Biologia Celular
Biologia Celular
Biologia Celular
Historia[editar]
Estudios estructurales[editar]
Estudios moleculares[editar]
La biología molecular implica la comprensión de las interacciones de los diferentes sistemas
de la célula lo que incluye muchas relaciones, entre ellas las del ADN con el ARN, la síntesis
de proteínas, el metabolismo, y cómo todas esas interacciones son reguladas para conseguir
un correcto funcionamiento de la célula.
La biología molecular tiene como objetivo el estudio, desde el punto de vista molecular, de los
procesos que se desarrollan en la célula viva. Dos macromoléculas en particular son objeto de
su estudio: el ADN y las Proteínas. Esta área específica de estudio está relacionada con otros
campos de la Biología Celular, como son la Ingeniería genética y la bioquímica.
El estudio mediante métodos físico-químicos de la materia viva y sus procesos biológicos,
incluye varias disciplinas dentro del concepto general de Biología Molecular, ellas son:
Bioquímica Estructural, Bioquímica Inorgánica, Bioquímica Metabólica y Enzimología,
Fisiología Molecular, Biología Molecular y Química Física.3
Estructura y función[editar]
Estructura de células eucariotas
Artículo principal: Ecuariota
Las células eucariotas están compuestas por los siguientes orgánulos:
Nucléolo: Esta estructura se encuentra dentro del núcleo, suele ser densa y de
forma esférica. Es el lugar donde se sintetiza el ARN ribosómico (ARNr), necesario
para el ensamblaje de los ribosomas.
Canales iónicos: Pueden ser de diferentes tipos, como los canales iónicos
activados por voltaje o por ligando. Permiten la salida y entrada de moléculas e
iones.
Crecimiento y desarrollo[editar]
Ciclo de la célula eucariota
Las células son la base de todos los organismos y constituyen las unidades fundamentales de
la vida. El crecimiento y desarrollo de las células son esenciales para el mantenimiento del
huésped y la supervivencia del organismo. Para ello, la célula pasa por las fases del ciclo
celular y del desarrollo, que implican el crecimiento celular, la replicación del ADN, la división
celular, la regeneración y la muerte celular.
El ciclo celular se divide en cuatro fases distintas: G1, S, G2 y M. La fase G -que es la fase de
crecimiento celular- constituye aproximadamente el 95% del ciclo. La proliferación de las
células es instigada por los progenitores. Todas las células parten de una forma idéntica y, en
esencia, pueden convertirse en cualquier tipo de célula. La señalización celular, como la
inducción, puede influir en las células cercanas para determinar el tipo de célula en que se
convertirá. Además, esto permite a las células del mismo tipo agregarse y formar tejidos, luego
órganos y, por último, sistemas. Las fases G1, G2 y S (replicación, daño y reparación del
ADN) se consideran la porción interfásica del ciclo, mientras que la fase M (mitosis) es la
porción de división celular del ciclo. La mitosis se compone de muchas etapas que incluyen,
profase, metafase, anafase, telofase y citocinesis, respectivamente. El resultado final de la
mitosis es la formación de dos células hijas idénticas.
El ciclo celular está regulado en los puntos de control del ciclo celular por una serie de
factores y complejos de señalización como las ciclinas, la quinasa dependiente de
ciclinas y p53. Cuando la célula ha completado su proceso de crecimiento y si se detecta que
está dañada o alterada, se somete a la muerte celular, ya sea por apoptosis o necrosis, para
eliminar la amenaza que puede suponer para la supervivencia del organismo.
Mortalidad celular, inmortalidad del linaje celular
La ascendencia de cada célula actual se remonta presumiblemente, en un linaje
ininterrumpido de más de 3.000 millones de años, al origen de la vida. En realidad, no son las
células las que son inmortales, sino los linajes celulares multigeneracionales.La inmortalidad
de un linaje celular depende del mantenimiento del potencial de división celular. Este potencial
puede perderse en cualquier linaje particular debido al daño celular, la diferenciación terminal,
como ocurre en las células nerviosas, o la muerte celular programada (apoptosis) durante el
desarrollo. El mantenimiento del potencial de división celular a lo largo de generaciones
sucesivas depende de que se eviten y reparen correctamente los daños celulares, en
particular los daños en el ADN. En los organismos sexuales, la continuidad de la línea
germinal depende de la eficacia de los procesos para evitar daños en el ADN y reparar los que
se produzcan. Los procesos sexuales en eucariotas, así como en procariotas, ofrecen la
oportunidad de reparar eficazmente los daños del ADN en la línea germinal
mediante recombinación homóloga.
Fases del ciclo celular
El ciclo celular es un proceso de cuatro etapas por el que pasa una célula a medida que se
desarrolla y se divide. Incluye la Brecha 1 (G1), la síntesis (S), la Brecha 2 (G2) y la mitosis
(M). La célula reinicia el ciclo desde G1 o lo abandona por G0 tras completarlo. La célula
puede progresar desde G0 hasta la diferenciación terminal.
La interfase se refiere a las fases del ciclo celular que ocurren entre una mitosis y la siguiente,
e incluye G1, S y G2.
Fase G1
El tamaño de la célula crece.
El contenido de las células se replica.
Fase S
Replicación del ADN.
La célula replica cada uno de los 46 cromosomas (23 pares).
Fase G2
La célula se multiplica.
En preparación para la división celular, se forman orgánulos y proteínas.
Fase M
Tras la mitosis se produce la citocinesis (separación celular)
Formación de dos células hijas idénticas
Fase G0
Estas células abandonan G1 y entran en G0, una fase de reposo. Una célula en G0 está
haciendo su trabajo sin prepararse activamente para dividirse.
Patología[editar]
Artículo principal: Citopatología
La rama científica que estudia y diagnostica las enfermedades a nivel celular se
denomina citopatología. La citopatología se utiliza generalmente en muestras de células libres
o fragmentos de tejidos, a diferencia de la rama patológica de la histopatología, que estudia
tejidos enteros. La citopatología se utiliza habitualmente para investigar enfermedades que
afectan a una amplia gama de localizaciones corporales, a menudo para ayudar en el
diagnóstico del cáncer, pero también en el diagnóstico de algunas enfermedades infecciosas y
otras afecciones inflamatorias. Por ejemplo, una aplicación común de la citopatología es
la prueba de papanicolau, una prueba de detección utilizada para identificar el cáncer
cervical y las lesiones cervicales precancerosas que pueden derivar en cáncer de cuello de
útero.
Autofagia[editar]
La autofagia es un mecanismo de autodegradación que regula las fuentes de energía durante
el crecimiento y la reacción al estrés alimentario. La autofagia también se limpia a sí misma,
eliminando las proteínas agregadas, limpiando las estructuras dañadas, como las
mitocondrias y el retículo endoplásmico, y erradicando las infecciones intracelulares. Además,
la autofagia tiene funciones antivirales y antibacterianas dentro de la célula, y participa en el
inicio de las respuestas inmunitarias distintivas y adaptativas a la contaminación vírica y
bacteriana. Algunos virus incluyen proteínas de virulencia que impiden la autofagia, mientras
que otros utilizan elementos de autofagia para el desarrollo intracelular o la división celular. La
macroautofagia, la microautofagia y la autofagia mediada por chaperones son los tres tipos
básicos de autofagia. Cuando se desencadena la macroautofagia, una membrana de
exclusión incorpora una sección del citoplasma, generando el autofagosoma, un orgánulo
distintivo de doble membrana. A continuación, el autofagosoma se une al lisosoma para crear
un autolisosoma, en el que las enzimas lisosomales degradan los componentes. En la
microautofagia, el lisosoma o la vacuola engullen una parte del citoplasma invaginando o
sobresaliendo la membrana lisosomal para encerrar el citosol o los orgánulos. La autofagia
mediada por chaperonas (CMA) garantiza la calidad de las proteínas digiriendo las proteínas
oxidadas y alteradas en circunstancias de estrés y aportando aminoácidos mediante la
desnaturalización proteica. La autofagia es el principal sistema intrínseco de degradación de
péptidos, grasas, carbohidratos y otras estructuras celulares. Tanto en situaciones fisiológicas
como de estrés, esta progresión celular es vital para mantener el equilibrio celular correcto. La
inestabilidad de la autofagia provoca diversos síntomas de enfermedad, como inflamación,
alteraciones bioquímicas, envejecimiento y neurodegeneración, debido a su implicación en el
control de la integridad celular. La modificación de las redes autofagia-lisosoma es un sello
típico de muchas enfermedades neurológicas y musculares. En consecuencia, la autofagia se
ha identificado como una estrategia potencial para la prevención y el tratamiento de diversos
trastornos. Muchos de estos trastornos se previenen o mejoran mediante el consumo de
polifenoles en la comida. En consecuencia, los compuestos naturales con capacidad para
modificar el mecanismo de la autofagia se consideran una opción terapéutica potencial. La
creación de la doble membrana (fagoforo), que se conocería como nucleación, es el primer
paso de la macroautofagia. El enfoque del fagoforo indica polipéptidos desregulados u
orgánulos defectuosos que provienen de la membrana celular, el aparato de Golgi, el retículo
endoplásmico y las mitocondrias. Con la conclusión del autofagocito, la ampliación del
fagoforo llega a su fin. El autofagosoma se combina con las vesículas lisosomales para formar
un auto-lisosoma que degrada las sustancias encapsuladas, lo que se conoce
como fagocitosis.
Campos de estudio