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Evaluación de los procesos de enseñanza y de la práctica docente

Chapter · January 2012

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David Sánchez-Teruel
University of Cordoba (Spain)
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EVALUACIÓN DE LOS PROCESOS DE
ENSEÑANZA Y DE LA PRÁCTICA DOCENTE.
ADECUACIÓN DE LA PROGRAMACIÓN A
LAS CARACTERÍSTICAS Y NECESIDADES DE
LOS NIÑOS Y NIÑAS, MEDIDAS DE
ATENCIÓN INDIVIDUALIZADA,
ESTRATEGIAS DE ENSEÑANZA-
APRENDIZAJE, PROCEDIMIENTOS DE
EVALUACIÓN DEL ALUMNADO,
ORGANIZACIÓN Y CLIMA DEL AULA,
APROVECHAMIENTO DE LOS RECURSOS,
MECANISMOS DE RELACIÓN CON LAS
FAMILIAS Y COORDINACIÓN ENTRE LOS
PROFESIONALES IMPLICADOS.

TEMA 10 David Sánchez Teruel

INDICE
1. EVALUACIÓN DE LOS PROCESOS DE ENSEÑANZA Y DE LA PRÁCTICA
DOCENTE
1.1 Tipos de evaluación
1.2 El proceso de evaluación
2. ADECUACIÓN DE LA PROGRAMACIÓN A LAS CARACTERÍSTICAS Y NECESI‑
DADES DE LOS NIÑOS Y NIÑAS
3. MEDIDAS DE ATENCIÓN INDIVIDUALIZADA
4. ESTRATEGIAS DE ENSEÑANZA‑APRENDIZAJE
5. PROCEDIMIENTOS DE EVALUACIÓN DEL ALUMNADO
6. ORGANIZACIÓN Y CLIMA DEL AULA
7. APROVECHAMIENTO DE LOS RECURSOS
8. MECANISMOS DE RELACIÓN CON LAS FAMILIAS Y COORDINACIÓN ENTRE
LOS PROFESIONALES IMPLICADOS
9. GUIÓN‑ RESUMEN
10. BIBLIOGRAFÍA
Cuerpo de Maestros. Educación Primaria. Temario. Vol. I

1. EVALUACIÓN DE LOS PROCESOS DE ENSEÑANZA Y


DE LA PRÁCTICA DOCENTE
En el transcurso de los últimos años, el tema de la evaluación ha alcanzado un protago‑
nismo evidente hasta convertirse en uno de los aspectos centrales de discusiones, refle‑
xiones y debates pedagógicos. ¿El motivo?... pocas tareas provocan tantas dudas, y
contradicciones a los docentes, como las relacionadas con la evaluación y las actuaciones
o decisiones asociadas a ella.
Dentro de nuestra normativa educativa, el término evaluación aparece por vez primera
de un modo generalizado con la Ley General de Educación de 1970. Desde entonces su
concepción se ha ido haciendo más compleja y provocando un mayor grado de confu‑
sión, paulatinamente, con su extensión a los diferentes ámbitos de la enseñanza. Nuestra
falta de tradición, unida a la ausencia de autonomía de los centros y de los profesores y,
provocadas por una Administración Educativa fuertemente centralizada hasta 1990, se
ha dejado sentir en la pobreza conceptual y metodológica, especialmente si nos compara‑
mos con otros países de nuestro entorno, con una mayor historia y atención hacia este
importante componente curricular.
Habitualmente, cuando se habla de evaluación se piensa, de forma prioritaria e incluso
exclusiva, en los resultados obtenidos por los alumnos (evaluación del aprendizaje). Hoy
en día éste sigue siendo en principal punto de mira de cualquier aproximación al hecho
evaluador. El profesorado, los padres, los propios alumnos y el propio Sistema, se refie‑
ren a la evaluación como el instrumento calificador, en el cual el sujeto de la evaluación
es el alumno y sólo él, y el objeto de la evaluación son los aprendizajes realizados según
objetivos mínimos para todos.
Esta concepción es una herencia del sistema tradicional que ponía énfasis en medir las
adquisiciones o la mejora de las habilidades. Dada la importancia concedida a los resulta‑
dos, el alumno justificaba la actividad docente únicamente como una forma para mejorar Recuerda
dichos resultados. Es decir, el profesor justifica socialmente su función en la medida que
acredita resultados ‑óptimos, por supuesto‑ de sus alumnos. Cuando en el contexto escolar
hacemos referencia a la evalua‑
Hoy la evaluación adquiere un nuevo sentido, superior a la mera recogida de datos, pero ción, generalmente pensamos en
a la vez aparece como pieza clave imprescindible para que el profesor preste al alumno la los alumnos, en qué aspectos del
ayuda necesaria, y en consecuencia, pueda valorar las transformaciones que se han ido sistema de conocimientos es nece‑
produciendo. El profesor que realiza una programación tiene en cuenta la edad, capaci‑ sario profundizar, qué saberes han
dad y preparación del grupo con el que piensa realizarla, pero ha de descender a la acumulado y cómo los exteriori‑
personalización. La evaluación hace posible ese descenso de adaptar los programas a las zan, con la intención de comprobar
singularidades de cada alumno. cuál ha sido su rendimiento sin
La evaluación, por tanto, supone una reflexión pedagógica sobre lo que se hace, cómo se tener en cuenta otros factores que
hace y qué utilidad tiene. Es, por tanto, un instrumento que incide en la calidad de los influyen considerablemente,
procesos de enseñanza y de aprendizaje. ajenos a su voluntad, y que condu‑
cen a recrear situaciones fragmen‑
En los últimos diez años ha ido incrementándose paulatinamente la preocupación del tadas, muy desvinculadas de la
profesorado por conocer y desarrollar modelos y sistemas de evaluación más formativos realidad, que alejan a la escuela
y pedagógicos, que superen los modelos más tradicionales de evaluación‑calificación, del verdadero ideal social al que
basados, fundamentalmente, en la realización de pruebas, test, controles y exámenes, debe aspirar en la formación de las
habitualmente con una finalidad principalmente sumativa, cuando no únicamente califi‑ nuevas generaciones, pero esto no
cativa. es del todo así, ya que la evalua‑
La evaluación es un componente del proceso de enseñanza‑aprendizaje, forma parte de ción no solo se hace referencia ha
la dinámica que desde los inicios de cada actividad docente está determinada por la rela‑ el alumnado sino a la evaluación
ción objetivo‑contenido‑método; no es un complemento ni elemento aislado. Cada maes‑ de todo el proceso tanto de cómo
tro debe tener presente que lo más importante no es evaluar, ni hacerlo con la calidad enseñar y la practica docente.

310 editorialcep
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David Sánchez Teruel

requerida, lo más importante es saber cuáles son los propósitos en la dirección del
proceso de enseñanza aprendizaje, qué aspectos para el desarrollo de los alumnos son
necesarios potenciar y en qué momento de la clase, curso o etapa es más propicio consi‑
derarlo para que se traduzca en aprendizaje.

1.1 Tipos de evaluación


Actuando como crítico y no sólo como calificador, la valiosa actividad desarrollada por el
profesor y los estudiantes tiene en sí niveles y criterios inminentes y la tarea de aprecia‑
ción consiste en perfeccionar la capacidad, por parte de los estudiantes, para trabajar
según dichos criterios, mediante una reacción crítica respecto al trabajo realizado. En este
sentido, la evaluación viene a ser la enseñanza de la autoevaluación». La evaluación es el
medio menos indicado para mostrar el poder del profesor ante el alumno y el medio
menos apropiado para controlar las conductas de los alumnos. Hacerlo es síntoma de
debilidad y de cobardía, mostrándose fuerte con el débil, además de que pervierte y
distorsiona el significado de la evaluación.
Como señala Peters (citado en Bisquerra, 1987), el éxito del que enseña sólo puede defi‑
nirse a partir del éxito del que aprende. En el mismo sentido, Cronbach (citado en
Bisquerra, 1987, recoge en una de sus tesis sobre evaluación que el evaluador es un
educador; su éxito debe ser juzgado por lo que otros aprenden. En la medida en que un
sujeto aprende, simultáneamente evalúa: discrimina, valora, critica, opina, razona, funda‑
menta, decide, enjuicia, opta... entre lo que considera que tiene un valor en sí y aquello
que carece de él. Esta actividad evaluadora, que se aprende, es parte del proceso educa‑
Importante tivo, que como tal es continuamente formativo. Si la evaluación no es fuente de aprendi‑
zaje, queda reducida a la aplicación elemental de técnicas, reduciendo u ocultando proce‑
La evaluación es una actividad o sos complejos que se dan en la enseñanza y en el aprendizaje. La evaluación educativa es
proceso sistemático de identifica‑ aprendizaje y todo aprendizaje que no conlleve autoevaluación de la actividad misma del
ción y recogida de información aprender, no forma.
sobre los elementos o hechos
educativos, que tiene por objetivo La evaluación es una actividad o proceso sistemático de identificación y recogida de
valorarlos para tomar decisiones. información sobre los elementos o hechos educativos, que tiene por objetivo valorarlos
Se evalúa siempre para tomar deci‑ para tomar decisiones. No basta con recoger información sobre los resultados del
siones. proceso educativo y emitir únicamente un tipo de calificación, si no se toma alguna deci‑
sión que repercuta en la permanencia o cambio del objeto evaluado, no existe una autén‑
tica evaluación. El hecho educativo es un proceso sistemático, planificado y desarrollado
para la consecución de determinados objetivos. La evaluación, por consiguiente, tiene
Recuerda gran importancia en este proceso porque permite conocer si los objetivos propuestos son
adecuados, si la metodología, las actividades y los recursos ayudan a conseguirlos o si,
Por tanto, para facilitar una defini‑ por el contrario, falla algún elemento del proceso de enseñanza y de la práctica educa‑
ción concreta de evaluación, pode‑ tiva. La evaluación entonces se convierte en un sistema de feedback que permite recon‑
mos indicar de mano de Nieto que ducir el proceso de enseñanza‑aprendizaje.
es “Actividad valorativa e investi‑
gadora, que facilita el cambio El Plan de evaluación de los procesos de enseñanza y de la práctica docente se plan‑
educativo y el desarrollo profesio‑ tea y recoge en el Proyecto educativo del centro y los resultados de la evaluación se
nal de los docentes. Su finalidad es deben incluir en la Memoria anual del centro. Los resultados de la evaluación del
adecuar o reajustar permanente‑ aprendizaje de los alumnos y del proceso de enseñanza servirán para modificar
mente el sistema escolar a las aquellos aspectos de la práctica docente que se han detectado como poco adecuados a
demandas sociales y educativas. las características de los alumnos y al contexto del centro.
Su ámbito de aplicación abarca no
sólo a los alumnos, sino también a
los profesores y los centros educa‑ La referencia estatal básica para el diseño de la evaluación de los procesos de enseñanza‑
tivos...” (Nieto, 1994. pp. 13). aprendizaje aparece en la Orden ECI/2211, de 12 de julio, por la que se establece el currí‑
culo y se regula la ordenación de la Educación Primaria (BOE, 2007):

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Cuerpo de Maestros. Educación Primaria. Temario. Vol. I

Artículo 13. Evaluación de los procesos de enseñanza y de la práctica docente. «Los


maestros evaluarán los procesos de enseñanza y su propia práctica en relación con el
logro de los objetivos educativos de la etapa y de las áreas y con el desarrollo de las
competencias básicas. Dicha evaluación incluirá, al menos, los siguientes aspectos:
a) La adecuación de los objetivos, contenidos y criterios de evaluación a las característi‑
cas y necesidades de los alumnos.
b) Los aprendizajes logrados por el alumnado.
c) Las medidas de individualización de la enseñanza con especial atención a las medi‑
das de apoyo y refuerzo utilizadas.
d) La programación y su desarrollo y, en particular, las estrategias de enseñanza, los
procedimientos de evaluación del alumnado, la organización del aula y el aprove‑
chamiento de los recursos del centro.
e) La relación con el alumnado, así como el clima de convivencia.
f) La coordinación entre los maestros del ciclo y entre los diferentes ciclos y de los
maestros del tercer ciclo con los profesores de Educación secundaria.
g) Las relaciones con el tutor o la tutora y, en su caso, con las familias».
Hay diferentes formas de entender la evaluación y, en consecuencia, distintas clasificacio‑
nes según el propósito, los agentes, los recursos, etc. Todo tipo de evaluación es adecuada
siempre que responda a la finalidad de la evaluación y a la adecuación al objeto
evaluado. Los diferentes tipos de evaluación los podemos encontrar a continuación:

A. Según su función
‑ Función formativa: la evaluación se utiliza como estrategia de mejora, para ajustar o
modificar los procesos educativos de forma que ayude a tomar decisiones que facili‑
ten el logro de los objetivos previstos. Es la más apropiada para la evaluación de
procesos, pero también se puede considerar formativa la evaluación de productos
educativos siempre que los resultados se empleen para la mejora.
‑ Función sumativa: la evaluación se utiliza para determinar el valor del objeto
evaluado, pensada más para evaluar la eficacia o tomar decisiones de
elección/rechazo del objetivo evaluado. Es característica de la evaluación de resulta‑
dos.

B. Según el momento de aplicación


‑ Evaluación inicial o diagnóstica: la evaluación se realiza al comienzo del curso
académico o de la implantación de un programa educativo o del funcionamiento de
una institución escolar o del cambio de una metodología o del proceso de aprendizaje
de los alumnos, etc. Es una forma de recoger información de la situación de partida,
lo que la hace muy importante para iniciar cualquier cambio educativo, puesto que
con la evaluación inicial se tiene una referencia que permite observar los cambios que
se producen.
‑ Evaluación procesual: la evaluación se realiza recogiendo información sistemática‑
mente y tomando decisiones a lo largo del proceso de implementación de un
programa, de su funcionamiento, del proceso de aprendizaje, de la metodología
docente, etc. Suele vincularse a una función formativa puesto que permite tomar deci‑
siones de mejora sobre la marcha, corrigiendo posibles problemas o desajustes en el
momento que se observan o suceden.

312 editorialcep
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David Sánchez Teruel

‑ Evaluación final: la evaluación recoge y valora la información al final del proceso o


hecho educativo, centrándose en emitir un juicio sobre la eficacia, valor, coherencia,
viabilidad, satisfacción, utilidad… y, en muchos casos, otorgar una calificación del
hecho evaluado que responda al valor logrado.

C. Según el criterio de comparación


‑ Autorreferencia: el criterio de referencia es el propio objeto de evaluación (centro,
programa, sujeto…) en función de los objetivos previstos o del resultado de la evalua‑
ción inicial realizada.
‑ Heterorreferencia: la referencia no es el propio objeto de evaluación sino un valor
externo.

D. Según su extensión
‑ Evaluación global: la evaluación abarca todos los componentes o dimensiones del
centro educativo, del programa, de los alumnos, etc., porque parte del supuesto de
que todos los elementos interactúan entre sí, de forma que si se modifica un elemento
del sistema entonces cambiarán, para bien o para mal, otros de sus componentes.
‑ Evaluación parcial: la evaluación se centra solo en determinados elementos o dimen‑
siones (metodología del profesorado, instalaciones del centro, conocimientos previos
del alumnado, etc.).

E. Según los agentes evaluadores


‑ Evaluación interna: la evaluación se promueve y realiza desde dentro del centro por
alguno de sus miembros, que se implica en el Plan de Evaluación y Mejora. En
función de quién la efectúa y sobre qué se realiza, la evaluación puede ser:
· Autoevaluación: Evaluador y evaluado es la misma persona, que evalúa su propio
trabajo o realización en función del criterio de comparación elegido.
Importante · Heteroevaluación: evaluador y evaluado son diferentes personas y tienen dife‑
La evaluación es un proceso que se rente función.
desarrolla en cinco fases (cenopo‑ · Coevaluación: evaluadores y evaluado intercambian su papel alternativamente,
siciones, 2011): evaluándose mutuamente en función de los objetivos y criterios determinados de
‑ Decisión de evaluar y finalidad antemano.
(para qué) de la evaluación, · Evaluación externa: una persona externa al centro o al programa evalúa su funcio‑
decidiendo quiénes participa‑ namiento.
rán.
‑ Planificación: delimitación de 1.2 El proceso de evaluación
los objetivos que se pretenden
Si concebimos el aprendizaje como un proceso, con sus progresos y dificultades e incluso
con la evaluación, qué elemen‑
retrocesos, resultaría lógico concebir la enseñanza como un proceso de ayuda a los alum‑
tos se valorarán, cómo y
nos. La evaluación de la enseñanza, por tanto, no puede ni debe concebirse al margen de
cuándo.
la evaluación del aprendizaje. Ignorar este principio equivale, por una parte, a condenar
‑ Recogida de información. la evaluación de la enseñanza a una práctica más o menos formal y, por otra, a limitar el
interés de la evaluación de los aprendizajes a su potencial utilidad para tomar decisiones
‑ Análisis y valoración de los
de promoción, acreditación o titulación. Cuando evaluamos los aprendizajes que han
resultados.
realizado los alumnos, estamos también evaluando, se quiera o no, la enseñanza que
‑ Toma de decisiones y elabora‑ hemos llevado a cabo. La evaluación nunca lo es, en sentido riguroso, de la enseñanza o
ción del Plan de Mejora. del aprendizaje, sino más bien de los procesos de enseñanza y aprendizaje.

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Cuerpo de Maestros. Educación Primaria. Temario. Vol. I

A. Para qué evaluar


El aprendizaje de los alumnos será mejor, más significativo y más satisfactorio si las
acciones educativas tomadas son eficaces y adecuadas a las características de los estu‑
diantes y a las de la programación educativa. Por ello, es necesario procurarnos informa‑
ción de los elementos y acciones educativas diseñadas para reforzarlas, reconducirlas,
corregirla, es decir, para mejorarlas y adecuarlas a las necesidades de aprendizaje de los
alumnos. En definitiva, la evaluación de los procesos de enseñanza y de la práctica
docente sirve para (Cenoposiciones, 2011):
‑ Adaptar la práctica docente a las características del grupo, de los estudiantes y del
contexto socioeconómico y cultural del centro.
‑ Orientar el proceso educativo para que todos los estudiantes logren los objetivos.
‑ Valorar el desarrollo curricular, comparándolo con el diseño elaborado y los objetivos
planificados.
‑ Detectar dificultades, problemas y disfunciones, así como sus puntos fuertes, anali‑
zando críticamente los elementos de la programación.
‑ Mejorar su práctica a partir de la reflexión individual y colectiva sobre el proceso
educativo desarrollado.
‑ Seleccionar los recursos y materiales utilizados en el proceso de enseñanza, mejo‑
rando su eficiencia.
‑ Adecuar la organización del aula a las necesidades del diseño y procesos de ense‑
ñanza.
‑ Optimizar la convivencia y las relaciones entre los distintos sectores de la comunidad
educativa.
‑ Mejorar las redes de comunicación y coordinación interna del centro y con el entorno.

B. Qué evaluar
La evaluación de los procesos de enseñanza y de la práctica docente debe insertarse en el
Proyecto educativo del centro y ser realizada por los propios integrantes de la comuni‑
dad escolar. Se pueden evaluar (Cenoposiciones, 2011):
‑ Resultados: valorar en qué medida se obtienen los objetivos planificados con los
medios proporcionados.
‑ Procesos: valorar en qué medida los elementos implementados se adecuan al diseño
y al proceso de enseñanza y facilitan la consecución de los objetivos deseados.
En el Plan de Evaluación hay que decidir si la evaluación se centrará en un solo elemento
(evaluación parcial) del proceso educativo (agrupamiento, actividades de enseñanza,
estrategias educativas, recursos, etc.) o si se analizarán todos los elementos del diseño
educativo (evaluación global) para valorar en qué medida se ajusta a las necesidades de
los estudiantes y del centro. En cualquier caso, el resultado final de la evaluación será
identificar qué elementos son eficaces y adecuados para alcanzar lo que se pretende
(objetivos) o, por el contrario, identificar en qué elementos se falla y, si es necesario, intro‑
ducir cambios o modificaciones, eliminar aquellos elementos que no funcionan y adoptar
las medidas más adecuadas para mejorar el proceso. Por ello, algunos de los elementos
fundamentales que deben evaluarse del proceso de enseñanza y de la práctica docente
son (Cenoposiciones, 2011):

314 editorialcep
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David Sánchez Teruel

‑ La organización y utilidad de los recursos de la concreción curricular.


‑ La adecuación de la programación a las características y necesidades de los alumnos.
‑ Las estrategias del profesor en la planificación y en el proceso instructivo.
‑ La validez de las medidas de atención individualizada.
‑ La relación entre los distintos sectores de la comunidad educativa, valorando el nivel
de convivencia del aula.
‑ La coordinación entre los órganos responsables de la planificación y desarrollo de la
práctica docente: equipo directivo, claustro de profesores, departamentos y tutores.
‑ La adecuación de los criterios e instrumentos de evaluación del aprendizaje.
‑ Las medidas de refuerzo y apoyo empleadas.
‑ La eficacia de la metodología y de los materiales curriculares.
‑ La implicación de las familias en el proceso de aprendizaje de sus hijos.
‑ La regularidad y calidad de la relación con los padres o representantes legales.

C. Cómo evaluar
Todas las formas de evaluación son válidas, siempre que sirvan para analizar la realidad
y extraer conclusiones útiles. En cualquier caso, hay que plantearse con qué instrumentos
se recogerá la información, decidiendo entre (Cenoposiciones, 2011):
‑ Observación directa de situaciones según se producen y en el entorno que suceden.
La observación se registra en listas de control, anecdotarios, diarios… fijando, previa‑
mente, qué, cómo, cuándo, dónde y cuánto tiempo se va a observar.
‑ Análisis documental: estudio crítico de proyectos, programaciones, fichas didácti‑
cas, pruebas de control o exámenes, memorias, etc.
‑ Cuestionarios: preguntas escritas planteadas a la audiencia relacionadas con el elemento
evaluador mediante preguntas abiertas (que permitan analizar una realidad compleja o
difícilmente definible) o cerradas (delimitando la respuesta a indicadores relevantes).
‑ Escalas de estimación o valoración: afirmaciones que permitan determinar la estima‑
ción del grado de ocurrencia, frecuencia, valor… percibido por los participantes.
‑ Entrevistas: preguntas directas (abiertas, semi o cerradas) a grupos, sujetos o equipos
participantes, conocedores del elemento evaluado.
‑ Grupos de discusión (focus group): participación abierta, coordinada por experto, de
un grupo (o varios) que aporte su propia percepción sobre el elemento evaluado.

D. Cuándo evaluar
La evaluación relacionada con el proceso educativo debería plantearse en tres momentos
(Cenoposiciones, 2011):
‑ Antes y después de cada unidad didáctica para tomar decisiones sobre la
dificultad/facilidad de los objetivos para los estudiantes, la utilidad e interés de las
actividades planteadas, la adecuación del tiempo instructivo, etc.
‑ Mensual o trimestralmente para revisar y tomar decisiones sobre el uso o abandono
de ciertas prácticas, metodología, estrategias de enseñanza, recursos, temporaliza‑
ción, actividades de aprendizaje, procedimientos de evaluación, etc.

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Cuerpo de Maestros. Educación Primaria. Temario. Vol. I

‑ Anualmente para revisar la práctica docente a partir de los resultados finales obteni‑
dos para tomar decisiones de adecuación y mejora para el curso académico siguiente.

2. ADECUACIÓN DE LA PROGRAMACIÓN A LAS


CARACTERÍSTICAS Y NECESIDADES DE LOS NIÑOS Y
NIÑAS
El currículo atiende a la planificación de la intervención didáctica. Es decir, podemos
decir que el currículo es el medio mediante el cual se planifica el proceso de enseñanza‑
aprendizaje en un determinado plazo. Las características básicas del currículo según el
marco legal del nuevo sistema educativo diseñado en la LOE 2/2006 de 3 de Mayo (BOE,
2006), son las siguientes:
‑ Es abierto: se establece en un marco amplio común y obligatorio que se irá concre‑
tando por medio de sucesivas etapas.
‑ Es flexible: en el proceso de concreción de los distintos elementos curriculares éstos
podrán ir desarrollándose en función de las características de una determinada reali‑
dad educativa.
‑ Es dinámico: no es algo fijo, invariable; los resultados de su puesta en práctica irán
retroalimentando su diseño. Es decir, el proceso de enseñanza‑aprendizaje irá propor‑
cionando información acerca de la validez de los elementos curriculares programados
y, por tanto, irá reajustando el propio diseño curricular. El concepto de investigación
en la acción está basado en esta característica del currículo: profesor como investiga‑
dor y diseño curricular como hipótesis de trabajo.
Según tales características se establecen una serie de niveles de concreción por medio de
los cuales el currículo se va adaptando y concretando para una determinada realidad
educativa. Todos los Niveles están relacionados entre sí, puesto que cada Nivel concre‑
tará el anterior y a su vez se concretará en el siguiente. Dicha premisa habrá que tenerla
muy presente, como ya veremos, a la hora del diseño de las Programaciones.
Los distintos Niveles de Concreción Curricular que se pueden determinar para Educa‑
ción Primaria y Educación Secundaria se explicitan en los siguientes puntos.

Figura 1. Niveles de concreción curricular en educación primaria.


Niveles de concreción curricular en Ecuación Primaria y Secundaria.
Fuente: Tomado de Calleja (2006)

316 editorialcep
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David Sánchez Teruel

A. Primer Nivel de Concreción Curricular


Viene determinado por las distintas administraciones públicas con competencias en
educación, las cuales establecen un marco curricular amplio, común y básico en el territo‑
rio que es de su ámbito. Este nivel viene recogido en distintas disposiciones legales:
Leyes Orgánicas, Leyes Ordinarias y Reales Decretos para ámbito estatal; Leyes Autonó‑
micas, Decretos, Órdenes, Instrucciones,... para el ámbito autonómico.

B. Segundo Nivel de Concreción Curricular


En este Segundo Nivel se concreta y se desarrolla el currículo establecido en el Primer
Nivel atendiendo a las características particulares de una realidad educativa concreta,
determinada por:
‑ Un entorno socio‑económico y cultural muy específico, situado en un barrio, pueblo,
ciudad.
‑ Un Centro erradicado en ese entorno, con unas características concretas en cuanto a
recursos humanos y materiales, instalaciones, organización, líneas, Planes educativos
que tiene en marcha, etc.
‑ Un alumnado con unas características concretas en cuanto a su desarrollo evolutivo y
a tipología (alumnado inmigrante, resultados en evaluaciones previas, resultados en
Pruebas de Diagnóstico,...).
Atendiendo a estas características, el currículo procedente del Primer Nivel se concreta y
se desarrolla en un Segundo Nivel de Concreción Curricular, el cual queda reflejado en
un documento del Centro denominado Proyecto Educativo. El Proyecto Educativo de
cada Centro definirá los objetivos particulares que se propone alcanzar, partiendo de su
realidad y tomando como referencia la regulación estatal y autonómica acerca de los
principios que orientan la etapa educativa de la que se trate y las correspondientes pres‑
cripciones acerca del currículo. En todo caso, el citado Proyecto Educativo abordará los
siguientes aspectos:
‑ Líneas generales de actuación pedagógica: se pueden concretar en unos Objetivos de
Centro.
‑ Coordinación y concreción de los contenidos curriculares, así como el tratamiento
transversal en las áreas, materias o módulos de la educación en valores y otras ense‑
ñanzas. En Educación Primaria, el Proyecto Educativo debería incluir, al menos:
Secuenciación de Objetivos por Ciclos.
‑ Criterios para la secuenciación de Contenidos por Ciclos.
‑ Secuenciación de Contenidos por Ciclos.
‑ Criterios de promoción.
‑ Forma de atención a la diversidad del alumnado.
‑ El plan de orientación y acción tutorial (POAT).
‑ El plan de convivencia a desarrollar para prevenir la aparición de conductas contra‑
rias a las normas de convivencia y facilitar un adecuado clima escolar. Incluirá, igual‑
mente, las normas de convivencia, tanto generales del centro que favorezcan las rela‑
ciones de los distintos sectores de la comunidad educativa, como particulares del
aula, y un sistema que detecte el incumplimiento de las normas y las correcciones
que, en su caso, se aplicarían.

editorialcep 317
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Cuerpo de Maestros. Educación Primaria. Temario. Vol. I

‑ Objetivos propios para la mejora del rendimiento escolar y la continuidad del alum‑
nado en el sistema educativo.
‑ El plan de formación del profesorado.
‑ Los criterios para organizar y distribuir el tiempo escolar, así como los objetivos y
programas de intervención en el tiempo extraescolar.
‑ Los procedimientos de evaluación interna.
‑ Cualesquiera otros que le sean atribuidos por la Administración Educativa.
En la elaboración y desarrollo del Proyecto Educativo se fomentará la participación de
toda la comunidad educativa a través de los distintos órganos de gestión y gobierno y de
los de coordinación pedagógica.

C. Tercer Nivel de Concreción Curricular


Mediante este nivel se concreta el currículo establecido en el Segundo atendiendo a las
características concretas de un grupo‑clase de un nivel concreto: número de alumnos,
distribución por sexos, diagnóstico establecido en la evaluación inicial, relaciones socio‑
afectivas entre los alumnos/as, alumnos/as con Necesidad Específica de Apoyo Educa‑
tivo, etc. Esta concreción curricular, que es competencia del maestro especialista, debe
quedar recogido en un documento práctico de trabajo denominado Programación de
Aula. Es en este nivel donde los profesores deberán adaptar la programación a las necesi‑
dades y características de los niños.
Los centros docentes elaborarán un Plan de atención a la diversidad, que formará parte
de su proyecto educativo, para adecuar la intervención educativa a las necesidades de su
alumnado en el que se incluirán medidas curriculares y organizativas flexibles y adapta‑
das a la realidad del centro para la atención integral al alumnado con necesidad de apoyo
educativo que se escolarice en él. También contendrá un plan de acogida para facilitar la
integración social, la resolución de las dificultades que puedan encontrar los miembros
recién llegados a la comunidad educativa, así como su participación e implicación.
El plan supondrá la reflexión previa sobre las condiciones generales del centro, los recur‑
sos de que se dispone, los estilos de aprendizaje del alumnado, los procesos de ense‑
ñanza y aprendizaje que se generan y el desarrollo de cada alumno. De acuerdo con el
análisis efectuado, las características de la comunidad educativa y los objetivos propues‑
tos en el proyecto educativo, se establecerán las líneas generales de actuación para
promover la participación y responder satisfactoriamente las necesidades educativas de
cada alumno (Cenoposiciones, 2011).
El plan de atención a la diversidad contemplará medidas de carácter general, ordinarias
y extraordinarias, que se establecerán en función de lo indicado en el punto anterior y
respetando los criterios de actuación, detección y atención educativa. Las medidas de
carácter general implican análisis del contexto socioeducativo y de las necesidades del
alumnado, puesto que intentan adaptar los elementos curriculares a su propia realidad.
Las medidas de carácter ordinario asumen cambios de organización del centro, en los
niveles de concreción curricular de áreas y materias, un Plan de acción tutorial, oferta de
materias optativas y adaptaciones curriculares poco significativas (cambio de estrategia
educativa, de tiempo instructivo, de forma de evaluación, de materiales…) para facilitar
el logro de los objetivos (Cenoposiciones, 2011).
La evaluación de la adecuación de la programación a las características de los niños
deberá recoger información sobre si todos los alumnos y alumnas han alcanzado los obje‑
tivos, identificando a aquellos que no lo han hecho y analizando las posibles causas en la
metodología empleada y en las características del estudiante. Por ejemplo, valorar si:

318 editorialcep
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David Sánchez Teruel

‑ Los objetivos han partido del nivel de conocimientos iniciales de los estudiantes.
‑ Las actividades y materiales propuestos son variados y se ajustan a estudiantes de
diferente nivel de interés, implicación y estilo de aprendizaje.
‑ Se han ofertado unidades de aprendizaje de distinto nivel de dificultad.
‑ Después del control de la unidad, se han diversificado las actividades de los estu‑
diantes en función de que hayan alcanzado, o no, los objetivos básicos de la
unidad.
‑ Se agrupa a los alumnos en equipos de diferente nivel de conocimientos o interés
sobre la materia para que trabajen cooperativamente en el logro de los objetivos.
‑ Se evalúan los objetivos mediante diferentes procedimientos de evaluación en
función de las características de los estudiantes.
‑ Hay diferentes fichas de trabajo en función del estilo de aprendizaje de los estudian‑
tes.
‑ Los alumnos tienen la oportunidad de repetir varias veces el control de la unidad
hasta que demuestren su aprendizaje.
‑ Todos han terminado las actividades y tareas planificadas de cada unidad en el
tiempo establecido.

D. Cuarto Nivel de Concreción Curricular


En este nivel se adapta el currículo establecido en el Tercer Nivel para aquellos alum‑
nos/as que presenten algún tipo de Necesidad Específica de Apoyo Educativo. La adap‑
tación puede darse a dos niveles:
‑ Adaptación curricular individualizada (ACI): se realizará con aquellos alumnos/as
que presenten un desfase curricular notable, es decir, alumnos con distinto nivel de
competencia curricular, motivado por una necesidad educativa especial o por un tras‑
torno grave del comportamiento. Es esta adaptación se adaptan todos y cada uno de
los elementos del currículo que veremos más adelante.
‑ Adaptación curricular individualizada poco significativa (ACI poco significativa):
tendrá la función de adaptar el currículo a aquellos alumnos/as con un leve desfase
curricular, y se centrará en algunos elementos curriculares, fundamentalmente las
Orientaciones Metodológicas, alguna/s actividades y algún/os Instrumentos de
Evaluación.

3. MEDIDAS DE ATENCIÓN INDIVIDUALIZADA


Importante La atención individualizada de los alumnos es un sistema que responde a las necesida‑
La atención individualizada no es des personales de crecimiento de los niños y adolescentes. Es un método que supone
sólo el seguimiento próximo del maximizar la capacidad de trabajo en equipo por parte de los profesores y que permite a
alumno en un sentido evaluativo las familias recibir la información más adecuada en cada momento.
sino la creación de estrategias por De acuerdo con lo establecido en el artículo 20.5 de la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de
parte de la Escuela que permiten a mayo, de Educación (BOE, 2006), al finalizar la etapa se elaborará un informe indivi‑
cada niño crecer al ritmo que más dualizado sobre el grado de adquisición de los aprendizajes, especialmente los que
se adecue a sus necesidades. La condicionen más el progreso educativo del alumno y aquellos otros aspectos que se
atención individualizada es así consideren relevantes para garantizar una atención individualizada. Se garantizará la
uno de los ejes fundamentales de confidencialidad de esta información al determinar las características de los informes
nuestro sistema pedagógico. y en los mecanismos de coordinación con la etapa educativa siguiente que se esta‑

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Cuerpo de Maestros. Educación Primaria. Temario. Vol. I

blezcan. Es decir, cuando los alumnos finalicen la Primaria, sus tutores deberán reali‑
zar un informe individualizado de cada uno de ellos en el que se tratarán las caracte‑ Sabías que...
rísticas individuales de ellos y su grado de adquisición de los aprendizajes para que
sus futuros profesores tengan la máxima información a cerca de sus alumnos y así En los Principios pedagógicos de
garantizar que estos van a tener la máxima atención individualizada en función de Primaria expuestos en el artículo 19
sus necesidades. de la L.O.E (BOE, 2006). se habla de
que en esta etapa se pondrá especial
La enseñanza individualizada se define como todo tipo de planes, sistemas y realizacio‑ énfasis en la atención a la diversidad
nes tendentes a adaptar la acción docente y los distintos elementos escolares a las dife‑ del alumnado, en la atención indivi‑
rencias individuales de los estudiantes. En especial, a los alumnos y alumnas que dualizada, en la prevención de las
presentan dificultades de aprendizaje, retraso escolar o necesidades educativas asocia‑ dificultades de aprendizaje y en la
das a discapacidad, altas capacidades y/o desigualdades de cualquier tipo que les difi‑ puesta en práctica de mecanismos de
cultan la consecución de los objetivos planificados. refuerzo tan pronto como se detecten
estas dificultades. En este artículo se
Las medidas de atención individualizada, desde esta perspectiva, suponen la elabora‑ destaca la importancia que tiene la
ción de adaptaciones curriculares que se alejen significativamente del currículo, es decir, atención individualizada. Los tutores
diseñar y desarrollar un plan individual que adecue los objetivos educativos y sus conse‑ y maestros tienen que llevar a cabo
cuentes procedimientos a las características del alumnado. este principio pedagógico en la
mayor medida que les sea posible.
4 ESTRATEGIAS DE ENSEÑANZA-APRENDIZAJE
Las estrategias de aprendizaje, son el conjunto de actividades, técnicas y medios que se Atención
planifican de acuerdo con las necesidades de la población a la cual van dirigidas, los La evaluación de las medidas de aten‑
objetivos que persiguen y la naturaleza de las áreas y cursos, todo esto con la finalidad ción individualizada se debe centrar
de hacer más efectivo el proceso de aprendizaje. Al respecto Brandt (1998, p. 12) las en evaluar la consecución del plan
define como, "Las estrategias metodológicas, técnicas de aprendizaje andragógico y individual desarrollado para los estu‑
recursos varían de acuerdo con los objetivos y contenidos del estudio y aprendizaje de la diantes, analizando si las estrategias,
formación previa de los participantes, posibilidades, capacidades y limitaciones persona‑ el tiempo, las actividades, los materia‑
les de cada quien". les, el método propuesto… son los
Como profesores todos nos hemos preguntado muchas veces, por qué ante una misma más adecuados o deben modificarse,
clase, unos alumnos aprenden más que otros. ¿Qué es lo que distingue a los alumnos que bien para ampliarlo, bien para
aprenden bien de los que lo hacen mal?. Existen muchas diferencias individuales entre aumentar el tiempo de consecución
los alumnos que causan estas variaciones. Una de ellas es la capacidad del alumno para (Cenoposiciones, 2011).
usar las estrategias de aprendizaje. Por tanto, enseñar estrategias de aprendizaje a los
alumnos, es garantizar el aprendizaje, el aprendizaje eficaz, y fomentar su independen‑ Importante
cia, (enseñarle a aprender a aprender). Por otro lado, una actividad necesaria en la mayo‑
ría de los aprendizajes educativos es que el alumno estudie. El conocimiento de estrate‑ La evaluación de las estrategias de
gias de aprendizaje por parte del alumno influye directamente en que el alumno sepa, enseñanza‑aprendizaje se deberá
pueda y quiera estudiar. centrar en la metodología empleada,
los contenidos mínimos y máximos,
Por tanto la importancia de una buena aplicación y manejo de éstas es más que sobrada. las tareas y actividades de aprendi‑
A los equipos docentes les compete seleccionar e implementar estrategias de enseñanza‑ zaje y la temporalización. Se trata de
aprendizaje que sean eficaces y adecuadas a la diversidad de sus estudiantes. Como mejorar el rendimiento de los alum‑
parte de la reflexión individual y grupal, deben evaluar los resultados del proceso educa‑ nos analizando los resultados encon‑
tivo con vistas a tomar decisiones de continuidad, mejora o cambio. trados en las evaluaciones de cada
Como sabemos existen una serie de estrategias educativas que han mostrado su eficacia, unidad. Los equipos docentes, en sus
como la enseñanza directa, los organizadores previos, la acción tutorial, el aprendizaje programaciones, deben incluir las
cooperativo, los deberes graduados por dificultad, el tiempo efectivo de estudio (Walberg estrategias y mecanismos necesarios
y Paik, 2000). Pero las estrategias educativas no funcionan de la misma manera para para que cada profesor pueda evaluar
todos los alumnos. Por ello, es necesario evaluarlas, seleccionando aquellas que pudieran la enseñanza diaria en el aula,
ser adecuadas a cada situación, a cada grupo de alumnos e, incluso, a cada alumno de teniendo en cuenta la opinión de los
forma individual. alumnos y de los compañeros (Ceno‑
posiciones, 2011).

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David Sánchez Teruel

5. PROCEDIMIENTOS DE EVALUACIÓN DEL ALUMNADO

Importante En el caso de los objetivos, al tratarse de capacidades muy generales, no son directa‑
mente evaluables, mientras que los criterios, al establecer el tipo y grado de aprendizaje
El profesorado debe distribuir que se espera que los alumnos hayan alcanzado con respecto a esas capacidades, se
secuencialmente los criterios de convierten en un referente más preciso. Los criterios de evaluación responden a las capa‑
cada ciclo en los cursos que lo cidades básicas de cada una de las áreas en cada ciclo y referidas a aquellos contenidos
componen. Por último, el maestro específicos que se consideran especialmente importantes para su desarrollo. Son, pues,
establecerá para cada Unidad indicadores sobre qué es lo que el alumno debe alcanzar.
Didáctica. Unos objetivos didácti‑
cos en los que se indiquen capaci‑ Los criterios de evaluación establecidos en el currículo no reflejan la totalidad de lo que
dades que específicamente se un alumno puede aprender, sino exclusivamente aquellos aprendizajes especialmente
pretender conseguir con los conte‑ relevantes sin los cuales el alumno difícilmente puede proseguir de forma satisfactoria,
nidos y se establecerá el grado de su proceso de aprendizaje. Para que los criterios de evaluación puedan cumplir con su
los aprendizajes. Esto exige que los función formativa es preciso disponer de puntos de referencia secuenciados que puedan
propios objetivos sean indicadores ser utilizados desde el comienzo del proceso, de modo que puedan identificarse posibles
observables del resultado de cada dificultades de aprendizaje antes de que se acumulen retrasos importantes.
unidad didáctica (U.D.). Al realizar la evaluación en la U.D. y disponer de objetivos didácticos directamente evalua‑
bles, utilizaremos éstos. Para evaluar al final del curso utilizaremos los criterios secuenciados
por el maestro y para evaluar el ciclo, los criterios que ha previsto la Administración.
La evaluación permite conocer qué han aprendido, cómo lo han aprendido, qué dificulta‑
des han encontrado los alumnos y qué errores se han detectado. La información propor‑
cionada por la evaluación permite conocer al profesor, pero también al propio alumno,
cuál es su situación de aprendizaje y, a partir de ello, tomar decisiones sobre la mejor
manera de continuar su proceso instructivo. La evaluación en Educación Primaria reúne
las siguientes características:
‑ Integral: contempla todos los ámbitos de aprendizaje y desarrollo del alumno: cogni‑
tivo, afectivo, moral, físico, social.
‑ Formativa: reorienta los procesos de enseñanza‑aprendizaje, pronosticando las posi‑
bilidades de cada alumno y orientado el proceso educativo.
‑ Criterial: informa y toma decisiones en función de los criterios conseguidos.
Atención ‑ Individual: toma decisiones teniendo en cuenta el punto de partida de cada uno, el
El clima del aula se entiende como proceso seguido y los logros alcanzados.
el conjunto de características psico‑ La evaluación de esta dimensión del proceso educativo debe centrarse en conocer si
sociales de un centro educativo, los procedimientos utilizados para evaluar el aprendizaje del alumnado son fiables y
determinado por todos aquellos válidos para identificar: el nivel de aprendizaje logrado, las estrategias y tiempo que
factores o elementos estructurales, han utilizado, las dificultades que han encontrado, las medidas de refuerzo o amplia‑
personales y funcionales de la ción, los criterios de evaluación y calificación, el tipo de pruebas y los informes de
institución que, integrados en un evaluación utilizados.
proceso dinámico específico
confieren un peculiar estilo o tono
a la institución, condicionante, a su 6. ORGANIZACIÓN Y CLIMA DEL AULA
vez, de los distintos productos
educativos. Se distingue del clima Las características y conducta tanto de los profesores como de los alumnos, la interacción
de clase, en cuanto que ésta, como de ambos y en consecuencia, la dinámica de la clase confieren un peculiar tono o clima
unidad funcional dentro del de clase distinto del que pudiera a derivarse variando alguno de estos elementos.
centro, está influida por variables
Gómez (2006) señala que el clima organizacional se puede evaluar a través de las percep‑
específicas de proceso que inciden
ciones que tienen los profesores y alumnos acerca de la organización y relaciones estable‑
en un contexto determinado
cidas en el aula en función de varias dimensiones: autonomía, confianza, cohesión,
dentro de la propia institución.

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Cuerpo de Maestros. Educación Primaria. Temario. Vol. I

apoyo, justicia, innovación, etc. Su importancia radica en que un clima positivo facilita la
consecución eficiente de los objetivos y la creación de grupos cohesionados dispuestos a Importante
ayudar a sus compañeros y a crear una convivencia pacífica.
La evaluación sistemática del
Su importancia radica en que un clima positivo facilita la consecución eficiente de los clima debe identificar las caracte‑
objetivos y la creación de grupos cohesionados dispuestos a ayudar a sus compañeros y a rísticas negativas, deficiencias y
crear una convivencia pacífica. Por todo ello, es esencial conocer y valorar el clima del fuentes de problemas. El diseño de
aula, pues permitirá, en caso de necesidad, un diseño adecuado de programas de inter‑ un programa de intervención exige
vención dirigidos a la mejora de las condiciones en el aula. Aunque existen multitud de tener en cuenta las dimensiones
instrumentos y recursos disponibles para proceder a realizar esta evaluación los docentes del clima, los elementos que lo
pueden elaborar sus propios instrumentos, adaptados y adecuados a las características determinan (participación, lide‑
específicas de su aula o de su centro. razgo, conflictos, cambios, etc...).
El perfeccionamiento y mejora del
Los efectos del clima en el rendimiento de un Centro Educativo hacen que sea conside‑ clima exigirá modificar las condi‑
rado un elemento fundamental del mismo. Lograr un clima adecuado debe constituir ciones de aquellos elementos insti‑
una preocupación básica para alcanzar los objetivos educativos. La evaluación y diagnós‑ tucionales, determinantes de las
tico del clima escolar y de clase, además de otros elementos de la institución, represen‑ características del clima valoradas
tan funciones esenciales para un diseño adecuado de programas de intervención dirigi‑ negativamente. Los cambios
dos al perfeccionamiento y mejora de las condiciones de los Centros, basándose en pueden afectar a la organización,
criterios objetivos y racionales. en general, al sistema de comuni‑
cación, a los procedimientos de
7. APROVECHAMIENTO DE LOS RECURSOS control, al sistema de relaciones
establecido entre el personal del
A pesar de que se tiende a pensar que la cantidad de recursos incide directamente en la Centro (profesores, directivos,
calidad educativa, no es tanto la cantidad como el uso, la utilidad y la adecuación de los alumnos,...), al profesorado y, en
recursos disponibles a los objetivos curriculares. general, a cualquier elemento insti‑
tucional (estructural o dinámico)
En muchos casos, la elaboración de materiales supone analizar y evaluar materiales del
en cuanto contribuye en mayor o
entorno (piedras, hojas, ladrillos, animales, instalaciones deportivas, parques, museos…);
menor grado a crear un determi‑
libros de texto de diferentes editoriales; juegos educativos y didácticos; programas informáti‑
nado tono o ambiente (Cenoposi‑
cos; etc. Carrasco, Javaloyes y Calderero (2007) afirman que la necesidad de medios materia‑
ciones, 2011).
les se justifica en el principio de facilitar el trabajo de los alumnos para que no necesiten cons‑
tantemente la presencia física del profesor, por ello el que más facilita el trabajo
independiente y en equipo de los alumnos es el material que elabora el equipo docente.
Los recursos en educación primaria deben ser usados para apoyar el desarrollo de niños
y niñas en aspectos relacionados con el pensamiento, el lenguaje oral y escrito, la imagi‑
nación, la socialización, el mejor conocimiento de sí mismo y de los demás, los materiales
didácticos han ido cobrando una creciente importancia en la educación contemporánea.
Las memorizaciones forzadas dejaron de ser métodos viables hace mucho tiempo, dando
paso a la estimulación de los sentidos y la imaginación.
Antes parecía que todo aquello que tuviera apariencia lúdica era desechable para el
aprendizaje, hoy vemos que sucede todo lo contrario. Diversos autores opinan (MEC,
2011) que los nuevos planes pedagógicos a nivel internacional incluyen el valor lúdico
como fundamental en el proceso de la enseñanza. ¿Cómo utilizar esta tendencia?. Cabe
hacerse la pregunta, sobre todo cuando sabemos que no todos los colegios disponen de
medios para satisfacer su propia demanda de material didáctico. Suplir la falta de recur‑
sos con creatividad es el desafío. Lo que sí es cierto, es que los materiales didácticos se
han validado lo suficiente como para ser cada vez más necesarios en la enseñanza.
Se recomienda al docente diversas web de interés (MEC, 2011, Redred, 2011) con amplia
diversidad de recursos para la educación primaria, donde se exponen de forma secuen‑
ciada y muy didáctica que tipo de recursos podemos utilizar e función del nivel o curso
de nuestros niñas y niños.

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David Sánchez Teruel

8. MECANISMOS DE RELACIÓN CON LAS FAMILIAS Y


COORDINACIÓN ENTRE LOS PROFESIONALES
IMPLICADOS
La implicación de los padres en el proceso escolar de sus hijos es una estrategia eficaz
que repercute en el aprendizaje, actitud y expectativas sobre el futuro educativo de los
alumnos. De hecho, la investigación sobre eficacia escolar pone de manifiesto que «el
aprendizaje aumenta cuando los centros escolares animan a los padres a estimular el
desarrollo intelectual de sus hijos» (Walberg y Paik, 2000, p. 7). Cuando hay cooperación
Sabías que... entre profesores y padres pueden modificarse las condiciones educativas del ámbito
familiar, y mejorar así los resultados educativos de los hijos.
El Plan de acción tutorial recoge
de forma explícita las relaciones Se deben establecer, pues, mecanismos de relación bidireccional con la familia en la que
que deben establecerse y mante‑ los profesores transmiten información sobre los objetivos, métodos y contenidos curricu‑
nerse con las familias. Asimismo, lares, así como orientación sobre su actuación en casa, y los padres explican a los profeso‑
deben incluirse los mecanismos de res cómo es su hijo y qué expectativas tienen sobre él. Es importante que haya un
evaluación de estas relaciones. En compromiso mutuo en objetivos comunes compartidos. Los centros y, particularmente,
este sentido, es esencial que el los tutores deberán utilizar recursos para integrar a los padres de los alumnos en el
tutor sea capaz de realizar un proceso educativo de sus hijos (Cenoposiciones, 2011).
proceso de reflexión y autocrítica
Las familias pueden encontrarse muy implicadas y querer participar en el proceso de
para reconocer y analizar en qué
aprendizaje de sus hijos, pero si los docentes no se muestran receptivos con ellas, las
medida ha sido promotora o, por
relaciones no fluirán correctamente. Dado que se trata de un proceso de reflexión
el contrario, limitador de las rela‑
complejo, es útil contar con el apoyo de un miembro del equipo que ayude en esta refle‑
ciones con las familias.
xión y participe en la búsqueda de estrategias que permitan optimizar la participación e
implicación de los padres y madres en los procesos educativos. (Cenoposiciones, 2011)
La escuela es una comunidad compuesta por múltiples agentes que, unidos por una
función educativa, suman sus esfuerzos para promover el aprendizaje de los alumnos:
Recuerda maestros, tutores, equipo directivo, servicios psicopedagógicos escolares de sector, espe‑
Finalmente, los orientadores y cialistas en atención a la diversidad, inspección, etc. Todos ellos son los elementos activos
especialistas de los servicios psico‑ que realizan o estimulan la educación.
pedagógicos escolares de sector, En definitiva, las acciones de la comunidad profesional deben estar promovidas por unos
así como la inspección educativa, mismos principios, coordinadas y dirigidas a unos mismos fines, conocidos y consen‑
son recursos técnicos personales suados, sus funciones delimitadas pero coordinadas para que, juntos, se trabaje por una
imprescindibles que deben coordi‑ escuela eficaz y eficiente. Es importante, pues, evaluar la coordinación entre los profesio‑
nar, apoyar y dinamizar la innova‑ nales a través de la conexión y relación entre los órganos y las personas responsables en
ción de los planes junto con la el centro de la planificación y desarrollo de la práctica docente. Además de la coordina‑
adaptación a las necesidades ción entre profesores de ciclo, entre profesores de diferentes ciclos y entre profesores de
educativas del centro y de los estu‑ diferentes etapas, la coordinación debe plantearse también de forma triangular: desde la
diantes en función del Proyecto Dirección al profesorado y al servicio psicopedagógico escolar de sector. Varios docu‑
educativo planteado. La evalua‑ mentos del centro (Proyecto Educativo, programaciones) pretenden ser las guías coordi‑
ción también debe revisar las redes nadas que orienten la acción educativa en buscan de los objetivos de final de etapa. En la
de comunicación y coordinación medida en que haya congruencia, participen de sus principios, y que estos sean conoci‑
interna, buscando una organiza‑ dos y revisados, habrá una mayor coherencia y una mejor adaptación a las necesidades
ción funcional, útil, dinámica y de los alumnos, que se traducirá en una mayor eficacia de los procesos de enseñanza y,
adecuada. (Cenoposiciones, 2011) en consecuencia, un mejor aprendizaje de los alumnos.

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Cuerpo de Maestros. Educación Primaria. Temario. Vol. I

9. GUIÓN- RESUMEN
El presente tema se inicia con un repaso de los conceptos básicos sobre la evaluación
educativa que permita utilizar adecuadamente los distintos términos relacionados con la
evaluación. Los profesores, partícipes interesados, deben ser capaces de diseñar e imple‑
mentar un Plan de evaluación sobre sus propios procesos y prácticas de enseñanza que
les permita orientar su mejora. El Plan de evaluación (documento en el que se recoge la
información sobre para qué, qué, cómo y cuándo evaluar) se estudia en el epígrafe sobre
evaluación de los procesos de enseñanza y de la práctica docente, hilo conductor que
engloba el resto de apartados del tema. Cada uno de ellos se inicia con una breve concep‑
tualización para, posteriormente, indicar los aspectos que deberían evaluarse en las
dimensiones del proceso de enseñanza: adecuación de la programación, medidas de
atención individualizada, estrategias de enseñanza‑aprendizaje, evaluación del alum‑
nado, organización y clima, recursos, relación con las familias y coordinación entre los
profesionales implicados.

10. BIBLIOGRAFÍA
‑ Bisquerra, R. (1987). Introducción a la estadística aplicada a la investigación educativa
Barcelona, PPU.
‑ BOE (2007). Orden ECI/2211, de 12 de julio, por la que se establece el currículo y se
regula la ordenación de la Educación Primaria. BOE, 173 de BOE de 20 de julio, pp.
31487‑31576
‑ Brandt, M. (1998). Estrategias de evaluación. Barcelona: España
‑ Carrasco, J. B., Javaloyes, J. J. y Calderero, J. F. (2007). Como personalizar la educa‑
ción. Una solución de futuro. Madrid: Narcea.
‑ Calleja, S. (2006). Programación Didáctica. Educación Física Secundaria. Madrid. CEP.
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tions/EducationalPracticesSeriesPdf/prac03s.pdf

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