Historia de La Sopa Chola

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José Rivas

HISTORIAS DE CAÑETE
Mi Valle Bendito

Setiembre, 2023.
Carnaval Negro
Para pagarles lo que sé,
caminaré por las calles de mi pueblo.
Solo así, renaceré.
Caitro Soto

Son las siete de la mañana.


Todo era habitual hasta la salida 132. El vehículo gira a la izquierda y Rutty se
encontró en una gran congestión.
Abrió la cartera, y sacó el celular.
-Sí, señora. Buenos días. Dígame usted –fue la diligente respuesta.
-Buenos días, Comisario. La carretera esta congestionada a la altura del puente
de Cerro Azul. ¿Qué pasa? No me diga que usted recién se entera. Por favor,
soluciónelo rápido. Tengo una reunión en mi despacho en media hora con los
productores agrícolas y debo llegar para preparar la agenda.
-Sí, señora.
Para Rutilia Meza, fue una respuesta muy burocrática. Ese: “Si, señora”, sonó a
cachita fina, como si no conociera el tonteo en la orden y en los mandados; ella
que antes había sido Congresista de ese ineficiente Parlamento. Pero era una
mujer de armas tomar; por algo, era ahora la autoridad más importante de la
Provincia de Cañete. Bajó, y se puso a caminar. Sabía que al otro lado del
barullo, encontraría un taxi, una kombi, una moto o lo que fuera, y llegaría pronto
a su oficina.
* * *
Los que luego contarían esta historia, dirían que después del fin de semana, era
un lunes como cualquier otro. Solo que en la noche anterior, las calles y la Plaza
habían desbordado hasta la madrugada con el “Carnaval Negro” del fin de
semana. La gente se había preparado en sus corazones. Claro. ¿Cómo no? Si
lo negaban en abiertas discusiones callejeras hasta el mediodía del sábado,
parecía que nadie quería colaborar. Parecía que nadie iba a participar. Todo fue
que ese colorido grupo de jóvenes danzantes se reuniera al final de la calle
antigua para ver como arrancó el ritmo de cajones y guitarras, de castañuelas y
quijadas de burro. ¡Con que furor iniciarían el pasacalle y la comparsa! La gente
no resistió más. Salieron a la calle a aplaudir, a vivar y a cantar, detrás de sus
hijos y nietos, que ya estaban en el festejo.
Cuando acabó poco después de medianoche, en las esquinas humeaban las
brasas de los carbones mal apagados, donde horas antes las vivanderas habían
preparado los anticuchos, las tripitas, y bien en secreto, las preciadas presas del
riquísimo “conejo de techo”. ¡Vaya a saber, señores, sino tiene Cañete, sus muy
finos y preciados sabores!
Pero ahora es lunes, y el camión de la Bajapolicía, pasa temprano para hacer su
trabajo y recoger los bastones y polvorines descargados en la jornada anterior.
Es ahí, donde los que cuentan esta historia no coinciden, pues algunos dicen
que “el negro” salió del cementerio japonés, y los más escépticos, que bajó del
ETUCSA en la esquina de la Posta, porque “el negro”, decían, descansaba en
Lima, donde descansan “los Grandes de la Patria”.
Lo reconocieron de inmediato. Todo fue que el camión de la Bajapolicía volteara
por la misma esquina, y de un salto, lo vieron tomar el triángulo del camión, que
su ahijado, el viejo Jonás, le cedió sin reclamos y hasta con apreciable ternura.
Era curioso, el sonido de la Bajapolicía a esa hora. La bandurria carnavalera que
siguió a continuación. Si, señores, ¡San Luis en sus calles, detrás del camión de
la Bajapolicía! Y ya saben todos ustedes, la que se armó, cuando llegaron
nuevamente, a la Posta Médica.
* * *
Desde la esquina, doña Rutilia Meza, ve a la muchedumbre que rodea “al negro”.
Hace rato que no ve a la gente en sus carros. Ahora sabe dónde están.
A su lado, el Comisario y los policías sonríen. No es para menos. Si hasta Dios
les sonríe desde cielo, porque para ser una cálida mañana de Febrero, hay
vientos frescos y una gran nube en el cielo que protege la comparsa.
Si hasta la Pachamama y los Apus, parecían bailar.
- ¿Porqué? -dijeron entonces, los viejos.
Porque ya eran como las ocho y treinta, cuando se movió la tierra…
Duró unos breves segundos, cuando terminó, “el negro” estaba solo en la
esquina de la Posta.
Ella, dijo, sencillamente: “Atrápenlo, y guárdenlo. Más tarde voy a averiguar para
que ha venido”.
Pero la gente del pueblo, al enterarse lo que había pasado, hicieron vigilia desde
esa hora. Querían que salga. Tocaron guitarras. Sonaron cajones y quijadas.
Cantaron, bailaron y parecía una gran jarana criolla de nunca acabar, hasta que
se cansaron a la medianoche y se fueron a descansar en sus hogares.
* * *
La puerta de la celda se abre, y por fin se encuentran Rutty y “el Negro”.
-Se quién eres. Lo que no entiendo es para qué has venido. De qué sirve todo
este barullo a la gente. Te sientes cañetano. ¿Esa es tu fe? Mira, ya se fueron.
Fue una jaranita más. Mañana regresaran a ser los mismos de siempre. Esta
noche soñaran lo mismo, tal vez, con algo más de alegría.
¿Fue por eso que viniste? Pues, si es así, ¿viste? te equivocaste, nadie necesita
ser feliz. A los niños les basta estudiar y a los hombres trabajar. Así de simple.
¿No ves que tu estatua jamás fue levantada en la Plaza de Armas de Cañete?
La alegría no sirve.
Alguna vez dijiste que “se baila tanto como se ama”. No es cierto. ¿Por qué
confundes a la gente? El amor se acaba antes que la vida, que es para ganar
plata, “negro zonzo”. ¿Cómo puedes ser tan ciego? “¡Se ama tanto como se
baila! ¡Jah!”.
-Ahora, dime, qué vas a hacer, ¿el amor te va a sacar de este lugar, bailando?
Silencio. Se dio cuenta del silencio.
Lo habían visto bailar, pero no hablar. Y terminó por conmoverse de esa
indefensa humanidad frente a ella. Así que, no se sorprendió mucho, al
escucharse decir: “Vete”.
De algún lugar, ambos escucharon el contrapunteo de una guitarra. “El negro”
se puso de pie, cogió las manos de ella, las beso respetuosamente, y salió
bailando.
Breve Historia de «La Sopa Chola»

La Sopa Chola es un plato típico peruano que alcanzó resonancia cultural en


nuestra gastronomía local en los albores del siglo XX, como resultado de una
evolución natural de más de un siglo y de la fusión de las comidas de la costa y
de la sierra en el valle del río Cañete, con un mestizaje dialéctico que se refleja
en sus ingredientes y en su adorable presentación, con sus sabores picantitos,
dulces y saladitos, logrados luego de un histórico proceso que culmina cuando
en la preparación, los fideos reemplazan a la papa sancochada.
La inmigración italiana, atraída por la bonanza económica que sostenía al país
antes de 1880, por los buenos precios de la minería, la bonanza del caucho, así
como también del guano y el salitre; es el elemento culminante del mestizaje
gastronómico de este potaje. Para esta época -y a pesar del estado de guerra-,
era notoria la presencia de inmigrantes italianos, incluso en la denominada “Boca
del Río” en Cañete, donde se fabricaban fideos artesanalmente o “en casa” para
venderlos al peso en las pulperías, bodeguitas, mercados, mercerías, bares,
cafés y otros comercios.
Por sus características comerciales, y la marcada afluencia del público desde la
época de la colonia, fue en una pulpería donde se la prepararía por primera vez
y se la nombraría como: “La Sopa de los Cholos”, o “Sopa Chola”, tal como la
conocemos hasta hoy, Los historiadores de la época, coinciden en señalar que
para fines del siglo XIX, esta clase de comercios estaba mayoritariamente a
cargo de inmigrantes italianos.

Es importante señalar a las pulperías y a los italianos, porque con ellos se crea
el ambiente natural que le dará vida y forma definitiva a la “Sopa Chola”, al
agregarle los fideos al plato, para servirla “a los Cholos”, que compraban
especerías en las pulperías, cuando comían o libaban, y después tenían
hambre. Hasta entonces, era un plato “de entrada” o un encantador “plato
entremés”, un plato para los cholos que no era complicado preparar.

Y en la trastienda de la pulpería, eran también “los Cholos” y los “Zambos”,


quienes ejercían las labores en la cocina de estos comercios, aprendiendo a
fusionar sabores, a crear y preparar platos todos los días para parroquianos de
paladares tan exquisitos, como el peruano; para luego, en “un abrir y cerrar de
ojos”, hacerlos en sus propios hogares.
Al aderezar el plato en casa, los “Cholos” tomaron prudente distancia de la cocina
italiana, para añadirle lo nuestro, agregándole sabiamente la carne de ave de
corral, luego de aderezarla y guisarla; y antes de echarle los fideos, con un breve
hervor, para servirla “al dente”. Ahora, los “Cholos” la habían subido de categoría,
desde ese momento, ya era un “plato de fondo”.
Fue tan grata la experiencia en todas las mesas donde se servía, que sin mucha
bulla ni aspavientos, dejó de ser un plato comercial para dejar ese espacio a los
demás platos criollos. Y no decimos esto por presunción, es bueno aclararlo. Es,
y siempre lo será: el plato conmemorativo, festivo, solemne, y en algunos casos,
hasta ceremonial; porque su sola presencia en la reunión de los comensales era
parte del protocolo que los habrá reunido. Por eso, al día siguiente del ágape, en
las calles, los asistentes aclararán a los vecinos la única duda pendiente de la
reunión: si fue “de pavo* o ¨*de gallina”.
Con el paso de los años, y sin excluir tan apreciadas aves del potaje, le han
añadido sabiamente el toque de glamour, al agregarle tan fino crustáceo, para
servir una exquisita “Sopa Chola con Camarones”.
A lo largo de su historia, la «Sopa Chola» es un plato típico que ha dado realce
a la pasta italiana en la cocina peruana; pues en la preparación del potaje han
participado los fideos: Spaguetti (en los albores de su historia, fines del s. XIX),
Fetuccini (o de cinta, hasta la década de los noventa) y Tallarín (en la
actualidad).
En consecuencia, la «Sopa Chola» es el resultado del proceso histórico del
mestizaje social en nuestra cultura gastronómica, integrando nuestra peruanidad
de manera fina y exquisita, reuniéndonos de manera festiva y promoviendo la
crianza de las aves de corral y el honorable trabajo del hombre del campo.
Ahora, ya todos sabemos cuál será el plato que engalanará las mesas en el
distrito de Lunahuaná y en los pueblos ribereños de la provincia de Cañete, el
día del Bicentenario, que será una fecha memorable porque nos servirá para
reflexionar sobre la nacionalidad que hemos heredado y por la cual muchos
hombres y mujeres ofrendaron sus vidas, en aras de la libertad, la paz y la justicia
social que muchos de ellos no gozaron en su tiempo, pero que nos la
obsequiaron generosamente en 1821.
En esta histórica evolución, hubo momentos que añadieron sabores y marcaron
trascendencias a nuestra peruanidad y al potaje:
• El 03 de diciembre de 1854, la “Sopa de los Cholos” debió de servirse con mucho
fervor en las pulperías y en los caseríos de las haciendas costeras del sur
cercano a la Capital, pues ese día el Presidente del Perú, Mariscal, don Ramón
Castilla y Marquesado, firmó la abolición de la esclavitud para la gente de raza
negra. Aunque las cocineras eran mulatas, negras, mestizas e indias, eran los
Cholos los que atendían la mesa del amo, del dueño de la finca o de la hacienda,
por eso se referían de esta manera: “Vamos a comer de esa Sopa de los Cholos,
que el año pasado estuvo muy buena. ¡Ah, y luego vamos a tomar el pisco de
los Cholos! ¡A ver qué tal les salió este año!
• Agosto de 1883. Los chilenos llegan a Lunahuaná entrando por la pampa “Santa
Rosa” del Anexo Condoray. Toman el pueblo y lo saquean, armando su cuartel
en la Iglesia. Después de un día, parten persiguiendo a la montonera de
Cáceres, que finalmente los aniquilaría en la quebrada de Jacaya. Un antiguo
mito de la época sugiere que antes de partir, las cocineras les prepararon la
“Sopa Chola” con piñón, un poderoso laxante natural que surte efecto dos horas
después de ingerirlo.
• 28 de Julio de 1921. En el Palacio de Gobierno se celebra el banquete por el
Primer Centenario de la Independencia del Perú, evento al que asistieron los
Presidentes y Jefes de Estado de toda América. El brindis de honor se hizo con
el pisco “El Sol” de Lunahuaná, ganador del certamen nacional organizado para
realzar este evento y nuestra bebida bandera.
• 1924 – 1928. El Presidente Augusto B. Leguía dispone la construcción de los
canales de irrigación de Imperial (hoy Nuevo Imperial) donde trabajarán Cinco
mil conscriptos del ejército. También participan del proyecto pobladores de toda
la cuenca del río Cañete, siendo la obra que por su envergadura, dejaría como
legado un mestizaje cultural que trascendería a lo largo del siglo XX, creando
una nueva identidad con instituciones, tradiciones y nuevas costumbres a la
provincia.
• Enero 1937. El sagrado lienzo con la réplica de la venerada imagen del “Señor
de los Milagros# es recibido en la Iglesia Matriz “Santiago Apóstol” de
Lunahuaná. El alcalde lo proclama Patrono Jurado del Distrito. Desde entonces,
todos los años, en la Plaza de Armas, se celebrará la “Fiesta del Señor de los
Milagros” el último domingo de Enero. El pueblo participaría con su religiosidad
y armaría sus “ranchitos” con cañas de guayaquil y esteras de caña brava, para
que las Cocineras preparen la Sopa Chola para los devotos, los visitantes y el
pueblo en general. El 25 de Noviembre del mismo año, un grupo de devotos
suscribe el acta de fundación de la Sociedad del Señor de los Milagros de
Lunahuaná.
Desde entonces, esta celebración religiosa ha sido la más importante en la
historia del Distrito de Lunahuaná, pues reuniría a las familias para compartir un
hermoso día de reencuentro con su fe, su tradición y con el plato típico de
bandera.
• Octubre 1988. Don Daniel De la Cruz Basurto, alcalde de Lunahuaná organiza
el Primer Festival del Níspero, inaugurando la era del desarrollo turístico de la
zona. El evento fue un gran éxito y la gente se deleitó con la Sopa Chola.
• Febrero 1989. Don Daniel De la Cruz Basurto, alcalde de la Lunahuaná organiza
el Primer Festival de la Uva, el Vino y el Canotaje. El evento fue un gran éxito y
la gente se deleitó con la Sopa Chola.
• 1993, 13 de Julio. Mediante Acuerdo de Sesión del Concejo Provincial, se
declara al Distrito de Lunahuaná: “Capital Turística de la Provincia de Cañete”.
• 2018. En el Distrito de Lunahuaná, el día domingo 04 de Febrero del 2018, se
celebró el Festival Gastronómico “La Sopa Chola Más Grande del Mundo”, que
midió 171.70 metros, abarcó tres calles de la Plaza de Armas y se sirvió para
2,924 convidados.
El evento concitó la atención de la prensa nacional e internacional (canal
TELEVISA), las redes sociales, los turistas y los pobladores de la provincia de
Cañete.
• 2018. En solemne sesión del Concejo Distrital, el día miércoles 16 de Mayo se
aprobó por el Acuerdo de Concejo Municipal No. 016-2018-MDL, la creación del
Festival Gastronómico de la Sopa Chola de Lunahuaná. En la misma sesión se
reconoció a la Sopa Chola como “Plato Típico de Bandera” y “Patrimonio Cultural
Inmaterial del Distrito de Lunahuaná”.
• Julio/Agosto 2019. Juegos Panamericanos de Lima. Sede: Lunahuaná.
Competencia Kayak Slalom. En esta fecha especial, la Sopa Chola se servirá en
los Restaurantes y Hoteles acreditados.
• 2021. Año del Bicentenario. El 28 de Julio (Creación Política del Perú) y el 04 de
Agosto (Creación del Distrito de Lunahuaná). En esta fecha especial, en
Lunahuaná, se servirá la Sopa Chola en los Restaurantes y Hoteles acreditados.
• 2024. Año del Bicentenario de las Batallas de Junín y de Ayacucho, que
consolidaron la independencia de la América hispánica. En esta fecha especial,
en Lunahuaná, se servirá la Sopa Chola en los Restaurantes y Hoteles
acreditados.
Soy «La Sopa Chola»

Nací en los albores de la Patria.


Nadie duda de mi linaje
aunque entre batanes y peroles
ya todos conocen
de mi humilde origen.

La brasa que me dio la vida,


tenía la intensidad de la pasión
la fugaz ilusión del primer amor
el candor del primer beso …

Si, fue como un feliz amanecer.


Y no espero mucho
para pronto respirar
embriagadores aromas,
reservadas fragancias,
de «mi Valle Bendito».

Al verme aparecer,
los hombres junto al retablo
con sus rostros ajados por el Sol,
la piel curtida como un bronce,
estaban inquietos, anhelantes.
Sin perder su alegría.
Sin perder su temple.
Si. Estaban conmovidos.

Asentados entre bancas y peñones


podían sentirme en toda la estancia,
anidar sus manos para recibirme
como una bendición en sus regazos.

Quizás por eso,


cuando me mencionan
no dejan de llamarme
«la sopa de los cholos».

Pero no se apuren, señores.


No. Claro que no.
Ya saben que llego con lo justo,
al convite más esperado,
a la mesa o al banquillo,
para acompañarte
para llenarte
para alegrarte
para ser parte de tu felicidad.

A los que no me conocen


déjenme decirles
que llevo en mi ser
los sabores de mi irrenunciable peruanidad.
Tan dentro de mí,
que respirarás el aire de la campiña
hasta colmar tu ser
con la fe
de «mi Valle Bendito».
Vivirás la alegría del Sol
que me vio nacer,
que me dio un nombre
y hasta un credo,
para correr de voz en voz
libre y majestuoso
como mi amado «río Cañete».

Sí, ahora sí.


Llámame la “Sopa Chola”
porque cuando pronuncies mi nombre
te sonreirán los que te rodean.
Así sabrás cuanto me aman.

Sé también,
que te contarán de aquéllos,
aquéllos que estuvieron antes.
Los que dejaron su sangre
y su ejemplo
para que hoy
nos sentemos a compartir
este día de felicidad.

¡Claro! Yo estuve ese día


cuando te vi llegar y todos sonreían.
Te vi crecer, correr, amar,
y algún día
te veré encontrar tu destino.

Mi aroma ya es parte de tu ser


y estaremos juntos,
no lo dudes, muy juntos,
en esos días conmemorativos.
Te traeré el consuelo
antes de cruzar el umbral
para caminar
por la calle del adiós.
Cuando los que más te aman
te sigan sin mirarte,
como cuando despidieron
a los patriarcas.

No te aflijas,
te dije.
Yo también los conocí.
Estuve en el amanecer
y el anochecer de sus existencias.
Por eso,
éramos tan unidos.
El tiempo nos acercará,
nos guardará,
no lo dudes.

Bueno.
Es cierto, señores.
Claro que lo sé.
Tampoco nadie me olvida
en los grandes momentos.
Nadie dudará en nombrarme
y llevarme a la mesa
como ahora,
junto a tus seres más amados.

Cada parte de mi ser


les traerá por siempre esa felicidad
que tanto añoraban.

Ahora que ya lo sabes


cada vez que nos encontremos,
dirás a los demás
lo mucho que me extrañaste
desde aquélla última vez.

Será una fecha memorable


el día que nuestras risas
resuenen en la estancia.
Tus ojos brillarán como el Sol
puros, diáfanos
Seré como la «Luna de Setiembre»
o la flor del níspero:
aromática, dulce y fina.
Abrirás los brazos,
agradecerás al Creador …
levantarás la copa.
Todos te seguirán.
Dirás que te fuiste lejos
para hacer tu parte
de la Patria.
Y que me dejaste en buenas manos
para que no perdiera mi encanto.

Por eso,
ahora te doy las gracias:
“Gracias, hermano”.

Si.
Ahora también
somos hermanos.
Porque todo lo que nace y se hace
en «mi Valle Bendito»,
es legítimamente peruano.

Ahora que ya estamos todos.


Pon también en esa mesa:
una jarra con chicha de jora,
el ají de wakatay
y la yuca sancochada.
¡Trae el pisco de quebranta
y la bendita jarra de cachina!

Ahora,
abreviemos más explicaciones.
Nuevamente,
estamos todos.
Nuevamente,
somos felices.
Crónica de “La Sopa Chola
Más Grande del Mundo”

Antecedentes

Cuando comienzo a escribir estas líneas, es el día domingo 11 de Febrero del


año 2018; y como si llevaran un dulce resabio en la boca, la gente que transita
en las calles y en los barrios, aún continúa comentando de la hermosa
experiencia de la semana anterior. Suspiran por un hermoso sueño del que no
quieren despertar para no perturbar el encanto de lo vivido. ¡Que maravilloso que
es volver a estar nuevamente en la Plaza de Armas de Lunahuaná para disfrutar
con la familia de un día festivo y que difícilmente se olvidará hasta después de
mucho tiempo! Si, ha sido un extraordinario viaje a la memoria y a los
sentimientos atesorados en sus corazones. Algo con lo que todos crecimos,
como cuando niños caminábamos con nuestros padres que nos traían al mismo
lugar para comer en «los ranchitos», donde desde temprano se prendían los
fogones, atizando la leña y moviendo los pucheros con cucharones de palo,
dorando la carne con los aderezos molidos en el batán la noche anterior. Aquí y
allá, el aroma de la campiña y de la naturaleza de Lunahuaná acompaña
gratamente en las mesas, adornadas con flores amarillas, blancas y violetas,
junto a las jarras con chicha de jora y la cachina de quebranta. ¡Ah! Con cuanto
señorío se presenta en la mesa nuestro plato de bandera, que se sirve con
presas de gallina o pavo de corral, ¡Señoras y Señores!
Pero, ahora, todos se muestran ansiosos, es el día domingo 04 de Febrero del
año 2018; y ya son las dos de la tarde, cuando por la esquina del jirón Simón
Bolívar corren hacia la Plaza de Armas las Cuarentiocho (48) señoras cocineras
apuestamente vestidas con sus delantales y pañoletas blancas. Van delante de
sus ollas humeantes; presurosas, ansiosas, jadeantes, sonrientes, emocionadas
… ¡pero no vienen solas! No, señor.
Aparecen con mucha gente a su alrededor. Gente que sujeta fuertemente las
asas, para que la cocinera lleve únicamente sus herramientas y la parafernalia
con la que deberá decorar, y luego servir a la hora de servir. En la multitud que
la rodea, vienen sus hijas, con tazones de porcelana en los brazos y el contenido
finamente cubierto con un delicado mantelillo: van llevando las presas, ¡Si, señor,
por supuesto! Y sus nietos, traen la yuca, el membrillo, la manzanita verde, el
pancito tostado, el perejil picadito y el huevito sancochado para darle al plato la
prestancia que se merece.
Unos señores, con los chalecos color arena impresos con la palabra AGOTUL
están por todos lados, facilitando las situaciones en los alrededores y haciendo
que todo marche bien, que la fiesta sea para todos y que la gente disfrute de
este momento inolvidable, casi irrepetible. La gente les sonríe; y muchos, con el
rostro emocionado, les repetirán: ¡Amigo, ¿ya van a servir?!
Desde muy temprano, la Banda de Músicos alegra la velada con hermosos
temas del cancionero criollo, haciendo que el ambiente de celebración nos
emocione más, al encontrarnos en cualquier esquina con nuestros hermanos y
los amigos. Ahora, ordenadamente, muchos comienzan a hacer colas para
recibir en su bandejita: “La Sopa Chola Más Grande del Mundo”.

La Organización

“La Sopa Chola Más Grande del Mundo” fue el evento gastronómico más
importante del año 2018 realizado en el ámbito geográfico de la Región Lima. En
su primera edición congregó la participación de dos mil novecientas veinticinco
personas (2,925); tal como indica la estadística registrada por los por los alumnos
de la Escuela Profesional de Administración en Turismo y Hotelería de la
Universidad Naci

onal de Cañete (UNC).


La organización del evento y su exitosa realización, corrió por cuenta de la
Asociación de Guías y Orientadores de Turismo de Lunahuaná (AGOTUL);
quienes tuvieron está feliz idea, el día en que fueron invitados por el señor Luis
Chiok Vicente a un almuerzo de camaradería en su acogedor establecimiento:
Restaurante “El Jardín” de Lunahuaná, el día Miércoles 29 de Noviembre del año
2017; lugar donde acordaron preparar este tradicional plato típico -que se
prepara desde siempre en los distritos de Lunahuaná, Pacarán y Zúñiga, de la
provincia de Cañete, en el departamento de Lima- para servir a dos mil
quinientos (2,500) comensales; cifra con la cual el evento se consideraría un
gran éxito, porque en otros lugares de la Región existían registros históricos de
eventos gastronómicos, pero donde la concurrencia no llegaría a participar con
más de quinientas (500) personas.
En la histórica reunión estuvieron presentes: José Alcalá Luyo, José Alcides
Rivas Alvarado, los hermanos: Edita, Fidel, Enrique y Luis Alcalá Zapata, Alex
Dávila Canales, El “Chamo” José Zare Flores, Roger Vicente Ochoa, Liz Hipólito,
los hermanos Daniel y Felipe Sánchez Sánchez, Maricarmen Cuzcano, Anthony
Germán Paico Rivas, Julio José Sánchez Cubillas y el iconoclasta Alejandro
Guerrero Muchotrigo.
Poco después de esta reunión -y aun en los días siguientes-, la propuesta sería
considerada por algunos de “hasta desmesurada y provocadora”, y no dejaba de
reflejar el sentir patriótico de los asociados de AGOTUL, que durante el
almuerzo-reunión, deliberaron sobre la necesidad de rescatar nuestra cultura e
identidad; principalmente, con miras a las efemérides y celebraciones por el
«Bicentenario de la Creación Política del Perú –el 28 de Julio del 2021- y de la
Creación Política del Distrito de Lunahuaná –el 04 de Agosto del 2021-»;
considerando, además, que Lunahuaná sería una de las Sedes de «Los Juegos
Panamericanos de Lima 2019».
Desde su inicio, el Proyecto contó con el entusiasmo y la colaboración de la
población en general; y su promoción ocurrió de manera espontánea en los días
siguientes a través de las redes sociales y los medios de comunicación
(principalmente: Televisa y los diarios limeños). Hubo una encantadora
conferencia de prensa el día viernes 26 de Enero del 2018, organizada por la
Municipalidad de Lunahuaná en el Restaurante Turístico “La Muralla” del Parque
“La Muralla”, a una cuadra de la Plaza Mayor de Lima, en la que participaron
autoridades del Gobierno Regional de Lima; Alcalde de Lunahuaná, el abogado
Félix Francisco Vicente Villalobos; las cocineras y los miembros de AGOTUL.
Para entonces, los que corríamos por el evento, nos dimos cuenta que el plato
estaba casi listo.

El Gran Día

Fue el domingo 04 de Febrero del año 2018, cuando se realizó este magno
evento.
Desde tempranas horas, las cocineras se reunieron en el local del Antiguo
Mercado Municipal, y prendieron sus fogones con leña para empezar a aderezar
sus guisos. Todas ellas, acompañadas de sus ayudantes, reflejaban en sus
rostros el compromiso y el orgullo de estar ahí, listas para asumir el gran reto;
algunas representando a los restaurantes turísticos, y otras, a reconocidas y
tradicionales familias de cocineras de la comunidad.
Cada cocinera llegó con sus ollas y utensilios. Las ollas eran de barro y algunas
de aluminio, con capacidad para preparar diez kilos de “Sopa Chola”. Los
aderezos, ya habían sido pesados y envasados; y las gallinas de corral -ya
beneficiadas-, fueron trozadas y repartidas proporcionalmente.
Entonces, ellas –las cocineras-, inician su magna labor, moviendo con sapiencia
y firmeza sus cuchillos y cucharones, empezando su gloriosa gesta …

La Mesa

El Plato (recipiente) para servir “La Sopa Chola Más Grande del Mundo” fue
fabricado por AGOTUL los días Viernes 02 (después del City Tour de la Tarde)
y Sábado 03 de Febrero del 2018 (antes del City Tour de la Mañana). Con la
finalidad de estandarizar conceptos y con la buena intensión de preparar una
sola receta, es decir, igual para todas, las cocineras, que participaron de dos
reuniones previas llevadas a cabo después de las seis de la tarde en el Auditorio
de la Municipalidad, los días Martes 23 y Jueves 25 de Enero del 2018; donde
formalizaron sus coincidencias con diecinueve (19) ingredientes.
El Plato fue una bandeja confeccionada con triplay (24 Planchas de 2.44x1.20
metros, cortadas longitudinalmente en tres), y listones de madera de 2.5
centímetros de ancho para armar los bordes. En su interior, el Plato fue
recubierto con papel aluminio de uso alimentario sobre un plástico blanco
también de uso alimentario. Abarcó (al igual que la mesa) una longitud de 175.68
metros lineales y el ancho de la bandeja fue de 40 centímetros. El ancho de la
mesa fue de 0.80 centímetros y estaba recubierto con un mantel de plástico color
blanco de uso alimentario.
La mesa armada en la Plaza de Armas de Lunahuaná tuvo forma de “U”, y corría
desde la altura de la primera puerta del Restaurante “Runa Huanác” del señor
Farro, hasta llegar frente a la imagen del Santo Patrón en el frontis de la Iglesia;
abarcando la cuadra 5 del jirón Grau, la cuadra 3 del jirón Alfonso Ugarte y la
cuadra 3 del jirón Simón Bolívar.
La estadística de los convidados estuvo a cargo de la Escuela de Administración
en Turismo y Hotelería de la Universidad Nacional de Cañete, que instalaron a
las 10:00 a.m. sus mesas de inscripción y entrega de tickets. Es importante
señalar, que el «Registro de los Participantes» forma parte de los protocolos de
calidad para el éxito de eventos de esta naturaleza.

La Fiesta

Don Leonel Alcalá Lévano, fue el Padrino de “La Sopa Chola Más Grande del
Mundo”. Es un distinguido empresario de Lima que nació en Lunahuaná, y ha
venido a la reunión acompañado de su familia, que es muy querida en la
comunidad.
El Alcalde del Distrito, el Presidente de AGOTUL y el Padrino iniciaron el evento
después del izamiento del Pabellón Nacional. Terminando el acto protocolar, y,
en representación de la Congresista de la Republica, Lic. Hilda Lisbeth Robles
Uribe, su Asistente, la Lic. Sara Griselda Milla Abarca, nos hizo el honor de medir
el plato.
Finalmente, se terminó de medir el Plato, y el Alcalde anunció que “La Sopa
Chola Más Grande del Mundo” tenía 171.70 metros, provocando la inmediata
algarabía general.
A esa hora, los números artísticos se sucedían espontáneamente. El grupo
“Andar, Andar”, entonando valses y festejos, acompañados de sus ya famosos
decires, tan lúcidos y entonados con la fiesta. Luego, las danzas de “Los
Negritos” del señor Percy Rojas Alcalá (del Barrio de Jita); y, a continuación, la
“mística” danza de “Las Pallas” con Gonzalito y Felipe Nicolás. Después, los
estudiantes de la Universidad Nacional de Cañete bailan ritmos de festejo, y su
danza armoniza perfectamente con la celebración. A continuación, los chicos de
la “Tuna Universitaria” despliegan su vasto repertorio musical. Para estar a la
altura de la fiesta, cada grupo brinda lo suyo con fervor y entrega. La gente
escucha, aplaude, canta, baila, brinda … ¡Festeja! … Y cuando los virtuosos
terminan su arte, la gente, en los alrededores, disfruta ya del plato típico de
bandera … la Banda de Músicos “Centro Musical Langla” continúa con el
ambiente de fiesta hasta las seis de la tarde. Pero la celebración no se detiene,
los abrazos van y vienen. Los pobladores han traído jarras con chicha de jora y
las comparten con los visitantes y amigos. Hay quienes destapan botellas de
vino, y alguien, totalmente despabilado y eufórico, dirá que la Plaza de Armas,
es, nuevamente, ¡La Plaza de Armas de Lunahuaná …!
A esa hora, los “muchachos” de AGOTUL inician la marcha triunfante,
encabezados por el Alcalde, acompañados de las cocineras, los jóvenes de la
Universidad Nacional de Cañete, los invitados de honor, las autoridades
distritales, la Banda de Músicos y el pueblo. Es el «Pasacalle de la Victoria» que
los lleva hasta la Barranca y a regresar por la calle principal. Todos sonríen.
Todos se abrazan. Todos celebran el orgullo de lo peruano. Todos aplauden a
“La Sopa Chola Más Grande del Mundo”.

El Epilogo

Hoy es Sábado 17 de Febrero del 2018, cuando termino de escribir esta crónica.
Casi, la he hecho de un solo plumazo. Necesito atesorar lo vivido y muy
temprano, he salido a caminar por la Plaza de Armas.
Para todos ha quedado claro que el Festival fue un éxito. Tuvo la gracia de un
auto del año que prendió con la primera chispa. Sabemos que tendrá muchos
caminos para transitar en el futuro, y deseamos que así sea. Hay momentos que
encienden los corazones porque traen ese rayo de luz y esperanza que
deseamos de un mundo mejor para nuestro linaje. Y eso fue, por su convicción
y festejo: “La Sopa Chola Más Grande del Mundo”.
AGOTUL demostró la madurez institucional que ha logrado al celebrar su tercer
aniversario. Su propuesta de rescate cultural e integración de valores de la
comunidad es ahora un fanal para todos. La resiliencia les dejó una sinergia
positiva que los fortalecerá para llegar con nuevos bríos al Bicentenario. Todavía
la gente en las calles comenta y felicita a los miembros de AGOTUL por el
evento, haciéndoles llegar obsequios y bienaventuranzas. Son los ecos de la
generosidad brindada por las familias Lunahuaneñas al realizar el evento, que
desde semanas atrás resonaron con mucha fuerza en frases alegres,
chispeantes y llenas de regocijo. Fue durante el recojo de las donaciones del
pueblo que cubrió con su aporte los insumos necesarios (gallinas, ingredientes,
leña) y los gastos operativos (dinero en efectivo). Cuando nos llamaron
“poblanos comesopa”, recordándonos que éste es el apelativo con que
tradicionalmente se refieren en los barrios a los vecinos del pueblo, sonreímos;
que la mesa tuvo la forma de “U”, en honor al Club “Unión de Lunahuaná” -el
Club del pueblo-, también, sonreímos; porque todo lo que decían también pudo
ser un buen motivo más. Sonreíamos, nuevamente, y continuábamos.
Había pensado escribir un Informe, pero me pareció algo muy frío frente a un
plato tan caliente, tan sabroso y hecho con tanto amor.
Había pensado escribir un Resumen, y tal vez hubiera sido mejor hacerlo; sólo
que hay partes, que por respeto, no merecen resumirse, ni guardarse, sino que
debemos exponerlas como un testimonio que será parte de nuestras vidas para
el futuro.
Me detengo en el centro de la Plaza de Armas y contemplo la Iglesia.
Súbitamente, la memoria me presenta a esa encantadora pareja de “ángeles”
que frisaban los 50 años de edad, que llegaron temprano y observaban los
movimientos de los organizadores, serenamente sentados en la banca frente a
la imagen del Santo Patrón. Fue cómo a las nueve de la mañana, cuando se
acercaron a la mesa y, respetuosamente, pidieron ayudar para vestirla con
mayor diligencia, y sin esperar más por la respuesta, se sumaron. Poco después,
faltó el papel platino que se había comprado para el Plato, y la Comisión trajo
dos cajas de una bodeguita cercana a la Plaza -no había más en todo el pueblo-
, y estiraron meticulosamente el papel hasta lo máximo. No alcanzó. Mientras se
acomodaban otras cosas, ellos –“los ángeles”-, aparecieron de nuevo con los
dos rollos que faltaban. Los vimos hasta el momento de llevar las ollas a la Plaza.
Él estaba cargando ollas y ella llevando las yucas en los tazones …
Sí, claro. Podemos decir muchas cosas más, porque algún día muchos las
evocarán o las recrearán, porque ese siempre será un ejercicio repentino a la
memoria que nos traerá alegrías y añoranzas felices para vivir mejor.
Hoy es un asoleado día de vacaciones y los turistas y vecinos caminan con sus
hijos tomados de la mano o están muy cerca de ellos mirándolos jugar. Suspiro.
Siento que en el aire perdura el aroma del plato típico de bandera. En mi paladar,
la ternura de la gallina y la finura de los fideos, aún reposan. Los guardo para
fortalecer el bendito sabor de lo nuestro, cultamente acompañados con un vaso
de chicha de jora ... ¡Sabores Cañetanos de la Región Lima, tan lunahuaneños
y tan peruanos, Señores …!
Los árboles se agitan, refrescando la estancia. Hemos compartido una velada
memorable, y en el aire, durante mucho tiempo, resonarán gloriosos los alegres
compases de marinera de esa inolvidable jornada del plato de bandera.
Cuadro No. 1: Las Cocineras de “La Sopa Chola Más Grande del Mundo”.

Nombres Restaurante o Cocina Barrio/Anex


o
1. Melchorita Villanueva Sánchez Rest. Melchorita El Pueblo
2. Otlia Candela Villanueva Rest. Melchorita El Pueblo
3. Marleny Samán Candela Rest. Melchorita El Pueblo
4. Zenaida Sota Salomón Cocina de Doña Zenaida El Pueblo
5. Luisa Liliana Candela Pachas Rest. Secretos del Sabor El Pueblo
6. Gladys Agustina Lévano Sánchez Cocina de Doña Dominga Paullo
7. Nelly Samán Sánchez Cocina de Doña Dominga Paullo
8. Flor de María Ávila Pinedo Paullo
9. Herlinda Alcalá Sánchez Jita
10. Edita Luyo Vicente Jita
11. Alejandrina Lévano Villanueva Jita
12. Erica Patricia Palomino Sánchez Jita
13. María Campos Yactayo Jita
14. Paula Luyo Luyo Jita
15. Marina Luyo Luyo Jita
16. Diana Guerrero Alcalá Jita
17. Julia Rojas Alcalá Cocina de 4 Esquinas Jita
18. Irene Castro Carbonel Cocina de Doña Irene Jita
19. Marleni Guerrero Luyo Jita
20. Katty Guerrero Luyo Jita
21. Karen Calderón Luyo Jita
22. Eva Lévano Cuzcano Jita
23. Lidia Sánchez Amado Jita
24. Victoria Vicente Zamudio Jita
25. Graciela Candela Sánchez Jita
26. Victoria Cuzcano Sánchez Jita
27. Matilde De la Cruz Quiroz Condoray
28. María Sánchez Basurto Condoray
29. Gianina Guerrero Presentación Condoray
30. María Alcalá Ochoa Condoray
31. Alejandrina Alcalá Ochoa Condoray
32. Mery Mercedes Alva De Tomas Condoray
33. Adela Alcalá De Sánchez Uchupampa
34. Norma Sánchez Sánchez Uchupampa
35. Paulina Rojas Sánchez San Jerónimo
36. José Lévano Villanueva San Jerónimo
37. Herlinda Yactayo Sánchez San Jerónimo
38. Liz Paola De la Cruz Cuadros San Jerónimo
39. Liduvina Sánchez Zamudio San Jerónimo
40. Rufina Guzmán Quiroz San Jerónimo
41. Esther Sánchez Vicente San Jerónimo
42. Rosa Luyo De la Cruz San Jerónimo
43. Miriam Ochoa San Jerónimo
44. Nancy Vicente Luyo San Jerónimo
45. Maximiliana Sánchez De Sánchez San Jerónimo
46. Marta Sánchez Candela Langla
47. Isabel Hipólito De Jorge Langla
48. Zoila Dorila Martínez Luyo Langla.
49. Florinda Lévano
Cuadro No. 2

Delegación de la Universidad Nacional de Cañete que llevó el Registro


de los Participantes a “La Sopa Chola Más Grande del Mundo”
.

Nombres y Apellidos DNI


1.- Avedely del Pilar Peláez Fernández 70248500 Estudiante.
2.- Edith Alessandra Gerónimo Berrocal. 72671666 Estudiante.
3.- Roberto Carlos Benedicto Urbina Francia 70267591 Estudiante.
4.- María De Los Ángeles Quispe Loayza. 70477663 Estudiante.
5.- Alejandra Salazar Enriquez. 72676049 Estudiante.
6.- ValentínY. Cama García. 73829969 Estudiante.
7.- Mery Elizabeth Sucacahua Garay. 70398726 Estudiante.
8.- Elizabeth Thalía Curí Chavéz 73630912 Estudiante.
9.- Rocío Rejas Mendoza. 76645312 Estudiante.
10. LIC. Giovanna Rocío Pizarro Osorio. 41670820 Catedrático.
11. LIC. Karina Del Pilar Farfán Rosas. 45158552 Administrativo.
EL TURISMO (1)

Son las diez de la mañana del día Lunes 15/07/19, cuando dos grandes buses
se detienen en la Plaza de Armas de San Vicente.
En medio de la fría estación invernal, las puertas se abren para que los visitantes
desciendan dejando ver los matices de su apacible humanidad: son personas
mayores, venerables ancianos que aun caminan con mucha dignidad, algunos
ayudados por familiares cercanos que por amor no los han dejado venir solos.
La gente que transita por la Plaza, los ve con simpatía y algunos se detienen a
observarlos, saludándolos cortésmente; mientras otros, que ya están en la Plaza,
les dirigen curiosamente la mirada, como para ver qué pasa.
Las coordinadoras de cada bus, los reúnen en el corredor que va hacia la pileta
para presentarles a los señores Daniel Sánchez y José Rivas, miembros de la
Asociación de Guías y Orientadores Turísticos de Lunahuaná (AGOTUL),
entidad decana haciendo los recorridos culturales por la provincia. Ambos,
sonríen con una venía, y alternativamente, hacen uso de la palabra dándoles la
bienvenida a la «Provincia de Cañete: Capital Intelectual de la Región Lima.
Cuna y Capital del Arte Negro del Perú».
Luego, los visitantes se acomodarán pacientemente en las bancas y en los
bordes de la pileta para escuchar la remembranzas históricas, aquéllas que
despertarán el amor al terruño cuando mencionen a los grandes hombres
nacidos en la provincia para honrar a la Patria: el Presidente Balta, el científico
Julio Kuroiwa, el poeta Enrique Verástegui, el genial “Caitro” Soto, la dulce
Susana Baca, el elegante Manuel Donayre, Perú Negro, Lolo Fernández, y otros,
que son mencionados por los méritos que los han elevado a ser tan amados por
el pueblo. Luego, los orientadores interactúan con los visitantes para identificar
la vasta gastronomía cañetana, donde evocarán los platos con camarones, la
exquisita “sopa seca”, el humeante “arroz con pato”, el místico “jerre de conejo”,
la inquietante “Tuca”, la majestuosa “sopa chola”, en fin. ¡Humm! En fin. Los
dulces cañetanos: la mazamorra de uva, el dulce de limón, las humitas, la
chapana. Los ponches cañetanos: el “champús” y el ponchecito con maní
¡Humm! Si, señores, ¡Humm!
Pero como si en el aire faltara algo para expresar mejor lo dicho hasta ungirlo
con los sentimientos, la bruma matinal que se va aclarando de a pocos se
resiente cuando sobre su desidia estalla el sonido del relámpago, y aparece
frente a todos el popular “Pelito”, que se acerca acompañado de su cajón.
Sabemos que andorrea desde temprano de aquí para allá llevando el arte a
cambio de su buena voluntad. Lleva en su pecho el polo de la marca Perú y les
extiende una respetuosa venia. Les pide el permiso.
Los visitantes se lo dan, y él se coloca al centro para cantar entonadas melodías
y festejos de amor al terruño. Los concurrentes (visitantes y vecinos), corean los
temas mientras aplauden; hasta que una morena que pasaba diligente por el
lugar, vestido sastre color gris y cartera a la altura de la cintura, se detiene, y
entrega la cartera a una conocida -o al menos, eso es lo que creemos-, dando
unos pasitos adelante para invitar al ruedo a uno de los visitantes.
Será ese el instante vigoroso en que la memoria se unirá al encanto de lo vivido.
Todos saben que no la han llamado, pero entienden mejor que nadie que es el
amor a lo nuestro lo que la ha detenido, dejando atrás –pero muy atrás- los
demás temas pendientes del día, para que el ambiente de fiesta se anime con el
rítmico movimiento de caderas de ese arte que lleva en la sangre y que aflora
sublimemente, hasta hacer para todos el día especial y memorable. Si, será un
instante lúcido hasta el final. En los siguientes minutos, todos bailan, corean,
levantan los brazos, y los transeúntes, los acompañan con hurras y aplausos…
Han pasado una hora de ensueño, cuando las coordinadoras miran el reloj y con
mucho profesionalismo, les indican respetuosamente, que ya deben despedirse
para continuar. Los visitantes agradecen con “un gesto” que “Pelito” sabe
apreciar. Suben, y cuando llegan al distrito de Nuevo Imperial, las autoridades
los están esperando en la Plaza de Armas, en las mismas puertas de la
Municipalidad. Son recibidos, agasajados, y continúan su recorrido para conocer
las Bocatomas y la Reserva Natural.
Luego, retornan para almorzar en uno de los restaurantes del Km 5 de la
autopista Cañete - Yauyos. Algunos que estuvieron el año anterior, lo recuerdan.
Ese, fue otro motivo para regresar.
Al ingresar al recinto, son recibidos por el propietario, los ambientes amplios y
cómodos, llenos de luz, los acogen. Un distraído comensal, les sonríe desde
una mesa, y les pregunta: ¿Acaban de llegar? ¡Bienvenidos a Cañete!
Ellos, sencillamente, sonríen. Una visitante, le responde:
- En realidad, llegamos temprano, señor. Venga, únase a nosotros. Le contaré.
* * *
Son las seis de la mañana, cuando estamos reunidos en la entrada principal de
la institución cultural que fundamos hace noventa años en Pueblo Libre (Lima –
Perú). Nos han reunido para realizar el paseo anual. En los preparativos, hace
cuatro meses, ya habíamos decidido el lugar a visitar: Cañete, un destino hacia
la naturaleza, no tan distante de la Capital, para poder regresar el mismo día.
Total, tenemos en el cuerpo el trajín de una vida llena de esfuerzos y grandes
satisfacciones. Tenemos una familia, hemos trabajado para aprender y crear
nuestras propias empresas como negocios familiares. Hemos sido solidarios a
la hora de formar el barrio y la vecindad. Hemos dejado un legado en todos los
órdenes de la existencia para hacer grande la Patria. Por eso, entiéndame usted.
Este paseo, nos lo merecemos. Lo hemos ganado hace tiempo. Así que lo invito,
quédese con nosotros. Vea usted, que agradable es compartir una mesa en
Cañete, con los que más quieres.
Temprano, al venir, hemos disfrutado con la hermosa vista de las playas del
litoral, antes de detenernos a tomar desayuno en Mala. La exquisitez del tamal y
del chicharrón, el pan de leña y el cafecito recién pasado. ¡Humm!
Llegando a San Vicente, antes de bajar en la Plaza de Armas, hemos visitado el
Templo Jionji (2), el primer lugar sagrado, donde nuestros antepasados se
reunían para honrar la divinidad de todo lo creado y practicar el Budismo Zen.
Luego, visitamos el Monasterio de la “Madre del Amor Hermoso”, edificado por
la congregación del Opus Dei para rescatar la santidad del amor a la Virgen
María y de la Familia.
Disculpe, usted, señor. Pero ya siento el aroma del “chupe de camarones”, lo
que me induce a hacer una pausa, es un placer que me corta la respiración.
¡Humm! ¿Y este otro plato? ¡Es la “sopa seca con carapulcra”!
Bueno, vamos a parar por ahora la conversación. Usted, señor, comprenderá.
* * *
Son las tres de tarde. Es hora de continuar, y media hora después, llegarán a
Quilmaná, para visitar el Parque Chavín de Huántar, un lugar monumental por
sus áreas culturales y de esparcimiento. En la zona del zoológico, la fauna viva
de nuestra vasta geografía, y en todos los ambientes, las réplicas de imágenes
del acervo popular que son páginas del alma que hacen que todos sonrían,
mientras llevan el paso hacia las admirables edificaciones que semejan
decorosamente a las maravillas del mundo antiguo: las pirámides de Egipto y la
gran muralla china. El coliseo romano, Machu Picchu, el templo Chavín de
Huántar, el Cristo Concorvado de Brasil, en fin.
Son las cinco y nos dirigimos a Cerro Azul. Llegamos a la hora del sunset. El Sol
se sumerge en un minuto, pero benignamente, no oscurece el día. Es hora de
volver. Y agradecemos a Dios por vivir un día en Cañete, un trozo del cielo para
el mundo entero, en el Perú que tanto amamos.
* * *
La Plaza de Armas de San Vicente es un ágora apacible e imperdonable para un
pueblo que la transita raudamente durante el día. Hay comercios en los linderos,
edificios de entidades públicas, los hermosos portales de la municipalidad,
transeúntes, policías y serenos, cambistas, lustrabotas, ambulantes, en fin. No
hay niños en la calle, porque están en el colegio. La llegada de los visitantes
durante el frio matinal libera a todos de la modorra de lo frecuente.
Mientras festejan en la pileta, los hombres de prensa preparan su informe para
el noticiero del mediodía. Sin interrumpir la algarabía, discretamente, entrevistan
a las coordinadoras y a los visitantes. Finalmente, preguntan a uno de los
orientadores de AGOTUL.
- Señor. ¿Considera usted que el turismo es importante?
- Por supuesto. Claro que lo es. Es el futuro, nuestra industria sin
chimeneas. Genera trabajo directo e indirecto en las economías familiares
y nos preserva los ecosistemas libres de contaminación.
Animados a la provocación, pero con cierta convicción, los reporteros hacen
la esperada pregunta de rigor:
- Señor. ¿Las autoridades apoyan el turismo?
Los orientadores se miran. Saben que el turismo no genera discordias, ni
desempatías, ni antes ni después. Participan los que desean vivir momentos
de felicidad al lado de los que más aman. Entonces, uno de ellos, responde:
- En Cañete tenemos treinta años de vivencias en el sector. Lunahuaná es
la “Capital Turística de Cañete” (3). Hay sesenta agencias de turismo en el
distrito, como no hay en otro pueblo de la Región Lima, y están en un
distrito rural de Cañete, donde los agentes económicos (hoteles,
agencias, restaurantes, vitivinícolas y otros comercios) han dinamizado la
economía familiar gracias al turismo, que es una actividad que forja
emprendedores y que ha empoderado a las familias que se han esforzado
en el medio local para rescatar su propia cultura y valorar la riqueza
ecológica ofreciendo actividades atractivas a los visitantes.
Pensemos, señores.
Somos un pueblo con una cultura milenaria y hace veinticinco años
vivimos una relativa estabilidad política en el país. En ese tiempo, los
peruanos nos hemos vuelto excursionistas por naturaleza. Hemos
emprendido el conocimiento de nuestra propia geografía, tan rica, variada
y maravillosa; donde tenemos más de doscientos ecosistemas y la mejor
gastronomía del mundo (4). Al valorar la propuesta del turismo en toda su
extensión, lo demás, señores, lo hacemos nosotros mismos, los
peruanos. Las autoridades asumen el rol de normar la actividad, y,
formalizar las empresas y los proyectos de rescate cultural que dinamicen
el sector.
Es cierto, hemos tenido autoridades que nos hemos lamentado de elegir,
pero así son las reglas de la democracia, nosotros somos los que
elegimos siempre a nuestros representantes. Todo ello, no ha debilitado
el esfuerzo del turismo ni su valiosa propuesta, porque el Estado también
nos ha capacitado a través de la Dircetur (5), con Programas que nos han
ayudado a entender hace tiempo que somos un pueblo de gente muy
hospitalaria. El turismo no lo hacen las autoridades. No, señores, de
ninguna manera. Debemos entender que también el turismo hay que
merecerlo, porque nadie regresa continuamente donde no es bien
recibido.
Señores, hace treinta años éramos un “lugar turístico”. Hoy, Cañete es un
“destino turístico”. La gente que entonces entendió el mensaje lo ha hecho
posible.
Ahora les voy a contestar su pregunta con otra pregunta: ¿Quién hace el
turismo, señores? ¿las autoridades o el pueblo?
- “¡El pueblo!”. Fue la pujante respuesta de los hombres de prensa, esa
mañana en que los visitantes y el pueblo se mostraron. Y vaya con cuanta
algarabía y felicidad.
- ¡¿Vamos a esperar que las autoridades hagan el turismo?!
- ¡No, señor! –fue la sonriente respuesta.
- ¡Pues a trabajar, señores! Gracias por la entrevista, tenemos que subir al
bus, y ya nos vemos en el camino.
-------------------
Notas:
(1) El Turismo es una puerta abierta al desarrollo económico de la provincia,
una posibilidad que está en nuestras manos crear y generar gracias a la
vasta riqueza cultural que poseemos. Ruta Turística de Cañete: Playas
del litoral cañetano y Cerro Azul, Desayunos en Mala, Parque Zonal de
Quilmaná, Santuario “Madre del Amor Hermoso”, Catedral “San Vicente
Mártir”, Bodegas Vitivinícolas de la provincia, deportes de aventura en
Lunahuaná y sitios arqueológicos de la provincia. Gastronomía variada:
comidas criollas y cocinas regionales de la costa y la sierra.
(2) Templo Jionji de San Vicente de Cañete. Instalado en 1977 y edificado en
este solar colindante con la antigua panamericana sur. Es un lugar
sagrado donde se celebran los rituales del Budismo Zen, originario de
China y Japón. En la actualidad -y principalmente-, los descendientes de
la inmigración japonesa al Perú de 1909, continúan celebrando los rituales
con mucha devoción para recordar honrosamente a sus antepasados.
Inicialmente, y durante décadas, el Budismo Zen se practico en el distrito
en la zona denominada “Casablanca”.
(3) Por Acuerdo del Consejo Provincial de Cañete del 13/07/94, el Distrito de
Lunahuaná es declarado la “Capital Turística de Cañete”.
(4) En el año 2019, el Perú es designado el primer destino gastronómico del
mundo por octavo año consecutivo. Premio concedido por los
consumidores a través del “Word Travel Awards” (premios a la excelencia
para los que brindan servicios turísticos. Concedidos desde 1993.
www.worldtravelawards.com). También en el año 2019, se premió al Perú
como mejor destino cultural del mundo y a la ciudadela de Machu Picchu
como el mejor atractivo cultural del mundo.
(5) Los Programas de Capacitación sobre Calidad Turística de CENFOTUR,
han sido el valioso soporte educativo de los últimos veinte años. Gracias
a la participación de convenios internacionales e intersectoriales, los
cursos gestionados por los gobiernos locales han sido totalmente
gratuitos para los emprendedores y la población en general.
La Leyenda
del Capitán Zurbano

El Capitán Jerónimo de Zurbano


fue un marino de muy grata suerte.
Varón valiente sin temor a la muerte.
La historia dirá que no fue en vano.

Guerrero audaz en mil combates


Así era fino, este insigne caballero
que un día siguió a sus compañeros
en las lides por Alemania y Flandes.

Siglo Quince del Gran Descubrimiento.


Tierras de oro y tesoros de gran altura
los llamaban a tan tremenda aventura.
“Amigos, os ha llegado el gran momento”

El Nuevo Mundo es un lejano horizonte


¡Ahí van las naves, doblegad las mareas!
Andes y selvas verán, aunque no lo creas.
Alcanzar su sueño, sólo al más valiente.

Así fueron los tiempos del Capitán Zurbano.


Fundador de la Villa Santa María de Cañete.
La historia guarda un legado que compromete.
No olvida la gesta del buen soldado cristiano.

Las guerras infraternas que debió luchar


defendió siempre a la orden del Rey
logrando fortuna y el respeto a la Ley
pues ya sabía muy bien, perder o ganar

Por orden de su gran amigo y mentor


el Virrey Andrés Hurtado de Mendoza,
se avino a fundar una villa hermosa
en la cuenca de un valle cautivador.

La bautizó como “Santa María de Cañete”


en advocación y fe a nuestra Santa Madre,
pues: “así de buena es la tierra que os daré”.
Y repartió concesiones y predios a la gente.

“El nombre de Cañete será apreciado,


por el Tercer Virrey, don Andrés Hurtado.
Honor a mi señor al saberse nombrado.
Dirá gracias, por el gesto fino y delicado”.

Así, cuando se avino a cumplir el mandato


Trazó la ciudad, con iglesia y un cementerio.
Levantó la horca en la Plaza, muy serio.
Y la temible picota del hombre insensato.

El amanuense anotaba en el pergamino


los actos públicos de la decisión tomada
por veinticinco familias sobre la ensenada;
Cuando el Capitán dijo, al pie del camino:

“Sabed que sois gente sabia y emprendedora.


Vuestro linaje dominará estas las latitudes.
El río colmará los campos con sus virtudes
y el Sol les traerá una ilusión renovadora”.

Su palabra fue más que una ensoñación.


La Provincia de Cañete tiene gran historia
vivamos orgullosos de nuestra memoria.
y celebremos juntos el día de su Fundación.
CAÑETE: Cuna y Capital
del Arte Negro del Perú.

Escucha por las calles, tremendo pregón:


Pues Cañete, es la cuna del arte festivo.
¡Mi tierra linda, mira nomás, como te recibo!
Y ahora que ya lo sabes, repite el renglón:

La provincia de Cañete tiene gran historia.


Bendiciones que te colman el corazón.
Sí lo cantamos juntos, con guitarra y cajón.
Es porque es parte de nuestra memoria.

Celebremos nuestra etnia afroperuana


“Cuna y Capital del Arte Negro del Perú”
cantan los ángeles y el mismo belcebú.
¡Que feliz contorneo!, ¡Qué buena jarana!

A las personas que nos cuidan la salud


en el Hospital Rezzola y postas médicas
pido al Creador, los cuiden mis predicas.
Por ellos, va en mi canto está feliz virtud:

Ahí están Perú Negro y Susana Baca.


El elegante y exquisito Manuel Donayre.
Caitro Soto De la Colina danza en el aire.
Ahora que ya lo sabes. ¡Vente para acá!

Aquí bailan los niños y el más viejo.


Alguien cerró la puerta y tiró la llave.
¿Qué?, ¿el acurruñao?. ¡Sólo Dios lo sabe!
Ahora continuemos el gran festejo.

Paraíso rural es mi Hacienda Hualcará.


la cuna de don Lolo Fernández Meyzán.
Como rayos sus goles las redes rompían.
con su fútbol e ingenio que nadie olvidará.

Vaya que sentía pasión al lucir la Bicolor.


Aquella tarde en Berlín de la Olimpiada
la Selección de Austria fue derrotada.
¡Ganamos con tanta clase y pundonor!
Humilde y feliz sonreía “El Cañonero”
cuando vestía la camiseta de sus amores.
Al verlo, los demás, se sentían perdedores.
Su entrega, era con un cariño verdadero.

En el Coliseo que recuerda su nombre,


su hombría de bien, su mito y su genialidad,
fortalezcamos hombres de esa calidad,
y nos preparémonos para merecerlos siempre.

Las tribunas festejan con barras y aleluyas


Cuando el gol estremece el Roberto Yáñez
No lo dudes, nuevamente, esta vez:
¡Los “Rojos” de la “I”, hacen de las suyas!

Riqueza marina y pesca artesanal


tienen Chilca, Mala y San Antonio.
Cerro Azul y Asia son un bello emporio
de Playas hermosas en nuestro litoral.

Ahora ven a conocer el valle agricultor,


El pisco aromático y el vino generoso.
Con la familia pasaras un día hermoso
Verás, con cuanta dicha y esplendor.

Coayllo, Calango y Santa Cruz de Flores


son espacios soñados para el fruticultor.
Pacaran y Zuñiga tienen singular verdor:
el camarón y el pisco son de los mejores.

El Parque «Chavín de Huántar» te revelará


espacios naturales de un mundo peregrino.
La hermosa visión del Alcalde don Celestino
con sus réplicas que tu familia disfrutará.

En Lunahuaná, encontraras esparcimiento


con el canotaje y los deportes de aventura
gozarás tu alegría con real desenvoltura.
Ya verás, cómo te darán buen recibimiento.

En el año el valle tiene frutas de estación:


Los mangos, el níspero y ricas manzanas.
Las uvas, pacaes y grandes guanábanas.
Arándanos, paltas y ciruelas de ensoñación.

Incahuasi Imperial y la Fortaleza de Ungará


silenciosos testigos de esa guerra terrible
entre los Guarcos y el Imperio invencible
lugares de leyenda que la gente venerará.
Te sentarás con ellos en la mesa,
servirán la carapulcra y la Sopa Seca,
con los camarones más de uno peca.
Levantarse, dará un poco de pereza.

El ceviche de trucha es tan exquisito.


La tuca con frijoles, ¡que tales antojos!
El jerre de conejo con tallarines rojos
¡mi rica cachina será buen asentativo!

Los dulces aromas del campo en Abril


vienen de las bodegas y sus lagares
las falcas de estos hermosos lugares
destilan pisco de día y a la luz del candil.

La historia, la cultura y nuestra identidad


son nuestra vida y real preocupación.
Cañete debe contar con tu participación
proteger el patrimonio nos dará felicidad.

Pues motivos tuvo de sobra el fundador


para apostar por esta gente y su linaje.
El turismo y la cultura llevan gran traje
para soñar con un progreso halagador.
EL DISTRITO DE IMPERIAL.

Las Pampas eran áridas y silvestres


horizontes agrestes e indomables
arenales que jamás vieron huellas
dunales soñados bajo las estrellas.

Así fue, en aquellos tiempos lejanos.


Las tierras eran espacios profanos.
El Creador descongeló las montañas
y el agua trajo vida a las quebradas.

El majestuoso río avanzó a su delta


¡Ved las flores y savias de naturaleza esbelta!
puquiales y sementeras de aguas puras
dieron vida al hombre de las llanuras.

Tierras bravías las del reino Guarco


feroces batallas tuvieron su marco.
En Ungará, el último reducto tomado
Chuquimancu, el cacique, es asesinado.

La historia no olvida a los valientes


sus leyendas, aún siguen vigentes.
Que la vida se fortalece con ejemplos
ayer, hoy; y aun, al final de los tiempos.

El siglo veinte trajo nuevas oportunidades


Llegaron colonos con nuevas necesidades
pidieron que la justa Ley los salvaguarde
que trabajo y educación no lleguen tarde.

El Gobierno creó al Distrito de Imperial


que hoy, de Cañete, es la «Capital Comercial»
gente de a pie que es dueña de su destino
asociados avanzan por el mismo camino.

El pueblo, de un gran Distrito, es dueño.


¡Tanto tiempo, para lograr este sueño!
espacios agrestes por ansiado bienestar
que la historia conoce y sabe respetar.

Imperial abre las puertas al inmigrante


soñador cautivo, emprendedor galante,
que trae la pujanza del artesano creador,
del peón tenaz y del obrero chambeador.

Pero. ¡Vaya, que han pasado los años!


por las calles ya no pasan los rebaños.
Los centros de acopio son mercados.
¡Vengan todos, quedarán encantados!

Ramos Larrea y Chocos tienen comercios.


Grandes tiendas y los mejores precios.
Ofrecen abarrotes y frutas de estación
¡Vengan pronto, aprovechen la ocasión!

Calles que parecen una feria interminable.


Tierra bendita de gente buena y amable,
de Florencio Castillo y del Nano Negrón
mis grandes amigos, fraternos sin parangón.

Inspirada voz de gente que te ama


de don Raymundo Reinoso Cama
y don Ernesto Lázaro Gutiérrez.
¡Cultura viva, en dorados relieves!

La Virgen del Carmen es mi Santa Patrona


la bendición de ella no me abandona.
Sé que mi venerada Santa me fortalecerá
y en los caminos arduos su fe me salvará.

Ha cargado con fe, este hombre terrenal


las andas benditas por las calles de Imperial.
He venido con la familia y el vecindario
a escuchar la misa en tu templo santuario.

Tengo tantas cosas presentes en el corazón


que pido a Dios me perdone por ser glotón.
Cuando salgo con la familia a la calle
nos agrada comer con mucho detalle.

La «Sopa Seca» del Distrito de Imperial


preparada con gallina o pavo de corral
nos reunirá alrededor de la gran mesa
¡Vamos a ver, quién tiene la mejor presa!

Recuerdo la feliz ilusión de mi primer amor


los risueños lugares que lo hacían encantador.
En el campo, en el parque o cuando escribía
pues la amaba y pensaba en ella todo el día.
No olvido cuando jugábamos fulbito.
Esas tardes, sin que nadie tocará pito.
La bola rebotaba en la pared vecina,
en la kombi o en la mototaxi saltina.

Si los Leones Indomables rompían redes


el Estadio estallaba tras sus paredes.
Así fueron mis tiempos desde pequeño
¡Somos la barra del Gran “Wlater Ormeño”!

Y doy gracias por el saber que aprendí


al Colegio Nacional de Imperial – CNI
“Alma Mater” de mi querida comunidad
Crisol de Juventudes llenas de peruanidad.

Ahora que vienes al «Gran Aniversario»


Cuídate, exagerar no será necesario.
Hemos tenido grandes festividades
con la familia y grandes celebridades.

Quiero que tu salud cauteles, Imperialino.


Nada nos quitará la alegría con buen tino.
No lo olvides. ¡Vaya que lo recordaremos!
Con salud, el próximo año, lo mejoraremos.

¡Feliz Aniversario, Distrito de Imperial!


«Capital Comercial de la Provincia de Cañete»
.
El Autor.

Me llamo José Alcides Rivas Alvarado, nací en la ciudad de Lima en 1961; y


trabajo como operador turístico en el valle del río Cañete desde el año 2007. Mi
padre, fue don Rodrigo Alcides Rivas Rivadeneyra (Pacarán,1916-1989), quien
era educador de profesión, estudió la carrera magisterial en la PUCP; y mi
madre, doña Josefina Victoria Alvarado Candela de Rivas (Lunahuaná, 1936-
1981), estudió la profesión de Farmacia y Bioquímica en la UNMSM. Siempre he
amado el terruño de mis padres, he sentido un gran apego por el simple andar,
respirar y disfrutar de la hermosa y colorida naturaleza que enmarcan el
majestuoso río Cañete, donde la amistad y la riqueza cultural afloran
espontáneamente en la gentileza de sus pobladores. Siempre he escrito, quizás,
porque también soy un apasionado lector que disfruta conociendo los universos
maravillosos y las experiencias memorables a las que nos llevan los relatos; pero
sobre todo, porque me ha permitido escribir desde la edad escolar y desarrollar
actividades de gestión cultural desde esa temprana edad, como preparar los
periódicos murales en los patios de mi Escuela Padre “Anselmo María” – C.E.
No. 0002 (Breña, Lima) y en el Primer Colegio Nacional de la Republica “Nuestra
Señora de Guadalupe” (Lima), donde fui Presidente del Club de Periodismo
algunos meses del año 1978. Soy Economista (USMP, 1989) y Analista de
Sistemas (Cenecape Metropolitano, 1989). También he realizado cursos de
programación en la PUCP; y he estudiado dos años la profesión de Ingeniería
Química en la UNMSM, donde pertenezco a la Promoción 1980. He trabajado en
el Banco Agrario del Perú (1985/1991) y en empresas comerciales hasta el año
2004, en que trasladé mi residencia al distrito de Lunahuaná (Cañete), donde
vivo hasta el día de hoy con mi familia.
Para desarrollar mis actividades de operador turístico he seguido una carrera en
el sector trabajando en el área de atención de servicios al turista, en el Hotel
Campestre “Embassy Río”, el Hotel Logde “De La Motta”, el Hotel “Encantos del
Sol y la Luna”, en el Hotel “Los Palomos”, en el Restaurante Condoray y en la
Agencia de Viajes y Turismo “Peruanitos Sin Frontera”. También durante mis
años formativos en el sector, he participado en los talleres y cursos
especializados en los temas del turismo, con MINCETUR, DIRCETUR y
CENFOTUR; y con el Ministerio de Cultura, en lo referente al Proyecto Qhapaq
Ñan, a la Puesta en Valor de la Zona Arqueológica Monumental de Incahuasi y
el Sitio Arqueológico de Patapampa.
He tenido el honor de participar como socio fundador de la Asociación de Guías
y Orientadores de Turismo de Lunahuaná (AGOTUL, 2017) y en la Asociación
de Escritores y Poetas de Cañete (AEPOCA, 2019), desarrollando proyectos de
gestión cultural hasta la actualidad.
Todas estas experiencias vividas en mi comunidad, han servido como fuente de
inspiración para cada una de mis obras, donde los personajes actúan en
escenarios del valle del río Cañete, y sus actitudes y valores proponen ser parte
de una genuina tradición que debería trascender en la cultura y en el tiempo.
Obras:
• Cuentos de Lunahuaná (2008).
• La Leyenda de la Casa Encantada (2018).
• El Gran Caballero (2020).
• PACARAN Historias Legendarias (2021).
• Historias de Cañete. Mi Valle Bendito (Inédito, 2023).
Premios y Reconocimientos:
• III Concurso Provincial “Relatos de mi Tierra”. Año 2018.
2do. Premio, con el Relato “Carnaval Negro”.
Evento organizado por el Colectivo Cañete Más+
• Llaves de la Ciudad, del Distrito de Lunahuaná.
Reconocimiento como Historiador de “La Sopa Chola”
Trayectoria como Gestor Cultural de la Comunidad.
Plaza de Armas de Lunahuaná, 13 de Julio del 2023.

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