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Inteligencia Emocional

Cuando hablamos de inteligencia emocional (IE), nos referimos a la habilidad de entender,


usar y administrar nuestras propias emociones en formas que reduzcan el estrés, ayuden a
comunicar efectivamente, empatizar con otras personas, superar desafíos y aminorar
conflictos.
La inteligencia emocional es la capacidad de reconocer las emociones – tanto propias como ajenas – y
de gestionar nuestra respuesta ante ellas. La podemos definir como el conjunto de habilidades que
permiten una mayor adaptabilidad de la persona ante los cambios. También tiene que ver con la
confianza y seguridad en uno mismo, el control emocional y la automotivación para alcanzar objetivos.
Comprender los sentimientos de los demás, manejar las relaciones y tener poder de influencia es básico
para conseguir cambios positivos en el entorno.
La IE consta de cinco pilares fundamentales cuyo objetivo es proveer de mecanismos para
entender la raíz de las emociones, aprender a navegar a través de ellas y establecer las bases
para una comunicación efectiva.

-La autoconciencia es el escalón de donde parte toda la estructura de la inteligencia


emocional, se trata de la habilidad de reconocer y comprender nuestras propias emociones y
cómo estas impactan a otros. Es el primer paso para generar una introspección de auto
evaluación para identificar aspectos de conducta o emoción en nuestro perfil psicológico
que sería positivo cambiar, ya sea para estar más en paz con nosotros mismos o para
adaptarnos a determinada situación. La autoconciencia también cubre la necesidad de
reconocer lo que nos motiva y nos provee de realización.

-Una emoción por sí sola no es algo negativo, lo que pudiera ser disruptivo o detrimental es
un mal manejo de la emoción, para evitar esto existe la autorregulación. Esta se centra en
el desarrollo de la capacidad para manejar sentimientos adversos y adaptarse a cambios. Las
personas que dominan la autorregulación son buenas para la resolución de conflictos, la
rapidez de reacción y la gestión de responsabilidad o liderazgo.

-La motivación es una pieza clave para alcanzar nuestras metas. La inteligencia emocional
nos da las herramientas para automotivarnos, con un enfoque a la realización y satisfacción
personal, moviendo a un segundo plano la necesidad de reconocimiento o recompensa
externa. Bajo este contexto, el compromiso que se asume por y para uno mismo es más
fuerte que el que depende de las reacciones y perspectivas de otras personas.

-La capacidad de reconocer y entender cómo se sienten otras personas y tomar en cuenta
estas emociones antes de continuar una interacción se conoce como empatía. Esta nos
permite comprender las dinámicas que influencian las relaciones que gestionamos tanto en
la esfera familiar, como la escolar y la profesional.

- Las habilidades sociales son la última pieza del rompecabezas, se conforma de los
mecanismos necesarios para entender las emociones de otros, establecer una distancia entre
estas y las nuestras al mismo tiempo que construimos un canal de comunicación para
conectar con la gente con la que interactuamos. En el ejercicio de estas facultades se
obtienen habilidades como la escucha activa y la comunicación asertiva verbal y no verbal.

En 1995, para Daniel Goleman (Estados Unidos), la Inteligencia emocional consiste en conocer las
propias emociones, manejarlas, motivarse a uno mismo, reconocer las emociones de los demás y
finalmente, establecer relaciones. Y en 1998 la redefine como “la capacidad para reconocer nuestros
propios sentimientos y los de los demás, para motivarse y gestionar la emocionalidad en nosotros
mismos y en las relaciones interpersonales”.
Liderazgo transformacional

El historiador norteamericano James MacGregor Burns, definió el liderazgo transformacional en 1978


como un tipo de liderazgo capaz de cambiar las expectativas, percepciones y motivaciones de sus
seguidores, así como de impulsar la transformación dentro de una organización. En opinión de
MacGregor, para que el mencionado cambio se produzca, los líderes y sus seguidores han de ponerse
de acuerdo en torno a un objetivo común para avanzar conjuntamente y hallar un nivel de motivación
superior.
Serie de características que debe poseer una persona para desarrollar este tipo de liderazgo:

• Ser un motivador. Es capaz de crear un ambiente de trabajo motivante, fomentando el


crecimiento de las personas, los equipos y la propia empresa en torno a un objetivo común.
• Ser creativo. Impulsa y estimula, practicando la escucha activa, a sus empleados a pensar
diferente y a buscar las mejores soluciones para ellos y la organización.
• Ser un modelo a seguir. Además del carisma, condición sine qua non para cualquier líder, debe
caracterizarse por unos valores y una visión que lo conviertan en un referente.
• Ser atento. Aunque promueve la cooperación y el trabajo en equipo, considera a cada empleado
de forma individual, apreciando lo que aporta cada uno y creando relaciones de confianza.

Además de ser uno de los estilos de liderazgo que mejor se adapta al contexto actual, el
transformacional aporta otros beneficios. Del lado de la empresa, mejora la flexibilidad, la innovación,
la identidad, la rentabilidad y la productividad; y del lado de los empleados, impulsa la motivación, la
capacitación, el empoderamiento, la implicación y la autoestima.

Liderazgo transformacional es la capacidad de influir positivamente en el progreso. Así como también,


en desarrollo de las personas con las que se trabaja.
Otra forma de definirlo es como la guía. La mejora continua que lleva hacia el cambio.

Para desarrollar el liderazgo transformacional y convertirse en un líder capaz de generar cambios


positivos, se deben seguir una serie de pautas:

• Involucrar al equipo en los objetivos globales de la compañía para que los perciban como
propios.
• Motivar a los equipos a superar sus límites mediante el establecimiento de objetivos ambiciosos
y realistas.
• Generar relaciones de confianza, mostrando respeto, interés y preocupación por el bienestar de
las personas para que se sientan respaldadas y valoradas.
• Fomentar una comunicación fluida y desarrollar una escucha activa, con una mentalidad abierta
para recibir ideas o sugerencias.
• Valorar el éxito del grupo y atribuir los logros al equipo cuando se alcancen las metas
propuestas.
• Impulsar la formación para potenciar las habilidades de la plantilla y mejorar la productividad.

¿Cuál es la función del líder en el liderazgo transformacional?

Si bien para cualquier proceso de guía e incentivo en una organización es importante la figura del líder,
dentro del liderazgo transformacional es aún más significativa esta figura.
El líder siempre ha sido esencial dentro de las compañías para garantizar la eficacia y el buen
funcionamiento de los procesos y los equipos. En el caso del líder transformador, tiene la misión de
cambiar directamente la filosofía de la empresa.

La idea es optimizar las formas de pensar para que estas se adapten mejor a los nuevos escenarios
actuales y permitan una eficacia mucho más amplia dentro del trabajo y la organización, incluso si se
trata de un trabajo en línea.

De hecho, en sus inicios, este tipo de liderazgo fue definido como “el auténtico liderazgo”.

Y, en verdad, ser un buen líder es todo un proceso, merecedor de ser aprendido. Por eso, siempre es una
buena idea prepararse en carreras cortas que incluyan una alta capacitación y actualización en este tipo
de liderazgo.

¿Cuáles son las características de un líder transformador?

Tanto el tipo de liderazgo como el líder en sí mismo tienen características propias. Estas son:

1. Consideración del individuo

Es imposible y contraproducente pensar en los empleados como un todo. Por eso, un líder
transformacional los ve y atiende de forma individual, teniendo en cuenta su plan de vida y sus
respectivas competencias profesionales.

Lo cierto es que la inteligencia individual será la clave para el crecimiento grupal y colectivo al final
del día.

Un buen líder que siga esta metodología debe ser capaz de identificar y recompensar, no solo a los
equipos, sino también a los individuos que forman parte del mismo.

2. Estimulación intelectual

Otra característica es la de instar al cambio y también impulsar la lógica, la inteligencia y el


razonamiento de los empleados.

Así, ellos podrán comprender y tomar decisiones de forma consciente. Una buena opción para lograr
esto es ofrecer capacitaciones y formación.
3. Influencia idealizada

La figura del líder transformador debe ser vista por los demás como una fuente de inspiración y un
modelo a seguir.

Debe ser una personalidad dispuesta a superar día a día los desafíos diarios y las incertidumbres de la
vida.

4. Inspiración y motivación

El grupo debe sentir que es parte de un ambiente motivador y estimulante que, en sí, se ve inspirado a
través de la figura del líder y el buen ambiente laboral generado y construido.

5. Empoderamiento del equipo

La realidad es que, un buen líder es consciente de su habilidad para producir buenos resultados, y así
lograr empoderar a sus equipos para que también sientan esa seguridad en sí mismos.

Esto hará que los colaboradores salgan de su zona de confort y acepten los desafíos con mucha más
apertura mental.

6. Alcance de un propósito mayor

Aquí no se trata de una simple meta que, una vez alcanzada, termina allí, sino que, más bien, se trata de
una visión de mundo y la elección y defensa de determinados valores.

Por eso, un líder transformacional debe ser capaz de comunicar y construir esta visión en conjunto con
quienes lo rodean y siguen asegurando así un futuro prometedor.

¿Por qué aplicarlo en tu empresa?

Existen varias razones y beneficios asociados al liderazgo transformacional por los cuales vale la pena
aplicarlo en tu empresa. Estos son:

1.Ayuda a aumentar el rendimiento de los trabajadores: porque tienden a esforzarse mucho más al
sentirse motivados.
2.Se responde mejor a las necesidades de la empresa: esto debido a que un vínculo fuerte con su líder
acerca a los trabajadores a una cultura compartida mucho más familiar.
3.Se trabaja de forma eficaz frente a altos niveles de presión: un modelo flexible acostumbra a los
empleados a afrontar los cambios abruptos de forma positiva.
4.Las reacciones psicológicas de los trabajadores mejoran: todo lo anterior va fortaleciendo las
estructuras psíquicas de los individuos y, por ende, de los equipos.
5.Aumenta la autoestima y la seguridad del equipo: a través de la motivación del líder, se fortalece la
creencia en uno mismo ayudando a los individuos con sus procesos de aceptación y crecimiento
personal.
En resumen, si los ambientes laborales y las empresas van cambiando porque, justamente, el mundo
también lo hace, es necesario formar líderes que sepan adaptarse y aprovechar al máximo las
oportunidades de la innovación.

El liderazgo transformador es una gran opción que, además, vela por la salud de los empleados y por
el fortalecimiento de los vínculos personales y colectivos para el desarrollo de valores fuertes, éticos y
motivadores.

Si quieres aprender más sobre este tipo de gerencia, te invitamos a formar parte de nuestro curso de
liderazgo donde aprenderás estas y otras herramientas innovadoras.

Contar con un líder transformacional en la empresa aporta múltiples beneficios, tanto a los equipos
como a la organización. Algunos de estos beneficios son:

• Inspiración y motivación: Los trabajadores cuentan con un referente que les acompaña en su
desarrollo profesional.
• Autonomía: Dar libertad al empleado para que realice tareas de forma autónoma aumenta el
rendimiento.
• Compromiso: Fomentar el bienestar de la plantilla mejora su implicación y compromiso.
• Sentimiento de pertenencia: Promover la identidad corporativa aumenta el sentimiento de
pertenencia. El personal se siente alineado con los valores de la empresa.
• Productividad: En la mayoría de los casos, la suma de los beneficios anteriores da como
resultado el aumento de la productividad.
Asertividad

Asertividad es la habilidad para expresar tus opiniones sin vulnerar los derechos de los demás. Es una
comunicación directa, abierta y honesta que es autoafirmativa y expresiva. Actuar asertivamente te
permitirá sentirte con confianza y generalmente te hará ganar el respeto entre tus pares y amigos.
Ser asertivo no es sólo lo que dices verbalmente, también está incluida la comunicación corporal,
como el tono de voz, gestos, contacto visual, expresiones faciales y posturas que podrían influenciar el
impacto que produces en otros. Tú debes recordar que alcanzar la meta de actuar asertivamente toma
tiempo y práctica −como también voluntad para aceptar tus errores–. A menudo es útil tener
relaciones cercanas y un buen ambiente de apoyo, ya que las personas que te entienden y se preocupan
por ti, son tu mayor fuente de seguridad.
Un asertivo o asertiva es el individuo que al comunicarse usa de esta cualidad para interrelacionarse
con otras personas, en una conducta basada en el respeto hacia si mismo, como hacia los demás. Esto
implica comprometerse con los derechos de todos y todas, ser capaz de dialogar en la diferencia y tener
la intención de llegar a acuerdos.
La asertividad se define como la habilidad que permite a las personas expresar de la manera adecuada,
sin hostilidad ni agresividad, sus emociones frente a otra persona. Las personas que poseen esta
cualidad expresan de manera directa y adecuada sus opiniones y sentimientos, tanto positivos como
negativos.

Asertividad en psicología
Según la psicología, los comportamientos pueden ser divididos en 3 categorías: pasivo,agresivo y,
asertivo. La asertividad se establece entre el comportamiento agresivo y el pasivo, y por ello se
considera que interacción social bajo el comportamiento asertivo es saludable, ya que es seguro y
respetuoso. De allí que se considera que una persona sin asertividad se vuelve ineficaz socialmente
porque no logra comunicar lo que quiere adecuadamente. Por otra parte, ser asertivo no necesariamente
significa tener la razón. La persona asertiva es aquella que sabe que puede estar equivocada, pero
mantiene la calma, y es capaz de escuchar otros puntos de vista para poder llegar a un mejor
entendimiento de la situación. La empatía implica ponerse en el lugar del otro para entender sus
razonamientos y conductas, algo que es requisito indispensable para poner en práctica la asertividad.
Por lo tanto, no es posible ser asertivo si no existe un interés genuino por el otro. Este tipo de
comunicación nos permite dialogar con calma y respeto, expresando lo que queremos decir, pero sin
herir los sentimientos de las otras personas.

¿Qué debemos tener en cuenta en la comunicación asertiva?

•Ser claros y concretos. Decir específicamente lo que queremos. Si nos limitamos a insinuar,
corremos el riesgo de ser mal interpretados por los demás.
•Ser breves. Ya lo dice el adagio popular “lo bueno, si breve, dos veces bueno”. Si
argumentamos extensa y constantemente, nuestros argumentos perderán peso.

•Disculparse, cuando es necesario, está bien: si hacemos reclamos legítimos, las excusas
sobran; de otra manera, parecerá que nos sentimos culpables y nos veremos inseguros. No
obstante, siempre debemos hablar con respeto

Ventajas de ser asertivo(a)

Utilizar la comunicación asertiva disminuye los niveles de estrés (no nos sobrecargamos con
excesivas responsabilidades, como les ocurre a las personas que no saben decir “no”), nos ayuda a
controlar el mal genio, y mejora nuestras habilidades de afrontamiento, pues nos permite expresarnos
efectivamente, defender nuestro punto de vista, a la vez que respetamos el de los demás.

En resumen:

•Mejora la autoconfianza y el autoestima.

•Podemos identificar nuestros sentimientos.

•Cuando respetamos al otro, nos ganamos el respeto de los demás.

•Mejoramos nuestras habilidades comunicativas.

•Podemos tomar mejores decisiones.

•Construimos relaciones sociales y laborales basadas en la sinceridad.

Para lograrlo, la comunicación asertiva debe tener presentes estos tres aspectos:
•1.Confianza: creo en mi habilidad para manejar una situación.

•2.Claridad: mi mensaje es claro y fácil de entender.

•3.Control: doy la información de manera calmada y controlada.

Recomendaciones para ser una persona asertiva

•Evalúa la forma en la que te comunicas. ¿Expresas tus opiniones o te quedas callado? ¿Dices
sí a todo lo que te digan los demás? ¿Juzgas o culpas a los demás constantemente? Identifica tu
estilo comunicativo, para poder realizar los cambios a que haya lugar.
•Exprésate, incluyéndote en lo que dices. Esto te permitirá hacerle saber a los demás lo que
estás pensando o sintiendo, sin parecer que estás acusando.

•Practica decir “no”.

•Ensaya lo que quieres decir.

•Utiliza el lenguaje corporal. Recuerda que la comunicación no es sólo verbal. Mantén una
postura erguida, haz contacto visual regular, mantén una expresión facial neutra o positiva, no
cruces los brazos ni las piernas.

•Mantén tus emociones bajo control. El conflicto es difícil para la mayoría de nosotros. Tal
vez estés enojado/a o frustrado/a, o tengas ganas de llorar. Aunque estos sentimientos son
normales, pueden dificultarnos el resolver los conflictos. Si estás emocionalmente afectado/a,
espera un poco. Respira profundo, mantén la calma y habla con voz uniforme y firme.

•Hazlo poco a poco. Es importante que practiques estas habilidades con personas cercanas a ti.
Esto te permitirá evaluarte, y de ser necesario, hacer los ajustes correspondientes.

La asertividad entre los miembros de un equipo laboral es fundamental, lográndose con el


mantenimiento del equilibrio, expresando las necesidades y deseos con confianza, teniendo el tono
adecuado de conversación y asumiendo que no se puede controlar el comportamiento de otras personas.
Para conectar de forma asertiva con las personas que forman parte de tu equipo de trabajo, debemos ser
conscientes de todo lo que estamos generando en nuestro entorno, en ocasiones se trabaja de forma
automática y se pierden detalles importantes en la comunicación, centrándonos en cuestiones
técnicas.Si bien no es habitual mostrar los sentimientos en el entorno de trabajo porque pueda
identificarse con un signo de debilidad, siempre que se sepa encajar en el contexto oportuno, ayudará a
comprender la posición de cada persona.

Estrategias para mejorar la asertivida.

La asertividad exige el esfuerzo de ampliar el conocimiento de una realidad e intentar entender la


posición del resto de las personas. Intentar sumar todas las aportaciones que no sean excluyentes.

Son un medio para evitar el estrés y estar satisfechos en una conversación


Aunque algunas ya las hemos citado como técnicas, se pueden considerar las siguientes estrategias que
nos pueden conducir a una resolución favorable y armónica de una comunicación que en principio no
era asertiva con otro compañero/a de trabajo
1. La técnica del disco rayado. (ya comentado)
2. Banco de niebla. Es una táctica que, como su propio nombre indica, significa dar la razón en parte a
lo que dice la otra persona, mostrando que se está en consonancia, para rebajar la tensión, y una vez
que esto sucede, se expone con firmeza nuestro punto de vista sobre la cuestión
3. Aplazamiento asertivo: hay momentos en los que no podemos controlar las emociones, porque nos
han tocado hondo con una agresión, o injusticia manifiesta que se ha lanzado contra nosotros/as. Ahí es
cuando tenemos que pedir este aplazamiento diciendo algo así como: Lo siento, pero ahora no puedo
seguir con esta conversación. Necesito tiempo»
4. Relativizar la trascendencia de lo discutido. Por ejemplo, insertando una frase del tipo: Pues quizá
esto no tiene tanta importancia como creemos
5. Técnica consistente en ignorar la discusión. A través de lenguaje verbal y no verbal se le hace ver
al otro que no es desconsiderado ignorar el tema de la discusión
6. Cuestión asertiva. Introducir en la conversación una pregunta para que nos aclaren nuestra conducta
«incorrecta» preguntando qué podemos hacer para corregirla
7. Asertividad negativa: Ante una crítica recibida en la que consideramos que el interlocutor tiene
razón, asentimos, pero sin pedir perdón verbalmente; es decir, no decimos lo siento, pero sí algo como
«Tienes razón, ha sido una tontería de mi parte»
8. Acuerdo asertivo. En este supuesto reconocemos que hemos cometido un error, pero distinguimos
entre ese error y el hecho de ser una buena o mala persona, diciendo. «Bien, de acuerdo, pero sabes que
habitualmente no hago eso»
Todas estas técnicas tienen el objetivo de conseguir una buena relación empresarial, obteniendo un
buen ambiente de trabajo, valorando a los demás y evitando ser manipulados.

La asertividad es un componente esencial de estas habilidades sociales.

Se podría definir brevemente a la asertividad como la capacidad de autoafirmar los propios


derechos; sin manipular y sin dejarse manipular por los demás. Cuando nos comunicamos
asertivamente, la forma en que expresamos nuestro pensamientos y sentimientos no tiene el objetivo de
agredir o incomodar a la otra persona; aunque, en ocasiones sí que, inevitablemente, nuestro mensaje
pueda herirle.
¿Cómo es una persona asertiva?

•Conoce, cree y defiende sus derechos, siempre respetando a los demás; no busca ganar, sino
llegar a un acuerdo.

•Su habla es fluida, el contacto ocular es directo y adopta una postura relajada durante las
conversaciones.

•Expresa sus sentimientos tanto positivos como negativos. Son honestas y directas.

•Acepta sus errores.

•Sabe decir no.

•Tiene una buena autoestima y son más seguras de sí mismas

•Se siente satisfecha en sus relaciones y tiene la sensación de control emocional.

•Los demás se sienten respaldados y valorados por ellos.

•Tienen la capacidad de aclarar equívocos, y de frenar o desarmar a la persona que les ataque.

•Su comunicación es fluida y transparente.

Consideraciones acerca de la asertividad

Lo primero que hay que tener en cuenta es que la asertividad es una herramienta de la comunicación; y
por tanto tú decides si la utilizas o no; claro está que para poder decidir si la usamos o no, tenemos que
conocerla y haberla practicado antes.

Ser asertivo implica usar un estilo de comunicación determinado cuando nos relacionamos con
los demás. La personas no tenemos un único estilo de comunicación; ya sea asertivo, agresivo o
pasivo, sino que manifestamos determinadas tendencias hacia alguna de esas conductas, más o menos
acentuadas; y que hace que nos comportemos y comuniquemos de forma diferente dependiendo de la
situación y de las personas con las que estemos.
Otro aspecto a considerar, es que la conducta asertiva no necesariamente debe generar un cambio
en los demás, aunque a veces lo logre.

Hay ocasiones en que es imposible generar un cambio en el entorno; en tales casos el comportamiento
asertivo se dirige a la emoción y no al problema; es decir, el objetivo será expresar honestamente lo que
nos está haciendo daño; ya que en muchas ocasiones manifestar y expresar aquello que nos mortifica
puede ser tan sano como modificar el ambiente externo.

El simple hecho de dejar constancia de que no estamos de acuerdo con algo, aunque no genere un
cambio en el ambiente, es un acto que fortalece la autoestima y evita la acumulación de resentimiento.

Ser una persona asertiva implica tomar decisiones, y determinar si se justifica, o no, actuar
asertivamente.

En ese sentido, es importante señalar que hay ocasiones en las que la conducta asertiva puede
resultar contraindicada y/o socialmente inconveniente. Algunas situaciones en las que no sería
recomendable ser asertivo serían:

•Cuando la integridad física pueda verse afectada. Por ejemplo, ante un robo no sería muy
aconsejable ser asertivo.

•Cuando se puede lastimar innecesariamente a una persona. No siempre, es necesario ir “con la


verdad por delante”; hay excepciones. ¿Para qué sirve decirle a alguien que el vestido que lleva
es horrible; y que tiene un gusto espantoso? Si lo hacemos, estaremos perdiendo la esencia de la
asertividad; que es defender nuestros derechos pero siempre respetando al otro; la asertividad no
nos convierte en insensibles frente al malestar ajeno.

•Cuando haya un costo social significativo. A mucha gente le disgusta la honestidad directa, aún
cundo sea empática y moderada. La mayoría de los asertivos tienen pocos, pero buenos amigos.
Cada área de nuestras relaciones sociales (trabajo, amigos, familia…) constituye una dimensión
especial donde la asertividad puede darse o no.

Beneficios de la asertividad

•La asertividad nos convierte en participantes activos y no pasivos de la situación; nos permite
generar diferentes alternativas para alcanzar un acuerdo.
•Cada vez que ejecutamos una conducta asertiva se genera una retroalimentación, que nos dice:
“Fui capaz”; lo que hace que nuestra autoestima, seguridad y respeto por nosotros mismos
crezca y se afiance.

•Las investigaciones demuestran que la expresión asertiva de la ira, y de las emociones en


general, permite prevenir enfermedades y mejorar la calidad de vida.

•La asertividad permite relaciones más funcionales, más directas y auténticas. Es un método de
comunicación por excelencia; en el que la honradez y la transparencia son determinantes. Una
buena comunicación, necesariamente, debe ser asertiva.

La personalidad y la asertividad

La asertividad tiene que ver con factores emocionales e intrínsecos de la personalidad. Las personas

con buena autoestima, por ejemplo, tienen una mayor facilidad para resultar asertivas.

A la hora de determinar por qué una persona no goza de asertividad existen diversas causas que pueden
explicarlo. Entre ellas se encuentra el que tenga falta de carácter así como de creencias o ideologías, el
que dependa siempre de otros, no posea confianza en sus posibilidades, no cuente con la fuerza para
expresar sus derechos o carezca de objetivos o metas en la vida.

En todos los aspectos de nuestra existencia se considera que es importante tener la capacidad de ser

asertivo. No obstante, los psicólogos establecen que uno de los ámbitos donde se hace más vital el

gozar de dicha habilidad es en el campo profesional y laboral donde cada día hay que cumplir una serie

de retos para alcanzar los objetivos marcados. Y en muchas ocasiones estos dependen de otras

personas.

Desarrollo de la asertividad

Es posible, sin embargo, adquirir capacidades asertivas a través del aprendizaje de diversas estrategias.

El objetivo es que el individuo logre expresarse de manera directa, concisa y equilibrada, comunicando

sus ideas sin agredir al otro y, a la vez, defendiendo sus derechos.


Cuando una persona logra desarrollar la asertividad, refuerza su imagen positiva a nivel social, mejora

la confianza en sus habilidades expresivas, obtiene una mayor satisfacción emocional y logra alcanzar

las metas que se propone desde la comunicación. Al no someterse ni agredir al interlocutor, el

equilibrio alcanzado le permite, en definitiva, comunicarse mejor y sacar provecho de ese tipo de

vínculo. No sólo mostrará su respeto por el otro, sino que también logrará ser respetado y se podrá

conducir de manera independiente.


https://observatorio.tec.mx/edu-news/inteligencia-emocional/
https://www.iebschool.com/blog/liderazgo-inteligencia-emocional-coach-management/
https://flich.org/autores-que-hablan-sobre-inteligencia-emocional/

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https://www.ucentral.edu.co/noticentral/comunicacion-asertiva
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https://albamarpsicologia.com/asertividad-herramienta-comunicacion/
https://definicion.de/asertividad/
https://www.nextu.com/blog/que-es-el-liderazgo-transformador-rc22/

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