Etapas Del Desarrollo Humano
Etapas Del Desarrollo Humano
Etapas Del Desarrollo Humano
Índice temático
1. ¿Qué son las habilidades sociales?
2. Ejemplos de habilidades sociales
3. ¿Para qué sirven las habilidades sociales?
4. Importancia de las habilidades sociales
• Básicas. Escuchar de los demás, iniciar una conversación, mantener una conversación,
formular preguntas, dar las gracias, presentarse a sí mismo, presentar a otra persona,
hacer un cumplido, dialogar, etc.
• Avanzadas. Pedir ayuda, participar en una discusión, dar instrucciones, seguir
instrucciones, disculparse, convencer a los demás, dar una opinión respetuosa, formular
un reclamo, mediar entre dos partes, etc.
• Afectivas. Conocer lo que se siente, expresar lo que se siente, comprender los
sentimientos ajenos, enfrentarse al enfado de los demás, expresar afecto, enfrentar el
miedo, autorrecompensarse, consolar al afligido, etc.
• Alternativas a la agresión. Pedir permiso, quererse a sí mismo, compartir algo con
alguien, negociar con otro, ayudar a un tercero, emplear el autocontrol, responder a las
bromas, defender los propios derechos, evadir el conflicto, etc.
• Hacer frente al estrés. Formular una queja, responder a una queja, demostrar
deportividad, manejar la vergüenza, lidiar con la frustración, defender a un aliado, lidiar con
el fracaso, lidiar con el dolor, lidiar con presiones de grupo, etc.
• Planificación. Tomar decisiones, recaudar información, conocer los propios talentos,
concentrarse en una tarea, priorizar las necesidades, etc.
¿Para qué sirven las habilidades sociales?
Las habilidades sociales, según algunos autores, le permiten al ser humano desempeñar las
siguientes funciones:
Responde:
1. ¿Qué son las habilidades sociales?
2. Ejemplos de habilidades sociales
3. ¿Para qué sirven las habilidades sociales?
4. Importancia de las habilidades sociales
Desarrollo humano
Indice temático
1. ¿Cuáles son las etapas del desarrollo humano?
2. Etapa pre-natal
3. Primera infancia
4. Niñez
5. Adolescencia
6. Adultez
7. Ancianidad
Etapa pre-natal
La vida inicia su recorrido con el nacimiento, ya que es el momento en que la existencia pasa
a ser del todo independiente del cuerpo materno. Esa es la razón por la cual comencemos a
llevar la cuenta de nuestra vida a partir de entonces.
Toda la existencia previa al nacimiento puede ser considerada como la etapa “pre-natal” de la
vida. Se extiende desde la concepción hasta el parto y durante la cual el cuerpo del
individuo se forma y adquiere sus condiciones mínimas básicas para venir al mundo.
No existe consenso en la comunidad científica respecto a cuándo exactamente el individuo
comienza a vivir y deja de ser simplemente parte del cuerpo materno, o sea, cuándo dejamos
de ser un conjunto de células y pasamos a ser un individuo.
Primera infancia
La primera infancia o infancia temprana es la etapa inicial del desarrollo humano, en un
sentido estricto: inicia con el nacimiento y culmina alrededor de los 6 años de edad,
cuando el individuo entra en la niñez.
En esta primera etapa los individuos se encuentran en un estado de indefensión
y vulnerabilidad extremos, dado que a diferencia de los animales, nuestro cerebro culmina
su evolución y desarrollo bastante después de haber abandonado el útero.
Normalmente llamamos a los individuos en esta etapa “bebés”, y sabemos que inicialmente
están desprovistos del habla, del control de sus esfínteres y que se relacionan con el mundo a
través del llanto. La alimentación depende de la leche materna, dado que no se poseen
dientes, y las habilidades psicomotrices son mínimas.
Sin embargo, a lo largo de la primera infancia estos rasgos básicos de comunicación entre el
adentro y el afuera comienzan a formarse, conforme el individuo se prepara para una
existencia más independiente. Así, se dan los primeros desplazamientos
autónomos (primero el gateo, luego el caminar) y se pronuncian las primeras palabras,
enteramente por imitación de los progenitores.
Al término de la primera infancia, un individuo debe:
Desplazarse de manera autónoma e interactuar a voluntad con los objetos del entorno.
Expresarse de manera hablada, reconocer a sus pares y jugar con ellos.
Ser capaz de reconocer las emociones primarias y sus expresiones más básicas (llanto, risa).
Manejar los rudimentos de la lectoescritura.
Niñez
La niñez o segunda infancia es una etapa más avanzada de la existencia humana inicial, en la
que se da el desarrollo propiamente dicho de las habilidades
básicas psicosociales y cognitivas, razón por la cual coincide con el inicio de la escolaridad
formal. Para muchos especialistas se trata de una etapa crucial en la constitución del
individuo, clave para definir la personalidad del individuo.
Se puede pensar la niñez como una meseta entre la primera infancia y la turbulencia de la
adolescencia, a lo largo de la cual el individuo aumenta paulatina y constantemente de
estatura, ganando además capacidades expresivas, motrices y sociales más refinadas, y
pudiendo así interactuar de maneras más complejas con el mundo.
Al término de la niñez, un individuo debe:
Manejar herramientas conceptuales de mayor complejidad (matemáticas, comunicación
verbal, etc.) y establecer relaciones socioafectivas más complejas (amistad, compañerismo,
etc.).
Manejo primario del pensamiento lógico, manejo formal de la lectoescritura y capacidad de
asociación de ideas y conceptos.
Socializar continua e intensamente a través de actividades recreativas, y formar los primeros
vínculos sociales fuera del hogar.
Adolescencia
La adolescencia es una de las etapas más complejas del desarrollo humano. Consiste en
una etapa de grandes y profundos cambios a nivel mental, corporal y emocional, que
sirven como puente y preparación entre la niñez y la adultez temprana. Es una etapa de
mucha turbulencia emocional y de continuas modificaciones fisiológicas, cuyo fin es la
maduración reproductiva del individuo.
La adolescencia, a grandes rasgos, se divide en dos etapas diferentes, que son:
Adolescencia temprana (12 a 15 años). Una primera fase de cambios más violentos que
rompen con la infancia y evidencian el inicio de la maduración sexual del cuerpo: aparición del
vello púbico y corporal, inicio de la menstruación y la eyaculación, aumento considerable de
estatura, aumento de las mamas en las mujeres, aumento y engrosamiento de los genitales
masculinos, aumento de peso y talla, y aparición del deseo sexual.
Adolescencia tardía (15 a 21 años). En esta etapa se completa el proceso de preparación
reproductiva del individuo, con cambios menos pronunciados en lo corporal y fisiológico, pero
grandes cambios conductuales, emocionales y psicológicos. Es una etapa de rebeldías, en
que el individuo busca abandonar el hogar y valora sus relaciones con sus pares por encima
de su entorno familiar.
Al término de la adolescencia, se espera que el individuo:
Haya madurado reproductivamente, con notorios cambios físicos y fisiológicos, es decir, que
manifieste ya signos externos de madurez sexual.
Sea capaz de hacer cuestionamientos de tipo existencial y filosófico, y pueda abordar
materias complejas con relativa soltura cognitiva.
Asome su personalidad definitiva, exhibiendo tendencias sociales, emocionales y psicológicas
propias, aunque muy influenciados por la presión social y grupal.
Posea ya rasgos de pertenencia a una colectividad, en los cuales se base para definir su
“identidad”: tribus urbanas, grupos deportivos, etc.
Adultez
La adultez es la etapa intermedia de la vida, y por lo tanto la más extensa de todas. Los
adultos son individuos plenamente responsables de sí mismos (legal, social y
afectivamente), que ocupan un lugar en la sociedad y velan por sus propios intereses. Esta es
la etapa en la que los individuos normalmente ejercen un oficio, forman una familia y
se reproducen, asumiendo plenamente su lugar en el conjunto de la especie.
Sin embargo, dada su extensión, conviene pensar la adultez en dos etapas distintas:
Adultez temprana (entre los 21 y los 40 años de edad). En esta etapa se desarrolla
plenamente la identidad propia y el individuo usualmente constituye una familia y se
reproduce. La capacidad intelectual alcanza niveles más complejos y la capacidad física se
halla en su plenitud. Respecto al panorama emocional, las turbulencias de la adolescencia
quedan atrás y se inicia una etapa más estable.
Adultez plena (entre los 40 y los 60 años). Suerte de meseta vital, en que las capacidades
intelectuales alcanzan su punto más alto, mientras el cuerpo comienza a dar sus primeras
señales de deterioro. Es una etapa en la que los individuos suelen replantearse su existencia,
juzgar su recorrido vital y prepararse para la vejez. Los adultos plenos suelen ocupar los
puestos de liderazgo en la sociedad.
A lo largo de la adultez, normalmente los individuos:
Alcanzan la cumbre de su desarrollo físico, psicológico y emocional.
Poseen un sentido complejo pero pleno de la identidad, y reconocen su lugar en el mundo.
Se reproducen, forman familias o tienen relaciones interpersonales de profundidad, que
ocupan un lugar significativo en la existencia.
Forjan un oficio, una profesión o un lugar en la sociedad, a través del trabajo y la experiencia.
Maduran del todo físicamente y comienzan a presentar señales de envejecimiento:
encanecimiento del cabello, pérdida de flexibilidad, pérdida de cabello en los hombres, y
disminución de la libido.
Ancianidad
La ancianidad o vejez es la etapa final en el desarrollo humano, en la que los cuerpos de los
individuos manifiestan sus síntomas de deterioro y aparecen las enfermedades y los
achaques producto del tiempo. Puede ser una etapa más o menos dolorosa, dependiendo del
modelo de vida que se llevó, y de igual forma puede estar signada por la soledad o por la vida
familiar, dado que en esta etapa aparecen los nietos.
La mayoría de los ancianos se retiran (o aspiran a hacerlo) del ámbito laboral y
emprenden existencias más calmas, aunque muchos aún juegan roles de liderazgo y
consejería en la sociedad. Ello también implica un cambio importante en sus necesidades y
aspiraciones, que se tornan más urgentes en lo médico y más reflexivas en lo mental,
conforme los individuos se preparan para hacer frente a la muerte.