Cuadernillo Historia

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UNIVERSIDAD NACIONAL DE SAN JUAN

FACULTAD DE FILOSOFÍA HUMANIDADES Y ARTES

Coordinación General de Ingreso

EQUIPO DOCENTE

Mag. Yemina Chiafalá

Prof. Santiago Hierrezuelo

Prof. Federico Caballero


PROGRAMA DE ESTUDIO

Unidad 1: Introducción a la vida universitaria

Objetivo: facilitar la inserción y adaptación de cada estudiante a la vida universitaria,


brindándole información, herramientas y conocimientos que le permitan iniciarse en la
enseñanza superior

1. Estructura de la Universidad Nacional de San Juan. Facultades. Estamentos.


Autoridades
2. Profesor/Licenciado en Historia: Plan de Estudios e incumbencias profesionales.
Correlatividades
3. Sistemas de evaluación: promoción sin/examen/con examen. Tipos de cursada:
alumnos libre/regular. Calendario académico. SIU Guaraní
4. Servicios de la FFHA: Biblioteca, Sala de computación
5. Sistema de becas
a. Becas nacionales
b. Becas de la UNSJ de ayuda económica (fotocopias, transporte, residencia,
comedor, jardín maternal) y Becas de rendimiento académico
c. Becas FFHA (fotocopias)
6. Políticas Públicas de Inclusión en la Universidad: Ley de Discapacidad, Ley
Micaela.

Unidad II: Introducción a la Historia

Objetivo: reconocer la complejidad intrínseca de la Historia. Identificar las nociones básicas


acerca de la disciplina científica, sus dimensiones, método y fuentes.

1. Ciencia y conocimiento. Tipos de conocimiento: vulgar y científico. Las ciencias


sociales
2. ¿Qué entendemos por historia? Aproximación a un concepto de diferentes
acepciones. El tiempo en la historia. Funciones sociales de la historia.
3. Historia de la historiografía: breve reseña de las principales corrientes
historiográficas
4. La historia como disciplina científica. Método histórico. Fuentes: definición y
clasificación
5. Trabajo interdisciplinario. Colaboraciones y contribuciones de otras ciencias al
trabajo de la historia
6. Nuevas corrientes historiográficas: historia de las mujeres e historia de género.

Unidad III: Comprensión lectora y técnicas de estudio


Objetivo: contribuir a la incorporación de técnicas y herramientas de estudio que faciliten la
apropiación y comprensión de la información

Leer en la Universidad. Las partes del libro. La lectura y el título: lectura comprensiva.
El buen lector.

1. Tipología textual: clasificación de textos: literarios y no literarios


a. Texto expositivo: nivel pragmático del discurso expositivo. Nivel global.
Nivel local. Características del texto expositivo
b. Texto argumentativo: características. Estructura del texto argumentativo
2. El párrafo. Clasificación
3. El diccionario
4. Palabras claves, ideas principales y secundarias
5. Titulación, resumen y síntesis
6. Cuadro sinóptico
7. Línea de tiempo
8. Cuadro comparativo
9. Cuadro de doble entrada
10. Mapas conceptuales
11. Escribir en la universidad. Partes de una monografía. Citas y referencias según
Normas APA
12. Toma de apuntes

Bibliografía

Aries, P. (1988). El tiempo de la historia. Buenos Aires: Paidós

Aróstegui, J. (1995). La investigación histórica. Teoría y método. Barcelona: Crítica

Bacca, R. R. (2010). Introducción teórica y práctica a la investigación histórica. Guía para


historiar en las ciencias sociales. Universidad Nacional de Colombia, Facultad de Ciencias
Humanas y Económicas: Medellín.

Bloch, M. (2000) Introducción a la Historia. México: FCE

Burke, P. (Ed.) Formas de hacer historia. Madrid: Alianza

Carr, E. (1985). ¿Qué es la historia?. Planeta: Barcelona

Casany, D., Luna, D., Sanz, S. (1994). Enseñar lengua. Barcelona: Paidós

Cassany, D. (1998). Describir el escribir: cómo se aprende a escribir. Barcelona: Paidós

Centro de Escritura Javeriano. (2019). Normas APA, sexta edición. Cali, Colombia:
Pontificia Universidad Javeriana. Recuperado de:
https://www.javerianacali.edu.co/centro-escritura/recursos/manual-de-normas-apa
CIDAE. Introducción a la Historia. En Geografía e historia 4° ESO. Recuperado de:
http://recursostic.educacion.es/secundaria/edad/4esohistoria/quincena1/imagenes1/quin
cena1_texto.pdf

Díaz, E. (1998). Las condiciones de posibilidad de la filosofía de la ciencia. Buenos Aires:


Biblos

Durán de Perlo, L. y Castillo, M. D. (2014). Ahora sí puedo estudiar. Buenos Aires:


Comunicarte

Fernández Abarca R. Tipos y características del conocimiento. Recuperado de:


http://ecaths1.s3.amazonaws.com/seminariodeintegracion/Tipos%20y%20caracteristicas
%20de%20conocimiento.pdf

Follari, R. (2000). Epistemología y sociedad. Santa Fe: Homo Sapiens

Fontana, J. (2001). La historia de los hombres. Barcelona: Crítica

García-Peña A. L. (2016) De la historia de las mujeres a la historia del género.


Contribuciones desde Coatepec, (31). Disponible en:
https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=28150017004

Gómez, G. y Basualdo, H. (2003) Introducción a la Investigación. Documento de Cátedra

Gotthelf, R. (1996). Tiempo de investigar. Mendoza: Ediunc

Guerra, C. Modelos epistemológicos y metodológicos en el desarrollo de la historia.


Documento de Cátedra. Recuperado de:
http://www.didacticadelahistoria.unlu.edu.ar/sites/www.didacticadelahistoria.unlu.edu.ar
/files/site/MODELOS%20EPISTEMOL%C3%93GICOS%20Y%20METODOL%C3%93GI
COS%20EN%20EL%20DESARROLLO%20DE%20LA%20HISTORIA.pdf

Hobsbawm, E. (1998). Sobre la historia. Barcelona: Crítica

Le Goff, J. (1995). Pensar la historia. Barcelona: Altaya

Moradiellos, E. (1994). El oficio del historiador. Madrid: Siglo XXI

(2009) Las caras de Clío: Una introducción a la historia. Madrid: siglo XXI

Pagès, P. (1985). Introducción a la historia. Barcelona: Barcanova

Rodríguez, M. (2010). Los relatos sobre el pasado y su controversia. Ensayistas,


historiadores y gran público (2001-2006). En Devoto, F. (Ed.), Historiadores, ensayistas y
gran público. La historiografía Argentina (1990-2010) (pp. 117-137). Buenos Aires: Biblos

Vilar, P. (1999). Iniciación al vocabulario del análisis histórico. Barcelona: Crítica.

Leyes:
Ley Micaela de capacitación obligatoria en género para todas las personas que integran
los tres poderes del Estado, N° 27499

Ley de Educación Superior N º 25.573/2002. Modificación de la Ley Nº 24.521/95.


Naciones Unidas (2006-2008). Convención de los Derechos de las Personas con
Discapacidad.
1. ESTRUCTURA DE LA UNSJ Y DE LA FFHA. ESTAMENTOS Y
AUTORIDADES

La Universidad Nacional de San Juan es una comunidad de trabajo dedicada a la enseñanza, la


investigación, la creación y la difusión del saber en todos sus órdenes, científico, técnico,
filosófico y artístico, y a la formación integral de profesionales al servicio del bien común. Fue
creada el 10 de Mayo de 1973, con la base de otras instituciones ya existentes, como la
Universidad Provincial Domingo Faustino Sarmiento. Actualmente, cuenta con cinco facultades:
Ingeniería; Ciencias Sociales; Filosofía, Humanidades y Artes; Arquitectura y Ciencias Exactas,
Físicas y Naturales; y tres colegios PreUniversitarios.
Como todas las Universidades Nacionales que dependen del Estado Nacional, desarrolla su
actividad dentro del régimen de autonomía y autarquía que le conceden las leyes, por lo que
dicta y modifica sus normas (Estatuto Universitario), dispone de su patrimonio y lo administra,
confecciona su presupuesto, tiene pleno gobierno de los estudios que en ella se cursan, elige
sus autoridades y nombra y renueva el personal.
El gobierno y la administración de la Universidad Nacional de San Juan son ejercidos con la
participación de todos los sectores o estamentos de la comunidad universitaria: docentes,
alumnos, egresados y personal de apoyo. Su conducción está en manos de un Rector, un
Vicerrector, elegidos periódicamente por el voto de la comunidad universitaria, y del
Consejo Superior, integrado por representantes de los cuatros estamentos, elegidos
periódicamente por el voto de sus pares. Actualmente ocupan estos cargos el Ing. Oscar
Nasisi y la Lic. Mónica Coca.
Cada Facultad es conducida por un Decano y un Vicedecano, elegidos por el voto de la
comunidad de esa facultad, y del Consejo Directivo, integrado por representantes de
docentes, alumnos, graduados y personal de apoyo, elegidos por el voto de sus pares.
Actualmente ocupan estos cargos la Magister Rosa Garbarino y la Magister Myriam Arrabal.
Para organizar las tareas de conducción, existen distintas Secretarías, encabezadas por un
Secretario.

1
La enseñanza dentro de las facultades se organiza a partir de Departamentos, conducidos
por un Director y un Subdirector de Departamento. Actualmente, el Departamento de
Historia es dirigido por la Magister Alejandra Biral y la Licenciada Carolina Olivares.
Página de la Universidad: http://www.unsj.edu.ar/
Página de la Facultad: http://www.ffha.unsj.edu.ar/
A continuación, presentamos un organigrama que muestra la estructura de cada Facultad.

SECRETARÍA DE ASUNTOS ESTUDIANTILES: tiene como misión entender en los


asuntos vinculados con el bienestar de los estudiantes y a su participación en la vida
universitaria, y asistir al Decano en el área de su competencia. Sus funciones son:
1. Entender en la implementación de las políticas que en materia de bienestar estudiantil
establecen el estatuto y los Órganos Superiores de Gobierno, coordinando su accionar con la
Secretaría de Bienestar Universitario de Rectorado.
2. Entender en lo concerniente a las inquietudes estudiantiles y a su adecuada canalización.
3. Entender en las relaciones de la Facultad con los organismos estudiantiles representativos.
4. Entender en lo relativo a becas estudiantiles de ayuda económica, préstamos de honor,
subsidios y cualquier otro beneficio similar, coordinando sus acciones con los Órganos
Superiores y demás Unidades competentes.
5. Atender el desarrollo de actividades recreativas y deportivas tendientes a lograr la
integración del alumno a la comunidad estudiantil de la Facultad.
6. Entender en las acciones que permitan lograr la prestación del servicio de asistencia social.

2
Actualmente ocupa este cargo el Lic. Javier Gil, Su oficina se encuentra en la Planta Baja de
la Facultad, cerca de la Mesa de Entradas. Tel: (0264) 422-2643. Interno: 119. Correo:
sae@ffha.unsj.edu.ar.
DEPARTAMENTO ALUMNOS: tiene como misión entender en el registro, certificación y
custodia de la documentación resultante de la actividad de capacitación y estudio de los
alumnos de la Facultad. Sus funciones son:
1. Efectuar todas las tareas concernientes a inscripción y registro de alumnos.
2. Efectuar las acciones que deriven de la aplicación del reglamento académico y demás
normativa vigente sobre alumnos.
3. Efectuar la preparación, gestión, custodia y conservación de las actas de exámenes y demás
documentación que por su naturaleza así lo requiera.
4. Efectuar la habilitación y mantenimiento de la ficha individual y legajo personal del alumno,
como así también, las tareas resultantes del proceso de datos.
5. Entender en la tramitación administrativa de certificaciones a alumnos, de diplomas y
constancias a los egresados.
Ser alumno en la UNSJ
El estado de alumno universitario se adquiere con la
inscripción en una facultad de la universidad,
cumpliendo con los requisitos académicos exigidos en el
Estatuto Universitario. A partir del ingreso, esta
condición se mantiene con el sólo requisito de
inscripción anual.
Ingreso: para ingresar como alumno a la Universidad y
obtener matrícula en alguna de las carreras que se
cursan en las Facultades, los aspirantes deberán tener aprobados los estudios que
correspondan al ciclo de Enseñanza Media, cumplir con las condiciones y requisitos que a este
fin establezca la Universidad y las pautas establecidas (Anexo I, II, Art. 2°).
Tipos de Alumnos que contempla la Universidad: (Anexo I, III, Art.3°)
 Alumno Aspirante: Es aquel que esta Pre- Inscripto en alguna carrera Universitaria.
 Alumno Ingresante Condicional: Es aquel alumno que aprobó el curso de ingreso pero
adeuda requisitos de inscripción. (…)
 Alumno con Estado Universitario: Es aquel alumno que habiendo cumplido con todos
los requisitos de ingreso, se encuentra inscripto en alguna de las carreras que se dictan
en la UNSJ. El estado universitario habilita a los alumnos a ejercer el derecho a voto en
las condiciones estatuarias, para cursar y para rendir asignaturas del Plan de Estudio de
la carrera respectiva, caduca automáticamente con el vencimiento de cada Ciclo
Lectivo.
 Alumno Regular con Estado Universitario: Es aquel alumno que habiendo adquirido
estado universitario, aprueba al menos dos (2) asignaturas del Plan de Estudio de la
carrera en la que está inscripto, por año académico.
 Alumno vocacional: Es aquel alumno que siendo alumno universitario, graduado o
debidamente autorizado, se inscribe en una o más asignaturas de carreras de grado,

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con el objeto de actualizar sus conocimientos o procurara un mayor grado de
especialización o perfeccionamiento. Deberá tener en cuenta algunas pautas
previamente establecidas. (…)
Inscripción: para empezar a cursar deberás inscribirte en las materias que desees cursar,
durante las fechas que cada facultad fije para ese fin. La inscripción de los alumnos en las
asignaturas del Plan de Estudio, estará sujeta al régimen que en el mismo se estipule, a la
presente normativa y a las condiciones particulares que al efecto determinen los Consejos
Directivos de cada Facultad. (Anexo I, VI -2-, Art. 23° y 24°)
Condiciones para mantenerte como alumno efectivo de la Universidad: en la
Universidad se llama alumno “regular” o “efectivo” a aquel alumno que cursa su carrera
regularmente, respetando condiciones o requisitos mínimos de permanencia:
 Reinscribirte todos los años en la carrera que cursas (Profesorado o Licenciatura en
Historia): generalmente la reinscripción se realiza entre los meses de Marzo-Abril de
cada año. Su cumplimiento es obligatorio y se comprobara que lo hayas realizado, a
través de la certificación de tu “Libreta Universitaria”, cada vez que tengas que realizar
trámites como inscripciones para cursar o rendir exámenes, usar la Biblioteca o
solicitar Becas.
 Aprobar como mínimo dos materias por año académico (marzo a marzo del año
siguiente). Este requisito rige para todos los alumnos. Es posible solicitar una
excepción en casos específicos (realización de viajes de estudio prolongados,
padecimiento de una enfermedad prolongada, periodos de embarazo y lactancia,
razones laborales debidamente certificadas).
Participación en el gobierno de la Universidad: Los alumnos participan en el gobierno
de la universidad, en los términos y condiciones establecidos en el Estatuto Universitario. En
las elecciones para designar Consejeros Alumnos para el Consejo Superior y Consejo
Directivo, votan todos los alumnos regulares (que hayan aprobado al menos dos materias en
su primer año). En la Universidad se reconocen los centros estudiantiles para propender a la
defensa de los intereses de sus integrantes, en la elección participan todos los alumnos desde
primer año.

2. PLANES DE ESTUDIO: INCUMBENCIAS Y CORRELATIVIDADES


Los Departamentos ofrecen distintas carreras. Estas carreras se organizan a partir de un
Plan de Estudios, que indica las materias o asignaturas que deben ser aprobadas para
obtener un título.
En la Facultad de Filosofía Humanidades y Artes, el Departamento de Historia ofrece dos
carreras: Licenciatura y Profesorado en Historia. Ambas tienen su propio Plan de
Estudios, que indica las materias que se necesitan aprobar para obtener el Título de
Profesor o Licenciado en Historia. Ambos títulos habilitan para acceder a la Maestría en
Historia (nivel de Posgrado), que también se dicta en la Facultad de Filosofía, Humanidades y
Artes. Las dos carreras tienen una duración de 5 años y son independientes, aunque tienen
gran parte de las materias en común. Veamos cuál es el perfil profesional y el campo
ocupacional de cada una:

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PROFESORADO EN HISTORIA
PERFIL PROFESIONAL: Planificar, conducir y evaluar
procesos de Enseñanza Aprendizaje en Historia en los
niveles pertinentes del sistema educativo. Asesorar en
lo concerniente a los aspectos teórico – metodológicos
relativos a la enseñanza de la especialidad. Realizar
estudios de Postgrado
CAMPO OCUPACIONAL: Los egresados de esta carrera pueden desarrollar actividades de
enseñanza secundaria, terciaria y universitaria, además de labores en bibliotecas, archivos y
museos.
Actividades más comunes:
 Diseña programas a partir de un currículo oficial
 Selecciona contenidos y planifica clases
 Prepara materiales de enseñanza
 Evalúa y completa documentos de registro de notas
 Se capacita en cursos, encuentros y congresos
 Participa en otras actividades de las instituciones educativas (actos, jornadas,
capacitaciones, etc.)

LICENCIATURA EN HISTORIA
PERFIL PROFESIONAL: El Licenciado en Historia debe
revelar su compromiso con conceptos humanísticos, una
sólida formación científica, un espíritu abierto al cambio,
aptitudes para el trabajo teórico práctico en el campo de la
investigación, rigor metodológico y objetividad y capacidad
para realizar aportes a la ciencia histórica y contribuir a su
difusión.
CAMPO OCUPACIONAL: Los egresados de esta carrera están capacitados para realizar
tareas de investigación en instituciones oficiales y privadas nacionales y provinciales, además de
asesoramiento histórico en diversos ámbitos y labores en biblioteca, archivos y museos.

Actividades más comunes:


 Participa en equipos de investigación
 Diseña proyectos de investigación
 Realiza trabajo de campo: en archivos y bibliotecas, haciendo entrevistas, etc,
 Informa los resultados a través de Informes, Tesis, etc.
 Participa en reuniones científicas como Congresos, Jornadas, Encuentros.

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El Plan de Estudio es un documento importantísimo, que debe ser conocido en detalle. Allí
encontramos las materias organizadas por año y por semestre1. En el caso de las carreras de
Historia, todas las materias son semestrales, es decir, se cursan a lo largo de un semestre,
excepto la Práctica Profesional, que es anual y se cursa en el quinto año de la carrera. En el
Plan de Estudios también encontramos las Correlatividades.
El Régimen de Correlatividades establece que para cursar y aprobar una asignatura, deben
cumplimentarse ciertos requisitos, es decir, en algunos casos se deben haber cursado y/o
aprobado previamente otras materias relacionadas. Al momento de cursar o rendir el examen
final de una asignatura, todas las materias que sean correlativas de la misma deben estar
cursadas y/o aprobadas (según corresponda). Por ejemplo: para cursar Historia Antigua II (que
se cursa en el segundo semestre del primer año), es necesario haber cursado Historia Antigua
I (que se cursa en el primer semestre), para rendir Historia Antigua II, es necesario haber
rendido y aprobado Historia Antigua I. Es importante que al momento de ingresar a la
Universidad, el alumno se informe sobre el Régimen de Correlatividades para ir planeando
cómo y cuándo cursar y rendir las diferentes materias.

3. SISTEMAS DE CURSADO Y EVALUACIÓN


Hay diferentes formas de cursar y aprobar una materia:
1)- En calidad de Alumno Regular, cuando se cumplen los requisitos establecidos en la
Planificación de cada Asignatura (mínimo de asistencia, aprobación de trabajos prácticos y
parciales, etc.). La regularidad tiene una vigencia de dos años académicos consecutivos al año
en que se obtuvo la condición. Como alumno regular se puede aprobar la Asignatura de dos
maneras:
 Con examen final: luego de haber cumplido los requisitos como alumno regular
(“regularizar”, “obtener boleta”), la materia se aprueba con un examen final, que se
desarrollan siguiendo el Programa del año en que se obtuvo la Regularidad. Este
examen se rinde en periodos específicos, en el turno que el alumno elija.
 Con Sistema Promocional sin examen final: algunas materias (denominadas
“promocionales”) pueden aprobarse sin rendir examen final, cumpliendo con los
requisitos que se establecen en las Planificaciones.
2)- En calidad de Alumno Libre, cuando no se han cumplido los requisitos anteriores. El
alumno debe inscribirse en el Departamento de Alumnos con 25 días hábiles, como mínimo,
de anticipación a la fecha del examen, realizar el trabajo previo y/o examen escrito, que el
profesor le ha asignado, ratificar su inscripción entre 7 y 3 días hábiles antes del examen, y
aprobar todas las instancias: defensa del trabajo previo y/o examen escrito, y examen oral. Los
exámenes libres se desarrollarán según el programa final vigente de la asignatura,
correspondiente al último ciclo lectivo inmediato anterior a la fecha de inscripción. Se
recomienda informarse cabalmente sobre el Procedimiento para rendir Examen Libre (Ord.
28/91-CS Res. 02/95-CD-FFHA) y consultar al Profesor a cargo de la Cátedra.

1
El cursado de las carreras está organizada por año y semestre, pero su aprobación es por materias o
asignaturas, no por año. Es decir, un estudiante puede estar cursando y aprobar materias de distintos
años, siempre y cuando reúna los requisitos del Plan de Estudios (correlatividades, vigencia de la
regularidad, etc.). Recibe su título cuando haya aprobado todas las materias del Plan de Estudios vigente,
sin importar el tiempo que tardó en completarlo.

6
Los exámenes finales se desarrollan en fechas estipuladas por el
TIP
Calendario Académico, según un cronograma que establece el ES MEJOR rendir
Departamento de Historia. Para poder rendir, es obligatorio inscribirse primero las
materias que son
a través del Sistema SIU Guaraní, entre 7 (siete) y 3 (tres) días hábiles correlativas de las
materias del año
antes del examen (para los alumnos regulares) y guardar el comprobante siguiente
por cualquier problema que se presente.
El examen puede ser oral, escrito, escrito y oral o de ejecución. En todos los casos tiene
carácter público (puede ser observado por cualquier persona). Es evaluado por un Tribunal
examinador, constituido bajo la presidencia del profesor a cargo de la asignatura y la vocalía
de dos docentes. El Tribunal llamará a los alumnos en el orden que registra la planilla de
examen, en coincidencia con el orden de inscripción. Al hacer el primer llamado tomará
examen al primero de la lista que estuviera presente y así sucesivamente. El alumno que no
estuviera presente en el momento del llamado, se consignará ausente en el acta. El tribunal
deberá exigir al alumno la comprobación de su identidad mediante la presentación de la libreta
universitaria en la cual, finalizado el examen se registrará la nota obtenida.
La calificación final que corresponda a un alumno por la ejecución completa de un curso o
asignaturas (nota), se meritará con la escala numérica de cero (o) a diez (10), y será
debidamente consignada en el acta que al efecto provea la facultad. Corresponde:
 Calificación 10: Sobresaliente
 Calificación 8 y 9: Muy Bueno
 Calificación 6 y 7: Bueno
 Calificación 4 y 5: Regular
 Calificación 1, 2 y 3: Aplazado
 Calificación O: Reprobado

4. CALENDARIO ACADÉMICO
Establece el periodo de clases, los recesos de verano e invierno y
las semanas en las cuáles hay mesas de exámenes. En general, hay TIP
Se puede encontrar el
turnos de exámenes en febrero-marzo, julio-agosto y noviembre- calendario académico en la
diciembre. El cronograma de los exámenes de cada materia (día, página web de la facultad y
en el centro de estudiantes
horario y aula) se pueden consultar en el Departamento de
Historia, y siempre hay que estar atentos a posibles cambios.

5. SIU
SIU-GUARANÍ es un sistema de gestión académica que registra y administra todas las
actividades académicas de la Universidad y sus Facultades, desde que los alumnos ingresan
como aspirantes hasta que obtienen el diploma. Fue concebido para administrar la gestión de
alumnos en forma segura.
A través del SIU GUARANÍ podrás:
 Inscribirte a materias y exámenes
TIP
 Consultar tu historia académica Ver instructivo en el
cuadernillo

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 Actualizar tus datos personales
 Consultar las regularidades del cursado
 Reinscribirte anualmente

6. SERVICIOS DE LA FFHA: BIBLIOTECA Y SALA DE COMPUTACIÓN


La biblioteca J.J. Nissen tiene como función principal conservar, ordenar, organizar y difundir la
información. Para asociarse hay que presentarse en el lapso estipulado por la dirección de la
Biblioteca con: 2 fotos carnet, certificado de domicilio, y certificado de inscripción en
Departamento de Alumnos. El carnet que se otorga es gratuito y válido para hacer uso de
todas las bibliotecas de la U.N.S.J, adecuándose al reglamento de cada una. Se debe presentar
cada vez que se solicite el préstamo de materiales, sea para consultar en sala o llevar al
domicilio.
 Préstamo en Sala (Libros y Hemeroteca): Se pueden retirar hasta 3 libros por vez,
efectuando su devolución en el mismo turno y se debe consultar la bibliografía en Sala
de Lectura “Sin sacarlo del recinto”.
 Préstamo Normal (material para llevar al domicilio): se pueden retirar hasta 3 libros
por vez, por un plazo NO mayor a 7 días corridos. Podrán renovarse 2 veces más (de
7 días cada una) si el bibliotecario lo cree conveniente.
 Préstamo Especial (libro No Circulante): se pueden retirar hasta 3 libros el día viernes,
efectuando su devolución el día lunes siguiente antes de las 9 horas.

7. ORIENTACIONES GENERALES DE CURSADO


 Catedra: denominación de una asignatura o materia
 Equipos de cátedra: es el conjunto de profesores que están a cargo del dictado y la
evaluación en una materia. Puede estar formado por: Titular, Asociado, Adjunto, Jefe de
Trabajos Prácticos y Auxiliar de Primera Categoría (en orden jerárquico). En algunas materias,
también existe la figura de alumno Auxiliar de Segunda Categoría.
 Por qué conocer la Planificación y el Programa: cada asignatura tiene una
planificación y un programa, que se renuevan todos los años y son redactados por el equipo de
cátedra, Allí se indican los objetivos a alcanzar por los estudiantes, los contenidos ordenados
por unidades o ejes temáticos, la bibliografía obligatoria y optativa a consultar, las formas de
evaluación y los requisitos para regularizar o promocionar esa asignatura. Es muy importante
conocerlo desde que se empieza a cursar la materia, y sobre todo cuando se estudia para
rendir, ya que nos ordena e indica específicamente qué debemos hacer para aprobar esa
materia.
 Clases: en la mayoría de las materias, se dictan clases teóricas y clases prácticas. En las
primeras, la asistencia no es obligatoria, aunque es recomendable asistir, en general las dictan
los docentes de mayor jerarquía y nos orientan en el estudio para rendir. Las segundas sí son
obligatorias y se requiere un mínimo de asistencia que ronda entre el 75 y el 100%.
 Evaluaciones: en general, las evaluaciones que hay que aprobar para regularizar una
materia son parciales (evaluaciones escritas individuales, sin material de consulta, con temario
específico) y trabajos prácticos (producción de distintos tipos de textos con consignas dadas
por la cátedra, que tienen una fecha de presentación, comúnmente se realizan en grupos y a
veces se evalúan también de forma oral). El caso de las materias promocionales, se puede

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agregar un coloquio, una evaluación oral e individual referida a todos los contenidos de la
materia.
 Consultas: todos los docentes tienen un horario de consulta semanal, generalmente en
la Sala de Profesores, para que los estudiantes les presenten sus dudas durante el cursado y
cuando estudian para rendir. Los horarios se pueden consultar en el Departamento de
Historia. Aunque para los alumnos la consulta es un derecho y no una obligación, es muy
recomendable asistir por lo menos a una consulta en la semana anterior a rendir. Durante la
semana de exámenes no se dan consultas.

8. RECURSOS DIGITALES
Para trabajar con mapas 
https://mapstory.org/
https://www.profesorfrancisco.es/search/label/Mapas%20hist%C3%B3ricos
Para hacer líneas de tiempo 
https://www.timetoast.com/
Para conocer sitios históricos en 3D 
https://www.3ds.com/stories/giza-3d/#discover
https://www.3ds.com/stories/paris-3d/#Patrimoine
https://artsandculture.google.com/
Para hacer mapas conceptuales, esquemas e infografías 
https://www.canva.com/
https://www.lucidchart.com
Canales en Youtube 
https://www.youtube.com/user/artehistoriacom
https://www.youtube.com/user/historychannel
https://www.youtube.com/channel/UCrsyfsHNdpB5U_FHENCuB2A
https://www.youtube.com/user/educatina
Bibliotecas digitales 
https://www.wdl.org/es/-
http://www.bne.es/es/Catalogos/BibliotecaDigitalHispanica/Inicio/
http://www.cervantesvirtual.com/
https://www.argentina.gob.ar/educacion/biblioteca-digital
https://www.bn.gov.ar/
Revistas científicas  https://www.redalyc.org/home.oa

9
Para guardar y compartir archivos en internet  https://drive.google.com (Tutorial para
aprender a usar Google Drive https://www.youtube.com/watch?v=hveEJK5GBMo)

9. SISTEMA DE BECAS
La Universidad ofrece distintos tipos de Becas de Apoyo para Estudiantes
 Transporte
 Fotocopia
 Efectivo con prestación de servicio (sólo a partir de 2º año)
 Comedor: Almuerzo y Cena / Almuerzo o Cena.
 Residencia
 Jardín Materno Infantil
Requisitos para inscribirse en algunas de estas becas para Alumnos ingresantes
 Haber finalizado el Nivel Medio
 No adeudar materias a marzo del año en curso
 Tener promedio no menor a 7
 Cursillo de ingreso aprobado
 Tener dificultad económica en su grupo familiar para solventar los gastos
Más Info:
Dirección de Servicio Social Universitario. Av. Libertador General San Martín 1109 (O).
Capital, San Juan (Facultad de Ingeniería). Tel.: 421-1700, interno 406. dirssocial@unsj.edu.ar
OTRAS BECAS
Becas de Emergencia: Durante el transcurso del año lectivo todo alumno que atraviese una
situación problemática socio-económica familiar emergente, puede concurrir a la Dirección de
Servicio Social, donde es entrevistada por una Trabajadora Social que analiza el caso y evalúa,
en base a la necesidad, la asignación de una Beca de Emergencia.
Becas Progresar: Están destinadas a jóvenes de 18 a 30 años, de nacionalidad argentina, con
un ingreso familiar total de hasta 3 salarios mínimo, vital y móvil, inscriptos para el primer año
de la carrera. Para acceder a esta beca es necesario cumplir requisitos de edad y nacionalidad,
económicos y académicos. Para postularte es necesario registrarse en:
https://becasprogresar.educacion.gob.ar/ a partir del 01/03/2019
Becas Internas de Investigación y Creación: Estas tienen el objetivo de estimular la
formación de recursos humanos a nivel de estudiantes, docentes y egresados de la UNSJ, en lo
referente a la investigación científica y el desarrollo tecnológico y artístico.
Movilidad Estudiantil: La UNSJ, a través de la SPyRRII, promueve la movilidad y el
intercambio estudiantil con el propósito de que sus alumnos avanzados desarrollen nuevas
competencias para su futuro desempeño profesional.

10. REQUISITOS DE INSCRIPCIÓN DEFINITIVA


 Carpeta colgante tipo legajo
 Fotocopia 1º y 2º DNI

10
 Fotocopia legalizada del certificado analítico de estudios secundario, en caso de no
poseerlo, certificado de que no adeuda ninguna materia y que el certificado analítico
está en trámite
 Declaración Jurada de Domicilio (si no se encuentra actualizado en el DNI)
 2 fotos 4×4
 Cartilla sanitaria
 Certificado de Curso de Ingreso Aprobado
Según Ordenanza Nº06/95-C.S. el ingresante tiene hasta el día 30 de abril para presentar el
analítico definitivo de estudios secundarios.

11. DERECHOS, DEBERES Y SANCIONES


Derechos de los alumnos
a) Solicitar becas, subsidios o créditos de acuerdo a las normas vigentes.
b) Hacer uso de las instalaciones y servicios que la Universidad Nacional de San Juan y la
Facultad de Filosofía, Humanidades y Arte pone a su disposición.
c) Participar en forma gratuita de actividades académicas extraordinarias, deportivas y
culturales que organice la UNSJ.
d) Cursar más de una carrera.
e) Peticionar por la vía de la excepción la justificación de la pérdida de la condición de alumno
regular.
f) Solicitar readmisión cuando hayas perdido la condición de alumno efectivo.
g) Continuar tus estudios en el plan que empezaste, si estas cursando y ese plan se sustituye
por otro, siempre y cuando conserves la condición de alumno regular y por un tiempo que no
supere los años de la carrera y la adición de dos años o la fecha de caducidad prevista de dicho
plan.
h) Participar en el gobierno de la Universidad Nacional de San Juan y de las Facultades, en las
organizaciones estudiantiles y en todos aquellos ámbitos pertinentes al interés universitario.
Deberes de los alumnos regulares
a) Respetar el Estatuto y las reglamentaciones de la Universidad, la normativa general vigente,
la ética y la rectitud universitaria.
b) Comportarse con respeto y educación hacia los integrantes de la comunidad universitaria.
c) Observar las condiciones de estudio, investigación, trabajo y convivencia de la institución y
acatar los requisitos previstos en el régimen de cursado.
d) Respetar el disenso, las diferencias individuales, la creatividad personal y colectiva, y el
trabajo en equipo.
e) Cumplir con el régimen de correlatividades del Plan de Estudio de la carrera que curses, con
su respectiva orientación en el caso de la Licenciatura.
f) Seguir y respetar la vía orgánica ante cualquier solicitud o petición que quieran realizar.

11
g) Cumplir puntualmente con la reinscripción, censo, examen médico y todo otro trámite que
sea establecido por la autoridad competente.
h) Cuidar los bienes que componen el patrimonio de la Universidad y de la Facultad, ya sean
mesas, bancos y pupitres (no rayarlos), basureros, paredes, libros de la biblioteca, etc.
Sanciones
Por causas de inconducta, los estudiantes de la UNSJ podrán recibir las siguientes sanciones:
apercibimiento (advertencia de una cercana sanción), apercibimiento con anotación en el
legajo; suspensión de hasta un año lectivo, separación de la facultad; expulsión de la
Universidad.

MATERIAL DE CONSULTA
ORDENANZA Nº 03/89-CS
ORDENANZA N° 001/11-AU
ORDENANZA Nº 28/91-CS
ORDENANZA N° 14/14 -CS

12
Universidad Nacional de San Juan
Facultad de Filosofía, Humanidades y Artes

Plan de Estudios

Carrera: 069 Profesorado de Historia Plan: 2002 Versión: 0


Título: 70820 Profesor de Historia
Modo de Egreso: Aprobación de Materias
Tope Crédito Cursado: No Posee Tope Crédito Regularidades en mano: No Posee

Año - Período Materia Nombre Hs. Semanales Promediable Créditos Tipo materia

1 - Primer Cuatrimestre 16313 Historia Antigua I 6 S 0 Normal


1 - Primer Cuatrimestre 16329 Introducción a la Investigación Histórica 6 S 0 Normal
1 - Primer Cuatrimestre 16337 Política y Legislación Escolar 6 S 0 Normal
1 - Primer Cuatrimestre 16340 Prehistoria y Etnohistoria General 6 S Normal

1 - Segundo Cuatrimestre 16306 Filosofía 5 S 0 Normal


1 - Segundo Cuatrimestre 16310 Historia Americana I 6 S 0 Normal
Para Aprobarla debe tener 16340 Prehistoria y Etnohistoria General Aprobada
1 - Segundo Cuatrimestre 16314 Historia Antigua II 6 S 0 Normal
Para Cursarla debe tener 16313 Historia Antigua I Cursada
Para Aprobarla debe tener 16313 Historia Antigua I Aprobada
1 - Segundo Cuatrimestre 16328 Introducción a la Historia 6 S 0 Normal

2 - Primer Cuatrimestre 16315 Historia Argentina I 6 S 0 Normal


Para Aprobarla debe tener 16310 Historia Americana I Aprobada
2 - Primer Cuatrimestre 16323 Historia Medieval 8 S Normal
Para Cursarla debe tener 16313 Historia Antigua I Cursada y
16314 Historia Antigua II Cursada
Para Aprobarla debe tener 16313 Historia Antigua I Aprobada y

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Plan de Estudios

Carrera: 069 Profesorado de Historia Plan: 2002 Versión: 0


Título: 70820 Profesor de Historia
Modo de Egreso: Aprobación de Materias
Tope Crédito Cursado: No Posee Tope Crédito Regularidades en mano: No Posee

Año - Período Materia Nombre Hs. Semanales Promediable Créditos Tipo materia

16314 Historia Antigua II Aprobada


2 - Primer Cuatrimestre 16333 Optativa I 5 S 0 Genérica
2 - Primer Cuatrimestre 16344 Psicología del Sujeto 6 S 0 Normal
Para Cursarla debe tener 16337 Política y Legislación Escolar Cursada
Para Aprobarla debe tener 16337 Política y Legislación Escolar Aprobada y
16306 Filosofía Aprobada

2 - Segundo Cuatrimestre 16301 Antropología 6 S 0 Normal


Para Cursarla debe tener 16329 Introducción a la Investigación Histórica Cursada
Para Aprobarla debe tener 16340 Prehistoria y Etnohistoria General Aprobada
2 - Segundo Cuatrimestre 16311 Historia Americana II 6 S 0 Normal
Para Cursarla debe tener 16310 Historia Americana I Cursada
Para Aprobarla debe tener 16310 Historia Americana I Aprobada
2 - Segundo Cuatrimestre 16343 Psicología del Aprendizaje 6 S 0 Normal
Para Cursarla debe tener 16344 Psicología del Sujeto Cursada
Para Aprobarla debe tener 16344 Psicología del Sujeto Aprobada

3 - Primer Cuatrimestre 16316 Historia Argentina II 6 S 0 Normal


Para Cursarla debe tener 16315 Historia Argentina I Cursada

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Plan de Estudios

Carrera: 069 Profesorado de Historia Plan: 2002 Versión: 0


Título: 70820 Profesor de Historia
Modo de Egreso: Aprobación de Materias
Tope Crédito Cursado: No Posee Tope Crédito Regularidades en mano: No Posee

Año - Período Materia Nombre Hs. Semanales Promediable Créditos Tipo materia

Para Aprobarla debe tener 16315 Historia Argentina I Aprobada


3 - Primer Cuatrimestre 16324 Historia Moderna 8 S 0 Normal
Para Cursarla debe tener 16323 Historia Medieval Cursada
Para Aprobarla debe tener 16323 Historia Medieval Aprobada
3 - Primer Cuatrimestre 16334 Optativa II 5 S 0 Genérica
3 - Primer Cuatrimestre 16342 Problemática de la Institución Escolar 6 S 0 Normal
Para Cursarla debe tener 16344 Psicología del Sujeto Cursada y
16343 Psicología del Aprendizaje Cursada
Para Aprobarla debe tener 16344 Psicología del Sujeto Aprobada y
16343 Psicología del Aprendizaje Aprobada y
16301 Antropología Aprobada

3 - Segundo Cuatrimestre 16309 Geografía 6 S 0 Normal


Para Cursarla debe tener 16328 Introducción a la Historia Cursada
Para Aprobarla debe tener 16328 Introducción a la Historia Aprobada y
16301 Antropología Aprobada
3 - Segundo Cuatrimestre 16312 Historia Americana III 6 S 0 Normal
Para Cursarla debe tener 16311 Historia Americana II Cursada

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Plan de Estudios

Carrera: 069 Profesorado de Historia Plan: 2002 Versión: 0


Título: 70820 Profesor de Historia
Modo de Egreso: Aprobación de Materias
Tope Crédito Cursado: No Posee Tope Crédito Regularidades en mano: No Posee

Año - Período Materia Nombre Hs. Semanales Promediable Créditos Tipo materia

Para Aprobarla debe tener 16311 Historia Americana II Aprobada


3 - Segundo Cuatrimestre 16317 Historia Argentina III 6 S 0 Normal
Para Cursarla debe tener 16316 Historia Argentina II Cursada
Para Aprobarla debe tener 16316 Historia Argentina II Aprobada

4 - Primer Cuatrimestre 16303 Didáctica y Currículum 6 S 0 Normal


Para Cursarla debe tener 16342 Problemática de la Institución Escolar Cursada
Para Aprobarla debe tener 16342 Problemática de la Institución Escolar Aprobada
4 - Primer Cuatrimestre 16318 Historia Contemporánea 8 S 0 Normal
Para Cursarla debe tener 16324 Historia Moderna Cursada
Para Aprobarla debe tener 16324 Historia Moderna Aprobada
4 - Primer Cuatrimestre 16320 Historia de la Historiografía 6 S 0 Normal
Para Cursarla debe tener 16329 Introducción a la Investigación Histórica Cursada y
16328 Introducción a la Historia Cursada
Para Aprobarla debe tener 16329 Introducción a la Investigación Histórica Aprobada y
16328 Introducción a la Historia Aprobada

4 - Segundo Cuatrimestre 16302 Didáctica de la Historia 6 S 0 Normal


Para Cursarla debe tener 16311 Historia Americana II Cursada y

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Facultad de Filosofía, Humanidades y Artes

Plan de Estudios

Carrera: 069 Profesorado de Historia Plan: 2002 Versión: 0


Título: 70820 Profesor de Historia
Modo de Egreso: Aprobación de Materias
Tope Crédito Cursado: No Posee Tope Crédito Regularidades en mano: No Posee

Año - Período Materia Nombre Hs. Semanales Promediable Créditos Tipo materia

16324 Historia Moderna Cursada y


16316 Historia Argentina II Cursada y
16309 Geografía Cursada y
16303 Didáctica y Currículum Cursada
Para Aprobarla debe tener 16311 Historia Americana II Aprobada y
16324 Historia Moderna Aprobada y
16316 Historia Argentina II Aprobada y
16309 Geografía Aprobada y
16303 Didáctica y Currículum Aprobada
4 - Segundo Cuatrimestre 16307 Formación Cívica y Constitucional 6 S 0 Normal
Para Cursarla debe tener 16316 Historia Argentina II Cursada
Para Aprobarla debe tener 16317 Historia Argentina III Aprobada
4 - Segundo Cuatrimestre 16332 Metodología de Investigación en Historia y Ciencias 6 S 0 Normal
Sociales
Para Cursarla debe tener 16320 Historia de la Historiografía Cursada
Para Aprobarla debe tener 16320 Historia de la Historiografía Aprobada
4 - Segundo Cuatrimestre 16335 Optativa III 5 S 0 Genérica

06/08/2014 - 09:05:55 Página 5 de 7


Universidad Nacional de San Juan
Facultad de Filosofía, Humanidades y Artes

Plan de Estudios

Carrera: 069 Profesorado de Historia Plan: 2002 Versión: 0


Título: 70820 Profesor de Historia
Modo de Egreso: Aprobación de Materias
Tope Crédito Cursado: No Posee Tope Crédito Regularidades en mano: No Posee

Año - Período Materia Nombre Hs. Semanales Promediable Créditos Tipo materia

5 - Anual 16339 Práctica de la Enseñanza de la Historia 8 S 0 Normal


Para Cursarla debe tener 16312 Historia Americana III Cursada y
16317 Historia Argentina III Cursada y
16318 Historia Contemporánea Cursada y
16303 Didáctica y Currículum Cursada y
16302 Didáctica de la Historia Cursada
Para Aprobarla debe tener 16312 Historia Americana III Aprobada y
16317 Historia Argentina III Aprobada y
16318 Historia Contemporánea Aprobada y
16303 Didáctica y Currículum Aprobada y
16302 Didáctica de la Historia Aprobada

5 - Primer Cuatrimestre 16330 Investigación Educativa 6 S 0 Normal


Para Cursarla debe tener 16320 Historia de la Historiografía Cursada y
16303 Didáctica y Currículum Cursada y
16332 Metodología de Investigación en Historia y Cursada
Ciencias Sociales
Para Aprobarla debe tener 16320 Historia de la Historiografía Aprobada y

06/08/2014 - 09:05:55 Página 6 de 7


Universidad Nacional de San Juan
Facultad de Filosofía, Humanidades y Artes

Plan de Estudios

Carrera: 069 Profesorado de Historia Plan: 2002 Versión: 0


Título: 70820 Profesor de Historia
Modo de Egreso: Aprobación de Materias
Tope Crédito Cursado: No Posee Tope Crédito Regularidades en mano: No Posee

Año - Período Materia Nombre Hs. Semanales Promediable Créditos Tipo materia

16303 Didáctica y Currículum Aprobada y


16332 Metodología de Investigación en Historia y Aprobada
Ciencias Sociales

5 - Segundo Cuatrimestre 16321 Historia de San Juan 6 S 0 Normal


Para Cursarla debe tener 16317 Historia Argentina III Cursada
Para Aprobarla debe tener 16317 Historia Argentina III Aprobada
5 - Segundo Cuatrimestre 16326 Idioma Moderno 5 S 0 Genérica
5 - Segundo Cuatrimestre 16336 Optativa IV 5 S 0 Genérica

06/08/2014 - 09:05:55 Página 7 de 7


PLAN DE ESTUDIOS: Licenciatura en Historia 2005- Orientación Americana
1º año
01 1ºc Introd..a la Investigación Histórica
02 1ºc Arqueología General
03 1ºc Historia Antigua I
04 1ºc Historia de España
05 2ºc Filosofía
06 2ºc Introducción a la Historia
07 2ºc Historia Antigua II 3 3
08 2ºc Historia Americana I
2º año
09 1ºc Historia Medieval 3-7 7
10 1ºc Historia Argentina I 8
11 1ºc Política en el area de Investigación 1-5-6 1-5-6
12 2ºc Antropología Cultura 2 2
13 2ºc Historia Americana II 8 8
58 2ºc Optativa I:_( Una del grupo 3 ) s/c s/c
Historia de la Población latinoamericana
o Historia de la Mujer Latinoamericana
o Historia de las Ideas Latinoamericanas
o Literatura iberoamericana
3º año
59 1ºc Epistemología de la Historia 1-5-6 1-5-6
60 1ºc Historia Moderna 9 9
61 1ºc Historia Argentina II 10 10
62 2ºc Metodología de la Investigación Histórica 1-6-59 1-6-59
63 2ºc Historia Americana III 13 13
64 2ºc Historia Argentina III 61 61
65 2ºc Optativa II: Una del grupo 3) s/c s/c
Historia de la Población latinoamericana
o Historia de la Mujer Latinoamericana
o Historia de las Ideas Latinoamericanas
o Literatura iberoamericana
4º año
66 1ºc Historia Contemporánea 60 60
67 1ºc Historia Económica 60-61 63-64
68 1ºc Historia de la Historiografía 59 59
69 1ºc Paisaje y sociedad en Latinoamérica 11-59-62 11-59-62
70 2ºc Historia de las relaciones interamericanas 11-59-62 11-59-62
71 2ºc Optativa III: (Una del grupo 3) s/c s/c
: Historia de la Población latinoamericana
o Historia de la Mujer Latinoamericana
o Historia de las Ideas Latinoamericanas
o Literatura iberoamericana
72 2ºc Optativa IV: (Una del grupo 3) s/c s/c
Historia de la Población latinoamericana
o Historia de la Mujer Latinoamericana
o Historia de las Ideas Latinoamericanas
o Literatura iberoamericana
5º año
73 1ºc Historia Regional 63-64 63-64
74 Anual Práctica Profesional 11-59-63-64- 11-59-63-
66-68 64-66-68
75 1ºc Mundo Actual 66 66
76 1ºc Historia de Centroamérica y el Caribe 11-59-62-68 11-59-62-
68
77 2ºc Culturas y relaciones interétnicas en América Latina 11-59-62-68 11-59-62-
68
78 Tesis s/c s/c
79 Requisito Idioma Moderno s/c s/c
PLAN DE ESTUDIOS: Licenciatura en Historia 2005- Orientación Argentina y
Regional
1º año
01 1ºc Introd..a la Investigación Histórica
02 1ºc Arqueología General
03 1ºc Historia Antigua I
04 1ºc Historia de España
05 2ºc Filosofía
06 2ºc Introducción a la Historia
07 2ºc Historia Antigua II 3 3
08 2ºc Historia Americana I
2º año
09 1ºc Historia Medieval 3-7 7
10 1ºc Historia Argentina I 8
11 1ºc Política en el area de Investigación 1-5-6 1-5-6
12 2ºc Antropología Cultura 2 2
13 2ºc Historia Americana II 8 8
80 2ºc Optativa I:_ (Una del grupo 4) s/c s/c
Historia del Arte
o Literatura Argentina II
o Geografía Regional
o Historia de San Juan
o Geografía Argentina III
3º año
81 1ºc Epistemología de la Historia 1-5-6 1-5-6
82 1ºc Historia Moderna 9 9
83 1ºc Historia Argentina II 10 10
84 2ºc Metodología de la Investigación Histórica 1-6-81 1-6-81
85 2ºc Historia Americana III 13 13
86 2ºc Historia Argentina III 83 83
87 2ºc Optativa II: (Una del grupo 4) s/c s/c
Historia del Arte
o Literatura Argentina II
o Geografía Regional
o Historia de San Juan
o Geografía Argentina III
4º año
88 1ºc Historia Contemporánea 82 82
89 1ºc Historia Económica 82-83 85-86
90 1ºc Historia de la Historiografía 81 81
91 1ºc Historiografía Argentina 11-81-84 11-81-84
92 2ºc Historia Económica Argentina y Regional 11-81-84 11-81-84
93 2ºc Optativa III: (Una del grupo 4) s/c s/c
: Historia del Arte
o Literatura Argentina II
o Geografía Regional
o Historia de San Juan
o Geografía Argentina III
94 2ºc Optativa IV: : (Una del grupo 4) s/c s/c
Historia del Arte
o Literatura Argentina II
o Geografía Regional
o Historia de San Juan
o Geografía Argentina III
5º año
95 1ºc Historia Regional 85-86 85-86
96 Anual Práctica Profesional 11-81-85-86- 11-81-85-
88-90 86-88-90
97 1ºc Mundo Actual 88 88
98 1ºc Análisis geográfico Regional 11-81-84-90 11-81-84-
90
99 2ºc Historia de las ideas latinoamericanas 11-81-84-90 11-81-84-
90
100 Tesis s/c s/c
101 Requisito Idioma Moderno s/c s/c
PLAN DE ESTUDIOS: Licenciatura en Historia 2005- Orientación Teoría y
Metodología de la Historia
1º año
01 1ºc Introd..a la Investigación Histórica 3
02 1ºc Arqueología General
03 1ºc Historia Antigua I
04 1ºc Historia de España
05 2ºc Filosofía
06 2ºc Introducción a la Historia
07 2ºc Historia Antigua II 3
08 2ºc Historia Americana I
2º año
09 1ºc Historia Medieval 3-7 7
10 1ºc Historia Argentina I 8
11 1ºc Política en el area de Investigación 1-5-6 1-5-6
12 2ºc Antropología Cultura 2 2
13 2ºc Historia Americana II 8 8
14 2ºc Optativa I:_( Una del grupo 1 ) s/c s/c
Paleografía y Diplomática
o Historia de la Vida Cotidiana
o Historia Oral: enfoques y métodos
o Investigación Cuantitativa
3º año
15 1ºc Epistemología de la Historia 1-5-6 1-5-6
16 1ºc Historia Moderna 9 9
17 1ºc Historia Argentina II 10 10
18 2ºc Metodología de la Investigación Histórica 1-6-15 1-6-15
19 2ºc Historia Americana III 13 13
20 2ºc Historia Argentina III 17 17
21 2ºc Optativa II: :_( Una del grupo 1 ) s/c s/c
Paleografía y Diplomática
o Historia de la Vida Cotidiana
o Historia Oral: enfoques y métodos
o Investigación Cuantitativa
4º año
22 1ºc Historia Contemporánea 16 16
23 1ºc Historia Económica 16-17 16-17
24 1ºc Historia de la Historiografía 15 15
25 1ºc Explicación y Narración en la Historia 11-15-18 11-15-18
26 2ºc Investigación: Conocimiento y cambios en el mundo contemporáneo 11-15-18 11-15-18
27 2ºc Optativa III: :_( Una del grupo 1 ) s/c s/c
Paleografía y Diplomática
o Historia de la Vida Cotidiana
o Historia Oral: enfoques y métodos
o Investigación Cuantitativa
28 2ºc Optativa IV: :_( Una del grupo 1 ) s/c s/c
Paleografía y Diplomática
o Historia de la Vida Cotidiana
o Historia Oral: enfoques y métodos
o Investigación Cuantitativa
5º año
29 1ºc Historia Regional 19-20 19-20
30 Anual Práctica Profesional 11-15-19-20-22-24 11-15-19-20-22-24
31 1ºc Mundo Actual 22 22
32 1ºc Investigación Cualitativa 11-15-18-24 11-15-18-24
33 2ºc Taller de Producción Textual 11-15-18-24 11-15-18-24
34 Tesis s/c s/c
35 Requisito Idioma Moderno s/c s/c
PLAN DE ESTUDIOS: Licenciatura en Historia 2005- Orientación
UNIVERSAL
1º año
01 1ºc Introd..a la Investigación Histórica
02 1ºc Arqueología General
03 1ºc Historia Antigua I
04 1ºc Historia de España
05 2ºc Filosofía
06 2ºc Introducción a la Historia
07 2ºc Historia Antigua II 3 3
08 2ºc Historia Americana I
2º año
09 1ºc Historia Medieval 3-7 7
10 1ºc Historia Argentina I 8
11 1ºc Política en el area de Investigación 1-5-6 1-5-6
12 2ºc Antropología Cultura 2 2
13 2ºc Historia Americana II 8 8
36 2ºc Optativa I:_(una del grupo 2) s/c s/c
Relaciones Internacionales
o Geografía de los espacios mundiales
o Introducción a la Literatura
o Lengua y Literatura Latina o griega
3º año
37 1ºc Epistemología de la Historia 1-5-6 1-5-6
38 1ºc Historia Moderna 9 9
39 1ºc Historia Argentina II 10 10
40 2ºc Metodología de la Investigación Histórica 1-6-37 1-6-37
41 2ºc Historia Americana III 13 13
42 2ºc Historia Argentina III 39 39
43 2ºc Optativa II: (una del grupo 2) s/c s/c
Relaciones Internacionales
o Geografía de los espacios mundiales
o Introducción a la Literatura
o Lengua y Literatura Latina o griega
4º año
44 1ºc Historia Contemporánea 38 38
45 1ºc Historia Económica 38-39 41-42
46 1ºc Historia de la Historiografía 37 37
47 1ºc Historia Social del Mundo Antigua-Medieval 11-37-40 11-37-40
48 2ºc Historia Social del Mundo Moderno-Contemporáneo 11-37-40 11-37-40
49 2ºc Optativa III: (Una del gripo 2): s/c s/c
Relaciones Internacionales
o Geografía de los espacios mundiales
o Introducción a la Literatura
o Lengua y Literatura Latina o griega
50 2ºc Optativa IV: : Relaciones Internacionales s/c s/c
o Geografía de los espacios mundiales
o Introducción a la Literatura
o Lengua y Literatura Latina o griega
5º año
51 1ºc Historia Regional 42-42 41-42
52 Anual Práctica Profesional 11-37-41- 11-37-41-
42-44-46 42-44-46
53 1ºc Mundo Actual 44 44
54 1ºc Historia de la Cultura 11-37-40-46 11-37-40-
46
55 2ºc Optativa : ((Una del grupo 5) s/c s/c
o Historia de las Ideas políticas I
o Historia de las Ideas políticas II

56 Tesis s/c s/c


57 Requisito Idioma Moderno s/c s/c
Dirección Alumnos. Av. Benjamín Aráoz 800 - C.P. 4000 - Tucumán - Argentina –
Tels.: 0054 (0381) 4847355 Fax: 4310171 - Internet: www.filo.unt.edu.ar

INSTRUCTIVO SIU GUARANI


INSCRIPCIÓN EXÁMENES
A través de este instructivo lo guiaremos para INSCRIBIRSE PARA RENDIR LAS MATERIAS QUE CURSÓ

1) El primer paso es ACCEDER AL SISTEMA DE GESTIÓN mediante el vínculo en la página web de la


Facultad:
Esta es
la
página
inicial

2) A la izquierda de la pantalla se encuentra el MENÚ DE OPERACIONES allí debe hacer clic en “Iniciar
Sesión”. En este momento verá una pantalla como esta.
Inicio
de
Sesión

En la ventana IDENTIFICACIÓN debes poner tu nº de DNI, todos los números juntos y sin separación con
puntos.
En la ventana CLAVE. Si sos Ingresante de 1º Año tu CLAVE es la palabra “CLAVE” (todo con mayúsculas y
sin las comillas). Si sos Reinscripto (de 2º año en adelante, tu CLAVE es la que venías utilizando para los
trámites anteriores) Finalmente debes hacer clic en el botón ACEPTAR
3) En el panel Izquierdo seleccionar la opción EXÁMENES y luego INSCRIPCIÓN A EXAMEN.

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UNIVERSIDAD NACIONAL DE SAN JUAN
FACULTAD DE FILOSOFÍA HUMANIDADES Y ARTES
DEPARTAMENTO DE HISTORIA
Coordinación General de Ingreso
Curso de Ingreso
Profesorado y Licenciatura en Historia 2022 - 2023
Prof. Luciana Agüero

Pública, gratuita, laica… e inclusiva: políticas públicas en la UNSJ


Analizar las trayectorias educativas de los sujetos que transitan el nivel universitario, implica
reconocer el carácter dual que éstas involucran, debido a que cuando hablamos de trayectorias teóricas
nos referimos a las estipulaciones de lo que deberían aprender y hacer los estudiantes de manera lineal
y en un marco “ideal”, mientras que posicionarnos desde una mirada pedagógica y política que
permita comprender el recorrido concreto de quienes estudian, con todas las vicisitudes y
complejidades que esto implica, nos invita a hablar de trayectorias educativas reales. En este marco,
desde el modelo social de la discapacidad y desde la perspectiva de género, recorreremos algunos
avances en materia legal para repensar, exigir y encauzar prácticas para la efectivización de las
mismas.

Inclusión educativa: una cuestión de derechos humanos


Desde los marcos regulatorios nacionales (Ley de Educación Nacional 26.206) y provinciales (Ley
1327), la educación es un derecho humano fundamental e imprescindible para todas las personas. Sin
embargo, en el campo de la discapacidad aún hay muchas deudas pendientes. Reconocer a la
diversidad y heterogeneidad de los estudiantes en el nivel superior, implica el conocimiento y tránsito
por el modelo social de discapacidad y por los distintos tratados nacionales e internacionales, en
donde la inclusión educativa de personas con discapacidad se convierte en el principio fundamental
para una educación en y para la diversidad. Este derecho está contemplado en el artículo 24 de la
Convención Internacional de los Derechos de las Personas con Discapacidad1.
El modelo social, nos propone comprender que la discapacidad NO ES una enfermedad, ni algo
individual depositado en el sujeto que “padece”, sino que es una construcción social que involucra
al Estado y a la comunidad toda, por tanto nadie es ajeno a ella. En este sentido, la discapacidad
se genera a partir de una ausencia de respuestas del medio, que generan una barrera (social, política,
ideológica, educativa) que imposibilita la inclusión. Para ello hay una Fórmula de discapacidad cero,
que establece:

1
Los Estados Partes asegurará un sistema de educación inclusivo a todos los niveles así como la enseñanza a lo
largo de la vida (Convención Internacional de los Derechos de las Personas con Discapacidad)
Cuando hablamos de inclusión en el nivel superior, nos referimos a “una Universidad inclusiva, que
propicia el principio de equidad para todos, apropiándose y garantizando una oferta de calidad para
promover los aprendizajes” (Ordenanza 01-13-R- Universidad Nacional de San Juan). Por lo tanto, las
universidades nacionales, en tanto, instituciones de educación superior de carácter público, están
obligadas a garantizar a los estudiantes el derecho al acceso al sistema sin discriminaciones de
ninguna naturaleza, garantizando asimismo la accesibilidad al medio físico, servicios de interpretación
y los apoyos técnicos necesarios y suficientes, para las personas con discapacidad. Además, se
incorpora que los estudiantes con discapacidad tienen derecho a que durante las evaluaciones cuenten
con los servicios de interpretación y los apoyos técnicos necesarios y suficientes (Ley N º 25.573.
Modificación de la Ley Nº 24.521, 2002).
Asimismo, es importante alentar aquellas iniciativas que tienen el fin de garantizar el cumplimiento de
derechos, que impliquen no sólo el ingreso, sino la permanencia - garantizada a partir del
establecimiento de ajustes razonables y acordes a la demanda correspondiente - y el egreso efectivo, y
que aleje a aquellas miradas que sólo queda en una “inclusión excluyente”.
La inclusión educativa implica identificar y minimizar las barreras para el aprendizaje y la
participación y maximizar los recursos que apoyen ambos procesos. Las barreras se pueden encontrar
en todos los aspectos y estructuras del sistema: en los centros educativos, en la comunidad, en las
políticas locales y nacionales. Éstas, no solamente pueden impedir el acceso al ámbito educativo sino
también limitar la participación en el mismo. En este sentido hay que entender que la inclusión es una
política educativa y que, al mismo tiempo, es una estrategia de políticas más generales, como la
igualdad de oportunidades y la justicia social (Carelli, 2020).

Ley Micaela en el nivel superior


La adhesión a Ley Micaela 27.499 establece la capacitación obligatoria, permanente y transversal en
perspectiva de género para la función pública de los tres poderes del Estado: ejecutivo, legislativo y
judicial. Por lo que la Universidad, no queda exenta de esto, ya que debe contribuir a la prevención y
erradicación de las violencias y desigualdades basadas en género, que afectan las vidas de las mujeres
y personas de la diversidad sexual,
Es importante destacar que dicha obligatoriedad no tiene un fundamento autoritario sino, por el
contrario, un fundamento profundamente ético y democrático. Entonces quienes tienen la
responsabilidad de desempeñarse como agentes y funcionarios/as públicos, deben bregar por
garantizar los derechos humanos de la ciudadanía, así como el cumplimiento efectivo de los tratados y
convenciones internacionales que los protegen. Esta obligatoriedad entonces, responde al compromiso
histórico asumido por el Estado en contribuir al derecho efectivo a una vida libre de violencias y con
igualdad de oportunidades.
La Ley Micaela es una herramienta poderosa, conquistada a partir del dolor y también de la lucha, y
que implica el recorrido por procesos de cambio cultural complejo, y que nos convoca a la comunidad
en su completud (autoridades, docentes, estudiantes) para exigir el cumplimiento de los marcos
normativos e instrumentos jurídicos que devengan en prácticas .

“Los grandes cambios suceden si hacemos bien (lo mucho o poco) que nos
toca según nuestras responsabilidades e influimos en el pequeño grupo de
personas con las que nos relacionamos. Si muchos hacemos esto, tendremos
una sociedad mejor y más inclusiva.” Micaela García

Bibliografía
Carelli, S. (2020) Discapacidad y Trayectorias educativas en la universidad. Percepciones y relatos de
los protagonistas. UNSJ. Facultad de Filosofía y Letras Universidad Nacional de Cuyo. Mendoza
(Argentina)
Consejo Federal de Educación. Resolución 311/16 Promoción, Acreditación, certificación, y
titulación para estudiantes con discapacidad.
Comisión de Discapacidad de la Universidad Nacional de San Juan. Ordenanza Nº 1 del año 2013 del
Rector. Recuperado de http://www.unsj.edu.ar/descargas/institucional/comisionDiscapacidad/Ord01-
13-R.pdf
INADI, (2012). Discapacidad y no discriminación. Ministerio de Justicia y Derechos Humanos.
Ley de Educación Nacional Nº 26.206. Sancionada en el año 2006. Recuperado de
http://portal.educacion.gov.ar/consejo/files/2009/12/ley_de_educ_nac1.pdf
Ley de Educación Superior N º 25.573/2002. Modificación de la Ley Nº 24.521/95. Naciones Unidas
(2006-2008). Convención de los Derechos de las Personas con Discapacidad.
Ley Micaela de Capacitación Obligatoria en Género N° 27.499 para Todas las Personas que Integran
los Tres Poderes del Estado
Red Interuniversitaria por la Igualdad de Género y contra las Violencias Ley Micaela en el sistema
universitario nacional propuesta pedagógica para la formación y sensibilización en género y
sexualidades.
Sartori de Azocar, M. L. (2010). Discapacidad y Representaciones Sociales -de la educación especial
a la educación inclusiva-. San Juan: Editorial Fundación Universidad Nacional de San Juan.
Terigi, F. (Febrero 2010). Las cronologías de Aprendizaje: un concepto para pensar las trayectorias
escolares.. La Pampa, Argentina.
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1. Follari, Roberto. Epistemologia y sociedad. Cap 1 y 2

Epistemologia (Universidad del Aconcagua)

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1. Conocimiento
EL CONOCIMIENTO

CONOCIMIENTO CONOCIMIENTO
CIENTÍFICO FILOSÓFICO

CONOCIMIENTO
VULGAR

El conocimiento según León y Montero (1997) puede


ser definido como el cúmulo de información que la
especie humana ha ido adquiriendo sobre la
naturaleza y sobre sí misma
Ramón R. Abarca 1
Fernández
CONOCIMIENTO VULGAR
Wartofsky (1983) nos dice que este conocimiento no es
explícitamente sistemático ni crítico y que no existe un
intento por considerarlo un cuerpo consistente de
conocimiento, sin embargo, es un conocimiento completo
y se encuentra listo para su utilización inmediata.
Características:
a. Ha permanecido en el tiempo.
b. No tiene orígenes claros.
c. Corresponde al patrimonio cultural que ha sido heredado
y trasmitido por la cultura a través de generaciones de
personas.
d. También es llamado conocimiento común ordinario o
popular
Ramón R. Abarca 2
Fernández
CONOCIMIENTO FILOSÓFICO
El estudio de aquello que trasciende la percepción
inmediata lo denominamos conocimiento filosófico.
se basa fundamentalmente en la reflexión sistemática
para descubrir y explicar fenómenos.
Con este conocimiento no podemos percibir a través de
los sentidos al objeto de estudio; pero tenemos la certeza
que existe y podemos aproximarnos a él con un plan
elaborado para definirlo y caracterizarlo.
Cuando conocemos y construimos conocimiento
filosófico, también lo podemos hacer de forma
sistemática, metódica, analítica y crítica pero, teniendo
como objeto de estudio aquello que no podemos tocar, lo
intangible.
Ramón R. Abarca 3
Fernández
CONOCIMIENTO CIENTÍFICO
a. Se centra en el qué de las cosas procurando la
demostración a través de la comprobación de los
fenómenos en forma sistemática.
b. Tiene una cierta afinidad con el conocimiento
vulgar ya que ambos tienen pretensiones de
racionalidad y objetividad.
c. Es más afinado que el conocimiento vulgar porque
aventura posibles respuestas investigativas y
porque critica las explicaciones que surgen a
partir del sentido común.
d. Bajo el parámetro del conocimiento científico los
fenómenos suceden de determinada forma por
alguna razón y no por que sí.
Ramón R. Abarca 4
Fernández
2. CARACTERISTICAS DEL CONOCIMIENTO
CIENTIFICO

SISTEMÁTICO

METÓDICO
FACTICO

RACIONAL
COMUNICABLE

CONTRASTABLE OBJETIVO

ANALÍTICO

Ramón R. Abarca 5
Fernández
a. FACTICO
Porque la fuente de información y de respuesta a los
problemas de investigación es la experiencia. De la Orden
(1981) señala que la peculiaridad del conocimiento
científico es la experiencia y su base empírica; los
elementos que permiten investigar de forma fáctica.
Sin embargo, debemos tener presente que el denominar
éste conocimiento como fáctico, no se refiere a
fenómenos o hechos perceptibles u observables de
manera directa; para hacerlo, elaboramos
construcciones, conceptos que grafican lo observado.
Por ejemplo, el ser buen estudiante o buen profesor.

Ramón R. Abarca 6
Fernández
b. RACIONAL

a. Debido a que la ciencia utiliza la razón como


vía fundamental para llegar a resultados.

b. Bunge (1985) comenta que el conocimiento


científico es racional porque sistematiza
coherentemente enunciados fundados o
contrastables, y el logro de una teoría o un
conjunto sistemático y racional de ideas sobre
la realidad.

Ramón R. Abarca 7
Fernández
c. CONTRASTABLE

a. Porque permite una mayor fiabilidad del


conocimiento, debido a que el conocimiento es
comprobado en circunstancias variadas y por
distintas personas.
b. Para contrastar el conocimiento, debemos, durante
la investigación, poner en marcha diversas técnicas
y procedimientos de investigación conjugando lo
fáctico con lo teórico.
c. Por tanto, el conocimiento científico debe someterse
a prueba, contrastándose intersubjetivamente a la
luz de conocimientos objetivos por medio de la
discusión y examen crítico.

Ramón R. Abarca 8
Fernández
d. SISTEMATICO
a. Porque es ordenado, consistente y coherente, es un sistema
interrelacionado e integrado; por lo mismo, un conocimiento
aislado no puede considerarse científico.

b. Bochenski (1981) establece que “no todo el que posee


conocimiento de algún dominio del saber posee ciencia
de él, sino solamente aquel que ha penetrado
sistemáticamente y que, además de los detalles, conoce
las conexiones de los contenidos.”

c. Mediante la sistematización del conocimiento se organizan


estructuran y armonizan diferentes conocimientos con el fin
de entender la realidad de la forma más completa posible, de
allí que sea importante que el científico busque
sistemáticamente relaciones de fenómenos.

Ramón R. Abarca 9
Fernández
e. METODICO

a. Porque es fruto de una metodología


rigurosa, obteniéndose mediante la
elaboración de planes rigurosos y su
aplicación, con el fin de dar respuesta a
preguntas o problemas de investigación.
b. Su condición de científico se basa en
que los procedimientos y estrategias son
factibles.

Ramón R. Abarca 10
Fernández
f. COMUNICABLE
a. Porque utiliza un lenguaje propio, que debe ser
preciso y claro en términos de significación
inequívoca para la comunidad científica.
b. Kuhn (1984) nos asevera que el conocimiento
debe “…facilitar la comunicabilidad del contenido,
favoreciendo así el carácter autocorrectivo del
proceder científico”.
c. Si no existe una claridad en los términos, se hace
difícil una comunicación efectiva, siendo, por lo
mismo, imprescindible un lenguaje claro y preciso
que permita un intercambio de información
Ramón R. Abarca 11
efectivo.
Fernández
g. ANALITICO
a. Debido a que selecciona variables o cuestiones
Latorre (1996) afirma “que rompen la unidad,
complejidad y globalidad de los fenómenos humanos,
actuando a distintos niveles y con diversos grados de
globalización".
b. Guba (1982) nos aclara que “...al faltar un patrón
universal de medida para decidir en qué niveles
fragmentar la realidad, un mismo objeto de estudio
puede ser entendido y abordado de maneras distintas
y con grados de complejidad diversos.”

Ramón R. Abarca 12
Fernández
4. CLASIFICACION DE LAS CIENCIAS
Matemática
Formales
Lógica, filosofía

Química
Física
Ciencias

Fácticas
Biología
Psicología

Naturales Sociología
Antropología
Culturales Historia
Economía
Educación
Ramón R. Abarca 13
Fernández
P ier r e V ila r

In ic ia c ió n al
V O C A B U LA R IO D EL
A N Á L IS IS H IS T Ó R IC O

Traducción castellana de
M. DOLORS FOLCH

C r ít ic a
B arcelo na
PRÓLOGO

Siempre he soñado con un «tratado de historia». Pues


encuentro irritante ver en las estanterías de nuestras bibliote­
cas tantos «tratados» de «sociología», de «economía», de
«politologia», de «antropología», pero ninguno de historia,
como si el conocimiento histórico, que es condición de todos
los demás, ya que toda sociedad está situada en el tiempo,
fuera incapaz de constituirse en ciencia.
Al historiador se le pide hoy — y acepto sin reservas esta
1." edición: febrero de 1980
exigencia— que no ignore, en bien de su oficio, los logros de
2.“ edición: octubre de 1980 las otras «ciencias humanas». En cambio, raras veces se pide
3." edición: noviembre de 1981 — a veces incluso se impide— a quienes practican las mencio­
4.‘ edición: noviembre de 1982
5.“ edición: octubre de 1991
nadas ciencias que se doten de ese mínimo de formación his­
6." edición: mayo de 1999 tórica que les ahorraría hacer alusiones a la historia mal fun­
damentadas (cosa que ocurre con frecuencia) o eliminar total­
Quedan rigurosamente prohibidas, sin la autorización escrita de los titulares del copyright, bajo
las sanciones establecidas en las leyes, la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier mente el pasado en su interpretación del mundo (lo cual roza
medio o procedimiento, comprendidos la reprografia y el tratamiento informático, y la distribu­ el absurdo).
ción de ejemplares de ella mediante alquiler o préstamo públicos.
Pienso en mi malogrado amigo Nikos Poulantzas, con
Diseño de la colección: Joan Batallé quien discutía mucho pero a quien apreciaba de veras, y cuya
ausencia me duele. Un día le recriminamos amistosamente,
© 1980: Pierre Vilar, París
© 1980 de la traducción castellana para España y América:
en uno de mis seminarios, por haber introducido del siguiente
E d it o r ia l C r í t i c a , Barcelona modo su trabajo sobre el fascismo: 1) no se puede tratar sobre
ISBN : 84-7423-960-5
el fascismo sin conocerlo bien históricamente; 2) no existe
Depósito legal: B. 22.076 - 1999
Impreso en España ninguna historia válida del fascismo; 3) no obstante, voy a
1999. - HUROPE, S.L., Lima, 3 bis, 08030 Barcelona escribir, voy a elaborar «la teoría» del fascismo.
8 IN ICIA CIÓ N A L VO CABULARIO H IS T Ó R IC O
PROLOGO 9
No digo que este proceder sea ilegítimo. Es útil, y tal vez
necesario, plantear un problema en términos de teoría antes historia. La primera vez. en 184}, en La ideología alemana
de examinarlo a fondo. La teoría es entonces programa de cuando escréw con Engeh: «W ir kennen nur eine eim iíe
estudio, hipótesis de trabajo. Lo que no es legítimo es creer Wusenschajt, die Wissenschaft der Geschichte»-' Es cierto
que se ha dicho lo suficiente sobre un problema antes de la frase fue tachada y el libro permaneció inédito. Y Marx
haber confrontado la linea de reflexión elegida con un aná­ de,o también sin publicar, en 18}7, una »Introducción» gue
lisis profundo de las realidades, complejas en el espacio y es tal vez el unico proyecto que existe de un «tratado de his­
cambiantes en el tiempo. toria». En este texto se encuentra todo, desde la apelación a
Podría admitirse, sin duda, que economistas y sociólogos La geografía («las condiciones naturales»), hasta la Kulturge-
scmchte y el problema de las etnias y el de la guerra.
consideran la investigación histórica como simple fundamento
Sin embargo, Marx no escribió más que El Capital,
de un «banco de datos». Pero ¿quién suministraría los datos
decir, la parte económica de la obra. Y el propio Capital que­
a un tal banco? ¿Quién pondría nombre a sus rúbricas? Lu­
do inacabado, en particular en lo que se refiere a las clases
den Febvre nos ha enseñado que un montón de piezas de
archivo no da respuesta al historiador más que si éste sabe sociales. Observemos también que esta parte económica no
se llama «tratado», sino «crítica de la economía política»,
interrogarlo. Y para eso es preciso que este fondo no haya
ciencia fundamental pero sólo del primer nivel de un todo.
sido tratado, que no haya sido seleccionado anticipadamente.
Lo económico es sometido a «critica» en el sentido de que
A los archivistas se les recomienda «respetar los fondos», que
deben ser entregados al investigador tal como han sido trans­ revela una contradicción social. Y la revela históricamente.
Los cimientos de El Capital implican un prodigioso esfuerzo
mitidos por su propia historia. Y la destrucción de los pa­
de información histórica, erudita, en base a documentos de
peles considerados «superfinos», sin atender a esa regla, ha
primera mano, con mezcla de cifras y textos. En ello reside
hecho verdaderos estragos. En realidad, ante las huellas, vo­
sin duda no el único, pero sí el principal secreto de que la
luntarias o involuntarias, del pasado, la responsabilidad de­
bería recaer sólo en el historiador. Él es quien está mejor si­ obra quedara inacabada: Marx se tomaba en serio su
oficio de historiador. El ejemplo es exaltante. Y desanimador.
tuado, con el apoyo de las técnicas propias de su oficio, para
¿Quién se atrevería a emprender la elaboración de ese «tra­
hacer de «sociólogo». En cambio, razonar sobre una sociedad
tado de historia» que Marx no pudo escribir? Hace tiempo
sin haberse sumergido de manera concreta, directa, en lo que
que he renunciado a escribirlo, incluso en sueños.
fue su pasado, es arriesgarse a creer en el valor explicativo
No he renunciado, sin embargo, a proclamar, en un ám­
ya sea de lo instantáneo, ya sea de lo eterno; se trata de tenta­
ciones gemelas. bito modesto, el ámbito pedagógico, que la historia es el úni­
co instrumento que puede abrir las puertas a un conocimiento
Marx, que es sin duda el más grande sociólogo de todos
del mundo de una manera si no «científica» por lo menos
los tiempos — «sociólogo» en el pleno sentido de la palabra,
«razonada». No hay cosa que más me mortifique que adivi­
preocupado por los mecanismos de fondo de las sociedades y
nar, en un auditorio joven, la expectativa siguiente: «he aquí
no por sus formas— , expresó por lo menos un par de veces
en el curso de su vida su deseo de identificar ciencia social e
* «No conocemos más que una ciencia, la ciencia de la historia.^
10 IN ICIA CIÓ N A L VOCABULARIO H IS T Ó R IC O PRÓLOGO 11
el profesor de historia; nos va a enseñar que Francisco I ganó partía de esta ignorancia, de este malentendido en torno a
la batalla de Marignano en 1515 y perdió la de Pavía en una palabra, que descubría en los otros y en sí mismo y cuya
1525». Hace mucho tiempo que me sublevé públicamente, por superación tan sólo Marx le prometía.
vez primera, contra esta imagen. Con motivo de un reparto de ¿E s posible construir el «concepto de historia»? No voy
premios, ceremonia banal en la que tradicionalmente el pro­ a discutir aquí esta cuestión. Pero sí se puede, más modesta­
fesor designado para ello hace el elogio académico de su dis­ mente, tratar de reflexionar, a partir del oficio de historiador
ciplina. Pero estábamos en 1937, en plena guerra de España, sobre el contenido de la palabra historia. Quise hacerlo en
en plena ascensión del nazismo, en una situación de angustia cuanto tuve ante mí un auditorio de estudiantes matriculados
ante el drama que se aproximaba. No pude evitar preguntar a en primer Qurso de universidad en esta disciplina. Siempre he
los jóvenes alumnos — y, por encima de ellos, a sus padres— tenido empeño en participar personalmente en una tal «inicia­
si cuando leían y pronunciaban cotidianamente las palabras ción». Justamente para que quede disipado cualquier «malen­
«guerra», «revolución», «estado», «nación», y todas las ter­ tendido». Algunos estudiantes creen, en efecto, que la historia
minadas en «arquía», «erada» o «ismo», estaban seguros de es «fácil» («no hacen falta las matemáticas para 'saber’ y para
captar adecuadamente su sentido. Y si sabían que sólo me­ narrar hechos»). Otros la escogen por aficiones novelescas
diante la historia lograrían esclarecerlo. Poco antes una dis­ («¡m e gustaría tanto saber cómo se vivía en Venecia en el
tinguida asociación de padres de alumnos había pedido que siglo X V !»). No he aconsejado que desistieran ni a los unos
todo examen de historia se limitara a hacer recitar una lista ni a los otros: un error de partida no siempre impide un
de fechas aprendidas de memoria, y las imprecaciones de Paul resultado brillante. No he exigido que se inscriba sobre la
Valéry contra la historia, «el producto más nocivo que la puerta de los institutos de historia, como lo hacía Luden
química del intelecto haya elaborado jamás», eran todavía Febvre: «nadie entre aquí que no sea muy inteligente». Es
recientes. Valéry, naturalmente, pensaba en esa Historia (con demasiado pretencioso. Pero comprendo el sentido de esta
H mayúscula) que difunde los mitos y las pasiones, ignorando exigencia. La historia-inteligencia es quizá tanto más necesa­
la historia auténtica, balbuciente aún pero que existe, y que ria cuanto que la historia-ciencia todavía se está construyendo.
es el único contraveneno posible de la otra «Historia». Una ciencia constituida soporta mejor las rutinas.
Y sin duda, en 1937, ante un reducido auditorio de pro­ Esto no es óbice para que la noción de historia-ciencia
vincias, mi ingenuo alegato de joven profesor amante de su suscite ironías. Un día una asociación de estudiantes (católi­
oficio tenía pocas probabilidades de ser entendido. Pero en cos, creo) me planteó la pregunta siguiente: «¿Cree usted que
las miradas de quienes me escuchaban descubrí el destello la historia es una ciencia?» Respondí, molesto: «si no lo cre­
de una sorpresa. La historia de la que yo les hablaba no la yera, no me dedicaría a enseñarla». No es que quisiera liqui­
conocían. La radiodifusión (la televisión apenas acababa de dar un gran problema epistemológico mediante una humorada.
nacer) les ofrecía, bajo el nombre de historia, un conjunto de Lo que quería era afirmar que no habría elegido el oficio de
adivinanzas, de anécdotas y de cantos guerreros. Cuando más historiador si hubiera creído que tan sólo iba a parar a unas
tarde Althusser reclamó la construcción del concepto de histo­ verdades dudosas, o inútiles. En cambio, si este oficio me
ria y denunció «las hermosas secuencias de la crónica oficial». ayuda a definir y a penetrar una materia aún mal explorada,
12 IN ICIA CIO N AL VO CABULARIO H IS T O R IC O PROLOGO 13
la materia social, ¿por qué no puedo llamarlo «ciencia», como terminados años de mi carrera pedagógica he definido muchas
si las otras «ciencias», sobre otras materias, procedieran de palabras superficialmente. Otros años he analizado con menos
modo diverso? apresuramientos, pero sólo un número limitado de términos.
En estos contactos con aprendices de historiador princi­ Por eso nunca he destinado tales ensayos a ser publicados.
piantes, a veces he recurrido a un test: «¿por qué quiere usted Una vez más mis escrúpulos han sido vencidos por amigos
‘hacer historia’?». Respuesta casi unànime: «para conocer el españoles, en base al argumento siguiente: si en algún momen­
pasado, con objeto de comprender el presente». La fórmula, to creyó usted que estas páginas podían ser útiles, ¿por qué
a primera vista, es positiva. La historia ya no es, para muchos razón no van a serlo todavía, y para un público más amplio?
jóvenes, curiosidad o nostalgia del pasado, colección de imá­ Así, pues, propongo a un público más amplio algunas sencillas
genes seductoras o gloriosas, sino deseo de un conocimiento reflexiones: 1) sobre tres términos metodológicos: historia,
explicativo, útil para el presente. estructura, coyuntura; 2) sobre términos a menudo oscureci­
Si uno se detiene un poco más, la fórmula no es del todo dos por .el uso corriente: z) clases sociales, b ; pueblos, esta­
tranquilizadora. La historia tradicional creía también que nos dos, naciones, etnias, etc. (se trata de los dos grandes tipos
hacía «conocer» el pasado e inferir para el presente algunas de división de la humanidad); 3) sobre la palabra capitalismo,
esporádicas «lecciones de la historia», banalmente políticas o también a menudo mal utilizada, y sobre la expresión econo­
vulgarmente morales. Lo que esperamos de una «historia ra­ mía campesina, que ciertas corrientes quisieran erigir en con­
zonada» es otra cosa. Para expresar de qué se trata, quizá lo cepto sociohistórico fundamental. Estas dos últimas rúbricas
mejor sea invertir los términos de la respuesta de los jóvenes: tienen un origen bastante distinto de las primeras (un artículo
hay que comprender el pasado para conocer el presente. de enciclopedia y una ponencia en un coloquio).
Comprender el pasado es dedicarse a definir los factores España cuenta hoy con una pléyade de historiadores que
sociales, descubrir sus interacciones, sus relaciones de fuerza, me parecen (dejando aparte toda simpatía personal) de los
y a descubrir-, tras los textos, los impulsos (conscientes, in­ más activos y notables del mundo. No es a ellos a quienes
conscientes) que dictan los actos. Conocer el presente equiva­ puede ser de utilidad este libro. Pero si puede contribuir a
le, mediante la aplicación de los mismos métodos de obser­ atraer hacia ellos un amplio público ávido de historia autén­
vación, de análisis y de crítica que exige la historia, a some­ tica, su objetivo — que, insisto, es pedagógico— se habrá cum­
ter a reflexión la información deformante que nos llega a plido.
través de los media. «Comprender» es imposible sin «cono­ P, V.
cer». La historia debe enseñarnos, en primer lugar, a leer un
periódico. París, diciembre de 1979,
Es decir, a situar cosas detrás de las palabras. Toda cien­
cia exige un vocabulario (a condición de que el uso de un
vocabulario no se confunda ya con una ciencia). Por desgra­
cia, no sólo no he sido capaz de hacer un «tratado», sino que
ni siquiera he podido llevar a cabo un «diccionario». En de­
H ISTO R IA
Los D IVERSOS CONTENIDOS D E L TÉRM IN O « H I S T O R I A »

Quizás el peligro más grave, en la utilización del término


«historia», sea el de su doble contenido: «historia» designa
a la vez el conocimiento de una materia y la materia de este
conocimiento.
Cuando decimos «historia de Francia», la entendemos
como el conjunto de hechos pasados referentes al grupo hu­
mano organizado que lleva actualmente este nombre; pero
también entendemos por tal nuestros manuales escolares co­
rrientes. Dado que el pasado es pasado, es decir, no renovable
-por definición, se confunde para nosotros con lo que nos ha
sido transmitido. El conocimiento se confunde, así, con la
materia.
Asi, cuando algmen escribe, como en la fábula: «Ld his­
toria nos enseña...»y se expresa como si el pasado hablara
por sí mismo. De hecho, invoca una tradición.
Sin embargo, la historia así entendida es una construcción
de los que la han escrito en un grado mucho mayor a aquel
en que la física es una construcción de los físicos, puesto que
toda afirmación de éstos puede experimentarse, mientras que
en historia, en el mejor de los casos — cuando existe «docu­
mentación»— , se puede verificar un hecho, no una interpre­
tación. «L a historia no se repite». El físico puede decir, en
presente condicional: «si hiciera esto, sucedería aquello», y
puede verificar de inmediato la validez de su hipótesis. Por
18 IN ICIA CIÓ N A L VOCABULARIO H IS T Ó R IC O H ISTO RIA 19

el contrario, si el historiador dice (en pasado condicional): en la realidad más que el de la historiografía dominante. Aho­
«si se hubiera hecho esto, hubiera sucedido aquello», nada ra bien, todo juicio moral tiene a su vez implicaciones polí­
le permite probarlo. Como norma general se le aconseja abs­ ticas, que surgen a su vez de las luchas concretas, en especial
tenerse de ello. de las luchas de clases. Por ello, la mayor parte de las accio­
Pero, entonces, ¿no está condenado a constatar} ¿Tiene, nes y de los hombres que han desempeñado un papel impor­
pues, prohibido razonar} Esta cuestión le preocupa legítima­ tante han originado dos corrientes históricas opuestas, ad­
mente, puesto que constatar no es un oficio enaltecedor, mien­ versa una y favorable la otra, Y no debe excluirse que una
tras que sí lo es el de entender, explicar, con el fin de poder causa triunfante llegue a eliminar toda la historiografía ad­
actuar. El problema se plantea, pues, en estos términos: ¿de versa. Así es como la tradición democrática burguesa, en
qué manera razonar sobre una materia en la que no se puede Francia, ha exaltado 1789 y condenado a Robespierre, casi
intervenir experimentalmente} Falta por saber a qué llama­ sin contradicción hasta Mathiez, Si Fidel Castro, poco tiempo
mos «intervenir», a qué llamamos «experiencia», y cuál es después del fracaso de Moneada, no hubiera hecho triunfar
esta materia. la revolución cubana, su condena hubiera sido probablemente
Para abordar este problema, reflexionemos sobre otra revisada, pero ¿cuándo? ¿Y por parte de quién? Sobre esto
fórmula familiar: «la historia juzgará...», se oye a menudo. no caben sino hipótesis.
Dejemos aparte el caso en el que se trata tan sólo del Sólo tenemos una certidumbre-, la revolución cubana se
aldabonazo final de un cartel electoral. Por otra parte, inclu­ ha producido. La revisión del juicio no ha dependido, pues,
so así, el prestigio equívoco del término «historia» incita a únicamente, de los hombres que escriben la historia. Ha de­
algunas reflexiones, Pero enfrentémonos con un documento pendido también de los que la hacen. Han sido «las cosas»,
importante de nuestro tiempo: Fidel Castro tituló la defensa como suele decirse, las que han «actuado» a favor de la
que él mismo pronunció ante el tribunal encargado de juz­ previsión contenida en la fórmula. Lo que nos lleva a descu­
garle por el intento de asalto al cuartel Moneada: «La his­ brir, en «la historia me absolverá», una nueva acepción más
toria me absolverá». A primera vista, este título parece adop­ de la voz «historia». De hecho, el alegato que lleva este nom­
tar el sentido clásico, es decir, banal, de la fórmula que da bre consistía menos en demostrar que la rebelión de los acu­
a la historia el papel de tribunal de apelación en asuntos polí­ sados era moralmente «justa» (aunque esto sea también im­
ticos. Pero, pensándolo bien, incluso este sentido puede im­ portante), que en demostrar que era «justa» políticamente,
plicar otros contenidos. a saber, en el sentido intelectual de la palabra.
En efecto, «la historia me absolverá» puede significar en Frente a un sistema socio-político ya absurdo, la rebelión
primer término; el tribunal va a condenarme, pero el recuer­ se presentaba como «necesaria», y por tanto como necesaria­
do colectivo que se conservará del hecho acabará siéndome mente victoriosa a más o menos largo plazo. Con ello el pro­
favorable. Y esta noción de «recuerdo colectivo» es otro as­ blema se plantea en los términos de la posibilidad de una
pecto del término «historia». Sin embargo, cae dentro de la previsión inteligente de los hechos a partir de un análisis co­
misma crítica que hemos dirigido a la historia-tradición. El rrecto de sus factores. La «historia» invocada no es ya enton­
juicio moral del recuerdo colectivo corre el riesgo de no ser ces la historiografía escrita que «juzga» moralmente un acto
20 IN ICIA CIÓ N A L VO CABULARIO H IS T Ó R IC O H ISTO RIA 21

O un hombre, sino la historia-materia, la historia-objeto que, obra demasiado original puesto que resume las posiciones de
con su dinámica propia, «zanja» un debate a la vez teórico y la sociología alemana del medio siglo anterior, y da con ello
práctico, dando la razón, con los hechos, a quien ha sido capaz una definición de la historia corriente hacia 1880. Citaré, sin
del mejor análisis. embargo, sus axiomas principales — brillantes, por otra par­
Me objetaréis que la historia así entendida es el mecanis­ te— , puesto que constituyen una excelente síntesis de toda
mo de los hechos sociales, no sólo pasados, sino presentes y una corriente de pensamiento,
futuros, lo que en materia de conocimientos constituye el
tema de la sociología, y en materia de acción, el tema de la «Para hacer revivir el pasado lo que necesitamos no
política. Pero ¿qué otra cosa se propone la historia que no es una ciencia, sino documentos y nuestra experiencia.»
sea, en el mejor de los casos, edificar una sociología del pa­ «La función de la historia es restituir al pasado huma­
sado, y de forma frecuente — durante mucho tiempo la más no los caracteres de la realidad política vivida actualmente;
frecuente— , reconstituir una política} En ambos casos está para esta tarea positiva bastan juicios probables y relati­
claro que la materia de la historia es la misma que la que vos, El sentido de la investigación causal del historiador
consiste menos en dibujar los grandes rasgos del relieve
tratan los sociólogos, y que la que manejan los políticos, por
histórico que en devolver al pasado la incertidumbre del
desgracia casi siempre de manera empírica. futuro.»
Hay entonces dos posiciones posibles: una consiste en «La ciencia histórica, resurrección de la política, se hace
encerrar al historiador precisamente en este terreno de lo contemporánea de sus héroes.»
empírico y lo incierto que por experiencia se atribuye a las «El historiador es un experto, no un físico. No busca
decisiones y a los acontecimientos políticos. La otra consiste la causa de la explosión en la fuerza expansiva de los gases,
en empujarle, al contrario, hacia un análisis sociológico con sino en la cerilla del fumador.»
la penetración suficiente para eliminar la apariencia de incer-
tidumbre de la mayor parte posible de hechos sociales. Desde esta perspectiva, aunque se utilice el término «cien­
La primera posición ha sido durante largo tiempo la de cia histórica» es evidente que se trata de una «ciencia» muy
los historiadores positivistas, preocupados exclusivamente en extraña, puesto que su función sería «restituir una incerti-
hacer un relato exacto de los acontecimientos (políticos, mili­ dumbre».
tares y diplomáticos principalmente). Más bien nos sugiere una disciplina literaria que, gracias
Para algunos teóricos — o sedicentes teóricos— la historia a la habilidad en descubrir documentos y al talento para tras­
es todavía esto. Pienso en Raymond Aron, publicista interna­ poner experiencias humanas, «reanimaría el pasado», «resuci­
cional, sociólogo vulgar, en el sentido en que Marx hablaba, taría la política», a la vez que se abstendría de dibujar los
en el siglo pasado, de «economistas vulgares», es decir, más grandes rasgos y de medir las fuerzas profundas, ciñéndose
preocupados por la propaganda ideológica que por la ciencia, el historiador, por su oficio, a las «causas inmediatas», a sa­
pero cuya carrera se inauguró en 1938 con una Introducción ber, al atentado de Sarajevo como «causa» de la guerra de
a la filosofía de la historia, todavía hoy recomendada a veces 1914, o a la masacre del bulevar de Capucines como «causa»
como una obra fundamental. De hecho, no se trata de una de la revolución de 1848.
22 IN ICIA CIÓ N A L VO CABULARIO H IS T Ó R IC O H ISTORIA 23

No juzgo, de momento, esta posición que, obviamente, En lugar de decir, como lo hace Raymond Aron,
no es la mía. Me limito a señalarla como una de las concep­
ciones de la historia y del oficio de historiador que ha gozado El sentido de la investigación causal del historiador con­
durante mucho tiempo de aceptación y que a veces todavía siste menos en dibujar los grandes rasgos del relieve histó­
goza de ella. rico que en devolver al pasado la incertidumbre del futu­
El interés de los axiomas de Aron es otro. Basta con vol­ ro... La ciencia histórica, resurrección de la política, se vuel­
verlos exactamente del revés para definir de la mejor manera ve contemporánea de sus héroes,
posible otra concepción de la historia, progresivamente sepa­
rada de las concepciones primitivas y de las limitaciones posi­ me gustaría decir:
tivistas, anunciada por numerosos precursores pero netamente
El sentido esencial de la investigación causal del histo­
definida por vez primera por Marx y Engels, y convertida hoy
riador consiste en dibujar los grandes rasgos del relieve
— no sin resistencias, imperfecciones y contradicciones— en histórico, gracias a los cuales la incertidumbre aparente de
un campo científico que se empieza a cultivar. Al invertir las los acontecimientos particulares se desvanece ante la infor­
fórmulas de Raymond Aron no lo hago sólo por juego sino mación global de la que carecían sus contemporáneos, y que
porque me parece instructivo buscar asf la expresión más nosotros podemos tener...
clara de una actividad del historiador en vías de afirmarse
como actividad científica. Finalmente, en lugar de la sorprendente fórmula:
Allí donde Raymond Aron afirma:
El historiador es un experto, no un físico. No busca la
Para hacer revivir el pasado, lo que necesitamos no es causa de la explosión en la fuerza expansiva de los gases,
una ciencia, sino documentos y nuestra experiencia... La fun­ sino en la cerilla del fumador.
ción de la historia es restituir al pasado humano los carac­
teres de la realidad política vivida actualmente; para esta yo afirmaría contundentemente:
tarea positiva bastan juicios probables y relativos....
El historiador es un físico, no un experto. Busca la cau­
yo propongo que se diga: sa de la explosión en la fuerza expansiva de los gases, no
en la cerilla del fumador.
El objetivo de la historia no es «hacer revivir el pa­
sado», sino comprenderlo. Para esto hay que desconfiar de
los documentos brutos, de las supuestas experiencias vivi­ El análisis causal de la explosión de 1914 se centra en el
das, de los juicios probables y relativos. Para hacer un tra­ imperialismo, no en el atentado de Sarajevo.
bajo de historiador no basta con hacer revivir una realidad Henos aquí ante dos concepciones diametralmente opues­
política, sino que debe someterse un momento y una so­ tas tanto de la historia-materia como de la historia-conoci­
ciedad a un análisis de tipo científico. miento. Para unos, la historia-materia es esencialmente el
mundo de las decisiones políticas; para otros, es el conjunto
24 IN ICIA CIÓ N A L VO CABULARIO H IS T Ó R IC O H ISTO RIA 25

de los mecanismos de la sociedad. Para unos, la historia-cono- fuerza reconocemos aquí el eco de las fórmulas corrientes
cimiento es la explicación del hecho por el hecho; para otros, «dejemos esto para la historia», «esto tiene únicamente un
es la explicación del mayor número posible de hechos a tra­ interés histórico», fórmulas que relegan espontáneamente las
vés del estudio del juego recíproco de las relaciones entre los preocupaciones del historiador al almacén de las curiosidades
hechos de todo tipo. y que hacen de la historia el dominio de las cosas muertas,
Es obvio que la existencia misma de concepciones tan aunque sean cosas «gloriosas» («frases históricas», «monu­
opuestas, el doble sentido de la palabra «historia» — historia- mentos históricos», actitudes pasadas a la historia).
materia e historia-conocimiento— , la forma equívoca y vaga Sin embargo, en la frase de Althusser, estas acepciones
con que se emplean frecuentemente uno y otro de estos sen­ banales de la voz «historia» vienen inmediatamente seguidas,
tidos, son motivos de peso para suscitar una cierta descon­ y contradichas, por un empleo más raro — y más marxista—
fianza. de la noción, en el que se trata de someter un hecho — en
He recordado que Louis Althusser, epistemólogo marxista, este caso la juventud de Marx— «a la crítica radical de la
y que, por tanto, admite el materialismo histórico como cien­ historia». Ahora bien, como se añade: «no de la historia
cia posible, nos previene, sin embargo, contra la imprecisión que iba a vivir, sino de la historia que vivía», es evidente que
del concepto de historia. se trata aquí del conjunto de hechos que condicionan una vida
Él mismo — aunque quizá lo haga para subrayar esta humana, y, por consiguiente, de la historia-materia, de la
imprecisión— utiliza en una misma frase la voz «historia» historia-objeto, considerada como algo que ejerce por sí mis­
en varios sentidos (tres como mínimo). mo una «crítica» sobre esta vida.
Al preguntarse si debe considerarse la obra de Marx como Pero Althusser ha señalado en otra parte el peligro — cier­
un todo, o bien considerar sus obras de juventud como etapas tamente serio en muchos escritos marxistas— que supondría
no características de su pensamiento, Althusser defiende esta considerar la historia en sí misma, la Historia con H mayúscu­
segunda actitud escribiendo: la, como una especie de personaje mítico emitiendo sus propios
juicios, con lo que se podría prescindir de todo tipo de aná­
Como si nos arriesgáramos a perder a Marx entero, aban­ lisis. En un tercer momento Althusser invoca también la
donando, como él, su juventud a la historia, como si nos necesidad de una historia-conocimiento, no «inmediata» sino
arriesgáramos a perder a Marx entero sometiendo su propia «pensada», la misma sobre la que Marx habría dado no la
juventud a la crítica radical de la historia, no de la historia verdad absoluta sino «los principios de la inteligencia cien­
inmediata sino de la historia pensada, sobre la que él mismo tífica». En esto coincide con el pensamiento del economista
nos dio en su madurez no la verdad en el sentido hegeliano
Joseph Schumpeter, que atribuía a Marx, como principal
sino los principios de una inteligencia científica.
mérito, el de haber sentado los principios de una «historia
Al principio de esta larga frase, en la que la palabra razonada».
«historia» aparece cuatro veces, la expresión «abandonar algo Si ahora clasificamos los sentidos que hemos visto atri­
a la historia» parece significar: considerar este algo como buir a la voz «historia», sucesiva o simultáneamente, pode­
superado, como desprovisto de interés para el futuro; y por mos, en líneas generales, distinguir tres grandes concepciones
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de la historia-objeto, a las que corresponden naturalmente dentes políticos, guerras, diplomacia, rebeliones, revoluciones.
tres grandes concepciones de la historia-conocimiento: Este enorme conjunto es susceptible de análisis científico
1) . Para muchos, la materia de la historia es cualquier como cualquier otro proceso natural, a la vez que presenta
cosa pasada, y «saber historia», para algunos eruditos y para unos rasgos específicos debido a la intervención humana. La
los juegos televisivos, consiste en memorizar el mayor número historia-conocimiento se convierte en ciencia en la medida
posible de estos hechos dispares. Lucien Febvre evocó la en que descubre procedimientos de análisis originales adecua­
irritación del historiador que se oye decir «por unas voces dos a esta materia particular. ¿Es ya una ciencia? ¿Los ha
cándidas y cordiales: usted que es historiador debe de saber descubierto ya}
esto... ¿Cuál es la fecha de la muerte del papa Anacleto?
¿Y la del sultán Mahmud?».
2) Para otros, la materia histórica queda un poco mejor L as etapas de la h is t o r ia com o modo
definida. Zs el terreno de los hechos «destacados», conserva­ DE CONOCIMIENTO
dos por la «tradición», el «recuerdo colectivo», los relatos
oficiales, debidamente controlados por los documentos y au­ Las incoherencias que hemos constatado en la utiliza­
reolados por el prestigio y el testimonio de los monumentos y ción del término «historia» ¿son desalentadoras a este res­
de los textos, de «las artes y las letras», como se decía antaño. pecto?
Conocimiento ya más elaborado, ni omisible ni despreciable, Merece la pena recordar que todas las ciencias se han
pero fundado en una elección de los hechos que no tiene elaborado a partir de interrogantes dispares, a los que se
nada de científica, y asaltado inconscientemente por los prejui­ fue dando sucesivamente respuestas cada vez más científicas,
cios morales, sociales, políticos o religiosos, capaz en el mejor con puntos de partida, saltos hacia adelante y retrocesos,
de los casos de proponer un placer estético a unas minorías pero nunca, como se dice hoy en día con demasiada frecuen­
y, en el terreno de los acontecimientos, de «hacernos revivir cia bajo la influencia difusa de Bachelard y Foucault, con
una incertidumbre». «cortes» absolutos entre las respuestas no científicas y las
3) Para otros, finalmente, la materia de la historia es tam­ respuestas científicas.
bién el conjunto de los hechos pasados, pero no sólo de los Con mayor acierto, el filósofo Paul Ricoeur ha observado
hechos «curiosos» o «destacados», puesto que, si bien se mira, que no existe diferencia sustancial entre, por una parte, las
los grandes rasgos de la evolución humana han dependido «rectificaciones» sucesivas que han transformado las cosmo­
sobre todo del resultado estadístico de los hechos anónimos-. logías primitivas en la física actual y, por otra, las rectifica­
de aquellos cuya repetición determina los movimientos de ciones que han convertido las tradiciones primitivas en la
población, la capacidad de la producción, la aparición de las ciencia histórica tal y como la conocemos actualmente.
instituciones, las luchas secretas o violentas entre las clases Es cierto que las ciencias humanas, precisamente porque
sociales — hechos de masas todos ellos que tienen su propia tratan del hombre, de sus intereses, de sus instituciones, de
dinámica, de entre los que no se deben eliminar, pero sí resi- sus grupos, y porque dependen de la conciencia — tan a me­
tuar, los hechos más clásicamente llamados «históricos»: inci­ nudo falsa— que los hombres tienen de ellos mismos, llevan
28 IN ICIA CIÓ N A L VO CABULARIO H IS T Ó R IC O H ISTO RIA 29

un retraso respecto a las ciencias de la naturaleza. Es una ba­


nalidad recordarlo. Pero limitémonos a evocar la física del 2. Segunda observación
siglo XVIII con sus falsos conceptos y sus curiosidades pue­
riles, y el retraso de la historia nos parecerá menos cruel. De hecho, tanto en el caso de los grupos como en el de
Intentemos, pues, ver de qué forma el modo de conoci­ las personas, la memoria no registra, sino que construye. Las
miento histórico ha progresado, progresa y puede progresar formas primitivas de la historia son el mito, que tiene su
hacia la categoría de ciencia. Hoy nadie niega el interés de lógica interna, y la crónica, que relata los acontecimientos
la historia de las ciencias. «La historia de la historia» — enten­ desde el punto de vista de intereses específicos.
dida de forma más amplia que algunas «historias de la histo­ a) Los mitos constituyen actualmente uno de los estu­
riografía», interesantes pero limitadas— sería quizás el ejer­ dios favoritos de los etnólogos y psicólogos, como búsqueda
cicio histórico más fructífero que pudiera uno proponerse. de una lógica de las formas, reveladora de rasgos comunes
Me limitaré a hacer algunas observaciones y a trazar un en las estructuras, de comunicación. Esta investigación no
breve esquema. debería desestimar el contenido histórico de algunos mitos,
cuando no el de todos. Es sabido que la arqueología ha ve­
rificado algunos datos bíblicos u homéricos considerados du­
1. Primera observación rante mucho tiempo como imaginarios. Nos encontramos ante
un campo común a los etnólogos, sociólogos, psicólogos, his­
La necesidad de un conocimiento histórico-sociológico es toriadores, siempre y cuando estas disciplinas colaboren, sin
tan antigua y tan universal como la necesidad de un conoci­ imponer ni excluir.
miento de la naturaleza. Una humanidad — global o par­ b) Las crónicas consignan los acontecimientos relevantes
cial— que no tuviera ninguna conciencia de su pasado sería (generalmente políticos y militares) de una época (general­
tan anormal como un individuo amnésico. Existe, pues, un mente de un «reinado»). Son.a menudo los primeros testimo­
campo de conocimiento — por otra parte con una función nios escritos del pasado y, por tanto, los primeros documen­
práctica— al que debe arrancarse de su estado primitivo. La tos de la historia propiamente dicha, dado que los tiempos
existencia de formas de historia no científicas no autoriza a anteriores a la escritura se clasifican por definición dentro
pensar que sea imposible o inútil llegar a un conocimiento de la «prehistoria».
y a una interpretación justa de las sociedades pasadas. Al A pesar de todo, una historia anónima, basada en fragmen­
contrario, en la medida en que el pasado humano es mal co­ tos de cerámica y en niveles arqueológicos, no nos satisface
nocido, mal interpretado, los hombres, y los grupos de hom­ en absoluto.
bres, tienen una visión incorrecta de su presente y de su Lo que hace posible la historia es la coexistencia y la
futuro. Y, como es natural, esto tiene también un alcance combinación del testimonio subjetivo que nos cuenta lo que
práctico. pretendían hacer los actores de la historia política, con el
documento objetivo (no sólo restos y objetos, sino cifras con­
servadas, escritos redactados por razones prácticas y no para
30 IN ICIA CIÓ N A L VOCABULARIO H IS T Ó R IC O H ISTO RIA 31
ilustrar a una minoría dirigente). Puesto que a través de esta tica médica. De la misma manera, en historia hay grandes
combinación podemos aspirar a confrontar los acomecimien- obras evocadoras que todavía dominan con provecho nues­
tos y las intenciones — la historia «externa», aparente— a tra visión del pasado. H. L Marrou escribe con acierto:
los hechos de masas — historia «interna» de las sociedades,
mundo de las necesidades subyacentes— . Hoy día, para conocer a Tiberio, a Claudio y a Nerón
Sin embargo, este doble registro de las fuentes de la his­ tenemos muchos caminos aparte de las Historias y de los
toria se descuida a menudo. Crónicas y memorias — relatos Anales, y, sin embargo, releemos a Tácito, en tanto que
de acontecimientos y testimonios subjetivos— han constitui­ historiadores se entiende.
do durante largo tiempo el fondo del saber histórico, Y es
cierto que para los siglos oscuros las crónicas son a menudo «En tanto que historiadores» significa: con provecho, in­
el único medio disponible para trazar el marco indispensable cluso para nuestras exigencias modernas.
a toda historia: una sólida cronología. También los mejores historiadores antiguos, sin respon­
der exactamente a estas exigencias, han intentado, no obs­
tante, esbozar a su manera sistemas de explicación: Tucídides
3, Tercera observación: sobre la historia como género se esfuerza en enlazar entre ellos los acontecimientos, en
literario confrontar las decisiones con las posibilidades; Polibio in­
tenta análisis casi sociológicos de las instituciones. En estos
La evocación literaria ha respondido también, al margen primeros ensayos resulta, pues, interesante ver nacer el espí­
de toda regla científica, a la necesidad instintiva de conoci­ ritu del análisis histórico.
miento del pasado que ya hemos señalado. Esto mismo ha Pero son demasiados los filósofos (Raymond Aron, Fran­
favorecido los embellecimientos, las invenciones, la retórica, çois Châtelet) que tienden a fundar en estos inicios lejanos
el moralismo y las apologías religiosas, políticas y nacionales. su noción de la historia en general, como si nada hubiese
La literatura histórica corriente ha constituido, a lo largo de pasado después de Tucídides. También hay lingüistas — Bar-
los siglos, un galimatías peligroso. Todavía hoy lo es en el thes, Greimas— que intentan definir las estructuras particu­
caso de .más de un best-seller. Las crónicas y las memorias, lares del «discurso histórico» a partir de los historiadores
que tienen valor de fuente y cuyas vinculaciones nos son co­ clásicos, es decir, literarios. Este método puede efectiva­
nocidas, son siempre preferibles, como lectura, a las recons­ mente esclarecer la forma espontánea con que el espíritu hu­
trucciones mediocres, mano aborda los problemas del conocimiento del pasado, y
¿Puede decirse que la historia — como género literario— ayudar con ello a definir mejor la historia. Pero es evidente
no ha aportado nada interesante al modo de conocimiento que no resuelve los problemas científicos complejos que se
histórico? No. Porque ha habido historiadores geniales. Se plantea el historiador actual.
ha observado a menudo que, incluso en medicina, las des­
cripciones sin base científica, pero llevadas a término genial­
mente, habían sido útiles durante largo tiempo para la prác­
32 IN ICIA CIÓ N A L VO CABULARIO H IS T Ó R IC O H ISTO RIA
33
y el último cuarto del siglo xvi. Esta preocupación se expre­
4. Cuarto grupo de observaciones: la aparición de exigencias sa bajo dos formas complementarias que inicialmente conver­
científicas en la definición y en la práctica de la historia: gen sólo de forma ocasional, que divergen con demasiada
el siglo XVI. frecuencia, y cuya conjunción condiciona, sin embargo, el
desarrollo científico de la historia:
No conviene dar una importancia excesiva a los «precur­ 1) La preocupación crítica, que consiste en no aceptar
sores»: siempre se descubren nuevos. Y es cierto que, a dos la existencia de un hecho, la autenticidad de un texto, hasta
o tres siglos de distancia, la modificación de las estructuras después de verificaciones minuciosas.
mentales y del sentido de las palabras hace difícil las confron­ 2) La preocupación constructiva, que consiste en elegir
taciones. Una vez hechas estas reservas, resulta instructivo determinado tipo de hechos, en confrontarlos y en buscar las
seguir la aparición, a menudo más precoz de lo que se ima­ correlaciones, con el fin de resolver un problema planteado
gina, del deseo de rigor y de profundización en la definición por el pasado humano (problema económico, problema social,
y el tratamiento de la materia histórica. Cuando Abenjaldún, problema institucional, problema espiritual, o toda combi­
sabio musulmán, nacido en Túnez, escribe en 1375, en los nación compleja de estos problemas).
prolegómenos de una Historia Universal: La preocupación critica se manifiesta, a finales del si­
glo XV y durante el xvi, tanto en el descubrimiento de textos
La historia, sepámoslo, tiene como verdadero objetivo y de monumentos de la antigüedad como en el deseo de una
el hacernos comprender el estado social del hombre y el reforma en el campo religioso; la importancia, en este terre­
de instruirnos acerca de todos los cambios que la natura­ no, de los textos sagrados arrastra a los espíritus reformado­
leza de las cosas puede aportar a la naturaleza de la so­
res a la critica de textos\ critica que no basta para fundar
ciedad,
una ciencia histórica, pero que es una condición necesaria-, es
imposible razonar de forma válida a partir de documentos ma­
poco nos falta para suscribir esta definición, lo que no equi­ terialmente falsos o mal conocidos en su forma original.
vale a decir que la Historia de Abenjaldún responda, en la La preocupación constructiva se manifiesta cuando los
práctica, a nuestras exigencias. Pero no olvidemos que en sabios, los filósofos y los juristas aplican las investigaciones
Francia, en aquel mismo momento, Froissart se proponía eruditas a la solución de un problema, incluso cuando este
como objetivo en el prólogo de su Crónica relatar hechos problema es todavía secundario y parcial. Así, cuando el
militares importantes y «grandes maravillas». Singular dis­ humanista Guillaume Budé se propone estudiar, en De Asse,
tancia entre dos contemporáneos, cuyas obras, sin embargo, la moneda romana, no se limita a describir; intenta hacer com­
se califican por igual como «históricas». paraciones a largo plazo entre el poder adquisitivo de las
Para el Occidente europeo la preocupación científica en monedas antiguas y modernas; y para esto consulta con su
cuestión de historia nace, como muchas otras manifestaciones panadero para saber qué cantidad de grano se requiere para
del espíritu moderno, con el Humanismo, la Reforma y el tal cantidad de pan, qué cantidad de trigo produce la tierra
Renacimiento, es decir, entre el último cuarto del siglo xv alrededor de París, qué cantidad de metal contem'an las mo­
34 IN ICIA CIÓ N A L VO CABULARIO H IS T Ó R IC O H is t o r ia 35
nedas antiguas, etc. Hasta el punto de que se ha podido es­ intelectual y espiritual que no puede por menos que sorpren­
cribir: «Si la ciencia puede definirse como el conocimiento dernos, y en la que entramos con dificultad. Bodin, autor de
metódico de las cosas, fue el instinto de un verdadero sabio los Seis libros de la República y de un Método de la historia,
el que dio a Guillaume Budé la ambición de escribir De Asse». yuxtapone en sus escritos unas preocupaciones casi modernas
Lo mismo puede decirse, y por las mismas razones, de la y una curiosidad apasionada por la demonología y la astro-
Réponse a M. de Malestroict «sobre el asunto de las mone­ logia, por no hablar de las tradicionales consideraciones mo­
das», de Jean Bodin, que, en 1568, resuelve, con una serie de rales y religiosas y del galimatías erudito. Seamos, pues, pru­
observaciones eruditas y críticas sobre las monedas y los pre­ dentes en nuestra busqueda de los orígenes. Pero no seríamos
cios, y con una serie de razonamientos generales, el problema historiadores si nos olvidáramos de anotar, evitando a la vez
concreto: el alza brutal del coste de la vida en el siglo xvi cuidadosamente todo anacronismo, cada paso adelante del
¿se debe a las devaluaciones sucesivas de la libra, moneda conocimiento.
nominal francesa, o bien a la desvalorización progresiva del
metal de plata debida a los grandes descubrimientos?
Se me objetará que en ambos casos se trata más de eco­ 5, El siglo X V II. Francia y la erudición. Inglaterra
nomía que de historia clásica, pero es que la economía, al y la «aritmética política»
exigir datos en cifras, es el primer campo en que el razo­
namiento y la hipótesis son susceptibles de verificaciones con­ No nos sorprendamos si la constitución de la historia en
cretas. Añadamos a esto que la cuestión de las consecuencias ciencia pasa por retrasos, avances parciales, desarrollos desi­
de los descubrimientos era, en el siglo xvi, un problema prác­ guales.
tico, que afectaba a la vida cotidiana; y que todavía hoy pre­ No nos sorprendamos tampoco al constatar que las con­
side todo un sector de la historia general: primer paso en la troversias ideológicas y los intereses prácticos no han sido,
explotación del mundo por los europeos, creación de un pri­ en determinadas circunstancias, extraños a esta constitución.
mer mercado mundial, principios de la acumulación del capi­ De este modo, las acusaciones de los protestantes contra
tal comercial, etc. El hecho de que se hayan intentado ensayos la credulidad de los católicos ante las leyendas incitaron a
de «conocimiento metódico» de estas cuestiones, desde una algunos medios católicos a una hipercrítica de las tradiciones:
perspectiva histórica, en el mismo momento en que se pro­ los jesuítas de Amberes, con Joseph Bolland al editar las
ducían, hace remontar a bastante atrás la aparición de un Acta sanctorum, llegaron a negar toda validez a cualquier
espíritu científico en historia. tipo de documento de la época merovingia o carolingia.
Tampoco en este caso, como en el de Abenjaldún, signi­ Pero esta desconfianza ponía en discusión los derechos
fica que Guillaume Budé o Jean Bodin tuvieran a su dispo­ de las comunidades religiosas más antiguas, derechos que se
sición todo el «instrumental mental» — expresión predilecta basaban en documentos de estos períodos. Ésta fue la ocasión
de Lucien Febvre— necesario para una verdadera ciencia. para que dom Mabillon (1632-1707) creara en la De re di­
Aún hoy no lo tenemos... Sepamos que la conciencia de un plomatica (1681) la diplomática, ciencia del documento, ca­
hombre del siglo xvi seguía dominada por toda una herencia paz de demostrar, a partir de indicios materiales, la auten­
36 IN ICIA CIÓ N A L V O CABULARIO H IS T Ó R IC O
H ISTO RIA
37
ticidad o falsedad de un acta. La tarea, continuada por la
congregación de Saint-Maur, ha aportado las condiciones para 6. La aportación del siglo X V III. Principios de análisis,
un conocimiento seguro de la Edad media. aspiración a las síntesis
De momento se trata tan sólo de una crítica erudita, con­
dición necesaria pero no suficiente para una ciencia histórica. ^ La primera mitad del siglo xviii ve nacer la aspiración
En la Francia del siglo xvii, contemporáneamente a dom teórica con el italiano Gianbattista Vico que busca una «cien­
Mabillon, comprobamos en las concepciones de la historia cia nueva» a través de la reflexión sobre el aspecto «cíclico»
más corrientes, más oficiales, un retroceso muy claro sobre del desarrollo de los grupos humanos, y con Montesquieu,
los progresos del siglo xvi: Luis X IV se hace acompañar por más sociólogo que historiador, pero quien afirma: «En pri­
«historiógrafos» oficiales (entre los cuales Racine); y Bossuet, mer lugar he examinado a los hombres y he creído que en
en su Discurso sobre la historia universal, persigue tan sólo esta infinita diversidad de leyes y de costumbres no los guia­
desvelar «los juicios secretos de Dios», «para hacer temblar ba únicamente su fantasía» (prefacio a El Espíritu de las
a toda criatura». leyes).
En compensación, hay que tomar conciencia, respecto a Pero es Voltaire, en sus Nuevas consideraciones sobre la
este mismo período (1680-1710), de una etapa importante historia {11AA), el primero en comparar la evolución posible
para el futuro del pensamiento histórico. Se produce en Ingla­ de la historia con la de las ciencias físicas: «quizá suceda
terra: con Graunt nacen los primeros ensayos de demografía pronto en la forma de escribir la historia lo que ha sucedido
histórica, mediante la observación del número de nacimien­ en la física. Los nuevos descubrimientos han proscrito los
tos y de muertes registrados en las parroquias de Londres; sistemas antiguos...».
con Gregory King los primeros ensayos para evaluar lo que Era este (por otra parte para las dos ciencias) un opti­
hoy llamamos el producto nacional de diversos países (Ingla­ mismo prematuro, pero justo a largo plazo.
terra, Francia); con William Petty los primeros ensayos de De hecho, lo más interesante en la actitud manifestada
lo que él denominó «la aritmética política» (inducciones y por Voltaire hacia la historia es el cambio en el tipo de cu­
deducciones a partir de las estadísticas de estado). riosidades del historiador. Con su habitual ironía denuncia
Constatamos que, igual que en el siglo xvi, las innovacio­ no sólo las fábulas aceptadas todavía por los hombres de su
nes más originales se producen en el terreno económico. Pero tiempo, sino también el gusto por las anécdotas históricas,
se trata de hechos observados durante un período de tiempo por las «bagatelas ilustres» que constituyen los relatos de la
y con una preocupación política (como demuestra el título corte, tan poco interesantes como las murmuraciones de las
elegido por William Petty). Sabemos hoy que este tipo de pequeñas ciudades, a las que son aficionadas las mujeres de
investigaciones — los hechos masivos, sometidos a un cálcu­ provincias. Finalmente, condena también después de haber
lo de probabilidades y estadísticamente observables— consti­ leído, según dice, cuatro mil descripciones de batallas y algu­
tuyen, si no toda la materia histórica, cuando menos sus ba­ nos centenares de tratados, la historia diplomática y militar
ses, sus fundamentos. pura: «En el fondo me quedaba igual que antes... sólo me
enteraba de acontecimientos».
38 IN ICIA CIÓ N A L VOCABULARIO H IS T Ó R IC O
H is t o r ia
39
Traza entonces un cuadro de lo que querría saber (y que nómica», escribe el catalán Capmany. Y los creadores de la
raramente se le dice): ¿cuáles son las fuerzas de un país economía clásica, como Adam Smith, se muestran historiado­
antes de una guerra? Y dicha guerra ¿las ha aumentado o res de buen grado, y plantean los problemas de las grandes
disminuido? España ¿ha sido más rica o más pobre después unidades cuantitativas que es necesario conocer para hacer
de sus lejanas conquistas? ¿Por qué Amsterdam pasó en la historia de las «naciones» (producto nacional, población
200 años de 20.000 a 240.000 habitantes? activa, etc.). Voltaire señala que son estos conocimientos eco­
En resumen: se trata de cambiar la materia habitual y la nómicos los que le han faltado a Montesquieu para establecer
problemática de la historia. una verdadera ciencia de las sociedades.
Esta tendencia culmina a finales de siglo con Condorcet, Cabe señalar que esta vigorosa ofensiva del espíritu his­
en su Esbozo de un cuadro histórico de los progresos del es­ tórico coincide con el carácter dinámico y revolucionario del
píritu humano (1794), donde sienta el principio de la posi­ siglo X V III, cuando la burguesía no duda ni en criticar la for­
bilidad de un conocimiento científico de los hechos humanos, ma de escribir la historia del Antiguo Régimen, ni en espe­
sociales, y de su previsibilidad, siempre que no se atribuya rar escribir un día la historia científicamente.
a las conjeturas sociológicas «una certidumbre superior a la
que resulta del número, de la constancia, de la certidumbre
de las observaciones».
7. El siglo X IX . Auge y desviación de la investigación histó­
Constatamos en ello unas exigencias — aquí todavía pre­
rica: aparición de una teoría general, y posterior divorcio
maturas— de síntesis acerca de la historia humana. entre disciplinas sociológicas
Pero el mismo Condorcet ha abierto vías muy nuevas
para el análisis-, fue el primero en intentar descubrir cuál
En un senddo, el siglo xix se presenta como el del triun-
sería el procedimiento matemático que permitiría estimar la
. a Marrou habla, a este respecto, de una
representatividad de un hombre o de una opinión a través
«inflación de los valores históricos», debida al impresionante
de un procedimiento de elección, lo que coincide con los es­
desarrollo de las técnicas históricas, arqueológicas, filológicas
fuerzos actuales de la matemática sociológica.
(prehistoria, egiptología, desciframiento de las lenguas orien­
Finalmente, el siglo xviii ha proseguido algunas inves­
tales antiguas, excavaciones micénicas, etc.), a la publicación
tigaciones, cuyo principio se había descubierto, como hemos
de las grandes recopilaciones de fuentes (Niebuhr, Momm-
visto, a finales del siglo xvii en Inglaterra: Voltaire se feli­
.sen, para la antigüedad. Monumenta Germaniae histórica para
cita de que un holandés haya establecido la proporción que
la Edad Media...), y finalmente a la aparición de las grandes
permite relacionar el número de nacimientos con el número
historias nacionales: Ranke, Macaulay, Michelet...
de habitantes; es una alusión a los progresos sensibles de la
«E l historiador era entonces el rey — escribe H. I. Mar-
demografía realizados por el prusiano Süssmilch y los fran­
rou— ; toda la cultura estaba pendiente de sus dictámenes-
ceses Moheau y Messange. a el le tocaba decir cómo debía leerse la Ilíada, qué era un¡
También la historia económica nace en el siglo xviii, en nación, ... si Jesús era Dios...»
España y en Polonia: «hemos coordinado ima historia eco­
Hegel había propuesto «presentar el contenido mismo
40 IN ICIA CIÓ N A L V O CABULARIO H IS T Ó R IC O H ISTO RIA 41
de la Historia Universal» a través de los progresos de la revolucionarios y constructores del socialismo que se decían
Idea. Los historiadores alemanes ponían de relieve las origi­ marxistas.
nalidades germánicas; los historiadores franceses, la lucha La investigación erudita sobre el conjunto del pasado,
entre la nobleza y el tercer estado (Guizot, Thierry) o bien el desde los años 1870-80 hasta los años 1920-30, se benefició
papel del «pueblo» (Michelet, Mignet). De hecho, la historia, poco, por el contrario, de la aportación teórica de Marx, some­
a pesar de reclamarse de las excavaciones y de los archivos, tida como estaba a la reacción espontánea de la ideología
seguía siendo a la vez literatura e ideología. dominante. El pensamiento económico giró en torno a la
Entre 1847 y 1867, las grandes obras de Marx y Engels teoría abstracta, subjetivista, individualista de la «utilidad
proponen, por el contrario, en la línea de algunos plantea­ marginal» y del «equilibrio» (Walras, Pareto); la sociología,
mientos del siglo xviii, una teoría general de las sociedades en torno al estudio de las formas sociales (Max Weber, Durk­
en movimiento, cuya originalidad consiste en aunar, mediante heim); y la historia centró su pundonor en limitarse a esta­
la observación y el razonamiento, 1) el análisis económico, blecer «pequeños hechos verdaderos» (monografías económi­
2) el análisis sociológico, 3) el análisis de las «formas jurídi­ cas alemanas, historia política «fáctica» francesa). Hacia 1900,
cas, políticas, religiosas, artísticas, filosóficas, en resumen de esta historia positivista triunfaba en todas partes y la sepa­
las formas ideológicas a través de las cuales los hombres to­ ración tajante y casi absoluta entre economía, sociología e
man conciencia de sus conflictos y los llevan hasta el final...». historia ponía en peligro la esperanza de una síntesis global
Las constataciones, al menos en el terreno de las «condi­ sobre el pasado de las sociedades.
ciones de la producción económica», deben hacerse «con el
espíritu de rigor de las ciencias naturales», y es posible ha­
cerlas así debido a que «la historia se desarrolla hasta nues­ 8. Adquisiciones recientes en el terreno de los principios
tros días como un proceso de la naturaleza» (Engels, 1890). y de las técnicas de la investigación histórica
No es que el hombre no intervenga: «los hombres hacen
su propia historia». Pero el resultado, estadístico o combi­ a) En Francia, a partir de los años 1900-1910, algunas
natorio, de sus acciones y decisiones conjugadas se les escapa grandes obras de historiadores (Paul Mantoux, Lucien Febvre)
y se convierte en un fenómeno objetivo. Queda por saber y una escuela de geógrafos (Vidal de la Blache) prepararon
si desde hace un siglo se ha intentado realmente la consoli­ un retorno a la síntesis histórica, que se afianzó después de
dación científica de la historia así legitimada. Aquí cabe dis­ la guerra de 1914, la revolución de 1917 y la crisis de 1929,
tinguir: acontecimientos que hicieron tambalear la tranquila certeza
Loí seguidores originales de Marx deben buscarse entre de los economistas.
sus discípulos hombres de acción. Porque Marx había preci­ b) Lucien Febvre, Henri Berr, Marc Bloch {Revue de
sado que el objetivo de su obra teórica no era interpretar synthèse, Annales d’histoire économique et sociale) difun­
el mundo, sino cambiarlo, es decir, hacer servir el análisis dieron los siguientes principios: 1) hay una sola historia; no
histórico para entender profundamente el hecho social e in­ existen compartimentos estancos entre una historia econó­
fluir sobre sus modificaciones. Esto fue lo que intentaron los mica, una historia política, una historia de las ideas, etc.; 2) el
42 IN ICIA CIÓ N A L VO CABULARIO H IS T Ó R IC O H ISTO RIA 43
historiador avanza por medio de problemas: los documen­
tos sólo contestan cuando se les pregunta siguiendo hipótesis Intento de d e f in ic ió n de la m a t e r ia
de trabajo; la historia, en todos los terrenos (material, espi­ Y DE LA INVESTIGACIÓN H ISTÓ RICAS
ritual, ideológico...), lo es de los hechos de masas, no de
los simples «acontecimientos»; 3) existe una jerarquía y un El objeto de la ciencia histórica es la dinàmica de las
juego recíproco entre «economías», «sociedades», «civiliza­ sociedades humanas. La materia histórica la constituyen los
ciones», juego que constituye el tema mismo de la ciencia tipos de hechos que es necesario estudiar para dominar cien­
histórica. tíficamente este objeto. Clasifiquémoslos rápidamente:
c) En el curso de los años 1930-40, cuando la crisis de 1) Los hechos de masas: masa de los hombres (demo­
1929 había llamado la atención sobre la función histórica de grafía), masa de los bienes (economía), masa de los pensa­
las coyunturas económicas, el sociólogo François Simiand sen­ mientos y de las creencias (fenómenos de «mentalidades»,
tó los principios de la investigación estadística en historia: lentos y pesados; fenomenos de «opinión», más fugaces).
definición del «documento objetivo» «involuntario», reglas 2) Los hechos institucionales, más superficiales pero más
para la explotación de las fuentes cuantitativas, importancia rígidos, que tienden a fijar las relaciones humanas dentro de
de las variaciones de los precios, los salarios, la moneda. Er­ los marcos existentes: derecho civil, constituciones políticas,
nest Labrousse llevó la aplicación de estas reglas al estudio tratados internacionales, etc.; hechos importantes pero no
de las rentas especificas de las clases sociales, de sus contra­ eternos, sometidos al desgaste y al ataque de las contradic­
dicciones y de las consecuencias políticas de estas contradic­ ciones sociales internas.
ciones (revolución de 1789). La noción de «teoría experi­ 3) Los acontecimientos: aparición y desaparición de per­
mental» de la economía (Simiand) a través de la investiga­ sonajes, de grupos (económicos, políticos), que toman medi­
ción histórica se transformaba en «teoría experimental» de das, decisiones, desencadenan acciones, movimientos de opi­
la historia global, lo que tendía a converger con Marx. nión, que ocasionan «hechos» precisos: modificaciones de los
d) En los últimos veinte años, debido a las grandes ex­ gobiernos, la diplomacia, cambios pacíficos o violentos, pro­
periencias sociales en curso, al progreso de las matemáticas fundos o superficiales.
sociales, del cálculo económico, del aparato y del tratamiento La historia no puede ser un simple retablo de las institu­
estadístico, al de la informática para la utilización de las fuen­ ciones, ni un simple relato de los acontecimientos, pero no
tes masivas, el historiador se ha visto obligado a mantenerse puede desinteresarse de estos hechos que vinculan la vida
al corriente de los progresos y de las técnicas en las disci­ cotidiana de los hombres a la dinámica de las sociedades de
plinas vecinas. Al hacerlo debe conservar la conciencia de la las que forman parte.
originalidad de la historia, ciencia del todo social, y no de Ante esta compleja materia histórica, el historiador plan­
tal o tal parte, ciencia del fondo de los problemas sociales y tea cuestiones, resuelve problemas: cuándo, por qué, cómo,
no de sus formas, ciencia del tiempo y no del instante o de la en qué medida... se modifican, debido a una continua inter­
sola actualidad. acción, los elementos de las economías (hombres, bienes), de
las sociedades (relaciones sociales más o menos cristalizadas
44 IN ICIA CIÓ N A L VOCABULARIO H IS T Ó R IC O H ISTO RIA 45
en instituciones), y de las civilizaciones (conjunto de las acti­ funcionamiento en una sociedad que se caracteriza, de forma
tudes mentales, intelectuales, estéticas...). El historiador ha­ más profunda, por las relaciones sociales y humanas creadas
brá de distinguir muy pronto entre los hechos de evolución alrededor de estos medios de producir («relaciones sociales
muy lenta (estructuras geográficas, mentalidades religiosas, de producción»).
grupos lingüísticos), los ritmos espontáneos («ciclos» coyun­ Las tierras, los instrumentos de irrigación, los bosques y
turales de la economía), y los simples acontecimientos, cuya los terrenos de paso, las fuentes de energía, los medios de
importancia deberá valorar. transporte, las fábricas, las máquinas, etc., son los «medios
Estas distinciones justifican diversas técnicas-, análisis «es­ de producción» que utiliza la fuerza de trabajo de los hom­
tructural», análisis «coyuntural», «análisis de contenido» de bres.
textos y de expresiones verbales o estéticas, elección de las ¿Quién posee estos medios de producción? ¿Y cuál es el
fuentes, crítica de su validez. sentido exacto de la palabra «posee»? ¿Quién maneja pro­
Pero estas técnicas sólo adquieren su sentido dentro del ductivamente estos medios? ¿Quién, a través de esta doble
marco de una teoría global que permita pasar del análisis eco­ relación, es el dominador? ¿Y el dominado? ¿Quién se apro­
nómico-estadístico a la «historia razonada», conquista que vecha? ¿Quién consume? ¿Quién acumula? ¿Quién se em­
Schumpeter atribuye justamente a Marx. pobrece? ¿Qué relaciones — jurídicas, cotidianas, morales—
Recordemos algunas de sus proposiciones cruciales: se han establecido entre las clases sociales así consideradas?
1) En los orígenes de cualquier desarrollo histórico du­ ¿Qué conciencia tienen de estas relaciones los hombres que
radero se sitúa un desarrollo de las fuerzas de producción, lo constituyen estas clases? ¿A qué contradicciones, a qué lu­
que nos incita a observar: chas dan lugar estas relaciones? ¿Con qué resultados? ¿Estas
a) en un grupo dado y por un tiempo dado, el número relaciones favorecen o entorpecen (en cada momento) el de­
de hombres y su división en sexos, edades, ocupaciones, etc.; sarrollo de las «fuerzas productivas» definidas anteriormente?
b) para el mismo grupo y durante el mismo período de He aquí una serie de preguntas a las que es importante con­
tiempo, las modificaciones ocurridas en las técnicas de pro­ testar.
ducción (agricultura, industria, transportes) y, de manera es­ 3) Para hacerlo correctamente es necesario guiarse por
pecial, las de la fuerza productiva del trabajo, que según Marx el conocimiento teórico del modo de producción dominante
depende de la habilidad media de los trabajadores, del desa­ en la época observada, y entendemos por ello el conocimiento
rrollo de la ciencia y de sus aplicaciones tecnológicas, de las de la lógica del funcionamiento social, que expresa la totali­
combinaciones sociales de la producción, de la extensión y dad de las relaciones sociales observadas en su interdepen­
de la eficacia de los medios de producción y finalmente de dencia.
las condiciones naturales. Merece la pena disponer de un modelo teórico que ex­
Toda investigación sobre una sociedad debería incluir, prese esta lógica de funcionamiento, aunque sólo sea para
para cada instante del desarrollo estudiado, los capítulos agru­ ver hasta qué punto refleja el mayor número de hechos obser­
pados bajo estos diversos títulos. vados.
2) Sin embargo, estas «fuerzas productivas» entran en Es inútil decir que nunca la observación empírica de una
46 IN ICIA CIÓ N A L VOCABULARIO H IS T Ó R IC O H ISTORIA 47
sociedad en un momento de su existencia dará unos resul­ Merece, pues, la pena insistir, en el momento en que se
tados absolutamente acordes con este modelo, puesto que, afirman, en los estudios universitarios, las posibles colabo­
en toda «formación social» concreta, quedan siempre secue­ raciones interdisciplinarias, en que la preparación para el ofi­
las de modos de producción anteriores al modo de produc­ cio de historiador, sin desechar las viejas reglas de conoci­
ción dominante, y se insinúan ya los gérmenes de un modo miento y crítica de los textos, de consulta de las fuentes
de producción futuro. directas y, por lo tanto, de los archivos, comporta igualmente
Pero el interés de la investigación histórica reside preci unas iniciaciones sólidas: 1) en la demografía-, 2) en la estadís­
sámente en la confrontación entre estos «casos» y los diversos tica-, 3) en el cálculo económico-. A) en los fundamentos mate­
tipos de sociedad que han dominado sucesivamente en el máticos del análisis sociológico (probabilidades, sondeos, et-
curso de la historia, y que aún hoy coexisten de forma evi­ cetera); 5) en la información (para la utilización de las fuen­
dente. tes masivas: documentos fiscales, notariales, prensa, etc.).
No podemos menospreciar algunos peligros inherentes a Una vez dicho esto no hay que confundir estas técnicas
la utilización de los modelos teóricos: de información con los fines propios de la historia.
1) No hay que confundir modelo económico con modelo A éstos los definiría de buen grado de la forma siguiente,
social. La sociedad es más compleja que la economía, y es que como es obvio queda abierta a la discusión:
en lo social donde germina la destrucción del modelo econó­ La investigación histórica es el estudio de los mecanismos
mico aparentemente armonioso. que vinculan la dinámica de las estructuras — es decir, las
2) Todo modelo implica unas hipótesis: debe tenerse en modificaciones espontáneas de los hechos sociales de masas—
cuenta que estas hipótesis expresan justamente la naturaleza a la sucesión de los acontecimientos — en los que intervienen
del sistema observado y no una verdad eterna: la propiedad los individuos y el azar, pero con una eficacia que depende
privada, la libre competencia, la libertad de empresa, por siempre, a más o menos largo plazo, de la adecuación entre
ejemplo, se dan por supuestas en el modelo económico del estos impactos discontinuos y las tendencias de los hechos
capitalismo clásico; pero el modelo no las «justifica». de masas— .
3) Todo modelo expresa en primer término el análisis La conquista científica del método así definido está toda­
de un «equilibrio», de una estabilidad, mientras que la fina­ vía en vías de elaboración. Pero esta misma elaboración abre
lidad de la historia es el estudio de los cambios. la posibilidad — y es su única garantía— de una actitud ra­
4) Incluso estos modelos de cambio pueden aplicarse cional del espíritu y, por tanto, de una práctica eficaz del
sólo con prudencia; por el hecho de que el capitalismo haya hombre ante la sociedad.
sucedido al feudalismo en Europa occidental a través de pro­
cesos clásicos conocidos no debe inferirse que todo el mundo
deba pasar necesariamente por 'etapas parecidas.
Sobre todos estos extremos existe hoy en día un gran
desarrollo de las técnicas de información y del tratamiento
científico de los datos.
Introducción a la Historia
1

Antes de empezar

Objetivos 1. Definición de la Historia

La Historia como conjunto de hechos

En esta quincena aprenderás a: La Historia como ciencia

 Definir qué es la Historia y para 2. La función de la Historia


qué sirve.
¿Para qué estudiar Historia?
 Distinguir las ciencias auxiliares de
la Historia. 3. Las ciencias auxiliares de la Historia
 Comprender la cronología histórica.
 Entender cómo trabaja un La Historia y las ciencias sociales
historiador.
 Clasificar y trabajar con fuentes 4. El tiempo y la cronología de la
históricas. Historia

Prespectiva histórica

Las edades de la Historia

Problemas de las edades históricas

5. El estudio de las fuentes históricas

Las fuentes históricas

Clasificación de las fuentes históricas

El trabajo del historiador

6. Cómo analizar y comentar fuentes

El comentario de texto histórico

El comentario de imágenes

El comentario de mapas

El comentario de gráficos

RESUMEN

AUTOEVALUACIÓN

Geografía e historia 4º ESO | 1


Introducción a la Historia
1
1. DEFINICIÓN DE HISTORIA Contenidos

La Historia como conjunto de hechos

Una de las cosas que se ha discutido, se discute y se discutirá es qué es la historia. Como
en otras ciencias, en cada época ha habido escuelas diferentes.
Pero desde los primeros historiadores griegos, como Herodoto,
nos ha distinguido la curiosidad por saber que había pasado antes
de nosotros. También algunos pensadores como Francis
Fukullama han determinado el fin de la historia.

Es difícil separar lo que es la historia como objeto de estudio y


como ciencia que estudia algo, pero vamos a intentarlo. En el
siguiente apartado veremos que es la historia como ciencia, pero
de momento vamos a intentar dar una definición de lo que es.
Podríamos decir que es el conjunto de hechos
protagonizados por el hombre en el pasado. Como veréis, no
es simplemente el conjunto de hechos del pasado, pues esto
incluiría todo lo ocurrido en el planeta desde su origen. La historia tiene como protagonista
fundamental al hombre.

Destacado
La Historia es el conjunto de hechos protagonizados por el hombre en el
pasado.

Debate histórico

Los historiadores han reflexionado desde los inicios de la historia


sobre ella misma. No obstante, a partir del siglo XIX se ha
incrementado considerablemente el debate sobre cómo se tiene
que hacer la historia y cuáles son los caminos para convertirla en
una ciencia como las demás. Aquí encontrarás tres testimonios de
este debate.

1. Lucien Febvre

"La historia se hace con documentos escritos, pero también puede


hacerse, debe hacerse, sin documentos si éstos no existen (...). Con
palabras, con signos, con paisajes y con tejas. Con formas de campo,
con análisis de espadas de metal realizados por químicos (...). En una palabra: con todo lo que
siendo del hombre, depende del hombre, sirve al hombre."

2 | Geografía e historia 4º ESO


Introducción a la Historia
1
2. Marc Bloch
"Todo libro de historia digno de ese nombre debiera incluir un capítulo
que se titularía más o menos: ¿Cómo puedo saber lo que voy a decir?
Estoy persuadido de que si se conociesen estas confesiones, hasta los
lectores que no fueran del oficio hallarían en ellas un verdadero placer
intelectual. El espectáculo de la investigación, con sus éxitos y
fracasos, no es casi nunca aburrido. Lo acabado es lo que destila
pesadez y tedio."

3. R.G. Collingwood

"Un meteorólogo estudia un ciclón a fin de compararlo con otros; y al


estudiar cierto número de ellos espera descubrir qué rasgos muestran,
es decir, cómo son los ciclones en cuanto a tales. Pero el historiador
no tiene semejante finalidad. Si se le encuentra en alguna ocasión
estudiando la Guerra de los Cien Años o la Revolución de 1688, no se
puede inferir por eso que esté en las etapas preliminares de una
investigación cuyo fin último sea llegar a conclusiones sobre las
guerras o revoluciones en cuanto tales (...). Esto se debe a que las
ciencias de observación y experimento están organizadas de una
manera y la historia de otra (...) En la organización de la historia el
valor ulterior de lo que se conoce de la Guerra de los Cien Años no
está condicionado por su relación a lo que se conoce acerca de las
otras cosas que hacía la gente en la Edad Media.”

La Historia como ciencia

La historia es, también, la ciencia que estudia esos hechos del pasado y utiliza el método
científico de las llamadas ciencias sociales (sociología, antropología,...). No es una ciencia
exacta, como las matemáticas o la física, pues dado su objeto de estudio, las hipótesis que
establecen los historiadores no se cumplen necesariamente. En ese sentido, el objetivo de
la historia es buscar una explicación lo más objetiva y lógica
posible a partir de los datos conocidos sobre el pasado o un
acontecimiento concreto del pasado.

En distintas épocas ha habido distintos métodos para estudiar


la historia. Desde los primeros historiadores griegos y
romanos (como Herodoto) que se dedicaban a recopilar todo
lo que veían, oían o leían sobre un lugar o pueblo determinado
todos los historiadores han tenido su propio método.

Destacado
Al conjunto de técnicas y métodos para hacer historia se le llama

Geografía e historia 4º ESO | 3


Introducción a la Historia
1
historiografía.

Historiografía: corrientes historiográficas

Los hombres y las mujeres de cada época han elaborado su propia visión de la historia.

La historiografía tiene el objetivo de reflexionar sobre la propia historia de la disciplina; no sobre los
hechos del pasado sino de la manera como han sido interpretados.

Antes del siglo XIX

La historia antes del siglo XIX tenía un carácter moralizador, ejemplificador, con la finalidad
de perpetuar en la memoria los grandes personajes y los grandes
acontecimientos.

Durante siglos se pensó que los contenidos que se habían de


recordar eran los hechos de los Estados y las civilizaciones más
importantes, la vida y la obra de los reyes y gobernantes, las
guerras y los tratados, las instituciones y las luchas por el poder.

La Historia se escribía a través de buenos relatos en los que se


afirmaba que la Historia nacía y se hacía gracias a las ideas de los
grandes personajes. La erudición y el relato literario caracterizaban
una Historia que no tenía, por tanto, rigor intelectual. Esta
concepción de la Historia experimentó un cambio notable a partir del período de la
Ilustración.

Inicios del siglo XIX

A comienzos del siglo XIX la Historia tuvo mucha aceptación


como disciplina a la vez que se ponían en marcha los
métodos que permitían poner en marcha las investigaciones
históricas: La arqueología, la filología, la egiptología y las
primeras campañas de excavaciones. Al mismo tiempo se
inició la publicación de recopilaciones de fuentes históricas y
aparecieron las primeras grandes obras históricas. Los
principales historiadores fueron T. Macaulauy y J. Michelet.

Pero la organización histórica desde las universidades hizo


que adquiriera un sentido diferente. En el marco universitario
la Historia se pasó a llamar ciencia histórica. Esto representaba la separación definitiva entre
el discurso científico y el meramente literario.

4 | Geografía e historia 4º ESO


Introducción a la Historia
1
El positivismo

Esta corriente de pensamiento difundió la creencia de que la


Historia podía desarrollarse como cualquiera de las otras
ciencias. Los historiadores más importantes de esta tendencia
historiográfica fueron A. Compte y L. von Ranke.

El positivismo pretendía llevar a cabo una investigación científica


libre de especulaciones filosóficas y estudiar la Historia con una
objetividad absoluta, reconstruir los hechos tal y como
sucedieron. La historia positivista basó todos sus conocimientos
en los documentos escritos, pero sólo recopilaba los datos y no ofrecía interpretaciones de
los mismos.

El materialismo histórico

El materialismo histórico es una corriente filosófica e histórica que


surgió a mediados del siglo XIX como crítica al capitalismo y a la
sociedad burguesa en pleno proceso de industrialización. Su
pensamiento y su lenguaje nuevo fueron verdaderamente
revolucionarios y, aunque sus principios han perdido buena parte
de su validez, muchos de sus análisis y de su vocabulario
impregnan actualmente las ciencias sociales.

K. Marx fue el primero en establecer diferentes modelos de


sociedad para períodos históricos de larga duración y definió cada etapa de evolución
histórica por su modo de producción.

El materialismo histórico fue el precursor de la historia social y económica, considerando


que la lucha de clases era el motor de la Historia.

La escuela de los Annales

Entre los años 20 y 30 del siglo XX surgió una nueva corriente


historiográfica en la revista francesa Annales de economía,
sociedades y civilizaciones. La escuela de los Annales tenía un
carácter renovador y progresista, perseguía una Historia viva,
total e integradora, ya que los hombres y las mujeres llevan a
cabo actividades económicas, sociales, culturales, políticas, etc.
y recurría a otras ciencias sociales para elaborar una teoría
explicativa completa.

Esta nueva escuela de historiadores defendía una historia de las

Geografía e historia 4º ESO | 5


Introducción a la Historia
1
masas y no de los acontecimientos. Sus representantes principales fueron L. Febvre, M.
Bloch y F. Braudel.

¿El fin de la historia?

La idea de que se había llegado al fin de la Historia se puso de moda a raíz de un artículo de
F. Fukuyama aparecido en 1989. En ese artículo Fukuyama anunciaba precipitadamente el
fin de la Historia después del inesperado colapso y fracaso ideológico del modelo socialista,
especialmente a partir de la caída del muro de Berlín.

Para Fukuyama el último estadio del proceso histórico es la constitución


de democracias capitalistas liberales. La democracia liberal, por tanto,
podía constituir el punto final de la evolución ideológica de la
humanidad, la forma final de la Historia.

La nueva historia

En los últimos años ha surgido una nueva manera de entender la


historia o, mejor dicho, una Historia con numerosos enfoques que debe
mucho a la escuela de los Annales. Estos nuevos enfoques reflejan una
historia de la vida cotidiana y de las maneras de vivir, de la cultura, de
las ideas, de los sentimientos de la gente corriente, de aquellas
personas que no tienen poder. La tendencia de esta nueva corriente es humanizar la
Historia.

Así, ahora encontramos trabajos de microhistoria, de geohistoria, de


historia local, historias de la cultura, de los sentimientos, de la vida
cotidiana, de la alimentación, del ocio, de las mujeres, de la
infancia, de la sexualidad, etc.

6 | Geografía e historia 4º ESO


Introducción a la Historia
1
2. LA FUNCIÓN DE LA HISTORIA

¿Para qué estudiar Historia?

La historia, como relato de los hechos del pasado, es algo que todos debemos conocer. Por
poner un ejemplo, resultaría bastante difícil saber quiénes somos como individuos sin saber
más o menos quiénes son y que hicieron nuestros padres, madres, abuelos y abuelas.

Del mismo modo, en un sentido colectivo, conocer nuestro pasado nos sirve para entender
mejor nuestro presente y sólo si entendemos bien lo que ocurre ahora podremos diseñar
mejor nuestro futuro.

Destacado
El pueblo que no conoce su historia está condenado a repetirla

¿Para qué estudiar Historia?


Se puede afirmar que la historia prepara a los jóvenes para el mundo en que viven. Si bien
es cierto que para incorporarse al mundo laboral los alumnos no necesitarán demostrar
conocimientos históricos, lo cierto es que si no los tienen no tendrán una visión crítica de la
sociedad en la que viven.

A pesar de todo esto la historia proporciona a los alumnos los elementos necesarios para
entender la actualidad. La historia intenta entender todo lo que es humano en su conjunto y
como ciencia social es la más próxima a la vida cotidiana, por esto puede explicar el
funcionamiento de la sociedad. La historia tiene una función claramente pedagógica.
Requiere de un aprendizaje activo y crítico y sirve para adquirir hábitos y técnicas de estudio
y de trabajo.

Conciencia colectiva

La historia sirve para situarse en el marco de la conciencia


colectiva y para comprenderla.

Capacidad para juzgar

La historia forma la capacidad de juzgar comparando diversas


épocas y sociedades.

Análisis

La historia capacita para el análisis de una situación histórica,


con el que se aprende a descomponer los elementos de esta
situación y determinar las causas y las consecuencias.

Geografía e historia 4º ESO | 7


Introducción a la Historia
1
Desarrolla la conciencia

La historia desarrolla la conciencia política y el espíritu


crítico pero abierto, democrático y tolerante.

Diversidad cultural

La historia permite una aproximación a las diversidades


culturales y potencia el respeto por las otras culturas y
sociedades.

3. LAS CIENCIAS AUXILIARES DE LA HISTORIA

La Historia y las ciencias sociales

Cuando los historiadores tienen que buscar, encontrar o recopilar información en muchas
ocasiones necesita de la colaboración de otras ciencias. Es el caso, por ejemplo, de la
prehistoria. Dado que no hay fuentes escritas, toda la información nos la proporcionan otras
ciencias: la arqueología nos da toda la información obtenida en un yacimiento; la
paleontología o la zoobotánica nos pueden proporcionar datos sobre los restos y la fauna
y flora asociada a ese yacimiento, lo que nos ayuda a datarlo o a conocer mejor la dieta de
esos habitantes; la antropología o la etnología nos ayudarán con estudios comparados
gracias a los que podremos intuir como se organizaban socialmente, etc. La geografía, la
sociología, la filosofía, la epigrafía o la cartografía son otras ciencias que ayudan al
historiador en su intención de ser lo más objetivo posible a la hora de explicar los hechos del
pasado.

Introducción

Como ya hemos comentado, los historiadores necesitan del apoyo de otras ciencias para
obtener y analizar información de las fuentes de un periodo histórico concreto.

Esa ayuda se la proporcionan las mal llamadas Ciencias auxiliares de la historia y sería más
correcto hablar de CIENCIAS y TÉCNICAS HISTORIOGRÁFICAS, pues la mayor parte de
ellas son ciencias autónomas con su propia metodología científica.

Algunas, como la Arqueología, nacieron como auxiliares de la historia pero hoy son
completamente independientes.

8 | Geografía e historia 4º ESO


Introducción a la Historia
1
Vamos a ver cuáles son estas técnicas y ciencias que nos
ayudan en el trabajo de historiador. En la imagen podéis ver
un cuadro de Goya que se llama "La Verdad, el Tiempo y la
Historia", significativo ¿no?

Ciencias Autónomas

En este apartado agrupamos a aquellas ciencias que, siendo


autónomas, sirven puntualmente, metodológica o
técnicamente, al conocimiento histórico. Son por ejemplo:

LA ANTROPOLOGÍA, LA ECONOMÍA, LA GEOGRAFÍA, LA


BIOLOGÍA, LA PALEONTOLOGÍA, LA SOCIOLOGÍA,...

Todas ellas (y muchas más) aportan a los historiadores análisis o explicaciones que los
historiadores no podrían obtener por si mismos.

Por ejemplo, la antropología nos proporciona información sobre los seres humanos del
pasado y análisis comparados entre formas de vida desaparecidas con otras similares que
sobreviven hoy en día (Antropología cultural).

Las herramientas de la economía nos permiten entender los modelos económicos del
pasado, la sociología nos proporciona modelos de cómo se comportan los hombres en
distintas organizaciones,…

Ciencias específicas

Las ciencias específicas son aquellas que se derivan directamente de los datos que el
historiador puede encontrar, analizar o explicar:

Son, por ejemplo la NUMISMÁTICA (estudio de las monedas), CRONOLOGÍA (estudio del
tiempo), ARQUEOLOGÍA, BIBLIOGRAFÍA (estudio de los libros o textos), EPIGRAFÍA o
PALEOGRAFÍA (estudio de las escrituras antiguas, bien sobre piedra -epigrafía- o en
general -paleografía-), GENEALOGÍA (estudia los linajes familiares) o HERÁLDICA (estudio
de los escudos de las familias).

Geografía e historia 4º ESO | 9


Introducción a la Historia
1
Como veis muchas de estas ciencias (y también de las anteriores) se complementan entre sí
y son necesarias para completar una investigación histórica de carácter riguroso y científico.

Para analizar un papiro como el de Artemidoro (en la


imagen) necesitaremos de la ARQUEOLOGÍA (para
desenterrarlo), de los métodos QUIMICOS de datación, de
la CRONOLOGÍA (para situarlo en un tiempo concreto) y
de la PALEOGRAFÍA (para traducirlo). El historiador podrá
trabajar con todos esos datos para situarlo en un periodo
concreto de la historia y darle una explicación científica a lo
que dice, contextualizándolo históricamente.

División temática de la ciencia histórica

Por último y, dado la complejidad de la historia de la humanidad han nacido subdivisiones de


la ciencia histórica que aplican el método de esta a otras disciplinas y objetos.

Son la HISTORIA DEL ARTE, DEL DERECHO, DE LA LITERATURA, DEL PENSAMIENTO, DE


LAS RELIGIONES, DE LA ECONOMÍA,...

4. EL TIEMPO Y LA CRONOLOGÍA DE LA HISTORIA


Perspectiva histórica

Durante mucho tiempo se consideró que la historia sólo se refería al


periodo posterior a la aparición de la escritura. Es decir, se vinculaba la
historia a la existencia de fuentes escritas. Aunque algunos
historiadores aún entienden esto así la idea más extendida es que la
prehistoria es también historia, aunque no haya fuentes escritas.

La perspectiva histórica implica en cualquier caso, la necesidad de que


exista una cierta distancia temporal entre el historiador y el

10 | Geografía e historia 4º ESO


Introducción a la Historia
1
acontecimiento histórico, de tal manera que este pueda recopilar todos los datos necesarios,
no sólo para narrar los hechos con coherencia sino, sobre todo, para poder explicarlos
desde su origen (causas) hasta su final (consecuencias). Aunque también hay una escuela
de historiadores que considera que se puede hacer historia del mundo actual y encontraréis
asignaturas de este estilo en muchas universidades.

Introducción

Ya en la Antigüedad, historiadores como Herodoto,


Tucídides o Julio César (sí, sí, el de la Guerra de las
Galias ) escribieron una historia simultánea a los
acontecimientos investigados. Julio César,
precisamente, iba escribiendo su historia sobre la
Guerra de las Galias casi mientras dirigía a sus
ejércitos en esa misma Guerra. Pero la disciplina
histórica del siglo XIX consideró que era
imprescindible que existiera una distancia temporal entre lo investigado y el investigador. Sin
embargo, desde los años 70 del siglo XX va ganando fuerza una disciplina que podemos
llamar Historia del Tiempo Presente, Historia del Mundo Actual, Historia Inmediata, …
Vamos a ver esto más despacio.

Historia actual

Esta variante de la Historia surge ante la dilatación de la Historia Contemporánea (ya que no
hay consenso entre los historiadores sobre su conclusión o no), y de la necesidad de escribir
la historia de lo que está aconteciendo de manera aproximadamente simultánea nuestras
vidas. Es decir, necesitamos devolver a "Contemporáneo" el sentido de tiempo coetáneo a
nuestra vida.

Muchos historiadores, sin embargo, la consideran de periodismo histórico, o historia ficción


pues en cierta medida la falta de perspectiva cronológica o el hecho de que los
acontecimientos estén todavía ocurriendo, impide la correcta aplicación de los métodos
científicos de la historia.

En este sentido se distingue en ocasiones la HISTORIA DEL MUNDO ACTUAL (posterior a


la II Guerra Mundial y hasta la caída del Muro de Berlín) de la HISTORIA DEL PRESENTE,
que incluiría los más recientes acontecimientos (atentados del 11-S, ...) Este último estaría
asociado al periodismo de investigación antes que a la historia según los historiadores más
críticos.

Geografía e historia 4º ESO | 11


Introducción a la Historia
1
En España, esta disciplina estudia nuestra historia desde la
Guerra Civil (1936) o bien desde la muerte de Francisco Franco
(1975).

Vamos a ver qué ventajas e inconvenientes puede tener esta


nueva corriente historiográfica.

Ventajas

1) LA AUTORREGULACIÓN DE LA INFORMACIÓN. Es decir al


ser coetáneo de los hechos, el historiador puede precisar más
que es lo que interesa.

2) Contamos con fuentes ORALES Y MULTIMEDIA (VIDEO, RADIO, TELEVISIÓN) de


manera INMEDIATA.

3) LA OBSERVACIÓN DIRECTA o lo que en otras ciencias sociales (ANTROPOLOGÍA,


SOCIOLOGÍA) se llama "trabajo de campo", que conlleva, necesariamente la participación
en lo acontecido de alguna manera.

4) APLICACIÓN Y DIFUSIÓN INMEDIATA de los resultados que, por lo tanto, provocan


también consecuencias inmediatas.

Inconvenientes

1) EL SUBJETIVISMO. Su propia inmediatez, la participación del investigador en lo


investigado y la dificultad para contrastar las fuentes alejan la objetividad de esta
disciplina histórica.

2) EXCESO DE FUENTES y en general, de información de todo tipo y origen. Puede ser


difícil discriminar lo importante de los secundario, lo verdadero
de lo falso. Además, muchos procesos no están aún cerrados,
por lo que pueden llegar nuevas fuentes constantemente que
cambien el rumbo de la investigación.

3) LA FALTA DE PERSPECTIVA HISTÓRICA, que, desde el


siglo XIX se considera imprescindible para hacer una historia
que se acerque a una disciplina científica. Es decir, en una
historia del tiempo presente, este aún no ha terminado y no
sabemos cómo terminará en el futuro. Podemos aventurar una
causa para un acontecimiento, presuponiendo un final
concreto, pero este final puede ser, transcurrido el tiempo muy
diferente del imaginado y, por lo tanto, las causas enunciadas
carecer completamente de validez.

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Introducción a la Historia
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Por poner un ejemplo más o menos un ejemplo extremo, imaginad que finalmente se
demostrara que no existen ni Bin Laden ni Al Qaeda. ¿Qué pasaría entonces? Habría que
reescribir una buena parte de la historia reciente, buscando causas para muchos
acontecimientos (atentados, guerras,...) distintas de las que hemos manejado hasta ahora.

Este es un buen comienzo para reflexionar sobre los límites de la historia y del trabajo de los
historiadores.

Las edades de la Historia

Aunque las distintas civilizaciones que en la historia del mundo han sido (mayas o incas,
egipcios o asirios, griegos o romanos, chinos o indios) han contado el
tiempo de una manera diferente, los historiadores, como científicos, no han
tenido más remedio que ponerse de acuerdo para dividir la historia de un
modo más o menos consensuado y universal.

Son las EDADES HISTÓRICAS:

o PREHISTORIA
o EDAD ANTIGUA
o EDAD MEDIA
o EDAD MODERNA
o EDAD CONTEMPORÁNEA

Introducción

Los historiadores han llegado a un consenso para medir el tiempo histórico. Cada una de las
edades de la Historia tiene algunos rasgos comunes; un determinado tipo de organización
social, política, económica y un estilo determinado de producción artística y cultural.

Cuando uno de estos aspectos cambia de forma significativa, hablamos de una edad o
época histórica diferente.

Prehistoria

• Desde: El orígen del hombre (4 millones de años)

• Hasta: La aparición de la escritura (4.000 antes de Cristo)

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Introducción a la Historia
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Edad Antigua

• Desde: La aparición de la escritura (5.000/4.000 antes de Cristo)

• Hasta: La caída del Imperio Romano de Occidente (476 después antes de


Cristo)

Edad Media

• Desde: La caída del Imperio Romano de Occidente (476 después antes de


Cristo)

• Hasta: La caída del Imperio Romano de Oriente (1.453)

Edad Moderna

• Desde: La caída del Imperio Romano de Oriente (1.453)

• Hasta: La Revolución Francesa (1.789)

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Introducción a la Historia
1
Edad Contemporánea

• Desde: La Revolución Francesa (1.789)

• Hasta: La actualidad

Los problemas de las edades históricas

Aunque el acuerdo con esta distribución está bastante generalizado esto no significa que no
presente problemas.

Algunos de los más importantes son:

 En la Prehistoria nos falta información de largos periodos históricos en los que no


sabemos exactamente como evolucionó la humanidad.
 Esta división de la Historia se basa, tal vez en el exceso, en la evolución de la
civilización europea.
 Las fechas que separan unas edades de otras no pueden tener en cuenta que los
procesos históricos no acaban ni comienzan de un modo repentino. Por lo tanto hay
elementos de una Edad que perviven en la siguiente y elementos característicos de
esta que comienzan a aparecer en la anterior.

Introducción

Los historiadores ha acordado dividir la historia en una serie de


periodos que llamamos EDADES, como ya habéis podido ver. Pero
esta construcción artificial que los historiadores han establecido para
facilitar la investigación y estudio de los hechos históricos tiene una
serie de problemas. Vamos a ver cuáles son los más importantes.

Un ejemplo simpático de estos problemas son los anacronismos


que a veces aparecen en las películas históricas, como
"Gladiator", "300", "El reino de los cielos" o "Braveheart".

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Introducción a la Historia
1
La Prehistoria
La prehistoria es un periodo muy largo de tiempo (desde los 6 millones de años hasta hace
unos 8.000.) en el que la evolución humana presenta grandes lagunas. Esto quiere decir
que hay largos periodos de tiempo y amplias regiones del mundo en las que no tenemos
ninguna evidencia de la evolución humana. Además, algunos historiadores aún consideran
la prehistoria como un periodo no histórico.

Nuestros problemas con la prehistoria es que la obtención de información depende de un


doble azar:

A) Que los restos humanos de todo tipo se hayan conservado hasta nuestros días. Esto sólo
ocurre cuando los restos quedan sometidos a unas determinadas condiciones de humedad,
temperatura y presión. Entonces y sólo entonces comienza el
proceso de fosilización, por el que un resto "vivo" se transforma
en roca. Esto es un fósil.

B) Que los encontremos. La mayor parte de las veces sólo la


casualidad nos permite encontrar restos enterrados desde hace
miles o millones de años.

Cada nuevo descubrimiento puede cuestionar lo que sabemos


hasta ese momento.

Por poner un ejemplo: El complejo arqueológico de


Atapuerca salió a la luz en el siglo XIX, sólo cuando
múltiples casualidades llevaron un tren minero por la Sierra
de Atapuerca. Los trabajos de excavación de la trinchera
del ferrocarril permitieron el hallazgo de las cuevas. Este
yacimiento es el que podéis ver en la imagen.

Eurcentrismo

La creación de la historia como


disciplina científica "moderna", se
remonta al siglo XIX. Fue en las
universidades europeas donde se
establecieron las bases para hacer
historia. Esto ha hecho que muchas
de nuestras categorías, como las
Edades, pero también otras teorías
acerca de la evolución de las civilizaciones se hayan establecido desde criterios
eurocéntricos. Es decir, en muchas ocasiones parece que todo debe encajar para culminar

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Introducción a la Historia
1
en un "estado superior" de la civilización humana que se concretaría en la civilización
occidental.

Esto implica minusvalorar o, incluso, ignorar lo que ocurría en Asia o en América. Hoy en día
hay cierta tendencia a corregir esta cuestión, pero nuestra visión de la historia sigue
demasiado centrada en nosotros mismo. Por otra parte, también es cierto que la mayoría de
los pueblos se han considerado así mismos el centro del mundo y han explicado el pasado
desde su propia perspectiva.

Cajones estancos

El último problema se refiere a las dificultades


que nos presentan las fechas que establecen
la frontera entre una edad y la otra.

Algunas están sometidas a permanente


revisión, como el paso a la Edad Antigua o la
propia aparición del hombre en la tierra. Y en
general todas nos presentan dificultades, pues
la historia no cambia de hoy para mañana sino
que evoluciona a su propio ritmo. A veces se
toma mucho tiempo y evolucionamos muy
lentamente, como en el paleolítico. Otras, sin
embargo hay cosas que hacen que todo
cambie muy rápido. Es el caso de la Agricultura y la ganadería. En estos casos hablamos de
Revolución, como esta que comentamos que dio origen al Neolítico y con él a las ciudades,
a la riqueza, al comercio, al Estado o a la religión. Pero no ocurre en todas partes: Mientras
en Mesopotamia o Egipto comenzaban esta nueva aventura, la europa occidental apenas
conocía la agricultura.

Esto ocurre en casi todas las Edades: Antes de las fechas que los historiadores establecen,
se van desarrollando aquellos elementos que vamos a considerar característicos de la
nueva Edad. Y también, en esta pervivirán elementos de la etapa anterior. Un ejemplo muy
claro de esto es la sociedad estamental, que se mantiene sin demasiadas variaciones desde
la EDAD MEDIA hasta la EDAD CONTEMPORÁNEA, cuando es sustituida por la actual
sociedad de clases. Aún así la sociedad estamental pervive en muchos países europeos
mucho después de 1789. En Rusia, por ejemplo, casi hasta 1917.

En general debemos ser cuidadosos con estas fechas, que nos sirven de guía, pero no
deben privarnos de una visión de conjunto más amplia.

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Introducción a la Historia
1
5. EL ESTUDIO DE LAS FUENTES HISTÓRICAS
Las fuentes históricas

Una de las cosas que no pueden hacer los historiadores en la mayoría de las ocasiones es
preguntar a los protagonistas de los hechos del pasado. Estamos seguros que a los
directores del yacimiento de Arapuerca (Burgos) les encantaría poder preguntar a los
llamados Homo Antecessor como vivían, que pensaban, etc.

Pero es evidente que no pueden, por lo que deben conformarse con interrogar a los
objetos que los hombres van dejando a su paso, sean estas vasijas y herramientas,
obras de arte o textos.

Clasificación de las fuentes históricas

Lo primero que tienen que hacer los historiadores es clasificar


las fuentes de una manera sistemática, para así poder hacer
luego un buen trabajo con ellas y encontrar las mejores
explicaciones para los fenómenos históricos.

Introducción

Como ya hemos dicho, lo primero que tenemos que conseguir es distinguir las diferentes
fuentes históricas que podemos encontrar. Vamos a ver una clasificación de las fuentes
según distintos criterios:

• TIPO

• NATURALEZA

• CONTENIDO

Tipos de fuentes: FUENTES PRIMARIAS, DIRECTAS O


HISTÓRICAS

Estas son propias del momento histórico que estudiamos.

Por ejemplo, un fósil.

Tipos de fuentes: SECUNDARIAS, INDIRECTAS O


HISTORIOGRÁFICAS

Este tipo de fuentes es aquel que ya interpreta una fuente primaria.

Por ejemplo, el estudio realizado por un arqueólogo sobre ese fósil.

18 | Geografía e historia 4º ESO


Introducción a la Historia
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Naturaleza

• ESCRITAS
Libros, leyes, cartas, mitos, leyendas.

• MATERIALES
Edificios, herramientas, utensilios, esculturas,
cuadros,...

• ORALES

Testimonios de la época.

Contenido

• HISTÓRICAS
Relatos de hechos históricos.
• JURÍDICAS
Cualquier ley.
• ARTÍSTICAS
Descripciones de obras de arte.
• PERSONALES
Una carta, un testamento.
• POLÍTICAS
Disposiciones de un gobierno o estado.
• SOCIALES
Descripciones de hechos, medidas que afectan a la organización social.

• ECONÓMICAS
Tratados o descripciones de hechos económicos.

El trabajo del historiador

El trabajo del historiador se parece un poco al de un policía científico. Debe analizar el


escenario (contexto histórico) y buscar las pruebas (fuentes y objetos) para determinar
qué es lo que pasó allí en el momento que le interesa.

En este sentido el historiador puede utilizar un método deductivo o inductivo. Si usa el


método inductivo, primero recopilará la información necesaria y luego tratará de dar una
explicación lógica.

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Introducción a la Historia
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Con el método deductivo, primero lanzará una hipótesis o explicación y después
buscaremos las pruebas que confirmen o refuten nuestra idea.

En el siguiente capítulo veremos cómo podemos trabajar con algunos tipos de fuentes, a lo
mejor alguno decide ser historiador...

6. COMO ANALIZAR Y COMENTAR FUENTES

Comentario de textos históricos

Una de las fechas claves para la historia es la aparición de la escritura. De momento


creemos que esto ocurrió hace unos 4000 años. Y desde entonces, las fuentes escritas se
han convertido en la fuente más importante del historiador para conocer la historia.

Como ya hemos visto, es una fuente muy delicada pues, en muchas ocasiones, las fuentes
escritas responden a la intencionalidad concreta de quien lo escribió. Durante mucho
tiempo, la lectura y la escritura fueron patrimonio exclusivo de los grupos más privilegiados
de la sociedad y eran ellos, por lo tanto, los que contaban la historia.

El historiador debe, por lo tanto, analizar y comparar las fuentes para acercarse a un
conocimiento más o menos objetivo de la historia.

Introducción

El comentario de textos históricos es una de las herramientas más importante dentro del
trabajo de los historiadores ya que hasta el siglo XX la inmensa mayoría de las fuentes
históricas que se utilizaban para la investigación
histórica eran fuentes escritas.

Igualmente, tanto si continúas tus estudios en


bachillerato o, más tarde, en la carrera de Historia
necesitarás dominar la técnica del comentario de
textos histórico ya que tendrás que realizarlos en
muchas ocasiones.

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Introducción a la Historia
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PARA SABER MÁS

Una película: Una web:

Troya (Wolfrang Petersen, www.educahistoria.com


2004)
Portal dedicado a la difusión de materiales didácticos
Presentamos una película como para el aprendizaje de la Historia. Tiene secciones
ejemplo de "cine histórico”, con el dedicadas a películas, juegos, revistas de divulgación,
que podemos jugar a descubrir así como enlaces a diversas páginas de Historia,
qué hay de historia y qué hay de interesantes tanto para alumnos como para profesores.
espectáculo en la película. En
este caso, por ejemplo, casi toda Un libro:
la ambientación es del siglo V a.
de C., cuando la guerra sucedió El oficio de historiador (Enrique de Moradiellos,
cientos de años atrás. Además, 1999)
se incinera a los muertos con
monedas en los ojos, cuando aún Este libro es una introducción a los conceptos básicos
no se había inventado el dinero de la historia. En la primera parte se profundiza en las
tal y como lo conocemos ahora. cuestiones elementales de las ciencias humanas y la
En muchas de las películas historiografía, desde la antigüedad hasta nuestros días.
llamadas históricas puedes
encontrar incorrecciones
históricas pero también es una de
las mejores maneras de viajar a
las partes de la historia que no
has podido vivir.

24 | Geografía e historia 4º ESO


MODELOS EPISTEMOLÓGICOS Y METODOLÓGICOS EN EL DESARROLLO DE LA
HISTORIA
Prof. Cristina E. Guerra

Introducción

Precisiones sobre el concepto de historiografía.

Siguiendo los planteos de J. Aróstegui (1995) se pueden establecen dos acepciones para la
palabra Historia. Por un lado, designa la realidad de lo histórico, es decir, la realidad en la que
el hombre está inserto. Por otro lado también se denomina Historia a la disciplina que la
estudia, remitiéndose entonces al conocimiento y registro de las situaciones y los sucesos que
señalan dicha inserción. Así la misma palabra designa objeto y ciencia, de allí el problema
epistemológico que se genera por lo que se ensaya la denominación “investigación de la
Historia”

A fin de establecer la diferencia se comienza a utilizar el término de historiografía para


referirse a los estudios históricos. Toposlski la denominará como la “escritura de la Historia” 1.
Para J. Fontana (2002), será la producción escrita acerca de temas históricos. Pierre Vilar
(1982) considerará que la Historia es la actividad, el producto de la actividad de los
historiadores y también, la disciplina intelectual y académica constituida por ellos.

Despejada así la confusión entre la historia vivida por los hombres y la Historia como
producción escrita acerca de la vida de los hombres, utilizaremos esta última acepción para el
presente trabajo. Es decir, la tarea del historiador implica una concepción de ciencia, una
teoría explicativa y los modos de producción del conocimiento histórico.

La función de la Historia.

Un debate permanente en el campo de las Ciencias Sociales es la función que cumple el


conocimiento del pasado.
“Cuando se interroga por la finalidad de la investigación histórica quedan planteadas
cuestiones cuya conexión íntima no autoriza a confundirlas” (Pereyra, 1980:11). Así este
autor se refiere a dos cuestiones inherentes al saber histórico. Por un lado “Unos son los
criterios conforme a los cuales el saber histórico prueba su legitimidad teórica y otros, de
naturaleza diferente, son los rasgos en cuya virtud este saber desempeña cierta función y
resulta útil más allá del plano cognoscitivo”. (Ibid).
Es decir, la Historia cumple una función teórica o académica (explicar el pasado o movimiento
anterior de la sociedad) y una función social, (organizar el pasado para los requerimientos
del presente); ambas funciones son complementarias “el saber intelectual recibe sus estímulos
más profundos de la matriz social en permanente ebullición y, a la vez, los conocimientos
producidos por la investigación histórica están en la base de las soluciones que se producen
en cada coyuntura” (Ibid: 28) porque “el estudio del movimiento de la sociedad, más allá de
la validez o legitimidad de los conocimientos que genera, acarrea consecuencias diversas
para las confrontaciones y luchas del presente. No hay discurso histórico cuya eficacia sea

1
Citado en Arostegui (1995)

1
puramente cognoscitiva; todo discurso histórico interviene en una determinada realidad
social donde es más o menos útil para las distintas fuerzas en pugna” (Ibid: 13).

El uso ideológico político de la Historia ha sido un factor que ha estado presente en toda la
vida social y política y esto, según Pereyra, proviene del uso que han hecho de la Historia las
clases dominantes en las diversas sociedades. Por eso “El papel de la Historia como ideología
se eleva como obstáculo formidable para la realización del papel de la Historia como
ciencia”. (Ibid.: 23)

Respecto de la relación entre la función social de la Historia y la carga ideológica que


conlleva la investigación histórica D. Campione (2002:6) sostiene que “De todos modos, la
discusión con las concepciones históricas dominantes no puede descansar en una «literatura
de denuncia», que las ataque desde un punto de vista moralizador, acusándolas de falsedad y
manipulación. Confundir la denuncia de lo existente con la construcción de alternativas, es
un error funesto en cualquier campo, y en particular en el del saber histórico. Lo
fundamental, por tanto, es la producción alternativa de conocimiento, la iluminación de los
aspectos de la realidad que el pensamiento hegemónico posterga o distorsiona. Y sobre todo
el desarrollo de un enfoque comprensivo sobre el proceso histórico que permita un
entendimiento de la totalidad, que apunte no sólo a explicar sino a transformar (sin pensar
este vínculo con la acción transformadora como inmediato y lineal), problematizar con una
mirada y una concepción metodológica diferente, los aspectos que son tratados por los
historiadores de algún modo aliados con el Estado y el poder social”.

Historia de la Historiografía

La forma o el modo en que se escribe la historia marca una época teórica y metodológica. El
objeto de estudio cambia y también lo hace la forma en que los historiadores realizan su tarea.
Asimismo la función de la Historia varía en el tiempo. En este sentido entendemos que para
su enseñanza se hace necesario comprender las formas de hacer Historia, sosteniendo la
coherencia entre el modo de producción de cada corriente historiográfica y las formas de
enseñar.

Los textos históricos más antiguos que se han hallado hasta ahora son las listas y las crónicas
de los reyes. El más importante de los textos hallados es la llamada “Crónicas de la monarquía
una” o también denominada “lista sumeria de los reyes”. Estos textos, guardados en los
templos, justificaban el carácter divino de los gobernantes: en un primer momento los reyes
habían bajado del cielo y después del diluvio fueron gobernados por una serie de soberanos
sobrehumanos.
En la Mesopotamia también se hallaron textos históricos como las denominadas “Crónicas de
Babilonia”, destinadas a registrar los sucesos astronómicos y meteorológicos, precios del
mercado, el nivel de las aguas u otro tipo de datos interesantes. Al igual que en Babilonia
estas crónicas eran escritas y preservadas por los sacerdotes. La escritura de la historia, en este
caso, no era un relato sino una lista de acontecimientos cuya función era la legitimación del
poder. Al respecto Fontana (2002: 20) señala que “Los inicios de la historia escrita están
ligados a la justificación del estado monárquico por el doble camino de señalar su origen
sagrado e identificarlo con el pasado de la comunidad”.

La historiografía griega es considerada en occidente como la que marca el surgimiento de la


Historia. La expresión “con los griegos nace la Historia” surge a partir de un cambio en la

2
forma de escribir y en su función social. La diferencia está marcada porque ya no son las
crónicas de acontecimientos o lista de sucesos los que se registran sino que surge una
“investigación” histórica sobre los hechos presentes. La poesía épica, y Homero
particularmente, influyeron en la manera de historiar. Por otra parte, los registros de los
sucesos están contados por los protagonistas, de manera de darles un carácter de actualidad al
relato. Se puede establecer que, con Heródoto y Tucídides, en el siglo V a. C. nace la
historiografía griega.
Heródoto (485 – 424 a. C.) realiza una descripción del mundo en que vivía, del mundo
conocido basado en sus experiencias personales, como, por ejemplo, su relato de las guerras
entre los griegos y Persia. Su intención, según escribe en el prólogo de “Historia”, es evitar el
olvido: “esta es la exposición de los resultados de las investigaciones de Heródoto de
Halicarnaso para evitar que con el tiempo los actos humanos permanezcan en el olvido”2 .
Sus fuentes son los testimonios orales y sus recuerdos personales. Antes de la descripción de
las batallas, realiza una descripción minuciosa del “mundo conocido por los griegos” a partir
de sus propios viajes a Egipto, Fenicia y el Mar Negro y de conversaciones con los viajeros,
de las cuales Fontana destaca el hecho de que Heródoto, al obtener descripciones
contrapuestas, ofrece todas las versiones y “racionaliza a menudo los hechos maravillosos”.

Con Tucídides (460 – 400 a. C.) se puede decir que comienza una Historia más “política”. La
función que cumple su relato es justificar la guerra, es decir, mostrar la superioridad de los
griegos. En su “Historia de la guerra del Peloponeso”, da cuenta de los hechos sucedidos en
su presente. Comienza su obra planteando el método que empleó y una reseña de la historia de
Grecia hasta las guerras médicas. En los siguientes libros (del segundo al quinto) relata la
guerra año por año.
Su método se basa en la descripción. Se destaca la búsqueda de exactitud en la descripción de
los acontecimientos. Sus fuentes son los relatos orales de los protagonistas. Así dirá: “en lo
que respecta a los sucesos que tuvieron lugar en la guerra no me ha parecido oportuno
escribirlos enterándome por cualquier, ni siquiera guiándome por mi opinión, sino que he
relatado las cosas en las que estuve presente o sobre las cuales he interrogado a otros con
toda la exactitud posible” (Ibid. 29)

Polibio (208 –118.C) escribió sobre Roma y los romanos en lengua griega. Su obra principal,
“Historia”, constaba de cuarenta libros. Su propósito era escribir una historia universal que
explicara «el cómo, el cuándo y por qué de la sujeción de todas las partes conocidas del
mundo al dominio de los romanos» (Ibid. 33)
Su método se basó en el estudio de documentos, para establecer la veracidad; la investigación
personal en el lugar donde ocurrieron los hechos y el “conocimiento directo de las prácticas
políticas a fin de no realizar una simple narración de los acontecimientos sino establecer sus
causas”. (Ibid.)
En Roma los antecedentes de registros de los acontecimientos (siglo II a. C.) estaban en
manos de los sacerdotes y se trataban de las denominadas «crónicas pontificias». Éstas,
reunidas luego en los “annales maximi”, eran cronologías de nombramientos de cónsules,
funcionarios, celebraciones y acontecimientos notables. El nacimiento de la historiografía
romana puede situarse en el siglo I a. C. con Julio César, Salustio, Tito Livio y Tácito.

Historiografía medieval

2
Citado en Fontana, J. 2002: 27

3
En la época medieval se destaca por innovadora la historiografía musulmana. Sin influencias
greco-romanas, surge a partir de recoger los hechos y dichos de Mahoma, y se transforma
progresivamente en un relato de hechos y explicaciones de los mismos, partiendo de los
testimonios escritos y orales.
En Europa la tarea de escribir la historia quedó en manos de los monjes y no buscaba la
explicación de los fenómenos y sus causas, sino la justificación por el designio divino. Así
predominaba la “Historia de los santos”, donde la fantasía se mezclaba con la realidad en
torno a un discurso religioso que apuntaba a la interpretación de las profecías y a servir de
ejemplo de la vida cristiana. Esta época se caracterizó por la confección de las crónicas
cristianas donde se enumeraban batallas, acciones de los herejes, y crónicas de los príncipes.
Es el tiempo de la patrística, la cual se rige por el calendario cristiano (Pascua, Cuaresma,
etc.)
En los siglos VI al IX se destaca la historiografía sobre los pueblos germanos, cuyos
historiadores son denominados «los narradores de la Historia bárbara». También hay obras
históricas en Francia e Inglaterra como “Historia de los francos” de Gregorio de Tours y “La
destrucción de Bretaña” de Gildas ó la “Historia eclesiástica del pueblo de Inglaterra” cuyo
autor es Beda. También se pueden citar otras obras como “Historia de los vándalos y de los
suevos”, “Historia de los Lombardos”, “Historia de los reyes de Noruega” o “Vida de
Carlomagno”.
Con el auge del feudalismo (siglos XII y XIII) surge en Europa la historiografía caballeresca.
Esta no se escribe en los monasterios y está destinada a un público más amplio. El tema
principal son las cruzadas y tiene como protagonistas a reyes y caballeros.
Esta etapa se caracteriza por mezclar ficción y verdad. La función de la Historia seguía siendo
la legitimación del orden feudal.

El renacimiento

Durante el Renacimiento la innovación en la historiografía se dará en las ciudades-estados


italianas. Si bien se continúan elaborando crónicas y relatos de carácter religioso, en el marco
de la Reforma y la Contrarreforma, los textos históricos fueron perdiendo su carácter
“mitológico” y adquirieron mayor rigor metodológico, sobre todo a cargo de dos órdenes
religiosas: los jesuitas y los benedictinos. En general, la Historia se da la mano con el auge de
la filología. Por eso el estilo literario es la inquietud de esta etapa.
La historiografía pasa de cumplir una función ejemplificadora, moralizante a tener una
función política “El renacimiento de los estudios literarios estuvo asociado a las necesidades
derivadas de ascenso de la autonomía de las ciudades, que exigía que se formaran
cancilleres, jueces y funcionarios, a la vez que buscaba fundamento histórico en los viejos
modelos de la polis griega y la república romana”. (Fontana: 2002:66)

La situación política de Florencia y Maquiavelo, en particular, será quien inicie esta función
de la Historia. Contemporáneo de Maquiavelo, Francesco Guicciardini escribe “Historia de
Italia”. En ella abarca toda Italia y el contexto europeo para tratar de explicar las acciones de
los soberanos de otros países que invaden el suyo.
En Castilla (España) se produjo una eclosión de la historiografía indiana, producto de los
relatos de aquellos que habían estado en las “nuevas indias” y que como cronistas habían
registrado la conquista española en América. Podrían citarse escritos tales como “Cartas de
Relación” de Hernán Cortés, “Décadas del Orbe Novo” de Pedro Márquez de Anglería y
relatos de Bartolomé de las Casas y de Tomás de Mercado.

4
La Ilustración

Para Fontana (ibid: 83) “La ilustración sería esencialmente el pensamiento crítico,
desconfianza hacia el saber establecido y el consentimiento universal: la defensa de la razón
contra la convicción, del saber transformador contra la tradición”.
El siglo XVII ve la aparición de la “opinión pública”, se produce así “una «industria de la
información» que multiplicó las impresiones de cartas, folletos, gacetas y, en general, de
textos breves y accesibles a un público extenso, que se ocupaban de la crítica política o
reproducían todo tipo de noticias del momento”. (Ibid. 84) Esto llevó a que en Francia y en
Italia las cortes se abocaran a poner a su servicio historiadores para combatir las críticas.
Fontana relata que Luis XIV tenía 19 historiadores, incluido Racine, a su servicio.
Se pueden citar en esta etapa a Secondat, Montesquieu, Voltaire, los hermanos Condillac,
Diderot y Turgot, entre otros. En Francia durante la etapa de la Restauración la Historia
cumplió el papel de asimilar la herencia de la revolución y dar las bases para la nueva
sociedad burguesa.

También Inglaterra, en el contexto de la abolición de la monarquía absoluta y del paso a un


sistema político representativo, dominado por la aristocracia agraria capitalista y una clase
empresaria mercantil orientada al comercio con el exterior, la expansión colonial y la
financiación de la guerra necesitaba una legitimación para el nuevo orden social que se había
establecido. Influidos por el Contrato Social de Rousseau y el Leviathan de Hobbes, “La
nueva sociedad necesitaba un modelo explicativo que, por un lado, se expresara en términos
del gobierno representativo nacido de la revolución de 1688, y que, por otro, asociase el
interés con la conciencia e hiciera posible establecer la base de «confianza» - de «trust»- sin
la cual era imposible el funcionamiento del mundo de los negocios” (Ibid.93) Quien elaborará
la fundamentación histórica de esta nueva sociedad será John Locke.

SIGLO XIX: surgimiento de la Historia científica

La Escuela Histórica Alemana es la que va a dar un salto cualitativo en materia historiográfica


e influirá en generaciones posteriores de historiadores. En el marco del positivismo
decimonónico surge en Alemania una corriente -que luego se denominó “Historicismo” –
cuyo fundador fue Leopold von Ranke (1795 –1886). El mérito de Ranke está en haber
establecido una metodología para el trabajo histórico y en haber sentado las bases de una
«Historia científica» que surgiría y se desarrollaría en las universidades alemanas. Aróstegui
planteará que el siglo XIX puede denominarse el “siglo de la Historia”, en el cual deja de
considerarse a la Historia como una “crónica”, basada en los testimonios anteriores, para
pasar a ser una “investigación histórica”. Algunos términos que permiten comprender las
características de esta nueva escuela son: objetividad, método, profesionalismo.

Se hace necesario, en primer lugar, describir someramente el contexto en el cual surge esta
Escuela. Alemania se encuentra, a principios del siglo XIX, abocada a la unificación política
de ciudades, estados libres y feudos, para desde allí emprender el camino de la
modernización. Ya desde fines del siglo XVIII los intelectuales procuraban establecer las
bases de una cultura común en búsqueda de una identidad nacional, basada en la unidad de la
lengua y en la recuperación de mitos y poesías provenientes de la cultura popular. En el
ámbito histórico se trabajaba en la búsqueda de un pasado común a partir de la recuperación
de las crónicas medievales. Asimismo, el fin de la invasión francesa a Alemania y la
constitución de los Estados – Nación en el siglo XIX llevarán a recurrir a la Historia en su

5
función de legitimadora de la nueva conformación política. Es decir, historicismo y
nacionalismo serán una conjunción que marcará la producción historiográfica.

Ranke, catedrático de la Universidad de Berlín, publica una frase en 1824 que recorrerá el
mundo y que sentará las bases de su forma de hacer historia: “Se ha atribuido al historiador
la misión de juzgar el pasado, de enseñar el mundo contemporáneo para servir al futuro:
nuestro intento no se inscribe en tales elevadas misiones, sólo intenta mostrar lo que
realmente fue”. Este historiador planteará así su concepción de objetividad. Para él la
investigación histórica consistía en la descripción de los hechos, de los acontecimientos
despojados de intencionalidades. Noiriel (1997: 56) dirá que “Ranke quiere demostrar que es
la investigación empírica, el estudio de los hechos, la que posibilita el progreso del
conocimiento y no las especulaciones metafísicas sobre el sentido de la historia”. En este
sentido, la Historia de Ranke tiene como objeto de estudio los acontecimientos políticos. “Sus
libros hablan siempre de los estados y de las relaciones que se establecen entre ellos por
medio de la diplomacia y la guerra”. (Fontana, 2002: 170)

Un aspecto a destacar de la metodología rankeana es el uso de las fuentes. Para esta escuela
los documentos son los que validan la investigación histórica. Las fuentes son los documentos
oficiales. Su método, denominado “heurístico”, consta de cuatro etapas. En primer lugar está
la “etapa heurística” que recorre distintos momentos. En un primer momento se recoge
bibliografía sobre la temática. En segundo lugar, se fija el problema o tema, también
denominado momento “temático” El tercer momento es el “erudito” y consiste en la búsqueda
de las fuentes”. Por último, se realiza el “diagnóstico” que consiste en una descripción a partir
de las fuentes. La segunda etapa es la “crítica” donde se analizan las fuentes (ya seleccionadas
a partir de determinar el tema), la tercera etapa es la de “síntesis”, donde se analizan los
testimonios, se seleccionan, se organizan y se interpretan, por último, se llega a la etapa de
“exposición”, la cual consiste en la publicación.

En síntesis, la Escuela Histórica Alemana va a centrarse en la investigación de los


acontecimientos políticos, destacando los hechos y las acciones, sin intentar profundizar en el
análisis de los mismos. La función legitimadora está vinculada con la constitución de los
Estados - Nación, surgidos en el siglo XIX y, en Alemania particularmente, con la
construcción de una identidad nacional.
Las fuentes, que son las que garantizan la verdad del relato histórico, son los documentos
oficiales. Estas fuentes son seleccionadas, organizadas, y analizadas minuciosamente de
acuerdo al método “heurístico”. Este método es el que garantiza la objetividad del
historiador. Los historiadores son profesionales, es decir, la Historia se constituye en
disciplina dentro de las universidades alemanas, y su estudio está a cargo de docentes
universitarios. La redacción de estilo narrativo, es fundamentalmente descriptiva y episódica.

En Francia, a fines del siglo XIX también se dará un cambio en la forma de hacer historia. La
Historia que se escribía básicamente para ser utilizada en la enseñanza, dará un salto desde la
narrativa a la “objetividad” de los documentos de archivo, documentos oficiales que se
guardaban en las nuevas instituciones creadas como archivos nacionales, bibliotecas, etc. La
fuente, la pieza de archivo, era el garante de la legitimidad
Al igual que en Alemania el objeto de estudio eran los acontecimientos políticos, militares,
diplomáticos y las biografías de los personajes ilustres3. Así Lavise escribe una “Historia de
Francia” en 1894, que consistía en una obra de 27 volúmenes dedicada a destacar la historia

3
Nora, P. (1993: 48)

6
nacional. Esta Historia legitimaba a la “nación burguesa y liberal” surgida de la Revolución
Francesa.
En Francia, ésta será la época de las “grandes historias nacionales”. En Alemania Ranke
escribe “Historia de los pueblos románicos y germánicos de 1494 a 1514”. Droysen publica
en 1886 su “Historia de la política prusiana”. Mommsen la “Historia romana” y Heinrich von
Treitschke “Historia de Alemania en el siglo XIX”. En Inglaterra, Macaulay publica en 1849
“Historia de Inglaterra”, y Henry Buckle “Historia de la civilización en Inglaterra”. A fines
del siglo XIX también en España la Academia de la Historia intenta publicar una “Historia
general de España”.

Un nuevo paradigma historiográfico

Fontana señala que a partir de 1918 hay un agotamiento del modelo académico y sostiene que
“Desde comienzos del siglo XIX empezaba a resultar visible en el terreno de la Historia el
agotamiento de los viejos métodos de la erudición académica profesionalizada del siglo XIX,
con sus pretensiones de objetividad científica, que enmascaraban el hecho de que su función
real era la de servir, por un lado, para la educación de las clases dominantes y, por otro,
para la producción de una visión de la historia nacional que se pudiera difundir al conjunto
de la población a través de la escuela” (2002:181).

En el contexto de la Primera Guerra Mundial, de los cambios en las ciencias (con los avances
de Einstein, Bohr y Heisenberg), de la Revolución Rusa y de la influencia del pensamiento de
Marx, de los cambios operados en la sociología a partir de Durkheim y Weber y de la
antropología (que se había desligado del evolucionismo y comenzaba a recibir los aportes de
Radcliffe-Brown y Malinowski), la historiografía había quedado sellada en la descripción de
la vida de los reyes y los dirigentes, olvidándose de los grandes movimientos sociales que
ocurrían a principios del siglo XX.

En el período denominado “entre guerras” (1918 a 1939) la sociología había declinado en su


función de explicar los problemas derivados de la primera gran guerra, y es entonces que la
historiografía comienza a ser la que intenta comprender los movimientos sociales de la época.
Alrededor de 1930 las Ciencias Sociales se organizan en torno a la Historia.

Es en esta etapa que se pone en entredicho el status epistemológico de la Historia. El debate


entre ciencia natural y ciencia social cobra relevancia y la Historia es relegada del ámbito
científico por algunos filósofos como Popper, para quien la incapacidad de predecir de la
Historia no permite considerarla una ciencia, o los planteos de Gardiner y Hempel para los
cuales el problema radica en la imposibilidad de establecer leyes históricas.
El debate entre explicación científica (propia de las ciencias naturales) y la descripción
(atribuida particularmente a la Historia) llegará hasta los planteos de Dilthey quien opone las
ciencias del espíritu (cuya función era la de aprehender el significado de la acción humana) al
naturalismo. Se da paso así, al “comprensivismo” y luego a las disputas entre el positivismo y
la hermenéutica, es decir entre la explicación basada en causa-efecto y la explicación
interpretativa, que busca hallar las intenciones, los fines y los significados de las acciones
humanas.

La Historia Económica y Social. La Escuela francesa de Annales.

7
En el marco de estas disputas por la “cientificidad de la Historia” y de los cambios sociales y
políticos en Europa, surge en Francia una nueva corriente historiográfica, la Historia
Económica y Social que influirá, de diversa manera, en otros países y escuelas 4. Los
historiadores Marc Bloch y Lucien Febvre encabezarán este enfoque historiográfico con la
publicación, en 1929, de la revista Annales d`histoire èconomique et socieale..

En oposición a la Historia política, que caracterizó a la historiografía precedente, la Historia


Social rescata al hombre como su protagonista. Así como se oponían al reduccionismo
político, también lo hicieron frente a la «Historia relato» de carácter descriptivo, postulando la
«Historia problema», y frente a la cronología de los hechos, se propusieron estudiar los
procesos.
Es decir, el historiador parte de una problemática, de un hecho inexplicable, de una situación
particular, para desde allí arribar a una explicación que tenga en cuenta la mayor cantidad de
aspectos a indagar. Febvre5 dirá que “Plantear un problema es precisamente el comienzo y el
fin de toda Historia. Sin problema no hay Historia”
Así, el estudio de la historia se inscribe en el marco general de las Ciencias Sociales. Una de
las características de esta escuela es la multidisciplinariedad6 y por ello recoge el aporte de la
antropología, de la geografía humana de Vidal de la Blanche y de la sociología de Durkheim.
Un punto relevante para esta corriente, que fue explicitado por Bloch en “Introducción a la
Historia”, es el tema de las fuentes. A diferencia de la escuela Rankeana, los historiadores de
Annales no restringieron su trabajo al uso de las fuentes oficiales. El trabajo con las fuentes es
intensivo y escrupuloso y se basa en la interpretación de las mismas.

Respecto de la Escuela francesa de Annales los historiógrafos marcan tres etapas. A la


primera (1929-1945) se la denomina Historia Social y es el período en que la revista –y la
dirección de esta corriente- estuvo a cargo de Bloch y de Febvre7.

La segunda etapa (1945-1969) corresponde a la dirección de Fernand Braudel, y se la


denominó Historia Total8. A partir de la muerte de Febvre -en 1956- Braudel asume la
dirección de la revista y con ello también le imprimirá a esta corriente un desarrollo
académico que trascenderá las fronteras francesas.

4
En Inglaterra ya había trabajos inspirados desde un enfoque social y no político, a partir de la fundación de la
Economic History Society en 1926. El auge se de dio luego de la Segunda Guerra Mundial con los aportes de
los llamados historiadores marxistas británicos, que procuraron realizar una «Historia de la sociedad». En
Francia ya los socialistas, especialmente Jean Jaures y François Simiand, enfocaban el estudio de la historia
hacia los aspectos económicos y los relacionaban con los enfrentamientos de clase.
5
Citado en Wallerstein, H. (1993: 131, n 1)
6
J. Revel (1993), dirá que los historiadores de Annales habían reflexionado con profundidad sobre su disciplina
y oficio. Se organizaron en torno a hacer salir a la Historia del aislamiento disciplinario y abrirla a interrogantes
y métodos de las otras ciencias sociales.
7
M- Bloch se especializó en Historia Medieval y Febvre trabajó en la Historia de las Mentalidades. A la muerte
de Bloch en 1944 (De origen judío y miembro de la Resistencia francesa es detenido, torturado y asesinado por
los alemanes en Lyon) asume la conducción L. Febvre.
8
J. Revel (1993) dirá que dos generaciones de Annales (primera y segunda) tienen la perspectiva de una
“Historia total o global”. Y esta Historia global es posible porque no hay encasillamiento de disciplinas sino que
se integra al campo de las ciencias sociales.
“El historiador decidió no prohibirse nada de entrada: era geólogo, economista, demógrafo, antropólogo,
lingüista, naturalista. Importaban en su investigación las nociones, las hipótesis, los elementos inéditos de
comparación” (Revel, 1993:127)
En la Historia global el historiador renunció a la lógica y a la dinámica del relato, revocó la perspectiva
evolucionista y las interpretaciones finalistas: en lo sucesivo el pasado no estaba más asegurado que el presente.

8
Esta etapa es la que más influencia ha tenido en los historiadores9. Se destaca junto a Braudel
la obra de Ernest Labrousse, quien trabajará sobre los retornos cíclicos en un modelo
socioeconómico. Para Fontana son estos dos autores los que le devolvieron el contenido de
«Historia económica y social» a la escuela de Annales, dado que con la muerte de Bloch y la
asunción de la dirección de la revista por parte de Febvre, se había perdido el carácter
económico que había querido darle M. Bloch.

Fernand Braudel, autor de una obra emblemática titulada “El mediterráneo y el mundo
mediterráneo en la época de Felipe II”, es quien ha sido “canonizado” en materia
historiográfica. Los conceptos que marcarán su investigación histórica son los de tiempo y
espacio. Respecto del tiempo, este autor marcará tres momentos históricos: la larga duración
(o estructura), la coyuntura y el acontecimiento.
Este autor toma las estructuras que permanecen, como por ejemplo, la historia de la relación
entre los hombres y la tierra que habitan. El espacio se inscribe así en la larga duración, en sus
palabras “un tiempo casi inmóvil”. Braudel privilegia el estudio de sistemas por sobre los
cambios. El cambio no como desarrollo, como evolución, sino como ruptura, identificando las
diferencias entre dos sistemas sucesivos. Cambios o revoluciones tecnológicas, económicas o
de las mentalidades. Pero la “realidad de los hombres” también tiene otros tiempos y es aquí
donde se debe realizar un análisis de las coyunturas sociales, los ciclos económicos, las
formas institucionales y culturales. Por último, el historiador debe ver lo acaecido en el
“tiempo corto”, en el acontecimiento, aquello a lo que se habían dedicado los historiadores
hasta ese momento y que se establecen como los hechos que pueden ser tanto una batalla
como la muerte de un rey. Braudel es “relevado” de la dirección de la escuela de Annales en
1968, allí comienza una etapa que durará hasta los años 80 y que Fontana denomina “nouvelle
histoire”.

La crisis de “la Historia” y la tercera “generación de Annales”.

Varios autores sostienen que a partir de 1970 se produjo una crisis en el campo de la
investigación histórica. Algunos la sitúan en el movimiento denominado “Giro Cultural” (o
Giro Lingüístico) y en la teoría “posmoderna10”. En él se abandonan los sueños de cambio de
la modernidad en pos del relativismo cultural y el individualismo.

En Francia, surge la crítica hacia la orientación político- economicista de la Historia Social en


su búsqueda de la “Historia total” de Braudel. Corriente, que como se planteó anteriormente,

9
Entre otros historiadores podemos citar a P. Vilar, Leroi-Gourhan, Lefebvre, Le Goff, Le Roy Ladurie,
Chaunú, Duby.

10
Eagleton (1998) plantea cuáles son las nociones del pensamiento moderno con las que está en desacuerdo el
pensamiento de la posmodernidad. En su prefacio va a detallar “La posmodernidad desconfía de las nociones
clásicas de verdad, razón, identidad y objetividad, de la idea de progreso universal o de emancipación, de las
estructuras aisladas, de los grandes relatos o de los sistemas definitivos de explicación. Contra esas normas
iluministas considera el mundo como contingente, inestable, indeterminado, un conjunto de culturas desunidas o
de interpretaciones que engendra un grado de escepticismo sobre la objetividad de la verdad, la historia y las
normas, lo dado de las naturalezas y la coherencia de las identidades” (Prefacio).

9
buscaba develar las estructuras sociales que explicaban los acontecimientos 11. Burke
(1991:14) planteará que “La nueva Historia por su parte ha acabado interesándose por casi
cualquier actividad humana. [...]Aquello que antes se consideraba inmutable, se ve ahora
como un construcción cultural sometida a variaciones en el tiempo y el espacio.”

Esta nueva etapa ha sido denominada por Burguiere como “La fragmentación de la Historia”,
Fontana (2002) la llamará “Migajas de la Historia” y para Burke (1991) surgirá “La nueva,
nueva Historia”. Representantes de esta nueva generación son Burguiere, Revel, Le Roy
Ladurie, Le Goff, Furet, Chaunú, Nora, Aries, Darton, Ginzburg, White, etc.

Aróstegui (1995) plantea que en los años 80 / 90 se produce el abandono de tres grandes
paradigmas: Annales, el marxismo y el estructural-cuantitativismo. Para este autor la crisis no
se ha resuelto, y se asiste a un estado de confusión metodológico y teórico. Sostiene que la
crisis se produce debido a un “cansancio” por la Historia globalizadora y despersonalizada.
Agrega que la Historia se acerca a las perspectivas de la antropología, la lingüística, la
microsociología, la Historia de vida y de la vida cotidiana. Que se abandona la primacía de lo
social para ir en busca de la manifestación de lo mental»
Según Burke (1991) estos nuevos historiadores abandonan la base económica en favor de la
superestructura cultural.

Las críticas a esta nueva corriente se centran en la falta de precisión sobre el objeto de
estudio. Así las mentalidades se plantean como el “imaginario colectivo” (Duby) o el
“inconsciente colectivo” (Ariés), con un cierto grado de vaguedad y separadas de la existencia
material de los hombres.

Corrientes históricas que se corresponden con esta nueva concepción son: la microhistoria, la
historia cultural, la historia desde abajo, el narrativismo, la historias de las mujeres, del
cuerpo, de la vida cotidiana, de la muerte, de la infancia, de la vida familiar, de la lectura, de
ultramar, etc.

La Microhistoria, cuyo representante es C. Ginzburg12 trabaja con una reducción de la escala


de observación y un análisis intensivo del material documental. Toma como objeto de estudio
casos particulares o locales para realizar un análisis microscópico que le permita luego
generalizar.

En la perspectiva denominada “Historia Cultural” puede mencionarse a Robert Darnton 13 o a


Roger Chartier14. Esta corriente se relaciona con la antropología de Clifford Geerz y está
influida por la lingüística, en particular por el análisis del discurso. Al igual que la
microhistoria, se reduce la escala de análisis a algún hecho o fuente y desde allí se propone
una descripción densa de los aspectos culturales. Concede importancia al mundo de las
representaciones, al simbolismo cultural o la representación mental simbólica de los objetos
culturales. Darnton se define como un historiador etnográfico. Con respecto a la elección del

11
Para Eagleton (1998: 84) “La Historia de la posmodernidad, por contraste, tiende a ser vivida como
unidimensional, exprimiendo ese estratificado concepto del tiempo en función del corto plazo, del contexto
contemporáneo de la coyuntura inmediata”.
12
La obra más reconocida de C. Ginzburg es “El queso y los gusanos”. Bs. As. (1993)
13
Ensayos de este autor son: “La rebelión de los obreros: la gran matanza de gatos en la calle Saint-Sèverin” y
“Un burgués pone en orden su mundo: la ciudad como texto”
14
Este historiador se aboca a la Historia de la lectura, autor de, por ejemplo, “Lecturas y lectores populares desde
el Renacimiento hasta la época clásica” Madrid, 1998; “El mundo como representación. Historia cultural entre
práctica y representación” Barcelona, 1995; El orden de los libros” Barcelona, 1994.

10
tema a investigar y al uso de las fuentes dice “Cuando no podemos comprender un proverbio,
un chiste, un rito o un poema, estamos detrás de la pista de algo importante. Al examinar un
documento en sus partes más oscuras, podemos descubrir un extraño sistema de significados.
Esta pista nos puede conducir a una visión del mundo extraña y maravillosa” (Darnton,
1998:13)

Una corriente fuertemente influenciada por el Giro Lingüístico y el posmodernismo es el


Narrativismo. Su representante es Hayden White. Este autor postula la vuelta a la narrativa, en
el sentido de que la Historia es un “discurso”. Su controversial planteo de que la ficción y la
Historia tienen la misma estructura ha llevado a la tarea del historiador a un relativismo total.
Es decir, plantear a la «Historia como narración» implica poner en un mismo nivel al texto
literario con el texto histórico. Igualar la story con la History, es decir que el historiador opta
entre la verosimilitud y el contenido de verdad15. Y, por lo tanto, pone en entredicho el
carácter científico de la investigación histórica. En este sentido White nos dice que “A
diferencia del novelista, el historiador se enfrenta con un verdadero caos de sucesos ya
constituidos, en el cual debe escoge los elementos del relato que narra. Hace su relato
incluyendo algunos hechos y excluyendo otros, subrayando algunos y subordinando otros.
Ese proceso de exclusión, acentuación y subordinación se realiza con el fin de construir un
relato de un tipo particular. Es decir el historiador «trama» su relato”(White, 1992:n 17).
Por consiguiente, en tanto el “historiador” organiza los hechos históricos en función del tipo
de trama que quiera darle a su relato, no hay objetividad en la historiografía. Así como
tampoco hay una “verdad histórica” que pueda ser recuperada a través de su indagación. Es
decir, White sostiene que los hechos históricos han ocurrido, pero de su postura se deduce que
es imposible que el historiador los recupere “tal cual como sucedieron”, y por lo tanto no son
susceptibles de análisis ni de explicación.
La denominada “Historia desde Abajo”16 - que será mencionada al tratar los historiadores
marxistas ingleses- estudia las acciones y modos de pensar de la “gente común” en oposición
a la Historia que toma para el análisis de una época solamente los aspectos político-
económicos, desde una mirada de los que detentan la hegemonía cultural. Uno de sus
representantes es E. Thompson, quien se propone “... reconstruir una cultura popular
establecida por la costumbre, alimentada por experiencias muy distintas de las de la cultura
educada, transmitida por tradiciones orales, reproducida por ejemplos, expresada en
símbolos y ritos, y muy distante de la cultura de los que tiene el dominio de Inglaterra”.
((Thompson, 1984: 40). Ya que para Thompson “Todo lo que nos ha sido transmitido
mediante la cultura educada tiene que ser sometido a un minucioso escrutinio” (Thompson,
1984: 49)

Economía e Historia

En los 1950-1970 cobra auge la denominada Historia cuantitativa o Historia económica.


Partiendo de la conjunción de la teoría económica y la historia esta corriente historiográfica
apuntó a establecer las causas del desarrollo económico. “Lo que resultaba esencial era
establecer «la fórmula del desarrollo» y ésta era una tarea a la cual podían ayudar los
historiadores averiguando la forma en que se había producido en aquellos países que habían
conseguido crecer” (Fontana 2002: 214). En este sentido, uno de los primeros trabajos fue el
de Walt Rostow, “Las etapas del crecimiento económico”.

15
Verosimilitud alude a la credibilidad de las afirmaciones, mientras que el contenido de verdad se refiere a la
correspondencia entre el acontecimiento y el relato.
16
Cabe aclarar que esta corriente no está imbuida de los principios de la posmodernidad, los cuales han
acarreado tantas críticas a otros historiadores de la “nueva, nueva Historia”

11
A partir de estos primeros estudios surge en EE.UU., la New Economic history o econometría
retrospectiva (que más adelante se denominaría como cliometría). Aunando la teoría
económica, la inferencia estadística y la Historia económica señalaban que el historiador
busca los nexos causales apelando a las reglas científicas de otras disciplinas. Partiendo de
hipótesis contrafactuales, construyen modelos formalizados matemáticamente para explicar el
proceso analizado.
Como ejemplo se puede citar el trabajo de Robert Fogel quien en su obra “Los ferrocarriles y
el crecimiento económico norteamericano”, partió de la hipótesis de que el ferrocarril había
sido fundamental para la economía estadounidense, para esto utilizó una prueba contrafactual
construyendo un modelo hipotético de lo que habría sido la economía norteamericana a
finales del siglo XIX si no se hubiesen construido los ferrocarriles. Calculó la diferencia entre
los costos de transporte de mercaderías en ferrocarril y en otros medios alternativos,
determinando así el “ahorro social” debido al uso de este transporte. Fontana (2002) plantea
que para este estudio tan complejo Fogel debió “Establecer hipotéticamente los canales que
deberían haberse construido de no haber existido el ferrocarril, calcular las pérdidas por las
tierras que no se habrían cultivado en estas circunstancias, sumar los costos adicionales de
almacenaje necesarios, ya que muchos canales se hielan en invierno, etc.”. Esta corriente fue
y es muy criticada, sin embargo, tuvo una fuerte repercusión dado lo provocativo de su
metodología.

Otra corriente que se basó en la unión de teoría económica e historia es la denominada


Historia Serial, la cual se corresponde con la 2º y 3º generación de Annales. Basada en
estudios de la coyuntura económica, a través del estudio de series estadísticas, apuntaba a
captar los ciclos de corta y larga duración de la vida económica y sus efectos sociales. Por
ejemplo, se analizaban los precios y la influencia que esto tuvo para la vida de los hombres.
Como método, utilizaron como unidades de análisis las curvas y ciclos económicos.

Actualmente los estudios sobre Historia Económica retoman los datos estrictamente
económicos para relacionarlos con el contexto político y cultural lo cual permite analizar y
comprender la realidad. Un caso puede ser el de la denominada “Historia empresarial”

Los historiadores marxistas británicos

Este grupo de historiadores que constituirán una de las grandes corrientes historiográficas de
occidente surge luego de la Segunda Guerra Mundial. Estaba relacionado con el Partido
Comunista británico, y entre sus representantes podemos citar a Eric Hobsbawn, Rodney
Hilton, Chistopher Hill, Victor Kernan, George Rudé, Edward Thompson y Raphael Samuel.
También formaron parte el economista Maurice Dobb y el arqueólogo Gordon Childe.
Diferenciado en algunos aspectos con este primer grupo se puede citar a Perry Anderson y
Samuel Benjamin.
Entre las publicaciones en las cuales colaboraron se encuentran: “Marxism today”, “Our
history”, “History Worshop” y la reconocida mundialmente “Past and Present”, que comenzó
a editarse en 1952.
Las temáticas que abordaron fueron, principalmente, la transición del feudalismo al
capitalismo y las consecuencias de la revolución industrial en Inglaterra. Las discusiones
sobre esta temática llevaban implicaciones metodológicas importantes. Como ejemplo se
puede citar los trabajos de Dobb respecto de los orígenes históricos del capitalismo, en los
cuales abandona el análisis habitual que se basaba en la esfera de la circulación para abordar
la temática desde las relaciones de producción y la lucha de clases, donde el “motor inicial de

12
la transición era la pugna de los campesinos contra la explotación feudal” 17. Otro ejemplo es
la controversia establecida por Hobsbawn al plantear el tema de la «crisis general del siglo
XVII».
Desde lo teórico, no los guiaba un economicismo marxista ortodoxo, sino que entre sus
preocupaciones se encontraban los elementos culturales. Para Fontana, esta mirada puesta en
lo cultural proviene de la crisis política –en 1956- producto de la intervención soviética en
Hungría, la cual provocó el alejamiento de muchos miembros del Partido Comunista, pero sin
“desertar del campo de las políticas progresistas”.
Los trabajos giraron en torno a la vida y el trabajo de los obreros, como ejemplos se pueden
citar las obras de Hill, quien estudió la revolución inglesa del siglo XVII y su contexto
intelectual, las obras de G. Rudé y E. Thompson18 quienes comienzan con los estudios
denominados “historias desde abajo”, o las obras de Hobsbawn quien realiza una serie de
grandes estudios de Historia social como “Rebeldes primitivos”, “Bandidos” o los dedicados
a la historia del movimiento obrero como “Trabajadores” y “El mundo del trabajo”.

17
Ibid. Ant. Pág. 247
18
Thompson es autor de un famoso libro cuya primera edición es de 1963 cuyo título es “La formación de la
clase obrera en Inglaterra”. Hobsbawn escribió sobre él “Tenía la capacidad de producir algo que era
cualitativamente distinto de lo que escribíamos los demás y que es imposible medir en la misma escala.
Llamémosle simplemente genio”. (Citado en Fontana Op. Cit. Pág. 251).

13
HISTORIOGRAFIA EN ARGENTINA

Algunas aclaraciones iniciales

Este trabajo sigue los planteos de Daniel Campione (2002) respecto de la historiografía
argentina. Desde aquí se pueden situar cuatro períodos que, sin negar las diferencias internas,
del grupo de historiadores adscriptos a cada corriente, contienen una perspectiva común
respecto a la “forma de hacer historia”.
Podemos identificar una primera corriente historiográfica, que toma auge en el período de
consolidación del Estado nacional (fines del siglo XIX) a la que se denomina “Historia
Oficial”. Una segunda etapa puede situarse a principios del siglo XX donde se desarrolla la
llamada “Nueva Escuela Histórica”. El siguiente período, tendrá como protagonista al
“Revisionismo histórico”, el cual surge en la década de 1920 y que si bien no llega a
convertirse en una perspectiva con una fuerte influencia en los centros académicos y en los
planes de estudios, sí tiene un fuerte peso en su denuncia de la función política de la “Historia
oficial”. Por último, a mediados de la década del 50 comienza una incipiente corriente
historiográfica que será hegemónica hasta hoy, y es la denominada “Historia Social” o
“Nueva Historia”.
Se hace necesario aclarar que una etapa no substituye a la otra en la forma de hacer historia,
sino que conviven y es una de ellas la que se convierte en hegemónica en determinados
períodos históricos.

La Historia Oficial

Al grupo de historiadores que compusieron esta corriente puede denominárselos fundadores


de la “historiografía nacional”.
El surgimiento de la misma es producto de los cambios operados en el país a fines del siglo
XIX. En el marco de la consolidación del Estado Nacional (década del `80) surge la necesidad
de encontrar elementos comunes que permitan una homogeneización de la cultura nacional y
la legitimación del poder de la oligarquía.

La historiografía argentina, entonces, se abocó a resaltar a los “héroes nacionales”, a través de


las biografías que se presentaban como vidas ejemplares, configurando así un “panteón
nacional” compuesto por los “próceres de la patria”. Este “culto a los héroes” se “...estableció
y reprodujo a través de los programas escolares, los nombres de las ciudades y calles, los
monumentos y encontraba en la historiografía oficial las bases del culto” (Campione,
2002:18). Así, la configuración de una “galería de próceres” procuró instaurar una “tradición
nacional” de “tono europeo” con el fin de lograr un sentido de “nacionalidad”. Se basaba en la
defensa de un “criollismo”19 que valorizaba a las clases dominantes por su pertenencia a un
“viejo tronco europeo” –adaptado al medio rioplatense-. Así, la creación de una “identidad
nacional”, de un sentido de “nacionalidad” se justificaba históricamente 20 y se transmitía a
través de la educación y de la difusión oficial.

19
Criollismo que se consideraba superior tanto respecto de los indígenas como de la reciente inmigración
europea.
20
Los hitos de la fundación del Estado y la nacionalidad fueron la Revolución de Mayo, las guerras de la
independencia, la lucha contra la tiranía de Rosas, la batalla de Caseros y la gesta de civilización de Mitre y
Sarmiento.

14
En la primera década del siglo XX, a la par de la incorporación de la Historia “oficial” a los
planes de estudio, se suman las resoluciones del Consejo Nacional de Educación que
instituyen a la Semana de Mayo como fiesta escolar, con reglamentaciones para su festejo 21;
se establece el saludo diario a la Bandera y la Jura de la Bandera a los niños que asisten por
primera vez a la escuela.

Como representantes de esta corriente historiográfica se destacan Bartolomé Mitre y Vicente


Fidel López. Al primero suele calificársele de “fundador de la Historia científica en
Argentina”. Contemporáneo de Ranke, no puede dejar de estar influido por los movimientos
europeos de renovación en la disciplina histórica. Su obra se caracteriza por la pretensión de
rigurosidad a través de la prueba documental.

Es una época en que la historiografía no está en manos de historiadores profesionales sino de


políticos e intelectuales. “Mitre fue general, fundador del diario La Nación, gobernador de
la provincia de Buenos Aires, presidente de la Nación, fundador de la Unión Cívica, poeta,
traductor de la Divina Comedia, estudioso de las lenguas y culturas indígenas y, con
intervalos determinados por el curso de su vida pública, historiador”. Por su parte Vicente
Fidel López, “...fue ministro provincial y nacional, también fundador de la Unión Cívica,
dramaturgo y novelista, e historiador”. (Ibíd. 23).

A diferencia de Mitre, López no se atenía a la rigurosidad documental para validar sus


producciones. Recogía testimonios orales y tradiciones y se le acusa de “inventar” algunos
hechos históricos como, por ejemplo, las escenas del cabildo abierto del 22 de mayo, que por
generaciones se transmitirían en la escuela. López, tuvo gran influencia en los textos
escolares22: “La Historia escolar, con su profusión de escenas «de color» en la recordación
de las fechas patrias y de las figuras próceres, con bastante despreocupación por los hechos
comprobables, y una fuerte propensión a la anécdota y al tono moralizador debe más a López
que a Mitre”. (Ibíd. 25)
Hay que añadir que a la par de la importancia que cobra la historiografía y su función
legitimadora, con la federalización de Buenos Aires, en 1884, se nacionalizan instituciones
que pertenecían a la provincia de Buenos Aires y que buscaban preservar y desarrollar el
patrimonio histórico, así se constituyen la Biblioteca Nacional y el Archivo General de la
Nación. Posteriormente, en 1891, surge la Junta de Historia y Numismática Americana la
cual, bajo la dirección de B. Mitre, agrupará a historiadores no profesionales. Con el nuevo
siglo estas instituciones cobrarán importancia en el marco de una mayor profesionalización de
la Historia.

La nueva escuela histórica

A partir de 1900, surge una nueva corriente historiográfica que tendrá una marcada diferencia
con la etapa anterior. A esta escuela se la puede caracterizar por dos aspectos: el rigor
histórico y la profesionalización. Con respecto a esta última, surgirá una camada de
21
En un documento emitido por la Inspección General del Consejo Nacional de Educación respecto de la
reglamentación de los festejos de la Semana de Mayo, encontramos un párrafo en cual se justifican dichos
festejos: “País de inmigración, la República Argentina necesita cimentar su grandeza, más que en las montañas
de cereales y en los millones de cabezas de ganado [...] en la difusión amplia de un fuerte y equilibrado
patriotismo...” (Campione, 2002:19)
22
Por décadas se utilizó para la enseñanza media los textos de López “Compendio de Historia Argentina”
(adaptado a la enseñanza de los colegios nacionales) y “Manual de la Historia argentina. Dedicado a los
profesores y maestros que la enseñan”.

15
historiadores que a diferencia de los representantes de la “Historia Oficial” proviene de las
capas medias y que “tiende a vivir de su profesión” ya sea en la docencia, la investigación y
en los cargos públicos.
Son representantes de esta corriente: Ricardo Levene, Emilio Ravignani, Diego Luis Molinari,
Enrique Ruiz Guiñazú, José Torre Revello, Luis María Torre, Rómulo Carbia, Enrique Barba,
Enrique de Gandía, Jaun Alvarez, Ricardo Rojas, Mariano de Vedia, etc.

Esta escuela surge a partir de dos instituciones: el Instituto de Investigaciones Históricas 23 de


la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires y la Junta de Historia y
Numismática Americana –creada por Mitre- la cual en 1938 se transforma en la Academia
Nacional de la Historia24.
Si bien todavía no hay profesores formados especialmente en la disciplina histórica sino que
provienen, mayoritariamente, del campo de la abogacía, el carácter de profesional responde a
que se dedicarán a tiempo completo tanto a la docencia como a la investigación en el campo
histórico.
Los representantes de esta escuela histórica ocuparon ámbitos institucionales con apoyo
estatal, por ejemplo el Estado financió un viaje a España para estudiar los Archivos de Indias.

Respecto del segundo aspecto que caracteriza a esta escuela: el rigor histórico, se puede
señalar que en el marco de la creciente cientificidad de la Historia, dada por la Escuela
Alemana y la Academia Francesa, los historiadores argentinos buscan el rigor heurístico. Es
decir, cobran relevancia las fuentes documentales, tanto en la búsqueda de nuevas fuentes
como el trabajo de investigación en archivos. Es decir, que el método de trabajo consistía en
la “ubicación, copia, estudio y publicación de documentos”. Cabe aclarar que estas fuentes
siempre provienen de los documentos oficiales
Al igual que la tradición marcada por Mitre, los documentos son los que da legitimidad al
estudio histórico. Ligado a esta legitimidad estaba la convicción de la “objetividad del
historiador”, ya que el pasado se traía a través de las fuentes y no de la interpretación del
investigador. Debemos considerar que para esta corriente no se tenía en cuenta el carácter
ideológico en la selección de los hechos históricos ni el cuestionamiento, por sesgadas, de las
fuentes oficiales. Sus objetivos son reconstruir la historia argentina y americana en base a
pesquisas documentales y bibliográficas, con el uso de métodos estrictos, seriando los hechos.
A diferencia de la escuela anterior no hay preocupación por el estilo literario de la obra
histórica sino que la intención era realizar una “descripción” de los acontecimientos,
“reconstruir los hechos tal cual fueron”.

Esta escuela se dedica a la Historia política, centrada en las instituciones y el Estado 25. El
objeto de estudio es el acontecimiento. El afán es construir una narración en torno a “grandes
hechos”. Además “Era una visión de la historia mirada «desde arriba» propensa al culto a
los «grandes hombres» y «minorías ilustradas» y a prestar poca atención a las «masas
anónimas»[...] La profesión del historiador se convertía sí en un deber cívico, y la exaltación
de los valores patrióticos y las raíces de la identidad nacional, en una virtual obligación de
un modelo de historiador que era (y se asumía como) funcionario de la ideología ”( Ibíd.44)

23
Fundado a principios del siglo XX, originariamente surge con el nombre de Sección de Historia y estaba a
cargo de Luis María Torre. En 1920, bajo la dirección de E. Ravignani pasa a denominarse Instituto de
Investigaciones Históricas.
24
Su mayor representante es Ricardo Levene.
25
Se puede citar al respecto: Historia del Derecho Argentino, Historia de la Nación Argentina y Ensayo
histórico sobre la Revolución de Mayo y Mariano Moreno de R. Levene; Asambleas Constituyentes Argentinas e
Historia Constitucional Argentina de E. Ravignani,

16
Campione cita un pasaje de “La cultura histórica y el sentimiento de la nacionalidad” de
Ricardo Levene donde queda en claro, por ser éste el más claro representante de esta escuela,
el carácter ideológico de la historiografía de la Nueva Escuela Histórica. “La Historia patria
es fuente perenne de inspiración y formación del alma nacional que tiene fisonomía propia y
ha realizado las obras originales de la argentinidad. La tradición viene a nosotros,
caudalosa corriente central de la Historia, en instituciones, ideas, religión, creencias,
preceptos estampados en la Constitución (...) que los pueblos fuertes como el nuestro,
atesoran con el mismo patriotismo con que se conserva y se defiende el patrimonio
territorial”(Ibíd. 45).

Después de esta cita es interesante remarcar el carácter de “objetiva y apolítica” con que
definían los representantes de esta escuela su forma de hacer Historia. Interesa enunciar dos
aspectos ligados con los planteos anteriores, por un lado el acento en la función legitimadora
de la Historia a partir de la revolución de 1930 y el ascenso de A. P. Justo al poder, donde la
Junta de Historia y Numismática quedó más relacionada con el Estado y tuvo una producción
ligada a la exaltación patriótica. Por el otro, la ausencia de todo tono crítico. En
“recompensa”, por un decreto de Agustín P. Justo, que transforma en la Academia Nacional
de la Historia a la Junta de Historia y Numismática y con ello la constituye en “el tribunal de
la verdad histórica y la gestora de la Historia oficial”26.
Por su parte, los historiadores enrolados en el Institutote de Investigaciones Históricas -en
oposición a la Academia Nacional- proclamaban su carácter de profesionalidad, su menor
relación con los poderes públicos y su albedrío por investigar temas polémicos como los
orígenes del federalismo o a caudillos como Juan Manuel de Rosas.
En segundo lugar, a fin de a “fijar definitivamente una Historia oficial”, el régimen
conservador, crea una serie de instituciones estatales o con protección estatal tales como el
Archivo Gráfico Nacional, La Comisión Nacional de Museos, Monumentos y Lugares
Históricos y el Instituto Nacional Sanmartiniano.

Respecto a los libros o manuales escolares, Campione (2002: 51) señala una gran distancia
entre “las elaboraciones eruditas y los textos destinados a la divulgación o a la enseñanza
directamente orientados a la implantación de una visión apologética de las clases
dirigentes”. Así encontramos que E. Ravignani y otros representantes del Instituto de
Investigaciones Históricas escribieron textos para la escuela secundaria. Por otra parte R.
Levene también produjo manuales de Historia nacional como “Lecciones de Historia
Argentina”.
En los manuales escolares y en las obras de divulgación predominaba la versión oficial-estatal
del pasado argentino. Así “La historiografía liberal constituyó, sobre todo en su versión apta
para la enseñanza, la divulgación o actos oficiales, una historia centrada en la narración, y
en la valoración de los protagonistas, a los que divide entre réprobos y elegidos. [...] Entre
próceres sólo se reconocían malentendidos y distanciamientos temporarios, pero siempre
aparecían reconciliados a la larga por el fondo de patriotismo, desinterés personal y nobleza
de espíritu que impulsaba las acciones de todos ellos. Así, por sobre las individualidades se
dibujaba un sujeto colectivo, una elite que guiaba el país, con el bien público y el
«engrandecimiento nacional» como objetivo fundamental”. (Ibíd. 52)

El revisionismo histórico

26
Girbal-Blacha, N. Citada por D. Campione (2002: nota final )

17
Esta corriente historiográfica que comienza a fines de la década del `20 y de la cual aun
podemos encontrar algún representante en la actualidad (como Norberto Galazzo), ha tenido a
lo largo del tiempo diferentes corrientes internas. Surge como un movimiento antiliberal y
nacionalista- católico, luego, por 1940 recibe la influencia de la FORJA (Fuerza de
Orientación Radical de la Joven Argentina) con sus planteos respecto de un progreso social y
económico nacional, de carácter antiimperialista. Ya en la década del 50 encontramos una
corriente ligada al nacionalismo popular, centrado en las masas y el obrero. En los `70 esta
corriente toma como objetivo, según Campione, la transformación revolucionaria.

Así planteadas someramente, y dado que a simple vista parecen orientarse a objetivos
disímiles cabe plantear que lo que las une, fundamentalmente, es su oposición a la “Historia
oficial”, la reivindicación del federalismo y, con ello, la exaltación de los caudillos, así como
también un fuerte sentido nacionalista y antiimperialista. Son representantes de esta corriente:
Manuel Gálvez, Ernesto Palacio, Rodolfo y Julio Irazusta, Arturo Jauretche, José María Rosa,
Raúl Scalabrini Ortiz, Fermín Chávez, Eduardo Luis Duhalde, Rodolfo Ortega Peña y Jorge
Abelardo Ramos, entre otros.

Siempre en oposición a la historia legitimada por el poder político, careció de influencia en


los ámbitos académicos pero tuvo una amplia repercusión en los medios de divulgación. A su
vez nunca llegó a constituirse en “Historia oficial”, a pesar de haber cobrado relevancia
durante ciertos períodos, por ejemplo durante el peronismo. Por ende los planteos de esta
corriente nunca se incorporaron a los planes de estudios.

Para Campione “Fueron los síntomas de la crisis del modelo de integración al mercado
mundial, con el reemplazo del crecimiento económico sostenido por el estancamiento y la
recesión; y el período de convulsiones abierto por la guerra de 1914, la revolución rusa, el
fascismo y la crisis del 1929, los que abrieron la puerta para que comenzaran a aparecer
voces contestatarias, con variadas orientaciones e intencionalidades” (Ibíd. 67). Es decir, el
ideal del modelo oligárquico había entrado en crisis. El proyecto de crecimiento con un
modelo de país, regido por los conservadores, había mostrado su fracaso. Con el ascenso de
las capas medias, durante el gobierno de Yrigoyen y la inmigración masiva llegada al país
desde fines del siglo XIX, se había modificado la composición social y con ello el modelo
cultural dominante había perdido su fuerza hegemónica. Las influencias del liberalismo inglés
y el iluminismo francés también coadyuvaron para que ciertos sectores mostraran su
disconformidad.

Además de nacionalista y antiliberal, el revisionismo histórico, era fuertemente


«antisocialista» dado que buscaba “lo opuesto a la revolución social: la restauración de las
tradiciones y valores abandonados, en nombre de un espiritualismo que impugnaba de plano
el materialismo marxista, asociado en ese sentido con el «mercantilismo» del capital foráneo
y las elites antinacionales” (Ibíd.69). Asimismo criticaban al sistema parlamentarista de
gobierno en defensa de un orden jerárquico propio del nacionalismo conservador.

El primer grupo de revisionistas surge en este contexto a mediados de la década del `20.
Quienes tomarán con fuerza la impugnación a la Historia oficial de la oligarquía serán Ernesto
Palacio y Julio y Rodolfo Irazusta. El primero lo hará en su libro “La Historia Falsificada”
donde rastrea “desde el fondo del pasado nacional” al enemigo de la nación y donde afirmará
el pasado nacional y católico del país. Por su parte, los hermanos Irazusta escribieron “La
argentina y el imperialismo británico”, donde critican la “acción del capital británico” y “al

18
liberalismo económico y político de los próceres oficiales”; su historiografía gira en torno a la
defensa del federalismo frente al centralismo porteño y, fuertemente en la reivindicación de la
actuación de Juan Manuel de Rosas.
Los revisionistas iniciales revalorizaron la actuación de los caudillos del interior y la etapa
colonial, para justificar nuestra tradición hispánica, con un acentuado desprecio por lo
indígena.

Por los años 40 surge una nueva línea de revisionista que proviene, en gran parte, de la
FORJA, fundada en 1935 y a la que se suman después hombres de izquierda que luego
adherirán al peronismo27 . Si bien esta línea sigue sosteniendo el nacionalismo, no lo hará
desde el rescate de una visión de derecha hispánico-católica sino desde un “nacionalismo
popular”. Diferirán también en el abordaje del caudillismo y de la figura de Juan Manuel de
Rosas. Sobre Jauretche, uno de los fundadores de la corriente, Campione escribe: “Para el
dirigente de FORJA estaba claro que la producción de una política nacional autónoma de
«intereses foráneos» no podía hacerse si no se nacionalizaba previamente la visión del
pasado argentino, cuya versión oficial era obra de minorías carentes de patriotismo,
manipuladas por intereses extranjeros”. (Ibíd. 71)
Otro representante de esta línea, quien no militó en el grupo FORJA pero estaba ligado a él,
fue Scalabrini Ortiz. Su obra se centró en el análisis crítico de la política británica en
Argentina denunciando la complicidad de “sus socios locales”. El carácter antibritánico de
esta corriente se suma a la fuerte oposición al imperialismo.

Desde el aspecto metodológico no difería del método Rankeano. Las mayores críticas a estos
historiadores están puestas en el escaso manejo de las fuentes primarias, en la omisión de los
procesos al centrarse en los hechos, los acontecimientos políticos y en la forma de historia-
relato propia de los historiadores que los antecedieron. Desde el aspecto ideológico, no
variaron el endiosamiento a los héroes sino que propusieron el culto a nuevos héroes. A pesar
de esto “Si un mérito global corresponde al revisionismo histórico es haber puesto las bases
para un análisis crítico de la Historia nacional, cuestionando la apologética de la clase
dominante local, y su alianza con el capital británico, su cultura y sus valores.”. (Ibíd. 80)

Esta escuela no estuvo integrada por historiadores profesionales sino que se dio en el marco
de la militancia política. Excluidos de la Academia Nacional de la Historia se agruparon en
torno al Instituto de Investigaciones Históricas Juan Manuel de Rosas, que había sido creado
en la década del 30 y donde se producía y difundían revistas y libros, ser realizaban
conferencias y cursos, desde un enfoque “anti – Historia” oficial.

En la década del 50 el revisionismo se ve influido por el movimiento social generado a partir


del peronismo. El Instituto J. M. de Rosas se alineó con el peronismo y esto provocó
disidencias entre los revisionistas que lo conformaban.
Sin embargo, como afirma Halperín Donghi28 “El nuevo régimen no iba a recibir el aporte
revisionista con efusión; si su triunfo debilitó el influjo de la que los revisionistas llamaban
Historia oficial en los centros oficiales de estudios históricos, no se tradujo en la integración
de la visión revisada del pasado argentino en la que de la Argentina proponía el nuevo
oficialismo”.
Al vínculo San Martín-Perón explotado por el gobierno, los revisionistas se esforzaron para
intercalar la reivindicación de Rosas promoviendo la trilogía San Martín-Rosas-Perón. Sin
embargo, sólo después de la caída del peronismo, esta corriente política se alineará con los
27
Podemos nombrar a Jorge Abelardo Ramos, Eduardo Astesano y Juan José Hernández Arregui.
28
Citado en Campione (2002:86)

19
revisionistas “De ese modo, el peronismo, ahora fuera del poder y proscripto, se identificará
sin retaceos con el revisionismo, y dará lugar a nuevas inflexiones de éste, algunas
impensables en sus comienzos”. (Ibíd. 88)

En los años ´60 –´70 el revisionismo se había tornado más heterogéneo; es el momento en que
alcanza mayor difusión y es el que “formó el sentido común histórico de la mayoría de los
argentinos” durante ese período. Se vendieron en esos años millares de ejemplares de las
obras de José M. Rosa, A. Jauretche, R. Scalabrini Ortiz, F. Chávez, A. Ramos, E. L.
Duhalde, R. Ortega Peña, etc. Campione concluye que “Si bien nunca alcanzó hegemonía en
el terreno académico, en la educación pública ni en el discurso oficial (salvo en forma
parcial en el breve período 1973-1976) durante un tiempo ganó ampliamente la batalla que
se planteó a sí mismo, con más recursos y perseverancia: la del espacio de la divulgación y
de la polémica en los medios de comunicación, la de la llegada al gran público por los más
variados medios y soportes. En esos años, en las filas revisionistas circulaba la idea de que el
revisionismo había ganado definitivamente la batalla ideológica, ante la virtual extinción de
la historiografía oficial”. (Ibíd. 73)

Luego de la caída del gobierno de Isabel Perón el revisionismo se oscurece y ya no volverá a


cobrar fuerza. Con la recuperación de la democracia y el retorno a los valores constitucionales
de 1853, con una política de carácter conciliador, la postura revisionista de enfrentamiento,
proclive a “detectar traiciones y conspiraciones” pierde fuerza en su lucha contra la vieja
historiografía. El marco político que surge en 1989 lleva a acentuar el ocaso de esta corriente.
Con un gobierno peronista que abandona los ideales de un Estado fuerte y que lleva al
desmantelamiento de las bases sociales de esa corriente, sumado a un programa económico y
social totalmente opuesto a los valores defendidos por los revisionistas les asesta su golpe
final.

La nueva Historia o Historia Social.

Esta corriente aporta al estudio de la Historia una renovación teórica y metodológica y a su


vez, una mayor profesionalización y rigor creciente.
Con fuerte influencia de la Escuela de Annales, va a tener un incipiente comienzo luego de la
Revolución Libertadora en 1955, cuando se ponga al frente del rectorado de la Universidad de
Buenos Aires el historiador José Luis Romero. Especialista en Historia medieval, va a
presidir, a fines del ´50 el Centro de Estudios de Historia Social y la Cátedra de Social en la
Facultad de Filosofía y Letras.
Desde allí y en abierta oposición a la Nueva Escuela Histórica “Se buscaba alcanzar una
producción histórica con mayores pretensiones de rigor científico y actualizada de acuerdo a
las corrientes historiográficas europeas [...] Las nociones de historia total, larga duración,
estructura y coyuntura, la metodología serial, serían incorporadas gradualmente al horizonte
mental de estos estudiosos, así como la construcción de un discurso más analítico que
narrativo. De allí la preocupación por integrar las dimensiones económicas, sociales y
culturales a una historiografía nacional que hasta ese momento se había centrado en lo
político (y esto reducido al plano institucional), a través de la idea de «Historia social», que
a su vez afirmaba su vinculación con el conjunto de las ciencias sociales, en una época en
que aun seguía vigente la tradición erudita de las Humanidades, en la que anclaba la historia
tradicional” (Ibíd. 110)

20
En esta línea de las Ciencias Sociales los nuevos historiadores trabajan en vinculación con
institutos como el Di Tella, el Instituto de Estudios Económicos y Sociales y en estrecha
relación con el Instituto de Sociología que dirigía Gino Germani.

Campione va a plantear tres orientaciones “que marcaban los esfuerzos” de este grupo de
historiadores:
“a) Su encuadramiento en el avance del conjunto de las ciencias sociales, que en las décadas
del 1950 y 1960 aspiran a adquirir plena respetabilidad [...].
b) Su objetivo consciente de contribuir a lo que percibían como la modernización definitiva y
en todos los planos de la Argentina post-peronista
c) Su constitución como corriente en el marco de la «universidad democrática», a cuyo
espíritu de «libertad científica» y relativo aislamiento del contexto se vincularon, resistiendo
a la vez las tendencias a la radicalización, y las reacciones de signo conservador y
antirreformista”. (Ibíd.111)

Ubicados en un ideal liberal-democrático, considerándose a sí mismos como «neutrales»


políticamente y sustentadores de una ideología reformista alejada del marxismo, hay que
contextualizarlos en la etapa denominada «desarrollista» y precisar que entre sus objetivos
estaba el de contribuir, en todos los planos, a la modernización de la Argentina.
Esta renovación, que viene desde la universidad, verá su final a partir del golpe de estado de
1966 que pone al General Onganía como presidente y, en el marco de su política de
«seguridad nacional», intervendrá las universidades provocando la renuncia (y éxodo) de
muchos de sus docentes e investigadores. En esta primera camada de historiadores
encontramos, además de J. L. Romero, a Tulio Halperín Donghi 29, Reyna Pastor, Alberto Pla,
Haydeé Gorostegui, Roberto Cortés Conde, Nicolás Sánchez Albornoz, José Chiaramonte,
Ezequiel Gallo, entre otros.

El período 1966-1973 vio el retorno del academicismo conservador a la universidad, pero en


el marco de la radicalización y politización estudiantil no tardaron en establecerse “cátedras
nacionales”, como expresiones contestatarias a la dictadura.

En el período de 1973 a 1976 algunos historiadores regresaron al país, pero quedaron en una
situación marginal respecto de las corrientes ubicadas a la “izquierda” “cuando su hábito era
disputar con colegas más conservadores” (Ibíd.: 115).

Esta corriente “renovadora” en materia historiográfica sí logra el predominio a partir de 1984


y en el marco del “retorno a la democracia”. Surge así una nueva generación de historiadores
(algunos de la etapa anterior que vuelven del exilio) y logran desplazar a los “sobrevivientes
de la vieja erudición que la última dictadura había vuelto a colocar en las cátedras y en el
disfrute de subsidios de investigación” (Ibíd. 115).
En este nuevo grupo podemos citar a Luis Alberto Romero, Hilda Sábato, Enrique Tandeter,
Fernando Devoto, Juan Carlos Korol y José Burucúa.
Esta corriente retoma los planteos de la Historia Social iniciados por José Luis Romero y al
frente de la misma se ubica Luis Alberto Romero, hijo de José Luis.

A diferencia del grupo precursor de esta corriente, los cuales si bien planteaban una Historia
apolítica no dejaron de ser militantes, “los historiadores sociales de los `80 no se permitirán
compromisos políticos tan radicalizados”. (Ibíd. 141. N 22) Al respecto Campione dirá: “Se

29
Este autor será quien asumirá la línea directriz a partir de la muerte de José Luis Romero.

21
empeñan así en un proceso de acentuada profesionalización de la carrera de Historia, con la
consiguiente regulación de sus cátedras y plan de estudios (incluyendo el restablecimiento
del mecanismo de concursos), y de la tarea de investigador, en búsqueda del establecimiento
de criterios compartidos de excelencia profesional. Se busca un restablecimiento de las
publicaciones y encuentros científicos, el cultivo de vínculos internacionales con las últimas
tendencias de la historiografía mundial, y el restablecimiento de un «cursus honorum»
pautado para el avance de los nuevos profesionales, sometidos a su vez a un «control de
calidad» estricto por parte de sus superiores, dotados de las herramientas de
disciplinamiento que se hicieran necesarias”. (Ibíd. 117)

Las fuertes críticas que Campione realiza a este grupo de historiadores se basan en el
encerramiento dentro de los claustros universitarios, frenando el ingreso a aquellos que no
acuerdan con esta línea de trabajo historiográfico. Esto muestra, según el autor, que esta
corriente tiene por objetivo la formación de cuadros de historiadores sólo para la vida
académica. Por otra parte, Campione, acusa a este grupo de centrarse en la producción de
artículos y recopilaciones, y de poseer una tendencia “al trabajo breve y de poca elaboración”
olvidando las grandes producciones historiográficas30.
Si bien esta corriente continúa con la línea de la Escuela de Annales, también ha incorporado
nuevas tendencias provenientes de la historiografía europea como la microhistoria o el estudio
de casos, la convivencia cotidiana, la vivienda, las fiestas populares, cuestiones relacionadas
con el sexo y el cuerpo, la niñez, la muerte, etc.
“Bajo la capa del abandono de la excesiva «politización» se transita hacia la dedicación a
temas y cuestiones soslayados o minusvalorados ( a veces injustamente) por la historiografía
anterior [...] a riesgo de que la huella de los grandes procesos históricos quede disuelta en
un sinnúmero de enfoques «micro» que no se articulan de ninguna manera en dirección a
comprender la totalidad, y que las clases sociales, so pretexto de quitarles su «centralidad»
en el análisis histórico desaparezcan por completo del análisis mismo. Al mismo tiempo,
tiende a predominar un enfoque empirista, que desconfía de toda discusión teórica ya que se
las ve ajenas a una historiografía validada por las propias «reglas del oficio», y el consenso
de la «comunidad de historiadores» que sería la encargada de dictaminar cual es la «buena
Historia». (Ibíd. 125)

Caracterizado por Campione como “grupo hegemónico” en la producción historiográfica, no


se deja de advertir que el mismo ha entrado en crisis tal como lo está haciendo la
historiografía europea y americana.

Respecto a la relación con la enseñanza, se ha advertido que en la última década esta corriente
de “Historia social” aparece en los manuales y textos para el nivel medio de enseñanza. De los
cuales son autores algunos historiadores profesionales, así como también profesores del nivel
formados en esta corriente historiográfica.

La historiografía marxista

A diferencia de las corrientes antes explicitadas, no hay una institución que sea el referente de
la producción marxista. Si bien líderes del Partido Socialista, como Juan B. Justo, Alfredo

30
A modo de ejemplo el autor cita en la página 134 la edición de una Historia de la vida privada en Argentina,
Historia de las Mujeres (en dos volúmenes, siguiendo el modelo de Duby en Francia) y una serie de biografías
de personajes históricos, dirigida por L.A: Romero, que publicó el Fondo de Cultura Económica y la Historia
argentina publicada en fascículos por el diario Clarín.

22
Palacios, Nicolás Repetto ó Américo Ghioldi, escribieron sobre historia argentina la “forma
de hacer historia” no se diferenció de la historiografía liberal, y su función era la divulgación
doctrinaria. Ligados al Partido Comunista una serie de historiadores trabajó en torno a darle a
la Historia una matriz de interpretación marxista. Campione señala a Rodolfo Ghioldi como
uno de sus precursores, a Aníbal Ponce y a Héctor P. Agosti como dos intelectuales
«reverenciados» dentro del campo comunista; en la década del `40 encontramos a Rodolfo
Puiggrós, Alvaro Yunque, Ernesto Giúdice, Juan José Real y Luis Sommi; en los `60, con la
presencia de Leonardo Paso, la historiografía comunista se sistematizó y creció en cantidad de
publicaciones y actividades de difusión a partir de la fundación del Ateneo de Estudios
Históricos Manuel Belgrano. Para la década del `70 los historiadores comunistas se
agrupaban en torno a dos publicaciones: la revista “Pasado y Presente” y la que editaba el
P.C., “Cuadernos de Cultura”. Las sucesivas disidencias dentro del partido y la conformación
de una «nueva izquierda» produjeron el alejamiento de muchos intelectuales del P.C., lo que
devino en la declinación de la producción historiográfica ligada al Partido.

Según Campione esta corriente historiográfica ocupó un lugar marginal en los ámbitos
académicos. Las sucesivas “represiones políticas”, la censura y la batalla entre los
historiadores liberales y los revisionistas dejaron a esta corriente como un “tercero en
discordia” (Ibíd. 149). Y agrega que “La historiografía marxista no llegó nunca a configurar
una escuela articulada en el país, ni aun en las épocas en que se efectuaron más trabajos
bajo la advocación de esa línea de pensamiento. Está representada más bien por una serie de
autores individuales y con enfoques divergentes entre sí” (Ibíd.150) Aisladamente los
historiadores de izquierda se agruparon y agrupan en torno a algunas publicaciones como
“Pasado y presente”, “La rosa blindada”, “Cuadernos de Cultura”, “Taller”, “El Rodaballo
Revista de política y cultura” y “Razón y Revolución” o a instituciones o centros de
investigación independientes de los ámbitos universitarios.

Dentro de los historiadores con un pensamiento marxista se pueden mencionar, entre otros, a
Milcíades Peña, Leonardo Paso, Rodolfo Puiggrós, Juan José Hernández Arregui, Ernesto
Laclau, Juan Carlos Garavaglia y Carlos Sempat Assadourian.
A los estudios de Historia económica desde una visión marxista se dedicaron los ingenieros
Roberto Ortiz, Adolfo Dorfman y Horacio Giberti.
Aunque está ligado al periodismo y la literatura, las obras31 de Osvaldo Bayer se
corresponden con una «Historia de izquierda».

Rodolfo Puiggrós inicia su producción en la década del `40, algunas de sus obras son:
“Historia crítica de los partidos políticos argentinos”, “La época de Mariano Moreno”, “Rosas
el pequeño”, “Historia económica del Río de la Plata”, “De la colonia a la independencia”.
Campione sostiene que Puiggrós luego de abandonar el Partido Comunista en 1946
“Representó el entronque del marxismo con una visión nacional-popular que reivindicaba
activamente al peronismo, viéndolo como un paso hacia la consumación de una revolución
socialista” (Ibíd. 151).

En la década del `50 empezará su labor Jorge Abelardo Ramos. Su obra “Revolución y
contrarrevolución en Argentina” desarrolla la contradicción nación vs. imperialismo. Al igual
que otros autores de la época, Ramos indaga sobre la existencia de una «burguesía nacional»
que fuera el motor de la revolución nacional contra el imperialismo o de un sector militar que
encabezara el proceso de transformación hacia un «nacionalismo criollo». Considerado un
31
Entre otras podemos citar “Los vengadores de la Patagonia trágica”, “Severino Di Giovanni, el idealista de la
violencia” o “La masacre de Jacinto Arauz”.

23
autor polémico, de amplia repercusión en los años `60- `70, para Campione la producción de
Ramos carecía de “una verdadera preocupación por la investigación histórica” ya que “el
análisis del pasado es en él sólo un instrumento para el objetivo de discusión y
adoctrinamiento político, y la propensión por el trabajo con fuentes y el rigor metodológico
tienden a cero”. (Ibíd. 154).

Un reconocido historiador de esta corriente es Milcíades Peña. A diferencia de Puiggrós y


Ramos, que abogaban por un «nacionalismo popular», acusaban a la izquierda argentina de no
comprender la «problemática nacional» y veían al peronismo como una tendencia
revolucionaria hacia el socialismo, Peña, vinculado al trotskismo, mantiene el punto de vista
de clase y fundamenta desde allí la revolución socialista. Autodidacta y alejado de los ámbitos
académicos “desarrolla tempranamente la línea de la historia económica y social sin
abandonar la historia política, procura avanzar en una historiografía basada en la
orientación marxista, con una conceptualización independiente, sin adscribirse ni a la
historia oficial ni a su impugnación revisionista; emprende investigación propia, incluso con
apoyo de métodos cuantitativos, a pesar de sus condiciones de aislamiento y su carencia de
formación académica; mantiene su postura militante, sin por eso visualizar al tratamiento de
la historia como un mero «instrumento» al servicio de aquella. También es destacable su
búsqueda del cruce de la historia con las disciplinas de las Ciencias Sociales, principalmente
la sociología y la economía, encuentro que en nuestro país se hallaba en pañales por
aquellos años, no sólo dentro del marxismo” (Ibíd. 157)

En los años `60 - `70, en el marco de la creciente politización, la Historia afianzó como
componente de la lucha política. Historiadores marxistas como Arico, Laclau, Sempat
Assadourian ó Garavaglia, formaron parte de los debates respecto de los modos de producción
- formación económico social en Latinoamérica, dado que “La caracterización de las
sociedades latinoamericanas se erigía en un tema de debate de indudable repercusión sobre
el «el tipo de revolución» que se postulaba para el subcontinente o los distintos países de
América Latina” (Ibíd. 159).

También en las décadas citadas se destaca como miembro de esta corriente a Leonardo Paso
“intelectual del P.C.” quien se dedicó a la investigación histórica y presidió el “Ateneo de
Estudios Históricos Manuel Belgrano”. Dedicado a estudiar variadas etapas históricas, pero
sin avanzar sobre el siglo XX, publicó gran cantidad de obras.

Respecto de la historiografía en los ámbitos académicos Campione menciona dos


instituciones: el Centro de Investigaciones en Ciencias Sociales (CICSO) y el Programa de
Estudios sobre la Sociedad Argentina (PIMSA). El primero surge durante la dictadura de
Onganía con la dirección de Miguel Muráis. En ella participan, entre otros, Silvia Sigal, Inés
Izaguirre, Eliseo Verón, Darío Cantón, Francisco Delich, Beba Balvé, Roberto Jacoby,
Nicolás Iñigo Carrera y Juan Carlos Marín. Su objetivo es “instalar en la investigación en
Ciencias Sociales el cuerpo teórico de Marx” (Ibíd. 181) combinando la rigurosidad científica
con la «pasión militante», basada en una metodología marxista, este grupo “Desarrolla una
historia escrita no ya «sobre» sino «desde» el punto de vista de las clases explotadas, en un
trayectoria que se prolonga hasta la actualidad” (Ibíd. 181). El PIMSA se orienta al estudio
de la trayectoria de la clase obrera “combinan el estudio del movimiento social argentino en
décadas pasadas, con el análisis de su trayectoria en el presente y el pasado reciente” (Ibíd.
182). Componen este grupo Nicolás Iñigo Carrera, María Celia Cotarelo, Roberto Tarditti,
Jorge Podestá, Fabián Fernández, entre otros.

24
Desde los 90 se han conformado nuevos grupos que, excluidos de los ámbitos académicos, se
nuclearon en torno a publicaciones. Por ejemplo la revista “Taller” fue generada POR Pablo
Pozzi y participan un grupo de historiadores que desarrollan métodos de historia oral para
estudiar, básicamente, a la clase obrera y organizaciones populares, sus trabajos siguen la
línea de los History Works-shops de los historiadores marxistas británicos, con influencia de
la historiografía radical norteamericana.
Otro grupo está formado a partir de la revista “Razón y Revolución” que aparece por primera
vez en 199532.
Respecto de la línea marxista de investigación histórica Campione destacará que “Los
historiadores de izquierda forman parte de un conjunto de esfuerzos signados por cierta
dispersión y a veces superposición de actividades, en la que cada pequeño grupo tiene su
revista, su centro de estudios, convoca sus propios jornadas, encuentros, organiza cátedras
libres. La circulación entre grupos y entidades, y algunos esfuerzos de carácter integrador,
tienden a producirse con frecuencia creciente, pero sin constituir todavía un campo
identificable, capaz de darse un estrategia, una política articulada que oponer a las que
cuentan, en mayor o menor medida, con el visto bueno de los poderes existentes”(Ibíd. 187).

32
Ligada al grupo de Pozzi, entre sus miembros se encuentra Alberto Pla.

25
BIBLIOGRAFIA

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Barcelona

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26
Contribuciones desde Coatepec
ISSN: 1870-0365
rcontribucionesc@uaemex.mx
Universidad Autónoma del Estado de México
México

De la historia de las mujeres a la historia


del género
García-Peña, Ana Lidia
De la historia de las mujeres a la historia del género
Contribuciones desde Coatepec, núm. 31, 2016
Universidad Autónoma del Estado de México, México
Disponible en: https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=28150017004

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Ana Lidia García-Peña. De la historia de las mujeres a la historia del género

Artículos originales de investigación

De la historia de las mujeres a la historia del género


From Women's History to History of Gender
Ana Lidia García-Peña * Redalyc: https://www.redalyc.org/articulo.oa?
Universidad Autónoma del Estado de México, México id=28150017004
analidiag@prodigy.net.mx

Resumen:
Este artículo muestra una revisión panorámica de la historia de las mujeres −incluyendo la comprensión de las diversas
características y sus diversas etapas historiográficas− y del género. Se entiende a la teoría del género en su estrecha vinculación con el
poder, la dominación y la subordinación. También se explora, de manera breve, el surgimiento de los estudios de las masculinidades
y la teoría queer.
Palabras clave: Historia de mujeres, Historia del género, Femenino, Masculino, Poder.

Abstract:
is paper shows a panoramic review from the history of women to the history of gender, including the understanding of the
various characteristics and their different historiographic stages. Gender theory is understood in its close relationship with power,
domination and subordination. We also briefly explore the emergence of studies of masculinities and Queer theory.
Keywords: Women's History, Gender History, Female, Male, Power.

De la historia de las mujeres a la historia del género

En el presente ensayo se expondrán las especificidades teóricas y conceptuales de la historia de las mujeres y
del género. El objetivo es ayudar en la formación profesional de la Licenciatura y el posgrado en Historia.
La historia de las mujeres tiene aspectos específicos y generales de la ciencia histórica. En el siglo XXI ya no
es posible escribir historias que no incluyan referencias de la existencia de las mujeres como agentes del cambio
histórico y como objeto de consideraciones políticas; en la búsqueda, nos encontramos con interpretaciones
que apuntan a su invisibilidad (Scott, 1992). Es importante entender cómo la diferencia sexual afecta la
política y la escritura de la ciencia en cuestión; conceptualizar y escribir historias de las mujeres no termina
con el problema de la invisibilidad, sino que marca el inicio para una mayor reflexión teórica y metodológica.
Hablamos de historia de las mujeres y no de historia de la mujer, pues no tiene una existencia histórica
concreta. A través del tiempo, las mujeres han vivido de maneras plurales en las más diversas circunstancias.
Son sujetos de una historia propia, compleja, diversa y contradictoria, que solo podrá comprenderse mediante
un análisis que, sin pasar por alto la experiencia específica de las mujeres, las vincule con los procesos
históricos globales. Un conocimiento histórico centrado en las mujeres exige planteamientos metodológicos
en constante renovación, pero sin rupturas tajantes con las variadas tradiciones de la disciplina histórica. Se
trata más bien de un proceso innovador.
La originalidad de la historia de las mujeres se encuentra en el tipo de preguntas como: ¿cuáles son los
procesos que llevaron a considerar las acciones de los hombres como norma representativa de la historia
humana en general y que las acciones de las mujeres se pasaran por alto, o relegadas a un terreno menos

Notas de autor

* Ana Lidia García-Peña: Doctora en Historia por El Colegio de México. Ha publicado y coordinado libros, capítulos de libros y artículos en el nivel
nacional e internacional. Es especialista en historia del género siglos XIX y XX. Actualmente es profesora de la Facultad de Humanidades de la
uaeméx y coordinadora del Posgrado en Humanidades de la Facultad de Humanidades de la misma institución.

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importante y particularizado?, ¿habría que concluir que una mujer produce una historiografía diferente de
la de un hombre?, ¿qué efecto tiene en las prácticas establecidas de la historia considerar los acontecimientos
y las acciones desde otras posiciones, por ejemplo, las de las mujeres? Son preguntas que hacen visibles a las
mujeres como sujetos históricos inmersos en una circunstancia particular que las conforma, a la vez que ellas
actúan sobre la misma.
¿Por qué se sigue marginando la historia de las mujeres a pesar de que hace tiempo conquistó su visibilidad
y su legitimidad? Gerda Lerner (1979) establece que las mujeres siempre han representado la mitad o más
de la población mundial, por eso se refiere a ellas como the majority, al considerar que han existido en todos
los campos de la experiencia histórica, en algunos con mayor presencia que otros. Sin embargo, como grupo
social, rara vez las mujeres se han convertido en precursoras de procesos revolucionarios y se encuentran
alejadas de los centros de autoridad institucional y del poder formal, en particular los santuarios masculinos,
el religioso, el militar y el político (Duby y Perrot, 1991), eso no quiere decir que estén excluidas de dichos
procesos históricos y de ciertas formas de poderes alternos. Entonces, ¿por qué pervive la idea de que la historia
de las mujeres no es relevante? Durante mucho tiempo la respuesta tenía que ver con la definición misma
que se dio a la ciencia histórica, centrada en valores masculinos que tomaron solo ciertos acontecimientos,
procesos y movimientos como dignos de un análisis histórico de manera exclusiva, volviendo casi “invisibles”
o no relevantes a las mujeres.
¿Cómo explicar tal exclusión de las mujeres de la historiografía? No se trata de una “conspiración malvada
de ciertos historiadores masculinos” (Nash, 1984: p. 17), ni de una intención voluntaria y consciente de
aislar a las mujeres del conocimiento histórico; más bien se debe a que la ciencia histórica se ha ocupado
principalmente de la vida pública, en la que las mujeres no son la mayoría, y a la creencia de que el modelo
ideal de ser humano es el hombre. 1 Los criterios de construcción de los hechos históricos centrados en la
vida pública se refieren a una humanidad genéricamente neutra, pero en realidad aluden a la parte masculina
de la misma.
Para conceptualizar y escribir una historia de las mujeres se utilizaron los métodos y enfoques de las ciencias
sociales como la biografía, la microhistoria, la historia cultural, la antropología, la economía, la política, la
historia de las mentalidades (de la familia, de las ideas), la tradición oral, los métodos de la historia social como
la demografía histórica, entre otros. La historia de las mujeres acepta las distintas lecciones que le ofrecen sus
múltiples relaciones con otros campos del conocimiento; su originalidad no estriba en sus métodos únicos,
sino en las preguntas que plantea y en las relaciones de conjunto que establece.
La historia de las mujeres, al igual que todas las demás historiografías, debe cumplir con los rigores que
impone la disciplina de Clío: 2 respeto a la contextualización, buen manejo de aparato crítico, análisis
pertinente de las fuentes, rechazo del anacronismo, etc. Sin embargo, la especificidad de la historia de
las mujeres y lo que la hace diferente de las historias de lo cotidiano, las mentalidades, la familia y la
demografía está en que ninguna de ellas se pregunta sobre el significado concreto de las mujeres, es decir, de
las permanencias y los cambios históricos. No les interesa, de manera prioritaria, establecer diferencias entre
los géneros. No entienden a las mujeres como sujetos históricos. Predomina en las historias de la familia, en
la demográfica y aún en la vida privada, la tendencia de ver a las mujeres solo en el ámbito doméstico, dejando
de lado su participación en la esfera pública.
Uno de los problemas más debatidos en la historiografía de las mujeres es el relativo a la autonomía
de las mismas respecto de la historia global. Pueden identificarse dos concepciones: la que plantea que es
una historia separada y autónoma, y la que se centra en las mujeres y busca sus múltiples vinculaciones
con el proceso social global. Ambas dan lugar a dos obras de síntesis: en el primer tipo está la obra de las
norteamericanas B. Anderson y J. Zinsser (1991), mientras que en el segundo la de los franceses George Duby
y Michelle Perrot (1991). Este debate sigue abierto; la postura extrema de construir una historia autónoma
de las mujeres es limitada, sus mayores debilidades son: no cuestiona las estructuras de la disciplina, no
contextualiza sus interpretaciones y no obliga a una reinterpretación de las explicaciones existentes con base

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Ana Lidia García-Peña. De la historia de las mujeres a la historia del género

en nuevas pruebas, sino que, por el contrario, aísla a las mujeres como grupo. Además, la importancia para la
historia no estriba en la diferencia, sino en el uso social, históricamente construido, que a lo largo del tiempo
se hizo de la diferencia (Gordon, 1992; Rilla, 1992). Para que la conceptualización de la historia de las mujeres
no sea un añadido a la historia general, es necesario desarrollar un bagaje metodológico que apunte a reformar
los paradigmas historiográficos, y no verla como una contribución más.
En este sentido, se busca lograr un análisis histórico centrado en las mujeres, pero dentro de una concepción
de la historia total que considere no solo las estructuras económicas, sociales y políticas tradicionales, sino
también las dimensiones de la esfera privada, la familia, la sexualidad, la reproducción, la cultura femenina,
la salud, el trabajo doméstico, la socialización de los hijos, etc. Lo anterior establece una visión integral del
conjunto de la experiencia histórica de las mujeres y la complejidad de las relaciones entre los sexos, las
modificaciones en el estatus, el proceso de formación de conciencia de las mujeres y los cambios en su situación
social (Nash, 1984).

Etapas de la historiografía de las mujeres

Por décadas, predominó en la ciencia histórica el paradigma positivista que volvió invisible a las mujeres.
La historia positivista de los siglos XIX y XX tuvo como objetivo rescatar el mundo público, tajantemente
separado del privado. Este movimiento respondió al momento político de su época: la construcción simbólica
de las naciones y el énfasis en el desarrollo de la ciencia y la tecnología como motores del progreso (Tuñón,
1990).
El surgimiento de la historia de las mujeres, como una disciplina específica, estuvo relacionado con el
gran desarrollo que cobró la historia social en el siglo XX. En un primer momento, la formación de la
Escuela Francesa de los Annales (1929), los aportes del marxismo y el desarrollo de las ciencias sociales
permitieron una apertura hacia nuevos métodos, temas y cuestiones que superan el estrecho positivismo
político y reconocieron como campos de la historiografía a la economía, a la sociedad y a la cultura (Aguirre,
1986; Aguirre, 1991; Bianchi, 1992). En un segundo momento, hacia los años sesenta, surgió la llamada
nueva historia, que utilizó, de manera multidisciplinaria, los métodos y técnicas de las ciencias sociales, además
centró su interés en los procesos sociales de las masas −más que en la élite− y buscó la experiencia histórica de
los grupos subalternos (campesinos, obreros, maestros, mujeres, etc.). La definición de la historia como una
“totalidad”, con interés por el estudio de las mentalidades, lo cotidiano, la demografía, la ciencia, la historia
urbana y la de la familia, además de los temas tradicionales, así como la ampliación del concepto fuente (no
solo el documento de archivo, sino las series estadísticas, los rastros materiales, la literatura, el folclor, las
tradiciones, la arquitectura, la iconografía, entre otras) prepararon la base para la incorporación de las mujeres
en la historia (Braudel, 1986; Braudel, 1989).
En la construcción y en la obtención de un espacio para la historia de las mujeres confluyeron no solo el
desarrollo de la historia social, sino también los cambios en la condición de las mismas y las preguntas que las
feministas de los años setenta comenzaron a realizarse: “¿Quiénes somos nosotras? ¿Ha habido, a lo largo de
las edades, una identidad común de las mujeres como grupo? ¿De dónde venimos? ¿A dónde vamos?” (Perrot,
1992: p. 68). La crisis económica y social dio una nueva dimensión al trabajo femenino, al mismo tiempo se
crearon nuevos tipos de participación económica y política de las mujeres.
Los primeros intentos por trabajar la historiografía de las mujeres hablaban de dudas e inseguridades,
prueba de ello es la serie de conferencias que dirigió la historiadora Michel Perrot (1992: p. 69) en 1973, que
decía: “¿Tienen historia las mujeres?”, temerosa de afirmar que dicho conocimiento histórico era realizable.
Sin embargo, durante las siguientes décadas las historiadoras comenzaron a ganar terreno en muchos países. 3
En su etapa inicial, la historia de las mujeres se desarrolló con la finalidad de recuperar sus experiencias
colectivas e históricas y hacer visible su papel como agentes sociales (Nash, 1991). En un primer momento
se conceptualizó la historia de mujeres notables, historia de excepción; el segundo se refiere a la historia

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contributiva que considera a las mujeres como un apéndice o elemento accesorio de los movimientos sociales
(Nash, 1984). Estos dos niveles de conceptualización oscilan entre la victimización o el protagonismo, es
decir, ver a las mujeres como eternas víctimas de una sociedad patriarcal o como constantes luchadoras por
la transformación social y feminista. Ambas visiones son limitadas, ya que se restringen a estudiar la opresión
sobre las mujeres, o bien la resistencia de estas, sin tratar de profundizar en las complejas relaciones y cambios
que vivieron en las sociedades pasadas. No se trata de escribir una historia lineal de los supuestos avances y
retrocesos de la condición femenina, sino una historia social de mujeres en toda su complejidad.
Un proceso fundamental que se desarrolló en la historiografía de las mujeres fue encontrar explicaciones
convincentes sobre el origen de la subordinación femenina, debate vinculado con la dualidad doméstico-
público y el conjunto de disposiciones por las cuales las sociedades transformaron la diferencia sexual en
productos de la actividad humana (Nicholson, 1992). Como señala Linda Nicholson, se trata de construir
una teoría que explique la opresión de las mujeres en su infinita variedad y monótona similitud.
Estos enfoques ceden el lugar a una historia con un mayor fundamento que ya no solo busca reivindicar
la historia de la mayoría, sino también reformular los planteamientos teóricos metodológicos de la ciencia
histórica en busca de una interpretación global de la historia humana, vista como el conjunto de las
experiencias de las mujeres y los hombres en el pasado.
En algunos ámbitos académicos se sigue cuestionando la legitimidad de la historia de las mujeres, pero no
cabe duda de que en las últimas décadas se ha producido una extraordinaria expansión de la misma en todo el
mundo. Incluso historiadores como Eric Hobsbawm (1987: p. 117) aceptan el lamentable olvido en el que
se había tenido a la historia de las mujeres: “Las mujeres han señalado con frecuencia que los historiadores,
incluyendo a los marxistas, han olvidado siempre a la mitad femenina de la raza humana. Esta crítica es justa
y reconozco que cabe aplicarla a mi propio trabajo”.
A mediados de los setenta, la historia de las mujeres es reconocida como una temática en los ámbitos
académicos de Europa y Estados Unidos. 4 En México, los resultados de investigaciones sobre historia de
mujeres y del género aparecen en libros y revistas especializadas, 5 además existen centros, estudios, seminarios
y cátedras, en mayor medida, a cargo de feministas que se dedican al estudio interdisciplinario de las mujeres
en El Colegio de México, el Instituto Nacional de Antropología e Historia, la Universidad Autónoma
Metropolitana, la Universidad Nacional Autónoma de México, en las distintas universidades de provincia
como la Universidad de Guadalajara, la Universidad Veracruzana, la Universidad Autónoma del Estado de
México, la Universidad de Puebla, entre otras.

El género y su relación con la historia de las mujeres

El impulso que adquirió la historia de las mujeres apuntó a una reinterpretación de la historia por medio de
un renovador planteamiento que permitiera incluir la experiencia de los hombres y de las mujeres. Algunos
de estos problemas metodológicos se explican en el tránsito de la historia de las mujeres a la historia del género
(Tuñón, 1990).
El género como herramienta analítica y categoría sociocultural nos ayuda a descubrir áreas olvidadas:
las relaciones entre seres y grupos humanos que antes fueron omitidos; se ha convertido en el aporte
metodológico más importante de la historiografía de las mujeres a la ciencia histórica. 6 Esta herramienta
analítica establece que las relaciones entre los sexos no están determinadas por lo biológico, sino por lo
social y, por tanto, son históricas. La relación construida en la historia entre los hombres y las mujeres no
podía limitarse ni a la sexualidad ni al reduccionismo biológico que la palabra sexo sugiere. Por lo que,
superando esta limitante biologista, el género hace visibles las formas concretas, múltiples y variables de la
experiencia, valores, costumbres y tradiciones, de las actividades y representaciones sociales de los hombres y
de las mujeres. 7 El entramado fundamental para entender al género tiene que ver con la simbolización que

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se hace a partir de lo anatómico y lo reproductivo. Se trata de desencializar la sexualidad, mostrando que el


sexo está sujeto a la construcción social.
Bajo esta definición, el género se convierte en un instrumento muy útil, ya que habla de las relaciones-
procesos entre los sexos y las construcciones que se establecen alrededor de los roles masculino y femenino
(roles de género) −después se desarrollan las múltiples identidades de género− como un conjunto de patrones
de comportamiento, normas y prescripciones, pero también de signos y símbolos contradictorios, emociones
y costumbres que se construyen, imponen y transforman o reproducen con el paso del tiempo; lo que permite
explorar la variabilidad histórica. Como señala Gisela Bock (1991: p. 62): “Las relaciones de género son tan
importantes como el resto de las relaciones humanas, están en el origen de todas ellas y las influyen, y a la
inversa, todas las demás relaciones humanas contribuyen y actúan en las relaciones de género”.
Los elementos fundamentales de la perspectiva del género son: el lenguaje, la representación simbólica, la
oposición hombre-mujer como algo problemático, la marginalidad de la posición femenina en las estructuras
sociales y simbólicas y la crítica a la supuesta objetividad y neutralidad de la ciencia positivista. Se trata de
problematizar las relaciones de género en un determinado contexto histórico, social, económico y político,
en condiciones materiales y reales de existencia, inmersas en la historia general, pero también en la subjetiva
y personal.

Género y poder

La aplicación del concepto género está vinculada con las estructuras de poder. Para Pierre Bourdieu (2000), el
género es la forma paradigmática de violencia simbólica que enmarca las demás relaciones (sociales, políticas,
religiosas y cotidianas) y se ejerce sobre el agente social con su complicidad y consentimiento, determinando la
subjetividad de las estructuras mentales por medio de oposiciones binarias. Así, en la conciencia se construye
el habitus de la violencia simbólica.
El género remite al poder (social, familiar, sexual), en especial a la formación psicológica (sujeto-mujer,
sujeto-hombre) como una operación social del poder. En ese sentido, Scott (2008) afirma que el género es una
de las formas primarias de relaciones significantes de poder asociada al lenguaje, donde se origina la relación
subordinación-dominación. La definición de género que Scott (2008: pp. 65-66) construyó en 1985 sigue
siendo un referente obligatorio para su comprensión:
El género es un elemente constitutivo de las relaciones sociales, las cuales se basan en las diferencias
percibidas entre los sexos, y el género es una forma primaria de las relaciones simbólicas de poder. Los cambios
en la organización de las relaciones sociales siempre corresponden a cambios en las representaciones del poder,
pero la dirección del cambio no es necesariamente única.
El género impuesto a un cuerpo sexuado es una categoría social y cultural que logra vincular al sujeto
individual con las organizaciones sociales. Una característica fundamental de la definición propuesta por
Scott (2008) es que se deben manejar, de manera simultánea, sus cuatro elementos constitutivos:
1. Los símbolos disponibles que evocan múltiples y, a menudo, contradictorias representaciones. Lo cual es
fundamental porque las construcciones genéricas están llenas de discordancias e inconsistencias, pues forman
parte de los múltiples estratos de las construcciones simbólicas de las culturas llenas de conflictos.
2. Los conceptos normativos, que a diferencia del elemento anterior son mucho más estructurados
y unívocos, se construyen a través de oposiciones binarias fijas, pues intentan limitar y contener las
representaciones simbólicas en doctrinas religiosas, educativas, científicas, legales y políticas. Como señala
Scott (2008), su historia se escribe como si fuese el resultado de un consenso social. La cuestión clave para
deshacer la idea de estabilidad de los conceptos normativos es confrontarlos con los símbolos y sus múltiples
posibilidades.

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3. Para lograr lo anterior se utiliza el tercer elemento constitutivo: las nociones políticas y las referencias a
las instituciones sociales. De tal forma que a partir de estos tres elementos se tiene la posibilidad de acceder a
la compleja estructura social, para luego centrar el análisis en procesos subjetivos.
4. El cuarto y último elemento constitutivo es la identidad subjetiva, elemento fundamental que aporta la
teoría del género, transformando la sexualidad biológica en un proceso de culturalización (Scott, 2008).
En relación con el análisis de la identidad subjetiva, Marta Lamas (1996) señala que hay que aprender a
diferenciar la identidad de género de la identidad sexual. Mientras que aquella se centra en la simbolización
cultural y el orden simbólico en torno a la diferencia sexual, principalmente a través del lenguaje por medio del
cual nos estructuramos de manera cultural y nos volvemos sociales, la identidad sexual se relaciona más con
una construcción psíquica y el papel fundamental del inconsciente. Así, la identidad del género se construye
mediante un proceso simbólico, condicionado por la familia y el entorno social; en cambio, la identidad sexual
es un proceso interior de la estructura psíquica de una persona y su reacción individual ante la diferencia
sexual.
Se trata de explicar cómo se construyen las identidades de género a través de una serie de actividades,
organizaciones sociales y representaciones histórico-culturales específicas y múltiples instituciones (Scott,
2008). El género proporciona una vía de descodificación del sentido y comprensión de las complejas
conexiones entre varias formas de interacción humana.
Desde la década de los setenta, la categoría del género ha sufrido diversas transformaciones y distintos
usos. Durante dicha época fue utilizado por el feminismo anglosajón que luchaba contra el determinismo
biológico y que tenía la intención de equiparar lo sexual con lo biológico; así, las características consideradas
femeninas eran adquiridas por un proceso individual y social, no natural. En los años ochenta, el género
se consolidó de manera académica en las ciencias sociales y comenzó a utilizarse en una gran variedad de
formas, interpretaciones, simbolizaciones y organizaciones de las diferencias sexuales, en búsqueda siempre
de su legitimidad académica. En los noventa su uso se popularizó y cada vez se le vinculó más a discursos
políticos de equidad de género. Lamas (2006) señala que su uso se convirtió en una moda intelectual y política
que distinguió cuatro funciones del género: primero, como producción académica de reflexiones y debates
teóricos; segundo, como estudios sobre cuestiones puntuales de relaciones de hombre y mujer; tercero, como
programas y políticas públicas que buscaban remediar la subordinación laboral y educativa de las mujeres; y
cuarto, como un proceso de transversalización de la perspectiva de género.
En la actualidad, el género engloba varios tipos de estudios: de mujeres; de las relaciones sociales y culturales
entre los sexos; de las masculinidades y de la diversidad sexual; investigaciones sobre la organización social
de las relaciones entre hombres y mujeres; las conceptualizaciones de la semiótica del cuerpo, el sexo y
la sexualidad; las microtécnicas de poder manifestadas en la dominación masculina y la subordinación
femenina; las formas en que se construyen identidades subjetivas y las aspiraciones individuales (Lamas,
2006).

Género y otras categorías

En la historia de las mujeres coexisten diferentes corrientes historiográficas con bagaje teórico y presupuestos
metodológicos variados (Nash, 1991). Es evidente que no se puede escribir la historia de las mujeres con
una postura metodológica interpretativa única, por lo que la categoría género en ningún momento pretende
adquirir carácter de exclusividad, además de que no estudia a grupos homogéneos. El género pluraliza las
categorías de femenino y masculino, con esto produce un conjunto de historias e identidades colectivas, con
diferencias de clase, raza, etnia y sexualidad. Debido a lo anterior, es necesario confrontar y complementar
esta categoría con otras importantes del análisis social como: clase, etnia, raza y edad. Se trata de mezclarlo
social con lo sexual y lo cultural con lo étnico.

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La categoría clase es fundamental para el análisis social y tiene la ventaja de encontrarse más estructurada
que la de género; sin embargo, existe el problema de que a la mujer no se le puede considerar como una
clase sojuzgada, ya que las mujeres están presentes en todas las clases y estratos sociales. Estudios histórico-
marxistas, que definen a las clases sociales, se limitan al análisis formal de las estructuras económicas y las
relaciones con el capital, la producción, el mercado y el empleo, pero dejan de lado el complejo estudio de
la historia de las mujeres (Smith-Rosenberg, 1991). El concepto de clase no funciona igual para los hombres
que para las mujeres, para estas, su relación con el capital y el empleo depende muchas veces de su relación con
los hombres. Además, la experiencia de clase que para las mujeres incluye su trabajo, para los otros miembros
de la familia es distinta y se fundamenta en el género (Bock, 1991).
Las mujeres están oprimidas, pero no de la misma manera que los grupos raciales o étnicos; se encuentran
subordinadas y explotadas, pero no como las clases bajas. Las mujeres forman parte la historia de la
humanidad.
Las categorías sociales de raza y etnia, que tienen en cuenta la diferencia corporal y cultural,
respectivamente, son fundamentales para entender las relaciones de género, lo mismo que la edad, ya que
durante el ciclo de vida la posible subordinación de la mujer no es igual; una sola mujer a lo largo de su vida
puede ser dependiente, asistida, casada, concubina y viuda. Se deben estudiar los vínculos que existen entre
los cambios en las relaciones de género, clase, raza y etnia, considerando cómo los cambios generales afectan
sus distintas relaciones sociales.
Actualmente los estudios de la interseccionalidad señalan que es necesario encontrar formas explicativas
que puedan combinar varias categorías, además de clase, sexualidad y género, para el estudio de las identidades,
sus diversas desigualdades y las discriminaciones sociales que interactúan en múltiples circunstancias y niveles
simultáneos (Carbado, 2013).
En resumen, las mujeres deben definirse desde el punto de vista cultural de la categoría género, también son
burguesas, obreras, trabajadoras domésticas, inmigradas, indígenas, etcétera. En definitiva son una pluralidad
igual que los hombres.

Género e historia cultural

Una de las mayores aportaciones de la teoría del género es el cuestionamiento que hace a la comprensión
del pasado como historia objetiva, neutral y universal, porque tal noción implicó durante mucho tiempo
la exclusión de las mujeres. Se busca encontrar alternativas al universalismo de las disciplinas sociales, al
materialismo, al esencialismo, a la imposición de una sola verdad y al dualismo conceptual; además, es
necesario proponer una diversidad metodológica que dé cuenta del mundo en su heterogeneidad y su
diversidad (Tuñón, 1990).
El género busca plantear un cambio fundamental en los patrones tradicionales del conocimiento histórico,
en el que la experiencia vivida se convierta en el centro mismo del orden cognitivo; implica la reflexión
profunda sobre el sujeto histórico consciente y sobre la relación fundante entre estructura y acción. Desde
los planteamientos posestructuralistas entramos al complejo mundo de la variabilidad histórica y múltiples
especificidades contextuales (Hernández, 2004).
A través del género entramos a la diversidad de identidades, experiencias y situaciones cambiantes de poder.
En este sentido, la masculinidad y la feminidad tienen un sinfín de significados, prácticas, contextos y juegos
lingüísticos, incluso en repetidas ocasiones son contradictorios (Scott, 1993). No se trata de estudiar las
experiencias hechas y terminadas de hombres y mujeres, sino de elaborar su construcción. Se pretende explicar
cómo las categorías discursivas de los mismos son un producto cultural dotado de intenciones y de poder,
se reproducen y cambian con el tiempo, gobiernan los comportamientos emocionales y la sexualidad. Desde
el posestructuralismo, la lectura de cualquier texto tiene diversas y contradictorias interpretaciones, por lo

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que es importante escapar a la homogeneidad del discurso dominante, rechazando la pretensión de verdad;
lo que se busca es la variabilidad de experiencias y valores.
Durante la década de los ochenta, la historia de las mujeres se insertó en la historia social y se diversifica
hasta los noventa. El proceso de historización de la diferencia sexual, fijado en torno a la oposición
binaria elemental, evoluciona desde una historia del cuerpo femenino y sus funciones naturales y sociales
(maternidad, alumbramiento), pasando por las complejas construcciones de las múltiples masculinidades
hasta llegar al estudio de la diversidad genérica. Desde entonces, el género se convirtió en un proyecto
tácito para renovar la historia cultural. El estudio de las masculinidades y de las homosexualidades ayudó
a cuestionar la forma natural de la heterosexualidad. Las identidades de género son inventos culturales,
ficciones necesarias que sirven para construir un sentimiento compartido de pertenencia e identificación
(Lamas, 2006).
La masculinidad, al igual que la feminidad, son identidades históricas con un profundo carácter relacional
que varían culturalmente, sus prácticas y creencias son contextualizadas. La historia del pensamiento
demuestra que la historia de los hombres llegó a ser visible cuando se consideró en relación con la historia de
las mujeres y al pensamiento de las mujeres (Bock, 1991).
Durante mucho tiempo se pretendió ver “el ser hombre” como una cuestión natural; de manera histórica,
las experiencias de los hombres fueron universalizadas, lo que permitió ignorar la discriminación contra las
mujeres y legitimar la dominación masculina. Los hombres invisibilizaron su género al articular la trilogía:
explotación económica, dominación social y opresión social, al tiempo que deformaban y ocultaban su parte
afectiva y, de forma más extensa, su vida subjetiva (Moreno, 2007).
Sin embargo, la teoría del género revela cómo las construcciones de las masculinidades tienen un
vínculo con estructuras profundas, elementales y rudimentarias, pero cambiantes e históricas. El estudio
de las masculinidades implica aproximarse a las diversas y variadas formas de ser hombre, de vivir sus
cuerpos, su sexualidad y de poner en práctica preceptos éticos-morales. En dichos estudios destacan varios
enfoques como: violencia y rivalidad masculina; poder y hombría en estrecha relación con los sistemas
de supremacía-dominación, sus múltiples y diversos rituales y preceptos ético-morales; amistad masculina
y su homosociabilidad, tema central en la creación de los vínculos masculinos y la perspectiva histórica;
corporalidad masculina; además de los múltiples y distintos tipos de masculinidades que van desde las
hegemónicas hasta las cómplices o marginales. Se trata de documentar la naturaleza ambigua y fluida de la
masculinidad dentro de sus contextos específicos (Gutmann, 1998).
La teoría del género avanza, su carácter revolucionario se refleja en la diversificación y expansión de
las identidades subjetivas que se amplía a las múltiples identidades humanas, a la construcción de la
propia imagen sin necesidad de un orden representacional heterosexual (Butler, 2007). Así, no existen
dos identidades: femenino y masculino, sino múltiples, que varían con la época, la clase social, la raza y
la edad. En los últimos años los estudios del género se centran en los enfoques de la teoría queer y los
estudios de la diversidad lgbtti (lésbico, gay, bisexual, transexual, transgéneros e intersexual). También está el
reconocimiento sobre la sexualidad, que más que aprendida en un momento particular es construida durante
toda la vida, lo que lleva a la diversidad sexual como parte de la naturaleza humana. Comprender y englobar
el autoconcepto se ha convertido en una de las principales tendencias de los estudios de género, por ejemplo,
la preferencia u orientación sexual o lo que una persona tiene y siente por otra persona (ya sea o no del mismo
sexo), puesto que cada ser humano piensa, siente, imagina, vive, se erotiza, ama y desea de manera diferente
(Guiza, 2010).

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Reflexiones finales

A lo largo de la revisión que va desde la historia de las mujeres −pasando por la historia del género− hasta llegar
al surgimiento de la historia de las masculinidades y de la diversidad de géneros, se identificaron elementos
importantes de las relaciones humanas que están en el origen de todas ellas.
Una de las aportaciones fundamentales de la teoría del género es cómo se puede vincular el enfoque
macroestructural de lo social y sus instituciones con lo microestructural y las construcciones de las
identidades subjetivas a través del viraje del análisis del discurso, la simbolización y su particularidades
históricas. Se trata de vincular lo institucional y normativo con las experiencias cotidianas que dan forma
a la conciencia y definen las identidades individuales. El género también nos ayuda a explicar los cambios
históricos en el uso de las diferencias sexuales, que a pesar de ser una relación primaria de poder que perpetúa
la desigualdad, la dominación masculina y la subordinación de las mujeres, tiene a lo largo de la historia una
enorme variación transcultural en la organización y la expresión cultural.
Hablar de las diversas masculinidades nos permite incluir una perspectiva histórica que cuestione las
instituciones de poder y dominación. La historia de la homosexualidad nos aproxima a una forma de vivir
y ejercer la masculinidad.

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Notas

1 Simone de Beauvoir, en su clásica obra feminista El Segundo Sexo (1949), ya planteaba cómo lo varonil era el ser, y lo
femenino se convertía en lo otro; mientras que aquel representaba lo público, lo político, lo ético, la producción cultural,
la ciencia y la filosofía, el otro se convertía en lo privado, lo cerrado, el matrimonio y lo carente de significado.
2 En la mitología griega, Clío era la musa de la Historia y la poesía heroica.
3 e International Federation for Research in Woman´s History editó la obra Writing Women´s History: International
Perspectives, Indiana, Indiana University Press, 1991. Esta obra reúne trabajos de carácter teórico-metodológico y avances
de las investigaciones desarrolladas en más de diez países.
4 Para el caso europeo y norteamericano existen revistas dedicadas en forma exclusiva a la historia de las mujeres
como: Memoria (Italia), Gender and History (Gran Bretaña), Penelope (Francia), además de numerosas revistas
interdisciplinarias como Studies, Feminist Research, Cahiers du Grief, Sogns, Women´s Studies International Forum,
Gender, entre otras, así como la publicación sistemática de artículos sobre historia de mujeres en revistas de reconocido
prestigio internacional como: Annales, History Workshop, Past and Present, American Historical Review, etc.
5 Las dos revistas académicas más importantes del momento son: Debates feministas y La Ventana. Estudios de Género de
la Universidad de Guadalajara.
6 Joan Kelly-Gadol es una de las primeras historiadoras en formular el concepto de género en “e Social Relations of the
Sexes: Methodological Implications of Women´s History” (1976), su traducción al español en Carmen Ramos, Género e
historia, pp. 123-141. Un artículo que ha tenido mucha influencia en México es “La antropología feminista y la categoría
‘género’” de Marta Lamas, pp. 173-198.
7 Uno de los principales problemas formales de dicha categoría es que para lenguas como el español (género), el italiano
(genere) y el francés (genre), se enfrenta a la trasposición de un concepto gramatical a otro sociocultural de carácter más
amplio, con sus consecuentes confusiones; no así para el inglés (gender) y el alemán (geschlecht), donde el género solo
tiene una connotación sexual. Para profundizar sobre esto ver Bock, 1991, p. 55-78.

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PARTES DE UN LIBRO

PARTES EXTERNAS

Tapa y contratapa
La tapa o cubierta es la parte que recubre las páginas impresas, hecha de un material más resistente,
como cartón laminado, o recubierto de tela, etc. Allí se indica el nombre del libro, el autor y la editorial.
Generalmente tiene un diseño adecuado y coherente con el contenido del texto, asociado al género y al
título de la obra, aporta a la idea general del libro. Las contratapas suelen presentar en pocas líneas el
resumen del argumento del libro. En otras ocasiones se opta reproducción literal de un pasaje del libro,
cuidadosamente seleccionado para despertar interés por su lectura
Lomo
Es la parte donde se sujetan todas las hojas. Suele llevar título, autor y editorial.

Solapa
La solapa es una prolongación lateral de la camisa o de la cubierta (si esta es de papel delgado) que se
dobla hacia adentro y en la que se imprimen, generalmente, los datos del autor, su foto, otras obras
publicadas, las obras de la misma colección, etc. Se puede usar como separador.

Camisa o forro
La camisa es una cubierta suelta de papel con la cual se protege el libro. En ella se imprime, generalmente
a color, la portada del libro o el nombre de éste.

1
UNJS – FFHA - Coordinación General de Ingreso – Historia
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PARTES INTERNAS

PRELIMINARES
Guardas
Hojas en blanco que se colocan al principio y al final del libro. En ediciones de lujo suelen utilizarse dos o
más hojas como hojas de respeto. También se utilizan en papel de un gramaje o color diferente al utilizado
para el resto de las páginas.

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si lo tuviera), los nombres del autor, de la editorial y la cantidad de ilustraciones que contiene, si el dato es
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la misma colección.

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Generalmente se ubica en el reverso de la portada. El texto que aquí aparece consta de cierta información
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parte de la edición. Se informa también el copyright, derecho de propiedad de una publicación (una
convención internacional establece los términos y la duración de tal propiedad; los editores de los países
que lo reconocen deben indicarlo en sus publicaciones, con el símbolo ©, el día de salida y el nombre del
propietario del copyright), y el ISBN (International Standard Book Number), creado por iniciativa de la
UNESCO para codificar numéricamente el país de edición, la editorial y la temática del libro.

Dedicatoria
Actualmente, las dedicatorias personales suelen ocupar la primera página impar después de la portada,
aunque con frecuencia se considera una alternativa la página par enfrentada al texto si no se quiere
desperdiciar espacio.

Reconocimientos
Tanto del autor como del editor para aquellas personas que colaboraron en la recopilación o en la edición
del material.

Índice
El índice refleja la estructura del libro. Expone brevemente los capítulos o divisiones principales del
mismo. Al final del libro se puede incorporar un índice analítico en el cual se enumeren los nombres
propios y conceptos más importantes, ordenados alfabéticamente, y un índice de ilustraciones mediante el
cual se pueda localizar el material visual que aparece en la publicación.

Prólogo
Nota elogiosa procedente de una autoridad en la materia. Se debe situar en las páginas preliminares.

Prefacio o Presentación
Texto en el que el autor justifica los motivos que lo han llevado a escribir el libro y que, en ocasiones,
incluye los reconocimientos; debería ir después de cualquier prólogo y preceder a la introducción.

Introducción
Exposición de los temas, objetivos, estructura y convenciones del libro; es inseparable del texto y forma en
efecto su capítulo de apertura.

Listado de abreviaturas
Recoge símbolos u otros signos que contengan información especial y que permitan la comprensión del
texto. Puede incluirse aquí una fe de erratas, en la que se aclaren y corrijan los errores observados en la
edición del libro.

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CUERPO PRINCIPAL
Títulos de partes y de capítulos
Las partes y capítulos comienzan en una hoja en blanco, generalmente en un folio (número de página)
impar. Las partes se señalan con su título y se puede incluir algún detalle tipográfico. El resto del texto
sigue en la página impar a continuación, es decir, el reverso se deja en blanco. Al interior de los capítulos,
se señalan también los subtítulos con características tipográficas especiales (negritas, cursivas, etc.).

Cornisas, cabeceras o encabezado


Corresponden a la línea que aparece en el margen superior de las páginas con el título del libro, de parte,
capítulo, título de sección o cualquier otra referencia. Son un medio de localización y de navegación a lo
largo del libro, aunque pueden pasar desapercibidas durante el acto de lectura continuada. Se encuentra
combinada frecuentemente con el folio, con el que comparte una misma línea.

Citas y Notas
Algunos autores emplean con abundancia citas de otros autores, que, deben ser señaladas siempre,
indicando al lector de qué autor y obra se extrajo esa referencia. El lector necesita notar que existe un
cambio del texto principal a las citas, y continuar luego normalmente la lectura. Las citas pueden
señalarse en el texto con comillas o ubicándolas en un párrafo aparte, con sangría. Para indicar los datos
de la obra citada, se pueden utilizar notas al pie de página, pero también pueden reunirse al final del
capítulo o de la edición.

Folios
Numeración de las páginas de un libro. En general, se ubica fuera de la caja tipográfica (área principal de
impresión), al principio, al final o en los márgenes de la página.

Epígrafe
Texto que agrega datos sobre lo que se ve en una imagen (foto, ilustración, cuadro, etc.).

PÁGINAS FINALES
Glosario
Minidiccionario de la edición

Bibliografía
Lista de lecturas aconsejadas o de referencias utilizadas a lo largo del texto.

Colofón

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Al final del libro, se presenta una página para dejar mención de dónde y en qué fecha ha sido impreso.
Lleva el nombre del taller gráfico, la dirección del mismo y la fecha de edición. A veces, suelen agregarse
algunos datos referentes a circunstancias especiales de la ejecución.

MAS INFO
http://www.conabip.gob.ar/sites/default/files/partes_de_un_libro_0.pdf
https://www.youtube.com/watch?v=X3y9f7z0J-A&t=0s&list=PLUOV7aHGNS-
2cqiMFONqrRG7WaBUwy4rJ&index=9

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LEER en la Universidad
La lectura es una práctica social que realizamos cotidianamente. Leemos publicidades en la calle,
leemos ofertas en el supermercado, leemos el suplemento deportivo del diario, leemos en nuestras
redes sociales. A menudo nos encontramos con las más disímiles situaciones de lectura. Sin
embargo, en la universidad, la lectura académica demanda de ciertas estrategias específicas.

Leer implica, necesariamente, comprender el lenguaje escrito. En el proceso de lectura interviene


tanto el texto, su forma y su contenido, como el lector con sus expectativas y sus saberes previos.
Leer no sólo es decodificar el sistema de escritura (entender letras y sonidos). La lectura
comprensiva implica involucrarnos en una situación comunicativa desde nuestro propio bagaje
previo. Esta construcción, como todo proceso de aprendizaje, demanda tiempo, organización y
sistematización de las estrategias que perfeccionaremos a partir de este curso y en la medida que
avancemos en nuestros estudios universitarios.

La lectura comprensiva tiene por objeto la interpretación y comprensión critica del texto, es decir en
ella el lector no es un ente pasivo, sino activo en el proceso de la lectura, es decir que descodifica el
mensaje, lo interroga, lo analiza, lo critica, entre otras cosas.

Diversos autores proponen las siguientes ESTRATEGIAS al momento de enfrentar una lectura:

 Buscar un ambiente cómodo que facilite la concentración (sin ruidos, iluminados en lo


posible con luz natural, con buena ventilación, entre otros).
 Organizar el material y los tiempos de lectura según las necesidades de la materia y la
propia disponibilidad horaria. Trabajar con calendarios y agendas.
 Leer con anterioridad las guías de lectura indicadas por el docente o auto-formular
preguntas orientadoras que faciliten la lectura.
 Sistematizar las etapas de lectura para optimizar la comprensión y la producción de
materiales de estudio: esquemas, resúmenes y cuadros.
 Consultar diccionarios, enciclopedias o páginas especializadas de Internet1 para aclarar
dudas sobre el vocabulario o aspectos complementarios que permitan mejorar la
comprensión del texto.

En relación al listado precedente, vale realizar algunas consideraciones: en primer lugar, la


descripción de situaciones que se detallan no pretende ser concluyente; por el contrario, sólo
enuncia algunas estrategias “disparadoras” para ser tenidas en cuenta. En la medida en que el
estudiante universitario transite la experiencia lectora descubrirá modos que les son propios,
cómodos y que le resultan beneficiosos.

En segundo lugar, el listado refiere a distintos MOMENTOS DEL ACTO LECTOR, cuestión que es
interesante considerar puesto que la lectura implica cierta diferenciación de las estrategias puesta
en escena en cada uno de esos períodos. El siguiente gráfico sintetiza los diferentes momentos del
proceso de lectura ejemplificando con algunas habilidades y/o estrategias que pueden desarrollarse
en cada uno de ellos

1
El uso de Internet en el ámbito académico amerita una reflexión particular. Si bien es importante el uso de las
nuevas tecnologías en la actualidad, también hay que realizar una selección cuidadosa y crítica de los sitios a
emplear, puesto que no todos se sustentan en parámetros de comprobación académica
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Para ayudarnos en la comprensión, en general los textos nos brindan ciertas MARCAS
PARATEXTUALES, un conjunto de elementos visuales que rodean al texto. Reconocerlas y analizarlas
previamente a emprender la lectura porque:

 Nos da una idea aproximada del contenido del texto aun antes de leerlo
 Activa nuestras ideas previas
 Favorece la creación imágenes mentales que contribuyen a la memorización
 Nos ayuda a identificar la información más importante

Podemos clasificar el paratexto en icónico y verbal:

Mas info
https://www.youtube.com/watch?v=poL1-HEfdXU
https://comprensiondelectura7.wordpress.com/
http://contenidosdigitales.ulp.edu.ar/exe/tecnicasdeestudio/index.html
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ESCRIBIR EN LA UNIVERSIDAD

Escribir es un proceso fundamental en la comunicación de los seres humanos. A través de la


escritura, los individuos y grupos han registrado lo que consideran valioso, han instaurado normas y
creencias, y han expresado sus emociones e ideas, Para muchos, es el invento más grande de la
humanidad, que trasformó el modo en que nos comunicamos e interactuamos.

En la Universidad, leer y escribir textos académicos constituyen habilidades imprescindibles, a


través de las cuales gestionamos nuestra incorporación y permanencia en la comunidad académica.
El aprendizaje de la lectura y la escritura de los textos propios de la disciplina que estudiamos es una
tarea relevante, que requiere esfuerzo, tiempo y práctica, y que no ocurre de manera natural.
Asimismo, la evaluación de asignaturas y unidades en muchos casos se concreta a partir de la
redacción de diferentes textos o trabajos académicos. Por ello, ofrecemos estas herramientas para
facilitar su aprendizaje.

CARACTERÍSTICAS DE LOS TEXTOS ACADÉMICOS


Los textos académicos son medios de difusión del conocimiento científico. En todos los casos, se
siguen reglas específicas en su estructura, contenido y diagramación. Se caracterizan por:

 Uso del vocabulario especifico de la disciplina en cuestión, en lugar del lenguaje coloquial o
cotidiano,
 En general, se utiliza la voz pasiva, en vez de la primera persona del singular (por ejemplo, en
vez de “yo considero que”, se escribe “se considera que”), a fin de darle al texto un tono más
formal y objetivo.
 Se presta especial atención a la redacción y ortografía, solo se utilizan las abreviaturas
acordadas en la comunidad académica (Por ejemplo, se puede utilizar “O.N.U.” por
Organización de las Naciones Unidas, pero no “xq” en lugar de “porque”).
 Siempre se indican los materiales consultados, sean libros, revistas, periódicos, páginas
web, etc., referenciados de una manera específica a partir de normas ya acordadas por la
comunidad académica (Normas APA, por ejemplo). No está permitido reproducir frases o
párrafos de otras obras, sin indicar su procedencia.

1
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 Llevan una caratula informativa, con los datos del autor, el año, la institución y del trabajo en
sí mismo. Más adelante volveremos sobre esto.

TIPOS DE TEXTOS ACADÉMICOS


Según sus objetivos y complejidad, podemos mencionar diferentes tipos de textos académicos que
deberemos producir en la universidad:

Reseñas e informes de lectura: en estos textos, se solicita realizar una síntesis de una obra o parte de
ella, comentando sus principales aportes. En algunos casos, el docente provee una “Guía de lectura”
que debe seguirse en la redacción del trabajo.

Ensayos: es un texto que analiza, interpreta o evalúa un tema, desde una perspectiva personal,
expresa las ideas del autor, ordenadas coherentemente. En este caso, se sugiere el uso de la primera
persona del singular, ya que incluye reflexiones propias.

Informes: son textos que exponen de forma ordenada y coherente un tema específico, a partir de
diversas fuentes. Aunque no signifiquen aportes originales, debe incluirse una presentación o
introducción, que explique los alcances del trabajo y sus objetivos, y una conclusión o cierre, que
ofrezca algunas reflexiones.

Monografías: es un trabajo investigativo sobre un tema en particular, Se caracteriza por ser


resultado de una investigación a pequeña o mediana escala, mantener un rigor científico en lo que
respecta a su redacción y producción, y por ofrecer ideas originales puestas a consideración de la
comunidad científica.

Tesis e Informes de investigación: son textos producidos luego de un periodo prolongado de


investigación sobre un tema específico, llevado a cabo a partir de un Proyecto de Investigación
previamente redactado. Deben constituir aportes originales y sustanciales a uno o varios campos de
estudio.

ESTRUCTURA DE LOS TEXTOS ACADÉMICOS


En líneas generales, los textos académicos suelen compartir la misma estructura, con algunas
diferencias según la tipología a la que correspondan.

Introducción: el autor presenta el tema tratado en el texto, y hace su declaración de intenciones, para
que el lector se forme una idea del texto que tiene en las manos y puede decidir si le interesa o no, si
debe leerlo o no, si debe leerlo completo o no. Por lo general, esta parte es la última que se redacta, ya
que es la presentación de un producto ya terminado.

Cuerpo: aquí se desarrolla propiamente el tema, a partir de la información que se obtenido de las
distintas fuentes consultadas. No solo expone lo hallado en las fuentes, sino que trabaja esa
información, ya sea comparando posturas de distintos autores, mostrando sus propias opiniones,

2
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etcétera. Es aquí donde el lector podrá encontrar el desarrollo del núcleo argumental de la
exposición. Generalmente se ordena por partes o capítulos, ordenados lógicamente.

Cierre: se presentan las conclusiones a las que se ha arribado en el trabajo. Asimismo, pueden
incluirse recomendaciones, sugerencias, etcétera. En esta parte, se dejan sentados los resultados de
los análisis que se hayan hecho y es donde se destacan los conocimientos nuevos a los que se haya
llegado a través de la investigación realizada. Ya que esta parte representa, en alguna medida, un
balance de la investigación, podrían también dejarse abiertos nuevos temas que desarrollar en un
futuro.

¿CÓMO REDACTAR TEXTOS ACADÉMICOS?


ANTES

En primer lugar, se deben leer las consignas y las lecturas indicados por los docentes o recabadas
como fuentes. Luego podemos proceder a planificar la redacción del texto, es decir, tomar las
decisiones de contenido, orden de exposición y estilo. Esto permite ordenar las ideas y, por lo tanto,
también los conceptos que se desarrollarán. Es aquí donde sugerimos seleccionar el tema (si no ha
sido provisto por los docentes), el objetivo a cumplir, el tipo de género en el que se escribirá, el
destinatario del texto. Es bueno realizar un bosquejo con las partes que el trabajo tendrá y el
contenido resumido de cada una.

DURANTE

A partir de la estructura ya bosquejada, se comienza la escritura del texto, que implica un desarrollo
secuenciado de párrafos. Un párrafo es un conjunto de oraciones relacionadas entre sí que
desarrollan una idea, es decir, una unidad intermedia entre la frase y el texto. Debe poseer
coherencia, presentar información concreta al lector, con una extensión intermedia y una estructura
interna. Los textos universitarios se caracterizan por ser un espacio donde el autor se posiciona en
relación con una comunidad a la que se dirige. Se trata de una construcción colaborativa de
conocimiento nuevo, en la cual se recogen afirmaciones de otros autores para luego confrontarlas
con las propias, o tomarlas como aval. Luego de la redacción del desarrollo, se redactan la
introducción y el cierre.

DESPUÉS

La revisión del texto resulta fundamental ya que permite evaluar si el texto es comprensible
(coherente y cohesivo) y si cumple los objetivos planteados. También posibilita verificar que los
párrafos constituyan unidades de sentido, que la sintaxis sea la adecuada y correcta, que el estilo sea
cuidado y atractivo. Finalmente, se realizará una revisión de ortografía y presentación general. Aquí
también se redactan los epígrafes de las imágenes y cuadros, si los hubiera, y el apartado
bibliográfico, que indica las obras consultadas y citadas.

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PAUTAS FORMALES DE PRESENTACIÓN DE TEXTOS ACADÉMICOS


En la universidad existen pautas propias para la presentación de los Trabajos Académicos.

 En general, los trabajos deben estar escritos en computadora en procesador de texto tipo
Word (En la Facultad se encuentran a disposición la Sala de Computación para este fin).
 Las hojas deben estar impresas en simple faz, tamaño A4.
 Fuente (Letra): Arial, Calibri, Cambria, Times New Roman; tamaño 11 o 12 puntos; interlineado:
1,5 o 1,15; dos espacios en la separación entre párrafos, con sangría de un cm.; márgenes:
Normal (superior 2.5 cm; inferior 2.5 cm; derecho 3 cm; izquierdo 3 cm).
 Las páginas deben estar numeradas a partir de la primera (excepto la carátula). Cada
capítulo o sección (si los hay) comienza en una nueva página.
 En todos los casos, al final debe incluirse una Bibliografía, indicando todo el material
bibliográfico utilizado (libros, artículos de revistas, sitios de Internet, etc.), siguiendo las
normas de referenciación.
 En la Carátula se debe incluir:
1. Nombre de la institución
2. Departamento
3. Carrera
4. Cátedra
5. Equipo de Cátedra (opcional)
6. Datos del trabajo: Título / Tema
7. Nombre y Apellido del/ los estudiante/s que realiza/n el trabajo.
8. D.N.I. o Registro
9. Año

Ejemplo:
UNIVERSIDAD NACIONAL DE SAN JUAN
FACULTAD DE FILOSOFÍA HUMANIDADES Y ARTES
DEPARTAMENTO DE HISTORIA
PROFESORADO Y LICENCIATURA EN HISTORIA
CÁTEDRA: HISTORIA AMERICANA II

TRABAJO PRÁCTICO N° 2
EL PROBLEMA DE LA CAUSACIÓN

Yemina Chiafalá (N° Reg. 21.867)


Natalia Fernández (N° Reg. 21.489)
Nadia Rodríguez (N° Reg. 20.568)

-2005-

IMPORTANTE: Estas recomendaciones generales deben cotejarse con las indicaciones dadas por los
docentes de la cátedra para cada trabajo.

MAS INFO
https://www.youtube.com/watch?v=7BJdxMDMt04 y siguientes
https://sites.google.com/site/redaccionavanzada2013/

4
¿Cómo hacer una monografía?
Por Universidad de las Américas Puebla — 25 marzo de 2013
Recuperado de: http://blog.udlap.mx/blog/2013/03/monografia/

Definición
Por sus raíces griegas (“mono”, uno, y “graphos”, estudio), se refiere al estudio de un tema
específico. En una extensión regular de 30 a 50 cuartillas, aborda un asunto que ha sido
investigado con cierta sistematicidad; por lo general, es producto de un trabajo de
investigación documental que únicamente da cuenta de la información recabada. Se puede
presentar como un trabajo argumentativo, expositivo, explicativo o descriptivo.

Función en el medio académico


Una monografía es la mejor opción para desarrollar la capacidad de buscar información de
calidad, saber analizarla y organizarla con el fin de lograr la comprensión de un tema delimitado
de forma precisa. Supone un ejercicio mental ya que implica un recuento de conocimientos
propios, a partir de los cuales comienza la compilación de información.

Estructura
Las partes de una monografía son las siguientes: portada, dedicatoria o agradecimientos
(opcionales), índice general, prólogo (si se requiere), introducción, cuerpo del trabajo,
conclusiones, apéndices o anexos y bibliografía. Ahora mencionamos de qué consta cada parte.

Portada: en ella se enuncian de manera ordenada el título de la monografía, el cual debe


“reflejar el objetivo de la investigación, el nombre del autor, el nombre del asesor, la materia,
la institución, el lugar y la fecha.
Dedicatoria o agradecimientos: si se desea, se puede agregar una hoja que funcione para
dedicar el trabajo a alguien especial o para agradecer a una persona o a varias por su
colaboración en la realización de la monografía.
Índice general: en él se enlistan los subtítulos presentes en el trabajo y se asigna a cada uno la
página en la que se encuentra. También se pueden agregar índices específicos de los recursos
empleados como tablas, ilustraciones, gráficas, apéndices, etc.
Prólogo: en una hoja aparte, la escribe el autor o alguien más. No es indispensable, pero en
éste el alumno tiene la posibilidad de presentar los motivos que lo llevaron a elegir el tema, los
problemas que tuvo mientras llevaba a cabo la investigación y algunas cuestiones personales
relacionadas con su trabajo (Ander-Egg y Valle, 105).
Introducción: en una extensión de 2 ó 3 páginas se plantea el tema, la problemática a exponer
y su relevancia, el objetivo específico del trabajo y los objetivos particulares (si es que hay).
También se pueden mencionar, a manera de síntesis, las secciones del trabajo como una guía
para el lector y se pueden destacar algunos autores citados continuamente en el texto. Cabe
destacar dentro de este apartado el alcance de la investigación para que se conozcan desde un
principio los límites de la monografía. Como último paso dentro de la introducción, es
importante describir los métodos utilizados para llevar a cabo la indagación del problema.
Cuerpo del trabajo: se organiza en capítulos o secciones que deben llevar un orden preciso. Se
pasa de lo general a lo particular de forma progresiva en la exposición de la evaluación y
presentación de los datos. Es de gran importancia relacionar lógicamente cada subtema de la
monografía con el fin de unificar la investigación. Hay que tener en cuenta que los aspectos
fundamentales de cada capítulo son “los hechos, su análisis y su interpretación, presentándolos
en forma de texto, cuadros, gráficos, ilustraciones, etc.” (Ander-Egg y Valle, 108).
Conclusiones: se realiza un recuento de las ideas principales tratadas en el trabajo y se
expresan algunas opiniones derivadas de la reflexión y análisis del tema, las cuales pueden ser
útiles para demostrar que se lograron los objetivos planteados en el inicio: “Las conclusiones
constituyen las respuestas encontradas al problema planteado en la introducción” (Temporetti,
citado en Fabris, 3).
Apéndices o anexos: no siempre se deben considerar en una monografía, sin embargo, son
materiales de apoyo para profundizar en el tema. Los apéndices tienen la función de
conceptualizar temas relacionados indirectamente con la investigación central de tal manera
que la pueden complementar, mientras que los anexos son tablas, gráficas, cuadros, etc. Que
respaldan algunas afirmaciones hechas en el cuerpo del trabajo (Espino Vargas y Jurado
Fernández, 4).
Notas al pie: se pueden utilizar cuando es necesario añadir algún comentario, definición o dato
relevante que no embona dentro del texto pero que puede servir de apoyo para el lector.
Bibliografía: se enlistan todas las fuentes de información empleadas. Es primordial poner la
información completa de cada fuente de acuerdo al estilo que se esté utilizando (APA, MLA,
etc.). Se recomienda organizarlas alfabéticamente.
Cabe destacar que en algunos casos se pide una hoja de aprobación de la monografía y un
abstract o resumen al inicio del trabajo.

Pasos para la elaboración de una monografía:


1. Selección y delimitación del tema.
2. Elaboración de una estructura tentativa del trabajo.
3. Búsqueda y recolección de información.
4. Depuración de información de acuerdo a la estructura tentativa.
5. Reorganización de la estructura si se adquirió un nuevo enfoque en el paso anterior.
6. Elaboración de un borrador parcial o total.
7. Corrección de la monografía de acuerdo a las partes que debe llevar.
8. Revisión del trabajo poniendo especial atención en las citas bibliográficas.
9. Edición de la revisión preliminar para presentación al asesor.
10. Elaboración de la versión final.
CentrodeEscritura
Javeriano

2. Citas
Una cita es la expresión parcial de ideas o afirmaciones incluidas en un texto con referencia precisa
de su origen o fuente y la consignación dentro de la estructura del texto. En el estilo APA se utili-
zan paréntesis dentro del texto en lugar de notas al pie de página o al final del texto, como en otros
estilos. La cita ofrece información sobre el autor y año de publicación, que conduce al lector a las
referencias que se deben consignar al final del documento. Básicamente hay dos formas de realizar
una cita dependiendo de lo que se quiera enfatizar con ella. En el primer caso, se hace un énfasis al
autor cuando lo que se quiere citar o resaltar es el pensamiento o la posición específica de alguien
sobre algún tema. Por otra parte, en las citas basadas en el texto, se quiere hacer referencia a una
frase o teoría específica en la que el autor tiene un papel secundario. De la misma manera, la cita se
puede realizar de manera de manera textual o parafraseada para lo cual es relevante el número de
palabras citadas para configurar la cita, como se verá a continuación.

2.1 Cita textual


Una cita es textual cuando se extraen fragmentos o ideas textuales de un texto. Las palabras o frases
omitidas se reemplazan con puntos suspensivos (...). Para este tipo de cita es necesario incluir el
apellido del autor, el año de la publicación y la página en la cual está el texto extraído. El formato de
la cita variará según el énfasis -en el autor o en el texto-.

2.1.1 Citas de menos de 40 palabras


Cuando la cita tiene menos de 40 palabras se escribe inmersa en el texto, entre comillas y sin cursi-
va . Se escribe punto despues de finalizar la cita y todos los datos.

Cita basada en el autor


Referencia al autor al inicio de la cita Frase textual entre comillas

Año En ese momento, si algo sucede a un electrón, se transmite inmed ia-


Texto
Apellido ta mente al otro porque sus funciones de onda están conectadas por un h ilo
inv isible. Kaku (2009) afirma: “Esto significa que, en cierto sentido, lo que nos
ocurre a nosotros afecta de manera instantánea a cosas en lejanos confines del
Cita universo, (...). En cierto sentido hay una madeja de entrelazamiento que co-
necta confines lejanos del universo, incluyéndonos a nosotros” (p.90). Cu an-
do las partículas tienen esta relación, se dice que están entrelazadas meca no- Texto
cuánticamente, el concepto de que partículas tienen una conexión profu nda
que las vincula.
Página Punto
5
CentrodeEscritura
Javeriano

Cita basada en el texto

Frase textual entre comillas

En ese momento, si algo sucede a un electrón, se transmite inmedi ata- Texto


mente al otro porque sus funciones de onda están conectadas por un hilo i nvi-
sible. “Esto significa que, en cierto sentido, lo que nos ocurre a nosotros afecta
de manera instantánea a cosas en lejanos confines del universo, ... En cierto
Cita
sentido hay una madeja de entrelazamiento que conecta confines lejanos del
universo, incluyéndonos a nosotros” (Kaku, 2009, p.90). Cuando las part ícu-
las tienen esta relación, se dice que están entrelazadas mecanocuánticame nte, Texto
el concepto de que partículas tienen una conexión profunda que las vinc ula.
Apellido Año Página
Punto

Datos al final de la frase citada

2.1.2 Cita de más de 40 palabras


Las citas que tienen más de 40 palabras se escriben aparte del texto, con sangría, sin comillas y sin
cursiva. Al final de la cita se coloca el punto antes de los datos -recuerde que en las citas con me-
nos de 40 palabras el punto se pone después-. De igual forma, la organización de los datos puede
variar según donde se ponga el énfasis, al igual que en el caso anterior.

Cita basada en el texto


En ese momento, si algo sucede a un electrón, se transmite inmediatamen-
te al otro porque sus funciones de onda están conectadas por un hilo invisible.

Esto significa que, en cierto sentido, lo que nos ocurre a nosotros afecta de
manera instantánea a cosas en lejanos confines del universo, puesto que
nuestras funciones de onda probablemente estuvieron entrelazadas en el
Cita
comienzo del tiempo. En cierto sentido hay una madeja de entrelazamien-
to que conecta confines lejanos del universo, incluyéndonos a nosotros.
(Kaku, 2009, p.90) Punto

Cuando las partículas tienen esta relación, se dice que están entrelazadas
mecanocuánticamente, el concepto de que partículas tienen una conexión pro-
funda que las vincula.
Apellido Año Página Datos al final de la frase citada

6
CentrodeEscritura
Javeriano

Cita basada en el autor

Referencia al autor al principio de la cita


En ese momento, si algo sucede a un electrón, se transmite inm edia-
tamente al otro porque sus funciones de onda están conectadas por un hilo Texto
invisible. Kaku (2009) afirma:
Apellido Año
Esto significa que, en cierto sentido, lo que nos ocurre a nosotros
afecta de manera instantánea a cosas en lejanos confines del univer-
so, puesto que nuestras funciones de onda probablemente estuvieron
Cita
entrelazadas en el comienzo del tiempo. En cierto sentido hay una
madeja de entrelazamiento que conecta confines lejanos del universo,
incluyéndonos a nosotros. (p.90)
Punto Página
Cuando las partículas tienen esta relación, se dice que están ent relaz a-
das mecanocuánticamente, el concepto de que partículas tienen una onexiónTexto
profunda que las vincula.

2.2 Cita de parafraseo


En la cita de parafraseo se utilizan las ideas de un autor, pero en palabras propias del escritor. En
esta cita es necesario incluir el apellido del autor y el año de la publicación. Así mismo puede va-
riar de acuerdo al énfasis que se haga. Una cita de parafraseo del ejemplo anterior podría ser:

Cita basada en el texto

En ese momento, si algo sucede a un electrón, se transmite inmediatam nte al


Texto
otro porque sus funciones de onda están conectadas por un hilo invisible. Así,
las cosas que que nos afectan pueden tener repecusiones en otros sitios del
Cita universo porque hay un entrelazamiento que conecta nuestras funciones de
onda en sus confines lejanos (Kaku, 2009).Cuando las partículas tienen e sta
relación, se dice que están entrelazadas mecanocuánticamente, el concept o de Texto
que partículas tienen una conexión profunda que las vincula.

Punto
Apellido Año

Datos al final de la frase parafraseada

7
CentrodeEscritura
Javeriano

Cita basada en el autor

Referencia al autor al inicio de la cita

Año

En ese momento, si algo sucede a un electrón, se transmite inme dia-


Apellido Texto
tamente al otro porque sus funciones de onda están conectadas por un h ilo
invisible. Kaku (2009) refiere que las cosas que nos afectan pueden tener
Cita repercusiones en otros sitios del universo porque hay un entrelazamiento
que conecta nuestras funciones de onda en sus confines lejanos. Cuando l as
partículas tienen esta relación, se dice que están entrelazadas mecanocuá nti- Texto
camente, el concepto de que las partículas tienen una conexión profunda que
las vincula.

NOTA: La Biblia y el Corán, y las comunicciones personales se citan dentro del texto pero no se
incluyen en la lista de referencias.

2.3 Reglas según número de autores

Dos autores
Cuando son dos autores sus apellidos van separados por “y”, si se publica en inglés por “&”.

- Rosenblum y Kuttner (2010) afirman que es posible (...).


- (...) es necesario hacer esas consideraciones (Rosembum y Kuttner, 2010).

Tres a cinco autores

Cuando son de tres a cinco autores, la primera vez que se citan se indican los apellidos de todos.
Posteriormente se cita solo el primero y se agrega et al, seguido de punto (et al.).

-Reimers, Mckemmish, McKenzie y Mark (2009) aseguran que se ha podido evidenciar en varios
experimentos (...). Reimers et al. (2009) refieren que es importante (...)

-Se ha podio evidenciar esa circunstancia en varios experimentos (Reimers, Mckemmish, McKen-
zie y Mark, 2009). (...) sin embargo no se plantean otros caminos posibles (Reimers et al., 2009).

8
CentrodeEscritura
Javeriano

Seis o más autores


Cuando son seis o más autores se cita el apellido del primero seguido de et al. desde la primera
citación.

- Hameroff et al. (2006) afirma que los microtúbulos (...)


- (...) la coherencia cuántica produciría la consciencia (Hamerroff, et al., 2006).

Autor corporativo
En el caso de que sea un autor corporativo se coloca el nombre de la organización en vez del apelli-
do. La primera vez se cita el nombre completo y entre el paréntesis se indica la sigla. En adelante, se
cita solamente con la sigla.

Según la Policía Nacional (PONAL, 2010)... , los homicidios (Policía Nacional [PONAL], 2010).

Anónimo
Cuando el autor es anónimo, en vez del apellido se coloca la palabra “Anónimo” y se tienen en
cuenta todas las reglas anteriores.

Cita de una cita

Se realiza cita de una cita cuando se tiene acceso a una fuente de información a través de otra. Por
ejemplo, si se está leyendo un libro de Stephen Hawking y este cita una opinión o afirmación de
Roger Penrose se cita:

Penrose (como se citó en Hawking, 2010) piensa que las matemáticas (...)

Notas:
Cuando se realizan párrafos que amplían o explican lo desarrollado en el texto, estos se deben
marcar con un índice( 1) y ubicar al final de la página o después de las referencias bibliográficas
con el título “Notas”.

9
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3. Referencias
Las referencias son un listado con la información completa de las fuentes citadas en el texto, que
permite identificarlas y localizarlas para cerciorarse de la información contenida allí o comple-
mentarla, en caso de ser necesario.

¿Cuál es la diferencia entre la lista de referencias y la bibliografía?


En la lista de referencias, el autor incluye solo aquellas fuentes que utilizó en su trabajo. En este
sentido, “una lista de referencias cita trabajos que apoyan específicamente a un artículo en parti-
cular. En contraste, una bibliografía cita trabajos que sirvieron de fundamento o son útiles para
una lectura posterior, y puede incluir notas descriptivas”. (American Psychological Asociation,
2002, p. 223). En el estilo APA se usan las referencias.

¡Importante!
Todos los autores citados en el cuerpo de un texto o trabajo deben coincidir con la lista de re-
ferencias del final, nunca debe referenciarse un autor que no haya sido citado en el texto y
viceversa. La lista de referencias se organiza en orden alfabético y cada una debe tener sangría
francesa. Para la referenciación de números o volúmenes de alguna publicación es necesario usar
números arábigos y no romanos.

Damasio, A. (2000). Sentir lo que sucede: cuerpo y emoción en la fábrica de la consciencia.


Santiago de Chile: Editorial Andrés Bello.

Sangría francesa

Tuszynsky, J., Brown, J., Crawford, E., Carpenter, E., Nip, M., Dicon, J., y otros. (2005). Molecular
dynamics simulations of tubulin structure and calculations of electrostatic properties of
microtubules. Mathematical and Computer Modelling, 41(10), 1055-1070.
Sangría francesa
Volumen Número

10
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3.1. Libro

Cada libro en las primeras páginas trae una identificación que provee toda la informa-
ción necesaria para realizar la referencia bibliográfica. La página que usted encontrará
será similar a estas:

Presente edición

Autor

En este caso el nombre del libro se


encuentra en la portada
Nombre del Libro (También en la portada)

Presente Edición

Autor Editorial
Editorial Ciudad Ciudad

Forma básica

Apellido, A. A. (Año). Título. Lugar de publicación: Editorial.

Ynduráin, F. J. (2006). Electrones, neutrinos y quarks. Barcelona, España: Crítica.


Apellido Título en cursiva Ciudad y País Editorial
Iniciales del nombre

11
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Libro con autor

Apellido, A. A. (Año). Título. Ciudad, País: Editorial.

Crick, F. (1994). La búsqueda científica del alma. Madrid, España: Debate.

Libro con editor (los capítulos son escritos por diferentes autores)
Apellido, A. A. (Ed.). (Año). Título. Ciudad, País: Editorial.

Wilber, K. (Ed.). (1997). El paradigma holográfico. Barcelona, España: Editorial Kairós

Libro en versión electrónica

Online
Apellido, A. A. (Año). Título. Recuperado de http://www.xxxxxx.xxx

De Jesús Domínguez, J. (1887). La autonomía administrativa en Puerto Rico. Recuperado


de http://memory.loc.gov/

DOI (Digital Object Identifier)


Apellido, A. A. (Año). Título. doi: xx.xxxxxxxx
Montero, M. y Sonn, C. C. (Eds.). (2009). Psychology of Liberation: Theory and
applications. doi: 10.1007/ 978-0-387-85784-8

Capítulo de un libro
Se referencia un capítulo de un libro cuando el libro es con editor, es decir, que el libro consta de
capítulos escritos por diferentes autores.

Apellido, A. A., y Apellido, B. B. (Año). Título del capítulo o la entrada. En A. A.


Apellido. (Ed.), Título del libro (pp. xx-xx). Ciudad, País: Editorial.

Molina, V. (2008). “… es que los estudiantes no leen ni escriben”: El reto de la lectura y la escri
tura en la Pontificia Universidad Javeriana de Cali. En H. Mondragón (Ed.), Leer, com-
prender, debatir, escribir. Escritura de artículos científicos por profesores universitarios (pp.
53-62). Cali, Valle del Cauca: Sello Editorial Javeriano.

12
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3.2. Publicaciones periódicas

3.2.1 Artículos científicos (Journal)


La información para realizar la referencia de un artículo se puede encontrar en alguna de estas
formas:

Nombre de la Volumen Año Páginas


revista

Título del
artículo
Autores

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Título del artículo

Autores

Páginas
Año Número
Nombre de la revista Volumen

14
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Forma básica

Apellido, A. A., Apellido, B. B., y Apellido, C. C. (Fecha). Título del artículo. Nombre de la revista,
volumen(número), pp-pp.

Título del artículo


Autores separados por coma y en el último se
pone “y”. Año

Cifra, M., Pokorný, J., Havelka, D., y Kucera, O. (2010). Electric field generated by axial
longitudinal vibration modes of microtubule. Bio Systems, 100(2), 122-31. Páginas

Nombre de la revista Número


(En cursiva) Volumen
en cursiva

Artículo con DOI


DOI (Digital Object Identifier), Identificación de material digital, es un código único que
tienen algunos artículos extraids de bases de datos en la web. Cuando el artículo tiene
DOI se omite la URL y la fecha de recuperación del artículo.

DOI

15
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Apellido, A. A., Apellido, B. B., y Apellidos, C. C. (Fecha). Título del artículo. Nombre de la revis-
ta, volumen(número), pp-pp. doi: xx.xxxxxxx
Bezuidenhout, A. (2006). Consciousness and Language (review). Language, 82(4), 930-
934. doi: 10.1353/lan.2006.0184

Artículo sin DOI


Artículo impreso
Apellido, A. A. (Año). Título del artículo. Nombre de la revista, volumen(número), pp-pp.

Fields, D. (2007). Más allá de la teoría neuronal. Mente y Cerebro, (24), 12-17.

Artículo online
Apellido, A. A. (Año). Título del artículo. Nombre de la revista, volumen(número), pp-pp. Recu-
perado de
Mota de Cabrera, C. (2006). El rol de la escritura dentro del currículo de la enseñanza y
aprendizaje del inglés como segunda lengua (esl/efl): Una perspectiva histórica. Ac-
ción Pedagógica, 15(1), 56-63. Recuperado de http://www.saber. ula.ve/accionpe/

Variación de acuerdo a los autores

Un autor
Apellido, A. A. (Fecha). Título del artículo. Nombre de la revista, volúmen(número), pp-pp.

Tarlaci, S. (2010). A Historical View of the Relation Between Quantum Mechanics and
the Brain : A Neuroquantologic Perspective. NeuroQuantology, 8(2), 120-136.

De dos a siete autores


Se listan todos los autores separados por coma y en el último se escribe “y”.

Karuppath, N., y Panajikunnath, A. (2010). Quantum Nonlocality , Einstein – Podolsky


– Rosen Argument , and Consciousness. NeuroQuantology, 8(2), 231-236.

Tuszynski, J., Sataric, M., Portet, S., y Dixon, J. (2005). Physical interpretation of micro
tubule self-organization in gravitational fields. Physics Letters A, 340(1-4), 175-180.

16
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Ocho o más autores

Se listan los primeros seis autores, se ponen puntos supensivos y se lista el último autor.

Wolchik, S. A., West, S. G., Sandler, I. N., Tein, J.-Y., Coatsworth, D., Lengua, L.,...Griffin,
W. A. (2000). An experimental evaluation of theory-based mother and mother-child pro-
grams for children of divorce. Journal of Consulting and Clinical Psychology, 68, 843-856.

3.2.2 Periódico
Forma básica
Apellido A. A. (Fecha). Título del artículo. Nombre del periódico, pp-pp.

Impreso

Con autor

Manrique Grisales, J. (14 de noviembre de 2010). La bestia que se tragó Armero.


El Espectador, pp. 16-17.

Sin autor

Drogas genéricas. (25 de septiembre de 2010). El Tiempo, p. 15.

Nombre del artículo Nombre del periódico

Online

Apellido, A. A. (Fecha). Título del artículo. Nombre del periódico. Recuperado de

Bonet, E. (2 de febrero de 2011). Miles de personas oran en la plaza Tahrir de El Cairo.


El Tiempo. Recuperado de http://www.eltiempo.com/

17
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3.2.3 Artículo de revista (Magazzine)


Impreso
Apellido, A. A. (Fecha). Título del artículo. Nombre de la revista. Volumen(Número), pp-pp.

Newman, V. (13 de noviembre de 2010). La información: ¿en la urna de cristal?. Semana,


(15), p. 10.

Online
Apellido, A. A. (año, mes, día). Título del artículo. Nombre de la revista. Recuperado de

Coronell, d. (2011, 29 de enero). Una decisión contraevidente. Semana. Recuperado de


http://www.semana.com/

Nota: Se debe incluir el mes y el año para las revistas que tienen publicaciones mensuales. En el
caso de que la publicación sea diaria o semanal se incluye el día.

3.2.4 Otros tipos de texto

3.2.4.1 Informes

Autor corporativo, informe gubernamental

Nombre de la organización. (Año). Título del informe (Número de la publicación). Recuperado de


http://www.xxxxxx.xxx

Ministerio de la Protección Social. (1994). Informe científico de casos de fiebra amarilla en el


departamento del Meta. Recuperado de http://www.minproteccionsocial.gov.co/

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3.2.4.2 Simposios y conferencias

Autor, A., & Autor, A. (Fecha). Título de la ponencia. En A. Apellido del presidente del con
greso (Presidencia), Título del simposio o congreso. Simposio o conferencia llevado a
cabo en el congreso Nombre de la organización, Lugar.

Manrique, D., & Aponte, L. (Junio de 2011). Evolución en el estudio y conceptualización


de la consciencia. En H. Castillo (Presidencia), El psicoanálisis en Latinoa-
mérica. Simposio llevado a cobo en el XXXIII Congreso Iberoamericano de
Psicología, Medellín, Colombia.

3.2.4.3 Tesis y trabajos de grado

Autor, A., & Autor, A. (Año). Título de la tesis (Tesis de pregrado, maestria o doctoral). Nombre
de la institución, Lugar.

Aponte, L, & Cardona, C. (2009). Educación ambiental y evaluación de la densidad


poblacional para la conservación de los cóndores reintroducidos en el Parque
Nacional Natural Los Nevados y su zona amortiguadora (tesis de pregrado).
Universidad de Caldas, Manizales, Colombia.

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3.2.3. Material electrónico

3.2.3.1 Referencia de páginas en el world wide web


Apellido, A. A. (Fecha). Título de la página. Lugar de publicación: Casa publicadora. dirección de
donde se extrajo el documento (URL).

Argosy Medical Animation. (2007-2009). Visible body: Discover human anatomy. New
York, EU.: Argosy Publishing. Recuperado de http://www.visiblebody.com

3.2.3.2 CD ROM
Apellido, A. (Año de publicación). Título de la obra (edición) [Medio utilizado]. Lugar de publica-
ción: Casa publicadora.

Johnson, M. (2006). Human biology : concepts and current issues (3rd ed.) [CD-ROM].
San Francisco: Pearson Benjamin Cummings.

3.2.3.3 Enciclopedia en línea

Apellido, A. (Año) Título del artículo. Título de la enciclopedia [Medio utilizado]. Lugar de publi-
cación: Casa publicadora, URL

Widlife Conservation. (1999-2000). Encyclopaedia Britannica [versión electrónica]. New


York, EU: Encyclopaedia Britannica Inc., http://britannica.com

3.2.3.4 Una película o cinta cinematográfica


Apellido del productor, A. (productor) y Apellido del director, A. (director). (Año). Nombre de la
película [cinta cinematográfica]. País: productora.
Sher, S., Shamberg, M., Devito, D. (productores) y LaGravenese, R. (director). (2007).
Escritores de Libertad [Cinta cinematográfica]. EU.: Paramount Home
Entertaiment.

20
CentrodeEscritura
Javeriano

3.2.3.5 Serie de televisión


Apellido del productor, A. (productor). (Año). Nombre de la serie [serie de televisión]. Lugar:
Productora.

Baker, J. (Productor). (2006). One tree hill. [serie de televisión]. Hollywood, EU.:
Twentieth Century Fox.

3.2.3.6 Video
Apellido del productor, A. (Productor). (Año). Nombre de la serie [Fuente]. Lugar.

History Channel. (Productor). (2006). El Universo, segunda temporada [DVD]. De


http://www.history.com/

3.2.3.7 Podcast
Apellido, A. (Fecha). Título del podcast [Audio podcast]. Recuperado de htpp://xxxx

Van Nuys, D. (Productor). (19 de diciembre de 2007). Shrink rap radio [Audio en podcast].
Recuperado de htpp://www.shrinkradio.com/

3.2.3.8 Blogs
Apellido, A. (Fecha). Título del post [Mensaje en un blog]. Recuperado de htpp://xxxx

PZ Myers. (22 de enero de 2007). The unfortunate prerequisites and consequences of par
tutioning your mind [Mensaje en un blog]. Recuperado de http://science-
blogs.com/ pharyngula/2007/01/the_unfortunate_prerequisites.php

3.2.3.9 Grabación de música


Apellido, A. (Fecha de la propiedad literaria). Título de la canción. En título del álbum. [Medio de
grabación: disco compacto, casete, etc.]. Lugar: Productora.

Nota: En la cita, al lado del año se pone el número de la pista.

Red Hot Chili Peppers. (1999). Otherside. En Californication [CD]. Los Angeles, EU.:
Warner Bros Records.

21
3.2.3.9 Fotografías
[Fotografía de Nombre y Apellido del fotógrafo]. (Lugar. Año). Nombre de la colección.Ubica-
ción.
[Fotografía de Daniel Manrique]. (Valle del Cauca. 1920). Archivos fotográficos del Valle.
Biblioteca Departamental Jorge Garcés Borrero, Cali, Valle del Cauca.

22
UNJS – FFHA - Coordinación General de Ingreso – Historia
Prof. Yemina Chiafalá

TOMA DE APUNTES
Esta es una de las habilidades más importantes a adquirir en el trayecto universitario. Tomar apuntes
en las clases nos permite:

 Mantener la concentración en periodos más largos de tiempo


 Identificar los puntos más importantes de la clase
 Comparar notas con los compañeros
 Recordar con mayor facilidad en el momento de estudiar

Para tomar notas o apuntes de manera eficaz, es necesario


tener en cuenta ciertas cualidades en la comprensión de lo
que oímos. En primer lugar, es necesario prestar atención y
tener una disposición positiva y cooperativa, manteniendo
activamente la concentración. En cierto sentido, escuchar
implica “detener” momentáneamente nuestros propios
pensamientos, a fin de comprender y seleccionar lo
sustancial del contenido que se está trabajando, tanto por los docentes como por otros compañeros.
La concentración es fundamental, por eso bueno sentarnos adelante y “sumergirnos” en la clase
evitando las distracciones (celular, charlas con compañeros, salidas innecesarias, etc.).

Escuchamos para:

 Comprender lo que otro quiere decir


 Identificar los conceptos claves y las ideas principales de lo que está diciendo
 Crear imágenes mentales sobre lo que dice
 Anticipar lo que dirá a continuación

Tomar apuntes de una clase implica escuchar reflexionando y siguiendo mentalmente el orden
expositivo del tema: título, qué se pretende probar, aspectos bajo los cuales se aborda el tema, pasos
que se aproximan al objetivo propuesto, conclusión final y consecuencias que se derivan, etc. En esta
escucha reflexiva es decisivo no perder el hilo expositivo, por lo que se debe atender bien a los
mecanismos y nexos que hay entre una cuestión y la que sigue dentro de un mismo tema. Para
lograrlo, debemos estar atentos a expresiones significativas que se incluyen en las exposiciones,
como, por ejemplo: “en primer lugar…”, “es importante…”, “en una palabra...” “concluyendo…”, que
indican la intención de introducir, explicar, sintetizar y aclarar ideas básicas. Por eso se debe poner
especial atención tanto al comienzo como al final de la exposición, ya que la síntesis con que suele
iniciarse cualquier tema facilita la comprensión y ofrece una valiosísima idea general. Y, por otra
parte, la síntesis con que se concluye no es menos interesante, ya que suele ser más detallada y
completa, y donde se concentra lo más rico e interesante de cuanto se ha dicho.

Tomar apuntes exige que seleccionemos lo que vamos a escribir, ya que no podremos registrar todo
lo que el profesor dice. Ello implica identificar lo más importante, dejando de lado anécdotas,
ejemplos u otros elementos accesorios. En el registro podemos incluir conceptos, datos, frases,
esquemas y dibujos, ordenando el contenido de manera clara para que luego sea útil en el repaso.
También es posible crear un sistema de abreviaciones propio, que agilice la escritura.
UNJS – FFHA - Coordinación General de Ingreso – Historia
Prof. Yemina Chiafalá

Aunque no existe una única forma para tomar apuntes, podemos anotar algunas recomendaciones,
que deben ajustarse al propio estilo de cada alumno y a sus necesidades específicas:

 Antes de la clase, es muy productivo explorar brevemente el tema que se va a dar, para tener
una idea previa de sus características o partes.
 Utilizar un anotador o cuaderno en vez de hojas sueltas. En caso de usar hojas, numerarlas.
 Escribir de manera legible (que se pueda entender posteriormente).
 Al comienzo de la página, registrar la materia, el nombre del docente, la fecha y el tema de la
clase.
 Incluir lo que el docente escribe o esquematiza en la pizarra.
 Utilizar abreviaciones y símbolos para agilizar la escritura.
 Usar el sistema: escuchar – pensar– escribir.
 Registrar las sugerencias del docente en cuanto a bibliografía, recursos digitales, etc.
 Anotar todos los datos sobre las evaluaciones (día y horario, aula, contenidos, criterios, etc.).
 Dejar espacios para completar con las lecturas posteriores, preguntas y dudas a saldar en
consulta, reflexiones individuales o grupales.
 Revisar cada día lo escrito para reafirmar contenidos e identificar dudas.

Aunque la forma de tomar apuntes es muy personal, es


bueno conocer algunos métodos de probada eficacia.
Entre ellos mencionados el MÉTODO CORNELL. Se
divide la hoja en 3 secciones: la columna derecha
corresponde al área general donde se toma Notas de
los contenidos más importantes que el profesor va
explicando durante la clase. El área izquierda sirve
para ir escribiendo Ideas, con preguntas, dudas, ideas y
conceptos principales, y relaciones con otros
contenidos. Esta sección puede desarrollarse durante
la propia clase o al final de la misma. El área inferior
debe dejarse en blanco durante la clase, ya que está
pensada para hacer un Resumen cuando estemos
repasando/estudiando. En este momento, no
tendremos la presión de seguir el ritmo de la clase y
escribir rápido, por lo que podemos reflexionar sobre
lo aprendido.

Acciones

 Evalúa tu método actual de toma de apuntes tanto en casa como en clase


 Usa una estrategia de toma de apuntes que te resulte atractiva
 Aprovecha las ventajas que te ofrecen las tecnologías para crear distintos tipos de apuntes
 Escucha a los expertos y ajusta tu rutina de estudio

Mas info

https://www.youtube.com/watch?v=nrx1-WAEaRc
https://www.youtube.com/watch?v=9Lx0SjTSEeA

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