Teorias - Comunicación Organizacional
Teorias - Comunicación Organizacional
Teorias - Comunicación Organizacional
Teoría clásica
La teoría clásica de las organizaciones se desarrolló desde la Revolución Indus-
trial hasta principios del siglo xx. Uno de los logros más importantes de esta
teoría fue la sistematización de la actividad industrial para perfeccionar la forma
en que las organizaciones deberían estar estructuradas y alcanzar la manera
óptima de operar. La teoría clásica y su perspectiva general acerca de la comuni-
100 CAPÍTULO 4 La comunicación organizacional
Los principios que se enlazan de manera directa con el estudio y la práctica Unidad de
de la comunicación organizacional son aquellos que están relacionados con la dirección
estructuración de las tareas y la autoridad en las organizaciones. En particular, Las funciones
atribuidas deben
hay tres principios afines que sobresalen por su importancia: a) la unidad de di- asignarse por de-
rección, b) cadena en escalafón y c) unidad de mando. Cada uno de estos principios partamentos y sus
está relacionado con la comunicación vertical en las organizaciones; sin embar- operaciones deben
ser dirigidas por un
go, la cadena en escalafón implica la existencia de comunicación horizontal. De
solo gerente.
manera sencilla, puede decirse que el principio de unidad de dirección se refiere
a que las funciones deben asignarse por departamentos y que sus operaciones Cadena de
escalafón
deben ser dirigidas por un solo gerente. La cadena en escalafón sugiere que en la
Sugiere que en la
organización debería existir una “escala gradual de superiores”: desde los que organización debe-
ocupan los puestos más altos hasta los de menor escala en autoridad. Esta escala ría existir una escala
o cadena, además, debería ser el medio para llevar a cabo la comunicación ascen- gradual de superio-
res, desde los que
dente y descendente. No obstante, el principio implica también la comunicación
ocupan los puestos
horizontal preautorizada, que permite a los gerentes de igual categoría comu- más altos hasta los
nicarse directamente (lo que se conoce como puente de Fayol). En los últimos de menor escala en
tiempos, un ejemplo de este proceso ha reaparecido como una idea defendida autoridad.
en el gobierno federal de Estados Unidos. Un fracaso de Comunicación entre Puente de Fayol
agencias federales, como el FBI o la CIA, fue citada por algunas autoridades Se refiere a la co-
como un factor muy importante que hizo posible que los terroristas atacaran municación horizon-
tal preautorizada,
los edificios del World Trade Center el 11 de septiembre del 2001 (Flynn, 2002;
que permite a los
DeFleur et al., 2005). gerentes de igual ca-
Por último, el principio de unidad de mando establece que un gerente nunca tegoría comunicarse
debe violar la cadena de mando y tratar con un subordinado ignorando al supe- entre sí.
rior del mismo. En este sentido, los principios de Fayol establecen las estructu- Unidad de mando
ras piramidales en las organizaciones con escalas jerárquicas muy diferenciadas Establece que un
(con funciones divididas), en las que la comunicación es controlada cuidado- gerente nunca debe
violar la cadena de
samente y sigue la cadena de mando jerárquica en la toma de decisiones de la
mando y tratar con
organización (Jablin, 1988). un subordinado
Muchos autores están de acuerdo en que el libro de Max Weber, Theory of ignorando al
Social and Economic Organizations, publicado en 1947, representa la culminación superior del mismo.
de los principios de la teoría organizacional clásica. Weber trató de determinar
una forma de organización que sirviera mejor a las crecientes y cada vez más
complejas necesidades de la sociedad industrial. Los estudios y análisis que rea-
lizó en torno a este objetivo lo llevaron a plantear una teoría plenamente siste-
matizada acerca de la estructura de la autoridad en las organizaciones. La Teoría
de las organizaciones económicas y sociales es un libro que bosqueja la teoría webe-
riana de la burocracia. Esta obra, además de reiterar varios de los principios de
otros teóricos clásicos (especialización del trabajo, unidad de mando, cadena en
escalafón), sugiere que las organizaciones se deben gobernar por normas, reglas
102 CAPÍTULO 4 La comunicación organizacional
Además, se debe indicar que la perspectiva clásica mostró poco interés en los
efectos que el ambiente organizacional tiene sobre el funcionamiento interno de
las mismas, ya que cuando ésta se desarrolló el ambiente de las organizaciones
tendía a ser estable y homogéneo (había suficiente trabajo, materia prima y mer-
cados para los productos y pocas reglamentaciones gubernamentales).
Teoría humanística
Desarrollada hacia mediados de los años treinta, a esta corriente se le considera,
de alguna manera, como la respuesta al enfoque clásico de las organizaciones.
Los estudios Hawthorne (Mayo, 1933; Roethlisberger y Dickson, 1939), consi-
derados como el inicio de este movimiento, se realizaron durante más de cinco
años en la planta de la Western Electric Company de Hawthorne, con el objeti-
vo de explorar diferentes principios de la administración científica. Uno de los
primeros estudios que se llevaron a cabo estaba relacionado con los efectos que
las variaciones de la intensidad de la iluminación tendrían en la productividad
de los obreros. El resultado de éste y otros estudios que se realizaron condujo
al equipo de investigación a concluir que la productividad de los obreros no sólo
depende de las condiciones físicas de trabajo, la psicología de los trabajadores y
los incentivos económicos, sino también de elementos como las relaciones inter-
personales entre los obreros, las normas de grupo y la forma de supervisión del
Teoría de las organizaciones y comunicación organizacional 103
nes (Jablin, 1990). Esta teoría propone que todo ser humano tiene el potencial
de querer y aceptar responsabilidades para autodirigirse, autocontrolarse y ser
creativo en su trabajo. Con base en lo anterior, el autor propone la administración Administración
por objetivos en la que el empleado es responsable y determina sus objetivos con por objetivos
la ayuda y colaboración de un mando superior —no con su supervisión— (Mar- Señala que el em-
pleado es respon-
tínez de Velasco, 2002). Según Likert, las organizaciones que adoptan el siste- sable y determina
ma 4 de administración son más eficientes que las que utilizan cualquier otro. sus objetivos con la
Las teorías de las relaciones humanas hicieron evidentes que los lazos so- ayuda y colabora-
ciales existentes entre trabajadores, así como sus patrones de comunicación in- ción de un mando
superior.
formal, fueron factores muy importantes en la vinculación del obrero con la
organización (DeFleur et al., 2005). En resumen, los enfoques humanísticos de
la teoría organizacional pugnan por:
En contraste con los teóricos clásicos, los humanistas proponen una orga- Perspectiva de
nización justa que base su estructura en la atención a los más bajos niveles de sistema cerrado
De acuerdo con
jerarquía y en la integración en la organización (colaboración). Por otro lado, y
ésta, las organiza-
de manera similar a como pensaban los clásicos, los defensores de las relaciones ciones se contienen
humanas consideran que su enfoque es aplicable a todas las organizaciones y a sí mismas y operan
muestran poco interés en los efectos que pueda tener el ambiente organizacional en forma racional
y determinista, con
en su funcionamiento. plena independencia
del ambiente organi-
zacional.
Teoría de los sistemas
Perspectiva de
La teoría de los sistemas parte de la premisa de que la organización es un sistema sistema abierto
compuesto por un conjunto de elementos interrelacionados entre sí y, al menos Desde este punto
en un nivel abstracto, con fronteras identificables. El objetivo de la organización de vista las orga-
es alcanzar la eficiencia óptima, donde el resultado sea mayor que la suma de las nizaciones son un
sistema en transfor-
partes (Fernández Collado, 2002; Razik y Swanson, 1995). Sin embargo, debe
mación que está en
observarse que cuando se hace referencia a una organización como sistema, se le relación dinámica
puede considerar como un sistema cerrado o bien, como un sistema abierto. Tanto con su ambiente.
106 CAPÍTULO 4 La comunicación organizacional
la década, en la que planteaba que los roles “centrales” (esencialmente los de en-
lace) desempeñaban un papel significativo. Durante este mismo periodo, Allen
y sus colaboradores (Allen, 1966; Allen y Cohen, 1969), en el Institute of Tech-
nology de Massachusetts, exploraron los canales mediante los que se difunde
la información y, en particular, los roles de “portero” dentro de estas redes. Los
resultados de los estudios sobre las características de los roles de enlace en las
redes de comunicación indican que usualmente éstos tienen más acceso a la in-
formación, envían más mensajes, son más influyentes y tienen más contactos de
comunicación que las personas con roles de no-enlace.
También se encontró que los enlaces eran “porteros” de información con más
frecuencia (fuentes de información iniciales), que los no-enlace. Como Monge, Ed-
wards y Kirste (1978) observaron: “Estos estudios presentan un perfil de miem-
bros de enlace notablemente firme, lleno de energía, dinámico, un miembro con-
fiable que lleva a cabo un servicio de comunicación vital para su organización.”
En síntesis, los estudios de comunicación organizacional durante la década
de 1960 parecen haber continuado en la misma línea de la década anterior. En
general, los investigadores mantuvieron su enfoque de describir las caracterís-
ticas de las redes y climas de comunicación dentro de las organizaciones com-
plejas. Más específicamente, esta investigación se concentró en cuatro aspectos:
a) En determinar qué perciben los miembros de una organización como analo-
gías de comunicación de una buena supervisión. b) En decidir hasta qué grado
es un problema en las organizaciones la distancia semántica de la información
entre jefe y subordinado. c) En determinar la relación que existe entre la actitud
del subordinado respecto al trabajo y el grado en que se percata de su participa-
ción en la toma de decisiones. d) En detectar de qué manera difieren las actuales
conductas de comunicación percibidas y los roles de enlace y de no-enlace den-
tro de la comunicación organizacional.
acción y los niveles de ejecución de los miembros que lo integran. Además, las
investigaciones de la tecnología de grupo (la variación y análisis de las tareas) han
revelado que la tecnología no sólo afecta a los patrones internos de comunicación
de grupo, sino también a las formas de comunicación utilizadas para coordinar
actividades entre los grupos organizacionales. En esencia, parece que los inte-
grantes de las organizaciones pretenden comparar su conducta y sus procesos de
comunicación e información con las demandas de sus actividades particulares y
las tecnologías asociadas con ellas.
En resumen, la investigación de la comunicación organizacional creció con-
siderablemente en alcance y profundidad durante la década de 1970. Sin embar-
go, es probable que sea correcto concluir que la mayoría de las investigaciones
se centraron en delinear la naturaleza, cualidades y características de los climas,
así como de las redes de comunicación organizacional. De manera que las prio-
ridades en la investigación de la época parecen haber estado asociadas con la
intención de resolver las siguientes cuestiones: a) ¿Cuáles son los componentes
y correlaciones de los grupos de trabajo y sobre todo de los climas de comunica-
ción organizacional entre jefe-subordinado? y b) ¿Cuáles son las características
del trabajo de grupo y la comunicación organizacional y, en particular, de la
distribución de roles “clave” en la comunicación?
Triandis y Albert (1987), por ejemplo, analizaron cómo se relacionan los am-
bientes organizacionales con los diferentes procesos de organización en diver-
sas culturas. Hofstede (1980) investigó las diferencias que existen en los valores
y actitudes relacionadas con el trabajo en diferentes países. Hirokawa (1981) y
Stohl (1986) estudiaron la utilidad de los círculos de calidad, la versión japonesa
de toma de decisiones participativa en empresas estadounidenses.
La investigación de la comunicación organizacional durante los ochenta se-
ñala que los académicos continuaron explorando diversas áreas de interés de dé-
cadas anteriores; sin embargo, mostraron mayor preocupación por los siguientes
tres temas: a) ¿Cómo afectan al fenómeno de la comunicación los factores de los
subsistemas y suprasistemas? b) ¿Cómo se transforma el fenómeno de la comu-
nicación a través del tiempo? y c) ¿De qué manera los miembros de una organi-
zación crean y recrean significados compartidos mediante la comunicación?
que no se puede alegar que “la Posmodernidad es de algún modo [sólo] una
gran puerta de entrada hacia una nueva civilización” (Lanz, 2000: 34), pues
pareciera que algunos autores posmodernos se han quedado merodeando en esa
puerta de entrada durante décadas, sin ir nunca más allá de ella. Ciertamente, la
Posmodernidad es una gran puerta de entrada hacia un futuro más promisorio,
que ha asumido cierto liderazgo y que precisamente por eso, también recae so-
bre la orientación posmoderna la urgencia de búsqueda y estructuración de una
fundamentación epistemológica adecuada que la sustente (Martínez, 2004).
El periodo posmoderno en la comunicación organizacional se caracteriza
por tres narrativas fundamentales:
Teoría crítica
La raíz de esta teoría, como se comentó en el capítulo uno, puede encontrarse en
los trabajos de Carlos Marx. Pensadores contemporáneos, en especial el grupo
de profesores alemanes conocido como Escuela de Frankfurt se basó en sus
124 CAPÍTULO 4 La comunicación organizacional
Teoría crítica ideas, a las que hizo numerosos cambios y adaptaciones para desarrollar la ac-
Corriente de pen- tualmente muy conocida teoría crítica. Según Dwight Conquergood (1991), esta
samiento alemán corriente de pensamiento es una suave coalición de intereses y no un frente
que considera que
el aspecto más im- unificado. Lo que sí transita a lo largo de este cuerpo de ideas es que la vida
portante de la vida organizacional tiene como componente principal el interés político. Los pos-
organizacional es el tulados más importantes de la teoría crítica para el estudio de la comunicación
interés político.
organizacional son los siguientes:
simples como el consumo o las relaciones personales, hasta las actividades pro-
fesionales más complejas— está ligada o reclama la posesión de conocimientos.
El desarrollo de la informática, el crecimiento de las intranets y del mercado
de los ordenadores portátiles, las innovaciones tecnológicas, la telefonía móvil con
sus avances, siguen transformando el entorno competitivo que se perfila como
imprevisible y su situación podría decirse que es de supervivencia continua.
El conocimiento constituye el recurso básico para los individuos, para la
economía y para la sociedad en su conjunto, y éste llega con rapidez a través de
las nuevas tecnologías. Las organizaciones, inmersas en una nueva economía
globalizada, compiten no solamente frente a un entorno local, sino frente a cual-
quier empresa extranjera que oferta diversidad de productos y servicios. Esto
supone el rediseño de la forma de trabajar y un replanteamiento en la forma de
relacionarse. Con la llegada de la era digital, en la que la información y los cono-
cimientos son lo más importante, las empresas e instituciones tienen el reto de
gestionar el talento de su personal “capital intelectual” (gestión del conocimien-
to), éste es un recurso clave para destacar y diferenciarse de sus competidores.
Entramos, pues, en una era en la que cada vez más la educación será la condi-
ción decisiva para poder participar en el mundo o quedar excluidos, pues como se-
ñala Castells (1994) en la sociedad de la información y del conocimiento las fuer-
zas productivas tienen que estar altamente cualificadas, ser creativas y cada vez
más autónomas, condiciones todas ellas ligadas estrechamente a la educación.
Otros opinan que es más apropiado llamarla sociedad del aprendizaje por el
papel clave que el aprendizaje permanente está llamado a desempeñar en la socie-
dad del siglo xxi, en el que la habilidad más competitiva será la de aprender y la
inteligencia, la materia prima por excelencia del milenio que hemos inaugurado.
También se la ha llamado sociedad de la información. Esta denominación de-
signa una condición de la sociedad en la que determinado tipo de conocimientos
y datos circulan con tanta rapidez que rompen las barreras culturales, la dis-
tancia y los límites de la capacidad de almacenamiento y procesamiento de la
información. Es decir, denota una aceleración de determinadas características
de la sociedad del conocimiento. En este modelo, la información es la principal
fuente de riqueza y la base para la organización económica, política y social.
En definitiva, invertir en conocimientos y comunicación es el comienzo, las
organizaciones que optimicen la cantidad y calidad de sus flujos informativos y
las comuniquen serán las competitivas. En este nuevo milenio, de la sociedad de
la información y el conocimiento, de la importancia del capital intelectual, las
empresas e instituciones están obligadas a sobrevivir en un mercado sin fronte-
ras, y sólo su capacidad de respuesta, apertura y adaptación a los cambios le dará
fuerza para crecer (Zapata, 2004).