Arte Concreto Brasil
Arte Concreto Brasil
Arte Concreto Brasil
Geraldo de Barros. Ruptura, 1952. Esmalte sobre kelmite. 100 x 120 cm.
Hermelindo Flaminghi. Triángulos con movimiento diagonal 9, 1956. Esmalte sobre aglomerado de
madera.
La exposición reunió a 26 artistas, incluidos 15 pintores, un grabador y 6 poetas,
además de 27 diseñadores, todos brasileños. El numeroso corpus expositivo
congregó piezas fundamentales de pintura, escultura, fotografía, poesía, material
gráfico y publicitario, junto a la nueva visualidad estética, proyectos gráficos
realizados sobre cubiertas de libros, discos y folders, trabajos de diseño, mobiliario,
entre otros objetos y documentos. Un completo catálogo bilingüe de 311 páginas fue
lanzado y presentado durante la muestra. Escrito en lengua portuguesa e inglesa, el
mencionado volumen recogió textos, documentos de época, cronología, biografías y
un registro iconográfico de obras realmente invaluable.
Un hecho relevante fue la reconstrucción del diseño de montaje original de una de las
salas expositivas de la célebre muestra de 1956, en la que no sólo los curadores
buscaron las mismas obras presentadas en aquella ocasión, sino que también
reprodujeron la distribución museológica original. Ello fue posible gracias al arduo
trabajo de investigación del equipo curatorial, que localizó un conjunto de fotografías
de aquellos años, conservadas en los archivos, así como revistas y periódicos de la
época. Los co-curadores de la exposición Concreta ’56: a raiz da forma fueron
Lorenzo Mammi (artes plásticas), André Stolarski (design) y João Bandeira (poesía).
El arte concreto puede ser entendido, dentro del contexto de la historia general del
arte, como una actitud que se insertó de lleno en el cuadro o marco histórico del arte
moderno. Éste es un pensamiento estético que se esboza ya como movimiento con
De Stijl, del cual heredó la comprensión formal del lenguaje pictórico. Por otro lado, el
mismo posee puntos en común con las tesis de la Bauhaus, principalmente en lo
concerniente a la visión social del arte y la idea de integración de todas las artes en el
entramado de la ciudad y en la vida colectiva. Indagando en sus orígenes, la
conceptualización deriva, sobre todo, de las teorías de Max Bill, al adoptar,
justamente, la denominación arte concreto. En este sentido, desde sus inicios, los
concretos intentaron delimitar y diferenciar sus experiencias, en relación con el arte
abstracto, buscando como modelo su aprendizaje en la Bauhaus, que le aportó, aún
más objetividad. De allí, se deduce y comprende que colores y formas son hechos o
acontecimientos que pertenecen a la esfera de la pura percepción, así como de
energías que interactúan, dinámicamente, en el dominio visual. Tal experiencia se
suma a la estrecha aproximación con la ciencia matemática, siendo ésta la
motivación de las formas que nacen sin referencia a la realidad natural3.
Judith Lauand. Movimiento y contramovimiento en espiral, 1956. Tinta esmalte sobre eucatex. 100 x
100 cm.
Los cariocas, en contraste con los paulistas, no reivindicaron que el artista integrara
un nuevo proyecto social o tuviera una nueva función en la sociedad. Por otro lado,
los artistas ligados al movimiento neoconcretista no estuvieron interesados en
poseer un desenvolvimiento profesional dentro de las actividades industriales,
publicitarias o del design6. Ellos investigaron y proclamaron la libertad de
experimentación y de la subjetividad y, cuando rompieron con el espacio tradicional
de la obra de arte, pasaron a trabajar estructuralmente con el espacio-ambiente,
llegando también a “concretar” experiencias corporales y performáticas.
“El arte neoconcreto, nacido de una necesidad de expresar, dentro del lenguaje
estructural de la nueva plástica, la compleja realidad del hombre moderno, niega la
validez de las actitudes cientificistas y positivistas para el arte y reposiciona el
problema de la expresión, incorporando las nuevas dimensiones verbales8”, creadas
por el arte no figurativo-constructivo... Debe considerarse que, para los
neoconcretos, la obra de arte es un ser cuya realidad no se acaba en las relaciones
exteriores de sus elementos y solamente se da plenamente en el abordaje directo, es
decir, de naturaleza fenomenológica.
El aporte de la fenomenología es haber proporcionado un fundamento metodológico
de primera agua, diferenciador para la experiencia constructiva carioca. En la
interpretación de Gullar y sus compañeros, la experiencia enseña que, en la
percepción, el mundo es un campo ambiguo y preñado de significados y sentidos
inherentes a la propia relación hombre-mundo.
Entre los artistas que formaron el movimiento neoconcreto en Río de Janeiro figuran
los nombres de Lygia Clark, Lygia Pape, Hélio Oiticica, Amílcar de Castro, Franz
Weissman e Ivan Serpa.
NOTAS
5.El Manifiesto Ruptura fue firmado por Charoux, Cordeiro, de Barros, Fejer, Haar,
Sacilotto y Wladyslaw.
* Todas las obras son fotos de Luigi Stavale y cortesía del Museu de Arte Moderna de
São Paulo.
Encontrado en https://www.artnexus.com/es/magazines/article-magazine-
artnexus/5d6331ef90cc21cf7c0a088d/64/concrete-art-revisted