Ensayo Cultura
Ensayo Cultura
Ensayo Cultura
Para comprender la relación de la cultura y cómo transmuta a través del tiempo, en las diferentes
generaciones, es necesario entender la situación de cada una de estas, abarcar a grandes rasgos
que la caracteriza para consecuentemente entender su percepción sobre el mundo que está
implícito en su cultura.
Empezando por la más antigua sobre la cual se realiza el análisis, nos trasladamos a 1945, donde
la segunda guerra mundial muestra sus vestigios en la sociedad colombiana, que a la par
atraviesa una crisis por así llamarla, de carácter político y social. Se lanzan al mandato liberales
para después ser asesinados, sea ejemplo de esto Jorge Eliécer Gaitán (1903-1948), un líder
aclamado sin cabida en una sociedad que asume la violencia como naturaleza. Así mismo se da
un hito en la lucha por la igualdad de género, permitiendo el derecho y deber de todo ciudadano
a las primeras mujeres colombianas durante esta época. Un periodo de inicio y finalización, de
tener cuidado, de lucha y revolución.
Avanzando en el tiempo, la violencia parece ser lo único que permanece, hasta 1978, cuando
nace la segunda generación, donde el recrudecimiento, atañe la conformación de los grupos
paramilitares y narcotráfico, especialmente un personaje que bajo el concepto de muchos era un
actor de justicia y para otros un prófugo de la ley que encabezaba el cartel de Medellín, sería
redundante nombrarlo, por lo tanto, me abstendré de hacerlo. Resalta el hito de la séptima
papeleta, donde los mismos jóvenes alzaron sus voces en contra de las restricciones y creando
ese sentimiento de cansancio frente a la guerra constante. Se restringen e incluso satanizan
ciertas conductas, actos y sustancias, todo aquello que pueda aludir a un conflicto se mira con
repudio al ser sinónimo de la violencia.
Retomando las ansias de cambio, durante el nuevo milenio se pondrá a prueba diferentes formas
de finiquitar la situación del país. Tratar de acabar con una guerra casi interminable, donde todos
los "bandos" tienen una causa que defender. Ya para el 2006, se ve un horizonte alentador, con
turbulentas situaciones y de dudosa moral, parece irse formando dicha promesa de la paz. La
cual algunos años más cerca a la actualidad, se firma, aparentemente poniendo fin a tanto
sufrimiento y dando cabida a un proceso de restauración, de olvido, de perdón, cualquier
eufemismo al proceso doloroso que las víctimas deben atravesar. Las redes sociales, los aparatos
electrónicos y todas las nuevas invenciones, se utilizan como medios para unir al país en ciertas
ocasiones, emitir opiniones sobre actos o negligencias. Se le otorga al país un medio para
exponer la verdad, evitar la repetición y educar sobre lo que sucedió. En su mejor uso, se
cumplirá lo antes dicho, sin obviar situaciones inoportunas, como información no veraz, entre
otras cuantas más.
Exponiendo tan resumido contexto sobre la historia que rodea cada generación, podemos
entender la relación de la misma con su concepción sobre cada aspecto de la vida. Donde en
todas las conquistas de un corazón puede atravesar barreras de espacio, aunque por razones
diferentes, desde guerras hasta la intermediación de un aparato electrónico. Donde la visión del
hombre y la mujer varían, sin embargo, permanece la premisa donde la mujer debe esforzarse
aún más por ser y prevalecer sobre su opuesto, desde el ámbito profesional, personal, casi
cualquiera que se pueda mencionar. Es así consecutivamente con todos los conceptos, viendo
como pensamientos prevalecen, pero cambian, y tradiciones se desvanecen cuando no
encuentran la misma condición para ser perpetradas, aunque otras, intrínsecas, duran y se
traspasan, como reuniones familiares, demostrando la importancia de la familia. La educación se
permea con las experiencias vividas, sin ánimo de hacer una crítica a cada forma de crianza, es
inevitable pasar por desapercibido como los golpes y los gritos siempre estuvieron presentes
durante nuestra juventud, desvaneciéndose con lentitud, a medida que se toma conciencia.