Cpi-Filosofía - Clase 4 - 18-01-24-1

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UNIVERSIDAD NACIONAL DEL ESTE

FACULTAD DE DERECHO

CURSO PREPARATORIO DEL PROCESO DE


ADMISIÓN

FILOSOFÍA
CLASE 4

UNIDAD 3-4

PROF. JHOEL DAVID ESQUIVEL

CIUDAD DEL ESTE, 18 DE ENERO DE 2024


CONTEXTO HISTÓRICO
CONTEXTO HISTÓRICO
EJES TEMÁTICOS

El Helenismo; Estoicismo. Escepticismo.


Epicureísmo. Eclecticismo. Neoplatonismo.
Teocentrismo
La Patrística San Agustín.
La Escolástica: Santo Tomás de Aquino
Filosofía renacentista
Surgimiento y desarrollo del método
científico: Bacon y Galileo
IDEAS PREVIAS
RESUMEN DE LAS IDEAS DESARROLLADAS
HASTA LA PRESENTE CLASE

1 ) El período naturista, caracterizado por el problema de la


Physis ( es decir, de la naturaleza) y del cosmos y que vio, entre
los siglos VI y V a.c., sucederse a los Jónicos, los Pitagóricos, los
Eleatas, los Pluralistas y los Físicos eclécticos.

2) El período que en parte coincide con la última fase de la


filosofía naturista y con su disolución y que tiene como
protagonista a los Sofistas y sobre todo a Sócrates quien, por
vez primera, busca determinar la esencia del hombre.

3) El momento de las grandes síntesis de Platón y Aristóteles


que coincide con el s. IV a. C., caracterizado sobre todo por la
explicitación y la formulación orgánica de los diversos
problemas de la filosofía.
LAS ESCUELAS FILOSÓFICAS DE LA EDAD
HELENÍSTICA

Estoicos, epicúreos, cínicos y escépticos

CONTEXTO

Período —situado entre la muerte de Alejandro Magno en 323


a.C.

Se creía que después de que la filosofía alcanzara su cumbre su


cumbre especulativa con el pensamiento idealista de Platón y su
plenitud científica con las investigaciones de Aristóteles.

En el aspecto teórico, estoicos y epicúreos no volaron tan alto, no


miraron tan lejos. No construyeron grandes sistemas
interpretativos de la realidad: Epicuro incluso tomó uno ya
existente para explicar la esencia del mundo, que le pareció ya
adecuado.
Las escuelas helenísticas lo que buscaban y anhelaban era saber
lo necesario para satisfacer lo que experimentaban como una
necesidad acuciante: llevar una vida feliz conforme a la
naturaleza humana.
La aspiración y la ambición teóricas dejan paso en ellos a la
necesidad ética.
HISTORIA DEL PERIODO HELENÍSTICO

De helenista (del griego antiguo ἑλληνιστής (hellenistḗs,"que


habla griego"), a su vez de Ἕλλην (Héllēn, "griego")) y el sufijo
-́ico.

El helenismo significa la difusión de lo griego por un enorme


espacio geográfico que abraza desde Egipto hasta la India.

Tradicionalmente se han distinguido tres períodos históricos en la


antigüedad helénica: La Grecia clásica de las polis (ciudades-
estado), el de la dominación macedonia, y el del sometimiento al
Imperio romano.

El segundo de ellos, que abarca desde el último tercio del siglo


IV a.C. hasta el siglo I a.C., se conoce como período helenístico, y
habitualmente se ha considerado como una simple etapa de
transición entre los tiempos dorados de las polis y la
dominación romana.
Estoicismo
Se llama así porque se erigió en el pórtico de Atenas (stoá).
Su fundador es Zenón de Cicio (342- 270 a.J.C.) y tiene
representantes romanos de gran renombre, como Séneca y el
emperador Marco Aurelio. También se alistan en sus filas
Epicteto y Posidonio.

Cultivan la Lógica, y su cosmovisión quiere ser puramente


racional. El Universo es regido fatalmente por la razón.

El ideal humano del estoico es, pues, el sabio que se gobierna


exclusivamente por la razón, sin dar lugar a los impulsos de
las pasiones, las cuales son juzgadas como malas.

La razón debe llevar al hombre a una adecuación con su


propia naturaleza y con la naturaleza del Cosmos. Gracias a
ella se adquieren las virtudes y, por ende, la felicidad.

Los grados más elevados de la vida estoica están sellados por


la impasibilidad, que es un equilibrio y serenidad completas
frente a los afectos, las pasiones y las contradicciones de la
vida.

El estoico tiene que renunciar a los placeres y soportar los


dolores y penalidades propias.
EPICURO Y LA FUNDACIÓN DEL "JARDÍN "

Epicuro de Samos, fundó su Escuela en Atenas en el 307/306 a.c y


retomó de Leucipo y de Demócrito la teoría atomista, de Sócrates
el concepto de filosofía como arte de vivir.

El lugar mismo escogido por Epicuro para su Escuela es la


expresión de la novedad revolucionaria de su pensamiento: no
una palestra, símbolo de la Grecia clásica, sino un edificio (mejor,
un huerto) en los suburbios de Atenas.

La palabra que llegaba del Jardín puede resumirse en pocas


proposiciones generales:

a) la realidad es perfectamente penetrable y cognoscible por la


inteligencia del hombre;

b) en las dimensiones de lo real, hay espacio para la felicidad del


hombre;

c) la felicidad es ausencia de dolor y perturbación;

d) para alcanzar esta felicidad y esta paz, el hombre tiene necesidad


sólo de sí mismo;

e) no les sirve, por lo tanto, la Ciudad, las instituciones, la nobleza,


las riquezas, todas las cosas y menos aún los dioses: el hombre es
perfectamente autárquico.
EPICURO
El tetrafármaco y el ideal del sabio

Epicuro, pues, ha procurado a los hombres el cuádruple


remedio. Mostró:

1) Que los temores a los dioses y al más allá son vanos.

2) Que el temor a la muerte, que es nada, es absurdo.

3) Que el placer, cuando se lo intenta correctamente, está al


alcance de todos.

4) Finalmente, que el mal es de breve duración, o es fácilmente


soportable.

El hombre que sepa aplicar este cuádruple remedio


(tetrafármaco) adquiere la paz del espíritu y la felicidad que
nada ni nadie puede afectar.

Hedonismo
A partir de una cosmovisión materialista, con raíces en
Demócrito, los hedonistas proponen el placer (en griego:
hedoné) como valor supremo y al cual se han de subordinar
todos los demás.
La regla de conducta práctica es, pues: "Procurar el máximo de
placer, con el mínimo de dolor."
El verdadero placer, para Epicuro, es así "la ausencia de dolor
en el cuerpo" (aponía) y la "falta de turbación en el alma"
ESCEPTICISMO

Después de una época de madurez filosófica, suele venir el


escepticismo, como un aspecto importante de la decadencia.

Pirrón, natural de Elis, fundó en su patria una escuela que


después de su muerte tuvo poca duración. Vivió en la pobreza
y murió muy viejo, hacia el año 270 a. de C. No dejó escritos.

El escepticismo consiste en la duda acerca de todo. El


escéptico prefiere abstenerse de juzgar, oscila entre la
afirmación y la negación.

Un escéptico no puede argumentar nada, pues, con eso,


automáticamente se traicionaría.

Argumentar significa proponer alguna verdad con razones, y


eso es justamente lo que rechaza el escéptico: que podamos
alcanzar la verdad. Sin embargo, existen ciertos motivos que
aducen para justificar su postura.

La palabra escepticismo significa indagación. Tiene por objeto


la consecución de la felicidad como ataraxia. El escepticismo
pone tal condición en la crítica y la negación de cualquier
doctrina determinada, en una indagación que ponga en
evidencia la inconsistencia de cualquier posición teórica
práctica, las considere a todas como igualmente engañosas, y
se abstenga de aceptar ninguna.
EL ECLECTICISMO

La palabra eclecticismo puede tomarse en dos sentidos, uno


aceptable y el otro inaceptable.

El eclecticismo (del griego eklegein, «escoger»), es una escuela


filosófica nacida en Grecia a partir del siglo II a.C. que se
caracteriza por escoger (sin principios determinados)
concepciones filosóficas, puntos de vista, ideas y valoraciones
entre las demás escuelas que se asumen que puedan llegar a ser
compatibles de forma coherente, combinándolas y mezclándolas
aunque el resultado pueda ser a menudo contrapuesto sin llegar
a formar un todo orgánico.

El sentido aceptable del eclecticismo consiste en conservar una


postura abierta a todas las influencias, de tal manera que, por
principio, se evite la actitud cerrada ante ciertos autores y
corrientes filosóficas.
El ecléctico sabe que la verdad puede ser poseída por todo
filósofo, y, por lo tanto, analiza y escoge las tesis que adoptará,
entre las de tantos pensadores estudiados.

Por otro lado, el ecléctico puede ser la persona que sin ninguna
unidad, estructuración, o espíritu crítico, se dedica a estudiar y a
mezclar cuantas corrientes diversas va encontrando en los libros.

Al final se halla en posesión de un cúmulo de teorías, tal vez muy


ricas, pero sin organización ni coherencia interna. Ese tal, sabría
más si hubiera estudiado menos. El defecto del eclecticismo es,
pues, la falta de unidad en sus convicciones.
PLOTINO Y EL NEOPLATONISMO

Ammonio Sacca fundó la Escuela Neoplatónica de


Alejandría Entre sus discípulos se destaca Plotino (205- 270
d.C,) el último de los grandes pensadores griegos que con
un imponente sistema se coloca, en cierta medida, al nivel
de Platón y Aristóteles.

Para Plotino la realidad se articula en tres hipóstasis (=


sustancias): el Uno, la Inteligencia/Espíritu y el Alma.

El principio de todo es lo Uno, especie de Dios del que


emanan todas las cosas, pero completamente
trascendente al mundo y al hombre. De él no se puede
afirmar nada, es incognoscible e inexpresable.

Plotino se planteó también el problema, completamente


nuevo en el pensamiento griego, de ¿ por qué existe el Uno
y por qué es lo que es?

A esta pregunta responde introduciendo el concepto


revolucionario de "autocreación": el Uno existe porque se
autocrea; y es lo que es, es decir, Bien absoluto, porque
quiso existir del mejor modo posible
FILOSOFÍA Y CRISTIANISMO

El cristianismo apareció en la historia cuando la razón


había encontrado, en Grecia, su expresión sistemática, con
la Filosofía de los genios hasta aquí estudiados.

La naturaleza humana había alcanzado una cumbre


esplendorosa con el esfuerzo mental de Sócrates, Platón y
Aristóteles. Independientemente de ese desarrollo
filosófico, y en un ambiente totalmente diferente, la
Revelación cristiana aportará nuevos datos acerca de Dios,
el hombre y su conducta, inalcanzables con el solo uso
natural de las facultades humanas

De la religión cristiana ha nacido así la filosofía cristiana, la


cual ha emprendido la tarea de llevar al hombre a la
comprensión de la verdad revelada por Cristo, de manera
que pueda verdaderamente realizar el significado
auténtico de la misma.
LA PATRÍSTICA

Cuando el cristianismo, para defenderse de los ataques


polémicos y de las persecuciones, y asimismo para garantizar
su propia unidad contra escisiones y errores, tuvo que poner
en claro sus propios presupuestos teóricos y organizarse
como sistema doctrinal, se presentó como expresión
completa y definitiva de la verdad que la filosofía griega había
buscado
Una vez en el terreno de la filosofía, el cristianismo sostuvo su
continuidad con la filosofía griega y se presentó como la
última y más completa manifestación de la misma.

Este período de elaboración doctrinal es la patrística. Padres


de la Iglesia son los escritores cristianos de la antigüedad, que
han contribuido a la elaboración doctrinal del cristianismo, y
cuya obra ha sido aceptada y hecha propia por la Iglesia.
SAN AGUSTÍN Y LA PATRÍSTICA

Agustín ( 354-430) es el más importante de los Padres de la Iglesia. Su


itinerario espiritual y filosófico fue muy articulado: la madre,
Mónica, por su firme y tenaz fe, y el obispo Ambrosio, que le enseñó
el método de la exégesis alegórico-filosófica de la Biblia, jugaron un
papel decisivo en su conversión al cristianismo.

Su formación cultural fue sobre todo de lengua e inspiración latina,


acuñada especialmente por la retórica, disciplina que enseñó en
África y en Milán.

El tema central de la Filosofía agustiniana es el alma y Dios. Conocer


el propio interior, lo subjetivo, y, a partir de allí, elevarse a Dios, es
su programa filosófico. "De lo exterior a lo interior, y de lo inferior a
lo superior." "Dios es más íntimo a mí, que yo mismo."
La verdad y la teoría de la iluminación

La verdad no debe buscarse en el exterior del hombre, sino


en su mismo interior. No son los sentidos quienes la
proporcionan, sino la actividad del espíritu racional. La
verdad es eterna e inmutable, luego no proviene de las
cosas, que son mutables

Para que el intelecto humano pueda conocer la verdad, es


necesaria una iluminación especial, proveniente del mismo
Dios.
SAN AGUSTÍN
DIOS

Las características básicas de Dios son la inmutabilidad y la


bondad. Dios es la Verdad, es el Ser que persiste sin cambio, es
la misma eternidad. S. Agustín analiza con detenimiento el
misterio de la Trinidad, y llega a conclusiones diferentes de las
que se obtienen a partir de la tríada plotiniana.

De Dios surge el Universo, por creación, no por emanación; la


materia es buena, y no (como en el neoplatonismo) origen del
mal; las Ideas que han servido de modelo para las cosas de este
mundo están en la misma Mente divina, con lo cual desaparece
aquel impersonal mundo de las Ideas, centro de la doctrina de
Platón

EL ALMA

Dentro de ese contexto platónico se entiende que para San


Agustín el hombre es, propiamente hablando, su alma. El
cuerpo es el instrumento del alma, y no forma parte
esencial del hombre.

El cristianismo estuvo imbuido, así, durante mucho tiempo,


de la idea platónica de una persona puramente espiritual
que utiliza un cuerpo material.

El alma es, pues, una imperfecta imagen de la eternidad de


Dios, en donde no hay ni pasado ni futuro, sino que todo es
un presente sin sucesiones
SAN AGUSTÍN
LA EXISTENCIA EL MAL

Acerca del mal, S. Agustín sostiene la teoría, en contra de los


maniqueos, de que no hay ninguna positividad en él. Lo que
existe es bueno; el mal, por lo tanto, es una privación, la
ausencia de algo, lo que no existe y debiera existir.

SAN AGUSTÍN
LA VERDAD

La verdad, o luz intelectual, no es fruto de nuestro esfuerzo.


Hay, pues, una intuición infalible de la verdad, y es la mente o
intelecto. Por esta luz o verdad intuida por la mente, podemos
juzgar todo lo que se presenta a nuestros sentidos. Esta facultad
de juzgar a la luz de la primera verdad es la razón. Si nos
equivocamos, es porque usamos mal la inteligencia.
Nosotros no inventamos la verdad, no la creamos, sino que la
descubrimos en nosotros.

Por tanto, la mente tiende siempre a la verdad, que tiene


primero un sentido ontológico: no es solo un pensamiento, sino
un encuentro con lo que "es", con el ser. Y dado que el ser no
tiene límite, la mente que tiende a la verdad, tiende a la
Absoluta Verdad, que es Dios.

San Agustín descubre, así, que nuestro deseo de conocer,


nuestra búsqueda de la verdad, es siempre búsqueda de Dios
La Escolástica
La Escolástica

La palabra escolástica designa la filosofía cristiana de la Edad


Media. El nombre scholasticus indicó en los primeros siglos de
la Edad Media el maestro de artes liberales, esto es, de las
disciplinas que constituían el trivio (gramática, lógica o
dialéctica y retórica) y el cuadrivio (geometría, aritmética,
astronomía y música).

Luego se llamó scholasticus también al que enseñaba filosofía


o teología, cuyo título oficial era el de magister y que
desarrollaba sus lecciones primeramente en la escuela
monacal o catedral, después en la universidad.

La escolástica no es, como la filosofía griega, una


investigación autónoma, que afirme su propia independencia
crítica frente a cualquier tradición. La tradición religiosa es,
para ella, el fundamento y la norma de la investigación. La
verdad ha sido revelada al hombre por medio de las Sagradas
Escrituras, a través de las definiciones dogmáticas que la
comunidad cristiana ha puesto como fundamento de su vida
histórica, a través de los Padres y doctores inspirados o
iluminados por Dios.

Para el hombre, se trata solamente de acercarse a esta


verdad, de comprenderla, en cuanto sea posible, mediante los
poderes naturales y con la ayuda de la gracia y de hacérsela
propia para ponerla como fundamento de su propia vida
religiosa
Santo Tomás de Aquino

Representa la cumbre del pensamiento medieval. Su poder


sintético y sistemático creó una obra filosófica y teológica que
ha servido de orientación y guía al cristianismo a través de
varios siglos de evolución intelectual.

De Aristóteles tomó el vocabulario técnico, y el realismo; de


Platón heredó la intuición de la participación; de la Revelación
cristiana tomó el teocentrismo y el orden sobrenatural. Con
dichos elementos, fraguó todo un sistema, cuyas líneas
fundamentales persisten en medio de todas las vicisitudes de
la Historia de la Filosofía.

El realismo moderado

En cuanto al conocimiento, la posición de Sto. Tomás es


un realismo moderado, que establece un término medio
entre el realismo exagerado, al estilo platónico, y el
nominalismo, que negaba toda consistencia al concepto
universal.
Santo Tomás de Aquino
las cinco vías

La primera vía parte del "movimiento". Todo ser material, en


este mundo, se mueve, o cambia, se transforma. Pero todo
movimiento, cambio, etc., no se produce sin depender de otro
ser en movimiento. Hay que admitir un PRIMER MOTOR
INMÓVIL, que mueve todo sin ser movido. A este ser llamamos
Dios.
Todo efecto presupone una causa. Pero aquí también no es
posible una serie infinita de causas causadas a su vez; si fuera
así, no existiría ningún efecto por que faltaría la Primera
Causa. Pero existen efectos, entonces existe una PRIMERA
CAUSA que llamamos Dios.

De lo contingente a lo necesario. Las cosas y el hombre mismo


son, existen, pero habrían podido no existir. Existe, entonces,
el Ser Primero, que tiene en sí su fuerza o razón para existir.

La cuarta vía, de origen platónico, empieza diciendo que todos


los seres del mundo tienen un grado de perfección, participan
de esta perfección, que no poseen como propia. Ahora bien,
nadie poseería en grado limitado una perfección si esta no
existiera en su grado infinito. La síntesis o conjunto de todas
las perfecciones no puede existir sino en un Ente perfectísimo,
que llamamos Dios.

Del orden al Ordenador. En el mundo de la naturaleza, el


hombre descubre una infinidad de leyes y un orden tan
perfecto que supera toda inteligencia humana.
Santo Tomás de Aquino
El hombre y la moral

Profundo estudio realiza Sto. Tomás en torno al tema


antropológico. Rechaza el dualismo platónico (que luego
resucitará con Descartes), según el cual, lo esencial del
hombre es el alma espiritual, mientras que el cuerpo sólo es
un instrumento o cárcel. Cuerpo y alma guardan una relación
como la de la materia y la forma, son substancias
incompletas, y, por lo tanto, la persona humana sólo se
concibe en función de los dos elementos.

En cuanto a la moralidad, quede claro que Sto. Tomás no


sostiene el eudemonismo aristotélico, pues el hombre ha de
tender al fin último objetivo, al bien en cuanto Bien (Dios), y
no sólo al bien en cuanto su bien

La recta razón, entendida como la facultad espiritual que


tiende por sí misma a la verdad y al bien, es la norma de
moralidad. Un acto es bueno cuando se sujeta a la recta
razón. Se reconoce que la razón es recta cuando actúa en
conformidad con la ley natural. La ley natural es buena
porque es participación de la naturaleza, la cual es creación y
semejanza de Dios
RENACIMIENTO Y MODERNIDAD
CONTEXTO HISTÓRICO

Aunque el Renacimiento está considerado como un


período de transición entre la Edad Media y la
Modernidad, representa un momento histórico
decisivo pues en él nace el espíritu de la filosofía
moderna y sus tentativas de renovación frente el
pensamiento medieval.

Aparece una nueva concepción del hombre y del


Estado.

Se fundamentan las modernas ciencias de la


naturaleza y se cambia el estilo de vida y las
costumbres, todo ello bajo el influjo de la renacida
cultura greco-latina.
RENACIMIENTO Y MODERNIDAD
CONTEXTO HISTÓRICO

1) En el ámbito cultural son destacables acontecimientos como


el Concilio de FIorencia-Ferrara (1438), al que acuden sabios de
Oriente conocedores de la lengua y la filosofía griegas y la
trasmiten, así como la inmigración de sabios a Italia tras la
caída de Constantinopla (1453). Esto hace que se impulse el
estudio de los textos griegos dando lugar al Humanismo.

2) En el capítulo de los descubrimientos hay que señalar el


desarrollo de la cartografía, de las técnicas de navegación y el
empleo de la brújula, que hacen posible la expansión marítima
y comercial, el descubrimiento de América y el acceso a zonas
del globo hasta entonces desconocidas. La utilización de la
pólvora en las guerras. El descubrimiento de la imprenta facilita
la expansión cultural, el acceso masivo a los clásicos por parte
de los humanistas, y la circulación de textos bíblicos que
favoreció la Reforma protestante.

3) En el ámbito religioso se produce la rebelión luterana contra


la Iglesia en 1517, que da lugar a la Reforma protestante,
originada por factores de desintegración existentes en el seno
de la Iglesia ya desde el s. XIV.

4) En el ámbito político-social se consolidan los Estados


nacionales y las monarquías absolutas, y se produce un notable
crecimiento de la burguesía y del capitalismo comercial. Todos
estos acontecimientos se encuentran estrechamente
relacionados entre sí, se condicionan recíprocamente ya que la
cultura, la ciencia, la política y la economía no son ámbitos
aislados en el seno de una sociedad.
¿QUÉ ES EL RENACIMIENTO?

Entre los finales de la Edad Media y el inicio formal de la


Edad Moderna hay un periodo de dos siglos (XV y XVI), que
se conoce con el nombre de Renacimiento o humanismo.

El Renacimiento también se conoce como humanismo, pues


implica una revaloración del hombre. Además, ser
humanista significa ser una persona que ha estudiado a los
clásicos grecorromanos y que, partiendo de las
humanidades, busca acercarse al paradigma de la cultura
que se dio en la Antigüedad.

En este periodo, la actividad filosófica, aunque interesada


en varios temas, se concentró en el siguiente problema:
¿Cuál es el método apropiado para obtener el conocimiento
científico?
¿QUÉ ES EL RENACIMIENTO?
CARACTERÍSTICAS

Lo que caracterizó este periodo fue la aparición de un


triple renacer: del individuo, de la cultura y de la
sociedad:

Renació el individuo porque, en oposición a las doctrinas


medievales que enseñaban el teocentrismo, se convirtió en
el centro de atención. El hombre, tomado individualmente,
es lo que más vale; en cierta forma, el hombre del
Renacimiento sentía que había recuperado su libertad.

Renació la cultura en el arte, la ciencia y la filosofía. El arte


rejuveneció porque regresó a su mejor fuente, el arte
grecorromano. La ciencia renació porque cambió sus
conceptos de saber y de naturaleza; conocer la naturaleza
significó aprender a utilizarla. Hubo también un cambio en
las concepciones filosóficas, porque la filosofía ya no sería
“la esclava de la teología”, sino un saber autónomo.

Un fenómeno equivalente se produjo en los ámbitos social


y político. Se inició la desaparición del feudalismo,
terminando así el abismo que había entre el señor feudal y
los siervos.
EL RENACIMIENTO Y LA POLÍTICA

NICOLÁS MAQUIAVELO

Con Maquiavelo (1469-1527) la investigación política se separa


del pensamiento especulativo, ético y religioso y asume como
canon metodológico la especificidad del objeto propio, que
debe estudiarse autónomamente, sin estar condicionado por
principios válidos en otros campos. Son importantes los
siguientes aspectos para la posición de Maquiavelo, centrada
sobre la separación entre ser y deber ser:

a) El realismo político, basado sobre el principio que debe


atenderse a la verdad efectual de la cosa, sin perderse en la
búsqueda de cómo debería ser la cosa.

b) La virtud del príncipe.

c) La relación entre virtud (libertad) y fortuna-, la virtud es, en


general, para Maquiavelo, habilidad natural y la virtud
política del príncipe es el conjunto de fuerza, astucia y
capacidad de dominar la situación: esta virtud se contrapone
a la fortuna, aun si, en el mejor de los casos, las cosas
humanas dependen, por mitad, siempre de la suerte.
d) La vuelta a los principios de la república romana fundada
sobre la libertad y las buenas costumbres: éste es el ideal
político de Maquiavelo, mientras que el príncipe que él
describe es sólo una necesidad del momento histórico.
NICOLÁS MAQUIAVELO
Pensamiento político

En la Edad Media no existía el concepto de Estado


en el sentido moderno, pues –como vimos en
clases anteriores- el poder político debía
someterse a la Iglesia.

El primer sustantivo que aparece en El Príncipe es,


justamente, “Estado “y fue Maquiavelo, profeta
del moderno Estado nacional, quien le dio a esta
palabra el sentido moderno, o sea, un poder
central soberano e independiente al cual se
subordinan todos los principios de autoridad
medievales, incluso el religioso;
se trata de un legislador que decide con autoridad
en los asuntos interiores y exteriores, esto es, un
orden político autónomo que no admite nada
superior a él y que tiene al poder como atributo
distintivo.
Filosofía y ciencia en el Renacimiento

En general, la filosofía renacentista vive de espaldas a la


actividad científica de su época (aquí es donde tiene origen la
separación entre Ciencias y Humanidades). Concretamente los
filósofos humanistas, que basan sus concepciones de la
naturaleza y del hombre en los grandes sistemas filosóficos
griegos, adoptan actitudes de menosprecio y hostilidad hacia
la investigación científica. Por otra parte, la actividad
científica se desvincula de la filosofía dando como resultado la
constitución de la ciencia moderna. Al desarrollo de ésta
contribuyen algunos factores:

1 ) El impulso dado a la observación y a la experimentación por


los filósofos y científicos nominalistas desde el s. XIV.

2) El descubrimiento de los científicos griegos, concretamente


de Arquímedes, que ofrece un modelo de ciencia que será
seguido por Galileo, y del Pitagorismo, que impulsó
nuevamente la idea, abandonada bajo la influencia de
Aristóteles, de que el Universo posee una estructura y una
ordenación matemática y que, por tanto, las leyes que rigen
los fenómenos naturales son formulables matemáticamente.
Esta idea es desarrollada por Copérnico y Kepler.

3) El progreso de las matemáticas, que se une a esta visión


matemática del Universo y de los fenómenos naturales dando
lugar a la nueva Física.
ORÍGENES Y CARACTERÍSTICAS GENERALES DE LA
REVOLUCIÓN CIENTÍFICA

El período que va de 1543, año de la publicación de la obra


De Revolutionibus de Nicolás Copérnico, a 1687, año de la
publicación de la obra Phílosophiae naturalis principia
matemática de Isaac Newton, es conocido como el período
de la revolución científica.
En los años que van de Copérnico a Newton cambia la
imagen del universo pero también cambian las ideas sobre
la ciencia, el trabajo científico y las instituciones
científicas, sobre las relaciones entre ciencia, sociedad y
saber científico y fe religiosa.
Copérnico desplaza la Tierra -y con la Tierra al hombre- del
centro del universo. La Tierra no es más el lugar
privilegiado de la creación, el puesto asignado por Dios a un
hombre concebido como el punto más noble y más alto de
lo creado.
Cambia la imagen del mundo y del hombre, cambia
lentamente la imagen de la ciencia. La ciencia no será más
intuición privilegiada de cada mago o astrólogo ni
comentario a un filósofo o a un médico que ha dicho la
verdad; la ciencia no será más un discurso sobre el mundo
de papel, sino un discurso sobre el mundo de la naturaleza;
un discurso orientado a la obtención de proposiciones
verdaderas, experimental y públicamente, por lo tanto,
controlable sobre los hechos.
La revolución científica es una nueva forma de saber,
diversa del saber religioso, astrológico y técnico-artesanal.
El científico no es más el docto que sabe latín, sino que
pertenece a una sociedad científica, a una academia.
Galileo Galilei

(564-1642)

Se le considera padre de una parte del método de


investigación científica por su más importante aportación,
que consiste en haber sustituido lo que podemos llamar la
física de la experiencia, o de la mera observación, por la de
las hipótesis matemáticas.

Francis Bacon
1561-1526

Sus méritos en el campo de la reflexión científica se deben


sobre todo a su intención de reformar el pensamiento,
cambiarlo de tal modo que la comprensión científica de los
fenómenos se vuelva parte de él.
Puede decirse que él, como filósofo, sentó las bases para
diferenciar la ciencia de la filosofía, defendiendo la
experimentación como la vía de acceso más clara de la
ciencia, en confrontación con la manera reflexiva de la
filosofía
Bibliografías

Abbagnano, N. (1994). Historia de la Filosofía. España: Barcelona


Calderón, P. (2008). Historia de la doctrinas filosóficas. México:
Pearson.
Gutiérrez, R. (2009). Historia de las doctrinas filosóficas. Esfinge:
México
Priani, E. y Martínez, I. (2009). Historia de las doctrinas filosóficas.
México: Pearson Educación
Antiseri, D. y Reale, G. (2007). Historia de la Filosofía. Bogotá: San
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Pallazzo, S. (2017). Heráclito y Parménides. Madrid: Salvat
Trujillo, P. (2015). Aristóteles: de la potencia al acto. Madrid: Salvat
Lledó, E. y otros. (2003). Historia de la Filosofía. México: Santillana

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