Resumen Laudato Si Semana 5

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Resumen de Laudato Si’

por Christopher Rice Jun 15, 2022

La mejor manera de entender completamente Laudato Si’ y las


enseñanzas del Papa Francisco no es leyendo un resumen de Laudato Si’, es
leyendo y estudiando la carta encíclica de 184 páginas.
Para comprender realmente los mensajes del Papa Francisco, tendrás
que leer Laudato Si’ más de una vez.
Pero también puede ser útil revisar un resumen de Laudato Si’ de vez en
cuando y recordar cómo el Papa Francisco, basándose en miles de años de
doctrina católica, nos llama a todos a vivir nuestra fe cuidando nuestra casa
común.
A continuación, el Movimiento Laudato Si’ ha recopilado un puñado de
útiles resúmenes de Laudato Si’ que, puestos en práctica, te ayudarán a llevar
la encíclica del Papa Francisco a la vida en tu comunidad.
También compartimos nuestro propio resumen de Laudato Si’ sobre qué
es la Laudato Si’, por qué esta encíclica es tan importante, y cómo podemos
llevar la Laudato Si’ a la vida.
Resumen de Laudato Si’ – ¿Qué es Laudato Si’?
Laudato Si’ es una encíclica del Papa Francisco publicada en mayo de
2015. Se centra en el cuidado del entorno natural y de todas las personas, así
como en cuestiones más amplias de la relación entre Dios, los seres humanos

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y la Tierra. El subtítulo de la encíclica, «El cuidado de nuestra casa común»,
refuerza estos temas clave.
Una encíclica es una carta pública del Papa que profundiza en la doctrina
católica sobre un tema, a menudo a la luz de los acontecimientos actuales.
Laudato Si’ se dirige a «cada persona que habita este planeta» (LS 3). Por lo
tanto, se ofrece como parte de un diálogo continuo dentro de la Iglesia
Católica y entre los católicos y el mundo en general.
¿Qué significa Laudato Si’?
El título de una encíclica suele extraerse de las primeras palabras del
documento. Es decir, las encíclicas no reciben un título temático, sino que se
nombran por su frase inicial, que suele sugerir un tema principal de la obra.
Las primeras palabras de Laudato Si’ son en italiano y se traducen como
«alabado seas». Forman parte de una cita del «Cántico de las criaturas» de San
Francisco de Asís que abre la encíclica en la que el santo alaba a Dios
meditando sobre la bondad del sol, el viento, la tierra, el agua y otras fuerzas
naturales.
La elección de este pasaje para comenzar Laudato Si’ es un recordatorio
de cómo las personas de fe no sólo deben respetar la Tierra, sino también
alabar y honrar a Dios a través de su compromiso con la creación.
Resumen de Laudato Si’: ¿Cuáles son las principales secciones de
Laudato Si’?
Laudato Si’ está dividida en seis capítulos, cada uno de los cuales puede
leerse en una sesión de 20 a 30 minutos. La encíclica completa está disponible
en el sitio web del Vaticano.

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• El primer capítulo, «Lo que le está pasando a nuestra casa
común», resume el alcance de los problemas actuales relacionados con
el medio ambiente. Entre los temas tratados se encuentran la
contaminación, el cambio climático, la escasez de agua, la pérdida de
biodiversidad y la desigualdad global.
• El segundo capítulo, «El Evangelio de la Creación», se basa
en la Biblia como fuente de conocimiento. Los relatos de la creación del
Génesis se interpretan como una orden de cultivo responsable y
protección de la naturaleza. Los intentos pasados de justificar el dominio
absoluto del hombre sobre otras especies «no son una interpretación
correcta de la Biblia» (LS 67). El mundo natural se presenta además
como un don, un mensaje y una herencia común de todos los pueblos.
• «Capítulo 3: Raíz humana de la crisis ecológica» explora las
tendencias sociales y las ideologías que han causado los problemas
medioambientales. Entre ellas se encuentran el uso irreflexivo de la
tecnología, el impulso de manipular y controlar la naturaleza, la visión
de los seres humanos como algo separado del medio ambiente, las
teorías económicas de enfoque estrecho y el relativismo moral.
• El «Capítulo 4: Una ecología integral» presenta la principal
solución de la encíclica a los actuales problemas sociales y
medioambientales. La ecología integral afirma que los seres humanos
forman parte de un mundo más amplio y pide «soluciones integrales que
consideren las interacciones de los sistemas naturales entre sí y con los
sistemas sociales» (LS 139). Mientras que el estudio de los ecosistemas
es bien conocido en la ciencia de la ecología, la ecología integral amplía

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este paradigma para considerar las dimensiones éticas y espirituales de
cómo los seres humanos deben relacionarse entre sí y con el mundo
natural, basándose en la cultura, la familia, la comunidad, la virtud, la
religión y el respeto por el bien común.
• «Capítulo 5: Algunas líneas de orientación y acción» aplica
el concepto de ecología integral a la vida política. Pide acuerdos
internacionales para proteger el medio ambiente y ayudar a los países
de bajos ingresos, nuevas políticas nacionales y locales, una toma de
decisiones inclusiva y transparente, y una economía ordenada al bien de
todos.
• Por último, el «Capítulo seis: Educación y espiritualidad
ecológica» concluye la encíclica con aplicaciones a la vida personal.
Recomienda un estilo de vida centrado menos en el consumismo y más
en los valores intemporales y duraderos. Pide una educación
medioambiental, la alegría por el entorno, el amor cívico, la recepción
de los sacramentos y una «conversión ecológica» en la que el encuentro
con Jesús lleva a una comunión más profunda con Dios, con los demás y
con el mundo de la naturaleza.
¿Cómo se relaciona Laudato Si’ con la doctrina católica del pasado?
El Papa Francisco no es el primer Papa que aborda cuestiones
medioambientales. El Papa Juan Pablo II enseñó en numerosas ocasiones
sobre el deber de custodiar la naturaleza. Por ejemplo, en su
encíclica Centesimus Annus de 1991, Juan Pablo II escribió sobre la naturaleza
como un don de Dios y la necesidad de que los seres humanos cooperen con
Dios para promover el florecimiento correctamente ordenado del medio

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ambiente (CA 37). Además, la Centesimus Annus esbozó una conexión entre la
ecología natural y la «ecología humana» (CA 38), anticipando el concepto de
ecología integral de la Laudato Si’. El Papa Benedicto se hizo eco de estas
mismas enseñanzas durante su papado, por ejemplo, en su encíclica Caritas in
Veritate de 2009 (véase CV 48-52).
Tal y como se expone en Laudato Si’, su visión de un enfoque integrado
de la preocupación por todas las personas y el medio ambiente tiene sus raíces
en las Escrituras y en la historia del pensamiento católico, en particular en la
tradición de la Doctrina Social Católica, que se remonta a finales del siglo XIX.
Además, los eruditos y activistas católicos han hablado abiertamente de la
conexión entre las cuestiones sociales y medioambientales durante muchos
años.
Lo singular de Laudato Si’ es que el Papa Francisco desarrolla y amplía
ampliamente estos temas de forma muy destacada, dedicando toda una
encíclica al tema en un momento en que el mundo entero también se está
comprometiendo activamente en la búsqueda de la sostenibilidad
medioambiental.
¿Qué dice Laudato Si’ sobre el cambio climático?
El cambio climático es uno de los temas más destacados asociados a
Laudato Si’, porque la encíclica habla en detalle del imperativo moral de
abordarlo y porque la amenaza de la crisis climática se ha agravado desde la
publicación de la encíclica.
Laudato Si’ afirma el «consenso científico muy sólido» de que el cambio
climático está ocurriendo, así como la evidencia de que la actividad humana es

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el principal motor de este calentamiento (LS 23). El cambio climático es «uno
de los principales desafíos actuales para la humanidad» (LS 25).
Además, la encíclica subraya que los esfuerzos existentes para reducir el
cambio climático han sido profundamente inadecuados. Esto se debe a que
«Muchos de aquellos que tienen más recursos y poder económico o político
parecen concentrarse sobre todo en enmascarar los problemas o en ocultar
los síntomas» (LS 26).
A su vez, se esbozan varias formas de abordar la emergencia climática y
la crisis de la biodiversidad. Entre ellas, la reducción drástica de las emisiones
de carbono y de otros gases de efecto invernadero, el desarrollo de fuentes de
energía renovables y la capacidad de almacenamiento correspondiente, y la
transición a métodos de producción y transporte energéticamente eficientes
(LS 26). Por ejemplo, una transición del carbón y el petróleo a la energía solar
y eólica encarnaría estas recomendaciones. También se habla de una mayor
protección de los bosques tropicales (LS 38-39).
¿Qué dice Laudato Si’ sobre los pobres?
Un tema clave de Laudato Si’ es que los esfuerzos para reducir el cambio
climático y ayudar a las personas en situación de pobreza no deben
enfrentarse entre sí, sino que deben perseguirse como un proyecto unificado.
Sería un error reducir las emisiones de manera que se perjudique a los
marginados de la sociedad o se imponga una carga inmanejable a los países
muy pobres. Como afirma la encíclica, «no hay dos crisis separadas, una
ambiental y otra social, sino una sola y compleja crisis socio-ambiental. Las
líneas para la solución requieren una aproximación integral para combatir la

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pobreza, para devolver la dignidad a los excluidos y simultáneamente para
cuidar la naturaleza» (LS 139).
Se espera que los países de bajos ingresos sufran los peores efectos del
cambio climático y necesiten ayuda financiera para hacer la transición a
prácticas sostenibles (LS 25). En consecuencia, los países ricos tienen el deber
de tomar la iniciativa de reducir sus propias emisiones y de proporcionar
fondos a los países en desarrollo que quieran hacer lo mismo (LS 170-173).
Laudato Si’ también señala cómo el cambio climático provocará un aumento
del número de migrantes que abandonan sus hogares destruidos por la
degradación medioambiental y pide a la gente que acoja y apoye a estos
refugiados medioambientales (LS 25).
¿Qué pide Laudato Si’ a la gente?
El capítulo seis de Laudato Si’ describe los pasos que una persona puede
dar en el proceso de conversión ecológica. Entre ellos, la oración y la
contemplación, el aprendizaje de la naturaleza, la observancia del día de
descanso sabático y la reducción de la participación en las formas materialistas
de la cultura del consumo. Un paso tan sencillo como dar las gracias a la hora
de comer (LS 227) puede ser un recordatorio de la ecología integral y de la
relación del individuo con Dios, la naturaleza y las demás personas.
La mayoría de los católicos tienen recuerdos y experiencias positivas de
la naturaleza, pero pueden no haberlas relacionado con su fe, por lo que los
consejos de esta sección pueden ser útiles para vincular la espiritualidad con
la conciencia medioambiental.
Además, Laudato Si’ deja claro que muchos problemas
medioambientales van más allá de los individuos y se extienden a sistemas

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económicos y políticos más amplios. Este es un hecho que puede ser un reto
para la reflexión.
Incluso si cada lector de la encíclica se comprometiera con el medio
ambiente en su mentalidad y estilo de vida personal, esto no sería suficiente
para detener problemas como la crisis climática y la contaminación. Esto se
debe a que las principales decisiones que afectan a la disponibilidad de
energías renovables y a las prácticas sostenibles no las toman los individuos,
sino los gobiernos y las grandes empresas.
Por ello, es importante que las personas creyentes se involucren en la
política y trabajen estratégicamente para lograr un cambio positivo. Parte de
esto puede ocurrir a nivel local mediante la formación de cooperativas de
energías renovables e iniciativas similares (LS 179). Otro trabajo puede
realizarse a través de grupos no gubernamentales de defensa profética, como
el Movimiento Laudato Si’. Además, la encíclica pide a los católicos que entren
en el terreno de la política nacional e internacional, oponiéndose al incentivo
que supone para los líderes dar prioridad a las ganancias a corto plazo y
alzando la voz, en cambio, por políticas que apoyen a los desfavorecidos y
promuevan el bien común a largo plazo (LS 178).
¿Qué predice Laudato Si’ para el futuro?
Laudato Si’ describe un amplio espectro de posibilidades para el próximo
siglo. Es un debate muy estimulante sobre las amenazas a las que se enfrentan
los seres humanos y el medio ambiente.
Muchos de los problemas analizados habrían sido mucho más fáciles de
abordar hace 30 o 40 años y ahora ya están causando un daño generalizado.
Sin embargo, la encíclica también ofrece esperanza, tanto en las políticas

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específicas que recomienda como en su promesa de que la ecología integral es
una perspectiva nueva y más satisfactoria para la política, la economía y la vida
cotidiana.
Como afirma la encíclica, «no todo está perdido, porque los seres
humanos, capaces de degradarse hasta el extremo, también pueden
sobreponerse, volver a optar por el bien y regenerarse, más allá de todos los
condicionamientos mentales y sociales» (LS 205).
Por ello, «mientras la humanidad del período post-industrial [de las
últimas décadas] quizás sea recordada como una de las más irresponsables de
la historia, es de esperar que la humanidad de comienzos del siglo XXI pueda
ser recordada por haber asumido con generosidad sus graves
responsabilidades» (LS 165). También podemos considerar que la conversión
ecológica no es un proceso puramente humano, sino un encuentro con Dios
que lleva a un cambio de corazón y de mente lleno de gracia. Este es el tipo de
experiencia que Laudato Si’ recomienda como una forma de que las personas
de fe empiecen a avanzar hacia un mundo mejor y más solidario.

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