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(RN) Seijo No Maryoku Wa Bannou Desu - Volumen 1

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Prologo

Un día, inesperadamente, fui invocada a otro


mundo por el poder de la “Ceremonia de Invocación
Santa”

Era tarde por la noche. Yo acababa de regresar


del trabajo y estaba depositando mis zapatos en el
vestíbulo cuando sucedió: una incandescente luz
apareció bajo mis pies de manera repentina. Era tan
cegadoramente blanca que mis ojos se cerraron de
golpe por instinto.

Cuando me atreví a abrirlos nuevamente, ya no


me encontraba en la familiar cocina de mi
departamento, si no que ahora estaba en el medio de
una habitación construida mayormente de piedra.

—¡Funcionó!

—¡Ooooooh!

Una multitud de personas comenzaron a


celebrar. No tenía ni la más mínima idea de qué hacer
con ellos, por lo que intenté analizar mis alrededores
en lugar de preocuparme por lo que estaban haciendo.

Parados frente a mí, había dos tipos de


personas: algunas vestidas con capas y ornamentas
que los hacían ver como caballeros y otros vestidos con
túnicas largas que les rozaban los tobillos.

Los caballeros estaban alborotados; ellos se


daban palmadas en la espalda con cierto aire festivo.
Mientras tanto, las personas con túnicas se
mantuvieron sentadas en el suelo, aunque ellos todos
sonreían débilmente, como si acabaran de ver algún
tipo de tarea difícil completarse hasta el final.

Dirigí mi atención al suelo. Este era igual de


negro que las paredes de la habitación, pero cuando lo
miré de cerca, noté que alguien había dibujado
extrañas líneas oscuras alrededor del lugar donde
estaba sentada. Las líneas se conectaban a sí mismas
de una forma que me recordaba a un círculo mágico.

A mi derecha había una de esas enormes


paredes de piedra. A mi izquierda, sin embargo, se
encontraba una chica. Era la única persona de la
habitación que se vestía como yo. Habiendo dicho eso,
yo estaba vistiendo un traje completo mientras que ella
vestía un top de punto más informal y una falda. Sin
embargo, definitivamente parecía que veníamos de la
misma era moderna. No obstante, todos los demás...
con toda esa armadura y las túnicas, casi me vi tentada
a preguntarles si nos habías tropezado con alguna clase
de videojuego.

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La chica a mi costado parecía estar es su
adolescencia y tenía una expresión aturdida adornando
su rostro. Sospeche que ambas habíamos sido traídas a
este lugar de la misma forma, sin previo aviso.

¿Honestamente? Una parte de mí quería gritar


sin parar. Con desesperación, mantuve sellada la
alarma de mi cabeza mientras trataba de comprender
un poco la situación que nos envolvía a ambas.

Justo cuando estaba comenzando a procesar lo


que no había pasado, las puertas en el lado izquierdo
de la habitación se abrieron y una gran multitud de
personas se deslizaron hacia adentro.

A la cabeza estaba un tipo devastadoramente


sexy con un cabello de color rojo carmesí, cuyo
atuendo lo hacía parecer un noble de la era Rococo,
aunque no llevaba una peluca. Detrás de él se
encontraba otro chico igual de sexy que el primero, se
trataba de un caballero con el pelo negro; y para
finalizar, otro chico injustamente guapo, con el cabello
de un color azul marino volvió a aparecer en la
retaguardia. También estaba vestido como un noble,
aunque sus mejores ropas eran un poco más sencillas
que las del pelirrojo. En una suposición, el guapo chico
pelirrojo se trataría de un príncipe, el espléndido
caballero sería su guardia personal y el hermoso tercer
chico correspondería a alguna clase de oficial.

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—“Pero, amigo, si sigues tiñendo tu pelo de ese
color rojo tan brillante, ¡terminarás siendo calvo en el
futuro!”

Mientras intentaba escapar de la realidad


refugiándome en mi mundo de fantasía, el chico
pelirrojo se arrodillo frente a la chica a mi costado. Con
una enorme sonrisa adornando su rostro, él pregunto.

—¿Tú eres la Santa?

“¿Qué demonios?”

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Primer Acto
El Instituto de investigación sobre flora medicinal

Ha pasado un mes desde mi invocación. El calor


de la primavera estaba a la mano y yo estaba
sembrando hierbas en el jardín del palacio real.

¿Por qué es mi responsabilidad? Eso se debe a


que ahora trabajo en el Instituto de Investigación sobre
Flora Medicinal, el cual estaba ubicado justo al lado de
este jardín. De hecho, también dormí allí.

Yep, eso es correcto. Ya no resido en el palacio


real. Ahora vivo en un Instituto de Investigación.

***
El día que yo, Sei Takanashi, fui invocada a otro
mundo gracias al “Ritual de Invocación Santa”, aprendí
que este se había transmitido desde la antigüedad aquí
en el reino de Salutania.

También aprendí que algo llamado “miasma” se


estaba manifestando por todos lados en el reino.
Siempre aparecía relativamente cerca de los lugares
habitados por personas y tenía efectos perjudiciales en
los humanos. Además, aunque los motivos todavía no
eran claros, se sabía que cuando el miasma alcanzaba
cierta densidad, este podía producir monstruos.
Mientras más concentrado este el miasma, más fuerte
sería el monstruo que aparecería. A su vez, derrotar a
los monstruos disiparía el misma. Como tal, era
necesario cazar y matar a las impías bestias para
impedir que su fuente gane más fuerza.

Sin embargo, cada pocas generaciones, la


creciente densidad del misma excedía por mucho la
velocidad a la que se podía cazar a los monstruos.
Afortunadamente, durante estas era, siempre
aparecería una doncella quien se convertiría en la Santa
del reino.

La magia de la Santa era tan poderosa que


podría aniquilar el misma de los monstruos en un
parpadeo. Al hacerlo, su magia balanceaba de manera
inmediata la velocidad a la que eran cazados los
mounstros con la velocidad a la que se condensaba el
miasma.

De acuerdo a una teoría, una vez que la Santa


apareciera, el miasma ya no podría condensarse en lo
absoluto, al menos no frente a la divina presencia de la
doncella.

Increíble, ¿no es cierto?

Generalmente se suponía que la Santa se


manifestaría por cuenta propia, pero en algún punto de
los años anteriores, a pesar del rápido crecimiento del

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miasma, ella había fallado en aparecer. Los sabios de
aquel entonces comenzaron a experimentar
desesperadamente con todos los tipo de magia, hasta
que ellos fueron capaces de idear un ritual para invocar
a una doncella perteneciente a una tierra lejana, quien
terminaría convirtiéndose en la Santa.

Y de esa forma, aunque sea molesto, los sabios


de esta época me invocaron.

La ceremonia en sí solo había sido realizada esa


única vez muchos años atrás; los sabios actuales no
supieron si funcionaría hasta que lo intentaron.
Afortunadamente para ellos, esos sabios del pasado
fueron tan listos y poderosos como parecían, dado que
con el ritual si lograron invocar a la Santa —dos de ellas
en realidad. Hasta ahora, siempre había existido solo
una Santa al mismo tiempo.

—¿Cómo fuimos capaces de invocar a dos de


ellas? —Se preguntaron los sabios. —Tal vez se debe a
que el presente estado del miasma es
excepcionalmente terrible, puede que por eso
necesitemos otra Santa para que sean capaces de
eliminarlo por completo.

El misterio permanece... sin resolver.

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De cualquier forma, eso fue todo lo que me
dijeron durante el mes que pasé aquí desde que me
convocaron usando el Ritual de Invocación Santa.

En cuanto a cómo terminé viviendo en el


Instituto de Investigación sobre Flora medicinal,
bueno...

Después de la ceremonia, ese chico pelirrojo


que había ingresado a la habitación era
inconfundiblemente el príncipe del reino. No me
dedicó ni siquiera una mirada; toda su atención se
concentró en la otra chica, Aira Misono. No pasó
mucho tiempo antes de que saliera de la habitación,
pero esta vez llevándose a Aira consigo.

Honestamente, no me sorprendió mucho. Yo


estaba en mis veinte, mientras que la querida Aira
todavía estaba en la flor de su adolescencia —ella era
claramente la más cercana a la edad del príncipe. Sin
mencionar que ella tenía un esponjoso cabello castaño,
una piel perfecta, mejillas rosadas, ojos hermosos y
cierta dulzura que te hacía querer protegerla.

Mientras que yo, a quién habían invocado


después de múltiples rondas de horas extras, tenía mi
cabello arreglado en una desastrosa coleta, una piel
áspera por el esfuerzo y ojeras permanentes bajo mis
ojos. Comparada con Aira, lucía ridícula.

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Así que, ya sabes, no podía decir que no
entendía el motivo por el cual el príncipe solo tuvo ojos
para Aira. ¡Aunque seguía siendo un poco rudo invocar
a alguien sin su permiso y después simplemente ignorar
por completo su existencia!

Por otro lado, las demás personas en la


habitación estaban igual de sorprendidas al ver como
el príncipe me ignoró con una sonrisa en su rostro. Ellos
estuvieron incluso más alarmados cuando notaron que
iba a ser dejada atrás. Dada la situación en la que
estaban, no tenían idea de que hacer conmigo.

En verdad, yo estaba incluso más


desconcertada, pero no tenía sentido perder el tiempo
manteniéndome sentada en ese lugar. Así que le sonreí
a uno de los hombres que llevaba una túnica; después
lo agarré por el cuello y comencé a interrogarlo.

—Si no te importa, me gustaría preguntarte


algunas cosas.

—¿Q-Qué le gustaría saber? —Chilló.

Como yo era más alta que él, su mirada


cautelosa y expresión aterrorizada hicieron que sienta
como si realmente estuviera abusando de él.
Normalmente, me habría sentido mal, pero

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considerando la situación, no podía prestarle atención
a ese tipo de cosas.

—¿Dónde estoy?

—Este es el Palacio Real del reino de Salutania.

—¿Reino de Salutania?

Nunca había escuchado de un lugar llamado de


esa forma. Dada la gran cantidad de países que existían
en la actualidad, podría haber sido un nombre que se
escapó de mi mente durante mi educación, pero una
parte de mí sabía que solo estaba buscando
explicaciones racionales como intentos de escapar de
mi desconcertante nueva realidad.

—Ya veo. Entonces, ¿por qué estoy aquí?

—Bueno... Um... —El hombre de túnica dudo


por un segundo, pero una ruda mirada de mi parte hizo
que dejara escapar una frenética respuesta. —¡N-
Nosotros de trajimos aquí usando el Ritual de
Invocación Santa!

—¿El Ritual de Invocación de qué?

Fue ahí cuando me contaron acerca de esta


ceremonia, la cual describí previamente.

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—Entonces... este realmente es un mundo
diferente... muy diferente al lugar de donde vengo.

—Sí, creo que ese sea probablemente el caso...

Cosas como miasma y monstruos simplemente


no eran cosas que aparecerían en el mundo de dónde
vengo. Aunque, puede que ello realmente “existían”
en mi mundo y simplemente nunca supe de ellos? Pero
el hombre de túnica se encargó rápidamente de disipar
esas esperanzas; él habló sobres estos horrores como
si fueran algo común, un hecho inescapable sobre la
realidad del Reino de Salutania.

No importaba que tanto me esforzaba en


negarlo, definitivamente había sido invocada en otro
mundo.

—Okey. —Respire, tratando de mantener la


calma. —Entiendo que fui convocada aquí gracias a
este Ritual de Invocación Santa, pero ¿cómo puedo
regresar a mi mundo?

Mi lógica era que si la Santa aparecía con la


finalidad de balancear la densidad del miasma, quizás
una vez que todo regrese a la normalidad, la Santa no
sería necesaria. Entonces podría regresar a casa. Pero
en una pequeña y arrepentida voz, el hombre de túnica
simplemente contestó.

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—No puedes.

Con eso, mis esperanzas se extinguieron.

Explicó que esta era solo la segunda vez que la


Santa había sido convocada desde otro mundo y que la
Santa anterior vivió el resto de sus días en el reino. A
partir de aquel entonces, nadie conocía la forma de
devolver a la Santa al mundo de donde vino.

Nunca podría regresar a casa. Darme cuenta de


eso me aturdió profundamente. Como si estuviera
luchando por encontrar una distracción, mi mente se
fijó en el príncipe pelirrojo y en su comportamiento sin
una pizca de tacto. En ese momento decidí que ya tenía
toda la información que necesitaba sobre este “Ritual
de Invocación Santa” y que sabía lo suficiente sobre el
misas y los monstruos; por lo que me largaría de ese
reino.

¡Primero, saldría de esa habitación —después


me iría del palacio, escaparía de la capital y finalmente
me dirigiría a cualquier país que fuera vecino de este!

Pensando en ello, me di cuenta de que mi plan


en aquel entonces era un poco estúpido, pero en ese
momento no podía soportar el estar más tiempo en la
misma habitación que esas personas. Liberé al hombre
de la túnica y caminé hacia la puerta de una de las

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paredes. Todos, desde los hombres en túnica y los
caballeros, comenzaron a seguirme en pánico.

—¡Señorita Santa! ¿A dónde está yendo?

—Me largo.

—¡No puede hacer eso! ¡Por favor! ¡Espere!

Por alguna razón, pensé que simplemente


podría ver el camino que dirigía a la salida, pero
rápidamente me di cuenta de que me encontraba en un
verdadero palacio. Los pasillos parecían interminables
y no tenía idea hacia donde dirigirme. Para este punto
ya estaba bastante exaltada, por lo que decidí que lo
más fácil sería seguir recorriendo los pasillos, sin
importar a donde me llevaban. Sin embargo,
eventualmente un caballero me alcanzó y bloqueo mi
camino.

Lo miré fijamente, instantáneamente furiosa


porque alguien estaba intentando detenerme. El
caballero hizo una mueca de la misma forma que el
hombre de túnica cuando lo agarré por el cuello.

—Por favor, espera un momento.

—Estoy bastante segura de que ya les di


bastante “momentos” es esa habitación,

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especialmente si consideras el hecho de que
desperdicié mi tiempo hablando con uno de tus
hombres en túnicas.

—Soy consciente de eso, pero por favor. Solo


un momento.

El caballero estaba agachado y usaba su masivo


cuerpo como una pared que me bloqueaba el paso,
como si estuviera tratando de mantenerme dentro del
palacio sin importar lo que le podría costar. Por alguna
razón, su desesperación hizo que me calmara un poco.
Asentí de mala gana y el caballero se “derritió” de
alivio.

—Por aquí, por favor. —Para mí disgusto, él me


guio nuevamente hacia lo profundo del palacio.
Después de dejó sola en una habitación ubicada en
algún lugar de ese laberinto, pero no sin antes decir. —
Alguien vendrá a verte en breve.

Una vez que el caballero salió de la habitación,


una chica con traje de maid entró empujando un carrito
con un juego de tazas y té encima de este. A pesar de
mis recelos, el té caliente logró calmar mi irritación.
Resultó ser bastante delicioso, supongo que no debería
esperar menos dado el lugar donde me encontraba.
Con mi mente calmada, intenté procesar nuevamente
todo lo que me había pasado.

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Desafortunadamente, no podía concentrarme.
Después de que la chica terminó de servirme el té, ella
realmente no me habló o algo; simplemente se paró al
lado de la pared, aunque se veía como si estuviera lista
para atender mis necesidades. Quizás ella asumió que
me estaba haciendo un favor al dejarme pensar
silenciosamente. Sin embargo, si nada más que hacer a
parte de darle vueltas a mi situación, terminé
sintiéndome un poco incómoda.

De esa forma pasamos una hora entera dentro


de la habitación. De vuelta a mi mundo, en Japón, dejar
a un cliente furioso esperando por toda una hora,
significaría un contrato roto de manera absoluta. Justo
cuando estaba apunto de explotar por segunda vez,
alguien finalmente tocó la puerta.

—Puede pasar. —Respondí.

Ante mi invitación, el guapo oficial de pelo azul


que había visto con el príncipe entró a la habitación.

Aunque el té seguía siendo bastante delicioso y


yo estaba agradecida de haber tenido un poco de
tiempo para ordenar mis pensamientos, el tiempo de
espera de una hora me había vuelto a empujar al límite.
Por lo que, por supuesto, terminé mirándolo fijamente
sin siquiera pensarlo.

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El chico se estremeció por la sorpresa que le
generó mi mirada y limpio el sudor de su frente; pero,
sin embargo, se dedicó a contare aún más sobre el
reino y las circunstancias en las que me encontraba.

De acuerdo al chico de pelo azul, la capital


estaba rodeada por praderas donde los monstruos
paseaban libremente. Además de que me tomaría una
semana llegar al reino más cercano y que la
probabilidad de que unos bandidos me asaltaran en el
camino era bastante alta. Para alguien como yo, quien
no sabía nada sobre este mundo, sería como si
intentara pasarme un videojuego imposible. Después
de notar todo eso, repentinamente me encontré
agradecida con el caballero que me detuvo de salir del
palacio.

—He escuchado que has expresado tu deseo de


irte, pero no puedes hacerlo; de hecho, en realidad no
puedes vivir fuera del palacio real.

Después de todo lo que este tipo “oficial”


describió, me vi obligada a estar de acuerdo con eso.

Mientras que estaba bastante segura de que


podía buscar una forma para poder vivir en la capital
real, dudaba seriamente de que algún día recuperaría
el sentido de seguridad que tenía cuando estaba en
Japón. Por lo menos, siempre y cuando me encuentre

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dentro del reino, tendría que mantener el mismo nivel
de vigilancia como si se tratara de un viaje al extranjero.

—“Si voy a quedarme atrapada en este mundo,


supongo que por ahora tendré que vivir dentro del
palacio real. ¡Sembraré mis semillas aquí y cuando este
lista, me largaré de este lugar!” —Pensé mi plan
mientras lo repetía en mi cabeza. Por ahora, decidí que
seguiría el consejo del oficial y viviría en el palacio.

***
Después de que el oficial saliera de la
habitación, la chica que me había servido el té me
acompañó hacia la recamara donde me quedaría a vivir
de ahora en adelante.

Mi nueva casa era mucho más grande que el


departamento que tenía en Japón —como estaba
constituida por una sala de estar que se conectaba a
dos habitaciones, lucía más como una suite de un hotel.
El diseño interior había sido hecho inspirado en un
extravagante estilo Rococo. Todo el lugar me
recordaba a esos hoteles ostentos y extremadamente
caros de Europa, los cuales se publicitaban todos los
días por internet.

Completamente agotada, colapsé en el sofá de


la sala. La luz amarillenta que se filtraba por la ventana

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me decía que ya estaba a punto de anochecer; sin
embargo, cuando fui convocada desde Japón, había
ocurrido bastante tarde por la noche. Supongo que hay
una diferencia horaria entre el reino de Salutania y
Japón.

Dado que estaba extremadamente cansada por


esos días continuos de horas extra en Japón, sin
mencionar el abrupto cambio de escenario que afecto
a todo mi mundo, no recuerdo lo que pasó después de
que colapsé. Supongo que me quede dormida.

Cuando me desperté, me encontré a mi misma


acostada en una cama increíblemente lujosa. Alguien
debía haberme cargado y puesto sobre ella. Para
entonces, ya era la mañana del día siguiente. También
me habían despojado de mi traje y de mi abrigo, ahora
llevaba puesta una bata blanca.

—“¡Ehhh! ¿Quién demonios me cambio la ropa?”

Asumí (esperé) que la culpable era la maid que


me había traído hasta esta habitación, pero no podía
evitar sentirme un poco... ya sabes, alarmada.

Pensé en ponerme algo más, pero no estaba


completamente segura de tener licencia para ir por ahí
buscando más ropa sin permiso. Imaginé que podría
haber alguien en la sala, así que me dirigí allí.

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Cuando abrí la puerta, encontré a la misma maid
de ayer esperando a que salga de mi habitación.
Tentativamente, le dije que quería ponerme ropa más
sustancial. Ella me guio de vuelta a la habitación, donde
varios tipos de vestidos colgaban dentro del armario.
Aunque, eran demasiado llamativos para mí. Sin
mencionar que lucían extremadamente costosos —el
tipo de ropa que me daría miedo vestir por que
definitivamente terminaría ensuciándolas.

Como no tenía planes de ir a algún lado o de


hacer algo en particular, le pedí que me mostrara algo
modesto y cómodo. La chica solo pudo encontrar un
vestido que coincidía con mi descripción, aunque
todavía podrías llamarlo “elegante”.

Mientras me estaba cambiando, le pregunté


nerviosamente a la maid si ella había sido la persona
que me cambio de ropa la noche anterior. Ella lo
confirmó, así que se lo agradecí sinceramente.

—El placer fue mío, milady.

Honestamente, sentí que ella estaba siendo


demasiado atenta. Pero sospeché que señalarlo solo
haría que me ofrezca protestas más profusamente
humildes, por lo que intenté no preocuparme mucho
sobre eso. Ya había aguantado bastante de ese asunto.

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Y así, de alguna forma, dos semanas ya habían
pasado. Considerando todo lo que me había sucedido,
tenía bastante tiempo en mis manos.

Los primeros tres días no fueron tan malos, a


pesar de que todavía seguía un poco preocupada por
todo este asunto de invocaciones y nuevos mundos,
pero la falta de tener algo productivo que hacer
rápidamente llegó a mí. Tenía todas las necesidades
para vivir cómodamente, tales como comida, ropa y un
lugar donde vivir; pero por otro lado, fui ignorada en
gran medida.

Después de la primera vez que ese oficial de


pelo azul vino a verme, nunca más lo volví a ver, a pesar
de que estuve esperando a que el me contactara.
Cuando la maid estaba conmigo, hablábamos un poco,
pero era complicado mantener una conversación
constante con ella y además parecía que tenía otros
asuntos que atender, por lo que no se quedaba a mi
lado durante todo el día. Si ella se iba, solamente
quedaba yo en la habitación y como en este mundo no
existían tales cosas como una TV o los smartphones,
estaba más aburrida que nunca.

¡Pero no es bueno mantenerte dentro de tu


habitación todo el día! Incapaz de soportarlo por
mucho más tiempo, me decidí a por fin salir a caminar
un poco. Se lo dije a la maid y ella insistió en que me
acompañaría. Sin embargo, me habría sentido mal si

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aceptaba eso sabiendo que tenía otras
responsabilidades que cumplir. Finalmente, forcé mi
salida por cuenta propia, diciendo que simplemente
pasearía alrededor del jardín que estaba frente a mis
aposentos. De igual forma, ella se mostró un poco
reacia a dejarme ir.

Comencé husmeando en el antes mencionado


jardín, pero gradualmente, día a día, expandí el alcance
de mis aventuras. Durante mis múltiples paseos, me
tope con un jardín lleno de todo tipo de hierbas.

De vuelta en Japón, me había interesado


bastante en las hieras y aromaterapia como una forma
de liberar estrés acumulado por el trabajo, por lo que al
ver el jardín me sentía intrigada al instante. Algunas de
las hierbas lucían similares a aquellas que podían ser
sembradas en mi mundo, lo que me dio la esperanza de
que las plantas de este mundo tal vez no sean tan
diferentes.

Fue entonces que escuche una voz. Me di la


vuelta y encontré a un joven apuesto que llevaba una
sonrisa amable en su rostro. Sus ojos de color
esmeralda eran penetrantes y su cabello de un verde
forestal combinaba bastante bien con ellos. Él se
introdujo a sí mismo como uno de los investigadores
del “Instituto de Investigación sobre Flora Medicinal”,
el cual estaba ubicado al costado del jardín.

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—¿Puede ser que hoy tengas algunos asuntos
en el instituto? —Preguntó.

—Oh, no particularmente. Simplemente estaba


paseando por aquí cuando este jardín me llamó la
atención. Pensé que lucia interesante, así que vine a
verlo más de cerca.

Al escuchar eso, él pareció interesarme en mí y


procedió a contarme sobre las hierbas que estaba
creciendo en el jardín. Lavanda, romero, angelica —los
nombres eran exactamente iguales que los de Japón y
cuando presioné más, aprendí que los efectos eran casi
los mismos.

—Nosotros usamos estas hierbas para hacer


pociones de HP. —Explicó.

—¡¿Dijiste pociones de HP?! —Me sorprendió


escucharlo decir el nombre de un ítem de un juego
como si fuera algo real.

—Estas hierbas tienen sus propios e


individuales efectos cuando las secas y las conviertes
en ungüentos, o cuando las hierves y las bebes, pero
son incluso más efectivas si las usas como pociones.

—Huh. ¿Es eso cierto?

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En su instituto de investigación se dedicaban a
estudiar las hierbas medicinales, pero parecía que su
enfoque principal era hacer pociones, así como el
demostró ser un verdadero expertos sobre el asunto.
Mientras escuchaba sus descripciones de los diferentes
tipos de pociones, encontré una intrigante paralela: los
ingredientes que se usaban para pociones de HP eran
las misma hierbas y ungüentos que se usaban en mi
mundo hace mucho tiempo. Es más, la efectividad de
las pociones estaba directamente ligada a los efectos
de las hierbas usadas como ingredientes.

Mientras escuchaba las explicaciones del


investigador, el tiempo paso sin que yo lo notara.
Repentinamente, ya estaba a punto de anochecer y
supe que tenía que apresurarme en regresar al palacio.

—Muchas gracias. Realmente disfrute aprender


sobre esto contigo.

—Gracias a ti por ser una excelente alumna.


Espero que vuelvas a pasar por aquí en algún
momento.

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33
Obviamente, acepté su amable oferta y al día
siguiente, regresé al jardín de hierbas. Mientras
deambulaba, el investigador me encontró y una vez
más se unió a mi caminata, contándome sobre los usos
de las hierbas que crecían en los alrededores, así como
los efectos de las pociones que se podrían hacer con
ellas.

El tercer día que lo visité, nuevamente


caminamos alrededor del jardín; pero en el cuarto día,
él me llevó al interior del instituto y pude conocer a los
otros investigadores. También disfrute mucho
escuchar todo lo que ellos tenían que decir.
Principalmente, discutíamos sobre las plantas
medicinales y pociones, pero pronto ellos comenzaron
a contarme sobre las últimas tendencias en la capital y
sobre las personas que trabajaban en el palacio.

No paso mucho antes de que encontrara


pasando tiempo en el instituto todos los días y llegó
hasta el punto de que ir desde mi habitación hasta allí
terminó convirtiéndose en una verdadera molestia.
Quiero decir, el camino hasta el instituto tomaba media
hora a pie, los jardines del palacio eran realmente
amplios. De acuerdo a mi maid, todo lo que estaba a la
vista era parte de los territorios del palacio. Si tan solo
no tuviera que gastar una hora yendo y viniendo todos
los día, podría pasar más tiempo con los
investigadores.

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—Estoy comenzando a creer que simplemente
debería vivir aquí.

—Pienso que esa es una excelente idea. —Dijo


Jude. Él era el investigador que conocí en el jardín. Nos
habíamos vuelto un poco cercanos desde que lo
descubrí a él y a su instituto. Él realmente estuvo de
acuerdo conmigo cuando dije lo que pensaba en voz
alta. —En realidad, muchos otros investigadores viven
aquí en el instituto, igual que yo.

—¿En serio?

—Yup. Aunque algunos de nosotros también


tenemos propiedades en la capital. Aún así, nuestro
instituto está a un lado de la capital y el palacio al otro.
Sin mencionar que estamos bastante lejos de lo que es
el palacio en sí. Dada toda esa distancia, una persona
simplemente decidió vivir aquí y desde entonces, más y
más personas nos han seguido.

La familia de Jude también residía en la capital,


por lo que hubo un tiempo en la que venía desde su
residencia, igual que todos los demás. Sin embargo,
una vez que notó como unos poco investigadores se
quedaban a vivir en el instituto, él decidió que también
se mudaría a este lugar. Realmente simpaticé con ellos.

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“Supongo que todos se sintieron de la misma
forma que yo, los viajes regulares realmente son una
molestia”

—¿De qué están hablando ustedes dos? —


Escuché que alguien preguntaba detrás de mí. Ambos
nos volteamos para ver a Johan Valdec, el jefe de
investigadores del instituto.

—Estábamos conversando sobre lo molesto


que me resulta venir aquí desde el palacio todos los
días y sobre lo agradable que resultaría si simplemente
me mudara aquí.

—¿Aquí? ¿En el instituto?

—Bueno, sí. Escuché que algunos de los


investigadores lo hacen... ¿Me equivoco?

—En efecto, algunos viven aquí. Espera, ¿eso


significa que ahora también quieres trabajar aquí?

Sus palabras me tomaron por sorpresa.


¿Trabajar en el instituto? Supongo que era normal
pensar eso, dado que todas las personas viviendo en el
instituto eran investigadores. Podría resultar extraño si
alguien que no fue contratada como ellos comenzara a
vivir de la misma forma.

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Sin mencionar que estaba claro que si me
mudaba fuera del palacio hacia la capital, sería
necesario contar con un empleo en lugar de andar por
ahí sin trabajo. También, trabajar en el instituto sería
mucho más emocionante que desperdiciar cada día,
aburrida en el palacio. Además, significaría que tendría
que trabajar con hierbas, algo que ya me fascinaba
desde antes, incluso podría estudiar sobre aquellas
pociones de las que no sabía nada. Comencé a sentirme
genuinamente entusiasmada por la perspectiva.

“Sí! Trabajar en el instituto es una gran idea” —


Pensé, y con eso, me di la vuelta para hablar con el
investigador. —Eso es correcto. Quiero convertirme en
una investigadora.

—Oh? ¿En serio? Entonces tendré que comenzar


con los procedimientos formales. —Dijo Johan, con
cierto tono burlón. Pero de igual forma regresó a su
oficina, aunque un caminaba un poco lento. Más tarde
en ese mismo día, una vez que fui contratada
formalmente, Jude me dijo con cierta sorpresa que, en
ese momento, Johan solo estaba bromeando.

Pero yo ya me había decidido. Ese mismo día,


tan pronto como regresé a mi recamara en el palacio,
le pedí a mi maid que actuara como un intermediario.
Necesitaba hablar con el oficial de pelo azul sobre mi
contratación. Para entonces ya había anochecido, así

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que tuve que esperar hasta el día siguiente para
encontrarme con él.

El oficial pasó por mi habitación después del


desayuno, mientras yo estaba dándome un descanso
para tomar té.

—Escuché que hay algo de lo que quieres


discutir.

—Eso es correcto. Entonces, mira, tengo un


interés en las hierbas y me gustaría trabajar en el
Instituto de Investigación sobre Flora Medicinal.

—Muy bien.

—Huh? ¿Solo me dices eso?

Pensé que él iba a necesitar algo más para


darme su consentimiento, pero resultó que Johan ya
había hecho algo como eso. Un acuerdo se había
concretado para que yo pueda dejar el palacio y
mudarme al instituto.

Hasta ese punto, estaba un poco convencida de


que la sugerencia de Johan era simplemente una
broma, pero parecía que él realmente había hecho el
trabajo para conseguir la aprobación del oficial de pelo
azul.

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“¡Bien hecho, Johan!”

Comencé a hacer los preparativo de mi


mudanza casi de inmediato. No tenía muchas cosas
personales, solo el traje de negocios, abrigo, zapatos y
bolso que traje desde el trabajo cuando fui convocada.
Sin embargo, no era como si pudiera trabajar en un
instituto de investigación llevando un solo traje.
Necesitaba más ropa y otras cosas de necesidades
diaria. Aunque, el oficial dijo que se encargaría de ello,
por lo que se lo dejé a él.

Al final, él preparo unos cuantos conjuntos de


camisas, faldas y vestidos que no se verían fuera de
lugar en un instituto, así como también preparo una
colección de objetos personales, como toallas y
jabones. Entre mis nuevas pertenencias estaban los
vestidos y complementos que me habían gustado
durante mi breve estancia en el palacio, así como varios
nuevos con diseños similares. El oficial debe haber
tenido en cuenta mis preferencias.

Sospeché que él también había preparado los


muebles de mi nevo hogar, dado que encontré mi
habitación en el tercer piso del instituto ya amoblada.
Todo combinaba entre sí, con un tono brillante y
acogedor. Al parecer, mi nuevo hogar sería un lugar
placentero donde pasar tiempo se sentiría increíble;

39
algo que no había esperado al decidir que viviría en un
instituto.

—Muchas gracias por tu ayuda. —Le dije en el


día de mi mudanza. Su preparación final para mí fue el
carruaje que montaría hasta el instituto.

—Ni lo menciones. Por favor, siéntete libre de


hacer saber si hay algo más que necesites. —Dijo,
llevando una nerviosa sonrisa en su rostro.

—Lo haré. Gracias. —No tenía ninguna


intención de regresar al palacio, así que pensé que sería
muy poco probable que volviéramos a hablar. De igual
forma, le agradecí una vez más antes de subirme en el
carruaje.

Y así, fui contratada como investigadora del


Instituto de Investigación sobre Flora Medicinal e
incluso tenía una habitación en ese lugar, una que
ahora podría llamar como mía.

40
Segundo Acto
Pociones

Aquel que no trabaje, no comerá.

Antes de que lo supiera, yo era una trabajadora


oficial del Instituto de Investigación de Flora Medicinal.
Al inicio sentí que convertir mi hobby en un empleo era
un poco presuntuoso, pero pensándolo bien llegué a la
conclusión de que había tomado la decisión correcta,
definitivamente.

Parece ser que mi reclutamiento había sido un


poco secreto, por qué en mi primer día, Johan (el jefe
de investigadores), convoco a una reunión para
informarles sobre mi contratación. Ante la insistencia
de Johan, saludé a mis nuevos compañeros de trabajo.

—Mi nombre es Sei y a partir de hoy estaré


trabajando aquí junto a todos ustedes. Espero que nos
llevemos bien.

Por alguna razón, todos lucían asombrados. A


pesar de que ya estaba familiarizada con la mayoría de
los investigadores, parecía que a los nuevos los había
golpeado un rayo de la nada. Como resultado, mi
presentación se sintió un poco vacía. Hubo una audible
pausa antes de que una ola de murmullos inundara la
habitación.
—Supongo que por ahora... te dejaremos a
cargo de Jude. —Dijo Johan, con una voz ligeramente
alta para contener los murmullos.

—Huh? ¿Yo? —Preguntó Jude sorprendido.

Honestamente, estaba bastante aliviada que la


persona encargada de entrenarme sea aquella con la
que yo estaba más familiarizada. De vuelta en Japón,
hubo muchas oportunidades donde tuve que trabajar
con alguien que no conocía para nada, por lo que, si era
necesario estaba segura de que también podría hacerlo
aquí; pero se sentía mucho mejor trabajar con alguien
a quien ya conocías, especialmente si te llevas bien con
esa persona. Puedo apostar a que Johan consideró eso
cuando me asignó a Jude.

—Espero que podamos trabajar bien juntos. —


Salude formalmente a Jude.

—Yo también.

Puede que Jude haya estado sorprendido al


principio, pero su sonrisa parecía genuina cuando dijo
eso.

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43
Con eso, comenzó a guiarme a través del
instituto. Como se puede deducir por su nombre, el
principal tema de investigación es la flora medicinal,
pero también suelen trabajar con las pociones.
Además, como señalé, los beneficios de las hierbas
eran casi los mismo que los que causaban en mi mundo
original; así que cuando describí lo que sabía de mi
tiempo en Japón, Jude quedó impresionado.

—Realmente sabes bastante.

Aparentemente, el conocimiento que había


adquirido persiguiendo mi pasatiempo era equivalente
a la información que la Academia Real impartía en los
cursos superiores, el cual era uno de los lugares en los
que la nobleza estudiaba.

En general, los niños nobles atendían a la


academia desde los trece años hasta que cumplieran
quince, en cuyo punto serían considerados como
adultos. Los cursos superiores eran para aquellos que
continuaban estudiando hasta la edad de dieciocho
años. Mientras que él estaba allí, Jude había estudiado
farmacéutica y flora medicinal. Considerando todo,
parecía ser que el mundo de dónde venía estaba mucho
más avanzado en el conocimiento de las ciencias
naturales y sus similares.

44
Hablando de Jude, su área de especialización
era, de todas las cosas, las pociones. ¡Pociones! Ese
artículo representativo de los RPG’s.

Las pociones en este mundo podían ser


tomadas o untadas sobre las heridas. Mi impulso fue
asumir que estas serían similares a la medicina de mi
mundo, pero resultó que eran un poco diferentes —las
pociones funcionaban de inmediato.

¿Qué tan rápido funcionaban? En el segundo


que yo me corté accidentalmente por primera vez en
este mundo, froté una gato de la poción encima de la
herida. Entre un latido y otro, mi corte había
desaparecido. No importó que me hayan advertido de
eso, su efectividad instantánea me dejó
completamente conmocionada.

Sin embargo, creo que Jude estuvo más


sorprendido cuando inmediatamente agarré una
cuchilla para cortarme el dedo nuevamente.
¡Simplemente quería saber más acerca de la efectividad
de las pociones! Además, solo se trataba de un
pequeño corte, pero él entró en pánico y después
parecía realmente molesto.

El resto de mi primer día consistió en él


mostrándome los alrededores de las instalaciones y
describiendo el trabajo que se llevaba a cabo en cada
uno. Al día siguiente, Jude finalmente me mostró como

45
elaborar pociones —no solo por qué esta era su área
de especialización, sino que yo estaba presionando un
poco para aprender más sobre esta extraña sustancia
que no era similar a nada proveniente de mi mundo. Yo
había decidió que quería investigar las pociones con él.

—Muy bien, comencemos.

Y así, Jude comenzó a crear una poción con sus


habilidosas manos. Él empezó añadiendo una
cuidadosa selección de hierbas en un recipiente, junto
a un poco de agua. Después comenzó a hervir todo
juntos mientras imbuía su poder mágico de manera
continua. Al final, la poción estaba completa.

Las pociones estaban divididas en distintas


categorías —baja, media y alta —las cuales eran, en
parte, determinadas por los ingredientes. Sin embargo,
uno no podía elaborar una poción de alta categoría con
solo seguir una receta específica. Para conseguir la
potencia de ese tipo de pociones, se requería un nivel
de manipulación mágica bastante delicado.
Finalmente, la calidad potencial de una poción era
determinada por el nivel que la habilidad de
[Producción] tenía.

Adicionalmente, los ingredientes para pociones


de alta categoría costaban demasiado de por sí solos.
Entre el exorbitante costo y el hecho de que pocas

46
personas vivas eran capaces de producirlas, las
pociones de alta categoría eran vendidas a un precio
que haría que cualquiera pensara dos veces antes de
usarlas. Aunque no era como si la mayoría de las
personas tendrían que preocuparse por eso, dado que
la realiza y la nobleza eran los únicos que podían
permitirse comprarlas. Definitivamente no podrías
encontrar estas pociones en una típica boticaria.

Pero déjenme regresar a un pequeño detalle


involucrado en el proceso de hacer pociones, uno que
probablemente te habrás preguntado cuando pareció
que antes lo salte. Para hacer pociones, era necesario
hervir los ingredientes mientras imbuías poder mágico
en toda la mezcla. Así es, poder mágico.

Inicialmente, quede impactada cuando Jude


mencionó esa parte. Quiero decir, pociones eran una
cosa, pero definitivamente no había de que el poder
mágico haya existido o exista en mi mundo.

—¿Cómo “imbuyes” algo con poder mágico? —


Le pregunté a Jude durante su demostración.

—Huh? —La pregunta apenas tenía sentido


para él.

Este mundo era, en una palabra, mágico; y el


poder mágico, MP para acortar, era requerido para
usar magia. Además, había una variedad de la magia

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que era conocido como “Magia Práctica”, la cual podía
ser usada por cualquier persona. Eso significaba que el
poder mágico era un concepto con el que incluso los
niños más pequeños de este mundo estaban
familiarizados.

Primero fueron las pociones y ahora la magia.


Todo lo que aprendía hacía que este nuevo mundo
suene cada vez más como uno fantástico de algún tipo
de videojuego, pero no, esta era mi realidad.

—Espera, ¿nunca has usado magia antes?

—Así es.

—¿Ni siquiera magia práctica?

—Nope.

Incluso la gente común podría usar magia


práctica, por lo que Jude estaba completamente
desconcertado. Sin embargo, como las pociones no
podían hacerse sin magia, Jude iba a darme una lección
completa sobre cómo usarla por si alguna vez decidía
seguir sus pasos.

—Muy bien, está terminada. —Dijo Jude


cuando terminó su demostración.

48
—¡Wow!

Él filtro el contenido que había hervido y


después lo vertió dentro de un frasco ligeramente
delgado. La poción completa era un líquido rosa
delicado y translúcido. Era la poción de HP de baja
categoría más simple de hacer. Jude la escogió para su
demostración en parte porque los ingredientes claves
eran hierbas que crecían justo afuera en el jardín del
instituto, por lo que eran sencillas de conseguir.

—Difícilmente puedo creer que sea posible


hacer algo como esto.

—En realidad, las pociones de HP de baja


categoría son bastante fáciles de producir.

—Pero tienes que usar magia para que


funciones, ¿cierto?

—Sí, pero como dije, no es tan complicado.

—¿Es eso cierto? Bueno, todavía pienso que es


increíble.

—¿E-En serio?

Cuanto más lo pensaba, más emocionada me


sentía de ver algo que solo debería existir en la fantasía,
pero mi entusiasme estaba haciendo que Jude se

49
avergüence. Las mejillas de su bello rostro se tornaron
ligeramente rosas para combinar con la poción en mis
manos. Era un espectáculo para la vista.

50
51
Después de la demostración de Jude, él paso a
la lección de magia que antes había prometido. El
primer paso fue sentir el poder mágico que residía
dentro de uno mismo. Como alguien que había venido
de un mundo completamente no mágico, esto no fue
poca cosa.

Como la magia práctica (la cual era invocada en


gran medida con simples cantos) era accesible para
cualquiera en este mundo, las personas simplemente
no eran conscientes de su propio poder mágico. Sin
embargo, una mayor concientización era requerida
para elaborar pociones o para recurrir a otros tipos de
magia.

Al principio, Jude acompañó a través de varias


técnicas para poder sentir la magia dentro de mí, pero
no importaba que intentara, yo me sentía tan mágica
como una perilla. Fue entonces que me presentó el
método usado en la Academia Real, el cual requería
que yo ponga mis manos sobre las suyas.

—Okey, aquí vamos. —Jude levantó sus palmas


hacia mí.

Hice lo que me instruyo y puse mis palmas sobre


las suyas. Sus manos eran más grandes que las mías y
se habían puesto ásperas por todo el trabajo que hacía
con la tierra, arcilla y parecidos. Ellas eran, sin duda

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alguna, las manos de un hombre. Donde sea que nos
tocáramos —la punta de sus dedos o la palma de su
mano —su temperatura era ligeramente más alta que
la mía. Eso hizo que me vuelva más consciente de lo
que estábamos haciendo, dado que este grado de
intimidad estaba un poco fuera de lo ordinario.

“Para, para. No pierdas la calma por algo como


esto. Solo es por trabajo. ¡Por trabajo!”

Mientras yo luchaba por mantener mis


sentimientos a raya, Jude interrumpió mis
pensamientos.

—Okey, aquí vamos.

Y así, finalmente pude sentir algo. Un calor


gentil, una fuerza o algo así, transfiriéndose
continuamente a mi palma mientras Jude canalizaba su
magia en ella. Lo que me resulta más difícil de describir
es el sentimiento de lo que ocurrió después de que él
empezara a canalizar; algo se movió en mi interior, casi
como si estuviera siendo lavado. Ese era mi poder
mágico.

La magia que Jude introdujo a través de mi


mano derecha no emergió por mi izquierda, en su
lugar, esta circuló a través de mi cuerpo como si se
tratara de sangre.

53
Supongo que, en el segundo que fui invocada
aquí, dejé de ser un ser completamente “terrestre”. La
magia que ahora podía sentir fluyendo dentro de mí
definitivamente no calificaba como algo normal en la
tierra.

—Se siente como si hubiera algo moviéndose a


través de mí, como un pulso.

—En serio? ¿Ya lo puedes sentir? Ese es tu poder


mágico. —Jude lució un poco sorprendido, pero
terminó sonriendo como siempre.

Aparentemente, incluso usando este método


de la Academia Real, a la mayoría de las personas les
tomaba alrededor de una semana poder sentir un poco
de su poder mágico. Sin embargo, aquí estaba yo, de
alguna manera capaz de sentir mi magia un segundo
después de que él canalizara un diminuta pizca de la
suya, dentro mío.

—Tienes talento. —Jude se rio entre dientes.

Incluso después de que Jude rompiera el canal,


yo seguía siendo capaz de sentir como la magia fluía a
través de mí. Eso significaba que podíamos pasar
directamente a la manipulación de mágica, que
también terminó yendo tan bien ocasionado que Jude
se sobresaltara de nuevo.

54
—Wow. Nunca pensé que una lección de magia
podría terminar tan rápido.

—Estoy segura de que se debe a que has sido


tan paciente como profesor. Muchas gracias.

Sus mejillas se sonrojaron mientras se


avergonzaba nuevamente. Pero era la verdad, todo lo
que Jude había dicho sobre la magia simplemente
funcionó para mí. Mientras estaba en ese estado de
ánimo, él paso a enseñarme magia práctica, diciendo
que nada tendría sentido si no la tenía a mi entera
disposición.

***
Aunque no había pasado mucho tiempo desde
que fui invocada, Jude y yo no hicimos aún más
cercanos. Con él, me sentía como si pudiera decir
cualquier cosa que se me ocurriera. Aun así, como él era
un investigador con más tiempo en el instituto, yo
intenté tratarlo como a cualquier superior de una
compañía. De igual forma, Jude insistió en que no lo
tratara tan formalmente, dado que prácticamente
teníamos la misma edad.

Armada con sus enseñanzas, me concentré en


elaborar pociones de HP de baja categoría. Quería subir
el nivel de mi habilidad de [Producción] para que algún

55
día sea capaz de hacer pociones de alta categoría.
Además, encontré disfrutable el proceso de subir de
nivel haciendo una tarea particular en específico.
Desde pequeña disfruté los juegos que te ofrecía retos
de gran complejidad y siempre quedaría
completamente absorta en búsquedas para completar
todo.

Afortunadamente, las pociones de HP no eran


desperdiciadas, nosotros las usábamos con motivos de
investigación.

Así fue como que la primera persona en notar


que algo andaba mal no era Jude, sino otro
investigador.

—Sei. —Él me llamo desde unos escritorios a


distancia.

—Sí, ¿Qué sucede? —Me volteé y me hizo señas.


No supe que esperar cuando me acerqué a él. Una vez
que llegué a su escritorio, él señaló una poción de HP
de baja categoría que descansaba sobre la mesa.

—¿Tú hiciste esto?

—Um... sí, esa luce como una de las mías.

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Nosotros marcábamos los frascos para así
poder decir quién había elaborado la poción, solo por sí
alguien necesitaba rastrear algún efecto hacía quién lo
había elaborado. El frasco que él señaló, en efecto,
tenía mi marca puesta sobre este.

—¿Hiciste algo diferente cuando la elaboraste?

—No, nada en particular. ¿Hay algo malo?

—Hmm. No sé exactamente por qué, pero los


efectos de tus lotes han sido inusuales.

Este investigador estaba desarrollando una


nueva receta para una pación que mejoraría la
efectividad de otras pociones. Mientras que usaba una
de las pociones hechas por el instituto para sus
experimentos, notó que el producto final era diferente
a cuando usaba pociones compradas en tiendas.
Examinándola más profundamente, él encontró que
algunas pociones hechas por el instituto tenían los
mismos efectos que las vendidas en tiendas, mientras
que otras no. Al final, descubrió que mis pociones eran
las únicas con efetos diferentes y de hecho, más
efectivas.

Cuando le dije al investigador que no había


hecho nada más que seguir receta que Jude me había
enseñado, estaba dudoso sobre eso. Pero yo era

57
positiva sobre que no había agregado otros
ingredientes o haber hecho algo diferente a lo habitual.

—¿Y esta realmente es una poción de HP de baja


categoría?

—Creo que sí. Es eso o cualquier cosa que Jude


me enseñó a hacer.

—Ya veo. Entonces tal vez deba preguntarle a


él sobre esto. —El investigador llamó a Jude y también
le explicó la aparente anomalía. Yo escuché
atentamente, esperando tener una epifanía repentina,
pero no pude percibir nada nuevo.

—¿Estás seguro de que solo le enseñaste la


receta estándar para hacer pociones de baja categoría?

—Definitivamente. Ni siquiera yo sé otra forma


de hacerlas.

—Hm. Supongo que el próximo paso sería


evaluar las pociones que ella hace.

—Sí, eso debería resolver esto.

Como no podían averiguar en qué punto se


habían torcido las cosas, ellos presentaron la poción
que yo había creado para un análisis oficial. Un poco

58
después, el investigador regresó con los resultados.
Para mi sorpresa, quien sea que haya evaluado mi
poción confirmó que por alguna razón, esta era un
poco diferente a las pociones de baja categoría que
estaban disponibles en las tiendas. Específicamente,
mis pociones eran un cincuenta por ciento más
efectivas.

—Tus pociones realmente tienen propiedades


inusuales. —Jude murmuró mientras examinaba unos
de mis frascos en sus manos.

Nosotros habíamos enviado más muestras de


mis pociones para que sean evaluadas y parecía que
cada una de ellas resultó ser más efectiva que cualquier
poción de su mismo grado disponibles en el mercado.

—Pero todo lo que hice fue elaborarlas de la


forma que me enseñaste.

—Bueno, ese color rosa significa que


definitivamente es una poción de HP de baja categoría.
Me pregunto por qué es diferente.

—¿Quizás simplemente soy muy buena para


elaborar pociones?

—Hmm, no estoy seguro de que esa sea nuestra


respuesta. Justo ahora, ¿cuál es el nivel de tu habilidad
[Farmacéutica]?

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—Déjame ver. Estadísticas.

Al decir “Estadísticas”, una ventana semi


transparente aparecía, aunque solo la podía ver el
hechicero que la había llamado. Era un hechizo de
magia práctica, uno que Jude me había enseñado para
poder revisar los niveles de mis habilidades. Esta
capacidad de poder monitorear constantemente mi
nivel era una de las razones por las que me concentré
en incrementar mi habilidad de [Producción]. El
torrente de dopamina que recorría mi cuerpo al ver
como mis números aumentaban hizo que, sin darme
cuenta, me impulsara a maximizar mis habilidades.

Sei Takanashi — Nivel 55 / Santa

HP: 4,867 / 4,867

MP: 6.057 / 6.067

Habilidades de batalla

Magia sagrada: Nivel ∞

Habilidades de Producción

Farmacéutica: Nivel 8

—Ahora soy nivel 8. —Le confirmé, después de


revisar mis estadísticas. Jude inclinó su cabeza hacia un
lado, tarareando pensativamente mientras lo hacía.

60
—Uno no puede hacer pociones de media
categoría a nivel 8.

—Bueno, ¿realmente importa? No es como si las


cosas que estoy elaborando son menos efectivas.

—Por supuesto que importa. Esta es una gran


diferencia; nosotros simplemente no podemos
atribuirlo a un error de cálculo. ¡Nuestro trabajo es
descubrir de que se trata!

Jude se estaba poniendo nervioso, así que no


tenía sentido tratar de ignorarlo. No tuve más opción
que pausar mi propio trabajo y unirme a su
investigación.

—Usé el mismo tipo y la misma cantidad de los


ingredientes como todos los demás. Y también seguí
los mismo pasos. Supongo que la única diferencia es la
persona que elaboró las pociones.

—Sí... —Jude lucía contemplativo.

—¿Crees que puede haber algo extraño con mi


magia...?

—¿O será por qué imbuiste tus pociones con


más magia de la usual?

61
—Hm. No puedo responder eso con seguridad,
pero no creo haberlo hecho.

—Honestamente, lo que puedo decir por


haberte visto trabajar, tampoco creo que lo hayas
hecho.

Para que una poción se vuelva más potente,


generalmente se necesitaba añadir más hierbas, así
como también sería necesario aumentar el monto de
magia que se imbuye o también se podría alterar la
proporción de los ingredientes. Sin embargo, dentro de
los límites de la receta estándar, incluso estos ajustes
solo servirían para incrementar su efectividad en unos
pocos porcentajes. Ciertamente, ellos no serían la
explicación de un aumento de efectividad en un
cincuenta por ciento.

El proceso en sí también era demasiado simple


como para introducir cualquier variación. A lo sumo, se
podría imbuir magia en el agua hirviendo antes de
añadir las hierbas dentro. El proceso habitual, donde la
magia era agregada mientras la mezcla hervía, había
demostrado ser la más eficiente, pero no tenía ningún
efector real en la potencia del producto final. Ambos,
Jude y yo, nos aseguramos de probar todas estas
hipótesis, elaborando bastantes pociones adicionales
con todas las variaciones en el proceso que se nos
ocurría.

62
—El poder mágico tiene un componente
elemental, ¿cierto? ¿Puede ser que eso haya impactado
el producto de alguna forma?

—Realmente no creo eso.

—Oh? ¿Por qué crees eso?

—Si hubiera un efecto, nosotros veríamos la


diferencia que hay en la potencia de una poción cuando
es hecha por alguien sin habilidades mágicas.

Entre las habilidades de combate se


encontraban las habilidades mágicas, las cuales
incluían una variedad de distintos tipos de elementos.
La magia práctica no era considerada como una de esas
habilidades y para poder diferenciarlos, las personas
con habilidades mágicas de batalla eran llamados
magos. Pensé que la magia de alguien con tanta
habilidad podría tener ciertos atributos elementales,
pero Jude lo hizo sonar como si ese no fuera el caso.

—¿Tal vez estás añadiendo algo más aparte de


tu magia? —Dijo Jude.

—¿Algo como qué?

—Hmm, yo tampoco estoy muy seguro de eso.


—Él se detuvo a ver mis manos por un momento y

63
después comenzó a reír entre dientes. Gracias a eso y a
sus expresiones, supe que solo estaba bromeando.
Últimamente, él había comenzado a bromear de esta
forma más a menudo, incluso mientras estábamos en
el medio de otras discusiones. —¿Pero por qué le
sucede esto a tus pociones?

Habíamos vuelto al inicio.

—Bueno, supongo que todo lo que podemos


hacer es continuar probándolas. Como lo dijiste tú,
nuestro trabajo es encontrar la razón, ¿cierto?

—¡Ha ha! Sí, supongo que lo hice.

Incluso con esos obstáculos iniciales que


intentaban desalentarnos, Jude y yo continuamos
elaborando pociones en condiciones cada vez más
imaginativas. Así pase mis tranquilos días en el instituto
de investigación.

***
—Estadísticas.

Sei Takanashi — Nivel 55 / Santa

HP: 4,867 / 4,867

MP: 5,867 / 5,867

64
Habilidades de Batalla

Magia Celestial: Nivel ∞

Habilidades de Producción

Farmacéutica: Nivel 21

En los tres meses que pasaron desde mi


invocación, logré que mi habilidad farmacéutica llegué
al nivel 21 con solo hacer pociones. El grado de tu
trabajo se elevaba por cada diez niveles, así que ahora
podía elaborar pociones de alta categoría. Pero todavía
seguía equivocándome en muchas cosas y como las
pociones de alta categoría requerían el uso de una gran
cantidad de hierbas raras, no se me autorizaba
elaborarlas por mi cuenta. Solo había llegado a hacer
tres desde que pasé el nivel 20.

Sin embargo, había muy pocas personas que


podían hacer pociones de alta categoría, por lo que era
increíble que alguien como yo sea capaz de hacerlas.
Aparentemente, hasta antes de que yo llegara, nadie
en el instituto tenía la habilidad. Antes, cada vez que
ellos necesitaban pociones para sus investigaciones,
tenían que ordenarlas de otro lugar. Ahora que yo era
capaz de producirlas en el instituto, todos estaban
tremendamente satisfechos con el tiempo y dinero que
ahorraríamos gracias a eso.

65
Estaba feliz de ayudar. Después de todo, para
poder elevar el nivel de tu habilidad [Farmacéutica],
necesitarías elaborar bastantes pociones.
Normalmente, el número de pociones que podrías
hacer en un día sería limitado, dado que para
elaborarlas necesitarías gastar tu MP y eventualmente
te quedarías sin nada. Por lo tanto, era inevitable que
tomara una considerable cantidad de tiempo para subir
de nivel. Pero... yo?

—Una vez más, hoy te las has arreglado para


elaborar una cantidad remarcable de pociones.

—¿En serio?

—Sí. Es bastante inusual que alguien sea capaz


de producir más de diez pociones de media categoría
en un solo día.

Nos dimos un momento para observar mi larga,


larga fila de pociones de HP de media categoría
perfectamente alineada en el armario del almacén.
Igual que mis brebajes de baja categoría, estas eran un
cincuenta por ciento más efectivas que otras pociones
de cualquier otro origen.

De acuerdo a nuestro jefe de investigadores,


Johan; puede que mi extraña habilidad haya hecho que

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mis pociones de media categoría sean más efectivas
que la variedad de alta categoría.

Jude y yo seguíamos trabajando día y noche,


intentando encontrar la razón por la que mis
creaciones eran diferentes al resto. Incluso ahora, no
habíamos conseguido ni una pista, así que le
estábamos pidiendo a otros investigadores que
inspeccionaran mis pociones, con la esperanza de que
ellos encontraran algo que nosotros pasamos por alto.
También le pedimos a diferentes personas que
analizaran elementos en específico, así como también
mi proceso de elaboración o el producto final en sí.
Mientras continuaba haciendo pociones durante todo
el día. Todo el tiempo, todos los días. Una tarde de esos
días, justo cuando estaba terminando la última de 150
pociones de baja categoría, Jude se acercó a mí.

—Espera, ¿sigues haciendo esas?

—¿A qué te refieres?

Fue entonces que finalmente aprendí sobre el


promedio de pociones que alguien podía hacer en un
día, lo que supongo tenía sentido, dado el problema de
que el MP no era infinito. Sin mencionar que la cantidad
de magia necesitada para imbuir una poción
apropiadamente incrementaba con su grado. En
promedio, los médicos, quienes se especializaban en
producir estos brebajes, solo podían hacer cien

67
pociones de baja categoría o alrededor de diez que
eran de media categoría, en un solo día. El promedio de
los investigadores era un poco menor.

Era verdad que la producción de pociones hacía


que mi MP se gastara, pero era una cantidad tan
insignificante que ni siquiera me ponía pensar en ello
como algo súper importante.

Cuando dije eso, Jude se preguntó si realmente


estaba imbuyendo mis pociones o no; pero cuando
revisé mis estadísticas noté que, efectivamente, mi MP
estaba decayendo. Además, si no les imbuía
apropiadamente con magia, las pociones terminarían
siendo una sopa de hierbas hervidas.

Finalmente, Johan me indicó que prioricé una


investigación para perfeccionar mis habilidades, así
que volví a hacer pociones como antes. Peeeeeeero...
al parecer, me dejé llevar un poco. Terminé elaborando
más pociones de las que éramos capaces de usar para
investigar, por lo que terminamos con un excedente no
insustancial.

Ahora teníamos un stock tan amplió que incluso


podríamos hacernos con una gran suma si fuéramos a
venderlas en el mercado. Desafortunadamente, como
mis pociones eran un cincuenta por ciento más
efectivas que las normales, me dijeron que si

68
intentábamos venderlas podríamos generar algún tipo
de problema. Así que estábamos atrapado con esta
gran cantidad.

—Oof. Hoy volviste a hacer bastantes. Johan va


a estar molesto.

—Una vez que me acostumbro al ritmo,


siempre me olvido de contar cuantas llevo haciendo.

Me disculpé. Esta era pequeña mentira blanca.


Mi meta era alcanzar un nivel lo suficientemente alto
para que pueda ser capaz de producir pociones de HP
de alta categoría sin ninguna restricción y para eso,
bueno, necesitaba hacer muchas más pociones.

Puede que esta ambición ya haya causado


algunos problemas. Tan solo el otro día, Johan se quejó
de que nos estábamos quedando sin hierbas porque yo
no para de usar las que cosechábamos del jardín.

No me gustaba que me gritaran, así que se me


ocurrió la brillante idea de esconder el suministro extra
de hoy dentro de mi habitación. Sin embargo, justo
cuando me escabullí para tomar un poco de las
pociones guardadas en el gabinete, la puerta del
instituto se abrió con un estallido.

Cuando me volteé, pude ver a un soldado


respirando pesadamente.

69
—¿Dónde está el jefe de los investigadores? —
El soldado gritó mientras se tambaleaba dentro del
instituto de investigación.

Yo apunté hacia la oficina de Johan sin palabras


y el hombre se dirigió hacia ella.

“¿Qué demonios?”

Unos momentos después, Johan y el soldado


salieron de la oficina apresurados.

—Tenemos una emergencia. Junta todas las


pociones de recuperación, que no se te olvide ni
siquiera una. —Johan, quien siempre llevaba una
sonrisa imperturbable en su rostro, lucía agitado
cuando dio la orden.

—¿Qué sucede? —Preguntó un investigador


que estaba cerca.

—Los caballeros de la Tercera Orden acaban de


regresar del Bosque Fantasma. Fueron atacados por
una salamandra. Muchos resultaron heridos y ellos no
tienen suficientes suministros para curarse.

La Tercera Orden había sido enviada al bosque


que se encuentra al este de la capital en una expedición

70
para exterminar a los monstruos del lugar.
Aparentemente, ellos habían recibido un daño
terriblemente sustancial y ahora necesitaban de
nuestra ayuda.

Con un choque y estruendo, todos comenzaron


a vaciar sus cajones y estantes de pociones,
depositando sus suministros en el escritorio más
cercano a la entrada. Jude y yo llegamos con los brazos
llenos de las pociones que había puesto en el gabinete.

—¡¿Tienen tantas de estas?! —El soldado no


pudo evitar mirar sorprendido al mar de frascos que se
estaba formando en el escritorio.

“Bueno, hemos estado acopiándolas


últimamente.”

Una vez que vaciamos el gabinete, recordé las


pociones de alta categoría que había escondido dentro
de mi habitación, por lo que corrí para depositarlas a
ellas también. Cuando regresé, lucía como si nuestra
área de trabajo hubiera sido limpiada y el próximo
trabajo era cargar todas estas pociones en la carreta
que estaba esperando afuera del instituto.

—Algunos de ustedes vayan con ellos. —Ante


las instrucciones de Johan, los investigadores más
cercanos a la puerta se subieron a la carreta.

71
Con mis pociones de lata categoría en mano,
también salté dentro de la carreta. El caballo comenzó
a caminar con un paso ligero y después lo único que
quedaba era esperar a que llegáramos al lugar.

—Entonces, ¿había un dragón en el Bosque


Fantasma?

—¿Un dragón? No, nada de eso.

—¿Pero una salamandra no era un tipo de


dragón bastante fiero?

—¿Huh? No exactamente. Una salamandra solo


es un lagarto que respira fuego.

¿Eso no era más o menos lo mismo que un


dragón? No podía quitarme la imagen de un gran
dragón escupiendo fuego de la cabeza.

—Simplemente no puedo creer que un lagarto


pueda causar daños tan severos.

—Bueno, es un lagarto bastante grande.


También es increíblemente rápido. Puede que no sea
un dragón genuino, pero sigue siendo un monstruo de
alto rango.

72
—Ya veo. —Con la descripción de Jude, mi
imagen mental de una salamandra cambio a algo
parecido a un dragón de Komodo.

En cualquier caso, como esta criatura podía


respirar fuego y moverse a una velocidad increíble, está
completamente confiada en que si algún día me tuviera
que enfrentar a uno... me congelaría en el acto y
descartaría todas mis esperanzas de sobrevivir.

Ni siquiera podía comenzar a imaginar que tan


aterrador era para los caballeros el tener que pelear
contra un monstruo tan poderoso. Al final, la carreta se
detuvo frente a un edificio que se encontraba en una
de las esquinas más lejanas del palacio real.

Un campo de batalla nos esperaba dentro.

—Que terrible... —Murmuré.

Jude se quedó en silencio.

Normalmente, esta era una sala de recepción,


pero ahora estaba llena de personas heridas
gravemente descansando en el piso mientras doctores
y enfermeras corrían entre ellos. Los gemidos de dolor
de las victimas afectadas por la salamandra llenaban el
aire de la habitación.

73
De la siniestra cacofonía, escuché como un
doctor gritaba.

—¡¿Todavía no llegan esas pociones?!

Hasta ese momento, había estado viviendo


despreocupadamente en el palacio, después en el
instituto y pasaba la mayor parte de mi tiempo con mi
elaboración de pociones. Ahora, sin embargo, mi
mente se detuvo y quedé paralizada en el lugar,
estupefacta por el horror. Johan, quien nos había
guiado, juntó sus manos.

—¡Distribuyan las pociones! ¡Ustedes dos, por


allí! ¡Jude y Sei, háganlas llegar por ese lugar!

—¡Si señor!

Recogí una gran cantidad de pociones con


ambos brazos y comencé a pasárselas a los doctores.
Ellos estaban estacionados con los que tenían las
heridas más severas y cuando les hice llegar los frascos,
administraron sus contenido en los pacientes de
manera inmediata.

A cuenta del almacenamiento, los doctores


comenzaron a distribuir las pociones de HP de baja
categoría para que llegaran a los más afectados. Los
caballeros lastimados se recuperaron con pociones de

74
media categoría, pero al no tener suficientes de esas,
los doctores supieron que algo era mejor que nada. Por
ahora, tenían que estabilizar a aquellos que se
encontraban al borde de la muerte.

—¡¿Qué demonios?! —Gritó una doctora,


completamente sorprendida.

Ella acababa de aplicar una poción a su paciente,


cuya piel había sido destrozada por las garras de la
salamandra y cuya respiración estaba agitada. Sin
embargo, las heridas de su paciente habían
desaparecido por completo. Sus ojos se abrieron por
completo mientras el dolor se evaporaba y revisaba
minuciosamente su cuerpo. Cada rasguño de su cuerpo
se había ido; incluso el color de su rostro regresó.

—Esa fue una poción de baja categoría...


¿cierto? —La doctora sostuvo el frasco vacío para
inspeccionarlo.

Era difícil discernir el grado de una poción una


vez que fue usada. Yo sabía que estaba ocurriendo,
pero lo guardé para mí sola. Ciertamente, la doctora
había usado una poción de baja categoría, pero no era
cualquier brebaje —se trataba de uno que yo había
hecho. En otras palabras, era un cincuenta por ciento
más efectivo y por lo tanto los efectos serían casi
iguales a los de una poción de media categoría.

75
Me alejé un poco del lugar para repartir más
pociones antes de que la doctora pudiera hacerme
preguntas sobre el caso. Mientras lo hacía, escuché
como otros doctores y enfermeras alzaban la voz en
desconcierto, pero me esforcé al máximo para
mantener un perfil bajo.

Justo ahora, me estaba concentrando en que


estas pociones llegaran a las manos de aquellos que las
necesitaban.

—¿Tenemos algunas pociones de HP de alta


categoría? —Alguien dijo desde la parte trasera de la
habitación. Miré en la dirección de la voz y encontré un
grupo de doctores y caballeros.

“¿Fueron ellos lo que llamaron?”

Todavía tenía una poción de media categoría,


por lo que me apresuré en llegar a donde estaban.
Mientras me acercaba, escuché más de su debate
nervioso.

—Incluso con una poción de alta categoría, esto


será un desafío. ¿En este lugar no hay nadie capaz de
usar Magia Curativa?

—Incluso si pudieran, debería estar al menos en


nivel 4.

76
—¿Qué tal la Santa? ¿No puede usar Magia
Curativa de nivel 4?

—El príncipe Kyle nos prohibió que


expongamos cosas tan horribles frente a la Santa.

—¿Qué? ¡Eso es absurdo!

Por Kyle, se referían al rudo y pelirrojo príncipe


quién parecía que quedaría calvo en el futuro.

Lo admito, las heridas de los heridos graves eran


horribles de contemplar sin nada que los censurara.
Tenía una tolerancia relativa por las películas de terror
que había visto antes, pero la escena no era fácil de ver.
Di lo mejor de mí para desviar la mirada y mis ojos
cayeron en las pociones. Sin embargo, la pequeña y
dulce Aira se habría desmayado al ver algo como esto.

El caballero que había arremetido contra el


oficial era, sin duda alguna, un amigo del paciente. No
podía decir que la seriedad de las heridas que tenía por
la multitud que estaba a su alrededor, pero estaba claro
que se encontraban en muy mal estado si una poción
de alta categoría no garantizaba su recuperación.

Una vez que me acerqué un poco más, noté que


Johan estaba entre la multitud. Cuando él se dio cuenta
de mi presencia, me llamó.

77
—¡Sei! ¿Tenemos algunas pociones de HP de
alta categoría?

—¡Si las tienes, entonces por favor, dáselas al


comandante de los caballeros!

Cuando me di la vuelta en la dirección de la


persona que había hablado, los doctores y enfermeras
estallaron en movimientos nerviosos. Parecía que la
condición del paciente había empeorado de repente.
Me abrí paso a través de la multitud para alcanzarlos.

Mientras me acercaba, descubrí que la parte


superior del paciente afectado había sido chamuscada
hasta las cenias. Él también estaba cubierto de cortes
bastante profundos, incluyendo uno tan ancho que era
un milagro que siguiera vivo. Su respiración irregular
comenzó a debilitarse.

—¡A un lado!

Empuje a un doctor que estaba en mi camino


para llegar más rápido a donde se encontraba el
paciente. Era claro que el hombre se estaba quedando
sin tiempo en este mundo. Extraje rápidamente una de
las pociones de HP de alta categoría que había
guardado en el bolsillo de mi delantal, le quité el corcho
y llevé el frasco a sus labios.

78
—¡Bébelo! —Supliqué.

Lento pero seguro, sus labios ennegrecidos se


abrieron y pudo beber el líquido del frasco, Todos, los
doctores, enfermeras, caballeros y oficiales,
observaron como sucedía todo con grandes
expectativas.

No sé cuánto tiempo tomó —en ese momento,


sentí como si el tiempo a mi alrededor se detuviera —
pero una vez que el paciente terminó de beber el
líquido del frasco, su cabeza cayó sobre la almohada
nuevamente. Entonces, poco a poco, la parte
chamuscada comenzó a desprenderse de él, revelando
una capa perfecta y saludable de piel bajo ella. Su
respiración se calmó y no se detuvo, como yo había
temido que sucedería —en su lugar, el hombre cayó en
un sueño acogedor y gentil.

Suspiré con alivio por el estrés que toda esta


situación me había provocado, y las celebraciones
estallaron a mi alrededor.

79
Tercer Acto
Cocinando

Cuatro meses después de mi invocación,


escuché que, como resultado de haber salvado a todos
esos soldados de la Tercera Orden, el Instituto de
Investigación recibiría un premio especial del palacio.
También recibimos un obsequio de gratitud por parte
de la familia del comandante de caballeros, dado que él
era el amado tercer hijo de una familia noble que vivía
en las fronteras. Adicionalmente, la Tercera Orden
compró todas las pociones extra que hice y que no
podíamos vender en el mercado.

Gracias a todo eso, nuestro instituto tenía un


presupuesto abundante.

—Entonces, ¿hay algo que quieras? —Johan me


pregunto eso uno de los días que entre a s oficina para
llevarle un poco de té. Fui tomada por sorpresa y me
tomo un momento pensar en ello.

—Hmm... Un baño y una cocina.

—Puedo entender lo primero. Pero ¿por qué


una cocina?

—Uh, porque me gusta cocinar. —Esto era


cierto, pero había otra razón para mencionarlo.
Básicamente, la cocina en este mundo era
abismal. Era como si la mayoría de los platos confiaran
en que los ingredientes harían todo el trabajo y
difícilmente podías encontrar platos que hayan sido
sazonados previamente. Ellos usaban sal y vinagre en
algunas comidas, pero eso no significa nada para mí.
Comía en el Comedor Real, para las personas que
trabajaban en el Palacio, pero era horrible. Se sentía
como si estuviera a dieta sin siquiera querer hacerlo. Así
de horrible me parecía.

Nunca pensé en mí misma como una comensal


exquisita, pero después de haber sido invocada en el
reino, me hice consciente de que era una persona
Japonesa bastante particular cuando se trataba de su
comida.

Así que, aunque la cocina nunca había sido mi


fuerte —a pesar de que amo demasiado la comida —
pensé que cualquier cosa que haga, resultaría siendo
mucho mejor que lo que servían aquí. Pero, primero
necesitaría una cocina para hacer algo sobre este
problema.

—¿Puedes cocinar? —Preguntó Johan.

—Lo suficientemente bien.

81
Johan inclinó su cabeza, parecía genuinamente
sorprendido. No pensé que esto sería como alguna
clase de revelación.

“¿Acaso me veo como alguien que no puede


cocinar?”

Lo miré interrogativamente y el comenzó a


explicarme. Resulta que los nobles y los comerciantes
más ricos del reino suelen contratar a sus propios chefs
personales, por lo que las mujeres nobles nunca
cocinan. Las esposas y madres de las familias comunes
si lo hacían, por su puesto.

—Bueno, soy alguien común.

—Ah, tienes razón. —Él sonrió irónicamente,


aparentemente había olvida ese hecho sobre mí.

Como el jefe de investigadores del instituto,


Johan sabía que yo había sido invocada en el palacio
real. Lo había aprendido del oficial con el pelo azul
cuando hicieron todos los arreglos para mi
contratación. Muy ocasionalmente, a Johan le gustaba
preguntarme cosas sobre mi vida en Japón, tales como
mi posición y que clase de vida tenía en ese mundo.
Siempre le respondí que era parte de los millones de
empleados que trabajan a muerte en una de las

82
millones de compañías, por lo que mi posición social no
era alta.

—Si me lo preguntas, no te ves cómo alguien


común.

—Aunque yo creo que me comporto


exactamente como uno de ellos.

—Eso no podría estar más alejado de la verdad.


Muy pocas personas comunes tienen un educación tan
sofisticada como la tuya.

De acuerdo a Johan, las personas comunes no


iban a la escuela. La Academia Real a la que Jude había
atendido solo era para los hijos de la nobleza. Las
únicas excepciones eran los niños de familias comunes
que nacían con habilidades mágicas; a ellos se les
permitía asistir a la academia por medio de una beca.
Johan no sabía qué hacer con la educación obligatoria
que describí sobre Japón —un sistema donde todas las
personas, incluidas las familias comunes, recibían una
educación completa.

Una vez que respondí su pregunta sobre el


tema, nos separamos y continuamos con nuestro
trabajo. Sin embargo, dos días después, un artesano
vino al instituto. Cuando Johan me preguntó sobre que
quería, le respondí sinceramente, pero la mitad de mi
respuesta era una broma. Nunca se me ocurrió que

83
realmente podría tener una habitación con un baño y
cocina dentro de ella. A decir verdad, era bastante
ingenua.

La construcción procedió a una velocidad tan


alarmante que me pregunté si no habían hecho planes
antes de que Johan me hiciera la pregunta. Al final, el
baño y la cocina estuvieron completos en muy poco
tiempo. Puede que incluso haya sido menos tiempo
que en Japón.

Con eso, el “Instituto de Investigación sobre


Flora Medicinal” recibió una expansión.

La cocina era sustancial y a su costado se


encontraba un largo comedor, lo suficientemente
grande como para que todos los investigadores
comieran al mismo tiempo. Incluso contratamos un
chef para que nos ayude con eso. Todos estuvieron
satisfechos con tener estas nuevas facilidades dentro
del instituto, ya que eso significaba que ahora ya no
tendrían que recorrer todo el camino hasta el comedor
para empleados del Palacio Real. Los que estuvieron
especialmente felices, fueron mis compañeros que
acostumbraban a encerrarse en el instituto.

—¿Qué vas a preparar hoy? —Me preguntó


Johan desde atrás.

84
—Pollo rostizado con hierbas y una ensalada. —
Dije desde una de las esquinas de la cocina, mientras
desgarraba la lechuga en pequeños trozos.

Puede que hayamos contratado un chef, pero


me gustaba venir y cocinar en mi tiempo libre. Quiero
decir, en primer lugar, la razón por la que había pedido
una cocina era porque no soporto la comida que sirven
en el reino.

Tenía miedo de que el chef designado


especialmente para nosotros se molestara cuando le
dijera que me gustaría prepararme mis propias
comidas; pero afortunadamente, ella me concedió una
esquina de la cocina en la que podría trabajar. Aunque,
ella me observaba como un halcón cada vez que
entraba en su territorio. Sospeché que era una persona
del tipo ambicioso.

La primera vez que ella me preguntó si podía


probar un poco de mi comida, quedó sorprendida por
un momento y terminó comiendo toda una porción en
completo silencio. Después me pidió que le enseñara
como prepararlo junto a la receta del platillo. Desde
entonces, la he dejado seguirme cada vez que preparo
algo nuevo.

Permitir que me observe tanto terminó siendo


algo bueno; gracias a eso, la comida del instituto se
hizo tan deliciosa que ya nadie consideraba en lo más

85
mínimo ir a comer en el Palacio Real. Como la calidad
de la comida ahora era tan alta, ya casi no sentía la
necesidad de yo misma hacer algo. Sin embargo,
nuestra chef seguía rogándome porque le enseñe
nuevas recetas, así que para este punto cocinaba una
vez a la semana para contentarla.

—¿Pasa algo? —Le pregunté a Johan mientras


preparaba la cocina. Ambos, él y la chef habían estado
perdiendo el tiempo, estudiando mis acciones desde
que comencé a cocinar.

“Sigan mirando y ustedes harán un agujero a


través del pollo”

Si pienso detenidamente en ello, Johan siempre


venía a verme cocinar cada vez que él se encontraba en
el instituto.

—Simplemente estaba pensando en lo delicioso


que eso se ve.

—Ah, gracias.

—¿Qué sabores estas usando esta vez?

—Para sazonarlo, solo un poco de sal y


pimienta. Le estoy dejando el resto a las hierbas.

86
—Ya veo.

Volví a voltearme y lo encontré mirando


fijamente al pollo sobre la mesa. Justo lo que pensé.

—¿Quieres un poco? —Le pregunté. —Oh...


Aunque, creo antes te vi almorzando.

—Hm... Eso es cierto, ya comí, pero...

Lo miré una vez más; él llevaba una expresión


ligeramente incomoda en su rostro. Dejando a un lado
eso, no se movió ni un poco para irse, así que realmente
debía querer probar un bocado.

¿Era por el olor que las hierbas desprendían?


Había recogido un poco de albahaca y romero freso del
jardín, después rocié la cocina con un poco de ambas
plantas, así que dentro del lugar olía fantástico. Incluso
use estas hierbas en la ensalada.

Emplaté el pollo rostizado con ensalada y añadí


un poco de aderezo casero a un lado del ingrediente
principal. Originalmente, había planeado servirlo en
dos platos —uno para mí y otro para la chef —pero
terminé agarrando un tercer plato para servir una
porción extra. La chef tomó los platos con cuidado,
llevándolos hacia el comedor y depositándolos en la
mesa más cercana a la cocina. Yo la seguí con una
canasta de pan en mis manos.

87
—También hay un poco para ti, si lo deseas. —
Le dije, apuntando el pequeño plato. Él aceptó
felizmente y se sentó en la silla.

—Tu comida sigue siendo deliciosa. —Johan


sonrió sinceramente, mejorando sus ya perfectas
características.

Yo solo me sentía feliz de que le haya gustado.


Él ya había almorzado, por lo que no le di una porción
demasiado grande, pero parecía que aceptaría un poco
más sin ningún problema. Se lo comió todo, incluso
terminó remojando el pan en los jugos que quedaron
del pollo y las hierbas.

—Sigo sorprendido de que las hierbas puedan


usarse de esta forma en la cocina. —Dijo Johan.

—¿En serio? De dónde vengo, las usamos todo


el tiempo.

Mientras que en mi mundo la albahaca, romero


y cualquier otra hierba eran comunes ingredientes de
sazonamiento; aquí, las hierbas eran usadas
principalmente para la medicina y raramente aparecían
en la comida del reino.

88
—También las usábamos para prevenir
intoxicaciones y cualquier problema digestivo.

—¿Es eso cierto?

—Oh, sí. Incluso existe un tipo de cocina


medicinal y tradicional que sirve para prevenir las
enfermedades. —En realidad, esa comida era nativa de
China, pero hable sobre ella como si proviniera de mi
país para que la chef no sospechara que estaba
hablando de un mundo entero. Aunque, por todo lo
que sabía, ella ya había descubierto que yo no había
nacido aquí. Pero, de igual forma, solo porsiacaso.

Johan estaba extremadamente interesado en


escuchar sobre la relación entre la comida y las hierbas,
por lo que siguió preguntando cosas. Normalmente, él
se quedaba encerrado en su oficina administrando
cosas del instituto, pero en momentos como estos me
hacía recordar que él en verdad era un investigador de
corazón.

Había ocasiones en las que me preguntaba


acerca de cosas que no podía responder, pero en eso
casos, yo hipotetizaría sobre el tema y él haría sus
propias observaciones después de escucharme. Hablar
de esta forma era bastante cómodo y divertido, pero
como la mayor parte de la conversación se basaba en
hierbas, comencé a sentirme mal por que la chef
quedara fuera.

89
***
—Sei. —Jude se me acercó un día mientras yo
estaba preparando sándwiches de demostración para
la chef, usando mi última receta concebida en este
mundo.

—¿Qué sucede?

—Johan te manda un mensaje, dice que


necesita que le entregues este documento en los
cuarteles de la Tercera Orden.

—Ahora estoy un poco ocupada. ¿Puedes


hacerlo tú?

—No, por alguna razón especificó que debías


ser tu quien tendría que ir.

—Huh, me pregunto por qué. Me necesita justo


ahora, ¿o puede esperar? Ya casi termino.

—Creo que tienes tiempo para terminar.

—Okey, iré después. Los cuarteles de la Tercera


Orden ¿cierto?

90
—Correcto. Él quiere que se lo lleves a la oficina
del Comandante de caballeros.

—¡Así lo haré!

Cuando llegué a la oficina del Comandante, el


guardia parado afuera de la puerta me dejó entrar sin
preguntar nada. Lo más probable era que Johan le
había dicho que vendría. Dentro, la habitación estaba
amoblada por un traje de salón completo y un
escritorio. Encontré a Johan y a otro hombre, quien
asumí era el comandante de los caballeros, sentado en
unas sillas ornamentadas.

—Permiso. Siento haberte hecho esperar. —


Dije.

—No tienes que preocuparte por eso. Gracias


por traerme esto. —Johan me sonrió cuando le alcancé
el documento.

—Bueno, entonces regresaré al instituto. —


Esperaba que eso sea todo lo que necesitaba, así que
me di la vuelta para salir. Sin embargo, Johan me
detuvo.

—Espera.

Lo miré interrogativamente. Él me instó a


sentarme a su lado, pero ¿por qué? Observé al

91
comandante de los caballeros y él me animo a hacer lo
mismo. Sin tener otro recurso, me senté al lado de
Johan mientras el comenzaba a hablar.

—Esta es la chica de la que estaba hablando.

—Ya veo, así que eres tú. Mi nombre es Albert


Hawke. Soy el comandante de los caballeros de la
Tercera Orden.

—Es un placer conocerlo. Me llamo Sei. —No le


dije el nombre de mi familia, dado que solo los nobles
eran quienes poseían algo como eso en este mundo.
Aprendí eso la primera vez que me presenté a Johan.
“Takanashi” no era un apellido familiar que los
residentes de este mundo y sin duda alguna causaría
dolores de cabeza si las personas hacían demasiadas
preguntas sobre su origen, así que generalmente opté
por presentarme solo con el nombre.

El Comandante de caballeros se sentó en


diagonal a mí cuando lo miré. Tenía un pelo rubio
ligeramente ondulado y sus ojos grises eran de un tono
frío acerado.

Él lucía de la misma edad que Johan, aunque su


cuerpo parecía más formado, como se esperaría de un
caballero. Sin embargo... Johan también era bastante
alto y su cuerpo también era bastante robusto. Pero en

92
él era algo como que, ¿el grosor de sus músculos era
diferente? El punto era que, este comandante de
caballeros era probablemente el hombre más hermoso
que he conocido desde mi invocación.

93
94
—¿Recuerdas que sucedió durante la última
expedición de la Tercera Orden? —Johan me pregunto
mientras yo pensaba en la razón por la que se había
molestado en presentarme.

—¿Qué expedición?

—La que sufrió el ataque de la salamandra.

—Oh, esa. —Si tan solo hubiera mencionado la


parte de la salamandra en lugar de llamarlo una
“expedición” ¡Habría entendido a que se refería!

Él estaba hablando del incidente que terminó


con bastantes caballeros heridos gravemente por un
ataque que sufrieron en el Bosque Fantasma, justo al
oeste de la capital. Nadie que conocía hablaba sobre
eso, así que me había olvidado de aquello por un buen
tiempo. Definitivamente no recordaba que los
caballeros heridos pertenecían a las Tercera Orden.

—¿Recuerdas que usaste una poción de HP de


alta categoría en alguien?

—Ah, sí.

—Este es ese hombre.

Ack. Otra cosa que olvidé —la persona que


salvé con una poción de alta categoría fue quien resultó

95
con las heridas más graves de todos. Sus terribles
quemaduras eran tan difíciles de mirar, que no fije
mucho en su rostro. Pero ahora estaba intentando
reconstruir todo el incidente en dentro de mi mente, y
así terminé recordando a un caballero cercano
llamándolo “Comandante”.

“Así que él era quien casi muere ese día.”

Unos segundos después de que Albert bebiera


mi poción, su oscura piel chamuscada se desprendió de
él; una blanda y nueva capa de piel había crecido debajo
de esta. No pude verlo completamente curado, dado
que tuve que volver rápidamente a mi trabajo,
repartiendo nuestras pociones alrededor de todo el
lugar. Ahora que finalmente pude verlo de nuevo, noté
que su piel era suave e inmaculada; no había ninguna
pista o cicatriz causada por las quemaduras que sufrió
aquel día.

“Para haberlo curado totalmente, las pociones de


este mundo realmente son algo increíble.”

Sus otras heridas también deberían haberse


curado de forma efectiva. La investigadora dentro de
mí quería documentar los resultados y la eficacia de la
poción, pero no podía simplemente ir y pedirle que se
sacra la ropa para examinar todo su cuerpo.

96
—Gracias. —Dijo Albert —Es gracias a ti que
todavía puedo estar aquí.

Whoops. Ahora estaba sonrojándose


ligeramente, debo de haber esto viendo su cara
fijamente por un buen rato mientras pensaba en como
lo convencería de dejarme estudiar su recuperación.
Cosas como estas causaban un efecto ruin dentro de
mí, mi corazón saltó.

—No fue nada... —Mi evasiva respuesta causó


que Johan sonriera a mi costado. Cuando volteé a
verlo, él cubrió su boca con una mano mientras trataba
de reprimir una evidente risa. —¿Qué es tan gracioso?

—Oh, nada.

No se veía como “nada” para mí, especialmente


gracias a que él continuaba tratando de suprimir su risa.
Albert también observó el extrañó comportamiento de
Johan con cierta sospecha en sus ojos. ¿O tal vez no era
sospecha sino ofensa? ¿O vergüenza?

Espera, ¿vergüenza?

Albert frunció el ceño; su disgusto era sutil, pero


pensé que estaba apunto de decirle a Johan que
parara. Antes de que pudiera hacerlo, Johan se
recuperó por sí mismo y cambió el tema
instantáneamente.

97
—Oh, eso me recuerda. Estabas buscando
ingredientes para una poción de alta categoría, ¿cierto
Sei?

—Sí, pero ¿esos no provenían del bosque? —


Estaba aliviada de que haya podido evitar la ira de
Albert.

Antes en ese mismo mes, había estado


molestando a Johan para conseguir precisamente eso
ingredientes. Sembrábamos y cosechábamos una
notable cantidad de las hierbas que necesitábamos,
pero nos estábamos quedando escasos de recursos
gracias a los excesos de alguien. Yo seguía queriendo
hacer más pociones para poder elevar mi habilidad de
[Farmacéutico], pero desafortunadamente, esas
hierbas eran difíciles de cultivar, así que Johan me
prohibió usar más de las que ya tenía. Intenté sugerirle
que podíamos comprarlas en algún lado, pero dada a
su ya antes mencionada dificultad, estábamos seguros
de que sería extremadamente caro. De hecho, tanto así
que comprarlas en este momento esta fuera de la mese
si teníamos en cuenta nuestro presupuesto actual.

Notablemente, estas hierbas también crecían


en los bosques a las afueras del palacio, pero mientras
que cosechar esas plantas salvajes no costarían tantos
recursos financieros, crearía una tonelada de

98
necesidades humanas. Sin mencionar que había
monstruos viviendo a las afueras del palacio y que para
un investigador era increíblemente peligroso ir solo.

—Eso es correcto. —Respondió Johan. —Tus


hierbas crecen en el bosque del sur. ¿Qué tal si vas y
recoges un poco para nosotros?

—Aunque, prefiero no ser atacada por


monstruos.

—Los caballeros de la Tercera Orden están


dispuestos a protegerte.

—Huh?

—Quieren agradecerte por todas las pociones


que hiciste.

Mire reflexivamente a Albert, solo para estar


segura de que Johan no estaba bromeando conmigo.
La severa expresión del comandante de los caballeros
había cambiado por una mucho más gentil. Parecía
verdaderamente cierto que él estaba dispuesto a
actuar como mi escolta para que yo pudiera conseguir
unas cuantas hierbas. Sin embargo...

—Pero ya hemos recibido algo de ellos como


agradecimiento. —Protesté. No solo nos habían dado
una recompensa especial de parte del palacio, sino que

99
la familia de Albert también nos había mandado una
gran cantidad de regalos. No podía dejar que se salga
con la suya y me agradeciera nuevamente. Johan
sonrió. —Bueno, veras, el comandante quería hacer
algo para ti personalmente.

—¡Hey! —Albert intentó silenciarlo en pánico.


Sin embargo, era demasiado tarde. Johan ya lo había
dicho. De igual forma, ¿Estaba bien emplear a los
caballeros para un beneficio completamente propio?

—¿A que se refiere con “personalmente”? —


Dije en confusión, mirando al comandante de los
caballeros. Albert tosió como si hubiera descubierto
una implicación oculta en las palabras de Johan.
Igualmente, él se mantuvo un poco rígido mientras
trataba de explicarme todo.

—Nosotros estamos planeando otra


expedición para deshacernos de los monstruos que
residen en el bosque del sur. Lo que quería preguntarte
era si querías unírtenos.

—Ya veo. —Bueno, si ellos ya estaban


planeando ir, no veo el problema en acompañarlos.
Además, era cierto que quería conseguir esas hierbas.
Me incliné y hablé. —Si no crees que será algún tipo de
problema, entonces me encantaría acompañarlos en su
viaje.

100
Albert asintió, mostrando que estaba
totalmente de acuerdo conmigo y luciendo
ligeramente satisfecho. Con eso, nos pusimos a hablar
de negocios y discutimos sobre todos los detalles,
incluso los más prácticos, tales como cuando sería la
expedición y cosas así. Antes de darme cuenta, afuera
ya era de noche.

***
Así fue como me uní a los caballeros de la
Tercera Orden en su viaje hacia el Bosque Saul. Para
ellos, ir a una expedición para exterminar a los
monstruos de ciertas áreas que rodeaban a la capital,
se trataba de una rutina común. El Bosque Fantasma se
encontraba al oste de la capital, mientras que el Bosque
Saul se encontraba al sur. Hubo un tiempo que este
tipo de expediciones eran raras, pero en años más
recientes, la “limpieza” de monstruos se convirtió en
algo rutinario. La capital sería rápidamente agobiada si
los caballeros no hacían nada para enfrentarse a los
monstruos y derrotaban al miasma lo más rápido
posible. Ahora que la Santa había sido invocada, ellos
esperaban que la situación mejorara con el tiempo.

“¡Aira, todos cuentan contigo, Aira!”

Esta expedición era un puco inusual en el


sentido que unos investigadores del Instituto de

101
Investigación sobre Flora Medicinal estaban
acompañando a los caballeros. Aunque el objetivo
principal de la misión era derrotar a todos los
monstruos que encontraran, una vez que mis
compañeros se enteraron de que yo estaba yendo,
insistieron que ellos también irían. Nadie estaba
dispuesto a dejar pasar la oportunidad de poder
recoger hierbas que crecían naturalmente en el
bosque, especialmente cuando era probable que
encontráramos unas cuantas que no sembrábamos en
el jardín del instituto. Esto sería una primera vez para
todos nosotros.

Algunos investigadores también querían


investigar la vegetación que crecía por los alrededores
del bosque, pero Johan rechazó su propuesta al
instante, diciendo que los caballeros se distraerían de
su objetivo principal por que tendrían que protegerlos
a todos. Era lo suficientemente tener a un grupo de
investigadores, quienes eran completamente inútiles
en una pelea, acompañando a los caballeros en un
expedición mortal como esta. Lo más probable era que
este viaje solamente podía ocurrir gracias a la
indulgencia de la orden.

Como muchos investigadores que ir a recoger


todo tipo de hierbas, hubo un momento en el que
realmente pensé que lo mejor sería quedarme en el
Instituto y saltarme el viaje, amaba la idea de pasar

102
todo un día elaborando pociones. Pero Johan me dijo
que estaba obligada a ir, señalando que yo era la
persona que más quería las hierbas.

—Hey, no te alejes tanto. —Jude me advirtió


cuando me separé un poco para cosechar algunas
hierbas que había notado en las esquinas del camino.
Rápidamente las recogí y me apresuré para volver al
lado de Jude, pero él solamente siguió regañándome.
—Este lugar es más pacífico que los bosques
occidentales, pero eso no significa que los monstruos
están ausentes. Asegúrate de avisarme a donde vas
antes de alejarte.

—Lo siento, lo haré.

Se suponía que los monstruos que residían el


bosque Saul eran mucho más débiles, pero eso no
significaba que no vivían en el lugar —o que no seguían
siendo monstruos. Sabía que debía tener cuidado, pero
después de haber crecido en Japón, donde nunca tuve
preocuparme de mis alrededores, era difícil no caminar
y recoger algo que quería sin pensarlo por un
momento. Escuché una risa que provenía desde atrás.

—Tengo un ojo puesto en ella. No saldrá herida


siempre y cuando se mantenga dentro del rango.

Nosotros nos habíamos dividido en tres


distintos equipos constituidos por caballeros e

103
investigadores. Los caballeros habían determinado que
esta era la estrategia más efectiva, y el comandante se
encontraba en nuestro equipo. Al parecer, como los
monstruos que vivían en el bosque del sur eran tan
débiles, Albert usualmente no se unía a este tipo de
expediciones. Sin embargo, escuche de otro caballero
que él había venido esta vez exclusivamente por
nosotros. Sabía que esta era su forma de decirnos
gracias, pero seguía sintiendo que no era más que una
molestia.

—Gracias. —Le dije. —Debemos estar en lo


profundo del bosque, ¿huh? Supongo que tenemos
suerte de no habernos topado con algún monstruo. —
Estaba bastante segura de que ya habían pasado al
menos dos horas desde que entramos, pero ni un solo
monstruo apareció ante nosotros. ¿Esto era lo normal?
Cuando se lo pregunté a Albert, admitió que n0 lo era.

—No... Normalmente, ya nos habríamos


encontrado con bastantes para este punto.

—¿En serio?

—Sí. De hecho, su ausencia es demasiado


inusual. —Él frunció el ceño mientras meditaba sobre
nuestra situación, entonces fue a hablar sobre eso con
los caballeros de los otros equipos.

104
“Huh, me pregunto a donde fueron todos. No se
siente como la calma antes de la tormenta... Pero
realmente espero que un monstruo tan fuerte como una
salamandra no nos ataque repentinamente.” —Pensé,
mientras recogía hierbas que se encontraban en las
esquinas del camino que nos llevaba hacia el punto de
encuentro.

No me moleste pensando en eso por mucho


más tiempo. Una vez que nos reunimos con los otros
grupos en el punto de encuentro, comenzamos a
prepararnos para almorzar entre todos.

—¡Delicioso! —Declaraban varias voces por


aquí y por allá. Yo estaba satisfecha en silencio;
después de todo, había ayudado a preparar un poco de
la comida. Originalmente, los caballeros planeaban
prepararnos el almuerzo, pero considerando el
lamentable estado de su gastronomías, no había forma
de que pudiera sentarme y no hacer nada. La sopa que
saboricé con unas cuantas hierbas terminó siendo un
éxito.

—Escuché que la comida que sirven en el


comedor del Instituto es bastante sabrosa. ¿Tú eres
quien está a cargo de cocinar en ese lugar? —Albert me
preguntó mientras examinaba la sopa con su cuchara.

Él había estado haciéndome demasiadas


preguntas desde que llegamos, incluso mientras

105
cocinaba; tales como cuales eran los nombres de todas
las hierbas que usaba y por qué las añadía en la sopa.
En cierta manera, me recordó a Johan, quien siempre
iba detrás mío para hacer exactamente lo mismo. Uno
de los investigadores me dijo que Johan y Albert habían
sido mejores amigos desde que eran pequeños. Tal vez
eso explicaba por que se comportaban tan similar.

—No, solo les proveo las recetas. La chef es


quien está a cargo de toda la preparación.

—No puedo creer que seas capaz de disfrutar


una comida tan deliciosa como esta todos los días. Me
hace querer hacerlo también. —Dijo sonriendo
mientras tomaba un poco más de su sopa. La expresión
en su rostro también hizo que me sintiera feliz.

Sin embargo, me sentía un poco nerviosa.


Después de esta expedición mañanera, los caballeros y
los investigadores habían desarrollado una especie de
camaradería. Todos se sentaban donde querían y
hablan con quien querían, incluso el comandante de los
caballeros se sentó a mi lado. Al otro lado se
encontraba otro grupo de caballeros. Incluso con la
mezcla de quipos, yo era la única investigadora
agrupada con estos hombres de rango militar —Jude
se había escapado a pesar de mis esfuerzos para
retenerlo.

106
“¡Jude tendrá que comenzar a cuidar su espalda!
Recordaré esto...”

Entonces, otro caballero me preguntó.

—Escuché que añadiste un poco de hierbas en


la sopa, y no pude evitar sentir que mi cuerpo está un
poco más caliente de lo usual. ¿Una de las hierbas tiene
esa clase de efecto?

—Ah, sí, eso es correcto. Le añadí...

Después de que le respondí, recibí más y más


preguntas sobre la cocina y el uso que las hierbas
puede tener en ella. Uno de los intereses particulares
de los caballeros era las hierbas que podían mejorar los
bocadillos como las salchichas, las cuales comieron
mientras bebían alcohol. La viva conversación sobre
gastronomía continuó durante todo el almuerzo. En la
tarde fuimos otra vez al bosque, explorando el lugar
una vez más y cuando la noche llegó, regresamos al
palacio. Como esta vez, bastantes personas habían
asistido a la expedición, decidimos reunirnos en el lugar
de la Tercera Orden una vez que retornáramos a la
capital. Todos estábamos exhaustos, pero no hubo
ningún daño, los investigadores estaba agrupados en
pequeños grupos, charlando como si hubiera
regresado de unas vacaciones.

107
Para mi sorpresa, ellos no estaban discutiendo
sobre las raras hierbas que se las arreglaron para
conseguir, en su lugar estaban hablando sobre los
monstruos que se encontraron a lo largo del camino y
como los caballeros se deshicieron de ellos. Sin
embargo, incluso después del almuerzo; ni un solo
monstruo había aparecido frente a mi grupo. Uno de
los caballeros incluso se puso a bromear.

—Tal vez simplemente se estaban escondiendo


en los arbustos, temblando de miedo por la voluntad
que el Comandante emana.

Albert era considerado lo suficientemente


fuerte como para luchar contra dos monstruos a la vez
y derrotarlos por sí mismo —justo lo que esperarías del
líder de una orden de caballería. Incluso así, era super
raro que no nos hayamos encontrado por lo menos con
un monstruo a lo largo de todo el camino.

Distinto a nosotros, los otros grupos se habían


enfrentado a bastantes monstruos durante toda su
expedición. Algunos de los investigadores tuvieron la
oportunidad de cumplir el rol de soporte y pelear junto
a los caballeros, destruyendo a los monstruos con
habilidades mágicas de batalla. También dijeron que se
habían divertido mucho, ya que no habían podido
enfrentarse a algo así desde que dejaron la Academia
Real.

108
—Cuando escuché que nos estábamos uniendo
a una expedición que tenía como propósito exterminar
a todos los monstruos, me preparé para algo mucho
peor. Sin embargo, los derrotamos sin mucho esfuerzo.
Que decepción. —Dijo uno de los investigadores.

—Sé a lo que te refieres. Si lo comparo con la


última vez que pude enfrentarme a los monstruos,
todo fue increíblemente suave.

—¿Tú también? Yo sentí que incluso fue más


fácil que cuando estábamos en la academia.

—Yo no iría tan lejos. —Uno de los caballeros


que estaba cerca a ellos se unió a su conversación. —
¿Ustedes también piensan que eso fue fácil?

—¿Huh?

—Nosotros estábamos hablando de lo extraño


que era que sintiéramos nuestro movimientos más
ligeros de lo usual.

Según el caballero, al principio, cada uno de


ellos pensó que simplemente estaban teniendo un
buen día, pero después de discutirlo con sus
compañeros de otros grupos, notaron que las
habilidades físicas de todos ellos parecían haber
incrementado en cierto nivel.

109
—Me pregunto cual es la razón.

Uno de los investigadores murmuró,


preguntándose que podría haber causado todo eso,
causando que todos los demás comenzaran a pensar
en ello y a decir sus propias teorías sobre lo que pasó.
Aunque, rápidamente llegaron a una conclusión

—¿Puede haber sido la comida?

—¡Eso es!

Todos concluyeron que la sopa que habían


tomado en el almuerzo era la única cosa
significativamente diferente a lo habitual. Esas hierbas
que agregué a la sopa la convirtieron en un tema de
intereses. Los investigadores estaban acostumbrados
a comer platos sazonados previamente, pero un plato
como esos era nuevo para los caballeros de la Tercera
Orden. Por ahora, la gente del instituto quería regresar
lo más rápido posible para comenzar con el potencial
de sus nuevos descubrimientos. Entonces, se suponía
que después de la señal de “todo despejado” ya nos
podríamos retirar, y a pesar de nuestro cansancio, mis
colegas estaban rebosantes de energía en el camino al
instituto. Ellos hablaban de distintas teorías y
potenciales de lo que habían descubierto en la
expedición.

110
Una semana después, con el objetivo de que
descubrir la razón del repentino cambio en las
estadísticas de los caballeros, comenzamos con
nuestros experimentos. Cocinamos bajo distintas
condiciones, comimos los resultados y analizamos las
conclusiones. Eso no solo significaba que estábamos
comiendo a un ritmo alarmante —desayunando,
almorzando, cenando y comiendo un bocadillo
nocturno —prácticamente masticábamos durante
todo el día.

Rápidamente, nos quedamos sin las bocas


suficientes para terminar con el montón de comida
experimental que habíamos producido, por lo que le
rogamos a la Tercera Orden que nos ayudara, dado que
ahora mismo estábamos en muy buenos términos. Los
caballeros estuvieron felices y satisfechos de tomar la
oferta, especialmente después de que escucharon las
historias sobre nuestro comedor en el Instituto. Al
final, deducimos que cuando una persona comía algo
preparado por aun individuo que poseía habilidades de
cocina, sus habilidades físicas incrementaban en un
porcentaje. Además, las habilidades de cocina
operaban como las farmacéuticas, la persona que las
poseía solo tenía que imbuir su magia cuando cocinaba.
Para nuestro deleite, descubrimos que la mayorías de
los chefs que trabajaban en el comedor poseían la
habilidad. La chef que trabajaba en el comedor del
instituto también la poseía, obviamente.

111
Sei Takanashi — Nivel 55 / Santa

HP: 4,867 / 4,867

MP: 6,067 / 6,067

Habilidades de Batalla

Magia Celestial: Nivel ∞

Habilidades de Producción

Farmacéutica: Nivel 28

Cocina: Nivel 5

Resultó que yo también tenía habilidades


culinarias, lo cual era la razón de por que todos
sintieron que su físico se incrementó durante la
expedición. A pesar de que comemos en el instituto
todos los días, nosotros los investigadores nunca
habíamos notado el incremento, dado que nuestro
trabajo no requería mucho esfuerzo. Sin embargo, los
caballeros se dieron cuenta de ello casi al instante
gracias a la naturaleza física de su trabajo.

Para ser honesta, creó que podría haber otra


razón por la que los investigadores nunca notaron algo
extraño. Estaba el factor del nivel que una habilidad
poseía; como yo podía elaborar pociones que
resultaban siendo un cincuenta por ciento más
efectivas que las normales, entonces eso mismo

112
también se aplicaría cuando cocino. Si yo tuve algo que
ver con la preparación, mi comida estaría atada a un
efecto de incremento físico mayor al de cualquier chef
con la misma habilidad y del mismo nivel. Esa
probablemente había sido la razón por la que mi sopa
en el bosque haya sido tan obvia de notar. Cuando le
mencioné esta teoría a Johan, él quedo perplejo y me
prohibió volver a cocinar en público —al menos, no lo
hizo sin ninguna razón.

113
Entre Bastidores I

Ahora rebobinemos un poco la historia —y tal


vez, tomemos un punto de vista distinto.

Ocho personas de rostro sombrío se sentaron


alrededor de la maesa del consejo en el Palacio Real de
Salutania. Juntos, llevaban una pesada carga sobre sus
hombros.

—Muy bien, escuchemos su reporte. —Dijo el


primer ministro, Dominic Goltz, mirando fijamente a
todos.

Los ocho miembros del consejo incluían a los


ministros, tales como el ministro del Servicio Militar y el
ministro del Interior, así como también estaba
conformado por los comandantes de cada Orden y del
gran mago que servía como representante de la gran
Asamblea Real de Magos. Sentado en el lugar más
alejado de la mesa se encontraba el rey. Josef Hawke,
el ministro de Servicios Militares fue el siguiente en
hablar. Con una voz baja y tensa, el ministro habló.

—La situación es un poco... decepcionante.


Enviamos a nuestros soldados en turno para eliminar a
los monstruos y hasta ahora se las han arreglado para
hacerlo, pero a este ritmo, los monstruos serán
capaces de salir de los límites del bosque en un futuro
no muy lejano.

Mientras pasaban los días, el misma se


condensaba mucho más rápido que antes y los
monstruos que nacían gracias a eso eran cada vez más
fuertes. Aunque este siempre se manifestó
relativamente cerca de la civilización, nadie sabía por
qué sucedía esto, o cual era la razón de ese tipo de
comportamiento. Se condensaba más rápido en
lugares donde no había gente viviendo demasiado
cerca, tales como bosques y cavernas; pero como estos
sitios siempre estaban cerca de aldeas y ciudades, los
monstruos nacidos del misma terminaban atacando
granjas y casas, desatando muerte y destrucción en los
lugares que visitaban.

Usualmente, los turnos circulares de los


caballeros eran suficiente para prevenir que
asentamientos vulnerables sean víctimas de
monstruos. Sin embargo, cada cierto número de
generaciones, el miasma se condesaba y obtenía una
densidad que excedía la habitual, haciendo que los
monstruos sean más difíciles de derrotar.

Igual que lo que estaba sucediendo justo ahora.

Hasta ahora, el consejo había logrado contener


este tipo de ataques mandando a los caballeros más
frecuentemente, pero como el paso del tiempo no

115
mostraba señales de el problema se iba a acabar, las
expediciones necesitadas para acabar con los
monstruos del miasma solo aumentaban. El ministro
del Servicio Militar y el Comanda de los Caballeros
estaba de acuerdo: ellos solo serían capaces de
aguantar por un año o dos. Una vez que los caballeros
sucumbieran, los monstruos restantes comenzarían a
salir del miasma y exterminarían cualquier organismo
vivo con el que se encontraran. Alphonse Hummel, el
ministerio del interior habló.

—Hemos recibido reportes de los nobles


alrededor del reino. Ellos se enfrentaron a las misma
dificultades y no pudieron sostener la pelea por mucho
tiempo.

Mientras los caballeros reales protegían los


bosque que rodeaban la capital, se esperaba que los
nobles del reino exterminaran a los monstruos que
aparecerían en sus territorios y sus dominios. Sin
embargo, los que enfrentaban a las bestias eran
mercenarios contratados, en lugar de los granjeros y
residentes del lugar. Los mercenarios trabajan juntos
en gremios y el lord de una región les pagaba para
mantener la paz del lugar, exterminando a los
monstruos.

Pero con el incremento en el número de los


monstruos, los cofres de los gobernantes eran

116
incapaces de cumplir con las demandas de los
mercenarios. La vida de esos luchadores estaba en
juego y no se arriesgarían sin una compensación
respetable, incluso si el trabajo era defender la tierra
donde vivían.

Normalmente, si los mercenarios se reusaban a


desplegarse, o si ellos simplemente no eran rivales para
la amenaza inminente, el palacio enviaría caballeros
para aumentar las fuerzas del noble que lo necesitara.
Desafortunadamente para ellos, los caballeros ya
estaban suficientemente ocupados con las excursiones
alrededor de la capital. La corte no estaba en condición
de sacrificar cierto numero de tropas para dárselas a
una región del reino. El ceño del primer ministro se
frunció más cuando terminó de escuchar los dos
reportes. Se giró hacia Michael Hoover, el Comandante
de los Servicios Especiales y habló.

—¿Alguna noticia sobre la búsqueda de la


Santa?

El tono de Michael se tornó sombrío.

—Desafortunadamente, todavía no la hemos


encontrado.

En tiempos donde el misma se hacía muy denso,


la doncella llamada “La Santa” estaba destinada a
aparecer en algún lugar del reino. Su magia limpiadora

117
de miasma era increíblemente poderosa y podría
eliminar los monstruos en un instante. La aparición de
la Santa calmaría el miasma y marcaría una nueva era.
En cada momento de la historia registrada, la Santa era
encontrada en algún lugar dentro del reino, por lo que
los de Servicios Especiales estaban buscándola en la
actualidad. Al principio, ellos asumieron que no
tardarían mucho en encontrarla, pero tres años habían
pasado sin ninguna señal aparente de su llegada.
Continuaron rebuscando en cada rincón del reino,
sabiendo que una época de malos momentos les pisaba
los talones. Cada vez que fallaban en su búsqueda,
simplemente pensaban que; quizás, la Santa todavía no
había nacido, así que regresaban a los lugares de
siempre con la esperanza de notar algo diferente.

Y aún así, todavía no habían encontrado a esa


misteriosa doncella. Un silencio pesado se manifestó
en toda la habitación, el gran mago de la Asamblea
Mágica, Yuri Drewes, rompió el silencio con un
murmullo.

—¿Es el momento de volver a la leyenda? —


Todos lo miraron fijamente. Yuri miró a cada uno de
ellos antes de mostrarles un documento. —Hay un rito
conocido como “La Ceremonia de Invocación Santa”

—Todas han escuchado sobre eso. ¿No se trata


de un cuento de hadas?

118
—No. Realmente sucedió. Tengo los pasos del
ritual escritos justo aquí.

—¿Cómo los encontraste?

—Estaban escritos en un grimorio que encontré


en el Depósito Prohibido.

—¿Podemos confiar en el contenido de este


libro...?

—No puedo asegurarles eso. Las instrucciones


del ritual están escritas aquí, pero los paso se ven un
poco complicados. También necesitaremos cierto
número de magos para completar el hechizo. Nuestras
chances de tener éxito, según yo, son de cincuenta-
cincuenta.

—Probabilidades tan bajas...

—Pero para mi se ve que nuestras


probabilidades con esto son mucho mejores que si nos
ponemos a perder el tiempo y esperamos a que los
monstruos nos invadan.

La Ceremonia de Invocación Santa era antigua,


creada durante una época donde la Santa nunca
apareció, sin importar la densidad del miasma. Los
sabios de esa era legendaria juntaron todo su

119
conocimiento para desarrollarlo y, al final, fueron
capaces de invocar a una Santa de un tierra muy lejana.
Sin embargo, este ritual parece haber sido utilizado
solamente una vez, durante la era de los sabios que
lograron inventarlo. Además, era imposible decir si el
ritual realmente funcionaría o si los sabios de la era
actual podrían hacerlo sin problemas. Es más, el ritual
requería cierto número de magos y herramientas
ancestrales, lo que significaba que costaría mucho
dinero. En un tiempo más pacífico, el reino nunca lo
habría considerado, pero con todo lo que había
pasado, se veía como un pequeño precio a pagar por la
salvación del mundo. El rey había estado en silencio
hasta este punto. Sin embargo, ahora...

—Hagan la ceremonia. La Asamblea Real de


magos comenzara con los preparativos
inmediatamente. Todos los demás, continúen con sus
deberes actuales.

Y así, el reino de Salutania decidió realizar la


Ceremonia de Invocación Santa por primera vez desde
la era legendaria. En contra de todas las
probabilidades, la Ceremonia fue todo un éxito; ellos
invocaron a una doncella de otro mundo. Sin embargo,
hubo un pequeño problema: ellos no solo consiguieron
invoca a una doncella, sino que a dos.

120
Hasta donde sabían, solamente había existido
una Santa durante todas sus apariciones, ya sea que
apareciera de forma natural o por una invocación.
¿Acaso solo una de las chicas era la Santa? ¿Ambas eran
Santas? ¿O ninguna de ellas eran la Santa que el reino
había estado buscando por tanto tiempo? La única
persona que podría haber resuelto esto era el gran
mago —desafortunadamente, él se desmayó tan
pronto como el ritual se completó. Incluso ahora,
continuaba en un profundo sueño.

Ese no era el único problema. Solo paso un día


antes de que los líderes del reino se enteraran de que
la ceremonia había invocado a dos santas en lugar de
una. Ese mismo día, el príncipe del reino, quien
supervisó el ritual bajo su propio riesgo, informó al rey
que todo había salido completamente bien. Ese era un
resumen de su informe —no dijo nada sobre cuantas
personas habían sido invocadas. Guiándose por el
primer informe del príncipe, los lideres del reino
esperaron que el mundo pudiera tener un poco más de
paz. Sin embargo, tan solo un día después, ellos
terminaron sintiéndose furiosos al enterarse de que el
príncipe solo le había hablado a una de las Santas y
había dejado sola a la otra chica. Encima de eso, la otra
Santa intento salir del palacio completamente enojada.
Gracias a Dios, un caballero se las arregló para hacerla
cambiar de opinión, pero era fácil imaginar qué clase de
impresión ella tenía sobre el reino. Después de
escuchar todo esto, el rey hablo soltando un suspiro.

121
—¿En que estaba pensando?

***
Una noche, un mes después de que la
Ceremonia de Invocación Santa fue llevada a cabo, el
sol se había puesto y la oscuridad invadió todo el lugar.
Dos hombres se relajaban mientras tomaban una
botella de vino en la villa del conde Valdec, ubicada en
la capital. Uno de ellos era el segundo hijo de la familia
Valdec y el dueño de la finca, Johan Valdec, quien
también era el jefe de los investigadores del Instituto
de Investigación de Flora Medicinal. El otro era el mejor
amigo de Johan desde su infancia, el tercer hijo de la
familia Hawke y comandante de los caballeros de la
Tercera Orden del Palacio, Albert Hawke. Ambos se
habían reunido en la finca de los Valdec para beber un
poco, aunque no habían tenido mucho tiempo para
hacerlo recientemente, dado que Albert casi siempre
estaba ocupado con la caza de monstruos alrededor de
la capital. La última vez que pudieron disfrutar una
noche como esta fue hace un mes.

—Escuche que, recientemente, has tenido un


nuevo integrante en tu instituto. —Dijo Albert mientras
intercambiaban información.

122
—Hm? Oh, sí, hay alguien nuevo. —Dijo Johan,
sonriendo.

Albert había tratado de abordar el tema de una


manera casual, pero Johan sospechaba que esta la
verdadera razón por la que Albert se había tomado el
tiempo de hacer una reunión en la finca Valdec.

—¿Cómo es ella? —Preguntó Albert.

—Extremadamente normal.

—¿Normal?

—Ella no es diferente a los demás


investigadores.

Aunque Johan le dio una respuesta un poco


sospechosa, Albert sentía mucha curiosidad sobre el
tema como para dejarlo ahí. Johan siempre esquivó las
preguntas de Albert igual que ahora, incluso cuando él
mismo sabía las respuestas. Era la forma en la que él
molestaba a su amigo más sincero. Albert sabía lo que
Johan estaba haciendo, por lo que estaba más
entretenido que enojado, aunque le dio una mirada
exasperada a Johan para indicarle que continúe.
Satisfecho con su expresión, Johan finalmente le dio
una buena respuesta a su amigo.

123
—Por ahora, ella no se ha quejado sobre el
palacio, y se toma su trabajo muy seriamente.

—Ya veo... Escuché que había estado tan


furiosa después de su invocación que miró a un mago
con tal mezquindad ocasionando que este casi mojó
sus pantalones.

—Yo también escuché algo similar. Esos tipos


siempre tratan de darse aires, pero ahora se inclinar y
se rascan para volver a agradecerle.

—¿Eso crees?

—Por supuesto.

El día que la Ceremonia de Invocación Santa fue


realizada, Albert había estado fuera de la capital en otra
expedición encargada de eliminar a los monstruos de
alrededor, así que solo conocía pequeños fragmentos
de la historia gracias a que los había escuchado. Entre
esos fragmentos, él escuchó que la Santa había sido
contratada por el Instituto de Investigación de Flora
Medicinal, el lugar donde Johan trabajaba como jefe de
los investigadores. Él pensó que preguntarle a Johan
sobre ella directamente era la forma más rápida de
hacerlo, por lo que buscó a su viejo amigo. Johan
fácilmente le conto a Albert la historia de como Sei, la
potencial Santa, había llegado al instituto. Como hace

124
unas dos semanas, una chica de pelo y ojos negros
comenzó a visitarlos a diario. La primera persona que
habló con ella fue Jude, pero los otros investigadores
—todos hombres —pronto tomaron interés en ella.

Al principio, Johan se sintió aprensivo al ver a


Sei, debido al color inusual de su pelo y ojos. Unos
pocos días después, él se encontró con su hermano
mayor en los pasillos del palacio y descubrió que no
solo se había invocado a una Santa. Una de ellas era una
chica con el pelo marrón y los ojos negros, y la otra era
una chica con el pelo y los ojos negro. Por lo que Johan
contacto a su hermano inmediatamente después de su
primera reunión con Sei. Al escuchar que una chica de
pelo y ojos negros frecuentaba el instituto, el hermano
de Johan lo llamó rápidamente al palacio. Johan fue
guiado a una habitación donde no solo se encontró con
su hermano, sino que también estaba presente un
oficial de alto rango.

Mientras se sentaban frente al otro en sofás de


un color dorado, el hermano de Johan confirmó que la
mujer que visitaba el instituto diariamente era la misma
que había sido invocada hace unos meses. Ellos le
pidieron amablemente a Johan que la agregara al
equipo del Instituto de Investigación sobre Flora
Medicinal.

—“¿Por qué me están pidiendo esto?” —Se


preguntó Johan.

125
Aunque esta mujer era una de las potenciales
candidatas, la verdadera Santa estaría en el mismo
rango que el rey. En realidad, ella podría resultar siendo
mucho más importante que el rey, dado que el futuro
del mundo recaía sobre sus hombros. ¿Por qué querrían
dejar a alguien de tal importancia en el diminuto
instituto ubicado en una de las esquinas más alejadas
del palacio real?

Cuando Johan preguntó por la razón, el


funcionario sacó un paño para limpiar el sudor que se
había acumulado en su frente y le respondió mientras
apretaba los dientes con más fuerza de la necesaria:
como resultado del comportamiento que el príncipe
tuvo frente a ella, ahora Sei tenía una muy mala
impresión de su país. De hecho, después de que el
príncipe la dejara en la sala de invocación, ella misma
trató abandonar el reino. Aunque, de alguna forma,
ellos se las arreglaron para detenerla y el oficial la
persuadió para que se quede en el reino, el estado de
su situación seguía un poco preocupante, por no decir
más.

No había precedentes de dos Santas


apareciendo simultáneamente, mucho menos sobre
dos de ellas siendo invocadas al mismo tiempo gracias
al Ritual. En el presente, aquellos en el palacio
compartían la opinión de que solo una de ellas era la

126
Santa. Sin embargo, como estaban navegando a través
de aguas desconocidas, era mejor asumir que ambas
compartían el cargo, ya que no quería correr el riesgo
de que una de ellas abandonara el reino. Por ahora,
ellos habían determinado que ambas chicas se
quedarían en el reino.

Afortunadamente, Sei estaba evidentemente


interesada en uno de los jardines de hierbas dentro del
palacio real y había estado visitándolo constantemente
día tras día. El oficial se esperanzó en que al entablar
lazos amistosos y profundos con otros investigadores,
ella cambiaria su opinión del reino por una más buena.

—En otras palabras, me están ordenando


limpiar el desastre del príncipe Kyle.

—Nuestro plan original era brindarle un tutor


privado que le enseñara más sobre el reino. Eso es más
o menos lo mismo que sucedió con la otra Santa, quien
fue enviada a la academia real por el príncipe Kyle.

—Entonces, como ustedes ya perdieron su


buena voluntad, estarán dejándola hacer lo que le
plazca para así poder ganarse su confianza poco a
poco.

—Eso es correcto. Aunque no podemos


tomarlo con tanta calma... De igual forma,

127
conociéndote, seguramente ya has enviado una lista de
demandas a Asuntos Internos.

—Oh, realmente me conoces. —Johan sonrió y


alzó su copa frente al oficial.

Parece que la suposición del oficial era que,


como un noble, Johan comprendió la posición del
palacio y no tendría ningún problema en aceptar a Sei
bajo su cuidado. Sin embargo, a Johan no le importaba
la actitud del oficial o los descuidos que lo llevaron a
tratar de poner nuevas cargas sobre los hombros de
Johan y sus hombres. Mientras pretendía pensar
detenidamente en el asunto, él reflejaba preocupación
en su rostro; entonces, comenzó a nombrar un
sinnúmero de razones por las que tendría que declinar.

¿A Sei no le resultaría difícil recorrer todo el


camino hacia el instituto día tras día? Había un cierto
número de personas que vivía en el instituto por esa
misma razón ¿Qué haría él si ella decidía hacer lo
mismo? Incluso si ella estaba de acuerdo con vivir en
esas condiciones ¿No sería problemático forzarla a
residir en la inmundicia del instituto? Tal vez, ellos
podrían remodelar uno de los pisos, pero el
presupuesto del instituto estaba lejos de ser suficiente
para algo como eso.

128
Johan mencionó problema tras problema y
finalmente consiguió que el funcionario le concediera
todas las condiciones que él deseaba. Cuando su
hermano vio como él forzaba casualmente al
funcionario para remodelar todo el instituto de
investigación, poniendo como excusa que era por el
“bienestar de la Santa”, su expresión se tensó. Johan
lo ignoró. Una vez que sus negociaciones estaban
completas, reconstruir las futuras habitaciones de Sei
se convirtieron en la máxima prioridad, y ellos
completaron todo a la increíble velocidad de una
semana. Afortunadamente, las habitaciones
estuvieron completas antes de que ella se mudara.

—Pero es extraño. Si ellos estaban tan


desesperados por mejorar su estado de ánimo, ¿por
qué todos esos oficiales la abandonaron una vez que
terminaron de escoltarla a su recamara?

—¿A que te refieres con abandonarla? —


Preguntó Albert.

—Ella se quejó de esto con otros


investigadores. Aunque se le concedió su propia
recamara dentro del palacio real, ellos la dejaron
completamente sola, por lo que terminó sintiéndose
increíblemente aburrida.

—¿A que te refieres? Eso no se parece en nada


a lo que yo escuché.

129
Johan levantó una ceja ante la protesta de
Albert.

De acuerdo a Albert, los rumores decían que


después de que dos posibles Santas fueron convocadas
dentro del palacio, una de las doncellas comenzó a
sentirse mal y terminó postrándose en la cama. Aunque
era verdad que Sei había estado exhausta después de
su invocación, esto se debía a la diferencia horaria
entre el reino de Salutania y Japón. Al momento de la
invocación, en Salutania todavía era de día, mientras
que en Japón se encontraban en medio de la noche.
Consecuentemente, después de haber sido guiada
hacia su recamara personal, Sei inmediatamente
colapsó encima del sofá y se quedó dormida al instante.

Después de encontrar a Sei en un estado que se


asemejaba bastante al coma, la chica encargada de
cuidarla avisó rápidamente al oficial acerca de su
condición. Dada la diferencia entre el estado
inconsciente de Sei y su furia desatada hace unas pocas
horas, ellos solo pudieron suponer que su salud estaba
tomando un giro en la dirección equivocada. Su piel
extremadamente pálida debido a los interminables días
de trabajo extra y las bolsas bajo sus ojos, gracias a
años de privación de sueño, solo la hicieron parecer
más enferma.

130
El oficial convocó al médico de la corte e hizo
que examinara a Sei; afortunadamente, el diagnóstico
del doctor fue que ella simplemente estaba exhausta.
No había signos evidentes de alguna enfermedad
importante. Por lo tanto, el oficial arregló todo para
que Sei pudiera descansar apropiadamente durante un
tiempo, lo que incluyó un número reducido de
visitantes. Esta serie de inconvenientes habían
contribuido en el tardío descubrimiento del rey acerca
de las dos posibles Santas. Aunque, Albert sospechaba
que las ansiedad y el temor del oficial tuvieron que ver
en su resistencia a la hora de reportarle todo al rey.

—Ya ve0. Ahora que lo mencionas, cuando ella


comenzó a visitar el instituto, su tez era muy pálida y
lucia bastante cansada.

—¿Cómo está ahora?

—¿Ahora? Hmm... yo diría que mucho mejor.

Ahora que pensaba en ello, Johan se dio cuenta


de que la temprana aparición de Sei podía ser
fácilmente interpretada como la de alguien propensa a
enfermarse. Había pasado un tiempo desde aquello y
su piel seguía un poco pálida, como si hubiera estado
encerrada dentro del instituto todo el día; pero, ahora,
los círculos bajo sus ojos eran más pequeños y ella lucia
mucho más enérgica.

131
—Ya veo... ¿Ella esta comiendo
apropiadamente?

—¿Qué clase de pregunta es esa? ¿Qué eres? ¿Su


padre?

—C-Cállate. Últimamente he estado


escuchando que la chica que el príncipe Kyle esta
cuidando no ha estado comiendo mucho y eso se ha
vuelto un problema.

—¿Es eso cierto?

—El jefe de cocina ha intentado de todo, pero


ella a penas toca su comida. Su alteza teme que uno de
estos días ella se desmaye por la desnutrición.

—Ahora que lo mencionas, Sei tampoco come


mucho.

—¿Puede que sea una practica común del lugar


de dónde vienen?

—Buena pregunta. Después le hablare sobre


ello.

Como Sei y Aira habían sido invocadas desde


Japón, amabas encontraban la gastronomía de
Salutania carente de sabor. Los mezquinos

132
condimentos significaban que la mayor parte del sabor
provenían de los ingredientes que conformaban el
plato, y esto no era un tema de interés para ambas. Era
por esa razón que ninguna tenía mucho interés en la
comida del reino, pero el príncipe se encargaba de dar
órdenes a diestra y siniestra, inmensamente
preocupado por la salud de Aira, la otra Santa
potencial. Todavía no había conseguido resultados
satisfactorios.

—El príncipe Kyle es verdaderamente


entusiasta sobre esto. —Murmuró Johan.

—Bueno, sabes cómo es... —Albert lucía un


poco decaído, pero Johan entendía que quería decir
con eso.

Actualmente, había tres príncipes en el reino de


Salutania. Por generaciones, el hermano mayor de
todos los príncipes era quien siempre se convertía en
rey, así que el primogénito del rey era tratado como el
príncipe heredero de la corona. Sin embargo, en el
presente, el segundo príncipe del reino resultó ser un
joven excepcionalmente talentoso quien fue capaz de
reunir el apoyo de un cierto número de facciones —
aquellos que preferían verlo a él sentado en el trono.

En realidad, el segundo príncipe no esperaba


nada de eso y el rey había negado cualquier intento de
oponerse a la tradición, por lo que todavía no se había

133
convertido en un gran problema. Sin embargo, el
príncipe heredero ya había notado que era inferior a su
hermano en bastantes campos, y no podía evitar
preocuparse de la existencia de fuerzas externas que
irían en su contra en el futuro.

Johan era consciente de que el príncipe Kyle


había pedido supervisar la Ceremonia de Invocación
Santa por que esperaba, que de esa forma, él podría
ganarse el apoyo de algunos nobles.
Desafortunadamente, al provocar la ira de Sei, él se las
arregló para hacer exactamente lo opuesto y ahora se
estaba sintiendo incluso más presionado que antes.

—¿Su alteza sigue encargándose de los asuntos


relacionados a ambas Santas?

—Sí. Su majestad esta preocupado por la


torpeza de su hijo, pero decidió que por ahora
observaría como su alteza se encaraba de todo,
especialmente por que tener a alguien más a cargo
ahora podría conducir a futuros conflictos. Ambos
tuvieron suerte cuando tu te las arreglaste para aclarar
la mente de la otra potencial Santa. Él debió estar
esperanzado en que su alteza todavía podía
recuperarse.

—En especial cuando una lucha por la corona


podría sumergir al reino en el caos. —Johan suspiró; él

134
había predicho que tal caos sería inevitable si ocurría
cualquier conflicto interno por la corona además del ya
existente miasma.

El príncipe Kyle era trágicamente apto para dar


una mala primera impresión y podía ser un poco
impulsivo y directo, pero muchos pensaban bien de él
por compasión. Además, él tenía el apoyo del segundo
príncipe y de sus sirvientes más cercanos, así que
realmente no había problemas en cuanto a su
coronación. El rey no dudo al pensar que era mejor
perder unos pocos puntos de popularidad entre
algunos nobles, a perder una de las posibles Santas; así
que si el príncipe Kyle podía ganarse el favor de Sei,
todavía habría esperanza para él.

—Todavía sigue siendo extraño que haya dos


de ellas... Quiero decir, ¿la ceremonia realmente fue un
éxito? Nunca hemos tenido más de una Santa antes. —
Dijo Johan.

—Fue, indudablemente, un éxito.

—¿Dónde están las pruebas?

—El número de monstruos ha comenzado a


disminuir.

Desde que la ceremonia fue completada, los


caballeros habían sido capaces de ver los efectos que

135
sus regulares expediciones para matar monstruos
causaban. Estos en sí no habían desaparecido de la faz
del reino, pero la velocidad a la que aparecían había se
había frenado; por lo tanto, la cantidad absoluta de
monstruos había disminuido en gran medida. Como
resultado, los caballeros creían que la ceremonia había
sido un completo éxito y que la Santa seguramente
estaba dentro del palacio. Ellos reportaron esto a sus
respectivos líderes.

Ellos seguían sin tener idea de quién de las


mujeres era la verdadera Santa —o si ambas lo eran —
dado que el gran mago de la Asamblea Real de Magia,
quién era el único capaz de identificar de forma segura
la identidad de la Santa, seguía inconsciente; pero,
pensando positivamente, el sentimiento de que una
tragedia se acercaba al reino lentamente había
desaparecido del palacio.

—Ya veo. Sería mejor ver que las cosas también


mejoren por tu lado. —Dijo Johan.

—Sí... —Respondió Albert. —Mis caballeros


estás exhaustos, estoy seguro de que puedes imaginar
mi situación.

—¿Tu próxima caza tendrá lugar en el bosque


occidental?

136
—No, primero haremos una ronda en el este.
Una vez que terminemos con el oeste, planeo tomar un
largo descanso... en cualquier caso, más largo que los
habituales. El bosque occidental puede llegar a ser más
peligroso que el bosque oriental y que el bosque del
sur, pero al ritmo que vamos, no creo que tengamos
problemas.

—Bueno, dudo que algo pueda ocurrirte, pero


ten cuidado.

—Lo tendré.

No tenían forma de saber que, en un


videojuego, básicamente habían activado una cierta
bandera siniestra con esa conversación.

137
Cuarto Acto
Productos para el cuidado de la piel

En el quinto mes después de mi


invocación, Jude me encontró mientras trabajaba
en la destilación de un aceite esencial hecho a
base de lavanda que yo misma había plantado y
cosechado en el jardín.

—¿Qué estás haciendo allí? —Preguntó. —


¿Eso es para una poción?

—No, no. Es para un humectante facial. —


Ese día estaba tratando de conseguir un poco de
agua florar, la cual es un subproducto que se
consigue al elaborar aceites esenciales.

Desde mi llegada a este mundo, me había


visto forzada a diseñar y producir mis propios
productos para el cuidado de la piel. Antes estaba
un poco interesada en los cosméticos caseros,
pero ahora estaba siendo obligada por las
necesidades que tenía. No era como si este
mundo careciera del concepto de los cosméticos,
solo que esas lociones y cremas eran tratados
como ítems lujosos y exclusivos que solo la
nobleza podía permitirse tener.
Afortunadamente para mí, yo trabajaba en el
Instituto de Investigación sobre Flora Medicinal.
Disponía de todas las herramientas e instalaciones
que necesitaba para elabora mis propios
cosméticos, sin mencionar que tenía acceso a
cualquier ingrediente que pudiera imaginar.

—Huh, así que las hierbas también se


pueden usar de esta forma.

—¡Y las flores! Tales como las rosas y


similares.

Debo aclarar que, aunque este mundo


tenía el concepto de “productos para la piel”,
esto eran... como decirlo, diferentes a las
pociones. La mayoría de las recetas que se
utilizaban para elaborarlos eran cuestionables,
dado que contenían ingredientes que por nada en
el mundo pondría sobre mi rostro.

En realidad, al inició traté de usar pociones,


pero rápidamente noté que estaba siguiendo el
camino incorrecto. Las pociones eran hechos
exclusivamente para curar heridas; ellas no tenían
ningún efecto humectante como las lociones que
necesitaba.

—¿No estuviste haciendo lo mismo más


temprano? —Preguntó Jude. —¿También usaste
lavanda en ese momento?

139
—Lo hice, pero eso no era para un
humectante.

—Ah. ¿Era para algo con un efecto


diferente?

—Supongo que esa es una forma de


ponerlo, aunque generalmente, el producto final
es bastante similar.

—¿En serio? Bueno, estoy seguro de que


cualquier cosa que hagas terminará siendo
increíblemente efectiva.

Sonreí irónicamente ante el comentario de


Jude.

Era verdad, los productos para la piel que


yo hacía resultaban siendo increíblemente
potentes. Una vez, por capricho, imbuí mis
lociones con magia mientras las agitaba y estas
salieron excepcionalmente buenas. La diferencia
en eficacia entre los cosméticos que yo hacía y los
que no tenían magia era como el día y la noche. Al
parecer, los culpables eran mi habilidad de
Farmacéutica y la maldición del cincuenta por
ciento mejor.

Cuando note que mi habilidad de


Farmacéutica podía causar un impacto en los

140
cosméticos que hacía, le pedí a uno de los
investigadores que tratara de hacer el mismo tipo
de loción que yo. Tal como esperaba, su loción
terminó siendo un tanto diferente. Acaba de
descubrir algo sin querer hacerlo; los
investigadores no habían visto el hilo que unía los
cosméticos con las habilidades farmacéuticas
antes, y estaban bastante sorprendidos cuando
notaron la similitud por primera vez.
Probablemente nunca lo notaron porque,
primero, solo un número limitado de personas
adineradas en este mundo podían usar este tipo
de productos; y segundo, los investigadores eran
todos hombres que no tenían un interés real en
cosméticos.

Cuando le reporté esto a Johan, junto a la


persistente interferencia dela maldición del
cincuenta por ciento más efectiva, él comenzó a
reírse mientras decía que sin duda alguna se
trataba de algo que solo yo podía hacer. Aunque,
su risa me pareció algo cansada.

—¿Comenzaste a hacer productos para la


piel después de que llegaras al instituto? —
Preguntó Jude.

—Yup.

—Lo sabía.

141
—“¿En serio?” —Miré a Jude con una
expresión confundida.

Jude sonrió tímidamente y dijo.

—Desde que llegaste, te has vuelto mucho


más hermosa.

—¿Huh? —¡¿De dónde vino eso?! Me


quedé boquiabierta, cualquier pensamiento que
tenía se esfumo de mi cerebro. Sin embargo, sabía
que entendía lo que él quería decir, dado que mis
mejillas comenzaban a sonrojarse. Ningún
hombre me había dicho algo como eso antes.
Inesperadamente, me encontré sintiéndome
tímida por primera vez desde que llegué a este
mundo. —¿P-Por qué dirías algo como eso?

—¿Hmm? Pero es la verdad. —Jude se rio


de una manera totalmente despreocupada, a
pesar de que debió haber notado como mis
mejillas estaban ardiendo.

Supongo que debido a la ausencia de


horas extras durante la noche y gracias a mi
habilidad de tener una vida buena y regulada, mi
apariencia estaba cambiando. Los círculos negros
bajo mis ojos que me habían acompañado
constantemente por tantos años ahora había

142
desaparecido, y mi cabello junto a mi piel se
habían vuelto más flexibles y brillantes. Es más, mi
crema para los ojos había mejorado mi vista de
alguna manera, ahora ya no necesitaba usar
lentes.

De vuelta en Japón, mi horario nocturno


significaba que las rutinas de belleza y el vestirse
bien estaban fuera de mi cuota de energía, por lo
que los hombres nunca me prestaron mucha
atención. Pero gracias a los cambios físicos que mi
nueva vida trajo consigo, estaba empezando a
querer mirarme en el espejo. De igual forma, una
mujer impopular es impopular por una razón.
Puede que haya cambiado por afuera, pero en mi
interior seguía siendo la misma Sei que en Japón.
En ese sentido, estaba completamente nerviosa
por la situación frente a mí.

Terminé diciendo algo agudo como...

—Oh, deja de burlarte de mí.

Pero por alguna razón, eso solo hizo que


Jude sonría aún más, aunque si lucía un poco
avergonzado.

143
***
Habiendo dicho todo eso, mi rutina diaria
no difería demasiado a cuando todavía vivía en
Japón. Me levantaba de la cama, cepillaba mis
dientes, lavaba mi rostro, y aplicaba mis propios
productos para la piel. El efecto era
asombrosamente, efectivo. Estaba claro que mis
productos caseros estaban haciendo su trabajo;
lucía mucho más saludable en general. Sonreí
alegremente mientras examinaba mi reflejo en el
pequeño y compacto espejo que había traído en
mi bolso cuando fui invocada.

Sin embargo, seguía sin tener tiempo para


maquillarme —en parte se debía a que no tenía ni
una sola pieza de maquillaje. Sabía lo básico de
cómo elaborar productos para la piel, pero no
tenía ni la más mínima idea de cómo se hacia el
maquillaje, por lo que estaba fuera de mi alcance.
No me importaba mucho, dado que nunca me
gustó mucho llevarlo encima.

Una vez que estaba satisfecha con mi


apariencia, me vestía.

Hoy era mi día libre, así que comencé


holgazaneando sin hacer nada en particular. Pero
eso no duraría mucho.

144
—Estadísticas... —Cante el hechizo para
poder verificar mi condición actual.

Sei Takanashi — Nivel 55 / Santa

HP: 4,867 / 4,867

MP: 6,067 / 6,067

Habilidades de Batalla

Magia Celestial: Nivel ∞

Habilidades de Producción

Farmacéutica: Nivel 30

Cocina: Nivel 8

Hmm. Ambas, tanto mi habilidad de


Farmacéutica como mi habilidad de cocina habían
subido de nivel. Un poco más de preparación de
alimentos y mi habilidad de cocina estaba
destinada a seguir creciendo, pero últimamente
había sido difícil hacer que mi habilidad de
farmacéutica incremente su nivel, no pasaba
nada, aunque me pasara el día elaborando
pociones de alta categoría. ¿Acaso existía alguna
poción que era más potente que las que ya sabía
hacer? Los libros de medicina que estaban el
Instituto no describían algo como eso, pero ¿tal
vez en la librería del palacio podría encontrar un
libro con recetas más potentes?

145
—“¿Vas a comenzar un nuevo proyecto en
tu día libre? ¡En verdad eras una adicta al trabajo!”

Pensé para mí misma; pero, aun así, no


había nada más que realmente quisiera hacer.
Supongo que podría haber salido de compras en
la capital, pero nunca había estado fuera de los
territorios del palacio y para ser honesta, me
sentía un poco nerviosa sobre eso.
Probablemente sería distinto si tuviera a alguien
con salir, pero...

—“¡Como sea! Pasaré el resto de mi día


libre en la librería, leyendo distintos libros sobre
las pociones.”

Jude me encontró bajando las escaleras


desde mi cuarto en el tercer piso, hacia el primer
piso.

—¿Oh? Sei, ¿vas a salir?

Él estaba cargando una caja con sus dos


manos, y esta estaba repleta de hierbas. Diferente
a mí, él estaba de servicio hoy y ahora mismo se
encontraba llevando los suministros hacia el
interior del instituto.

—Yup, me dirijo a la librería del palacio. —


Le respondí.

146
—Ya veo. Hoy es tu día libre, ¿cierto?

—Así es.

—Entonces, nos vemos luego.

—¡Adiós!

Caminé afuera del instituto y me dirigí


hacia el palacio. Llegar al lugar me tomó unos
familiares treinta minutos, aunque supongo que
podrías llamarlo un buen ejercicio rutinario. Hoy
en día, no me dedicaba mucho a ello, pasaba la
mayor de mi tiempo encerrada dentro del
instituto jugando con pociones. Probablemente
necesitaba salir un poco más. Aunque, debo
admitir que era un dolor hacerlo...

Después de unos minutos, por fin llegué al


palacio. Ya había estado en la librería en repetidas
ocasionas debido al trabajo, así que me sabía el
camino de memoria. En el camino, me fijé en los
jarrones y en las pinturas que decoraban los
pasillos. Como se esperaría de un palacio, cada
uno era completamente exquisito. Patrones
delicados decoraban los jarrones de cerámica, y
las elegantes pinturas representaban un
exuberante escenario. Disfrute con solo verlos
por unos minutos; supongo que se siente igual

147
que ver las exhibiciones de un museo de arte
sobre arte medieval.

Antes de notarlo, había llegado a mi


destino. Cuando abrí la puerta de la librería, me
encontré con la vista de motas de polvo flotando
a través de la luz del sol que entraba por una
ventana en lo alto de la habitación. No había
muchas ventanas ya que querían proteger los
libros de deteriorarse muy rápido, así que la luz
era débil. En esa penumbra, comencé mi caza a
través de los libros que estaban en los estantes.
Escogí uno de ellos, me senté en una silla cercana
y comencé a leerla.

Era bastante interesante saber que, a


pesar de que el contenido de los libros no estaba
escrito en japonés, yo podía entender lo que
estaba escrito en ellos. Puede que la traducción
instantánea haya sido una de las habilidades que
adquirí gracias a la invocación. Aunque, creo que
yo terminaba leyéndolos en japonés dentro de mi
cabeza. Se sentía un tanto divertido. No sé cuánto
tiempo estuve sola dentro de la librería, pero justo
cuando me estaba levantando para devolver el
libro a su lugar, escuché como la puerta se abría
con un chirrido. Esto no era extraño de por sí, ya
que todos los empleados del palacio tenían libre
acceso a la librería. Dirigí mi mirada a la puerta,
asumiendo que sería uno de los típicos oficiales,

148
pero para mi sorpresa encontré a una adorable
niña en un extravagante vestido. Su cabello rubio
pulcramente rizado colgaba en un recogido
parcial y sus ojos azules eran penetrantes.

—“Ella debe ser la hija de algún noble. Uno


de los altos rangos en eso”

Personas como ella se podían encontrar en


todos lados dentro del palacio, pero esta era la
primera vez que veía a una noble como ella dentro
de la librería. Debo de haber estado viéndola
fijamente, dado que ella también notó mi
presencia. Ella sonrió positivamente; yo incliné mi
cabeza reflexivamente. Estaba bastante segura
de que sería un poco rudo seguir viéndola de
manera tan directa, así que tomé eso como una
señal para regresar a mi lectura. Pero unos
momentos después, un libro fue depositado en la
silla que estaba frente a mí.

Cuando miré hacia arriba, encontré a la


joven noble, quién había comenzado a leer. Había
una gran cantidad de asientos libres dentro de la
habitación. Me pregunté por qué ella había
elegido este particular lugar, pero decidí no
fijarme en ello y una vez más me sumergí en mi
lectura. En el momento que terminé de leer el
último libro de la pila que había tomado de uno de
los estantes, escuché como la campana sonaba

149
tres veces, señalando que ya era tarde. Me di
cuenta de que había estado más tiempo de lo
planeado en la librería y decidí que ya era hora de
volver al instituto.

Justo cuando me levanté, la chica se dirigió


a mí.

—Discúlpeme.

—Ah... ¿Si?

—¿Podría ver ese libro?

Supuse que había tomado un libro que le


interesaba, y ella esperaba poder leerlo antes de
que yo lo devolviera a su lugar. Yo había
terminado con él, así que se lo pasé alegremente.
Sus ojos se abrieron por la sorpresa cuando vio
todos los otros libros que yo mantenía en mis
manos.

—Esa colección arcana entre tus manos...


¿Eres parte del Instituto de Investigación?

—Así es.

—Lo sospechaba ¡No pude evitar notar


que todo lo que estaba leyendo se encontraba en

150
Salutanio Clásico! ¡Yo siempre tuve problemas
para entenderlo!

Huh. Mi habilidad de traducción


instantánea significaba que no me daba cuenta
cuando estaba leyendo un libro escrito en un
lenguaje grueso y clásico. Me reí un poco
incomoda, en un intento de cubrir el hecho de que
no sabía lo complicado que eran esos libros.

—Señorita, ¿usted también está


interesada en las hierbas? —Le pregunté,
tratando, pero probablemente fallando de imitar
la forma en la que los nobles de este mundo
hablaban.

—Sí, eso es correcto. —Ella también


sonrió un poco incómoda.

—“¿Fue por mi pregunta? ¿O por mi terrible


intento de imitar su manera de hablar?” —No
estaba segura de que fue lo que la hizo sentir
incomoda, así que decidí que lo mejor sería que yo
saliera de allí lo más rápido posible, antes de
causarle más estrés.

—Si algún día quisiera hacerlo, por favor


venga a visitar el Instituto de Investigación sobre
Flora Medicinal. Todas las hierbas que aparecen
dentro de estos libros pueden ser encontradas en

151
nuestro jardín. Oh, y... um, mi nombre es Sei, y
trabajo allí.

—Muchas gracias, Sei. Me disculpo por no


presentarme antes. Mi nombre es Elizabeth
Ashley.

—Si me disculpa, ya debería regresar al


instituto.

—Que tenga un buen día.

Devolví los libros a sus respectivos lugares


dentro de los estantes y me escabullí fuera del
lugar.

En el segundo que puse un pie afuera, fui


asaltada por una ola de calor. En definitiva, el
verano había llegado al reino de Salutania. No lo
había notado dentro de la librería, dado que era
típicamente más fresco dentro que en los pasillos
del palacio. Ellos deben de habérselas arreglado
de alguna forma para controlar la temperatura de
los libros que guardaban con tanto recelo.

Me abaniqué a mí misma mientras hacía mi


camino de regreso al instituto. En el camino,
escuché como unos cascos se acercaban por
detrás. Cuando volteé para ver sobre mi hombro,
me encontré con toda una tropilla de caballos. Las

152
personas que los montaban lucían como
caballeros, y tuve el sentimiento de que conocía a
la persona que los lideraba.

—¡Sei! —El líder me llamó. Era el


comandante de los caballeros de la Tercera
Orden, Albert.

—¡Oh! Hola. —Lo saludé cortésmente.

Mientras los caballeros se acercaban a mí,


me di cuenta de que reconocía a algunos de ellos.
Seguramente se trataba del resto de su
escuadrón.

—¿Estás regresando al instituto? —Me


preguntó Albert.

—Así es.

—Si así lo prefieres, súbete y puedo


llevarte el resto del camino.

Una extraña y vacilante sensación se


formó dentro de mi estómago. Todavía quedaba
gran parte del camino antes de llegar al instituto,
y estaba agradecida por la preocupación de
Albert, pero, bueno...

153
—Gracias por la oferta, pero nunca he
montado a caballo.

Albert acercó su mano y dijo.

—Agárrate fuerte.

Tomé su mano vacilando un poco y, fácil


más que cualquier otra cosa, me subió al lomo del
caballo para que me sentara frente a él. Sabía que
no pesaba mucho, pero él debe de ser bastante
fuerte para poder levantar a una mujer de esa
forma —¡usando solo una mano! ¿Acaso todos los
caballeros eran así de fuertes?

—Vámonos. —Albert tomó las riendas


mientras yo seguía tambaleándome y espoleó al
caballo hacia adelante.

Agarré el cuerno de la silla de montar. Fue


un poco desconcertante estar encima de un
caballo como lo era este. Una débil risa provino
desde mi espalda mientras Albert envolvía mi
cintura con uno de sus brazos.

—No te preocupes, no te vas a caer.

—G-Gracias.

154
¿Teníamos que estar tan cerca? Era la
primera vez que sentía como el cuerpo de otra
persona estaba siendo presionado por completo
contra mi espalda. Para una mujer como yo, quien
nunca había tenido admiradores antes, mucho
menos un novio; este grado de intimidad era un
poco, um... ¿difícil?

—“Casi se siente como si me estuviera


abrazando por la espalda” —Cuando ese
pensamiento cruzo mi mente, mis orejas
comenzaron a enrojecer.

—¿Qué estuviste haciendo en el palacio?


—Preguntó Albert.

—Oh, hoy es mi día libre, así que decidí leer


un rato en la librería.

—¿Qué clase de libros estuviste leyendo?

—Había algo que estaba buscando, así que


principalmente trataban sobre hierbas.

Cada vez que él hablaba, su voz vibraba a


través de mi espalda. Aunque mi corazón estaba
latiendo como loco, gradualmente pude
calmarme mientras hablábamos sobre lo que
habíamos estado haciendo.

155
—¿Fuiste a investigar algo en tu día libre?
Eso me suena más a trabajo. —Él sonaba
genuinamente sorprendido.

—Hmm, bueno, pienso más en ello como


un hobby. —Declaré.

—¿Tienes otros hobbies?

—Buena pregunta...

No pude pensar en una respuesta digna


para su pregunta. Quiero decir, pasé la mayoría de
mi tiempo trabajando —aquí, pero especialmente
en Japón —tanto tiempo que realmente no
pensaba en que otra cosa podría considerarse mi
hobby.

Mientras seguíamos hablando, nos


acercamos a la bifurcación de la calle. Uno de los
caminos nos llevaría hacia el Instituto de
Investigación; el otro, a los cuarteles de la Tercera
Orden. Albert les dijo a sus caballeros que el
pretendí llevarme hacia el instituto y se separó del
resto de su grupo. Yo le aseguré que no me
importaba caminar desde ahí, para que el pudiera
seguir liderando a sus caballeros; pero el insistió
en que mi destino no estaba demasiado lejos, y
que quería asegurarse de que estuviera segura
durante el resto del camino.

156
Y así lo hizo...

***
—Sei, esta oración me resulta un poco
complicada de entender. ¿Puedo pedirle que me
diga lo que dice?

—Hmm, déjame ver...

Me había encontrado con Lady Elizabeth


—Liz para abreviar —nuevamente dentro de la
librería, y estábamos hablando sobre libros. Sin
embargo, parecía que yo siempre estaba por irme
cada vez que nos encontrábamos, así que nunca
pudimos charlar por mucho tiempo. Cada vez que
nos veíamos, Liz me haría preguntas sobre los
contenidos de los libros que estaban escritos en
Salutanio clásico o en un idioma extranjero que
ella no era capaz de comprender. Lucía como si
ella estuviera investigando algo, y siempre quería
discutir sobre las partes que le resultaban
particularmente difíciles de descifrar. Al principio,
ella también me preguntaba sobre las estructuras
gramaticales; pero, desafortunadamente, no
pude explicarle nada sobre eso. Yo estaba
limitada a indagar en el contenido de cualquier
libro que me daba.

157
—Ya veo. Así que eso es lo que dice.
Muchas gracias. —Dijo Liz.

—De nada, estoy feliz de ayudar.

—Me disculpo por siempre ser una


molestia cuando usted trabaja.

—Oh, no tienes que preocuparte por eso.


Es un buen descanso.

En comparación con antes, yo había


adoptado una forma mucho más informal al
momento de hablar con ella. Además, después de
la tercera o cuarta vez que nos encontramos, ella
me dijo que la llamara “Liz” en lugar de “Lady
Elizabeth” y me urgió a tratarla como lo haría con
cualquiera de mis amigos. ¿Cómo podría rechazar
la propuesta de una chica tan linda como ella?

—Tienes una piel tan hermosa. —Remarcó


Liz.

Nuestras cabezas estaban bastante cerca


en ese momento, debido a que debíamos leer el
mismo libro mientras hablábamos, así que
supongo que ella estaba lo suficientemente cerca
como para notarlo. De igual forma, este cumplido
siguió tomando por sorpresa al venir de una chica
tan llamativa como ella. La piel de Liz era perfecta,

158
como si se tratara de una muñeca hecha de
porcelana; incluso cuando estábamos así de
cerca, seguía sin poder ver sus poros. Además,
bueno, yo no estaba acostumbrada a recibir
cumplidos como ese, así que no estaba segura de
que decir. Eventualmente, respondí con lo mejor
que pude pensar en ese momento.

—¿Eso crees? —Ella sonrió y yo pensé. —


“¡Que hermosa!” —Mientras Liz insistía.

—Es muy fácil broncearse en cualquier


lugar durante esta temporada, sin importar que
tanto te cuides. ¿No mencionaste antes que
trabajabas en los jardines del instituto? Y, aun así,
tu piel no se coloreado en lo más mínimo. El tono
de tu piel es impecablemente uniforme.

—¿En serio? Según yo, tu tampoco te ves


muy bronceada.

—Oh, por supuesto, siempre me aseguro


de tomar las medidas adecuadas para esquivar la
luz del sol durante el día. Sin embargo, no puedo
evitar preguntarme qué clase de lociones o
ungüentos usas.

Dado todo lo que hablamos, no estaba


sorprendida de que Liz estaba interesada en el
cuidado de la piel, aunque ella era más apasionada

159
sobre el tema de lo que había esperado. Tal vez
era porque ella pertenecía a la nobleza de
Salutania; la mayoría de los adultos en Japón no
compartían su conocimiento sobre el tema,
mucho menos lo hacían los jóvenes estudiantes.
Cuando yo tenía su edad, lo máximo que hacía era
ponerme bloqueador solar.

Ella es alguien a quien podrías llamar una


chica bastante... ¿femenina?

—Yo hago mis propios productos para la


piel. —Le conté.

—¿En serio? —Los ojos de Liz chispearon.


La sola idea de producir tus propios cosméticos
debió haber sonado ridícula para una noble como
ella. Sin embargo, Liz era una estudiante de
herbolaría, y terminó desatando una avalancha de
preguntas; tales como que tipo de ingredientes
usaba y cuáles eran los efectos del producto al
finalizar. Rápidamente comencé a pensar que ella
estaba más interesada en esto que en los libros
sobre los cuales siempre me preguntaba.

Unos minutos después, Liz por fin se


calmó. Entonces, de la nada, ella volvió a tomarme
por sorpresa con sus palabras.

160
—Pero estoy segura de que tus productos
no son la única razón de tu belleza.

—¿Huh? ¿Qué quieres decir?

—Hay alguien que te gusta, ¿no es así?

—“¡¿Qué?!” —Mi mandíbula se abrió de


golpe, y no podía recordar como cerrarla. Liz
comenzó a reírse, mientras escondía sus labios
tras su abanico plegable. ¿Por qué demonios ella
pensaría algo como eso? ¿Yo? ¿Enamorada? No
puede ser ¡Ni en un millón de años! Ni siquiera
tengo el tiempo necesario para pensar en ello. Al
verme tan indefensa, los ojos de Liz volvieron a
chispear desde atrás.

—El otro día, por casualidad escuché un


rumor de que el Comandante de los caballeros
Hawke se ha dedicado a pasar gran parte de su
tiempo con cierta dama.

Más confundida que antes, fruncí el ceño


ante sus palabras.

—¿Quién es el comandante Hawke? —Liz


cerró su abanico de golpe y me miró.

—¿No estas familiarizada con lord Hawke?

161
El único comandante en quien podía
pensar, era Albert. ¿Puede ser que su apellido sea
Hawke? No puedo recordar claramente nuestras
presentaciones. Sin mencionar que Johan
siempre lo llamaba “Al”. Tentativamente, le hablé
sobre él.

—Por Comandante Hawke, ¿te refieres al


líder de los caballeros de la tercera orden?

—Así que si lo conoces.

—Sí, él es un amigo del jefe de


investigadores que trabaja en el Instituto. —
Okey, estábamos hablando de la misma persona.
Pero, no estaba dispuesta a asumir que yo era la
única mujer con quien Albert pasaba su tiempo.

—Bueno. —Dijo Liz. —Alguien dijo que,


hace unos días, vio como una chica montaba un
caballo junto a él.

Erk. El rumor definitivamente trataba


sobre mí. Desde que Albert y yo nos encontramos
aquella vez que salía de la librería, él ha estado
llevándome de regreso cada vez que visitaba el
palacio. Ni más ni menos que sobre un caballo,
justo como los testigos habían descrito. Todavía
seguía sintiéndome nerviosa cada vez que
montaba junto a él, así que usualmente trataba de

162
decirle que no era necesaria; pero entonces,
Albert ponía una cara tan triste, que al final yo
terminaba aceptando. Encima de eso, las
primeras veces él me llevaba directo hacia el
instituto, pero recientemente había comenzado a
tomar otros caminos para enseñarme los
alrededores del palacio. Probablemente, el
testigo del rumor nos vio en uno de esos desvíos.

—Ah... probablemente era yo. —Admití.

—Lo sabía. —Por alguna razón, Liz lucía


aliviada, lo cual me dejó confundida y un poco
preocupada.

—¿Por qué lo dices de esa forma? —


Pregunté.

—¿Hm?

—Te ves un poco, no sé, como si tuvieras


algo menos de lo que preocuparte. ¿Habría algún
problema si la chica hubiera sido otra persona? —
La expresión de Liz rápidamente cambió a una
que parecía decir: “¡Oh, desearía que no hubiera
preguntado eso!” Me apresuré en decirle que no
tenía que contármelo si así lo deseaba, pero
entonces suspiró y sacudió la cabeza.

163
—No, no. Verás, por mi parte, estaba
segura de que se trataba de ti. Sin embargo, en la
academia a la que asisto, existen unos rumores de
que la chica es otra.

—¿Es así?

—Me temo que sí.

De acuerdo a lo que Liz me dijo, parece


que, en los rumores, la chica era una de sus
compañeras de la academia. Esto significaba que
la otra persona, si mal no recuerdo, quince años;
dado que esa era la edad de los alumnos más
antiguos de la academia. ¿Una chica de quince
años con un Comandante? Oof, puedo entender
porque la situación era bastante sospechosa.

—Pero, lord Hawke es mucho más viejo


que las chicas de tu edad. ¿Eso no sería un
problema?

—Oh, para nada. Sería un poco inusual,


pero no lo llamaría problemático.

Supongo que a esto se le llama choque


cultural... Pero entonces, ¿cuál era el problema?
Mientras pensaba en eso, Liz arrugó su rostro y
finalmente se explicó con un poco de disgusto en
su expresión.

164
—Verás, el problema en sí, se concentra
más en la chica que en el comandante.

—¿Cómo?

—Desafortunadamente, ella ha sido la


causa de algunas situaciones un tanto
problemáticas... dado que se ha vuelto
inusualmente cercana a cierto número de chicos
que ya estaban comprometidos.

—“¡¿Comprometidos?!” —Por supuesto


que sabía cómo funcionaba este mundo, pero si
hablamos de manera lógica, el concepto todavía
me resultaba un tanto extraño. No obstante,
puedo entender lo problemático que sería si el
“prometido” de esta chica escuchara los rumores
sobre ella.

De acuerdo a lo que entendí, era común


que los chicos nobles que atendían a la academia
se comprometieran alrededor de esa temprana
edad. En este reino, eras libre de casarte con
quien quieras una vez que te convertías en adulto,
y la adultez se conseguía al cumplir los quince. Así
que, tal vez no era tan “temprana” como
pensaba. En cualquier caso, quería escuchar más.

—Dime, ¿Lord Hawke está comprometido?

165
—No lo creo.

—Ah. Por como describiste la situación,


pensé que debía tener a alguien.

Unas chispas de malicia habían retornado


a los ojos de Liz.

—Si el tuviera una prometida, entonces el


hecho de que fue visto cabalgando con una chica,
resultaría siendo un problema.

—Oh, hm. Eso es verdad.

—Hee hee. Lord Hawke es un caballero


que prioriza sus modales, así que no creo que
debas preocuparte por eso.

Por un momento, dudé si verdaderamente


había cruzado la línea con Albert, pero poco
después mis temores desaparecieron. No importa
en qué mundo te encuentres, no era bueno estar
involucrado en actividades dignas de rumores con
alguien que ya estaba comprometido.
Honestamente, tuve el presentimiento de que los
rumores sobre nosotros serían algo
problemáticos para un comandante como Albert,
incluso si no estaba comprometido. A diferencia
de mí, él podía tomarse el tiempo de evaluar y

166
escoger a su pareja ideal. Si tan solo pudiera
explicarles a las personas que él siempre me
llevaba al instituto porque era alguien amable por
naturaleza. Me sentí horrible al imaginar que
Albert podría perder la oportunidad de encontrar
el verdadero amor por culpa de estos rumores.

—Aunque así sea, no hay nada interesante


ocurriendo entre nosotros. —Le dije a Liz.

—¿Oh? ¿En serio?

—¡Sí! D-De todos modos, dime más acerca


de lo que este rumor está haciéndole a tu escuela.

—Oh, está bien. Bueno, debido al rumor


de que ella había cortejado al “Caballero de Hielo”
...

—Espera, ¿quién es el “Caballero de


Hielo”?

Liz parpadeó por unos momentos.

—Lord Hawke.

De acuerdo a Liz, Albert era conocido


como el “Caballero de Hielo” por su experiencia
con la magia de hielo y por qué raramente
mostraba emociones.

167
—“Espera, ¿qué? Él siempre sonríe cuando
está conmigo...”

—Dado que lord Hawke es tan querido por


todos, ellos estaban diciendo cosas como “está
coleccionando de nuevo”. —Liz continuó.

—Lo que supongo, significa ¿que los


chicos con los que está familiarizada también son
populares?

—Eso es correcto. —Liz puso una mano en


su mejilla y suspiró tristemente.

Así que, para resumir, una de las


compañeras de su academia tiene a todos los
chicos populares comiendo de su mano y
esperándola para todo. Alguien asumió
erróneamente que ella también se había
involucrado con alguien como Albert, quien era
popular fuera de la academia, y ahora todo se
estaban quejando de eso.

Pero, ¿por qué Liz lucía tan cabizbaja?

—Te ves un poco molesta. Pero no estoy


segura de cómo te afecta toda esta situación...
¿Lo hace?

168
—Me temo que sí. Las novias de los nobles
que la chica ha cortejado se la pasan pidiéndome
ayuda.

—¿No deberían estar ellas haciendo algo


para que sus prometidos dejen de para tiempo
con ella en lugar de molestarte a ti?

—Ellas dicen que ya han manifestado sus


frustraciones, y de manera muy clara; pero, aun
así, el problema no ha mejorado.

—Sé que esto puede sonar un poco rudo,


pero, en este momento ¿no eres impotente al
ayudar en esta situación?

—En efecto...

Liz suspiró nuevamente y bajo sus ojos... la


viva imagen de la depresión. Al menos, me hizo
querer ayudarla desde el fondo de mi corazón.
Pero como alguien que tiene cero experiencias
sobre asuntos relacionados al corazón, no tenía
consejos que dar.

—Hace unos días, una de las chicas dejó de


asistir a la escuela. —Confesó Liz.

Según Liz, el prometido de la joven era uno


de los admiradores de la compañera

169
problemática, pero había otro problema. Al tener
quince, la chica estaba sufriendo un caso leve de
acné y ya llevaba un tiempo preocupada por su
apariencia. Intentaba de todo para limpiar su
rosto, pero nada funcionaba completamente.
Como resultado, ella era incapaz de hacerse ver
tan hermosa como ella debería ser y se sentía
menos que los demás.

Un día, la joven doncella escuchó que su


prometido había halagado a la chica mientras
hablaba con unos amigos que tenía. Liz estuvo
con ella en ese momento, así que escuchó cuales
fueron las palabras exactas que había usado. Él
había dicho que la piel de la chica era tan suave
que quería tocarla y que ella siempre se vestía de
una manera tan femenina. De cualquier forma,
todo se resumía a que el chico estuvo halagándola
por un buen tiempo.

En ese momento, Liz y la chica se alejaron


silenciosamente antes de que los chicos notaran
que habían escuchado toda su conversación. La
joven doncella estaba devastada. Su prometido
nunca la había halagado de esa manera, y ahora
temía que él no estuviera satisfecho con su
apariencia. Ya deprimida por sus persistentes
granos, esta revelación la hizo sentir tan ansiosa
que fue incapaz de dejar su cama a la mañana
siguiente.

170
—Si tan solo pudiera hacer algo con esas
imperfecciones, estoy segura de que se sentiría
un poco mejor. —Dijo Liz.

—Eso es verdad. —Estaba reflexionando


sobre la situación. No podía aconsejarla sobre un
tema tan complicado como lo es el amor... pero
puede que sea capaz de ayudar de otra forma. —
Tal vez pueda ayudarla a deshacerse de esos
granos.

—¡¿En serio?! —El hermoso rostro de Liz se


iluminó como nunca antes.

Asentí con una sonrisa y procedí a


explicarle todo lo que aprendí sobre cuidado de la
piel cuando todavía vivía en Japón, no me guarde
ni el más mínimo detalle, y de esa forma pasamos
otra hora más dentro de la librería. Una vez que
Liz y yo nos separamos después de haber
terminado nuestra conversación, me senté a
pensar sobre que otros materiales podría usar
para elaborar mis cosméticos. Quería hacer todo
lo que pudiera para ayudar a la joven doncella,
incluso si solo era con el acné. Justo cuando
estaba preparando los ingredientes, Jude pasó
cerca de mí.

171
—¿Otra vez con los productos para la piel?
—Él pudo adivinar lo que estaba haciendo con
solo ver los ingredientes sobre mi mesa.

Asentí a su pregunta.

—Sí, estoy tratando de ayudar a alguien.

Mientras yo trabajaba sin descanso en mi


nuevo proyecto, Liz hizo que su amiga le dijera
que métodos ya había probado. Segura de sí
misma, Liz me reportó que la chica usaba
productos con ingredientes terribles y se sometía
a tratamientos muy dudosos que sonaban más
como hechicería en lugar de cuidado personal.
Por todo lo que sabía, uno de esos métodos era la
mejor manera de deshacerse de los granos en
este mundo, pero por ahora, le dije a Liz que
convenciera a su amiga para que deje de
someterse a esos tratamientos hasta que pruebe
lo que yo estaba haciendo exclusivamente para
ella. Necesitábamos ser científicas, de esa forma
sabría qué clase de efectos tendría mi loción. Liz
le transmitió todo a la chica, incluyendo como
lavarse la cara, que clase de comida podría afectar
a su piel, y que ella definitivamente tenía que
dormir apropiadamente.

La loción que hice era una clase de seguro


en caso de que las rutinas no funcionasen o no

172
fueran suficientes. Después de haber combinado
los ingredientes —todos los que había escuchado
que ayudaban a combatir el acné —en un
contenedor de cristal, los removí con una varilla
delgada de vidrio mientras imbuía magia en este.
Mientras lo hacía, me encontré deseando de
manera sincera que los granos sanaran y que la
piel de la chica quedara limpia. Usualmente no
hacía esto cuando elaboraba mis productos, pero
esta vez era una ocasión especial. Mientras
mantenía ese deseo en mi mente, los contenidos
del recipiente comenzaron a brillar. Nada como
eso había ocurrido antes, así que estaba un poco
asustada. Usé una cucharita para sacar un poco
del producto final y lo puse en la parte trasera de
mi mano para probar sus efectos; sin embargo, no
sentí ningún cosquilleo preocupante ni nada por
el estilo.

—“Supongo que haré un parche de prueba.


Se lo daré Liz una vez que esté segura de que no es
peligroso.” —Pensé mientras empezaba a
elaborar otra loción.

Dos semanas después de que le entregué


el producto final a Liz, la encontré esperándome
en la librería, con el entusiasme desbordando su
cuerpo.

173
—¡Sei! ¡Esos productos que hiciste para mi
fueron increíbles!

Estábamos en la librería, pero ella apenas


podía contener el volumen de su voz mientras
caminaba emocionada hacia mí. Liz le dio los
productos a su amiga el mismo día que yo se los
había entregado, así como también se aseguró de
transmitirle mis instrucciones sobre cómo
solucionar el acné. La joven doncella se había
rendido en tratar de deshacerse de los granos que
tanto la molestaban, pero de todas formas fue y
siguió las instrucciones. Sorpresivamente, ella
comenzó a ver los resultados al día siguiente, y
todos en su familia estaban alentándola a seguir
con el tratamiento. Una semana después, ella
volvió a la academia. La otras jovencitas estaban
alborotadas por el increíble cambio en su
apariencia.

—Aunque me temo que ahora tenemos


otro problema. —Me confesó Liz, pero no lucía
tan preocupada por ello.

—¿Qué sucede? —Pregunté mientras


inclinaba mi cabeza. Una vez que escuché su
respuesta, lo lamenté un poco. Ella no estaba
bromeando al decir que era otro problema.

174
—Ahora todas quieren el mismo tipo de
producto que hiciste para ella.

No solo habían desaparecido los granos de


la joven, ahora tenía una piel impecable. El cambio
había alentado los deseos de las demás damas
sobre mejorar el estado de su piel. Ellas
demandaban que necesitaban saber qué clase de
productos había utilizado, y como la doncella les
dijo que los había conseguido por Liz, ahora ellas
la estaban molestando en su lugar. Liz se reusó a
decir algo más aparte de que los productos habían
sido fabricados exclusivamente para su amiga,
pero las chicas seguían molestándola.

—Dudo mucho que seas capaz de cumplir


con todos sus pedidos. —Explicó Liz.

—Eso es correcto.

No solo era el problema de tener que darle


una loción a todas las que estaban interesadas,
sino que también estaba el hecho de que tendría
que mantener su producción para poder
satisfacer las necesidades del uso continuo. Le
dije a Liz que me dejara pensarlo un poco y que
tenía que regresar al instituto. Sin embargo, no
pude pensar en ninguna solución para el
problema que ahora me asechaba. En tiempos
como este, la mejor cosa que podía hacer era

175
pedir los consejos de alguien más, así que fui a
hablar con Johan.

—Entonces, ¿tienes alguna idea? —Le


pregunté.

—Tendrás que ir y hacerlo otra vez.

A pesar de lo divertidos que encontraba


todos mis problemas, Johan era una buena
persona. Nos pusimos a pensar en ello por un
buen tiempo y al final decidimos que lo mejor sería
darle mi receta a una tienda con la que Johan tenía
relaciones amistosas, la cual vendería los
cosméticos por nosotros. Los productos que la
tienda elaboraría no serían igual de efectivos que
los míos, pero definitivamente funcionarían.

Cuando le conté a Liz sobre nuestro plan,


la palabra de milagrosos productos para la piel
viajo rápidamente a través de los labios de las
jóvenes damas hasta llegar a los oídos de sus
familias. Pronto, las lociones terminaron siendo
tan famosas, que estas se acabaron el mismo día
que salieron a la venta.

Naturalmente, Johan había vendido la


receta a cambio de obtener un porcentaje de las
ganancias que la tienda obtendría con las
lociones, y no es necesario decir que el instituto

176
de investigación recibió una muy buena parte de
ellas.

177
Quinto Acto
La Capital Real

En el sexto mes desde mi invocación,


toqué la puerta de la oficina de Johan, buscándolo
para hablar con él.

—¿Puedo pasar?

Entré a la habitación una vez que me lo


permitió, llevando un carrito con un set de té
sobre este, unos sándwiches, y finalmente unos
dulces. Johan y el Comandante Albert estaban
sentados frente a frente, esperándome.

—Eso luce delicioso. —Dijo Johan


mientras me preparaba la mesa alegremente.

Ambos hombres tenían su mirada puesta


en los platos que había llevado. Se suponía que
ese día no tenía que trabajar, pero cuando
escuché que Albert estaba viniendo al Instituto de
Investigación sobre Flora Medicinal por alguna
razón que desconozco, decidí preparar algún tipo
de bocadillo para acompañar su té de la tarde.
Como no teníamos una bandeja de tres niveles,
tuve que poner la comida en platos normales. Liz
me había dicho que si estaba bien usar platos con
apoyo para las fiestas de té que el palacio
organizaba. Serví el té dos tazas y las puse frente
a Albert y Johan. Finalmente, me serví una taza a
mí misma y me senté al lado de Johan. Vi como
Albert se ponía un poco inquieto, pero decidí no
pensar mucho en ello. Quiero decir, con solo
pensar en sentarme junto a él, comenzaba a
ponerme bastante nerviosa.

—Gracias por preparar esto a pesar de que


hoy es tu día libre. —Dijo Albert a modo de
disculpa.

—Oh, no te preocupes por eso. Me


encanta cocinar, así que no hay problema.

Puede que haya sido mi día libre, pero


usualmente solo me ocupaba en las mismas cosas
que siempre hacía. Además, como Albert trajo
algunos dulces consigo, estaba feliz de poder
convertir esa reunión en una auténtica fiesta de
té. Los dulces de Albert eran delicados y tenían
una gran variedad de colores.

Al parecer, habían sido hechos a base de


algunas frutas. Azúcar había sido espolvoreado en
la punta de cada uno y eso los hacía lucir
extremadamente dulces. Desde que llegue al
reino, nunca había tenido la oportunidad de ver
algo que podría llamar “postre”, así que esperaba
con ansias probar estos dulces.

179
Johan y Albert habían terminado de hablar
sobre cualquier motivo por el que Albert había
venido a discutir, así que los tres tuvimos la
oportunidad de charlar mientras disfrutábamos la
comida.

—De igual forma, parece que eres del tipo


trabajador. —Dijo Albert.

—¿Eso crees? —Pregunté

—Es tu día libre y sigues en el instituto


cuando podrías estar en cualquier parte.

—Bueno, vivo aquí. Y me gusta hacerme


cargo de cualquier quehacer siempre que tengo el
tiempo.

Estaba haciendo exactamente lo mismo


que hacía durante mis días libres en Japón. Me
ocupaba de completar cualquier cosa que
pudiera, como lavar la ropa o limpiar el
departamento donde vivía en aquel entonces. Sin
embargo, aquí, terminé todo en la mañana y
afortunadamente, había un sirviente que se
ocupaba de la ropa por mí, dejándome con mucho
tiempo libre.

180
Hace poco me enteré de que la mayoría de
investigadores que vivían en el instituto
provenían de familias nobles y que nunca habían
lavado su ropa antes, así que contrataban a
alguien para que hagan sus quehaceres por ellos.
No obstante, no me gustaba la idea de que
alguien más aparte de mí entrará a mi habitación,
así que me encargue de limpiarla yo misma.
Aunque, estaba segura de que mis colegas tenían
a alguien en específico que se encargaba de ello.
Si no fuera de esa forma, el instituto se habría
convertido en una jungla tóxica hace mucho
tiempo.

—Además de los quehaceres, ¿no sueles


investigar en la librería? Eso es casi lo mismo que
trabajar. —Continuó Albert.

—Pero realmente estoy trabajando menos


si lo comparo cuando vivía en Japón.

Debido a su posición en la corte, tanto


Johan como Albert sabían que yo había sido
invocada gracias a la ceremonia de invocación
santa. Tal vez no querían causarme algún
problema o que me sintiera triste, dado que
raramente me preguntaban sobre cómo era mi
vida cuando vida antes. Aunque, yo solía hablar
sobre el tema ocasionalmente, y gracias a eso

181
ambos se enteraron de que yo vivía en un país
llamado “Japón”.

—Yo solía trabajar desde la tercera


campana en la mañana hasta la medianoche. —
Les dije.

—¡¿Qué?! —Los ojos de Johan se abrieron


como platos y debido al shock no pudo modular el
volumen de su voz. Creo que nunca lo había visto
así antes. Albert no dijo nada, pero la taza que
había llevado a sus labios se había mantenido
quieta desde hace un rato, mientras sus ojos se
encontraban en el mismo estado que los de
Johan.

Por supuesto que estaban sorprendidos.


La tercera campana de la mañana era el
equivalente a las 9 a.m., mientras que la de
medianoche se mantenía igual que en el otro
mundo, justo como lo implicaba el nombre.
Calculando el tiempo que me tomaba vestirme e
ir al trabajo, tenía que levantarme a las 6 a.m.
todos los días, regresando a mi casa a las 2 a.m.
todas las noches. Se suponía que teníamos los
fines de semana libres, pero yo seguí yendo a
trabajar los sábados. Los domingos, me quedaba
en mi departamento ordenándolo todo. Sin
mencionar que probablemente habría tenido
serios problemas de salud si no lo hacía.

182
Por otra parte, en este mundo, las
personas vivían de manera típica con la salida y
puesta del sol. Obviamente, todo difería de
acuerdo al trabajo que la persona desempeñaba
durante su vida, pero nuestro horario de trabajo
en el instituto de investigación también reflejaba
ese estilo de vida. Había estado trabajando desde
las 7 a.m. hasta las 5 p.m. casi todos los días. Eso
era todo, además, durante los descansos me
sentaba y disfrutaba una taza de té con mis
compañeros del instituto o con los caballeros de
la Tercera orden, y nadie se enojaba por ello. Tal
vez solo se trataba de que la vida de las demás
personas era diferente, pero estaba claro que mi
vida actual, era mucho más relajada que antes.
Realmente tenía que calmarme y descansar de
vez en cuando. Supongo que desde la perspectiva
que ambos compartían, se oía como que yo
estaba acostumbrada a trabajar demasiado

—Por trabajo, ¿te refieres a algo como...


que eras requerida para atender a fiestas en la
tarde o algo como eso? —Pregunto Albert.

—No. Yo era una “plebeya”, por decirlo de


alguna manera.

Sabía que estar presente durante las


fiestas era algo que los nobles requerían algunas

183
veces. Tal vez existían personas en Japón con una
ocupación similar, pero imagino que solo las
celebridades y parecidos eran quienes se
preocupaban por algo así.

—Una plebeya que suena tan ocupada


como nuestro primer ministro. —Johan repetía
esas palabras mientras reflexionaba sobre estas
mismas.

—Oh, todos aquellos a quienes conocía


vivían de la misma forma.

—Realmente suena a que trabajas igual de


duro que uno de funcionarios.

—¿En serio?

Los funcionarios gubernamentales de este


mundo lucían un tanto desordenados si los
comparaba con los de mi mundo. Sin embargo, la
mayoría de ellos pertenecían a familias nobles.

—Oh, ahora todo tiene sentido. —Dijo


Johan, como si por fin comprendiera algo,
mientras estiraba su mano hacia mi cara.

—Hey, ¿qué estás haciendo?

184
—Solo estaba pensando en lo hermosa
que te has puesto desde que llegaste a nuestro
mundo.

—¿Huh? ¿Por qué dices algo como eso?

—La condición de tu rostro cuando


llegaste por primera vez al instituto de
investigación lucía exactamente igual a la que uno
de nuestros funcionarios pone cuando está
especialmente preocupado. —Johan tocó mi
mejilla con sus dedos y después pasó su pulgar
suavemente por la piel debajo de mis ojos. —Pero
ahora, incluso esos círculos negros han
desaparecido.

Era la primera vez que alguien además de


mi familia tocaba mi rostro de esa forma. Mi
corazón comenzó a latir como loco y estaba
segura de que también estaba sonrojándome en
ese momento. Johan lucía un poco entretenido
por mi reacción. Su expresión no cambió, pero
pude captar un destello de satisfacción en sus
ojos. Había notado que yo no estaba
acostumbrada a que otros me toquen y
últimamente se aprovechó de eso molestándome
como ahora.

—“Ngh”

185
Quería alejarme, pero debido al pequeño
tamaño y espacio del sofá que compartíamos, me
fue imposible moverme como quería; por lo que
termine siendo incapaz de distanciarme de él.
Mientras maldecía esta situación en mi interior,
pude escuchar cómo alguien tocía. Miré al frente
solo para encontrar a Albert viendo fijamente a
Johan.

—“¡Por favor, míralo más seriamente! “—


Supliqué. —“Conviértelo en una estatua de hielo
como si fueran una especie de medusa!”

Johan también notó la ira de su amigo y


rápidamente alejó su mano de mi rostro.
Entonces, cambió de objetivo, molestando ahora
a Albert.

—¿Qué? ¿Tú también quieres tocarla?1

—¡No es eso!

Tome un sorbo de mi té y respire con cierto


alivio, disfrutando de la calma que había frente a
mí..

1 Myuri:
Ninguno es digno de ella y el que diga lo contrario, que
ponga fecha y hora para los putazos >:c

186
***
Caluroso. Era demasiadooooooo caluroso.
El reino se encontraba en la mitad del verano y
aunque no era tan húmedo como una isla en
medio del océano pacifico, el verano era verano,
sin olas de viento que traían alivio junto a ellas.

Si pudiera hacerlo, vestiría tan solo una


camiseta y unos shorts, pero eso no era posible. Si
me pusiera algo como eso dentro del instituto de
investigación, estaba segura de que ocasionaría
grandes pérdidas de sangre en mis pobres
compañeros trabajadores. Una camiseta y unos
shorts cubrían mucho menos piel que un par de
ropa interior para damas fabricado en este
mundo.

Era por eso que, a pesar de que el reino se


encontraba en el pico de la temporada de verano,
yo me encontraba vistiendo una camisa de
mangas largas y una falda que cubría todo hasta
mis tobillos. Sentía que estaba a punto de sufrir
un golpe de calor, así que recogí mis mangas, pero
el espacio debajo de mi ropa seguía siendo
sofocantemente caluroso. Se suponía que debía
terminar unos documentos para Johan, pero
repito nuevamente... ¡Era demasiado
calurosoooooo! Pronto dejé de escribir por
completo, y luego me rendí por completo.
—Oye, Jude... —Caminé hacia su
escritorio.

—¿Sí? —Respondió. El calor también


parecía afectarle dado que su camisa estaba
magníficamente desabotonada en algunas
partes.

—“Eso no es justo. Yo también quiero


liberar mi pecho. ¡Tal vez así podría volver a trabajar
sin problemas!”

—¿Te importaría acompañarme por un


momento? Hay algo con lo que me gustaría que
me ayudes. —Continué.

—Por supuesto.

Jude me siguió hasta la cocina. Hace


mucho había pasado la hora del almuerzo, así que
los cocineros ya no se encontraban. Observé
alrededor y encontré lo que estaba buscando, una
cubeta se encontraba sobre una de las repisas
clavadas a la pared. Lo levante de esta, lo deposite
en el suelo y le di la vuelta. Jude tenía talento con
la magia de agua, y estaba bastante segura de que
una vez me contó que podía llenar una bañera
completa con su magia.

189
—¿Puedes crear agua fría para este
recipiente? —Pregunté.

—Puedo, pero... ¿Qué estás tratando de


hacer?

—Quiero enfriar mis pies.

—Uh, pero...

—¿Es indecente? No te preocupes, no hay


nadie más dentro de la habitación.

En este mundo, que una mujer le mostrara


sus pies descalzos a un hombre era considerado
altamente impropio. Hace unos días, Liz me había
dado una lección sobre lo mal que estaba cuando
me vio usando mi falda como abanico. Cuando
dije que ambas éramos chicas, y que por lo tanto
no había nada malo en ello, Liz sonrió
incómodamente y dijo.

—Pero... ¿Qué tal si alguien te ve mientras


lo haces?

A decir verdad, la mirada que tenía en su


rostro en ese momento, era aterradora. De
cualquier forma, no era sorpresa que mi pedido
haya causado que Jude dude y se sonroje frente a
mí.

190
—Tal vez tú también deberías conseguir
algo donde puedas remojar tus pies. Estoy segura
de que se sentirá bien. —Le sugerí, tratando de
persuadirlo como si fuera una especie de
seductora. —No tienes que preocuparte. Nadie
vendrá a la cocina a esta hora del día, y tampoco
es como si fuera a estar con los pies descalzos
durante horas. Así que... ¿puedes?

—Ugh... Okey, está bien. Tan solo ten


cuidado de que nadie te vea.

—¡Muchas gracias!

A pesar de su recelo, Jude uso su magia


para llenar la cubeta con agua y después salir
discretamente de la cocina. No perdí de vista el
hecho de que también busco un recipiente antes
de irse. Sin duda alguna, ira a hacer lo mismo, pero
en otro lugar.

—“Di lo que quieres sobre el decoro,


todos sufren lo mismo durante el verano”

El piso de la cocina estaba hecho de tierra


compacta, así que no importaba si salpicaba un
poco de agua en este. Moví la cubeta hasta donde
se encontraba la silla y me senté en ese mismo
instante. Después, levante mi falda hasta las

191
rodillas para mantenerla seca y me quite las
medias y los zapatos antes de sumergir mis pies.
La dulce y fría agua rebalso y se apodero de mis
pies.

—“Ahh, esto se siente bien.”

Nadie estaba cerca de la cocina, así que


desabotoné un poco mi camisa y comencé a
abanicar mi pecho. No había mucho aire
veraniego en el reino, por lo que el abanicarme a
mí misma me causo cierta sensación de alivio.
Paso un tiempo donde solo era yo quien estaba
dentro de la cocina, disfrutando de esa sensación
de calma. Entonces, justo cuando el agua estaba
perdiendo su temperatura, escuché como alguien
tocaba la puerta detrás mía.

—Sei, estas aquí...?

Me volteé y encontré a Albert parado en el


marco de la puerta. Él estaba mirándome
fijamente, congelado como una estatua.

—“Ahh. Lo entiendo. Verme en este


estado debe ser mucho para un caballero como él.
Que incómodo.”

192
Abotone rápidamente mi camisa, saque
mis pies del cubo, me puse mis zapatos y salte de
la silla.

—Hola, Lord Hawke. ¿Estabas


buscándome? —Respondí casualmente,
pretendiendo desesperadamente que nada había
pasado.

Ante mis palabras, la estatua viviente del


comandante de caballeros volvió en sí. Se cubrió
la boca con una mano y volteo la mirada, podía
notar como un ligero tono rosado inundaba sus
mejillas.

—Mis disculpas.

—“Por favor, te lo ruego, no actúes de esa


forma. Tan solo pretende que nada de eso ocurrió.”

Me encontré a mi misma deseando que


todo estuviera bien mientras aclaraba mi
garganta.

—Escuché que mañana era tu día libre. —


Continuó, un tanto dudoso.

—Oh, creo que sí. —Me había olvidado por


completo de eso, por lo que, al devolverle la
mirada, mi expresión era una interrogante. —

193
“¿Qué tiene que ver eso?” —Pensé para mí
misma. Al final, el me devolvió la mirada y siguió
hablando.

—Yo también tengo el día libre. Mes


preguntaba si te gustaría unirte a mí en una
excursión por la capital.

—¡¿Acabas de decir la capital?! —Exclamé.


Durante todo el tiempo desde mi llegada a este
mundo, nunca había tenido la oportunidad de
abandonar los alrededores del palacio, mucho
menos viajar hasta una ciudad adyacente.
Mientras Albert recobraba su compostura, una
sonrisa se asomó en su rostro al mirar la expresión
que estaba poniendo.

—Has pasado todos tus días libres aquí


dentro, ocupada trabajando como una esclava.
Johan se preocupa por ti. A veces solo tienes que
relajarte y disfrutar un verdadero descanso.

—Ya veo, así que por eso me lo dices. —


Murmuré. Aunque, supongo que no estaba
equivocado. Como ya confesé antes, no tenía
ningún lugar a donde ir, y como vivía en el piso de
arriba, mis días libres se basaban en descansar
durante las mañanas y volver a trabajar en las
tardes.

194
—Bueno, gracias por la oferta. Por favor,
llévame contigo.

—Excelente. Vendré a buscarte por la


mañana.

—¿Estás seguro de eso?

—Por supuesto, será un honor.

¡Yay! Por fin podré dejar de preguntarme


como lucen los lugares afuera del palacio. ¿Sera
como alguna de esas ciudades europeas
tradicionales? Siempre quise visitar Europa, pero
fui invocada al reino antes de poder cumplir ese
deseo.

Pase el resto del día y toda la noche,


flotando en la emoción que la espera del viaje
generaba en mi interior. Sin embargo, me había
olvidado por completo de algo: la persona con la
que estaba por viajar era el tan aclamado
Caballero de Hielo.

El corazón de la capital se encontraba un


poco lejos del palacio, así que, para llega tuvimos
que montar un caballo desde la puerta principal.
Era algo convencional, no algo como uno de esos
carruajes lujosos que la familia de Albert poseía.
Pensé que era porque no quería destacar. Su ropa

195
tampoco era algo de lo que presumir en público.
Tal vez estaba tratando de combinar la suya con la
mía. Sin embargo, me hubiera gustado que trajera
una de las carrozas de su familia. Viajar en una
convencional implicaba que el espacio era
reducido, y allí estaba yo, atrapada junto al
fornido Albert. ¡Estábamos tan cerca que
prácticamente lo estaba tocando! Viajar al lado de
un hombre tan hermoso como él, en un espacio
tan pequeño como ese, era demasiado para mí...

—“¡Mi nivel todavía no es lo


suficientemente alto como para afrontar esta
situación! ¡Déjenme salir! ¡Mi Hp está por los
suelos!” —Lloriquee dentro mío.

—Mira por esa ventana. Esa es la finca de


Johan. —Dijo Albert, sonriendo mientras
apuntaba la casa con su dedo.

—Ooh. —Respondí. —“¡N-No te acerques


más! ¡Muy cerca! ¡Demasiado cerca!”

Ni siquiera podía encararlo, por lo que


voltee a ver el lugar que estaba señalándome. Una
exquisita mansión apareció frente a mis ojos.
Dado que esta era la capital real, los precios de la
tierra debían ser insanos. Y, aun así, el hogar de
Johan era enorme. ¿Acaso su familia era parte de
la realeza?

196
—Es enorme...

—Sí. Después de todo, su familia tiene


cierta influencia dentro del reino.

—“Tiene sentido.” —Pensé.

¡Ack! El rostro de Albert estaba tan cerca al


mío que sentía como mi corazón estaba a punto
de colapsar. Afortunadamente, él noto como me
sonroje e inmediatamente se distancio de mí,
pero realmente no había tanto espacio dentro del
carruaje. Mi pobre corazón tuvo que aguantarlo
hasta que llegamos a la ciudad. Para mi deleite, la
capital era encantadoramente adorable. Lucía
exactamente igual que una ciudad histórica de
Europa. Los ordenados techos rojos parecían
haber sido sacados de un cuento de hadas.

—¡Wow! ¡Esto es increíble! —Exclamé.

El carruaje se detuvo y la puerta se abrió.


Albert salió primero y estiro su mano para
ayudarme a bajar. Acepté el gesto y descendí
junto a él. Me fije en cada detalle que tenía a la
vista, incluyendo la multitud de personas que
había alrededor nuestro. Debíamos estar cerco
del centro de la ciudad.

197
—El mercado se encuentra por allí. Vamos.
—Dijo Albert antes de señalarme el camino
mientras tomaba mi mano suavemente.

—“¿Huh? ¡¿No dejaras mi mano?! ¡Espera!


¡Esperaaaaaaaa!”

***
No podía evitar llorar de la emoción cada
vez que miraba los puestos a mi alrededor. El
mercado estaba lleno de frutas y vegetales de
distintos colores, carne y pescado. Incluso
encontré una tienda que se especializaba en
vender exclusivamente hongos. Distintos puestos
y panaderías exhibían su pan. También se podía
ver un tipo de pan blanco especial, el cual supuse
que era algo lujoso, dado que su precio era mayor
al del resto. Realmente se trataba de una gran
variedad de bienes.

Los deliciosos olores de la comida viajaban


a través del aire. La calidad de la cocina en esta
área del reino seguía dejando mucho que desear,
pero había una gran variedad de ingredientes que
usar. Personalmente, los que más disfrutaba era
aquellos que nunca había visto antes. Con solo ver
lo repleto de energía que se encontraba el
mercado, uno podría fácilmente llamarlo “La
cocina de la capital”.

198
El espacio que había entre las tiendas era
suficiente como para que ocho personas
caminaran lado a lado, pero había tantas personas
que navegar a través de ellas resultaba un tanto
complicado. Mientras tratábamos de salir de la
multitud, otra tienda capto mi atención. Al estar
distraída por aquel establecimiento, no me di
cuenta de que estaba a punto de chocar con una
persona adelante mío. Entonces, sentí como
alguien ponía su mano en mi hombro,
deteniéndome.

—Gracias. —Le agradecí a Albert. Por su


parte, él me respondió mostrándome la sonrisa
más dulce que había visto.

Habíamos estado caminando tomados de


la mano desde que llegamos a la ciudad. Sin duda
alguna era porque si nos soltábamos,
terminaríamos separándonos, especialmente yo
si seguía distrayéndome de esa forma con
cualquier tienda que vea. O tal vez solo trataba de
escapar de la realidad y evadir la verdad una vez
más.

199
No quería pensar que yo estaba siendo
descuidada, pero estuve a punto de chocar con
alguien. Y como resultado, Albert había soltado
casualmente mi mano para atraerme hacia él por
el hombro...

Ha ha ha ha ha... ¿Era una nueva forma de


tortura? ¿Acaso Dios estaba probando que tan
fuerte era mi corazón? ¿O que Albert tomara mi
mano solo significaba que ya no correría el riesgo
de chocar con alguien más? La sola idea de
acostumbrarme a la intimidad me asustaba. Aun
así, él siguió tocándome durante todo el tiempo
que estuvimos en la capital.

Eventualmente me las arregle para llegar a


un punto donde podía sonreír —aunque seguía
siendo un poco difícil —y agradecerle sin
sonrojarme por completo. Yo diría que fue
bastante bueno para una principiante como yo.

—“¿Estaría bien si dejara de distraerme con


cada nueva tienda que veo?” —Me pregunté. Pero
si dejaba de fijarme en los distintos tipos de
establecimientos que había en el mercado...
¡terminaría distrayéndome por alguien más!

—¿Estás bien? —Preguntó Albert.

—Um, si, estoy bien. —Respondí.

201
—¿Te gustaría comer algo?

—Bueno...

Todavía era un poco temprano para


almorzar, pero en realidad tenía hambre, lo más
probable se debía a que habíamos salido súper
temprano del instituto. Además, mis pies estaban
comenzando a doler por todo el trayecto que
habíamos recorrido. Albert lucía tranquilo como
siempre, pero como yo estaba acostumbrada a
vivir escondida del sol, este tiempo de viajes no
eran adecuados para mí.

Algunos puestos del mercado captaron mi


atención, pero Albert pertenecía a una familia
noble. Dudo que alguien como él fuera el tipo de
persona que compra comida callejera. ¿Tal vez
una cafetería cercana?

—Um... podría comer algo. —Confesé.

—En ese caso, compremos algo de un


puesto y busquemos un lugar donde podamos
descansar un momento.

¿Huh? Y yo aquí pensando que Albert era


demasiado para este lugar. Su propuesta me
complació, pero.... ¿estaba seguro de esto? Al

202
parecer, se sentía lo suficientemente seguro
como para escoltarme hacia un banco de madera
cercano al puesto de comida. Después de tomar
mi orden, Albert me dejo ahí y fue a comprar todo.
Habrá sido mi imaginación... ¿o esto lucia como
una especie de rutina para él?

Unos momentos después, Albert regresó


llevando un par de brochetas y dos vasos de agua
con un ligero sabor a frutas. Tome una de cada
una y él se sentó a mi costado.

—Parece que no es tu primera vez


patrocinando a un vendedor callejero. —Le dije.

—Johan y yo solíamos venir aquí muy


seguido cuando éramos más jóvenes.

—¿En serio? —Fui incapaz de esconder mi


sorpresa. —“¿Los nobles también van al
mercado?” —Pensé. No pude evitar preguntarle
por más detalles. Albert me confesó que él y
Johan solían escabullirse dentro de la ciudad
haciéndose pasar por hijos de un mercader
adinerado. Eso tuvo más sentido para mí.

—Oh, ¿Cuánto costo todo esto? —Le


pregunté.

—No tienes que preocuparte por eso.

203
—¿Oh? Pero... Okey, gracias. —Me sentí un
poco mal por aprovecharme de eso, por lo que el
volumen de mi voz vacilo al final de la oración
mientras sonreía conscientemente. —“Bueno,
supongo que solo tengo que pagarle después.”

Las brochetas estaban sazonadas solo con


sal, pero el hermoso sellado que tenían eliminaba
cualquier queja que se me ocurría. El tamaño de la
porción era el exacto, tanto que acabarla tan solo
me tomo dos bocados. Termine tomando un
sorbo del agua con sabor a frutas, mientras sentía
el dulce sabor en mi garganta. Eso también estuvo
delicioso.

—¿Qué sucede? —Preguntó Albert con


una expresión de preocupación en su rostro.

—¡Oh, nada! —Debí haber estado mirando


la taza de agua por un largo tiempo o algo
mientras pensaba. De hecho, había algo rondando
por mi cabeza, pero...

—¿En serio? Si no te gusta...

—No, no, no es eso. Solo estaba pensando


que sabría incluso mejor si estuviera frio. No
obstante, soy consciente de que el hielo es algo
lujoso en este mundo.

204
—Ya veo.

Albert tomo la copa de mi mano, mientras


yo inclinaba mi cabeza un tanto confundida. De
pronto, delicadas brisas de aire comenzaron a
salir del interior de la taza.

—“¿Huh? ¿Qué acaba de hacer?”

Albert me regresó la taza al instante y...


para mi sorpresa, descubrí que dentro había
pequeños cubos de hielo flotando dentro. Mire el
interior sorprendida mientras él inclinaba su
cabeza, señalándome que debía tomar un poco.

—“¡No me importaría hacerlo!”

Sabia tal y como lo había imaginado. Cada


vez que tomaba un sorbo del agua con hielo, no
podía evitar sonreír, lo cual también hizo que una
sonrisa se dibujara en los labios de Albert mientras
me observaba.

—Asombroso.

—¿En serio? Que bien.

—¿Qué le hiciste?

205
—Solo use un poco de magia.

Eso me tomo por sorpresa, aunque


supongo que no era algo raro. En este mundo sin
refrigeradores, la única forma de conseguir hielo
era cortándolo en invierno y guardándolo en un
almacén especial... o hacerlo con magia. Sin
embargo, no muchas personas poseían magia lo
suficientemente poderosa como para crear hielo
de la nada, por lo que el valor de este era
increíblemente alto. De alguna forma, olvide que
Albert era capaz de usar una magia tan poderosa
como esa... No, para ser justos, estoy segura de
que él nunca la usado frente a mi antes.

—El hielo realmente hace que sepa mucho


mejor ¡Muchas gracias!

Debo de haber estado sedienta, dado que


termine de tomarme toda el agua en cuestión de
segundos.

—Me alegra que te haya gustado. —Dijo


Albert entre pequeñas risitas.

Era difícil imaginar porque la gente lo


llamaba “El Caballero de Hielo Inexpresivo”.
Siempre sonreía cuando yo volteaba a verlo y... a
veces... parecía brillar de cierta forma. Incluso
vestido de esa manera, era difícil confundirlo con

206
un ciudadano común gracias a la radiante aura
que emanaba. Esa mañana, había pensado que
lucía como uno simplemente porque quería
hacerlo, pero ahora que realmente estábamos
caminando entre la gente común, la diferencia era
demasiado aparente. ¿Acaso se debe a la
educación que uno recibe desde pequeño? Él era
increíblemente apuesto incluso cuando bebía
agua. Puede que sea capaz de hacerse pasar
como el hijo de un mercader adinerado, pero no
hay forma de que las demás personas lo vieran
como alguien común.

Debo de haber estado mirándolo


fijamente por un tiempo, ya que Albert volteo a
verme sin aviso. Rápidamente agite mi cabeza,
dispersé ese tipo de pensamientos fuera de mi
mente, vocalice algunas palabras de negación y
voltee la mirada lejos de él.

—“Por favor no me mires de esa forma” —


Rogué silenciosamente. —“Ya estoy llena de
emociones que difícilmente puedo controlar.”

Después de nuestro bocadillo, dejamos


atrás el mercado y comenzamos a caminar
mientras observábamos las tiendas que
encontrábamos. Los bienes que estas exponían
parecían coincidir en la calidad y el precio, por lo
que dudaba si podía entrar en una de ellas.

207
Estaba observando fijamente las
exhibiciones de las tiendas cuando Albert se
detuvo frente a una.

—Lo siento, pero ¿te importaría si


entramos a esta?

—Por supuesto que no, entremos.

Él me había estado siguiendo durante todo


el día, por lo que no tenía problemas en dejarlo
tomar la delantera de ahora en adelante. Aunque
los clientes lucían mayormente como plebeyos, la
mercadería parecía ser joyería de alta gama para
hombres y mujeres.

Albert caminó solo hasta la parte trasera


de la tienda, así que me tome mi tiempo
investigando la variedad de accesorios que ese
lugar podía ofrecer. Los más cercanos a mi eran
algunos broches y cintas para el pelo. Estas
últimas se encontraban dentro de una caja,
organizadas por colores.

Al principio deje que mi pelo crezca


después de mi invocación porque estaba muy
ocupada como para ir a cortármelo y ahora me
llegaba hasta la base de mi cintura. Las horquillas
y los broches en si eran un poco costosos, pero

208
dada la longitud actual de mi cabello,
definitivamente quería una —especialmente en
esta época calurosa. Tal vez debería comprar uno.

Observándolos más de cerca, encontré


uno que me encantó. Estaba hecho de plata y lucía
un tanto elegante, con piedras preciosas de color
azul que encajaban perfectamente en el diseño
del accesorio. Era fino y hermoso; sin embargo, su
precio era... digamos, impresionante. Tan
impresionante que me frustraba.

—“Puede que, si encuentro una que no lleve


las piedras, cueste menos” —Pensé para mí misma
mientras comenzaba a buscar alternativas. Justo
en ese momento, Albert regresó del almacén.

—Disculpa por hacerte esperar.


¿Encontraste algo que te guste?

—Oh, no realmente. —Me encantó esa


horquilla, pero no podía olvidar que estaba muy
fuera de mi alcance. Me hubiera sentido mal si lo
hacía esperar mientras buscaba otro que me
gustara, así que decidí dejarlo ir y tal vez volver en
otro momento.

—En ese caso ¿deberíamos irnos?

—Sí, vamos.

209
Una vez más, lo seguí afuera de la tienda.
Cuando estuvimos fuera, Albert tomó mi mano
como si fuera la cosa más natural del mundo.
Después de nuestro pequeño paseo por la ciudad,
estaba comenzando a hacerse tarde, por lo que
pedimos un carruaje y nos dirigimos al palacio.
Debo de haber estado exhausta tanto física como
mentalmente, porque solo se necesitó el leve
temblor del carruaje para hacerme dormir.

El carruaje se detuvo. Mis ojos se


entreabrieron ante la voz entrecortada de alguien
a mi costado. Asentí distraídamente hacia Albert,
quien sonreía amablemente mientras me miraba.

—¿Todavía no hemos llegado? —


Pregunté.

—Sí. Debes de haber estado bastante


cansada; dormiste durante todo el camino.

—“¿Uh? ¿Oh? ¿Dormí sobre él?”

Lo observé fijamente, con los ojos bien


abiertos, lo cual hizo que su sonrisa se agrandara
aún más.

—“Oh nooooo. Definitivamente dormí


sobre él ¡Y estoy segura de que Albert vio como

210
luzco cuando duermo!” —Mi cara comenzó a
enrojecerse, por lo que rápidamente desvié la
mirada, deseando poder huir lo más rápido
posible de ese lugar. Para empeorar las cosas,
Albert comenzó a reírse.

—“¡Argh, creo que este es el mayor daño


que he recibido en mi vida!”

Él me estudiaba con sus ojos, asombrado,


mientras yo seguía lamentándome. Igual que esta
mañana, Albert salió primero del carruaje.
Supongo que no podíamos quedarnos dentro
todo el día, pero si lucía un poco decaído cuando
me ofreció su mano para ayudarme a bajar.
Juntos, caminamos desde la puerta hasta el
Instituto de Investigación, hablando sobre todo lo
que vimos durante nuestro paseo por el mercado
y por las tiendas. Fue un día bastante cansado;
pero, a pesar de todo, lo disfrute inmensamente.
No paso mucho tiempo antes de que llegáramos
a la entrada del instituto. Me voltee hacia Albert e
incline mi cabeza.

—Fue un placer. Me divertí mucho.

Las personas lo llamaban “El Caballero de


Hielo”, pero si me lo preguntas, estuvo de muy
buen humor todo el tiempo que estuvimos juntos.
Él siempre tenía esa sonrisa deslumbrante en su

211
cara, e incluso ahora seguía sonriendo. Sentía que
lo había estado arrastrando por todos lados, pero
él me acompaño a todos esos lugares sin quejarse
ni una sola vez. ¡Qué chico tan dulce!

—Yo también me divertí. —Le respondí.


—Entonces... nos vemos luego. —Me voltee
dispuesta a entrar al instituto, pero él me detuvo.

—Espera... quería darte esto. —Albert


sostuvo un pequeño estuche en la palma de su
mano.

—“Me pregunto que podría ser”

Lo tome con ambas manos un poco


sorprendida.

—¿Qué es?

—Ábrelo cuando estés dentro de tu


habitación por favor. Siéntete libre de usarlo si te
gusta. Buenas noches.

—¿Huh? ¡Espere! ¡Lord Hawke! —Trate de


detenerlo, pero Albert ya se había ido. Consideré
la opción de correr tras él; sin embargo, me di
cuenta que seguía exhausta por todo lo que
habíamos hecho ese día y por lo tanto no tenía la
energía como para hacerlo.

212
—“Supongo que tendré que subir a mi
habitación y abrirlo ahí. Si es algo problemático,
solo tendré que ir mañana y devolvérselo
amablemente ¿cierto?” —Me recompuse, me
dirigí a mi habitación y me dispuse a abrir el
pequeño estuche.

Dentro se encontraba una horquilla de


encaje —la misma que me había gustado en esa
tienda de accesorios...

***
—¿Qué tal te fue ayer? —Preguntó Johan
tan pronto como puse un pie dentro de su oficina,
una sonrisa burlona apareció de inmediato en su
hermosa cara.

—Fue divertido. —Le respondí


casualmente.

—Maravilloso.

Por la forma en la que Johan me estaba


mirando, podía notar que él quería más detalles
sobre lo que habíamos hecho, pero yo
simplemente puse los documentos que había
recolectado de todos los investigadores sobre su
escritorio.

213
—Estos son los reportes de todos los
demás.

—Muchas gracias.

Asentí y rápidamente le di la espada. Como


si hubiera sido alguna especie de señal, las
preguntas comenzaron a desbordarse.

—Entonces... ¿A dónde fueron?

—¿A qué te refieres?

—Obviamente estoy hablando de la salida


de ayer.

Me volteé y encontré una sonrisa burlona


plasmada en toda la cara de Johan. No era como
si yo y Albert hubiéramos hecho algo escandaloso
que quisiera ocultar, pero el hecho de que Johan
luciera tan entretenido con todo el asunto me
irritaba demasiado. Por lo que se lo devolví
poniendo la misma expresión que él tenía en su
rostro.

—¿Acaso eres mi padre o algo?

—¿Qué clase de pregunta es esa?

214
—Preguntarme acerca de los detalles
sobre mi día libre hace que suenes como un padre
sobreprotector cuestionando a su hija.

—Espera un momento, sabes muy bien


que no tengo ningún hijo. —Cuando él se dio
cuenta que yo lo estaba molestando, su sonrisa
comenzó a torcerse.

—Fuimos a la capital. Solo eso.

—¿Oh?

—Lo que me recuerda... Albert me contó


un poco sobre lo rebelde que eras de pequeño.

—¿Eh? ¿Qué fue lo que te dijo?

—No te gustaría saberlo.

En realidad, solo había escuchado que


Albert y Johan solían escabullirse para comprar
comida en el mercado, pero lo hice sonar como
algo peor a propósito. Por la forma en la que la
sonrisa de Johan ahora lucía forzada, supuse que
él solía meterse en bastantes problemas cuando
era un adolescente ¡Ahora me siento mucho
mejor! Sonreí y seguí hablando.

215
—Fuimos al mercado, comimos un poco
de comida que compramos en los puestos,
observamos los estantes de las tiendas y
regresamos al palacio antes de que oscureciera.

—¿Eso es todo? Que diversión tan sana.

—“¿Sana?” —Todo lo que hicimos fue ir a


la capital. Supongo que si fue algo “sano” ... pero
¿opuesto a qué?

—Siempre y cuando te hayas divertido en


tu cita. —Añadió.

¿Cita...? Esa palabra me dejo sorprendida.

—¿Eso fue una... cita?

—¿Hmm?

—Todo lo que hicimos fue ir a la ciudad.

—Tú y Al fueron a la ciudad, almorzaron


juntos y visitaron tiendas juntos ¿verdad?

—Sí, hicimos todo eso...

—¿Eso no es una cita?

216
Seguía boquiabierta. Johan, por supuesto,
vio una oportunidad para volver a atacarme

—Cuando un hombre y una mujer van a un


lugar juntos, lo llaman una cita... ¿cierto?

—“Para. ¿Eso fue una cita? ¡Espera! ¿Esa era


la definición de una cita?” —Mi cabeza tambaleaba
mientras recordaba todo. Nunca había salido con
otro hombre que no fuera mi padre, al menos no
afuera o al trabajo. Lo máximo que llegue a hacer,
fue participar en un grupo de compañeros
escolares para comprar materiales necesarios
para nuestro festival cultural.

—“¿Huh? Entonces, espera. ¿Lo de ayer fue


de verdad mi primera cita?” —Mi cara enrojeció al
instante cuando esa pregunta cruzo mi mente.

—Pero todo lo que Lord Hawke hizo fue


acompañarme por la ciudad. —Protesté.

—Pensé que él te había invitado a salir.

—¡Lo hizo, pero...! Pero estoy seguro de


que solo me invito porque él tampoco tenía
trabajo que hacer.

—No importa la razón, él no te habría


invitado si no estuviera interesado en ti.

217
—¡¿Qué?!

—¿Por qué estás tan sorprendida?

—Pero... interesado... ¿interesado? —Me


había quedado sin palabras.

—“Eso no puede ser. No hay forma de que


alguien como Albert se interesaría en alguien como
yo. Aunque estoy segura de que él no me odia o algo
parecido...” —Mis pensamientos daban vueltas
dentro de mi cabeza mientras yo miraba hacia
abajo.

—Sei. —Johan interrumpió mis murmullos


con un voz suave y repentina. —¿Al fue cortante
cuando hablaba contigo?

—¡Para nada! Fue todo un caballero,


incluso cuando estaba subiendo o bajando del
carruaje. Pero pensé que eso era algo común
entre los nobles de este mundo... ¿no es el caso?

—Ahora que lo mencionas, si es algo


bastante común en la nobleza del reino.

—¿Ves? Y él también sostuvo mi mano


mientras aminábamos, e incluso llego a pagar por
mi comida.

218
—Oh... ¿es eso cierto?

—También me compro un regalo en


nuestro camino al reino.

—¿Hizo eso?

—Sí.

Saqué un pequeño estuche del bolsillo en


mi falda y se lo pasé a Johan. En su interior se
encontraba la horquilla que Albert me había
regalado. Cuando la examiné en la mañana, noté
que las piedras en esta horquilla eran ligeramente
diferentes a la que había visto en la tienda. Estas
eran más claras que el verdadero azul —más
como un azul grisáceo, un color parecido a los
ojos de Albert. Por alguna razón, me reusaba a
regresárselo. La horquilla que había visto en la
tienda era el tipo de accesorio lujoso que podía
permitirme si ahorraba por un tiempo, pero
resultado, sentía que no era correcto aceptarlo
como un regalo —después todo, era un artículo
bastante impresionante. No podía decidirme si
usarlo o devolvérselo a Albert, por lo que ahora
vivía en mi bolsillo. Johan tomo el estuche y lo
abrió. Por un momento lució un poco asombrado;
sin embargo, su expresión de sorpresa
desapareció tan rápido que me hizo pensar si no

219
fue algo que yo imaginé. Johan me devolvió la
horquilla después de inspeccionarla y finalmente
cerró el estuche antes de ponerlo en mi mano.

—Sei... como sabes, es bastante común


que los nobles escolten a las mujeres mientras
caminan.

—¿Okey...?

—Pero ten en cuenta esto, Al nunca regaló


un accesorio así tratándolo como si simplemente
fuera un “recuerdo” —La expresión burlona de
Johan había desaparecido; muy rara vez tenía la
oportunidad de verlo tan serio. Basándome tan
solo en su tono de voz, comprendí que Albert no
me había regalado esa horquilla por un simple
capricho. Observe el pequeño estuche una vez
más y mi rostro comenzó a calentarse otra vez.

—¿De verdad está bien para mi aceptar un


regalo tan precioso como este...? —Pregunte.

—Yo diría que si te gusta... puedes


quedártelo. —Una gentil sonrisa apareció en el
rostro de Johan. Finalmente asentí sin palabras.

***
—Buenos días, Sei.

220
Al día siguiente, me encontré con Liz al
frente de las puertas de la librería en mi camino a
devolver uno de los libros que había prestado. Era
bastante inusual que nosotras nos
encontráramos en el pasillo. Nunca habíamos
acordado un tiempo exacto para vernos, y
siempre venía a la librería a distintas horas debido
al trabajo. Como resultado, casi nunca la veía
dentro de la librería.

—Cambiaste tu peinado. —Comentó.

—Sí. Decidí que lo mejor sería recogerlo


debido al calor que hace.

—Ya veo. Y esa horquilla es simplemente


encantadora.

—G-Gracias.

La puerta crujió cuando la abrí. Liz pasó


primero e inmediatamente comenzó su búsqueda
de los libros por los que había venido. Mientras
tanto, fui a devolver los libros a la bibliotecaria
antes de buscar los próximos libros que me
llevaría. Por supuesto, Liz se había dado cuenta de
mi nuevo estilo de inmediato. Su radar de la moda
se fijó incluso en la horquilla que estaba usando.
No podía evitar ser un poco consciente sobre

221
ella... ya que era un regalo de Albert. Pensaba en
eso mientras observaba los libros de un estante
dirigido a la herbolaría. Entonces, Liz apareció
detrás mío.

—Sei... Esa horquilla realmente luce


elegante. ¿Te importaría si la examino más de
cerca?

—Claro, no me importa... —Voltee para


ver a Liz llevando una sonrisa encantadora.

Realmente no me importaba que ella lo


observara más de cerca, pero sería molesto tener
que arreglar mi pelo una vez más, por lo que le
pregunte si estaba bien conmigo usándolo
mientras ella hacia lo suyo. Liz accedió
alegremente.

Con el objetivo de que le dé una buena


mirada, me dirigí a uno de los tantos escritorios
que había en la biblioteca y me senté en una de las
sillas. Ella me siguió desde atrás para ver como
lucía la horquilla cuando yo estaba parada. En
ningún momento la toco, pero pro su mirada
podía decir que la estaba observando
detenidamente.

—Una artesanía tan remarcable.

222
—Gracias.

—Y esas gemas son exquisitas.

—¿Lo son?

—En efecto... ¿Quién te lo dio?

—¿Huh? ¿Cómo sabes eso?

—Bueno luce un poco costoso como para


ser algún tipo de accesorio que se usa a diario, así
que pensé que debió haber sido un regalo. ¿Me
equivoqué?

—No... tienes razón.

—Puede ser... tal vez... ¿un regalo de Lord


Hawke?

—¡¿Cómo sabes eso?! —La miré


boquiabierta. Ella contestó con una mirada
exasperada en su rostro.

—¿A qué te refieres con “como”? No


podría ser más obvio.

—“¿Huh? ¿Por qué? ¿Cómo pudo ser capaz


de descubrirlo tan rápido?”

223
Cuando le pedí una explicación, Liz respiro
profundamente y después señalo mi rostro
levantando uno de sus finos y hermosos dedos.

—Primero, ha habido rumores de que Lord


Hawke ahora tiene a alguien especial.

—¡Oh!

—Por supuesto, yo creo que esa mujer


eres tú.

¿Estaba hablando en serio? Yo nunca había


escuchado un rumor como ese. Y... ¿Por qué
enfatizo tanto lo último? Liz levanto otro dedo
mientras continuaba con su explicación.

—Segundo, las gemas en la horquilla son


exactamente del mismo color que los ojos de Lord
Hawke.

—Realmente te fijas en todo...

—¿Cómo no podría hacerlo? Las gemas


son perfectas para este tipo de accesorios.

—No me refería a las gemas... E-Estaba


hablando del color de sus ojos.

224
—La familia Hawke es famosa por el color
llamativo de sus ojos.

—Ah, ¿en serio?

—De todas formas, así fue como me di


cuenta.

—¿El hecho de que el color de las gemas


sea el mismo que sus ojos hizo todo tan obvio?

—Correcto. Todos saben que Lord Hawke


se ha enamorado de ti.

—¡¿Todos?!

—Además, una costumbre de nuestro


reino es que los hombres le regalen algo a las
mujeres que les atraen románticamente. En
especial algo que les recuerde a ellos.

—¿Qué quieres decir?

—Algo como joyería del mismo color que


el cabello u ojos del chico. Aunque he escuchado
que se suele ir por el color de los ojos.

—¿En... verdad...? —No tenía idea. —“Eso


quiere decir que Albert realmente siente algo por
mi... No hay forma. No puede ser. ¡Ni siquiera

225
debería considerar esa posibilidad! Ohhh ¿Qué
debería hacer? ¿Realmente estaba bien aceptar algo
como esto de su parte? ¡Johan debe haber sido
consciente de esto! ¡¿Por qué no me lo dijo?!” —
Pensé mientras agitaba mi cabeza. Liz se reía
mientras me miraba.

—Eres demasiado linda cuando te


sonrojas.

—E-Es solo que o estoy acostumbrada a


este tipo de cosas... ¡¿okey?!

—¿No lo estás? ¿En serio?

¡Pensar que terminaría recibiendo


consejos de una chica que es diez años menor que
yo! Atormentada por sentimientos insoportables,
mire hacia arriba solo para encontrarme con Liz
observándome cariñosamente.

—“¡Argh, simplemente no puedo soportar


lo que siento en este momento! ¡¿No puedo
simplemente escapar?!”

226
Sexto Acto
Encantamientos

Una de las tantas tardes que estaba


trabajando, Jude dijo algo que me tomo
completamente por sorpresa.

—¿Está encantado? —Pregunté.

—¿Quieres decir que no te diste cuenta?

Él estaba hablando de la horquilla que


Albert me había regalado hace unos días. ¡Por
supuesto que no lo había notado! Nosotros no
teníamos nada remotamente parecido a los
“encantamientos” en Japón.

—¿Puedes saber qué es lo que hace?

—No, solo puedo ver que definitivamente


tiene uno encima. Está reaccionando a tu poder
mágico.

—¿En serio? ¿Y también puedes saber eso?

—Claro, aunque se requiere


entrenamiento para hacerlo.

—Huh, así que es eso...


Al parecer, la magia de evaluación era
necesaria para discernir el tipo de un
encantamiento. Solo unos pocos eran capaces de
usar ese tipo de magia y los que podían, eran
usualmente contratados por grandes compañías
en la capital, aunque algunos pocos miembros de
la corte suprema de magos también podían
usarla. Además, la magia de evaluación solo
podría usarse en alguien que no tenga suficiente
nivel. En aquellos que poseían un potencial y
habilidad sorprendente, la magia simplemente se
deshacía. Los encantamientos por si solos podían
ser aplicados en armas, armaduras, accesorios e
incluso en herramientas. El encantamiento
siempre estaba concentrado en un solo punto,
por ejemplo: la joya puesta en la empuñadura de
una espada. Notablemente, el punto concentrado
sería imbuido mágicamente antes de ser puesto
en el objeto en cuestión. Para manifestar los
efectos, los objetos encantados prestaban poder
mágico de una persona, no importa si no era
suficiente como para usar habilidades mágicas y
todos en este reino poseían poder mágico.
Gracias a ese tipo de interacciones, aquellos
entrenados para sentir el poder mágico eran
capaces de decir si un encantamiento estaba
presente en el objeto. Jude había estudiado magia
de evaluación en la Academia Real y seguía
afinando sus habilidades con el objetivo de usarlas

228
en el negocio de su familia. Que chico tan
diligente...

—Eso es bastante interesante. —


Murmuré.

—¿Qué cosa? —Preguntó Jude.

—Los encantamientos.

—¿Huh? No me digas que quieres intentar


recrearlos. —Jude me miró con una expresión
complicada.

—¿Es tan obvio? —Respondí sonriendo. —


“¿Por qué tienes esa cara? Por supuesto que quiero
jugar un poco con ellos... no es como si en Japón
hubiera algo parecido.”

—Los encantamientos no son algo tan


fácil de hacer.

—Ah, ¿en serio?

—Primero, los materiales y componentes


que se necesitan son bastante costosos.

De acuerdo a Jude, técnicamente existían


toneladas de piedras u objetos que podían ser
usadas como punto de concentración, pero la

229
mayoría de los que estaban listos para
encantamientos tales como gemas, minerales y
cristales eran tan raros como costosos, incluso si
el tamaño era el mínimo posible. Además, solo
unas pocas personas eran capaces de hacer
encantamientos, dado que requería cierto nivel
de habilidades mágicas. Por lo tanto, la diferencia
de precio entre los objetos encantados y los no
encantados era... substancial. Yup —Una
graaaaaaaaaaan diferencia. Y la horquilla que
Albert me regalo... llena de esas pequeñas
gemas... estaba encantada. Ahh...

—¿De qué están hablando ustedes dos? —


Preguntó Johan mientras se acercaba a nosotros.

—Encantamientos. —Le respondí.

—¿Cuál es el motivo?

—Parece que mi horquilla tiene unos


cuantos, y la practica captó un poco mi interés.

—Ya veo. —Johan actuó de manera


casual, pero conociéndolo, ya debe de haberse
percatado de lo que estaba ocurriendo con mi
horquilla. Definitivamente vi un ligero brillo en sus
ojos cuando dije esa palabra. Tanto Johan como
Liz, no habían mencionado algo sobre el costo. Tal
vez... ¿Este accesorio no era nada de lo que

230
alardear para nobles como ellos? Por todo lo que
sabía, el que yo había visto en la tienda también
debió haber estado encantado, aunque lo
dudaba... después de todo, su precio no era tan
costoso si lo comparabas con el resto de
accesorios. Mientras meditaba sobre ello,
comencé a asustarme al pensar cuanto pudo
haber llegado a costar mi nueva horquilla. Empecé
a devanar mi cerebro, preguntándome
frenéticamente cómo podría pagarle a Albert por
un regalo tan lujoso. Las siguientes palabras de
Johan me sorprendieron.

—¿Quieres intentarlo?

—¿Eh?

—Encantamientos. Dijiste que estabas


interesada, ¿no es así?

Jude y yo quedamos asombrados ante la


sugerencia. —“¿Huh? ¿Es tan simple como para
decir que puedo intentarlo?” —Voltee a ver a Jude
buscando confirmación. Él pareció adivinar lo que
estaba pensando, porque estaba agitando su
cabeza de arriba hacia abajo. Pero Johan persistió
con su oferta.

—Puedo hacerlo posible, así que...


¿quieres hacerlo?

231
—¡Sí!

Acepté sin dudarlo, creo que fue porque


Johan era quien me lo estaba ofreciendo.
Además, estaba bastante intrigada sobre cómo
funcionaban los encantamientos. Johan me llevó
a los cuarteles de la “Asamblea Real de Magos”.
Estaba bastante lejos del Instituto... incluso más
lejos que las recamaras de los caballeros de la
Tercera Orden... por lo que tuvimos que viajar en
carruaje. Estaba feliz de que no intentáramos
caminar todo el camino, aunque no entendía por
completo la razón por la que estábamos yendo a
ese lugar. ¿Qué necesitábamos de ellos para
poder encantar? ¿Alguna clase de herramienta
mágica?

Jude se quedó en el instituto bajo las


ordenes de Johan. Se le dijo que debía
concentrarse en su trabajo, lo que me hizo pensar
si realmente estaba bien para mí el poder
saltarme mis responsabilidades. En realidad, yo
seguía sin entender por completo cuales eran los
estándares que tenía que cumplir. Una vez que
llegamos ahí, Johan y yo sobresalíamos entre una
mar de personas envueltas en túnicas. No podía
evitar pensar que se vestían exactamente como
alguien imaginaría a un grupo llamado “Asamblea
de Magos”. En ese momento, recordé que las

232
personas que me habían invocado estaban
vistiendo esas mismas túnicas. ¿Ellos fueron
quienes llevaron a cabo el ritual?

—Sei, por aquí. —Johan me invitó a


adentrarme más en el lugar.

—Ya voy.

Había una gran cantidad de mesas de


trabajo, similares a las que usábamos en el
Instituto de Investigación. Johan se detuvo frente
a una en el centro de la habitación. Al otro lado de
la mesa se encontraba parado uno de los magos
con túnica, mirándonos un poco nervioso.

—Espero aprender de ti hoy. —Baje mi


cabeza mientras decía esas palabras. A manera de
respuesta, él también bajó la suya tan pronto
como pudo. —“¿Eh? ¿Soy yo o él luce un tanto
asustado?”

—Ahora empezaré a explicar cómo


funcionan los encantamientos. —El hombre
comenzó su explicación con una sonrisa forzada
en su cara.

—“¿Qué le sucede? Bueno... supongo que


no importa.”

233
El mago tomo una caja particionada de uno
de los lados de la mesa y la puso frente a mí. En su
interior se encontraban gemas y minerales
separados por tipo. De acuerdo al mago, para
realizar un encantamiento primero tendría que
seleccionar uno de estos pequeños “focos” y
después podría imaginar el efecto que desearía
otorgar por medio del encantamiento.

Los efectos diferían de acuerdo a la


afinidad mágica de la persona que realizaba el
encantamiento. Por ejemplo, aquellos alineados
con la magia de fuego podían imbuir un
encantamiento que invocaba llamas, mientras
que aquellos alineados con la magia de agua
podían realizar uno similar que invocaba agua en
su lugar. La magia divina como la mía invocaba lo
que era conocido como encantamientos de
apoyo, los cuales mejoraban las habilidades
defensivas u ofensivas. Finalmente, algunos
materiales eran más compatibles con un
especifico tipo de efectos mágicos.

—Para los encantamientos de apoyo, yo


recomiendo estas. —El mago señalo una
colección de gemas. —¿Qué tipo de efecto te
gustaría implantar?

—Buena pregunta... —Murmuré.


Pensándolo bien... ¿Qué podría hacer?

234
Encantamientos de apoyo, encantamientos de
apoyo ¿Huh? De pronto, recordé a la salamandra
que nos había atacado en el bosque occidental.
¿Podría hacer algo para proteger a las personas de
esas terribles llamas? —¿Es posible anular algún
tipo de magia?

—¿Anular? —El mago lo pensó por un


momento. —Puede que no seas capaz de negarlo
por completo, pero es posible disminuir su poder.

Hm. Tal vez debería pensar en una forma


de reducir el daño mágico en su lugar,

—Okey. Intentare eso.

—En ese caso, creo que este tipo de piedra


sería la mejor.

El mago me alcanzó su “foco”


recomendado y yo lo presione con ambas manos.
El foco solo tenía tres milímetros de diámetro, así
que al hacer eso, lo envolvía por completo.
Imagine cuidadosamente qué tipo de efecto me
gustaría imbuir en él e invoque mi magia.

—“Si es posible, lo mejor sería tener


resistencia general a todos los tipos de magia, no
solo fuego... ¿verdad?” —Pensé en eso mientras

235
canalizaba mi poder dentro de la piedra. —“Sí,
algo como eso.”

Y con eso, sentí como hubo un leve sonido


acompañado de una sacudida ocurrieron en mis
palmas.

—“¡¿L-Lo rompí?! Ohhh sí. Lo hice.


Realmente lo rompí.”

Tímidamente, eche un vistazo al interior de


mis manos. Justo como lo había pensado, el foco
se había partido a la mitad. Él pánico comenzó a
invadir todo mi cuerpo.

—¿Funcionó? —Preguntó el mago.

—Uh, um, bueno, p-parece que lo rompí.


—Admití a regañadientes. No podía mantenerme
callada, se enterarían de ello tarde o temprano.
Cuando se lo enseñé nerviosamente al mago, el
asombro inundó su rostro.

—¿Qué demo...?

Otros magos se acercaron para ver cuál


era el motivo del alboroto.

236
—“¿Qué sucede? Están comenzando a
asustarme ¡¿Por qué todos se me quedan
mirando?!”

Pero todos alrededor mío se mantuvieron


quietos, incluido Johan.

—Realmente se rompió. —Murmuró mi


instructor, estupefacto y clavado en el piso.

—“¡Por favor, alguien haga algo con esta


incómoda situación!”

Una voz delicada rompió el silencio


ocasionado por la multitud estupefacta de magos.

—¿Intentaste encantarlo con resistencia a


algún tipo de elemento mágico?

Un chico se acercó; tenía un cabello


sedoso de un color plateado, llevaba puestos un
par de lentes y detrás se escondían unos ojos
azules con cierto tono grisáceo, los cuales me
parecían extrañamente familiares. Él chico
expulsaba un aura noble e inteligente, y para ese
momento, él era como un ángel que había ido a mi
rescate. Lord Sabelotodo no le prestó atención a
mi expresión boquiabierta y tomo la piedra de mis
palmas para examinarla.

237
—En verdad, ¿todo lo que intentaste fue
encantarla con resistencia a un especifico tipo de
magia elemental?

—Um, no... —Enderecé mi postural de


manera natural ante su mirada fría y calculadora.
Me sentí como una estudiante siendo regañada
por su maestro.

—Entonces, ¿Qué clase de encantamiento


estabas intentado hacer?

—Um, uh... pensé que sería mejor si


tuviera resistencia a todos los elementos, y uh...

—Este foco es inadecuado para un


encantamiento de ese nivel.

Lord Sabelotodo puso a un lado el foco


que había roto y tomo otro del interior de la caja.
Era una piedra negra de aproximadamente unos 5
o 6 milímetros de diámetro. Un poco más grande
que la anterior. ¿Realmente estaba bien que la
usara? Probablemente había costado bastante.
Observé al mago que se suponía había estado
guiándome y noté que él también lucia
sorprendido, Johan tenía la misma expresión en
su rostro.

238
—¿Realmente está bien que alguien como
yo use esto? —Le pregunte, intercalando mi
miranda entre la piedra y el chico que la tenía en
mano.

Lord Sabelotodo asintió y extendió la


piedra hacia mí. Yo la tomé cuidadosamente y la
sostuve entre mis manos. Y, igual que antes,
pensé en un encantamiento que pudiera resistir
todas las formas de magia mientras imbuía mi
propio poder en la piedra. Por un momento, la
piedra comenzó a calentarse, pero se enfrió de
inmediato.

—“¿Lo hice?”

No sentía algún cambio en particular, por


lo que tenía mis dudas. A medida que abría mis
manos para echarle un vistazo a la piedra, el mago
sabelotodo me arrebato el foco de la palma de mi
mano. º

—Evalúa... —Comando silenciosamente.

Ah, así que él es uno de los pocos magos


de la corte que puede realizar Magia de
Evaluación. La verdad, no podía decir que estaba
sorprendida. Lo observe silenciosamente
mientras trabajaba. Su cara era imposible de leer,
una perfecta cara de póker y la curva de sus labios

239
solo se curvaban lo mínimo posible ante cualquier
situación. Igual que el calor de la piedra, esa
pequeña sonrisa estuvo ahí por un momento
antes de desaparecer por completo.

—Tuviste éxito. —Me dijo.

240
Los otros magos mostraron su admiración,
pero yo solo podía sentirme aliviada.

—“¡Sí, lo hice!”

Pero entonces, una tercera gema fue


suspendida en el aire frente a mí. Era otra de las
elecciones de Lord Sabelotodo. Fruncí el ceño,
expresando mi evidente confusión ante sus
acciones. —“¿Huh? ¿Quiere que lo haga de
nuevo?” —No obstante, tome el foco; era del
mismo tamaño que el que había usado primero.

—Ahora, deberías hacer uno que mitigue


los efectos del veneno.

—Okey. —Asentí sin pensarlo. De todas


formas, dudaba que pudiera negarme. Esta vez,
traté de imbuir el especifico efecto que se me
había pedido. Una vez más, él se encargó de
escoger la piedra adecuada para el trabajo, dado
que tampoco termine rompiendo esta. Cuando
abrí mis palmas, el hombre levantó la gema e
invocó su magia de evaluación por segunda vez.
Debo de haber hecho bien porque él asintió
satisfecho y me alcanzó otro foco más para usar.
También tome este, y otra vez me dijo que efecto
en específico quería conseguir. Después de
encantar ese último, el hombre lucía satisfecho y

242
por cuarta vez, me alcanzó otra piedra del mismo
tipo.

Hicimos esto una y otra vez, con Lord


Sabelotodo diciéndome el efecto deseado y
conmigo encantado las piedras de acuerdo a sus
órdenes. Él evaluó cada piedra que salía de mis
manos y confirmó que todas poseían el
encantamiento correcto. Y siguió y siguió y siguió
hasta tarde. Tampoco era fácil encantar todas
esas piedras, una sola piedra me costaba un
monto cósmico de poder mágico. Y, después de
todo ¿Qué estaban planeando hacer con todas
estas piedras?

Al inicio, Lord Sabelotodo quería


encantamientos para contrarrestar venenos,
después quería resistencia a ciertos tipos de
magia elemental, cosas por el estilo; peor
eventualmente comenzó a pedir encantamientos
para anular por completo el veneno y la parálisis.
Cercano al final, incluso pidió un foco encantado
con dos tipos distintos de reducción. A medio
camino, me estaba quedando sin poder mágico,
pero entonces uno de los magos en túnicas puso
unas cuantas pociones de MP de mediana
categoría frente a mí. Para ser precisos, cinco de
ellas. Parecían ser demasiadas, pero me encontré
a mi misma tomándolas todas cuando tuve la
oportunidad. No era mucho problema dado que

243
las pociones no afectaban el tracto digestivo, por
lo que podía seguir tomándolas sin llegar a
sentirme enferma. Sin embargo, si lo mirabas
objetivamente, seguían siendo muchas pociones
y mientras estaba ocupándome de ellas, cierta
persona toco ligeramente mi hombro con el
próximo foco a encantar.

—¿Por cuánto tiempo más haremos esto?


—Pregunté al finalizar con el encantamiento. El
sentimiento de novedad se había desvanecido y
yo ya estaba lista para regresar al instituto.

Las gemas encantadas que había


producido como una especie de fábrica humana,
estaban alineadas pulcramente frente a Lord
Sabelotodo. Las observo a todas detenidamente,
asintió y después caminó hacia un casillero
cerrado que estaba en la pared. De ahí extrajo una
remarcablemente fina gema. Debe de haber sido
de un centímetro de diámetro y... ese no era un
diamante real, ¿verdad? Al verlo, algunos de los
magos tragaron saliva e incluso Johan lo hizo.

—Este será el último. —Dijo Lord


Sabelotodo. —Nulifica todos los estados de
dolencias, nulifica todos los ataques mágicos y
nulifica todos los ataques físicos.

244
—“¿Ehhhh? ¿Tres efectos? ¿Y todos se
tratan de nulificar?” —Yo no fui la única
sorprendida por las ordenes. Los ojos de los otros
magos estaban tan abiertos que parecían estar a
punto de salirse de sus orbitas. Por mi parte, ni
siquiera sabía si sería posible cumplir con esa
demanda.

—Hmm, no estoy segura si podre nulificar


los ataques mágicos y los ataques físicos al mismo
tiempo. Sin embargo, creo que podría
incrementar la resistencia mágica y la defensa
física.

—¿Es eso cierto? Muy bien, añade eso.

Escuche sus instrucciones detenidamente,


después imagine u encantamiento que pudiera
nulificar las dolencias, incrementar la resistencia
mágica e incrementar la defensa física. Esta vez, el
calor en mis palmas fue mucho más fuerte que
antes. También, el proceso completo duro mucho
más tiempo que los otros encantamientos, pero
cuando se lo di a Lord Sabelotodo para que
aplicara su magia de evaluación, sus labios se
curvaron ligeramente hacia arriba. ¡Ahora, eso es
a lo que llamo un éxito! Los magos, quienes
habían estado aguantado su respiración a
propósito, rompieron en gritos. Por mi parte, yo

245
deje salir el suspiro de alivio más grande que
podía.

—Buen trabajo. —Dijo Johan.

Estaba temblando por los nervios y me


sentía mucho más cansada que lo normal. Todo lo
que quería hacer era regresar al instituto lo más
pronto posible y tomar un poco de té mientras
descansaba. Mientras Johan y yo estábamos a
punto de dejar los ruidosos cuarteles de magos,
Lord Sabelotodo sostuvo una piedra negra frente
a mí.

—Tu recompensa por el trabajo de hoy.

Era el primero foco que había encantado


con éxito, el cual incrementaba la resistencia
mágica.

—“¿Recompensa? ¿Pero no vale una


tonelada de por sí solo? ¿De verdad se me permite
tener algo como esto?”

—¿Estás seguro? —Le pregunté.

—Por supuesto. Realmente te lo ganaste.

—Oh. —La tome gratamente.

246
La piedra parecía brillar en mi mano
mientras caminaba hacia la salida.

***
Una semana después de que fui a aprender
cómo encantar objetos en la Asamblea Real de
Magos, uno de los investigadores me dijo que
Johan estaba buscándome, así que me dirigí a su
oficina. Ahí, encontré a alguien inesperado: Lord
Sabelotodo.

—Con permiso. —Dije al entrar a la


habitación.

—Sei, ben y siéntate también. —


Respondió Johan.

Así lo hice mientras él me explicaba la


situación. El otro día, se hizo público el hecho de
que la Asamblea de Magos había adquirido una
gran cantidad de focos encantados y ahora los
caballeros estaban solicitando unos. El problema
era que algunos de los ítems solicitados eran
imposibles de hacer para los magos. Cuando les
pregunte por que, no solo me dijeron que eran
incapaces de recrearlos, resulta que ellos si tenían
los objetos que los caballeros pedían; sin
embargo, todos habían sido hechos por mí.

247
Al inicio, Lord Sabelotodo simplemente
rechazó los pedidos de los caballeros, pero estos
se las arreglaron de alguna forma para saber qué
tipos de objetos encantados tenían los magos, y
se reusaron a creer cualquier excusa que les
dijeran. Era entendible, después de todo, la
Asamblea Real de Magos estaba compuesta por
los hechiceros más competentes del reino. Los
caballeros sabían que no había otro lugar donde
podrían encontrar objetos como esos... si la
Asamblea no podía recrearlos, era obvio que un
simple comerciante tampoco podría hacerlo.
Dado todo eso, Lord Sabelotodo no tuvo más
opción que venir al Instituto de Investigación para
pedir mi ayuda encantando más gemas de
acuerdo a los pedidos de los caballeros.

—Soy consciente de que no es algo que


debería pedirte... pero, ¿podrías brindarnos tu
ayuda?

—No me importaría hacerlo, pero...

Quiero decir, en primer lugar, es mi culpa


que todo esto haya pasado. Yo fui quien le pidió a
la Asamblea Real de Magos que me enseñaran a
encantar objetos. No me importaba ayudarlos
mientras me fuera posible, pero necesitaba el
permiso de Johan para hacer algo que no tenía
que ver con mi trabajo.

248
—“Oh, pero supongo que siempre está la
posibilidad de que él podría decir que lo haga una
vez termine mi trabajo, ¿verdad?” —Miré a Johan
y Lord Sabelotodo me siguió con sus ojos tan
distinguidos. Johan frunció el ceño y lo pensó por
un buen momento antes de suspirar y asentir.

—Solo por esta vez. Y creo que no tengo


que decirte que más te vale pagarnos por
nuestros servicios.

—Gracias. —El rostro de Lord Sabelotodo


permaneció imperturbable como siempre, pero
por la forma como bajaba su mirada, podía asumir
que en verdad se sentía mal pidiéndonos un favor
como este. Después de un poco de negociación
entre Johan y Lord Sabelotodo, se decidió que, a
partir de mañana, pasaría los próximos días
trabajando en la Asamblea Real de Magos.

En la mañana del día siguiente, me preparé


para salir de mi habitación y una vez afuera,
encontré un carruaje de parte de la Asamblea.
Johan me dijo que Lord Sabelotodo había hecho
los arreglos para que un carruaje me transportaba
todos los días desde el palacio. Sus cuarteles
estaban bastante lejos de los nuestros, así que le
estuve eternamente agradecida por el viaje. El
carruaje tembló y golpeo durante todo el

249
trayecto, pero aparte de eso, fue un viaje
agradable. Una vez llegué a sus cuarteles noté
que Lord Sabelotodo estaba esperándome en la
entrada.

—¡Buenos días! —Bajé del carruaje y lo


saludé. Él tomo la valija que estaba cargando con
ambos brazos y dio una mirada interrogante.

—Ese es un cofre bastante grande.

—Y está lleno de pociones de MP. Pensé


que sería mejor si me preparaba y traía algunas
conmigo.

Lord Sabelotodo asintió y estiró su mano


tratando de alcanzar la valija entre mis manos.

—Oh, no te preocupes por eso. Puedo


cargarlo yo misma.

—Una linda señorita como tú no tiene la


necesidad de llevar algo tan pesado como eso.

Realmente no era tan pesado como decía,


pero de todas formas tomó mi equipaje e
inmediatamente giró sobre sus talones para
dirigirse al interior de los cuarteles, tuve que
trotar para igualar su paso. Lord Sabelotodo me
llevó al centro de trabajo que visité el otro día,

250
donde los magos ya estaban encantando sin
cansancio.

—¿Ustedes los magos comienzan sus días


mucho más temprano que nosotros? —Pregunté,
un poco frustrada de ver como todos estaban
trabajando. Había planeado llegar antes de la hora
en la que usualmente nos poníamos a trabajar
dentro del instituto.

—No típicamente. —Lord Sabelotodo me


explicó qué dados los pedidos de los caballeros,
los magos tenían que trabajar más horas extras
que antes. Le pregunté si yo también debía
comenzar a ir más temprano, pero él me dijo que
podía seguir llegando a la misma hora, dada que
mi ayuda fue especialmente solicitada.

—¿Estamos trabajando en base a una


fecha límite? —Pregunté.

—Ellos nos pidieron que los tuviéramos


preparados para su próxima expedición. —Una
pequeña vena resaltó en su frente al momento
que terminó su oración, pero yo ya estaba lo
suficientemente ansiosa, por lo que pretendí no
notarlo.

Mi escritorio estaba en la parte trasera de


la habitación. Otro mago había preparado todo

251
para mí desde antes que llegara, y encontré los
focos que necesitaba listos esperando sobre mi
mesa. Acomodé mis pociones de MP a un lado de
mis pies y comencé con los encantamientos. Al
inicio, Lord Sabelotodo se mantuvo a mi lado
observando todo lo que hacía. Ellos solo
necesitaban un tipo de encantamiento de mi
parte, por lo que una vez terminada la primera
tanda, se volvió una rutina sin sentido y fui capaz
de hacerlo mientras hablaba con otros sin
equivocarme. Una parte de mí pensaba que lo
mejor sería trabaja en silencio, pero tener a
alguien parado a mi costado se sentía un poco
incómodo, así que decidí preguntarle algo que
había estado rondando mi mente.

—¿Los caballeros de la Tercera Orden


fueron quienes solicitaron estos?

Ayer, Lord Sabelotod0 había mencionado


vagamente a los caballeros que había pedio los
objetos encantados, así que había estado
preguntándome qué orden recibiría los frutos de
nuestro esfuerzo.

—No, fue la Primera Orden. —Observé el


perfil de Lord Sabelotodo mientras respondía a mi
pregunta y noté que su expresión se había
tornado un tanto agria. ¿Tal vez no se llevaba bien
con ellos?

252
—Me disculpo. Le ordenamos a nuestra
gente que se mantuviera en silencio fuera de los
cuarteles de la Asamblea, pero hubo una fuga. —
Dijo mientras gruñía en voz baja, apretando sus
dientes; un escalofrío recorrió toda mi espalda.
No fui solo yo, todos los magos cercanos a mi
escritorio palidecieron cuando escucharon su
tono. Extrañamente, se sentía como si la
temperatura de la habitación hubiera bajado
repentinamente, pero seguramente era mi
imaginación.

—¿O puede haber sido alguien de nuestro


instituto? —Continué. —Tengo un colega que
sabía que estaba viniendo para aprender sobre los
encantamientos.

—¿Y ellos también sabían que variedad o


tipo de encantamiento ibas a recrear? —
Preguntó.

—Oh, no, él no podría...

Estaba tratando de aligerar el ambiente,


pero parece que mis palabras tuvieron el efecto
contrario. Jude era la otra persona en el instituto
que sabía sobre mis aventuras encantadas, pero
Johan me detuvo de contarle lo que sucedió.
Johan era otra de las personas que sabía sobre lo

253
que habíamos hecho ese día, por lo tanto, era
altamente probable que uno de los magos fue
quien filtró la información sobre los
encantamientos con los caballeros. Sospeche que
la sonrisa burlona que Johan mostró ayer cuando
Lord Sabelotodo visitó el instituto, era porque él
también sabía sobre esta filtración.

El ambiente de la habitación continuaba


cayendo cada vez más, por lo que concluí que
probablemente lo mejor era cerrar mi boca y
concentrarme en mi trabajo en silencio. Poco
tiempo después, Lord Sabelotodo pareció decidir
que yo estaría bien por mí misma y dio un paso al
costado. La tensión en el aire se relajó de
inmediato. Sin embargo, yo continué con mi
trabajo sin hablar con alguien, terminando una
tanda de focas tras otra. Pronto, llego la hora del
almuerzo. Había estado tan concentrada en los
encantamientos que ni siquiera escuche la
campana de la tarde. No fue hasta que Lord
Sabelotodo me interrumpió que noté la hora.

—¿No irás al comedor?

—¿Huh? —Miré a mi alrededor para


encontrarme con que todos ya se habían ido. —
¿Ya es tan tarde

—Si.

254
Concentrarme tanto en mi trabajo hasta
llegar a un punto donde no prestaba nada de
atención a lo que sucedía a mi alrededor era uno
de mis malos hábitos. La verdad, el almuerzo no
me preocupaba mucho, dado que había traído
unos sándwiches desde el instituto, por lo que
decidí quedarme a almorzar dentro de los
cuarteles. Lord Sabelotodo me dijo que él
también pretendía comer ahí, así que terminamos
comiendo juntos.

La primera vez que nos vimos, él


simplemente me dirigió algunas palabras que
consideraba eran estrictamente necesarias para
interactuar conmigo, por lo que estaba un poco
preocupada de que el almuerzo resultara siendo
más un silencio incomoda, pero él resulto
hablándome más de lo que había previsto.
Afortunadamente, nuestra conversación se basó
en el trabajo, por lo cual fluyo mucho más fácil que
si estuviéramos hablando sobre moda, dulces u
otra cosa que uno esperaría de una mujer.

El almuerzo acabo sin ningún problema y


tuvimos que regresar al trabajo. Yo seguí
esforzándome hasta el final del día, tomando uno
que otro descanso para usar las pociones de MP
que había preparado. Me las arreglé para
completar el ochenta por ciento de lo que se me

255
había pedido hacer, por lo que supuse que me
tomaría un día más. Mientras suspiraba, Lord
Sabelotodo vino a ver cómo me iba. Lucía un poco
sorprendido al ver la pila de focos que había
terminado de encantar.

—¿Te las arreglaste para hacer tantas en


un día?

—Yup,

Lord Sabelotodo levantó uno de los focos


y aplicó su magia de evaluación sobre él. Después
de todo, era importante que se asegurase de que
yo había completado el pedido sin problemas.
Una vez confirmó que todos estaban
correctamente encantados, mi día terminó.

—Excelente trabajo. Te veré de nuevo


mañana. —Toda su expresión se suavizó de
repente. Estaba sorprendida por lo diferente que
lucía cuando sonreía. Parecía que sus colegas
también estaban sorprendidos, dado que, por un
momento fui capaz de escuchar una especie de
conmoción. Ese sonido hizo que su sonrisa
desapareciera al instante. Muy mal.

Al día siguiente, regresé a la Asamblea Real


de Magos para ayudarlos a terminar los pedidos

256
encantados hechos por los caballeros de la
Primera Orden.

***
Toque la puerta de la oficina de Johan. Un
instante después, él me invitó a entrar, por lo que
ingresé mientras disculpaba mi intromisión. Johan
estaba sentado en su escritorio leyendo un
documento.

—Disculpa, pero hay algo sobre lo que me


gustaría discutir. ¿Podrías prestarme unos
minutos de tiempo? —Pregunté.

—Claro, ¿de qué se trata? —Me preguntó


mientras desviaba su mirada del documento.

—Me estaba preguntando si es posible


ordenar algunas cosas para mí. —Le entregué una
nota. Johan quedo perplejo al leer lo que estaba
escrito en la nota. No me sorprendía, después de
todo, no tenía nada que ver con el trabajo.

—¿Azúcar, miel y limón? ¿Para qué quieres


esto?

—Pensé que podría hacer algunos


caramelos.

257
—¿Caramelos?

A decir verdad, al principio yo estaba


preocupada de que estos ingredientes no
existieran en este mundo, pero se lo pregunté a
Jude y él me confirmó que se podían encontrar en
el reino, por lo que decidí que me gustaría hacer
ajunos dulces después de mucho, mucho tiempo.
Solía hacer caramelos todo el tiempo cuando era
una niña, pero tuve que parar cuando crecí y tuve
que trabajar como cualquier otro adulto.

—Quiero hacerlos para mí, así que estoy


dispuesta a pagar personalmente el monto que
resulte al comprar todos los ingredientes. ¿Te
importaría añadirlos a la próxima orden del
comedor?

—¿Para ti? ¿Quieres decir que tú serás la


única que los comerá? —Aha, el problema no era
la orden especial, si no el hecho de que él quería
unos cuantos dulces para él. —“Bueno, entre él y
el chef, supongo que solo tendré que hacer unos
cuantos para todos.”

—Si te interesa tener algunos, entonces la


cantidad escrita en la nota no será suficiente. —
Le dije a Johan.

258
—Solo agrega cuanto más necesitamos
ordenar y tráemelo de vuelta.

—¿Estás seguro? ¿No eran el azúcar y la


miel algo costosos?

—No te fijes en el dinero.

—Por si no me entendiste, yo solo voy a


pagar por mi parte.

—¿Quién dijo que tu ibas a pagar algo?

—No me digas que vas a usar el dinero de


nuestros fondos...

—¡Como si fuera capaz de algo como eso!


—Johan gritó sorprendido.

Jude me había dicho que endulzar dulces


con ingredientes como la miel y el azúcar eran un
tanto preciosos en este mundo, por lo tanto,
tenían un precio acorde. Ni siquiera podía
imaginar cuanto tendríamos que pagar para
conseguir los ingredientes necesarios para todos
en el Instituto de Investigación. El comedor tenía
su propio presupuesto del que preocuparse, así
que dudaba que podamos prestar un poco. Por
supuesto, yo había asumido que él estaba
pensando en usar los fondos del instituto, pero...

259
espera un momento... ¿Estaba planeando pagar
todo con su propio dinero?

—De todos modos, no te preocupes por


eso. —Johan sonrió sutilmente, como si estuviera
leyendo mis pensamientos. Con eso, me despidió
indicándome que ya podía salir.

Unos días después, recibimos todos los


ingredientes que había pedido. Pase mi día libre
acampando en una esquina de la cocina desde la
mañana, tratando con la enorme cantidad de
ingredientes. Sin duda alguna, hacer dulces para
cada persona del Instituto hubiera sido casi
imposible si fuera porque recibí la ayuda de los
chefs. También resultó beneficioso para ellos,
dado que recientemente me habían pedido que
les enseñase como preparar algunos dulces.
Ahora que lo menciono, aunque habíamos
comenzado con un solo chef, ahora teníamos
cinco. Ellos rotaban turnos de forma que siempre
estuvieran disponibles por lo menos tres al mismo
tiempo. Los rumores sobre la deliciosa comida de
nuestro comedor se habían esparcido por todo el
palacio, por lo que los practicantes del comedor
real habían sido enviados a nosotros con el
objetivo de estudiar bajo el mando de nuestro
chef.

260
Juntos, los chefs y yo pusimos todo
nuestro esfuerzo horneando unas simples
galletas con miel y unos bizcochos de limón. Solo
era capaz de recordar la receta vagamente, pero
al final el resultado fue como lo recordaba. ¡Qué
alivio! Cuando sacamos los bizcochos del horno,
todos estaban bien horneados. Los demás
cocineros están en el medio de preparar todo
para el almuerzo, pero seguían dándole un vistazo
al horno mientras cocinaban. No había forma de
que yo pudiera negarles la oportunidad de
probarlos primero. La prueba de sabor resulto ir
bien, por lo que espere a que el resto del pastel se
enfriara antes de partirlo y ponerlo en canastas.

Le dejé la tarea de distribuir las canastas


entre Johan y los otros investigadores a los chefs,
y después partí hacia los cuarteles de los
caballeros de la Tercera Orden. Estaba bastante
emocionada ya que al fin podría hacer algo que
estaba deseando desde hace mucho: iba a pagarle
a Albert por la horquilla que me compró. El asunto
me había estado molestando desde que Jude me
dijo lo valioso que en realidad era el accesorio.
Sentía que de verdad tenía que pagarle a Albert
por un regalo tan valioso, incluso si lo había hecho
porque él, uh, estaba interesado en mí. Era por
eso que usé la gema negra que había encantado
para decorar un accesorio que le daría como
regalo. Me tomo un tiempo decidir en qué fijaría

261
la gema, pero al final me decidí por un collar. Un
anillo podría afectar su técnica con la espada y no
creo que él sea el tipo de persona que usa aretes.
Por lo tanto, un collar sería lo mejor para alguien
como él.

No sabía cómo eran los collares que se


usaban típicamente por el reino, pero hice uno
basándome en un modelo bastante popular entre
los hombres de Japón. Grabé una cruz en el plano
e incrusté la gema en el centro. Era un diseño
bastante simple, pero estaba satisfecha con este.
Por supuesto, no había forma de que yo pudiera
haber hecho un collar por mí misma, por lo que
termine dejándole el resto del trabajo a una tienda
que Johan me había recomendado. Él lució una
enorme sonrisa durante todo el tiempo. De
cualquier forma, aún me sentía un poco
avergonzada de darle el collar a Albert, así que
también le iba a entregar las galletas y el bizcocho.
Y pensé que lo más encantador sería entregarle
todo acomodado en una canasta.

Cuando llegué a la oficina del Comandante


de Caballeros, el soldado parado en la puerta de
Albert sonrió mientras me anunciaba
suavemente. ¿Qué significaba esto? ¿Anunció mi
llegada desde el momento en el que lo saludé?
Nunca esperé algo como esto; vine a toda prisa en
un caballo y no recuerdo haber enviado un

262
mensajero antes que yo zarpara. Probablemente
se debía al rumor que decía que Albert y yo
siempre montábamos juntos. Sabía que no era
muy bueno para él, pero cada vez que él me
preguntaba si quería ir a montar juntos, no podía
negarme y terminábamos pasando el resto del día
juntos.

—“Ahh...”

El caballero abrió la puerta antes de que


tuviera la oportunidad de ordenar mis
pensamientos.

—Perdón por la interrupción. —Me


disculpé mientras ingresaba a la oficina. Dentro
encontré a Albert sentado en su escritorio
leyendo unos documentos como siempre. Los
soldados de alto rango como él tenían que lidiar
con montañas de papeleo además de las
expediciones y los entrenamientos.

—¿Qué te trae por aquí? —Me preguntó.

—Hornee unas galletas y pasteles...


esperaba que podamos compartir algunas. —
Recité las palabras que planeé tiempo atrás y
estás causaron que su expresión se iluminara al
instante. Oh nooooo... —“Yep. No puedo verte a
los ojos ahora mismo. Lo siento. ¡Por favor no

263
preguntes por qué!” —Le alcancé la canasta. Él
removió la tela con la que la había envuelto y
examinó el contenido. Todo estaba organizado de
forma que pudiera encontrar las galletas y
bizcochos con un solo vistazo. Por otra parte,
había enterrado la caja con el collar dentro debajo
de los dulces.

—Esto luce divino. Comámoslo ahora


mismo.

Estaba validando si aceptar o no esa


propuesta, pero mientras él se paraba con la
canasta en manos, no pude evitar pensar si él
realmente estaba tomando un descanso o lo
había interrumpido. En cualquier caso, ahora que
le había entregado la canasta, podía salir de ahí.
Entonces, cuando estaba a punto de disculparme,
Albert interrumpió mis pensamientos diciendo.

—¿Te gustaría tomar un poco de té


mientras comemos?

—“Noooo, yo solo quiero irme a casa antes


de que notes el collar...” —Pero simplemente no
podía competir con la mirada llena de esperanza
que me daba... —“¡Aaahhh, me rindo!” —Dejé de
resistirme, fui a sentarme en uno de los muebles
que me sugirió... y él se sentó justo en el asiento a
mi lado. —“¡Hay un sofá completo al frente!” —

264
Tres personas se podrían haber sentado
fácilmente en el sin incomodar a ninguno de ellos,
pero no. De igual forma, él siguió sentado tan
cerca mío. No podía evitar sentirme un poco
desconcertada por su proximidad, pero el impulso
de huir se suavizo... supongo que era porque
estaba un poco acostumbrada a esto gracias a
que solíamos montar a caballo juntos, ¿verdad?
Esa familiaridad me asustó. Como podría
ponerlo... Recientemente, sentía que me estaba
quedando sin lugares a donde huir.

Unos momentos después, una sirvienta


trajo un poco de té; la gentil fragancia se apoderó
de la habitación. Una jugada perspicaz por parte
del guardia en la puerta; él debe de haberla
llamado para que nos traiga el té. El líquido ámbar
frente a mí era igual que los tés de gran calidad
que no tuve la oportunidad de probar desde que
me invocaron a este mundo. Tome un sorbo. Era
perfectamente amargo y fácil de beber. Justo lo
que esperarías de un té sacado de las reservas del
palacio. Por alguna razón, la sirvienta también nos
había traído dos platos, así que serví las galletas y
los bizcochos antes de acercárselos a Albert.

—“Supongo que ese guardia noto los


dulces. ¡Oh! ¡Debe de haberse percatado de ellos
por el olor!”

265
—A decir verdad, no soy alguien que
disfruta al máximo los dulces, pero estos son
bastante deliciosos. —La boca de Albert formo
una sonrisa mientras le daba un bocado a una de
las galletas azucaradas.

—Me alegra que te gusten.

Por supuesto que me hacía feliz verlo


disfrutar tanto de los dulces que había traído,
incluso me comencé a sentir atraída a devolverle
el gesto. Ante eso, su propia sonrisa se hizo más
profunda y... ack. El poder de la sonrisa de un
hombre tan hermoso como él, era demasiado
para mí. Mi rostro comenzó a calentarse un poco.
—“Demonios. ¡El contacto visual es demasiado
peligroso!”

—Um, hay algo que me he estado


preguntando...

Cuando estábamos disfrutando del té


después de haber comido todos los dulces y
pasteles, Albert sacó la pequeña caja con el collar
dentro desde el fondo de la canasta. Me ahogue
por un momento. Debí haber estado satisfecha
por no permitirme escupir ni una sola gota del té
en ese instante. —“¡¿Cómo se dio cuenta de ello
tan rápido?! ¡Creí haberlo escondido bastante
bien!”

266
—¿Por qué está esto aquí? —Me preguntó.
—Luce como un accesorio encantado.

—Uhhh... —Desvié la mirada por todos


lados en la habitación, tratando de pensar en una
explicación coherente y concisa. —“¡Ahhhhhhhh!
¡No puedo pensar en nada!” —Eché un vistazo a la
expresión de Albert. Él estaba mirándome
fijamente con una mezcla de alegría y expectativa.
Al final, alcancé los límites de mi poder cerebral,
por lo que decidí que lo mejor sería decir la
verdad.

—Eso también es para ti. Quería


expresarte mi gratitud por la horquilla que me
regalaste. —Su sonrisa se hizo más grande e
íntima.

—¿Está bien si lo abro? —Asentí ante sus


palabras. Sentarme ahí y esperar a que lo abra era
un poco incómodo, así que terminé contándole
todo sobre el collar.

—El otro día, aprendí como encantar


objetos en la Asamblea Real de Magos. Ese es uno
de los focos que complete ese día. —En el
momento que Albert removió la tapa y observó el
interior, sus ojos se abrieron como platos. —Lo
encanté con resistencia mágica. Pensé que sería

267
algo que te gustaría llevar en una de tus
expediciones. —Mientras explicaba todo, la
temperatura de rostro aumentaba
constantemente. Estaba tan concentrada en mí
que ni siquiera lo podía mirar a los ojos. Gracias a
que me empeñé en mirar en cualquier otra
dirección que no fuera hacia el frente, no me di
cuenta de lo que estaba sucediendo hasta el
momento exacto. Mi mirada se dirigió de
inmediato a mi mano derecha cuando sentí algo
tacándola... los dedos de Albert. Él la levanto lenta
y deliberadamente. Todo lo que sucedió después,
paso en cámara lenta frente a mis ojos.

—“Tiene unas pestañas tan largas.” —


Pensé descuidadamente mientras observaba sus
ojos completamente paralizada. Esta línea de
pensamiento era, definitivamente, un intento de
ignorar lo que él estaba haciendo y escapar de la
realidad. Lo siguiente que sentí fue como algo
suave se posaba en la punta de mis dedos. La
última osa que recuerdo fue la pasión con la que
me miro cuando levanto su cabeza.

En cuanto a cómo regresé al instituto, no


tengo ni idea.

268
Entre Bastidores II

—Este es el indicado, su majestad.

En lo profundo del palacio se encontraba


la oficina del rey. Erhart Hawke, el mago de la
Asamblea Real de Magia, presentó una bandeja
envuelta en terciopelo negro ante su majestad.
Sobre ella se encontraba un gran diamante. Era
aquel que Sei había encantado para nulificar todas
las dolencias de estado, incrementar la defensa
física e incrementar la resistencia mágica.

El primer ministro, quien estaba parado al


costado del rey, era un hombre imperturbable,
alguien imposible de leer e inclusive muy
habilidoso si se trataba de política engañosa; sin
embargo, al ver el diamante sobre la bandeja, no
pudo evitar sorprenderse. Nadie podía culparlo.
La gema encantada que Sei había creado era algo
que sería imposible de obtener bajo cualquier
regla, a menos que fuera algo que encontraras
después de completar una expedición enfocada
en la caza de monstruos o en una excavación
arqueológica en lo más profundo de alguna ruina
ancestral.
Durante una expedición, existía la rara
posibilidad de que, al matar a un monstruo
poderoso, este soltara una herramienta
encantada. La calidad de estos ítems variaba de
acuerdo a la fuerza de la bestia. La piedra que Sei
había producido era tan potente como algo que
un demonio soltaría, y para derrotarlo se
necesitaría a cada uno de los caballeros de la
Orden. El diamante era algo perteneciente a las
leyendas... Un objeto de clase legendario. De
hecho, había unos pocos objetos con propiedades
similares, guardados en la tesorería del palacio.
Sin embargo, estos habían sido reunidos
minuciosamente durante siglos, y el reino solo
poseía unos pocos. Esta era la primera vez que el
rey o el primer ministro vieron algo tan
excepcionalmente raro fuera de la tesorería.

—Ahora entiendo por qué me pediste


hablar en privado. —Dijo el rey, con un profundo
suspiro. Erhart se había comunicado
discretamente con Johan, el jefe de
investigadores del Instituto de Investigación de
Flora Medicinal, con el objetivo de organizar esta
reunión secreta. Además del rey y el primer
ministro, Erhart y Johan eran las únicas personas
en la habitación. Como Sei ya había revelado sus
habilidades de encantamiento en los cuarteles de
la Asamblea General de Magia, ellos ordenaron a
los magos que se mantuvieran callados; pero no

271
podían eliminar todas las posibilidades de
filtración informática, por lo que estaban
limitando cualquier divulgación lo máximo
posible.

Mientras Erhart y Johan describían la


legendaria hazaña de Sei, estas dos personas,
quienes mantenían el reino en orden, se
mantuvieron estupefactos. Ellos también
comenzaron a notar la necesidad de mantener la
verdad oculta. Tal y como lo implicaba la palabra,
el ítem legendario que Sei había encantado, sería
increíblemente útil para operaciones militares de
gran escala. Si fuera a ser vendido el mercado, se
tendría que pagar una suma astronómica para
conseguirlo. La mujer que podía crear tales
objetos era, sin duda alguna, la gallina de los
huevos de oro. Si tan solo una palabra sobre sus
habilidades fuera escuchada en púbico, o cabía
duda de que Sei se convertiría en el objetivo de
personas u organizaciones.

Erhart le contó con lujo de detalles los


eventos que guiaron a la creación de la gema
encantada. Cuando Johan lo contactó y le habló
sobre el interés de Sei en la magia, Erhart decidió
que podría usar esa oportunidad para investigar
sus habilidades. Como el único que podía evaluar
las estadísticas de una persona era el gran mago,
y este seguía en coma desde el ritual de

272
invocación, ellos todavía tenían que hallar una
forma de determinar si la Santa era Sei o Aira. Sin
embargo, medio año había pasado desde la
ceremonia y aún no había forma de saber cuándo
se despertaría el gran mago, así que los ministros
comenzaron a discutir como evaluar las
habilidades mágicas de ambas candidatas.

Como Aira estaba atendiendo a la


Academia Real, ellos habían sido capaces de
examinar sus poderes desde múltiples ángulos.
Mientras tanto, Sei había sido puesta en el
Instituto de Investigación de Flora Medicinal. En
ese lugar, ella realizaba las mismas actividades
que cualquier otro investigador; como
consecuencia, sus pruebas de habilidades iban
mucho más lento. Los oficiales se habían negado
a presionarla dados los eventos que ocurrieron
momentos después de su invocación, así que su
pedido de experimentar con encantamientos
había sido verdaderamente, un salvavidas. En ese
momento, el rey ya había aceptado el reporte de
Erhart y se había decido que se estudiaría el poder
de Sei mediante los encantamientos que realizaría
unos días después en los cuarteles de la Asamblea
Mágica. Por consiguiente, se determinó que Sei
poseía una habilidad mágica impresionante.

Las pruebas que Sei tendría que pasar


habían sido planeadas de antemano en la

273
Asamblea Real de Magia. El efecto de un
encantamiento dependía de la afinidad elemental
que poseía el encantador, su nivel y el reservorio
mágico que poseía. Los encantamientos más
poderosos requerían grandes montos de poder
mágico, así como también era necesario tener un
gran nivel para poder realizarlos. Por lo tanto, el
poder relativo de un encantamiento podría
revelar la habilidad del encantador hasta cierto
punto. Primero, se usarían encantamientos para
determinar la afinidad elemental de Sei, para
después tratar de descubrir su nivel a medida que
incrementaban la dificultad del tipo de
encantamiento que estuviera realizando. Si fuera
posible, también les hubiera gustado mantenerla
encantando objetos hasta que su poder mágico
que agotara, de esa forma podrían estimar la
cantidad de poder mágico que poseía basándose
en la cantidad de pociones que habría usado.

Como Sei había sido invocada para ser la


Santa, había una gran probabilidad de que
poseyera Magia Divina, así que comenzaron a
probarla con encantamientos de apoyo. Sin
embargo, debido a circunstancias imprevistas,
Erhart se vio obligado a hacerse cargo de sus
pruebas, aunque afortunadamente pudo ver su
plan hasta su finalización. Él guio a Sei paso a paso
a través de los encantamientos sobre reducción
de daño, resistencia y finalmente, anulación de

274
efectos; incrementando gradualmente la
dificultad de sus órdenes. El nivel máximo que uno
podía alcanzar en la magia era un 10, aunque solo
una o dos personas en la historia se las habían
arreglado para conseguirlo. La mayoría de los
magos que pertenecían a la Asamblea Real, solo
eran de nivel 3. Cualquier persona podría encantar
un objeto con reducción de daño siempre y
cuando poseyera un nivel mínimo en Magia
Divina. Los encantamientos de resistencia
requerían que la persona sea de nivel 3 y los
encantamientos que anulaban efectos requerían
un nivel incluso mayor, un nivel 5.

Fue por eso que, cuando Sei sugirió un


encantamiento anulador en su primer intento, el
mago que la estaba guiando en ese momento le
recomendó comenzar con uno más simple; como
uno de reducción, por ejemplo. Sin embargo, ella
cambió su encantamiento mentalmente mientras
los estaba realizando, así que su intento falló y la
gema se rompió. No obstante, su segundo intento
de encantar un foco con una resistencia mágica
incrementada fue un éxito rotundo. A partir de
esto, ellos pudieron deducir que su nivel era muy
probablemente más de 3. Notablemente, después
de medio año, Aira actualmente poseía el nivel 4
en Magia Divina, aunque había empezado con el
nivel 1 cuando se inscribió a la Academia Real. Era
fácil imaginar por que se habían sorprendido los

275
magos cuando se dieron cuenta que, a pesar de
no haber asistido a ninguna clase de magia, Sei ya
era por lo menos nivel 3. Con el objetivo de probar
un poco más, Erhart comenzó a ordenarle a Sei
que realizara diferentes tipos de encantamientos.
Dio sus órdenes de una manera tan
increíblemente profesional haciendo que los
demás se preocupara sobre cuanto faltaba para
que Sei perdiera los estribos debido a sus
demandas. Afortunadamente, ella realizo todos
los encantamientos sin rechistar.

Mientras lo básico de reducción requería


por lo menos ser nivel 1, algunos efectos
requerían un nivel más alto. Por ejemplo, el nivel 1
era suficiente para lanzar un encantamiento de
resistencia al envenenamiento, pero algo como la
reducción de parálisis solamente podría ser
lanzada cuando el mago/a llegara al nivel 2. Erhart
incremento gradual y meticulosamente la
dificultas y variedad de los efectos que le pedía a
Sei; eventualmente, ella probo que también era
capaz de anular los efectos producidos por
encantamientos. Algo que solo se podía
conseguir una vez sobrepasabas el nivel 5. Fue en
este punto que la curiosidad de Erhart saco lo
mejor de sí mismo. Lo siguiente que ordenó fue un
foco que poseyera dos efectos distintos; una
hazaña que nunca había sido realizada
exitosamente en la historia del reino. Él sabía que

276
era casi imposible de conseguir, pero quería verla
intentarlo. Erhart le dijo que encantara un foco
con dos tipos simples de reducción... y Sei fue
capaz de hacerlo igual que todos los demás.

Para entonces, toda la Asamblea estaba


extremadamente curiosa por saber cuáles eran
los límites de la magia que Sei poseía. Hasta ese
momento, los otros magos habían estado
observándola disimuladamente, pero para ese
punto era evidente que todos estaban
evidentemente interesados en ella. Cuando
estaban a punto de tomar un descanso, Erhart le
dio una orden final solo para ver hasta donde
podía llegar la magia de Sei: anular los estados e
dolencia, anular los ataques mágicos y anular los
ataques físicos. Dos encantamientos simultáneos
habían sido lo suficientemente inviables, ni hablar
de tres al mismo tiempo. Aun así, Erhart
igualmente se lo pidió a Sei.

Obviamente, Sei fue incapaz de realizar


esa prueba final exactamente de acuerdo a la
orden que Erhart le había dado... pero en su lugar,
ella encanto una piedra que podía anular los
estados de dolencias e incrementar la resistencia
mágica y física. Básicamente, había creado un
objeto legendario en toda regla. En consecuencia,
Erhart determinó que el nivel de la Magia Divina
que Sei poseía debía estar al máximo, en otras

277
palabras... al nivel 10. La verdad era que este no
era su nivel en lo absoluto, pero eso no se
descubriría hasta mucho después.

—Pienso que el nivel de su Magia Divina


esta al máximo y que su nivel básico excede el 40.

EL rey y el primer ministro abrieron los ojos


sorprendidos por las palabras de Erhart. El estatus
de una persona se basaba en su nivel básico
además de sus habilidades de batalla, habilidades
de producción y similares. El nivel básico afectaba
fundamentalmente cosas como el HP, MP,
ataques físicos y mágicos. La base de una persona
ordinaria rondaba entre los niveles 5 y 10. Alguien
graduado de la Academia Real se encontraba
entre los niveles 15 y 20; mientras que los
caballeros y magos contratados por el palacio
tenían niveles entre 30 y 35. Solo los Comandantes
de las Ordenes y el Gran Mago se encontraban
arriba del nivel 40. Según la cantidad de pociones
de MP que Sei tomó mientras realizaba los
encantamientos, Erhart estimó que la cantidad
máxima que poseía rondaba los 5,000. El Gran
Mago era la única persona en el reino que poseía
una cantidad similar de MP y su nivel base era 45.
Erhart había estimado el nivel base de Sei
partiendo de allí.

278
—Eso es bastante alto. —Unas palabras se
le escaparon al primer ministro. Por el lado de
Aira, el príncipe del reino hacia que la chequearan
regularmente y reportaba sus niveles. De acuerdo
a ella, su nivel base y el nivel de sus habilidades
mágicas cuando recién llego a la Academia Real
fueron ambos 1; pero después de los seis meses
que estuvo en el curso de la Academia, ella había
alcanzado el nivel 16. Considerando que los otros
estudiantes alcanzaban niveles entre el 15 y 20
cuando cursaban su tercer año en la academia, los
ministros determinaron que Aira era capaz de
subir de nivel a una velocidad increíble. Su nivel
base no era el único afectado; sus habilidades
mágicas incrementaron su nivel al ser usadas con
cierta frecuencia. En cuanto a la elaboración de
pociones, ella era capaz de mejorar
proactivamente; ahora mismo, con su nivel 4, su
Magia Divina rivalizaba con cualquier otro mago
perteneciente a la Asamblea Real de Magia. Sin
embargo... estos niveles seguían pareciendo
bajos si la comparaban con Sei.

—Si su nivel es tan alto... ¿no podemos


confirmar que ella es la Santa?

—Todavía es muy temprano para eso. Mis


magos han estado sumergiéndose en lo profundo
de nuestros archivos buscando las estadísticas

279
específicas de la Santa; pero todavía no
encontramos algo que los describa en detalle.

—Si tan solo tuviéramos esos archivos...

—Puede que la cosa más importante de


identificar no sean sus estadísticas, sino sus
habilidades a la hora de purificar el miasma y cazar
demonios. Hemos encontrado un gran número de
libros que describen esos aspectos de sus
habilidades.

La biblioteca real estaba repleta de libros


con historias sobre las hazañas que la Santa había
logrado, así como también contenían los
romances que algunas doncellas invocadas
habían tenido con miembros de la realeza y
caballeros del pasado; sin embargo, no se podía
encontrar escrito nada sobre su vida diaria, cosas
como el éxito de Sei al elaborar pociones y realizar
encantamientos. Por supuesto, había una razón
por la que los libros se concentraban más en
ciertos aspectos específicos de la Santa. En
efecto, aquellas Santas del pasado habían sido
capaces de realizar encantamientos igual que Sei.
Ninguna produjo un objeto de clase legendario
como ella lo había hecho, pero de igual forma
habían sido capaces de producir ítems mágicos
mucho más poderosos que la gente común.

280
El rey y sus consejeros no tenían idea de
estos hechos debido a la sabiduría de sus
ancestros. Aquellos líderes pasados se dieron
cuenta que, si las verdaderas habilidades de la
Santa se convertían en conocimiento público, era
inevitable que algunas personas tratarían de
manipularla para su propio beneficio. Por lo tanto,
prohibieron la crónica de cualquier otra cosa que
no fuera su capacidad para eliminar monstruos.

El rey actual estaba, muy probablemente,


pensando en hacer algo similar. Desde el inicio de
la reunión secreta, Erhart comenzó a notar como
la expresión del rey se oscurecía cada vez más. La
mera existencia de la Santa estaba categorizada
como algo maravillosos y aunque Sei no fuera ella
en realidad, sus talentos podrían influenciar
demasiado en las estrategias del reino. Sin
embargo, si sus habilidades se convertían en
conocimiento público, distintas personas de
dentro y fuera del reino comenzarían a aparecer
para intentar poseerla, sumiendo su nación en el
caos. El rey tenía el deber de considerar sobre
cómo proteger a Sei de ese tipo de personas. Él no
podía permitirse alegrarse de que habían
encontrado a la Santa sin pensar en lo que estaba
por venir.

—Debemos fortalecer su guardia.

281
Todos en la habitación entendieron lo que
el rey quiso decir con eso. Recientemente,
muchas más personas habían entrado en
contacto con Sei, algunas de ellas incluso habían
visitado el Instituto de Investigación sobre Flora
Medicinal donde ella trabajaba, a pesar de ser un
lugar tan apartado del palacio.

Unos cuantos guardias habían sido


puestos en secreto cerca de ella desde que
comenzó a vivir en el instituto, pero debido a su
ubicación, era fácil identificar a cualquier persona
sospechosa. Además de eso, Sei solía pasar la
mayor parte del tiempo dentro del instituto, por
lo que no tenían que usar tantos guardias. Todo
eso cambio cuando los resultados de las pruebas
fueron filtrados, por lo que ahora el número de
guardias era insuficiente. Ellos incrementarían su
protección de inmediato; sin embargo, esta
necesidad de incrementar los guardias a su
alrededor trajo otro problema consigo. Johan
había dejado en claro que Sei solo deseaba vivir
una vida normal. Por lo tanto, ellos no podían
mantener caballeros cerca de ella que vigilaran
cada paso que daba como lo hacían con Aira. Ellos
tenían que mantener un pequeño escuadrón para
que Sei fuera capaz de ignorar su presencia por
completo.

282
Al final, ellos decidieron que pondrían
nuevos guardias vestidos de cocineros dentro del
comedor del instituto y además de eso, también
pondrían unos pocos soldados vestidos de
investigadores. De esa forma, Sei estaría cerca de
un gran número de protectores en caso de que
algo ocurriera.

283
Séptimo Acto
Magia

En el séptimo mes desde mi invocación los


rayos del sol seguían tan fuertes como antes, pero
parecía que la tiránica “estrella del día”
comenzaba a ocultarse cada vez más temprano.
Yo continuaba regando las plantas del instituto
como parte de mi rutina mañanera, pero mientras
que el amanecer comenzaba más tarde, podía
sentir como el otoño se acercaba.

—Sei, buenos días.

Con sus ojos claros y tupida cola en su


cabello, Jude me miraba mientras rociaba un poco
de agua sobre las raíces usando una regadera.
Obviamente, no había forma de que yo pudiera
regar todo el lugar por mí misma. El jardín también
había vuelto a expandirse, así que yo solo me
encargaba de la parte que usaba personalmente.
Muchos de los investigadores tenían sus propias
parcelas, por lo que cada uno se encargaba
personalmente de la suya y contratábamos a un
grupo de jardineros para el resto.

—Si me hubieras dicho que ibas a estar


aquí fuera, podría haberte ayudado un poco. —
Jude frunció el ceño al ver la regadera en mis
manos.

Cuando él se enteró que yo regaba las


hierbas de mi parcela todos los días, Jude se
ofreció a ayudarme con su magia de agua, con la
cual podría ser capaz de regar una gran parte del
terreno al mismo tiempo. Sin embargo, me habría
sentido mal rogándole por su ayuda todos los
días, así que solo pedía su ayuda si me lo
encontraba cuando me dirigía a hacer los
quehaceres.

—Gracias, pero el sentimiento de por sí ya


es suficiente para mí. —Le respondí sonriendo. El
me devolvió la sonrisa como si estuviera diciendo:
¡Lo intenté! De todas formas, ya había terminado
de regar todo el lugar, por lo que terminamos
regresando al instituto juntos. Jude no tenía su
propia parcela; él solía salir del instituto solo para
ayudarme con la mía. En nuestro camino, me
tomé la molestia de confirmar las tareas del día.

—¿Esta mañana llegarán las hierbas que


pedimos de la tienda?

—Yup. Y es mucho más de lo usual, así que


Johan dijo que tenían que ayudarlo a acomodar
todas en el almacén.

285
Estábamos planeando elaborar un montón
de pociones para los caballeros de la Tercera
Orden, pero habríamos vaciado nuestro jardín si
conseguíamos todos los ingredientes de allí, por
lo que tuvimos que pedir algunos de otro lugar.

Casualmente, la tienda era una que


pertenecía a la familia de Jude, así que Johan
estaba feliz de que fuéramos capaces de
conseguir suministros extra con unos amigos más
el descuento familiar. De acuerdo a Jude, la tienda
que su familia dirigía en la capital era bastante
grande y ofrecía una gran variedad de productos.
También descubrí que ellos eran quienes nos
brindaban los ingredientes que usábamos en el
comedor del instituto. Aunque me sentí un poco
mal por eso, dado que yo fui quien tenazmente
pidió muchos ingredientes para los dulces que
hice antes.

—¿A qué hora será la entrega? —


Pregunté.

—Probablemente alrededor de la tercera


campana de la mañana.

—En ese caso deberíamos dirigirnos al


almacén cuando suene.

286
En este mundo existían los relojes, pero
estos eran extraordinariamente costos, así que
pocas personas poseían alguno.
Consecuentemente, las personas comunes como
yo nos guiábamos de las campanadas de la iglesia
para determinar la hora del día. Las mismas
campanadas sonaban en el palacio. La tercera
campanada de la mañana sonaba alrededor de las
9 a.m. Como el almacén se encontraba al costado
del instituto, llegaríamos allí a tiempo siempre y
cuando partiéramos justo en el momento en el
que la campana sonara.

Nos dirigimos al almacén tal como lo


planeamos; sin embargo, no pude hacer nada una
vez llegamos allí. Los otros investigadores y los
sirvientes descargaron la vasta cantidad de cajas
que contenían las hierbas sin necesidad de mi
ayuda. Yo sería la que más usaría el cargamento,
por lo que quería ayudar un poco; y lo intenté,
pero por alguna razón, se negaron firmemente a
que los ayudara.

Bueno, para ser honesta, era bueno ver


como mis compañeros demostraban su fuerza,
algo que no hacían muy a menudo; pero me sentía
un poco culpable por solo estar mirando.
Finalmente, me rendí y decidí que, en su lugar,
sería yo quien le entregara las pociones a la
Tercera Orden. Estas serían transportadas con

287
una carreta y un burro, sí que nadie podía
considerarlo como trabajo pesado. Sin embargo,
los sirvientes insistieron en que se harían cargo de
subir todos los objetos a la carreta.

Así es, por fin había aprendido a manejar


un carruaje por cuenta propia. Al inicio estaba
preocupada de no poder guiar correctamente al
burro que jalaba la carreta, pero resulto ser
sorprendentemente fácil. Probablemente se
debió a que el burro era un animal muy amable...
¡si, seguro que lo es! Él cada una de mis órdenes
tranquila y silenciosamente. Curiosamente, me
puse a pensar que eso era algo que nunca podría
haber aprendido en Japón, igual que la
elaboración de pociones.

—¿Huh? ¿Sei?

Mientras los sirvientes descargaban todas


las pociones al lado de la entrada a los cuarteles
de la Tercera Orden, me encontré con algunos de
los caballeros que acaban de finalizar su
entrenamiento. Como estaban en modo de
práctica, no vestían sus típicos uniformes, sino
que llevaban puesto ropa un poco más casual.
Después de haberlos acompañado en una
expedición, pedirles ayuda para probar los
efectos de mi comida y cosas similares; me
encontraba en muy buenos términos con ellos.

288
Bueno, al menos nos llevábamos lo
suficientemente bien como para que nos
podamos hablar casualmente cada vez que nos
topábamos.

—Ah ¿nos trajiste pociones? —Preguntó


uno de los caballeros.

—Yup.

—Fantástico. Las pociones del instituto de


investigación son increíblemente efectivas. Todas
son salvadoras de buena fe en nuestras
expediciones.

—Me alegra oír eso.

Con el entrenamiento finalizado, pronto


me encontré rodeado de un gran número de
caballeros. Todos eran mucho más altos que yo, y
la gran mayoría estaba bastante bien construidos.
De cierta forma, sentí que estaba rodeada por una
gran muralla hecha de carne.

—Siempre ordenamos demasiadas, pero


debe ser complicado ¿verdad? Y ellos están
pensando en pedir el doble de esto para la
próxima vez ¿cierto?

—¿Huh? ¿En serio?

289
Johan no me había dicho nada sobre eso.
A decir verdad, era capaz de hacer tres veces la
cantidad de esta orden con poder mágico de
sobra, así que no pensé que sería un problema si
pedían el doble la próxima vez. De acuerdo al
caballero, tanto la Tercera como Segunda orden
estaba planeando hacer una expedición conjunta.
Por lo tanto, querían tener suficientes pociones
del Instituto para cubrir todo su cuerpo de
caballeros. Sería un problema si solo una de las
Ordenes usaba mis pociones especialmente
efectivas, así que Johan y los Comandantes
concluyeron que necesitarían el doble del típico
inventario. En ese momento entendí por que
recibimos tal cantidad de hierbas en la mañana.

—Si están desplegando esa cantidad de


caballeros en una expedición, ¿es por qué esperan
encontrarse con un monstruo poderoso?

—No necesariamente. Pero la próxima


expedición se realizará en el bosque fantasma, así
que las ordenes se están uniendo solo porsiacaso.

—Ya veo.

El bosque fantasma fue donde apareció


aquella salamandra. Ellos se las arreglaron para

290
derrotarla, pero una misión a gran escala los
protegería de cualquier incidente similar.

—¿La Primera Orden también participará?

Segunda y Tercera Orden... Debido a eso


pensé que una Primera Orden también debería
existir. ¿Lord Sabelotodo no la había mencionado
antes? Pero mi pregunta casual terminó
desatando una oleada de amargura en los rostros
de los caballeros. Incline mi cabeza en confusión,
preguntándome si había dicho algo que no debía.

—La Primera Orden tiene el deber de


proteger a su alteza. —Uno de los caballeros
respondió a regañadientes.

—¿El príncipe?

—Bueno, el Príncipe Kyle y sus hombres si


dirigen al bosque oriental con el objetivo de subir
su nivel. La Primera Orden estaba bajo las órdenes
de escoltarlo, así que no se unirán a nosotros esta
vez.

“Kyle, ¿Kyle...? Oh, sí, ese príncipe


pelirrojo.” Me tomó un momento ubicar al
príncipe por su nombre.

291
—Aunque, el príncipe ya se encuentra en
el nivel 15. En este punto, dudo mucho que sea
capaz de mejorar si va al bosque oriental. —Dijo
uno de los caballeros.

—Sí. El bosque del sur sería mucho mejor.


—Respondió otro de los caballeros.

—Especialmente si tiene guardias. —


Agregó otro.

De acuerdo a los caballeros, el bosque


oriental era para novicios. Ahí, los estudiantes de
la academia podrían incrementar su nivel base
hasta el 12. Por lo tanto, personas como el príncipe
y sus hombres quienes ya poseían un nivel
superior, tenían poco que ganar de una
expedición como esa. El bosque del sur albergaba
monstruos más fuertes, así que era preferible
para subir niveles desde el 12 al 20. Además, el
príncipe ya había ido al bosque del sur antes, así
que era raro que quisiera volver al bosque oriental
en su lugar.

—¿Pero no es porque la señorita Santa


esta con él?

—Ah, sí, probablemente.

—¿Señorita Santa? —Pregunte sin pensar.

292
—Así es como el príncipe y su compañía
llaman a la chica que han estado cuidando.

Me lo imaginaba... ¿quién además de Aira


estaría bajo el cuidado del príncipe y sería llamada
“La Santa? Pero los caballeros procedieron a
contarme todo lo sabían sobre el tema. Para
resumir, Aira Estaba asistiendo a las clases de la
Academia Real, donde el príncipe y sus
acompañantes la vigilaban constantemente.
Como el príncipe siempre la llamaba “Señorita
Sata”, estos chicos se motivaron y comenzaron a
querer subir su nivel lo más rápido posible por el
bien del reino.

Como Aira entró a la Academia más tarde


que sus compañeros, y como el príncipe ya era de
un nivel superior al de ella, este la estaba llevando
al bosque con el objetivo de incrementar su nivel
rápidamente. Por supuesto, el príncipe y sus
acompañantes eran todos miembros de la realeza
o vástagos de la nobleza, y los caballeros de la
Primera Orden los estarían escoltando para
asegurar su seguridad. En otras palabras, el
príncipe estaba planeando subir el nivel de Aira,
pero eligió el bosque oriental porque pensó que
el bosque del sur sería demasiado peligroso para
ella.

293
—En verdad la cuida bastante. —Me sentí
un poco aliviada al saber que nada malo le había
ocurrido a Aira. No había escuchado mucho sobre
ella desde la invocación, pero era menor que yo,
por lo que no podía evitar preocuparme un poco.
Sin embargo, por alguna razón, los caballeros
estaban intercambiando miradas extrañas entre
ellos. —“¿Huh? ¿Hay algo en mi rostro?”

—Si nos lo preguntas, tú eres más parecida


a la Santa que ella. —Dijo uno.

—El príncipe debe estar ciego. —Agregó


otro.

—Si alguna vez necesitas algo, siéntete


libre de hacérnoslo saber. Te ayudaremos
felizmente.

De cierta manera, sentí como si se


estuvieran apiadando de mi mientras me ofrecían
palabras de consuelo, pero yo estaba bien. Ellos
no tenían que intentar consolarme. Después de
todo, estaba viviendo pacíficamente haciendo lo
que quería hacer.

—Ha ha ha. Gracias chicos. Me aseguraré


de ir con ustedes la próxima vez que tenga
problemas.

294
Ellos dijeron que me parecía a la Santa... y
a decir verdad, eso me molestaba un poco. Pero
solo porque mis estadísticas sugerían que yo en
verdad era la Santa. Sin embargo, no tenía
intención alguna de declararlo como tal... o de
contarle mis sospechas a alguien más. Aunque
tampoco tenía la intención de negarlo si alguien
más lo descubría. Todavía estaba un poco herida
por lo que pasó el día que fui invocada y seguía sin
estar lista para aceptar la rudeza con la que me
recibieron. Por lo tanto, mi intención era tener
una vida normal, sin preocupaciones hasta que
alguien descubriera quien era en realidad.

***
Ugh, no podía dejar de pensar sobre lo que
había aprendido en los cuarteles de la Tercera
Orden. Más específicamente, no podía dejar de
pensar en ella... la otra chica que había sido
invocada junto a mí.

Ella, quien había sido llevada por el


príncipe del reino, estaba tomando clases en la
Academia Real. No tenía problema con ello, dado
que ella seguía en la edad de asistir a la escuela.
Lo que me molestaba era el hecho de que su nivel
base fue aparentemente más bajo que el de sus
compañeros cuando comenzó con sus clases.

295
Después de despedirme de los caballeros y
volver al instituto, le pregunte a Jude sobre el
tema, a lo que él me respondió que los chicos de
primer año solían tener un nivel entre el 7 y el 8.
De acuerdo a los caballeros, la mayoría de los
estudiantes que cursan el tercer año se
encontraban entre los niveles 12 y 16, igual que el
príncipe. Los estudiantes talentosos pasaban con
facilidad el nivel 15. Si Aira se pudo nivelar con sus
compañeros, eso significaba que ahora tenía el
nivel 15 como máximo. Fue ahí cuando recordé mi
propio nivel base. Lo revise de nuevo y no había
cambiado nada desde mi invocación. Seguía en el
nivel 55.

Me escuchaste bien. Nivel 55.

Aira se encontraba por el nivel 15 y yo por


el 55... Incluso si ella estaba por encima del nivel
15, probablemente seguía teniendo un nivel
inferior al mío. Pregunté por curiosidad y aprendí
que Jude era nivel 20. También se lo pregunté a
los caballeros y muchos resultaron con un nivel
superior al 30. No podía imaginar a Aira con un
nivel superior al suyo. ¿Por qué demonios había
tanta diferencia entre nuestros niveles?

Sentí que sabía la respuesta, pero no


quería aceptarla. Probablemente no se trataba de
la diferencia entre nuestras edades. Ahh,

296
realmente no me gustaba la idea de que yo sea la
Santa... y que Aira no. Si solo yo era la persona a
quien alababan como “Santa”, entonces ya no
sería capaz de vivir una vida pacífica. Y estoy
segura de que Aira no estaría feliz si escuchara
que fue invocada por nada.

—Whoa. ¿Realmente estas trabajando


duro, huh? —Me volteé hacia quien me estaba
hablando y encontré a Johan con una expresión
de sorpresa en su rostro. Había estado tan
concentrada en mis propios pensamientos, que
terminé haciendo muchas más pociones de las
necesarias. Como la Tercera Orden hizo ordeno
una gran cantidad de ella, me dedique a optimizar
el proceso. Al lado del recipiente que estaba
usando, se encontraba la misma cantidad de
pociones que un médico podría elaborar en un
solo día.

—Mis disculpas. Estaba perdida en mis


pensamientos y parece que afecto a mi trabajo.

—Luce como que eres capaz de seguir.


¿Crees que puedas hacer el doble de esta cantidad
hoy mismo? —Me preguntó Johan con una
sonrisa irónica.

—Sí, creo que tengo suficiente poder


mágico para eso.

297
Su sonrisa se endureció ante mis palabras.
Cuando recién comenzaba a trabajar en el
instituto, ellos se solían preocupar mucho sobre el
consumo de mi poder mágico con todas esas
pociones de baja categoría, pero ahora mismo se
preocupaban más sobre la rapidez con la que se
acababan sus reservas. Teníamos los ingredientes
para las pociones de HP de alta categoría, pero se
me había prohibido usarlos porque no querían
que sus reservas en el almacén desaparecieran.

Mis habilidades de farmacéutica no


parecían aumentar su nivel, por lo que ahora
mismo, cuando compraba hierbas en una tienda,
solo las usaba para elaborar las pociones de HP
que la Tercera Orden había pedido. Como ese tipo
de pociones eran notablemente eficaces y
costosas para empezar, y como la mayoría de
expediciones se dirigían a regiones más seguras;
la mayoría de las pociones que elaboraba
terminarían sin uso alguno y siendo reservadas en
nuestro almacén.

Pero si la Tercera Orden se dirigía al


bosque occidental, pensé que lo mejor sería tener
algunas pociones de alta categoría guardadas en
caso de que algo sucediera, por lo que me puse a
hacer algunas. Si quería hacerme pasar como una
persona normal, lo mejor que podía hacer

298
públicamente era ayudar a la Tercera Orden
elaborando pociones para ellos, pero me
entusiasmé tanto y según la expresión de Johan,
definitivamente podía decir que había hecho
demasiadas.

Con eso, había completado


accidentalmente la cuota de pociones que se
suponía debía mantenerme ocupada todo el día,
por la mañana. Como tenía un poco de tiempo
libre, decidí visitar la librería. Quería investigar si
existían algunas hierbas que aumentaran la
efectividad de las pociones de alta categoría. Ya
llevaba un tiempo leyendo sobre hierbas, pero
todavía no había encontrado nada relacionado al
tema que me interesaba. En una ocasión, le
pregunté a Liz si sabía algo al respecto, y ella me
dijo que tal vez había algo en el depósito
prohibido; pero, por supuesto, no era como si
cualquier persona podría entrar a un lugar con ese
nombre.

No tuve más opción que seguir trabajando


con el material disponible en la sección de
herbología de la biblioteca. Todavía me quedaba
una tonelada de libros que revisar; sin embargo,
ese día solo estaba buscando un libro que
estuviera relacionado con el tema para así poder
matar un poco el tiempo, por lo que terminé

299
tomando uno completamente diferente al tipo
que solía estudiar.

El titulo incluía las palabras “Magia


Divina”.

Con mi extraño nivel base a un lado, la


estadística más rara de todas era aquella con el
nombre de “Magia Divina”. ¿Qué demonios
significaba el ∞? ¿Nivel infinito? Eso no tenía
sentido... pero quizás tenía que ver algo con mi
título de “Santa”. Recientemente había
aprendido sobre los niveles base, pero nada
involucraba a la Magia Divina, así que no tenía idea
del nivel promedio.

A pesar de que tenía una inmensa


curiosidad, me asustaba el hecho de preguntarle
a alguien más porque podrían terminar
curioseando sobre mi propio nivel. Incluso estuve
nerviosa cuando les pregunte a los caballeros
sobre el nivel base, pero afortunadamente nadie
pregunto sobre el mío. De todas formas, en
cuanto al nivel de mi Magia Divina, realmente
dudaba que fuera a incrementar, pero tampoco
era como si la hubiera estudiado a detalle antes.
La verdad, tampoco estoy segura si me hubiera
gustado estudiarla; después de todo, incrementar
mi nivel en Farmacéutica y en la Cocina era
bastante divertido.

300
Sin embargo, desde que escuché más
sobre la situación de Aira, había tomado más
conciencia sobre mis propios niveles. Ambas
fuimos invocadas al mismo tiempo; no obstante,
su nivel era mucho menor en comparación al mío.
A partir de eso, supuse que su nivel en la Magia
Divina también debería ser menor que el mío.
Realmente esperaba que ese no fuera el caso. Mi
objetivo era vivir una vida sencilla, sin
preocupaciones y la única forma de hacer eso era
si el nivel de Aira en cuanto a la Magia Divina era
igual al mío. Además, si yo era la única que poseía
el título de “Santa”, probablemente tendría que
pasar más tiempo junto al príncipe del reino y eso
era algo que quería evitar con una pasión
ardiente.

Pero me puse a divagar. Después de


escuchar acerca de los estudios que llevaba Aira y
sobre la expedición de los caballeros en el Bosque
occidental, el mismo en el cual la salamandra
había aparecido tiempo atrás, yo también
comencé a querer estudiar magia. Había
escuchado conversaciones de los caballeros
donde resaltaban el hecho de que los monstruos
estaban disminuyendo, pero seguían
preocupándome sus expediciones. ¿Qué tal si son
gravemente heridos y terminan necesitando
magia, no pociones, para salvarlos?

301
Esa única poción de alta categoría había
sido suficiente para curar a Albert, y recuerdo
vagamente como en ese momento alguien
llamaba a un mago desesperadamente. Si algo
como eso era el punto de inflexión sobre la
supervivencia de otro entonces me gustaría
estudiarlo, aunque fuera solo un poco, antes de
tratar de usarla. Esa fue la razón por la que me
interesé en ese libro sobre la Magia Divina.

—¿Te interesa la magia? —De repente,


escuche la voz de alguien.

Me sorprendí al encontrar a un hombre


parado firmemente detrás mío. El contenido del
libro en mis manos era terriblemente difícil de
analizar. Me había preparado para sumergirme en
una lectura compleja, por lo que no había notado
su presencia hasta que me hablo.

—Aunque creo que ese libro está por el


lado más denso del tema. —Me comentó.

—Ah, sí, tienes razón. Estaba pensando


que me gustaría encontrar algo un poco más fácil
de leer.

—Puede que este sea lo que estás


buscando.

302
Él tomo un libro del estante y lo acercó a
mí. Mientras lo hojeaba, pude notar que era fácil,
pero mucho más fácil de leer que el libro en mis
manos. Lucia como algo que incluso una
principiante como yo podría entender después de
la primera lectura.

—Muchas gracias.

—Ni lo menciones.

Eso fue todo lo que dijo. Aunque me


observó de cerca al hacerlo. Yup, este tipo estaba
definitivamente actuando raro; además de que no
podía verlo directamente a los ojos. ¿La razón? Me
resultaba extrañamente similar a él.

Este hombre lucía mayor que yo, pero es


muy probable que él se vería exactamente así
cuando envejeciera un poco más. Mientras tanto,
este hombre era mucho más alto que yo, si es que
no era más alto que Albert. Su cabello estaba
teñido por un brillante color cobre y la gentil
forma de su sonrisa era el resultado de unas
características físicas muy bien balanceadas. En
verdad lucía como él, por no decir igual que él.
Uno podría decir que este hombre fue bendecido
por los dioses. Además de eso, debido a su edad,
este hombre era mucho más que capaz de

303
derribarme. Su “sex appeal” era mucho mayor al
suyo. Debo de haber estado visiblemente perpleja
porque al final el decidió hablarme.

—Perdóneme por no haberme presentado


antes. Mi nombre es Siegfried Salutania. —Su
sonrisa se tornó seria mientras se inclinaba
levemente. Esos modales y elegancia, junto con
su nombre, solo podían significar que era alguien
perteneciente a la familia real. —Tu nombre es
Sei, ¿estoy en lo correcto?

—Um, uh, así es.

Demonios. Había olvidado presentarme


debido a lo sorprendida que quede con su
aparición. Él ya se había asegurado de mi nombre,
pero pensé que lo mejor sería hacerlo de todas
formas. Después de todo, todavía conservaba mis
modales.

—Mi nombre es Sei. —Me presenté


amablemente mientras sostenía y levantaba
levemente las esquinas de mi falda como una
doncella, completando la típica reverencia
femenina. ¡Si! ¡Una reverencia! Como lo más
probable era que este hombre perteneciera a la
familia real, pensé que la reverencia sería el saludo
más apropiado. ¡Cuando estas en Roma, has lo
que hacen los romanos! En ese momento, estaba

304
feliz y agradecida por que Liz logró enseñarme
algunos conocimientos básicos sobre modales.
Nunca sabía con quién podría encontrarme
cuando visitaba el interior del palacio. Lord
Siegfried me ofreció la mano rápidamente,
forzándome a enderezarme.

—No tienes por qué ser tan formal. En


realidad, soy yo quien debería disculparme
contigo.

No estaba segura de lo que quería decirme


con eso. Lo mire interrogativamente y él volvió a
poner la misma expresión seria de antes mientras
inclinaba ligeramente su cabeza hacia un lado.

—Escuché que mi hijo se portó


terriblemente mal contigo. Por favor, permítame
disculparme por su pésimo comportamiento.

—¿Su hijo?

—Sí.

—Espera, te refieres a Kyle... ¿el príncipe?

—Eso es correcto.

Espera ¿Kyle era su hijo? Lo que quiere


decir que Lord Siegfried era... ¡¿el rey?!

305
—¡P-Por favor no se incline de esa forma!
—Exclamé.

—Pero...

—¡No estoy molesta en lo absoluto!

Eso era una mentira, pero al ver como el


rey se inclinaba ante mí en público hizo que me
diera un ataque al corazón. Sin embargo, él era
insistente.

—Debería haberme disculpado mucho


más tempranos, y en un lugar apropiado. Por
favor, perdóname por la ubicación.

—¡No hay nada malo con ello! Por favor no


se preocupe. ¡P-Prefiero este tipo de lugares!

El rey persistió en disculparse, diciéndome


que su disculpa formal había sido retrasada
continuamente por unos asuntos políticos. No
obstante, él me dijo que encontraba problemático
el hecho de que no había tenido la oportunidad de
hablarme directamente en persona, por lo que
cuando notó que visitaba la librería de una manera
frecuente, comenzó a venir con la esperanza de
encontrarme. Hasta ahora nunca nos habíamos
encontrado. A pesar de todo, sea formal o

306
informal, no merecía una disculpa tan grande
como esa.

—Además, desde tu llegada no has hecho


nada más que lograr hazañas increíbles. Estaba
pensando que mereces una recompensa por todo
eso. ¿Hay algo que desees? ¿Tal vez una parcela de
mi territorio, o un título en la corte?

—No, no, tranquilícese, realmente no


necesito nada. —Insistí.

—¿Es eso cierto? ¿Qué tal si tuvieras tu


propia finca dentro de la capital?

—No, gracias por el ofrecimiento, pero


tampoco necesito eso. No sería capaz de
administrarla por mí misma.

—Simplemente tendría que contratar


unos sirvientes para asistirte.

—¿Sirvientes?

Rechace cada una de sus ideas. Incluso


comenzó a ofrecer vestidos y accesorios que
estaban a la altura de la realeza; los cuales, a decir
verdad, llamaron un poco mi atención, pero
simplemente no tenía el espacio para guardarlos,

307
así que también terminé declinando esa oferta. Al
final de todo, el rey sonrió sarcásticamente y dijo.

—Johan decía la verdad sobre ti.

Aparentemente, el rey había tratado de


ofrecerme recompensas desde mucho antes,
pero Johan lo había detenido con el argumento de
que yo probablemente terminaría rechazándolo.
Y tenía toda la razón ¡Muy bien, Johan!

—Muy bien, supongo que por ahora


tendré que ceder. Aunque, te pido que por favor
lo pienses un poco más. Realmente estoy
dispuesto a concederte cualquier cosa que
desees, siempre y cuando este en mi poder por
supuesto.

Él seguía con esa sonrisa seductora en su


rostro, pero la siguiente cosa que hizo fue
disculparse nuevamente y procedió a salir de la
biblioteca, declarando que tenía otra reunión que
atender, lo que terminó mi abrupta audiencia con
el rey de Salutania. La situación terminó siendo
mala para mi corazón de muchas formas distintas.

***
—¡Ow!

308
Hoy no fue el típico día donde compartía
economía doméstica con los chefs del instituto,
pero como tenía ganas de cocinar, termine
ayudándolos de todas formas. El menú del
almuerzo ya había sido decidido, por lo que
estaba cortando los vegetales necesarios, aunque
terminé cortándome accidentalmente. No era un
corte profundo, pero unas cuantas gotas de
sangre se asomaron a través de la herida.
Disimuladamente, miré a mi alrededor. Los otros
chefs estaban ocupados con sus propias
preparaciones, y ninguno estaba mirándome o
prestándome atención.

—“Heal” —Disminuyendo el volumen de


mi voz lo más que podía, canalice un poco de
magia curativa sobre mi misma. El corte se
desvaneció como si nunca hubiera estado en mi
dedo en primer lugar. —“La magia es
verdaderamente sorprendente”.

Yo había estado estudiando cómo usar


magia usando el libro que tome prestado de la
librería en el palacio. Pero el aprendizaje
autónomo no te salvaría en una crisis, por lo que
me aseguraba de sacar provecho cada vez que
podía usar magia.

En otras palabras, estaba practicando cada


vez que una oportunidad se me presentaba. Y fue

309
bueno que comenzara a hacerlo, dado que al
principio no era capaz de canalizar la magia tan
bien como ahora. Con mi libro en mano, intenté
una y otra vez hasta que finalmente conseguí
invocarla de una forma que complaciera, por lo
que pensé que me encontraba en un buen nivel.
Ahora mismo podría invocar mi magia o
habilidades mágicas en diferentes situaciones;
por ejemplo, podría usarlas si los caballeros las
necesitaban al regresar de una de sus
expediciones.

Cuando terminamos de que entregar el


resto de las pociones a la Segunda y Tercera
Orden, estos se dirigieron al bosque tal y como lo
habían planeado. Nosotros no tuvimos mucho
tiempo para prepararnos, pero de alguna forma
pude usar todo mi poder mágico y terminamos la
orden a tiempo. Después de eso, solo podía rezar
por que todos regresaran a salvo.

Antes de que lo supiera, su expedición


terminó y ambas, tanto la Segunda como la
Tercera Orden regresaron a la capital. El bosque
Fantasma al oeste estaba un poco más lejos de la
capital si lo comparabas con el bosque del sur o el
del este, por lo que tuvieron que ser dos semanas
antes de que pudiéramos verlos nuevamente.
Alrededor de la primera semana, me sentí aliviada
al saber que las pociones los estaban ayudando tal

310
y como esperábamos. Me alegro saber que esta
vez no hubo víctimas; sin embargo, todavía había
algunas personas que resultaron heridas y estas
estaban siendo llevadas a un lugar parecido a un
hospital donde tratarían sus heridas.

Albert me dijo que tendría una tonelada de


reportes sobre la expedición que revisar cuando
llegaran, por lo que espere unos cuantos días
antes de ir al hospital para visitar a los caballeros
que estaba siendo cuidados. Yo era bastante
cercana con los personajes de la Tercera Orden y
cuando me enteré que algunos de ellos habían
resultado heridos no pude evitar querer visitarlos.
También decidí que hornería mis típicas galletas
como un regalo para ellos.

—¡Hola! —Los saludé tan pronto como


llegué al hospital.

—Oh, ¿Sei?

—¿Cómo se sienten?

—Estamos bien, gracias por preguntar.

—Sí, claro. Tú estabas medio muerto


cuando llegamos aquí. —Agrego uno de los
caballeros.

311
—¡Cállate!

El edificio donde se encontraban los


caballeros realmente se sentía como un hospital.
Todos estaban acomodados en habitaciones lo
suficientemente grandes como para que diez
camas fueran puestas dentro. El primer cuarto al
que entre era uno repleto de caballeros con
laceraciones profundas y heridas provocadas por
algo filoso que tenían que curar. Los caballeros
me explicaron que había pasado un tiempo desde
la última expedición en la que participaron, un
gran número de monstruos se había amasado en
el bosque occidental, por lo que el índice de
heridos era un tanto alto. Su vida no era fácil, el
hecho de que tuvieran que depender de unas
cuantas pociones, pero que aun así se las
arreglaran para sacar provecho de cada una de
ellas, demostraba lo determinados que eran. Al
final, pudieron terminar la expedición sin perder a
una sola persona. Como resultado, todos en la
habitación terminaron bebiendo pociones para
parar el sangrado de sus heridas y así poder
regresar al palacio. La mayoría de ellos esperaban
estar recuperados después de una semana o dos;
pero, a decir verdad, un poco más de descanso les
vendría bien.

Por el momento, con tantas personas


hospitalizadas, las expediciones se detuvieron por

312
un tiempo, pero los pacientes habían sido
instruidos para regresar a los cuarteles de su
Orden una vez que pusiera moverse
apropiadamente. Mientras más entrenamiento
práctico se perdieran, más tiempo les tomaría
recuperar su fuerza por completo. No podía
criticarlos, dados mis propios hábitos; sin
embargo, tenía la sensación de que los caballeros
también eran adictos al trabajo.

—Realmente debe haber sido duro salir


allá fuera.

—Simplemente me siento feliz por


haberlo logrado. —Contestó uno de los
caballeros.

—Sí, nosotros seguimos vivos gracias a tus


pociones.

Me sonroje un poco ante su comentario.

—Me alegra que les hayan resultado


útiles.

Estaba incluso más aliviada cuando supe


que no hubo ninguna muerte. También me
hubiera gustado hablarles sobre otras cosas, pero
escuché que había otros caballeros de la Tercera
Orden descansando en habitación continuas, por

313
lo que me despedí y también fui a visitarlos. Cada
vez que entraba a una nueva habitación, las
palabras de agradecimiento llovían sobre mí. Me
hizo agradecer el hecho de haber trabajado tan
duro en elaborar todas esas pociones. La carga en
mi corazón se aligeraba un poco más por cada
habitación que visitaba... hasta que vi a un
caballero que me dejo sin palabras.

—Oh ¿viniste a ver cómo estamos? —Él


sonrió como si nada hubiera pasado, pero el
hecho era que le faltaba su brazo izquierdo. De
alguna manera me las arregle para asentir. Él
pareció sentirse un poco incómodo por mi
comportamiento extraño y rasco su mejilla con su
mano derecha. Seguro, algo que siempre estaba
ahí, ahora no lo estaba; pero nunca pensé que
verlo me sorprendería tanto. Estaba sin palabras.

—Tu brazo...

—Ah, sí, fui torpe.

El caballero se rio mientras me contaba


como un monstruo le arrancaba el brazo. Cuando
le pregunté si las pociones serían capaces de
curarlo, él me explico que, aunque las pociones de
alta categoría podrían hacer que la punta de un
dedo amputado creciera nuevamente; un brazo
entero era algo imposible de lograr. Eso

314
significaba que el Comandante realmente tuvo
suerte con esa salamandra.

—Bueno, si las pociones no funcionan...


¿necesitas Magia Curativa?

—Sí, al menos eso se supone. —Dijo el


caballero. Tenía una expresión de incomodidad en
su rostro mientras hablaba entrecortadamente.

—¿Hay algún problema?

—Bueno, verás, incluso con la magia


curativa, recuperar extremidades perdidas es algo
realmente complicado.

De acuerdo a lo que me dijo, la persona


que quería invocar la magia curativa de ese nivel
tenía que ser por lo menos nivel 8. El problema era
que, ahora mismo, no había nadie en el palacio
con un nivel de Magia Divina mayor al 6.

—¿En serio?

—Para empezar, nunca hubo muchos


magos que pudieran usar la Magia Divina.

Ahora mismo o existían muchos usuarios


de magia divina en el reino. Entre los pocos magos
que quedaban el palacio, sus afinidades

315
elementales variaban demasiado, y la mayoría de
ellos no tenía nada que ver con la magia curativa.
Y entre aquellos, solo los usuarios de Magia Divina
eran capaces o lo suficientemente poderosos
como para hacer que una extremidad vuelva a
crecer. Si la afinidad elemental variaba de esa
forma, entonces en verdad existían pocas
personas que podrían ayudarlo.

—Estoy feliz de haber podido usar una


poción para detener la hemorragia. Si no fuera
por eso, ellos hubieran tenido que cauterizarla.

Me dolía con solo escucharlo.

—Gracias por venir hoy. Me alegra poder


haberte visto una última vez. —Agregó.

—¿Huh? ¿A qué te refieres con última?

—Una vez que pueda caminar de nuevo,


renunciaré a la Orden y volveré a mi hogar. No hay
forma de pueda seguir siendo un caballero con un
brazo menos.

Supongo que tenía sentido, pero no quería


aceptar algo tan sombrío como verdad. Observé
su brazo, había sido cortado desde arriba del
codo. Gracias a las pociones, la carne arrancada
había sido reparada limpiamente y no se podía

316
avistar el hueso. Había sido cortado. SU brazo se
había ido, y gracias a eso, no sería capaz de verlo
nuevamente.

Si lo recordaba correctamente, él era una


persona común que se había unido a la Tercera
Orden después de graduarse de la Academia Real.
Una vez que dejara la Orden, él regresaría a su
vida distante afuera del palacio y nunca más
volvería. Cuando pensé en eso, mi corazón
comenzó a hundirse en la desesperación. Toque
su hombro de manera gentil, mientras él se
sorprendía por el acto.

—Si... Si pudieras hacer que tu brazo


creciera ¿lo querrías de vuelta? —Le pregunté.

—Bueno, yo... —Su sonrisa desapareció


mientras su rostro se arrugaba. Por supuesto que
lo haría. Nadie elegiría la opción de perder un
brazo. El crecimiento de una extremidad perdida
requería que el mago/a pudiera usar Magia Divina
de nivel 8 como mínimo. Eso significa que yo era
más que capaz de hacerlo.

—“Pero si lo curo sería difícil seguir


manteniendo mi palabra de que solo soy una
persona ordinaria”. —Pensé. —“Si no fuera tan
cercana a él, seguramente hubiera pretendido
que no vi nada y seguiría mi camino. No...

317
Probablemente terminaría sanado a alguien que
estuviera en mal estado, sin importar quien fuera
o en qué estado se encontrara.”

Tuve ese sentimiento de que, aunque al


inicio me fuera de la habitación, terminaría
regresando para ayudar de todas formas. Mi
corazón se agitó con una inquieta melancolía.
Realmente era toda una cobarde. Concentré mi
magia en la palma de la mano con la que estaba
tocando su hombro. Podía ajustar el grado de la
curación que aplicaría basándome en el monto de
magia que estaba acumulando. Como estaba
tratando de hacer crecer una extremidad perdida,
me enfoque en reunir más magia de lo usual.

Rece por él mientras recitaba el hechizo.


—“Heal.”

Mientras hablaba, una luz pálida y brillante


comenzó a envolverlo. Una espesa niebla blanca
se acumuló en donde debería haber estado
extremidad y gradualmente tomo la forma de un
brazo. El blanco de la niebla lentamente se
combinó con el blanco de la luz que envolvía su
cuerpo, hasta que el color fue lo único diferente
entre carne y niebla. Partículas doradas
comenzaron a salir del color blanco acumulado en
su codo, y el cuerpo del caballero brillo por unos
segundos. Cuando la luz se desvaneció, su brazo

318
izquierdo estaba nuevamente completo. Por un
momento, el caballero miro su brazo
boquiabierto. Tentativamente, abrió y cerró la
palma de su nueva mano.

—¿Hay algún problema? ¿Se siente raro? —


Le pregunté, un poco preocupada por como él
continuaba abriendo y cerrando su mano.

—No. —Respondió después de un largo


tiempo.

—“Lo hice. Gracias a dios.” —Sonreí, feliz


de que fui capaz de ayudarlo. Él se detuvo
después de un tiempo probando su brazo y
terminó mirándolo fijamente.

—Sei. —Hablo en una voz casi silenciosa.

—¿Si? —Lo mire con curiosidad. En ese


momento, él me sorprendió tomando mis dos
manos, las cuales había reposado en mi regazo.
Deje salir un pequeño grito, pero él no me dejo ir.

—Gracias. —Él comportamiento usual del


caballero se había vuelto extrañamente frágil; su
frente se frunció y lucía como si estuviera a punto
de llorar mientras me agradecía continuamente.

319
—Uh, ¿de nada? —Me sentí un poco
consciente sobre mí misma y mi voz salió por
accidente. Sus hombros volvieron a la normalidad
y su personalidad también.

—¿Por qué lo estás diciendo como si fuera


una pregunta?

—Um, no lo sé.

320
Estaba un poco, um, aliviada. Me puse un
tanto nerviosa cuando lo vi actuar tan diferente a
como es usualmente... especialmente porque él
solía ser del tipo de chico que vive despreocupado
de las cosas. Supongo que él se sentía de la misma
forma, dado que ambos nos reímos ligeramente
por un momento. De repente, me sentí como si
estuviera siendo observada. Mire a mi alrededor
para encontrarme con que todos los pacientes de
la habitación nos estaban mirando fijamente.
Cada uno de ellos tenía una mirada de sorpresa y
esperanza en su rostro.

Ah, okey, cierto. Tenía sentido. Acaba de


devolverle su brazo a este tipo.

Se me ocurrió que tal vez había más


personas con un problema similar en esta
habitación, y tenía razón... a todos les faltaba una
pierna o un brazo. Su estado probablemente
dependía de la extremidad que les faltaba, pero el
cuarto estaba lleno de personas que
abandonarían sus respectivas ordenes una vez
que se recuperaran. Seguramente estaban
pensando que yo también sería capaz de curarlos
a todos ellos. Y como ya había ayudado a uno de
los pacientes, no había escapatoria... tendría que
curarlos a todos.

322
Respire profundo y le pedí al caballero que
acaba de curar que me trajera pociones de MP
que estaban en el almacén del instituto de
investigación, sin importar su potencia o
categoría. Quiero decir, la única cosa que le
faltaba era su brazo... estaba bien pedirle un
mandado ¿verdad? Y a pesar de que la cantidad de
poder mágico que poseía era increíblemente
grande, llegaría un punto donde se me agotaría al
intentar ayudarlos a todos. El caballero aceptó el
pedido y después de caminar unos cuantos pasos
fuera de su cama, él hizo un sonido de sorpresa.

—¿Qué sucede? —Le pregunté con


preocupación. Él no me respondió al inicio. En
lugar de eso, tenso ambas piernas y comenzó a
estirarlas por un rato. Después de que hacerlo por
unos cuantos minutos, escuche un sonido extraño
mientras el volteaba a verme lentamente.

—Incluso sanaste mis dolencias. —Me


dijo.

—¿Huh?

Aparentemente, no solo había recuperado


su brazo, sino que también le había curado un
dolor en la rodilla que le molestaba de vez en
cuando. El ligero dolor que experimentaba a
veces se había desvanecido por completo.

323
—Wow, no sabía que la magia curativa
también podía curar dolencias o daños anteriores
¡Eso es fantástico! —Le dije. Él agitó su cabeza y
respondió.

—No, eso... eso no es normal.

Oh no. ¿Acaso se debía a mi maldición de


hacer que todo sea un cincuenta por ciento más
efectivo? ¿O acaso use demasiada magia esta vez?
Pero no me sentía a gusto con la idea de fallar
tratando de ayudar a alguien debido a mi falta de
poder, por lo que deje de pensar en esa
posibilidad. Pensaré en este asunto después, por
ahora me concentrare en curar a los demás
pacientes de la habitación. Visité cada cama en el
cuarto, curándolos uno tras otro. Desde leves
heridas hasta grandes cortes, mi magia se
encargaba de todas las dolencias, ya sean
externas o internas.

—“La magia es verdad es práctica.”

Cada vez que curaba a alguien, al principio


quedaban estupefactos y terminaban
agradeciéndome al borde de las lágrimas.
Aunque, hubo algunos que realmente
comenzaron a llorar. Nunca había visto a tantos
hombres adultos llorar antes, por lo que me sentí

324
un poco aturdida. Cuando finalmente terminé con
todos y estaba lista para irme a casa, encontré una
hora de personas en la puerta. Al darse cuenta
que había terminado, algunos de ellos entraron a
la habitación y comenzaron a revisar a mis
pacientes.

Pregunté que estaba ocurriendo y alguien


me comentó que esas personas habían escuchado
la conmoción proveniente de la habitación por lo
que vinieron a ver qué estaba pasando. Supuse
que seguramente escucharon como algunos
hombres adultos lloraban sin reparos. Algunas de
esas personas parecían ser amigos de los
caballeros, por lo que era más que obvio que
serían conscientes de la gravedad de sus heridas.
Aunque, todos aquí estaban hospitalizados
debido a los daños sufridos en la última
expedición, por lo que cualquiera podría asumir lo
mismo.

Todos estaban alegres de ver a sus


compañeros caballeros completamente curados.
Gritos de júbilo se elevaron en la habitación.
Algunos de los caballeros incluso me
agradecieron en nombre de sus amigos. Me sentí
un poco satisfecha con mis buenas acciones, pero
ya era hora de regresar al instituto. Justo cuando
estaba a punto de cruzar la puerta, me topé con
otro caballero que estaba cargando un puñado de

325
pociones de MP... las mismas que había pedido en
caso de que se me acabara el MP. A pesar de lo
sorprendente que sonaba, mi poder mágico fue lo
suficientemente amplio como para poder curar a
todos sin necesidad de acabarse. Yo había
asumido que se necesitaba una tonelada de magia
para realizar hechizos, pero parece que curar a
otras personas no requería de mucha. Sin
embargo, como este chico se había tomado el
trabajo de traerme la tanda de pociones, me
sentiría mal si n0 la usaba.

—“Supongo que podría curar a todos los


demás como práctica... ¿verdad? Sí, por supuesto
¿Por qué no?”

Después de todo, ya me encontraba en un


punto donde ya no podía seguir diciendo que era
una persona normal. Era tiempo de ponerme
seria. También me encargaría de curar a los
pacientes de otras habitaciones.

Había planeado cargar todas las pociones


de MP por mí misma, pero el caballero que me las
trajo y todos los demás se reusaron firmemente y
terminaron cargándolas ellos en mi lugar. Juntos,
fuimos de habitación a habitación con algunos
curiosos observadores pisándonos los talones.
Me recordó a una de escenas en los dramas de
medicina donde el personaje principal caminaba

326
por el pasillo con un grupo de enfermeras y
doctores siguiéndolo. Por mi parte, me parecía
demasiado raro tener a tantas personas
mirándome al mismo tiempo, pero no había forma
de deshacerme de ellos, por lo que tuve que hacer
lo mejor para ignorarlos. Una vez más, fui de cama
en cama, curando a persona tras persona, todo
mientras tomaba un frasco de las pociones.
Realmente había muchas personas hospitalizadas
en este lugar.

Después de un tiempo, estaba


comenzando a cansarme de curar a tantas
personas individualmente, fue entonces que
recordé algo que leí hace un tiempo sobre un
hechizo curativo con un efecto en área. Era el
momento perfecto para intentarlo de una vez.
Para ese momento, ya había curado a todos los
que les faltaba una extremidad, por lo que los
únicos que quedaban eran aquellos que seguían
recuperándose. Imaginé que, si lo arruinaba y no
curaba a alguien por completo, o si la magia
simplemente no funcionaba, entonces podría
volver a mis confiables hechizos individuales.

En la siguiente habitación, caminé hacia el


centro del piso y me detuve. En ese momento,
comencé a liberar la magia que había estado
acumulado en la palma e mi mano; pensando en
mi como el centro del hechizo, hice que mi magia

327
llenara toda la habitación. Aunque, no era como si
pudiera expulsar poder puro desde mi cuerpo, lo
más parecido era que me concentraba
mentalmente e imaginaba como la magia salía e
mi cuerpo. Algo como eso.

—“Area heal.”

Al momento que canté el hechizo,


finalmente sentí como una ola de magia salía
disparada fuera de mi cuerpo. Un círculo mágico
apareció en el centro bajo mis pies. Tenía líneas
blancas dibujadas y poseía la misma niebla blanca
con destellos dorados que había aparecido
cuando use los hechizos curativos normales. A
pesar de que solo fueron unos segundos, la
escena fue sorprendente, como si hubiera sido
sacada de una historia de fantasía. Cuando
terminó, mire a mi alrededor, preguntándome si
había funcionado. En efecto, parecía que todos
los que habían estado en el rango del circulo
habían sido curados por completo. Ellos revisaron
tentativamente sus heridas, y en poco tiempo, sus
sonrisas comenzaron a brotar a la superficie.

—“¡Sí!” —Quería gritar mientras posaba


victoriosamente. Pero entonces escuché una voz
familiar detrás mío.

328
—¿Acabas de usar un hechizo curativo con
un efecto de área?

Me volteé y encontré a Johan y Albert


pardas frente a mí.

—S-Sí, así parece. Johan, ¿qué te trae por


aquí?

—¿En verdad es un misterio? Ya es tarde u


todavía no regresabas al instituto, entonces, un
caballero de la Tercera Orden fue a pedir pociones
de MP. Tuve el presentimiento de que podrías
estar involucrada, por lo que vine a ver que estaba
sucediendo. —Respondió Johan, aunque todavía
lucía un tanto conmocionado.

—Lo siento... —Mi disculpa hizo que su


vieja sonrisa regresara.

—Realmente sabes cómo presumir.

—Ah ¡No estaba tratando de hacer eso!

—Hablando del tema, incluso te las


arreglaste para curar a quienes perdieron una
extremidad ¿cierto? Casi no puedo creerlo. —Me
dijo Albert.

329
—“Okey, admito que me pase un poco
¿pero que más podría hacer? No podía
simplemente ignorar sus miradas de esperanza.
Tenía que ayudarlos.” —Y... no podía negar que
una parte de mí quería usar magia. Baje un poco
mi mirada por la culpa.

—Ah, bueno, agradecemos tus esfuerzos.


—Dijo Johan.

Como forma de apreciación, Johan y


Albert me dieron una palmada en ambos
hombros.

***
—Sei... Hola.

Estaba caminando por uno de los pasillos


del palacio cuando alguien me llamo desde atrás.
Volteé para ver quien me estaba buscando y me
encontré con uno de los caballeros que conocía
en la Tercera Orden. Él me sonrió y movió su mano
a modo de saludo. Ambos lo dejamos en un simple
saludo, dado que estábamos en horario de
trabajo. Desde mi invocación, las únicas personas
con las que había sido bastante cercana como
para saludarnos, eran mis compañeros de trabajo;
pero, últimamente, los caballeros habían también
comenzaron a saludarme.

330
Después de ese día en el hospital, conocí
mucho mejor a un buen grupo de caballeros.
Todos ellos siempre se detenían a saludar si me
encontraban por ahí, incluso si solo estaba
haciendo un viaje desde el instituto a la librería del
palacio como hoy. Sentía como que mi mundo se
había expandido repentinamente; hasta ese
momento, mi mundo había estado limitado por
las personas que conocía de parte del trabajo.
Entre a la librería, devolví los libros prestados a la
bibliotecaria y después escuché un pequeño
“oh”.

Observé en aquella dirección y me fijé en


un hombre que vestía una túnica. Lucía como si
perteneciera a la Asamblea Real de Magia, pero
no podía reconocerlo. Lo mire
interrogativamente con una sonrisa incomoda en
mi rostro. Él me devolvió la misma clase de sonrisa
tentativamente. La bibliotecaria terminó de
revisar los libros que había regresado y tuve la
oportunidad de huir.

Solo me había fijado en el tipo porque él


hablo, pero últimamente sentía que cada vez que
alzaba la mirada, me encontraba viendo a alguien
completamente nuevo a la cara. Está preocupada,
si se lo mencionaba a alguien, probablemente me
dirían que solo era mi imaginación, por lo que

331
decidí que lo mejor era guardármelo para mí
misma.

Habiendo devuelto todos los libros, me


puse a caminar entre los estantes mientras
buscaba mis próximos objetivos. Yo ya sabía
dónde buscar los libros que quería pedir, todo
gracias a que pasaba una buena parte de mi
tiempo en la librería. Saqué uno tras otro hasta
que encontré el libro en el fondo del estante más
alto. Me alce un poco para poder tomarlo, pero
alguien lo saco antes de que tuviera la
oportunidad de llega a él.

—Aquí estas. —El hombre que lo había


tomado sonrió mientras me alcanzaba el libro.
Supuse que era algún tipo de funcionario ya que
no estaba vestido como un mago o un caballero.
Yo podría haber alcanzado el libro, pero como era
bastante delgado y estaba en un lugar un poco
alto para mí, era verdad que me hizo un favor al
bajarlo por mí.

—Gracias. —Dije y me dispuse a regresar


con la bibliotecaria.

En verdad, recientemente, más y más


personas iban a la librería. Antes, casi nadie a
parte de mí se presentaba en el lugar. La mayoría
de las veces solo me encontraba con Liz y un par

332
de oficiales. Sin embargo, últimamente, había
estado comenzando a toparme con personas que
no había conocido antes, y nunca faltaba el típico
que solo iba a holgazanear. Se sentía bien saber
que la librería estaba siendo usada más
efectivamente, pero también era un poco
desafortunado, dado que antes podía leer en
completo silencio con la librería completa para mí
misma. Estaba llevando mi recién prestado libro
cuando otra persona me llamo, tratando de
captar mi atención.

—Lady Sei, hola.

Podía notar que era un miembro de la


Segunda Orden sin ni siquiera mirarlo
directamente. Ellos eran los únicos que se dirigían
a mí de una manera tan formal. Ser llamada
“Lady” me hacía sentir parte de un drama
histórico, por lo que les había pedido que por
favor pararon con eso... pero parece que ninguno
de ellos me escucho.

—Por favor, déjame ayudarte con tus


libros.

—Oh, muchas gracias.

—NI lo menciones. No es ningún problema


en absoluto.

333
Él caballero sonrió genialmente y levanto
los pesados libros de mi mano sin esfuerzo. Este
tipo de cosas también se habían vuelto bastante
común a mi alrededor. Al inicio, realmente traté
de rechazar sus ofertas cortésmente, pero ellos
solo terminaban insistiendo aún más.
Eventualmente, tuve que rendirme y deje que
estos chicos me ayudaran llevando mis libros.

Después de lo que paso en el hospital, los


caballeros de la Segunda Orden comenzaron a
adorarme o algo parecido, su forma formal de
llamarme y esperar afuera de la librería para poder
ayudarme a cargar mis libros. No podía negar que
me apreciaba su ayuda. No era muy divertido
caminar desde el palacio al instituto llevando
cargas tan pesadas, pero ahora parecía que me
topaba con uno de ellos cada vez que iba a la
librería. No creía que me estuvieran acosando o
algo, pero era increíblemente sospechoso la
forma como los caballeros de la Segunda siempre
eme esperaban para escoltarme a casa. No era
como si estuvieran tomando turnos para esperar
afuera ¿verdad? ¡¿Verdad?! En el camino, el
caballero y yo conversamos sobre esto y aquello,
y terminé viendo el instituto a lo lejos antes de que
lo notara. Le agradecí por su ayuda y regresé a
casa, igual que siempre. Algunos de los libros que
pedí prestado eran para Johan, por lo que le di el

334
resto a un investigador que estaba por ahí y me
dirigí a su oficina.

—Johan, traje los libros que pediste. —


Anuncié con un pequeño golpe en su puerta antes
de pasar a la habitación.

—Gracias. Puedes dejarlos allí. —él estaba


en medio de escribir algo, por lo que hice lo que
me indico. —¿Hoy también te acompañaron en el
regreso? —Preguntó mientras alzaba la mirada.
Pude notar como una sonrisa se asomaba en su
rostro. Le respondí con una mirada abatida.

—Yup. —Él había encontrado a uno de los


caballeros de la Segunda Orden ayudándome a
llevar mis libros antes. Le admití que ahora ocurría
cada vez que iba al palacio. —Le dije que no, pero
no se rindió, así que no tuve opción más que
aceptar su ayuda.

—Ya veo. Bueno, supongo que no me


sorprende.

—¿A qué te refieres?

—Gracias a tu gran espectáculo en el


hospital, los caballeros de la Segunda Orden han
comenzado a reconocerte como la Santa. Y creo
que ellos no son los únicos.

335
—Oh, creo que tienes razón. —Suspiré
mentalmente. Al parecer, estaba alejándome
cada vez más de la vida ordinaria que deseaba
debido a lo que hice en el hospital. Y tampoco se
trataba solamente de los caballeros de la Segunda
y Tercera Orden. Los rumores les hicieron justicia
a su nombre y las personas afuera del palacio
comenzaron a reconocerme. Sabía que era de
esperarse, y no había forma de que no hubiera
podido ayudar a los caballeros, pero tenía unas
ganas increíbles de derretirme debido al
cansancio. Realmente había esperado poder vivir
una vida tranquila.

Pero tal vez no era algo malo. Cuando cure


a esas personas, algunos lloraron, gritaron, e
incluso se abrazaron entre ellos, derrochando
alegría y júbilo. Me hizo feliz ver que pude hacer
algo. Esos pensamientos se las arreglaron para
calmarme, pero lo que Johan dijo después, me
tomó por sorpresa.

—Probablemente lo mejor es comprobar


pronto si realmente eres la Santa o no, de una vez
por todas.

—¿Huh?

336
—Acabo de recibir un mensaje de la
Asamblea Real de Magos. Ellos quieren evaluar
tus estadísticas.

Esa declaración tan repentina resultó ser


muy efectiva en mí.

337
Afterword

¡Hola, es un placer conocerte! Me llamo Yuka Tachibana.

Muchísimas gracias por leer este libro. Me gustaría utilizar


este afterword para dedicar algunos agradecimientos especiales.

La publicación de este libro fue posible gracias a lo siguiente:

En primer lugar, al sitio web Seamos Novelistas, donde


expuse por primera vez mi novela. Sin este sitio, nunca habría podido
publicar mi obra. Un familiar me introdujo en él y, tras leer todo tipo
de historias diferentes, me inspiré para escribir también, y un día
empecé esta novela.

En segundo lugar, a los lectores de Seamos Novelistas. Al


principio publiqué esta historia preguntándome si alguien se
molestaría en leerla. Me sentí muy agradecido de que hubiera gente
que la leyera desde el primer día en que se publicó y de que mi novela
entrara incluso en el primer puesto de la clasificación diaria al final de
una larga pausa. Todos vuestros comentarios y valoraciones fueron
increíblemente alentadores. Se los agradezco.

Y entonces, aproximadamente un mes más tarde, mientras


pensaba en los elementos que podría empezar a incluir poco a poco
en la historia, recibí un mensaje de un administrador de Seamos
Novelistas. Se titulaba: “Consulta sobre la publicación de tu novela”.
Tuve que leerlo un par de veces porque pensé que lo había leído mal.
En ese momento estaba de camino a mi casa desde el trabajo con el
teléfono al aire y acabé actualizando el navegador unas tres veces
antes de llegar a mi residencia.

El mensaje fue enviado por la tercera persona a la que me


gustaría dar las gracias: El editor W de Kadokawa Books. El editor W
fue increíblemente útil en cada paso del camino para conseguir la
publicación del libro. Les estoy increíblemente agradecido. Tanto,
que ni todas las palabras de este afterword multiplicadas de por diez
serian suficientes. Muchas, muchísimas gracias.

La cuarta persona a la que quiero dar las gracias es Yasuyuki


Syuri, el ilustrador esta novela. Agradezco las increíbles ilustraciones
de mi libro. Me han encantado los diseños de los personajes y la
portada. Similar al caso anterior, andaba de camino a casa desde mi
trabajo, y casi salto del metro al ver los bocetos que mandaste a mi
teléfono.

Y, por último, me gustaría dar las gracias a todos los que


habéis leído este libro.

Muchas gracias por llegar hasta aquí. Escribí este libro con la
esperanza de sanar los corazones de quienes lo lean. Espero haber
conseguido aportar un poco de calidez y alegría a sus vidas cotidianas.

Hubo muchos otros que hicieron un trabajo increíble para


ayudar a que mi novela se publicara. Les estoy profundamente
agradecido a todos. ¡LOS QUIERO MUCHISIMO!

Yuka Tachibana—

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