Thom Holterman - Pueblos Sin Estado
Thom Holterman - Pueblos Sin Estado
Thom Holterman - Pueblos Sin Estado
Antropología y anarquismo
La Neurosis o Las Barricadas Ed.
http://www.solidaridadobrera.org/ateneo_nacho/biblioteca.html
CONTENIDO
NOTA PRELIMINAR
PRÓLOGO
A MODO DE EPÍLOGO
NOTA PRELIMINAR
1 Amborn, Herman, Das Recht als Hort der Anarchie. Gesellschaften ohne
Herrschaft und Staat, Editorial Matthes & Seitz Berlin, Berlín, 2016 (no hay edición en
castellano).
PRÓLOGO
3 Op. Cit.
justicia a la exhaustividad de su investigación y no plasmaba la
relevancia de este trabajo. Pensé en hacer un libelo a partir de
ese texto: los libertarios interesados y juristas dotados de
cierto espíritu crítico podrían utilizarlo para ampliar sus
conocimientos sobre las posibilidades de lo que
denominaremos una sociedad basada en una anarquía
regulada o una sociedad sin Estado.
10 Storm, Peter, «Op zoek naar alternatieven voor gevangenis en strafrecht», Buiten de
Orde, n.° 2, 2017.
11 Anarchy works, Ardent Press, San Francisco, 2010 (La anarquía funciona, La
Neurosis o Las Barricadas Ed., Madrid, 2014).
12 «Restraint and Ritual Aplogy: The Rotumans of the South Pacific», en Graham
Kemp y Douglas P. Fry (eds.), Keeping the Peace: Conflict Resolution and Peaceful
Societies around the world, Routledge, Nueva York, 2004.
resolución de conflictos. Todo esto lo hace mostrando
explícitamente los paralelismos con el pensamiento libertario
(o intentando convertirlo en algo fructífero para este). Ese es el
punto de partida que me lleva a traducir, revisar y completar
las partes del texto de Amborn, especialmente en lo
relacionado con la reflexión sobre el Estado y el derecho. Así es
como ha nacido este texto.
Thom Holterman
PRIMERA PARTE
La dominación no es inevitable
Cooperación Egoísmo
Adaptación/integración Expansión
Rizomas
Poder y derecho
14 Zur Kritik der Gewalt und andere Aufsátze, Suhrkamp, Frankfurt, 1999 (Para una
crítica de la violencia y otros ensayos. Iluminaciones IV, Taurus, Madrid, 2001).
el Tercer Reich, y al hacerlo se refiere enfáticamente al jurista
nazi Carl Schmitt, quien en 1934 fue capaz de escribir: «El
verdadero führer (jefe) es siempre un juez también. La jefatura
implica ser juez». En resumen, en lo que concierne a la visión
occidental del derecho, podemos observar que «Legislar es
ejercer poder». El reconocimiento del monopolio de la
violencia por parte del Estado incluye el monopolio de la
legislación. Esta idea resulta evidente en el mundo moderno
(occidental), pese a que supone incurrir en una contradicción
teórica derivada del reconocimiento de los derechos del
hombre cuyo objetivo es proteger a los individuos de la
arbitrariedad del Estado, teóricamente, porque todos saben
que cuando se trata del funcionamiento de los derechos
humanos, estos deben dejar paso a la razón de Estado. Ante
ella, el Estado de derecho se convierte en secundario, como se
puede constatar al hacer que el Estado de emergencia sea
permanente, al incorporarlo al derecho penal común. Tampoco
resulta extraño que sean siempre los movimientos políticos de
extrema derecha los que abogan, por ejemplo, por la denuncia
de las convenciones de derechos humanos.
15 Éditions La Découverte, París, 2019 (Against The Grain: A Deep History of the
Earliest States, Yale University Press, New Haven, 2017).
Las aportaciones de Clastres parten del análisis de
comunidades con un jefe que tiene cierto poder, pero que no
tiene los medios para conseguir imponer su voluntad. ¿Qué es
necesario para acceder a la posición de jefe? Como individuo,
debe tratarse de una personalidad moderadora, capaz de
utilizar su poder para fomentar el consenso. Este jefe debe, por
lo tanto, ser capaz de mantener la paz y la armonía en el grupo.
Debe ser también generoso: la avaricia, el deseo y el poder no
son compatibles con esa posición. También tiene que ser un
excelente orador: el don de la palabra es un medio de poder
político. Y solo él tiene el privilegio del derecho a la poligamia.
Violación de la competencia
Juicio y perdón
Debate pragmático
Fuerza comunicativa
Consenso y ritual
16 (N. del Ed.) Aunque no hay edición española nos hemos permitido traducir el título
referenciado: Rituelen ter terechtzitting, Kluwer, Deventer, 1987.
debe este paréntesis. Bueno, cualquiera que asocie rituales
exclusivamente con los llamados pueblos primitivos debe
pensar en cuán primitivos podemos ser nosotros mismos.
17 (N. del Ed.) No existe traducción en castellano de la obra referenciada por el autor:
Legitimation durch Verfahren, Suhrkamp, Frankfurt am Main, 1983.
VI. SOCIEDAD DE DERECHO COMO GARANTÍA DE UNA
SOCIEDAD LIBRE DE DOMINACIÓN
Anarquista
Evitando el poder
18 Bourdieu, Pierre, Le sens pratique, Les Éditions de Minuit, París, 1980 (El sentido
práctico, Siglo XXI, Madrid, 2007).
Hay reacciones diferentes dependiendo del caso, ya que la
evaluación de la gravedad del daño puede diferir
enormemente (por ejemplo, determinados tipos de fraude son
considerados legítimos por entrar dentro del campo
profesional en Occidente y, en ese sentido, se mantienen
alejados del ámbito de las infracciones).
Y LA ANTROPOLOGÍA ANARQUISTA
VII. LAS PRETENSIONES, EL COMPORTAMIENTO PREDADOR
Y EL «RETROPROGRESO»
Antropología liberal
19 Michéa, Jean‒Claude, Notre ennemi, le capital. Notes sur la fin des jours
tranquiles, Editions Flammarion, París, 2017.
elementos contrapuestos de la antropología liberal y la
antropología libertaria. La primera toma como punto de
partida la obra central del filósofo político estadounidense John
Rawls, del que hablaremos más adelante. La segunda parte de
un texto de Marcel Mauss de 1924 y de la obra del antropólogo
anarquista estadounidense contemporáneo David Graeber.
Michea habla de este asunto en las páginas 100‒106 de su
estudio, del que hablamos a continuación.
Antropología libertaria
20 Debt: the first 5 000 years, Melville House Publishing, Nueva York, 2011 (edición
en castellano a cargo de Ariel, Barcelona, 2012).
Puede que sea por esta razón, siguiendo a Graeber, que
Michéa sostenga que, el día después de una catástrofe
(inundación, fallo de una central eléctrica, colapso económico),
las personas inmediatamente comienzan a comportarse como
lo han hecho tradicionalmente: vuelven a un comunismo
cotidiano. Por un momento, por corto que sea, las jerarquías,
el mercado, etc., son considerados un lujo que no podemos
permitirnos. Los extranjeros de repente se convierten en
hermanos y hermanas, la sociedad humana parece renacer.
Esto es importante, porque muestra que hablamos de algo que
va más allá de la cooperación. En realidad, el comunismo se
desvela como la base sobre la que se sustenta la sociabilidad
humana.
Derecho y coerción
Visiones tradicionales
23 (N. del Ed.) Hemos traducido los títulos de la edición original de la que no existe
edición en castellano: «In Quest of a Reconciliation: Anarchism and Law» en Freiheit als
Rechtsbegnff, Duncker & Humblot, Berlín, 2016.
se oponen tradicionalmente: el positivismo legal y la ley natural
o iusnaturalismo. El positivismo jurídico queda rápidamente
descartado: la coincidencia entre derecho y ley, que obliga a
acatar la norma sin posibilidad de discusión, lo hace
inaceptable desde un punto de vista anarquista debido a su
rechazo de la norma heterónoma.
Habilidades
La romana La popular
La imperialista La federalista
La autoritaria La libertaria
27 The Great Transformation, Beacon Press, Boston, 1944 (ed. en castellano a cargo
de Editorial Virus, Barcelona, 2016).
y a las circunstancias materiales. El significado sustancial de la
economía se percibe en el sentido más amplio de puesta a
disposición. La economía es la manera en la que la sociedad
responde a sus necesidades materiales.
Economía
Capitalistas Anticapitalistas
Formalistas Sustantivistas
Escasez Abundancia
Antropología política
33 Nos hemos tomado la libertad de quedarnos con los datos del primer trimestre de
ese año tras comprobar que las variaciones no son significativas en otros trimestres y otros
años. Visto el 18 de febrero de 2020: http://www.in terior.
gob.es/web/archivos‒y‒documentacion/infracciones‒penales‒detenciones‒e‒investigado
s‒y‒victimizaciones2
manera se evita cuestionar el orden establecido y se ensalza un
supuesto orden meritocrático de una democracia en la que tu
fracaso laboral y económico se debe a tus limitaciones
personales que empiezan y terminan en ti mismo. Cuando los
tabloides y los programas televisivos de corte sensacionalista
se acercan a un asesinato, lo importante es conseguir audiencia
retratando lo excepcional del crimen, su crueldad, y para eso se
siguen todas las estrategias de comunicación necesarias. Para
ello se refleja a la víctima con una cercanía y una familiaridad
que fomenten una total identificación emocional entre quienes
se sientan frente a la pantalla y la propia víctima. Al tiempo se
sigue el proceso contrario con la persona que ha cometido el
crimen, lo que a veces supone tener que escuchar de forma
repetida la expresión: «pero si parecía una persona normal». Si
quien ha cometido un crimen fuese una persona normal se
debilitaría el objetivo de fomentar una reacción visceral contra
el criminal: conseguir una amplia audiencia atraída por una
desbordada emocionalidad y, por otro, fomentar una cultura
del miedo que colabore en desgastar la necesidad humana de
relaciones con otras personas para confinarla en un hogar
donde se refuerce el papel de la industria de la información
como mediadora entre las personas y la realidad.