La Ciudad Como Organismo Vivo

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EL MADRID DE LOS AUSTRIAS EL MADRID DE LOS AUSTRIAS

L A C I U DA D C O M O ORGANISMO VIVO

PATRIA D E TODOS
EN EL SIGLO XVII, EL GALENO HARVEY ACUÑA LA IDEA DE QUE UNA URBE ES UN CUERPO CUYO CORAZÓN HABITA EN EL PALACIO REAL Y SU VIENTRE EN LOS MERCADOS, RESPIRA POR SUS

PEDRO GARCÍA MARTÍN METÁFORA PARA DISECCIONAR EL DÍA A DÍA EN LA CAPITAL DE LA MONARQUÍA HISPÁNICA

D
PARQUES Y SUS ARTERIAS SON SUS CALLES. UTILIZA LA

e Madrid, el do por los pensadores para explicar la po, la comunidad científica acuñó un espacio urbano de Madrid, observare- los lechos maritales y en las mancebías su nariz, dónde comían, cómo se ves-
cielo” era el remoción urbana fue la alegoría de lenguaje organológico para referirse a la mos cómo la cabeza coronaba la sede públicas. El corazón, por fin, palpita- tían, cuándo se bañaban y cómo ha-
lema más utili- la ciudad como cuerpo liberado. ciudad que ha llegado hasta nuestros del poder. El Alcázar y los Sitios Reales ba ora en el Alcázar Real ora en el pa- cían el amor. Para ello, recrearemos
zado por los En 1628, el galeno inglés William Har- días. Puesto que empezó a hablar de las gobernaban la salud de la Monarquía lacio del Buen Retiro. De esa forma, el el día a día entre semana y las fiestas
cronistas del vey publica un tratado titulado De motu venas de la población, por los cursos Católica. El ayuntamiento regía la ca- micromundo de la Corte era el cen- de guardar, haciendo dialogar nuestros
Siglo de Oro cordis, en el que expone su idea del de agua que saciaban la sed y por los sa- pital. La policía se encargaba del abas- tro del macrocosmos del Imperio. textos con imágenes coetáneas.
para hacer pro- cuerpo humano. Los descubrimientos neamientos de los residuos; de las arte- to, adorno y limpieza. Las venas eran Los ingenios de la época áurea, per-
paganda de la sobre la circulación de la sangre y el rias, por los paseos expeditos que faci- nutridas por la savia fluvial del calum- CARNE PALPITANTE. Pues bien, en catándose de los contrastes de la ciu-
recién estrenada Villa y Corte. El cie- aparato respiratorio le llevan a rede- litaban el movimiento de los ciudada- niado Manzanares. Los pulmones re- este dossier pretendemos acercar- dad, resaltaron el carácter cosmopo-
lo azul de la ciudad, combinado con la finir al ser humano como un meca- nos; de los pulmones, en fin, por las pla- sidían en espacios verdes que pintaban nos a la vida cotidiana del Madrid del lita de la Villa y Corte. Un ambiente
finura del aire y la pureza de las aguas, nismo que bombea vida, lo que tras- zas, glorietas y jardines que permitían paisajes amenos. El vientre, en la Pla- Siglo de Oro, siguiendo la propuesta tolerante que, mantenido hasta hoy

DOSSIER
DOSSIER

fueron los valores naturales elegidos formará las relaciones tradicionales en- al vecindario respirar naturaleza. En za Mayor y en los mercados. Las arte- que Richard Sennett hizo en su li- mismo como una de sus señas de iden-
para loar la imagen saludable de la tre el individuo y la sociedad. consecuencia, si se pincharan las venas, rias estaban formadas por las calles, las bro Carne y piedra, a fin de conocer la tidad, fue cantado por Calderón de
sede de la Monarquía Hispánica en su De tal manera que, por aquel tiem- se taponaran las arterias o se enchar- plazas y el caserío. Las extremidades se experiencia corporal de las personas. la Barca en los versos que dicen: “Es
esplendor áureo. caran los pulmones, la ciudad se desan- repartían entre las calles, las taber- Nos proponemos saber cómo se mo- Madrid patria de todos, / pues en su
En pleno Barroco, en ciernes de la PEDRO GARCÍA MARTÍN. CATEDRÁTICO DE
HISTORIA MODERNA, UNIVERSIDAD
graría, se infartaría y se asfixiaría. nas, los alojamientos, las cárceles y los vían hombres y mujeres, qué veían y mundo pequeño / son hijos de igual ca-
revolución científica, el método elegi- AUTÓNOMA DE MADRID. Si aplicamos la metáfora médica al recintos festivos. El sexo habitaba en escuchaban, qué olores penetraban en riño / naturales y extranjeros”. ■

Vista de la CARRERA DE SAN JERÓNIMO Y EL


PASEO DEL PRADO con cortejo de carrozas,
hacia 1680, atribuido a Jan van Kessel III,
Madrid, Museo Thyssen.

LA AVENTURA DE LA LA AVENTURA DE LA

HISTORIA HISTORIA
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