383 Publibarma
383 Publibarma
383 Publibarma
EL CUERPO ARMADO
Acerca del espectador en la escena contemporánea
y otras emergencias
ESTUDIOS E INVESTIGACIONES
Rubén Ortiz
TEATRO SOBRE
EL CUERPO ARMADO
Acerca del espectador en la escena contemporánea
y otras emergencias
Primera edición
TEATRO SOBRE EL CUERPO ARMADO
Acerca del espectador en la escena contemporánea y otras emergencias
2022
Producción:
Secretaría de Cultura
Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura
© Rubén Ortiz
Esta obra está sujeta a una licencia Creative Commons Atribución 2.5
México (CC BY 2.5). Para ver una copia de esta licencia visite:
creativecommons.org. Puede ser utilizada con fines educativos, informativos o
culturales siempre que se cite la fuente y se respeten a cabalidad los
derechos morales de los autores involucrados. Disponible para su acceso
abierto en: Repositorio INBA Digital.
ISBN:978-607-605-726-1
Hecho en México
Índice
PRESENTACIÓN
Luis Rodríguez
PRÓLOGO
I. CUERPO(S)
1. Hacia una etología del espectador
2. Las capas tectónicas de lo contemporáneo: el retorno de lo
político
3. Teatralidades y juegos de verdad
4. Cuerpos ocupados
5. ¿Participación?
6. Lo trágico o el sistema de la memoria
7. Rousseau, nuestro (teórico) contemporáneo
II. NOMBRES
1. La teatralidad como insurrección y la insurrección como
teatralidad
2. Entrevista a Héctor Bourges
3. La ciudad y sus teatralidades
4. Un nuevo contrato social: La comuna
III. EMERGENCIAS
1. Irse a dormir como artista y despertar como trabajador precario
2. Economía política para teatreros o Cómo ser trabajador precario y
no matar en el intento
Existe una figura que funda una noción de teatro que sigue vigente
en nuestros días, la del (actor)artista. Su identidad ha determinado
profundas capas de saber teniendo como centro su cuerpo. Son
numerosas las propuestas metodológicas de creación que se han
desarrollado desde, sobre y para el cuerpo del actor, sin embargo
en la ecuación convivial se echan de menos las propuestas sobre
el otro cuerpo del convivio, el del espectador.
Luis Rodríguez
Coordinador de Investigación
CITRU
Trabajos Citados
- Ortiz, Rubén. Escena expandida. Teatralidades del siglo XXI. El amo sin reino.
Velocidad y agotamiento de la puesta en escena. México: Instituto Nacional de
Bellas Artes y Literatura, 2015.
Nota
1
Escena expandida. Teatralidades del siglo XXI. El amo sin reino. Velocidad y
agotamiento de la puesta en escena.
El sueño (autor de representaciones),
En su teatro, sobre el viento armado,
Sombras suele vestir de bulto bello.
Luis de Góngora
Soda Estéreo
Sandro Mezzadra
PRÓLOGO
1.
El milagro mexicano representó una época de bonanza que dejó un rico legado en
la vida nacional; en el caso del teatro la cantidad y calidad de sus obras, la
infraestructura teatral, la apertura de escuelas profesionales, la creación de
nuevos públicos, la gestación de un movimiento único, como fue el del teatro
universitario, así como bases para el desarrollo del teatro a nivel nacional, son una
herencia que hoy valoramos. Sin embargo, también resulta aleccionador que un
movimiento artístico surja, sobre todo, al amparo de los gobiernos, pues siendo así
es natural que con ellos sucumba. (Moncada en Olguín, 2011: 115-116)
Así, pues, la infraestructura teatral nos deja ver que, aun dentro de
la escena cerrada, podemos apreciar diferencias en el estatus del
espectador: trabajador asegurado o intelectual en potencia.
Y aún me faltaría una categoría de espectador: el proletario por
educar, ya sea dentro de las caravanas oficiales del INBA o de la
CONASUPO, o bien dentro de las enormes hazañas de grupos de alto
compromiso social que se internaron en el México Profundo con la
intención de hacerlo despertar.
2.
El año inicial, 1983, pero también 1986 y 1987 fueron el caos. En 1987 no hubo mes
que (la inflación) no estuviera por arriba de 100% anual. Ese penúltimo año cerró
con una inflación anual de 159.17%. (…) Al final de 1988 el salario sólo servía para
adquirir 60% de lo que se podía comprar en 1983. (…) El precio del dólar aumentó
mil 450% en su sexenio. En 1988 el dólar costaba casi 16 veces lo que valía en
1983. (…) la dinámica propia del endeudamiento –intereses que no se pueden
pagar, se renegocian y pasan a formar parte del capital–, llevó a la deuda en el
sexenio de Miguel de la Madrid a niveles inéditos, de hasta 86.2% del PIB en 1987.
(Acosta Córdova, 2012)
Pero, por otra parte, el desprestigio del teatro “de búsqueda” que
hacía huir al público general, había sido compensado por una
variable demográfica: desde los años noventa a la fecha, no se
había tenido tanta gente haciendo teatro. Resultado: el público del
teatro subvencionado serían los artistas mismos. Artistas
escénicos, pues, doblemente encerrados: encerrados en el
régimen estético de las artes y, a la vez, encerrados en la dinámica
de ser espectáculo y público. 2
Actualidad
Contemporáneo
Pero, sigamos, más allá de la falla, ¿qué puede haber?, ¿qué más
hay?
Es la hora de la cita:
Percibir en la oscuridad del presente esa luz que trata de alcanzarnos y no puede:
eso significa ser contemporáneos. Por eso los contemporáneos son raros; y por
eso ser contemporáneos es, ante todo, una cuestión de coraje: porque significa
ser capaces, no sólo de mantener la mirada fija en la oscuridad de la época, sino
también de percibir en esa oscuridad una luz que, dirigida hacia nosotros, se nos
aleja infinitamente. Es decir, una vez más: ser puntuales a una cita a la que sólo es
posible faltar. (Agamben, 2011: 22)
Genealogías
Tiempo
Sigamos adelante.
¿Que por qué me interesa este asunto por encima de los asuntos
de nuestro campo gremial? Hay 43 nombres, más el de Nadia,
más el de Rubén, más otros veintitantos mil que me urgen a poner
el cuerpo, el pensamiento y la acción en otros escenarios.
CUERPOS OCUPADOS 10
La lógica del incremento de potencia, es todo lo que se puede
oponer a la lógica de la toma de poder. Habitar plenamente, esto
es todo lo que se puede oponer al paradigma del gobierno.
A nuestros Amigos. El Comité Invisible
o.
1.
El "sexo" no es pues sencillamente algo que uno tiene o una descripción estática
de lo que uno es: será una de las normas mediante las cuales ese "uno" puede
llegar a ser viable, esa norma que califica un cuerpo para toda la vida dentro de la
esfera de la inteligibilidad cultural. (Butler, 2002: 19)
Esto es, no existe ningún sujeto metafísica o físicamente superior y
omniabarcante que imponga una normatividad fija y rígida de lo
que el sexo es sino que, justamente, el sexo se construye a partir
de procesos de citación de una ley que, paradójicamente, se da
fuerza en su reiteración en los hechos de la vida.
Quiero decir, yo, la Butler, que una vez apropiada la ley que dicta
nuestra representación, sólo podemos elegir dentro de ella, no
porque abiertamente apoyemos la normatividad de la ley como un
creyente su libro sagrado o un ciudadano su reglamento de
tránsito, sino porque de entrada ya incorporamos, ya metimos en
el cuerpo, la normatividad; lo mismo para citarla que para refutarla.
Un embrollo, me digo ahora que reviso este texto que escribí hace
más de veinte años.
Y prosigo hablando del acto reiterativo:
2.
El espacio -prosigue O´Dorethy- nos hace pensar que mientras la vista y la mente
sí son bienvenidas, los cuerpos con que ocupamos su interior no lo son, o son
tolerados únicamente como maniquíes cinestésicos que habrá que estudiar más
tarde... (O´Doherty, 2011: 21)
De modo que para el teatro los únicos cuerpos con vida, los
únicos cuerpos que se materializan, que importan, son los cuerpos
de los que representan otros cuerpos: los actores. Hay que echar
ojo a esa tradición del teatro moderno llamado training para
encontrar todo un catálogo de “formas ideales” que el cuerpo del
actor “debe ser” una y otra vez: desde la encarnación
stanislavskiana, la biomecánica meyerholdiana, la supermarioneta
craigiana, el maniquí kantoriano, hasta el actor santo de Grotowski;
los enunciadores de la ley, es decir, los directores de escena, han
formado y reformado una serie de normativas sobre el cuerpo que
debe aparecer en escena, haciéndolo pasar por actos reiterativos
que se mostrarán frente a un espectador atornillado a su asiento.
3. No haga picnics. De hecho, no coma nada, ni siquiera las uñas, incluso si la obra
es, por así decirlo, de mordérselas. Si tiene que comprar un helado en el
descanso, asegúrese de que al comenzar la segunda parte ya lo ha terminado y
se ha deshecho cuidadosamente del envoltorio. El ruido del papel rasgándose o
arrugándose suena como un gato enloquecido arañando una puerta.
3.
Las dos ideas (la que supone actividad y la que supone política),
dice Rancière, fallan pues por una parte es falso imaginar que el
espectador que sólo mira no está activo, pues la mirada es ya una
posibilidad de relacionar y de generar interpretaciones propias; y
por la parte que corresponde a la idea brechtiana -y de otras
presuposiciones del llamado arte político-, es falso también que
quien mira una obra de teatro, sepa luego qué y cómo hacer en la
vida cotidiana.
La política adviene cuando aquellos que «no tienen» tiempo toman ese tiempo
necesario para proponerse como habitantes de un espacio común y demostrar
que su boca emite efectivamente una palabra que enuncia lo común, y no
solamente una voz que señala el dolor. Esta distribución y redistribución de
lugares e identidades, esta delimitación y redelimitación de espacios tiempos, de
lo visible y lo invisible, del ruido y la palabra constituyen lo que he llamado el
reparto de lo sensible. La política consiste en la reconfiguración del reparto de lo
sensible que define lo común de una comunidad, en la introducción de sujetos y
objetos nuevos, en hacer visible aquello que no lo era y en hacer escuchar como
hablantes a aquellos que eran percibidos como animales ruidosos. (Rancière, 2011:
34)
Acción y representación
Siempre me llamó la atención el elemento faltante en la lista de
“materias primas de la puesta en escena” que Ludwik Margules
enseñaba: espacio, tiempo, actuación, texto, movimiento e
imagen, me parecía que quedaban truncas ante la falta del
espectador. Con el tiempo, aprendí que para Margules el
espectador era como la palabra “camello” en las Mil y una noches,
según Borges: una palabra no escrita, porque se da por sentada,
porque está allí, implicando todo lo que puede suceder con su
presencia y que no necesita ser ilustrada ni explicada. Máxime
cuando en el 2001 le pregunté acerca de la tremenda cercanía de
los espectadores con respecto a los actores en su puesta en
escena de Los justos, y él me comentó que su idea era ir más lejos
que Brecht: “él planteaba sus obras como espacio de participación
del público, yo quiero desafiar al espectador”, me dijo.
Quiero decir que, en el caso del Living Theatre, el paso del umbral
de la ficción a la vida lo daría mucho mejor su famosa toma del
Teatro del Odeón durante los acontecimientos del mayo del 68.
Allí, la estructura arquitectónica, con toda su carga simbólica,
transformó su capacidad de hacer comparecer los cuerpos. El
espacio se volvió refugio y asamblea en respuesta directa al curso
de los acontecimientos que ocurrían afuera, pero que tenían su
prolongación y provocación adentro del recinto. Así, incluso, el
concepto de ficción cambia también su umbral de pertinencia,
pues, volviendo a Rancière:
La pieza,
inició en abril del presente año [2015] cuando se abrió la convocatoria para que
aficionados al baile de cualquier edad y procedencia, donaran pasos a La
Pasoteca, mismos que se convertirían en la materia prima a partir de la cual
generar Úumbal. En la segunda etapa conocida como Laboratorio de Tejedores,
contamos con la participación de voluntarios que crearon junto con el equipo de
trabajo de Úumbal, nuevas secuencias de movimientos inspiradas en los pasos
donados y propusieron formas de andar y estar en el espacio público. Por último,
luego de audicionar a voluntarios aficionados al baile dispuestos a participar en el
montaje de esta coreografía nómada, se completó el grupo de 54 habitantes para
montar la coreografía y desplazarla por tres rutas: dos en el barrio de Santa María
la Ribera y en otra zona aledaña al museo [del Chopo]. 14
Ahora bien, los chicos iban por las piezas y regresaban a manera
de procesión, presididos por el “Luchador” (Hirschhorn mismo).
Una vez que las piezas se integraban al Museo precario, en los
demás espacios también se detonaban actividades como talleres,
conversatorios o visitas guiadas a otros lugares relacionados con el
artista o las piezas exhibidas.
un movimiento político ficticio (...) Duró 44 días en los que fueron introducidas
varias técnicas políticas. El teatro utilizó todas las formas de manipulación política
para crear una nueva realidad: promesas más largas que la vida, anuncios políticos
en la TV y en la calle, video-conferencias virales sobre política, provocación,
entrevistas en TV y en shows de radio, etc. El teatro estuvo por todas partes en los
medios, utilizando los medios para sus propios fines. Se cruzó el límite entre la
realidad y la ficción y lo que generalmente era teatro, ahora era política pura, que
tomaron como real lo mismo los medios masivos que los ciudadanos. El teatro ya
no estaba en su lugar habitual, sino que capturaba completamente nuevos
espacios: calles, encabezados de periódicos, estudios de TV y el lobby del
parlamento. El teatro no era más un mero performance. Era real ahora. 16
La tragedia
hay una justicia que se opone a todo juicio, según la cual los cuerpos se marcan
unos a otros, la deuda se asienta directamente en el cuerpo, siguiendo unos
bloques finitos que circulan en un territorio. El derecho no tiene la inmovilidad de
las cosas eternas, sino que se desplaza sin cesar entre familias que deben
derramar o devolver la sangre. Son signos terribles los que labran los cuerpos y
los colorean, trazos y pigmentos, que revelan en plena carne lo que cada cual
debe y lo que se le debe: todo un sistema de la crueldad. (Deleuze, 1996:202)
La memoria
Decíamos arriba que el Logos supone la subsunción de las
pequeñas historias a la hegemonía de la Historia (al monopolio de
la representación) y que, por tanto, supone también la redención (y
rendición) total de la violencia (y la erótica) del estar juntos:
pensemos en el monopolio de la violencia que tanto repetimos
cuando nos referimos al aparato de Estado-nación. Es, en todo
caso, esta subsunción de las historias -su rendición a golpe de
espada y fuego (como Cuauhtémoc ante Cortés)-, la que ofrece la
parte simbólica al poder hegemónico.
El territorio
Así, el sistema de la Memoria es, sin lugar a dudas, un espacio de
reunión de los cuerpos. Un espacio común. Por tanto, y
parafraseando a Grüner, la Memoria o la hacemos nosotros o
aceptamos la que ya nos dieron. Y en este sentido, pensándola
como espacio, convendría pensar que la Memoria está ligada a los
Territorios. No es que la supuesta dislocación global nos haya
dejado sin lugar y, por tanto, hubiera que volvernos radicantes: eso
dejémoslo a quienes pueden hacerse de pasajes de avión con
facilidad. Es justamente el lugar lo que se encuentra expropiado
en la gran narración global. No me voy a detener demasiado a
justificar lo que Grüner llama de nuevo Nación y que se encuentra
completamente al otro polo de los nacionalismos de toda laya; me
concentraré más bien, en lo que él retoma de Marx: la Tierra y la
Lengua: las condiciones materiales y simbólicas de la existencia en
común. En la Tierra y en la Lengua se encuentran las condiciones
simbólicas y materiales que nos constituyen como sujetos
individuales a la vez que sociales. Para decirlo de otra manera, son
de estos niveles de los que es posible hacer memoria: se trata de
los sistemas con los que nos representamos la realidad y los
modos en los que conducimos nuestros cuerpos.
La multitud
La multitud también puede ser concebida como una red abierta y expansiva, en
donde todas las diferencias pueden expresarse de un modo libre y equitativo, una
red que proporciona los medios de encuentro que nos permitan trabajar y vivir en
común.(...) La multitud, en cambio, es plural. La multitud se compone de
innumerables diferencias internas que nunca podrán reducirse a una unidad, ni a
una identidad única. Hay diferencias de cultura, de raza, de etnicidad. de género,
de sexualidad, diferentes formas de trabajar, de vivir, de ver el mundo, y diferentes
deseos. La multitud es una multiplicidad de tales diferencias singulares. (Hardt,
2004: 15-16)
¿Por qué ocupar una plaza, una calle o un territorio cuando sabemos muy bien
que allí no reside ningún poder político y que el sistema financiero no se localiza
en una dimensión territorial? Porque la primera cosa que necesitan los
trabajadores precarizados es la reactivación de una dimensión afectiva y territorial
que permita reconstruir las condiciones emocionales de la solidaridad. Me parece
que ese es el sentido de la toma de las plazas, de las acampadas. Una
sublevación colectiva es antes que nada un fenómeno físico, afectivo, erótico. La
experiencia de una complicidad afectuosa entre los cuerpos. (Bifo, 2014)
Las teatralidades
Desencajar ese horizonte temporal dominante, ponerlo fuera de lugar, out of joint,
hamletianamente, no es -aunque lo sea también- tarea de historiógrafos, de
filósofos, de teóricos sociales [añado: de los artistas]: es tarea de las multitudes
anónimas, dispersas, múltiples, de lo que antes se llamaban los pueblos, los
“vencidos”, dice Benjamin -pero no, por completo, derrotados para siempre-
rehaciendo su propia historia sobre las ruinas mortificadas de un pasado que no es
el suyo, sino el que les dieron (los progresistas) para aplastarlo bajo el monumento
[o la “obra de arte”, añado]. El historiador, el filósofo [el artista], lo que fuere, es en
todo caso uno menos en esa multitud: es el que está allí, en la incómoda,
ambivalente posición de un testigo, de un observador participante, del
relampaguear de las ruinas del pasado en el presente. (Grüner, 2005: 22)
El teórico
Se trata, pues, de un teatro que está lejos del interés público. Nos
guste o no, las últimas obras de Shakespeare, de Calderón, las de
Molière y Racine fueron hechas para el gusto del príncipe, con
base en valores aristocráticos. Son, claro, también mucho más que
eso, pero eso lo sabemos ahora. En el momento en el que el
teatro cerrado comienza a imponerse, resulta ser la avanzada de
una distribución diferente del poder entre el gobierno y la
población. Es más, la política y la sociedad han asumido la
metáfora teatral como segunda naturaleza: la idea de que la
política y la vida son sólo teatro se van haciendo moneda
corriente, de manera que, en palabras de Eduardo Rinesi
Rousseau advierte con agudeza las características del proceso que terminará por
convertir a los ciudadanos de las modernas ciudades liberales en sujetos privados,
ajenos al centro de la "escena" y aislados entre sí. Por eso rechaza al teatro y a la
metáfora teatral para pensar las características de un orden político deseable...
Porque entiende que la adopción de la metáfora teatral para pensar la política no
permite concebir la relación del ciudadano con el poder político sino como una
mera relación vertical de consentimiento y no de un consenso alcanzado
colectivamente a través de una interacción horizontal y libre desarrollada en un
contexto de cooperación. (Rinesi, 1996: 33)
Para tal ocasión, quisiera rescatar ahora, no las objeciones, sino las
propuestas del ginebrino, que en una nota al pie de su carta,
escribe:
Me parece que este decálogo nos podrá servir para hacer frente a
muchas teatralidades contemporáneas, haciendo hincapié en que
en este recuento no se trata de intentar volver a "un estado de
naturaleza" escénico anterior a cualquier producción artificial. He
considerado que, obviamente, no hay vuelta atrás y que, a pesar
de la voluntad espontánea y armoniosa del Rousseau iluminado,
tomo en cuenta las teatralidades generadas a iniciativa de uno que
llamaremos artista, y que el convivio, más que exponer la parte
armoniosa de la vida, es capaz de hacer surgir los antagonismos.
No es el escenario del consenso, sino del disenso y la diferencia.
II. NOMBRES
LA TEATRALIDAD COMO
INSURRECCIÓN Y LA INSURRECCIÓN
COMO TEATRALIDAD 20
Ha llegado el momento de narrar ampliamente los
desbordamientos artísticos hacia la política y el activismo social sin
restringirlos a la historia del arte, para convertirlos en una
componente de la historia general de las luchas emancipatorias.
Necesitamos elaborar relatos aún más sofisticados que permitan
que las historias de las artes políticas y activistas se incorporen a la
historia general de la emancipación, haciendo ver así cómo dichas
artes forman un cuerpo con las luchas. Hay que martillar con esta
verdad necesaria: la producción de máquinas artístico-políticas es
todo lo contrario de una anomalía en la historia.
Marcelo Expósito
1. París, 1968
4. 2002, Huanta
5. 2011, Siria
“En septiembre de 2011, pocos meses después de empezar la
revolución siria, un amigo mío me dijo: ‘los rebeldes sirios están
grabando sus propias muertes’”. Estas son las primeras palabras de
la conferencia no-académica La revolución pixelada, del
formidable artista libanés Rabhí Mroué. La pieza ocurre en un
teatro: hay una mesa, una silla, un vaso con agua, una pantalla y el
conferencista, por supuesto el mismo Rabhí. ¿De qué va la pieza?
De casi nada y casi todo. En efecto, los rebeldes sirios insistían en
grabar con sus teléfonos la rebelión pero, en algún momento, un
opositor les apuntaba con un arma y ellos no movían la cámara,
con lo que, en efecto, filmaban su propia muerte. ¿Cómo sabemos
esto? Porque las imágenes están en la red. Entonces, las imágenes
mismas son los protagonistas, las actrices si vamos al caso, de
esta obra. ¿Cuál es la acción? Desmontarlas: preguntarse por su
misma existencia, composición y circulación. Ante todo, una
imagen que Mroué llama Double Shooting: en una azotea, un
hombre hace un video luego de que se escuchan disparos, busca,
comenta y, de pronto, un francotirador. El hombre que filma lo ve,
el francotirador también lo mira y alza el rifle apuntándole. La
cámara sigue filmando. Disparo. La cámara cae al suelo. ¿Qué
relación tiene esta obstinación con el ansia de testimoniarlo todo, y
cuánto opera la fusión del ojo y la cámara en la que todo lo que
pasa por la cámara pasa también por ficción, dura, pero finalmente
inofensiva? ¿Por qué no dejan de filmar? Preguntas estrujantes que
llevan a otras sobre la naturaleza de los procedimientos de
filmación (el pixel como prueba de autenticidad: el grado cero de
la ficción donde es llamado a comparecer el manifiesto Dogma
95), las imágenes como herramientas de guerra y propaganda y
otros tópicos que hacen de ésta y otras conferencias de Mroué
unos de los más lúcidos documentos si no para entender, al
menos para enterarse mejor de la complejidad de lo que sucede
en aquella zona que llamamos Medio Oriente.
6. 2011, Madrid
Acampar. Como hemos dicho, cuando en 2007, María la Ribot
habló de su pieza Laughin Holes que se presentaría en el
encuentro Transversales, se refirió a ella como un intento de
“descapitalizar el tiempo”. Y cómo no, si durante seis horas se
confrontaba a tres presencias femeninas que tenían una tarea
principal, reír sin parar, y una secundaria, levantar cartones con
frases contundentes y pegarlas en las paredes de la galería. El
tiempo entonces, en la forma de espasmos repetidos y carcajadas,
operaba sobre el cuerpo del espectador de formas inusuales.
Premisa
Suiza
Grecia
España
Lo que se producía (además del asunto del idioma) es que con los
griegos había menor discusión política y mayor énfasis en la idea
de ritual, y con los españoles lo que aparecía continuamente era
mucha efervescencia en tratar de decir qué demonios les está
pasando. Y con ellos fueron interesantes ciertas lecturas -no de los
críticos ni nada, sino de espectadores- del tipo: “coño, vienen estos
de México a decirnos que ahora somos nosotros víctimas
sacrificiales”. Eso les movía mucho y fue interesante: ver esa
mirada que de alguna manera ponen fuera de Europa -donde se
matan como bestias-, pues les costaba más trabajo pensarse
como víctimas de sacrificio. Y esa veta se abrió a partir de
conversar, que es donde para mí aparecen preguntas formales
muy interesantes del teatro. Que surgen al contar cosas,
proyectos, procesos, al acudir a una mesa donde una imagen o un
gesto se hace necesario continuarlos. Es decir, el gesto de aventar
la piel -que quedó sólo como fotograma o fotografía- es necesario
continuarlo a partir de conversar. En ese sentido volvíamos a
trabajar con el gesto de Warburg, donde el gesto es algo que es
necesario volver a activar.
Envíos y preguntas
Pero las pieles en estos dos procesos tomaron también otro valor
que tenía que ver con la posibilidad de enviarse, como una
representación vacía: una piel fue empaquetada en los correos de
Grecia y fue enviada a la oficina de Christine Lagarde; la de Joncar
en Madrid fue enviada al palacio de la Moncloa diciendo: "Señor
Mariano Rajoy, Presidente del Gobierno. Puesto que al pueblo le
pide sacrificio, le entrego mi piel. Le pido que se ponga en mi
pellejo". Y la piel de la chica madrileña iba a ser utilizada en una
manifestación.
Los escenarios
Una de las maneras que el arte encuentra de superar el punto muerto que
constituye ese límite que alcanza, consiste en explorar las posibilidades de
desbordar el marco pictórico para pasar a modificar experimentalmente el marco
más amplio de la institución artística. Ese desbordamiento consiste en dar el paso
hacia una práctica del arte donde no sólo se difumina el concepto de "obra" sino
que también ésta se descentra, pasando a ocupar otro lugar en favor de un
énfasis nuevo sobre los procedimientos de imaginación y construcción de otras
realidades posibles. Tales invenciones no tienen ya un carácter meramente
representacional, virtual o simbólico, sino que buscan adquirir una constitución
enfáticamente material, en el interior de la cual el espectador es invitado a
experimentar procesos de reconfiguración de sus propias condiciones subjetivas.
(Expósito, 2013:13)
La mirada
Es así que regresamos a una idea: lo que hacemos es escena expandida, por lo
que nuestros parámetros durante un proceso no se desvían mucho de lo que
enseñaba Margules acerca de las materias primas de la puesta en escena: texto,
tiempo, espacio, actuación, imagen, movimiento. ¿Qué pasa con cada uno de
estos materiales?, ¿hacia dónde se ha desplazado su comportamiento?: ¿qué se
dice, cómo y para qué?; ¿cómo distinguir tiempo de duración y qué tiempos
pueden aparecer?; ¿cuál es la naturaleza de este espacio, cómo distribuye los
roles y los poderes?; ¿quién es el sujeto de la enunciación, a quién representa, por
qué dice o calla?; ¿cómo se van a distribuir los cuerpos en el espacio, los espacios,
para conformar qué imagen, y qué imágenes representarán este estado de
cosas?; y, finalmente, ¿cómo se mueve todo este dispositivo, a qué mueve, a
quiénes?
La comuna
1. Acerca de la fundación.
Así pues, los chicos recibían a los invitados, les daban el mapa y
los llevaban al lugar del evento. En el camino, recuperaban la
información de la fundación que habíamos obtenido y, a la vez,
mostraban su perspectiva del barrio, lo que llevaba a un diálogo
abierto entre ellos y los invitados que, llegando al lugar, seguían
las demás actividades.
Como la choza seguía allí, esta vez la decoramos por dentro con
imágenes de retrofuturo: imágenes de un artista gráfico francés
que a principios del siglo XX imaginó el año 2000. También se
generó un conversatorio acerca del futuro del campamento Dos
de octubre y se presentaron más fotografías del taller de
periodismo, pero a través de unos dispositivos precarios de
proyección que los chicos generaron en un taller express.
Liminar
El impasse
Yo sugiero que el cuerpo adquiere su género en una serie de actos que son
renovados, revisados y consolidados en el tiempo. Desde un punto de vista
feminista, se puede intentar re-concebir el cuerpo con género más como una
herencia de actos sedimentados que como una estructura predeterminada o
forcluida, una esencia o un hecho, sea natural, cultural, o lingüístico. (Butler: 304)
Los miedos y angustias que definen el tono afectivo de las ciudades no son una
condición “natural” sino que pueden ser concebidos como el resultado de un
conjunto de dispositivos de control cotidiano sobre la vida: ellos se organizan en
capas diversas y entrelazadas del gobierno de la subjetividad a través de la
gestión de la moneda, la información y el mundo del trabajo, con prolongaciones
en los tratamientos terapéuticos y las disposiciones securitistas, coordinando
sentimientos privados (fobias, pánicos, paranoias, etc.) que forman el paisaje del
neocapitalismo contemporáneo. A la producción de estos efectos de poder sobre
las vidas la llama Toni Negri “performatividad del capital”. (Colectivo Situaciones:
16)
Teatro comercial existía siempre, mas el teatro ligth es una forma perniciosa del
teatro comercial, que navega bajo banderas artísticas privando al espectador de
profundidad, de complejidad; lo llena de show y de complacencia; es un enemigo
que apareció hace veinte años. Antes era simplemente basura comercial; ahora la
basura comercial encontró una manera de vestirse de gala, elevó banderas
artísticas y, encima, echa mano de recursos del Estado. Éste es nuestro enemigo
en boga. 27
El paradigma
Sin embargo, son precisamente estas condiciones de vida y trabajo alternativas las
que se han convertido, de forma creciente, en las más útiles en términos
económicos, puesto que favorecen la flexibilidad que exige el mercado de trabajo.
Así, las prácticas y discursos de los movimientos sociales de los últimos treinta o
cuarenta años no sólo han sido resistentes y se han dirigido contra la
normalización, sino que también, al mismo tiempo, han formado parte de las
transformaciones que han desembocado en una forma de gubernamentalidad
neoliberal. (Lorey, 2008: 72)
Así, es claro que la mayoría de las iniciativas estatales y privadas
han convertido al trabajo en general en trabajo precario. Y como
prueba se puede echar un ojo a la reciente reforma a la Ley laboral
mexicana, a la aplicación de la Ley 226bis, pero ante todo, a las
políticas de relación laboral entre el Estado y los artistas, que sitúa
a estos como “prestadores de servicios” que obtienen recursos a
través de licitaciones (bajo el eufemismo de “convocatorias
artísticas”), pero sin ningún contrato previo ni mucho menos
garantía de pago y, claro está, sin la oportunidad de acceder a la
seguridad social. De manera que las pomposas denominaciones
actuales para el artista como “emprendedor” o “empresario de sí”,
en el mejor de los casos aparecen como un eufemismo ante la
precarización, aunque sabemos que es más bien, como dijimos,
un enmascaramiento ideológico.
Así, el emprendedor explota todos sus activos, es decir, sus saberes, sus
contactos, sus redes, sus intuiciones y sus afectos y se convierte prácticamente en
una máquina cuyo objetivo es aumentar la productividad y competir en el
mercado con otras formas empresariales. Debe poner su cuerpo a trabajar y
depende de su capacidad para autogestionarse lo que le hace viable o no como
modelo empresarial. Como cualquier empresa debe aprender a producir una
constelación de signos, elementos visuales, discursos propios y rasgos identitarios
que le diferencien de sus competidores y ayuden a su identificación. Es entonces
cuando se empieza a producir el sujeto-marca, es decir, se genera un interfaz
capaz de mantener de forma sostenida al sujeto-empresa en la esfera pública. La
marca es la condensación del valor del sujeto-empresa, es el punto en el que sus
activos se exponen al escrutinio de sus posibles clientes y potenciales
competidores. (Rowan, 2008)
Sobre ella [la firma] actúa el consenso social y, por encima, naturalmente, todas las
combinaciones sutiles de la oferta y la demanda. Pero se ve que este mito no es
un efecto puro y simple de la orquestación comercial. Por esta conjunción en la
firma del signo –del signo diferente de los demás signos del cuadro, pero
homogéneo a ellos, del nombre diferente de los demás nombres de la pintura,
pero cómplice en el mismo juego-, por esta conjunción ambigua, en este signo
flexionado, de las series subjetivas (la autenticidad) y de las series objetivas (el
código, el consenso social, el valor comercial), puede funcionar el sistema del
consumo. (Baudrillard, 1989: 112)
o.
2015 será recordado como el primer año de la serie histórica en el que la riqueza
del 1% de la población mundial alcanzó la mitad del valor del total de activos. En
otras palabras: el 1% de la población mundial, aquellos que tienen un patrimonio
valorado de 760.000 dólares (667.000 euros o más), poseen tanto dinero líquido o
invertido como el 99% restante de la población mundial. Esta enorme brecha entre
privilegiados y el resto de la humanidad, lejos de suturarse, ha seguido
ampliándose desde el inicio de la Gran Recesión, en 2008. La estadística de Credit
Suisse, una de las más fiables, sólo deja una lectura posible: los ricos saldrán de la
crisis siendo más ricos, tanto en términos absolutos como relativos, y los pobres,
relativamente más pobres. 30
1.
2.
Esto fue bueno y malo. Bueno, porque permitió a las artes una
autonomía que las hizo hallarse a sí mismas en su propia
materialidad sin depender de otras condicionantes. La idea del
arte por el arte o la posibilidad del arte abstracto e incluso el
nacimiento del teatro como arte que no depende ni de la literatura
ni de la música, son materializaciones de esta autonomía. Lo malo
es que, al continuar sus experimentaciones, el arte ha ido poco a
poco exigiendo rituales de iniciación cada vez más sofisticados
que, automáticamente, excluyen a quienes no tienen información,
tiempo o ganas de someterse a dichos rituales de iniciación. (By
the way: no obstante, el “espectador de a pie” es una falacia,
fácilmente desmontable). Aún más: tenemos que aceptar, por lo
menos en México, que aquel ideal en el cual el arte se ponía al
servicio de la población en recintos cerrados y apartados nunca
cumplió del todo sus propósitos; lo cual se ha ido agravando a
medida que el pacto de la modernidad se ha quebrado por todas
partes, pues ya no es el Estado el garante de mantener la
cohesión entre los campos, sino el Capital.
3.
4.
5. ¿Cuál es la relación de las gestiones autónomas con las escenas locales? Las
escenas locales, a diferencia de las capitales de país o escenas hegemónicas,
desarrollan micro-políticas que les permiten construir consensuadamente
nociones comunes sobre qué entienden por práctica artística y su función social;
además de ciertos criterios y parámetros de evaluación que los comprometen.
ACOSTA Córdova, Carlos, 2012, "Con De la Madrid… El inicio del caos", en Proceso.com.mx,
12 de abril del 2012, Consultado en: proceso.com.mx .
BIFO, 2014, “Una sublevación colectiva es antes que nada un fenómeno físico, afectivo,
erótico”, entrevista de Amador Fernández-Savater, en: eldiario.es
BAUDRILLARD, Jean, 1989, Crítica de la economía política del signo, Siglo XXI editores,
México.
BISHOP, CLAIRE. 2012. Artificial Hells. Participatory Art and the Politics of Spectorship.
Nueva York: Verso. 383 p.
BUTLER, Judith, 2002, Cuerpos que importan. Sobre los límites materiales y discursivos
del "sexo", Buenos Aires: Paidós, 352 pp.
CHAVERO, Patricia (coord.), 2012, Memoria del Foro de Análisis de Políticas Públicas
relativas al Sector Teatro, CITRU/Malaletra, México. En: citru.inba.gob.mx
DUVIGNAUD, Jean, 1966, Sociología del teatro. Ensayo sobre las sombras colectivas,
México: Fondo de Cultura Económica, 490 pp.
GRÜNER, Eduardo, 2005, La cosa política o el acecho de lo Real, Paidós, Buenos Aires.
GUTIÉRREZ, Alicia B., 2005, Las prácticas sociales: una introducción a Pierre Bourdieu,
Córdoba: Ferreyra Editor, 124 pp.
HARDT, Michael y Antonio, Toni, 2004, Multitud. Guerra y democracia en la era del
Imperio, 2004, Random House Mondadori, Barcelona.
LOPE DE VEGA, S/F, El arte nuevo de hacer comedias, México: ITESM, 8 pp.
O´DOHERTY, Brian, 2011, Dentro del cubo blanco. La ideología del espacio expositivo.
Murcia: CENDEAC, 109 pp.
ORTIZ, Rubén, 2012, “Teatro fuera del teatro”, en Cambios paradigmáticos del teatro
mexicano, siglos XX y XXI, México, Citru/Malaletra (col. Cuadernos electrónicos), en
citru.bellasartes.gob.mx
____________, 2015. Escena expandida: Teatralidades del siglo XXI. México: Citru.
PELBART, Peter Pál, 2009, Filosofía de la deserción : nihilismo, locura y comunidad, Tinta
Limón, Buenos Aires.
RANCIÈRE, Jacques, 2008. “El teatro de imágenes”, en VV. AA. La política de las
imágenes, Santiago de Chile: Metales pesados. pp. 69-89.
STEYERL, Hito, 2014, Los condenados de la pantalla, Buenos Aires: Caja Negra Editora,
208 pp.
VV. AA. 2014. Terra ignota: conversaciones sobre la escena expandida. México: Anónimo
Drama/Carretera 45.
NOTAS
1
Aunque la mayoría de mis ejemplos parten de lo acontecido en la Ciudad de
México, es claro que el centralismo institucional posrevolucionario afectó también
a las dinámicas del teatro de arte. Es un tema, sin embargo, a matizar desde los
diferentes territorios del país.
2
Por lo general, a las obras de teatro de arte atiende -además del mismo
gremio- una mínima parte de la clase media y el estudiantado de educación
media y media superior. Este último, años después y bajo los compromisos y
presiones de la vida laboral, no vuelve a poner los pies en un teatro. Nos debemos
un serio estudio de la caracterización de los públicos escénicos más allá de la
numeralia y estadística que realiza el INEGI.
3
Estas últimas aseveraciones, de 2015, sin embargo, deben ser matizadas, en el
último decenio (escribo en 2022) ha surgido un incipiente y fragmentado
movimiento de artistas escénicos que ha influido para la democratización de las
dinámicas de política cultural. El frágil pero constante avance en el diálogo con las
instituciones fue desgraciadamente ahogado con el desmantelamiento paulatino
de lo que todavía funcionaba por parte del gobierno iniciado en 2018.
4
A este respecto, véase más adelante el diálogo con Héctor Bourges.
5
Texto leído en la Muestra Nacional de Teatro de 2014, en Monterrey, Nuevo
León.
6
No hay que olvidar que tanto Mauricio Magdaleno como Juan Bustillo Oro, ya
habían sido “suspendidos” políticamente en 1929. Pues al apoyar la candidatura de
José Vasconcelos a la presidencia, fueron parte del grupo perseguido por el
callismo que, incluso, llegó a matar a algunos líderes vasconcelistas.
7
Sigo aquí la caracterización de estéticas hecha por Grant Hester en su famoso
Conversation pieces.
8
Texo leído en el Quinto Coloquio de Teatro Mexicano Contemporáneo, Cenart,
9 de octubre de 2015.
9
Este texto fue leído mientras transcurrían imágenes de piezas escénicas ya
mencionadas o por mencionar en otros textos como: Actos de amor perdidos,
Baños Roma, Encuentros secretos, Sidra Pino, Desplazamiento de La Moneda, etc.
10
Este texto fue leído durante el Encuentro Internacional “Poética de la Acción.
Performance, teatralidad, cuerpo y memoria”, organizado por el CITRU, el 27 de
mayo de 2015.
11
Todas las referencias a Judith Butler han sido tomadas de su libro Cuerpos
que importan, Paidós.
12
Texto tomado de: hoyesarte.com . (Consultado el 15 de noviembre de 2015).
13
Tomado de: rogerbernat.info (consultado el 2 de enero de 2016).
14
En: chopo.unam.mx
15
En: newworldsummit.eu
16
En: services.pq.cz
17
Texto leído en el primer Encuentro del Seminario Permanente de Estudios de
la Escena y el Performance (SPEEP), del Posgrado en Historia del Arte de la
Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), 12 de septiembre de 2015.
18
Véase la nota 9.
19
Parte de un texto más extenso, leído en el V Coloquio Internacional sobre las
Artes Escénicas UV Xalapa, en septiembre de 2014
20
Texto publicado en la revista La Tempestad, en febrero de 2015.
21
Tomado de: archivoartea.uclm.es
22
Entrevista publicada en la revista La Tempestad en mayo de 2015.
23
Texto publicado en la revista La Tempestad en febrero de 2014.
24
En 1982, México cayó en su mayor crisis económica desde la Revolución. En
febrero, el gobierno devaluó el peso. En agosto, se quedó sin dinero y el país
suspendió el pago de su deuda externa y el presidente López Portillo decidió
nacionalizar la banca. El peso bajó a 70 pesos por dólar y luego a 150.
25
revolucionofuturo.wordpress.com
26
Más información en www.jovenes.df.gob.mx
27
Texto leído por Ludwik Margules en su Homenaje Nacional en el CENART,
2004.
28
Texto escrito para el Primer Congreso Nacional de Teatro, 36 Muestra
Nacional de Teatro, Aguascalientes, noviembre de 2015.
29
CONACULTA, Encuesta Nacional de hábitos, Prácticas y Consumos Culturales
2010.
30
Ignacio Fariza, El País, 13 de octubre de 2015.
31
Algunos de estos son apuntes corregidos de un texto propio denominado:
“Precariado escénico”, del libro Fuera de escena, Malaletra, 2013.
32
El texto completo puede consultarse aquí: curatoriaforense.net
33
Visto aquí: facebook.com
Secretaría de Cultura
Alejandra Frausto Guerrero
SECRETARIA
México 2022