Anarquismo

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Anarquismo

La palabra 'anarquismo' viene del griego: arché significa primer principio


organizador, fundamento, poder. Por eso 'anarquismo', con el prefijo
griego 'a' de negación, significa "sin fundamento", "sin poder", "sin
jefe".

Ha existido y todavía existe una gran variedad de formas de


anarquismo. Lo que todas ellas comparten es la crítica al poder
jerárquico y centralizado, la crítica a la autoridad. En concreto, los
anarquistas focalizan su crítica al poder del Estado, que se entiende
como un poder centralizado, que monopoliza la fuerza coercitiva y que es
ilegítimo.

Como dice el filósofo ruso Mijaíl Bakunin (1814-1876), defensor del


anarquismo clásico: “Si existe un Estado, entonces una clase domina a
otra y, como resultado, existe el esclavismo; es impensable que exista un
Estado sin esclavismo, y es por eso que somos enemigos del Estado.”
(Estatismo y anarquía, 1873).

Algunos filósofos han contraargumentado a esta tesis anarquista


afirmando que la crítica anarquista es poco específica, que este tipo de
generalizaciones son difíciles de defender. De hecho, el poder político y el
Estado son mucho más complejos de lo que los anarquistas reconocen: el
poder político no es monolítico y se encuentra organizado de formas muy
diferentes en diferentes Estados, puede estar dividido, separado o
distribuido de diferentes formas, etc.

Una forma de responder a esta crítica es fijarse a qué tipo de estado


está atacando cada pensador anarquista. Bakunin, en concreto, dirige
su crítica al Estado marxista que, según dice, es opresor. Bakunin
defiende un movimiento global y socialista: la internacional anarquista (en
contraposición con la internacional comunista de su tiempo).

Si los anarquistas están en contra del poder político y del Estado, es


relevante que puedan responder cómo imaginan la vida sin
organización política.
En este punto, es interesante plantear esta pregunta a los estudiantes y
repasar qué responderían a esta pregunta algunos filósofos no
anarquistas.

¿Cómo imagináis la vida sin organización política?

• Aristóteles defiende que el ser humano es un animal social (zoon


politikón) que florece en sociedad. Según Aristóteles, la ausencia
de sociedad, de política, nos lleva a la infelicidad, a la
animalidad. El anarquismo no es propio del ser humano.
▪ Ver el apartado de "Comunitarismo" dentro del Tema
Central Ser Humano - El yo y el otro.
• Las teorías del contrato social defienden que el ser humano, antes
de formar parte de la sociedad, vivía en un 'estado de naturaleza'
que puede ser identificado con el anarquismo. ¿Cómo era el
estado de naturaleza?
◦ Thomas Hobbes (1588-1679) dice que el estado de
naturaleza es un estado de violencia y de guerra de todos
contra todos.
◦ John Locke (1632-1704) concibe el estado de naturaleza
como un estado de paz, bienestar y armonía.
▪ Ver el apartado "La justificación del poder político" dentro
del Tema Opcional Filosofía Política.
 

• Y vosotros, ¿cómo lo imagináis?

Los anarquistas tienen diferentes formas de entender cómo será la


sociedad sin autoridad, sin poder político, sin Estado. En cualquier
caso, defienden que la vida buena solamente se puede vivir sin
estructuras restrictivas o limitantes. Por lo tanto, cualquier institución o
moralidad que sea incompatible con la vida libremente elegida, debe ser
atacada, criticada y rechazada. Por lo tanto, los anarquistas están de
acuerdo en proponer un sistema social y político sin Estado, incluso sin
estructuras jerárquicas o autoritarias.

Para los anarquistas es crucial identificar las estructuras artificiales que


impiden nuestra vida buena, para combatirlas: el Estado, la autoridad, el
poder político, las instituciones, etc.
También es crucial identificar aquello que es producto de la naturaleza y
de la voluntad humana, para defenderlo: la libertad de elección de la
propia vida, etc.

3 contraargumentos al anarquismo y sus respuestas

Primer contrargumento: el anarquismo es nihilista y destructivo.


Según este contrargumento, ‘anarquismo’ no es nada más que otro
nombre que se le da a la ausencia de cualquier orden, es decir al caos.
Los anarquistas son violentes y destructivos. Lo quieren destruir todo,
incluida la moralidad. La anarquía es peligrosa.

Como respuesta a este contrargumento, hay que reconocer que es


verdad que algunos anarquistas critican cualquier forma de opresión en
una dirección nihilista, negando cualquier principio ético.

Pero también hay que reconocer que muchos anarquistas son pacifistas y,
por lo tanto, no defienden una revolución violenta. Uno puede ser
anarquista y defender la ética. Muchos anarquistas defienden principios
morales como la autonomía, la libertad, la solidaridad y la igualdad. De
hecho, muchos anarquistas atacan el Estado justamente porque impide la
felicidad humana, como se ha visto.

Segundo contrargumento: el anarquismo siempre acabará dando


lugar a otro Estado. Según este contrargumento, la anarquía es una
situación inestable. Como defienden los filósofos del contrato social
(Hobbes, Locke, etc.), el Estado emerge justamente como respuesta a la
inestabilidad de una anarquía inicial (a la que llaman “estado de
naturaleza”), donde no hay ninguna organización política. Por lo tanto, si
los anarquistas consiguieran deshacerse del Estado y del poder político,
tarde o temprano volvería a surgir la necesidad de instaurar un poder
político y un Estado, como explican los filósofos del contrato social.

Una respuesta a este contrargumento es que Hobbes se equivocó


describiendo el “estado de naturaleza” como un estado de guerra. Los
anarquistas son mucho más optimistas y defienden que en estado de
naturaleza los humanos vivíamos mucho mejor que bajo la opresión del
Estado. En estado de naturaleza vivíamos en comunidades pequeñas,
trabajando la tierra.

A pesar de eso, John Locke sí entiende el "estado de naturaleza" como un


estado de paz y armonía y, a pesar de eso, también defiende que el
"estado de naturaleza" es una situación inestable que da lugar al poder
político y al Estado civil. De hecho, según Locke el "estado de naturaleza"
tiene el peligro de dar lugar a un "estado de guerra" y, para prevenirlo, los
individuos hacen el pacto mediante el cual crean el Estado civil y el poder
político.

Otra respuesta que algunos anarquistas podrían dar a este segundo


contrargumento según el cual el anarquismo siempre acabará dando lugar
a otro Estado, es que aunque aparezca periódicamente un Estado,
tendríamos que destruirlo cada vez, porque siempre se convertirá en
un instrumento de opresión. Por lo tanto, se trata de un proceso cíclico:
si la anarquía no es estable, quizás nos conduce de nuevo a la creación
de un Estado, pero este estado siempre será opresor y por lo tanto
siempre tendremos que combatirlo para volver a la anarquía.

Tercer contrargumento: el anarquismo es utópico. Según este tercer


contrargumento, no hay forma de destruir el Estado por completo y por
eso las teorías anarquistas son utópicas, es decir que no se pueden llevar
a cabo. Sería mejor centrarse en criticar las jerarquías, las desigualdades,
las amenazas a la libertad, etc., desde un punto de vista liberal, para
proponer reformas que de hecho se puedan llevar a cabo para mejorar la
vida de las personas dentro de una organización política.

Una respuesta posible a este tercer contrargumento es que sí existen


algunos ejemplos históricos de comunidades anarquistas a escala
local que han tenido cierto éxito. Estos ejemplos concretos serían
considerados como unos primeros experimentos de cómo llevar a la
práctica la teoría anarquista. Según estos anarquistas, lo que hay que
hacer es continuar explorando cuál es la mejor manera de poner en
práctica la filosofía anarquista.

Otra respuesta posible a este tercer contrargumento es que desarrollar


teorías utópicas es útil porque nos ayuda a clarificar los valores, a
tener claro cuál sería la meta a la que tenemos que aspirar. Por este
motivo desarrollar las teorías filosóficas anarquistas es un ejercicio
intelectual útil que nos ayuda a entender nuestros valores y nuestros
compromisos con la libertad, la igualdad, la no opresión, etc., aunque de
hecho el anarquismo político no se pueda llevar a cabo.

Bibliografía:

• FIALA, A. (2018) "Anarchism", The Stanford Encyclopedia of


Philosophy. URL: https://plato.stanford.edu/archives/spr2018/
entries/anarchism/

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