Trabajo Práctico de Hebreos 6.4-6
Trabajo Práctico de Hebreos 6.4-6
Trabajo Práctico de Hebreos 6.4-6
HEBREOS
INVESTIGACIÓN Y
EXPLICACIÓN HEBREOS 6:4-6
DIEGO SALGUERO
ALEXIS SOLIS
CENTRO DE FORMACIÓN
TEOLÓGICA ARGENTINA
2022
TRABAJO PRÁCTICO DE HEBREOS
CONSIGNA: Investigar y explicar Cap. 6:4 al 6. ¿Cómo se interpreta este pasaje?
¿Qué quiere decir el escritor aquí?
Hebreos capítulo 6 del 4 al 6 presenta un desafío, aparentemente estaría hablando
de la posibilidad de pérdida de salvación, pero por medio de este trabajo queremos
dejar en claro que no se trata de una situación así, porque estaría en conflicto con
lo que la Biblia enseña en muchas otras partes de si misma, donde se presenta la
salvación como algo seguro.
Antes de presentar nuestra postura, veremos qué es lo que dicen algunos autores
respecto al mismo pasaje.
En la página de internet www.sujetosalaroca.com se encuentra la siguiente
descripción del pasaje.
Para los arminianos, esta es la prueba de que la perseverancia de los santos no
existe, y que, por lo tanto, un cristiano puede rechazar a Cristo en algún punto de
su vida. Para los calvinistas es la prueba de que un creyente no puede ser un
apóstata, y que lo que presenta el autor del libro de Hebreos son personas que no
son creyentes.
Los calvinistas están en lo correcto en afirmar que la Biblia enseña enfáticamente
la preservación y la perseverancia de los santos. Cristo afirmó que sus ovejas
‘nunca perecerán’ (Juan 10:28). Si la Biblia no se puede contradecir entonces el
pasaje de Hebreos 6, no puede estar diciendo que un creyente puede rechazar la
gracia y la fe que le fue otorgada por Dios (Efesios 2:8). Si el apóstol Pablo, siendo
llevado por el Espíritu Santo escribió que nada puede separar a un creyente del
amor de Dios (Romanos 8 35-39), entonces el pasaje de Hebreos tampoco puede
afirmar lo contrario.
El pasaje de Hebreos 6 dice lo siguiente,
“Porque es imposible que los que una vez fueron iluminados y gustaron del don
celestial, y fueron hechos partícipes del Espíritu Santo, y asimismo gustaron de la
buena palabra de Dios y los poderes del siglo venidero, y recayeron, sean otra vez
renovados para arrepentimiento, crucificando de nuevo para sí mismos al Hijo de
Dios y exponiéndole a vituperio.” Hebreos 6:4-6
La dificultad principal está en saber si el pasaje está hablando de personas que
han sido regeneradas o de personas no regeneradas. Lo que quiero que veamos
es que este pasaje, como afirman los calvinistas, trata de personas que profesan
ser creyentes sin serlo.
Lo primero que debemos saber es que la epístola fue escrita a cristianos judíos del
primer siglo de esta era, quizás de Jerusalén o Roma [1]. En ningún lugar de la
epístola aparece algo que nos indique que haya sido compuesta para gentiles.
Esta iglesia conformada por judíos era un grupo heterogéneo, en donde muchos
eran creyentes genuinos que necesitaban un estímulo para continuar en la verdad.
Otros profesaban fe en Cristo, pero no había evidencia de ser regenerados. Esto
es lo mismo que ocurre en nuestras iglesias hoy en día, en donde hay una mezcla
de creyentes y falsos creyentes.
La epístola fue escrita debido a que muchos de los que eran parte de la iglesia
querían volver al judaísmo que habían aprendido de sus padres, y rechazar la
gracia de Dios. El autor los exhorta y les señala la superioridad de Cristo y las
consecuencias de hacer esto.
En los capítulos 3 y 4, el autor usa un ejemplo de lo que le ocurrió a Israel en el
desierto para prevenir a estos cristianos judíos a que no desechen la gracia de
Dios a causa de un corazón incrédulo (Hebreos 3:7-12, 15; 4:3-7). Además, les
insta a rechazar el reposo de Dios por esa misma incredulidad (Hebreos 3:18; 4:6-
11).
El autor les dice, “porque somos hechos participantes de Cristo, con tal que
retengamos firme hasta el fin nuestra confianza del principio.” Hebreos 3:14
Cuando Israel estaba en Egipto, justo antes de salir, toda la nación había puesto la
sangre del cordero sacrificado de la Pascua en los dinteles de sus casas; todos
cruzaron el mar Rojo; todos tomaron del alimento espiritual, el maná y el agua de
la roca; todos vivieron bajo la iluminación del pilar de fuego. Todos disfrutaron de
los beneficios espirituales, pero la mayoría de ellos no eran salvos. En Su ira, Dios
no les permitió entrar en Su reposo y los dejó en el desierto por 40 años hasta que
otra generación pudiera entrar. A ellos les fue predicado el evangelio, pero no les
sirvió de nada por su incredulidad y desobediencia (Hebreos 4:2-6).
Al leer el pasaje del capítulo 6, nos damos cuenta que existe un paralelismo con lo
que le sucedió a Israel en el desierto. El autor de Hebreos intenta entonces que
estos lectores vean lo que le sucedió a Israel y que vayan “adelante a la
perfección” (Hebreos 6:1), pero lo podrán hacer, “si Dios en verdad lo permite.”
(Hebreos 6:3).
Pero, ¿qué está ocurriendo en los versos 4 al 5? Algunas personas están
recibiendo grandes bendiciones y están teniendo experiencias maravillosas.
¿Cuáles son estas bendiciones?