Reporte 2 Aposento

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Iglesia del Nazareno en México

Seminario Nazareno en México

Seminario de Formación Espiritual

Reporte de lectura 2

10 días en el aposento alto

Maestría en Teología

Maestro Jerry Rice

Hugo Esteban Estrada Morales


En el siguiente reporte de lectura abordaremos y reflexionaremos sobre los

frutos del Espíritu Santo que estaban siendo trabajados y formados en cada uno

de los discípulos al estar reunidos después de que Jesús ascendió al cielo pero

estaba la promesa del consolador que guiaría y prepararía sus vidas para cumplir

con la gran comisión. De manera atenta y reflexiva podremos entender cuan

necesario es acercarnos y apartarnos para recibir el regalo del Espíritu Santo en

nuestras vidas y ser transformados para ser llenos de su presencia.

Oración.

Jesús enseño a orar a los discípulos con la oración del Padre nuestro; sin

embargo, no solo les enseño de forma teórica como alguna vez nosotros lo

mencionamos, pero no los practicamos en la medida como debemos hacerlo orar

sin cesar para no entrar en tentación. Tanto en el antiguo testamento vemos las

historias como los siervos como Moisés subían a los Montes y se apartaban para

hablar con Jehová. En el nuevo testamento en el libro de hechos leemos

claramente que los discípulos habían entendido el mensaje que Jesús les había

dado que perseverarán en la oración. La oración se convierte en el vehículo

esencial para cumplir los propósitos de Dios para nuestra vida y poder cumplir con

la gran comisión.

Fe profunda.

Como sabemos la fe es la certeza de lo que se espera y la convicción de

los que no se ve. Cuando los discípulos estaban con Jesús creo que la fe de cada

uno de ellos no podía desarrollarse a la medida que debía crecer ya que ellos si
veían a Jesús y en algunas ocasiones, aunque ellos no creyeran en los milagros

que Jesús podía hacer, la fe de las personas necesitadas provocaba el poder y los

milagros de Jesús. Por ejemplo, aquella mujer que había estado encorvada toda la

vida y que su fe la lleva a moverse y creer si tan solo tocase el borde del manto

del Señor seria salva.

Cuando llego el día de pentecostés la fe de todos ellos empezó a

desarrollarse ya que Jesús los había preparado inclusive había orado por ellos

para que su fe no falta se. Por lo que cuando llego el momento que el Espíritu

Santo descendió ellos habían logrado una medida de fe importante para recibir la

promesa.

La fe es, en realidad, una muestra de confianza y seguridad en Dios.

Consiste en confiar en las promesas divinas y reconocer nuestro derecho de

poseerlas. La fe nos lleva a buscar la verdad, la integridad y la justicia. Es la fe la

que nos coloca en una relación cercana con Dios y nos permite experimentar su

amor y gracia.

La fe nos da la certeza y confianza en Dios, aunque no lo vemos

físicamente, pero lo podemos ver a través de los ojos de la fe. La fe nos da la

seguridad de que Dios está trabajando en nuestras vidas y nos da la fuerza para

perseverar en momentos de dificultad. La fe es la clave para vivir una vida llena de

confianza y esperanza en Él.


Arrepentimiento sincero.

Elena de White comenta que significa ¿esperar la promesa del Espíritu

Santo? Esto no quería decir simplemente estar sentados ociosos sin hacer nada,

durante esos 10 días ellos estuvieron preparando sus vidas y sus corazones, en

otras palabras, ellos se estaban alejando del viejo hombre, estaban dejando la ley

de la carne que dominaba sus vidas, ellos comenzaron a orar para alejarse no

solo de la tentación sino preparar sus cuerpos y su espíritu a la promesa que

Jesús les había dicho. El arrepentimiento produce un cambio que lo que antes

amábamos ahora lo detestamos o simplemente ya no tenemos nada que nos

llame la atención.

Confesión honesta.

La confesión y reconocimiento verdadero es la única manera de abrir y

preparar el corazón. Recordemos que Dios puede nos ilustra que solo en los

vasos limpios, Él puede enviar su presencia y su espíritu santo, es la única forma

en la cual el consolador puede descender, como menciona al corazón contrito y

humillado yo no desprecio Salmos 51:17. Debería ser una regla que cada día

podamos en nuestra humildad reconocer que hemos pecado y clamemos que Él

se acuerde de nosotros y seamos justificados.

Los discípulos tomaron un tiempo importante para hacer un examen amplio

de sus vidas y de sus corazones. Dios no hace las cosas apresuradamente,

pareciera que Él no escucha, pero Él toma los tiempos y contesta de acuerdo a su

soberana voluntad.
Si ellos identificaron que era vital desnudar sus corazones y su vida misma

ante los ojos de Dios. Ellos habían entendido que sus corazones necesitaban ser

trabajador y preparados ante la lluvia temprana que El enviaría para poder cumplir

con la proclamación del mensaje del hijo de Dios.

Unidos en amor.

También Cristo estaba interesado en que estuvieran unidos y no hubiera

divisiones a pesar de los diferente que somos los seres humanos, en su oración el

pedía por sus discípulos estuvieran unidos, así como Él lo está con el Padre y

decía que ellos también sean uno en nosotros. Y con ello se diera testimonio de lo

que el amor de Dios provoca en la vida de las personas que le aceptan como

salvador.

Podemos ver en nuestros días que los conflictos y las diferencias son las

que provocan las guerras entre las naciones. Por ello es importante, poner mucha

atención a esta cualidad y permanecer unidos a pesar de las diferentes maneras

de pensar, que ello no nos lleve a crear la división y las discordias inclusive entre

hermanos.

Recordemos que a Jesús le interesaba mantenernos unidos para dar

testimonio de que El amor del Padre está en nosotros y que somos cartas leídas

ante muchos testigos.

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