Tema 1 Fisiopatología General
Tema 1 Fisiopatología General
Tema 1 Fisiopatología General
★ NIVEL ELEMENTAL: Los elementos químicos que forman la materia humana carbono, oxígeno,
hidrógeno, nitrógeno, fósforo y azufre. A estos constituyentes los denominamos macroelementos,
dado que se encuentran en grandes cantidades. Además, la estructura básica del cuerpo humano
también está formada por elementos más minoritarios en cuanto a cantidad (oligoelementos), pero no
en cuanto a importancia para la realización de las funciones fisiológicas: calcio, potasio, sodio, hierro,
magnesio… pues son imprescindibles para las funciones de las membranas celulares, la activación
enzimática, la composición de proteínas específicas, etc.
★ NIVEL MOLECULAR: La molécula reina de nuestro cuerpo es, sin duda, el agua. El agua está
repartida dentro de las células de forma mayoritaria, en los espacios intercelulares o intersticiales, en
las cavidades anatómicas, o formando parte de la sangre y la linfa. estamos formados por
biomoléculas, esto es, glúcidos, lípidos, proteínas y ácidos nucleicos. Pueden tener tamaños y niveles
de complejidad muy variados.
★ NIVEL CELULAR: Al igual que una pared está formada de ladrillos, nuestro organismo está formado
por células. Pero esta importancia no es sólo estructural, sino también funcional, ya que una célula,
por ella misma, es capaz de realizar todas las funciones atribuibles a los seres vivos.
★ NIVEL TISULAR: La unión de células de origen y función similares para la realización de una función
determinada va a constituir un tejido.
★ NIVEL ORGÁNICO: Un órgano está formado por varios tejidos, para realizar actos fisiológicos
determinados. Puedes pensar fácilmente en ejemplos de órganos: el cerebro, el hígado, la piel…
★ NIVEL SISTÉMICO: Cuando algunos órganos y tejidos del cuerpo se coordinan para realizar una
función biológica como la nutrición, la locomoción, la reproducción…hablamos de sistemas o aparatos.
Así, podremos hablar del sistema digestivo, el aparato locomotor o el aparato reproductor…
1.1 Citología
La célula es la unidad microscópica de materia viva, capaz de realizar todas las funciones de los organismos
vivos, destinadas a la autoconservación y a la autoreproducción. La célula es la unidad morfológica y
funcional de todo ser vivo.El concepto moderno de la célula pasa por la formulación de la llamada “teoría
celular”, que ha sufrido modificaciones y ampliaciones a partir de los nuevos descubrimientos en materia
celular, y especialmente gracias a instrumentos como el microscopio óptico, el electrónico, etc.
Teoría celular:
La célula es la unidad vital, morfológica, fisiológica y genética de los seres vivos.
Es unidad vital porque: La célula es el ser vivo más pequeño y sencillo que existe.
Es unidad morfológica porque: Todos los seres vivos están formados por células y por las sustancias que
estas secretan.
Es unidad fisiológica porque: La célula contiene todo lo necesario para mantenerse viva y reproducirse. El
buen funcionamiento del organismo vivo depende del buen funcionamiento de sus células.
Es unidad genética porque: Toda célula proviene de otra célula preexistente. Además, las células contienen
toda la información hereditaria necesaria para su funcionamiento en su material genético.
División de la célula según se halle el material genético
Esta variabilidad la tenemos también en lo referente a la forma celular: encontramos células poliédricas,
cúbicas, cilíndricas, con prolongaciones dendríticas, ciliadas…
Pero nuestras células eucariotas comparten una estructura básica: imagínatelas como una bolsa más o
menos impermeable (la membrana celular), que contiene un líquido gelatinoso (citosol) en el cual flotan
estructuras más pequeñas (el núcleo y los orgánulos celulares).
Citoplasma:Es el que forma el medio interno de la célula. Está formado por una sustancia que alterna el
estado de sol y gel, que denominaremos citosol, en el que "nadan" los diferentes orgánulos, y por un
citoesqueleto que le da estructura
Núcleo: punto de mando y coordinación de la célula. La célula eucariota se diferencia por poseer membrana
nuclear, por tanto, nuestras células humanas disponen de esta estructura envolvente que separa el contenido
nuclear del citosol.
Contiene la información genética de la célula en forma de cromatina, formados a su vez por las cadenas de
ADN. Cuando la célula se está multiplicando, la cromatina se estructura formando los cromosomas. En el
interior del núcleo también encontramos una estructura denominada nucléolo.
1.1.2 Orgánulos celulares
APARATO DE GOLGI:
Este conjunto de sáculos aplanados recoge lo
transportado por el retículo endoplasmático y lo
empaqueta en forma de vesículas. Podríamos decir,
por lo tanto, que es el encargado de fabricar vesículas
o lisosomas. Interviene en la maduración de las
proteínas, en el metabolismo y formación de
estructuras de naturaleza glucídica de la membrana, o
incluso de la matriz extracelular.
Para que la célula sea capaz de detectar los estímulos, se requiere que sea sensible a estos cambios. Así
pues, la sensibilidad celular va a ser una propiedad determinante que confiere especificidad a la respuesta.
Los receptores en forma de conos y bastones de la retina ocular reaccionan ante cambios de luz. Si éstos se
producen, se estimulan y propagan este estímulo nervioso hasta el cerebro. Pero piensa ahora cómo
reaccionarían los mismos conos y bastones ante una señal acústica, por ejemplo, el sonido de una bocina…
Vamos a pensar ahora en el reflejo de la tos,cuando un estímulo, generalmente mecánico (polvo, por
ejemplo), irrita a los cilios vibrátiles de las células de la mucosa bronquial, se produce una respuesta refleja
que provocará el golpe de tos. Estas células ciliares son sensibles al estímulo irritativo mecánico, pero no
responderían de igual forma ante un estímulo lumínico.
Ante estos estímulos, las células humanas elaboran respuestas que también suelen seguir unos patrones
comunes
1.1.4 Función de nutrición de la célula (I) Ingesta
Por la función de nutrición, la célula es capaz de obtener del
medio que la rodea los nutrientes (materia) y la energía que
requiere para realizar sus procesos fisiológicos, procesarlos y
metabolizarlos, así como eliminar los productos de
secreción o desecho que resulten de estos procesos.
INGESTA:
La forma de entrada de las sustancias o materias al interior de la célula es muy variable. En general, la forma
elegida suele depender del tamaño de la partícula o sustancia a penetrar, de su composición química, de su
concentración en el medio externo o interno, etc.
● Difusión simple: Pequeñas moléculas son capaces de atravesar la membrana celular gracias a la
diferencia de gradiente o concentración a ambos lados de la membrana.
● Transporte activo: A causa de mayor tamaño celular o de características químicas que dificultan
traspasar la barrera de la bicapa lipídica de la membrana celular, algunas sustancias requieren ser
"ayudadas" a atravesar hasta el medio interno de la célula
Este tipo de transporte requiere siempre de un gasto de energía adicional. Entre las diversas
modalidades de este tipo de transporte, podemos encontrar la difusión facilitada, que se realiza
gracias a unas proteínas transportadoras específicas que están englobadas en la membrana.
Este es el sistema que utilizan, por ejemplo, las moléculas de glucosa para entrar en las células.
También utilizan el sistema activo las sustancias que requieren una "bomba de transporte" para
penetrar en la célula, a cambio de la expulsión de otro elemento. Es el caso del sodio, el potasio o el
calcio.
● Fagocitosis: Cuando la materia a absorber por la célula es de tamaño mayor a la que podría entrar
por difusión o mediante las proteínas de transporte, algunas células tienen la capacidad de englobar a
la sustancia mediante la emisión de pseudópodos y de incluirla en una vesícula que después podrá
fusionarse con un lisosoma para su digestión.
Este proceso también se denomina endocitosis. El término similar "pinocitosis" se reserva a los casos
en que la materia a absorber no es de gran tamaño y está disgregada.
1.1.5 Función de nutrición de la célula (II) Metabolismo y excreción
Metabolismo
Este término hace referencia a algo tan general como a todas las reacciones químicas que se producen en el
interior de la célula. Como puedes intuir, no todas estas reacciones van a tener una finalidad nutricional, pero
sí que es mediante este metabolismo como la célula degrada, conserva o utiliza los nutrientes.
De forma general podemos hablar de reacciones químicas constructoras y destructoras, por lo tanto podemos
establecer dos subtipos de metabolismo:
Es el proceso que utiliza la célula hepática, por ejemplo, para fabricar macromoléculas de glucógeno
a partir de pequeñas moléculas de glucosa, para utilizarlas como reserva energética. O también, la
formación de proteínas estructurales de membrana a partir de aminoácidos que serán ensamblados en
cadena por los ribosomas de todas las células del cuerpo.
● Catabolismo: En estas reacciones la célula parte de moléculas de gran tamaño para obtener
fracciones más pequeñas, con la consiguiente liberación de energía, que podrá ser utilizada por la
célula para otras funciones. En este proceso se produce siempre energía utilizable por la célula. Así,
por ejemplo, las células fraccionan las largas cadenas de glucógeno en moléculas de glucosa. Este
proceso libera energía que se almacena en forma de los enlaces químicos de alta energía del ATP. El
proceso continua con la llamada respiración celular.
○ La respiración celular: Llevada a cabo en varias etapas, se inicia con la glicolisis, en el
citoplasma celular y supone la degradación de la glucosa hasta convertirla en dos moléculas de
ácido pirúvico (piruvato), con la consiguiente obtención de energía en forma de los enlaces de
alta energía del ATP. A partir de este momento el proceso puede seguir dos vías: anaeróbica
(fermentación) o aeróbica (formación de Acetil-coA y Ciclo de krebs). La vía aeróbica sucede
en la mitocondria y conlleva la obtención de nuevo de energía en forma de moléculas de ATP.
● El ciclo de Krebs: Es la ruta metabólica que siguen las células eucariotas para realizar la respiración
celular en condiciones aeróbicas. Tiene lugar en la mitocondria. El conocimiento de estas reacciones
permiten comprender cómo se produce la degradación de glúcidos, lípidos y proteínas con la
consiguiente producción de dióxido de carbono, la producción de energía utilizable, y la obtención de
metabolitos intermedios que servirán a su vez para la síntesis de nuevas moléculas.
Excreción
Como mecanismos de salida de la materia y la energía al medio externo, la célula utiliza sistemas análogos a
los de la ingesta pero, lógicamente, en sentido contrario, es decir, la difusión pasiva o activa se realizará
desde el interior al exterior, y lo que en la ingesta denominábamos endocitosis, va a transformarse ahora en el
mecanismo de la exocitosis.
Es necesario que diferencies dos términos que se utilizarán después en el desarrollo de las unidades de
patología: a partir de ahora en este texto, reservamos el término excreción para la salida de la célula de
productos metabólicos de deshecho (por ejemplo, el mismo dióxido de carbono), y hablaremos de secreción
cuando los productos que salen de la célula son materiales aprovechables o con una función fisiológica
determinada (por ejemplo, las hormonas).
1.1.6 Función de reproducción celular
La información genética de los organismos eucariotas está contenida en el núcleo en forma de cadenas de
ácido nucleico asociadas a proteínas, formando una estructura llamada cromatina. Cuando la célula va a
entrar en mitosis, este material se duplica y reorganiza para formar los cromosomas (formados por dos
cromátidas idénticas unidas por una región denominada centrómero)
En las células del ser humano, la información genética del individuo se halla contenida en los 23 pares de
cromosomas.
La forma y longitud de estas cromátidas está bien estudiada, de forma que, a partir del material genético de la
célula, puede “mapearse” y detectar anomalías estructurales de éstas.
Las células humanas son diploides, tienen dos juegos de cromosomas siendo 23 el número de
cromosomas que forma cada juego, Un juego proviene del padre y el otro de la madre y se agrupan
en parejas de cromosomas homólogos. El número completo de cromosomas será 23x2, es decir,
46.
Las células en las que sólo hay un juego de cromosomas se denominan células haploides, y,
lógicamente, el número de cromosomas en ellas es 23, simplemente. En el cuerpo humano, sólo las
células germinales (óvulos y espermatozoides) tienen estas características.
Mitosis
Es el proceso de división celular por el cual, a partir
de una célula diploide, se originan 2 hijas idénticas,
con la misma carga cromosómica que la original.
Meiosis
Proceso en el que a partir de una célula madre diploide se obtienen 4 hijas con una reducción a la mitad en su
dotación cromosómica (haploides). - Esto garantiza que las sucesivas generaciones tengan el mismo nº de
cromosomas. - Además, se producen recombinaciones cromosómicas, lo que garantiza la diversidad
genética.
Se pasa de una célula diploide (2n) a 4 células haploides (n cromosomas). Al unirse 2 gametos con n
cromosomas dan lugar a un cigoto 2n. ► Consta de 2 divisiones sucesivas del núcleo en las que no se
produce la duplicación del ADN: ⮚ Primera división meiótica o división reduccional. De una célula diploide (2n)
salen 2 células hijas con n cromosomas. ⮚ Segunda división meiótica. Cariocinesis normal, en que cada
célula con n cromosomas da lugar a 2 células con n cromosomas.
1.2 Histoligía: Concepto y clasificación de los tejidos
Las células ni viven ni realizan sus funciones estando aisladas en el medio. Como otros los seres vivos,
pueden vivir "en comunidad", con el objetivo de realizar una tarea común. Para ello, se organizan en tejidos,
órganos, aparatos y sistemas.
Un tejido es un conjunto organizado de células de origen similar, unidas para llevar a término una función
más compleja.
Histología
Ya conoces el significado de la raíz "logos" (estudio), y la raíz "histo" significa tejido. Así pues, la histología es
la parte de la biología destinada al estudio de los tejidos.
La clasificación de los tejidos no es una tarea fácil. En general, se acepta que hay dos tejidos que podríamos
cualificar como básicos, y otros que requieren una especialización celular más compleja.
Los epitelios muestran polaridad, una de las superficies descansa sobre tejido conjuntivo (polo basal)
mientras que la otra superficie queda libre (polo apical). En el polo basal se encuentra la membrana basal,
que es el límite entre el tejido epitelial y el conjuntivo subyacente. Los epitelios son avasculares, nutriéndose a
través del tejido conjuntivo subyacente, ricamente vascularizado
Atendiendo al número de capas que los forman, los epitelios pueden ser simples (formados por una sola capa
de células) o estratificados (formados por varios estratos celulares). En ocasiones, existen epitelios simples
que, por las diferentes alturas de sus células, ofrecen el aspecto de un epitelio estratificado, pero la
observación microscópica detallada permite observar que todas las células tienen su origen en una misma
línea basal. En estas ocasiones hablaremos de epitelios pseudoestratificados (de "pseudo", que significa
falso).
Teniendo en cuenta la forma de las células, los epitelios pueden ser: plano (llamado también pavimentoso o
escamoso) , cúbico, o cilíndrico (o prismático o columnar).
TIPOS DE EPITELIO
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CÉLULAS GLANDULARES:
CÉLULAS
Este tejido esta formado por células, entre las que se encuentran una serie de fibras extracelulares que están
inmersas en un gel líquido llamado sustancia fundamental amorfa . Este espacio extracelular formado por la
sustancia fundamental y las fibras se llama matriz. Son precisamente los componentes de esa matriz los que
confieren a los diferentes tipos de tejido conjuntivo sus características diferenciales.
Las células propias de estos tipos de tejidos conectivos son los fibroblastos. Si estas células están en fase de
reposo, sin fabricar fibras, pasan a llamarse fibrocitos. Los fibroblastos se observan como células aplanadas y
con forma estrellada, con varias prolongaciones delgadas, núcleo grande y redondo, mientras que los
fibrocitos aparecen como elementos fusiformes con largas prolongaciones acabadas en punta y núcleos
alargados.
En el tejido conjuntivo encontramos además otras células, como mastocitos, macrófagos, células plasmáticas
y otras células sanguíneas.
SUSTANCIA FUNDAMENTAL:
Encargada de rellenar los espacios entre las células y las fibras. Además del agua y de los electrolitos típicos
del líquido extracelular, presenta otros componentes llamados glicosaminoglicanos, la mayoría de ellos
unidos a proteínas formando proteoglicanos, que tienen una capacidad especial de retener agua,
precisamente gracias a su tamaño.
FIBRAS
Ha llegado el momento de que aprendas cuáles son las fibras que pueden producir los fibroblastos:
★ Fibras colágenas: El colágeno es una de las proteínas más importantes del cuerpo humano, ya que
supone un 25% de todas las proteínas del mismo. Las fibras formadas por esta proteína conforman la
estructura básica de la dermis, los tendones, los ligamentos y las fascias.
El hecho de estar configurada como cadenas helicoidales ensambladas le otorga propiedades no sólo
de resistencia, sino también de flexibilidad. Se conocen en la actualidad hasta trece tipos diferentes de
colágeno, repartidos por todos los tipos de tejidos conjuntivos.
★ Fibras elásticas: La elastina se halla formando mallas gracias a las ramificaciones de su estructura.
Es por esta razón que la elasticidad es su principal característica. Encontramos elastina en la dermis
(proporciona elasticidad a la piel), en los pulmones, en los vasos sanguíneos...
★ Fibras reticulares: La reticulina es el nombre que se daba a la proteína que hoy sabemos que no es
sino un tipo de colágeno (colágeno III) que adopta la forma de cadenas finas que forman entre ellas
una especie de entramado. Puedes imaginártelas como un sistema de vigas que confieren estructura,
sostén y anclaje a los tejidos. Son mucho más escasas que las anteriores, excepto en los tejidos
linfoides.
TIPOS DE TEJIDO CONJUNTIVO
★ El tejido conjuntivo laxo es el encargado de ejercer funciones de "relleno" y de conexión entre las
células, mantienen unidos diferentes tejidos entre sí, y también forman la estructura general de los
órganos. Además, es el lugar donde las células inmunitarias iniciaran los procesos inflamatorios. En
este tipo de conjuntivo la proporción entre células, fibras, y sustancia fundamental es muy parecida y
el entramado de las fibras es laxo. Es muy frecuente.
★ El tejido conjuntivo denso o fibroso, se caracteriza por la extremada abundancia de fibras, por la
escasa presencia de sustancia fundamental y porque en cuanto a las células, prácticamente sólo
posee fibroblastos. El elevado contenido de fibras le confieren la capacidad de alta resistencia a la
tracción, como es el caso de la dermis reticular o de los tendones.
TEJIDO ÓSEO
Podemos encontrar también tejidos similares mineralizados en la dentina y el esmalte dentario. Mientras que
en el hueso, las células formadoras de matriz se denominan osteoblastos, en la dentina pasan a llamarse
odontoblastos. En las zonas de resorción ósea encontraremos también los osteoclastos, que son células
destructoras de hueso. Otras células que aparecen en el tejido óseo son los osteocitos que se forman cuando
los osteoblastos quedan atrapados en al matriz osteoide.
Podemos distinguir dos tipos de tejido óseo: esponjoso o trabecular y compacto o cortical :
El primero posee grandes espacios denominados cavidades vasculares, ocupados por vasos sanguíneos,
linfáticos y elementos hematopoyéticos, delimitadas por trabéculas óseas. Se encuentra en la zona interna de
huesos largos y planos. Forma la epífisis en los huesos largos. En los huesos cortos forma el interior y zonas
del exterior.
El segundo no posee cavidades vasculares y su matriz extracelular se ordena en laminillas óseas, las cuales
se pueden disponer de manera más o menos rectas y paralelas (hueso compacto laminar) o de manera
concéntrica alrededor de un canal (canal de Havers) formando la estructura funcional y estructural que se
denomina osteona. Se encuentra en la capa externa de los huesos largos formando la diáfisis, en el exterior y
en el interior de los huesos planos y en distintas zonas en los huesos cortos, según cada hueso en concreto.
TEJIDO CARTILAGINOSO
La característica especial de este tejido es que, siendo sólo relativamente sólido puesto que no está
mineralizado como el hueso, es capaz de resistir potentes fuerzas de compresión. Eso explica por qué forma
parte de las superficies articulares, que son zonas corporales sometidas a fuertes tensiones y fricción.
Entre los diferentes tipos de cartílago se encuentran el cartílago hialino de crecimiento y el de las
articulaciones, el cartílago fibroso y el cartílago elástico (por ejemplo, el que puedes encontrar en tu
pabellón auricular).
TEJIDO ADIPOSO
Los adipocitos son las células propias de este tipo de tejido, especializadas hasta tal
punto que se han transformado en una vesícula gigante rellena de lípidos, con el
núcleo arrinconado en un margen. Han perdido incluso la capacidad de multiplicarse.
Ni siquiera son buenas secretoras de fibras de colágeno, y su principal tarea será
acumular o movilizar los depósitos grasos.
Podemos distinguir dos tipos de tejido adiposo: Tejido adiposo blanco formado por
adipocitos con una gran gota de grasa central y el núcleo desplazado hacia un lado y que sirve como fuente
de energía, aislante del frío (hipodermis) y como protección; y tejido adiposo pardo, en el que los adipocitos
aparecen con múltiples gotas de grasa y núcleo excéntrico (este tipo aparece en la glándulas suprarrenales y
alrededor de los grandes vasos sanguíneos; en los fetos y recién nacidos la distribución de esta grasa es más
amplia.
El tejido adiposo es uno de los más abundantes del cuerpo humano. Su porcentaje varía entre ambos sexos,
pero puede oscilar, en circunstancias normales entre el 15 y el 25% del peso corporal total.
1.2.4 EL TEJIDO MUSCULAR
El tejido muscular es responsable del movimiento de los organismos y de sus órganos. Está formado por unas
células denominadas miocitos que tienen la capacidad de contraerse.
Hay que tener en cuenta que no sólo encontramos músculo en las extremidades o el tronco, responsables de
nuestro movimiento voluntario, también existen otros músculos, menos visibles, pero no por ello menos
importantes. Por ejemplo: La musculatura que rodea los tramos del intestino delgado se contrae para impeler
su contenido mediante los movimientos peristálticos, y el órgano que nos mantiene vivos, el corazón, es,
fundamentalmente, un músculo.
La capacidad contráctil del tejido muscular reside en las miofibrillas (actina y miosina), que son unas proteínas
contráctiles surgidas a partir de las estructuras del citoesqueleto celular, y que se encuentra especialmente
estructuradas en el interior de los miocitos
La disposición de estas miofibrillas, la forma de los miocitos y la voluntariedad del movimiento definen los
subtipos de tejido muscular, que son:
El aspecto estriado de las fibras musculares se debe a la disposición especial de los filamentos de
actina y miosina, los cuales se organizan en haces paralelos al eje principal de la célula. Las bandas
oscuras corresponden a la superposición entre filamentos de actina y de miosina, y las claras sólo a
filamentos de actina.
La interacción entre estas dos proteínas dará lugar a cambios en la conformación celular que
implicarán su contracción. La unidad estructural y funcional básica de contracción muscular se
denomina sarcómero.
Se trata de un tejido enormemente especializado Contiene varios tipos celulares, uno de ellos
particularmente llamativo: la neurona. Las células que no son neuronas se denominan células de la glía.
Las neuronas o células nerviosas reciben información, la procesan y producen una señal que conducen y
transmiten. Cada neurona es única y su originalidad se debe a dos características:
● La posición especial que ocupa en el sistema nervioso con múltiples conexiones precisas y
determinadas con otras neuronas o con otras estructuras.
● La neurona madura ya no vuelve a dividirse (sólo unas pocas mantienen su capacidad de renovación
o regeneración).
Las neuronas necesitan para su supervivencia la presencia de la glía . Estas células, también descubiertas
por Ramón y Cajal, actúan como auténticas nodrizas de las neuronas, asegurando su aporte de nutrientes,
regulando la producción de neurotransmisores por parte de las mismas, facilitando el impulso nervioso
fabricando mielina, aislándolas del resto de tejidos e incluso induciendo la reparación de los axones en ciertos
casos.
Las neuronas tienen una forma característica, con un cuerpo estrellado del que se emiten unas
prolongaciones a modo de dedos, que se denominan dendritas. El cuerpo neuronal se continúa con una
prolongación que puede llegar a medir más de un metro en el cuerpo humano. Esta zona de la neurona se
llama axón o cilindroeje. Finalmente, el axón termina en una zona de diferentes formas en dependencia del
tipo de neurona, a la que llamamos terminación nerviosa.
En los axones, podremos observar también unos cúmulos regulares de una lipoproteína denominada mielina,
que tiene gran importancia en la velocidad de propagación del impulso nervioso, dado que posee
características aislantes. Cuanto más mielinizada se encuentre la neurona, más rápido se transmitirá la
excitación nerviosa.
La mielina es producida por unas células gliales denominadas células de Schwann.
La característica que hace a las neuronas tan especiales es su excitabilidad, por la que transforman los
estímulos recibidos en potenciales de membrana que se propagan de unas neuronas a otras o hasta las fibras
musculares.
Y es que es importante que conozcas que las neuronas no contactan directamente unas con las otras, sino
que establecen sinapsis, que son espacios entre la terminación nerviosa de una neurona y las dendritas de la
siguiente. Los neurotransmisores llenan estos espacios en el momento de la transmisión nerviosa y son
captados por la neurona siguiente.
PLASMA:
Está formado básicamente por agua, que representa más del 90%. El resto lo forman sustancias en disolución
en este medio acuoso. Estos solutos son mayoritariamente proteínas, entre ellas la albúmina, que es la más
abundante, pero también fibrinógeno, las proteínas del complemento, y otras alfa, beta y gammaglobulinas.
Otras sustancias en solución son la urea, la glucosa, los lípidos plasmáticos, los iones (sodio, potasio…),
hormonas, vitaminas, etc.
ELEMENTOS FORMES:
En la sangre encontramos tres líneas celulares bien diferenciadas, tanto estructural como funcionalmente:
● Eritrocitos: También se les llama hematíes o glóbulos rojos. Son los elementos formes más
numerosos, ya que en un milímetro cúbico los valores de normalidad oscilan entre 4 y 5 millones.
Tienen forma de disco, con una depresión en la zona central. Carecen de núcleo o de otros orgánulos
celulares. En realidad, son membranas rellenas de una proteína capaz de retener los gases (el
oxígeno y el dióxido de carbono): la hemoglobina. Por esta razón, su principal función será intervenir
en el transporte de estos gases.
● Leucocitos: Los conocemos de forma más popular como glóbulos blancos. Existen diversos subtipos
definidos por las características tincionales de su citoplasma, la forma y el tamaño de su núcleo, y sus
funciones. Los valores de normalidad oscilan entre 5.000 y 10.000 por milímetro cúbico.
● Trombocitos: Muy a menudo denominados plaquetas. Son en realidad pequeños fragmentos de una
célula gigante (el megacariocito) que se encuentra en la médula ósea roja. El número aproximado en
una persona sana se encuentra entre 150.000 y 300.000 por milímetro cúbico. Los trombocitos
intervienen en los fenómenos de reparación y, de forma fundamental, en la coagulación sanguínea. En
unidades de trabajo posteriores podrás estudiar este proceso con más detalle.
TEJIDO HEMATOPOYÉTICO
La médula ósea roja es un tejido blando, muy vascularizado, densamente celular, formado por los precursores
de las células sanguíneas, macrófagos, adipocitos, fibroblastos y fibras colágenas. Las proporciones relativas
de estos componentes celulares sufren cambios con la edad, y varían también en diferentes regiones del
esqueleto.
Al nacer, todos los huesos contienen médula activa hematopoyéticamente, de fuerte color rojo. Este color se
debe en gran parte a que contiene una gran cantidad de eritrocitos (glóbulos rojos) en desarrollo aunque, por
supuesto, también contiene células en desarrollo de otros elementos celulares de la sangre (glóbulos blancos
y plaquetas).
Gradualmente, a medida que va pasando el tiempo, cada vez hay más células adiposas y el color de la
médula comienza a cambiar del rojo intenso al amarillo. Así van apareciendo los dos tipos de médula ósea:
roja y amarilla.
En los adultos la médula ósea roja persiste en las epífisis proximales del húmero y del fémur y en las
vértebras, costillas, esternón y huesos ilíacos.
La médula ósea amarilla, ocupa el resto del espacio que deja el tejido óseo esponjoso y la diáfisis (canal
medular) de los huesos largos. Esta médula no es hematopoyética pero en condiciones especiales de
demanda puede reactivarse.
1.3 Órganos y sistemas
1. Función de relación:
El ser humano se relaciona con el ambiente que le rodea al igual que la célula lo hace con su
medio externo. Para esta función, necesita al sistema nervioso, una red de receptores de
estímulos (los órganos de los sentidos y las terminaciones nerviosas) que dirigen los impulsos
a un órgano superior alojado en el sistema nervioso central, que producirá una respuesta que
enviará a su vez al sistema efector de esta reacción.
Y el efector de las órdenes nerviosas superiores no es otro que el aparato locomotor:
huesos, músculos y articulaciones realizarán acciones coordinadas respondiendo de forma
efectiva al estímulo.
Pero no podemos olvidar que el cuerpo humano debe "relacionarse" también con su propio
medio interno: el sistema nervioso anteriormente citado hace el papel de coordinador de las
funciones internas, pero requiere de un sistema que trabaja en íntima colaboración con él, el
sistema endocrino. Trabajan tan íntimamente unidos, que a menudo nos referimos a ellos
como el sistema neuroendocrino.
También interviene en esta relación con el medio el sistema inmunológico, que es el
encargado de defenderse ante las agresiones que provengan tanto del exterior como desde el
propio organismo.
2. Función de nutrición:
El aporte y aprovechamiento de nutrientes
para el metabolismo del cuerpo humano
está asegurado gracias al correcto
funcionamiento del sistema digestivo. Y
la entrada del oxígeno imprescindible para
nuestra supervivencia tiene lugar en el
aparato respiratorio. Pero no sólo
necesitamos una entrada, sino que
también tenemos necesidad de un sistema
de transporte de estos nutrientes para
asegurar que llegan a todas y cada una de las células del organismo. La sangre, circulando
por el sistema cardiocirculatorio, es el medio por el que el oxígeno y los nutrientes se
reparten. La función de nutrición finaliza con la excreción de los productos no aprovechables,
de deshecho, tarea que realizará el sistema excretor.
3. Función de reproducción:
De la producción de las células germinales, la fecundación de estas, la acogida para el
desarrollo del embrión y la liberación de una nueva vida al exterior se encargará en sistema
reproductor, siempre en íntima relación y bajo coordinación del sistema endocrino, del que
ya hemos hablado cuando estudiabas la función de relación.
1.3.1 SISTEMA LOCOMOTOR
La locomoción es la capacidad que tenemos de trasladarnos de un lugar a otro. Seguro que te parece que es
la función más evidente del sistema locomotor. Pero no debes olvidar que este aparato tiene otras funciones,
no menos importantes:
Sistema óseo
En el cuerpo humano podemos contar hasta 206 huesos. Estos huesos no son todos iguales y, en
un intento por clasificarlos, se ha recurrido a su forma. Así encontraremos:
1. Huesos planos: Están formados por dos láminas de hueso compacto que dejan en su interior una
lámina de esponjoso donde se encuentra la médula ósea. Ejemplos son los huesos de la bóveda del
cráneo, los omóplatos, las costillas, los huesos iliacos, el esternón...
2. Huesos cortos: Todas las dimensiones del hueso son similares, lo que le confiere un aspecto
redondeado o cuboide. Son huesos cortos los del carpo y los del tarso, así como los cuerpos
vertebrales. En este tipo de huesos, el tejido esponjoso será una parte constituyente importante.
3. Huesos largos: Se observa el predominio claro de una dimensión sobre las otras. Son: fémur, tibia,
peroné, húmero, cúbito y radio. En estos huesos podemos observar diferentes partes:
○ Diáfisis: Es la zona cilíndrica del hueso y la más larga, formada por tejido óseo compacto. Está
hueca por dentro, sólo ocupada por la estructura grasa que llamamos médula ósea amarilla.
○ Epífisis: Son los extremos del hueso (se suelen utilizar los términos proximal y distal para
identificar las epífisis más cercana y alejada del cuerpo, respectivamente).El tejido es
esponjoso y está ocupado por médula ósea roja.
○ Metáfisis: Es la zona que une las epífisis a la diáfisis. Coincide con la zona ocupada por el
cartílago de crecimiento, por donde crecen los huesos en longitud hasta el final de la pubertad.
Sistema muscular
Encargados, mediante su contracción, de ejercer las fuerzas de tracción que provocan el movimiento, los
músculos del aparato locomotor están formados por tejido muscular estriado esquelético.
Un músculo esquelético está constituido por fascículos musculares formados, a su vez, por un conjunto de
fibras musculares (cada fibra es una célula multinucleada). Cada músculo se inserta en el hueso por medio de
los tendones, que están constituidos por tejido fibroso, elástico y sólido. Los músculos están rodeados por un
tejido que los recubre: la aponeurosis. Las aponeurosis carecen de elasticidad, sujetan las células musculares
y las obligan a contraerse en un determinado eje. Están unidas a los tendones que conectan los músculos a
los huesos.
Un músculo esquelético se une al hueso (o en ocasiones a otros músculos o tejidos) en dos o más lugares. Si
el lugar es un hueso que permanece inmóvil para una acción, esa unión se denomina origen. Si el lugar es en
el hueso que se mueve durante la acción, la unión se denomina inserción terminal. Ésta última es a su vez
la unión distal (sobre todo en las extremidades), mientras que el origen sería la unión proximal.Además de
estar constituidos por por fibras musculares y tejido conjuntivo, los músculos están recorridos por vasos
sanguíneos y fibras nerviosas.
SISTEMA ARTICULAR
Las articulaciones son los puntos donde dos elementos esqueléticos contactan y de modo general, podemos
clasificarlas en articulaciones sinoviales (en las que los elementos esqueléticos quedan separados por una
cavidad), y articulaciones sólidas (en las que no hay cavidad y los componentes se mantienen unidos por
tejido conjuntivo).
Unas articulaciones poseen más movilidad que otras y desde ese punto de vista podemos hablar de
sinartrosis (articulaciones sin movimiento), anfiartrosis (articulaciones con poco movimiento) y diartrosis
(articulaciones que se mueven en algún eje del espacio).
En estas últimas encontramos varios elementos articulares y como características anatómicas principales
podemos decir que:
● Están formadas por superficies articulares muy lisas recubiertas por cartílago hialino para evitar la
fricción que se produciría con el movimiento.
● Una cápsula articular envuelve toda la articulación. Esta cápsula está rodeada de una membrana
sinovial que produce el líquido sinovial, líquido que baña la articulación. Membrana, líquido y cartílago
la lubrican protegiéndola de la fricción y destrucción osea.
● Poseen otros elementos de unión y adaptación (elementos de coaptación como los meniscos).
● Por último, están los ligamentos, elementos periféricos que refuerzan la cápsula articular.
Protegido por estructuras óseas (cráneo, columna vertebral) y por las meninges, se divide a su vez en
encéfalo y la médula espinal:
● Cerebro: La parte más grande del SNC está dividida en dos hemisferios unidos entre sí por una
estructura central (el cuerpo calloso). En su corteza es donde se hacen conscientes los estímulos. En
este órgano residen las capacidades superiores del organismo humano como la de pensar, la
memoria, el lenguaje o la capacidad creativa. Es el encargado de controlar y coordinar las acciones
voluntarias, así como el resto de centros nerviosos.
● Cerebelo: A este órgano, situado en localización inferior y posterior al cerebro, lleno de surcos y
circunvoluciones, se le ha llamado figuradamente "el árbol de la vida"… Controla los movimientos
"aprendidos", es decir, aquellos para los que hemos elaborado automatismos. Seguro que has oído
decir que a patinar o a ir en bicicleta se aprende para toda la vida. Puedes darle las gracias al
cerebelo. También es el encargado del mantenimiento de la postura y el equilibrio, y permite la
coordinación y la acción conjunta de la musculatura agonista y antagonista en los movimientos.
● Tronco del encéfalo: Formado a su vez por el mesencéfalo, la protuberancia y el bulbo raquídeo,
conecta el cerebro con la médula espinal. Cuando tienes hipo o estornudas, esta estructura ha
colaborado en ello. Se encarga de intervenir en funciones automáticas y voluntarias como el ritmo
cardíaco y el ritmo respiratorio o la regulación de la presión sanguínea (aunque no es el único sistema
de regulación de los mismos), la deglución y los movimientos peristálticos del tubo digestivo, el reflejo
de la tos y el estornudo, la alternancia de sueño y vigilia, o los molestos reflejos del vómito. Y estos
son sólo una pequeña muestra…
● Médula espinal: De ella salen los nervios raquídeos, a cada lado y a nivel de cada unión
intervertebral, que inervarán a los músculos, órganos y glándulas de cada zona que les correspondan.
Llega hasta el nivel de la segunda vértebra lumbar (L2) y, a partir de ahí, el canal raquídeo contiene
sólo los nervios raquídeos que se dirigen a niveles más inferiores, formando la denominada "cola de
caballo".
Es el tejido nervioso distribuido por el resto del organismo. El SNP está formado por los nervios. Tenemos:
● Pares craneales: Son los nervios que vemos salir del encéfalo. Son 24 pero nacen 12 por cada lado
(derecho e izquierdo).
● Nervios espinales o raquídeos: Son los que parten de la médula espinal y salen del canal raquídeo
por los agujeros de conjunción (entre dos
vértebras). Hay 32-33 pares (8 cervicales,
12 torácicos, 5 lumbares, 5 sacros y 1-3
coccígeos).
● También forman parte del SNP los
ganglios nerviosos, los receptores
sensitivos y la placa motora.
El corazón: Localizado en el mediastino y apoyado en el diafragma, tiene forma de cono invertido, con el
vértice hacia la izquierda. El cono es de base elíptica y mide aproximadamente 12 cm de largo, 9 cm de
ancho y 6 cm de “fondo” (diámetro anteroposterior). Posee 4 cavidades: 2 aurículas (dcha e izda) y dos
ventrículos (dcho e izdo). De él salen y a el llegan los vasos sanguíneos principales (llamados "los grandes
vasos": arteria aorta, venas cavas superior e inferior, arterias y venas pulmonares). Es básicamente un
músculo que impulsa el flujo sanguíneo mediante sus movimientos de contracción (sístole) y relajación
(diástole), latiendo a una frecuencia, en condiciones basales, de entre 50 y 100 latidos por minuto.
Los vasos sanguíneos: Son las arterias, las venas y los capilares. En la tabla se muestran recogidas las
diferencias entre las dos primeras.
El sistema cardiocirculatorio humano es un sistema cerrado y doble (circulación menor y circulación mayor),
en el que la sangre que circula por el lado derecho
del corazón no contacta dentro del mismo con la del
lado izquierdo.
No puedes olvidar que existe un sistema circulatorio diferente al sanguíneo, aunque colabora con este en la
regulación de los líquidos y la recogida de sustancias de desecho y en las funciones defensivas: es el
sistema linfático, formado por:
Fisiológicamente, podemos diferenciar varios procesos, que tendrán gran importancia en la definición de las
diferentes alteraciones y patologías respiratorias que estudiarás en unidades de trabajo posteriores:
● PERFUSIÓN: Hace referencia al correcto paso del flujo sanguíneo a través de los capilares
pulmonares alveolares. Si existe una alteración que obstruya este flujo, el intercambio de gases será
imposible. Es lo que sucede en la embolia pulmonar.
● VENTILACIÓN: Este término nos indica cómo llega el aire inspirado al fondo alveolar. Si existe una
alteración que impida que el flujo aéreo alcance la pared monoepitelial del alveolo (por ejemplo, un
tapón de moco), tampoco se hará efectivo el intercambio de gases. La ventilación consta de dos fases:
○ La inspiración, o entrada de aire, es un proceso activo, que requiere la participación de la
musculatura intercostal y el diafragma. En este movimiento, las costillas se horizontalizan y el
diafragma desciende, con lo que se amplia la capacidad pulmonar.
○ La espiración, o salida de aire, que es un proceso pasivo en el que los músculos intercostales
y el diafragma se relajan, la parrilla costal pasa a su posición inicial y el aire rico en dióxido de
carbono es expulsado.
● En el aparato respiratorio, existe toda una zona del árbol bronquial en la que el intercambio gaseoso
no es posible, siendo sólo factible a nivel alveolar. Es lo que conocemos como "espacio muerto", que
en el ser humano es de aproximadamente 150 mL.
● DIFUSIÓN: La palabra se refiere al paso de moléculas de oxígeno y de dióxido de carbono en los dos
sentidos a través de la doble capa celular que han de atravesar (la del alvéolo y la del capilar). Este
proceso se produce gracias al gradiente de concentración de los gases a uno y otro lado de la zona de
intercambio.
Por lo tanto, el volumen respiratorio por minuto será de unos 6 litros. Estos valores se incrementan de forma
importante si se fuerzan la inspiración o la espiración. La capacidad vital será la máxima cantidad de aire que
cabe en nuestros pulmones desde una situación de espiración máxima a una de inspiración máxima.
TUBO DIGESTIVO:
En los 7 metros aproximadamente que mide desde la boca hasta el ano, se realizan las funciones de
digestión y absorción de los nutrientes. Sus partes principales, desde la entrada a la salida son:
● La boca: La saliva y la masticación facilitada por nuestras 32 piezas dentarias realizarán una primera
degradación del alimento. La lengua es la principal receptora del sentido del gusto.
● Faringe y esófago: Se encargan de conducir el bolo hacia el estómago.
● Estómago: Con un interior de pH muy bajo (por el ácido clorhídrico que contiene), prepara los
alimentos para su paso al intestino. Se producen procesos digestivos por la acción de pH y las
enzimas del jugo gástrico (pepsina, tripsina, quimotripsina y lipasa gástrica).
● Intestino delgado: En sus porciones duodenales, yeyuno e ileon, es donde se produce la auténtica
absorción de los nutrientes. Este proceso conduce a los nutrientes, ya en sus formas básicas tras su
digestión ayudada por las secreciones
biliares y pancreáticas, hacia el hígado,
gracias al sistema venoso portal.
● Intestino grueso: En el colon se produce
la absorción del agua, así como la
degradación de los residuos por parte de la
microbiota intestinal que se encuentran en
su interior, con la consecuente formación
de la materia fecal. El sigma y el recto
serán los encargados de almacenar esta
última hasta el momento de la defecación a
través del esfínter anal.
GLÁNDULAS ANEXAS:
Estos residuos han de ser eliminados al exterior del organismo, ya que su acumulación provocaría problemas
severos.
Te presento ahora cuáles son las principales estructuras excretoras del cuerpo:
● La piel: Mediante la sudoración, excreta agua (fundamental para el control de la homeotermia interna),
iones, urea, e incluso fármacos y tóxicos.
● El aparato respiratorio excreta dióxido de carbono, y, como el anterior, también puede eliminar
fármacos y tóxicos.
● El aparato digestivo excreta, mediante las heces, los residuos obtenidos del proceso de digestión.
● El aparato urinario es el más propiamente excretor de todos ellos. A través de la orina, elimina agua,
iones, urea y, claro, fármacos y tóxicos también.
Por lo tanto, por su importancia como sistema excretor, vamos a estudiarlo con un poco más de detalle.
Los riñones son los órganos encargados de la producción de orina. Se encuentras situados, de forma
retroperitoneal, entre la última vértebra dorsal y la tercera lumbar (de D12 a L3). En su estructura, si los
miramos con el microscopio, veremos millones de lo que se considera la unidad básica de función renal: la
nefrona. En ella se va a llevar a cabo la
formación de orina.
La orina pasará entonces a los uréteres, que la conducirán a la vejiga urinaria, donde permanecerá hasta el
momento de la micción. El conducto que conecta el aparato urinario con el exterior se denomina uretra y,
lógicamente, tiene distinta longitud dependiendo del sexo del individuo.
Los riñones filtran diariamente más de 200 litros de sangre, y eliminan aproximadamente 2 litros de orina.
1.3.7 SISTEMA ENDOCRINO
El sistema endocrino coordina el funcionamiento de los diferentes órganos, aparatos y sistemas a través de
hormonas, que son compuestos químicos que se secretan a la circulación sanguínea desde tipos específicos
de células ubicadas dentro de glándulas endocrinas (carentes de conductos). Una vez en la circulación, las
hormonas afectan a la función de los tejidos diana, que puede ser a su vez una glándula endocrina o un
órgano terminal. En el órgano diana las hormonas van a provocar una determinada acción. Allí se unen a un
receptor de membrana celular que induce la entrada de la sustancia al interior de las células o la respuesta
fisiológica de las mismas.
El ciclo menstrual sirve para favorecer la fecundación y preparar el cuerpo para una posible gestación. La
duración media es de 28 días (con una variabilidad considerable). Decimos que es cíclico porque, si no se ha
producido la fecundación, vuelve a reiniciarse el proceso.
A partir de la pubertad, se activa el eje hipotálamo-hipofisario del que hemos hablado en el capítulo
dedicado al sistema endocrino, y se inicia la producción de las gonadotropinas (LH y FSH). Estas hormonas
se van a encargar de estimular a las gónadas para comenzar a madurar las células germinales: óvulos y
espermatozoides.
Al inicio de cada ciclo menstrual, en el ovario, empiezan a
madurar simultáneamente 10 o 12 folículos por estímulo de
la FSH hipofisaria, pero, finalmente, sólo uno va a ser el
destinado a completar esta maduración (folículo de Graaf).
Esta maduración folicular induce la fabricación de
estrógenos, que van a estimular una primera proliferación
del endometrio. Hacia el día 14 del ciclo, y coincidiendo con
una secreción marcada de LH por parte de la hipófisis, el
folículo se rompe y el óvulo es lanzado hacia las trompas. En
el ovario, la herida producida se transformará en el cuerpo
lúteo o cuerpo amarillo, muy importante para la gestación,
dado que será el encargado de producir progestágenos
(hormonas que provocarán que el endometrio pase de una
fase simplemente proliferativa a una fase marcadamente
secretora, con aumento de su grosor y su vascularización).
El cuerpo lúteo persiste durante unos pocos meses si se ha
producido la fecundación, pero si no ha sido así, acaba
transformándose en el cuerpo albicans o cuerpo blanco,
que detiene la fabricación de progestágenos. El endometrio,
entonces, al quedar privado de esta hormona, degenera y es expulsado al exterior, en el proceso que
conocemos como menstruación.
El óvulo que se encuentra viajando por las trompas de Falopio, puede ser fecundado por uno de los millones
de espermatozoides que se han expulsado en la eyaculación masculina. El zigoto (óvulo ya fecundado),
prosigue su camino iniciando una serie de divisiones mitóticas sucesivas que irán conformando el nuevo ser,
que anidará en el grueso endometrio para su posterior desarrollo.