TP - Metodología

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 4

Cómo Cristo lleva a cabo la plenitud de la Revelación, en la Constitución Dogmática

del Concilio Vaticano II Dei Verbum, Capítulo 1, artículo 4

Dice Dei verbum, Cap. 1, art 4: «Después que Dios habló muchas veces y de muchas
maneras por los Profetas, "últimamente, en estos días, nos habló por su Hijo".» Es decir que
conocer a Cristo es conocer al Padre, la Palabra hecha carne, la Revelación de Dios en
todas las obras del Hijo: “con su total presencia y manifestación personal, con palabras y
obras, señales y milagros, y, sobre todo, con su muerte y resurrección gloriosa de entre los
muertos.”

Esta Plenitud de la revelación en Cristo se completa con el envío del Espíritu de


Verdad que confirma que Dios vive en nosotros para liberarnos del pecado. Cristo es el
centro de la constitución, culmen y plenitud de la Revelación. Es Revelación con su
presencia y manifestación, la Revelación es Él: una persona.
Lectura obligatoria y comentario de: Catecismo de la Iglesia Católica. Primera parte,
primera sección, capítulo segundo, artículo 3: La Sagrada Escritura

El “Catecismo de la Iglesia Católica, primera parte, primera sección, capítulo segundo,


artículo 3: la Sagrada Escritura”, trata sobre cinco grandes ejes temáticos:

I.- Cristo, palabra única de la Sagrada Escritura.

I.- Inspiración y verdad de la Sagrada Escritura.

III.- El Espíritu Santo, intérprete de la Escritura.

IV.- El canon de las Escrituras.

V.- La Sagrada Escritura en la vida de la Iglesia.

El primer apartado aborda el Verbo único: cómo a través de todas las palabras de la
Sagrada Escritura, Dios dice solo una palabra, su Verbo Único. Por esta, la Iglesia ha
venerado a las Sagradas Escrituras como al Cuerpo del Señor y distribuye esos Bienes
entre sus fieles.

El segundo eje trata sobre la inspiración y el carácter de inerrancia de las Escrituras


Sagradas ya que, por medio del Espíritu Santo, “Dios es el autor de la Sagrada Escritura.”
En ese sentido, la Iglesia reconoce a todos los libros del Antiguo y Nuevo Testamento como
sagrados y canónicos “en cuanto que, escritos por inspiración del Espíritu Santo, tienen a
Dios como autor, y como tales han sido confiados a la Iglesia.”

El tercer eje trata sobre cómo en la Palabra, Dios habla al hombre a la manera de los
hombres. Por lo tanto es importante interpretar bien la escritura. “Para descubrir la intención
de los autores sagrados es preciso tener en cuenta las condiciones de su tiempo y de su
cultura, los «géneros literarios» usados en aquella época, las maneras de sentir, de hablar y
de narrar en aquel tiempo. El Concilio Vaticano II señala tres criterios para una interpretación
de la Escritura conforme al Espíritu que la inspiró:

1. Prestar una gran atención «al contenido y a la unidad de toda la Escritura».

2. Leer la Escritura en «la Tradición viva de toda la Iglesia» 3. Estar atento «a la


analogía de la fe».
3. Estar atento «a la analogía de la fe» (cf. Rm 12, 6). Por «analogía de la fe»
entendemos la cohesión de las verdades de la fe entre sí y en el proyecto total de la
Revelación. (cf. DV 12,3)

En cuanto al sentido de la Palabra, se pueden distinguir dos sentidos de la Escritura: el


sentido literal y el sentido espiritual; subdividido este último en sentido alegórico, moral y
anagógico.

El cuarto eje refiere al canon de las Escrituras, y cómo la Tradición Apostólica hizo
discernir a la Iglesia, qué escritos constituyen la lista de los Libros Santos. Comprende para
el Antiguo Testamento 46 escritos1, y 27 para el Nuevo.

Aquí es importe la mención a la unidad del Antiguo y el Nuevo Testamento, ya que «el
fin principal de la economía del Antiguo Testamento era preparar la venida de Cristo,
redentor universal». Los Evangelios son el corazón de todas las Escrituras «por ser el
testimonio principal de la vida y doctrina de la Palabra hecha carne, nuestro Salvador.» (DV
18).

En cuanto al quinto eje temático del artículo, se refiere al papel principal de la Sagrada
Escritura en la vida de la Iglesia «La Iglesia siempre ha venerado la sagrada Escritura, como
lo ha hecho con el Cuerpo de Cristo.»

Apostol: Cada uno de los doce discípulos de Jesús a quienes envió a predicar el
evangelio por todo el mundo.

Dogmática: Que es relativo a los dogmas de la religión.

Escritos apócrifos: Los evangelios apócrifos (también evangelios extracanónicos)


son los escritos surgidos en los primeros siglos del cristianismo en torno a la figura de Jesús
de Nazaret que no se incluyeron ni se aceptaron en el canon de la Biblia israelita Septuaginta
griega ni en ninguna de las versiones de la Biblia usadas por distintos grupos de cristianos,
como la Iglesia católica, la Iglesia ortodoxa, la Comunión anglicana y las Iglesias protestantes.
Entre esos escritos se encuentran los Manuscritos de Nag Hammadi.

Inerrancia: Que se está excento de error.

Profeta: Hombre que recibe la palabra de Dios para transmitirla al pueblo.

1
45 si se cuentan Jr y Lm como uno solo.
Bibliografía:
- Catecismo de la Iglesia Católica, disponible en:
http://www.vatican.va/archive/catechism_sp/p1s1c2a3_sp.html

- Dei Verbum: disponible en:


http://www.vatican.va/archive/hist_councils/ii_vatican_council/documents/va
t-ii_const_19651118_dei-verbum_sp.html

- Módulo II, La Revelación y la Sagrada Escritura. CCC Licenciatura en


Letras - Teología – UCALP, 2021.

También podría gustarte