Trabajo Práctico de Hebreos 6.4-6

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 18

TRABAJO PRÁCTICO DE

HEBREOS

INVESTIGACIÓN Y
EXPLICACIÓN HEBREOS 6:4-6

DIEGO SALGUERO
ALEXIS SOLIS

CENTRO DE FORMACIÓN
TEOLÓGICA ARGENTINA
2022
TRABAJO PRÁCTICO DE HEBREOS
CONSIGNA: Investigar y explicar Cap. 6:4 al 6. ¿Cómo se interpreta este pasaje?
¿Qué quiere decir el escritor aquí?
Hebreos capítulo 6 del 4 al 6 presenta un desafío, aparentemente estaría hablando
de la posibilidad de pérdida de salvación, pero por medio de este trabajo queremos
dejar en claro que no se trata de una situación así, porque estaría en conflicto con
lo que la Biblia enseña en muchas otras partes de si misma, donde se presenta la
salvación como algo seguro.
Antes de presentar nuestra postura, veremos qué es lo que dicen algunos autores
respecto al mismo pasaje.
En la página de internet www.sujetosalaroca.com se encuentra la siguiente
descripción del pasaje.
Para los arminianos, esta es la prueba de que la perseverancia de los santos no
existe, y que, por lo tanto, un cristiano puede rechazar a Cristo en algún punto de
su vida. Para los calvinistas es la prueba de que un creyente no puede ser un
apóstata, y que lo que presenta el autor del libro de Hebreos son personas que no
son creyentes.
Los calvinistas están en lo correcto en afirmar que la Biblia enseña enfáticamente
la preservación y la perseverancia de los santos. Cristo afirmó que sus ovejas
‘nunca perecerán’ (Juan 10:28). Si la Biblia no se puede contradecir entonces el
pasaje de Hebreos 6, no puede estar diciendo que un creyente puede rechazar la
gracia y la fe que le fue otorgada por Dios (Efesios 2:8). Si el apóstol Pablo, siendo
llevado por el Espíritu Santo escribió que nada puede separar a un creyente del
amor de Dios (Romanos 8 35-39), entonces el pasaje de Hebreos tampoco puede
afirmar lo contrario.
El pasaje de Hebreos 6 dice lo siguiente,
“Porque es imposible que los que una vez fueron iluminados y gustaron del don
celestial, y fueron hechos partícipes del Espíritu Santo, y asimismo gustaron de la
buena palabra de Dios y los poderes del siglo venidero, y recayeron, sean otra vez
renovados para arrepentimiento, crucificando de nuevo para sí mismos al Hijo de
Dios y exponiéndole a vituperio.” Hebreos 6:4-6
La dificultad principal está en saber si el pasaje está hablando de personas que
han sido regeneradas o de personas no regeneradas. Lo que quiero que veamos
es que este pasaje, como afirman los calvinistas, trata de personas que profesan
ser creyentes sin serlo.
Lo primero que debemos saber es que la epístola fue escrita a cristianos judíos del
primer siglo de esta era, quizás de Jerusalén o Roma [1]. En ningún lugar de la
epístola aparece algo que nos indique que haya sido compuesta para gentiles.
Esta iglesia conformada por judíos era un grupo heterogéneo, en donde muchos
eran creyentes genuinos que necesitaban un estímulo para continuar en la verdad.
Otros profesaban fe en Cristo, pero no había evidencia de ser regenerados. Esto
es lo mismo que ocurre en nuestras iglesias hoy en día, en donde hay una mezcla
de creyentes y falsos creyentes.
La epístola fue escrita debido a que muchos de los que eran parte de la iglesia
querían volver al judaísmo que habían aprendido de sus padres, y rechazar la
gracia de Dios. El autor los exhorta y les señala la superioridad de Cristo y las
consecuencias de hacer esto.
En los capítulos 3 y 4, el autor usa un ejemplo de lo que le ocurrió a Israel en el
desierto para prevenir a estos cristianos judíos a que no desechen la gracia de
Dios a causa de un corazón incrédulo (Hebreos 3:7-12, 15; 4:3-7). Además, les
insta a rechazar el reposo de Dios por esa misma incredulidad (Hebreos 3:18; 4:6-
11).
El autor les dice, “porque somos hechos participantes de Cristo, con tal que
retengamos firme hasta el fin nuestra confianza del principio.” Hebreos 3:14
Cuando Israel estaba en Egipto, justo antes de salir, toda la nación había puesto la
sangre del cordero sacrificado de la Pascua en los dinteles de sus casas; todos
cruzaron el mar Rojo; todos tomaron del alimento espiritual, el maná y el agua de
la roca; todos vivieron bajo la iluminación del pilar de fuego. Todos disfrutaron de
los beneficios espirituales, pero la mayoría de ellos no eran salvos. En Su ira, Dios
no les permitió entrar en Su reposo y los dejó en el desierto por 40 años hasta que
otra generación pudiera entrar. A ellos les fue predicado el evangelio, pero no les
sirvió de nada por su incredulidad y desobediencia (Hebreos 4:2-6).
Al leer el pasaje del capítulo 6, nos damos cuenta que existe un paralelismo con lo
que le sucedió a Israel en el desierto. El autor de Hebreos intenta entonces que
estos lectores vean lo que le sucedió a Israel y que vayan “adelante a la
perfección” (Hebreos 6:1), pero lo podrán hacer, “si Dios en verdad lo permite.”
(Hebreos 6:3).
Pero, ¿qué está ocurriendo en los versos 4 al 5? Algunas personas están
recibiendo grandes bendiciones y están teniendo experiencias maravillosas.
¿Cuáles son estas bendiciones?

1. Algunos han sido iluminados


2. Fueron hechos partícipes del Espíritu Santo
3. Gustaron la buena palabra de Dios
4. Gustaron los poderes del mundo venidero
Iluminados
Cuando leemos algunos de los patriarcas de la iglesia, notamos que para algunos
de ellos el ser iluminados quería decir haber sido bautizados. Pero la palabra
‘photizo’ (φοτιςω) significa tener un entendimiento intelectual de las cosas de Dios
[2] y [3]. En Hebreos 6:4 implica que algunos han sido instruidos en la doctrina del
evangelio y la han comprendido. Un pasaje paralelo es Hebreos 10:26 donde dice,
“Si pecamos voluntariamente después de haber recibido el conocimiento de la
verdad, ya no queda más sacrificio por los pecados”
Este conocimiento es sin embargo un conocimiento natural de las cosas
espirituales, es decir que se ha adquirido por medio de escuchar, pero que no es
una iluminación espiritual que transforma un corazón (2 Corintios 3:18). Un ejemplo
de este tipo de entendimiento es el caso de Balaam. En Números 24 vemos que
este falso profeta tenía un claro entendimiento de la verdad de Dios, pero nunca
fue transformado espiritualmente.
A pesar de que el conocimiento es un prerrequisito para la fe, no es un indicador
de que exista en el corazón de una persona la fe salvadora.
Partícipes
Ser partícipes del Espíritu Santo quiere decir que alguien comparte el Espíritu,
quizás hasta relación con las bendiciones que habían sido manifestadas en la
iglesia hebrea. La palabra griega para ‘partícipes’ es methochos (μετοχος), un
adjetivo indica el que alguien sea compañero de otro [4]. La palabra aquí se refiere
a algo que es externo más que interno. Quiere decir que algunas personas habían
compartido el beneficio de la operación sobrenatural y las manifestaciones del
Espíritu Santo.
La buena Palabra de Dios
Esto se refiere a las promesas de Dios para Su pueblo, especialmente en el
evangelio. Esta misma experiencia, como dijimos al principio, la tuvo Israel durante
el desierto. Ellos habían disfrutado de la promesa de Dios con respecto a la
liberación del poder de Egipto, pero aun así muchos no tenían fe salvadora.

Los poderes del mundo venidero


Estas personas descritas por el autor de Hebreos han gustado, visto, y algunos
hasta realizado los milagros del Espíritu Santo, pero aun así no había fe en su
corazón. Es posible realizar milagros y estar perdido espiritualmente. El ejemplo
más claro lo tenemos en Judas, el apóstol escogido por Jesús (Lucas 6:12-16).
Jesús los envió de dos en dos, y les dio el poder para predicar, echar fuera
demonios y hacer milagros (Lucas 9:1-2). Todos los apóstoles hicieron esto,
inclusive Judas, a pesar de que Cristo sabía desde el principio que era un traidor
(Juan 6:64). Pero, ¿fue Judas salvo? Juan nos dice que Satanás entró en Judas y
luego entregó a Jesús en manos de los fariseos (Juan 13:27), y luego se suicidó.
Es más Cristo, en el sermón del Monte dice,
“Muchos me dirán en aquel día: “Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y
en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?”
Entonces les declararé: “Nunca os conocí. ¡Apartaos de mí, hacedores de maldad!”
Mateo 7:22-23
Muchas personas pueden hacer milagros y no conocer realmente a Cristo. Muchos
harán milagros y no son realmente creyentes. Ahora, veamos el verso 6,
“y recayeron, sean otra vez renovados para arrepentimiento, crucificando de nuevo
para sí mismos al Hijo de Dios y exponiéndolo a la burla.”
Cuando dice ‘recayeron,’ la palabra utilizada en griego indica un abandono total. Es
un rechazo voluntario a la verdad revelada por Dios y al evangelio. La palabra en
griego ‘parapipto’ (παρπιπτο) describe a una persona que a pesar de haber
comprendido intelectualmente el evangelio, haber visto y participado de milagros
hechos por el Espíritu Santo nunca fueron traídos de tinieblas a luz (2 Corintios
4:6). Estas personas voluntariamente rechazan todos los principios del cristianismo
para volverse al mundo.
Es importante entender lo que el autor quiere decir con ‘parapipto,’ ya que los
verdaderos cristianos pueden caer en pecado. David cometió un pecado terrible al
adulterar y asesinar a Urías. Inclusive Pedro negó a Cristo, pero aun así fue
renovado, y traído al arrepentimiento. F. B. Meyer dice con respecto a esto,
“Recaer es volver de la profesión externa del cristianismo, no temporal, pero final;
no como resultado de un pecado súbito, sino porque el primer estímulo externo se
apagó, y no hay una verdadera vida latiendo en el corazón, para reparar o
revigorizar la devoción gastada de su vida. Es parecerse a esos planetas, que
nunca brillan su propia luz, sino que reflejan la luz de algún sol central; pero que,
siendo separados de su correa, se alejan más y más hacia la oscuridad, sin un
rastro de vida o calor o luz. Es volver como el perro a su vómito, porque la reforma
fue sólo externa y temporal, y la naturaleza nunca fue transformada por la gracia
del trabajo del Espíritu Santo. Es convertirse en otro Judas; cometer el pecado
contra el Espíritu Santo; perder todo sentimiento, deseo de cosas mejores; y
convertirse en algo calloso y muerto.” [6]
Ahora, ¿qué quiere decir el apóstol con ‘ser renovados para arrepentimiento’? El
arrepentimiento es un cambio de mentalidad (Mateo 21:29; Romanos 11:29). Pero,
es más que un acto mental, pues la conciencia está activa para llevar a la persona
a la auto condenación, tristeza por los pecados cometidos. En las personas no
regeneradas (no creyentes) esto ocurre naturalmente, pero en los creyentes, es
producido por el Espíritu Santo. En unos es el regalo que da vida, pero en otros es
la tristeza del mundo que lleva a la destrucción (2 Corintios 7:10). Por ejemplo, el
caso de Judas, quien se arrepintió, devolvió el dinero, entendió que había pecado
(Mateo 27:3), pero este arrepentimiento no lo salvó porque no fue producido por el
Espíritu Santo. El desenlace de su vida lo demuestra.
Estas personas, que una vez conocieron las verdades de Dios, entendieron el
evangelio, gustaron de las bendiciones del Espíritu Santo, vieron la transformación
de las vidas de creyentes, pero, aun así, voluntariamente, han rechazado estas
doctrinas, es imposible que sean ‘anakainizo’ (renovados-restaurados). ¿Por qué?
La Biblia es clara en que hay cosas imposibles para Dios. Dios no puede mentir, o
perdonar un pecado sin que este sea castigado. Esto es imposible por la misma
naturaleza de Dios. Tampoco puede actuar en contra de Sus decretos, y uno de
sus decretos es que para que haya fe debe haber predicación del evangelio
(Romanos 10:13-17).
Estas personas han escuchado el evangelio, y han presenciado las
manifestaciones del poder del evangelio en la vida de otras personas a través del
poder del Espíritu Santo. Si esto no pudo llevarlos al arrepentimiento, y a la
transformación de sus vidas, entonces ya no hay manera de que sean renovados.
Esto es lo que dice el autor de Hebreos. No hay otro evangelio que predicarles; no
hay otros motivos para mostrarles. Les fue presentado a Cristo crucificado por sus
pecados, pero rechazaron el mensaje y declararon a Cristo, usando las palabras
de A. W Pink, como un ‘impostor’ [7]. Debido a que no hay otro nombre bajo el
cielo por quien alguien pueda ser salvo, estas personas no pueden ser renovadas.
Luego el autor dice,
“crucificando de nuevo para sí mismos al Hijo de Dios y exponiéndolo a la burla”
Cristo fue crucificado en Gólgota para raer un pueblo santo y puro. En el capítulo
13 de Hebreos dice, “Por lo cual también Jesús, para santificar al pueblo mediante
su propia sangre, padeció fuera de la puerta.” (Hebreos 13:12). Cuando una
persona vuelve la espalda al evangelio, está poniéndose de acuerdo con todo lo
que llevó a Cristo a la cruz. Está de acuerdo con lo mundano, la impureza y la
incredulidad que crucificaron a Cristo. Además, cuando una persona habiendo
conocido todas las bendiciones que vienen del evangelio, prefiere el mundo, deja
en claro que estas cosas son de más valor que Cristo, y se pone de acuerdo con
todos aquellos que crucificaron a Cristo.
Un claro ejemplo de alguien que no puede ser renovado para arrepentimiento es el
caso de Esaú. En este mismo libro leemos,
“Que no haya ningún fornicario o profano, como Esaú, que por una sola comida
vendió su primogenitura. Ya sabéis que aun después, deseando heredar la
bendición, fue desechado, y no tuvo oportunidad para el arrepentimiento, aunque
la procuró con lágrimas.” Hebreos 12:16-17
No creamos que Esaú se arrepintió de corazón. Dios no rechaza el verdadero
arrepentimiento. La NIV lo traduce, “No se le dio lugar para el arrepentimiento,
aunque con lágrimas buscó la bendición.” Es decir, Esaú no tuvo lugar para
arrepentirse, su corazón estaba endurecido. Él deseaba cosas mejores, pero no
quería someterse a la voluntad de Dios, pues él era idólatra e inmoral (verso 16).
Para entender este pasaje, debemos leer la parábola que utiliza el autor en los
versos siguientes, donde dice,
“La tierra que bebe la lluvia que muchas veces cae sobre ella, y produce hierba
provechosa a aquellos por los cuales es labrada, recibe bendición de Dios; pero la
que produce espinos y abrojos es reprobada, está próxima a ser maldecida y su fin
es ser quemada.” Hebreos 6:7-8
La lluvia corresponde a las bendiciones de los versos 4-5. Si la semilla de la
palabra de Dios está verdaderamente presente en la tierra (los corazones de
hombres y mujeres), esta lluvia causa que crezcan cosechas llenas de frutos. Pero
cuando la palabra de Dios, a pesar de que haya sido escuchada, ha sido
rechazada, la lluvia lo único que puede lograr es que crezcan las cosas que existen
desde un principio en la tierra, es decir, espinos y abrojos. Si continúa lloviendo,
estos espinos y abrojos seguirán creciendo, y haría de la tierra algo peor. Esta
tierra merece entonces la maldición de Dios y será echada al fuego.
Esta es la segunda opinión del mismo pasaje encontrado en Apuntes de
Gracia - no. 39 by Dr. Charlie Bing
Este pasaje se usa muy a menudo para argumentar en contra de la doctrina de la
salvación eterna. Se argumenta que aquellos que 'recayeron' (Hebreos 6:6) de la
fe Cristiana van a ser maldecidos con el fuego eterno del infierno (Hebreos 6:7-8).
Por el otro lado, algunos que creen en la seguridad de la vida eterna van a
argumentar que este pasaje no describe a un verdadero Cristiano o que el peligro
sólo es hipotético. Cuando examinamos los detalles del pasaje en su contexto,
encontramos una mejor interpretación. Aquellos que sostienen la seguridad eterna
deberían saber cómo explicar este verso a los demás.
El estado de los lectores
Está muy claro que Hebreos fue escrito para judíos que han creído en Cristo. No
hay ninguna indicación en ningún punto de la epístola de que el escritor cambie
para hablar con incrédulos o sólo creyentes profesantes (sin poseer salvación -
Vea Apuntes de Gracia no. 15).
Más importante, el contexto inmediato obviamente que le habla a Cristianos: Ellos
deberían ser maestros (Hebreos 5:12); ellos son bebés espirituales (Hebreos 5:13);
ellos deberían pasar de las bases de su fe a la madurez (RVR60 'perfección,' o
'completos,' de teleiotes; Hebreos 6:1-2); a ellos se les describe con obvios
calificativos Cristianos (Hebreos 6:4-5). El propósito de esta advertencia negativa
es motivar a los lectores a continuar en su profesión en Cristo en lugar de alejarse
(6:11-12).
El contexto súper-importante
El contexto inmediato es hábilmente delimitado por una preocupación de que los
creyentes son: 'tardos para oír' (Hebreos 5:11) y pueden llegar a ser 'perezosos'
(Hebreos 6:12). El autor les recuerda que ellos ya deberían de ser maestros
(Hebreos 5:12). Esto apoya las recurrentes exhortaciones en Hebreos de seguir
adelante en la fe Cristiana y el crecimiento (Hebreos 3:6; 4:14; 10:23; 12:1), porque
esos judíos creyentes estaban siendo tentados a regresar al sistema de sacrificios
de la Ley de Moisés para evitar la persecución (cf. Hebreos 2:1-4; 3:12; 10:19- 39;
12:1-4). El contexto histórico es probable que sea la persecución de los Cristianos
por el emperador romano Nerón. La otra delimitación del pasaje es Hebreos 6:11-
12 que es una exhortación a crecer y seguir adelante en su fe.
El significado de 'recayeron'
La palabra 'recayeron' es interpretada por algunos como apostasía de la fe
Cristiana o una total negación de la fe Cristiana. Una palabra y pensamiento similar
se ve en 4:11, que se refiere a un ejemplo de pecado de rebelión en contra del
Señor que sucedió en Cades-barnea (cf. Hebreos 3:12; Nm 14). El argumento y el
contexto de Hebreos sugieren que esto es recaer de profesar a de Cristo (Hebreos
3:6, 14; 10:23-25; 35-39) lo cual sería el caso si ellos regresaran al sistema
Mosaico de sacrificios de animales. En la gramática del lenguaje original, recaer no
se trata como hipotético. Otras Escrituras muestran que los creyentes pueden
endurecer sus corazones al punto de abandonar su fe (Lucas 8:13; 1 Timoteo 1:19;
2 Timoteo 2:18).
Las consecuencias de recaer
La primera consecuencia de recaer es que es imposible renovar al arrepentimiento
a esos creyentes. Aquellos que dicen que este pasaje enseña que los Cristianos
pueden perder la vida eterna deben admitir que también enseña que es imposible
que ellos se arrepientan para volver a ser salvos; ellos no tendrán una segunda
oportunidad de ser salvos.
Una mejor interpretación es que los creyentes que ya se han arrepentido (cambiar
de parecer) acerca de sus 'obras muertas' del sistema Mosaico (Hebreos 6:1; cf.
9:14) no lo pueden volver a hacer porque ellos ya conocen. En el pasado, ellos
habían rechazado los sacrificios judíos y habían aceptado el sacrificio eterno de
Cristo Jesús. Regresar e identificarse con el judaísmo es negar públicamente el
sacrificio de Cristo y aún mostrar un consentimiento implícito de que Cristo merecía
morir, por eso el enunciado de 6:6: '... crucificando de nuevo para sí mismos al Hijo
de Dios y exponiéndole a vituperio'. Con semejante actitud es imposible llevarlos
de nuevo al arrepentimiento. Estos lectores creyentes pudieran hacer una decisión
esencial de no continuar sino negar la provisión del sacrificio de Cristo y por lo
tanto rechazar los beneficios de profesar y crecer en Cristo. Si ellos hacen esto, no
pueden pretender que fue por ignorancia y volver a empezar. Otra vez, esto alude
a regresar cuando a ellos no se les permitió entrar en Cades-barnea mencionado
3:7-19 en donde esos israelitas que decidieron regresar no se les permitió entrar
en la Tierra Prometida, aunque ellos trataron (cf. Nm 14). Después el autor usa a
Esaú como un ejemplo de uno que no tuvo otra oportunidad aunque él 'la procuró
con lágrimas' (Hebreos 12:15-17).
La segunda consecuencia de recaer es el juicio negativo descrito en Hebreos 6:7-
8. Si Dios corta la oportunidad de continuar en (6:3), el creyente va a sufrir
consecuencias severas. Un creyente que se regresa pudiera ser como
chamuscado en la tierra. La imagen del fuego innecesariamente lleva a algunos a
interpretarla como el infierno, pero es una conclusión pobre porque el fuego muy a
menudo se usa como un juicio de Dios en contra de Su pueblo (Vea Apuntes de
Gracia no. 34). El creyente es comparado con la tierra que o da buenos frutos o da
espinos inútiles; si da espinos inútiles, la tierra es 'reprobada' (RVR60; pero
adokimos se traduce mejor como 'no pasó el examen' y por lo tanto 'descalificada,
indigna'). De acuerdo con la práctica común de los agricultores, la tierra que da
espinos inútiles se prende en fuego para quemar los espinos y que tal vez la tierra
vuelva a ser productiva en el futuro. Es importante notar que en el lenguaje original
sólo es una tierra, no dos, y que este (el creyente) no es quemado, sino los
espinos (lo que produce el creyente). Este juicio de Dios pudiera ser temporal si su
objetivo es la productividad de la vida del creyente que fue juzgado (cf. Juan 15:6).
Conclusión
Este pasaje no nos enseña que uno puede perder su salvación, ni tampoco le está
hablando a incrédulos ni presentando una situación hipotética. Está hablando con
los Cristianos Hebreos que están en peligro de hacer una decisión terrible al
abandonar su progreso en la fe para regresar a los rituales judíos. Ellos pudieran
perder para siempre el progreso que pudieran haber logrado y pudieran sufrir un
juicio temporal de Dios. Esta es una buena exhortación y advertencia para los
Cristianos de hoy. Dios quiere que nosotros continuemos fielmente en nuestra fe
Cristiana. Aunque nuestra salvación eterna está asegurada, existen consecuencias
severas si intencionalmente nos alejamos de Él y no llegamos a la madurez.
Nosotros no sólo vamos a rechazar el progreso que hubiéramos logrado, sino que
vamos a encarar el ardiente castigo de Dios que tiene la intención de hacernos
útiles en el futuro.
Esta tercera opinión es de Pablo Santomauro
Hebreos 6:4-6, ¿Perder la Salvación?
28/04/2015 BY PABLO SANTOMAURO
¿ENSEÑA HEBREOS 6:4-6 QUE LOS CRISTIANOS PUEDEN PERDER SU
SALVACIÓN?
Sacado de “The Complete Book of Bible Answers” por Ron Rhodes (Harvest
House Publishing, 1977).
La respuesta: ¡No!
Leamos Hebreos 6:4-6:
Es imposible que renueven su arrepentimiento aquellos que han sido una vez
iluminados, que han saboreado el don celestial,
que han tenido parte en el Espíritu Santo y que han experimentado la buena
palabra de Dios y los poderes del mundo venidero, y después de todo esto se han
apartado.
Es imposible, porque así vuelven a crucificar, para su propio mal, al Hijo de Dios, y
lo exponen a la vergüenza pública.
Aquellos que se subscriben a la teología arminiana creen que este pasaje indica
que un cristiano puede en realidad perder su salvación. Si esta interpretación es
correcta, tendríamos que concluir también que es imposible ser salvo por segunda
vez.
Otros interpretan este pasaje como que se refiere a aquellos que tiene una fe no
genuina, opuesta a la fe real, se trataría de falsos creyentes. La frase “se
apartaron” o “recayeron” (Reina Valera), se referiría a haberlo hecho del
conocimiento de la verdad, pero no de la posesión misma de la verdad.
Aun otros interpretan este pasaje como una advertencia para que los cristianos
continúen marchando hacia la madurez. Yo apoyo esta interpretación. Nótese que
el contexto de Hebreos 6:4-6 está dado por los versículos 1-3:
1. Por eso, dejando a un lado las enseñanzas elementales acerca de Cristo,
avancemos hacia la madurez. No volvamos a poner los fundamentos, tales como
el arrepentimiento de las obras que conducen a la muerte, la fe en Dios,
2. la instrucción sobre bautismos, la imposición de manos, la resurrección de los
muertos y el juicio eterno.
3. Así procederemos, si Dios lo permite. (énfasis nuestro)
El contexto trata claramente con el avance hacia la madurez. Esto era importante
porque los judíos del primer siglo que se habían convertido al cristianismo, en el
área de Palestina y alrededores, todavía estaban bajo la autoridad del sumo
sacerdote.
Con esto quiero decir que el sumo sacerdote tenía la influencia suficiente para que
un judío perdiera su trabajo, o que sus hijos fueran expulsados de la escuela de la
sinagoga, y otras cosas. Muchos eruditos creen que cuando un judío se convertía
a Cristo en el primer siglo, esto traía una persecución severa sobre él. Esto
causaba que los judíos cristianos fueran bastante tímidos en sus vidas cristianas.
Al no ser muy demostrativos en cuanto a su fe, buscaban pasar desapercibidos y
se retiraban de los aspectos externos de la vida cristiana (concurrencia a las
reuniones de la iglesia, entre ellos), con la finalidad de que el sumo sacerdote fuera
indulgente con ellos.
El autor del libro de Hebreos vio esto como un retroceso, como un impedimento
para el crecimiento espiritual en Cristo, por lo tanto los motiva a avanzar a la
madurez.
A pesar de que es imposible que un cristiano realmente se aparte (o recaiga) de la
salvación, el autor del libro usa la frase para expresar su exhortación hacia la
madurez en términos fuertes.
El teólogo Charles Ryrie lo explica de la siguiente manera:
“Es imposible para un estudiante, una vez inscrito en el curso, si pudiera retroceder
el reloj (lo que no se puede), comenzar de nuevo el curso. Por lo tanto, permitamos
que todos los estudiantes prosigan a un conocimiento más profundo.” (Charles
Caldwell Ryrie, ed., Ryrie Study Bible, Chicago: Moody Press, 1994, p. 1885).
Finalizando, digamos que el mensaje de Hebreos 6:4-6 no es: “O se esfuerzan o
pierden la salvación”, sino: “En vista del hecho de que ustedes ya están en la
escuela de Cristo, y han hecho un compromiso, sigamos rumbo a la madurez”.
Este era un mensaje que los judíos convertidos en el primer siglo en realidad
necesitaban escuchar. <>
En cuanto a Hebreos 6:4-6, Charles Caldwell Ryrie (en p. 1726) escribe lo
siguiente: “Este tan debatido pasaje ha sido interpretado de diversa maneras.
(1) Los arminianos sostienen que las personas descritas aquí son cristianos que
llegan a perder su salvación. Si se entiende así, nótese entonces que el pasaje
también enseña que es imposible salvarse por segunda vez.
(2) Otros sostienen que el pasaje no se refiere a verdaderos creyentes, sino a
quienes sólo profesan ser creyentes. Así las frases en los vv. 4-5 se entienden
como referidas a experiencias que no llegan al punto de la salvación (cp. V. 9). El
“recayeron” (v. 6) es del conocimiento de la verdad, no de su posesión personal
salvifica.
(3) Otros entienden que el pasaje es una admonición a genuinos creyentes para
ungirles a que crezcan hasta la madurez cristiana. El “recaer” es imposible, en
sentido de perder la salvación (puesto que, de acuerdo con esta opinión, los
verdaderos creyentes están eternamente seguros), pero la frase está colocada en
el contexto para reforzar la admonición.
Es como si un profesor dijese en clase a sus alumnos: “Es imposible para un
estudiante, una vez que se ha inscrito en el curso, si da marcha atrás a su reloj (lo
cual no se puede hacer), comenzar el curso otra vez. Por consiguiente, todos los
estudiantes deben avanzar hacia conocimientos mas profundos”. Según esta
opinión, las frases de los vv.4-5 se entienden como referidas a la experiencia de la
conversión. Nótese cómo se usan en otros lugares de Hebreos los vocales
“iluminados” (10:32), “gustar” (2:9), y “partícipes” (12:8).”
Ahora queremos presentar nuestro punto de vista respecto a lo que significa
el pasaje.
El pasaje dice lo siguiente: “Porque es imposible que los que una vez fueron
iluminados y gustaron del don celestial, y fueron hechos partícipes del Espíritu
Santo, y asimismo gustaron de la buena palabra de Dios y los poderes del siglo
venidero, y recayeron, sean otra vez renovados para arrepentimiento, crucificando
de nuevo para sí mismos al Hijo de Dios y exponiéndole a vituperio.” Hebreos 6:4-6
El autor inicia el capítulo hablando de un anhelo para los lectores de la carta, que
ya dejen aquellas cosas básicas “rudimentos” que no permiten al creyente seguir
adelante. Quien escribe la carta busca para quien la lee que vaya llegando a la
perfección, explicando todos aquellos rudimentos, que si bien son necesarios en
cada creyente ya deben ser dejados atrás y reemplazados por información nueva,
aquella que nos permita ir llegando a esa tan anhelada perfección.
Es entonces cuando llega los versículos 4 al 6 que han sido muy mal interpretados
y han sido causa de división. Hay realidades que tenemos que reconocer y dejar
en claro para evitar equivocaciones.
El Apóstol no quiso dar a entender que Dios marcaría con condenación inevitable a
aquellos que habían apostatado de la fe de Cristo una vez profesada; pero sí quiso
advertir a sus discípulos que la apostasía implicaba una caída tan terrible, que
resultó como lo hizo, y que avergonzó los sagrados sufrimientos de Cristo, alzando
con burla a los enemigos burladores de nuestro Señor esa cruz por la cual
profesaban haber sido salvo, que cualquiera que volviera la espalda a Cristo
encontraría, a su costa, que regresar al lugar del que había caído requeriría poco
menos que un milagro.
Imposible para Dios no sería ni podría serlo, pero era prácticamente tan
improbable que cualquiera que cayera de esa manera se levantara de nuevo, que
sólo era caritativo hablar en los términos más enérgicos imaginables del peligro en
que se incurría y la consiguiente necesidad de perseverancia en la fe.
Harvey Goodwin, Parish Sermons, vol. iii., pág. 368.
Primero, debemos notar que este pasaje no hace referencia alguna a la salvación.
No hay mención de la justificación, santificación, nuevo nacimiento o regeneración.
Quienes una vez fueron iluminados no se mencionan nacidos de nuevo,
santificados o justificados. Aquí no se usa nada de la terminología
neotestamentaria normal usada para la salvación. De hecho, ninguno de los
términos aquí usados se usa en otra parte del Nuevo Testamento para referirse a
la salvación, y no debe considerarse que los términos de este pasaje aluden a ella.
La iluminación aquí mencionada tiene que ver con la percepción intelectual de la
verdad bíblica y espiritual. En la LXX, la palabra griega (phōtizō) se traduce varias
veces como "dar luz por el conocimiento o la enseñanza". Significa estar
mentalmente consciente de algo, haber recibido instrucción, estar informado. No
tiene ninguna connotación de respuesta: de aceptación o rechazo, de creer o no
creer.
Por lo tanto, no tiene que ver con la pérdida de salvación ya que iría en contra de
toda la enseñanza de la Biblia. El pasaje continúa diciendo que gustaron el don
celestial, el don celestial tiene que ver con varias cosas, una podría ser la
salvación, el Espíritu Santo, la persona mismo de Cristo. En este caso podemos
asegurar que es la salvación. Pero no dice que lo aceptaron y por este don
vivieron, sino que apenas lo probaron.
La palabra partícipes (metochos en griego) tiene que ver con asociación, no con
posesión. Estos judíos no habían poseído nunca el Espíritu Santo, simplemente
estaban cerca cuando Él estaba cerca. Es la misma palabra que se usa para los
compañeros de los pescadores en Lucas 5:7 y para Cristo en relación con los
ángeles en Hebreos 1:9. Tiene que ver con participar en asociaciones y
acontecimientos comunes. En el contexto de Hebreos 6:4, se refiere a cualquiera
que haya estado donde el Espíritu Santo haya estado ministrando. Es posible tener
asociación con el Espíritu Santo, beneficiarse de lo que hace y no haber recibido la
salvación.
Una vez más, el autor dice que estos lectores gustaron algo de Dios, esta vez es
su palabra. El término griego para palabra aquí (rhēma, que enfatiza las partes en
lugar del todo) no es usual (logos) para referirse a la Palabra de Dios, pero se
ajusta a su significado en este contexto.
Todo esto me habla de aquellas personas de las que habla el pasaje son personas
que simpatizaban con el evangelio, mas no estaba dispuestas a morir por seguir a
Cristo. Por tanto, no habla de pérdida de salvación ya que nunca la tuvieron en
primer lugar.
Debemos recordar que esta es una advertencia a los creyentes que estaban
buscando regresar al judaísmo y no se daban cuenta de que lo que estaban por
dejar o perder era muchísimo más importante que lo que ya habían dejado atrás.
Se vuelve imposible que alguien que tuvo un acercamiento y no una relación
profunda con el dueño de la vida que alguna vez llegue al conocimiento de la
verdad porque está en la muy cerca, pero a la vez muy lejos de iniciar una relación
con el dador de la vida.
Recayeron: Hay una diferencia necesaria entre fallar y recaer. Recaer no es solo
caer en pecado; en realidad se trata de apartarse de Jesús mismo. Porque siete
veces cae el justo, y vuelve a levantarse; Mas los impíos caerán en el
mal. (Proverbios 24:16) La diferencia es entre un Pedro y un Judas. Si usted se
aparta de Jesús (recaer) ¡No hay esperanza!
i. El mensaje para estos cristianos que pensaban en renunciar a Jesús era claro: si
no continúan en Jesús, no supongan que encontrarán salvación con solo seguir los
conceptos y las ideas que comparten el judaísmo y el cristianismo. Si no han sido
salvos en Jesús, no han sido salvados.
ii. Si uno recae de esta manera debemos entender por qué él o ella no puede
arrepentirse, es porque no quiere. No es que Dios prohíbe su arrepentimiento.
Como el arrepentimiento es un regalo de Dios (Romanos 2:4), el deseo de
arrepentirse es la prueba misma de que en realidad él o ella no ha recaído.
iii. La idea no es que “si usted recae, nunca podrá regresar a Jesús”. En cambio, la
idea es que “si le das la espalda a Jesús, no esperes encontrar salvación en
ningún otro lado, especialmente en la práctica de religión aparte de la plenitud de
Jesús”.
Conclusión:
Debido a la correcta aplicación de la hermenéutica en este pasaje podemos llegar
a la conclusión de que esta porción de Hebreos, no genera ninguna duda respecto
a la pérdida de salvación, porque de aquellos de quienes está hablando no son
verdaderos creyentes, sino aquellos que simpatizan con la vida que Cristo ofrece,
pero no están dispuestos a renunciar a su vida para seguir verdaderamente a
Cristo. Estos individuos de los que habla nunca podrán ser salvos porque no se
acercaron a Dios autor de la salvación de todos.
Bibliografía
https://sujetosalaroca.org/2008/03/01/descifrando-pasajes-dificiles-hebreos-6-4-6/
[1] Louis Berkhof. Introduction to the New Testament. Página 166.
[2] Strong’s Greek Lexicon. Número 5457.
[3] Ver uso también en 1 Corintios 4:5, 2 Corintios 4: 4 y 2 Timoteo 1:10. La
septuaginta la utiliza en Jueces 13:8; 2 Reyes 12: 2 y 17: 27.
[4] Strong’s Greek Lexicon. Número 3348.
[6] F. B. Meyer. Way into the Holiest. Chapter XIV.
[7] A. W. Pink. Apostasy. Commentary on Hebrews 6: 4-6.
https://diosmiojesus.com/2015/04/28/hebreos-64-6-perder-la-salvacion/
http://escudriniandolabiblia.blogspot.com/2017/07/dentro-de-la-iglesia-pero-no-
salvos.html
https://www.gracelife.org/resources/gracenotes/?id=39&lang=esp
Jhon MacArthur. Comentario del Nuevo Testamento. Hebreos p. 160-165

También podría gustarte