El Clima Escolar
El Clima Escolar
El Clima Escolar
La calidad educativa es el factor por el que cualquier proceso debe propender. A través de ella se desarrollan
competencias, experiencias e interacciones que, mediante la colaboración, facilitan la enseñanza para los
actores del sistema educativo. Aún así, hay un elemento transversal y fundamental dentro de la calidad
educativa: el clima escolar.
Qué es el clima escolar y por qué no se puede pasar por alto
Este concepto está íntimamente relacionado con los ambientes de aprendizaje, aunque tienen algunas
diferencias. Este último es aquel espacio creado intencionalmente para favorecer el desarrollo de habilidades
y conocimiento significativo. En el caso del clima escolar, este se vincula con los niveles de interacción
dentro del ambiente de aprendizaje y las relaciones que se dan en él.
Si la educación se fundamente en la interacción, entonces el clima escolar y el rendimiento académico deben
ser tomados con especial importancia. Gracias a él, los procesos de enseñanza inciden positivamente en el
desarrollo de buenas prácticas educativas, siempre coherentes con el contexto de los estudiantes.
Además, la construcción de relaciones significativas el intercambio de ideas y saberes seguro y con respeto.
De esta manera se fortalece la confianza y el bienestar general.
Es así como este concepto se constituye como una organización colaborativa entre maestros, directivos,
familias y estudiantes. A través de él se promueve el trato respetuoso y cariñoso, especialmente necesario en
la educación infantil.
¿Qué factores son impulsadas por el clima escolar?
El clima escolar concluye en una correcta correlación entre diversos factores y características. Entre ellas se
encuentran:
Bienestar general. El que los diversos actores tengan la posibilidad de relacionarse asertivamente
favorece la percepción del sistema educativo en el que se encuentran. Además de dar relevancia a la
necesidad de continuar aprendiendo.
Aumento de la confianza. Se favorece la seguridad de los estudiantes con respecto a sus habilidades.
De la mano con esto, favorece la tranquilidad de compartir sus experiencias y percepciones a nivel
grupal.
Identificación con la escuela o institución educativa. A través del clima escolar se incentiva
el sentido de pertenencia con la institución, maestros y tutores. De esta manera se aprende con mayor
comodidad y motivación.
Trabajo colaborativo. El clima escolar eficiente permite que se desarrollen actividades y dinámicas
grupales de manera estructurada y efectiva. Además, se desarrollan así habilidades sociales
necesarias para la vida cotidiana.
Conclusión
De acuerdo con lo mencionado anteriormente, el clima escolar se identifica con dos grandes perspectivas.
En primer lugar, la creación y conservación de las relaciones entre los actores educativos. Por otro lado, y
como segundo lugar, el establecimiento de ambientes de aprendizaje propicios y atractivos para los
estudiantes.
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