Psicología de La Música
Psicología de La Música
Psicología de La Música
Profesor:
Mendoza, Elbano
Estudiantes:
Castillo, José
Ríos, María Sabina
Yovera, José Ángel
Conclusión
En términos generales, la psicología de la música es la rama de la ciencia que se
encarga de estudiar la influencia de la música sobre la visa humana. La música es una
cuestión de señales acústicas que nuestros oídos recogen y envían al cerebro, allí se
descodifican y se les da significado, todo esto ocurre un cuestión de un segundo, pero
para que todo esto sea posible el cerebro necesita involucrar a las emociones que son los
encargados de convertir el sonido en algo comprendible.
La música, tiene el mágico poder de transformar nuestro estado de ánimo y
nuestras emociones, nos transporta a lugares, épocas, momentos, recuerdos, trayendo
consigo un sinfín de sentimientos, con una simple melodía puede darle color a un día
gris. Es una vía de escape tanto para el que la escribe como para el que la escucha, a
través de ella podemos transmitir sentimientos y emociones, narrar escenarios, despierta
y hace volar la imaginación sin límites.
Escuchar y hacer música hace posible que nuestro cerebro active ambos
hemisferios para trabajar en conjuntos y darnos una mejor experiencia, a demás,
desarrolla la creatividad, la sensibilidad y la capacidad de abstracción y análisis. Nos
anima, nos relaja, nos entristece, nos alegra. Al escuchar música se activan las áreas del
cerebro que se encargan de la imitación y la empatía, dónde se hallan las neuronas
espejo que actúan reflejando las acciones e intenciones de los otros como si fueran
propias, de esta forma podemos sentir el dolor de otros, su alegría, su tristeza, nos
permite compartir esos sentimientos y emociones.
Mientras escuchamos música vamos educando a nuestro cerebro, activando la
concentración, el análisis, la imaginación. La psicología de la música nos muestra que la
música tiene un poderoso impacto en nuestras emociones y estado de ánimo. Puede ser
utilizada como una herramienta para expresar y controlar nuestras emociones, y puede
tener efectos positivos en nuestro bienestar físico y mental. La compresión de esta
relación entre la música y las emociones puede ser útil en el campo de la educación
musical y en otros ámbitos de la vida.