TP - Las Ciencias Naturales No Son Ciencias Exactas
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Integrantes:
Dato Romina
Fernandez Débora
Palma Fernández Brenda
Perez whachtel Flavia
Santesteban María paz
La sexualidad, como plantea Felliti y Queirolo en el texto, es una construcció n
social y no, como se planteó durante mucho tiempo un instinto natural y un
destino bioló gico. Durante a lo largo del tiempo, las personas han logrado
relacionarse eró ticamente y explicar las diferencias sexuales, como la manera de
dar y sentir placer de concebir el cuerpo, de organizar pareja y las familias fueron
transformá ndose con el correr de los añ os. Este aspecto fue siempre ignorado por
la Historiografía hasta los añ os 80, donde se incorpora la categoría de género al
aná lisis, y buscó explicar las diferencias sexuales desde una perspectiva social y
cultural. Se comenzó a “mostrar que la biología tampoco escapaba a lo social, dado
que la materialidad del cuerpo no aseguraba una ú nica realidad, ni podía
comprenderse fuera de las construcciones ideoló gicas que le daban sentido
(Laqueur 1994)”i.
Por otra parte, adentrá ndonos má s ya en lo curricular Vazquez Lorda nos plantea
que en el primer ciclo para abordar estos temas, se aconseja que los alumnos
reconozcan su cuerpo de manera completa, valorando y respetando el mismo.
Tener respeto por sus emociones, y sentimientos vinculados a la sexualidad y sus
cambios, que pueden ser: miedo, vergü enza, pudor, placer. Reconocer las
diferencias bioló gicas entre hombres y mujeres, e identificar los prejuicios que
pueden existir en cuanto a otros niñ os.
Por ú ltimo cabe traer a colació n a modo de ejemplo lo planteado por Fausto
Starling cuando relata la situació n que pasó la deportista María Patiñ o en los
Juegos Olímpicos.
Patiñ o olvida presentar el certificado que validaba su sexo, de que ella era mujer,
algo que a simple vista se podía ver. Por esa razó n tuvieron que hacerle exá menes
médicos para comprobar su sexo. Los resultados de los estudios revelaron que sus
células tenían un cromosoma y que sus labios vulvares ocultaban unos testículos.
Por esas razones el COI (Comité Olímpico Internacional) consideró que no era una
mujer, y se le prohibió competir con el equipo femenino.
Esto da a entender que segú n por los estudios bioló gicos del sexo, decidieron su
género. Pero solo nuestra concepció n del género, y no la ciencia, puede definir
nuestro sexo.
i
Felitti, Karina y Queirolo, Graciela: “Cuerpos, género y sexualidades a través del tiempo”, en Elizalde, Silvia;
Felitti, Karina; Queirolo, Graciela (Coords.): Género y sexualidades en las tramas del saber. Revisiones y propuestas.
Buenos Aires, Libros El Zorzal, 2009.
ii
Grotz, Eugenia: “Ciencias Bioló gicas y Naturales”, en Educación Sexual Integral. Epistemología, pedagogía y
política en los debates curriculares Cuadernos del IICE Nº 3, Buenos Aires, FFyL, ISSN 2618-5377.