Pediatra Ante La Muerte Del Niño QUAIN
Pediatra Ante La Muerte Del Niño QUAIN
Pediatra Ante La Muerte Del Niño QUAIN
El pediatra frente
a la muerte de un niño
Introducción a los cuidados paliativos pediátricos
DR. JORGE QUIAN 1
INTRODUCCIÓN
Como expresa Miguel Ortiz (1): “No se prepara el médico en la Facul-
tad de Medicina para el problema de la muerte. Ni siquiera para el de
la vida, a menos que aceptemos definirla como mera biología. Quie-
nes más conocen de ésta son poetas y filósofos; sin embargo se ha deja-
doelproblemadelamuerteenmanosdelosmédicos”.
Esto sucedía de otras formas no hace tanto tiempo. El médico
informaba que el paciente iba a morir, pero eran los sacerdotes y los
familiares los que lo acompañaban. Hoy casi siempre el niño que
muere lo hace en una unidad de terapia intensiva, alejado muchas
veces de su familia.
Esto que en ocasiones puede ser justificado (por ejemplo frente
a un accidente), muchas veces solamente traduce el empeño de los
médicos en combatir algo inevitable.
En la sociedad moderna es esperable que los hijos sobrevivan a
los padres.
Sin embargo en Uruguay murieron, en el año 2002, 942 meno-
res de 15 años.
Fueron 708 menores de 1 año, 104 niños entre 1 y 4 años, 63 en-
tre 5 a 9 años y 67 entre 10 y 14 años (2).
Seguramente en el año 2002 hubo más niños muertos en Uru-
guay que niños con síndrome urémico-hemolítico o con fiebre reu-
mática o con otras enfermedades de amplia difusión pediátrica. Pe-
ro probablemente muchos de los que enfrentaron esas muertes te-
nían escasos conocimientos del tema.
Según cálculos realizados en países desarrollados, en una co-
munidad de 250.000 habitantes donde exista una población pediá-
trica de aproximadamente 50.000 niños, en cada año habrá unas 5
muertes por enfermedades como cáncer (dos niños), cardiopatías
(uno), otras de causa variada (dos); a su vez es probable que 50 ni-
ños tengan una enfermedad que pueda limitar sus vidas, la mitad
de los cuales necesitará cuidados paliativos (3). Estos cálculos segu-
ramente son distintos en los países subdesarrollados donde mueren
niños en relación no con enfermedades sino con la pobreza.
Pero, además importa saber qué es lo que los padres desean ha-
cer en cuanto a la intensidad de las medidas terapéuticas con el ni-
ño. El autor de este capítulo cree que los médicos, en nuestro medio,
damos poca participación a los padres en cuanto a las medidas tera-
péuticas que se aplican en un niño que está por morir.
No se han desarrollado con intensidad en nuestro medio para el
ámbito de la pediatría los cuidados paliativos. Hay esfuerzos perso-
nales valiosos, pero es claro que esto tiene que ser parte de un equi-
po multidisciplinario en el que no solamente intervengan profesio-
nales del área de la salud.
Así se podrá, por ejemplo, evaluar las necesidades terapéuticas
y espirituales de un niño con una enfermedad terminal.
En niños que viven con un proceso que es una amenaza para la
vida, los profesionales que lo cuidan están obligados a garantizar
que sólo se utiliza la tecnología médica cuando los beneficios para el
niño superan los inconvenientes.
Todo esto, obviamente, no puede ser tarea de una sola persona,
el pediatra, quien además no ha tenido formación para la resolución
de esta temática.
El primer paso, pues, será la creación de equipos capaces de de-
sarrollar los cuidados paliativos pediátricos. Esta tarea puede estar
encomendada a quienes trabajan en unidades de cuidados intensi-
vos, tanto neonatales como pediátricas, a especialistas en el trata-
miento de enfermedades crónicas (oncólogos, etcétera) pero sin ol-
vidar al médico de atención primaria, al que muchas veces se des-
plaza cuando el paciente es hospitalizado.
Pasatiempo
Cuando éramos niños
los viejos tenían como treinta
un charco era un océano
la muerte lisa y llana no existía
Cuando muchachos
los viejos eran gente de cuarenta
un estanque era un océano
la muerte solamente una palabra
Ya cuando nos casamos
los ancianos estaban en cincuenta
un lago era un océano
la muerte era la muerte
de los otros
Ahora veterano
ya le damos alcance a la verdad
el océano es por fin el océano
pero la muerte empieza a ser
la nuestra.
Mario Benedetti
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
1. Ortiz M. La muerte para principiantes. En: Apuntes Médicos 1995; 12: 2-3.
2. Universidad de la República (Uruguay). Facultad de Medicina. Programa
Ciclo Materno Infantil. Montevideo: Facultad de Medicina, abr. 2004.
3. Goldman A. ABC of palliative care. Special problems of children. BMJ 1998;
316: 49-52.
4. Aries P. L'homme devant la mort. Paris: Editions du Seuil, 1977.
5. Vidart D. La muerte del niño y el papel del médico. Seminario; 1986 abr 12;
Montevideo, Uruguay.
6. Roccatagliata S. Un hijo no puede morir. Santiago [Chile]: Grijalbo, 2000.