Etica y Moral Conceptos
Etica y Moral Conceptos
Etica y Moral Conceptos
En contexto filosófico, la ética y la moral tienen diferentes significados. La ética está relacionada con el estudio fundamentado
de los valores morales que guían el comportamiento humano en la sociedad, mientras que la moral son las costumbres, normas,
tabúes y convenios establecidos por cada sociedad. Estos términos tienen diferente origen etimológico. La palabra "ética" viene
del griego "ethos" que significa "forma de ser" o "carácter". La palabra "moral" viene de la palabra latina "morales", que
significa "relativo a las costumbres".
La ética es un conjunto de conocimientos derivados de la investigación de la conducta humana al tratar de explicar las reglas
morales de manera racional, fundamentada, científica y teórica. Es una reflexión sobre la moral.
La moral es el conjunto de reglas que se aplican en la vida cotidiana y todos los ciudadanos las utilizan continuamente. Estas
normas guían a cada individuo, orientando sus acciones y sus juicios sobre lo que es moral o inmoral, correcto o incorrecto,
bueno o malo. En un sentido práctico, el propósito de la ética y la moral es muy similar. Ambas son responsables de la
construcción de la base que guiará la conducta del hombre, determinando su carácter, su altruismo y sus virtudes, y de enseñar
la mejor manera de actuar y comportarse en sociedad.
Ética: Su origen etimológico proviene de êthos que se refiere al comportamiento o costumbre. Para Aristóteles significaba "la
manera de ser y de proceder", para el maestro Adolfo Sánchez Vázquez la etica se debe comprender como la teoría o ciencia del
comportamiento moral de los hombres en sociedad, en consecuencia, también se define como el estudio de las costumbres del
hombre. La ética tiene un sentido eminentemente filosófico ya que la êthos representa en la vida del hombre lo que cada
persona puede llegar a ser, a modelarse, a construir, a forjar, a crear (independiente de los juicios de valor bueno-malo,
adecuado-inadecuado, benéfico-dañino).
Aunque cada sociedad desarrolla sus propios modelos éticos de vida se busca que las reglas de conducta y los principios de
comportamiento social logren la aceptación consciente con base al ejercicio de la razón. Como una rama de la filosofía, la ética
es una disciplina que se encarga del estudio de las normas, la conducta del hombre es su área de estudio y es diferente a
cualquier ciencia exacta como la física y las matemáticas, su estudio requiere clarificar la relación existente entre principios
éticos particulares y la conducta social, además de investigar las condiciones socioculturales que fomentan estos principios.
Moral: El término moral proviene del latín, de la raíz mores-costumbre. El término se aplicó a las normas específicas que regulan
las acciones del hombre, poca es la distancia entre ética y moral pues ambas hacen referencia a acciones y hechos parecidos, sin
ser sinónimos. La moral es un conjunto de juicios que permiten distinguir el bien del mal para regir día a día los actos de la
conducta humana, juicios que al ser considerados por la persona cuestionan lo que debe o no hacer, los juicios morales se
adquieren a lo largo de la vida y se adaptan sólo si el hombre así lo quiere. El fundamento de la moral se encuentra en prácticas
sociales que tienen normas específicas, impuestas, obligatorias, legales y coercitivas. a diferencia de la moral la ética obtiene sus
normas de la conciencia y de la voluntad, su origen está en la razón y el proceso reflexivo que involucra. Con frecuencia los
individuos se enfrentan a conflictos morales en los que se debe aplicar lo que han sido las teorías éticas conocidas consciente o
inconscientemente. La moral integra la totalidad de normas que se aprenden del exterior (escuela, casa, creencias religiosas) y
la ética integra las normas que surgen del interior del hombre como reflejo de su capacidad racional.
Normas: Una norma es una regla, un estándar, una medida, es algo fijado para comparar cosas, conceptos, mediciones, etc. Una
norma de moralidad será una regla con la cual podemos calibrar la "moralidad" de un acto humano. La problemática de la
emanación de las normas es: La pluralidad de sistemas morales, los valores morales, los medios para llegar a un fin, la libertad, la
obligación moral.
¿Cuál es la diferencia entre la ética y las normas? El fundamento de la moral se encuentra en prácticas sociales que
tienen normas específicas, impuestas, obligatorias, legales y coercitivas. a diferencia de la moral la ética obtiene sus normas de
la conciencia y de la voluntad, su origen está en la razón y el proceso reflexivo que involucra.
Entre la ética y la religión hay una fuerte relación, ya que el propósito de la ética es ayudarnos a orientar nuestra vida, lo mismo
que hemos observado en la religión.
Al estudiar algunas de las distintas religiones, podemos ver que tienen grandes diferencias, que hay muchas doctrinas, en las
cuales cada una tiene su propia motivación, su propio sentido. Entre ellas hay distintas formas de comportamiento, en casi
todos los sentidos, a la hora de actuar, de rezar, de ayudar a los demás, incluso hemos visto que muchas de ellas no tienen un
dios como referencia, si no que únicamente buscan la plenitud de la vida, o el significado de la existencia. Es aquí donde
queremos llegar: todas tienen un propósito común, que es “orientarse en la vida”, saber a dónde vamos, o a donde llegaremos,
cual es el camino que debemos seguir.
La diferencia es que las religiones te indican cual es el camino que debes seguir, mientras que la ética te indica que camino es
correcto y cual no, y partiendo de esa base, eres tú mismo, el único que va a elegir qué hacer, sin tener ningún tipo de influencia.
La cuestión que se nos plantea ahora es, ¿podemos ser morales sin ser religiosos?, ya que, en el caso de no ser religioso, no
tienes el “patrón” que te indica cual es la elección que debes seguir. Las actitudes morales de un creyente, suelen ser en buena
medida consecuencia de su fe, en cambio las actitudes de una persona que no sea creyente, pueden sostenerse también, sobre
la base de principios racionales.
Podemos plantearnos una pregunta: ¿cómo influyen las creencias religiosas en los comportamientos éticos?
La ética cristiana radica en la práctica del bien y de las buenas obras, tal como lo manda Jesucristo en el Evangelio. Por otra
parte, el bien o el buen obrar está presente de modo intrínseco en la persona misma, que según la enseñanza cristiana fue
hecho a imagen y semejanza de Dios.Las actitudes morales de un creyente suelen ser, en buena medida, una consecuencia de su
fe religiosa. Por ejemplo, un cristiano considera que robar o matar son cosas éticamente reprobables, ante todo porque, para el
cristiano, “no robar” o “no matar” son mandamientos de la ley de Dios. Cada religión fundamenta y da sentido a unas
determinadas actitudes morales, que en muchas ocasiones resultan razonables. Durante mucho tiempo se creía que: “si no hay
religión, no hay moral”. Hoy en día la libertad que tenemos, nos indica que la ética puede sostenerse sobre la base de principios
racionales, y no exclusivamente religiosos. También hay una ética individual y social que se asienta sobre unos principios
independientes de cualquier religión, esta es la ética laica.
La mentalidad de la gente cambia a medida que avanza la sociedad, podemos decir que antes la gente se refugiaba en la religión
y seguía sus leyes o mandamientos para alcanzar la salvación el día del juicio final, hoy en día mucha gente se refugia en la
religión porque creen necesaria la creencia en algo superior para que toda la responsabilidad del individuo no recaiga sobre ellos
únicamente. La ética cristiana presupone o asume dos asuntos fundamentales: la existencia de Dios, y la autoridad de las Santas
Escrituras como revelación de Su mente y voluntad. Dicho con otras palabras: que hay un sólo Dios Verdadero, Inmortal, Sabio e
Invisible, y se ha revelado a Sí mismo. En relación con la conducta humana, significa que tenemos absolutos morales, y por tanto
Ética, o lo que es lo mismo, un deber moral innato. Así que: la ética es ese deber moral innato en todo ser humano. Por tanto, si
la existencia de Dios es negada, entonces la moralidad y la ética automáticamente desaparecen; la conducta humana caería bajo
la esclavitud de un relativismo moral interminable. Allí quitarle la vida bajo anestesia a un niño de tres años porque sea paralítico
(Eutanasia de hoy día), pudiera ser visto como un bien moral. Necesitamos, pues, una ética de valores morales absolutos, que
regule la conducta recíproca de los hombres, o que mis deberes ciudadanos no sean establecidos por estadísticas que pueden
ser manipuladas para probar cualquier cosa, sino por la verdad, equidad y compasión del carácter del Creador.
Su naturaleza: El fundamento de la Ética queda establecido en las palabras del Señor Jesucristo: “Todo cuanto queráis que os
hagan los hombres, así también haced vosotros con ellos” (Mt.7:12). Este precepto es la regla de la vida.
Su primer componente es la verdad, porque nadie se miente a sí mismo, la conversación interna o en nuestras mentes es
sincera, franca, veraz; de manera intencional no nos mentimos a nosotros mismos; aunque si nos auto engañamos cuando
tenemos una perspectiva errada de la realidad, lo cual es común en nosotros los humanos. Un segundo componente es la
justicia o equidad, pues delante de la Ley de Dios todos los hombres son iguales, y los iguales no tienen poder de autoridad
entre ellos. No soy juez de mi prójimo. El tercer componente es la bondad, porque nadie es difamador ni cruel consigo mismo.
En resumen, la ética es como una mesa de tres patas: Verdad, justicia y bondad. Cualquiera de estas columnas que falten, la
mesa se cae.
ACTIVIDAD: Elaborar un mapa conceptual sobre ética, moral, normas, religión. Argumentar el sentido ético y moral de las
Normas. Aportar reflexión personal a esos conceptos.
LA MORAL SOCIAL
La moral social es la parte de la ética que estudia el valor moral del comportamiento humano en el ámbito
de las relaciones sociales. Trata preferentemente del comportamiento de las personas en relación con los
demás, en cuanto viven en sociedad, en unas estructuras y ámbitos determinados.
La moral social surge de la realidad social vista a la luz de la fe. La justicia es la clave de la estructura social
junto con los principios de solidaridad y subsidiariedad. El hombre se integra en el mundo social mediante
el trabajo y la economía, que tienen un valor moral. La comunicación entre los hombres da una dimensión
mundial a los problemas sociales; en este ámbito se destacan el desarrollo sostenido y una ética de la paz.
La cultura y la religión son dos valores sociales fundamentales que deben cuidarse conjuntamente.
En los documentos más recientes, el magisterio social de la Iglesia ha adoptado gradualmente una nueva
identidad: “Solidaridad con el mundo “. La Iglesia parte ahora de una conciencia más viva de la solidaridad
que la liga al mundo, por estar profundamente inserta en su historia. Los problemas se abordan con una
nueva metodología, inspirada en una lectura realista de la sociedad. La realidad social sólo es significativa
para la Iglesia cuando se lee a la luz del Evangelio.
Nuestra sociedad, la que llamamos contemporánea, está regida por una serie de valores que forman la
moral de esta. Por ejemplo, si tocamos el tema del trabajo, en nuestra moral existen dos puntos de vista, el
que nos enseña que el trabajo es necesario e imprescindible en esta vida y el que nos dice que lo que se
impone es la vagancia, la pérdida de tiempo y usar este tiempo para cosas innecesarias (ver la tele en
demasía, jugar al ordenador, dormir en exceso, entre otros).
Pero hay muchos valores que se desdoblan en la sociedad, uno de ellos puede ser la tolerancia, o
intolerancia, tan pronto somos buenos y tolerantes con todo o nos quejamos por todo y por nada, por
ejemplo, de que hay muchos extranjeros trabajando en nuestro país y quitándonos oportunidades a los
demás.
Todo esto demuestra un gran factor de la sociedad, la capacidad o incapacidad de unirse ante injusticias y
ante la necesidad de ayudar a los demás.
En esta sociedad, en la que impera la comunicación, buena o mala, se suelen destacar demasiado los
hechos violentos, muchas veces aislados, aunque mezclados con otras cosas tales como racismo,
machismo (o feminismo), terrorismo (incluso violencia callejera), vandalismo, rivalidad deportiva, entre
otros sucesos que ocupan las primeras páginas de los noticiarios del país durante días, lo que no sucede
con los buenos hechos de esta sociedad. Esto aumenta la sensación de que la moral de la sociedad está
"mal", "equivocada", "destrozada"...
Los valores positivos de la sociedad se encuentran en todos los sitios, salvo donde tienen que estar, que es
en las noticias, que exageran la parte mala de la sociedad y nos hacen ver esta como muy mala.
¿Cuál es la actitud que debemos tener los ciudadanos frente a los problemas sociales?
BUSCANDO CAMINOS
Para buscar el aporte en la construcción de una nueva sociedad, de quienes empiezan a vivir la vida,
tendríamos que analizar algunas acciones de personas y grupos que reflejan la posición que tienen frente a
su vida y a la de los demás.
A lo largo de la historia Una parte importante También hay gente que
de la humanidad, ha de la humanidad ha vive en medio de los
habido personas, dedicado su esfuerzo a diferentes muros que
caracterizadas por su derribar muros de le rodean, sin
tendencia a levantar división y exclusión participar ni a favor ni
muros de exclusión para unir y proteger en contra de la vida
social, que han atentado toda forma de vida social y pensando solo
contra toda forma de comunitaria. en su bienestar
vida comunitaria. personal.
LA CONCIENCIA ETICA
Debido a que somos seres racionales podemos obrar con conciencia, es decir, tenemos la capacidad
de discernir y tomar una decisión. ¿Has experimentado alguna vez un deseo imperioso de hacer
algo que tu conciencia te decía que no debías hacer?
Gracias a la facultad de la razón puedes escuchar la voz de Dios que te invita a optar por el bien. Se
trata de la conciencia.
La palabra conciencia designa dos realidades distintas: el hecho de ser conscientes de sí mismo, que
corresponde a la conciencia psicológica y, en segundo lugar, el mecanismo interno que está en el
nivel cognitivo para percibir la realidad en términos del bien y del mal ético, al que designamos con
el nombre de conciencia moral.
La formación de una adecuada conciencia moral, fundamentada en la voluntad de Dios, es un
proceso permanente que implica:
1. Interiorizar y personalizar las exigencias morales.
2. Asumir los valores y normas positivamente; no con miedo, o por temor a un castigo.
3. Ver y valorar las situaciones desde los principios morales.
4. Hace referencia constante al Evangelio y a la persona de Jesús.
5. Tener en cuenta que la conciencia se forma continuamente en los diferentes ámbitos sociales que
frecuentas (familia, barrio, colegio, etc.), con el testimonio y coherencia de vida entre lo que dices y
haces, con la oración, con la revisión de las intenciones de tu actuar; con la lectura de la Palabra de
Dios y siguiendo los consejos de las personas responsables que buscan tu bien.
Actividad: Elaborar un mapa conceptual sobre conciencia ética y moral social.
*Escoger 3 ideas principales del texto y argumentar sobre el tema.
*Observa, piensa y analiza cuáles son los muros que, en el mundo, en tu religión, colegio o familia se han
levantado en contra de las diversas formas de vida social. Escribe sobre esos muros.
En contexto filosófico, la ética y la moral tienen diferentes significados. La ética está relacionada con el
estudio fundamentado de los valores morales que guían el comportamiento humano en la sociedad,
mientras que la moral son las costumbres, normas, tabúes y convenios establecidos por cada sociedad.
Estos términos tienen diferente origen etimológico. La palabra "ética" viene del griego "ethos" que
significa "forma de ser" o "carácter". La palabra "moral" viene de la palabra latina "morales", que significa
"relativo a las costumbres".
La ética es un conjunto de conocimientos derivados de la investigación de la conducta humana al tratar de
explicar las reglas morales de manera racional, fundamentada, científica y teórica. Es una reflexión sobre la
moral.
La moral es el conjunto de reglas que se aplican en la vida cotidiana y todos los ciudadanos las utilizan
continuamente. Estas normas guían a cada individuo, orientando sus acciones y sus juicios sobre lo que es
moral o inmoral, correcto o incorrecto, bueno o malo. En un sentido práctico, el propósito de la ética y la
moral es muy similar. Ambas son responsables de la construcción de la base que guiará la conducta del
hombre, determinando su carácter, su altruismo y sus virtudes, y de enseñar la mejor manera de actuar y
comportarse en sociedad.
La pregunta sobre la juventud y los valores morales es hoy un tema de gran actualidad, tal vez porque en
las nuevas generaciones se muestran los primeros frutos de todo lo que nuestra civilización planta y
cultiva. Superando así, por esta primera hipótesis, una lectura moralizante de la juventud, el tema nos
remite a los factores múltiples que contribuyen a la formación de los valores morales y al desarrollo del
comportamiento humano. De esta forma, analizar la crisis de los valores morales de la juventud será, en
gran parte, analizar la crisis de los valores morales de nuestra sociedad en general.
Así, la crisis de los valores morales de la juventud, para que sea adecuadamente pensada, exige una
consideración de un conjunto más amplio de cambios en los significados de la vida, cambios que afectan a
toda la sociedad contemporánea. Podemos decir que, a propósito del “mundo de los jóvenes” no se puede
ver aislado de este conjunto. Los jóvenes “no se les puede entender si no es en el seno de la sociedad en
que viven. La juventud actual condensa y refleja los problemas y conflictos de una sociedad compleja”
Cuando hablamos de “valores morales”, es importante notar que éstos están frecuentemente constituidos
por hábitos establecidos en un grupo o sociedad y que deben subordinarse a la valoración ética. Asimismo,
la crisis y cambio de valores morales no significa necesariamente una amenaza o un peligro, se puede ver
como algo saludable.
La crisis de valores relacionada con la juventud tiene un contexto sociocultural amplio del cual la juventud
es parte. No se puede aislar a la juventud de este contexto.
Cuando hablamos de “juventud”, nos referimos a una pluralidad de modelos, que no pueden ser
homogeneizados sin grandes pérdidas. Cada modelo está en relación a diferentes situaciones y herencias
morales. En América Latina, son importantes para comprender a la juventud, las diferentes raíces
culturales como son sus diferentes herencias morales, las diferentes clases sociales, entre los cuales
destacan los jóvenes pobres y trabajadores; jóvenes marginales y expuestos a la delincuencia y al consumo
de drogas; jóvenes de clase estudiantil urbana.
Existe un modelo que se puede entender hoy como hegemónico. Esta hegemonía se expresa en la
tendencia de la cultura moderna a imponerse. También se ejerce por la fuerza de una imposición virtual,
estableciendo patrones de comportamiento y de referencia. Es posible retomar algunas tendencias
morales características de ese modelo.
En las relaciones con la juventud y sus valores morales, además de los desafíos de la pastoral, la Iglesia
puede verse interpelada desde dentro por algunos acentos como son la insistencia en lo privado, en el tipo
de relaciones del compañero-comunidad que defiende, en el idioma que usa para proponer formas
religiosas a los significados y en el propio horizonte de sentido de vida que ofrece.
El proceso formativo de valores morales, para que sea evangélicamente conducido y al mismo tiempo
inculturado, exige cierta consideración de cómo los jóvenes participan en la creación de logros en la vida
social, es decir en la producción y consumo de servicios, en la producción y “consumo” de relaciones, en la
producción y “consumo” de sentidos. Un proceso formativo debe necesariamente ser participativo,
superando relaciones simplemente institucionales, impositivas y autoritarias.
Ante las tendencias de elaboración moral de la cultura moderna, la Iglesia los ve como el desafío de vivir
radicalmente los ideales del Sermón de la Montaña y de guiarlos hacia las utopías del Reino de Dios,
reconociendo sus propias ambigüedades e insuficiencias en este sentido. Esto exige transparencia, por un
lado, y por otro también la gradualidad en las demandas, para facilitar un crecimiento. La crisis de valores
morales de la juventud debe ser vista en el contexto bíblico de “signos de los tiempos”, provocadores no
simplemente de una acción misionera, sino también de una revisión interna, espiritual y organizacional de
la propia Iglesia.
Actividad: Escoger 3 ideas principales y debatir sobre el tema. Identificar 3 retos éticos para el joven de
hoy. Proponer posibles soluciones a esos retos.