PODA
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NOVIEMBRE 2023
¿CUÁNDO, CÓMO Y POR QUÉ PODAR UN ÁRBOL FRUTAL?
Los árboles frutales deben cortarse para seguir siendo productivos, pero una poda mal
hecha puede causar daños. Averigua cómo podarlos correctamente.
• Técnicas especializadas
Si tienes un árbol frutal propio, seguro que quieres tener una cosecha abundante. Un
calendario regular de poda marca la diferencia para la salud del árbol y la cantidad de fruta
que produce; además, recortar tu árbol frutal cada año fomenta su crecimiento y mantiene
su vitalidad, lo que se traduce en una planta más sana y una fruta de alta calidad. Al podar,
también se abre la copa del árbol, lo que ayuda a garantizar un flujo de aire suficiente y evita
enfermedades fúngicas y plagas.
El mejor momento para podarlos varía según el tipo de árbol frutal y de cuánto crecimiento
desees. En este sentido, si no sabes cuándo podar un árbol frutal te interesa saber que los
manzanos y perales se beneficiarán de una poda entre noviembre y abril. Sin embargo,
durante los primeros años no deberías tocar los árboles frutales jóvenes antes de que llegue
la primavera, ya que la madera sigue siendo muy vulnerable a las heladas intensas.
Si deseas fomentar su crecimiento, acostumbra a podar estos árboles frutales durante los
meses más fríos. Es entonces cuando el árbol pasa a una fase inactiva y devuelve los
nutrientes a las raíces, listos para liberarse cuando la temporada de cultivo comience de
nuevo. A finales del invierno, antes de que el árbol empiece a brotar, puede ser un momento
ideal para podar, porque los cortes que hagas cicatrizarán más rápidamente a medida que
llegue el crecimiento de la primavera, por lo que es menos probable que tus árboles frutales
se infecten.
También es posible podar en primavera, pero hacerlo fomentará un crecimiento menos
vigoroso, lo que hace que sea una buena opción si necesitas que tus árboles frutales tengan
un tamaño específico, adecuado a un espacio concreto, o si quieres dar una determinada
forma a los árboles frutales cuando los podes (por ejemplo, cerezos podados en abanico y
manzanos en espaldera).
Puedes podar un melocotonero hasta que florezca en abril y mayo, mientras que es
preferible cortar los cerezos entre junio y agosto, después de que termine su fructificación.
Una herramienta adecuada debe facilitarte el trabajo y no dañar el frutal. Las tijeras de poda
de alta calidad cortarán las ramas de forma limpia, sin causar daños que puedan provocar
enfermedades.
La profundidad con que se poda el árbol frutal influye en gran medida en su crecimiento
posterior: cuanto más se corte el árbol en invierno, más brotará en verano; por el contrario,
menos poda significa menos crecimiento. El método que utilizas es igual de importante.
Consejos para podar un árbol frutal
1. Haz siempre cortes cerca de un brote. Los brotes son la fuente del nuevo crecimiento
de tu árbol y son el lugar donde la savia que impulsa ese crecimiento está más
concentrada. Si se corta demasiado lejos de los nuevos brotes, existe el riesgo de
que una herida se seque y "bloquee" el siguiente punto de vegetación. Deberías
encontrar un brote orientado hacia fuera (para favorecer una forma abierta) y podar
1-3 cm más allá de él.
2. Trata de no dejar tocones cortos atrás cuando cortes ramas, ya que la madera muerta
proporciona un terreno de cultivo para la podredumbre y el moho. Corta siempre lo
más cerca posible de la base de una rama sin dañar el tallo principal.
3. Si necesitas retirar una rama grande, hazlo por etapas para evitar dañar la corteza o
causar desgarros descuidados en la madera. Por último, corta con cuidado el tronco
principal.
4. Poda para mantener la forma de tus árboles frutales. Normalmente, una copa de
árbol debe tener forma de pirámide, estar formada por un tallo "líder" central y tres
o cuatro tallos laterales. Es especialmente importante establecer esta forma durante
el primer año de crecimiento. En los árboles frutales jóvenes, todos los tallos
laterales deben cortarse aproximadamente a la misma altura y el tallo central debe
ser unos 20 cm más largo.
5. Quita los retoños a principios del verano. Los árboles frutales se suelen injertar en
un patrón para hacer que su crecimiento sea superior a lo que la variedad de fruta
puede conseguir por sí sola. Después de podar un árbol frutal con injerto, es posible
que aparezcan muchos brotes nuevos en la base del árbol: son retoños. Deben
eliminarse, ya que robarán energía de la parte de fructificación de tu árbol.
6. ¡El riego también es importante! Sobre todo, si tus árboles frutales han sufrido
alguna helada, necesitarán agua desesperadamente, ya que no pueden absorber
nada del suelo congelado. Los nuevos árboles plantados, así como los
melocotoneros, nectarinos, almendros y albaricoqueros más viejos, apreciarán el
agua adicional.
Cuando se trata de podar los árboles frutales, hay que tener en cuenta el árbol en sí y lo que
quieres lograr. ¿Quieres darle forma a un árbol joven, limpiar un árbol maduro y mantener
su hermosa floración, o rejuvenecer un árbol antiguo? Los diferentes resultados exigen
técnicas distintas.
Desde el momento en que plantes tu árbol frutal, puedes crear las condiciones ideales para
su crecimiento. Poda la raíz y la copa cuando plantes para garantizar rápidamente un fuerte
crecimiento: identifica el tallo líder y elige de tres a cuatro ramas principales que,
idealmente, deberían formar un ángulo de 45° con respecto al tronco. Esto es todo lo que
el árbol necesita para convertirse en la copa, así que puedes quitar todos los demás tallos.
Después de plantar, aplica un enfoque formativo a la poda hasta que el árbol haya alcanzado
la altura de la copa que desees, que probablemente llevará de cinco o seis años de media.
Para unos tallos bien ramificados, poda el crecimiento lateral y el tallo líder hasta en un
tercio. El objetivo a largo plazo es desarrollar la copa en forma de pirámide. La poda
formativa garantiza un árbol maduro con una forma agradable.
Los árboles frutales ornamentales maduros necesitan una rutina continua de poda de
mantenimiento, con el objetivo de garantizar que la copa no se vuelva demasiado densa.
Elimina los nuevos brotes que estén demasiado juntos, así como los retoños. Por lo general,
los brotes verticales deben eliminarse para mantener el árbol en una forma estética, aunque
en los árboles frutales que tienen una capa inferior de rápido crecimiento, unos pocos
brotes verticales pueden actuar como desvío útil para el flujo de la savia, lo cual evita mucho
crecimiento rápido y débil. Si hay muchos retoños, solo debes retirar los brotes muy gruesos
y muy delgados; deja los medianos.
Una disminución del tamaño de la fruta y una copa muy densa son indicios de que un árbol
tiene dificultades a medida que envejece. Los árboles más viejos pueden rejuvenecer con
una generosa poda con la que la copa se haga menos densa y se retire cualquier rama grande
en peligro de rotura. Es mejor distribuir el proceso durante dos años consecutivos.
Los árboles frutales en forma de columna o en espaldera son hermosos árboles que han
sido formados cuidadosamente para que adopten formas estrechas y que incluso pueden
crecer en macetas en un pequeño balcón. Su formación compacta requiere muy poco
espacio, pero puede producir mucha fruta. La mayoría de estas variedades solo necesitan
un poco de recorte de mantenimiento, aunque pueden beneficiarse de una poda más
exhaustiva si tienen brotes laterales largos.
Hay algunos principios clave que debes recordar al podar un árbol frutal:
• Es mejor ser demasiado generoso cuando se poda que demasiado cauteloso, incluso
en árboles jóvenes.
• La mayoría de los árboles frutales se pueden podar a finales del invierno, pero no lo
hagas si todavía hay mucho hielo.
• En el caso de los árboles más viejos, es importante hacer menos densa la copa para
que haya una buena aireación.
A finales del invierno es el mejor momento para podar la mayoría de árboles frutales
Los árboles más jóvenes se pueden podar de forma más generosa que los más viejos,
aunque es necesario entresacarlos con regularidad.