Colonizacopn
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Causas
El colonialismo puede responder a distintas causas de orden económico, político y
geopolítico, que tienen que ver con la historia de las naciones colonizadoras.
Esencialmente, se trata de potencias en crecimiento, con un notorio poderío militar o
tecnológico, que requieren de mayores insumos y nuevos materiales para poder
continuar su crecimiento. Por lo tanto, deciden arrebatárselos de manera sostenida a
otras naciones más débiles. Dichas causas pueden resumirse en: La necesidad de
nuevos materiales para crecer. Esto es particularmente importante en el caso europeo,
cuya posición mundial era secundaria a inicios del siglo XIX, en comparación con las
potencias asiáticas como China. El acceso a materias primas de la India, las Américas
y África les permitió alcanzar una masa crítica que disparó el salto hacia el capitalismo.
La imposibilidad de conquistar a sus vecinos. Para muchas potencias coloniales era
mucho más simple iniciar una colonización de territorios nuevos, poco industrializados
o poblados por naciones más débiles, que iniciar una cruenta guerra con los vecinos,
igual de poderosos y dispuestos a defenderse. Esto no significa que entre ellas no
compitieran por el reparto del mundo, directa e indirectamente. La obtención de mano
de obra barata. Desplazando muchas iniciativas productivas a las colonias, las
metrópolis podían aprovecharse del trabajo en condiciones deplorables, desiguales e
injustas, a las que sometían a los pueblos colonizados. Era una relación económica
beneficiosa mayormente para los colonizadores. El auge del nacionalismo. En casos
como el europeo, el surgimiento de un fuerte sentimiento nacional llevó a los distintos
imperios de la época a competir entre sí por el dominio del resto del mundo, ya que
colonizando otros territorios podían expandir su cultura y tener mayor control
geopolítico que sus rivales. El surgimiento de ideologías racistas y xenófobas. En
muchos casos, detrás de la colonización hay un profundo desprecio por la vida de los
pueblos colonizados, considerados inferiores desde un punto de vista racial, cultural o
religioso. Esto llevó a muchos defensores del colonialismo a querer disfrazarlo de una
labor “civilizadora”, ya que las potencias imponían su modelo de vida a las naciones
más débiles, consideradas por ende “atrasadas” o “primitivas”. Reconfiguración de los
territorios colonizados. Luego de años o siglos de colonización, los territorios invadidos
dejan de parecerse a lo que eran inicialmente, y aunque recuperen su soberanía, ya no
vuelven a ser los mismos. Esto es notorio, por ejemplo, en la conformación de las
naciones africanas, cuyas fronteras artificialmente rectas fueron definidas por las
potencias en base a los meridianos y paralelos, dejando en un mismo país a dos o más
etnias de distinta lengua, cultura y religión, destinándolas a una vida política de
conflicto en lo sucesivo.
economia
Se dan los primeros pasos hacia la economía global. El colonialismo propicia el tránsito
de la materia prima desde distintos lugares del mundo hacia la metrópoli, lo cual da
origen a numerosas rutas de intercambio y a formas de comercio complejas, las cuales
permitieron, tiempo después, el surgimiento de la economía mundial o globalizada.La
economía colonial tenía tres bases: la agricultura, la minería y el comercio. La mayor
riqueza venía de la explotación de minas de oro y de plata, como la de Potosí en
Bolivia, o la de Zacatecas en México. Los cultivos de algodón y los ingenios de azúcar
también fueron de gran importancia, especialmente en el Caribe y Brasil. Los
españoles y los criollos eran los propietarios y administradores de las tierras, mientras
que los indígenas y los esclavos africanos eran la mano de obra, tanto en las minas
como en los cultivos agrícolas. Era típico de los colonos españoles considerar indigno
el trabajo físico, como lo declaró Hernán Cortés al llegar a América: "No he venido a
arar la tierra como si fuera un campesino". Esta tradición de mantener una minoría
privilegiada en el poder político y una mayoría pobre dedicada al trabajo agrícola y
manual está todavía hoy arraigada en la organización social de la mayoría de los
países latinoamericanos. Los indígenas, que no eran esclavos sino ciudadanos,
estaban obligados a trabajar mediante instituciones basadas en los impuestos o en la
“protección” militar. Dichas instituciones eran la mita (impuestos que se pagaban con
tiempo de trabajo) y la encomienda (tierras “protegidas” por un español que debía
asegurarse del bienestar de los indígenas, quienes a cambio trabajaban gratuitamente
para él). La metrópoli española tenía el monopolio del mercado, así que era prohibido
el comercio de unas colonias con otras: todas enviaban sus mercancías directamente a
España. Sin embargo, el contrabando y la piratería eran prácticas comunes. La
industria nunca fue una parte muy significativa de este monopolio, y fundamentalmente
se concentraba en la manufactura de algunos productos para el consumo doméstico
(ropa, alimentos, ladrillos, etc.). Los criollos y los mestizos generalmente controloban
este tipo de industrias locales.Pero no todo en la colonia era explotación económica o
burocracia política. La vida cultural también se manifestó a través de instituciones
educativas (controladas por la Iglesia), arte y festivales religiosos, periódicos,
expediciones científicas, la creación de una dieta nueva y variada, la producción
arquitectónica, una rica tradición de leyendas orales y una producción literaria basada
en la crónica y en la poesía. En paralelo con la estructura social, los virreinatos
españoles en América tenían pocas instituciones educativas para el pueblo en general,
pero establecieron desde muy temprano prestigiosas universidades para los españoles
y los criollos, los futuros administradores. En Lima, por ejemplo, se fundó la
Universidad de San Marcos desde 1552, la cual ha continuado funcionando hasta hoy.