Lógica Promoción
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En este argumento, cada una de las dos premisas apoya a la conclusión de manera independiente. Cada una
proporciona una garantía para aceptar la concusión y lo seguirá haciendo aun en ausencia de la otra premisa. Así, por
“argumento unitario” se entiende un argumento con una conclusión, independientemente de cuántas premisas se usen
para apoyarla.
Otras veces, algunas premisas deben trabajar conjuntamente con otras para apoyar la conclusión. Cuando esto sucede,
se representa en el diagrama conectando sus números con una llave, y dibujando una flecha que las conduce a la
conclusión. Ejemplo:
2 3
En un argumento que contiene tres o más premisas, una (o más) podría proporcionar apoyo independientemente a la
conclusión, mientras que dos (o más) de las premisas pueden proporcionar apoyo sólo en combinación. Ejemplo:
2 3 4
Algunos argumentos, denominados entimemas, se enuncian de manera incompleta: sin explicitar la conclusión o alguna
de las premisas. En estos casos, debemos agregar las premisas o conclusión no explicitadas y las representaremos
mediante un número encerrado en un círculo punteado.
Los argumentos deductivos afirman que la conclusión se sigue de las premisas con necesidad absoluta,
independientemente de cualquier otro hecho que pueda suceder, sin admitir grados.
Por lo que, si la conclusión efectivamente se sigue de las premisas deductivamente, agregar premisas adicionales u
obtener nueva información no puede hacer que la conclusión deje de seguirse del nuevo conjunto de premisas, o que se
siga con mayor o menor necesidad.
Los argumentos inductivos afirman que la conclusión se sigue de las premisas con cierta probabilidad, una probabilidad
que depende de otras cosas que puedan suceder y que admite grados.
Aunque las premisas de un argumento inductivo ofrezcan buenas razones para creer en la verdad de su conclusión,
siempre será posible que agregando premisas adicionales o descubriendo nueva información la conclusión ya no se siga
del nuevo conjunto de premisas, o que se siga con mayor o menor probabilidad.
A los buenos argumentos deductivos (los que cumplen con su pretensión de que la verdad de las premisas garantiza la
verdad de la conclusión) se los llama válidos, y a los malos argumentos deductivos (los que no cumplen con esa
pretensión) se los llama inválidos.
Los argumentos inductivos también pueden ser mejores o peores, pero no se los califica como válidos o inválidos.
La validez y la invalidez son atributos de los argumentos deductivos, sólo ellos pueden clasificarse como válidos o
inválidos. Los argumentos deductivos pretenden que sus premisas ofrecen fundamentos concluyentes para afirmar su
conclusión, que sus premisas (de ser verdaderas) garantizan la verdad de su conclusión.
Son válidos cuando sus premisas (de ser verdaderas) garantizan la verdad de su conclusión, y son inválidos cuando sus
premisas (aun siendo verdaderas) no garantizan la verdad de su conclusión.
Un argumento bien fundado o sólido es un argumento deductivo válido, cuyas premisas son todas verdaderas. Sólo los
argumentos de este tipo establecen sin lugar a dudas la verdad de su conclusión.
Las proposiciones categóricas tienen una cualidad (afirmativa o negativa) y una cantidad (universal o particular).
Son afirmativas si afirman la inclusión total o parcial de una clase en otra, y son negativas si afirman la exclusión total o
parcial en otra (o si niegan la inclusión).
Son universales si la proposición se refiere a todos los miembros de la clase designada por el término sujeto, y son
particular es si la proposición se refiere a alguno de los miembros.
Clase vacía, producto y complemento.
Los diagramas de Boole permiten representar iconográficamente las relaciones entre clases que son afirmadas por las
proposiciones categóricas. Para entender cómo se representan necesitamos algunos conceptos previos: el símbolo cero
representa a la clase vacía (sin miembros). Para decir que la clase S es vacía, usamos la ecuación S=0. Para decir que una
clase S no es vacía (tiene al menos un miembro), usamos la ecuación S=/=0. Si S designa la clase de las serpientes y P la
de cosas peligrosas, SP designa la clase de las serpientes peligrosas; la parte común de las dos clases se llama el
producto o la intersección de las cases.
Se llama complemento de una clase S a la clase de todas las cosas que no son miembros de S.
5.6 Simbolismos para las proposiciones categóricas.
En los diagramas de Venn, representamos una clase mediante un círculo rotulado con la letra que designa a la clase.
Diagramamos que la clase no tiene miembros sombreando el círculo. Diagramamos que tiene al menos un miembro con
una X en el interior del círculo.
Un círculo que representa a la clase S, también representa al complemento de S. La clase S es representada por el
interior del círculo, y su complemento por el exterior.
Si saco un 4, apruebo.
Saqué un 4.
Apruebo.
La validez o invalidez de argumentos como este dependen del significado de expresiones (“si… entonces”) que conectan
proposiciones, y del orden en que aparecen las proposiciones más simples (como “saqué 4” o “apruebo”) que son
conectadas por estas conectivas.
La lógica proposicional cuenta con un lenguaje formas que permite abstraer de un argumento aquellos aspectos
formales que determinan su validez o invalidez, dejando a un lado el contenido concreto de las proposiciones simples
que lo componen (es decir, las que no incluyen ninguna conectiva).
Este lenguaje formal incluye:
• Letras proposicionales para representar proposiciones simples o atómicas (p, q, r, s).
• Paréntesis, para determinar cuál es la conectiva principal.
• Símbolos para representar las conectivas:
Herramientas para pensar mejor. Cap 13.
Dos errores frecuentes en argumentos que involucran condicionales se conocen como error de conversión y error de
inversión. Ambos surgen de confundir condiciones suficientes con condiciones necesarias.
El error de inversión o falacia de afirmación del consecuente, es un esquema de argumento deductivamente inválido
que nos confunde por su parecido con un esquema deductivo válido llamado modus ponens.
A→B A→B
A B
B A
El error surge de interpretar el condicional de la primera premisa (que afirma que A es condición suficiente para que se
dé B) como si afirmara que A es condición necesaria para B.
El error de inversión o falacia de negación del antecedente, es un esquema de argumento deductivamente inválido que
nos confunde por su parecido con un esquema deductivo válido llamado modus tollens.
A→B A→B
noB noA
noA noB
UNIDAD 1
SISTEMA 1 SISTEMA 2
Opera de forma rápida y automática, con poco o ningún Opera de forma lenta y reflexiva, es perezoso ya que las
esfuerzo y sin sensación de control voluntario. operaciones requieren esfuerzo.
Genera impresiones y sentimientos y hace asociaciones Construye pensamientos en una serie ordenada de pasos.
entre ideas.
La mayoría de las cosas que hacemos y pensamos se Es movilizado cuando surge un problema y el S1 no tiene
originan en este. solución alguna.
El intento inicial de creer y es crédulo. No cree y es incrédulo.
Se da la facilidad cognitiva La tensión cognitiva tiende a movilizarlo.
Es impulsivo e intuitivo. Encargado de vencer los impulsos del S1, aunque es
perezoso.
Ejemplos: Ejemplos:
- Percibe que un objeto está más cerca que otro. -Estar atento al disparo de salida en una carrera.
-Entiende frases sencillas. -Resolver un cálculo complejo.
-Nos hace poner cara de desagrado cuando algo no nos -Caminar a un paso más rápido de lo que es natural.
gusta.
Ambos sistemas comparten el control de la atención. El S1 hace continuamente sugerencias al S2: impresiones,
intuiciones, intenciones y sensaciones; si estas son aprobadas por el S2, las impresiones e intuiciones se tornan creencias
y los impulsos, acciones voluntarias.
UNIDAD 4
La ley de los pequeños números (10).
Un estudio sobre la incidencia de cáncer renal en los 3.141 condados de EE.UU revela que los condados en que la
incidencia de cáncer renal es más baja son en su mayoría rurales, con escasa población y pertenecientes a estados
tradicionalmente republicanos. Cualquiera pensaría que la vida sana propia de la forma de vida rural es la causa de la
baja incidencia de cáncer renal. Consideremos ahora los condados en los que la incidencia de cáncer renal es más alta:
estos son en su mayoría rurales, con escasa población y pertenecientes a estados tradicionalmente republicanos.
Cualquiera pensaría que la pobreza y los vicios propios de la forma de vida rural podrían explicarlo.
Sin duda algo está mal aquí, la vida rural no puede explicar tanto la incidencia de cáncer renal alta como la baja. El factor
clave es que los condados rurales tienen escasa población. La principal lección de estos es sobre la difícil relación que
existe entre nuestra mente y la estadística.
El S1 es hábil en una forma de pensamiento; automáticamente identifica relaciones causales entre acontecimientos,
aunque esas relaciones sean a veces falsas. Pero, a su vez, es inútil cuando se enfrenta a hechos estadísticos.
Un acontecimiento azaroso no proporciona una explicación por sí solo, pero recopilaciones de hechos azarosos se
comportan de una forma altamente regular. Los resultados extremos (muy bajos o muy altos) se encontrarán más
probablemente en los condados poco poblados, ya que los resultados extremos son más probables en muestras
pequeñas que en muestras grandes. Esta explicación no es causal, sino estadística. La población menor de un condado
no causa ni previene el cáncer, sino que permite que la incidencia sea más alta o más baja que en una población mayor.
Los estadísticos intuitivos eran optimistas sobre la capacidad de la estadística intuitiva, pero Kahneman no estaba de
acuerdo. Supongamos que queremos confirmar la hipótesis de que el vocabulario de las niñas de seis años es mayor que
el de los niños de la misma edad. La hipótesis es cierta en la población general, sin embargo, existe una gran diversidad
de niños y niñas y, con un poco de suerte, podríamos seleccionar una muestra en la que la diferencia fuese
inconcluyente o en la que los niños puntuasen más alto.
Para el investigador este resultado es costoso, porque habrá dedicado tiempo y esfuerzo para terminar fracasando en
una hipótesis que de hecho es verdadera. Utilizar una muestra grande es la única forma de reducir ese riesgo, ya que
los investigadores que escogen muestras muy pequeñas se quedan a merced de la suerte.
Kahneman elegía muestras pequeñas y sus resultados no tenían sentido, hasta que descubrió que los resultados
extraños eran errores del método de investigación: nunca había elegido un tamaño por medio de un cálculo, sino que lo
hacía mediante juicios.
El S1 no se inclina hacia la duda, sino que construye historias lo más prudentes posible. En cambio, el S2 es capaz de
dudar porque puede tener presentes posibilidades incompatibles al mismo tiempo. La ley de los pequeños números es
una manifestación de una inclinación general que favorece la certeza frente a la duda: exageramos la consistencia y la
coherencia de lo que vemos. La fe de los investigadores en lo que observan se relaciona con el efecto halo: la sensación
de que sabemos y entendemos a una persona de la cual sabemos muy poco.
El S1 donde ve una irregularidad intenta explicarla, busca una causa. El problema con las regularidades estadísticas es
que en vez de centrarse en la manera en que se produjo el suceso, el punto de vista estadístico lo relaciona con lo que
podría haber sucedido. Nada en particular hizo que se produjera, la posibilidad vino dada entre sus alternativas.
Somos buscadores de patrones, creyentes en un mundo coherente en el que las regularidades no se producen
accidentalmente, sino por causalidad o por la intención de alguien. Rechazamos la creencia de que mucho de lo que
vemos en la vida es al azar.
Kahneman saca dos conclusiones:
- Prestamos más atención al contenido de los mensajes que a la información sobre su fiabilidad, y como resultado
adoptamos una visión más simple del mundo de lo que justifican los datos.
- La estadística arroja muchas observaciones que parecen pedir explicaciones causales, pero que ellas mismas no
nos guían hacia tales explicaciones.
Heuristica de la disponibilidad (12).
Es un atajo mental que se baja en ejemplos inmediatos que llegan a la mente de una persona al evaluar un tema,
concepto, método o decisión. El cerebro humano ha optimizado el trabajo mental requerido para tomar una decisión
rápida y sin esfuerzo para llegar a conclusiones más o menos coherentes.
Esta heurística opera sobre la noción de que si algo se puede recordar, debe ser importante o al menos más
importante que los sucesos que no se recuerdan tan fácilmente. Los juicios de uno siempre se basan en lo que se le
viene a la mente: cuanto más accesible sea un suceso, más frecuente y probable parecerá; cuanto más viva sea la
información, más convincente y fácil de recordar será; cuanto más evidente resulte algo, más causal parecerá.
Están implicados los dos sistemas. El S1 sustituye una pregunta compleja por una simple, y esto produce errores
sistemáticos. Quienes se dejan guiar por el S1 son más propensos a los sesgos de disponibilidad que quienes tienen
mayor atención. El mismo sesgo contribuye a la observación de que muchos miembros de un equipo de trabajo sienten
que han hecho más que el resto y que los demás no agradecen lo suficiente sus contribuciones personales.
Ejemplo de sesgo de disponibilidad: si acabamos de ver la noticia de un asalto en cierta calle y recordamos que un amigo
fue asaltado en la misma calle tiempo atrás, pensaremos que esa calle es peligrosa basándonos en esos antecedentes,
aunque se trate de casos aislados o no haya proximidad temporal entre uno y otro.