Cuadernillo Historia
Cuadernillo Historia
Cuadernillo Historia
EQUIPO DOCENTE
Leer en la Universidad. Las partes del libro. La lectura y el título: lectura comprensiva.
El buen lector.
Bibliografía
Casany, D., Luna, D., Sanz, S. (1994). Enseñar lengua. Barcelona: Paidós
Centro de Escritura Javeriano. (2019). Normas APA, sexta edición. Cali, Colombia:
Pontificia Universidad Javeriana. Recuperado de:
https://www.javerianacali.edu.co/centro-escritura/recursos/manual-de-normas-apa
CIDAE. Introducción a la Historia. En Geografía e historia 4° ESO. Recuperado de:
http://recursostic.educacion.es/secundaria/edad/4esohistoria/quincena1/imagenes1/quin
cena1_texto.pdf
(2009) Las caras de Clío: Una introducción a la historia. Madrid: siglo XXI
Leyes:
Ley Micaela de capacitación obligatoria en género para todas las personas que integran
los tres poderes del Estado, N° 27499
1
La enseñanza dentro de las facultades se organiza a partir de Departamentos, conducidos
por un Director y un Subdirector de Departamento. Actualmente, el Departamento de
Historia es dirigido por la Magister Alejandra Biral y la Licenciada Carolina Olivares.
Página de la Universidad: http://www.unsj.edu.ar/
Página de la Facultad: http://www.ffha.unsj.edu.ar/
A continuación, presentamos un organigrama que muestra la estructura de cada Facultad.
2
Actualmente ocupa este cargo el Lic. Javier Gil, Su oficina se encuentra en la Planta Baja de
la Facultad, cerca de la Mesa de Entradas. Tel: (0264) 422-2643. Interno: 119. Correo:
sae@ffha.unsj.edu.ar.
DEPARTAMENTO ALUMNOS: tiene como misión entender en el registro, certificación y
custodia de la documentación resultante de la actividad de capacitación y estudio de los
alumnos de la Facultad. Sus funciones son:
1. Efectuar todas las tareas concernientes a inscripción y registro de alumnos.
2. Efectuar las acciones que deriven de la aplicación del reglamento académico y demás
normativa vigente sobre alumnos.
3. Efectuar la preparación, gestión, custodia y conservación de las actas de exámenes y demás
documentación que por su naturaleza así lo requiera.
4. Efectuar la habilitación y mantenimiento de la ficha individual y legajo personal del alumno,
como así también, las tareas resultantes del proceso de datos.
5. Entender en la tramitación administrativa de certificaciones a alumnos, de diplomas y
constancias a los egresados.
Ser alumno en la UNSJ
El estado de alumno universitario se adquiere con la
inscripción en una facultad de la universidad,
cumpliendo con los requisitos académicos exigidos en el
Estatuto Universitario. A partir del ingreso, esta
condición se mantiene con el sólo requisito de
inscripción anual.
Ingreso: para ingresar como alumno a la Universidad y
obtener matrícula en alguna de las carreras que se
cursan en las Facultades, los aspirantes deberán tener aprobados los estudios que
correspondan al ciclo de Enseñanza Media, cumplir con las condiciones y requisitos que a este
fin establezca la Universidad y las pautas establecidas (Anexo I, II, Art. 2°).
Tipos de Alumnos que contempla la Universidad: (Anexo I, III, Art.3°)
Alumno Aspirante: Es aquel que esta Pre- Inscripto en alguna carrera Universitaria.
Alumno Ingresante Condicional: Es aquel alumno que aprobó el curso de ingreso pero
adeuda requisitos de inscripción. (…)
Alumno con Estado Universitario: Es aquel alumno que habiendo cumplido con todos
los requisitos de ingreso, se encuentra inscripto en alguna de las carreras que se dictan
en la UNSJ. El estado universitario habilita a los alumnos a ejercer el derecho a voto en
las condiciones estatuarias, para cursar y para rendir asignaturas del Plan de Estudio de
la carrera respectiva, caduca automáticamente con el vencimiento de cada Ciclo
Lectivo.
Alumno Regular con Estado Universitario: Es aquel alumno que habiendo adquirido
estado universitario, aprueba al menos dos (2) asignaturas del Plan de Estudio de la
carrera en la que está inscripto, por año académico.
Alumno vocacional: Es aquel alumno que siendo alumno universitario, graduado o
debidamente autorizado, se inscribe en una o más asignaturas de carreras de grado,
3
con el objeto de actualizar sus conocimientos o procurara un mayor grado de
especialización o perfeccionamiento. Deberá tener en cuenta algunas pautas
previamente establecidas. (…)
Inscripción: para empezar a cursar deberás inscribirte en las materias que desees cursar,
durante las fechas que cada facultad fije para ese fin. La inscripción de los alumnos en las
asignaturas del Plan de Estudio, estará sujeta al régimen que en el mismo se estipule, a la
presente normativa y a las condiciones particulares que al efecto determinen los Consejos
Directivos de cada Facultad. (Anexo I, VI -2-, Art. 23° y 24°)
Condiciones para mantenerte como alumno efectivo de la Universidad: en la
Universidad se llama alumno “regular” o “efectivo” a aquel alumno que cursa su carrera
regularmente, respetando condiciones o requisitos mínimos de permanencia:
Reinscribirte todos los años en la carrera que cursas (Profesorado o Licenciatura en
Historia): generalmente la reinscripción se realiza entre los meses de Marzo-Abril de
cada año. Su cumplimiento es obligatorio y se comprobara que lo hayas realizado, a
través de la certificación de tu “Libreta Universitaria”, cada vez que tengas que realizar
trámites como inscripciones para cursar o rendir exámenes, usar la Biblioteca o
solicitar Becas.
Aprobar como mínimo dos materias por año académico (marzo a marzo del año
siguiente). Este requisito rige para todos los alumnos. Es posible solicitar una
excepción en casos específicos (realización de viajes de estudio prolongados,
padecimiento de una enfermedad prolongada, periodos de embarazo y lactancia,
razones laborales debidamente certificadas).
Participación en el gobierno de la Universidad: Los alumnos participan en el gobierno
de la universidad, en los términos y condiciones establecidos en el Estatuto Universitario. En
las elecciones para designar Consejeros Alumnos para el Consejo Superior y Consejo
Directivo, votan todos los alumnos regulares (que hayan aprobado al menos dos materias en
su primer año). En la Universidad se reconocen los centros estudiantiles para propender a la
defensa de los intereses de sus integrantes, en la elección participan todos los alumnos desde
primer año.
4
PROFESORADO EN HISTORIA
PERFIL PROFESIONAL: Planificar, conducir y evaluar
procesos de Enseñanza Aprendizaje en Historia en los
niveles pertinentes del sistema educativo. Asesorar en
lo concerniente a los aspectos teórico – metodológicos
relativos a la enseñanza de la especialidad. Realizar
estudios de Postgrado
CAMPO OCUPACIONAL: Los egresados de esta carrera pueden desarrollar actividades de
enseñanza secundaria, terciaria y universitaria, además de labores en bibliotecas, archivos y
museos.
Actividades más comunes:
Diseña programas a partir de un currículo oficial
Selecciona contenidos y planifica clases
Prepara materiales de enseñanza
Evalúa y completa documentos de registro de notas
Se capacita en cursos, encuentros y congresos
Participa en otras actividades de las instituciones educativas (actos, jornadas,
capacitaciones, etc.)
LICENCIATURA EN HISTORIA
PERFIL PROFESIONAL: El Licenciado en Historia debe
revelar su compromiso con conceptos humanísticos, una
sólida formación científica, un espíritu abierto al cambio,
aptitudes para el trabajo teórico práctico en el campo de la
investigación, rigor metodológico y objetividad y capacidad
para realizar aportes a la ciencia histórica y contribuir a su
difusión.
CAMPO OCUPACIONAL: Los egresados de esta carrera están capacitados para realizar
tareas de investigación en instituciones oficiales y privadas nacionales y provinciales, además de
asesoramiento histórico en diversos ámbitos y labores en biblioteca, archivos y museos.
5
El Plan de Estudio es un documento importantísimo, que debe ser conocido en detalle. Allí
encontramos las materias organizadas por año y por semestre1. En el caso de las carreras de
Historia, todas las materias son semestrales, es decir, se cursan a lo largo de un semestre,
excepto la Práctica Profesional, que es anual y se cursa en el quinto año de la carrera. En el
Plan de Estudios también encontramos las Correlatividades.
El Régimen de Correlatividades establece que para cursar y aprobar una asignatura, deben
cumplimentarse ciertos requisitos, es decir, en algunos casos se deben haber cursado y/o
aprobado previamente otras materias relacionadas. Al momento de cursar o rendir el examen
final de una asignatura, todas las materias que sean correlativas de la misma deben estar
cursadas y/o aprobadas (según corresponda). Por ejemplo: para cursar Historia Antigua II (que
se cursa en el segundo semestre del primer año), es necesario haber cursado Historia Antigua
I (que se cursa en el primer semestre), para rendir Historia Antigua II, es necesario haber
rendido y aprobado Historia Antigua I. Es importante que al momento de ingresar a la
Universidad, el alumno se informe sobre el Régimen de Correlatividades para ir planeando
cómo y cuándo cursar y rendir las diferentes materias.
1
El cursado de las carreras está organizada por año y semestre, pero su aprobación es por materias o
asignaturas, no por año. Es decir, un estudiante puede estar cursando y aprobar materias de distintos
años, siempre y cuando reúna los requisitos del Plan de Estudios (correlatividades, vigencia de la
regularidad, etc.). Recibe su título cuando haya aprobado todas las materias del Plan de Estudios vigente,
sin importar el tiempo que tardó en completarlo.
6
Los exámenes finales se desarrollan en fechas estipuladas por el
TIP
Calendario Académico, según un cronograma que establece el ES MEJOR rendir
Departamento de Historia. Para poder rendir, es obligatorio inscribirse primero las
materias que son
a través del Sistema SIU Guaraní, entre 7 (siete) y 3 (tres) días hábiles correlativas de las
materias del año
antes del examen (para los alumnos regulares) y guardar el comprobante siguiente
por cualquier problema que se presente.
El examen puede ser oral, escrito, escrito y oral o de ejecución. En todos los casos tiene
carácter público (puede ser observado por cualquier persona). Es evaluado por un Tribunal
examinador, constituido bajo la presidencia del profesor a cargo de la asignatura y la vocalía
de dos docentes. El Tribunal llamará a los alumnos en el orden que registra la planilla de
examen, en coincidencia con el orden de inscripción. Al hacer el primer llamado tomará
examen al primero de la lista que estuviera presente y así sucesivamente. El alumno que no
estuviera presente en el momento del llamado, se consignará ausente en el acta. El tribunal
deberá exigir al alumno la comprobación de su identidad mediante la presentación de la libreta
universitaria en la cual, finalizado el examen se registrará la nota obtenida.
La calificación final que corresponda a un alumno por la ejecución completa de un curso o
asignaturas (nota), se meritará con la escala numérica de cero (o) a diez (10), y será
debidamente consignada en el acta que al efecto provea la facultad. Corresponde:
Calificación 10: Sobresaliente
Calificación 8 y 9: Muy Bueno
Calificación 6 y 7: Bueno
Calificación 4 y 5: Regular
Calificación 1, 2 y 3: Aplazado
Calificación O: Reprobado
4. CALENDARIO ACADÉMICO
Establece el periodo de clases, los recesos de verano e invierno y
las semanas en las cuáles hay mesas de exámenes. En general, hay TIP
Se puede encontrar el
turnos de exámenes en febrero-marzo, julio-agosto y noviembre- calendario académico en la
diciembre. El cronograma de los exámenes de cada materia (día, página web de la facultad y
en el centro de estudiantes
horario y aula) se pueden consultar en el Departamento de
Historia, y siempre hay que estar atentos a posibles cambios.
5. SIU
SIU-GUARANÍ es un sistema de gestión académica que registra y administra todas las
actividades académicas de la Universidad y sus Facultades, desde que los alumnos ingresan
como aspirantes hasta que obtienen el diploma. Fue concebido para administrar la gestión de
alumnos en forma segura.
A través del SIU GUARANÍ podrás:
Inscribirte a materias y exámenes
TIP
Consultar tu historia académica Ver instructivo en el
cuadernillo
7
Actualizar tus datos personales
Consultar las regularidades del cursado
Reinscribirte anualmente
8
agregar un coloquio, una evaluación oral e individual referida a todos los contenidos de la
materia.
Consultas: todos los docentes tienen un horario de consulta semanal, generalmente en
la Sala de Profesores, para que los estudiantes les presenten sus dudas durante el cursado y
cuando estudian para rendir. Los horarios se pueden consultar en el Departamento de
Historia. Aunque para los alumnos la consulta es un derecho y no una obligación, es muy
recomendable asistir por lo menos a una consulta en la semana anterior a rendir. Durante la
semana de exámenes no se dan consultas.
8. RECURSOS DIGITALES
Para trabajar con mapas
https://mapstory.org/
https://www.profesorfrancisco.es/search/label/Mapas%20hist%C3%B3ricos
Para hacer líneas de tiempo
https://www.timetoast.com/
Para conocer sitios históricos en 3D
https://www.3ds.com/stories/giza-3d/#discover
https://www.3ds.com/stories/paris-3d/#Patrimoine
https://artsandculture.google.com/
Para hacer mapas conceptuales, esquemas e infografías
https://www.canva.com/
https://www.lucidchart.com
Canales en Youtube
https://www.youtube.com/user/artehistoriacom
https://www.youtube.com/user/historychannel
https://www.youtube.com/channel/UCrsyfsHNdpB5U_FHENCuB2A
https://www.youtube.com/user/educatina
Bibliotecas digitales
https://www.wdl.org/es/-
http://www.bne.es/es/Catalogos/BibliotecaDigitalHispanica/Inicio/
http://www.cervantesvirtual.com/
https://www.argentina.gob.ar/educacion/biblioteca-digital
https://www.bn.gov.ar/
Revistas científicas https://www.redalyc.org/home.oa
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Para guardar y compartir archivos en internet https://drive.google.com (Tutorial para
aprender a usar Google Drive https://www.youtube.com/watch?v=hveEJK5GBMo)
9. SISTEMA DE BECAS
La Universidad ofrece distintos tipos de Becas de Apoyo para Estudiantes
Transporte
Fotocopia
Efectivo con prestación de servicio (sólo a partir de 2º año)
Comedor: Almuerzo y Cena / Almuerzo o Cena.
Residencia
Jardín Materno Infantil
Requisitos para inscribirse en algunas de estas becas para Alumnos ingresantes
Haber finalizado el Nivel Medio
No adeudar materias a marzo del año en curso
Tener promedio no menor a 7
Cursillo de ingreso aprobado
Tener dificultad económica en su grupo familiar para solventar los gastos
Más Info:
Dirección de Servicio Social Universitario. Av. Libertador General San Martín 1109 (O).
Capital, San Juan (Facultad de Ingeniería). Tel.: 421-1700, interno 406. dirssocial@unsj.edu.ar
OTRAS BECAS
Becas de Emergencia: Durante el transcurso del año lectivo todo alumno que atraviese una
situación problemática socio-económica familiar emergente, puede concurrir a la Dirección de
Servicio Social, donde es entrevistada por una Trabajadora Social que analiza el caso y evalúa,
en base a la necesidad, la asignación de una Beca de Emergencia.
Becas Progresar: Están destinadas a jóvenes de 18 a 30 años, de nacionalidad argentina, con
un ingreso familiar total de hasta 3 salarios mínimo, vital y móvil, inscriptos para el primer año
de la carrera. Para acceder a esta beca es necesario cumplir requisitos de edad y nacionalidad,
económicos y académicos. Para postularte es necesario registrarse en:
https://becasprogresar.educacion.gob.ar/ a partir del 01/03/2019
Becas Internas de Investigación y Creación: Estas tienen el objetivo de estimular la
formación de recursos humanos a nivel de estudiantes, docentes y egresados de la UNSJ, en lo
referente a la investigación científica y el desarrollo tecnológico y artístico.
Movilidad Estudiantil: La UNSJ, a través de la SPyRRII, promueve la movilidad y el
intercambio estudiantil con el propósito de que sus alumnos avanzados desarrollen nuevas
competencias para su futuro desempeño profesional.
10
Fotocopia legalizada del certificado analítico de estudios secundario, en caso de no
poseerlo, certificado de que no adeuda ninguna materia y que el certificado analítico
está en trámite
Declaración Jurada de Domicilio (si no se encuentra actualizado en el DNI)
2 fotos 4×4
Cartilla sanitaria
Certificado de Curso de Ingreso Aprobado
Según Ordenanza Nº06/95-C.S. el ingresante tiene hasta el día 30 de abril para presentar el
analítico definitivo de estudios secundarios.
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g) Cumplir puntualmente con la reinscripción, censo, examen médico y todo otro trámite que
sea establecido por la autoridad competente.
h) Cuidar los bienes que componen el patrimonio de la Universidad y de la Facultad, ya sean
mesas, bancos y pupitres (no rayarlos), basureros, paredes, libros de la biblioteca, etc.
Sanciones
Por causas de inconducta, los estudiantes de la UNSJ podrán recibir las siguientes sanciones:
apercibimiento (advertencia de una cercana sanción), apercibimiento con anotación en el
legajo; suspensión de hasta un año lectivo, separación de la facultad; expulsión de la
Universidad.
MATERIAL DE CONSULTA
ORDENANZA Nº 03/89-CS
ORDENANZA N° 001/11-AU
ORDENANZA Nº 28/91-CS
ORDENANZA N° 14/14 -CS
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Universidad Nacional de San Juan
Facultad de Filosofía, Humanidades y Artes
Plan de Estudios
Año - Período Materia Nombre Hs. Semanales Promediable Créditos Tipo materia
Plan de Estudios
Año - Período Materia Nombre Hs. Semanales Promediable Créditos Tipo materia
Plan de Estudios
Año - Período Materia Nombre Hs. Semanales Promediable Créditos Tipo materia
Plan de Estudios
Año - Período Materia Nombre Hs. Semanales Promediable Créditos Tipo materia
Plan de Estudios
Año - Período Materia Nombre Hs. Semanales Promediable Créditos Tipo materia
Plan de Estudios
Año - Período Materia Nombre Hs. Semanales Promediable Créditos Tipo materia
Plan de Estudios
Año - Período Materia Nombre Hs. Semanales Promediable Créditos Tipo materia
2) A la izquierda de la pantalla se encuentra el MENÚ DE OPERACIONES allí debe hacer clic en “Iniciar
Sesión”. En este momento verá una pantalla como esta.
Inicio
de
Sesión
En la ventana IDENTIFICACIÓN debes poner tu nº de DNI, todos los números juntos y sin separación con
puntos.
En la ventana CLAVE. Si sos Ingresante de 1º Año tu CLAVE es la palabra “CLAVE” (todo con mayúsculas y
sin las comillas). Si sos Reinscripto (de 2º año en adelante, tu CLAVE es la que venías utilizando para los
trámites anteriores) Finalmente debes hacer clic en el botón ACEPTAR
3) En el panel Izquierdo seleccionar la opción EXÁMENES y luego INSCRIPCIÓN A EXAMEN.
Aquí aparecerá el listado de materias en las cuales podés inscribirte. Seleccioná la que desees.
Tu inscripción para rendir ya está completada. Ahora debés imprimir el Comprobante de Inscripción a
Exámenes
Ahora podés consultar tu inscripción a exámenes haciendo clic en el menú de la izquierda en CONSULTA.
Si querés borrarte de una inscripción a examen, tenés que hacer clic en el menú de la izquierda donde dice
ANULACIÓN.
Acá tenés que hacer clic en la materia que te querés borrar y luego generar el comprobante de la
operación
1
Los Estados Partes asegurará un sistema de educación inclusivo a todos los niveles así como la enseñanza a lo
largo de la vida (Convención Internacional de los Derechos de las Personas con Discapacidad)
Cuando hablamos de inclusión en el nivel superior, nos referimos a “una Universidad inclusiva, que
propicia el principio de equidad para todos, apropiándose y garantizando una oferta de calidad para
promover los aprendizajes” (Ordenanza 01-13-R- Universidad Nacional de San Juan). Por lo tanto, las
universidades nacionales, en tanto, instituciones de educación superior de carácter público, están
obligadas a garantizar a los estudiantes el derecho al acceso al sistema sin discriminaciones de
ninguna naturaleza, garantizando asimismo la accesibilidad al medio físico, servicios de interpretación
y los apoyos técnicos necesarios y suficientes, para las personas con discapacidad. Además, se
incorpora que los estudiantes con discapacidad tienen derecho a que durante las evaluaciones cuenten
con los servicios de interpretación y los apoyos técnicos necesarios y suficientes (Ley N º 25.573.
Modificación de la Ley Nº 24.521, 2002).
Asimismo, es importante alentar aquellas iniciativas que tienen el fin de garantizar el cumplimiento de
derechos, que impliquen no sólo el ingreso, sino la permanencia - garantizada a partir del
establecimiento de ajustes razonables y acordes a la demanda correspondiente - y el egreso efectivo, y
que aleje a aquellas miradas que sólo queda en una “inclusión excluyente”.
La inclusión educativa implica identificar y minimizar las barreras para el aprendizaje y la
participación y maximizar los recursos que apoyen ambos procesos. Las barreras se pueden encontrar
en todos los aspectos y estructuras del sistema: en los centros educativos, en la comunidad, en las
políticas locales y nacionales. Éstas, no solamente pueden impedir el acceso al ámbito educativo sino
también limitar la participación en el mismo. En este sentido hay que entender que la inclusión es una
política educativa y que, al mismo tiempo, es una estrategia de políticas más generales, como la
igualdad de oportunidades y la justicia social (Carelli, 2020).
“Los grandes cambios suceden si hacemos bien (lo mucho o poco) que nos
toca según nuestras responsabilidades e influimos en el pequeño grupo de
personas con las que nos relacionamos. Si muchos hacemos esto, tendremos
una sociedad mejor y más inclusiva.” Micaela García
Bibliografía
Carelli, S. (2020) Discapacidad y Trayectorias educativas en la universidad. Percepciones y relatos de
los protagonistas. UNSJ. Facultad de Filosofía y Letras Universidad Nacional de Cuyo. Mendoza
(Argentina)
Consejo Federal de Educación. Resolución 311/16 Promoción, Acreditación, certificación, y
titulación para estudiantes con discapacidad.
Comisión de Discapacidad de la Universidad Nacional de San Juan. Ordenanza Nº 1 del año 2013 del
Rector. Recuperado de http://www.unsj.edu.ar/descargas/institucional/comisionDiscapacidad/Ord01-
13-R.pdf
INADI, (2012). Discapacidad y no discriminación. Ministerio de Justicia y Derechos Humanos.
Ley de Educación Nacional Nº 26.206. Sancionada en el año 2006. Recuperado de
http://portal.educacion.gov.ar/consejo/files/2009/12/ley_de_educ_nac1.pdf
Ley de Educación Superior N º 25.573/2002. Modificación de la Ley Nº 24.521/95. Naciones Unidas
(2006-2008). Convención de los Derechos de las Personas con Discapacidad.
Ley Micaela de Capacitación Obligatoria en Género N° 27.499 para Todas las Personas que Integran
los Tres Poderes del Estado
Red Interuniversitaria por la Igualdad de Género y contra las Violencias Ley Micaela en el sistema
universitario nacional propuesta pedagógica para la formación y sensibilización en género y
sexualidades.
Sartori de Azocar, M. L. (2010). Discapacidad y Representaciones Sociales -de la educación especial
a la educación inclusiva-. San Juan: Editorial Fundación Universidad Nacional de San Juan.
Terigi, F. (Febrero 2010). Las cronologías de Aprendizaje: un concepto para pensar las trayectorias
escolares.. La Pampa, Argentina.
lOMoARcPSD|17303554
CONOCIMIENTO CONOCIMIENTO
CIENTÍFICO FILOSÓFICO
CONOCIMIENTO
VULGAR
SISTEMÁTICO
METÓDICO
FACTICO
RACIONAL
COMUNICABLE
CONTRASTABLE OBJETIVO
ANALÍTICO
Ramón R. Abarca 5
Fernández
a. FACTICO
Porque la fuente de información y de respuesta a los
problemas de investigación es la experiencia. De la Orden
(1981) señala que la peculiaridad del conocimiento
científico es la experiencia y su base empírica; los
elementos que permiten investigar de forma fáctica.
Sin embargo, debemos tener presente que el denominar
éste conocimiento como fáctico, no se refiere a
fenómenos o hechos perceptibles u observables de
manera directa; para hacerlo, elaboramos
construcciones, conceptos que grafican lo observado.
Por ejemplo, el ser buen estudiante o buen profesor.
Ramón R. Abarca 6
Fernández
b. RACIONAL
Ramón R. Abarca 7
Fernández
c. CONTRASTABLE
Ramón R. Abarca 8
Fernández
d. SISTEMATICO
a. Porque es ordenado, consistente y coherente, es un sistema
interrelacionado e integrado; por lo mismo, un conocimiento
aislado no puede considerarse científico.
Ramón R. Abarca 9
Fernández
e. METODICO
Ramón R. Abarca 10
Fernández
f. COMUNICABLE
a. Porque utiliza un lenguaje propio, que debe ser
preciso y claro en términos de significación
inequívoca para la comunidad científica.
b. Kuhn (1984) nos asevera que el conocimiento
debe “…facilitar la comunicabilidad del contenido,
favoreciendo así el carácter autocorrectivo del
proceder científico”.
c. Si no existe una claridad en los términos, se hace
difícil una comunicación efectiva, siendo, por lo
mismo, imprescindible un lenguaje claro y preciso
que permita un intercambio de información
Ramón R. Abarca 11
efectivo.
Fernández
g. ANALITICO
a. Debido a que selecciona variables o cuestiones
Latorre (1996) afirma “que rompen la unidad,
complejidad y globalidad de los fenómenos humanos,
actuando a distintos niveles y con diversos grados de
globalización".
b. Guba (1982) nos aclara que “...al faltar un patrón
universal de medida para decidir en qué niveles
fragmentar la realidad, un mismo objeto de estudio
puede ser entendido y abordado de maneras distintas
y con grados de complejidad diversos.”
Ramón R. Abarca 12
Fernández
4. CLASIFICACION DE LAS CIENCIAS
Matemática
Formales
Lógica, filosofía
Química
Física
Ciencias
Fácticas
Biología
Psicología
Naturales Sociología
Antropología
Culturales Historia
Economía
Educación
Ramón R. Abarca 13
Fernández
P ier r e V ila r
In ic ia c ió n al
V O C A B U LA R IO D EL
A N Á L IS IS H IS T Ó R IC O
Traducción castellana de
M. DOLORS FOLCH
C r ít ic a
B arcelo na
PRÓLOGO
el contrario, si el historiador dice (en pasado condicional): en la realidad más que el de la historiografía dominante. Aho
«si se hubiera hecho esto, hubiera sucedido aquello», nada ra bien, todo juicio moral tiene a su vez implicaciones polí
le permite probarlo. Como norma general se le aconseja abs ticas, que surgen a su vez de las luchas concretas, en especial
tenerse de ello. de las luchas de clases. Por ello, la mayor parte de las accio
Pero, entonces, ¿no está condenado a constatar} ¿Tiene, nes y de los hombres que han desempeñado un papel impor
pues, prohibido razonar} Esta cuestión le preocupa legítima tante han originado dos corrientes históricas opuestas, ad
mente, puesto que constatar no es un oficio enaltecedor, mien versa una y favorable la otra, Y no debe excluirse que una
tras que sí lo es el de entender, explicar, con el fin de poder causa triunfante llegue a eliminar toda la historiografía ad
actuar. El problema se plantea, pues, en estos términos: ¿de versa. Así es como la tradición democrática burguesa, en
qué manera razonar sobre una materia en la que no se puede Francia, ha exaltado 1789 y condenado a Robespierre, casi
intervenir experimentalmente} Falta por saber a qué llama sin contradicción hasta Mathiez, Si Fidel Castro, poco tiempo
mos «intervenir», a qué llamamos «experiencia», y cuál es después del fracaso de Moneada, no hubiera hecho triunfar
esta materia. la revolución cubana, su condena hubiera sido probablemente
Para abordar este problema, reflexionemos sobre otra revisada, pero ¿cuándo? ¿Y por parte de quién? Sobre esto
fórmula familiar: «la historia juzgará...», se oye a menudo. no caben sino hipótesis.
Dejemos aparte el caso en el que se trata tan sólo del Sólo tenemos una certidumbre-, la revolución cubana se
aldabonazo final de un cartel electoral. Por otra parte, inclu ha producido. La revisión del juicio no ha dependido, pues,
so así, el prestigio equívoco del término «historia» incita a únicamente, de los hombres que escriben la historia. Ha de
algunas reflexiones, Pero enfrentémonos con un documento pendido también de los que la hacen. Han sido «las cosas»,
importante de nuestro tiempo: Fidel Castro tituló la defensa como suele decirse, las que han «actuado» a favor de la
que él mismo pronunció ante el tribunal encargado de juz previsión contenida en la fórmula. Lo que nos lleva a descu
garle por el intento de asalto al cuartel Moneada: «La his brir, en «la historia me absolverá», una nueva acepción más
toria me absolverá». A primera vista, este título parece adop de la voz «historia». De hecho, el alegato que lleva este nom
tar el sentido clásico, es decir, banal, de la fórmula que da bre consistía menos en demostrar que la rebelión de los acu
a la historia el papel de tribunal de apelación en asuntos polí sados era moralmente «justa» (aunque esto sea también im
ticos. Pero, pensándolo bien, incluso este sentido puede im portante), que en demostrar que era «justa» políticamente,
plicar otros contenidos. a saber, en el sentido intelectual de la palabra.
En efecto, «la historia me absolverá» puede significar en Frente a un sistema socio-político ya absurdo, la rebelión
primer término; el tribunal va a condenarme, pero el recuer se presentaba como «necesaria», y por tanto como necesaria
do colectivo que se conservará del hecho acabará siéndome mente victoriosa a más o menos largo plazo. Con ello el pro
favorable. Y esta noción de «recuerdo colectivo» es otro as blema se plantea en los términos de la posibilidad de una
pecto del término «historia». Sin embargo, cae dentro de la previsión inteligente de los hechos a partir de un análisis co
misma crítica que hemos dirigido a la historia-tradición. El rrecto de sus factores. La «historia» invocada no es ya enton
juicio moral del recuerdo colectivo corre el riesgo de no ser ces la historiografía escrita que «juzga» moralmente un acto
20 IN ICIA CIÓ N A L VO CABULARIO H IS T Ó R IC O H ISTO RIA 21
O un hombre, sino la historia-materia, la historia-objeto que, obra demasiado original puesto que resume las posiciones de
con su dinámica propia, «zanja» un debate a la vez teórico y la sociología alemana del medio siglo anterior, y da con ello
práctico, dando la razón, con los hechos, a quien ha sido capaz una definición de la historia corriente hacia 1880. Citaré, sin
del mejor análisis. embargo, sus axiomas principales — brillantes, por otra par
Me objetaréis que la historia así entendida es el mecanis te— , puesto que constituyen una excelente síntesis de toda
mo de los hechos sociales, no sólo pasados, sino presentes y una corriente de pensamiento,
futuros, lo que en materia de conocimientos constituye el
tema de la sociología, y en materia de acción, el tema de la «Para hacer revivir el pasado lo que necesitamos no
política. Pero ¿qué otra cosa se propone la historia que no es una ciencia, sino documentos y nuestra experiencia.»
sea, en el mejor de los casos, edificar una sociología del pa «La función de la historia es restituir al pasado huma
sado, y de forma frecuente — durante mucho tiempo la más no los caracteres de la realidad política vivida actualmente;
frecuente— , reconstituir una política} En ambos casos está para esta tarea positiva bastan juicios probables y relati
claro que la materia de la historia es la misma que la que vos, El sentido de la investigación causal del historiador
consiste menos en dibujar los grandes rasgos del relieve
tratan los sociólogos, y que la que manejan los políticos, por
histórico que en devolver al pasado la incertidumbre del
desgracia casi siempre de manera empírica. futuro.»
Hay entonces dos posiciones posibles: una consiste en «La ciencia histórica, resurrección de la política, se hace
encerrar al historiador precisamente en este terreno de lo contemporánea de sus héroes.»
empírico y lo incierto que por experiencia se atribuye a las «El historiador es un experto, no un físico. No busca
decisiones y a los acontecimientos políticos. La otra consiste la causa de la explosión en la fuerza expansiva de los gases,
en empujarle, al contrario, hacia un análisis sociológico con sino en la cerilla del fumador.»
la penetración suficiente para eliminar la apariencia de incer-
tidumbre de la mayor parte posible de hechos sociales. Desde esta perspectiva, aunque se utilice el término «cien
La primera posición ha sido durante largo tiempo la de cia histórica» es evidente que se trata de una «ciencia» muy
los historiadores positivistas, preocupados exclusivamente en extraña, puesto que su función sería «restituir una incerti-
hacer un relato exacto de los acontecimientos (políticos, mili dumbre».
tares y diplomáticos principalmente). Más bien nos sugiere una disciplina literaria que, gracias
Para algunos teóricos — o sedicentes teóricos— la historia a la habilidad en descubrir documentos y al talento para tras
es todavía esto. Pienso en Raymond Aron, publicista interna poner experiencias humanas, «reanimaría el pasado», «resuci
cional, sociólogo vulgar, en el sentido en que Marx hablaba, taría la política», a la vez que se abstendría de dibujar los
en el siglo pasado, de «economistas vulgares», es decir, más grandes rasgos y de medir las fuerzas profundas, ciñéndose
preocupados por la propaganda ideológica que por la ciencia, el historiador, por su oficio, a las «causas inmediatas», a sa
pero cuya carrera se inauguró en 1938 con una Introducción ber, al atentado de Sarajevo como «causa» de la guerra de
a la filosofía de la historia, todavía hoy recomendada a veces 1914, o a la masacre del bulevar de Capucines como «causa»
como una obra fundamental. De hecho, no se trata de una de la revolución de 1848.
22 IN ICIA CIÓ N A L VO CABULARIO H IS T Ó R IC O H ISTORIA 23
No juzgo, de momento, esta posición que, obviamente, En lugar de decir, como lo hace Raymond Aron,
no es la mía. Me limito a señalarla como una de las concep
ciones de la historia y del oficio de historiador que ha gozado El sentido de la investigación causal del historiador con
durante mucho tiempo de aceptación y que a veces todavía siste menos en dibujar los grandes rasgos del relieve histó
goza de ella. rico que en devolver al pasado la incertidumbre del futu
El interés de los axiomas de Aron es otro. Basta con vol ro... La ciencia histórica, resurrección de la política, se vuel
verlos exactamente del revés para definir de la mejor manera ve contemporánea de sus héroes,
posible otra concepción de la historia, progresivamente sepa
rada de las concepciones primitivas y de las limitaciones posi me gustaría decir:
tivistas, anunciada por numerosos precursores pero netamente
El sentido esencial de la investigación causal del histo
definida por vez primera por Marx y Engels, y convertida hoy
riador consiste en dibujar los grandes rasgos del relieve
— no sin resistencias, imperfecciones y contradicciones— en histórico, gracias a los cuales la incertidumbre aparente de
un campo científico que se empieza a cultivar. Al invertir las los acontecimientos particulares se desvanece ante la infor
fórmulas de Raymond Aron no lo hago sólo por juego sino mación global de la que carecían sus contemporáneos, y que
porque me parece instructivo buscar asf la expresión más nosotros podemos tener...
clara de una actividad del historiador en vías de afirmarse
como actividad científica. Finalmente, en lugar de la sorprendente fórmula:
Allí donde Raymond Aron afirma:
El historiador es un experto, no un físico. No busca la
Para hacer revivir el pasado, lo que necesitamos no es causa de la explosión en la fuerza expansiva de los gases,
una ciencia, sino documentos y nuestra experiencia... La fun sino en la cerilla del fumador.
ción de la historia es restituir al pasado humano los carac
teres de la realidad política vivida actualmente; para esta yo afirmaría contundentemente:
tarea positiva bastan juicios probables y relativos....
El historiador es un físico, no un experto. Busca la cau
yo propongo que se diga: sa de la explosión en la fuerza expansiva de los gases, no
en la cerilla del fumador.
El objetivo de la historia no es «hacer revivir el pa
sado», sino comprenderlo. Para esto hay que desconfiar de
los documentos brutos, de las supuestas experiencias vivi El análisis causal de la explosión de 1914 se centra en el
das, de los juicios probables y relativos. Para hacer un tra imperialismo, no en el atentado de Sarajevo.
bajo de historiador no basta con hacer revivir una realidad Henos aquí ante dos concepciones diametralmente opues
política, sino que debe someterse un momento y una so tas tanto de la historia-materia como de la historia-conoci
ciedad a un análisis de tipo científico. miento. Para unos, la historia-materia es esencialmente el
mundo de las decisiones políticas; para otros, es el conjunto
24 IN ICIA CIÓ N A L VO CABULARIO H IS T Ó R IC O H ISTO RIA 25
de los mecanismos de la sociedad. Para unos, la historia-cono- fuerza reconocemos aquí el eco de las fórmulas corrientes
cimiento es la explicación del hecho por el hecho; para otros, «dejemos esto para la historia», «esto tiene únicamente un
es la explicación del mayor número posible de hechos a tra interés histórico», fórmulas que relegan espontáneamente las
vés del estudio del juego recíproco de las relaciones entre los preocupaciones del historiador al almacén de las curiosidades
hechos de todo tipo. y que hacen de la historia el dominio de las cosas muertas,
Es obvio que la existencia misma de concepciones tan aunque sean cosas «gloriosas» («frases históricas», «monu
opuestas, el doble sentido de la palabra «historia» — historia- mentos históricos», actitudes pasadas a la historia).
materia e historia-conocimiento— , la forma equívoca y vaga Sin embargo, en la frase de Althusser, estas acepciones
con que se emplean frecuentemente uno y otro de estos sen banales de la voz «historia» vienen inmediatamente seguidas,
tidos, son motivos de peso para suscitar una cierta descon y contradichas, por un empleo más raro — y más marxista—
fianza. de la noción, en el que se trata de someter un hecho — en
He recordado que Louis Althusser, epistemólogo marxista, este caso la juventud de Marx— «a la crítica radical de la
y que, por tanto, admite el materialismo histórico como cien historia». Ahora bien, como se añade: «no de la historia
cia posible, nos previene, sin embargo, contra la imprecisión que iba a vivir, sino de la historia que vivía», es evidente que
del concepto de historia. se trata aquí del conjunto de hechos que condicionan una vida
Él mismo — aunque quizá lo haga para subrayar esta humana, y, por consiguiente, de la historia-materia, de la
imprecisión— utiliza en una misma frase la voz «historia» historia-objeto, considerada como algo que ejerce por sí mis
en varios sentidos (tres como mínimo). mo una «crítica» sobre esta vida.
Al preguntarse si debe considerarse la obra de Marx como Pero Althusser ha señalado en otra parte el peligro — cier
un todo, o bien considerar sus obras de juventud como etapas tamente serio en muchos escritos marxistas— que supondría
no características de su pensamiento, Althusser defiende esta considerar la historia en sí misma, la Historia con H mayúscu
segunda actitud escribiendo: la, como una especie de personaje mítico emitiendo sus propios
juicios, con lo que se podría prescindir de todo tipo de aná
Como si nos arriesgáramos a perder a Marx entero, aban lisis. En un tercer momento Althusser invoca también la
donando, como él, su juventud a la historia, como si nos necesidad de una historia-conocimiento, no «inmediata» sino
arriesgáramos a perder a Marx entero sometiendo su propia «pensada», la misma sobre la que Marx habría dado no la
juventud a la crítica radical de la historia, no de la historia verdad absoluta sino «los principios de la inteligencia cien
inmediata sino de la historia pensada, sobre la que él mismo tífica». En esto coincide con el pensamiento del economista
nos dio en su madurez no la verdad en el sentido hegeliano
Joseph Schumpeter, que atribuía a Marx, como principal
sino los principios de una inteligencia científica.
mérito, el de haber sentado los principios de una «historia
Al principio de esta larga frase, en la que la palabra razonada».
«historia» aparece cuatro veces, la expresión «abandonar algo Si ahora clasificamos los sentidos que hemos visto atri
a la historia» parece significar: considerar este algo como buir a la voz «historia», sucesiva o simultáneamente, pode
superado, como desprovisto de interés para el futuro; y por mos, en líneas generales, distinguir tres grandes concepciones
26 IN ICIA CIO N AL VOCABULARIO H IST O R IC O H ISTO RIA 27
de la historia-objeto, a las que corresponden naturalmente dentes políticos, guerras, diplomacia, rebeliones, revoluciones.
tres grandes concepciones de la historia-conocimiento: Este enorme conjunto es susceptible de análisis científico
1) . Para muchos, la materia de la historia es cualquier como cualquier otro proceso natural, a la vez que presenta
cosa pasada, y «saber historia», para algunos eruditos y para unos rasgos específicos debido a la intervención humana. La
los juegos televisivos, consiste en memorizar el mayor número historia-conocimiento se convierte en ciencia en la medida
posible de estos hechos dispares. Lucien Febvre evocó la en que descubre procedimientos de análisis originales adecua
irritación del historiador que se oye decir «por unas voces dos a esta materia particular. ¿Es ya una ciencia? ¿Los ha
cándidas y cordiales: usted que es historiador debe de saber descubierto ya}
esto... ¿Cuál es la fecha de la muerte del papa Anacleto?
¿Y la del sultán Mahmud?».
2) Para otros, la materia histórica queda un poco mejor L as etapas de la h is t o r ia com o modo
definida. Zs el terreno de los hechos «destacados», conserva DE CONOCIMIENTO
dos por la «tradición», el «recuerdo colectivo», los relatos
oficiales, debidamente controlados por los documentos y au Las incoherencias que hemos constatado en la utiliza
reolados por el prestigio y el testimonio de los monumentos y ción del término «historia» ¿son desalentadoras a este res
de los textos, de «las artes y las letras», como se decía antaño. pecto?
Conocimiento ya más elaborado, ni omisible ni despreciable, Merece la pena recordar que todas las ciencias se han
pero fundado en una elección de los hechos que no tiene elaborado a partir de interrogantes dispares, a los que se
nada de científica, y asaltado inconscientemente por los prejui fue dando sucesivamente respuestas cada vez más científicas,
cios morales, sociales, políticos o religiosos, capaz en el mejor con puntos de partida, saltos hacia adelante y retrocesos,
de los casos de proponer un placer estético a unas minorías pero nunca, como se dice hoy en día con demasiada frecuen
y, en el terreno de los acontecimientos, de «hacernos revivir cia bajo la influencia difusa de Bachelard y Foucault, con
una incertidumbre». «cortes» absolutos entre las respuestas no científicas y las
3) Para otros, finalmente, la materia de la historia es tam respuestas científicas.
bién el conjunto de los hechos pasados, pero no sólo de los Con mayor acierto, el filósofo Paul Ricoeur ha observado
hechos «curiosos» o «destacados», puesto que, si bien se mira, que no existe diferencia sustancial entre, por una parte, las
los grandes rasgos de la evolución humana han dependido «rectificaciones» sucesivas que han transformado las cosmo
sobre todo del resultado estadístico de los hechos anónimos-. logías primitivas en la física actual y, por otra, las rectifica
de aquellos cuya repetición determina los movimientos de ciones que han convertido las tradiciones primitivas en la
población, la capacidad de la producción, la aparición de las ciencia histórica tal y como la conocemos actualmente.
instituciones, las luchas secretas o violentas entre las clases Es cierto que las ciencias humanas, precisamente porque
sociales — hechos de masas todos ellos que tienen su propia tratan del hombre, de sus intereses, de sus instituciones, de
dinámica, de entre los que no se deben eliminar, pero sí resi- sus grupos, y porque dependen de la conciencia — tan a me
tuar, los hechos más clásicamente llamados «históricos»: inci nudo falsa— que los hombres tienen de ellos mismos, llevan
28 IN ICIA CIÓ N A L VO CABULARIO H IS T Ó R IC O H ISTO RIA 29
Antes de empezar
Prespectiva histórica
El comentario de imágenes
El comentario de mapas
El comentario de gráficos
RESUMEN
AUTOEVALUACIÓN
Una de las cosas que se ha discutido, se discute y se discutirá es qué es la historia. Como
en otras ciencias, en cada época ha habido escuelas diferentes.
Pero desde los primeros historiadores griegos, como Herodoto,
nos ha distinguido la curiosidad por saber que había pasado antes
de nosotros. También algunos pensadores como Francis
Fukullama han determinado el fin de la historia.
Destacado
La Historia es el conjunto de hechos protagonizados por el hombre en el
pasado.
Debate histórico
1. Lucien Febvre
3. R.G. Collingwood
La historia es, también, la ciencia que estudia esos hechos del pasado y utiliza el método
científico de las llamadas ciencias sociales (sociología, antropología,...). No es una ciencia
exacta, como las matemáticas o la física, pues dado su objeto de estudio, las hipótesis que
establecen los historiadores no se cumplen necesariamente. En ese sentido, el objetivo de
la historia es buscar una explicación lo más objetiva y lógica
posible a partir de los datos conocidos sobre el pasado o un
acontecimiento concreto del pasado.
Destacado
Al conjunto de técnicas y métodos para hacer historia se le llama
Los hombres y las mujeres de cada época han elaborado su propia visión de la historia.
La historiografía tiene el objetivo de reflexionar sobre la propia historia de la disciplina; no sobre los
hechos del pasado sino de la manera como han sido interpretados.
La historia antes del siglo XIX tenía un carácter moralizador, ejemplificador, con la finalidad
de perpetuar en la memoria los grandes personajes y los grandes
acontecimientos.
El materialismo histórico
La idea de que se había llegado al fin de la Historia se puso de moda a raíz de un artículo de
F. Fukuyama aparecido en 1989. En ese artículo Fukuyama anunciaba precipitadamente el
fin de la Historia después del inesperado colapso y fracaso ideológico del modelo socialista,
especialmente a partir de la caída del muro de Berlín.
La nueva historia
La historia, como relato de los hechos del pasado, es algo que todos debemos conocer. Por
poner un ejemplo, resultaría bastante difícil saber quiénes somos como individuos sin saber
más o menos quiénes son y que hicieron nuestros padres, madres, abuelos y abuelas.
Del mismo modo, en un sentido colectivo, conocer nuestro pasado nos sirve para entender
mejor nuestro presente y sólo si entendemos bien lo que ocurre ahora podremos diseñar
mejor nuestro futuro.
Destacado
El pueblo que no conoce su historia está condenado a repetirla
A pesar de todo esto la historia proporciona a los alumnos los elementos necesarios para
entender la actualidad. La historia intenta entender todo lo que es humano en su conjunto y
como ciencia social es la más próxima a la vida cotidiana, por esto puede explicar el
funcionamiento de la sociedad. La historia tiene una función claramente pedagógica.
Requiere de un aprendizaje activo y crítico y sirve para adquirir hábitos y técnicas de estudio
y de trabajo.
Conciencia colectiva
Análisis
Diversidad cultural
Cuando los historiadores tienen que buscar, encontrar o recopilar información en muchas
ocasiones necesita de la colaboración de otras ciencias. Es el caso, por ejemplo, de la
prehistoria. Dado que no hay fuentes escritas, toda la información nos la proporcionan otras
ciencias: la arqueología nos da toda la información obtenida en un yacimiento; la
paleontología o la zoobotánica nos pueden proporcionar datos sobre los restos y la fauna
y flora asociada a ese yacimiento, lo que nos ayuda a datarlo o a conocer mejor la dieta de
esos habitantes; la antropología o la etnología nos ayudarán con estudios comparados
gracias a los que podremos intuir como se organizaban socialmente, etc. La geografía, la
sociología, la filosofía, la epigrafía o la cartografía son otras ciencias que ayudan al
historiador en su intención de ser lo más objetivo posible a la hora de explicar los hechos del
pasado.
Introducción
Como ya hemos comentado, los historiadores necesitan del apoyo de otras ciencias para
obtener y analizar información de las fuentes de un periodo histórico concreto.
Esa ayuda se la proporcionan las mal llamadas Ciencias auxiliares de la historia y sería más
correcto hablar de CIENCIAS y TÉCNICAS HISTORIOGRÁFICAS, pues la mayor parte de
ellas son ciencias autónomas con su propia metodología científica.
Algunas, como la Arqueología, nacieron como auxiliares de la historia pero hoy son
completamente independientes.
Ciencias Autónomas
Todas ellas (y muchas más) aportan a los historiadores análisis o explicaciones que los
historiadores no podrían obtener por si mismos.
Por ejemplo, la antropología nos proporciona información sobre los seres humanos del
pasado y análisis comparados entre formas de vida desaparecidas con otras similares que
sobreviven hoy en día (Antropología cultural).
Las herramientas de la economía nos permiten entender los modelos económicos del
pasado, la sociología nos proporciona modelos de cómo se comportan los hombres en
distintas organizaciones,…
Ciencias específicas
Las ciencias específicas son aquellas que se derivan directamente de los datos que el
historiador puede encontrar, analizar o explicar:
Son, por ejemplo la NUMISMÁTICA (estudio de las monedas), CRONOLOGÍA (estudio del
tiempo), ARQUEOLOGÍA, BIBLIOGRAFÍA (estudio de los libros o textos), EPIGRAFÍA o
PALEOGRAFÍA (estudio de las escrituras antiguas, bien sobre piedra -epigrafía- o en
general -paleografía-), GENEALOGÍA (estudia los linajes familiares) o HERÁLDICA (estudio
de los escudos de las familias).
Introducción
Historia actual
Esta variante de la Historia surge ante la dilatación de la Historia Contemporánea (ya que no
hay consenso entre los historiadores sobre su conclusión o no), y de la necesidad de escribir
la historia de lo que está aconteciendo de manera aproximadamente simultánea nuestras
vidas. Es decir, necesitamos devolver a "Contemporáneo" el sentido de tiempo coetáneo a
nuestra vida.
Ventajas
Inconvenientes
Este es un buen comienzo para reflexionar sobre los límites de la historia y del trabajo de los
historiadores.
Aunque las distintas civilizaciones que en la historia del mundo han sido (mayas o incas,
egipcios o asirios, griegos o romanos, chinos o indios) han contado el
tiempo de una manera diferente, los historiadores, como científicos, no han
tenido más remedio que ponerse de acuerdo para dividir la historia de un
modo más o menos consensuado y universal.
o PREHISTORIA
o EDAD ANTIGUA
o EDAD MEDIA
o EDAD MODERNA
o EDAD CONTEMPORÁNEA
Introducción
Los historiadores han llegado a un consenso para medir el tiempo histórico. Cada una de las
edades de la Historia tiene algunos rasgos comunes; un determinado tipo de organización
social, política, económica y un estilo determinado de producción artística y cultural.
Cuando uno de estos aspectos cambia de forma significativa, hablamos de una edad o
época histórica diferente.
Prehistoria
Edad Antigua
Edad Media
Edad Moderna
• Hasta: La actualidad
Aunque el acuerdo con esta distribución está bastante generalizado esto no significa que no
presente problemas.
Introducción
A) Que los restos humanos de todo tipo se hayan conservado hasta nuestros días. Esto sólo
ocurre cuando los restos quedan sometidos a unas determinadas condiciones de humedad,
temperatura y presión. Entonces y sólo entonces comienza el
proceso de fosilización, por el que un resto "vivo" se transforma
en roca. Esto es un fósil.
Eurcentrismo
Esto implica minusvalorar o, incluso, ignorar lo que ocurría en Asia o en América. Hoy en día
hay cierta tendencia a corregir esta cuestión, pero nuestra visión de la historia sigue
demasiado centrada en nosotros mismo. Por otra parte, también es cierto que la mayoría de
los pueblos se han considerado así mismos el centro del mundo y han explicado el pasado
desde su propia perspectiva.
Cajones estancos
Esto ocurre en casi todas las Edades: Antes de las fechas que los historiadores establecen,
se van desarrollando aquellos elementos que vamos a considerar característicos de la
nueva Edad. Y también, en esta pervivirán elementos de la etapa anterior. Un ejemplo muy
claro de esto es la sociedad estamental, que se mantiene sin demasiadas variaciones desde
la EDAD MEDIA hasta la EDAD CONTEMPORÁNEA, cuando es sustituida por la actual
sociedad de clases. Aún así la sociedad estamental pervive en muchos países europeos
mucho después de 1789. En Rusia, por ejemplo, casi hasta 1917.
En general debemos ser cuidadosos con estas fechas, que nos sirven de guía, pero no
deben privarnos de una visión de conjunto más amplia.
Una de las cosas que no pueden hacer los historiadores en la mayoría de las ocasiones es
preguntar a los protagonistas de los hechos del pasado. Estamos seguros que a los
directores del yacimiento de Arapuerca (Burgos) les encantaría poder preguntar a los
llamados Homo Antecessor como vivían, que pensaban, etc.
Pero es evidente que no pueden, por lo que deben conformarse con interrogar a los
objetos que los hombres van dejando a su paso, sean estas vasijas y herramientas,
obras de arte o textos.
Introducción
Como ya hemos dicho, lo primero que tenemos que conseguir es distinguir las diferentes
fuentes históricas que podemos encontrar. Vamos a ver una clasificación de las fuentes
según distintos criterios:
• TIPO
• NATURALEZA
• CONTENIDO
Naturaleza
• ESCRITAS
Libros, leyes, cartas, mitos, leyendas.
• MATERIALES
Edificios, herramientas, utensilios, esculturas,
cuadros,...
• ORALES
Testimonios de la época.
Contenido
• HISTÓRICAS
Relatos de hechos históricos.
• JURÍDICAS
Cualquier ley.
• ARTÍSTICAS
Descripciones de obras de arte.
• PERSONALES
Una carta, un testamento.
• POLÍTICAS
Disposiciones de un gobierno o estado.
• SOCIALES
Descripciones de hechos, medidas que afectan a la organización social.
• ECONÓMICAS
Tratados o descripciones de hechos económicos.
En el siguiente capítulo veremos cómo podemos trabajar con algunos tipos de fuentes, a lo
mejor alguno decide ser historiador...
Como ya hemos visto, es una fuente muy delicada pues, en muchas ocasiones, las fuentes
escritas responden a la intencionalidad concreta de quien lo escribió. Durante mucho
tiempo, la lectura y la escritura fueron patrimonio exclusivo de los grupos más privilegiados
de la sociedad y eran ellos, por lo tanto, los que contaban la historia.
El historiador debe, por lo tanto, analizar y comparar las fuentes para acercarse a un
conocimiento más o menos objetivo de la historia.
Introducción
El comentario de textos históricos es una de las herramientas más importante dentro del
trabajo de los historiadores ya que hasta el siglo XX la inmensa mayoría de las fuentes
históricas que se utilizaban para la investigación
histórica eran fuentes escritas.
Introducción
Siguiendo los planteos de J. Aróstegui (1995) se pueden establecen dos acepciones para la
palabra Historia. Por un lado, designa la realidad de lo histórico, es decir, la realidad en la que
el hombre está inserto. Por otro lado también se denomina Historia a la disciplina que la
estudia, remitiéndose entonces al conocimiento y registro de las situaciones y los sucesos que
señalan dicha inserción. Así la misma palabra designa objeto y ciencia, de allí el problema
epistemológico que se genera por lo que se ensaya la denominación “investigación de la
Historia”
Despejada así la confusión entre la historia vivida por los hombres y la Historia como
producción escrita acerca de la vida de los hombres, utilizaremos esta última acepción para el
presente trabajo. Es decir, la tarea del historiador implica una concepción de ciencia, una
teoría explicativa y los modos de producción del conocimiento histórico.
La función de la Historia.
1
Citado en Arostegui (1995)
1
puramente cognoscitiva; todo discurso histórico interviene en una determinada realidad
social donde es más o menos útil para las distintas fuerzas en pugna” (Ibid: 13).
El uso ideológico político de la Historia ha sido un factor que ha estado presente en toda la
vida social y política y esto, según Pereyra, proviene del uso que han hecho de la Historia las
clases dominantes en las diversas sociedades. Por eso “El papel de la Historia como ideología
se eleva como obstáculo formidable para la realización del papel de la Historia como
ciencia”. (Ibid.: 23)
Historia de la Historiografía
La forma o el modo en que se escribe la historia marca una época teórica y metodológica. El
objeto de estudio cambia y también lo hace la forma en que los historiadores realizan su tarea.
Asimismo la función de la Historia varía en el tiempo. En este sentido entendemos que para
su enseñanza se hace necesario comprender las formas de hacer Historia, sosteniendo la
coherencia entre el modo de producción de cada corriente historiográfica y las formas de
enseñar.
Los textos históricos más antiguos que se han hallado hasta ahora son las listas y las crónicas
de los reyes. El más importante de los textos hallados es la llamada “Crónicas de la monarquía
una” o también denominada “lista sumeria de los reyes”. Estos textos, guardados en los
templos, justificaban el carácter divino de los gobernantes: en un primer momento los reyes
habían bajado del cielo y después del diluvio fueron gobernados por una serie de soberanos
sobrehumanos.
En la Mesopotamia también se hallaron textos históricos como las denominadas “Crónicas de
Babilonia”, destinadas a registrar los sucesos astronómicos y meteorológicos, precios del
mercado, el nivel de las aguas u otro tipo de datos interesantes. Al igual que en Babilonia
estas crónicas eran escritas y preservadas por los sacerdotes. La escritura de la historia, en este
caso, no era un relato sino una lista de acontecimientos cuya función era la legitimación del
poder. Al respecto Fontana (2002: 20) señala que “Los inicios de la historia escrita están
ligados a la justificación del estado monárquico por el doble camino de señalar su origen
sagrado e identificarlo con el pasado de la comunidad”.
2
forma de escribir y en su función social. La diferencia está marcada porque ya no son las
crónicas de acontecimientos o lista de sucesos los que se registran sino que surge una
“investigación” histórica sobre los hechos presentes. La poesía épica, y Homero
particularmente, influyeron en la manera de historiar. Por otra parte, los registros de los
sucesos están contados por los protagonistas, de manera de darles un carácter de actualidad al
relato. Se puede establecer que, con Heródoto y Tucídides, en el siglo V a. C. nace la
historiografía griega.
Heródoto (485 – 424 a. C.) realiza una descripción del mundo en que vivía, del mundo
conocido basado en sus experiencias personales, como, por ejemplo, su relato de las guerras
entre los griegos y Persia. Su intención, según escribe en el prólogo de “Historia”, es evitar el
olvido: “esta es la exposición de los resultados de las investigaciones de Heródoto de
Halicarnaso para evitar que con el tiempo los actos humanos permanezcan en el olvido”2 .
Sus fuentes son los testimonios orales y sus recuerdos personales. Antes de la descripción de
las batallas, realiza una descripción minuciosa del “mundo conocido por los griegos” a partir
de sus propios viajes a Egipto, Fenicia y el Mar Negro y de conversaciones con los viajeros,
de las cuales Fontana destaca el hecho de que Heródoto, al obtener descripciones
contrapuestas, ofrece todas las versiones y “racionaliza a menudo los hechos maravillosos”.
Con Tucídides (460 – 400 a. C.) se puede decir que comienza una Historia más “política”. La
función que cumple su relato es justificar la guerra, es decir, mostrar la superioridad de los
griegos. En su “Historia de la guerra del Peloponeso”, da cuenta de los hechos sucedidos en
su presente. Comienza su obra planteando el método que empleó y una reseña de la historia de
Grecia hasta las guerras médicas. En los siguientes libros (del segundo al quinto) relata la
guerra año por año.
Su método se basa en la descripción. Se destaca la búsqueda de exactitud en la descripción de
los acontecimientos. Sus fuentes son los relatos orales de los protagonistas. Así dirá: “en lo
que respecta a los sucesos que tuvieron lugar en la guerra no me ha parecido oportuno
escribirlos enterándome por cualquier, ni siquiera guiándome por mi opinión, sino que he
relatado las cosas en las que estuve presente o sobre las cuales he interrogado a otros con
toda la exactitud posible” (Ibid. 29)
Polibio (208 –118.C) escribió sobre Roma y los romanos en lengua griega. Su obra principal,
“Historia”, constaba de cuarenta libros. Su propósito era escribir una historia universal que
explicara «el cómo, el cuándo y por qué de la sujeción de todas las partes conocidas del
mundo al dominio de los romanos» (Ibid. 33)
Su método se basó en el estudio de documentos, para establecer la veracidad; la investigación
personal en el lugar donde ocurrieron los hechos y el “conocimiento directo de las prácticas
políticas a fin de no realizar una simple narración de los acontecimientos sino establecer sus
causas”. (Ibid.)
En Roma los antecedentes de registros de los acontecimientos (siglo II a. C.) estaban en
manos de los sacerdotes y se trataban de las denominadas «crónicas pontificias». Éstas,
reunidas luego en los “annales maximi”, eran cronologías de nombramientos de cónsules,
funcionarios, celebraciones y acontecimientos notables. El nacimiento de la historiografía
romana puede situarse en el siglo I a. C. con Julio César, Salustio, Tito Livio y Tácito.
Historiografía medieval
2
Citado en Fontana, J. 2002: 27
3
En la época medieval se destaca por innovadora la historiografía musulmana. Sin influencias
greco-romanas, surge a partir de recoger los hechos y dichos de Mahoma, y se transforma
progresivamente en un relato de hechos y explicaciones de los mismos, partiendo de los
testimonios escritos y orales.
En Europa la tarea de escribir la historia quedó en manos de los monjes y no buscaba la
explicación de los fenómenos y sus causas, sino la justificación por el designio divino. Así
predominaba la “Historia de los santos”, donde la fantasía se mezclaba con la realidad en
torno a un discurso religioso que apuntaba a la interpretación de las profecías y a servir de
ejemplo de la vida cristiana. Esta época se caracterizó por la confección de las crónicas
cristianas donde se enumeraban batallas, acciones de los herejes, y crónicas de los príncipes.
Es el tiempo de la patrística, la cual se rige por el calendario cristiano (Pascua, Cuaresma,
etc.)
En los siglos VI al IX se destaca la historiografía sobre los pueblos germanos, cuyos
historiadores son denominados «los narradores de la Historia bárbara». También hay obras
históricas en Francia e Inglaterra como “Historia de los francos” de Gregorio de Tours y “La
destrucción de Bretaña” de Gildas ó la “Historia eclesiástica del pueblo de Inglaterra” cuyo
autor es Beda. También se pueden citar otras obras como “Historia de los vándalos y de los
suevos”, “Historia de los Lombardos”, “Historia de los reyes de Noruega” o “Vida de
Carlomagno”.
Con el auge del feudalismo (siglos XII y XIII) surge en Europa la historiografía caballeresca.
Esta no se escribe en los monasterios y está destinada a un público más amplio. El tema
principal son las cruzadas y tiene como protagonistas a reyes y caballeros.
Esta etapa se caracteriza por mezclar ficción y verdad. La función de la Historia seguía siendo
la legitimación del orden feudal.
El renacimiento
La situación política de Florencia y Maquiavelo, en particular, será quien inicie esta función
de la Historia. Contemporáneo de Maquiavelo, Francesco Guicciardini escribe “Historia de
Italia”. En ella abarca toda Italia y el contexto europeo para tratar de explicar las acciones de
los soberanos de otros países que invaden el suyo.
En Castilla (España) se produjo una eclosión de la historiografía indiana, producto de los
relatos de aquellos que habían estado en las “nuevas indias” y que como cronistas habían
registrado la conquista española en América. Podrían citarse escritos tales como “Cartas de
Relación” de Hernán Cortés, “Décadas del Orbe Novo” de Pedro Márquez de Anglería y
relatos de Bartolomé de las Casas y de Tomás de Mercado.
4
La Ilustración
Para Fontana (ibid: 83) “La ilustración sería esencialmente el pensamiento crítico,
desconfianza hacia el saber establecido y el consentimiento universal: la defensa de la razón
contra la convicción, del saber transformador contra la tradición”.
El siglo XVII ve la aparición de la “opinión pública”, se produce así “una «industria de la
información» que multiplicó las impresiones de cartas, folletos, gacetas y, en general, de
textos breves y accesibles a un público extenso, que se ocupaban de la crítica política o
reproducían todo tipo de noticias del momento”. (Ibid. 84) Esto llevó a que en Francia y en
Italia las cortes se abocaran a poner a su servicio historiadores para combatir las críticas.
Fontana relata que Luis XIV tenía 19 historiadores, incluido Racine, a su servicio.
Se pueden citar en esta etapa a Secondat, Montesquieu, Voltaire, los hermanos Condillac,
Diderot y Turgot, entre otros. En Francia durante la etapa de la Restauración la Historia
cumplió el papel de asimilar la herencia de la revolución y dar las bases para la nueva
sociedad burguesa.
Se hace necesario, en primer lugar, describir someramente el contexto en el cual surge esta
Escuela. Alemania se encuentra, a principios del siglo XIX, abocada a la unificación política
de ciudades, estados libres y feudos, para desde allí emprender el camino de la
modernización. Ya desde fines del siglo XVIII los intelectuales procuraban establecer las
bases de una cultura común en búsqueda de una identidad nacional, basada en la unidad de la
lengua y en la recuperación de mitos y poesías provenientes de la cultura popular. En el
ámbito histórico se trabajaba en la búsqueda de un pasado común a partir de la recuperación
de las crónicas medievales. Asimismo, el fin de la invasión francesa a Alemania y la
constitución de los Estados – Nación en el siglo XIX llevarán a recurrir a la Historia en su
5
función de legitimadora de la nueva conformación política. Es decir, historicismo y
nacionalismo serán una conjunción que marcará la producción historiográfica.
Ranke, catedrático de la Universidad de Berlín, publica una frase en 1824 que recorrerá el
mundo y que sentará las bases de su forma de hacer historia: “Se ha atribuido al historiador
la misión de juzgar el pasado, de enseñar el mundo contemporáneo para servir al futuro:
nuestro intento no se inscribe en tales elevadas misiones, sólo intenta mostrar lo que
realmente fue”. Este historiador planteará así su concepción de objetividad. Para él la
investigación histórica consistía en la descripción de los hechos, de los acontecimientos
despojados de intencionalidades. Noiriel (1997: 56) dirá que “Ranke quiere demostrar que es
la investigación empírica, el estudio de los hechos, la que posibilita el progreso del
conocimiento y no las especulaciones metafísicas sobre el sentido de la historia”. En este
sentido, la Historia de Ranke tiene como objeto de estudio los acontecimientos políticos. “Sus
libros hablan siempre de los estados y de las relaciones que se establecen entre ellos por
medio de la diplomacia y la guerra”. (Fontana, 2002: 170)
Un aspecto a destacar de la metodología rankeana es el uso de las fuentes. Para esta escuela
los documentos son los que validan la investigación histórica. Las fuentes son los documentos
oficiales. Su método, denominado “heurístico”, consta de cuatro etapas. En primer lugar está
la “etapa heurística” que recorre distintos momentos. En un primer momento se recoge
bibliografía sobre la temática. En segundo lugar, se fija el problema o tema, también
denominado momento “temático” El tercer momento es el “erudito” y consiste en la búsqueda
de las fuentes”. Por último, se realiza el “diagnóstico” que consiste en una descripción a partir
de las fuentes. La segunda etapa es la “crítica” donde se analizan las fuentes (ya seleccionadas
a partir de determinar el tema), la tercera etapa es la de “síntesis”, donde se analizan los
testimonios, se seleccionan, se organizan y se interpretan, por último, se llega a la etapa de
“exposición”, la cual consiste en la publicación.
En Francia, a fines del siglo XIX también se dará un cambio en la forma de hacer historia. La
Historia que se escribía básicamente para ser utilizada en la enseñanza, dará un salto desde la
narrativa a la “objetividad” de los documentos de archivo, documentos oficiales que se
guardaban en las nuevas instituciones creadas como archivos nacionales, bibliotecas, etc. La
fuente, la pieza de archivo, era el garante de la legitimidad
Al igual que en Alemania el objeto de estudio eran los acontecimientos políticos, militares,
diplomáticos y las biografías de los personajes ilustres3. Así Lavise escribe una “Historia de
Francia” en 1894, que consistía en una obra de 27 volúmenes dedicada a destacar la historia
3
Nora, P. (1993: 48)
6
nacional. Esta Historia legitimaba a la “nación burguesa y liberal” surgida de la Revolución
Francesa.
En Francia, ésta será la época de las “grandes historias nacionales”. En Alemania Ranke
escribe “Historia de los pueblos románicos y germánicos de 1494 a 1514”. Droysen publica
en 1886 su “Historia de la política prusiana”. Mommsen la “Historia romana” y Heinrich von
Treitschke “Historia de Alemania en el siglo XIX”. En Inglaterra, Macaulay publica en 1849
“Historia de Inglaterra”, y Henry Buckle “Historia de la civilización en Inglaterra”. A fines
del siglo XIX también en España la Academia de la Historia intenta publicar una “Historia
general de España”.
Fontana señala que a partir de 1918 hay un agotamiento del modelo académico y sostiene que
“Desde comienzos del siglo XIX empezaba a resultar visible en el terreno de la Historia el
agotamiento de los viejos métodos de la erudición académica profesionalizada del siglo XIX,
con sus pretensiones de objetividad científica, que enmascaraban el hecho de que su función
real era la de servir, por un lado, para la educación de las clases dominantes y, por otro,
para la producción de una visión de la historia nacional que se pudiera difundir al conjunto
de la población a través de la escuela” (2002:181).
En el contexto de la Primera Guerra Mundial, de los cambios en las ciencias (con los avances
de Einstein, Bohr y Heisenberg), de la Revolución Rusa y de la influencia del pensamiento de
Marx, de los cambios operados en la sociología a partir de Durkheim y Weber y de la
antropología (que se había desligado del evolucionismo y comenzaba a recibir los aportes de
Radcliffe-Brown y Malinowski), la historiografía había quedado sellada en la descripción de
la vida de los reyes y los dirigentes, olvidándose de los grandes movimientos sociales que
ocurrían a principios del siglo XX.
7
En el marco de estas disputas por la “cientificidad de la Historia” y de los cambios sociales y
políticos en Europa, surge en Francia una nueva corriente historiográfica, la Historia
Económica y Social que influirá, de diversa manera, en otros países y escuelas 4. Los
historiadores Marc Bloch y Lucien Febvre encabezarán este enfoque historiográfico con la
publicación, en 1929, de la revista Annales d`histoire èconomique et socieale..
4
En Inglaterra ya había trabajos inspirados desde un enfoque social y no político, a partir de la fundación de la
Economic History Society en 1926. El auge se de dio luego de la Segunda Guerra Mundial con los aportes de
los llamados historiadores marxistas británicos, que procuraron realizar una «Historia de la sociedad». En
Francia ya los socialistas, especialmente Jean Jaures y François Simiand, enfocaban el estudio de la historia
hacia los aspectos económicos y los relacionaban con los enfrentamientos de clase.
5
Citado en Wallerstein, H. (1993: 131, n 1)
6
J. Revel (1993), dirá que los historiadores de Annales habían reflexionado con profundidad sobre su disciplina
y oficio. Se organizaron en torno a hacer salir a la Historia del aislamiento disciplinario y abrirla a interrogantes
y métodos de las otras ciencias sociales.
7
M- Bloch se especializó en Historia Medieval y Febvre trabajó en la Historia de las Mentalidades. A la muerte
de Bloch en 1944 (De origen judío y miembro de la Resistencia francesa es detenido, torturado y asesinado por
los alemanes en Lyon) asume la conducción L. Febvre.
8
J. Revel (1993) dirá que dos generaciones de Annales (primera y segunda) tienen la perspectiva de una
“Historia total o global”. Y esta Historia global es posible porque no hay encasillamiento de disciplinas sino que
se integra al campo de las ciencias sociales.
“El historiador decidió no prohibirse nada de entrada: era geólogo, economista, demógrafo, antropólogo,
lingüista, naturalista. Importaban en su investigación las nociones, las hipótesis, los elementos inéditos de
comparación” (Revel, 1993:127)
En la Historia global el historiador renunció a la lógica y a la dinámica del relato, revocó la perspectiva
evolucionista y las interpretaciones finalistas: en lo sucesivo el pasado no estaba más asegurado que el presente.
8
Esta etapa es la que más influencia ha tenido en los historiadores9. Se destaca junto a Braudel
la obra de Ernest Labrousse, quien trabajará sobre los retornos cíclicos en un modelo
socioeconómico. Para Fontana son estos dos autores los que le devolvieron el contenido de
«Historia económica y social» a la escuela de Annales, dado que con la muerte de Bloch y la
asunción de la dirección de la revista por parte de Febvre, se había perdido el carácter
económico que había querido darle M. Bloch.
Fernand Braudel, autor de una obra emblemática titulada “El mediterráneo y el mundo
mediterráneo en la época de Felipe II”, es quien ha sido “canonizado” en materia
historiográfica. Los conceptos que marcarán su investigación histórica son los de tiempo y
espacio. Respecto del tiempo, este autor marcará tres momentos históricos: la larga duración
(o estructura), la coyuntura y el acontecimiento.
Este autor toma las estructuras que permanecen, como por ejemplo, la historia de la relación
entre los hombres y la tierra que habitan. El espacio se inscribe así en la larga duración, en sus
palabras “un tiempo casi inmóvil”. Braudel privilegia el estudio de sistemas por sobre los
cambios. El cambio no como desarrollo, como evolución, sino como ruptura, identificando las
diferencias entre dos sistemas sucesivos. Cambios o revoluciones tecnológicas, económicas o
de las mentalidades. Pero la “realidad de los hombres” también tiene otros tiempos y es aquí
donde se debe realizar un análisis de las coyunturas sociales, los ciclos económicos, las
formas institucionales y culturales. Por último, el historiador debe ver lo acaecido en el
“tiempo corto”, en el acontecimiento, aquello a lo que se habían dedicado los historiadores
hasta ese momento y que se establecen como los hechos que pueden ser tanto una batalla
como la muerte de un rey. Braudel es “relevado” de la dirección de la escuela de Annales en
1968, allí comienza una etapa que durará hasta los años 80 y que Fontana denomina “nouvelle
histoire”.
Varios autores sostienen que a partir de 1970 se produjo una crisis en el campo de la
investigación histórica. Algunos la sitúan en el movimiento denominado “Giro Cultural” (o
Giro Lingüístico) y en la teoría “posmoderna10”. En él se abandonan los sueños de cambio de
la modernidad en pos del relativismo cultural y el individualismo.
9
Entre otros historiadores podemos citar a P. Vilar, Leroi-Gourhan, Lefebvre, Le Goff, Le Roy Ladurie,
Chaunú, Duby.
10
Eagleton (1998) plantea cuáles son las nociones del pensamiento moderno con las que está en desacuerdo el
pensamiento de la posmodernidad. En su prefacio va a detallar “La posmodernidad desconfía de las nociones
clásicas de verdad, razón, identidad y objetividad, de la idea de progreso universal o de emancipación, de las
estructuras aisladas, de los grandes relatos o de los sistemas definitivos de explicación. Contra esas normas
iluministas considera el mundo como contingente, inestable, indeterminado, un conjunto de culturas desunidas o
de interpretaciones que engendra un grado de escepticismo sobre la objetividad de la verdad, la historia y las
normas, lo dado de las naturalezas y la coherencia de las identidades” (Prefacio).
9
buscaba develar las estructuras sociales que explicaban los acontecimientos 11. Burke
(1991:14) planteará que “La nueva Historia por su parte ha acabado interesándose por casi
cualquier actividad humana. [...]Aquello que antes se consideraba inmutable, se ve ahora
como un construcción cultural sometida a variaciones en el tiempo y el espacio.”
Esta nueva etapa ha sido denominada por Burguiere como “La fragmentación de la Historia”,
Fontana (2002) la llamará “Migajas de la Historia” y para Burke (1991) surgirá “La nueva,
nueva Historia”. Representantes de esta nueva generación son Burguiere, Revel, Le Roy
Ladurie, Le Goff, Furet, Chaunú, Nora, Aries, Darton, Ginzburg, White, etc.
Aróstegui (1995) plantea que en los años 80 / 90 se produce el abandono de tres grandes
paradigmas: Annales, el marxismo y el estructural-cuantitativismo. Para este autor la crisis no
se ha resuelto, y se asiste a un estado de confusión metodológico y teórico. Sostiene que la
crisis se produce debido a un “cansancio” por la Historia globalizadora y despersonalizada.
Agrega que la Historia se acerca a las perspectivas de la antropología, la lingüística, la
microsociología, la Historia de vida y de la vida cotidiana. Que se abandona la primacía de lo
social para ir en busca de la manifestación de lo mental»
Según Burke (1991) estos nuevos historiadores abandonan la base económica en favor de la
superestructura cultural.
Las críticas a esta nueva corriente se centran en la falta de precisión sobre el objeto de
estudio. Así las mentalidades se plantean como el “imaginario colectivo” (Duby) o el
“inconsciente colectivo” (Ariés), con un cierto grado de vaguedad y separadas de la existencia
material de los hombres.
Corrientes históricas que se corresponden con esta nueva concepción son: la microhistoria, la
historia cultural, la historia desde abajo, el narrativismo, la historias de las mujeres, del
cuerpo, de la vida cotidiana, de la muerte, de la infancia, de la vida familiar, de la lectura, de
ultramar, etc.
11
Para Eagleton (1998: 84) “La Historia de la posmodernidad, por contraste, tiende a ser vivida como
unidimensional, exprimiendo ese estratificado concepto del tiempo en función del corto plazo, del contexto
contemporáneo de la coyuntura inmediata”.
12
La obra más reconocida de C. Ginzburg es “El queso y los gusanos”. Bs. As. (1993)
13
Ensayos de este autor son: “La rebelión de los obreros: la gran matanza de gatos en la calle Saint-Sèverin” y
“Un burgués pone en orden su mundo: la ciudad como texto”
14
Este historiador se aboca a la Historia de la lectura, autor de, por ejemplo, “Lecturas y lectores populares desde
el Renacimiento hasta la época clásica” Madrid, 1998; “El mundo como representación. Historia cultural entre
práctica y representación” Barcelona, 1995; El orden de los libros” Barcelona, 1994.
10
tema a investigar y al uso de las fuentes dice “Cuando no podemos comprender un proverbio,
un chiste, un rito o un poema, estamos detrás de la pista de algo importante. Al examinar un
documento en sus partes más oscuras, podemos descubrir un extraño sistema de significados.
Esta pista nos puede conducir a una visión del mundo extraña y maravillosa” (Darnton,
1998:13)
Economía e Historia
15
Verosimilitud alude a la credibilidad de las afirmaciones, mientras que el contenido de verdad se refiere a la
correspondencia entre el acontecimiento y el relato.
16
Cabe aclarar que esta corriente no está imbuida de los principios de la posmodernidad, los cuales han
acarreado tantas críticas a otros historiadores de la “nueva, nueva Historia”
11
A partir de estos primeros estudios surge en EE.UU., la New Economic history o econometría
retrospectiva (que más adelante se denominaría como cliometría). Aunando la teoría
económica, la inferencia estadística y la Historia económica señalaban que el historiador
busca los nexos causales apelando a las reglas científicas de otras disciplinas. Partiendo de
hipótesis contrafactuales, construyen modelos formalizados matemáticamente para explicar el
proceso analizado.
Como ejemplo se puede citar el trabajo de Robert Fogel quien en su obra “Los ferrocarriles y
el crecimiento económico norteamericano”, partió de la hipótesis de que el ferrocarril había
sido fundamental para la economía estadounidense, para esto utilizó una prueba contrafactual
construyendo un modelo hipotético de lo que habría sido la economía norteamericana a
finales del siglo XIX si no se hubiesen construido los ferrocarriles. Calculó la diferencia entre
los costos de transporte de mercaderías en ferrocarril y en otros medios alternativos,
determinando así el “ahorro social” debido al uso de este transporte. Fontana (2002) plantea
que para este estudio tan complejo Fogel debió “Establecer hipotéticamente los canales que
deberían haberse construido de no haber existido el ferrocarril, calcular las pérdidas por las
tierras que no se habrían cultivado en estas circunstancias, sumar los costos adicionales de
almacenaje necesarios, ya que muchos canales se hielan en invierno, etc.”. Esta corriente fue
y es muy criticada, sin embargo, tuvo una fuerte repercusión dado lo provocativo de su
metodología.
Actualmente los estudios sobre Historia Económica retoman los datos estrictamente
económicos para relacionarlos con el contexto político y cultural lo cual permite analizar y
comprender la realidad. Un caso puede ser el de la denominada “Historia empresarial”
Este grupo de historiadores que constituirán una de las grandes corrientes historiográficas de
occidente surge luego de la Segunda Guerra Mundial. Estaba relacionado con el Partido
Comunista británico, y entre sus representantes podemos citar a Eric Hobsbawn, Rodney
Hilton, Chistopher Hill, Victor Kernan, George Rudé, Edward Thompson y Raphael Samuel.
También formaron parte el economista Maurice Dobb y el arqueólogo Gordon Childe.
Diferenciado en algunos aspectos con este primer grupo se puede citar a Perry Anderson y
Samuel Benjamin.
Entre las publicaciones en las cuales colaboraron se encuentran: “Marxism today”, “Our
history”, “History Worshop” y la reconocida mundialmente “Past and Present”, que comenzó
a editarse en 1952.
Las temáticas que abordaron fueron, principalmente, la transición del feudalismo al
capitalismo y las consecuencias de la revolución industrial en Inglaterra. Las discusiones
sobre esta temática llevaban implicaciones metodológicas importantes. Como ejemplo se
puede citar los trabajos de Dobb respecto de los orígenes históricos del capitalismo, en los
cuales abandona el análisis habitual que se basaba en la esfera de la circulación para abordar
la temática desde las relaciones de producción y la lucha de clases, donde el “motor inicial de
12
la transición era la pugna de los campesinos contra la explotación feudal” 17. Otro ejemplo es
la controversia establecida por Hobsbawn al plantear el tema de la «crisis general del siglo
XVII».
Desde lo teórico, no los guiaba un economicismo marxista ortodoxo, sino que entre sus
preocupaciones se encontraban los elementos culturales. Para Fontana, esta mirada puesta en
lo cultural proviene de la crisis política –en 1956- producto de la intervención soviética en
Hungría, la cual provocó el alejamiento de muchos miembros del Partido Comunista, pero sin
“desertar del campo de las políticas progresistas”.
Los trabajos giraron en torno a la vida y el trabajo de los obreros, como ejemplos se pueden
citar las obras de Hill, quien estudió la revolución inglesa del siglo XVII y su contexto
intelectual, las obras de G. Rudé y E. Thompson18 quienes comienzan con los estudios
denominados “historias desde abajo”, o las obras de Hobsbawn quien realiza una serie de
grandes estudios de Historia social como “Rebeldes primitivos”, “Bandidos” o los dedicados
a la historia del movimiento obrero como “Trabajadores” y “El mundo del trabajo”.
17
Ibid. Ant. Pág. 247
18
Thompson es autor de un famoso libro cuya primera edición es de 1963 cuyo título es “La formación de la
clase obrera en Inglaterra”. Hobsbawn escribió sobre él “Tenía la capacidad de producir algo que era
cualitativamente distinto de lo que escribíamos los demás y que es imposible medir en la misma escala.
Llamémosle simplemente genio”. (Citado en Fontana Op. Cit. Pág. 251).
13
HISTORIOGRAFIA EN ARGENTINA
Este trabajo sigue los planteos de Daniel Campione (2002) respecto de la historiografía
argentina. Desde aquí se pueden situar cuatro períodos que, sin negar las diferencias internas,
del grupo de historiadores adscriptos a cada corriente, contienen una perspectiva común
respecto a la “forma de hacer historia”.
Podemos identificar una primera corriente historiográfica, que toma auge en el período de
consolidación del Estado nacional (fines del siglo XIX) a la que se denomina “Historia
Oficial”. Una segunda etapa puede situarse a principios del siglo XX donde se desarrolla la
llamada “Nueva Escuela Histórica”. El siguiente período, tendrá como protagonista al
“Revisionismo histórico”, el cual surge en la década de 1920 y que si bien no llega a
convertirse en una perspectiva con una fuerte influencia en los centros académicos y en los
planes de estudios, sí tiene un fuerte peso en su denuncia de la función política de la “Historia
oficial”. Por último, a mediados de la década del 50 comienza una incipiente corriente
historiográfica que será hegemónica hasta hoy, y es la denominada “Historia Social” o
“Nueva Historia”.
Se hace necesario aclarar que una etapa no substituye a la otra en la forma de hacer historia,
sino que conviven y es una de ellas la que se convierte en hegemónica en determinados
períodos históricos.
La Historia Oficial
19
Criollismo que se consideraba superior tanto respecto de los indígenas como de la reciente inmigración
europea.
20
Los hitos de la fundación del Estado y la nacionalidad fueron la Revolución de Mayo, las guerras de la
independencia, la lucha contra la tiranía de Rosas, la batalla de Caseros y la gesta de civilización de Mitre y
Sarmiento.
14
En la primera década del siglo XX, a la par de la incorporación de la Historia “oficial” a los
planes de estudio, se suman las resoluciones del Consejo Nacional de Educación que
instituyen a la Semana de Mayo como fiesta escolar, con reglamentaciones para su festejo 21;
se establece el saludo diario a la Bandera y la Jura de la Bandera a los niños que asisten por
primera vez a la escuela.
A partir de 1900, surge una nueva corriente historiográfica que tendrá una marcada diferencia
con la etapa anterior. A esta escuela se la puede caracterizar por dos aspectos: el rigor
histórico y la profesionalización. Con respecto a esta última, surgirá una camada de
21
En un documento emitido por la Inspección General del Consejo Nacional de Educación respecto de la
reglamentación de los festejos de la Semana de Mayo, encontramos un párrafo en cual se justifican dichos
festejos: “País de inmigración, la República Argentina necesita cimentar su grandeza, más que en las montañas
de cereales y en los millones de cabezas de ganado [...] en la difusión amplia de un fuerte y equilibrado
patriotismo...” (Campione, 2002:19)
22
Por décadas se utilizó para la enseñanza media los textos de López “Compendio de Historia Argentina”
(adaptado a la enseñanza de los colegios nacionales) y “Manual de la Historia argentina. Dedicado a los
profesores y maestros que la enseñan”.
15
historiadores que a diferencia de los representantes de la “Historia Oficial” proviene de las
capas medias y que “tiende a vivir de su profesión” ya sea en la docencia, la investigación y
en los cargos públicos.
Son representantes de esta corriente: Ricardo Levene, Emilio Ravignani, Diego Luis Molinari,
Enrique Ruiz Guiñazú, José Torre Revello, Luis María Torre, Rómulo Carbia, Enrique Barba,
Enrique de Gandía, Jaun Alvarez, Ricardo Rojas, Mariano de Vedia, etc.
Respecto del segundo aspecto que caracteriza a esta escuela: el rigor histórico, se puede
señalar que en el marco de la creciente cientificidad de la Historia, dada por la Escuela
Alemana y la Academia Francesa, los historiadores argentinos buscan el rigor heurístico. Es
decir, cobran relevancia las fuentes documentales, tanto en la búsqueda de nuevas fuentes
como el trabajo de investigación en archivos. Es decir, que el método de trabajo consistía en
la “ubicación, copia, estudio y publicación de documentos”. Cabe aclarar que estas fuentes
siempre provienen de los documentos oficiales
Al igual que la tradición marcada por Mitre, los documentos son los que da legitimidad al
estudio histórico. Ligado a esta legitimidad estaba la convicción de la “objetividad del
historiador”, ya que el pasado se traía a través de las fuentes y no de la interpretación del
investigador. Debemos considerar que para esta corriente no se tenía en cuenta el carácter
ideológico en la selección de los hechos históricos ni el cuestionamiento, por sesgadas, de las
fuentes oficiales. Sus objetivos son reconstruir la historia argentina y americana en base a
pesquisas documentales y bibliográficas, con el uso de métodos estrictos, seriando los hechos.
A diferencia de la escuela anterior no hay preocupación por el estilo literario de la obra
histórica sino que la intención era realizar una “descripción” de los acontecimientos,
“reconstruir los hechos tal cual fueron”.
Esta escuela se dedica a la Historia política, centrada en las instituciones y el Estado 25. El
objeto de estudio es el acontecimiento. El afán es construir una narración en torno a “grandes
hechos”. Además “Era una visión de la historia mirada «desde arriba» propensa al culto a
los «grandes hombres» y «minorías ilustradas» y a prestar poca atención a las «masas
anónimas»[...] La profesión del historiador se convertía sí en un deber cívico, y la exaltación
de los valores patrióticos y las raíces de la identidad nacional, en una virtual obligación de
un modelo de historiador que era (y se asumía como) funcionario de la ideología ”( Ibíd.44)
23
Fundado a principios del siglo XX, originariamente surge con el nombre de Sección de Historia y estaba a
cargo de Luis María Torre. En 1920, bajo la dirección de E. Ravignani pasa a denominarse Instituto de
Investigaciones Históricas.
24
Su mayor representante es Ricardo Levene.
25
Se puede citar al respecto: Historia del Derecho Argentino, Historia de la Nación Argentina y Ensayo
histórico sobre la Revolución de Mayo y Mariano Moreno de R. Levene; Asambleas Constituyentes Argentinas e
Historia Constitucional Argentina de E. Ravignani,
16
Campione cita un pasaje de “La cultura histórica y el sentimiento de la nacionalidad” de
Ricardo Levene donde queda en claro, por ser éste el más claro representante de esta escuela,
el carácter ideológico de la historiografía de la Nueva Escuela Histórica. “La Historia patria
es fuente perenne de inspiración y formación del alma nacional que tiene fisonomía propia y
ha realizado las obras originales de la argentinidad. La tradición viene a nosotros,
caudalosa corriente central de la Historia, en instituciones, ideas, religión, creencias,
preceptos estampados en la Constitución (...) que los pueblos fuertes como el nuestro,
atesoran con el mismo patriotismo con que se conserva y se defiende el patrimonio
territorial”(Ibíd. 45).
Después de esta cita es interesante remarcar el carácter de “objetiva y apolítica” con que
definían los representantes de esta escuela su forma de hacer Historia. Interesa enunciar dos
aspectos ligados con los planteos anteriores, por un lado el acento en la función legitimadora
de la Historia a partir de la revolución de 1930 y el ascenso de A. P. Justo al poder, donde la
Junta de Historia y Numismática quedó más relacionada con el Estado y tuvo una producción
ligada a la exaltación patriótica. Por el otro, la ausencia de todo tono crítico. En
“recompensa”, por un decreto de Agustín P. Justo, que transforma en la Academia Nacional
de la Historia a la Junta de Historia y Numismática y con ello la constituye en “el tribunal de
la verdad histórica y la gestora de la Historia oficial”26.
Por su parte, los historiadores enrolados en el Institutote de Investigaciones Históricas -en
oposición a la Academia Nacional- proclamaban su carácter de profesionalidad, su menor
relación con los poderes públicos y su albedrío por investigar temas polémicos como los
orígenes del federalismo o a caudillos como Juan Manuel de Rosas.
En segundo lugar, a fin de a “fijar definitivamente una Historia oficial”, el régimen
conservador, crea una serie de instituciones estatales o con protección estatal tales como el
Archivo Gráfico Nacional, La Comisión Nacional de Museos, Monumentos y Lugares
Históricos y el Instituto Nacional Sanmartiniano.
Respecto a los libros o manuales escolares, Campione (2002: 51) señala una gran distancia
entre “las elaboraciones eruditas y los textos destinados a la divulgación o a la enseñanza
directamente orientados a la implantación de una visión apologética de las clases
dirigentes”. Así encontramos que E. Ravignani y otros representantes del Instituto de
Investigaciones Históricas escribieron textos para la escuela secundaria. Por otra parte R.
Levene también produjo manuales de Historia nacional como “Lecciones de Historia
Argentina”.
En los manuales escolares y en las obras de divulgación predominaba la versión oficial-estatal
del pasado argentino. Así “La historiografía liberal constituyó, sobre todo en su versión apta
para la enseñanza, la divulgación o actos oficiales, una historia centrada en la narración, y
en la valoración de los protagonistas, a los que divide entre réprobos y elegidos. [...] Entre
próceres sólo se reconocían malentendidos y distanciamientos temporarios, pero siempre
aparecían reconciliados a la larga por el fondo de patriotismo, desinterés personal y nobleza
de espíritu que impulsaba las acciones de todos ellos. Así, por sobre las individualidades se
dibujaba un sujeto colectivo, una elite que guiaba el país, con el bien público y el
«engrandecimiento nacional» como objetivo fundamental”. (Ibíd. 52)
El revisionismo histórico
26
Girbal-Blacha, N. Citada por D. Campione (2002: nota final )
17
Esta corriente historiográfica que comienza a fines de la década del `20 y de la cual aun
podemos encontrar algún representante en la actualidad (como Norberto Galazzo), ha tenido a
lo largo del tiempo diferentes corrientes internas. Surge como un movimiento antiliberal y
nacionalista- católico, luego, por 1940 recibe la influencia de la FORJA (Fuerza de
Orientación Radical de la Joven Argentina) con sus planteos respecto de un progreso social y
económico nacional, de carácter antiimperialista. Ya en la década del 50 encontramos una
corriente ligada al nacionalismo popular, centrado en las masas y el obrero. En los `70 esta
corriente toma como objetivo, según Campione, la transformación revolucionaria.
Así planteadas someramente, y dado que a simple vista parecen orientarse a objetivos
disímiles cabe plantear que lo que las une, fundamentalmente, es su oposición a la “Historia
oficial”, la reivindicación del federalismo y, con ello, la exaltación de los caudillos, así como
también un fuerte sentido nacionalista y antiimperialista. Son representantes de esta corriente:
Manuel Gálvez, Ernesto Palacio, Rodolfo y Julio Irazusta, Arturo Jauretche, José María Rosa,
Raúl Scalabrini Ortiz, Fermín Chávez, Eduardo Luis Duhalde, Rodolfo Ortega Peña y Jorge
Abelardo Ramos, entre otros.
Para Campione “Fueron los síntomas de la crisis del modelo de integración al mercado
mundial, con el reemplazo del crecimiento económico sostenido por el estancamiento y la
recesión; y el período de convulsiones abierto por la guerra de 1914, la revolución rusa, el
fascismo y la crisis del 1929, los que abrieron la puerta para que comenzaran a aparecer
voces contestatarias, con variadas orientaciones e intencionalidades” (Ibíd. 67). Es decir, el
ideal del modelo oligárquico había entrado en crisis. El proyecto de crecimiento con un
modelo de país, regido por los conservadores, había mostrado su fracaso. Con el ascenso de
las capas medias, durante el gobierno de Yrigoyen y la inmigración masiva llegada al país
desde fines del siglo XIX, se había modificado la composición social y con ello el modelo
cultural dominante había perdido su fuerza hegemónica. Las influencias del liberalismo inglés
y el iluminismo francés también coadyuvaron para que ciertos sectores mostraran su
disconformidad.
El primer grupo de revisionistas surge en este contexto a mediados de la década del `20.
Quienes tomarán con fuerza la impugnación a la Historia oficial de la oligarquía serán Ernesto
Palacio y Julio y Rodolfo Irazusta. El primero lo hará en su libro “La Historia Falsificada”
donde rastrea “desde el fondo del pasado nacional” al enemigo de la nación y donde afirmará
el pasado nacional y católico del país. Por su parte, los hermanos Irazusta escribieron “La
argentina y el imperialismo británico”, donde critican la “acción del capital británico” y “al
18
liberalismo económico y político de los próceres oficiales”; su historiografía gira en torno a la
defensa del federalismo frente al centralismo porteño y, fuertemente en la reivindicación de la
actuación de Juan Manuel de Rosas.
Los revisionistas iniciales revalorizaron la actuación de los caudillos del interior y la etapa
colonial, para justificar nuestra tradición hispánica, con un acentuado desprecio por lo
indígena.
Por los años 40 surge una nueva línea de revisionista que proviene, en gran parte, de la
FORJA, fundada en 1935 y a la que se suman después hombres de izquierda que luego
adherirán al peronismo27 . Si bien esta línea sigue sosteniendo el nacionalismo, no lo hará
desde el rescate de una visión de derecha hispánico-católica sino desde un “nacionalismo
popular”. Diferirán también en el abordaje del caudillismo y de la figura de Juan Manuel de
Rosas. Sobre Jauretche, uno de los fundadores de la corriente, Campione escribe: “Para el
dirigente de FORJA estaba claro que la producción de una política nacional autónoma de
«intereses foráneos» no podía hacerse si no se nacionalizaba previamente la visión del
pasado argentino, cuya versión oficial era obra de minorías carentes de patriotismo,
manipuladas por intereses extranjeros”. (Ibíd. 71)
Otro representante de esta línea, quien no militó en el grupo FORJA pero estaba ligado a él,
fue Scalabrini Ortiz. Su obra se centró en el análisis crítico de la política británica en
Argentina denunciando la complicidad de “sus socios locales”. El carácter antibritánico de
esta corriente se suma a la fuerte oposición al imperialismo.
Desde el aspecto metodológico no difería del método Rankeano. Las mayores críticas a estos
historiadores están puestas en el escaso manejo de las fuentes primarias, en la omisión de los
procesos al centrarse en los hechos, los acontecimientos políticos y en la forma de historia-
relato propia de los historiadores que los antecedieron. Desde el aspecto ideológico, no
variaron el endiosamiento a los héroes sino que propusieron el culto a nuevos héroes. A pesar
de esto “Si un mérito global corresponde al revisionismo histórico es haber puesto las bases
para un análisis crítico de la Historia nacional, cuestionando la apologética de la clase
dominante local, y su alianza con el capital británico, su cultura y sus valores.”. (Ibíd. 80)
Esta escuela no estuvo integrada por historiadores profesionales sino que se dio en el marco
de la militancia política. Excluidos de la Academia Nacional de la Historia se agruparon en
torno al Instituto de Investigaciones Históricas Juan Manuel de Rosas, que había sido creado
en la década del 30 y donde se producía y difundían revistas y libros, ser realizaban
conferencias y cursos, desde un enfoque “anti – Historia” oficial.
19
revisionistas “De ese modo, el peronismo, ahora fuera del poder y proscripto, se identificará
sin retaceos con el revisionismo, y dará lugar a nuevas inflexiones de éste, algunas
impensables en sus comienzos”. (Ibíd. 88)
En los años ´60 –´70 el revisionismo se había tornado más heterogéneo; es el momento en que
alcanza mayor difusión y es el que “formó el sentido común histórico de la mayoría de los
argentinos” durante ese período. Se vendieron en esos años millares de ejemplares de las
obras de José M. Rosa, A. Jauretche, R. Scalabrini Ortiz, F. Chávez, A. Ramos, E. L.
Duhalde, R. Ortega Peña, etc. Campione concluye que “Si bien nunca alcanzó hegemonía en
el terreno académico, en la educación pública ni en el discurso oficial (salvo en forma
parcial en el breve período 1973-1976) durante un tiempo ganó ampliamente la batalla que
se planteó a sí mismo, con más recursos y perseverancia: la del espacio de la divulgación y
de la polémica en los medios de comunicación, la de la llegada al gran público por los más
variados medios y soportes. En esos años, en las filas revisionistas circulaba la idea de que el
revisionismo había ganado definitivamente la batalla ideológica, ante la virtual extinción de
la historiografía oficial”. (Ibíd. 73)
20
En esta línea de las Ciencias Sociales los nuevos historiadores trabajan en vinculación con
institutos como el Di Tella, el Instituto de Estudios Económicos y Sociales y en estrecha
relación con el Instituto de Sociología que dirigía Gino Germani.
Campione va a plantear tres orientaciones “que marcaban los esfuerzos” de este grupo de
historiadores:
“a) Su encuadramiento en el avance del conjunto de las ciencias sociales, que en las décadas
del 1950 y 1960 aspiran a adquirir plena respetabilidad [...].
b) Su objetivo consciente de contribuir a lo que percibían como la modernización definitiva y
en todos los planos de la Argentina post-peronista
c) Su constitución como corriente en el marco de la «universidad democrática», a cuyo
espíritu de «libertad científica» y relativo aislamiento del contexto se vincularon, resistiendo
a la vez las tendencias a la radicalización, y las reacciones de signo conservador y
antirreformista”. (Ibíd.111)
En el período de 1973 a 1976 algunos historiadores regresaron al país, pero quedaron en una
situación marginal respecto de las corrientes ubicadas a la “izquierda” “cuando su hábito era
disputar con colegas más conservadores” (Ibíd.: 115).
A diferencia del grupo precursor de esta corriente, los cuales si bien planteaban una Historia
apolítica no dejaron de ser militantes, “los historiadores sociales de los `80 no se permitirán
compromisos políticos tan radicalizados”. (Ibíd. 141. N 22) Al respecto Campione dirá: “Se
29
Este autor será quien asumirá la línea directriz a partir de la muerte de José Luis Romero.
21
empeñan así en un proceso de acentuada profesionalización de la carrera de Historia, con la
consiguiente regulación de sus cátedras y plan de estudios (incluyendo el restablecimiento
del mecanismo de concursos), y de la tarea de investigador, en búsqueda del establecimiento
de criterios compartidos de excelencia profesional. Se busca un restablecimiento de las
publicaciones y encuentros científicos, el cultivo de vínculos internacionales con las últimas
tendencias de la historiografía mundial, y el restablecimiento de un «cursus honorum»
pautado para el avance de los nuevos profesionales, sometidos a su vez a un «control de
calidad» estricto por parte de sus superiores, dotados de las herramientas de
disciplinamiento que se hicieran necesarias”. (Ibíd. 117)
Las fuertes críticas que Campione realiza a este grupo de historiadores se basan en el
encerramiento dentro de los claustros universitarios, frenando el ingreso a aquellos que no
acuerdan con esta línea de trabajo historiográfico. Esto muestra, según el autor, que esta
corriente tiene por objetivo la formación de cuadros de historiadores sólo para la vida
académica. Por otra parte, Campione, acusa a este grupo de centrarse en la producción de
artículos y recopilaciones, y de poseer una tendencia “al trabajo breve y de poca elaboración”
olvidando las grandes producciones historiográficas30.
Si bien esta corriente continúa con la línea de la Escuela de Annales, también ha incorporado
nuevas tendencias provenientes de la historiografía europea como la microhistoria o el estudio
de casos, la convivencia cotidiana, la vivienda, las fiestas populares, cuestiones relacionadas
con el sexo y el cuerpo, la niñez, la muerte, etc.
“Bajo la capa del abandono de la excesiva «politización» se transita hacia la dedicación a
temas y cuestiones soslayados o minusvalorados ( a veces injustamente) por la historiografía
anterior [...] a riesgo de que la huella de los grandes procesos históricos quede disuelta en
un sinnúmero de enfoques «micro» que no se articulan de ninguna manera en dirección a
comprender la totalidad, y que las clases sociales, so pretexto de quitarles su «centralidad»
en el análisis histórico desaparezcan por completo del análisis mismo. Al mismo tiempo,
tiende a predominar un enfoque empirista, que desconfía de toda discusión teórica ya que se
las ve ajenas a una historiografía validada por las propias «reglas del oficio», y el consenso
de la «comunidad de historiadores» que sería la encargada de dictaminar cual es la «buena
Historia». (Ibíd. 125)
Respecto a la relación con la enseñanza, se ha advertido que en la última década esta corriente
de “Historia social” aparece en los manuales y textos para el nivel medio de enseñanza. De los
cuales son autores algunos historiadores profesionales, así como también profesores del nivel
formados en esta corriente historiográfica.
La historiografía marxista
A diferencia de las corrientes antes explicitadas, no hay una institución que sea el referente de
la producción marxista. Si bien líderes del Partido Socialista, como Juan B. Justo, Alfredo
30
A modo de ejemplo el autor cita en la página 134 la edición de una Historia de la vida privada en Argentina,
Historia de las Mujeres (en dos volúmenes, siguiendo el modelo de Duby en Francia) y una serie de biografías
de personajes históricos, dirigida por L.A: Romero, que publicó el Fondo de Cultura Económica y la Historia
argentina publicada en fascículos por el diario Clarín.
22
Palacios, Nicolás Repetto ó Américo Ghioldi, escribieron sobre historia argentina la “forma
de hacer historia” no se diferenció de la historiografía liberal, y su función era la divulgación
doctrinaria. Ligados al Partido Comunista una serie de historiadores trabajó en torno a darle a
la Historia una matriz de interpretación marxista. Campione señala a Rodolfo Ghioldi como
uno de sus precursores, a Aníbal Ponce y a Héctor P. Agosti como dos intelectuales
«reverenciados» dentro del campo comunista; en la década del `40 encontramos a Rodolfo
Puiggrós, Alvaro Yunque, Ernesto Giúdice, Juan José Real y Luis Sommi; en los `60, con la
presencia de Leonardo Paso, la historiografía comunista se sistematizó y creció en cantidad de
publicaciones y actividades de difusión a partir de la fundación del Ateneo de Estudios
Históricos Manuel Belgrano. Para la década del `70 los historiadores comunistas se
agrupaban en torno a dos publicaciones: la revista “Pasado y Presente” y la que editaba el
P.C., “Cuadernos de Cultura”. Las sucesivas disidencias dentro del partido y la conformación
de una «nueva izquierda» produjeron el alejamiento de muchos intelectuales del P.C., lo que
devino en la declinación de la producción historiográfica ligada al Partido.
Según Campione esta corriente historiográfica ocupó un lugar marginal en los ámbitos
académicos. Las sucesivas “represiones políticas”, la censura y la batalla entre los
historiadores liberales y los revisionistas dejaron a esta corriente como un “tercero en
discordia” (Ibíd. 149). Y agrega que “La historiografía marxista no llegó nunca a configurar
una escuela articulada en el país, ni aun en las épocas en que se efectuaron más trabajos
bajo la advocación de esa línea de pensamiento. Está representada más bien por una serie de
autores individuales y con enfoques divergentes entre sí” (Ibíd.150) Aisladamente los
historiadores de izquierda se agruparon y agrupan en torno a algunas publicaciones como
“Pasado y presente”, “La rosa blindada”, “Cuadernos de Cultura”, “Taller”, “El Rodaballo
Revista de política y cultura” y “Razón y Revolución” o a instituciones o centros de
investigación independientes de los ámbitos universitarios.
Dentro de los historiadores con un pensamiento marxista se pueden mencionar, entre otros, a
Milcíades Peña, Leonardo Paso, Rodolfo Puiggrós, Juan José Hernández Arregui, Ernesto
Laclau, Juan Carlos Garavaglia y Carlos Sempat Assadourian.
A los estudios de Historia económica desde una visión marxista se dedicaron los ingenieros
Roberto Ortiz, Adolfo Dorfman y Horacio Giberti.
Aunque está ligado al periodismo y la literatura, las obras31 de Osvaldo Bayer se
corresponden con una «Historia de izquierda».
Rodolfo Puiggrós inicia su producción en la década del `40, algunas de sus obras son:
“Historia crítica de los partidos políticos argentinos”, “La época de Mariano Moreno”, “Rosas
el pequeño”, “Historia económica del Río de la Plata”, “De la colonia a la independencia”.
Campione sostiene que Puiggrós luego de abandonar el Partido Comunista en 1946
“Representó el entronque del marxismo con una visión nacional-popular que reivindicaba
activamente al peronismo, viéndolo como un paso hacia la consumación de una revolución
socialista” (Ibíd. 151).
En la década del `50 empezará su labor Jorge Abelardo Ramos. Su obra “Revolución y
contrarrevolución en Argentina” desarrolla la contradicción nación vs. imperialismo. Al igual
que otros autores de la época, Ramos indaga sobre la existencia de una «burguesía nacional»
que fuera el motor de la revolución nacional contra el imperialismo o de un sector militar que
encabezara el proceso de transformación hacia un «nacionalismo criollo». Considerado un
31
Entre otras podemos citar “Los vengadores de la Patagonia trágica”, “Severino Di Giovanni, el idealista de la
violencia” o “La masacre de Jacinto Arauz”.
23
autor polémico, de amplia repercusión en los años `60- `70, para Campione la producción de
Ramos carecía de “una verdadera preocupación por la investigación histórica” ya que “el
análisis del pasado es en él sólo un instrumento para el objetivo de discusión y
adoctrinamiento político, y la propensión por el trabajo con fuentes y el rigor metodológico
tienden a cero”. (Ibíd. 154).
En los años `60 - `70, en el marco de la creciente politización, la Historia afianzó como
componente de la lucha política. Historiadores marxistas como Arico, Laclau, Sempat
Assadourian ó Garavaglia, formaron parte de los debates respecto de los modos de producción
- formación económico social en Latinoamérica, dado que “La caracterización de las
sociedades latinoamericanas se erigía en un tema de debate de indudable repercusión sobre
el «el tipo de revolución» que se postulaba para el subcontinente o los distintos países de
América Latina” (Ibíd. 159).
También en las décadas citadas se destaca como miembro de esta corriente a Leonardo Paso
“intelectual del P.C.” quien se dedicó a la investigación histórica y presidió el “Ateneo de
Estudios Históricos Manuel Belgrano”. Dedicado a estudiar variadas etapas históricas, pero
sin avanzar sobre el siglo XX, publicó gran cantidad de obras.
24
Desde los 90 se han conformado nuevos grupos que, excluidos de los ámbitos académicos, se
nuclearon en torno a publicaciones. Por ejemplo la revista “Taller” fue generada POR Pablo
Pozzi y participan un grupo de historiadores que desarrollan métodos de historia oral para
estudiar, básicamente, a la clase obrera y organizaciones populares, sus trabajos siguen la
línea de los History Works-shops de los historiadores marxistas británicos, con influencia de
la historiografía radical norteamericana.
Otro grupo está formado a partir de la revista “Razón y Revolución” que aparece por primera
vez en 199532.
Respecto de la línea marxista de investigación histórica Campione destacará que “Los
historiadores de izquierda forman parte de un conjunto de esfuerzos signados por cierta
dispersión y a veces superposición de actividades, en la que cada pequeño grupo tiene su
revista, su centro de estudios, convoca sus propios jornadas, encuentros, organiza cátedras
libres. La circulación entre grupos y entidades, y algunos esfuerzos de carácter integrador,
tienden a producirse con frecuencia creciente, pero sin constituir todavía un campo
identificable, capaz de darse un estrategia, una política articulada que oponer a las que
cuentan, en mayor o menor medida, con el visto bueno de los poderes existentes”(Ibíd. 187).
32
Ligada al grupo de Pozzi, entre sus miembros se encuentra Alberto Pla.
25
BIBLIOGRAFIA
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Barcelona
DARNTON, ROBERT (1998) “La gran matanza de gatos. Y otros episodios en la historia de
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REVEL, JAQUES (1993) “Historia y Ciencias Sociales: Los Paradigmas de “Annales”. En:
Pagano N. Y Buchbinder, P. (Comp.) “La historiografía francesa contemporánea”. Ed.
Biblos. Bs. As.
26
Contribuciones desde Coatepec
ISSN: 1870-0365
rcontribucionesc@uaemex.mx
Universidad Autónoma del Estado de México
México
Resumen:
Este artículo muestra una revisión panorámica de la historia de las mujeres −incluyendo la comprensión de las diversas
características y sus diversas etapas historiográficas− y del género. Se entiende a la teoría del género en su estrecha vinculación con el
poder, la dominación y la subordinación. También se explora, de manera breve, el surgimiento de los estudios de las masculinidades
y la teoría queer.
Palabras clave: Historia de mujeres, Historia del género, Femenino, Masculino, Poder.
Abstract:
is paper shows a panoramic review from the history of women to the history of gender, including the understanding of the
various characteristics and their different historiographic stages. Gender theory is understood in its close relationship with power,
domination and subordination. We also briefly explore the emergence of studies of masculinities and Queer theory.
Keywords: Women's History, Gender History, Female, Male, Power.
En el presente ensayo se expondrán las especificidades teóricas y conceptuales de la historia de las mujeres y
del género. El objetivo es ayudar en la formación profesional de la Licenciatura y el posgrado en Historia.
La historia de las mujeres tiene aspectos específicos y generales de la ciencia histórica. En el siglo XXI ya no
es posible escribir historias que no incluyan referencias de la existencia de las mujeres como agentes del cambio
histórico y como objeto de consideraciones políticas; en la búsqueda, nos encontramos con interpretaciones
que apuntan a su invisibilidad (Scott, 1992). Es importante entender cómo la diferencia sexual afecta la
política y la escritura de la ciencia en cuestión; conceptualizar y escribir historias de las mujeres no termina
con el problema de la invisibilidad, sino que marca el inicio para una mayor reflexión teórica y metodológica.
Hablamos de historia de las mujeres y no de historia de la mujer, pues no tiene una existencia histórica
concreta. A través del tiempo, las mujeres han vivido de maneras plurales en las más diversas circunstancias.
Son sujetos de una historia propia, compleja, diversa y contradictoria, que solo podrá comprenderse mediante
un análisis que, sin pasar por alto la experiencia específica de las mujeres, las vincule con los procesos
históricos globales. Un conocimiento histórico centrado en las mujeres exige planteamientos metodológicos
en constante renovación, pero sin rupturas tajantes con las variadas tradiciones de la disciplina histórica. Se
trata más bien de un proceso innovador.
La originalidad de la historia de las mujeres se encuentra en el tipo de preguntas como: ¿cuáles son los
procesos que llevaron a considerar las acciones de los hombres como norma representativa de la historia
humana en general y que las acciones de las mujeres se pasaran por alto, o relegadas a un terreno menos
Notas de autor
* Ana Lidia García-Peña: Doctora en Historia por El Colegio de México. Ha publicado y coordinado libros, capítulos de libros y artículos en el nivel
nacional e internacional. Es especialista en historia del género siglos XIX y XX. Actualmente es profesora de la Facultad de Humanidades de la
uaeméx y coordinadora del Posgrado en Humanidades de la Facultad de Humanidades de la misma institución.
importante y particularizado?, ¿habría que concluir que una mujer produce una historiografía diferente de
la de un hombre?, ¿qué efecto tiene en las prácticas establecidas de la historia considerar los acontecimientos
y las acciones desde otras posiciones, por ejemplo, las de las mujeres? Son preguntas que hacen visibles a las
mujeres como sujetos históricos inmersos en una circunstancia particular que las conforma, a la vez que ellas
actúan sobre la misma.
¿Por qué se sigue marginando la historia de las mujeres a pesar de que hace tiempo conquistó su visibilidad
y su legitimidad? Gerda Lerner (1979) establece que las mujeres siempre han representado la mitad o más
de la población mundial, por eso se refiere a ellas como the majority, al considerar que han existido en todos
los campos de la experiencia histórica, en algunos con mayor presencia que otros. Sin embargo, como grupo
social, rara vez las mujeres se han convertido en precursoras de procesos revolucionarios y se encuentran
alejadas de los centros de autoridad institucional y del poder formal, en particular los santuarios masculinos,
el religioso, el militar y el político (Duby y Perrot, 1991), eso no quiere decir que estén excluidas de dichos
procesos históricos y de ciertas formas de poderes alternos. Entonces, ¿por qué pervive la idea de que la historia
de las mujeres no es relevante? Durante mucho tiempo la respuesta tenía que ver con la definición misma
que se dio a la ciencia histórica, centrada en valores masculinos que tomaron solo ciertos acontecimientos,
procesos y movimientos como dignos de un análisis histórico de manera exclusiva, volviendo casi “invisibles”
o no relevantes a las mujeres.
¿Cómo explicar tal exclusión de las mujeres de la historiografía? No se trata de una “conspiración malvada
de ciertos historiadores masculinos” (Nash, 1984: p. 17), ni de una intención voluntaria y consciente de
aislar a las mujeres del conocimiento histórico; más bien se debe a que la ciencia histórica se ha ocupado
principalmente de la vida pública, en la que las mujeres no son la mayoría, y a la creencia de que el modelo
ideal de ser humano es el hombre. 1 Los criterios de construcción de los hechos históricos centrados en la
vida pública se refieren a una humanidad genéricamente neutra, pero en realidad aluden a la parte masculina
de la misma.
Para conceptualizar y escribir una historia de las mujeres se utilizaron los métodos y enfoques de las ciencias
sociales como la biografía, la microhistoria, la historia cultural, la antropología, la economía, la política, la
historia de las mentalidades (de la familia, de las ideas), la tradición oral, los métodos de la historia social como
la demografía histórica, entre otros. La historia de las mujeres acepta las distintas lecciones que le ofrecen sus
múltiples relaciones con otros campos del conocimiento; su originalidad no estriba en sus métodos únicos,
sino en las preguntas que plantea y en las relaciones de conjunto que establece.
La historia de las mujeres, al igual que todas las demás historiografías, debe cumplir con los rigores que
impone la disciplina de Clío: 2 respeto a la contextualización, buen manejo de aparato crítico, análisis
pertinente de las fuentes, rechazo del anacronismo, etc. Sin embargo, la especificidad de la historia de
las mujeres y lo que la hace diferente de las historias de lo cotidiano, las mentalidades, la familia y la
demografía está en que ninguna de ellas se pregunta sobre el significado concreto de las mujeres, es decir, de
las permanencias y los cambios históricos. No les interesa, de manera prioritaria, establecer diferencias entre
los géneros. No entienden a las mujeres como sujetos históricos. Predomina en las historias de la familia, en
la demográfica y aún en la vida privada, la tendencia de ver a las mujeres solo en el ámbito doméstico, dejando
de lado su participación en la esfera pública.
Uno de los problemas más debatidos en la historiografía de las mujeres es el relativo a la autonomía
de las mismas respecto de la historia global. Pueden identificarse dos concepciones: la que plantea que es
una historia separada y autónoma, y la que se centra en las mujeres y busca sus múltiples vinculaciones
con el proceso social global. Ambas dan lugar a dos obras de síntesis: en el primer tipo está la obra de las
norteamericanas B. Anderson y J. Zinsser (1991), mientras que en el segundo la de los franceses George Duby
y Michelle Perrot (1991). Este debate sigue abierto; la postura extrema de construir una historia autónoma
de las mujeres es limitada, sus mayores debilidades son: no cuestiona las estructuras de la disciplina, no
contextualiza sus interpretaciones y no obliga a una reinterpretación de las explicaciones existentes con base
en nuevas pruebas, sino que, por el contrario, aísla a las mujeres como grupo. Además, la importancia para la
historia no estriba en la diferencia, sino en el uso social, históricamente construido, que a lo largo del tiempo
se hizo de la diferencia (Gordon, 1992; Rilla, 1992). Para que la conceptualización de la historia de las mujeres
no sea un añadido a la historia general, es necesario desarrollar un bagaje metodológico que apunte a reformar
los paradigmas historiográficos, y no verla como una contribución más.
En este sentido, se busca lograr un análisis histórico centrado en las mujeres, pero dentro de una concepción
de la historia total que considere no solo las estructuras económicas, sociales y políticas tradicionales, sino
también las dimensiones de la esfera privada, la familia, la sexualidad, la reproducción, la cultura femenina,
la salud, el trabajo doméstico, la socialización de los hijos, etc. Lo anterior establece una visión integral del
conjunto de la experiencia histórica de las mujeres y la complejidad de las relaciones entre los sexos, las
modificaciones en el estatus, el proceso de formación de conciencia de las mujeres y los cambios en su situación
social (Nash, 1984).
Por décadas, predominó en la ciencia histórica el paradigma positivista que volvió invisible a las mujeres.
La historia positivista de los siglos XIX y XX tuvo como objetivo rescatar el mundo público, tajantemente
separado del privado. Este movimiento respondió al momento político de su época: la construcción simbólica
de las naciones y el énfasis en el desarrollo de la ciencia y la tecnología como motores del progreso (Tuñón,
1990).
El surgimiento de la historia de las mujeres, como una disciplina específica, estuvo relacionado con el
gran desarrollo que cobró la historia social en el siglo XX. En un primer momento, la formación de la
Escuela Francesa de los Annales (1929), los aportes del marxismo y el desarrollo de las ciencias sociales
permitieron una apertura hacia nuevos métodos, temas y cuestiones que superan el estrecho positivismo
político y reconocieron como campos de la historiografía a la economía, a la sociedad y a la cultura (Aguirre,
1986; Aguirre, 1991; Bianchi, 1992). En un segundo momento, hacia los años sesenta, surgió la llamada
nueva historia, que utilizó, de manera multidisciplinaria, los métodos y técnicas de las ciencias sociales, además
centró su interés en los procesos sociales de las masas −más que en la élite− y buscó la experiencia histórica de
los grupos subalternos (campesinos, obreros, maestros, mujeres, etc.). La definición de la historia como una
“totalidad”, con interés por el estudio de las mentalidades, lo cotidiano, la demografía, la ciencia, la historia
urbana y la de la familia, además de los temas tradicionales, así como la ampliación del concepto fuente (no
solo el documento de archivo, sino las series estadísticas, los rastros materiales, la literatura, el folclor, las
tradiciones, la arquitectura, la iconografía, entre otras) prepararon la base para la incorporación de las mujeres
en la historia (Braudel, 1986; Braudel, 1989).
En la construcción y en la obtención de un espacio para la historia de las mujeres confluyeron no solo el
desarrollo de la historia social, sino también los cambios en la condición de las mismas y las preguntas que las
feministas de los años setenta comenzaron a realizarse: “¿Quiénes somos nosotras? ¿Ha habido, a lo largo de
las edades, una identidad común de las mujeres como grupo? ¿De dónde venimos? ¿A dónde vamos?” (Perrot,
1992: p. 68). La crisis económica y social dio una nueva dimensión al trabajo femenino, al mismo tiempo se
crearon nuevos tipos de participación económica y política de las mujeres.
Los primeros intentos por trabajar la historiografía de las mujeres hablaban de dudas e inseguridades,
prueba de ello es la serie de conferencias que dirigió la historiadora Michel Perrot (1992: p. 69) en 1973, que
decía: “¿Tienen historia las mujeres?”, temerosa de afirmar que dicho conocimiento histórico era realizable.
Sin embargo, durante las siguientes décadas las historiadoras comenzaron a ganar terreno en muchos países. 3
En su etapa inicial, la historia de las mujeres se desarrolló con la finalidad de recuperar sus experiencias
colectivas e históricas y hacer visible su papel como agentes sociales (Nash, 1991). En un primer momento
se conceptualizó la historia de mujeres notables, historia de excepción; el segundo se refiere a la historia
contributiva que considera a las mujeres como un apéndice o elemento accesorio de los movimientos sociales
(Nash, 1984). Estos dos niveles de conceptualización oscilan entre la victimización o el protagonismo, es
decir, ver a las mujeres como eternas víctimas de una sociedad patriarcal o como constantes luchadoras por
la transformación social y feminista. Ambas visiones son limitadas, ya que se restringen a estudiar la opresión
sobre las mujeres, o bien la resistencia de estas, sin tratar de profundizar en las complejas relaciones y cambios
que vivieron en las sociedades pasadas. No se trata de escribir una historia lineal de los supuestos avances y
retrocesos de la condición femenina, sino una historia social de mujeres en toda su complejidad.
Un proceso fundamental que se desarrolló en la historiografía de las mujeres fue encontrar explicaciones
convincentes sobre el origen de la subordinación femenina, debate vinculado con la dualidad doméstico-
público y el conjunto de disposiciones por las cuales las sociedades transformaron la diferencia sexual en
productos de la actividad humana (Nicholson, 1992). Como señala Linda Nicholson, se trata de construir
una teoría que explique la opresión de las mujeres en su infinita variedad y monótona similitud.
Estos enfoques ceden el lugar a una historia con un mayor fundamento que ya no solo busca reivindicar
la historia de la mayoría, sino también reformular los planteamientos teóricos metodológicos de la ciencia
histórica en busca de una interpretación global de la historia humana, vista como el conjunto de las
experiencias de las mujeres y los hombres en el pasado.
En algunos ámbitos académicos se sigue cuestionando la legitimidad de la historia de las mujeres, pero no
cabe duda de que en las últimas décadas se ha producido una extraordinaria expansión de la misma en todo el
mundo. Incluso historiadores como Eric Hobsbawm (1987: p. 117) aceptan el lamentable olvido en el que
se había tenido a la historia de las mujeres: “Las mujeres han señalado con frecuencia que los historiadores,
incluyendo a los marxistas, han olvidado siempre a la mitad femenina de la raza humana. Esta crítica es justa
y reconozco que cabe aplicarla a mi propio trabajo”.
A mediados de los setenta, la historia de las mujeres es reconocida como una temática en los ámbitos
académicos de Europa y Estados Unidos. 4 En México, los resultados de investigaciones sobre historia de
mujeres y del género aparecen en libros y revistas especializadas, 5 además existen centros, estudios, seminarios
y cátedras, en mayor medida, a cargo de feministas que se dedican al estudio interdisciplinario de las mujeres
en El Colegio de México, el Instituto Nacional de Antropología e Historia, la Universidad Autónoma
Metropolitana, la Universidad Nacional Autónoma de México, en las distintas universidades de provincia
como la Universidad de Guadalajara, la Universidad Veracruzana, la Universidad Autónoma del Estado de
México, la Universidad de Puebla, entre otras.
El impulso que adquirió la historia de las mujeres apuntó a una reinterpretación de la historia por medio de
un renovador planteamiento que permitiera incluir la experiencia de los hombres y de las mujeres. Algunos
de estos problemas metodológicos se explican en el tránsito de la historia de las mujeres a la historia del género
(Tuñón, 1990).
El género como herramienta analítica y categoría sociocultural nos ayuda a descubrir áreas olvidadas:
las relaciones entre seres y grupos humanos que antes fueron omitidos; se ha convertido en el aporte
metodológico más importante de la historiografía de las mujeres a la ciencia histórica. 6 Esta herramienta
analítica establece que las relaciones entre los sexos no están determinadas por lo biológico, sino por lo
social y, por tanto, son históricas. La relación construida en la historia entre los hombres y las mujeres no
podía limitarse ni a la sexualidad ni al reduccionismo biológico que la palabra sexo sugiere. Por lo que,
superando esta limitante biologista, el género hace visibles las formas concretas, múltiples y variables de la
experiencia, valores, costumbres y tradiciones, de las actividades y representaciones sociales de los hombres y
de las mujeres. 7 El entramado fundamental para entender al género tiene que ver con la simbolización que
Género y poder
La aplicación del concepto género está vinculada con las estructuras de poder. Para Pierre Bourdieu (2000), el
género es la forma paradigmática de violencia simbólica que enmarca las demás relaciones (sociales, políticas,
religiosas y cotidianas) y se ejerce sobre el agente social con su complicidad y consentimiento, determinando la
subjetividad de las estructuras mentales por medio de oposiciones binarias. Así, en la conciencia se construye
el habitus de la violencia simbólica.
El género remite al poder (social, familiar, sexual), en especial a la formación psicológica (sujeto-mujer,
sujeto-hombre) como una operación social del poder. En ese sentido, Scott (2008) afirma que el género es una
de las formas primarias de relaciones significantes de poder asociada al lenguaje, donde se origina la relación
subordinación-dominación. La definición de género que Scott (2008: pp. 65-66) construyó en 1985 sigue
siendo un referente obligatorio para su comprensión:
El género es un elemente constitutivo de las relaciones sociales, las cuales se basan en las diferencias
percibidas entre los sexos, y el género es una forma primaria de las relaciones simbólicas de poder. Los cambios
en la organización de las relaciones sociales siempre corresponden a cambios en las representaciones del poder,
pero la dirección del cambio no es necesariamente única.
El género impuesto a un cuerpo sexuado es una categoría social y cultural que logra vincular al sujeto
individual con las organizaciones sociales. Una característica fundamental de la definición propuesta por
Scott (2008) es que se deben manejar, de manera simultánea, sus cuatro elementos constitutivos:
1. Los símbolos disponibles que evocan múltiples y, a menudo, contradictorias representaciones. Lo cual es
fundamental porque las construcciones genéricas están llenas de discordancias e inconsistencias, pues forman
parte de los múltiples estratos de las construcciones simbólicas de las culturas llenas de conflictos.
2. Los conceptos normativos, que a diferencia del elemento anterior son mucho más estructurados
y unívocos, se construyen a través de oposiciones binarias fijas, pues intentan limitar y contener las
representaciones simbólicas en doctrinas religiosas, educativas, científicas, legales y políticas. Como señala
Scott (2008), su historia se escribe como si fuese el resultado de un consenso social. La cuestión clave para
deshacer la idea de estabilidad de los conceptos normativos es confrontarlos con los símbolos y sus múltiples
posibilidades.
3. Para lograr lo anterior se utiliza el tercer elemento constitutivo: las nociones políticas y las referencias a
las instituciones sociales. De tal forma que a partir de estos tres elementos se tiene la posibilidad de acceder a
la compleja estructura social, para luego centrar el análisis en procesos subjetivos.
4. El cuarto y último elemento constitutivo es la identidad subjetiva, elemento fundamental que aporta la
teoría del género, transformando la sexualidad biológica en un proceso de culturalización (Scott, 2008).
En relación con el análisis de la identidad subjetiva, Marta Lamas (1996) señala que hay que aprender a
diferenciar la identidad de género de la identidad sexual. Mientras que aquella se centra en la simbolización
cultural y el orden simbólico en torno a la diferencia sexual, principalmente a través del lenguaje por medio del
cual nos estructuramos de manera cultural y nos volvemos sociales, la identidad sexual se relaciona más con
una construcción psíquica y el papel fundamental del inconsciente. Así, la identidad del género se construye
mediante un proceso simbólico, condicionado por la familia y el entorno social; en cambio, la identidad sexual
es un proceso interior de la estructura psíquica de una persona y su reacción individual ante la diferencia
sexual.
Se trata de explicar cómo se construyen las identidades de género a través de una serie de actividades,
organizaciones sociales y representaciones histórico-culturales específicas y múltiples instituciones (Scott,
2008). El género proporciona una vía de descodificación del sentido y comprensión de las complejas
conexiones entre varias formas de interacción humana.
Desde la década de los setenta, la categoría del género ha sufrido diversas transformaciones y distintos
usos. Durante dicha época fue utilizado por el feminismo anglosajón que luchaba contra el determinismo
biológico y que tenía la intención de equiparar lo sexual con lo biológico; así, las características consideradas
femeninas eran adquiridas por un proceso individual y social, no natural. En los años ochenta, el género
se consolidó de manera académica en las ciencias sociales y comenzó a utilizarse en una gran variedad de
formas, interpretaciones, simbolizaciones y organizaciones de las diferencias sexuales, en búsqueda siempre
de su legitimidad académica. En los noventa su uso se popularizó y cada vez se le vinculó más a discursos
políticos de equidad de género. Lamas (2006) señala que su uso se convirtió en una moda intelectual y política
que distinguió cuatro funciones del género: primero, como producción académica de reflexiones y debates
teóricos; segundo, como estudios sobre cuestiones puntuales de relaciones de hombre y mujer; tercero, como
programas y políticas públicas que buscaban remediar la subordinación laboral y educativa de las mujeres; y
cuarto, como un proceso de transversalización de la perspectiva de género.
En la actualidad, el género engloba varios tipos de estudios: de mujeres; de las relaciones sociales y culturales
entre los sexos; de las masculinidades y de la diversidad sexual; investigaciones sobre la organización social
de las relaciones entre hombres y mujeres; las conceptualizaciones de la semiótica del cuerpo, el sexo y
la sexualidad; las microtécnicas de poder manifestadas en la dominación masculina y la subordinación
femenina; las formas en que se construyen identidades subjetivas y las aspiraciones individuales (Lamas,
2006).
En la historia de las mujeres coexisten diferentes corrientes historiográficas con bagaje teórico y presupuestos
metodológicos variados (Nash, 1991). Es evidente que no se puede escribir la historia de las mujeres con
una postura metodológica interpretativa única, por lo que la categoría género en ningún momento pretende
adquirir carácter de exclusividad, además de que no estudia a grupos homogéneos. El género pluraliza las
categorías de femenino y masculino, con esto produce un conjunto de historias e identidades colectivas, con
diferencias de clase, raza, etnia y sexualidad. Debido a lo anterior, es necesario confrontar y complementar
esta categoría con otras importantes del análisis social como: clase, etnia, raza y edad. Se trata de mezclarlo
social con lo sexual y lo cultural con lo étnico.
La categoría clase es fundamental para el análisis social y tiene la ventaja de encontrarse más estructurada
que la de género; sin embargo, existe el problema de que a la mujer no se le puede considerar como una
clase sojuzgada, ya que las mujeres están presentes en todas las clases y estratos sociales. Estudios histórico-
marxistas, que definen a las clases sociales, se limitan al análisis formal de las estructuras económicas y las
relaciones con el capital, la producción, el mercado y el empleo, pero dejan de lado el complejo estudio de
la historia de las mujeres (Smith-Rosenberg, 1991). El concepto de clase no funciona igual para los hombres
que para las mujeres, para estas, su relación con el capital y el empleo depende muchas veces de su relación con
los hombres. Además, la experiencia de clase que para las mujeres incluye su trabajo, para los otros miembros
de la familia es distinta y se fundamenta en el género (Bock, 1991).
Las mujeres están oprimidas, pero no de la misma manera que los grupos raciales o étnicos; se encuentran
subordinadas y explotadas, pero no como las clases bajas. Las mujeres forman parte la historia de la
humanidad.
Las categorías sociales de raza y etnia, que tienen en cuenta la diferencia corporal y cultural,
respectivamente, son fundamentales para entender las relaciones de género, lo mismo que la edad, ya que
durante el ciclo de vida la posible subordinación de la mujer no es igual; una sola mujer a lo largo de su vida
puede ser dependiente, asistida, casada, concubina y viuda. Se deben estudiar los vínculos que existen entre
los cambios en las relaciones de género, clase, raza y etnia, considerando cómo los cambios generales afectan
sus distintas relaciones sociales.
Actualmente los estudios de la interseccionalidad señalan que es necesario encontrar formas explicativas
que puedan combinar varias categorías, además de clase, sexualidad y género, para el estudio de las identidades,
sus diversas desigualdades y las discriminaciones sociales que interactúan en múltiples circunstancias y niveles
simultáneos (Carbado, 2013).
En resumen, las mujeres deben definirse desde el punto de vista cultural de la categoría género, también son
burguesas, obreras, trabajadoras domésticas, inmigradas, indígenas, etcétera. En definitiva son una pluralidad
igual que los hombres.
Una de las mayores aportaciones de la teoría del género es el cuestionamiento que hace a la comprensión
del pasado como historia objetiva, neutral y universal, porque tal noción implicó durante mucho tiempo
la exclusión de las mujeres. Se busca encontrar alternativas al universalismo de las disciplinas sociales, al
materialismo, al esencialismo, a la imposición de una sola verdad y al dualismo conceptual; además, es
necesario proponer una diversidad metodológica que dé cuenta del mundo en su heterogeneidad y su
diversidad (Tuñón, 1990).
El género busca plantear un cambio fundamental en los patrones tradicionales del conocimiento histórico,
en el que la experiencia vivida se convierta en el centro mismo del orden cognitivo; implica la reflexión
profunda sobre el sujeto histórico consciente y sobre la relación fundante entre estructura y acción. Desde
los planteamientos posestructuralistas entramos al complejo mundo de la variabilidad histórica y múltiples
especificidades contextuales (Hernández, 2004).
A través del género entramos a la diversidad de identidades, experiencias y situaciones cambiantes de poder.
En este sentido, la masculinidad y la feminidad tienen un sinfín de significados, prácticas, contextos y juegos
lingüísticos, incluso en repetidas ocasiones son contradictorios (Scott, 1993). No se trata de estudiar las
experiencias hechas y terminadas de hombres y mujeres, sino de elaborar su construcción. Se pretende explicar
cómo las categorías discursivas de los mismos son un producto cultural dotado de intenciones y de poder,
se reproducen y cambian con el tiempo, gobiernan los comportamientos emocionales y la sexualidad. Desde
el posestructuralismo, la lectura de cualquier texto tiene diversas y contradictorias interpretaciones, por lo
que es importante escapar a la homogeneidad del discurso dominante, rechazando la pretensión de verdad;
lo que se busca es la variabilidad de experiencias y valores.
Durante la década de los ochenta, la historia de las mujeres se insertó en la historia social y se diversifica
hasta los noventa. El proceso de historización de la diferencia sexual, fijado en torno a la oposición
binaria elemental, evoluciona desde una historia del cuerpo femenino y sus funciones naturales y sociales
(maternidad, alumbramiento), pasando por las complejas construcciones de las múltiples masculinidades
hasta llegar al estudio de la diversidad genérica. Desde entonces, el género se convirtió en un proyecto
tácito para renovar la historia cultural. El estudio de las masculinidades y de las homosexualidades ayudó
a cuestionar la forma natural de la heterosexualidad. Las identidades de género son inventos culturales,
ficciones necesarias que sirven para construir un sentimiento compartido de pertenencia e identificación
(Lamas, 2006).
La masculinidad, al igual que la feminidad, son identidades históricas con un profundo carácter relacional
que varían culturalmente, sus prácticas y creencias son contextualizadas. La historia del pensamiento
demuestra que la historia de los hombres llegó a ser visible cuando se consideró en relación con la historia de
las mujeres y al pensamiento de las mujeres (Bock, 1991).
Durante mucho tiempo se pretendió ver “el ser hombre” como una cuestión natural; de manera histórica,
las experiencias de los hombres fueron universalizadas, lo que permitió ignorar la discriminación contra las
mujeres y legitimar la dominación masculina. Los hombres invisibilizaron su género al articular la trilogía:
explotación económica, dominación social y opresión social, al tiempo que deformaban y ocultaban su parte
afectiva y, de forma más extensa, su vida subjetiva (Moreno, 2007).
Sin embargo, la teoría del género revela cómo las construcciones de las masculinidades tienen un
vínculo con estructuras profundas, elementales y rudimentarias, pero cambiantes e históricas. El estudio
de las masculinidades implica aproximarse a las diversas y variadas formas de ser hombre, de vivir sus
cuerpos, su sexualidad y de poner en práctica preceptos éticos-morales. En dichos estudios destacan varios
enfoques como: violencia y rivalidad masculina; poder y hombría en estrecha relación con los sistemas
de supremacía-dominación, sus múltiples y diversos rituales y preceptos ético-morales; amistad masculina
y su homosociabilidad, tema central en la creación de los vínculos masculinos y la perspectiva histórica;
corporalidad masculina; además de los múltiples y distintos tipos de masculinidades que van desde las
hegemónicas hasta las cómplices o marginales. Se trata de documentar la naturaleza ambigua y fluida de la
masculinidad dentro de sus contextos específicos (Gutmann, 1998).
La teoría del género avanza, su carácter revolucionario se refleja en la diversificación y expansión de
las identidades subjetivas que se amplía a las múltiples identidades humanas, a la construcción de la
propia imagen sin necesidad de un orden representacional heterosexual (Butler, 2007). Así, no existen
dos identidades: femenino y masculino, sino múltiples, que varían con la época, la clase social, la raza y
la edad. En los últimos años los estudios del género se centran en los enfoques de la teoría queer y los
estudios de la diversidad lgbtti (lésbico, gay, bisexual, transexual, transgéneros e intersexual). También está el
reconocimiento sobre la sexualidad, que más que aprendida en un momento particular es construida durante
toda la vida, lo que lleva a la diversidad sexual como parte de la naturaleza humana. Comprender y englobar
el autoconcepto se ha convertido en una de las principales tendencias de los estudios de género, por ejemplo,
la preferencia u orientación sexual o lo que una persona tiene y siente por otra persona (ya sea o no del mismo
sexo), puesto que cada ser humano piensa, siente, imagina, vive, se erotiza, ama y desea de manera diferente
(Guiza, 2010).
Reflexiones finales
A lo largo de la revisión que va desde la historia de las mujeres −pasando por la historia del género− hasta llegar
al surgimiento de la historia de las masculinidades y de la diversidad de géneros, se identificaron elementos
importantes de las relaciones humanas que están en el origen de todas ellas.
Una de las aportaciones fundamentales de la teoría del género es cómo se puede vincular el enfoque
macroestructural de lo social y sus instituciones con lo microestructural y las construcciones de las
identidades subjetivas a través del viraje del análisis del discurso, la simbolización y su particularidades
históricas. Se trata de vincular lo institucional y normativo con las experiencias cotidianas que dan forma
a la conciencia y definen las identidades individuales. El género también nos ayuda a explicar los cambios
históricos en el uso de las diferencias sexuales, que a pesar de ser una relación primaria de poder que perpetúa
la desigualdad, la dominación masculina y la subordinación de las mujeres, tiene a lo largo de la historia una
enorme variación transcultural en la organización y la expresión cultural.
Hablar de las diversas masculinidades nos permite incluir una perspectiva histórica que cuestione las
instituciones de poder y dominación. La historia de la homosexualidad nos aproxima a una forma de vivir
y ejercer la masculinidad.
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Notas
1 Simone de Beauvoir, en su clásica obra feminista El Segundo Sexo (1949), ya planteaba cómo lo varonil era el ser, y lo
femenino se convertía en lo otro; mientras que aquel representaba lo público, lo político, lo ético, la producción cultural,
la ciencia y la filosofía, el otro se convertía en lo privado, lo cerrado, el matrimonio y lo carente de significado.
2 En la mitología griega, Clío era la musa de la Historia y la poesía heroica.
3 e International Federation for Research in Woman´s History editó la obra Writing Women´s History: International
Perspectives, Indiana, Indiana University Press, 1991. Esta obra reúne trabajos de carácter teórico-metodológico y avances
de las investigaciones desarrolladas en más de diez países.
4 Para el caso europeo y norteamericano existen revistas dedicadas en forma exclusiva a la historia de las mujeres
como: Memoria (Italia), Gender and History (Gran Bretaña), Penelope (Francia), además de numerosas revistas
interdisciplinarias como Studies, Feminist Research, Cahiers du Grief, Sogns, Women´s Studies International Forum,
Gender, entre otras, así como la publicación sistemática de artículos sobre historia de mujeres en revistas de reconocido
prestigio internacional como: Annales, History Workshop, Past and Present, American Historical Review, etc.
5 Las dos revistas académicas más importantes del momento son: Debates feministas y La Ventana. Estudios de Género de
la Universidad de Guadalajara.
6 Joan Kelly-Gadol es una de las primeras historiadoras en formular el concepto de género en “e Social Relations of the
Sexes: Methodological Implications of Women´s History” (1976), su traducción al español en Carmen Ramos, Género e
historia, pp. 123-141. Un artículo que ha tenido mucha influencia en México es “La antropología feminista y la categoría
‘género’” de Marta Lamas, pp. 173-198.
7 Uno de los principales problemas formales de dicha categoría es que para lenguas como el español (género), el italiano
(genere) y el francés (genre), se enfrenta a la trasposición de un concepto gramatical a otro sociocultural de carácter más
amplio, con sus consecuentes confusiones; no así para el inglés (gender) y el alemán (geschlecht), donde el género solo
tiene una connotación sexual. Para profundizar sobre esto ver Bock, 1991, p. 55-78.
PARTES DE UN LIBRO
PARTES EXTERNAS
Tapa y contratapa
La tapa o cubierta es la parte que recubre las páginas impresas, hecha de un material más resistente,
como cartón laminado, o recubierto de tela, etc. Allí se indica el nombre del libro, el autor y la editorial.
Generalmente tiene un diseño adecuado y coherente con el contenido del texto, asociado al género y al
título de la obra, aporta a la idea general del libro. Las contratapas suelen presentar en pocas líneas el
resumen del argumento del libro. En otras ocasiones se opta reproducción literal de un pasaje del libro,
cuidadosamente seleccionado para despertar interés por su lectura
Lomo
Es la parte donde se sujetan todas las hojas. Suele llevar título, autor y editorial.
Solapa
La solapa es una prolongación lateral de la camisa o de la cubierta (si esta es de papel delgado) que se
dobla hacia adentro y en la que se imprimen, generalmente, los datos del autor, su foto, otras obras
publicadas, las obras de la misma colección, etc. Se puede usar como separador.
Camisa o forro
La camisa es una cubierta suelta de papel con la cual se protege el libro. En ella se imprime, generalmente
a color, la portada del libro o el nombre de éste.
1
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Prof. Yemina Chiafalá
PARTES INTERNAS
PRELIMINARES
Guardas
Hojas en blanco que se colocan al principio y al final del libro. En ediciones de lujo suelen utilizarse dos o
más hojas como hojas de respeto. También se utilizan en papel de un gramaje o color diferente al utilizado
para el resto de las páginas.
Anteportada o Portadilla
Hoja anterior a la portada que imprime el título de la obra o de la colección, en caracteres menores al de la
tapa.
Portada
La portada es la puerta principal de acceso al libro. La información incluye el título de la obra y el subtítulo
si lo tuviera), los nombres del autor, de la editorial y la cantidad de ilustraciones que contiene, si el dato es
relevante para la edición. A veces aparece una lista con otros títulos del mismo autor o con otros libros de
la misma colección.
2
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Prof. Yemina Chiafalá
Generalmente se ubica en el reverso de la portada. El texto que aquí aparece consta de cierta información
reglamentaria para publicar legalmente la obra: datos de la publicación que no fueron mencionados,
número de la edición, traductores, ilustradores, fotógrafos, diseñadores y otros colaboradores que forman
parte de la edición. Se informa también el copyright, derecho de propiedad de una publicación (una
convención internacional establece los términos y la duración de tal propiedad; los editores de los países
que lo reconocen deben indicarlo en sus publicaciones, con el símbolo ©, el día de salida y el nombre del
propietario del copyright), y el ISBN (International Standard Book Number), creado por iniciativa de la
UNESCO para codificar numéricamente el país de edición, la editorial y la temática del libro.
Dedicatoria
Actualmente, las dedicatorias personales suelen ocupar la primera página impar después de la portada,
aunque con frecuencia se considera una alternativa la página par enfrentada al texto si no se quiere
desperdiciar espacio.
Reconocimientos
Tanto del autor como del editor para aquellas personas que colaboraron en la recopilación o en la edición
del material.
Índice
El índice refleja la estructura del libro. Expone brevemente los capítulos o divisiones principales del
mismo. Al final del libro se puede incorporar un índice analítico en el cual se enumeren los nombres
propios y conceptos más importantes, ordenados alfabéticamente, y un índice de ilustraciones mediante el
cual se pueda localizar el material visual que aparece en la publicación.
Prólogo
Nota elogiosa procedente de una autoridad en la materia. Se debe situar en las páginas preliminares.
Prefacio o Presentación
Texto en el que el autor justifica los motivos que lo han llevado a escribir el libro y que, en ocasiones,
incluye los reconocimientos; debería ir después de cualquier prólogo y preceder a la introducción.
Introducción
Exposición de los temas, objetivos, estructura y convenciones del libro; es inseparable del texto y forma en
efecto su capítulo de apertura.
Listado de abreviaturas
Recoge símbolos u otros signos que contengan información especial y que permitan la comprensión del
texto. Puede incluirse aquí una fe de erratas, en la que se aclaren y corrijan los errores observados en la
edición del libro.
3
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CUERPO PRINCIPAL
Títulos de partes y de capítulos
Las partes y capítulos comienzan en una hoja en blanco, generalmente en un folio (número de página)
impar. Las partes se señalan con su título y se puede incluir algún detalle tipográfico. El resto del texto
sigue en la página impar a continuación, es decir, el reverso se deja en blanco. Al interior de los capítulos,
se señalan también los subtítulos con características tipográficas especiales (negritas, cursivas, etc.).
Citas y Notas
Algunos autores emplean con abundancia citas de otros autores, que, deben ser señaladas siempre,
indicando al lector de qué autor y obra se extrajo esa referencia. El lector necesita notar que existe un
cambio del texto principal a las citas, y continuar luego normalmente la lectura. Las citas pueden
señalarse en el texto con comillas o ubicándolas en un párrafo aparte, con sangría. Para indicar los datos
de la obra citada, se pueden utilizar notas al pie de página, pero también pueden reunirse al final del
capítulo o de la edición.
Folios
Numeración de las páginas de un libro. En general, se ubica fuera de la caja tipográfica (área principal de
impresión), al principio, al final o en los márgenes de la página.
Epígrafe
Texto que agrega datos sobre lo que se ve en una imagen (foto, ilustración, cuadro, etc.).
PÁGINAS FINALES
Glosario
Minidiccionario de la edición
Bibliografía
Lista de lecturas aconsejadas o de referencias utilizadas a lo largo del texto.
Colofón
4
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Al final del libro, se presenta una página para dejar mención de dónde y en qué fecha ha sido impreso.
Lleva el nombre del taller gráfico, la dirección del mismo y la fecha de edición. A veces, suelen agregarse
algunos datos referentes a circunstancias especiales de la ejecución.
MAS INFO
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https://www.youtube.com/watch?v=X3y9f7z0J-A&t=0s&list=PLUOV7aHGNS-
2cqiMFONqrRG7WaBUwy4rJ&index=9
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LEER en la Universidad
La lectura es una práctica social que realizamos cotidianamente. Leemos publicidades en la calle,
leemos ofertas en el supermercado, leemos el suplemento deportivo del diario, leemos en nuestras
redes sociales. A menudo nos encontramos con las más disímiles situaciones de lectura. Sin
embargo, en la universidad, la lectura académica demanda de ciertas estrategias específicas.
La lectura comprensiva tiene por objeto la interpretación y comprensión critica del texto, es decir en
ella el lector no es un ente pasivo, sino activo en el proceso de la lectura, es decir que descodifica el
mensaje, lo interroga, lo analiza, lo critica, entre otras cosas.
Diversos autores proponen las siguientes ESTRATEGIAS al momento de enfrentar una lectura:
En segundo lugar, el listado refiere a distintos MOMENTOS DEL ACTO LECTOR, cuestión que es
interesante considerar puesto que la lectura implica cierta diferenciación de las estrategias puesta
en escena en cada uno de esos períodos. El siguiente gráfico sintetiza los diferentes momentos del
proceso de lectura ejemplificando con algunas habilidades y/o estrategias que pueden desarrollarse
en cada uno de ellos
1
El uso de Internet en el ámbito académico amerita una reflexión particular. Si bien es importante el uso de las
nuevas tecnologías en la actualidad, también hay que realizar una selección cuidadosa y crítica de los sitios a
emplear, puesto que no todos se sustentan en parámetros de comprobación académica
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Para ayudarnos en la comprensión, en general los textos nos brindan ciertas MARCAS
PARATEXTUALES, un conjunto de elementos visuales que rodean al texto. Reconocerlas y analizarlas
previamente a emprender la lectura porque:
Nos da una idea aproximada del contenido del texto aun antes de leerlo
Activa nuestras ideas previas
Favorece la creación imágenes mentales que contribuyen a la memorización
Nos ayuda a identificar la información más importante
Mas info
https://www.youtube.com/watch?v=poL1-HEfdXU
https://comprensiondelectura7.wordpress.com/
http://contenidosdigitales.ulp.edu.ar/exe/tecnicasdeestudio/index.html
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ESCRIBIR EN LA UNIVERSIDAD
Uso del vocabulario especifico de la disciplina en cuestión, en lugar del lenguaje coloquial o
cotidiano,
En general, se utiliza la voz pasiva, en vez de la primera persona del singular (por ejemplo, en
vez de “yo considero que”, se escribe “se considera que”), a fin de darle al texto un tono más
formal y objetivo.
Se presta especial atención a la redacción y ortografía, solo se utilizan las abreviaturas
acordadas en la comunidad académica (Por ejemplo, se puede utilizar “O.N.U.” por
Organización de las Naciones Unidas, pero no “xq” en lugar de “porque”).
Siempre se indican los materiales consultados, sean libros, revistas, periódicos, páginas
web, etc., referenciados de una manera específica a partir de normas ya acordadas por la
comunidad académica (Normas APA, por ejemplo). No está permitido reproducir frases o
párrafos de otras obras, sin indicar su procedencia.
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Llevan una caratula informativa, con los datos del autor, el año, la institución y del trabajo en
sí mismo. Más adelante volveremos sobre esto.
Reseñas e informes de lectura: en estos textos, se solicita realizar una síntesis de una obra o parte de
ella, comentando sus principales aportes. En algunos casos, el docente provee una “Guía de lectura”
que debe seguirse en la redacción del trabajo.
Ensayos: es un texto que analiza, interpreta o evalúa un tema, desde una perspectiva personal,
expresa las ideas del autor, ordenadas coherentemente. En este caso, se sugiere el uso de la primera
persona del singular, ya que incluye reflexiones propias.
Informes: son textos que exponen de forma ordenada y coherente un tema específico, a partir de
diversas fuentes. Aunque no signifiquen aportes originales, debe incluirse una presentación o
introducción, que explique los alcances del trabajo y sus objetivos, y una conclusión o cierre, que
ofrezca algunas reflexiones.
Introducción: el autor presenta el tema tratado en el texto, y hace su declaración de intenciones, para
que el lector se forme una idea del texto que tiene en las manos y puede decidir si le interesa o no, si
debe leerlo o no, si debe leerlo completo o no. Por lo general, esta parte es la última que se redacta, ya
que es la presentación de un producto ya terminado.
Cuerpo: aquí se desarrolla propiamente el tema, a partir de la información que se obtenido de las
distintas fuentes consultadas. No solo expone lo hallado en las fuentes, sino que trabaja esa
información, ya sea comparando posturas de distintos autores, mostrando sus propias opiniones,
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etcétera. Es aquí donde el lector podrá encontrar el desarrollo del núcleo argumental de la
exposición. Generalmente se ordena por partes o capítulos, ordenados lógicamente.
Cierre: se presentan las conclusiones a las que se ha arribado en el trabajo. Asimismo, pueden
incluirse recomendaciones, sugerencias, etcétera. En esta parte, se dejan sentados los resultados de
los análisis que se hayan hecho y es donde se destacan los conocimientos nuevos a los que se haya
llegado a través de la investigación realizada. Ya que esta parte representa, en alguna medida, un
balance de la investigación, podrían también dejarse abiertos nuevos temas que desarrollar en un
futuro.
En primer lugar, se deben leer las consignas y las lecturas indicados por los docentes o recabadas
como fuentes. Luego podemos proceder a planificar la redacción del texto, es decir, tomar las
decisiones de contenido, orden de exposición y estilo. Esto permite ordenar las ideas y, por lo tanto,
también los conceptos que se desarrollarán. Es aquí donde sugerimos seleccionar el tema (si no ha
sido provisto por los docentes), el objetivo a cumplir, el tipo de género en el que se escribirá, el
destinatario del texto. Es bueno realizar un bosquejo con las partes que el trabajo tendrá y el
contenido resumido de cada una.
DURANTE
A partir de la estructura ya bosquejada, se comienza la escritura del texto, que implica un desarrollo
secuenciado de párrafos. Un párrafo es un conjunto de oraciones relacionadas entre sí que
desarrollan una idea, es decir, una unidad intermedia entre la frase y el texto. Debe poseer
coherencia, presentar información concreta al lector, con una extensión intermedia y una estructura
interna. Los textos universitarios se caracterizan por ser un espacio donde el autor se posiciona en
relación con una comunidad a la que se dirige. Se trata de una construcción colaborativa de
conocimiento nuevo, en la cual se recogen afirmaciones de otros autores para luego confrontarlas
con las propias, o tomarlas como aval. Luego de la redacción del desarrollo, se redactan la
introducción y el cierre.
DESPUÉS
La revisión del texto resulta fundamental ya que permite evaluar si el texto es comprensible
(coherente y cohesivo) y si cumple los objetivos planteados. También posibilita verificar que los
párrafos constituyan unidades de sentido, que la sintaxis sea la adecuada y correcta, que el estilo sea
cuidado y atractivo. Finalmente, se realizará una revisión de ortografía y presentación general. Aquí
también se redactan los epígrafes de las imágenes y cuadros, si los hubiera, y el apartado
bibliográfico, que indica las obras consultadas y citadas.
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En general, los trabajos deben estar escritos en computadora en procesador de texto tipo
Word (En la Facultad se encuentran a disposición la Sala de Computación para este fin).
Las hojas deben estar impresas en simple faz, tamaño A4.
Fuente (Letra): Arial, Calibri, Cambria, Times New Roman; tamaño 11 o 12 puntos; interlineado:
1,5 o 1,15; dos espacios en la separación entre párrafos, con sangría de un cm.; márgenes:
Normal (superior 2.5 cm; inferior 2.5 cm; derecho 3 cm; izquierdo 3 cm).
Las páginas deben estar numeradas a partir de la primera (excepto la carátula). Cada
capítulo o sección (si los hay) comienza en una nueva página.
En todos los casos, al final debe incluirse una Bibliografía, indicando todo el material
bibliográfico utilizado (libros, artículos de revistas, sitios de Internet, etc.), siguiendo las
normas de referenciación.
En la Carátula se debe incluir:
1. Nombre de la institución
2. Departamento
3. Carrera
4. Cátedra
5. Equipo de Cátedra (opcional)
6. Datos del trabajo: Título / Tema
7. Nombre y Apellido del/ los estudiante/s que realiza/n el trabajo.
8. D.N.I. o Registro
9. Año
Ejemplo:
UNIVERSIDAD NACIONAL DE SAN JUAN
FACULTAD DE FILOSOFÍA HUMANIDADES Y ARTES
DEPARTAMENTO DE HISTORIA
PROFESORADO Y LICENCIATURA EN HISTORIA
CÁTEDRA: HISTORIA AMERICANA II
TRABAJO PRÁCTICO N° 2
EL PROBLEMA DE LA CAUSACIÓN
-2005-
IMPORTANTE: Estas recomendaciones generales deben cotejarse con las indicaciones dadas por los
docentes de la cátedra para cada trabajo.
MAS INFO
https://www.youtube.com/watch?v=7BJdxMDMt04 y siguientes
https://sites.google.com/site/redaccionavanzada2013/
4
¿Cómo hacer una monografía?
Por Universidad de las Américas Puebla — 25 marzo de 2013
Recuperado de: http://blog.udlap.mx/blog/2013/03/monografia/
Definición
Por sus raíces griegas (“mono”, uno, y “graphos”, estudio), se refiere al estudio de un tema
específico. En una extensión regular de 30 a 50 cuartillas, aborda un asunto que ha sido
investigado con cierta sistematicidad; por lo general, es producto de un trabajo de
investigación documental que únicamente da cuenta de la información recabada. Se puede
presentar como un trabajo argumentativo, expositivo, explicativo o descriptivo.
Estructura
Las partes de una monografía son las siguientes: portada, dedicatoria o agradecimientos
(opcionales), índice general, prólogo (si se requiere), introducción, cuerpo del trabajo,
conclusiones, apéndices o anexos y bibliografía. Ahora mencionamos de qué consta cada parte.
2. Citas
Una cita es la expresión parcial de ideas o afirmaciones incluidas en un texto con referencia precisa
de su origen o fuente y la consignación dentro de la estructura del texto. En el estilo APA se utili-
zan paréntesis dentro del texto en lugar de notas al pie de página o al final del texto, como en otros
estilos. La cita ofrece información sobre el autor y año de publicación, que conduce al lector a las
referencias que se deben consignar al final del documento. Básicamente hay dos formas de realizar
una cita dependiendo de lo que se quiera enfatizar con ella. En el primer caso, se hace un énfasis al
autor cuando lo que se quiere citar o resaltar es el pensamiento o la posición específica de alguien
sobre algún tema. Por otra parte, en las citas basadas en el texto, se quiere hacer referencia a una
frase o teoría específica en la que el autor tiene un papel secundario. De la misma manera, la cita se
puede realizar de manera de manera textual o parafraseada para lo cual es relevante el número de
palabras citadas para configurar la cita, como se verá a continuación.
Esto significa que, en cierto sentido, lo que nos ocurre a nosotros afecta de
manera instantánea a cosas en lejanos confines del universo, puesto que
nuestras funciones de onda probablemente estuvieron entrelazadas en el
Cita
comienzo del tiempo. En cierto sentido hay una madeja de entrelazamien-
to que conecta confines lejanos del universo, incluyéndonos a nosotros.
(Kaku, 2009, p.90) Punto
Cuando las partículas tienen esta relación, se dice que están entrelazadas
mecanocuánticamente, el concepto de que partículas tienen una conexión pro-
funda que las vincula.
Apellido Año Página Datos al final de la frase citada
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Punto
Apellido Año
7
CentrodeEscritura
Javeriano
Año
NOTA: La Biblia y el Corán, y las comunicciones personales se citan dentro del texto pero no se
incluyen en la lista de referencias.
Dos autores
Cuando son dos autores sus apellidos van separados por “y”, si se publica en inglés por “&”.
Cuando son de tres a cinco autores, la primera vez que se citan se indican los apellidos de todos.
Posteriormente se cita solo el primero y se agrega et al, seguido de punto (et al.).
-Reimers, Mckemmish, McKenzie y Mark (2009) aseguran que se ha podido evidenciar en varios
experimentos (...). Reimers et al. (2009) refieren que es importante (...)
-Se ha podio evidenciar esa circunstancia en varios experimentos (Reimers, Mckemmish, McKen-
zie y Mark, 2009). (...) sin embargo no se plantean otros caminos posibles (Reimers et al., 2009).
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Javeriano
Autor corporativo
En el caso de que sea un autor corporativo se coloca el nombre de la organización en vez del apelli-
do. La primera vez se cita el nombre completo y entre el paréntesis se indica la sigla. En adelante, se
cita solamente con la sigla.
Según la Policía Nacional (PONAL, 2010)... , los homicidios (Policía Nacional [PONAL], 2010).
Anónimo
Cuando el autor es anónimo, en vez del apellido se coloca la palabra “Anónimo” y se tienen en
cuenta todas las reglas anteriores.
Se realiza cita de una cita cuando se tiene acceso a una fuente de información a través de otra. Por
ejemplo, si se está leyendo un libro de Stephen Hawking y este cita una opinión o afirmación de
Roger Penrose se cita:
Penrose (como se citó en Hawking, 2010) piensa que las matemáticas (...)
Notas:
Cuando se realizan párrafos que amplían o explican lo desarrollado en el texto, estos se deben
marcar con un índice( 1) y ubicar al final de la página o después de las referencias bibliográficas
con el título “Notas”.
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Javeriano
3. Referencias
Las referencias son un listado con la información completa de las fuentes citadas en el texto, que
permite identificarlas y localizarlas para cerciorarse de la información contenida allí o comple-
mentarla, en caso de ser necesario.
¡Importante!
Todos los autores citados en el cuerpo de un texto o trabajo deben coincidir con la lista de re-
ferencias del final, nunca debe referenciarse un autor que no haya sido citado en el texto y
viceversa. La lista de referencias se organiza en orden alfabético y cada una debe tener sangría
francesa. Para la referenciación de números o volúmenes de alguna publicación es necesario usar
números arábigos y no romanos.
Sangría francesa
Tuszynsky, J., Brown, J., Crawford, E., Carpenter, E., Nip, M., Dicon, J., y otros. (2005). Molecular
dynamics simulations of tubulin structure and calculations of electrostatic properties of
microtubules. Mathematical and Computer Modelling, 41(10), 1055-1070.
Sangría francesa
Volumen Número
10
CentrodeEscritura
Javeriano
3.1. Libro
Cada libro en las primeras páginas trae una identificación que provee toda la informa-
ción necesaria para realizar la referencia bibliográfica. La página que usted encontrará
será similar a estas:
Presente edición
Autor
Presente Edición
Autor Editorial
Editorial Ciudad Ciudad
Forma básica
11
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Javeriano
Libro con editor (los capítulos son escritos por diferentes autores)
Apellido, A. A. (Ed.). (Año). Título. Ciudad, País: Editorial.
Online
Apellido, A. A. (Año). Título. Recuperado de http://www.xxxxxx.xxx
Capítulo de un libro
Se referencia un capítulo de un libro cuando el libro es con editor, es decir, que el libro consta de
capítulos escritos por diferentes autores.
Molina, V. (2008). “… es que los estudiantes no leen ni escriben”: El reto de la lectura y la escri
tura en la Pontificia Universidad Javeriana de Cali. En H. Mondragón (Ed.), Leer, com-
prender, debatir, escribir. Escritura de artículos científicos por profesores universitarios (pp.
53-62). Cali, Valle del Cauca: Sello Editorial Javeriano.
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Javeriano
Título del
artículo
Autores
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CentrodeEscritura
Javeriano
Autores
Páginas
Año Número
Nombre de la revista Volumen
14
CentrodeEscritura
Javeriano
Forma básica
Apellido, A. A., Apellido, B. B., y Apellido, C. C. (Fecha). Título del artículo. Nombre de la revista,
volumen(número), pp-pp.
Cifra, M., Pokorný, J., Havelka, D., y Kucera, O. (2010). Electric field generated by axial
longitudinal vibration modes of microtubule. Bio Systems, 100(2), 122-31. Páginas
DOI
15
CentrodeEscritura
Javeriano
Apellido, A. A., Apellido, B. B., y Apellidos, C. C. (Fecha). Título del artículo. Nombre de la revis-
ta, volumen(número), pp-pp. doi: xx.xxxxxxx
Bezuidenhout, A. (2006). Consciousness and Language (review). Language, 82(4), 930-
934. doi: 10.1353/lan.2006.0184
Fields, D. (2007). Más allá de la teoría neuronal. Mente y Cerebro, (24), 12-17.
Artículo online
Apellido, A. A. (Año). Título del artículo. Nombre de la revista, volumen(número), pp-pp. Recu-
perado de
Mota de Cabrera, C. (2006). El rol de la escritura dentro del currículo de la enseñanza y
aprendizaje del inglés como segunda lengua (esl/efl): Una perspectiva histórica. Ac-
ción Pedagógica, 15(1), 56-63. Recuperado de http://www.saber. ula.ve/accionpe/
Un autor
Apellido, A. A. (Fecha). Título del artículo. Nombre de la revista, volúmen(número), pp-pp.
Tarlaci, S. (2010). A Historical View of the Relation Between Quantum Mechanics and
the Brain : A Neuroquantologic Perspective. NeuroQuantology, 8(2), 120-136.
Tuszynski, J., Sataric, M., Portet, S., y Dixon, J. (2005). Physical interpretation of micro
tubule self-organization in gravitational fields. Physics Letters A, 340(1-4), 175-180.
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CentrodeEscritura
Javeriano
Se listan los primeros seis autores, se ponen puntos supensivos y se lista el último autor.
Wolchik, S. A., West, S. G., Sandler, I. N., Tein, J.-Y., Coatsworth, D., Lengua, L.,...Griffin,
W. A. (2000). An experimental evaluation of theory-based mother and mother-child pro-
grams for children of divorce. Journal of Consulting and Clinical Psychology, 68, 843-856.
3.2.2 Periódico
Forma básica
Apellido A. A. (Fecha). Título del artículo. Nombre del periódico, pp-pp.
Impreso
Con autor
Sin autor
Online
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CentrodeEscritura
Javeriano
Online
Apellido, A. A. (año, mes, día). Título del artículo. Nombre de la revista. Recuperado de
Nota: Se debe incluir el mes y el año para las revistas que tienen publicaciones mensuales. En el
caso de que la publicación sea diaria o semanal se incluye el día.
3.2.4.1 Informes
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Javeriano
Autor, A., & Autor, A. (Fecha). Título de la ponencia. En A. Apellido del presidente del con
greso (Presidencia), Título del simposio o congreso. Simposio o conferencia llevado a
cabo en el congreso Nombre de la organización, Lugar.
Autor, A., & Autor, A. (Año). Título de la tesis (Tesis de pregrado, maestria o doctoral). Nombre
de la institución, Lugar.
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CentrodeEscritura
Javeriano
Argosy Medical Animation. (2007-2009). Visible body: Discover human anatomy. New
York, EU.: Argosy Publishing. Recuperado de http://www.visiblebody.com
3.2.3.2 CD ROM
Apellido, A. (Año de publicación). Título de la obra (edición) [Medio utilizado]. Lugar de publica-
ción: Casa publicadora.
Johnson, M. (2006). Human biology : concepts and current issues (3rd ed.) [CD-ROM].
San Francisco: Pearson Benjamin Cummings.
Apellido, A. (Año) Título del artículo. Título de la enciclopedia [Medio utilizado]. Lugar de publi-
cación: Casa publicadora, URL
20
CentrodeEscritura
Javeriano
Baker, J. (Productor). (2006). One tree hill. [serie de televisión]. Hollywood, EU.:
Twentieth Century Fox.
3.2.3.6 Video
Apellido del productor, A. (Productor). (Año). Nombre de la serie [Fuente]. Lugar.
3.2.3.7 Podcast
Apellido, A. (Fecha). Título del podcast [Audio podcast]. Recuperado de htpp://xxxx
Van Nuys, D. (Productor). (19 de diciembre de 2007). Shrink rap radio [Audio en podcast].
Recuperado de htpp://www.shrinkradio.com/
3.2.3.8 Blogs
Apellido, A. (Fecha). Título del post [Mensaje en un blog]. Recuperado de htpp://xxxx
PZ Myers. (22 de enero de 2007). The unfortunate prerequisites and consequences of par
tutioning your mind [Mensaje en un blog]. Recuperado de http://science-
blogs.com/ pharyngula/2007/01/the_unfortunate_prerequisites.php
Red Hot Chili Peppers. (1999). Otherside. En Californication [CD]. Los Angeles, EU.:
Warner Bros Records.
21
3.2.3.9 Fotografías
[Fotografía de Nombre y Apellido del fotógrafo]. (Lugar. Año). Nombre de la colección.Ubica-
ción.
[Fotografía de Daniel Manrique]. (Valle del Cauca. 1920). Archivos fotográficos del Valle.
Biblioteca Departamental Jorge Garcés Borrero, Cali, Valle del Cauca.
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TOMA DE APUNTES
Esta es una de las habilidades más importantes a adquirir en el trayecto universitario. Tomar apuntes
en las clases nos permite:
Escuchamos para:
Tomar apuntes de una clase implica escuchar reflexionando y siguiendo mentalmente el orden
expositivo del tema: título, qué se pretende probar, aspectos bajo los cuales se aborda el tema, pasos
que se aproximan al objetivo propuesto, conclusión final y consecuencias que se derivan, etc. En esta
escucha reflexiva es decisivo no perder el hilo expositivo, por lo que se debe atender bien a los
mecanismos y nexos que hay entre una cuestión y la que sigue dentro de un mismo tema. Para
lograrlo, debemos estar atentos a expresiones significativas que se incluyen en las exposiciones,
como, por ejemplo: “en primer lugar…”, “es importante…”, “en una palabra...” “concluyendo…”, que
indican la intención de introducir, explicar, sintetizar y aclarar ideas básicas. Por eso se debe poner
especial atención tanto al comienzo como al final de la exposición, ya que la síntesis con que suele
iniciarse cualquier tema facilita la comprensión y ofrece una valiosísima idea general. Y, por otra
parte, la síntesis con que se concluye no es menos interesante, ya que suele ser más detallada y
completa, y donde se concentra lo más rico e interesante de cuanto se ha dicho.
Tomar apuntes exige que seleccionemos lo que vamos a escribir, ya que no podremos registrar todo
lo que el profesor dice. Ello implica identificar lo más importante, dejando de lado anécdotas,
ejemplos u otros elementos accesorios. En el registro podemos incluir conceptos, datos, frases,
esquemas y dibujos, ordenando el contenido de manera clara para que luego sea útil en el repaso.
También es posible crear un sistema de abreviaciones propio, que agilice la escritura.
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Aunque no existe una única forma para tomar apuntes, podemos anotar algunas recomendaciones,
que deben ajustarse al propio estilo de cada alumno y a sus necesidades específicas:
Antes de la clase, es muy productivo explorar brevemente el tema que se va a dar, para tener
una idea previa de sus características o partes.
Utilizar un anotador o cuaderno en vez de hojas sueltas. En caso de usar hojas, numerarlas.
Escribir de manera legible (que se pueda entender posteriormente).
Al comienzo de la página, registrar la materia, el nombre del docente, la fecha y el tema de la
clase.
Incluir lo que el docente escribe o esquematiza en la pizarra.
Utilizar abreviaciones y símbolos para agilizar la escritura.
Usar el sistema: escuchar – pensar– escribir.
Registrar las sugerencias del docente en cuanto a bibliografía, recursos digitales, etc.
Anotar todos los datos sobre las evaluaciones (día y horario, aula, contenidos, criterios, etc.).
Dejar espacios para completar con las lecturas posteriores, preguntas y dudas a saldar en
consulta, reflexiones individuales o grupales.
Revisar cada día lo escrito para reafirmar contenidos e identificar dudas.
Acciones
Mas info
https://www.youtube.com/watch?v=nrx1-WAEaRc
https://www.youtube.com/watch?v=9Lx0SjTSEeA