Evolución de La Farmacia en Colombia

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Evolución de la farmacia en Colombia

Se considera que en el desarrollo histórico de la farmacia se refleja


desde nuestras civilizaciones primitivas la existencia de brujos, curanderos o
chamanes quienes conocían las propiedades de las plantas y de
medicamentos para evitar o controlar las enfermedades, utilizando raíces,
hojas, flores, cortezas, madera, savia y resina de vegetales, tales como
maíz, patata, cacahuete, ajo, pimentón, ratania, menta, tabaco y quina;
entre los minerales, el betún, el barro, sulfato natural de hierro, la
turquesa, el jaspe, caliza y sulfato de cobre; como también utilizaron
insectos, aceite de pescado, sapos, buitres, cóndores, grasa de
armadillo , vicuña, pájaros, orina fresca y excrementos.
Con el tiempo la farmacia se fue desarrollando, ya que con la llegada de
los colones se trajo otras culturas, manejo de otras enfermedades; en 1835 en
Bogotá el farmaceuta y filántropo José Peregrino San Miguel
entusiasmado por la medicina leyó la primera obra de homeopatía que vino a
esta ciudad al terminar de leerla experimento un profundo cambio sobre la
medicina y la nueva ciencia tubo su primer apóstol en COLOMBIA.

Los dos primeros ejemplares del Organón de Hahnemann llegaron por


conducto de los doctores Juan Pardo y J. Arrubla que los pidieron a Paris. El
Doctor San Miguel, venerable decano de nuestra homeopatía abandono su
farmacia, es decir voto a la nada lo que constituía su subsistencia y del mismo
modo que su gran maestro Hahnemann se condeno a la miseria y a la
rechifla llevando a su hijo como compañero en esa vía dolorosa. Ambos la
recorrieron con la serenidad que cumple el que tiene la convicción de estar
llenando un santo deber y sostenidos con el consuelo de hallarse
trabajando en beneficio de la humanidad, con testimonios irrecusables de la
verdad del hecho.
En 1.840 el Doctor José Peregrino San Miguel viaja al ecuador con el objeto
de sembrar allí la nueva semilla y apenas si el poder y la influencia del general
Flores, que a la sazón se hallaba de presidente de esa república, pudieron
salvarlo de la conjura y tempestad que la opuesta escuela formó contra él,
que surge de un profesorado que rechaza ideas que no están en
armonías con las que han adquirido por tradición, sin cuestionarse siquiera
la razón de su existencia.
El Doctor San Miguel su incorporado en la facultad de medicina de aquel país,
fue elegido médico del ejército y obtuvo para
la homeopatía importantes reconocimientos Vuelve a
Colombia en 1.845, ya la escena para la homeopatía había cambiado mucho
en la capital. Como bien plantea el doctor San Miguel, el germen de la
homeopatía en Colombia fue doloroso. La escuela galenita reinante los
conminó desde su inicio a la rechifla y ataques sin argumentos. Las ideas
revolucionarias en la ciencia eran observadas con la malicia mercantil de la
época.
¿Qué mercancía era? ¿Por qué decían que curaba con gotitas en las cuales
no hay nada? ¿Es agua tan solo?
En contrastes el pueblo que buscaban caminos diferentes a las
pavorosas sangrías, las deformantes incisiones, los ardientes cauterios, los
deshidratantes vomitivos, las instilaciones ácidas, aprobó la homeopatía,
medicina racional expuesta por Víctor Peregrino San Miguel, su hijo y
seguidores.
La homeopatía tiene una segunda etapa (1866-1876) en Nueva Granada; entre
los favorecedores del desarrollo en esta etapa germinativa, están: el doctor
Indalecio Liévano y don Rafael Mogollón que traen de Europa
medicamentos y libros de homeopatía.
En esta etapa Manuel Maria Madiedo publica el ensayo ECO DE
HAHNEMANN EN LOS ANDES que había leído ante la sociedad homeopático
de parís en 1863. Otra publicación importante fue “Tratamiento homeopático
para la curación de los dolores de muelas y males de encías” por José
Peregrino San Miguel. Fundador del instituto homeopático de los estados
Unidos de Colombia. Fundador y presidente de la sociedad
Hahnemanniana de Bogotá. Fundador de la consulta publica y dispensario
gratuito para los pobres, Fundador de la escuela de señoras homeópatas para
la consulta especial de las enfermedades de las mujeres. Iniciador de los
servicios de farmacia central de homeopatía en Bogotá.
El 28 de noviembre de 1866 Tomas Castellanos, como primer miembro
de la comisión inspectora de hospital de caridad, concluye un informe
médico autorizado y proponiendo ante la corporación municipal de Bogotá,
destinar en aquel establecimiento algunas salas para practicas de homeopatía.
En este mismo año la gaceta médica alópata dedica unos artículos
en los que ataca “científicamente” a la
homeopatía y buscando que su ejercicio sea prohibido en Colombia.
En 1894 se presentó ante el congreso de la republica el primer proyecto
sobre la defensa del ejercicio de la homeopatía y su reglamentación y llevó
por nombre el congreso medico del centenario de colon y la homeopatía,
han sido varias las oportunidades en que se ha acudido a esta estancia para
su reconocimiento.
El presidente Rafael Núñez ordena crear en la Universidad Nacional de
Colombia la facultad de medicina homeopática diciendo; “Cada día
comprendo mejor y venero más a Hahnemann que descubrió el derroto de la
verdad medica como colón el nuevo mundo, la homeopatía hace visible lo
invisible”
En 1905 se otorga personería jurídica por ante del ministerio de gobierno a
la
Academia Nacional de Medicina homeopática.
En 1929 entre el 10 y 16 de Agosto en la ciudad de México se celebro el
congreso Nacional de homeopatía, el Dr. Manuel Sarmiento Castillo presenta
el proyecto de reglamentación de la homeopatía en el mundo ante una
delegación de no menos
de 50 países, este proyecto fue presentado nuevamente en el concilio
de Barcelona el 3 de Septiembre de 1930 y se aprueba en su totalidad el texto.
Gracias a todo lo anterior el CONSEJO NACIONAL HOMEOPATICO
DE COLOMBIA tiene hoy día reconocimiento por parte del Ministerio de
salud y Ministerio de Educación como voceros de los homeópatas a nivel
nacional.
Desde 1978 gracias a los avances científicos se formo la primera escuela de
la farmacia y se ha logrado el desarrollo de las mismas para el bien de la salud
de la comunidad.
EN 1978 Salió la primera edición del manual de normas farmacológicas
de la comisión revisora de productos farmacéuticos y se complementó
en 1992 anexando formulario nacional de medicamentos de Colombia;
llevando como nombre Farmacopea y formulario nacional de los Estados
Unidos de América.

“El Arte de Curar”, Historia de la Farmacia”, “Historia de


los medicamentos” y otras referencias Bibliográficas, nos permiten
viajar a través de la enfermedad en Colombia – y muy particularmente
en la evolución farmacéutica desde 1898 hasta la época actual.
Nuestra industria era muy artesanal y los farmacéuticos nuestros eran en un
alto porcentaje empíricos. Por leyes 12 de 1905 y 83 de 1914 se les dio el
titulo de idoneidad a las personas que venían ejerciendo la farmacia sin
consideración a su formación académica, acreditando su ejercicio por periodos
de dos o más años.
La ley 15 de 1925 tuvo la importancia de ordenar los estudios de farmacia con
una duración de dos años.

La profesionalización del oficio farmacéutico está inexorablemente unido a


las facultades de medicina. Así, mediante la ley 11 de 1927, se creó una
Escuela de farmaceutas anexa a la Facultad de Medicina de la Universidad
Nacional de Bogotá, la cual solo empezó a funcionar en 1929 con 5 años de
duración.
En 1932 funcionó en Medellín, una Escuela de Farmacia, pero fue clausurada
por falta de personal. Lograron finalizar 6 personas con diploma de farmacéuticos.
Quienes se desempeñaban en el área obtenían su licencia de ejercicio
mediante la presentación de certificados médicos y la aprobación de la
Dirección Nacional de Higiene; pero en ocasiones esta licencia era obtenida por
personas no idóneas, cuya equivocada actuación produjo lamentables
consecuencias para la salud pública. Para controlar esta situación, la
Dirección Nacional de Higiene, hoy Ministerio de Protección social, dictó en
1936 la resolución 202, donde reglamenta el ejercicio de la farmacia según lo
dispuesto en su artículo l°: Solamente la Facultad de Farmacología y
Farmacia o las Facultades oficiales establecidas o que se establezcan, podrán
expedir títulos de idoneidad para ejercer la profesión de farmacéutico en el
territorio nacional.
Las farmacias, las fórmulas magistrales y las primeras manufacturas
caseras, explotaron la producción de jarabes. De allí surge una incipiente
industria nacional con técnicas rudimentarias y con documentación
Francesa y Alemana para la fabricación de medicamentos útiles en el
programa de salud. entre la que se pueden nombrar los laboratorios
J.G.B., Fuentes, Román, Picot, Uribe Ángel, Gómez Plata y otros, que
recibieron en la década de los treinta la competencia de los laboratorios
extranjeros; Estos fueron de origen alemán en su comienzo, I.G. Farben
(Bayer), Schering alemana, Behringwerke (Boehringer) y Knoll. Antes de la
guerra pero en fecha posterior a las casas alemanas, vinieron
empresas americanas tales como Sydney Ross, Abbott y Parke Davis. La
producción local de medicamentos era sin embargo muy pequeña, si se
comparaba con los productos que se importaban.
Los pénsum académicos sufrieron modificación para el beneficio de la
formación del profesional Farmacéutico. Se hizo énfasis en la farmacia
industrial y farmacia magistral. Con el conflicto mundial, en 1940, el
gobierno del Señor Eduardo Santos reglamentó mediante el decreto 1736, el
funcionamiento de los laboratorios y la manera como deben ser producidos
los medicamentos; además, estableció que la dirección de los laboratorios
estaría a cargo de un especialista en farmacia. Estas disposiciones, unidas al
incremento en el número de droguerías y al auge de la industria
farmacéutica, fueron las que hicieron sentir la imperiosa necesidad de
empezar, definitivamente, a formar en Colombia profesionales aptos en el área
de la farmacia y la investigación; nacen las Escuelas de Farmacia en
la Universidad de Cartagena en 1941, de la Universidad del Atlántico en 1942, y
de la Universidad de Antioquia en 1943, con 4 años de duración.
Se daba título de farmacéutico a quien aprobara las materias de los 3
primeros años e hiciera las prácticas en una Farmacia Pública. Se daba el
Título de Doctor En Farmacia a quien cursara los 4 años y presentara los
exámenes preparatorios.
La Segunda Guerra trae una crisis. Se vuelve muy difícil la importación
de medicamentos y se confiscan los bienes de las empresas alemanas,
siendo nombrado Enrique Núñez Olarte secuestre de estas propiedades.
En 1943 se propicia el establecimiento de laboratorios farmacéuticos locales
para no depender de las importaciones. Avanzando la década 1940 -1950 el
gobierno Colombiano
da facilidades para que la industria farmacéutica de otros países instale
sus laboratorios en nuestro territorio, bajo ciertas condiciones, llegan así:
Lab. H Robins, Lutecia, Undra, Home Products y Cicolac. Todo ello
genera empleo y ahorro de divisas para el país. Pero igualmente fueron
apareciendo nuevas farmacias, droguerías y depósitos de drogas, que
necesariamente requerían personal adiestrado y calificado en estos
menesteres. Nace entonces la ley 84 de 1946 y la ley 11 de 1948 que
otorgaba facilidades para ejercer la profesión farmacéutica, sin cursar
ningún tipo de estudio, salvo acreditando haber laborado con una farmacia
por determinado tiempo en el cargo de Farmacéutico Jefe. En 1947 cambia
el título de Doctor en Farmacia por el de Químico Farmacéutico pero hasta
1954 se siguió otorgando el título de Farmacéutico a quien cursara 3 años.
En 1958 el currículo se amplió a 5 años. Esta reforma fortaleció la formación
de profesionales para la industria , más no para la farmacia.

La década 1950 - 1959 es trascendental para la profesión química farmacéutica


en la industria y en la comercialización de los medicamentos, en atención
médica y en general en la salud de los colombianos. Señalamos el avance del
proceso de industrialización que se vio favorecido por los buenos precios del
café, y la entrada de capital extranjero, sobre todo americano, debido
a las medidas gubernamentales que invitaban a las transnacionales
farmacéuticas a instalar sus plantas farmacéuticas en el país.

La expedición de la Ley 23 de 1962, aún vigente cuarenta años después,


fue resultado de una intensa actividad gremial, en especial por parte del
Colegio Colombiano de Químicos Farmacéuticos, que buscó generar claros
límites de exclusividad para el profesional farmacéutico, límites que fueron
amenazados por procesos legislativos que buscaban "imponer a los
médicos como directores técnicos" en la industria Farmacéutica.

La década del 60 al 70 fue positiva para la industria farmacéutica y otros


laboratorios vinieron al país. Ya se encuentran produciendo 30 firmas
americanas y 40 nacionales y europeas. Tres años más tarde se funda la
Asociación de Fabricantes de Drogas (Afidro), que tiene como primer
Presidente Ejecutivo a Misael Pastrana Borrero.
Preocupados por la desbandada de Químicos Farmacéuticos hacia la Industria
y la carencia de un profesional idóneo en las farmacias y droguerías, en
dos seminarios de educación farmacéutica, uno celebrado en Cartagena en
1966 y otro en Bogotá en 1967, con la presencia de Decanos y profesores
de las 4 facultades de farmacia que existían, se discutió sobre la necesidad de
formación de profesionales con competencia en el tema; el Doctor Antonio
Mesa, quien posteriormente se desempeñó como rector de la Universidad
de Antioquia, escribió:
“Las Escuelas de Farmacia se dedicaron a preparar mejor cada vez
un técnico para la Industria y ante este halago, ningún egresado quería
ejercer la Farmacia propiamente dicha. Se encontraba ante dos caminos
claros y sencillos: Desempeñar a cabalidad su profesión aprovechando
el máximo de sus conocimientos en la industria Farmacéutica o entrar en
competencia con los nuevos mercaderes inescrupulosos que se habían
adueñado de un pingüe negocio, la SALUD DEL PUEBLO COLOMBIANO.
Era obvio el camino que escogía. Su formación universitaria no le
permitía otro camino. De las dos oportunidades que parecían
ofrecérsele en realidad no había sino una solución, y optaba por ella. Y
seguía el círculo vicioso.
El profesional no se iba a la Farmacia, por su desprestigio, porque ella
no representaba para él ningún estímulo científico, a pesar de
que en ocasiones la remuneración o el halago económico pudiera ser
mayor y por tanto la Farmacia seguía su camino descendente.
Todos los días más comercializada, más "tienda" y más viciada.
Grandes escándalos como falsificaciones, cambios de etiquetas, venta
de muestras gratis, comercio de estupefacientes, etc., era comidilla
diaria.”
“Se requería de un profesional que se formara exclusivamente
para la Farmacia con una duración menor en sus estudios y con
una consigna: Recuperar la Farmacia, por la salud del pueblo”.

Se decidió entonces crear la carrera intermedia de Regencia en Farmacia,


con duración de 5 semestres, como respuesta desde la academia al
insuficiente número de profesionales universitarios que pudiesen hacerse
cargo del creciente número de establecimientos farmacéuticos para la
dispensación de medicamentos al público.

El Consejo Superior de la Universidad de Antioquia el 7 de junio de


1967 materializó dicha decisión e Inició labores en agosto del mismo año con el
objeto de formar profesionales aptos para la orientación de farmacias y
droguerías, para dar información, distribuir y vender productos farmacéuticos;
para vigilar este tipo de establecimientos y contribuir a la conservación de la
salud pública. Esta carrera intermedia fue avalada por la Ley 47 del 5 de
diciembre de 1967.

Con la expedición de la Ley 8 de septiembre de 1971 y la Ley 17 del 13


de diciembre de 1974, que establecieron en Colombia las figuras de
Director de Droguería y Expendedor de Drogas, respectivamente.
En 1975, la reforma a la educación, contempló la adición de las palabras
Técnico Superior entre paréntesis, en el Título de Regente de Farmacia.
1979: En junio 20 se crea la Asociación de Estudiantes y Regentes de Farmacia
– ASERFAR-.
Con la ley 80 de 1980, se incrementó el número de semestres académicos a 6
y se adquiere el Título de Tecnólogo en Regencia de Farmacia. Se organizaron
las asignaturas en tres áreas de formación profesional: básica,
humanística y tecnológica, incluyendo intensificación en
algunas asignaturas del área tecnológica. Dada la directriz de educar por
ciclos, las asignaturas de los primeros semestres eran iguales a las de
Química Farmacéutica, de manera que un estudiante podía continuar
con el “ciclo profesionalizante” cambiando de programa,
obteniendo finalmente los dos títulos.
1986: Se crea el programa en la Corporación Tecnológica de Bogotá.

En 1989 el área tecnológica se subdividió en tres sub-áreas –farmacia,


vigilancia farmacológica y administrativa-. Cada una con práctica final como
requisito para iniciar las prácticas del sexto semestre. Se destacan las
prácticas en farmacia social, hospitalaria y pública.

Mientras tanto, en el entorno Nacional, los laboratorios netamente colombianos


se ven relegados a segundo plano. Hay incremento constante de los precios
de los medicamentos. La capacidad de compra de la población se hace
difícil, lo que trae una crisis de superproducción y El químico Farmacéutico es
desplazado hacia el campo de las ventas.
En la década de los ochenta funcionan en Colombia 174 plantas farmacéuticas,
y el 95% de los medicamentos se fabrican en el país. En los 90’s, Las
firmas extranjeras más representativas tienen sus fábricas locales –cerca de 70-
. Como consecuencia de la ley 100 de 1993 nace el INVIMA en 1994
haciéndose cargo del sistema de registro sanitario de Medicamentos y
Alimentos, así como de la implementación de las Buenas Prácticas de
manufactura. Las plantas de las Multinacionales lentamente se fueron
cerrando al final el siglo XX hasta hoy sólo quedar 7 de ellas, aparentemente
por efectos de la globalización. Curiosamente se fortalecen los laboratorios
colombianos en virtud de los medicamentos genéricos, y estos establecen
modernas plantas farmacéuticas que han permitido la fabricación de sus
medicamentos, y también de terceros. Se abre otro inmenso “mercado” de
productos naturales a través de las “Tiendas Naturistas” y “Tiendas
Homeopáticas”.
1993: Se crea el programa en la Universidad Industrial de Santander
1994: Se crea el programa en la Universidad Nacional Abierta y a Distancia
UNAD con sedes en Bogotá, Pasto, Medellín, Pereira, Turbo, Neiva,
Sogamoso y Málaga.
1995: Se crea el programa en la Universidad de Córdoba y UPTC.
1995: Se crea la Ley 212. “Por la cual se reglamenta la Profesión de Químico
Farmacéutico y se dictan otras disposiciones”.
1996: Decreto 1945 “Por el cual se reglamentan parcialmente las Leyes 23
de 1962 y 212 de 1995.
1996: A partir de este año, la Universidad de Antioquia inicia la expansión
del programa a las regiones de Apartadó, Caucasia, Andes, Turbo, Magdalena
Medio, Suroeste, Oriente y Envigado.
Dadas las necesidades del mercado, el programa de tecnología en Regencia
de Farmacia sufre otra reforma en 1996 intensificando la formación en
el área administrativa y a partir de entonces cuenta con 121 créditos y 6
semestres.
1998: Ley 485 “Por medio de la cual se reglamenta la Profesión de Tecnólogo en,
Regencia de Farmacia y se dictan otras disposiciones“.
2001: es aprobada por el ICFES la creación de una especialización en
Tecnología en Regencia de Farmacia de la cual ya se graduó su primer
cohorte. Se crea el programa en la Universidad de Caldas.
En el año 2002, se presenta una nueva amenaza sobre la Salud de
los Colombianos con la expedición de la Resolución 001439 y su anexo
técnico número 1, al pretender dejar los Servicios Farmacéuticos de Baja
Complejidad en manos de auxiliares de farmacia ó droguería con al
menos tres años de experiencia. Siendo la baja complejidad el principal
filtro del SGSSS no se podía dejar en manos de personas sin
entrenamiento para detectar errores en la Prescripción ó errores en el
uso de los medicamentos, que conllevaría indudablemente a fracasos
terapéuticos, sobrecostos por re consultas, retratamientos o
en el peor de los casos, la atención en complejidades superiores, se
emprendió una cruzada compuesta por la Dirección Seccional de Salud de
Antioquia, las Asociaciones de Regentes de Farmacia, Facultades,
escuelas, institutos y corporaciones de formación profesional en farmacia,
Colegio Nacional de Químicos Farmacéuticos, y senadores de
la comisión 7, logrando que mediante la Resolución 486 de 2003, se
fijara al Tecnólogo en Regencia de Farmacia como el estándar de recurso
humano para los Servicios Farmacéuticos de Baja Complejidad.
2003: Con la Resolución académica del 19 de Septiembre de 2003, la
Universidad de Antioquia concede el reconocimiento Presencia de la
Universidad en la Sociedad, en la Categoría Plata, a la Práctica
Académica de tecnología en Regencia de Farmacia Así, en la actualidad los
campos de desempeño profesional de los Químicos Farmacéuticos en el
país son: Industria Farmacéutica (40 por ciento), Farmacia Hospitalaria (30 por
ciento), Industria Cosmética (10 por ciento) y otras áreas tales como Docencia,
Investigación y Ventas (20 por ciento).; Mientras, la gran mayoría
(cerca del 90%) de los Tecnólogos en Regencia de Farmacia se desempeñan
en la farmacia ambulatoria y Hospitalaria de baja complejidad; el 10%
restante se desempeña en actividades de Mercadeo y Ventas, Inspección,
Vigilancia y Control, Docencia, producción y servicios farmacéuticos de
mediana y alta complejidad como auxiliares de los Químicos Farmacéuticos.

Al despuntar el tercer milenio, en Colombia se consiguen las marcas


de especialidades farmacéuticas más modernas, pero importadas la mayoría
de ellas. Se fortalece el mercado de medicamentos genéricos y de
medicamentos a base de recursos naturales. Se abren nuevos campos de
ocupación para el Químico Farmacéutico y para el Tecnólogo en Regencia de
Farmacia.

En marzo 12 de 2005 se realizó el segundo Encuentro Nacional de Directores


del programa de Tecnología en Regencia de Farmacia en Medellín;
en las instalaciones de la Universidad de Antioquia y Asistieron
representantes de las siguientes universidades:

Universidad Industrial de Santander


Distancia Universidad de Antioquia
Universidad de Caldas
Universidad de Córdoba
Corporación Tecnológica de Bogotá
Asociación de Estudiantes y Tecnólogos Regentes de Farmacia, ASERFAR

En mayo 2 de 2005 Se efectuó el tercer Encuentro Nacional de Directores


del programa de Tecnología en Regencia de Farmacia en Bogotá; en las
Instalaciones
de la UNAD y Asistieron representantes de las siguientes universidades:

Universidad Industrial de Santander


Universidad Francisco de Paula
Santander Universidad Nacional Abierta y
a Distancia Universidad de Antioquia
Universidad de Caldas
Universidad de Córdoba
Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia
Universidad del Tolima
Asociación de Estudiantes y Tecnólogos Regentes de Farmacia, ASERFAR

Los representantes de las Instituciones mencionadas anteriormente, se


reunieron el día 03 de Mayo del presente año con funcionarios del Ministerio de
Educación donde fue avalado el compromiso de conformar el consejo Nacional
de Regentes de Farmacia y el grupo será autónomo para determinar las
políticas académicas de un plan de estudios unificado.
Del próximo encuentro a realizarse en el mes de Junio en la Universidad
Industrial de Santander saldrá la unificación de las áreas de formación, créditos
académicos y contenidos generales que debe manejar cada Institución que
desee implementar el programa con el fin de facilitar la movilidad de los
estudiantes.

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