Ejemplo de Diseño

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EJEMPLO DE DISEÑO

Tema:

 Estudio de experiencias colectivas de formación de identidad en la comunidad de


estudiantes de educación superior Santo Tomás, Los Ángeles: sentido de pertenencia
en escenarios transdisciplinarios y de pensamiento crítico.

Presentación

La corporación Santo Tomás está compuesta por tres instituciones de educación Superior,

tales como la Universidad, Instituto Profesional y Centro de Formación Técnica. Al pensar en cómo

estas tres entidades se vinculan entre si resulta complejo poder otorgar respuestas clarificadoras,

puesto que, a pesar de contemplar elementos comunes en sus proyectos educativos, éstas no se

encuentran articuladas y tampoco proveen espacios transdisciplinarios que puedan canalizar

inquietudes, propuestas entre pares, autonomía de los(as) estudiantes y diversos obstáculos para

generar en ellos un sentido de pertenencia hacia la institución.

Con el objeto de justificar aquella problemática observaremos la importancia de generar

espacios transdiciplinarios y a raíz de ello generar sentido de pertenencia. Desde aquello, es

relevante estudiar esta problemática entendiendo los beneficios que provee la formación

transdisciplinar en educación superior en pos de la obtención de una mirada holística sobre la

realidad y las problemáticas locales. Por último, describiremos a través de los proyectos educativos

de UST, IPST y CFTST como sus valores se relacionan con una propuesta articuladora

institucionalmente y transdisciplinar.
Problema de investigación (problematización o antecedentes)

La vinculación entre Universidad, Instituto Profesional y Centro de Formación Técnica de la

Corporación Santo Tomás se presenta como una deuda pendiente, la cual se arrastra desde su

fundación como institución privada de Educación Superior. Cada una de las entidades mencionadas

presenta propósitos diferentes, no obstante, a su vez se encuentran en el sello valórico propuesto por

Santo Tomás de Aquino. Actualmente no existen actividades ni instancias corporativas que

desemboquen en la convergencia de éstas ni del cuerpo docente y estudiantil. Por lo cual, se

establece como problema central del presente trabajo la ausencia de articulación entre UST, IPST

y CFTST lo que conlleva a la falta de vínculos transdisciplinares y sentido de pertenencia de los

alumnos(as) hacia su casa de estudios. En los contextos de normalidad en que suelen desarrollarse

los planes curriculares, logramos evidenciar con total claridad la problemática sobre la falta de

vinculación institucional y por tanto estudiantil, la cual se vio considerablemente intensificada en

los últimos meses del año 2019 y el transcurso del 2020, en consecuencia, de las transformaciones

político-sociales y la crisis sanitaria que hemos experimentado a escala global. De acuerdo con lo

señalado por Beinstein (2005) el concepto de crisis no sólo lleva consigo aires de riesgo, peligro o

decadencia, sino que, por otro lado, también puede entenderse como una coyuntura que permite un

espacio de reflexión sobre el presente para avanzar hacia el futuro de manera sustentable y firme.

En la actualidad comprender el concepto de crisis producto de la pandemia por COVID 19, requiere

a su vez del entendimiento de la afectaciones psíquicas y físicas en las personas que de ello

devienen. Desde la psicología se entiende la crisis como la repercusión psicológica a situaciones

que son experimentadas como dolorosas por las personas, puede ser por el evento o por

características y factores individuales (Martínez, 2005). Como explica Martínez (2020) la población

directamente se ha afectado por el aislamiento social, exposición a cifras del aumento de contagio y

muerte por COVID- 19, incertidumbre laboral y económica, en conjunto con la transformación de

las condiciones de trabajo que exige una adaptación al uso de las tecnologías. Las personas han
tenido que adaptarse y han puesto en juego su capacidad(es) de afrontamiento, que en un gran

número de personas ha traído síntomas psicológicos.

Cuando un evento que produce una crisis psicológica supera los mecanismos y

estrategias que una persona suele utilizar para manejar sus efectos, lo habitual es

que aparezcan síntomas psicológicos o reacciones comportamentales de diferente

tipo, tan diversas como el ser humano. (Martínez, 2020, p.5)

De esta manera, la crisis es un factor que acrecienta la necesidad de generar una

articulación horizontal transdisciplinaria entre estudiantes de las diversas carreras que contempla

Santo Tomás y nos invita además a generar nuevas estrategias que vayan en respuesta al desarrollo

del aprendizaje óptimo, considerando su dimensión social. Tal como lo señala Rafael Porlán (2020)

El proceso de aprender es individual y social y está impregnado de

emociones. Somos una especie social y aprendemos y construimos en

sociedad. También somos seres profundamente emocionales y esto nos

impulsa o nos bloquea el aprendizaje (p.3).

Frente aquello, entendemos que la emoción en el aprender se construye en la interacción

social, cuestión que se ve complejizada por la actual crisis sanitaria que nos impide entrar en

contacto con los otros(as). De este modo nos ponemos en jaque y sopesamos la salud y la vida

como una paradoja que cuestiona si realmente nos podemos desarrollar desde una perspectiva

integral del ser. Cómo nos volvemos a emocionar, cómo expandimos las consecuencias de las

emociones en el aprendizaje para conectarnos, interactuar y construir el saber, son estos los desafíos

que precisamente nos plantea la crisis (Porlán, 2020), desafíos a los cuales pretendemos dar

respuesta con el planteamiento del presente proyecto de innovación que conoceremos con mayor

profundidad en los siguientes capítulos.


Por otra parte, se reconoce que en gran parte los establecimientos de educación superior

mantienen un paradigma que prioriza casi en su totalidad el aprendizaje disciplinar, una perspectiva

que permite profundizar en el saber del área, pero que por otro lado limita un desarrollo tanto a

nivel del ser como del convivir. Este paradigma monológico, como señala Galeffi (2020) se sustenta

en la validez objetiva dada por el descubrimiento de leyes por la experiencia científica, lo cual lo

distancia de una comprensión holística, compleja polilógica albergada en la comprensión

transdisciplinar. Como explica de la Herrán (2011) el debate en torno a lo disciplinar y lo

transdisciplinar lleva un tiempo gestándose, incorporando dos perspectivas de abordaje, una dual

que se sitúa desde un paradigma positivista y vectorial y otro dialéctico que reconsidera la

posibilidad de complementar y reconocer distintos tipos de abordajes en un diálogo constante para

la resolución de problemáticas. Este último se sitúa como un paradigma universal que valora lo

disciplinar y lo transdisciplinar buscando la complementariedad de lo disciplinar, interdisciplinar y

transdisciplinar. Hoy es importante reconocer que la complementariedad y la coexistencia propicia

el aprendizaje y se presenta como una oportunidad de desarrollo en escenarios de preparación

laboral. Cómo señala Vélez (2011) lo transdisciplinar en la educación viene a ser una condición

para la transformación y fortalecimiento de la universidad en el presente siglo, por esto es necesario

convertir el modelo que ha fragmentado el saber por un modelo que va a través, entre y más allá en

la comprensión de los fenómenos y de quienes somos.

La construcción de espacios transdisciplinarios lleva consigo el desafío colectivo de pensar

críticamente su necesidad; interpretar el significado que tiene la ausencia de este escenario y

analizar la pertinencia de incorporarlos, evaluando las posibilidades y beneficios para la comunidad

estudiantil en general, considerando las dimensiones de aprendizaje, socialización, trabajo en

equipo, resolución de problemas comunes y, en consecuencia, generación de sentido de pertenencia.

Entendiendo aquello se genera la necesidad de que las instituciones de educación superior

configuren espacios comunes que propicien el aprendizaje crítico y reflexivo, co-construido entro
los diversos participantes de la comunidad educativa, considerando esencialmente el encuentro

entre quienes en su etapa de preparación laboral van configurando una red de conocimiento, la cual

puede ser compartida y resignificada en un aprendizaje activo y dialectico. Es por esto que como

señalan Luiz Síveres, Idalberto José das Neves Júnior y José Ivaldo Araújo de Lucena (2020) se

entiende el diálogo como una red que, “revela la dinámica fractal de un todo holístico, es decir, cada

experiencia dialógica mejora las nuevas relaciones, ya sea con otras agrupaciones sociales o con

nuevas ramificaciones existenciales” (p.130).

Por otra parte, a modo de poner en antecedente la ausencia de relaciones transdisciplinares

entre los estudiantes, revisaremos aquellas instancias con las que actualmente cuenta la corporación

para establecer vínculos con la comunidad estudiantil.

Actualmente Santo Tomás cuenta transversalmente con tres áreas que interactúan

permanentemente con los estudiantes de sus tres instituciones de educación superior. Entre ellas

podemos mencionar el Área de Dirección de Formación e Identidad, Centro de aprendizaje y

Dirección de Asuntos Estudiantiles (DAE). Éstas tres áreas consideran la interacción con los

estudiantes desde la comunicación vertical, en donde UST, IPST y CFTST son quienes propician

las interacciones con los alumnos(as) en una lógica bidireccional, institución- discentes y viceversa,

evidenciando la ausencia de instancias y/o espacios que contribuyan a las relaciones vinculares

entre pares, en donde puedan compartir saberes interdisciplinarios, con miras a la

transdisciplinariedad, reflexiones basadas en una mirada crítica sobre los fenómenos de sus

entornos próximos.

A modo de relevar la importancia de realizar este estudio, a continuación, incorporaremos

el concepto de universidad, la transdisciplinariedad en la educación superior y su vinculación con

las diversas ciencias de estudio.

La noción de universidad se remonta al siglo XI, organismo que nace en consecuencia a la

corriente del renacimiento intelectual, fundada en su interés por las disciplinas de la filosofía y la
teología. De acuerdo con lo mencionado por Chuaqui (2002) la disputa conceptual estuvo centrada

entre el studium generale, es decir, estudios para estudiantes provenientes de diversas localidades, y

el concepto de universidad, el cual refiere a universidad, en donde las enseñanzas corresponden a

saberes universales, es decir, que recogen autores de diferentes puntos geográficos, por tanto, eran

conocimientos ampliamente validados. En conjunto con estos términos, se instala la noción de alma

mater, concepto que de acuerdo a lo establecido por la Real Academia Española (2005), significa

“madre nutricia”, haciendo referencia a la universidad como “proveedora de alimento intelectual”.

Sus propósitos de origen estuvieron marcados por infundir conocimientos, reflexionar sobre la

existencia y sus significados, producir conocimiento a través de la investigación y generar

profesionales. En relación con lo mencionado, en la actualidad las instituciones de educación

superior no persiguen objetivos diferentes, es por eso que todas están llamadas a ser protagonistas

de la construcción de espacios de conocimientos, con un carácter inter y transdisciplinario,

poniendo atención a los desafíos que enfrenta la sociedad, dando cabida al pensamiento crítico en

pos de salidas y la adaptación a las transformaciones que hoy exige nuestro sistema social. En base

a esto resulta importante generar relaciones dialécticas entre las instituciones que alberga la

corporación Santo Tomás, pues debe tomar responsabilidad en gestar una comunidad estudiantil

dispuesta a cocrear y construir en conjunto, propiciando el bien común. Toda vez que exista la

posibilidad de interactuar con los otros(as), será latente la oportunidad de involucrarse y generar

reconocimiento sobre las acciones tomadas, crear sentido de pertenencia. Bajo esta lógica se

entiende a los y las estudiantes como parte de una comunidad, Krause (2001) señala que hay tres

elementos esenciales que configuran comunidad; pertenencia, interrelación y cultura común, el

primero hace referencia a “sentirse parte de” “identificado con” o “perteneciente a”, el segundo a la

existencia de comunicación o contacto con otros miembros y su mutua influencia y el último punto

hace referencia a la existencia de significados compartidos.


La transdisciplinariedad se vuelve una herramienta esencial para esta co-construcción en la

educación superior, ya que se consideran y analizan los diversos cambios y problemáticas que

vivenciamos hoy en día en los entornos acelerados por la globalización y la era de las tecnologías.

Pensarnos desde un desarrollo centrado en los valores de otra época, nos limita para un desarrollo

integral de los(as) estudiantes y para la aplicación de una forma holística y articulada para la

resolución de problemáticas, adaptación e innovación oportuna a las demandas del entorno. Cómo

señala Nicolescu (2014) la visión transdisciplinar se asienta bajo la premisa que tiene como fuente

la constitución como seres humanos, donde se considera la complejidad de esta, no centrado en uno

de sus componentes estudiado de forma aislada, sino más bien, dirigida a la totalidad abierta del ser

humano, por lo cual es necesaria una transrelación que conecte los diversos pilares de la educación

superior. La Universidad se reconoce como uno de los espacios privilegiados para una educación

que permita responder a las demandas de este tiempo, que también sería un lugar central para una

educación dirigida a formar personas que asumen diversos roles sociales y desde ahí contribuyen al

desarrollo y transformación social. Es así como otorgar estos espacios permite como señala

Nicolescu, (2013) “inculcar un pensamiento complejo y transdisciplinario en las estructuras y

programas de la universidad permitirá su evolución hacia su misión un tanto olvidada hoy – el

estudio de lo universal” (p.9). Este mecanismo educativo y de enseñanza situado en la educación

superior, debe como refiere J. F. Regis de Morais (2020)

Constituir (principalmente en instituciones de educación superior) núcleos

que, con la importancia del conocimiento disciplinario, aborden

existencialmente el conocimiento en su conjunto y al enfrentarse a estas

complejidades, terminen yendo más allá (trans) de los límites

fragmentarios. Después de todo, los humanos, cuando están tan dispuestos,

son creativos (p.87).


Cómo señala Veliz (2011) al integrar los saberes científicos se pueden incorporar

reflexiones sobre las experiencias y vivencias cotidianas de los(as) estudiantes, de esta forma se

completan estos saberes con la intuición y la sensibilidad, los cuales bajo el paradigma imperante

desde una visión sintética han dejado a un lado junto con otras dimensiones humanas que escapan

de la razón. Florence Dravet, Florent Pasquier, Javier Collado y Gustavo Castro (2020) en el marco

de encuentros transdisciplinares desarrollado el año 2018 en Brasilia, refieren como elemento o idea

central del compilado que es necesario entender con urgencia la preparación de las futuras

generaciones en la convivencia con otros(as), para el encuentro con lo diverso en todas sus

dimensiones. Por último, Maria da Conceição de Almeida (2020) señala que para comprender estos

fenómenos complejos y las diversas problemáticas presentes en la actualidad se presenta una

alternativa “o borramos las fronteras entre las disciplinas y áreas del conocimiento, o

permaneceremos cada vez más miopes para comprender los complejos problemas de la educación,

de la política, de los sujetos, de las intolerancias y fobias sociales” (p.99).

Por otro lado, es importante reconocer como la corporación ha establecido a través de los

proyectos educativos de UST, IPST y CFTST, valores que se relacionan con la idea transdisciplinar

y las demandas a las que atiende.

Tanto IPST como CFTST, declaran en sus proyectos educativos cinco valores que encarnan

el sello tomista, entendido como el marco valórico que busca propiciar una identidad institucional

desde el fundamento Tomista, encontrando en él; amor a la verdad, excelencia y esfuerzo,

fraternidad y solidaridad, respeto e inclusión y pensamiento crítico.

Reconociendo estos puntos de encuentro, entre los proyectos educativos de las instituciones

de educación superior de Santo Tomás, podemos afirmar que resulta relevante poder atender la

problemática de la desarticulación entre sus entidades, puesto que ha manifestado propender a una

educación en donde los estudiantes puedan desarrollarse individualmente como personas,

encontrando virtud en la búsqueda de la verdad y el conocimiento, pensando en una convivencia


solidaria, que valore las diferencias como eje fundamental de la comprensión del desarrollo de los

seres humanos, para así construir comunidad y generar un sentido de pertenencia, que contemple un

pensamiento crítico que le permita evaluar y construir nuevos saberes. De esta manera, para

transitar de manera efectiva a esta formación es necesario poder establecer vínculos entre pares que

puedan compartir saberes e inquietudes y que además tengan la posibilidad de generar redes

comunitarias que engendren sentido de pertenencia hacia Santo Tomás, reconociéndola como un

alma mater.

Objetivo general:

 Analizar la relación de las experiencias colectivas e identitarias de sentido

de pertenencia, en el marco de encuentros transdisciplinarios y de pensamiento crítico, en la

formación profesional y personal de los(as) estudiantes de la institución Santo Tomás, Los

Ángeles.

Pregunta de investigación

 ¿Cuál es la relación entre las experiencias colectivas e identitarias de

sentido de pertenencia y la formación profesional y personal de los estudiantes de la

institución Santo Tomás Los Ángeles, en el marco de encuentros transdisciplinarios y de

pensamiento crítico?

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