PRINCIPALESi NTERACCIONESDEBILES
PRINCIPALESi NTERACCIONESDEBILES
PRINCIPALESi NTERACCIONESDEBILES
Tema
Principales Interacciones Débiles
Alumna
Docente
Fecha
El efecto hidrofóbico no sólo puede verse en la repulsión entre aceite y agua, sino que va
mucho más allá trasladándose a la organización biológica. El proceso de ensamblaje se
produce en mayor medida bajo control termodinámico. Es decir, que representa una búsqueda
por cada molécula estructural de su estado de potencial químico más bajo. Además, este
efecto es el responsable de que se produzca un ensamblaje entre las membranas de las células
y los compartimentos intracelulares. El hecho de que no existan suficientes fuerzas de
atracción genera membranas fluidas y capaces de deformarse.
Sin embargo, el plegamiento espontáneo de las proteínas tiene que ver con enlaces polares
dirigidos, lo que lleva a estructuras de mayor rigidez. La organización intercelular
probablemente involucra enlaces polares entre las proteínas de la superficie celular.
Puentes disulfuro
En las proteínas, la formación de puentes disulfuros entre cisteínas es muy importante para
el plegamiento e integridad de la estructura terciaria y para la regulación de diversos procesos
metabólicos.
La forma del cabello, liso o rizado, depende de la manera en que se establezcan los puentes
disulfuro entre las moléculas de queratina. En los cabellos lacios los puentes disulfuro entre
las alfa-hélices de la queratina se establecen al mismo nivel, mientras que en los cabellos
rizados los puentes establecen uniones entre regiones que se sitúan en diferente nivel, como
cuando abrochamos mal los botones de una chaqueta.
Estos puentes unen un aminoácido con el siguiente en la cadena. son enlaces muy resistentes,
y sólo es posible romperlos cuando se tratan con ácidos o con bases fuertes, romper estos
enlaces provoca daños irreversibles en el cabello.
Puentes salinos
Cuando los electrones salen de una semicelda de la pila galvánica y fluyen a la otra, se
establece una diferencia de potencial entre ellas. Si no se utilizara un puente salino, esta
diferencia de potencial evitaría el flujo de más electrones. Un puente salino permite el flujo
de los iones para mantener un equilibrio en la carga entre los recipientes de la oxidación y la
reducción mientras mantiene separado el contenido de cada uno. Con la diferencia de carga
equilibrada, los electrones pueden fluir una vez más, y las reacciones de reducción y
oxidación pueden continuar. En general, es preferible mantener las dos celdas separadas
desde el punto de vista de la eliminación de las variables en un experimento. Cuando no se
permite el contacto directo entre los electrolitos, no es necesario tener en cuenta las posibles
interacciones entre las especies iónicas.
La técnica permite, más concretamente, la libertad de elección de los iones en solución. Por
ejemplo, una mezcla de dos cationes diferentes en la solución podría resultar en la reducción
preferencial del no deseado para los fines del experimento. Con un puente salino, el catión
deseado (átomos positivo) está aislado en un recipiente, mientras que el catión en el otro
recipiente puede ser elegido para hacer el experimento más fácil, por ejemplo, utilizando una
sal de la especie aniónica (negativa) más soluble, o más estable.
Algunas de sus funciones son permite el contacto eléctrico entre las dos soluciones de las
semiceldas, mantiene la neutralidad eléctrica en cada semicelda, evita que se mezclen las dos
soluciones.
Puentes de hidrogeno
En un enlace de hidrógeno tenemos que distinguir entre el átomo DADOR del hidrógeno
(aquel al que está unido covalentemente el hidrógeno) y el ACEPTOR, que es al átomo de O
o N al cual se va a enlazar el hidrógeno.
La energía del enlace de hidrógeno depende del ángulo de enlace; es máxima cuando los tres
átomos (dador-hidrógeno-aceptor) están alineados y disminuye cuando se disponen en
ángulo. Es un enlace muy direccional, aunque pequeñas variaciones de hasta 20º no tienen
demasiada importancia. Por último, la energía de un enlace de hidrógeno depende de los
aceptores y dadores. De mayor a menor energía de enlace tenemos las siguientes
posibilidades.
En condiciones óptimas la energía de un enlace de hidrógeno puede alcanzar unos 23 kJ/mol
(unas 15 veces más que la energía de las fuerzas de dispersión de London). La fuerza
relativamente alta de estos enlaces y su direccionalidad hacen que sean muy importantes en
la estructura de las macromoléculas. Un ejemplo bien conocido es el emparejamiento de
bases en el ADN.
Bibliografía