Cuestionario Ii Unidad-Marco Quispe Paricahua

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UNIVERSIDAD JOSÉ CARLOS MARIÁTEGUI

FACULTAD DE CIENCIAS JURIDICAS


EMPRESARIALES PEDAGOGICAS.

ESCUELA PROFESIONAL DE DERECHO

SEMESTRE: IX
CURSO: DERECHO CIVIL VII (D. OBLIGACIONES)
TRABAJO ENCARGADO.
DOCENTE: DR. BENITO VALVERDE CEDANO.
ALUMNO: MARCO ANTONIO QUISPE PARICAHUA.

FILIAL JULIACA – PUNO

2023.

CUESTIONARIO II UNIDAD
LA LESION
1 ¿En qué consiste la lesión?
Lesión significa perjuicio económico derivado de una relación contractual, por
cuya razón se le concede a la parte perjudicada una acción para disolver el
contrato.
Su fundamento se basa en el principio de la equidad operable en todos los
contratos de prestaciones reciprocas en los cuales la prestación y la
contraprestación deben ser valores o magnitudes equivalentes.
El concepto legal de la lesión lo da el numeral 1447 vigente y dice: La acción
rescisoria por lesión sólo puede ejercitarse cuando la desproporción entre las
prestaciones al momento de celebrarse el contrato es mayor de las dos quintas
partes y siempre que tal desproporción resulte del aprovechamiento por uno de
los contratantes de la necesidad apremiante del otro. Procede también en los
contratos aleatorios cuando se produzca la desproporción por causas extrañas
al riesgo propio de ellos.

2 ¿Cómo se celebra el contrato a favor de tercero?


El contrato en favor de tercero, como lo denomina el vigente, viene a ser aquél
en el cual una parte se obliga a satisfacer una prestación en favor de un
tercero, quien en virtud de su aceptación adquiere el derecho directo de
exigirla.
Para la existencia de esta figura debe haber una común intención en los
contratantes de generarlo; esto es que el beneficio para el tercero no puede ser
consecuencia del azar, la casualidad. En este contrato existen hasta dos
situaciones definidas:
A) Una, que vincula a los otorgantes del contrato que son: el estipulante y el
promitente.
B) Otra situación, que está relacionada con el beneficio que surge del contrato,
que tiene que favorecer a persona distinta de los contratantes.
El derecho del tercero surge directa e inmediatamente de la celebración del
contrato, como dice el Art. 1458. Empero será necesario que el tercero haga
conocer al estipulante y al promitente su voluntad de hacer uso de ese derecho
El concepto legal del contrato en favor de tercero está dado por el Art. 1457 y
dice: Por el contrato a favor de tercero, el prominente se obliga frente al
estipulante a cumplir una prestación en beneficio de tercera persona. El
estipulante debe tener interés propio en la celebración del contrato. Unos de los
ejemplos más conocidos de este contrato es el Seguro de Vida, en el cual el
beneficiario es un extraño al contrato.

3 ¿En qué consiste la nulidad de la renuncia a la acción por lesión?


Es nula la renuncia a la acción por lesión (Art. 1453). Una nulidad absoluta que
opera de pleno derecho. Esto, para evitar el abuso del más fuerte en perjuicio
del más débil, logrando cene suscribir un pacto de renuncia a la acción por
lesión. El positivo es de orden público. A pesar de esta regla, esto no significa
que el lesionado puede formular esta renuncia después de la celebración del
contrato, en la medida en que ya no pueda darse la presión o el factor de
desigualdad al momento de haberse celebrado el contrato. Esto podrá ocurrir
en los contratos en los que las prestaciones ya se han ejecutado, pero no en
aquellos contratos en que la prestación continuada o diferida.

CONTRATO POR PERSONA A NOMBRAR


1 ¿Cuál es la formalidad y los requisitos del contrato de persona a
nombrar?
1.- Que haya una reserva expresa en el contrato, por uno o ambos
contratantes, para designar posteriormente a la persona que asumirá los
derechos y obligaciones en forma definitiva.
1.- La designación se hace por declaración unilateral de uno de
los contratantes;
2.- Que la persona designada haga conocer su aceptación, para
asumir plenamente su papel, sólo así se producirá el cambio de posición
contractual.
3.- Que la reserva para designar a la persona definitiva sea breve,
pues, de otra manera el contrato se formalizará entre los intervinientes.
4.- En cuanto a la forma tanto de la declaración como la de la
aceptación, se observará la que fuere exigible para el contrato.
2 ¿Qué son arras confirmatorias y arras de retractación?
El C. C. anterior las reguló en 3 Artículos: del 1348 al 1350 (Título III
Sec. Cuarta del Libro y), con la denominación de Arras confirmatorias y
penitenciarias, las que eran distintas las unas de las otras, tanto en su
finalidad, como en sus efectos. Originadas en el Derecho Romano, su
importancia se circunscribía casi exclusivamente al contrato de compra-
venta, y a los esponsales. Cuando su objeto era confirmar la celebración
de un contrato se denominaba confirmatorias; cuando contenía la
facultad o potestad de arrepentirse de un contrato, se llamaban arras
penitenciales, hoy denominadas arras de retractación.
La naturaleza jurídica de ambas es distinta y diferente. Se utilizan en
una variedad de convenciones; así, unas veces como prueba de que el
contrato está concluido o también como medio para asegurar la posterior
conclusión del contrato. Puede pactarse en el mismo contrato definitivo o
también en un acuerdo preliminar, el denominado compromiso. Puede
también considerarse como pago a cuenta del precio o atribuirle el
derecho de retractación para hacerlos valer unilateralmente por uno de
los dos contratantes.

LAS OBLIGACIONES DE SANEAMIENTO


1 ¿Cómo funciona el saneamiento en el Código Civil actual?
En el C.C. anterior el Saneamiento estuvo legislado en su Libro V.
Sección Cuarta De los Contratos; Títulos IV y V, que respectivamente
trataban de los Vicios Redhibitorios (Arts. 1 351 a 1369) y de la Evicción
y el Saneamiento (Arts. 1370 a 1382), esquema ampliamente superado
por la ley civil vigente, tanto en extensión como por haberse introducido
mejoras necesarias y saludables.
En primer lugar y como afirma el ponente Dr. Máx. Arias Schereiber se
ha diseñado una concepción distinta a la del Código anterior, basada en
los avances de la doctrina y en el aporte de la legislación extranjera
(Códigos de Italia, Portugal y Bolivia). Algo más, se ha procedido a hacer
una clasificación necesaria separando la materia en 4 rubros:
1) Disposiciones generales.
2) Saneamiento por Evicción.
3) Saneamiento por vicios ocultos.
4) Saneamiento por hecho propio del transferente.
La denominada evicción y saneamiento fue considerada en el C.C. de
1936, dentro de las Disposiciones generales, relativas a los contratos
para hacerla aplicable a toda convención onerosa en la que se transfiere
la propiedad, la posesión o el uso de las cosas, dejando de ser como en
el Código de 1852 una institución exclusiva sólo de la compra venta.
El Código de 1984 asume una posición conceptual definida en lo que se
refiere a las obligaciones de saneamiento, nos dice el mencionado
Profesor. Apartándose de la tesis de que la obligación del enajenante es
una consecuencia del deber de entrega de la cosa que transfiere, ha
pasado a considerar que su fundamento está en asegurar la posesión
pacífica y útil del bien transformado; esto es, que la responsabilidad no
termina ni se agota con la entrega del bien, sino que va más lejos,
garantizando al adquirente, para que pueda gozar del bien de acuerdo a
su destino económico. Tal es la concepción recogida por el Art. 1485.
Otro de los cambios es el referente a la extensión de las obligaciones de
saneamiento, disponiendo que el saneamiento tiene lugar en todos los
contratos en que esté de por medio la transferencia de la propiedad,
posesión o uso de un bien, sin hacer distintos entre los celebrados a
título oneroso o gratuito.

2 ¿En qué consiste el saneamiento por evicción?


Tipificada en el Art. 1485 es la obligación del transferente de indemnizar
los daños y perjuicios sufridos por el adquirente por verse privado del
dominio del bien o bienes transmitidos a título oneroso y aún gratuito por
el primero al segundo. Constituye una obligación legal por lo que no
precisa pactarla. Viene a ser uno de los requisitos naturales de los
contratos.
La acción de saneamiento es una acción: personal, objetiva y
contractual. Es personal porque el enajenante responde con todo su
patrimonio y porque su obligación es trasmisible a sus herederos. Es
objetiva porque la buena fe del enajenante no lo libera de su obligación
de saneamiento. Es innecesario establecer que el enajenante tuvo la
culpa en la desposesión sufrida por el adquirente. Es contractual en el
sentido de que el ejercicio de esta acción requiere de un presupuesto
previo: de la existencia de un contrato. El saneamiento surge como
consecuencia del contrato.

3 ¿En qué consiste la pérdida del derecho de saneamiento?


El adquirente pierde el derecho a saneamiento en los 5 siguientes
Supuestos:
1) Si no pidió y cuidó que se citará al transferente con la demanda del
juicio de evicción, pues, estará incumpliendo una obligación en perjuicio
del transferente, lo que justifica este primer supuesto de pérdida del
derecho de saneamiento.
2) Si sometió la causa a arbitraje, sin asentimiento del transferente y la
perdió. Si el transferente asiente el arbitraje, no se extinguirá el derecho
del adquirente al saneamiento.

SANEAMIENTO POR VICIOS OCULTOS


1 ¿Cómo se realiza el saneamiento por vicios ocultos?
Vicios ocultos y redhibitorios del bien son los defectos que éste tiene
tiempo de su transmisión y que lo hacen inútil para el uso al cual se le
destina o que disminuyan ostensiblemente su rendimiento, en tal forma
que al saberlo no se habría recibido el bien, y de recibirlo se habría
pagado un menor precio por él. Dice el Art. 1503 que el transferente está
obligado al saneamiento por los vicios ocultos existentes al momento de
la transferencia.
La noción de vicio oculto está ligada a la noción de defectos, deterioros,
visibles y que de alguna manera afectan el derecho del adquirente a la
adecuada utilización del bien. Por ello surge la obligación del
saneamiento y cuyos efectos presuponen la resolución del contrato de
transferencia de la propiedad, posesión o uso del bien mueble o
inmueble.
Los requisitos para que los defectos del bien sean considerados como
vicio oculto son los siguientes:
1º. Que el defecto convierta al bien o cosa en totalmente inútil, o por lo
menos impropia para el fin o uso a que se le destina, disminuyendo
notablemente su precio (valor de uso). Que el vicio sea oculto y no
visible.
2º. Que el defecto haya existido en el momento de celebrarse el
contrato, que sea anterior o, por lo menos, concordante, a la fecha de
adquisición del bien. Debe tratarse de defectos anteriores y que
perduren hasta interponerse la reclamación
3º. Que el adquirente ignore de la existencia del vicio al tiempo de la
celebración del contrato, de lo contrario el adquirente estaría tomando el
bien con pleno conocimiento del vicio y nada tendría ya que reclamar.
Si los vicios se presentan con posterioridad, el riesgo se desplaza y al
adquirente, quedando ya libre de responsabilidad el transferente, no
debe ser contemporáneo al contrato, pues, en tal caso ya procede el
saneamiento por vicios ocultos.

2 ¿Cuáles son los efectos del saneamiento por vicios?


Con relación a los efectos del saneamiento por vicios ocultos, entre
nosotros y esto es ya tradicional, el acto de transferencia es válido hasta
que se dicte la resolución judicial. El Art. 1511 dice:
El adquirente puede pedir en razón del saneamiento a que está obligado
el transferente, la resolución del contrato. El anterior Código prescribía
en su Art. 1354, por los vicios ocultos de la cosa tiene el adquirente el
derecho de pedir, a su elección, o que se rescinda el contrato o que se
le devuelva del precio lo que la cosa vale de menos. A su vez el Art.
1513 del vigente dice:
El adquirente puede optar por pedir que se le pague lo que el bien vale
de menos, por razón del vicio en el momento de ejercerse la acción de
pago, teniendo en cuenta la finalidad de su adquisición, sin perjuicio del
derecho que contempla el Artículo 1512, se refiere a la indemnización de
daños y perjuicios y es uno de los efectos de la resolución del Tomo VI,
compilación de la Sra. Revoredo de la Expos. De Motivos) Dice: En el
campo de la doctrina existen dos posiciones en lo que concierne al
efecto del saneamiento por vicio oculto. La primera posición afirma que
produce la rescisión del contrato, en tanto que la otra posición se incline
por la resolución. Como sabemos, las consecuencias son distintas, a
tenor del dispuesto por el Art. 1372 del mismo código Civil. En el Art.
1511 se optó por la resolución, en coincidencia con lo que ha sido
tradicional entre nosotros. En consecuencia, el contrato es válido hasta
que se dicte el fallo firme y el transferente tiene el derecho de que se le
devuelva el bien viciado. Agrega el Dr. Arias Schereiber: No estoy
convencido de la bondad técnica de esta solución que viene desde el
Anteproyecto, pues, como el vicio oculto debe existir antes o coetánea
mente con el contrato y no con posterioridad, pienso que en realidad
debió considerarse como una causal de rescisión y no de resolución y se
le pudo dar un efecto no retroactivo, todo ello de conformidad con lo
dispuesto en los Arts. 1370, 1371 y 1372 del C.C. (Se refiere al
derogado). De la Puente y Lavalle continúa diciendo el Dr. Máx. Arias.
Justifica la resolución cuando manifiesta que la naturaleza de la acción
redhibitoria es que el adquirente debe estar en aptitud de hacer que el
enajenarte retorne la adquisición de la cosa, sin desconocerse por ello
que el adquirente la haya tomado en el lapso comprendido entre la
adquisición y la resolución. No debe olvidarse que si bien la acción
redhibitoria tiene su fundamento en la existencia de vicios al momento
de efectuarse la adquisición, esa acción la plantea al adquirente en su
condición de tal, es decir invocando el derecho que se le da al haber
adquirido la cosa y ello sólo se justifica si se reconoce que la
transferencia se ha producido. Por mi parte reitero que encuentro
contradicción entre los Arts. 1371 y el que está bajo comentario y agrego
que, pudo evitarse si se hubiese dispuesto que la rescisión no opera
retroactivamente, pues, así lo permite el primer párrafo del Art. 1372”.

EL SANEAMIENTO POR HECHOS PROPIOS DEL TRANSFERENTE


1 ¿Cómo funciona el saneamiento por hechos propios?
Se afirma que el deber que impone la lealtad al enajenante de no
perturbar al adquirente en el goce del derecho que le ha transmitido, no
es el mismo que aquel deber general que pesa sobre todos los hombres
de no perturbar lo ajeno; se trata de un deber especial de abstención
que emana del contrato, en opinión de Borda, citado por el Prof. Manuel
de la Puente y Lavalle. Estudios del Contrato privado. No se trata, pues,
de que en virtud del saneamiento el enajenante deba responder por sus
actos de violencia, dolo o negligencia inexcusable porque tales actos por
ser ilícitos dan siempre lugar a una responsabilidad extra contractual. Se
trata de aquellos otros actos que pudiendo ser ilícitos para otras
personas que no están vinculadas por la relación jurídica que nace del
contrato, están vedados al enajenante por atentar contra aquello que él
deseó crear. Esta responsabilidad contractual es el fundamento de La
obligación de saneamiento.

2 ¿Cuál es la excepción del saneamiento?


Se contrae a la excepción del saneamiento el Art. 1527 que dice: Si el
transferente entabla acción judicial destinada a enervar cualesquiera de
los derechos sobre el bien que corresponden al adquirente en virtud del
contrato, tiene éste la facultad de deducir la excepción de saneamiento,
cuyo objeto es poner definitivamente fin al juicio. Es una norma procesal
que no estaba en el C.C. derogado. Se trata de una excepción destinada
a proteger al adquirente, frente a una demanda del transferente por
efecto de la cual podrían sufrir desmedro los derechos de dicho
adquirente atentando contra el goce pacífico y útil del bien adquirido; el
transferente al demandar esté infringiendo el conocido principio de la
buena fe contractual.

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