4° Ses PL Mart 26 Elefante Bernardo Yessenia 933623393
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El elefante Bernardo
DATOS INFORMATIVOS:
I.E. 60192
DOCENTE: LILA LOPEZ LOZANO
GRADO Y SECCIÓN: 4to B FECHA: 26-03/2024
PROPÓSITOS Y EVIDENCIAS DE APRENDIZAJE
Metas de 4° Lee con placer diversos tipos de textos cortos con vocabulario y temas variados;
aprendizaj opina de manera clara sobre las ideas, personajes o hechos del texto. Identifica el
e propósito del texto, las ideas principales y secundarias, distinguiendo lo relevante de lo
Habilidades que es complementario.
para la vida
PREPARACIÓN DE LA SESIÓN
“Año del Bicentenario, de la consolidación de nuestra Independencia, y de la
conmemoración de las heroicas batallas de Junín y Ayacucho”
¿Qué se debe hacer antes de la sesión? ¿Qué recursos o materiales utilizarán en la sesión?
Elaborar la sesión. - Cuaderno, cartuchera
Fichas de aprendizaje y ficha de evaluación. -Texto impreso.
Imprimir anexos y recortarlos. - Imágenes
MOMENTOS DE LA SESIÓN
bondad.
DESARROLLO: Tiempo:60min
ANTES DE LA LECTURA
Leo el título, observan las imágenes y responden:
El elefante Bernardo
a. ¿De qué crees que tratará el texto? ¿Cómo lo sabes?
b. ¿Has leído un texto similar?
“Año del Bicentenario, de la consolidación de nuestra Independencia, y de la
conmemoración de las heroicas batallas de Junín y Ayacucho”
DURANTE DE LA LECTURA
Organizo la participación de los estudiantes para que lean por párrafos.
Si hay alguna palabra que no entienden pido que la subraye de color rojo.
Parafrasea el texto leído.
Identifica los datos importantes del texto.
DESPUÉS DE LA LECTURA
Explico lo siguiente:
SUB DIRECTORA
“Año del Bicentenario, de la consolidación de nuestra Independencia, y de la
conmemoración de las heroicas batallas de Junín y Ayacucho”
Anexo 1
“Año del Bicentenario, de la consolidación de nuestra Independencia, y de la
conmemoración de las heroicas batallas de Junín y Ayacucho”
Anexo 2
El elefante Bernardo
Había una vez un elefante llamado Bernardo que nunca pensaba en los demás. Un día, mientras
Bernardo jugaba con sus compañeros de la escuela, cogió una piedra y la lanzó hacia sus compañeros.
La piedra golpeó al burro Cándido en su oreja, de la que salió mucha sangre. Cuando las maestras
vieron lo que había pasado, inmediatamente se pusieron a ayudar a Cándido.
Le pusieron un gran curita en su oreja para curarlo. Mientras Cándido lloraba, Bernardo se burlaba,
escondiéndose de las maestras.
Al día siguiente, Bernardo jugaba en el campo cuando, de pronto, le dio mucha sed. Caminó hacia el río
para beber agua. Al llegar al río vio a unos ciervos que jugaban a la orilla del río.
Sin pensar dos veces, Bernardo tomó mucha agua con su trompa y se las arrojó a los ciervos. Gilberto,
el ciervo más chiquitito perdió el equilibrio y acabó cayéndose al río, sin saber nadar.
Afortunadamente, Felipe, un ciervo más grande y que era un buen nadador, se lanzó al río de
inmediato y ayudó a salir del río a Gilberto. Felizmente, a Gilberto no le pasó nada, pero tenía
muchísimo frío porque el agua estaba fría, y acabó por coger un resfriado . Mientras todo eso
ocurría, lo único que hizo el elefante Bernardo fue reírse de ellos.
Una mañana de sábado, mientras Bernardo daba un paseo por el campo y se comía un poco de pasto,
pasó muy cerca de una planta que tenía muchas espinas. Sin percibir el peligro, Bernardo acabó
hiriéndose en su espalda y patas con las espinas. Intentó quitárselas, pero sus patas no alcanzaban
arrancar las espinas, que les provocaba mucho dolor.
Se sentó bajo un árbol y lloró desconsoladamente, mientras el dolor seguía. Cansado de esperar que el
dolor se le pasara, Bernardo decidió caminar para pedir ayuda. Mientras caminaba, se encontró a los
ciervos a los que les había echado agua. Al verlos, les gritó:
El pobre Bernardo, entristecido, bajo la cabeza y siguió en el camino en busca de ayuda. Mientras
caminaba se encontró algunos de sus compañeros de la escuela. Les pidió ayuda pero ellos tampoco
quisieron ayudarle porque estaban enojados por lo que había hecho Bernardo al burro Cándido.
Y una vez más Bernardo bajó la cabeza y siguió el camino para buscar ayuda. Las espinas les
provocaban mucho dolor. Mientras todo eso sucedía, había un gran mono que trepaba por los árboles.
Venía saltando de un árbol a otro, persiguiendo a Bernardo y viendo todo lo que ocurría. De pronto, el
gran y sabio mono que se llamaba Justino, dio un gran salto y se paró enfrente a Bernardo. Y le dijo:
- Ya ves gran elefante, siempre has lastimado a los demás y, como si eso fuera poco, te burlabas de
ellos. Por eso, ahora nadie te quiere ayudar. Pero yo, que todo lo he visto, estoy dispuesto a
ayudarte si aprendes y cumples dos grandes reglas de la vida.
Y le contestó Bernardo, llorando: - Sí, haré todo lo que me digas sabio mono, pero por favor, ayúdame
a quitar los espinos.
Y le dijo el mono:
- Bien, las reglas son estas: la primera es que no lastimarás a los demás, y la segunda es que
ayudarás a los demás y los demás te ayudarán cuando lo necesites.
Dichas las reglas, el mono se puso a quitar las espinas y a curar las heridas a Bernardo. Y a partir de
este día, el elefante Bernardo cumplió, a rajatabla, las reglas que había aprendido.
“Año del Bicentenario, de la consolidación de nuestra Independencia, y de la
conmemoración de las heroicas batallas de Junín y Ayacucho”
LISTA DE COTEJO
GRADO Y
DOCENTE FECHA
SECCIÓN
COMUNICACIÓN: EL ELEFANTE BERNARDO
CRITERIOS
Sí No Sí No Sí No