Narrativa PIor

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Plan didáctico

Licenciatura en Enseñanza y
Aprendizaje de la Historia
Inmersión a la Práctica Docente

Docente en formación: Terrez Olivares Julio Ignacio

Calle Bravo No. 5 Bo. San Lorenzo Zumpango, Estado de México. CP. 55600

Tel. (01 591) 91 7 02. Correo electrónico: normalzumpango@edugem.gob.mx


En una semana aplique lo aprendido en toda mi vida

Así es como yo puedo definir a mi práctica docente ocurrida el pasado mes de


noviembre y el primer día de diciembre. Y es que, desde principios del primer año,
veía demasiado distante llegar a este tercer semestre, no sé en qué momento el
tiempo dio la orden de alistar mi material didáctico en la mochila para hacer mi
primera ejecución, pero con mucho o con poco sueño, se realizó.

La preparación no fue durante 9 meses, sino que puedo decir que desde que
empecé a tener la vocación de ser docente, pues la primera vez en la que empecé
a pensar como uno fue cuando iba en primaria. Suelo recordar que llegaban los
convivios y actividades y en mi mente pasaba el pensamiento “si yo fuera maestro,
haría esto” pues desde ahí empecé a ver las necesidades de un grupo con
relación a su contexto.

Pero no fue este el primer acercamiento que tuve a la vocación de la docencia,


sino que esta manera de pensar me acompañó en todos los niveles educativos en
los que estuve. En secundaria, conocía a mi grupo, sabía a quienes tener
ubicados para un mejor control, y una que otra estrategia de un maestro para que
el grupo guardara silencio. Hasta que un día se me presentó la oportunidad de
mencionarle justamente a una maestra que era practicante un método para que el
salón le prestara atención. Le dije: “Diga las instrucciones en voz baja” a lo que la
maestra respondió: “no me digas lo que tengo que hacer” Y bueno, en este
momento si un alumno me dijera eso estoy seguro que no respondería de la
misma manera.

Mi desempeño escolar fue bajando drásticamente, pero aún así logré llegar a la
preparatoria, con la misma manera de pensar, solo que ahora estaba etiquetado
por mis compañeros y maestros como “la clase de alumno que solo llega a tercer
semestre”. En primera instancia no creí que perteneciera a ese grupo, puesto que,
si alcancé el segundo año, mismo en el que encontré la última señal para decidir
mi camino.
La didáctica que utilizaba un profesor que nos impartía el curso de “sistema
eléctrico del automóvil” era tal, que hasta yo reconocía que los de mi clasificación
aprendíamos cada clase. Usaba una máquina para reproducir acetatos, y colores,
muchos colores. Aunque también aquel profesor me hizo un comentario que jamás
voy a olvidar, pues por ellas estoy aquí. “Prefiero que mejor no entres a mi clase,
es más, te propongo algo, si tu no entras yo te pongo 6”. Dijo mi profesor con una
seguridad cual cerrara un trato. Lastimosamente, mi desempeño en ese curso fue
como todos los demás, bastante paupérrimo. En aquel parcial rompí mi récord, 8
materias reprobadas de 7.

Pero no todo era desaprovechamiento, pues se me dio una última oportunidad.


Sabía que tenía que cambiar todo para no reprobar una gran cantidad de materias
y salvar mi semestre. Sin embargo, yo mismo siento que dí lo mejor de mi en cada
asignatura, sin e cambio no pude mejorar mucho. En ese momento me sentí
decepcionado, molesto conmigo mismo, pero más aun, no entendía que había
pasado, si mi mejor esfuerzo estuvo presente en cada apunte, en cada examen.
Desde ese día, juré que la escuela no era para mí, no me sentí capaz de estar en
un lugar como la preparatoria, pensaba que era insuficiente. Y así fue, me convertí
en una estadística más de los jóvenes que desertan de la educación media
superior.

La vida da muchas vueltas y pocas oportunidades, asi que se me presentó la de


concluir el bachillerato, pero ahora seria en un solo examen. Me preparé, estudié,
lo resolví y lo pasé, después de un tiempo había concluido aquello que no pensé,
pero ahora sabía que tenia mucho más que un certificado, sino una oportunidad
de seguir aprendiendo, de seguir transformando mi mente, pero necesitaba
especializarme en una de las áreas del conocimiento. Como toda persona estaba
muy indecisa, sin embargo, me incliné hacia una, pero cuando llegó el momento
de presentar mis papeles, una parte mía me hizo recordar que en el sitio en donde
estaba parado, era en gran parte por mis maestros.

Así que hice reflexión y reciento de toda mi vida académica, solo me llegaban
recuerdos de mi manera de pensar, en los maestros de como fueron conmigo, en
aquellos que fueron más empáticos. Recordé aquel comentario de mi profesor
acerca de su clase, y me hice la pregunta “¿a mí que me hubiera gustado que
dijera el profesor? Obviamente no lo supe, pero sabía que esa no fue la manera,
así que me puse de propósito convertirme en maestro, no para no ser como mi
profesor de preparatoria ni para parecerme a mi docente de secundaria ni de
preescolar, sino para ser el maestro que yo nunca tuve.

Entonces comenzó mi búsqueda de ser ello que nunca tuve, y gracias a la Escuela
Normal de Zumpango me estoy convirtiendo poco a poco en ello, pues he
aprendido desde que es lo que se tiene que observar, hasta cuales son las partes
que se debe de conocer de un alumno, o mejor dicho, como realizar un
diagnóstico.

Entonces llega el momento de mi primera intervención docente, pero antes


necesitaba prepararme muy bien para ms clases, con ello, la realización de
diagnósticos era prioritaria, puesto que como lo dicen Luchetti & Berlanda (1997)
“es el proceso a través del cual conocemos el estado o situación en que se
encuentra algo o alguien, con la finalidad de intervenir, si es necesario, para
aproximarlo a lo ideal.” Es así que nos destinamos a organizarnos en equipos
para realizar lo propio. Pero antes necesitabamos dirigir este instrumento a un
grado en general. Yo y otros compañeros decidimos realizarlo para los terceros
grados, nos pusimos manos a la obra.

Los diagnósticos que tuvimos que elaborar fueron tres, de estilos de aprendizaje,
socioeconómico y de aprendizajes previos. Este último fue el que más me gustó
elaborar. De la mano de nuestra maestra y de los libros que nos proporcionó para
guiarnos en esta etapa, realizamos el diagnóstico de estudio socieconómico y y de
estilos de aprendizaje en grupo, pues esos e generalizan en todos los tres grados
de secundaria.

Como a nuestro grupo le correspondía el diagnostico de aprendizajes previos,


tuvimos que decidir entre cuales son los contenidos que nosotros consideraramos
que ya tendrian los alumnos, pues al ser de tercer grado, ellos ven la história
universal, y en segundo la de México, asi que en razón ya deberían de tener un
basto conocimiento de la historia de nuestro país, pero queriamos observar si es
que ellos cuentan con aprendizajes más alla de la historia nacional, pues estos
dos años les han de haber sido de ayuda para aumentar su conocimiento de
historia en general, así que combinamos ambos contenidos para tener un
diagnóstico más completo.

Una vez concluido los tres instumentos, lo siguiente que tocaba era la impresión
de los mismos, razon por la cual yo estaba preocupado al desconocer el número
de alumnos que mi grupo tendría, pero solo recordé un poco las prácticas
anteriores e hice un promedio. No mas de 50 estudiantes fue lo que pense, aún
asi, la impresión de 150 diagnósticos iba a ser un golpe fuerte en la cartera y en la
impresora. Pero la fortuna mía es que cuento con eslla en casa, asi que solo me
tenía que preocupar por las hojas.

Más de una vez revise que no tuvieran faltas de ortografía y que el formato
estuvera claro. Siempre quise ahorrar hojas, por lo que en la mayoria siempre traté
de que me cuíera todo en una sola hoja, pero fuera lejible al mismo tiempo para
que los alumnos no tuvieran ningun problema en responderlos.

Dias antes, para ser claros, un fin de semana, estaba imprimiendo, más de una
hora estuve junto a la impresora para que me diera la cantidad solicitada, tenía
miendo de que me fallara o que se acabara la tinta, eso significaría que tendría
que ir hacia una papeleria en un fin de semana, cosa que me daba vbastante
desconfianza. Pero al final mi impresora aguanto, tenía mis diagnósticos listos.

Desde el domingo anterior estuve un poco nervioso, aunque ya tenía mi material


en la mochila, sentía que alo podía pasar que se me olvidaria todo, asi que toco
dormir con un poco de preocupación. Como es costumbre, cada que son jornadas
de prácticas siempre me suelo levantar más temprano de lo normal, debido a que
me toma un poco más de timepo porneme el traje. Una vez con todo listo, y antes
de salir al aunto, le di una última revisión a mi mochila serciorando tener todo,
hasa lo que sabia que no iba a utilizar estba ahí.

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