Posisciones Anatomicas Del Paciente Encamado

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INSTITUTO DE ESTUDIOS SUPERIORES DE

TAMAULIPAS.A.C

CARRERA TECNICA
ENFERMERIA GENERAL
ASIGNATURA
PRACTICA CLINICA
ACTIVIDAD
INVESTIGACION
DOCENTE
LIC. H. MORENO
NOMBRE DEL ALUMNO
GUADALUPE ALVAREZ VILLASANA
INVESTIGACION
POSISIONES ANATOMICAS DEL PACIENTE ENCAMADO Y SUS USOS

Se conocen como posiciones anatómicas básicas a todas aquellas posturas que el


paciente puede adoptar en la cama, camilla, mesa de exploración, entre otras. Se
utilizan en diversas situaciones patológicas o para efectuar exploraciones físicas y
practicas terapéuticas o quirúrgicas. Los cambios de posición tienen la finalidad de:
evitar la aparición de isquemia en los puntos de presión, prevenir ulceras por presión
(UPP) y proporcionar comodidad al paciente.

DECUBITO SUPINO O DORSAL

Decúbito supino. El paciente esta acostado sobre su espalda. Sus piernas están
extendidas y sus brazos alineados a lo largo del cuerpo. Es una posición utilizada
para la exploración del abdomen, piernas y extremidades, así como para la
palpación de las mamas en las mujeres.

DECUBITO LATERAL
La persona se encuentra tendida de un lado, dependiendo del lado que esté
apoyado será decúbito lateral izquierdo o derecho. La cabeza y el tronco deben
estar bien alineados. El eje del cuerpo es paralelo al suelo. El brazo interior bien
extendido a lo largo del cuerpo y el brazo exterior flexionado en ángulo recto y
apoyado sobre la almohada. La pierna interior ligeramente flexionada, aunque
también puede estar extendida y la pierna exterior flexionada y la rodilla en ángulo
recto.
Colocar almohada bajo la cabeza y cuello.

Posición adecuada para la higiene del paciente, cambios posturales (lograr


disminuir el peso en el sacro), descanso en cama, administración de enemas (lateral
izquierdo) y de medicamentos intramusculares.

DECUBITO PRONO O VENTRAL

La persona se encuentra tendida sobre el pecho y el abdomen, la cabeza girada


hacia un lado, y las extremidades superiores pegadas al cuerpo y piernas
extendidas, el eje del cuerpo es paralelo al suelo.
Colocar una almohada debajo de cabeza, del abdomen por debajo del diafragma.
Posición adecuada para exploraciones de espalda y glúteos, paciente intervenido
de columna, cambios posturales, cuando se realice una exploración médica y el
paciente se encuentre en estado comatoso o con anestesia general.

FOWLER O SEMI SENTADO


El paciente se encuentra semisentado, con el cabecero de la cama elevado 45º y
las rodillas semiflexionadas. Existen variantes de la posición Fowler: a) Semi-
Fowler: la elevación del cabecero es de 30º; b) Fowler-alta: la elevación del
cabecero es de 90º
Colocar una almohada en la espalda apoyando la zona lumbar, otra en la cabeza
y hombros, otra pequeña bajo los muslos y otra bajo los tobillos.
Posición adecuada para pacientes con problemas respiratorios (asma, EPOC,
etc.) o cardíacos, ya que permite la expansión máxima del tórax y un mejor aporte
de aire a los pulmones. También para pacientes con hernia de hiato, cambios
posturales, para dar de comer al paciente que no puede hacerlo por sí mismo y
para la alimentación nasogástrica; exploraciones de cabeza, cuello, ojos, oídos,
nariz, garganta y pecho, favorecer el drenaje después de operaciones
abdominales, administración de oxígeno.

POSICION SIMS O SEMI PRONO

Similar a decúbito lateral, pero el brazo inferior queda hacia atrás y el brazo
superior queda flexionado hacia arriba. La cadera superior y la rodilla se
encuentran flexionadas hacia el pecho. La cabeza se encuentra lateralizada
levemente. Es una postura frecuente en exploraciones del recto, administración de
enemas y medicamentos vía rectal.
POSICIÓN TRENDELENBURG
La posición Trendelenburg consiste en colocar a la persona en decúbito supino o
bocarriba con la cabeza más baja de los pies en una inclinación de 45°. De esta
manera, se aprovecha la gravedad y la sangre retorna hacia el corazón a través de
la vena cava inferior.
Los efectos fisiológicos de la postura Trendelenburg son un descenso de la presión
arterial en las extremidades inferiores y un aumento de la misma en la zona craneal.
Debido a ello, esta postura es conveniente para enfermos que han sufrido una
lipotimia, desmayo, conmociones, evitar cefaleas después de una punción lumbar
o que padecen falta de riego sanguíneo cerebral. En casa se puede conseguir esa
posición utilizando un somier articulado.

Existe una variante de esta posición llamada de Trendenleburg invertida o posición


de Morestin, en la que asimismo el cuerpo se halla en decúbito supino en un plano
de 45° pero con la cabeza más alta que los pies de manera que se disminuya el
riego sanguíneo en la cabeza, brazos y manos. Está indicada para personas con
hernia de hiato y problemas respiratorios, pero sobre todo es muy recomendable
para que los pacientes acostados realicen actividades como ver la televisión o leer,
ya que la situación semi incorporada sitúa la vista a la altura de la televisión o del
libro y no se fuerza la espalda o el cuello.
CONCLUCION

Los cambios posturales forman parte de la prevención de la salud y realizarlos


garantiza confort al paciente y propicia su independencia. Es de vital importancia en
una persona encamada la higiene y que además en cada cambio se inspeccione y
se hidrate la piel para evitar las complicaciones.
En el ámbito hospitalario estos cambios son una labor compartida en la que
participan tanto el auxiliar, como el personal de Enfermería y los celadores en los
casos que sean necesario.
Con el reloj postural se crea, de manera sencilla de intuitiva, un sistema de control
de cambios posturales para la prevención y tratamiento de las úlceras por presión
(UPP) y otras patologías derivadas de la inmovilización prolongada.
La coordinación, organización, logística familiar y hospitalaria son fundamentales
para que el paciente pueda sobrellevar de manera positiva el periodo de tiempo en
el que requiera reposo para garantizar su bienestar total.
En conclusión, podemos constatar que estos cambios posturales evitan los
padecimientos que sufre el paciente encamado, mejora su bienestar y su calidad de
vida.
Los protocolos de estos cambios están diseñados para hacer que cada técnica sea
más segura tanto para el paciente como para el personal sanitario.
Además, indican los pasos a seguir de forma clara y concisa para hacerlo
adecuadamente con profesionalidad y eficiencia para así obtener una calidad
asistencial más alta dando un mayor bienestar y seguridad al paciente minimizando
a la vez los riesgos para ambos.
SIGNOS VITALES EN ADULTO JOVEN

DEFINICION: SIGNOS VITALES.


Los signos vitales (SV) son valores que permiten estimar la efectividad de la
circulación, de la respiración y de las funciones neurológicas basales y su réplica a
diferentes estímulos fisiológicos y patológicos. Son la cuantificación de acciones
fisiológicas, como la frecuencia (FC), la frecuencia respiratoria (FR), la temperatura
corporal (TC), la presión arterial (TA) y la oximetría (OXM), que indican que un
individuo está vivo y la calidad del funcionamiento orgánico.
Cambian de un individuo a otro y en el mismo ser en diferentes momentos del día.
Cualquier alteración de los valores normales, orienta hacia un mal funcionamiento
orgánico y por ende se debe sospechar de un estado mórbido.
Su toma está indicada al ingreso y egreso del paciente al centro asistencial, durante
la estancia hospitalaria, de inmediato cuando el paciente manifiesta cambios en su
condición funcional y según la prescripción médica.
Hoy en día se ha integrado la rutina de la toma de los SV a la tecnología en
comunicaciones, computación, sistemas electrónicos digitales para beneficio del
paciente, surgiendo así la telemedicina y telemonitoreo. Las principales variables
que alteran los signos vitales son la edad, sexo, ejercicio físico, embarazo, estado
emocional, hormonas, medicamentos, estado hemodinámico.

PULSO ARTERIAL FRECUENCIA CARDIACA


El pulso arterial es la onda pulsátil de la sangre, originada en la contracción del
ventrículo izquierdo del corazón y que resulta en la expansión y contracción regular
del calibre de las arterias; representa el rendimiento del latido cardiaco y la
adaptación de las arterias. La velocidad del pulso, es decir los latidos del corazón
por minuto, corresponde a la frecuencia cardiaca. Las características que se
estudian al palpar el pulso arterial son: -Frecuencia: número de ondas percibidas en
un minuto. -Ritmo: el ritmo es normal regular.
Una frecuencia cardiaca en reposo normal en un adulto joven oscila entre 60 y 100
latidos por minuto
Sitos para tomar el pulso Pulso temporal (arteria temporal), pulso carotideo (arteria
carótida), pulso braquial (arteria humeral), pulso radial (arteria radial), pulso femoral
(arteria femoral), pulso poplíteo (arteria poplítea), pulso pedio (arteria pedial), pulso
tibial (arteria tibial posterior) y pulso apical (en el ápex cardiaco), Los más utilizados
con el pulso carotideo, radial, braquial y femoral.
TEMPERATURA CORPORAL
Se define como el grado de calor conservado por el equilibrio entre el calor
generado (termogésis) y el calor perdido (termólisis) por el organismo. Factores que
afectan la termogénesis:
tasa metabólica basal, actividad muscular, adrenalina, noradrenalina, estimulación
simpática, producción de tiroxina, otras. Factores que afectan la termólisis:
conducción, radiación, convección y evaporación. La temperatura corporal
promedio normal de los adultos sanos, medida en la cavidad bucal, entre 36.5 c° y
37c° Existen diferencias en los valores, de acuerdo con el territorio anatómico que
se emplea en la medición.

FRENCUENCIA RESPIRATORIA
El ciclo respiratorio comprende una fase de inspiración y otra de espiración. La
frecuencia respiratoria (FR) es el número de veces que una persona respira por
minuto. Cuando se miden las respiraciones, es importante tener en cuenta también
el esfuerzo que realiza la persona para respirar, la profundidad de las respiraciones,
el ritmo y la simetría de los movimientos de cada lado del tórax.
Una frecuencia respiratoria normal para un adulto en reposo es de 16 a 20
respiraciones por minuto

PRESION ARTERIAL
La presión arterial resulta de la fuerza ejercida por la columna de sangre impulsada
por el corazón hacia los vasos sanguíneos. La fuerza de la sangre contra la pared
arterial es la presión sanguínea y la resistencia opuesta por las paredes de las
mismas es la tensión arterial.
Estas dos fuerzas son contrarias y equivalentes. La presión sistólica es la presión
de la sangre debida a la contracción de los ventrículos y la presión diastólica es la
presión que queda cuando los ventrículos se relajan. La presión arterial está
determinada por el gasto cardiaco y la resistencia vascular periférica. Se cuantifica
por medio de un manómetro de columna de mercurio o anaeroide (tensiómetro).
Sus valores se registran en milímetros de mercurio (mm/Hg).
La presión arterial normal en un adulto joven oscila entre 110/70 y 130/90.
SATURACION DE OXIGENO
La saturación de oxígeno refleja la cantidad de oxígeno disponible en la sangre;
un parámetro determinante en los pacientes con patología respiratoria.
El valor normal de saturación de oxígeno en sangre es entre 95% y 100% y nos
indica que las células reciben la cantidad adecuada de oxígeno para preservar su
función. Un valor de saturación inferior al 90%, llamado hipoxemia, se considera
insuficiente y se manifiesta con dificultad para respirar y con un aumento
compensatorio de la frecuencia respiratoria. Valores inferiores a 80% se
consideran hipoxemia severa.

CONCLUCION
En conclusión, los signos vitales son útiles para valorar las funciones corporales, y
de esta manera valorar el nivel de funcionamiento físico de una persona. Son
fundamentales a la hora de la detección de enfermedades y, de hecho, son
importantísimos a la hora de establecer el manejo del paciente.

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