Zoo (
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Zoo (
¿Qué es un zoo? Esta pregunta aparentemente sencilla no tiene una respuesta fácil. Muchas
personas pensarán únicamente en un lugar insalubre y atestado de animales que
deambulan con aire aburrido en jaulas o en corrales. También pueden recordar un zoo como
una magnífica instalación de primates que parece sacada directamente de un documental de
vida salvaje, donde grupos de animales llevan una vida social plena; o quizá un
extraordinario acuario con fascinantes tiburones. Todas estas variantes pueden ser ciertas
ya que no hay una definición exacta de lo que es un zoológico, dando así, un motivo de
discusión en la actualidad. Desde que existen los parques zoológicos ha surgido la polémica
entre los dos bandos: los que apoyan firmemente la necesidad de un parque zoológico (para
preservar las especies salvajes y protegerlas de la caza furtiva) y sus detractores
(argumentando que no es más que un negocio y que obligan a los animales que vivían en
libertad a vivir encerrados durante el resto de su vida en una especie de prisión). Por esta
razón, hemos querido profundizar sobre este tema ya que verdaderamente se conoce
bastante poco, sobre todo lo que hace referencia a las leyes y a las obligaciones que éstas
tienen con los animales
-Zoocosis
La mayoría de los zoológicos son instituciones privadas con ánimo de lucro. Para sobrevivir
tienen que enfocarse como un negocio, no como un hospital o centro educativo o de
reinserción. Ante la duda, primará la taquilla sobre los derechos de mejora animal. Si la
gestión es mala los primeros perjudicados serán los animales.
Cautividad
Es imposible que un animal salvaje en cautividad, por muy cuidado que esté, compita en
vida plena con su hábitat natural, aunque exista un mecanismo de adaptación. Todos los
zoos reproducen hábitats naturales en condiciones reducidas. Por lo tanto, aquellos
ejemplares que no estén en un programa de recuperación o su especie no permita la
domesticación no deberían exhibirse en ningún contexto ni con ninguna excusa pedagógica.
Hoy en día existen otro tipo de instalaciones más adecuadas y naturales para favorecer la
reinserción de especies con problemas o los suficientes mecanismos tecnológicos para
estudiarlas en su hábitat natural.
Espectáculo
El zoo debe ser una instalación destinada al estudio y conservación de los animales. La
prioridad debe ser la conservación de las especies, no el divertimento de sus visitantes.
Cuando esta prioridad se prostituye el zoo se convierte en un circo y deja de considerarse
un instrumento de la zoología que perjudica al resto de los centros.
Porque las especies animales afuera de su hábitat o ambiente natural no pueden realizar las
funciones para las cuales han evolucionado en dichos espacios: dispersión de polen o
semillas, o de sus propias especies, además de control de plagas y enfermedades, y para
mantener el equilibrio de los ecosistemas, entre otros.
Porque necesitan alimento especializado que generalmente solo consiguen en su hábitat y el
hombre por desconocimiento o dificultad de conseguirlo, no se lo puede ofrecer. Su
reemplazo le ocasiona deficiencias nutricionales y por lo tanto enfermedades o la muerte.
Porque para reproducirse la mayoría de veces requieren espacios naturales mucho más
grandes que una jaula o una casa o una finca. Igualmente, requieren la compañía,
enseñanza y ejemplo de sus congéneres como estímulo y aprendizaje para sobrevivir. Ello
priva a un espécimen de cumplir con su función de reproducirse y perpetuar su especie en
el tiempo, lo cual aumenta las posibilidades de desaparecer.
Porque aunque los tratemos muy bien y les proporcionemos buen alimento y compañía, la
falta de relación con otros individuos de su especie, hace que se depriman, se debiliten y se
enfermen o hasta pierdan facultades naturales e instintivas, llegando incluso a morir sin
causa aparente.
Porque muchos animales sacados de su medio natural, son más propensos a ser portadores
de hongos, bacterias, protozoos o parásitos, que producen enfermedades que ellos no
padecen ostensiblemente (llamadas enfermedades zoonóticas) y de las cuales solo son
vectores, es decir, que pueden trasmitirlas a los humanos o a los animales domésticos,
mediante su contacto, por el de sus restos, o el de sus excrementos u orina, y no existen
anticuerpos u otras defensas en nosotros para afrontarlas.
Esta puede ser una de las más importantes razones que se debe tener en cuenta para
rechazar la utilización de animales silvestres, como mascotas de compañía, ya que la
enfermedades transmisibles vía zoonosis, son muchas. En su mayoría, son fáciles de atacar
al hombre, como gastroenteritis, neumonía, tuberculosis, fiebre amarilla, fiebre tifoidea,
cólera, malaria, mal de chagas, paludismo, hepatitis A, peste de rabia, toxoplasmosis,
herpes, psitacosis, criptococosis, histoplasmosis, salmonelosis.