Migración Irregular en México: Un Desafío para Los Derechos Humanos
Migración Irregular en México: Un Desafío para Los Derechos Humanos
Migración Irregular en México: Un Desafío para Los Derechos Humanos
A comienzos del siglo XXI, habitamos un mundo dividido, en el que la interconexión es cada vez
más intensa en la medida en que el comercio, la tecnología y la inversión acercan a las diversas
sociedades; independientemente de la “separación” político-territorial entre los Estados. Pero en
términos de desarrollo humano y calidad de vida el espacio entre los países se ha caracterizado
por profundas e, incluso, crecientes desigualdades en el ingreso y en las oportunidades de vida
digna. Por ejemplo, el ingreso económico total de los 500 individuos más ricos del mundo resulta
superior al ingreso de los 416 millones de pobres. Los 2,500 millones de personas que viven con
menos de 2 dólares al día (y que representan el 40% de la población del orbe) obtiene sólo el 5%
del ingreso mundial; mientras que el 10% más rico, consigue el 54%. Y en este planeta interco-
nectado en que vivimos, se evidencia que un futuro fundado en la pobreza masiva en medio de la
abundancia es económicamente ineficaz, políticamente insostenible y moralmente indefendible 1 .
A. Migración y sociedad contemporánea
El mundo actual se muestra como un mosaico de escenas, situaciones y circunstancias tan diversas
y confusas, tan ofensivas y complejas que resulta difícil separarlas, analizarlas para explicarlas y
pretender aportar algo para su solución.
El reconocer a tiempo la viabilidad o la casuística de un fenómeno otorga elementos válidos para
descifrar su complejidad y plantear alternativas a quienes pueden, pero fundamentalmente a
quienes desean participar en su solución.
En el presente ensayo planteo una concepción integradora de las particularidades de la migración
irregular, abordando uno de los temas que, frente el panorama actual, se erige como una llaga
1 Véase Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, Informe sobre Desarrollo Humano 2005. La coope-
ración internacional ante una encrucijada: ayuda al desarrollo, comercio y seguridad en un mundo desigual, pp. 4
y ss. http://hdr.undp.org/reports/global/2005/espanol/ (fecha de consulta: 12 de enero de 2007).
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Estado, Derecho y Democracia en el momento actual
abierta en las sociedades contemporáneas. Ante una globalización 2 desmedida, los seres humanos
hemos sido incapaces de prever y controlar el fenómeno migratorio. Si bien es cierto, se han aper-
turado las fronteras entre los Estados para facilitar el libre tránsito de mercancías, servicios e
inversiones; pero la situación cambia sustancialmente cuando se trata del libre tránsito de perso-
nas 3 por lo que dichas fronteras se cierran herméticamente y se remarcan a través de un muro
infranqueable. La ineficacia de la medida resalta diariamente ante el complejo fenómeno migra-
torio.
El concepto central respecto al cual gravita el presente estudio consiste en que los derechos
humanos deben de ser garantizados por la Nación Mexicana en el decurso de la migración.
La explicación de las causas de los procesos migratorios, desde un punto de vista económico, ha
sido abordada desde 3 perspectivas diferentes 4 : la teoría neoclásica, la aproximación histórica-
estructural 5 y la teoría de sistemas migratorios 6 . Para los efectos de este estudio considero impor-
tante mencionar, a pesar de sus inconsistencias 7 , a la teoría neoclásica. Esta teoría establece la
existencia de fuerzas de rechazo-atracción (push-pull) y concibe a las causas de la migración como
una combinación de factores de rechazo que impelen a las personas a dejar sus lugares de origen
con factores de atracción que las conducen a algunos países receptores; supone que los individuos
“buscan” el país de residencia que maximice su bienestar.
2 Para profundizar sobre este punto véase Kaplan, Marcos, Estado y Globalización, México, UNAM, 2002, pas-
sim; Ferrajoli Luigi, “Pasado y futuro del Estado de Derecho”, en Carbonell, Miguel (ed.), Neoconstitucionalismo
(s), Madrid, Trotta, 2003, pp. 13-27; Ianni, Octavio, La sociedad global, México, Siglo XXI, 2002, pp.71-83. Para
conocer algunas consecuencias de la mundialización véase Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo,
Informe sobre…, op. cit, passim; González de la Vega, René, Justicia e Ideología, México, UNAM, 2005, pp. 325-
342.
3Mientras que en la Unión Europea el tránsito de personas entre los Estados miembros es esencial; no se puede
olvidar los problemas que se generan con la entrada irregular a su territorio de individuos que no pertenecen a la
Unión.
4 Véase Castles, Stephen y Miller, Mark, La era de la migración: movimientos internacionales de población en el
vínculos previos entre los países de envío y recepción basados en la colonización, la influencia política, el inter-
cambio, la inversión o los vínculos culturales. Idem.
7 Se retoma esta teoría ya que, lejos de ser perfecta, es la más adecuada para efectos de este estudio. Esta
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Desde una perspectiva jurídica, después de la segunda guerra mundial 8 se agudiza la preocupa-
ción de la sociedad internacional por defender los derechos humanos 9 y se elaboran instrumentos
que enuncian o establecen el respeto a dichos derechos diseñando sistemas regionales para su
protección. De forma que hoy día el Derecho internacional de los derechos humanos y algunas
figuras como el Ombudsman han sido ampliamente aceptadas, desarrolladas y consolidadas 10 en
la mayoría de los países democráticos del orbe.
Es dable decir, que de la interpretación sistemática de los acaecimientos que caracterizan al fenó-
meno migratorio se podría pensar que en la misma proporción en que surgen instrumentos inter-
nacionales e instituciones domésticas, regionales y mundiales para la protección y tutela de los
derechos fundamentales de la persona; también crecen y se agudizan las violaciones sistemáticas de
dichos derechos, lo que evidencia el desajuste del sistema.
El Informe sobre las migraciones en el mundo 2005, presentado el 22 de junio de ese año por la
Organización Internacional para las Migraciones (OIM) 11 , establece que los migrantes represen-
tan el 2.9% de la población mundial, es decir, entre 185 y 192 millones de personas. Este informe
señala, en términos generales, que los migrantes son un beneficio para los países receptores y no
una carga como algunas políticas pretenden evidenciar.
Pese a lo anterior, la incompetencia estatal para ordenar los flujos migratorios 12 , ha conducido a
la transgresión de derechos de los migrantes quienes, ante la inexistencia de una denominación
más adecuada, han sido clasificados en regulares e irregulares 13 .
8 Esta afirmación resulta hoy un tópico de la doctrina. Es sabido que la preocupación por los derechos humanos y
su nacimiento jurídico conceptual es mucho anterior a la segunda guerra mundial; sin embargo este aconteci-
miento se considera punto de partida en la defensa de los derechos humanos en la época actual.
9 Si bien es cierto que la doctrina realiza la diferenciación entre los derechos humanos y derechos fundamenta-
les, para los efectos de este estudio los usaré indistintamente, entendiendo que los derechos humanos compren-
den a los derechos fundamentales. Cfr. Ferrajoli, Luigi, Derechos y garantías. La ley del más débil, 4a. ed., trad.
de Perfecto Andrés Ibáñez y Andrea Greppi, Madrid, Trotta, 2004, pp. 37 y 40; Nogueira Alcalá, Humberto, Teoría
y dogmática de los derechos fundamentales, México, UNAM-IIJ, 2003, p.58; Peces-Barba Martínez, Gregorio,
Curso de Derechos Fundamentales. Teoría General, Madrid, Universidad Carlos III, 1999, pp. 21-38; Hernández
Martínez, María del Pilar, “Constitución y derechos fundamentales”, Boletín Mexicano de Derecho Comparado,
No. 84, septiembre-diciembre, México, UNAM-IIJ, 1995, p.38. Sobre dificultades de la expresión de derechos
humanos véase Atienza, Manuel, El sentido del Derecho, Barcelona, Ariel, 2004, pp. 208-217.
10 Es conveniente mencionar que esa consolidación aún no logra su madurez.
11 Creada el 5 de diciembre de 1951, la OIM es un organismo internacional intergubernamental, con sede central
en Ginebra, Suiza. México ratificó el tratado de creación de la OIM el 5 de junio de 2002 y en consecuencia es
Miembro de la Organización.
12 Analizando instrumentos internacionales encontramos que la emigración constituye un derecho establecido por
la Declaración Universal de Derechos Humanos. El art.13 de dicha Declaración dice que «Toda persona tiene
derecho a circular libremente y a elegir su residencia en el territorio de un Estado» y añade: «Toda persona tiene
derecho a salir de cualquier país, incluso el propio, y a regresar a su país». Disposición similar se encuentra en el
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artículo 12 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos que establece: «Toda persona tendrá derecho
a salir libremente de cualquier país, inclusive del propio».Posición reafirmada por el artículo 22.2 de la Conven-
ción Americana sobre Derechos Humanos. De este modo, se consagra el derecho a emigrar, pero no a inmigrar.
La inmigración sólo es posible si existe un país dispuesto a acoger al emigrante y sólo es legal si las normas del
país receptor la reconocen como tal. En sentido estricto, y para los fines de este estudio, no se puede entender
que el regresar al país del que uno es nacional, represente el reconocimiento internacional del derecho a inmi-
grar.
13 En la comunidad internacional no existe un criterio unánime sobre la denominación de los migrantes; se propo-
nen los siguientes apelativos: legales e ilegales, documentados e indocumentados, regulares e irregulares; se
estima el último como el más adecuado. Para la Convención Internacional sobre la Protección de Todos los
Trabajadores Migratorios y de sus Familiares (93 artículos), el trabajador migratorio, según su artículo 2, es:
«toda persona que vaya a realizar, realice o haya realizado una actividad remunerada en un Estado del que no
sea nacional», en su artículo 5 los clasifica en «a) documentados o en situación regular si han sido autorizados a
ingresar, a permanecer y a ejercer una actividad remunerada en el Estado de empleo de conformidad con las
leyes de ese Estado y los acuerdos internacionales en que ese Estado sea parte; b) Serán considerados no
documentados o en situación irregular si no cumplen las condiciones establecidas en el inciso a) de este artícu-
lo».
14 Esta Convención fue aprobada por el Senado mexicano el 14 de diciembre de 1998 y publicada en el Diario
Oficial de la Federación el 13 de agosto de 1999. Dicha Convención entró en vigor hasta el 1º de julio de 2003,
ya que exigía al menos 20 ratificaciones para este fin y la comunidad internacional la ratificó lentamente. Como
consecuencia de dicha Convención se crea el Comité de Protección de los Derechos de Todos los Trabajadores
Migrantes y de sus Familiares, que en marzo de 2004 llevo a cabo su primer periodo de sesiones, para profundi-
zar en la actividad de dicho Comité véase http://www.ohchr.org/spanish/bodies/cmw (fecha de consulta: 12 de
enero de 2007).
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los ciudadanos) nacen libres e iguales en derechos». Y solo existe una clase de derechos atribuidos a los indivi-
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Sin embargo, en la actualidad, a nacionales (entre ellos los ciudadanos) se les conceden las garan-
tías y derechos establecidos en la legislación del país en cuestión. Situación que, al contrario, no
acontece en el caso de los migrantes irregulares a los cuales, en la mayoría de ocasiones, les son
negados los derechos esenciales 18 de todo ser humano.
Por lo tanto, la nacionalidad 19 se ha convertido en una institución de exclusión y discriminación;
es un requisito indispensable para que las personas adquieran, los derechos y libertades básicas
que es obligación de todo Estado reconocer y tutelar. Por lo que aquellas personas que están
imposibilitadas para adquirir la nacionalidad del Estado en el que residen (legal o ilegalmente)
no tienen la posibilidad de reclamar el ejercicio de sus libertades y derechos básicos, no obstante
que conforme a los principios universales de derechos humanos estas minorías 20 (etnoculturales,
sociales o económicas) deben gozar de todas las prerrogativas y libertades básicas conforme al
derecho positivo del Estado receptor, el cual las reconoce y garantiza sólo a sus nacionales.
Como expone Jorge Bustamante, al referirse a la contradicción dialéctica entre dos ejercicios de
soberanía, por un lado se encuentra la definición que el Estado hace, generalmente en su Consti-
tución, sobre quien es un nacional y quien es extranjero. Pero cuando esta diferenciación es per-
sonificada por nacionales y extranjeros al entrar en una relación social, se convierte en criterio de
desigualdad. Esta desigualdad o asimetría de poder, por lo general se ve sancionada por el Estado
al dar un trato desigual a nacionales y extranjeros, equivalente a un acceso diferencial a los recur-
duos que son ciudadanos, nos referimos a los derechos políticos (regulados en el numeral 6). Esta misma posi-
ción se proclama en el Código Civil de Napoleón al establecer que «el ejercicio de los derechos civiles es inde-
pendiente de la calidad de ciudadano» (artículo 7). Ferrajoli, Luigi, op. cit., pp. 97-103.
18 Al hablar de derechos esenciales, me refiero a los derechos civiles, que comprenden el derecho a la vida,
libertad, igualdad, seguridad jurídica, integridad física, debido proceso, trato digno, prohibición de tratos crueles,
inhumanos y degradantes, entre otros.
19 Ibarra Palafox sostiene que es la institución de la ciudadanía la que se configura como una institución de
exclusión, sin embargo, en este estudio, se entiende que para el caso de México y la mayoría de países latinoa-
mericanos la nacionalidad comprende a la ciudadanía (además de que la principal exigencia de los migrantes se
refiere fundamentalmente a los derechos civiles, los cuales son otorgados a todos los nacionales aunque no sean
ciudadanos). Entendiendo que la postura adoptada por Ibarra Palafox es consecuencia de que la diferenciación
entre ciudadanía y nacionalidad no existe en E. U. A. y países europeos, en donde sólo se habla de ciudadanía.
Si el presente estudio es leído por una persona que no sea latinoamericana, o en cuya tradición jurídica no exista
la distinción referida, la expresión correcta es que «la ciudadanía se ha convertido en una institución de exclu-
sión». Cfr. Ibarra Palafox, Francisco, Minorías etnoculturales y Estado nacional, México, UNAM, 2005, pp. 164 y
188; Ruiz Vieytez, Eduardo y Ruiz López, Blanca, Las políticas de inmigración: la legitimación de la exclusión,
Bilbao, Universidad de Deusto, 2001, passim.
20 Cfr. Idem; Prieto Sanchís, Luis (coord.), Tolerancia y minorías. Problemas jurídicos y políticos de las minorías
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sos públicos que favorece al nacional. De lo anterior surge una condición de vulnerabilidad 21 de
los migrantes.
Así se produce un proceso social paradójico por medio del cual los inmigrantes-extranjeros son
etiquetados como extranjeros en un sentido peyorativo, lo cual es una construcción social que
parte de un acto de poder que los nacionales de un país derivan ilegítimamente de un derecho
legítimo de soberanía del Estado de definir quién es un nacional y quién no lo es 22 .
Aunado a lo anterior, en múltiples ocasiones los migrantes irregulares son considerados como
delincuentes por violar las normas de migración del país al que ingresan. Los gobiernos olvidan
que, en la mayoría de los casos, los migrantes irregulares sólo buscan incorporarse en actividades
productivas que les permitan vivir y enviar dinero a sus familias; o pasar desapercibidos en su
travesía por el país de tránsito 23 .
Además desde el punto de vista sociológico y jurídico no se ha dimensionado que las personas que
emigran dejan una familia en su lugar de origen; el fenómeno migratorio no sólo implica a la
persona que se desplaza, sino también afecta, beneficia o perjudica, a la familia que queda en
espera del regreso o de los envíos de dinero; si ese migrante muere o desaparece, la familia queda
desamparada y esta situación genera graves problemas sociales en las naciones de origen 24 .
21El propio Bustamante define a la vulnerabilidad estructural como la «condición de impotencia que se deriva de
una asimetría de poder frente a otros que es sancionada por el Estado», Cfr. Bustamente, Jorge, El marco jurídi-
co de la migración y derechos humanos de los migrantes, México, UNAM-IIJ, 2003 p. 11. El mismo autor nos
habla también la existencia de una vulnerabilidad cultural la que define como: «El conjunto de valores, ideas,
prejuicios, ideologías, xenofobias y racismos que se van generando en la sociedad huésped acerca de los ex-
tranjeros-inmigrantes, que retroalimentan la vulnerabilidad estructural». Cfr. Bustamante, Jorge, “La paradoja de
la autolimitación de la soberanía: derechos humanos y migraciones internacionales” en Méndez Silva, Ricardo
(coord.), Derecho internacional de los derechos humanos, Memoria del VII Congreso Iberoamericano de Derecho
Constitucional, México, UNAM-IIJ, 2002, pp. 123- 156.
22 Véase Bustamante, Jorge, Migración internacional y derechos humanos, México, UNAM-IIJ, 2002, p. 119.
23 Es claro que, en algunos casos, los migrantes irregulares no pretenden los fines anteriores y sí representan un
peligro para la salud o seguridad de los habitantes de los países a los que ingresan. Un ejemplo de ello es el
grupo de los “mara salvatrucha”. O los inmigrantes pueden ser transmisores de enfermedades. En este caso nos
encontramos con una colisión de intereses y derechos entre nacionales y extranjeros. Sin embargo, en el presen-
te trabajo solo trataré la migración voluntaria irregular de aquellas personas que, sin representar un peligro para
la sociedad mexicana, ingresan a nuestro país y sufren violación a sus derechos humanos. Para profundizar en
el tratamiento de contradicción de principios o derechos desde la perspectiva de Guastini y Alexy, véase Moreso,
José Juan, “Conflictos entre principios constitucionales” en Carbonell, Miguel (ed), Neoconstitucionalismo…, op.
cit., pp. 99-121. También Rodríguez de Santiago, José María, La ponderación de bienes e intereses en el Dere-
cho administrativo, Madrid, Marcial Pons, 2002, passim.
24 Internacionalmente la institución de la familia está protegida, entre otros, por el artículo 23 del Pacto Interna-
cional de Derechos Civiles y Políticos; y el artículo 15 del Protocolo adicional a la Convención Americana sobre
Derechos Humanos en materia de derechos económicos, sociales y culturales “Protocolo de San Salvador.”
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Estado, Derecho y Democracia en el momento actual
Ambos ratificados por México. Mientras que en el ordenamiento interno mexicano, la Constitución Federal esta-
blece que la ley protegerá la organización y el desarrollo de la familia (artículo 4).
25 El Estado Mexicano es considerado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo como un país
de desarrollo humano alto, y ocupa el lugar 53 a nivel mundial, teniendo una esperanza de vida de 75.1 años,
véase http://www.hdr.undp.org/reports/global/2005/español/pdf/HDR05_ sp_HDI.pdf. (fecha de consulta: 12 de
enero de 2007). A pesar de lo anterior, en México existen diversos problemas y circunstancias sociales y, espe-
cialmente, económicas, que pueden constituir el origen de la decisión de muchos mexicanos de emigrar. El 16 de
febrero de este año, el Congreso de la Unión elaboró el documento titulado “México ante el fenómeno migratorio”,
a través de puntos de acuerdo, y en este escrito se establecen una serie de principios, recomendaciones sobre
los compromisos que México debe asumir, y los elementos a considerar ante una eventual reforma migratoria en
Estados Unidos. Para su elaboración participaron legisladores, gobierno federal, académicos, expertos en políti-
cas migratorias y organismos civiles.
26 Para los efectos de este estudio y sin pretender profundizar en este punto, se pueden mencionar los siguien-
tes: el Decreto sobre Colonización del 18 de agosto de 1824; Decreto sobre extranjería y nacionalidad del 30 de
enero de 1854; Ley de Extranjería y Naturalización del 20 de mayo de 1886; primera Ley de Inmigración del 22
de diciembre de 1908; Ley de Migración de marzo de 1926; Ley de Migración del 30 de agosto de 1930; Ley
General de Población de agosto de 1936; Ley General de Población de diciembre de 1947; Ley General de
Población que rige actualmente y data del 7 de enero de 1974.
27 Los no inmigrantes pueden tener alguna de las características siguientes: turista, transmigrante, visitante,
ministro de culto o asociado religioso, asilado político, refugiado, estudiante, visitante distinguido, visitantes
locales, visitante provisional y corresponsal (artículo 42).
28 Las características de lo inmigrantes son: rentista, inversionista, profesional, cargo de confianza, científico,
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El INM ha llevado a cabo la construcción de siete estaciones migratorias 34 , entre las que destacan
la de Tapachula, Chiapas, que el INM considera como una estación modelo, edificada en una
superficie de 30 mil metros cuadrados, en la que se cuenta con áreas separadas para hombres,
mujeres, familias y jóvenes; dormitorios con literas separadas, servicios médicos y oficinas para
consulados y personal de organizaciones de derechos humanos; sin embargo esto no asegura un
trato digno a los migrantes irregulares, y se habla de que dicha estación reproduce condiciones
carcelarias.
Cabe destacar que en relación a la migración irregular, la legislación mexicana contiene una
disposición desafortunada, al establecer el carácter «delictivo» de las personas que ingresen ile-
galmente al territorio mexicano, sancionándolos con una pena de hasta dos años de prisión y
multa de trescientos a cinco mil pesos (artículo 123 LGP). Esto incrementa la vulnerabilidad de
los migrantes irregulares en nuestro país, propiciando que sean sujetos de extorsión por las auto-
ridades, bajo la amenaza de ir a prisión; además de que dicha regulación puede generar o aumen-
tar el sentimiento de xenofobia de los nacionales al considerar criminales a los migrantes.
Mientras que el artículo 94 del reglamento de la LGP 35 viola el artículo 18 constitucional, que
establece que sólo habrá lugar a prisión preventiva por delito que merezca pena corporal; pero no
para extranjeros sujetos a medida administrativa de aseguramiento.
También existen algunas regulaciones acerca de la exigencia a los extranjeros de comprobar la
legal estancia en el país para la celebración de algunos actos frente a autoridades federales, loca-
les, municipales, notarios públicos, corredores de comercio y jueces del registro civil (artículos 67
y 68 LGP y 149 a 151 del Reglamento de la LGP). Empero, dichos artículos han tenido una
interpretación muy interesante por parte del Poder Judicial Federal que, en tesis aisladas, a esta-
blecido el alcance del precepto 67 de la LGP reafirmando el respeto irrestricto a los derechos
fundamentales de los individuos, independientemente de su condición migratoria regular o irre-
gular. En ellas se señala que aún cuando no se cumpla con el requisito del artículo 67 de la LGP
(demostrar la legal estancia en el país) los no nacionales tienen capacidad para ejercitar acciones o
hacer valer excepciones en juicio 36 . También se indica que: «…tomando en consideración que la
34 Las otras nuevas estaciones migratorias se localizan en Los Cabos, Baja California Sur; Nuevo Laredo, Ta-
maulipas; Saltillo, Coahuila; Morelia, Michoacán; Mérida, Yucatán; Tijuana, Baja California. Además, en construc-
ción están dos más, una de ellas en Janos, Chihuahua y la otra en Acayucan, Veracruz. Idem.
35 El artículo 94 establece que: «...En aquellos lugares en que la Secretaría no tenga establecidas estaciones
migratorias, se considerarán habilitados locales de detención preventiva para el aseguramiento de los extranjeros
que deban ser expulsados».
36 EXTRANJEROS, CAPACIDAD DE LOS, PARA PROMOVER EN JUICIO. NO SE ENCUENTRA LIMITADA
POR EL ARTICULO 67 DE LA LEY GENERAL DE POBLACION. Séptima Época, Tercera Sala, Semanario
Judicial de la Federación, 217-228 Cuarta Parte, p. 123.
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legitimación activa o pasiva es la posibilidad, aptitud, o facultad que tiene el sujeto para desem-
peñarse por sí mismo dentro de un juicio determinado a fin de defender los derechos de que es
titular, ya sea como actor o como demandado, el solo hecho de que el trabajador haya compare-
cido al juicio laboral por su propio derecho, lo legitima para tal efecto, no obstante que sea ex-
tranjero y no tuviere acreditada su legal estancia en el país, pues de no reconocerle tal legitima-
ción se le violarían las garantías contenidas en los artículos 14 y 16 de la Carta Magna» 37 .
En un sentido similar, se establece que: «...el artículo 1o. de la Constitución Política de los Esta-
dos Unidos Mexicanos no distingue entre los nacionales y extranjeros al señalar que todo indivi-
duo que se encuentra en territorio mexicano goza de las garantías que otorga la propia Constitu-
ción; [...] por otro lado, el numeral 33 dispone que los extranjeros (no distingue entre regulares o
irregulares) tienen derecho a las garantías que otorga en su capítulo I, título primero, dentro de
las cuales se encuentra la contenida en el dispositivo 17, segundo párrafo, de la misma Ley Fun-
damental [...] En consecuencia, todo extranjero que sufra una lesión en su esfera jurídica, se en-
cuentra legitimado para denunciar o querellarse aun en el caso de que no compruebe su legal
estancia en el país» 38 . Por lo cual: «...el extranjero, por el simple hecho de ser persona, goza de
las garantías individuales consagradas en la Constitución, de conformidad con el artículo 1o. de
este mismo ordenamiento, entre las que se encuentra la consagrada en el artículo 17 constitucio-
nal que consiste en el derecho de que se les administre justicia por los Tribunales establecidos que
tienen obligación de impartirla en los plazos y términos que fijan las leyes...» 39
Así se fortalece en nuestro país el criterio de protección de derechos humanos de migrantes; una
muestra de ello es que en el estado de San Luis Potosí, mediante ley publicada el 13 de julio 2004,
se crea el Instituto de Atención a Migrantes de ese estado. Mientras que el 4 de abril de 2006 el
Senado mexicano aprobó el proyecto denominado «Ley de protección a migrantes y sus familias»,
el cual ha pasado a la Cámara de Diputados para su dictaminación 40 .
después de la entrada en vigor de dicha ley; además de la creación de centros de atención a migrantes, con lo
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Como parte de nuestro sistema jurídico mexicano, de acuerdo con las disposiciones del artículo
133 Constitucional, se encuentran los tratados internacionales 41 los cuales son parte de la Ley
Suprema de toda la Unión. A este respecto nuestro Tribunal Constitucional consideró que: «...los
tratados internacionales se encuentran en un segundo plano inmediatamente después de la Ley
Fundamental y por encima del derecho federal y local [...] estos compromisos internacionales son
asumidos por el Estado Mexicano en su conjunto y comprometen a todas las autoridades frente a
la comunidad internacional [...] en esta materia no existe limitación competencial entre la Fede-
ración y las entidades federativas [...] la interpretación de artículo 133 lleva a considerar en un
tercer lugar al derecho federal y local en una misma jerarquía...» 42 .
Lo relevante de esta tesis es que, aún cuando no constituye jurisprudencia, por medio de ella se
abandonó el criterio sostenido anteriormente por la Corte respecto a que las leyes federales y
tratados tenían la misma jerarquía normativa. El Poder Judicial Mexicano también ha estableci-
do que: «Cuando los tratados internacionales reglamentan y amplían los derechos fundamentales
tutelados por la Carta Magna, deben aplicarse sobre las leyes federales que no lo hacen, máxime
cuando otras leyes también federales también lo hacen» 43 .
1. Desajustes del sistema
Hasta aquí hemos expuesto las disposiciones que en materia migratoria establece el texto consti-
tucional, la legislación e interpretación judicial mexicana.
Lamentablemente en múltiples ocasiones la correspondencia entre la realidad y la ley no existe o
se presenta una colisión entre las leyes migratorias y los derechos humanos. Bustamante, como
mencioné, establece la contradicción dialéctica entre dos ejercicios de soberanía. Profundizando
en este aspecto, se encuentra, por una parte, el conflicto que existe entre el derecho soberano de
un Estado a controlar sus fronteras y a decidir su política de migración; y por la otra, el incum-
plir con la obligación de respetar los derechos humanos contraída internacionalmente mediante
que se pretende detener las violaciones de derechos de migrantes en nuestro país. Véase
http://www.jornada.unam.mx/2006/04/05/03/n1mig.php y http://www.cronica.com.mx/nota.php?idc=234763.37k
(fecha de consulta: 14 de enero de 2007).
41 Los cuales deben de estar de acuerdo con la Ley Fundamental, celebrados y que se celebren por el Presidente
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44 Existe una paradoja en esta contradicción: un Estado tiene el derecho soberano de limitar su propia soberanía.
Véase Bustamante, Jorge, “La paradoja de la autolimitación..., op. cit, pp. 123- 156.
45Es un organismo constitucional autónomo que tiene por objeto esencial la protección, observancia, promoción,
estudio y divulgación de los derechos humanos que ampara el orden jurídico mexicano (artículo 2 de la Ley de la
CNDH). El procedimiento ante la CNDH se regula por el Título III de su Ley, que comprende del artículo 25 al 66,
en los que se dispone que cualquier persona podrá presentar quejas de presuntas violaciones de derechos, las
cuales solo podrán presentarse en el plazo de un año a partir de la presunta violación. Una vez admitida la queja,
se pondrá en conocimiento de las autoridades, los cuales deberán de rendir un informe en un plazo de 15 días
naturales y se tratará de lograr una conciliación entre las partes involucradas. El Visitador General puede solicitar
se tomen medidas precautorias para evitar violaciones irreparables a los derechos humanos. La Comisión expide
acuerdos de trámite y recomendaciones que serán aplicables solamente al caso particular en que surgieron. La
recomendación será pública y no tendrá carácter imperativo.
46 Esta Visitaduría General cuenta con ocho oficinas foráneas: cuatro en la frontera norte: Reynosa, Tamaulipas;
Ciudad Juárez, Chihuahua; Tijuana, Baja California; y Nogales, Sonora; y cuatro en la frontera sur: Coatzacoal-
cos, Veracruz; Villahermosa, Tabasco; y San Cristóbal de las Casas y Tapachula, en Chiapas. En la oficina de
Coatzacoalcos se registran las quejas de migrantes que convergen en la zona de Medias Aguas, Veracruz, (los
migrantes viajan en tren desde la península de Yucatán en el “Ferrosur” y desde Chiapas en la línea ferroviaria
“Chiapas Mayab”, siendo conocida la zona de Medias Aguas como un embudo donde confluyen migrantes irregu-
lares para después viajar al centro y norte del país).
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del Grupo Beta 47 llevan a personas mutiladas por el tren al albergue Jesús el Buen Pastor, ante las
frecuentes negativas para atenderlos en hospitales públicos…» 48 .
La CNDH ha emitido, en lo que respecta a los derechos de migrantes irregulares 49 , las siguientes
recomendaciones: 214/1993, 23/2004, 5/2005, 24/2005, 27/2005, 14/2006, 20/2006, 21/2006,
22/2006, 23/2006 y 33/2006. Entre los derechos transgredidos y violentados se encuentran: vida,
integridad física, sicológica y sexual, debido proceso legal, asistencia consular, trato digno, entre
otros. A continuación se retomarán algunos aspectos de dichas recomendaciones.
La recomendación 214/1993, por violaciones cometidas en contra de 659 ciudadanos chinos
indocumentados asegurados en Baja California, los cuales, luego de un procedimiento sumario de
deportación, fueron expulsados de México los días 17 y 18 de julio de 1993; en ella se sostiene
que: «Los indocumentados chinos fueron asegurados con esposas plastificadas, como medida de
seguridad, no es menos cierto que los Artículos 128 de la LGP y 153 de su Reglamento autorizan
a la Secretaría de Gobernación a tomar las medidas adecuadas para el aseguramiento de los ex-
tranjeros que deban ser expulsados del territorio nacional y que [...] la medida de esposarlos no
es, en sí misma, violatoria de Derechos Humanos. En cambio, sí podría representar un acto con-
trario a la dignidad humana, además de una medida innecesaria, el que se hubiera teñido el pelo
de los indocumentados con pintura fluorescente para el efecto de que, en caso de evadirse, resulta-
ra más fácil su identificación. La extensión de la zona del cabello a la que fue aplicada la pintura
es en realidad irrelevante, si se considera que en todo caso se trataba de una marca. La marca está
estrictamente prohibida por el artículo 22 de la Constitución General de la República [...] se
trata de un procedimiento atentatorio a la dignidad de las personas».
Encontramos también la recomendación 23/2004, cuyo procedimiento se estableció a raíz de la
queja de 23 migrantes (18 de nacionalidad salvadoreña, cuatro de nacionalidad mexicana y uno
de nacionalidad ecuatoriana), que pretendían ingresar, a través de Baja California, en forma
indocumentada a E. U. A. el 14 de junio de 2002, los cuales fueron atacados por miembros del
Ejército mexicano, quienes dispararon en contra del automóvil en que se transportaban. El 4 de
47 El Grupo Beta nació como un organismo de apoyo a los migrantes en 1990 por impulso de Miguel Limón
Rojas, entonces subsecretario de Población y Servicios Migratorios de la Secretaría de Gobernación y de Ernes-
to Rufo Appel, en su primer año como gobernador de Baja California. La primera coordinación se estableció en la
ciudad de Tijuana y actualmente existen 10 coordinaciones en el país: Agua Prieta, Nogales, Desierto de Altar,
Tijuana, Mexicali, Tecate, Matamoros, Tapachula, Comitán y Tenosique.
48 Informe especial de la CNDH sobre la situación de los derechos humanos en las estaciones migratorias y
lugares habilitados del Instituto Nacional de Migración en la República Mexicana, presentado por José Luis
Soberanes Fernández, en diciembre de 2005. http://www.cndh.org.mx/acndh/informes/espec/espec.htm (fecha
de consulta: 14 de enero de 2007).
49 Existen también recomendaciones por violaciones a los derechos humanos de migrantes regulares, tal es el
288
Julieta Morales Sánchez
50 Demanda presentada por nuestro país ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) el 10 de enero de 2003, por
la inobservancia del derecho de información sobre la asistencia consular de 54 personas condenadas a la pena
capital por tribunales norteamericanos. Para profundizar sobre este caso, véase Gómez-Robledo, Juan Manuel,
“El Caso Avena y otros nacionales mexicanos (México c. Estados Unidos de América) ante la Corte Internacional
de Justicia” en Anuario Mexicano de Derecho Internacional V- 2005, México, UNAM, 2005, pp. 173-220.
289
Estado, Derecho y Democracia en el momento actual
Humanos (Corte IDH) a este respecto, la Opinión Consultiva OC-16/99, a la que me referiré más
adelante.
La CNDH en su recomendación 27/2005 señala que el señor José Antonio Flores Bulnes, de na-
cionalidad hondureña, fue detenido y golpeado el 23 de enero de 2004 por personal de la Secreta-
ría de Marina, durante un operativo llevado a cabo ese mismo día por personal de esa Armada en
las vías del ferrocarril, un kilómetro después de Acapetahua, Chiapas, siendo puesto a disposición
del INM en Huixtla, Chiapas. Las conductas realizadas por elementos de la Secretaría de Marina
fueron violatorias a los derechos humanos a la libertad, legalidad, seguridad jurídica, integridad
personal y trato digno del señor José Antonio Flores Bulnes. Posteriormente, personal del Grupo
Beta Tapachula de Protección a Migrantes lo acompañó ante el agente del Ministerio Público del
Fuero Común en Tapachula, Chiapas, a presentar la denuncia correspondiente.
Por otro lado, en octubre de 2006, la CNDH presentó un informe sobre la violación de derechos
humanos humanos de migrantes ante el nuevo Consejo de Derechos Humanos de la ONU, en el
cual se reitera la existencia de dichas violaciones.
Por otra parte, el Centro de Derechos Humanos “Fray Matías de Córdova” A.C., con el apoyo de
Open Society Justice Initiative elaboró el Informe Especial “Monitoreo de detención a migrantes
y condiciones de aseguramiento en la estación migratoria de Tapachula, Chiapas” 51 en el que se
reportan hechos y situaciones violatorias de derechos humanos de población migrante de junio de
2004 a junio de 2005, en dicho informe se refleja que, aunque el 87% de migrantes son prove-
nientes de 4 nacionalidades (Honduras, Salvador, Guatemala y Nicaragua), también hay presen-
cia de migrantes sudamericanos y asiáticos. Y existe un porcentaje de 26% de migrantes menores
de edad. En cuanto a las violaciones de derechos, se encuentra que se reiteran transgresiones seme-
jantes a las alegadas en las recomendaciones de la CNDH, esto es, incomunicación consular, vio-
lencia física y moral, detención por autoridades incompetentes, entre otras. Mientras que la esta-
ción migratoria se caracteriza por hacinamiento, insalubridad, falta de atención médica y alimen-
tación inadecuada. Hay que enfatizar que aunque la estación migratoria modelo construida en
Tapachula, Chiapas, se aperturó el 1º de marzo de 2006, la existencia de una estación para los
migrantes no asegura el respeto a sus derechos humanos por parte de las autoridades o de particu-
lares (quienes pueden transgredir dichos derechos bajo la anuencia tácita de las autoridades) y en
ocasiones se reproducen condiciones carcelarias de detención.
Todo lo anterior es una muestra de que la violación sistemática de derechos esenciales que sufren
los migrantes irregulares en E. U. A., también la padecen migrantes ilegales en nuestro país. Esta
290
Julieta Morales Sánchez
contradicción nos impide tener la autoridad moral para juzgar y defender a nuestros nacionales
en E. U. A., ya que dicha situación se reproduce en el territorio mexicano 52 .
Lamentablemente se ha llegado a esa vulnerabilidad 53 , a la que Bustamante hace referencia; asi-
mismo es innegable la discriminación 54 que los migrantes enfrentan y hay que buscar los medios
que permitan combatirla.
52 El Estado mexicano tiene también el deber de evitar y sancionar la violaciones a dichos derechos; recordando
que un principio del Derecho internacional de los derechos humanos establece que «un hecho ilícito violatorio de
derechos humanos que inicialmente no resulte imputable directamente a un Estado, por ejemplo, por ser obra de
un particular o por no haberse identificado el autor de la transgresión, puede acarrear la responsabilidad interna-
cional del Estado, no por ese hecho en sí mismo, sino por falta de la debida diligencia para prevenir la violación o
para tratarla...». Los principales aspectos que ocupan a la CNDH en materia de los migrantes extranjeros en
territorio nacional son: «1. La violación a los derechos humanos de los migrantes por parte de autoridades mexi-
canas […] 3. El aseguramiento de migrantes por parte de autoridades que no están facultadas para ello. 4. Las
condiciones en las que permanecen los migrantes en las estaciones migratorias. 5. La creciente presencia de
mujeres y niños en los flujos migratorios y su alta vulnerabilidad. 6. Las deplorables condiciones en las que
trabajan los jornaleros agrícolas y la desatención gubernamental para proteger sus derechos. En la frontera
norte, los principales aspectos que desde la perspectiva de la CNDH deben atenderse son: 1. El endurecimiento
de las medidas antiinmigrantes por parte de Estados Unidos, lo que pone en riesgo a los migrantes porque los
obliga a recurrir a traficantes y a tratar de internarse por zonas de alto riesgo. 2. El papel que debe desempeñar
México, que desde luego no es de espectador, frente al debate y las decisiones que se generan en Estados
Unidos. 3. El incremento de muertes de mexicanos en la frontera […] 5. La creciente ola antimexicana en Esta-
dos Unidos […] la Organización de las Naciones Unidas aprobó la resolución propuesta por México para reprobar
la participación de civiles en funciones migratorias. 6. La extrema vulnerabilidad de las mujeres migrantes y de
los menores […] 8. La fragmentación de las familias al momento de ser repatriadas y la frecuencia con la que son
regresados menores de edad solos. 9. Las agresiones que han sufrido en la frontera algunos migrantes mexica-
nos, heridos con arma de fuego, sin que ni las autoridades de Estados Unidos ni las de México parezcan ocupar-
se en ello. 10. Las violaciones a los derechos humanos de los migrantes por parte de autoridades mexicanas,
que abusan de la extrema vulnerabilidad de los mexicanos que transitan por la zona fronteriza». Véase “Migra-
ción y derechos humanos” ponencia presentada por Mauricio Farah Gebara, 5º Visitador General de la CNDH, en
el Foro Internacional del Migrante en Tijuana, Baja California el 6 de diciembre de 2005.
53 Hay situaciones que aumentan la vulnerabilidad estructural a la que están sometidos los migrantes, por ejem-
plo en E. U. A., en ocasiones, se concibe que si tienes determinados caracteres físicos eres ilegal o terrorista. En
Chiapas, en algunos casos, se sostiene una situación similar: si tienes características físicas especificas, eres
mara salvatrucha o ilegal.
54 En términos de la Convención Internacional sobre la Eliminación de todas la Formas de Discriminación Racial
de Naciones Unidas, la discriminación es «toda distinción, exclusión, restricción o preferencia basada en motivos
de raza, color, linaje u origen nacional o étnico que tenga por objeto o por resultado anular o menoscabar el
reconocimiento, goce o ejercicio, en condiciones de igualdad, de los derechos humanos y libertades fundamenta-
les en las esferas política, económica, social, cultural o cualquier otra esfera de la vida pública» (artículo 1.1).
Mientras que el Convenio número 111 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) relativo a la discrimina-
ción en materia de empleo y ocupación, define en su artículo 1º a la discriminación como «a) Cualquier distinción,
exclusión o preferencia basada en motivos de raza, color sexo, religión, opinión política, ascendencia nacional u
origen social que tenga por efecto anular o alterar la igualad de oportunidades o de trato en el empleo y la ocupa-
ción...». En la Conferencia Mundial en Contra del Racismo, la Discriminación Racial, la Xenofobia y las Formas
291
Estado, Derecho y Democracia en el momento actual
Por otro lado el Banco de México informó, 26 de mayo de 2006, que las remesas de los trabaja-
dores migrantes representaron para el país un ingreso de divisas por 5,185.7 millones de dólares
en el primer trimestre de este año. La cifra mostró un incremento de 27.5 % en comparación con
el mismo periodo en 2005 y superó ampliamente a la inversión extranjera directa y a la captación
de recursos del exterior por turismo. 55
Es incomprensible como a pesar de que las remesas 56 enviadas por los migrantes son muy impor-
tantes en la economía mexicana, la sociedad nacional es indiferente y queda pasiva frente a las
violaciones que sufren nuestros connacionales todos los días. Por lo que se entiende como una
actitud cuestionable e incongruente el beneficiarse económicamente del trabajo de migrantes pero
no defenderlos internacionalmente frente a los abusos y sufrimientos a los que están expuestos; así
también es incoherente el criticar las violaciones de derechos de migrantes en E. U. A., pero co-
meterlas con migrantes en nuestro país.
En México la visión de la migración como «válvula de escape» 57 hizo que el gobierno mexicano no
criticará al gobierno estadounidense por las condiciones de explotación en que viven los trabaja-
dores migratorios mexicanos en aquél país. Esta política de indiferencia prevaleció durante más
de medio siglo, debido a la ausencia de costo político para el gobierno de México por no cumplir
Conexas de Intolerancia, celebrada en Durban, Sudáfrica del 31 de agosto al 8 de septiembre de 2001, se re-
afirmó la necesidad de eliminar la discriminación contra los trabajadores migrantes. Véase la Declaración y
Programa de Acción de dicha Conferencia.
55 Cfr. La Jornada, año 22, número 7814, 27 de mayo de 2006, p. 7.
56 Según datos del Banco de México, la cantidad de remesas ha ido en aumento: en el año 2000 fueron de 6 mil
573 millones de dólares (mdd); en 2001 fue de 8 mil 895mdd; en 2002, 9 mil 815 mdd; en 2003, 13mil 396 mdd;
en 2004, 16 mil 613 mdd. http://www.cronica.con.mx/nota.php?idc=213040 (fecha de consulta: 14 de abril de
2006). Mientras que el 14 de marzo 2006, el BM afirmó que durante enero de este año las remesas ascienden a
mil 581 mdd 26.9% más en comparación con los mil 245.8 millones captados en enero de 2005.
http://www.jornada.unam.mx/2006/03/15/028n1eco.php. El Informe Anual 2004 de la Comisión Interamericana de
Derechos Humanos establece que «según los últimos estudios del Banco Interamericano de Desarrollo (BID)
durante el año 2004, las remesas enviadas a América Latina alcanzaron una cifra cercana a los 30 mil millones
de dólares. Esto representa un alza cercana al 30% respecto a la cifra total de remesas enviadas a América
Latina en el 2001. Una cifra cercana a seis millones de latinoamericanos que viven en Estados Unidos envía
dinero a sus países de forma regular [...] Según el BID, más del cincuenta por ciento del total de remesas envia-
das a la región, unos 15 mil millones de dólares, tuvieron a México como destino. En el 2003 el total de los princi-
pales montos de remesas enviados a países de la región alcanzaron a $13.200 millones a México…»
http://www.cidh.org/annualrep/2004sp/cap.6a.htm#_ftn3 (fecha de consulta: 14 de abril de 2006).
57 El concepto de “válvula de escape” fue establecido por Ernesto Galarza, puesto que las autoridades mexica-
nas creían que la emigración de trabajadores mexicanos, que en ese entonces era de jornaleros agrícolas, era un
alivio para las presiones hacia el gobierno, provenientes del desempleo y las condiciones de extrema pobreza del
campo. Bustamante, Jorge, Migración internacional…, op. cit., p. 12.
292
Julieta Morales Sánchez
con su responsabilidad de proteger a los mexicanos en el extranjero 58 . Durante las décadas de los
setenta, ochenta y noventa, la fuente más importante de protección legal de los inmigrantes mexi-
canos no provino de México, sino de las organizaciones de latinos en E. U. A. 59 ; lamentablemente
esta situación se ha modificado muy lentamente.
2. Regulación internacional
México ha suscrito una gran cantidad de instrumentos internacionales 60 relacionados con la
temática en específico del presente estudio, los cuales forman parte de nuestro orden jurídico, y
serán analizados a continuación.
Un instrumento que destaca por su trascendencia en esta materia es la CIPTMF, que ya se ha
mencionado; la cual establece en su Parte III (del artículo 8 al 35) los derechos humanos de todos
los trabajadores migratorios y de sus familiares (se refiere a regulares e irregulares), en la que
reitera su derecho a la vida, integridad física, libertad (conciencia, pensamiento, religión, etc).
58 Si el gobierno de México no hizo nada significativo para proteger a los trabajadores migratorios mexicanos en
E.U.A, fue porque la sociedad civil mexicana se mantuvo también indiferente a las condiciones de abuso y dis-
criminación de los mexicanos en E.U.A. Véase Bustamante, Jorge, “Comentarios de la migración…, op.cit. p.23.
Bustamante establece que un obstáculo para que México pudiera formular una reclamación a E. U. A por las
muertes de los mexicanos migrantes, es la falta de reconocimiento expreso de parte de México de su «corres-
ponsabilidad» en esas muertes, ya que ha contribuido de manera causal a la migración de mexicanos en busca
de empleo en los E. U. A. Véase Bustamante, Jorge, Migración internacional…, op. cit. p. 54.
59 Como MALDEF (Mexican American Legal Defense and Educational Fund), Nacional Council of la Raza, lULAC
(League of United Latin Amercian Citizens) y GI-Forum Bustamente, Jorge, Migración internacional y…, op. cit. p.
86. A este respecto también véase Orozco, Graciela et al., Las organizaciones mexicano-americana, hispanas y
mexicanas en Estados Unidos, México, INM, Centro de Estudios Migratorios, 2000, pp. 8-83.
60 La Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre del 2 de mayo de 1948. La Declaración
293
Estado, Derecho y Democracia en el momento actual
Del artículo 16 al 19 se regulan los derechos del detenido y las garantías de debido proceso legal.
Entre los contenidos de esta convención destacan los que a continuación se mencionan, enfatizan-
do que éstos en múltiples ocasiones no son respetados:
Los trabajadores migratorios y sus familiares tendrán derecho a la protección efectiva del Estado
contra toda violencia, daño corporal, amenaza o intimidación por parte de funcionarios públicos
o de particulares, grupos o instituciones (artículo 16).
Mientras que el artículo 22.6 regula que «en caso de expulsión, el interesado tendrá oportunidad
razonable, antes o después de la partida, para arreglar lo concerniente al pago de los salarios y
otras prestaciones que se le adeuden y al cumplimiento de sus obligaciones pendientes.» Y más
adelante señala que «la expulsión del Estado de empleo no menoscabará por sí sola ninguno de los
derechos que haya adquirido de conformidad con la legislación de ese Estado un trabajador mi-
gratorio o un familiar suyo, incluido el derecho a recibir los salarios y otras prestaciones que se le
adeuden» (artículo 22.9).
Establece el derecho que tienen los migrantes (independientemente de su condición migratoria)
de recurrir a la protección y la asistencia de las autoridades consulares y diplomáticas de su Esta-
do de origen (artículo 23). Mismo derecho que fue defendido por México y Alemania, contra E.
U. A., en casos ante la CIJ (La Grand, Avena y otros) y en la Opinión Consultiva OC-16/99 de la
CorteIDH, de los que se hará referencia más adelante.
También indica que los migrantes «gozarán de un trato que no sea menos favorable que el que
reciben los nacionales del Estado de empleo en lo tocante a remuneración y de: a) Otras condicio-
nes de trabajo, es decir, horas extraordinarias, horario de trabajo, descanso semanal, vacaciones
pagadas, seguridad, salud, fin de la relación de empleo y cualesquiera otras condiciones de traba-
jo que, conforme a la legislación y la práctica nacionales, estén comprendidas en este término; b)
Otras condiciones de empleo, es decir, edad mínima de empleo, restricción del trabajo a domicilio
y cualesquiera otros asuntos que, conforme a la legislación y la práctica nacionales, se consideren
condiciones de empleo» (artículo 25.1).
Dicha disposición es incumplida cotidianamente en aquellos lugares (tanto en territorio estadou-
nidense, mexicano y en otras partes del mundo) en donde se someten a los migrantes irregulares a
trabajos en condiciones infrahumanas, de explotación, e incluso, de esclavitud con los tintes del
siglo XXI. El término esclavitud pretende reflejar que, en algunos lugares, los trabajadores mi-
grantes además de las jornadas excesivas de trabajo, la inseguridad e insalubridad de las labores,
los bajos salarios que perciben (que obviamente son más altos de los que podrían ganar en su país
de origen) y demás riesgos a los que están expuestos; ven coartada su libertad de movimiento:
bajo la amenaza de denuncia ante la autoridades de migración y de una posible deportación, los
empleadores impiden que los trabajadores migrantes salgan del lugar de trabajo, o que busquen
294
Julieta Morales Sánchez
otro trabajo que le ofrezca mejores condiciones. Esta situación se repite en el caso del trabajo
agrícola, en los plantíos y terrenos de cultivo de muchos países, en donde incluso se les adapta
campamentos improvisados, en mal estado y sin las condiciones sanitarias mínimas para que
permanezcan los trabajadores migrantes irregulares en sus pocas horas de descanso. Por lo ante-
rior al hablar de esclavitud se pretende expresar que, a inicios del siglo XXI, la situación ha cam-
biado: ya no existen las cadenas de metal que sujetan a una persona; existe una cadena de temor y
de vulnerabilidad que somete a los trabajadores migrantes irregulares a soportar condiciones
inhumanas a las que los someten sus empleadores; los cuales aumentan sus ganancias al utilizar la
mano de obra de éste tipo de trabajadores.
La Convención sobre la Esclavitud 61 establece que: «La esclavitud es el estado o condición de un
individuo sobre el cual se ejercitan los atributos del derecho de propiedad o algunos de ellos»
(artículo 1.1). Recordando la teoría clásica del Derecho Civil encontramos que la propiedad es el
poder jurídico que una persona ejerce en forma directa e inmediata sobre una cosa para aprove-
charla totalmente en sentido jurídico». 62 Dicho aprovechamiento se ejerce bajo la forma de uso,
disfrute o disposición de la cosa, incluso basta con que se tenga la posibilidad normativa de ejecu-
tar todos los actos de dominio o de administración, aun cuando jamás se ejecuten.
Los atributos de la propiedad son: el ius possidendi (derecho de poseer, conduce a la posesión
efectiva y por medio de ella al ejercicio del dominio, con todos sus demás atributos), ius utendi
(derecho de usar, empleo de la cosa), ius fruendi (derecho de disfrutar, disfrute del objeto o de su
aprovechamiento) y ius abutendi (disposición de la cosa en sentido material). 63
Retomando la definición de esclavitud contenida en la Convención sobre la esclavitud, se estable-
ce que dicho estado se produce cuando se ejerce sobre un individuo «los atributos del derecho de
propiedad o alguno de ellos». Así en el caso de los migrantes irregulares tal vez no se configuren
todos los atributos de la propiedad antes mencionados, pero muy posiblemente sí pueda existir
alguno de ellos en un caso específico. Recordando, que no importa que no se ejerciten los actos de
dominio o administración, sino que basta con que se tenga la posibilidad de ejercerlos. Esta situa-
ción se reproduce en la constante amenaza de algunos empleadores de denunciar a los trabajado-
res ante las autoridades, y aunque nunca lo lleguen a hacer, la simple amenaza genera en el traba-
jador un sentimiento de incertidumbre y temor, razón por la que pueden quedar bajo el dominio
y a la disposición del patrón.
295
Estado, Derecho y Democracia en el momento actual
La CIPTMF establece también que «los Estados Partes reconocerán el derecho de los trabajadores
migratorios y sus familiares a: a) Participar en las reuniones y actividades de los sindicatos o de
cualesquiera otras asociaciones establecidas conforme a la ley, con miras a proteger sus intereses
económicos, sociales, culturales y de otra índole, con sujeción solamente a las normas de la orga-
nización pertinente; b) Afiliarse libremente a cualquier sindicato o a cualquiera de las asociacio-
nes citadas, con sujeción solamente a las normas de la organización pertinente» (artículo 26.1).
Lo anterior se violentó completamente con la resolución de la Corte Suprema de E. U. A. en el
caso Hoffman, al negar a un trabajador migrante irregular el derecho a la sindicación y el corres-
pondiente pago de salarios caídos por despido injustificado.
El artículo 27.1 regula que «los trabajadores migratorios y sus familiares gozarán en el Estado de
empleo, con respecto a la seguridad social, del mismo trato que los nacionales». Es necesario
reiterar la crítica sostenida por muchos especialistas, respecto a que los migrantes irregulares en
E. U. A. pagan impuestos y no tienen derecho a la seguridad social.
La CIPTMF asegura que «los sujetos de protección de esta convención tendrán derecho a recibir
cualquier tipo de atención médica urgente... en condiciones de igualdad de trato con los naciona-
les del Estado de que se trate. Esa atención médica de urgencia no podrá negarse por motivos de
irregularidad en lo que respecta a la permanencia o al empleo» (artículo 28). Como se estableció
anteriormente, este derecho es infringido gravemente por el Estado mexicano, cuando los hospi-
tales y centros de salud públicos se niegan a recibir y tratar a migrantes irregulares accidentados y
heridos, por el hecho de su estatus migratorio. Como una muestra está el caso de migrantes que
cruzan irregularmente por la frontera de Guatemala- México, los cuales, en ocasiones, son muti-
lados por el tren; y al negárseles la atención de urgencia en hospitales públicos tienen que acudir
al albergue Jesús el Buen Pastor, el cual, con recursos limitados, asume parcialmente una obliga-
ción que el Estado mexicano ha evadido y que debería de proporcionar en todo el territorio na-
cional; pero que ha delegado a instituciones benéficas y a la sociedad civil.
La disposición enunciada por el artículo 31.1 reviste de trascendencia cuando, en esta era de la
globalidad, se habla constantemente de multiculturalismo y de conceptos como ciudadanía global
o ciudadano del mundo; al mencionar que los Estados Partes velarán porque se respete la identi-
dad cultural de los trabajadores migratorios y de sus familiares y no impedirán que éstos manten-
gan vínculos culturales con sus Estados de origen.
Así cada país al establecer los lineamientos de su política migratoria debe de asentar cómo planea
integrar a los migrantes a su sociedad, es necesario responder coherentemente a una realidad
innegable de las naciones actuales: el multiculturalismo; y sólo se puede responder coherentemen-
te con el respeto y tolerancia a la diversidad, ya que si eso no se hace se caerá en actitudes xenófo-
bas y discriminatorias, representando esto un retroceso en la historia de la humanidad.
296
Julieta Morales Sánchez
64 Dicho Comité en su 18ª sesión, celebrada el 29 de abril de 2005, el Comité decidió pedir al Secretario General
que organizara dos períodos de sesiones del Comité en 2006, uno en abril/mayo y otro en noviembre/diciembre.
Uno de ellos tendría dos semanas de duración y el otro una sola semana, a fin de facilitar al Comité el examen de
los informes de los Estados. El Comité cuenta con un reglamento provisional. El artículo 72.1. b) establece que el
Comité estará compuesto, en el momento en que entre en vigor la presente Convención, de diez expertos y
después de la entrada en vigor de la Convención para el cuadragésimo primer Estado Parte, se compondrá por
14 expertos; por lo que actualmente esta compuesto por 10 expertos. Como miembro por el Estado mexicano se
encuentra Francisco Alba cuyo mandato expira el 31 de diciembre de 2007. El Comité puede examinar denuncias
entre Estados y quejas individuales, pero lo anterior aún no está en vigor. Véase Informe del Comité de Protec-
ción de los..., op. cit., passim.
65 La Convención sobre los Derechos del Niño, indica en su artículo 22.1 que los Estados Partes adoptarán
medidas adecuadas para lograr que el niño que trate de obtener el estatuto de refugiado o que sea considerado
refugiado de conformidad con el derecho y los procedimientos internacionales o internos aplicables reciba, tanto
si está solo como si está acompañado de sus padres o de cualquier otra persona, la protección y la asistencia
humanitaria adecuadas para el disfrute de los derechos pertinentes enunciados en la presente Convención y en
otros instrumentos internacionales de derechos humanos o de carácter humanitario en que dichos Estados sean
Partes. 22.2. A tal efecto, los Estados Partes cooperarán, en la forma que estimen apropiada, en todos los es-
fuerzos de las Naciones Unidas y demás organizaciones intergubernamentales competentes u organizaciones no
297
Estado, Derecho y Democracia en el momento actual
La Declaración Universal de Derechos Humanos en su artículo 16.3 a la letra dice que: «La fami-
lia es el elemento natural y fundamental de la sociedad y tiene derecho a la protección de la socie-
dad y del Estado». El Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos señala que «la familia es
el elemento natural y fundamental de la sociedad y tiene derecho a la protección de la sociedad y
del Estado» (artículo 23.1). El Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Cultura-
les sostiene que «se debe conceder a la familia, que es el elemento natural y fundamental de la
sociedad, la más amplia protección y asistencia posibles, especialmente para su constitución y
mientras sea responsable del cuidado y la educación de los hijos a su cargo» (artículo 10.1).
La Declaración sobre el Progreso y el Desarrollo en lo Social 66 indica en su artículo 4 que: «La
familia como unidad básica de la sociedad y medio natural para el desenvolvimiento y bienestar
de todos sus miembros, especialmente los niños y los jóvenes, debe ser ayudada y protegida para
que pueda asumir plenamente sus responsabilidades en la comunidad».
Dentro del sistema interamericano el artículo 17.1 de la Convención Americana sobre Derechos
Humanos establece que la familia es el elemento natural y fundamental de la sociedad y debe ser
protegida por la sociedad y el Estado.
Es innegable que los instrumentos de referencia otorgan este derecho a todas las personas, entre
ellas los migrantes. Pero como se demostró anteriormente, frente a su inobservancia, fue necesa-
rio reiterar la protección a la familia en la CIPTMF, la cual define en su artículo 4 a los familiares
como «las personas casadas con trabajadores migratorios o que mantengan con ellos una relación
que, de conformidad con el derecho aplicable, produzca efectos equivalentes al matrimonio, así
como a los hijos a su cargo y a otras personas a su cargo reconocidas como familiares por la legis-
lación aplicable o por acuerdos bilaterales o multilaterales aplicables entre los Estados de que se
trate»
La familia «como institución social,... está sujeta a procesos de cambio que resultan tanto de su
dinámica interna como de las transformaciones sociales que experimenta la sociedad en su conjun-
to. Así mismo, se espera que dichos cambios en la familia actúen, en el mediano y largo plazos,
sobre el orden social reafirmándolo o bien modificándolo» 67 . Sin embargo, el crecimiento desme-
gubernamentales que cooperen con las Naciones Unidas por proteger y ayudar a todo niño refugiado y localizar a
sus padres o a otros miembros de su familia, a fin de obtener la información necesaria para que se reúna con su
familia. En los casos en que no se pueda localizar a ninguno de los padres o miembros de la familia, se concede-
rá al niño la misma protección que a cualquier otro niño privado permanente o temporalmente de su medio fami-
liar, por cualquier motivo, como se dispone en la presente Convención.
66 Proclamada por la Asamblea General de la ONU en su resolución 2542 (XXIV) de 11 de diciembre de 1969.
67 Ojeda Norma, “Familias Transfronterizas y familias transnacionales: algunas reflexiones” en Migraciones
Internacionales, vol. 3, núm. 2, julio-diciembre de 2005, México, Colegio de la Frontera Norte, p. 167.
298
Julieta Morales Sánchez
dido de las desigualdades sociales y la necesidad de emigrar de muchos seres humanos, han traído
consigo la desintegración familiar. Situación que puede redundar en problemas sociales severos.
Aunque cada día aumenta más el número de niños migrantes 68 , aún sigue siendo una constante la
separación obligada de padres e hijos por la migración de los padres a los países desarrollados (o
más desarrollados que el lugar de origen) en busca de trabajo. Así los niños, quienes son aún más
vulnerables a los riesgos de la migración irregular, permanecen con sus abuelos o familiares en sus
lugares de origen. Por otro lado, en múltiples casos, los polleros separan a los padres de los hijos
en el momento de cruzar la frontera, reencontrándose en territorio estadounidense después de
largo tiempo, mientras que en otras ocasiones padres e hijos nunca se reencuentran.
Según el Pew Hispanic Center más de la mitad de los 11 o 12 millones de inmigrantes irregulares
que vivían en E. U. A. en 2005 eran mujeres y niños. Un 35% eran mujeres y otro 16%, casi 2
millones, era niños que llegaron a E. U. A. solos o con sus padres. Hay también un contingente de
3.1 millones de niños que nacieron en E.U.A. y viven con familias en las que al menos el padre o
la madre son inmigrantes indocumentados, 69 lo cual representa el riesgo de desintegración fami-
liar en el caso de la deportación de uno o ambos padres. Así también muchas de las mujeres que
deciden inmigrar son madres solteras que dejan a sus hijos con sus ascendientes. 70 Y otras mujeres
que deciden migrar, ya embarazadas, para que sus hijos al nacer en el territorio de destino ad-
quieran la nacionalidad respectiva (en el caso mexicano, al nacer en territorio estadounidense
obtienen la nacionalidad estadounidense), en base al concepto internacional de adquisición de
nacionalidad por ius soli, el cual es reconocido por múltiples legislaciones nacionales.
Sin embargo, no existe a nivel internacional un instrumento que regule la situación de las familias
separadas por la migración, ni la protección a niños migrantes o que establezca el mecanismo
para la reunificación familiar, este es un vacío legal que no ha sido atendido y por cuyo abandono
la humanidad esta pagando un alto precio.
Protocolo contra el tráfico ilícito de migrantes por tierra, mar y aire
Por otra parte, es relevante indicar la existencia de una Convención y sus Protocolos adicionales
que buscan evitar la trata y el tráfico de personas. Siguiendo la recomendación de 1998 de la
Comisión sobre la Prevención de la Delincuencia y Justicia Criminal y del Consejo Económico y
Social, la Asamblea General de la ONU estableció un Comité ad hoc intergubernamental con el
68
Lo cual es sumamente preocupante por que no se cuentan con el sistema necesario que garantice la protec-
ción a sus derechos. En 2004, 39,690 niños mexicanos migrantes se detectaron en la frontera. De éstos, 10.920
viajaban solos. Se trata de menores que buscan una mejor calidad de vida buscan trabajo o tienen la esperanza
de reunirse con familiares en Estados Unidos. Cfr. http://mx.starmedia.com/noticias/inmigracion/unicef
_97583.html. Además véase Enrique´s Journey, de Sonia Nazario.
69 Cfr. La Jornada, año 22, número 7813, 26 de mayo de 2006, p. 6.
299
Estado, Derecho y Democracia en el momento actual
300
Julieta Morales Sánchez
71 La Comisión IDH, a través de la Relatoría de trabajadores migratorios y miembros de sus familias realizó una
visita in loco a México del 25 de julio al 1º de agosto de 2002 para observar la situación de los derechos humanos
de migrantes, el informe fue aprobado por la Organización de Estados Americanos en julio de 2003. Véase
http://www.cidh.org/annualrep /2003sp/cap.5c.htm. (fecha de consulta 19 de abril de 2006).
72 La Declaración para el reconocimiento de la competencia contenciosa de la Corte IDH fue aprobada por el
301
Estado, Derecho y Democracia en el momento actual
entre otros - que pueden concurrir con eficacia al desempeño y fortalecimiento del sistema. 73
Empero, para los fines de este trabajo y por la importancia que revisten, este estudio se centrará
en las dos instituciones primeramente mencionadas, se retomarán resoluciones de la CorteIDH.
Producto de su doble competencia, la CorteIDH ha producido jurisprudencia consultiva y con-
tenciosa relacionada con la presente temática. La fuente de las obligaciones generales de los Esta-
dos de cumplir con la observancia de los derechos humanos y tomar las medidas para que éstos se
realicen, proviene de los artículos 1 y 2 de la Convención Americana. La CorteIDH, únicamente
ha reiterado en su jurisprudencia contenciosa este aspecto; algunas resoluciones que establecen la
obligación de los Estados de dar cumplimiento a la Convención Americana son las siguientes y
que a la letra dicen que: «La Corte IDH reconoció (que el Estado) suscribió y ratificó la Conven-
ción Americana sobre Derechos Humanos. En consecuencia aceptó las obligaciones convenciona-
les consagradas en ésta en relación con todas las personas bajo su jurisdicción, sin discriminación
alguna... aceptó (la Convención) precisamente en ejercicio de su soberanía» (Caso Castillo Pe-
truzzi, Excepciones preliminares, párrafo 101).
En el mismo sentido la CorteIDH estableció que: «al constituirse en Estado parte de la Conven-
ción, […] admitió la competencia de los órganos del sistema interamericano de protección de los
derechos humanos, y por ende, se obligó, también en ejercicio de su soberanía, a participar en los
procedimientos ante la Comisión y la Corte y asumir las obligaciones que derivan de éstos y, en
general, de la aplicación de la Convención» (Caso Cesti Hurtado, Etapa de Fondo, párrafo 169).
En estas resoluciones se reitera el poder soberano de autolimitar la soberanía.
Dentro de la jurisprudencia consultiva de la CorteIDH, se ha enfatizado la obligación que tienen
los países de observar el principio de igualdad entre todas las personas (nacionales o extranjeros,
migrantes regulares o irregulares) al decir que: «La noción de igualdad se desprende directamente
de la naturaleza del género humano y es inseparable de la dignidad esencial de la persona…»
(Opinión Consultiva OC-4/84 Propuesta de modificación a la Constitución Política de Costa
Rica relacionada con la naturalización, del 19 de enero de 1984, párrafo 55). Así también los
Estados están obligados a proteger a sus nacionales en donde quiera que se encuentren, esta es una
responsabilidad que México no debería de olvidar; la CorteIDH ha dicho que: «El derecho a tener
una nacionalidad significa dotar al individuo de un mínimo de amparo jurídico en las relaciones
internacionales, al establecer a través de su nacionalidad su vinculación con un Estado determi-
nado [...] y se hace acreedor a su protección diplomática» (ibidem, 34 y 35).
73 Cfr. García Ramírez, Sergio, “El sistema interamericano de protección de derechos humanos. La Corte Inter-
americana,” en Curso Interdisciplinario de alta formación en derechos humanos. Memoria., México, Programa de
Fortalecimiento Institucional de Organismos Públicos de Derechos Humanos, Unión Europea, 2005, p.194.
302
Julieta Morales Sánchez
74 Ibidem, pp. 1114-1117. Cfr. Gómez-Robledo Verduzco, Alonso, “México ante la Corte Interamericana de Dere-
chos Humanos, Opinión Consultiva del 6 de mayo de 1998” en Temas selectos de derecho internacional, México,
UNAM, 2003, pp. 561-613.
75 Opinión Consultiva OC-18/03 de la Corte IDH, México, CNDH, 2004, pp. 196-198.
76 Cfr. artículo 53de la Convención de Viena sobre Derecho de los Tratados. Para conocer que consecuencias
genera para el Estado de referencia la violación de normas de ius cogens véase Villán Durán, Carlos, Curso de
Derecho Internacional de los derechos humanos, Madrid, Trotta, pp. 862-869.
303
Estado, Derecho y Democracia en el momento actual
En esta tesitura, los E. U. A. como Estado parte de la OEA, está sujeto a las obligaciones impues-
tas por la Declaración Americana, que garantiza el derecho a la vida 77 , al trabajo y a una remu-
neración justa, así como el derecho a organizar sindicatos y a recibir un tratamiento igual ante la
ley. El Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, del cual también es parte, regula el
derecho de igualdad ante la ley y el derecho a formar sindicatos. Sin embargo, considero impor-
tante mencionar una resolución de la Corte Suprema de E. U. A. del 27 de marzo de 2002, el caso
Hoffman Plastic Compounds v. Nacional Labor Relations Board (NLRB) 78 , en su decisión con-
sideró que no era procedente el pago de salarios caídos (back pay) al trabajador despedido; es
decir, no impuso multa alguna al empleador que violó los derechos laborales de un migrante en
situación irregular y no ordenó indemnización ni compensación alguna a favor del trabajador.
También mencionó que la prohibición de la ley de inmigración de entrar a su territorio sin auto-
rización prevalecía sobre el derecho de formar y ser parte de un sindicato. Así, la mayoría de
miembros de la Corte Suprema, indicó que permitir a la NLRB reconocer el pago de salarios
caídos a extranjeros ilegales perjudicaría la política federal de inmigración, mientras que la opi-
nión de la minoría estableció que la decisión adoptada debilitaría la legislación laboral y estimu-
laría a los empleadores a contratar trabajadores indocumentados. Por lo que esta decisión niega a
77 Según datos aportados por la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos entre 1998 y 2004, murieron 1,954 perso-
nas al intentar cruzar la frontera entre México y Estados Unidos. En el último año 325 personas perdieron la vida.
La mayoría de las víctimas fallecen por deshidratación, hipotermia y paros cardíacos producto de la exposición al
calor. Un número significativo ha fallecido por accidentes automovilísticos. Párrafo 52 del Informe Anual 2004 de
la Comisión IDH. http://www.cidh.org/annualrep/2004sp/cap.6a.htm#_ftn3 (fecha de consulta: 12 de abril de
2006). En 11 años de existencia de la Operación Guardián han muerto 3, 600 personas en su intento de cruzar
sin documentos a E. U. A. Cada año en promedio son detenidos un millón de migrantes por la Patrulla Fronteriza,
http://www.jornada.unam.mx/2004/06/20/mas-najar.html (fecha de consulta: 12 de abril de 2006).
78 La compañía Hoffman Plastic Compounds contrató al señor José Castro en mayo de 1988; en diciembre de
ese año el señor Castro y otros trabajadores iniciaron una campaña para organizar un sindicato. En enero de
1989 la compañía despidió al señor Castro. En enero de 1992 la NLRB ordenó a la compañía que reinstalara al
señor Castro y le pagara los salarios caídos que habría recibido de no haber sido despedido. La empresa se
negó a pagar debido a que el señor Castro admitió que no tenía permiso de trabajo. En septiembre de 1998 la
NLRB decidió que la compañía debía pagarle los salarios caídos correspondientes al periodo que había entre su
despido y la fecha en la que admitió que no tenía permiso de trabajo. La compañía se negó a pagar y presentó
una apelación. En 2001 la Corte Federal de apelaciones confirmó lo ordenado por la NLRB, y entonces, la com-
pañía presentó una apelación ante la Corte Suprema. La mencionada decisión fue adoptada por una mayoría de
5 a 4; el Juez Breyer, autor del voto disidente de la minoría, estableció que no existe disposición alguna en las
leyes de inmigración de los E. U. A., que prohíba a la NLRB admitir que los trabajadores en situación irregular
interponga recurso o acción cuando sus derechos sean violados. Cfr. “Capítulo II Procedimiento ante la Corte,
Intervención de Harvard Immigration and Refugee Clinic of Greater Boston Legal Services y otros”, en Opinión
Consultiva OC-18/03…, op.cit., pp. 97-103. Además de que dicha resolución es contraria a la CPTMF que esta-
blece en su preámbulo que: «...Considerando también que la práctica de emplear a trabajadores migratorios que
se hallen en situación irregular será desalentada si se reconocen más ampliamente los derechos humanos fun-
damentales de todos los trabajadores migratorios...».
304
Julieta Morales Sánchez
un grupo de trabajadores un conjunto de derechos que le son inherentes y que han sido reconoci-
dos por la comunidad internacional 79 .
Decisiones como la anterior, en lugar de desalentar la inmigración ilegal, constituyen medidas
que hacen más barato y más atractivo para los empleadores contratar trabajadores inmigrantes
ilegales. Además de que esta resolución viola el artículo 26 del Pacto Internacional de Derechos
Civiles y Políticos. Y es contrario a normas de ius cogens que es obligación de los E. U. A. cum-
plir, por lo que no debe evadir dicha obligación con la justificante de no haber suscrito la Con-
vención Americana, ya dichas normas de ius cogens son obligatorias para toda la comunidad
internacional, independientemente de la suscripción o no de algún instrumento. Además de que es
cuestionable una política que no protege los derechos laborales de los migrantes en situación
irregular, pero se beneficia económicamente de su explotación laboral 80 .
En el extremo contrario a esta controvertible interpretación de la Corte Suprema de Estados
Unidos de América, existen en Latinoamérica leyes innovadoras sobre la protección de los dere-
chos humanos de migrantes, un ejemplo de ello es la Ley 25.781 de Argentina, vigente desde
2004, la cual reconoce que «en ningún caso la irregularidad migratoria de un extranjero impedi-
rá su admisión como alumno en un establecimiento educativo de cualquier índole» (artículo 7); y
se garantiza el acceso a la salud a cualquier extranjero, cualquiera que sea su situación migratoria
(artículo 8). Y así como prohíbe dar alojamiento a título oneroso y proporcionar trabajo a los
migrantes irregulares (artículo 55); reconoce que esto no exime al empleador del cumplimiento de
las obligaciones emergentes de la legislación laboral y que no se afectarán los derechos adquiridos
por el extranjero, cualquiera que sea su situación migratoria (artículo 56). Y en consecuencia,
establece sanción de multa de 20 a 100 días de Salario Mínimo Vital para quienes proporcionen
alojamiento oneroso o trabajo a migrantes irregulares 81 .
Destaca entonces la obligación de interpretar 82 el ordenamiento jurídico de conformidad con los
tratados internacionales sobre derechos humanos ratificados por México. En este aspecto es fun-
79 Idem
80A partir del caso Hoffman, el derecho de compensación de un trabajador depende del estado en que viva. En
dos estados, Pennsylvania y Michigan, las cortes supremas han decretado que los trabajadores no autorizados
no pueden pretender recibir salarios caídos relacionados con accidentes laborales. Cfr. Sánchez/Vázquez v.
Eagle Alloy, 658 N.W. 2d 510 (2003) leave to appeal denied, 684 N.W. 2d 342 (2004); The Reinforced Earth
Company v. Workers´ Compensation Appeal Board, 810 A. 2d 99 (Pa. 2002). Estas dos decisiones son del
supremo tribunal del estado. Lo anterior es ofensivo cuando un informe reciente de la Associated Press reveló
que en E. U. A. un mexicano muere cada día en su trabajo. Cfr. Pritchard, Justin, A Mexican Worker Dies Each
Day, AP Finds, NEWSDAY, March 14, 2004.
81 Cfr. http://www.acnur.org/biblioteca/pdf/2441.pdf (fecha de consulta: 7 de abril de 2006).
82 Véase Ollero, Andrés, Igualdad en la aplicación de la ley y precedente judicial, Madrid, Centro de Estudios
305
Estado, Derecho y Democracia en el momento actual
damental la función desarrollada por el Poder Judicial mexicano ya que su labor permite precisar
los alcances de los derechos fundamentales. Respecto a lo anterior, Zagrebelsky menciona que «la
jurisprudencia deberá ponerse al servicio de dos señores: la ley y la realidad» y si esto no se da
«...la interpretación se cerrará en un discurso sobre el derecho carente de sentido, desconectado
de su esencial función reguladora y privado, por ello, de su razón de ser» 83 . Toda interpretación
de los instrumentos internacionales de derechos humanos debe atender al principio pro homine,
es decir, éstos deben ser interpretados de la manera que más favorezca al ser humano.
Conclusiones
En este apartado estableceré las conclusiones y propuestas obtenidas como producto del presente
trabajo. He tratado de sistematizar de la mejor forma posible los siguientes puntos.
1. En el presente estudio se ha confirmado que los principios de derechos humanos contrastan
fuertemente con la realidad imperante pero, como ha expresado Cançado Trindade, ello no signi-
fica que falte reglamentación o que el Derecho no exista; «...significa más bien que el Derecho está
siendo ostensiva y flagrantemente violado, día a día, en detrimento de millones de seres humanos,
entre los cuales están los migrantes indocumentados en todo el mundo» 84 .
2. Se debe entender, antes de abordar las conclusiones y propuestas del presente ensayo, que par-
timos de una premisa que consiste en que «no podemos esperar resultados diferentes si seguimos
haciendo lo mismo. Tampoco podemos esperar que las violaciones a los derechos humanos de los
migrantes dejen de suceder por inercia ni que espontáneamente se genere una cultura generalizada
de respeto a sus derechos fundamentales» 85 .
3. Para contribuir al debido cumplimiento de los derechos humanos de migrantes irregulares es
necesario enfatizar que antes de ser migrantes son seres humanos, y deben ser tratados (por la
población nacional y las autoridades) con la dignidad inherente a esa condición.
4. Destaca por importancia central puntualizar que el migrante que contribuye a la economía de
una nación está en capacidad de interiorizarse en la concepción colectiva para la búsqueda del
bien común, haciendo tangible la responsabilidad cívica a la que se obliga por su pertenencia de
hecho a una comunidad política, con las consecuencias jurídicas que implica la ciudadanía de
facto. Derechos humanos y solidaridad pueden entonces dar una identidad renovada a las nacio-
nes que, con razón o sin ella, se preocupan por el rostro cada vez más multicultural de sus socie-
dades.
83 Cfr. Zagrebelsky, Gustavo, El derecho dúctil. Ley, derechos y justicia, trad. de Marina Gascón, Madrid, Trotta,
2002, pp.132-133.
84 Voto concurrente del Juez Antonio Cançado Trindade en Opinión Consultiva OC-18/03..., op. cit., p. 251.
85 Véase “Migración y derechos humanos” ponencia presentada por Mauricio Farah Gebara, op. cit., párrafo 4.
306
Julieta Morales Sánchez
4. Antes mencionamos que México vive la migración irregular desde varias perspectivas (como
país de origen, tránsito y destino); y resulta incongruente que en la práctica migratoria mexicana
no estén presentes las normas de derechos humanos; existe además un enorme desconocimiento
sobre la existencia de instrumentos internacionales vinculantes y hace falta un trabajo de sensibi-
lización y capacitación dirigido hacia las autoridades en la aplicación de la legislación.
5. Lamentablemente, no solo las normas internacionales de derechos humanos sino también las
normas nacionales, carecen de observancia. Además de que no se ha comprendido el carácter
subsidiario de la legislación y jurisdicción internacional; no como retadora del orden constitu-
cional nacional, sino como un instrumento de complementación del régimen jurídico interno.
6. Es necesario que exista coherencia entre la norma y la realidad social, como fuente fundamental
de legitimidad de la ley. Häberle establece que: «Las normas jurídicas tienen que enfrentarse y
afirmarse contra realidades, posibilidades y necesidades determinadas […] Sin pensamiento de la
realidad, de las posibilidades y las necesidades, sin su confrontación e integración no existe una
adecuada interpretación y desarrollo de las normas jurídicas en libertad» 86 . En este sentido es
fundamental la actividad del Poder Judicial de nuestro país que, en cumplimiento con su función
histórica y constitucional, debe interpretar las leyes en relación con los tratados internacionales
suscritos por México, asegurando y protegiendo los derechos de todos los individuos incluyendo a
los migrantes. Solo una interpretación de acuerdo a las necesidades de la época en que vivimos
puede acercarnos cada vez más a la plenitud del Estado Constitucional de Derecho. Es esencial la
interpretación del Poder Judicial Federal; así como la difusión y capacitación generada por éste
en los magistrados y jueces federales y locales sobre la aplicación de los instrumentos internacio-
nales. Dicha capacitación y difusión se ha llevado a cabo y se fortalece a través de las Casas de la
Cultura Jurídica en las entidades federativas y del Instituto de la Judicatura Federal, por medio
de múltiples eventos y actividades que vinculan a la población con el Poder Judicial, que por
algún tiempo se vio como algo lejano a los justiciables.
7. En otra tesitura, el ordenamiento migratorio mexicano posee diversas anomalías y es impres-
cindible la erradicación de éstas; por lo que fundamentalmente se debe destipificar la migración
indocumentada como delito, ya que aunque el INM no presenta querellas al respecto, se crea una
situación de inseguridad jurídica para el migrante irregular en nuestro país que se presta también
a que se generen prácticas de extorsión y xenofobia. Por lo anterior urge la modificación del
artículo 123 de la LGP para sustituir la pena de prisión en contra de migrantes irregulares por
una sanción como la deportación; estableciendo las prerrogativas que corresponden al migrante
en dicho procedimiento administrativo, entre ellos el derecho a tener un defensor público y ase-
86 Häberle, Peter, El Estado Constitucional, trad. de Héctor Fix-Fierro, México, UNAM, 2003, pp. 55 y 57.
307
Estado, Derecho y Democracia en el momento actual
gurar la asistencia consular del país en cuestión. Es paradójico que la misma autoridad, el INM,
sea la que expulse a los migrantes y al mismo tiempo decida sobre los recursos de revisión; por lo
que es necesario la creación de una instancia autónoma que sea la que se pronuncie sobre la pro-
cedencia de las decisiones de expulsión, evitando así que una sola instancia funja como juez y
parte en ese proceso. Es importante reiterar que «el otorgamiento de derechos [...] sin organismos
eficaces para salvaguardarlos cuando sean vulnerados, constituiría un engaño que originaría
consecuencias de gravedad difícil de prever» 87 .
8. Hay un principio básico de los derechos humanos que consiste en que el hecho de entrar en un
país distinto del propio violando sus leyes de inmigración no supone la pérdida de los derechos
humanos del migrante en situación irregular; y tampoco suprime la obligación del Estado recep-
tor de protegerlos. Por ello los mexicanos deben de conocer, respetar y coadyuvar a la realización
de los derechos de migrantes; no solo por que es lo justo y necesario; sino porque la decadencia de
los derechos ajenos puede anunciar la decadencia de los nuestros. Hay que recordar la premoni-
ción de Bertold Brecht: «un día vinieron por otros y no dijimos nada; mañana vendrán por noso-
tros y todos guardarán silencio». Si hoy no levantamos la voz para defender a nuestros nacionales
en E. U. A., y no actuamos en congruencia con los derechos esenciales de todo ser humano, ma-
ñana podemos ser nosotros quienes seamos vulnerados en nuestras prerrogativas.
9. Las naciones, y en especial la mexicana por la situación que enfrenta, deben responder con más
coherencia al desafío de los derechos humanos. Se reconoce la potestad de los Estados para regu-
lar sus fronteras, determinar los lineamientos de sus políticas de migración y deportar a los mi-
grantes irregulares; pero también es obligación de ese Estado respetar, tutelar y defender lo más
valioso que tiene el individuo: su vida, libertad y dignidad esencial. 10. Por lo que «no se puede
ni se debe olvidar que no hay soberanía que valga para justificar la violación sistemática de los
derechos humanos» 88 .
11. La humanidad debe despertar de la insensibilidad y empezar a actuar. Debemos de creer en
nuestra capacidad de superar las circunstancias que prevalecen, es tiempo de hablar menos, de
pensar más y de hacer, en cada uno de nuestros escenarios personales, lo necesario para entregar-
les un mejor futuro a las próximas generaciones. Los derechos humanos no siempre han sido bien
entendidos, suficientemente apreciados y oportunamente defendidos. Aún no es tarde para empe-
zar a hacerlo.
87 Suprema Corte de Justicia de la Nación, Comunicado de Prensa No. 085/2005, de 15 de diciembre de 2005.
88 Véase Bustamante, Jorge, Migración internacional..., op. cit., p. 166.
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