar, como las herbáceas anteriores. El control
de pulgones y otros fitófagos está muy relacionado con estas especies silvestres.

Tabla 21: Cubiertas vegetales y setos de interés sanitario en ecocitricultura.

La elección de las especies en un seto ha de llevarse a cabo por diferentes cri-


terios:

- Adaptación al entorno. Asociación botánica y simbiosis.


- Crecimiento adecuado al entorno donde se sitúa. Rapidez de crecimiento.
- Baja competencia con el cultivo. Posibles alelopatías.
- Bajo o nulo potencial invasor.
- Floración abundante y complementaria al cultivo (polinizadores).
- Refugio y alimento alternativo a fauna auxiliar (depredadores y parásitos).
Diversidad de nichos ecológicos.
- Bajo mantenimiento. Adaptable a podas fuertes.
- Permeabilidad al viento del 50%.
- Continuidad (no discontinuo).
- Aportación de producciones alternativas o subproductos útiles.

Así pues, es recomendable evitar monocultivos de seto (monoespecíficos), plan-


tas invasoras, incontrolables o alelopáticas: coníferas, ailantos, zarzas, … Las plantas
de uso como seto de mejor crecimiento en el entorno de los cítricos, con compor-
tamiento más adecuado (a riegos, mantenimiento, fauna, etc), son las especies
mediterráneas que pertenecen a una comunidad vegetal natural, a ser posible de
hoja perenne, y que rebrote desde abajo, a elegir según el tipo de microecosiste-
ma donde se sitúe el huerto. Como base:

78
6. MANUAL BÁSICO DE CITRICULTURA ECOLÓGICA

- Para terrenos sueltos, de montaña o con drenaje:

- Lentisco (Pistacea lentiscus).


- Aladierno (Rhamnus alaternus).
- Labiérnago (Phyllirea angustifolia).
- Durillo (Viburnum tinus).
- Fresno de flor (Fraxinus ornus).
- Cornicabra (Pistacea terebinthus).
- Otras mediterráneas: madroño (Arbutus unedo), mirto (Myrtus communis),
genistas (Genista spp., Retama spp., Spartium junceum, ...)

- Para terrenos pesados o sin drenaje:

- Adelfa (Nerium oleander).


- Sauces (Salix spp.).
- Algunas de las anteriores: lentisco, aladierno.

- Cercanos al mar o clima cálido:

- Adelfas, lentisco.
- Laurel (Laurus nobilis).
- Taray (Tamarix spp.).

En las parcelas de mayor tamaño, o márgenes amplios, taludes, etc., se puede


plantear un diseño con árboles de porte medio o bajo (a distancias de 4-5 m. míni-
mo, para permitir su adecuado crecimiento), junto a arbustos mediterráneos que
cubran los huecos dejados entre aquellos (a distancias de entre 1 y 3 m). Por último,
se complementaría con arbustos bajos, matas y algunas hierbas (sembradas o sil-
vestres que crezcan espontáneamente), en una imitación estructural de los ecoto-
nos naturales (zonas de transición entre ecosistemas, zonas fronterizas, en las cuales
se dan estructuras similares a los setos que describimos). Entre estas últimas, pode-
mos citar a la valeriana roja (Centranthus ruber), la manzanilla amarga (Santolina
chamaecyparisus) y otras aromáticas mediterráneas (orégano, tomillo, sarjoliva,
romero, etc.), siempre teniendo en cuenta que estas especies no soportan un riego
continuo, u otras plantas que mantengan su floración durante todo el año (con
mayor interés en las de floración invernal). Si el espacio es menor, se habrá de pres-
cindir de las especies más altas (árboles, grandes arbustos), dejando aquellas ade-
cuadas en tamaño al margen; conviene en estos casos utilizar las especies que
mejor se adaptan a podas drásticas, como lentiscos, aladiernos, pistosporos, bala-
dres o labiérnagos.

79
GUÍA DE AGRICULTURA ECOLÓGICA DE CÍTRICOS

Importancia de la diversidad vegetal en la ecocitricultura: relación de


setos y cubiertas vegetales con la fauna auxiliar (Domínguez Gento, A.;
Vercher, R.; González, S.; Berges E.; Ballester R.; 2009;)

Una de las características principales de la agricultura moderna es la homoge-


neización de los cultivos con la consecuente fragmentación de natural del paisaje.
Esto puede afectar directamente a la abundancia y diversidad de la fauna auxiliar,
adquiriendo más importancia cuanto mayor sea el área de monocultivo. Varios
estudios han incidido en los efectos del manejo del paisaje en la población de artró-
podos beneficiosos. Además la estabilidad de la comunidad de insectos no sólo
depende de su diversidad sino también de la dependencia de éstos a los diferen-
tes niveles tróficos del agroecosistema. Una forma de aumentar la diversidad vege-
tal en amplias extensiones de monocultivos consiste en establecer márgenes e islas
internas con especies herbáceas y leñosas silvestres que permitan el movimiento y
distribución de artrópodos favorables para fomentar la biodiversidad. Entender las
interacciones ecológicas entre setos e invertebrados debería ser la clave elemental
para llevar a cabo la evaluación y conservación de los mismos. Por eso, desde 2006
se lleva a cabo una colaboración entre el Departamento de Ecosistemas Agrofo-
restales de la UPV, la Unió de Llauradors i Ramaders y la Estación Experimental Agra-
ria de Carcaixent (IVIA), que pretende profundizar, entre otros aspectos, en el cono-
cimiento de la ecología de insectos beneficiosos de setos mediterráneos y cubier-
tas vegetales asociadas a fincas citrícolas valencianas.

Como resultados parciales, podemos relatar los siguientes:

Se ha estudiado la abundancia relativa de los depredadores encontrados, en


función del tipo de sustrato vegetal considerado (cítrico cultivado, setos y cubiertas
vegetales). Los resultados de cada uno de los dos años de estudio son similares, por
lo que se han analizado conjuntamente. Los enemigos naturales encontrados en
setos y cultivo son muy análogos entre sí, tanto en abundancia relativa como en
especies encontradas; sin embargo estas son distintas a las encontradas en cubier-
tas vegetales. Así, en cítricos y setos los neurópteros son los más abundantes (repre-
sentan el 25% del total en cítricos y el 30 % en setos), seguidos de hormigas y ara-
ñas. Los coccinélidos son relativamente más abundantes en cítricos que en setos
(18 % en cítricos frente al 9 % en setos), y los heterópteros más comunes en setos
(donde representan el 11% del total) que en cítricos (5% del total). En las cubiertas
vegetales no aparecen neurópteros, siendo los más abundantes los dípteros (43%
del total) seguidos de hormigas (25%) y de heterópteros (19 %). Existen a su vez dife-
rencias entre los sustratos en cuanto a abundancia relativa de cada familia u orden
estudiado; al mismo tiempo, aparecen diferencias si analizamos las especies más
comunes dentro de cada familia.

Los coccinélidos son más abundantes en los cítricos de las parcelas ecológicas
que en las convencionales. Y es destacable que tanto en los dos años de estudio
como en las dos parcelas analizadas, sea la especie Sc. subvillosus la que siempre

80
6. MANUAL BÁSICO DE CITRICULTURA ECOLÓGICA

es más abundante en la ecológica, no encontrándose diferencias significativas en


las otras especies estudiadas. Este dato es importante puesto que esta especie ha
sido la más común en los muestreos realizados sobre cítricos y setos.

Estos trabajos tienen como intención establecer la idoneidad de las especies sil-
vestres en cuanto a la mejora del control biológico, así como la relación entre el
aumento de la biodiversidad y las mejoras sanitarias o ecosistémicas de otra índo-
le. Al mismo tiempo, a partir de los análisis más profundos que se están efectuando
en estos momentos, se pretenden establecer indicadores ambientales o ecológicos
que sirvan para generar conocimiento y dar pautas para conseguir una evolución
positiva de las parcelas, siguiendo los criterios de manejo de la diversidad comen-
tados.

En estos momentos, parece que los arbustos de hoja perenne, como el lentisco,
son un buen refugio para la fauna depredadora encontrada, teniendo la ventaja de
que pasan el invierno con follaje.

Figura 15: Comparación de la abundancia de neurópteros en


cítricos en función del sistema de cultivo en muestreos realizados en
los años 2007-2008 en la parcela de Alzira.

En otro estudio realizado sobre cubiertas vegetales en cítricos, por la Universidad


Jaume I (Castelló), en colaboración con la Estació Experimental Agraria de Carcai-
xent (IVIA), la Vall de la Casella, Coop.V. y la Unió de Llauradors, analiza el compor-
tamiento de los ácaros en clementinos ecológicos. Los fitoseidos (Phytoseiidae),
ácaros depredadores que, además de otra fauna, mantienen a raya las poblacio-
nes de tetraníquidos (Tetranychidae), ácaros fitófagos con comportamiento de pla-
ga.

81
GUÍA DE AGRICULTURA ECOLÓGICA DE CÍTRICOS

Figura 16: Composición específica de Fitoseidos en los cítricos ecológicos


(Clemente et al., 2005).

El estudio concluye que los fitoseidos son más abundantes en cereales silvestres
como espiguillas (Bromus spp., Poa spp.), o grama (Cynodon dactylon), y en gramí-
neas sembradas como cubiertas vegetales (Lolium perenne), que en otras familias
(alfalfa), al contrario que pasa con los tetraníquidos. Es decir, sería más aconsejable
utilizar gramíneas para evitar daños de ácaros en cítricos, aunque con la cubierta
de alfalfa tampoco se observaron daños económicamente relevantes que induje-
ran a realizar tratamientos, al menos en los mandarinos ecológicos estudiados
durante este periodo.

Esto no se puede hacer extensible a otro tipo de fauna auxiliar, dado que los
estudios llevados a cabo de otros depredadores generalistas indican que también
abundan en la alfalfa. Al mismo tiempo, existen otras ventajas ya comentadas para
revalorizar el uso de leguminosas y otras familias con flores distintas a las gramíneas,
como su poder fertilizante o la atracción de himenópteros parásitos.

La Alfalfa mantiene o incrementa el N y el K, mientras que las silvestres bajan


estos elementos. El P se mantiene en cantidades mas o menos estables (las varia-
ciones son mas suaves). De los microelementos, el Mg aumenta en todos los casos,
mientras que el Fe se reducen, mucho mas suavemente en les parcelas ecológicas
(llegando incluso a aumentar en la de alfalfa y gramíneas). El Ca, dada su impor-
tancia en una tierra arenosa como es la del estudio, se mantiene e incrementa mas
en les parcelas con cobertura (por su incremento en MO, CIC y la mejora del com-
plejo arcillo-húmico obtenida con ello).

82
6. MANUAL BÁSICO DE CITRICULTURA ECOLÓGICA

6.4.3. Manejo de los artrópodos perjudiciales.


Así pues, un buen manejo de la diversidad biológica junto con unas buenas
prácticas agrícolas conllevaría una estabilidad del equilibrio del agroecosistema. En
estas condiciones se crea un entramado complejo más difícil de desestabilizar.

En cítricos ecológicos suelen ser las cochinillas los organismos que con mayor
frecuencia causan problemas económicos; y se ha de fijar la atención fundamen-
talmente en dos: el piojo rojo de California y el piojo gris. El resto de artrópodos
(cotonet, pulgones, ácaros, moscas blancas, minador) sólo causarán molestias en
situaciones concretas (estrés, variedades sensibles, edad temprana, ... etc.), puesto
que en condiciones ecológicas son generalmente bien controladas por sus preda-
dores y parásitos.

El caso de las cochinillas o cóccidos posee gran importancia en ecocitricultu-


ra. Dado que, en general, el árbol sigue vegetando bien, el daño que obliga al agri-
cultor a realizar un tratamiento es la depreciación comercial de las naranjas, debi-
do a las decoloraciones que producen en frutos así como su presencia directa, que
son causa de destrío7. Los tres Diaspídidos más importantes son el piojo rojo de Cali-
fornia, el piojo gris y la serpeta, los cuales se solapan en el tiempo y poseen trata-
mientos ecológicos similares.

Las actuaciones que se proponen para controlar las poblaciones de piojo rojo
de California (Aonidiella aurantii (Maskell)) son, por un lado, crear nichos adecua-
dos para depredadores y parásitos, tales como setos colindantes con floraciones
copiosas e invernales o con otras cochinillas, que sirvan de alimento alternativo a las
avispas parásitas del género Aphytis. Pese a tener mayores porcentajes de parasitis-
mo en los huertos ecológicos (Rubio-Serra et al., 2000), de momento no se llega a
controlar totalmente al piojo de forma natural. Por tanto, se recomienda realizar tra-
tamientos con aceites minerales o parafínicos, al 1-2%.

Con poblaciones altas se actuará en los máximos de formas sensibles de la pri-


mera (suele producirse hacia finales de mayo) y segunda generación (en verano,
generalmente en agosto, dependiendo del clima). Estas formas sensibles son las lar-
vas jóvenes de primera y segunda edad, aunque con tratamientos de aceite se
podría llegar a afectar a las hembras jóvenes.

Si las poblaciones son bajas, se puede llevar a cabo un sólo tratamiento en pri-
mavera o en la 2ª generación, o, en zonas poco sensibles, de clima más fresco (La

7 Además de los condicionantes biológicos, en la catalogación de “daño” o “plaga” influyen factores sociológicos y eco-
nómicos como la educación y el gusto del consumidor, la valoración subjetiva, los precios, etc. Un caso claro de la influen-
cia se da en los cóccidos en citricultura, debido al umbral de destrío comercial (máximo de 10 escamas visibles del insec-
to en la fruta). Dentro de un contexto de compromiso ecológico, se debería cambiar estos hábitos, en tanto en cuanto
el daño a la plantación no sea el condicionante del tratamiento, obligando a los productores a realizar tratamientos que
se podrían evitar, al menos en parte, sin perjuicio para la calidad organoléptica.

83
GUÍA DE AGRICULTURA ECOLÓGICA DE CÍTRICOS

Costera, Vall d’Albaida, Camp de Morvedre, …) uno cada dos años. Si se realiza en
primera generación será quizás más efectivo, pero corremos el riesgo de bajar el
porcentaje de parasitismo y matar otros insectos útiles que pueden descompensar
otros controles naturales. El tratamiento con aceite a finales del verano puede retra-
sar la entrada en color (cosa poco deseable en variedades tempranas, aunque
cada vez las formulaciones son más refinadas, causando menos problemas de este
tipo).

Otra época interesante para rebajar poblaciones es a finales del invierno, sobre
febrero-marzo (Ripollés, 1990; Rubio-Serra et al., 2000), donde se dan altos porcen-
tajes de formas sensibles del insecto (avivamiento de la plaga, que suele venir de
la mano del despertar del árbol en la brotación), sin el riesgo de afectar a tanta fau-
na auxiliar ni peligros de calores excesivos o interacciones en cambios de colora-
ción. Y siempre nos quedarían así dos o más posibilidades de tratamiento.

Para el resto de diaspídidos, en especial piojo gris (Parlatoria pergandii) y serpe-


ta (Lepidosaphes spp.), sirve el mismo planteamiento, con la salvedad de la obser-
vación del ciclo biológico propio de cada insecto. Se ha de tener en cuenta que
en muchas ocasiones, al concentrar los esfuerzos en controlar Aonidiella, corremos
el riesgo de disparar las poblaciones de Parlatoria, dado que no se están realizan-
do adecuadamente los tratamientos para rebajar los individuos sensibles.

Según experiencias en este sentido (Domínguez Gento 2007), con tratamientos


correctamente realizados, se pueden llegar a más del 70% de eficacia (lo cual sig-
nifica del orden del 90% de la naranja de 1ª categoría comercial, con menos del
5% de destrío por estas circunstancias).

Otros tratamientos con silicato de sosa (al 3-5%) o polisulfuro de calcio (1-5%)
parecen ofrecer buenos resultados en otras zonas ecocitrícolas mundiales. Los acei-
tes vegetales aparecen como una posibilidad de substitución del aceite mineral,
pero aún no existen suficientes estudios que avalen su eficacia sobre cóccidos en
cítricos. En la Estación Experimental de Carcaixent se están llevando ensayos sobre
su eficacia y uso, obteniendo como resultados en estos momentos que el aceite
mineral o parafínico sigue siendo la materia activa más eficaz. En algunas dosis o
condiciones, el polisulfuro podría llegar a ser fitotóxico (Domínguez, Chulià y Bolin-
ches, 2003), al igual que algunas formulaciones de aceites vegetales, por lo que
deberemos ser muy cuidadosos.

En el IVIA (Grupo de Control Biológico) y el Servicio de Sanidad Vegetal (de Silla


y Almazora), se están realizando estudios sobre la mejora del control biológico de
Piojo Rojo de California, como plaga clave de los cítricos, mediante la cría y libera-
ción de parásitos específicos, como Comperiella o Encarsia Comperiella bifasciat-
ta (posible), Prospaltella perniciosi (en estudio)

84
6. MANUAL BÁSICO DE CITRICULTURA ECOLÓGICA

Figura 17: Evolución tipo de las poblaciones de estados inmaduros (larvas L1 y L2)
de Aonidiella aurantii Mask, durante un año natural, con los picos de población
sensible donde es más recomendable el tratamiento
(Ripollés, CAPA y Dominguez Gento).

En algún caso especial, como el cotonet (Planococcus citri) se puede aplicar el


control biológico como una medida directa, liberando Cryptolaemus montrouzieri
(de 5 a 10 individuos por árbol afectado) y Leptomastix dactilopii (10 a 20/árbol)
Otras prácticas para impedir su proliferación serían mantener el árbol bien podado
para que se airee, en marco de plantación ancho o realizar tratamientos con jabón
potásico al 3%, limpiando el exudado del insecto.

En cuanto a los áfidos o pulgones, el principal daño producido por estos insec-
tos es el debilitamiento del árbol debido a la succión de savia; dado que las plan-
taciones ecológicas no suelen tener brotaciones demasiado tiernas (al no tener
nitrógeno abundante o en exceso) tanto éstos, como el resto de insectos chupado-
res, no suelen ser organismos excesivamente problemáticos. En este tipo de mane-
jo ecológico es indispensable tener un mínimo de paciencia. Por lo general acaban
siendo depredados o parasitados por himenópteros parásitos, coleópteros Cocci-
nélidos (mariquitas), neurópteros (crisopa y conwentzia), dípteros Sírfidos o Cecidó-
midos que son los depredadores que más abundan en los huertos ecológicos; hon-
gos del género Verticillium, complementan la acción de los anteriores.

En algún caso concreto, podemos actuar con tratamientos a partir de jabón


potásico al 2-4 %, recomendable si hay melaza, polvo de roca, con Lithothamne
(algas calcáreas trituradas) o ceniza de madera, que fortalecen los brotes y resecan
a los pulgones. Si se enrollan las hojas podemos utilizar extracto de neem o quasia,

85
GUÍA DE AGRICULTURA ECOLÓGICA DE CÍTRICOS

de sensible efecto sistémico, que se podrán aplicar solos o junto a aceite parafíni-
co (al 1-1,5%). Los preparados a base de decocción de cola de caballo y purín de
ortigas, le confieren fortaleza (dureza y nutrientes) a la planta, al tiempo que pueden
actuar como repelentes, El extracto de ajo también puede tener un efecto repelen-
te. La tierra de diatomeas, el caolín o los minerales triturados (síliceos o polvo de
rocas), pueden servir también para endurecer los brotes frente a chupadores o áca-
ros, al tiempo que pueden resecar y deshidratar a muchos de estos artrópodos (y
proteger en algún caso frente a los hongos primaverales, que se pueden dar por
excesos de humedad).

Los lepidópteros suelen ser ya problemas menores. Debemos potenciar los


depredadores de mayor tamaño, como son las aves insectívoras8. En la barreneta
(Ectomyelois ceratoniae Zeller) será suficiente con evitar la irrupción de cotonet. Para
el prays del limonero (Prays citri) podemos situar trampas con feromonas, para cap-
turas de monitoreo o masivas y tratar con Bacillus thuringiensis (utilizando la raza
adecuada, y añadiéndole azúcar sobre el 1‰, para esperar que las mariposas
coman más cantidad de inóculo).

En el caso del minador de los cítricos (Phyllocnistis citrella Stainton) sólo debe-
mos intervenir en caso de plantones o reinjertadas, puesto que en adultos no les
afecta en absoluto a la producción. Se han realizado experiencias con diferentes
productos naturales en plantones de clementinos (Domínguez, Lanchazo, Armengol,
Carot, 2003), siendo la azadiractina al 0,25% pintada en el tronco suficiente para su
control. Otros productos permitidos eficaces son el extracto de ajo o el Bacillus thu-
ringiensis.

Algo más problemática es la mosca de la fruta (Ceratitis capitata Wied). Pese a


no ser un problema generalizado sobre todo tipo de cítricos, sus daños pueden ser
importantes en clementinos precoces (Marisol, Loretina, Beatriz, …, etc.) y en varie-
dades tardías (tipo Valencia-Late). La mejor forma de controlarla en estos momen-

8 Se ha llevado a cabo un estudio por Bruno Sanchís Sánchez (del Grup Au d?ornitologia, 2010), sobre las aves asociadas a
un ecosistema citrícola ecológico en la Finca La Fiorentina (de Vte. Borrás), En las conclusiones se recalcan que las pecu-
liares características de la finca determinan la diversidad de especies. Favorecidos por la estructura y variedad de la
vegetación (setos vivos), crían especies difícil de ver en otras fincas, como el ruiseñor (Luscinia megarhynchos) y la curru-
ca capirotada (Sylvia atricapilla). El hecho de limitar con ecosistemas distintos al agrícola, (coscojar y pinar), explica la
existencia de especies como la Paloma torcaz (Columba palumbus), el mito (Aeghitalos caudatus), la tarabilla (Saxicola
torquata), piquituerto (Loxia curvirostra) o de las dos especies de cucúlidos (Cuculus canorus, Clamator gandarius). Ade-
más la nidificación de especies como oropéndola (Oriolus oriolus), escribano soteño (Emberiza cirlus) o gorrión molinero
(Paser montanus), está por lo general asociada a ambientes agrícolas y ganaderos tradicionales. Todas estas especies fal-
tan o son muy escasas en explotaciones intensivas o industriales, añadiendo riqueza específica y diversidad estival a la
muestra. En época de cría, se han observado hasta un 17% de especies exclusivamente insectívoras y más de un 50% de
expecies polífagas (que cuentan en su dieta con artrópodos).
Los servicios de estos animales pasan prácticamente desapercibidos. El reyezuelo (Regulus sp.), pajarillo de unos 9 cm
destruye 3 millones de insectos al año entre huevos, pupas y adultos. Un herrerillo (Parus sp.), de apenas 11 cm destruye
unos 6 millones y medio de insectos; para dar de comer a sus 6 o 12 crías le hace falta un mínimo de 24 millones. Una
golondrina común (Hirundo rústica) recorre más de 600 km en cerca de 15 horas por jornada, destruyendo millones de
dípteros. Una nidada de reyezuelos necesita 9.000 insectos desde su nacimiento hasta el abandono del nido; procuran-
do más de 30 saltamontes en tan sólo una hora a sus pequeños. Se ha comprobado que los jóvenes de una pareja de
arrendajos (Garrulus glandarius), en una sola estación, devoran al menos medio millón de orugas. Se han de cuidar sus
hàbitats, proporcionándoles cobijo cercano a nuestro cultivo para poder aprovechar su ayuda desinteresada.

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6. MANUAL BÁSICO DE CITRICULTURA ECOLÓGICA

tos es con capturas masivas en trampas alimenticias. Las trampas tradicionales son
los mosqueros de cristal o plástico con proteína hidrolizada al 1 %, fosfato amónico
o jugos de manzana o vinagre (atrae hembras) e insecticida, (70 % de atrayente y
30 % de insecticida, aproximadamente). Los insecticidas autorizados son las piretri-
nas autorizadas para su uso en trampas o bien, neem o Spinosad).

Muchas empresas están poniendo a punto nuevos métodos de trampeo masi-


vo o con atrayentes, para atrapar fundamentalmente hembras; fruto de estas inves-
tigaciones son los casos de las trampas tipo delta, M3, Frutect, etc., y atrayentes ali-
menticios del tipo proteína hidrolizada o o Tri-Pack. Ésta última parece ser bastante
eficaz, teniendo dos problemas por resolver en estos momentos: por un lado, el alto
precio para su uso a gran escala, cosa solucionable si se invierte en abaratar cos-
tes o financiarlo desde la administración; y por otro, la gran cantidad de fauna auxi-
liar que parece estar capturando, fundamentalmente himenópteros parásitos y pre-
dadores polífagos, del tipo Crisopa o Conwetzia, según estudios recientes (Bolinches
et al., 2006).

Moya (2003), del Centro de Ecología Agrícola de la Universidad Politécnica de


Valencia, describe ya un método que podría ser eficaz y económicamente viable,
como es el uso de hongos entomopatógenos. Se basa en infectar con el hongo
Metharhizium anisopliae a adultos de Ceratitis, iniciándoles una patología que aca-
ba provocándoles la muerte. El hongo parece ser seguro para mamíferos y otros
animales silvestres. Se puede realizar la expansión del hongo a través de pulveriza-
ciones (lo cual conlleva un coste alto y un peligro para otra fauna sensible), o ayu-
dándose de las trampas con atrayentes, para que sea el propio insecto el que se
autoinfecte al entrar en contacto con la trampa. En la experiencia llevada a cabo
en Valencia se usó la del tipo delta con Tri-Pack y Trimedlure, para que fuesen infec-
tados machos y hembras. Los resultados son realmente alentadores.

También se están estudiando el uso de insecticidas de origen natural, como el


Spinosad9, producto natural obtenido por la fermentación de la bacteria Sacharo-
polyspora spinosa, del orden de los Actomicetales, la acción de la cual es produci-
da por la toxina metabolizada por la bacteria (spinosyn), que tiene un efecto insec-
ticida (similar a las toxinas del Bacillus thuringiensis). Recientemente se incluyó en el
reglamento de la agricultura ecológica, . El tratamiento de parcheo en la cara sur
con Spinosad al 0,20% mezclado con atrayente alimentario (proteína hidrolizada) es
en estos momentos la mejor alternativa (incluso más eficaz) a los trampeos masivos.
Junto a ellos, se puede controlar con bastante eficacia este insecto.

Otros artrópodos nada apetecidos presentes en nuestros huertos de cítricos eco-


lógicos son los ácaros fitófagos, vulgarmente conocidas como “arañas”. Las más
abundantes en nuestro territorio son el Tetranychus urticae (araña roja) y el Panony-

9 Insecticida soluble concentrado, registrado por Dow AgroSciences.

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GUÍA DE AGRICULTURA ECOLÓGICA DE CÍTRICOS

chus citri (ácaro rojo). Las variedades más sensibles a éstos tetraníquidos son las de
los clementinos.

Afortunadamente, casi siempre se les ven acompañados de ácaros fitoseidos


(sus enemigos naturales más eficaces, como Euseius stipulatus, Thryphlodromus
phialatus, Amblyseius californicus), de cecidómidos (moscas depredadoras muy efi-
caces) y de algunos coleópteros coccinélidos (Chilocorus bipustulatus, Stethorus
punctillum), o crisopidos (Conwetzia psociformis, Semidalis, crisopas), que los man-
tienen dentro de límites racionales. Tan sólo en variedades sensibles, como los cle-
mentinos, se ha constatado daños mínimos en épocas secas. Es entonces cuando
se puede realizar algún tratamiento natural con aceite parafínico (al 1-1,5%). El azu-
fre, siendo también efectivo, puede afectar precisamente a los fitoseidos, dando
lugar a reinfestaciones en pocos días; no obstante, se puede emplear en su forma
mojable. La adición de aceite de neem o azadiractina (su principio activo de mayor
efecto, al 0,2%) al aceite mineral o vegetal, mejora la eficacia de éstos, dando un
control satisfactorio. En el caso del limonero, el ácaro de las maravillas (Aceria shel-
doni (Erwing)), puede causar daños en las brotaciones de primavera; se deberá
actuar si se tiene un 20% de brotes afectados, antes de la movida de primavera
(brote < 5 cm); también se puede tratar al inicio de la brotación de verano.

Es importante resaltar que, con un buen manejo de la cubierta vegetal y los


setos, se comprueba que se puede llegar a controlar estas últimos artrópodos
secundarios, como pulgones, moscas blancas o ácaros (Garrido, 1999). Las cubier-
tas vegetales compuestas de gramíneas constituyen un buen reservorio de fitosei-
dos y, bien conducidas, pueden servir para mantener los ácaros dañinos controla-
dos.

Tanto en el caso de la Ceratitis, como en las babosas y caracoles, es de gran


importancia la fauna depredadora para evitar la excesiva población que pueda
causar problemas. En el primer caso, el IVIA realiza diversos estudios sobre la fauna
que rebaja las poblaciones de las pupas del suelo (escarabajos, arañas, etc.). Tam-
bién los insectívoros pueden tener un papel a la hora de controlar los adultos. En el
caso de limacos, unos depredadores muy eficaces son las luciérnagas10 o algunas
aves como mirlos, tordos y zorzales (Turdus sp.). En este sentido, será muy interesan-
te conservar y mejorar esos márgenes y setos donde pueden guarecerse y alimen-
tarse estas especies controladoras, dado que así es muy probable que así no haya-
mos de actuar.

10 Las luciérnagas o gusanos de luz forman parte de la familia de coleópteros de los lampíridos (Lampyridae). Las hembras
generan luz mediante bioluminiscencia (oxidación enzimàtica) para atraer a los machos. La desactivan si se sienten ame-
nazadas, Las larvas paralizan a los caracoles o babosas con un fluido digestivo que digiere el cuerpo del molusco y lue-
go succionan su alimento. La hembra pone los huevos fertilizados bajo la superficie de la tierra, por ello son muy sensibles
a los tóxicos usados en agricultura, abundando más en las parcelas ecológicas. Algunas hacen madrigueras subterráne-
as, y otras en la corteza de los árboles.

88
6. MANUAL BÁSICO DE CITRICULTURA ECOLÓGICA

Es de vital importancia evitar que estos moluscos se suban a los plantones, sobre
todo en primavera, puesto que roerán brotes jóvenes, hojas e incluso el tronco, lle-
gando a paralizar su crecimiento o secar gran parte del arbolillo. Se deberá pues
aplicar al suelo de sulfato de hierro o trifosfato férrico, en cuanto se detecte su pre-
sencia en brotes de plantones e injertadas; se deben sacudir las ramas antes de tra-
tar, para eliminar los que se encuentren arriba, repitiendo el tratamiento cuantas
veces sea necesario si se humedece el producto (y pierde eficacia) o reaparece el
problema. También se pueden situar trampas con agua, levadura de cerveza y
molusquicida, para retirarlos, pero suele ser más costoso. Los patos u otras aves
domésticas son también grandes depredadores de caracoles.

Hasta hace poco los trips no eran tenidos en cuenta en los cítricos ecológicos
ni siquiera como plagas secundarias. El trips de las flores (Frankliniella occidentalis),
el más abundante en nuestros cítricos según un estudio de Navarro et al. (2008), y
otros también fitófagos que podrían hallarse comiendo polen o sobre las frutas, no
causaban daños remarcables; incluso alguna especie tiene cierto grado de interés
por su comportamiento como depredador (Aeolothrips spp.).Ninguna de las espe-
cies potencialmente dañinas, Scirtothrips aurantii (Faure), S. citri (Moulton), S. dorsa-
lis (Hood), Heliothrips haemorrhoidalis (Bouché), Pezothrips kellyanus (Bagnall), son
citadas en el estudio, a excepción de Pezothrips, que aparece con unos cuantos
ejemplares en Alicante. Hasta 2007, no se habían conocido más que daños espo-
rádicos de algunos de estos insectos (Heliothrips en los años ’50 en Gandía, Scirtoth-
rips inermis la Comunidad Valenciana y Murcia en los ‘90, o de Thrips flavus en Mála-
ga en limonero ya al inicio de esta década). Pero a partir de 2007 se observan gra-
ves daños producidos por Pezothrips kellyanus en las comarcas de La Ribera y La
Safor, que se han amplificado y extendido por todo nuestro territorio citrícola, llegan-
do a poner en grave peligro comercial algunas producciones.

Pezothrips kellyanus, al igual que Scirtothrips, produce unas rozaduras en los fru-
tillos durante la primavera, que al evolucionar le dan un aspecto del típico bigote,
generalmente alrededor del pedúnculo. No obstante, si las poblaciones son muy
abundantes, pueden producir escarificaciones por otros lugares del fruto, llegando
prácticamente a momificarlo cuando crece. No se deben confundir con los rame-
ados, que suelen ser de dibujos más irregulares. Esto no afecta a la calidad del fru-
to, pero sí a su aspecto exterior, por lo que se devalúan comercialmente. En los cítri-
cos ecológicos hemos comprobado que el nivel poblacional (y por consiguiente
daño) suele ser más bajo que en parcelas vecinas convencionales. Puede ser debi-
do a una relación con depredadores generalistas. Si existe riesgo, por la zona en
que se encuentra la parcela, de posible infestación de este trips, se recomienda
realizar tratamientos con aceites (minerales o vegetales), junto a algún insecticida
natural (Spinosad, neem, quasina, piretrina), para rebajar poblaciones de primave-
ra (en la época de floración-cuajado). Hay que tener cuidado en estas fechas, por
las mismas razones descritas en el caso de Aonidiella.

89
GUÍA DE AGRICULTURA ECOLÓGICA DE CÍTRICOS

Por último, las hormigas también pueden causar dolores de cabeza a los pro-
ductores citrícolas, sobre todo la hormiga argentina (Linepithema humile (Mayr)),
que es la más abundante arriba de los naranjos de nuestras plantaciones. Las hor-
migas tienen la doble acción, depredadora (sobre todo de artrópodos que en un
momento de su ciclo pueden vivir en el suelo, como la Ceratitis), y de plaga de los
naranjos, al menos indirectamente, debido a la defensa y cría de áfidos que reali-
zan, ahuyentando a depredadores y parásitos de estos últimos, y entorpeciendo así
su control biológico. Se deben combatir los pulgones que les sirven de sustento;
también se puede asociar plantas repelentes o realizar tratamientos con extractos
de las mismas (menta, ajos), pero no tienen un efecto ni duradero ni total. Las tram-
pas pegajosas alrededor del tronco pueden resultar inicialmente interesantes, pero
también logran puentearlas a base de construir “pasarelas” de sus propios indivi-
duos.

Un método interesante para manejar o bajar las poblaciones de determinados


artrópodos problemáticos es en estos momentos en control biológico. Tal y como
se ha explicado, es mucho más interesante el método conservativo (a través del
establecimiento de la flora que le sirva de refugio a depredadores y parasitoides, tal
como se ha explicado en los apartados de cubiertas vegetales y setos), pero tam-
bién puede ser interesante la liberación inoculativa o masiva de la fauna auxiliar en
determinados momentos y plagas. Existen diferentes casas comerciales que nos sir-
ven especies de insectos o microorganismos útiles en este control biológico, admi-
tidos por el Reglamento europeo siempre que no sean transgénicos.

En el insectarios de los Servicio de Sanidad Vegetal (en Silla y Almazora), se pue-


den encontrar (y recoger en determinados periodos) los siguientes artrópodos:

- Cotonet:
- Cryptolaemus montrouzieri
- Anagyrus

- Piojo rojo:
- Aphytis melinus
- Encarsia
- Comperiella bifasciata
- Rizobius lophantae

- Cochinilla acanalada:
- Rodolia cardinalis (para las Islas Columbretes)

- Ceratitis capitata, Bractocera oleae:


- Opius concolor

Las personas de contacto para realizar peticiones o recibir información serían:


Mamen Laurín, José Luís Porcuna (SSV Silla), Alberto García (Almassora).

90
6. MANUAL BÁSICO DE CITRICULTURA ECOLÓGICA

Tabla 22: Artrópodos no deseables más comunes de los cítricos ecológicos


valencianos, métodos de monitoreo, umbrales de intervención y actuaciones
ecológicas para su control o manejo.

91
GUÍA DE AGRICULTURA ECOLÓGICA DE CÍTRICOS

6.4.3. Manejo de los microorganismos patógenos.

El planteamiento que podemos tener en citricultura ecológica para el caso de


los microorganismos es el mismo que en los artrópodos, pero con más motivo: pre-
venir antes que curar. Los microorganismos patógenos causantes de las enferme-
dades son siempre difíciles de manejar una vez han infectado al árbol. Por ello, es
mejor una táctica preventiva. No obstante, la prevención ha de estar basada en los
principios explicados anteriormente, es decir, en todo tipo de prácticas culturales y

92
6. MANUAL BÁSICO DE CITRICULTURA ECOLÓGICA

manejo de la diversidad antes de llegar a productos fitosanitarios, que en estos


casos suelen ser más bien de número reducido en agricultura ecológica.

Entre los nemátodos el único que plantea problemas para los cítricos es Tylen-
chulus semipenetrans, un ectoparásito específico que prolifera en suelos cansados,
con repeticiones de cítricos sobre cítricos (Pastrana et al., 1994). Poncirus trifoliata y
sus híbridos (Citranges) crean resistencia por hipersensibilidad, con la formación de
un tejido bajo la corteza que impide la penetración de la larva. Las actuaciones
más recomendables son establecer rotaciones, tal como se realizaba de manera
tradicional en La Ribera, descansando el suelo son frutales u hortalizas. Por supues-
to, el añadir cualquier tipo de materia orgánica (abono verde, estiércoles sin aca-
bar de fermentar, etc.) que provoque una digestión en el suelo antes de realizar de
plantación, puede favorecer un aumento de microorganismos, con lo cual aumen-
taría la competencia y disminuiría el ataque de patógenos. En las replantaciones,
antes de proceder a plantar los nuevos árboles, se puede sembrar un abono verde
con efecto desinfectante (nematostático), como algunas crucíferas forrajeras (nabo
caballar, rábano forrajero, mostaza, etc.). También cabe aumentar la temperatura
del suelo con solarización, vapor de agua o agua caliente; con el aumento de la
iluminación directa también pueden disminuir las poblaciones (volteo del terreno).
El uso de inductores de defensas11 o preparados de microorganismos pueden corre-
gir en cierto grado los ataques.

La gomosis es una enfermedad provocada por hongos del género Phytophtho-


ra (Ph. citrophtora, Ph. parasitica). Estos hongos saprófitos se encuentran en cual-
quier tipo de suelo. Sus daños se dan, sobre todo, en períodos largos de sequías
seguidos de encharcamientos, que provoquen la anoxia (falta de oxígeno) en las
zonas en las que actúa (alrededor del cuello del árbol). Los síntomas pasan por un
ligero amarilleamiento generalizado, con la posterior pérdida de hojas, carencias y
seca de ramas generalizadas, indicadoras de que el daño se ha instalado en cue-
llo y raíces. En algunos casos, con humedades ambientales altas, se dan exudacio-
nes gomosas que dan nombre a la enfermedad, que al rascar dejan al descubier-
to la corteza dañada (de color marrón más oscuro que el color de la madera sana).
Podemos actuar utilizando variedades resistentes, como el naranjo amargo, citran-
ge, Poncirus. El plantón debe tener el punto de injerto a una altura mínima de 25-
30 cm por encima del terreno. Con un buen drenaje se reducen las posibilidades

11 Existen en el mercado algunos productos elicitores o inductores de las defensas, así como preparados a base de micro-
organismos (nematodos entomopatógenos, hongos, bacterias,…), que teóricamente potenciarían la capacidad propia
del sistema para rebajar poblaciones de estos patógenos (mediante antagonismos, protección o ayuda al crecimiento
de las raíces, etc.).
Su uso puede ser interesante fundamentalmente en los dos más problemáticos y abundantes, Phytophtora y nematodos.
No obstante, estos efectos parecen ser más aparentes como preventivos, es decir, cuando el cultivo está en las condicio-
nes idóneas, antes de que se produzcan infestaciones importantes o los árboles estén muy dañados. En caso contrario,
la experiencia nos indica que la recuperación es realmente difícil. En todo caso, las materias activas serán de proceden-
cia natural y deberán estar autorizadas por las autoridades de control y certificación correspondientes (en nuestro caso,
el CAE-CV).

93
GUÍA DE AGRICULTURA ECOLÓGICA DE CÍTRICOS

de daño. Es recomendable realizar los riegos por cubetas, surcos o localizado (sin
que toque el cuello o el injerto), así como evitar encharcamientos o acumulaciones
de agua (no dejar más de 2 h seguidas el agua en la raíz). El cambio a riego por
goteo, si se realiza sin control exhaustivo de la humedad del suelo, suele dar muchos
problemas de excesos de agua y encharcamientos, con el consiguiente riesgo de
infección del hongo. Tanto en estos, como en el riego tradicional por inundación se
han de extremar las precauciones para evitar excesos, práctica que ocasiona
muchos más daños que el estrés hídrico derivado de riegos deficitarios.

Se han de evitar en los trabajos hacer heridas en la corteza de ramas principa-


les y del tronco. El limpiado y vaciado de tierra de la zona del cuello (ruedos), las
plantaciones en meseta, el raspado de la lesión, hasta llegar a zona sana (amarillo
pajoso), pintando con sustancias cicatrizantes sobre este raspado (con una solución
acuosa de caldo bordelés u otros compuestos cúpricos, o bien con sustancias natu-
rales desinfectantes como el propóleo), son soluciones fáciles de aplicar, pero
lamentablemente poco eficaces para una curación total. Se recomienda eliminar
posteriormente las virutas y restos. Puede ser interesante el uso de los nuevos produc-
tos inductores de autodefensas, fungicidas naturales o antagonistas, como el ligno-
sulfonato de aluminio, quitosano, sulfito potásico (de procedencia natural o admiti-
do por la autoridad de control), los preparados a base de microorganismos eficien-
tes (como el Bacillus velezensis, de probada acción contra Phytophtora, según
Melero Ferrer, 2010), o compuestos orgánicos de cobre con comportamiento sisté-
mico (teniendo cuenta, aunque deberemos informarnos bien sobre su forma de
acción antes de basar en ellos nuestra estrategia curativa.

La pudrición de raíces (Armillaria mellea, Dematophora necatrix (=Rosellinia


necatrix, Clitocybe tabescens) puede ser importante a la hora del transplante o en
plantaciones nuevas. Son también hongos saprófitos facultativos, que se desarrollan
en viejos restos del suelo (raíces muertas, ramas, etc.). Se pueden dar ataques al sis-
tema radicular, al colonizar las partes leñosas de las raíces gruesas y la base del
tronco. Armillaria afecta más a portainjertos vigorosos (Citrange), donde la defolia-
ción puede ser total en épocas cálidas; en los poco vigorosos (mandarinos) la defo-
liación es pequeña; el naranjo amargo lo tolera. Este hongo aguanta con conteni-
dos bajos de O2, por lo que puede encontrarse a más de 1 m de profundidad. Se
ha de evitar dejar los tocones en el terreno, tras arrancar el árbol. Es recomendable
eliminar los restos de vegetales o descomponerlos de forma natural (con rotaciones
de cereales, abonos verdes o estiércoles frescos), durante un periodo suficiente.
Igual que en el caso anterior, se ha de impedir que la humedad llegue al cuello de
la planta y vigilar el funcionamiento del riego localizado, para que no humedezca
el tronco, alejando la manguera a más de 0,5-1 m, dependiendo del bulbo crea-
do. Rosellinia afecta más al género Prunus, aunque los plantones y el mandarino
Cleopatra son sensibles, dando un micelio blanquecino-negruzco. Sirven las reco-
mendaciones del caso anterior.

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6. MANUAL BÁSICO DE CITRICULTURA ECOLÓGICA

La antracnosis o seca de ramas (Colletotrichum gloesporoides) afecta a árbo-


les debilitados por desequilibrios naturales o hídricos. Apenas se da en mandarinos
y clementinos. Siempre hay esporas aéreas del hongo. Se propaga con las prime-
ras lluvias otoñales. En zonas más húmedas, aumenta, provocando un desecamien-
to característico de ramas jóvenes. Hay que controlar la debilidad, falta de suelo,
compactación, riegos, nutrición, etc. Pueden realizarse tratamientos con productos
cúpricos, pero no es aconsejable por la acumulación de este metal pesado en el
suelo12, y los trastornos que esto puede ocasionar. Otros secados pueden ser por
Phomopsis citri, Phoma tracheiphilia o Diplodia mutila. No suelen tratarse.

El enmohecimiento y pudrición de frutos son causados por hongos de los


géneros Penicillium (P. italicum o moho azul; P. digitatum o moho verde) y Phytoph-
tora (Ph. citrophthora, Ph. sp., aguado o podredumbre marrón). Se dan en planta-
ción o post-recolección. El bajo contenido en N y humedad de la piel, junto a las
ceras naturales, disminuyen el porcentaje de destrío (son de piel más resistente). Los
enmohecimientos penetran la epidermis por las heridas (de insectos, roces, ..). Son
importantes en almacén y transporte. Se recomienda cuidar de no realizar heridas,
eliminar o no cosechar las que se vean y vigilar el abonado nitrogenado. Los com-
puestos cúpricos, preparados de microorganismos o substancias antisépticas natu-
rales (aceites esenciales, propóleo) serían tratamientos posibles en campo o en pos-
cosecha.

En el aguado (Phytophtora), el fruto se contamina por el barro que arrastran las


gotas de agua en las primeras lluvias; los cercanos al suelo son los más afectados.
Se da más en tierras arcillosas (es más impermeable, rebota más y se encharca) Las
hierbas silvestres evitan las salpicaduras, siendo por tanto adecuado tener cubiertas
vegetales a partir de septiembre, en el cambio de color (por ejemplo con agret,
Oxalis spp., o cualquier otra especie que cubra totalmente el terreno), hasta finali-
zar el periodo de lluvias como mínimo. Tratamientos con cobre o propóleo pueden
ser preventivos; se deberían realizar tan sólo a las faldas, hasta la altura aproximada
de 1 m, que es donde suele llegar el barro salpicado.

La única bacteriosis resaltable es la Pseudomonas syringae. Se da en zonas más


húmedas, donde los cítricos resultan más delicados a esta enfermedad. En las llu-
vias otoñales entra por heridas de ramas. El cobre y sus derivados pueden ser cura-
tivos en heridas. También podemos realizar tratamientos con suero de leche y pro-
póleo.

Los virus se dan especialmente en árboles débiles o sensibles, en agroecosiste-


mas que están degenerando. En nuestro caso, antes de la entrada de la tristeza,
apenas eran importantes estas enfermedades. Sin embargo, con la entrada de

12 Si se opta por su uso, igual que en el caso de gomosis o en el resto de enfermedades fúngicas, la normativa de la agri-
cultura ecológica, indica que como máximo se puede utilizar 6 kg/ha y año de cobre puro.

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GUÍA DE AGRICULTURA ECOLÓGICA DE CÍTRICOS

material resistente a este virus (patrones tolerantes), empezamos a tener problemas


graves con otro tipo de virosis y micoplasmas. También coincidió con el aumento
de la contaminación ambiental, que se está demostrando potenciadora de los virus
porque debilita a vegetales y animales.

Tristeza, psoriasis, tater leaf, Vein Enation-Woody Gal, exocortis, xiloporosis o Sttu-
born, tienen todos tratamientos similares. La medida más recomendable es utilizar
plantas certificadas, libres de virus. Otras medidas de higiene son el tener cuidado
con las herramientas de poda y similares, que pueden servir de inóculo, el rascado
y pintado con propóleo, compuestos cúpricos o suero de leche, que pueden parar
algunos virus (como psoriasis o similares), o los abonados orgánicos que también
mejoran su estado sanitario.

Podemos ver en el tabla siguiente un resumen de los principales organismos


patógenos y su manejo:

Tabla 23: Enfermedades más importantes de los cítricos ecológicos valencianos,


junto a su manejo ecológico

96
6. MANUAL BÁSICO DE CITRICULTURA ECOLÓGICA

6.5. Poda y rayado.

6.5.1. Poda.
Prácticamente todos los ecocitricultores realizan la poda de forma muy pareci-
da a como se hace en la citricultura convencional. En las técnicas modernas (Rodrí-
guez Pagazaurtundúa y Villalba, 2000) se aconseja efectuar una poda suave, limi-
tándose a dar forma al árbol, cortar chupones y ramas en mala posición, airear la
parte interior y eliminar lo seco (por hongos, aire, etc.). Las mayores diferencias sur-
gen a la hora de reutilizar los residuos de la misma. Es conveniente triturar los resi-
duos de las podas y dejarlos compostar en superficie; para ello podemos utilizar bio-
trituradoras autopropulsadas o bien aperos trituradores de tractor. De esta forma
podemos recuperar una gran cantidad de nutrientes como se ha evidenciado
anteriormente.

Podemos dar unas pautas generales de poda de los cítricos. Los objetivos de la
poda en general serán:

- Control del crecimiento y formación del árbol. Equilibrando el árbol:


- Durante el verano el árbol acumula reservas en las hojas y en las raíces
debido a la alta tasa de fotosíntesis que se realiza. Estas reservas le sirven
para el próximo año brotar y florecer. Una poda desequilibrada puede
decantar la balanza en un exceso de brotación y baja floración o al revés,
pudiendo entrar en ciclos de alternancia de cosechas llamados vecería.

- Incremento de la calidad del fruto:


- Al eliminar ramas secas y favorecer la iluminación y aireación del interior del
árbol, se mejora la sanidad de los frutos, puede incrementarse el tamaño
medio de los frutos debido a la eliminación de ramas débiles que produ-
cen frutos de bajo calibre y también se mejora la distribución de los frutos,
incrementando el porcentaje de frutos situados en las faldas, donde los fru-
tos son de mejor calidad.

- Control de la vecería:
- Como se ha indicado en el apartado a, una mala poda puede producir
vecería, pero en algunos casos la vecería es debida a la variedad y una
poda correcta puede ayudar a romper el ciclo de alternancia de cosechas
equilibrándolas prácticamente, sin que hayan grandes cambios de cose-
cha de unos años a otros.

- Mejorar la efectividad de los tratamientos fitosanitarios y facilitar la cosecha.

En la poda debe de tener en consideración la época en que se debe de reali-


zar. Preferiblemente después de periodos de riesgos de heladas. Un árbol podado
soporta menos las bajas temperaturas que un árbol sin tocar. Las heridas deben

97
GUÍA DE AGRICULTURA ECOLÓGICA DE CÍTRICOS

seguir la inclinación de las inserciones de las ramas, para que la planta pueda cica-
trizar y tapar la herida realizada de forma correcta y autónoma, sin dejar tocones o
incisiones excesivas, que darán lugar a medio plazo a heridas mal curadas o secas
de ramas y pudriciones no deseadas

También es importante podar todos los años. Alargar los periodos de poda com-
porta tener que cortar ramas de mayor diámetro, realizando heridas más intensas al
árbol, además del gasto en nutrientes que este ha tenido para el desarrollo de
dicha rama, y que comportará, al eliminar las reservas que lleva la rama, desequi-
librios nutricionales.

En las variedades veceras la poda debe de ser ligera pero todos los años, de lo
contrario se agudiza el problema de la vecería. El control de esta lo realizaremos
podando poco el año de poca floración y más enérgicamente los años de mayor
floración (con el sentido de inducir ese año a la brotación de verde).

Dependiendo del objetivo a buscar por el agricultor la intensidad de la poda


será mayor o menor.

Tabla 24: diferentes intensidades de poda en cítricos,


con los objetivos perseguidos Rodríguez Pagazaurtundúa y Villalba (2000).

Así, podemos distinguir tres grupos de poda, dependiendo de la edad del arbo-
lado: formación, poda de árboles adultos y regeneración.

• Poda de formación: es la poda que se realiza a los plantones para que estos
crezcan guiados según la forma que queramos dar al árbol. Debe darse una
estructura sólida capaz de soportar buenas cosechas. Existen tres sistemas tra-
dicionales de formación cada uno de ellos con sus características propias:

- Sistema de formación libre. Al plantar se recorta el plantón a la altura ele-


gida para formar la cruz. Hasta el tercer o cuarto año sólo se eliminan los

98
6. MANUAL BÁSICO DE CITRICULTURA ECOLÓGICA

rebrotes del patrón. Desde el cuarto año se eliminan las ramas que dificul-
tan la entrada de luz o han perdido la capacidad productiva.
- Sistema a tres ramas. Descabezando el plantón a la altura de la cruz, se
eligen tres ramas que formen 120 grados. Estas formarán las guías iniciales
sobre las que formaremos el árbol.
- Sistema dicotómico. Se fundamenta en tener el tronco a la altura más
baja posible. Su copa estará formada por ramas guía o ramas de produc-
ción. Las ramas guía tienen un crecimiento erecto y su función es soportar
las ramas productivas de crecimiento más horizontal.

• Poda de mantenimiento y producción: su objetivo es renovar las ramas pro-


ductivas agotadas y eliminar las brotaciones no productivas. Será más intensa
en las variedades más vigorosas por ello vamos a dividirla según los diferentes
grupos de cítricos:

- Grupo Navel. Tiene buen vigor; se pretende obtener producción en el inte-


rior y exterior de la copa, por ello se eliminarán ramas interiores que dificul-
ten la entrada de luz y aire, así como ramas laterales para abrir la copa.
Debe renovarse las ramas productivas eliminando las ramas secas, débiles
o envejecidas.
- Grupo Blancas. Árboles de gran vigor, frondosos y con tendencia a produ-
cir chupones verticales en el interior de la copa. Deben eliminarse las ramas
poco productivas, así como las que interfieran una correcta iluminación del
interior de la copa. Se debe podar tras la recolección. La intensidad depen-
derá de la producción, puesto que son variedades con tendencia a la
vecería. Los años de gran producción la poda deberá ser suave para evi-
tar grandes brotaciones y con ello baja floración al año siguiente. Si por la
poda suave produce una floración muy elevada, la poda deberá ser más
severa ese año. Los chupones se deben eliminar en estado herbáceo.
Debido a su vigorosidad y su tendencia a la verticalidad, deben de reba-
jarse las ramas guía, que restan vigor a las ramas de producción.
- Grupo Sangre. Variedades muy productivas, de poco desarrollo vegetati-
vo por lo que la poda ha de ser escasa, sólo quitar las ramas resecas, mal
dirigidas y facilitar la aireación e iluminación.
- Grupo Satsumas. Son árboles de escaso vigor de crecimiento, porte
pequeño y abierto y muy productivos, por lo que se agotan pronto, por ello
los frutos de calidad se desarrollan sobre ramas de un año, exigiendo así
una poda intensa, cortando ramas viejas y débiles.
- Grupo Clementinas. Árboles con buen vigor y copa abierta y follaje denso.
Requieren una poda de ramas secas, envejecidas, débiles y ramas que
impiden la iluminación y aireación de la copa. Las variedades con tenden-
cia vecera la intensidad de la poda dependerá de la floración.

99
GUÍA DE AGRICULTURA ECOLÓGICA DE CÍTRICOS

- Grupo Híbridos.
- Fortune. Presenta un elevado vigor y dificultad para comenzar a produ-
cir. Por lo que se aconseja podar escasamente y que acumule reservas
para producir. Eliminar solo ramas secas y envejecidas.
- Ellendale. Variedad vigorosa y de crecimiento vertical e irregular. Se
deben hacer faldas arqueando ramas. La poda cortará los extremos de
las ramas de crecimiento vertical para forzar la brotación lateral.
- Clemenvilla. De aspecto globoso y denso de follaje, de vigor medio.
Aparecen frutos rajados, en menor cuantía en el interior, por ello la poda
ha de ser débil.
- Ortanique. Árboles muy vigorosos y frondosos. La poda ha de eliminar
ramas que impidan la iluminación y ventilación del interior de la copa,
así como ramas secas y envejecidas. Su crecimiento es pendular, por lo
que se respetará el crecimiento de las ramas guía y se potenciará su
desarrollo eliminando las ramas más cercanas al suelo

• Poda de regeneración. Para árboles viejos, en buen estado pero con vegeta-
ción envejecida y agotada. Se realiza una poda severa, rebajando las ramas
que constituyen el esqueleto del árbol. El rebaje será tanto mayor cuanto más
agotado esté, forzando de esta manera a brotar yemas laterales latentes
durante años. Al suprimir gran parte de la copa, se crea un desequilibrio entre
copa y raíces, por ello conviene no crear grandes flujos de savia. El abonado
y los riegos serán mínimos. Se ha de tener cuidado con los insectos chupado-
res (pulgones), que procederán a expandirse rápidamente por los nuevos bro-
tes.

En el cultivo ecológico de cítricos es importante recordar que la explotación


debe de tender a compensarse energéticamente. Por ello los restos de poda se
recomienda no incinerarlos, dado que se pierde gran cantidad de materia orgáni-
ca, aumentando el efecto perjudicial del CO2 en nuestra atmósfera; en aquellos
campos en los que sea posible es preferible picarlos mediante un tractor con pica-
dora o una picadora de alimentación manual, aportando los restos de la poda
directamente al suelo o al montón de compost. Con ello las aportaciones de
nutrientes externos se reducen y ayudamos a reducir el efecto invernadero.

El uso de sustancias naturales cicatrizantes o desinfectantes es interesante cuan-


do se realizan podas intensas, como las sales derivadas del cobre, la cal o los
extractos o preparados con pulpa de chumbera13, que le conferirán a la pintura usa-
da una impermeabilización que la hará más duradera en el árbol.

13 Una fórmula que hemos probado en la Estación Experimental Agrària de Carcaixent es una pintura hecha a base de una
lechada de cal (al 25%), a la que se añade alguna sal cúprica (como desinfectante, a dosis del 1 al 3%), y la pulpa de
chumbera (Opuntia ficus-carica, impermebealizante, triturada o tamizada, al 7,5-10%). Se pintarán las heridas más grue-
sas con brocha o pincel.

100
6. MANUAL BÁSICO DE CITRICULTURA ECOLÓGICA

6.5.2. Rayado.
Para paliar los problemas de cuajado de frutos y vecerías, particularmente en
Clementinas, en citricultura ecológica se utilizan técnicas tradicionales como el
rayado o incisión anular o el anillado, con resultados bastante aceptables, compa-
rables a los hormonales, si se realiza de forma adecuada (Agustí, 1991; Agustí,
2000).

El rayado consiste en realizar un pequeño


corte circular sobre las ramas principales para
bloquear la savia elaborada o floema que baja
y, consecuentemente, retenerla en las ramas
situadas por encima del rayado. Ha de ser efec-
tuado con herramientas y personal adecuado
(tijeras de filo curvo) dada la delicadeza del cor-
te (sólo los vasos exteriores, liberianos) con las
que se realiza un anillo completo de una
anchura aproximada de 1 mm en las ramas
secundarias y una profundidad suficiente para
atravesar la corteza pero sin afectar a la made-
ra. Esta herida debe curar en poco tiempo
(antes de 2 semanas), si el corte se ha realizado
de forma adecuada. De lo contrario, se habrá
Rama de clementino rayada. Obsérvese
producido un daño que podría llegar a secar la que el corte es de un grosor fino y está
raíz (por falta de nutrientes) y, consecuentemen- completamente cerrado.

te, la rama del árbol conectada a él.

El anillado es otra práctica similar, mediante la cual se procede a apretar un ani-


llo metálico alrededor del tronco o rama durante un tiempo determinado (general-
mente 10 o 15 días) hasta cortar el flujo de savia descendente, consiguiendo el mis-
mo efecto buscado en el rayado, sin realizar incisiones.

El efecto producido por estas prácticas depende del momento en que se reali-
ce. De esta forma, puede aumentar el cuajado de frutos en ramas fructíferas,
engordar los mismos o inducir a floración. No es aconsejable realizarlo sobre árbo-
les con estado sanitario deficiente o sobre plantaciones jóvenes.

Algunas variedades de naranjo y de mandarino generalmente las que sus frutos


poseen semillas, suele darse un desarreglo de producción, alternándose los años de
elevadas cosechas con los de escasa producción (vecería). Ello suele deberse a
desarreglos en el balance de carbohidratos y a descompensaciones hormonales.
Los años que florecen mucho, agotan las reservas de carbohidratos y con ello dis-
minuyen la floración del siguiente año. Realizar el rayado de los árboles a finales de
julio o principios de agosto, se produce un anticipo o aceleración de la diferencia-

101
GUÍA DE AGRICULTURA ECOLÓGICA DE CÍTRICOS

ción floral y un incremento del número de yemas florales. Tratamientos anteriores a


estas fechas no son efectivos y posteriores a medida que se separan en el tiempo
van perdiendo efectividad, siendo nula en fechas próximas a la brotación.

El cuajado de los frutos depende de factores endógenos y exógenos. Los facto-


res exógenos son factores climáticos y culturales. Los factores endógenos son fac-
tores genéticos, nutricionales y hormonales. Árboles con excesiva floración provocan
una caída excesiva de flores y por tanto un bajo cuajado. Rayando las ramas
secundarias a la caída de pétalos provoca un mayor número de frutos cuajados,
pero hay que tener en consideración que un exceso de cuajado disminuirá el tama-
ño del fruto, por ello es importante que los árboles no tengan deficiencias sanitarias
ni alimentarias.

Tras el cuajado el fruto comienza su desarrollo en tres fases bien diferenciadas:

- Fase I: crecimiento exponencial, va desde la caída de pétalos hasta la caída


fisiológica de frutos (esporgà). Se caracteriza por un rápido crecimiento del fru-
to, principalmente de la corteza.
- Fase II: crecimiento lineal, se prolonga desde la caída fisiológica de frutos has-
ta poco antes del cambio de color. El aumento de tamaño se debe al creci-
miento de la pulpa y el aumento de la concentración de zumo.
- Fase III: maduración, se caracteriza por la baja tasa de crecimiento y englo-
ba todos los cambios relacionados con la maduración.

El rayado también puede utilizarse para incrementar el calibre del fruto, depen-
diendo de la época en que se realice. La más adecuada es tras la caída fisiológi-
ca de frutos (finales de junio y todo julio) coincidiendo con el inicio de la fase II de
crecimiento del fruto, si se retrasa disminuye su efecto.

Por tanto el rayado puede realizarse en tres momentos diferentes dependiendo


del efecto buscado:

a) Rayado de finales de julio a principios de agosto, incrementa la floración


del año siguiente. Efecto recomendado para variedades veceras.
b) Rayado tras la caída de pétalos. Incrementa el número de frutos cuajados,
pero puede disminuir su tamaño.
c) Rayado tras la caída fisiológica del fruto, final de junio y todo julio. El efec-
to que produce es un incremento del calibre. Hay que tener cuidado con no
retrasarse, puesto que disminuye su efecto e incluso puede afectar a la flo-
ración del siguiente año.

Existen algunos productos a base de extractos de algas, oligoelementos o


extractos vegetales ricos en hormonas recomendables para mejorar el cuajado y
engorde de frutos. Un buen abonado orgánico en las épocas de estrés del vegetal,
como se ha explicado en el anterior apartado, junto al uso de estas substancias

102
6. MANUAL BÁSICO DE CITRICULTURA ECOLÓGICA

naturales, mejoran en gran medida los problemas de falta de cuajado o vecería de


los cítricos.

6.6. Otras labores importantes en ecocitricultura: el Riego

A diferencia del convencional, en el riego ecológico se aprovecha algo mejor el


agua ya que, al tener mayor proporción de humus y materia orgánica, el suelo
mejora la retención de humedad, actuando como una esponja natural. En conse-
cuencia, suele darse un alargamiento en la frecuencia de riego, ampliando el inter-
valo entre riegos, cuestión de vital importancia a tener en cuenta si no queremos
tener problemas por el exceso de humedad en el suelo. Los riegos, así, habrán de
ser moderados dado que, como se ha explicado, a los cítricos les perjudica más el
exceso de humedad que su falta puntual. Se han de evitar los encharcamientos,
sobre todo cerca del cuello, mediante ruedos, plantación en meseta, riegos locali-
zados alejados de la base del tronco, etc. De optar por éste último, se ha de tener
en cuenta que a mayor superficie mojada, mayor exploración de raíces, las cuales
asimilarán así más agua y nutrientes; son recomendables goteros de alta dosis (8
L/h) o microaspersores (si la textura del suelo lo permite, por ejemplo en suelos are-
nosos, con menor posibilidad de gomosis). La dificultad que entraña este riego es el
manejo de las hierbas y de la fertilización sólida, debido al entorpecimiento de la
mecanización. Por otro lado, el riego localizado tiene una ventaja respecto al tradi-
cional por inundación al poder añadir con mayor facilidad fertilizantes líquidos, y
reducir la mano de obra (que mejora la gestión anual, pero que no se nota tanto
en lo económico, debido a su alta necesidad de inversión inicial). Una buena solu-
ción a los problemas de gestión ocasionados por el riego localizado, sería el riego
subterráneo, de sistemas modernos que evitan la obturación por las raíces sin uso
de agroquímicos; el enterrado se realizaría a suficiente profundidad como para
poder pasar por encima de él con maquinaria pesada (entre 0,25 y 0,50 m). Se pro-
ducen además otras ventajas adicionales, como son la disminución de la evapora-
ción del agua (según las casas comerciales que los fabrican, ahorran hasta un 30%
del agua que se usa en otros riegos localizados), o impedir el crecimiento de las
hierbas silvestres en épocas de riego (por no tener humedad superficial suficiente
para germinar y/o crecer de forma adecuada, siendo en esta época cuando se da
el mayor problema de competencia con las adventicias). Esto último puede ser una
desventaja sanitaria, debido a las interacciones explicadas entre las hierbas y la fau-
na auxiliar, cuestión que se podría resolver con algunas franjas de crecimiento de
hierbas entre o al margen del cultivo. Cuando hay demasiados frutillos cuajados, en
algunas variedades suele realizarse el aclareo manual, eliminando cierta propor-
ción para que los demás engorden mejor. No obstante, es una práctica cara, por
lo que deberían estudiarse alternativas con el uso adecuado de la poda, del raya-
do o de productos fertilizantes naturales.

103
GUÍA DE AGRICULTURA ECOLÓGICA DE CÍTRICOS

Figura 18: tiempo medio de riego en naranjos Navel Lane-Late, con el sistema de
riego a manta o por inundación, en el periodo de conversión de esta finca
(Domínguez Gento, Ballester y Botella, 2007b). Se observa una tendencia a reducir
las horas totales de riego.

6.7. Soluciones de futuro de la citricultura valenciana:


sostenibilidad y potencialidad de la ecocitricultura en
nuestro territorio.

Para obtener una visión completa del cultivo ecológico y de su repercusión social y
medioambiental, no podemos quedarnos en las cuestiones puramente técnicas.
Hemos de analizar en profundidad los parámetros de sostenibilidad de este mode-
lo. Para ello, vamos a intentar repasar una serie de indicadores que irán destapan-
do diferentes partes del mismo sistema, como son la influencia de este tipo de cul-
tivo en el mantenimiento de la fertilidad de la tierra y la biodiversidad, la contami-
nación del entorno, la eficiencia energética, la cantidad y calidad de la producción
o los costes económicos que conlleva el cambio a estas prácticas, incluso, como
no la adaptación del agricultor a éstas. Sólo así se puede llegar a comprender de
forma global cómo actúa el sistema ecológico, que beneficios produce o que pro-
blemas se deben resolver para su extensión y viabilidad.

Para ello analizaremos diferentes procesos de conversión o cultivo ecológico de


cítricos. Según Bobo Mariño (2006) la tipología del cultivo del limón eclógico en la
comarca de la Axarquía, sería de una actividad a tiempo parcial, con parcelas de
0,2 a 1,5 ha, donde se utiliza la variedad de Fino sobre pie de naranjo amargo, en
plantaciones de más de 20 años, riego localizado y marco de plantación.

104
6. MANUAL BÁSICO DE CITRICULTURA ECOLÓGICA

La valoración que realizan los propios productores de su proceso de conversión


permite obtener como aspectos más positivos:

- Permite más ingresos económicos.


- Tienen igual o menor incidencia de plagas.

Y como aspectos negativos:

- Requiere más trabajo en abonado y control de hierbas.


- El coste del abonado es mayor.
- Se obtiene una menor producción o con un calibre menor.
- Los árboles tienen peor color, vigor o brotación.

6.7.1. Indicadores de sostenibilidad: fertilidad.

El manejo ecológico habitual en los limones ecológicos consiste en el aporte


anual de unas 20 tm/ha anuales de estiércol de ovino, fertirrigación con vinazas
orgánicas y correctores. Se labra el suelo una ó dos veces al año y se realiza un des-
brozado manual ocasional. Se trata con aceite de verano hasta 3 veces al año
(aunque hay parcelas en las que en muchos años no realizan tratamientos).

Estos datos coinciden con la tipología obtenida en otras plantaciones andalu-


zas, murcianas y valencianas para cítricos ecológicos, como ya se ha comentado.

Tabla 25: Rendimiento de dos fincas de limoneros en el proceso de conversión a la


agricultura ecológica

(Bobo Mariño, 2006)

El seguimiento nutricional de una finca realizado durante 4 años se puede obser-


var en el tabla siguiente:

105
GUÍA DE AGRICULTURA ECOLÓGICA DE CÍTRICOS

Tabla 26: Análisis foliares efectuados en el proceso de conversión a la agricultura


ecológica de una finca de limoneros andaluza

(Bobo Mariño, 2006).

Puede observarse que la producción no se reduce, dado que en ésta influyen


muchos otros factores al margen de la propia conversión. El rendimiento, atendien-
do a Bobo Mariño (2006) es similar a otras fincas de cultivo convencional de limo-
nes. Según este autor, los resultados de los análisis foliares realizados en una de las
fincas durante los 4 años de reconversión, muestran contenidos bajos y estables de
nitrógeno y fósforo, mientras que el potasio y el calcio han sufrido grandes aumen-
tos y alcanzan contenidos altos. El contenido en hierro se mantiene adecuado,
teniendo al igual que el calcio, relación con los complejos orgánicos utilizados. El
magnesio y el cobre se mantienen adecuados sin intervención de ningún produc-
to corrector. También se mantienen las carencias de manganeso y zinc, a pesar del
aporte de correctores en el riego. El contenido en boro es adecuado, el incremen-
to del año 04 se debe al aporte de borato.

En otras experiencias similares (Domínguez Gento et al., 2005) en reconversiones


con mandarinos y naranjas, se han observado igualmente en el suelo aumentos de
potasio y magnesio, sin tener relación con ningún aporte externo al margen de la
materia orgánica procedente de los estiércoles, el compost o las cubiertas vegeta-
les. El contenido en fósforo se mantiene estable, sin realizar tampoco ningún apor-
te. Al mismo tiempo, se producía un incremento notable de la materia orgánica en
el suelo (mayor, cuanto más aportes externos se realicen).

En ambos casos, al margen del uso de compuestos orgánicos, puede estar


advirtiendo una optimización en la retención de los nutrientes solubles (del tipo Mg,
Fe, Ca, …) al mejorar el complejo arcillo-húmico y la actividad biológica relaciona-

106
6. MANUAL BÁSICO DE CITRICULTURA ECOLÓGICA

da con la mejora del substrato fértil del suelo. No obstante, en muchos casos, debi-
do a una mala gestión de la fertilización orgánica (por ser de características defi-
cientes de partida, bajas aportaciones, etc) pueden aparecer determinadas caren-
cias (N, Zn, Mn, Mg, Fe) siendo este el motivo principal de los fracasos productivos,
producidos por decaimientos vegetativos en los procesos de conversión.

A la anterior dificultad en el terreno de la fertilización, puede unirse un ineficien-


te control de hierbas (por falta de mecanización o exceso de mano de obra) o una
ineficiente gestión de los organismos dañinos. Si a esto se añade unas fincas de
mayor edad o con mermas productivas de partida (se suelen convertir algunas
veces, para iniciarse en la agricultura ecológica, las peores fincas o aquellas que
no se tiene demasiada estima), la falta de canales de comercialización o de expe-
riencia en este campo, se obtiene un cóctel suficientemente certero para una dura
conversión, con mayores costes y menores ingresos, fórmula que suele conducir al
fracaso.

6.7.2. Indicadores de sostenibilidad: costes económicos. costes,


rendimientos económicos.
Vamos a analizar económicamente diversos casos de conducción ecológica,
para observar sus costes de cultivo, y compararlos con una conducción convencio-
nal.

En el estudio de Bobo Mariño (2006) comentado anteriormente se obtienen los


siguientes costes de producción:

Tabla 27: Costes de producción en limoneros ecológicos

(Bobo Mariño, 2006)

107
GUÍA DE AGRICULTURA ECOLÓGICA DE CÍTRICOS

Tabla 28: Costes de producción en limoneros ecológicos, por tipo

(Bobo Mariño, 2006)

NOTAS: Costes para el año 2005 con IVA incluido, tareas realizadas manualmente, jornales de 7 horas a 50 €, plantación de
280 árboles/ha con riego localizado

Del anterior estudio se desprende que:

- La conversión a la producción ecológica en limoneros tiene un impacto para


el agricultor que la realiza de un mayor rendimiento económico, con igual o
menor incidencia de plagas, pero requiere más trabajo y puede observarse
un descenso de la producción y un ligero empeoramiento del aspecto del
árbol.

- El abonado orgánico aportado parece suficiente para el aporte de todos los


nutrientes, excepto para el aporte teórico de nitrógeno y fósforo.

- El manejo ecológico tienen un coste de producción superior en 1.804 €/ha


(24%) respecto al convencional:
- Un 13% se debe a los 13 jornales debidos a abonado orgánico y 6 por el
desbrozado.
- Un 9% más por la compra de enmiendas y abonos orgánicos
- Un 2% más debido al coste de certificación.

- El coste de producción hace que, para 25 t/ha de rendimiento, el precio


anual medio percibido debe ser mayor que 0,367 €/kg, para que la dedica-
ción al cultivo se recompense mejor que por el trabajo realizado a precio de
jornal, que normalmente ha sido superado.

En estudios sobre naranjas valencianas realizados por Roselló-Oltra, Domínguez-


Gento y Gascón (2000), Climent et al. (2005), o Domínguez Gento, Ballester y Bote-
lla (2007b), los costes de producción o las tareas productivas realizadas no diferían
en gran mesura del convencional, aunque en ellos tan sólo se tuvieron en cuenta
los costes de campo, no así los de cosecha, manipulación y envasado. En estos
casos, el coste de producción estaba en torno a los 0,19 a 0,22 €/kg producido (en
2000). Este coste debería incrementarse como media entre 0,06 €/kg y 0,12 €/kg

108
6. MANUAL BÁSICO DE CITRICULTURA ECOLÓGICA

en la cosecha, y unos 0,20 a 0,25 €/kg más en la manipulación y envasado. Todo


ello, sin contar el transporte hasta el lugar de consumo ni el beneficio lógico del pro-
ductor.

Tabla 29: Costes económicos de las parcelas de cítricos, en €/ha y año

(Roselló-Oltra, Domínguez-Gento y Gascón, 2000)

Sería necesaria una actualización a precios corrientes, así como complementar


el cálculo con los costes derivados de la cosecha, manipulación y envasado. Pode-
mos comparar el estudio de conversión de una finca valenciana de naranjas Navel
Lane-Late, con riego a manta y marco de plantación amplio (de alto nivel de
mecanización), a los costes anteriores a este proceso (naranja convencional), y a
los limones andaluces anteriores:

Tabla 30: Costes medios de las naranjas Navel Lane-Late ecológicas,


comparadas con la conducción química o convencional y la de limones
ecológicos, por partidas

(Domínguez Gento, Ballester y Botella, 2007b; Bobo Mariño, 2006).

En cuanto a los costes de desbrozado o manejo de las hierbas acompañantes,


partida bastante diferenciada, podemos ver el siguiente análisis hecho en el tabla
siguiente:

109
GUÍA DE AGRICULTURA ECOLÓGICA DE CÍTRICOS

Tabla 31: Costes medios de las naranjas Navel Lane-Late ecológicas,


comparadas con la conducción química o convencional y la de limones
ecológicos, por partidas

(Domínguez Gento, Ballester y Botella, 2007b):

Puede observarse que, por hectárea, el control químico es el más barato (sobre
unos 460 €), si se hace con 5 tratamientos totales a la parcela. Mientras que de los
permitidos en agricultura ecológica, el laboreo incrementa este coste en un 40%,
la siega en un 50% y la siega con previa siembra de abono verde (con duración de
las coberturas sembradas de unos 5 años) en un 90%. No obstante, hay un incre-
mento producido en la conducción ecológica debida a la cobertura bajo de las
faldas del cultivo y en las acequias de riego (el desherbado que debe ser manual
o semi-manual). Esta partida se podría y debería reducir, incrementando el marco
de plantación en la fila de árboles (para sombrear, e impedir así el crecimiento de
hierba en la línea), o metiendo coberturas plásticas u orgánicas en los lugares don-
de el tractor con la desbrozadora o picadora de leña no pueda pasar.

110
6. MANUAL BÁSICO DE CITRICULTURA ECOLÓGICA

En la siguiente tabla se muestran los umbrales de rentabilidad (contando con la


renta de la tierra y sin ella). A partir de estos valores, con un precio inferior a los 17
céntimos de € en cultivo convencional o a los 19 céntimos de € en ecológico, la
retribución del productor será insuficiente por mantener la renta de la tierra (conven-
dría alquilar la parcela en lugar de cultivarla).

Tabla 32: Umbral de rentabilidad para la retribución del beneficio en la


reconversión de una finca objeto de estudio en Valencia

(Domínguez Gento, Ballester y Botella, 2007b).

Así, los costes totales por hectárea en campo, sin contar la cosecha, están alre-
dedor de los 6.000 €, siendo un 3% superior en este caso concreto la producción
ecológica en coste global, que subiría al 8,5% más de coste si no se contara la ayu-
da agroambiental. La producción, por contra, se reduce en el cultivo ecológico
controlado durante estos años, llegando a ser un 5,5% inferior.

Comparando los costes de las naranjas Lane-Late ecológicas con el de los limo-
nes andaluces, se obtienen descensos entre el 30 y 50% en los costes de produc-
ción de la fertilización, riego y poda, mientras que aumentan casi al doble el con-
trol de las hierbas, siendo similar la partida sanitaria. La influencia de la mecaniza-
ción de la fertilización que tiene la parcela valenciana y el riego a manta (por gra-
vedad), proviniendo del río Júcar (con un coste bastante razonable, e infraestructu-
ras amortizadas), es patente.

Estos datos vienen a confirmar otros estudios similares realizados por la Universi-
dad Politécnica Valenciana (Juliá y Server, 2004; Peris Muelle, Juliá Igual y Balasch
Parisi, 2005; Peris Muelle, Juliá Igual, 2006). En estos estudios, se han valorado las pro-
ducciones, los costes o los precios de venta, dando como resultado una pequeña
reducción de los rendimientos económicos en los cítricos ecológicos valencianos
respecto a los convencionales. Coincidiendo con el estudio de los limones ecológi-
cos, los costes medios aumentaban entre un 25 y un 27%, y la producción disminu-
ía (al menos en el inicio de la conversión) en un 20%. Aún así, estos datos reflejaban
unas tasas de rentabilidad muy ajustadas respecto a los cítricos convencionales,
siendo negativas en mandarinas (-1 punto), y en naranjas (-2,26).

Si bien es cierto que los precios de algunos de los estudios anteriores se han de
actualizar a precios corrientes para que sean totalmente comparables, y que según
el tipo de riego o el grado de mecanización se observan grandes diferencias, de
los estudios anteriores, se puede concluir que un precio inferior a los 0,35-0,40 €/kg

111
GUÍA DE AGRICULTURA ECOLÓGICA DE CÍTRICOS

en campo, según variedades o técnicas empleadas, será siempre a cargo de los


beneficios del productor, repercutiendo incluso en un saldo de pérdidas en el culti-
vo (los beneficios de los intermediarios y trabajadores que manipulan y envasan no
suelen verse perjudicados por los bajos precios). Esta dinámica, que ocurre mucho
más a menudo en los cultivos convencionales, se corre el riesgo de que pase a ser
habitual también en los cítricos ecológicos, si no cogemos las riendas de la comer-
cialización y educación en el consumo responsable.

6.8. Consideraciones finales de los factores de


sostenibilidad y potencialidad de la ecocitricultura en
nuestro territorio.

Así, en comparación, la sostenibilidad del cultivo ecológico de cítricos puede con-


siderarse mayor que la del modelo convencional, por toda una serie de factores
que, por separado, no parecen tener un peso importante o definitivo, pero que en
conjunto marcan un modelo agrario mucho más ecocompatible y socialmente
más justo. Estos factores se pueden resumir en los siguientes puntos:

- Disminución del riesgo de degradación del suelo y erosión: por la cubierta


vegetal (que puede fallar en verano en algunas parcelas) por los setos protec-
tores y por el uso de materia orgánica.

- Aumento de la fertilidad del terreno y la capacidad de retención de agua,


debido a la mejora de la estructura por la materia orgánica y los ciclos de
nutrientes y seres vivos relacionados con ella, observando a su vez una dismi-
nución de la frecuencia de riegos y del consumo de agua.

- Mejora de la eficiencia energética, disminución de insumos no renovables


(como fertilizantes i fitosanitarios de síntesis).

- Aumento de la diversidad de especies de flora y fauna, posiblemente debi-


do al uso de cubiertas vegetales, setos y la disminución de la presión con bio-
cidas.

- Mejora paisajística y del ecosistema debido al uso de las cubiertas y los


setos.

- Disminución de la contaminación y aumento de la calidad de vida del pro-


ductor y consumidor: por un menor uso de plaguicidas y un uso nulo de her-
bicidas, así como una mayor capacidad de desintoxicación por la mayor
actividad biológica del suelo.

- Mejora de la calidad de la producción, debido a la ausencia de residuos


tóxicos y a una mejora de las cualidades organolépticas o nutricionales, entre

112
6. MANUAL BÁSICO DE CITRICULTURA ECOLÓGICA

otras características. Esto acrecienta la ya de por sí alta calidad de los frutos


frescos cítricos.

- Mejora de la valoración del trabajo agrario y de los precios de los cítricos


pagados en campo, derivada de un entramado de los dos puntos anteriores
y de la oferta y la demanda de productos sanos y ecológicamente más lim-
pios.

- Apertura de nuevos mercados, con la descongestión de los mercados tradi-


cionales.

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122
8. ANEJO I: FOTOS

8. ANEJO I: FOTOS

1.- Plantación con malla antihierbas 2.- Detalle plantación con malla

3.- Manejo cubierta vegetal con malla 4.- Cubierta vegetal sembrada

5.- Sacas transporte compost 6.- Maquinaria distribución materia orgánica

7.- Detalle manejo sacas compost 8.- Transporte compost con “bañeras”

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GUÍA DE AGRICULTURA ECOLÓGICA DE CÍTRICOS

9.- Motoguadaña de hilo 10.- Segadora de hilo

11.- Detalle segadora de hilo 12.- Desbrozadora de cadenas/cuchillas

13.- Segadora de hilos verticales 14.-Segadora de discos

15.- Trituradora de leña 16.- Desbrozadora de hilos

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8. ANEJO I: FOTOS

17.- Puesta de Crisopa 18.- Adulto de Crisopa

19.- Coccinella septempunctata 20.- Rodolia y cochinilla acanalada

21.- Piojo rojo de California 22.- Daños de P. Rojo de California

23.- Adulto de Cryptolaemus parasitado 24.- Larva de Aphydoletes y pulgón

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GUÍA DE AGRICULTURA ECOLÓGICA DE CÍTRICOS

25.- Ciclo biológico de Ceratitis capitata Wied.

26.- Diferentes tipos de trampas y atrayentes contra Ceraratitis capitata Wied.

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