Historia de La Sopa Chola
Historia de La Sopa Chola
Historia de La Sopa Chola
José Rivas
HISTORIAS DE CAÑETE
Mi Valle Bendito
Setiembre, 2023.
Carnaval Negro
Para pagarles lo que sé,
caminaré por las calles de mi pueblo.
Solo así, renaceré.
Caitro Soto
Es importante señalar a las pulperías y a los italianos, porque con ellos se crea
el ambiente natural que le dará vida y forma definitiva a la “Sopa Chola”, al
agregarle los fideos al plato, para servirla “a los Cholos”, que compraban
especerías en las pulperías, cuando comían o libaban, y después tenían
hambre. Hasta entonces, era un plato “de entrada” o un encantador “plato
entremés”, un plato para los cholos que no era complicado preparar.
Al verme aparecer,
los hombres junto al retablo
con sus rostros ajados por el Sol,
la piel curtida como un bronce,
estaban inquietos, anhelantes.
Sin perder su alegría.
Sin perder su temple.
Si. Estaban conmovidos.
Sé también,
que te contarán de aquéllos,
aquéllos que estuvieron antes.
Los que dejaron su sangre
y su ejemplo
para que hoy
nos sentemos a compartir
este día de felicidad.
No te aflijas,
te dije.
Yo también los conocí.
Estuve en el amanecer
y el anochecer de sus existencias.
Por eso,
éramos tan unidos.
El tiempo nos acercará,
nos guardará,
no lo dudes.
Bueno.
Es cierto, señores.
Claro que lo sé.
Tampoco nadie me olvida
en los grandes momentos.
Nadie dudará en nombrarme
y llevarme a la mesa
como ahora,
junto a tus seres más amados.
Por eso,
ahora te doy las gracias:
“Gracias, hermano”.
Si.
Ahora también
somos hermanos.
Porque todo lo que nace y se hace
en «mi Valle Bendito»,
es legítimamente peruano.
Ahora,
abreviemos más explicaciones.
Nuevamente,
estamos todos.
Nuevamente,
somos felices.
Crónica de “La Sopa Chola
Más Grande del Mundo”
Antecedentes
La Organización
“La Sopa Chola Más Grande del Mundo” fue el evento gastronómico más
importante del año 2018 realizado en el ámbito geográfico de la Región Lima. En
su primera edición congregó la participación de dos mil novecientas veinticinco
personas (2,925); tal como indica la estadística registrada por los por los alumnos
de la Escuela Profesional de Administración en Turismo y Hotelería de la
Universidad Naci
El Gran Día
Fue el domingo 04 de Febrero del año 2018, cuando se realizó este magno
evento.
Desde tempranas horas, las cocineras se reunieron en el local del Antiguo
Mercado Municipal, y prendieron sus fogones con leña para empezar a aderezar
sus guisos. Todas ellas, acompañadas de sus ayudantes, reflejaban en sus
rostros el compromiso y el orgullo de estar ahí, listas para asumir el gran reto;
algunas representando a los restaurantes turísticos, y otras, a reconocidas y
tradicionales familias de cocineras de la comunidad.
Cada cocinera llegó con sus ollas y utensilios. Las ollas eran de barro y algunas
de aluminio, con capacidad para preparar diez kilos de “Sopa Chola”. Los
aderezos, ya habían sido pesados y envasados; y las gallinas de corral -ya
beneficiadas-, fueron trozadas y repartidas proporcionalmente.
Entonces, ellas –las cocineras-, inician su magna labor, moviendo con sapiencia
y firmeza sus cuchillos y cucharones, empezando su gloriosa gesta …
La Mesa
El Plato (recipiente) para servir “La Sopa Chola Más Grande del Mundo” fue
fabricado por AGOTUL los días Viernes 02 (después del City Tour de la Tarde)
y Sábado 03 de Febrero del 2018 (antes del City Tour de la Mañana). Con la
finalidad de estandarizar conceptos y con la buena intensión de preparar una
sola receta, es decir, igual para todas, las cocineras, que participaron de dos
reuniones previas llevadas a cabo después de las seis de la tarde en el Auditorio
de la Municipalidad, los días Martes 23 y Jueves 25 de Enero del 2018; donde
formalizaron sus coincidencias con diecinueve (19) ingredientes.
El Plato fue una bandeja confeccionada con triplay (24 Planchas de 2.44x1.20
metros, cortadas longitudinalmente en tres), y listones de madera de 2.5
centímetros de ancho para armar los bordes. En su interior, el Plato fue
recubierto con papel aluminio de uso alimentario sobre un plástico blanco
también de uso alimentario. Abarcó (al igual que la mesa) una longitud de 175.68
metros lineales y el ancho de la bandeja fue de 40 centímetros. El ancho de la
mesa fue de 0.80 centímetros y estaba recubierto con un mantel de plástico color
blanco de uso alimentario.
La mesa armada en la Plaza de Armas de Lunahuaná tuvo forma de “U”, y corría
desde la altura de la primera puerta del Restaurante “Runa Huanác” del señor
Farro, hasta llegar frente a la imagen del Santo Patrón en el frontis de la Iglesia;
abarcando la cuadra 5 del jirón Grau, la cuadra 3 del jirón Alfonso Ugarte y la
cuadra 3 del jirón Simón Bolívar.
La estadística de los convidados estuvo a cargo de la Escuela de Administración
en Turismo y Hotelería de la Universidad Nacional de Cañete, que instalaron a
las 10:00 a.m. sus mesas de inscripción y entrega de tickets. Es importante
señalar, que el «Registro de los Participantes» forma parte de los protocolos de
calidad para el éxito de eventos de esta naturaleza.
La Fiesta
Don Leonel Alcalá Lévano, fue el Padrino de “La Sopa Chola Más Grande del
Mundo”. Es un distinguido empresario de Lima que nació en Lunahuaná, y ha
venido a la reunión acompañado de su familia, que es muy querida en la
comunidad.
El Alcalde del Distrito, el Presidente de AGOTUL y el Padrino iniciaron el evento
después del izamiento del Pabellón Nacional. Terminando el acto protocolar, y,
en representación de la Congresista de la Republica, Lic. Hilda Lisbeth Robles
Uribe, su Asistente, la Lic. Sara Griselda Milla Abarca, nos hizo el honor de medir
el plato.
Finalmente, se terminó de medir el Plato, y el Alcalde anunció que “La Sopa
Chola Más Grande del Mundo” tenía 171.70 metros, provocando la inmediata
algarabía general.
A esa hora, los números artísticos se sucedían espontáneamente. El grupo
“Andar, Andar”, entonando valses y festejos, acompañados de sus ya famosos
decires, tan lúcidos y entonados con la fiesta. Luego, las danzas de “Los
Negritos” del señor Percy Rojas Alcalá (del Barrio de Jita); y, a continuación, la
“mística” danza de “Las Pallas” con Gonzalito y Felipe Nicolás. Después, los
estudiantes de la Universidad Nacional de Cañete bailan ritmos de festejo, y su
danza armoniza perfectamente con la celebración. A continuación, los chicos de
la “Tuna Universitaria” despliegan su vasto repertorio musical. Para estar a la
altura de la fiesta, cada grupo brinda lo suyo con fervor y entrega. La gente
escucha, aplaude, canta, baila, brinda … ¡Festeja! … Y cuando los virtuosos
terminan su arte, la gente, en los alrededores, disfruta ya del plato típico de
bandera … la Banda de Músicos “Centro Musical Langla” continúa con el
ambiente de fiesta hasta las seis de la tarde. Pero la celebración no se detiene,
los abrazos van y vienen. Los pobladores han traído jarras con chicha de jora y
las comparten con los visitantes y amigos. Hay quienes destapan botellas de
vino, y alguien, totalmente despabilado y eufórico, dirá que la Plaza de Armas,
es, nuevamente, ¡La Plaza de Armas de Lunahuaná …!
A esa hora, los “muchachos” de AGOTUL inician la marcha triunfante,
encabezados por el Alcalde, acompañados de las cocineras, los jóvenes de la
Universidad Nacional de Cañete, los invitados de honor, las autoridades
distritales, la Banda de Músicos y el pueblo. Es el «Pasacalle de la Victoria» que
los lleva hasta la Barranca y a regresar por la calle principal. Todos sonríen.
Todos se abrazan. Todos celebran el orgullo de lo peruano. Todos aplauden a
“La Sopa Chola Más Grande del Mundo”.
El Epilogo
Hoy es Sábado 17 de Febrero del 2018, cuando termino de escribir esta crónica.
Casi, la he hecho de un solo plumazo. Necesito atesorar lo vivido y muy
temprano, he salido a caminar por la Plaza de Armas.
Para todos ha quedado claro que el Festival fue un éxito. Tuvo la gracia de un
auto del año que prendió con la primera chispa. Sabemos que tendrá muchos
caminos para transitar en el futuro, y deseamos que así sea. Hay momentos que
encienden los corazones porque traen ese rayo de luz y esperanza que
deseamos de un mundo mejor para nuestro linaje. Y eso fue, por su convicción
y festejo: “La Sopa Chola Más Grande del Mundo”.
AGOTUL demostró la madurez institucional que ha logrado al celebrar su tercer
aniversario. Su propuesta de rescate cultural e integración de valores de la
comunidad es ahora un fanal para todos. La resiliencia les dejó una sinergia
positiva que los fortalecerá para llegar con nuevos bríos al Bicentenario. Todavía
la gente en las calles comenta y felicita a los miembros de AGOTUL por el
evento, haciéndoles llegar obsequios y bienaventuranzas. Son los ecos de la
generosidad brindada por las familias Lunahuaneñas al realizar el evento, que
desde semanas atrás resonaron con mucha fuerza en frases alegres,
chispeantes y llenas de regocijo. Fue durante el recojo de las donaciones del
pueblo que cubrió con su aporte los insumos necesarios (gallinas, ingredientes,
leña) y los gastos operativos (dinero en efectivo). Cuando nos llamaron
“poblanos comesopa”, recordándonos que éste es el apelativo con que
tradicionalmente se refieren en los barrios a los vecinos del pueblo, sonreímos;
que la mesa tuvo la forma de “U”, en honor al Club “Unión de Lunahuaná” -el
Club del pueblo-, también, sonreímos; porque todo lo que decían también pudo
ser un buen motivo más. Sonreíamos, nuevamente, y continuábamos.
Había pensado escribir un Informe, pero me pareció algo muy frío frente a un
plato tan caliente, tan sabroso y hecho con tanto amor.
Había pensado escribir un Resumen, y tal vez hubiera sido mejor hacerlo; sólo
que hay partes, que por respeto, no merecen resumirse, ni guardarse, sino que
debemos exponerlas como un testimonio que será parte de nuestras vidas para
el futuro.
Me detengo en el centro de la Plaza de Armas y contemplo la Iglesia.
Súbitamente, la memoria me presenta a esa encantadora pareja de “ángeles”
que frisaban los 50 años de edad, que llegaron temprano y observaban los
movimientos de los organizadores, serenamente sentados en la banca frente a
la imagen del Santo Patrón. Fue cómo a las nueve de la mañana, cuando se
acercaron a la mesa y, respetuosamente, pidieron ayudar para vestirla con
mayor diligencia, y sin esperar más por la respuesta, se sumaron. Poco después,
faltó el papel platino que se había comprado para el Plato, y la Comisión trajo
dos cajas de una bodeguita cercana a la Plaza -no había más en todo el pueblo-
, y estiraron meticulosamente el papel hasta lo máximo. No alcanzó. Mientras se
acomodaban otras cosas, ellos –“los ángeles”-, aparecieron de nuevo con los
dos rollos que faltaban. Los vimos hasta el momento de llevar las ollas a la Plaza.
Él estaba cargando ollas y ella llevando las yucas en los tazones …
Sí, claro. Podemos decir muchas cosas más, porque algún día muchos las
evocarán o las recrearán, porque ese siempre será un ejercicio repentino a la
memoria que nos traerá alegrías y añoranzas felices para vivir mejor.
Hoy es un asoleado día de vacaciones y los turistas y vecinos caminan con sus
hijos tomados de la mano o están muy cerca de ellos mirándolos jugar. Suspiro.
Siento que en el aire perdura el aroma del plato típico de bandera. En mi paladar,
la ternura de la gallina y la finura de los fideos, aún reposan. Los guardo para
fortalecer el bendito sabor de lo nuestro, cultamente acompañados con un vaso
de chicha de jora ... ¡Sabores Cañetanos de la Región Lima, tan lunahuaneños
y tan peruanos, Señores …!
Los árboles se agitan, refrescando la estancia. Hemos compartido una velada
memorable, y en el aire, durante mucho tiempo, resonarán gloriosos los alegres
compases de marinera de esa inolvidable jornada del plato de bandera.
Cuadro No. 1: Las Cocineras de “La Sopa Chola Más Grande del Mundo”.
Son las diez de la mañana del día Lunes 15/07/19, cuando dos grandes buses
se detienen en la Plaza de Armas de San Vicente.
En medio de la fría estación invernal, las puertas se abren para que los visitantes
desciendan dejando ver los matices de su apacible humanidad: son personas
mayores, venerables ancianos que aun caminan con mucha dignidad, algunos
ayudados por familiares cercanos que por amor no los han dejado venir solos.
La gente que transita por la Plaza, los ve con simpatía y algunos se detienen a
observarlos, saludándolos cortésmente; mientras otros, que ya están en la Plaza,
les dirigen curiosamente la mirada, como para ver qué pasa.
Las coordinadoras de cada bus, los reúnen en el corredor que va hacia la pileta
para presentarles a los señores Daniel Sánchez y José Rivas, miembros de la
Asociación de Guías y Orientadores Turísticos de Lunahuaná (AGOTUL),
entidad decana haciendo los recorridos culturales por la provincia. Ambos,
sonríen con una venía, y alternativamente, hacen uso de la palabra dándoles la
bienvenida a la «Provincia de Cañete: Capital Intelectual de la Región Lima.
Cuna y Capital del Arte Negro del Perú».
Luego, los visitantes se acomodarán pacientemente en las bancas y en los
bordes de la pileta para escuchar la remembranzas históricas, aquéllas que
despertarán el amor al terruño cuando mencionen a los grandes hombres
nacidos en la provincia para honrar a la Patria: el Presidente Balta, el científico
Julio Kuroiwa, el poeta Enrique Verástegui, el genial “Caitro” Soto, la dulce
Susana Baca, el elegante Manuel Donayre, Perú Negro, Lolo Fernández, y otros,
que son mencionados por los méritos que los han elevado a ser tan amados por
el pueblo. Luego, los orientadores interactúan con los visitantes para identificar
la vasta gastronomía cañetana, donde evocarán los platos con camarones, la
exquisita “sopa seca”, el humeante “arroz con pato”, el místico “jerre de conejo”,
la inquietante “Tuca”, la majestuosa “sopa chola”, en fin. ¡Humm! En fin. Los
dulces cañetanos: la mazamorra de uva, el dulce de limón, las humitas, la
chapana. Los ponches cañetanos: el “champús” y el ponchecito con maní
¡Humm! Si, señores, ¡Humm!
Pero como si en el aire faltara algo para expresar mejor lo dicho hasta ungirlo
con los sentimientos, la bruma matinal que se va aclarando de a pocos se
resiente cuando sobre su desidia estalla el sonido del relámpago, y aparece
frente a todos el popular “Pelito”, que se acerca acompañado de su cajón.
Sabemos que andorrea desde temprano de aquí para allá llevando el arte a
cambio de su buena voluntad. Lleva en su pecho el polo de la marca Perú y les
extiende una respetuosa venia. Les pide el permiso.
Los visitantes se lo dan, y él se coloca al centro para cantar entonadas melodías
y festejos de amor al terruño. Los concurrentes (visitantes y vecinos), corean los
temas mientras aplauden; hasta que una morena que pasaba diligente por el
lugar, vestido sastre color gris y cartera a la altura de la cintura, se detiene, y
entrega la cartera a una conocida -o al menos, eso es lo que creemos-, dando
unos pasitos adelante para invitar al ruedo a uno de los visitantes.
Será ese el instante vigoroso en que la memoria se unirá al encanto de lo vivido.
Todos saben que no la han llamado, pero entienden mejor que nadie que es el
amor a lo nuestro lo que la ha detenido, dejando atrás –pero muy atrás- los
demás temas pendientes del día, para que el ambiente de fiesta se anime con el
rítmico movimiento de caderas de ese arte que lleva en la sangre y que aflora
sublimemente, hasta hacer para todos el día especial y memorable. Si, será un
instante lúcido hasta el final. En los siguientes minutos, todos bailan, corean,
levantan los brazos, y los transeúntes, los acompañan con hurras y aplausos…
Han pasado una hora de ensueño, cuando las coordinadoras miran el reloj y con
mucho profesionalismo, les indican respetuosamente, que ya deben despedirse
para continuar. Los visitantes agradecen con “un gesto” que “Pelito” sabe
apreciar. Suben, y cuando llegan al distrito de Nuevo Imperial, las autoridades
los están esperando en la Plaza de Armas, en las mismas puertas de la
Municipalidad. Son recibidos, agasajados, y continúan su recorrido para conocer
las Bocatomas y la Reserva Natural.
Luego, retornan para almorzar en uno de los restaurantes del Km 5 de la
autopista Cañete - Yauyos. Algunos que estuvieron el año anterior, lo recuerdan.
Ese, fue otro motivo para regresar.
Al ingresar al recinto, son recibidos por el propietario, los ambientes amplios y
cómodos, llenos de luz, los acogen. Un distraído comensal, les sonríe desde
una mesa, y les pregunta: ¿Acaban de llegar? ¡Bienvenidos a Cañete!
Ellos, sencillamente, sonríen. Una visitante, le responde:
- En realidad, llegamos temprano, señor. Venga, únase a nosotros. Le contaré.
* * *
Son las seis de la mañana, cuando estamos reunidos en la entrada principal de
la institución cultural que fundamos hace noventa años en Pueblo Libre (Lima –
Perú). Nos han reunido para realizar el paseo anual. En los preparativos, hace
cuatro meses, ya habíamos decidido el lugar a visitar: Cañete, un destino hacia
la naturaleza, no tan distante de la Capital, para poder regresar el mismo día.
Total, tenemos en el cuerpo el trajín de una vida llena de esfuerzos y grandes
satisfacciones. Tenemos una familia, hemos trabajado para aprender y crear
nuestras propias empresas como negocios familiares. Hemos sido solidarios a
la hora de formar el barrio y la vecindad. Hemos dejado un legado en todos los
órdenes de la existencia para hacer grande la Patria. Por eso, entiéndame usted.
Este paseo, nos lo merecemos. Lo hemos ganado hace tiempo. Así que lo invito,
quédese con nosotros. Vea usted, que agradable es compartir una mesa en
Cañete, con los que más quieres.
Temprano, al venir, hemos disfrutado con la hermosa vista de las playas del
litoral, antes de detenernos a tomar desayuno en Mala. La exquisitez del tamal y
del chicharrón, el pan de leña y el cafecito recién pasado. ¡Humm!
Llegando a San Vicente, antes de bajar en la Plaza de Armas, hemos visitado el
Templo Jionji (2), el primer lugar sagrado, donde nuestros antepasados se
reunían para honrar la divinidad de todo lo creado y practicar el Budismo Zen.
Luego, visitamos el Monasterio de la “Madre del Amor Hermoso”, edificado por
la congregación del Opus Dei para rescatar la santidad del amor a la Virgen
María y de la Familia.
Disculpe, usted, señor. Pero ya siento el aroma del “chupe de camarones”, lo
que me induce a hacer una pausa, es un placer que me corta la respiración.
¡Humm! ¿Y este otro plato? ¡Es la “sopa seca con carapulcra”!
Bueno, vamos a parar por ahora la conversación. Usted, señor, comprenderá.
* * *
Son las tres de tarde. Es hora de continuar, y media hora después, llegarán a
Quilmaná, para visitar el Parque Chavín de Huántar, un lugar monumental por
sus áreas culturales y de esparcimiento. En la zona del zoológico, la fauna viva
de nuestra vasta geografía, y en todos los ambientes, las réplicas de imágenes
del acervo popular que son páginas del alma que hacen que todos sonrían,
mientras llevan el paso hacia las admirables edificaciones que semejan
decorosamente a las maravillas del mundo antiguo: las pirámides de Egipto y la
gran muralla china. El coliseo romano, Machu Picchu, el templo Chavín de
Huántar, el Cristo Concorvado de Brasil, en fin.
Son las cinco y nos dirigimos a Cerro Azul. Llegamos a la hora del sunset. El Sol
se sumerge en un minuto, pero benignamente, no oscurece el día. Es hora de
volver. Y agradecemos a Dios por vivir un día en Cañete, un trozo del cielo para
el mundo entero, en el Perú que tanto amamos.
* * *
La Plaza de Armas de San Vicente es un ágora apacible e imperdonable para un
pueblo que la transita raudamente durante el día. Hay comercios en los linderos,
edificios de entidades públicas, los hermosos portales de la municipalidad,
transeúntes, policías y serenos, cambistas, lustrabotas, ambulantes, en fin. No
hay niños en la calle, porque están en el colegio. La llegada de los visitantes
durante el frio matinal libera a todos de la modorra de lo frecuente.
Mientras festejan en la pileta, los hombres de prensa preparan su informe para
el noticiero del mediodía. Sin interrumpir la algarabía, discretamente, entrevistan
a las coordinadoras y a los visitantes. Finalmente, preguntan a uno de los
orientadores de AGOTUL.
- Señor. ¿Considera usted que el turismo es importante?
- Por supuesto. Claro que lo es. Es el futuro, nuestra industria sin
chimeneas. Genera trabajo directo e indirecto en las economías familiares
y nos preserva los ecosistemas libres de contaminación.
Animados a la provocación, pero con cierta convicción, los reporteros hacen
la esperada pregunta de rigor:
- Señor. ¿Las autoridades apoyan el turismo?
Los orientadores se miran. Saben que el turismo no genera discordias, ni
desempatías, ni antes ni después. Participan los que desean vivir momentos
de felicidad al lado de los que más aman. Entonces, uno de ellos, responde:
- En Cañete tenemos treinta años de vivencias en el sector. Lunahuaná es
la “Capital Turística de Cañete” (3). Hay sesenta agencias de turismo en el
distrito, como no hay en otro pueblo de la Región Lima, y están en un
distrito rural de Cañete, donde los agentes económicos (hoteles,
agencias, restaurantes, vitivinícolas y otros comercios) han dinamizado la
economía familiar gracias al turismo, que es una actividad que forja
emprendedores y que ha empoderado a las familias que se han esforzado
en el medio local para rescatar su propia cultura y valorar la riqueza
ecológica ofreciendo actividades atractivas a los visitantes.
Pensemos, señores.
Somos un pueblo con una cultura milenaria y hace veinticinco años
vivimos una relativa estabilidad política en el país. En ese tiempo, los
peruanos nos hemos vuelto excursionistas por naturaleza. Hemos
emprendido el conocimiento de nuestra propia geografía, tan rica, variada
y maravillosa; donde tenemos más de doscientos ecosistemas y la mejor
gastronomía del mundo (4). Al valorar la propuesta del turismo en toda su
extensión, lo demás, señores, lo hacemos nosotros mismos, los
peruanos. Las autoridades asumen el rol de normar la actividad, y,
formalizar las empresas y los proyectos de rescate cultural que dinamicen
el sector.
Es cierto, hemos tenido autoridades que nos hemos lamentado de elegir,
pero así son las reglas de la democracia, nosotros somos los que
elegimos siempre a nuestros representantes. Todo ello, no ha debilitado
el esfuerzo del turismo ni su valiosa propuesta, porque el Estado también
nos ha capacitado a través de la Dircetur (5), con Programas que nos han
ayudado a entender hace tiempo que somos un pueblo de gente muy
hospitalaria. El turismo no lo hacen las autoridades. No, señores, de
ninguna manera. Debemos entender que también el turismo hay que
merecerlo, porque nadie regresa continuamente donde no es bien
recibido.
Señores, hace treinta años éramos un “lugar turístico”. Hoy, Cañete es un
“destino turístico”. La gente que entonces entendió el mensaje lo ha hecho
posible.
Ahora les voy a contestar su pregunta con otra pregunta: ¿Quién hace el
turismo, señores? ¿las autoridades o el pueblo?
- “¡El pueblo!”. Fue la pujante respuesta de los hombres de prensa, esa
mañana en que los visitantes y el pueblo se mostraron. Y vaya con cuanta
algarabía y felicidad.
- ¡¿Vamos a esperar que las autoridades hagan el turismo?!
- ¡No, señor! –fue la sonriente respuesta.
- ¡Pues a trabajar, señores! Gracias por la entrevista, tenemos que subir al
bus, y ya nos vemos en el camino.
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Notas:
(1) El Turismo es una puerta abierta al desarrollo económico de la provincia,
una posibilidad que está en nuestras manos crear y generar gracias a la
vasta riqueza cultural que poseemos. Ruta Turística de Cañete: Playas
del litoral cañetano y Cerro Azul, Desayunos en Mala, Parque Zonal de
Quilmaná, Santuario “Madre del Amor Hermoso”, Catedral “San Vicente
Mártir”, Bodegas Vitivinícolas de la provincia, deportes de aventura en
Lunahuaná y sitios arqueológicos de la provincia. Gastronomía variada:
comidas criollas y cocinas regionales de la costa y la sierra.
(2) Templo Jionji de San Vicente de Cañete. Instalado en 1977 y edificado en
este solar colindante con la antigua panamericana sur. Es un lugar
sagrado donde se celebran los rituales del Budismo Zen, originario de
China y Japón. En la actualidad -y principalmente-, los descendientes de
la inmigración japonesa al Perú de 1909, continúan celebrando los rituales
con mucha devoción para recordar honrosamente a sus antepasados.
Inicialmente, y durante décadas, el Budismo Zen se practico en el distrito
en la zona denominada “Casablanca”.
(3) Por Acuerdo del Consejo Provincial de Cañete del 13/07/94, el Distrito de
Lunahuaná es declarado la “Capital Turística de Cañete”.
(4) En el año 2019, el Perú es designado el primer destino gastronómico del
mundo por octavo año consecutivo. Premio concedido por los
consumidores a través del “Word Travel Awards” (premios a la excelencia
para los que brindan servicios turísticos. Concedidos desde 1993.
www.worldtravelawards.com). También en el año 2019, se premió al Perú
como mejor destino cultural del mundo y a la ciudadela de Machu Picchu
como el mejor atractivo cultural del mundo.
(5) Los Programas de Capacitación sobre Calidad Turística de CENFOTUR,
han sido el valioso soporte educativo de los últimos veinte años. Gracias
a la participación de convenios internacionales e intersectoriales, los
cursos gestionados por los gobiernos locales han sido totalmente
gratuitos para los emprendedores y la población en general.
La Leyenda
del Capitán Zurbano